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Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Título: Tenías que ser tu.
Autor: AnaPaulaHoran, yo por si las dudas.
Genero: Drama, romance, algo hot.
Contenido: Leíble (?)
Adaptación: Algo así, los personajes son de Harry Potter pero ya es la tercera generación.
Advertencias: No.
Otras Paginas: No.
Autor: AnaPaulaHoran, yo por si las dudas.
Genero: Drama, romance, algo hot.
Contenido: Leíble (?)
Adaptación: Algo así, los personajes son de Harry Potter pero ya es la tercera generación.
Advertencias: No.
Otras Paginas: No.
Sinopsis.
¿Qué pasaría si Sirius Black hubiera tenido un hijo? ¿Qué pasaría si ese hijo hubiera tenido una hija? Bueno, así sucedió. La pequeña Lucille Black ha quedado huérfana y al no tener quién la cuide acudirá a los Potter donde todo cambiara.
Ellos eran una familia común, los hermanos solían pelear pero jamás por chicas, cada uno tenía gustos diferentes, pero todo cambia cuando llega la pequeña Black. Esta chica robara el corazón de ambos haciendo que peleen (más de lo usual) por su amor. ¿A quién escogerá Black? ¿James un mujeriego sin remedio? ¿O Albus un chico muy tierno?
Última edición por AnaPaulaHoran el Sáb 17 Ago 2013, 8:45 pm, editado 2 veces
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Hola Ana, 1º lectora. Me ha emocionado el prólogo. Elegir será muy difícil xD
Kisses, empiézala pronto
roronoa.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
IHOLIWIS ana aqui tu 2* lectora reportandose, porfis siguela y besos. Me encanto el prólogo. BESOS
Javi <(")
Javi <(")
alone_anormal
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
sajdsdkasjñdlka suena bien quiero leerla
Fangirl-Lightwood-Weasley
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Saru Stark Weasley escribió:Hola Ana, 1º lectora. Me ha emocionado el prólogo. Elegir será muy difícil xDKisses, empiézala pronto
¡Que bueno que te gusto!
Yo no me podría decidir, ambos son completamente hermosos.
La empiezo pronto, linda.
Besos.
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
alone_anormal escribió:IHOLIWIS ana aqui tu 2* lectora reportandose, porfis siguela y besos. Me encanto el prólogo. BESOS
Javi <(")
¡Holiwis!
¡Que bueno que te gusto!
Mañana la empiezo, bueno hoy, en México son las doce :3
Besos.
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Fangirl-Lightwood-Weasley escribió:sajdsdkasjñdlka suena bien quiero leerla
¡Que bueno que te gusto!
La empiezo más tarde.
Besos.
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Prólogo.
Flashback
–Niños, ella es Lucille Black, la nieta de Sirius –dijo Harry mientras presentaba a la niña a sus hijos.
La chica no tenía más de once años, tenía el cabello castaño oscuro hasta casi la cintura, ojos cafés, labios rosados y algo gruesos, la tez no era ni morena ni pálida, más bien algo bronceada. Era de estatura mediana, un poco más enana que Albus.
–Soy James, un placer –dijo el castaño con un tono superior.
–Igualmente.
–Yo soy Albus y ella es nuestra hermana menor Lily.
–Un placer a ambos.
Harry le mostró su habitación a Lucille, era amplia y de color blanco con el piso de madera. Había una cama con sábanas purpuras en el centro y un armario cerca de la ventana. En una esquina había una puerta en la cual debía ser el baño, o al menos eso supuso.
–Ponte cómoda, dentro de unos minutos cenaremos, yo te aviso.
–Gracias por aceptarme en tu familia.
Las palabras conmovieron a Harry que abrazó a la niña.
–No hay problema linda, eres parte de la familia.
La niña sonrió y Harry se fue dejándola sola.
Ella se sentó en su cama y se puso a observar la habitación con atención, se sentía algo triste, hace unas semanas había perdido a sus padres lo cual no había sido para nada agradable. Pero se lo tomó bien, siempre trató de hacerse la fuerte, aunque a veces no es suficiente, hay momentos en los que necesitas a alguien que te abrace y te apoye.
–Lucille –dijo alguien mientras tocaba su puerta.
–Pase.
Entró una mujer pelirroja a la cual Lucille no había visto nunca, pero supuso que sería la esposa de Harry.
–Espero te sientas cómoda, sabes que puedes contar con nosotros, Lucille, siempre.
–Gracias, puedes llamarme Lucy o Lu.
–Claro Lucy, por cierto soy Ginny, la madre de James, Albus y Lily y la esposa de Harry.
–Un placer.
Ginny se fue cerrando la puerta tras ella. Lucy abrió su baúl y se puso a acomodar su ropa en el armario, blusas, pantalones, shorts, faldas, vestidos, zapatos, algo que a su madre le gustaba mucho era comprarle ropa. Ella era una mujer increíble, muy talentosa, se parecía mucho a Lucille, se podía decir que Lucy era la versión pequeña de Anna, su madre. Lo único que no era de ella eran sus ojos, esos eran como los de su padre, cafés enormes y muy hermosos.
–Lucy baja a cenar –dijo la voz de Ginny fuera de su habitación.
Dejó de acomodar su ropa y bajó a la cocina, ahí estaban todos: Harry, James, Albus, Lily, Ginny y un chico al cual conocía perfectamente, Ted Lupin. Él había vivido con ella un tiempo pero después cuando su madre enfermó se fue con los Potter.
–¡LU!
Ted corrió a abrazar a la castaña que lo recibía con los brazos abiertos, duraron unos segundos abrazándose, Ted tenía una gran sonrisa al igual que Lucy.
–Ted, cuanto tiempo.
–¿Soy yo o estos actúan como enamorados? –dijo James.
–Estas celoso, James –se burlo Lily.
Todos se sentaron en la mesa, era algo así: Primero Ted, Lucy, Lily, Ginny y del otro lado James, Albus y Harry.
–¿Dónde vivías, Lu? –preguntó interesado Albus.
–La pregunta es en dónde no vivió –se burlo Ted haciendo que Lucy le diera un golpe provocando risas de todos.
-Estuve un tiempo en Italia, Paris, Roma y Londres.
–Fantástico, ¿entonces hablas romano? –preguntó James.
Todos rompieron a reír mientras que James no entendía por qué demonios lo hacían.
–No existe el idioma romano, ahí hablan italiano y algunos latín, genio.
–¿Qué idiomas hablas?
–De los lugares que he estado solo francés, cuando estuve en Italia y Roma era muy pequeña para aprender.
Siguieron charlando alegremente, la mayoría le preguntaba a Lucy sobre todos sus viajes y lo que había visto. Era una cena agradable y deliciosa, pensó Lucy.
Fin del Flashback
–¡James Sirius Potter, devuélveme mi varita! –chilló Lucy.
Ahora todos eran mayores, James estaba en su quinto curso, Ted en el sexto, Lucy en quinto al igual que Albus y por último Lily en cuarto. Todos habían cambiado mucho, en especial Lucy, ahora era más alta y su cabello era algo más claro, tenía curvas y según James estaba bien dotada.
–¡Quítamela! –insistió James.
–Dame la varita si no quieres que te parta la cara.
–No tienes varita, no tienes manera de hacerlo.
–¡No necesito varita para partírtela!
La chica se arrojó sobre James y ambos cayeron al suelo, Lucy le arrebató la varita y se dio cuenta de lo cerca que estaba de él. Se puso algo nerviosa y se paró al instante. Le tendió la mano a Potter y lo ayudó a ponerse de pie, este aun sonreía burlón.
–Eres un idiota.
–Así de idiota me quieres.
Le sacó la lengua y regresó a su habitación para terminar su baúl, dentro de dos días regresarían a Hogwarts y bueno, ella no era la clase de chica que dejaba todo hasta el último. Bueno solía hacerlo hasta que un día sus padres tuvieron que enviarle toda su ropa por medio de lechuzas, desde entonces hace su baúl dos días antes.
–¡Lu mañana es tu cumpleaños! –chilló Lily.
–Lo sé, Lily, no tienes que recordármelo.
–¡¿Cómo que no?! ¡Te compre un regalo! ¡De verdad lo hice!
–Te creo, te creo.
–Lily basta, estas más emocionada que Lu –dijo Ted riendo.
–¡Es que no entiendo como no puede emocionarse! ¡Cumple quince años!
–Cuando cumplí quince años no te emocionaste tanto –dijo James fingiendo estar dolido.
–¡Porque no eres Lu!
–Tu hermana me prefiere a mi antes que a ti.
–De hecho todos te prefieren a ti.
–¡Calla, Albus, si no quieres que te golpee!
Albus se calló, siempre le había tenido algo de miedo a James, ese chico no tenía límites, no podías hacerlo enojar porque su venganza sería terrible.
Bajaron a comer y todo transcurrió como siempre, James molestando a sus hermanos, Lucy defendiéndolos y contestándole a James, Ted riendo, todo igual.
…
–¡Despierta, Lu, despierta! –la chica parecía no oír nada, dormía como nunca–. ¡Lucille Marie Black, despierta!
La castaña despertó sobresaltada y cayó de la cama haciendo que todos los que estaban en la habitación rieran.
Albus se acercó y le tendió la mano, ella la aceptó y se paró.
–¡Felicidades, abuela, tienes quince! –dijo Lily mientras la abrazaba.
–No me llames abuela, soy la tercera más pequeña aquí.
Todos la abrazaron y felicitaron. Después llegaron Harry y Ginny quienes también la felicitaron. Bajaron a desayunar y estaban Ron y Hermione con sus dos hijos, Rose y Hugo quienes felicitaron a Lucy.
–¡Felicidades Lu! –dijo Rose que abrazaba a su mejor amiga.
–Basta, Rose, me asfixias.
–Lo siento.
Se sentaron todos para desayunar, James no paraba de mirar a Lucy, había cambiado y para bien. Ya no era la niña pequeña y gritona, ahora parecía toda una mujer, se había formado bien. Pero él no era el único que lo había notado, también Albus la miraba diferente, pero ya no la veía como su mejor amiga, la miraba muy diferente de una forma más ¿seductora?
–Escuche muchos gritos, Lucy, ¿qué sucedió?
–Que Lily no sabe despertarme de una manera más amable y me caí de la cama.
–Fue asombroso –se burló Lily.
–¡Cállate!
–Fue genial, Lu.
–Me vengare de todos ustedes si siguen hablando.
Todos callaron, sabían que las venganzas de Lucy eran como las de James, para nada justas.
Siguieron desayunando, nadie volvió a mencionar que Lucy se cayó de la cama, todos hablaban de otras cosas. Cuando terminaron Lucy subió a su cuarto para poder cambiarse, tendrían una comida familiar por su cumpleaños. En todos los cumpleaños era así, siempre había una comida familiar.
Se dio una ducha y se puso un vestido rojo hasta poco antes de la rodilla. Era muy lindo, no tenía mangas y era algo corto, pero hermoso.
–¡James!
–¿Qué sucede?
–¿Puedes abrochar mi cremallera?
James también iba muy atractivo, llevaba algo como un traje de gala pero menos elegante. Su cabello estaba alborotado pero no era de extrañar, siempre estaba así.
Se acercó a la castaña y subió su cremallera, la chica se giro para darle las gracias pero se percató que volvían a estar muy cerca. Sus respiraciones se mezclaban, era un momento lindo pero incomodo. James se acercó a ella y la besó, fue un beso dulce y tierno, Lucy sintió como un zoológico de mariposas revoloteaba en su estomago.
Sus manos tomaron el cuello de James y lo atrajo más a ella, no sabía por qué lo hacía, pero se sentía tan bien besar aquellos labios que siempre deseó. El chico la abrazó haciendo que sus cuerpos se pegaran completamente. Después de unos segundos de alegría máxima para ambos se separaron por la falta de aire.
–Lo siento –se disculpó James.
–N-no importa, h-hagamos como si no hubiera pasado –dijo tartamudeando.
James asintió y se fue dejando a Lucy confusa. No podía dejar de pensar en el beso, lo besaste, lo besaste y te gustó repetía su conciencia.
Terminó de arreglarse, nada fuera de lo normal, dejó su cabello suelto y se puso unos zapatos altos color negro. Aunque los trajera seguía viéndose algo enana.
Rose entró en su habitación, ella también ya estaba vestida, supuso que Lily la había ayudado. Se veía muy hermosa, llevaba recogido su larga cabellera pelirroja con un moño, algo de maquillaje pero no mucho. Su vestido era largo y color azul fuerte lo que hacía resaltar mucho su cabello.
–¡Te ves hermosa, Lu!
–De alguien tuve que aprender, tu también te ves perfecta.
Rose se veía algo más alta que Lucy, no mucho pero si unos cuantos centímetros.
Las chicas bajaron a la cocina, solo estaban Ted, James, Lily, Albus y Hugo. No había ningún adulto con ellos, era algo extraño ya que si no había uno todos podían matarse entre sí pero parece que confiaron en ellos.
–¡Ay, Lu, ni quien te viera! –dijo Ted burlándose.
–¡Uy, Teddy! ¿Para quién te vestiste así? ¿Para Victoire? –contestó Lucy haciendo una voz chillona.
Ted palideció y Lucy sonrió victoriosa.
Ambas chicas se sentaron, Lucy junto a Albus y a su lado Rose. Todos estaban en completo silencio, James pensaba en el beso nunca imaginó besarla, era como su hermana pequeña. Pero ya no la veía así, era diferente, ahora era muy hermosa. Jamás fue fea ni nada parecido, era muy linda y solía atraer la atención de varios chicos a los cuales James amenazaba para que no le rompieran el corazón. Siempre fue algo sobreprotector con ella, solía enfadarse mucho con él, pero siempre se contentaba y volvían a su “relación”, ellos solo vivían para fastidiarse, se querían pero solo se molestaban.
Albus también pensaba en Lucy, era bella, perfecta. Se veía más linda de lo normal así vestida, aquel vestido hacia relucir su linda figura. Y su sonrisa hacia que todo empeorara, la hacia lucir hermosa. Siempre estaba sonriendo haciendo que millones de chicos en Hogwarts se fijaran en ella, su hermano solía amenazarlos. A veces hasta él mismo los amenazaba, no quería que le hicieran nada a su chica.
Ted solo pensaba en Victoire, su sonrisa, ojos, cabello, cuerpo, todo sobre ella, cómo vendría vestida, si lo saludaría, si él le gustaba. Era algo que lo mataba de curiosidad, pero no podía decirle que le gustaba.
Lucy no podía mirar a James se acordaría del beso, se supone que dijeron que harían como si no hubiera pasado, pero pasó y a ambos les gustó, de verdad les gustó. Ahora era extraño estar en la misma sala y actuar como si nada hubiera pasado, era muy complicado más cuando ambos sintieron algo.
Se abrió la puerta y entraron Molly y Lucy. Lo primero que hicieron fue tirarse a Lucille apara saludarla y felicitarla.
–¡Felicidades quinceañera! –dijeron al unísono.
–Gracias –dijo Lucille mientras las abrazaba.
–¡Lucille! Muchas felicidades –dijo Percy Weasley, padre de las hermanas.
–Gracias.
–Bueno tengo trabajo, ¿crees que podría pasar por ellas más tarde?
–Claro.
Percy salió y ambas hermanas se llevaron a Lucille escaleras arriba. Rose no pensaba quedarse con ellos así que ella se fue al igual que Lily dejando a todos los chicos solos y pensativos.
–¿Cómo te ha ido? ¡Cuéntamelo todo! –exclamó Lucy emocionada.
–¡Si! ¿Ha habido algún chico? –continuo Molly por su hermana.
–Basta, me están volviendo loca.
–Oh, Lu, lo que esta loco no puede volverse más, ahora dinos. ¿Hubo un chico, cierto?
Las cuatro pelirrojas observaban con atención a Lucille quien pensaba en si decirles o no sobre su beso con James.
–Si, hubo un chico.
–¡¿Y no me dijiste?! –chilló Rose.
–Porque sucedió después –dijo como si fuera lo más obvio del mundo.
–¡¿Qué?! ¡¿Cómo que después?! ¡Fue esta mañana!
–Si.
–¿¡Te besaste con mi hermano!? –exclamó Lily entusiasmada.
–No, que asco –todas la miraron de una forma extraña–. Vale, me bese con tu hermano.
–¡¿Con cuál?!
–¿Quieres que nos oigan o qué? ¡Guarda silencio!
Todas la miraron pidiendo que les dijera con quién se había besado.
–Besé a… James.
–¡NO! ¿Enserio?, ¿Enserio?, ¿Enserio?, ¿Enserio? –gritó Molly.
–Ya te dije que sí, Molly.
–¡No puedo creerlo! Yo toda mi vida pensando que se odiaban.
–Jamás nos odiamos –dijo Lucille haciendo una mueca extraña.
Rose aun no reaccionaba, tenía una cara épica, se había quedado plasmada ante la confesión de su amiga.
–¿Y cómo pasó?
–Pues… Me puse el vestido y no tenía quien me cerrara la cremallera así que le hable a James ya que su habitación esta frente a la mía, así que me abrochó la cremallera pero cuando me volteé para darle las gracias estábamos muy cerca y él, bueno me besó.
–No sabía que mi hermano era tierno, ¡igual son hermosos! Son la pareja perfecta, ambos igual de insoportables.
–No soy insoportable, además si lo fuera tu hermano lo sería más.
Los chicos solo oían a las chicas gritar pero no tenían ni idea de por qué demonios lo hacían. James tenía una idea, pero esperaba que no fuera correcta porque si lo era todas las chicas tratarían de juntarlos como pareja, no es que no quisiera pero no necesita su ayuda. Soy James Sirius Potter, puedo conquistarla, pensó. Pero ella es Lucille Marie Black y también es muy Lucille, se parece algo a él, es muy terca y orgullosa así que no lo besaría frente a ninguno de ellos.
–¿De qué creen que estén hablando? –se atrevió a preguntar Ted.
–Cosas de chicas, sobre algún chico supongo –dijo Albus, bueno él se lleva de maravilla con todas las chicas así que seguramente ellas confían plenamente en él.
–Seguro es de mi –admitió Potter.
–¿Y por qué sería de ti y no de mi? –preguntó Ted.
–Porque soy más atractivo que tu querido Ted.
Hugo rió y Ted le lanzó una mirada asesina haciendo que este dejara de reír.
Después de unos minutos llegaron las chicas todas menos Lucille tenían una sonrisa maliciosa y eso no era nada bueno, ellas parecían tener un plan y sus planes no eran buenos para nadie que estuviera involucrado.
Volvió a abrirse la puerta y entraron Victoire, Dominique y Louis. Bill y Fleur venían tras ellos, se supone que todos se quedarían a comer, eran una familia demasiado grande.
–¡Lu, felicidades!
Todos abrazaron a Lucille, incluyendo al pequeño Louis. Ted miraba embobado a Victoire, ella saludó a todos y cuando llegó el turno de saludar a Ted solo le dio un beso en la mejilla en vez de un abrazo. Él se sonrojó al máximo, pero por suerte su cabello no se puso color rosa, sería algo vergonzoso.
Bajaron Harry, Ron, Hermione y Ginny y saludaron a todos los que acababan de llegar. Minutos después llegaron todos los demás: George, Angelina, Fred, Roxanne, Molly y Arthur. Todos ellos felicitaron a Lucille alegremente.
Se sentaron en la mesa y comenzaron a comer. Todos reían y charlaban alegremente. James estaba sentado junto a Lucille, ya que todas las chicas se habían encargado de que así fuera. Ella evitaba todo contacto visual con él, ni siquiera hablaban, ambos querían hacerlo pero era incomodo para ambos.
Cuando todos los chicos terminaron de comer se fueron a la sala para darle sus regalos a Lucille. Los adultos se quedaron charlando. Cuando llegaron a la sala las chicas se sentaron en el sofá y los chicos en el suelo.
–¡El mío primero! –gritó Lily emocionada.
Le entregó a Lucille un paquete forrado de color azul con un moño dorado, ella lo abrió y en el contenía unos lindos aretes.
–¡Lily, son hermosos! Gracias –dijo mientras la abrazaba.
–¡Nos toca! –dijeron Lucy y Molly al unísono.
Le entregaron el paquete color verde con rojo algo navideño, pero lindo. Lucille lo abrió y venían unos lindos zapatos altos, eran color rosado claro, muy hermosos.
–¡Son preciosos! Gracias.
Y así continuaron entregándole sus regalos, Rose y Hugo le dieron un vestido color blanco con algunos brillos, el cual era precioso, lo usaría en Navidad o en algo importante de Hogwarts. Victoire, Dominique y Louis le regalaron una chaqueta color rojo vino, también muy hermosa y muy estilo Lucille. Albus le dio un libro y un brazalete de plata con una L. Y por último James…
Le entregó el paquete y esta lo abrió. Era un hermoso collar de plata, el cual tenía un corazón. Lucille sonrió de una forma algo exagerada, de verdad le había gustado. Ella pensaba que James era un fracaso para los regalos, pero al parecer no.
–Es perfecto, gracias, James –dijo mientras lo abrazaba.
Todas las chicas se fueron y Ted se encargó de llevarse a todos los chicos dejando a James y Lucille solos, ¿así que ese era su plan?, pensó James.
–Ábrelo –dijo James.
–¿Qué?
–El corazón, ábrelo.
Lucille lo abrió, en el venía una foto de ella y James, recordaba perfectamente cuando la tomaron. Era el único día en el cual no habían peleado. Salían abrazados y sonriendo, la foto se movía y Lucille se reía haciendo que James también lo hiciera.
–Fue el único día que no peleamos.
–Por eso use esa foto, en las demás salíamos algo forzados.
Ella rió y James solo sonrió.
–¿Puedes ponérmelo?
La castaña le dio el collar y él se lo puso, rozó la piel de esta y un escalofrío recorrió el cuerpo de ambos.
–Gracias.
–Por nada.
Se quedaron en un silencio incomodo, no sabían si besarse, charlar, abrazarse, solo estaban parados frente a frente volteando hacia otro lado.
–Jamás habíamos estado en tanto silencio –admitió James.
–No, siempre estamos discutiendo alegremente.
James rió y ella lo imitó, después de todo podían hacer como si nada, pero ambos tenían muy presente aquel beso y no iban a olvidarlo ya que había sido el mejor beso de sus vidas.
_________________
Quedó más largo de lo que esperaba, pero me inspire :3
Besos.
Última edición por AnaPaulaHoran el Sáb 17 Ago 2013, 8:46 pm, editado 2 veces
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Me ha encantado el capítulo.
¡SE HAN BESAAAAAAAADO! XD
Ha sido hermosísimo
Kisses, síguela pronto
roronoa.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Saru Stark Weasley escribió:Me ha encantado el capítulo.¡SE HAN BESAAAAAAAADO! XDHa sido hermosísimoKisses, síguela pronto
¡Que bueno que te gusto!
¡YO QUIERO UN BESO DE JAMES<3!
La sigo pronto, linda.
Besos.
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
FUE HERMOSOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!
espero que la sigas y que Albus y Lucille tengan algo :twisted: y que Jamie y Albus peleen por el aor de ella.
Siguela porfis :ilusion:
Besos. Javi
espero que la sigas y que Albus y Lucille tengan algo :twisted: y que Jamie y Albus peleen por el aor de ella.
Siguela porfis :ilusion:
Besos. Javi
alone_anormal
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
alone_anormal escribió:FUE HERMOSOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!
espero que la sigas y que Albus y Lucille tengan algo :twisted: y que Jamie y Albus peleen por el aor de ella.
Siguela porfis :ilusion:
Besos. Javi
¡Que bueno que te gusto!
Hehehe, Lucille va a tener algo con ambos :3
La sigo pronto, linda.
Besos.
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Capitulo 1: De vuelta a Hogwarts.
Todo había transcurrido normal, James y Lucille peleaban como siempre. Parecía que nada extraño hubiera pasado entre ellos. Rose se quedó a dormir con Lucille y la molestó toda la noche diciendo que por qué no salía con James y cosas así a las cuales Lucille solo contestaba “no lo sé”.
…
–Caminas como anciana, Lu –se burló James.
–Y tu como imbécil.
Todos los demás iban mucho más atrasados que ellos, por los demás me refiero a Lily, Ted, Ginny y Harry. Albus iba junto a Lucille, este no dejaba de mirarla, pero Lucille no parecía percatarse de ello. En cambio James estaba al tanto de cómo la miraba, y no pensaba dejar que su hermano se quedara con su chica.
Traspasaron el muro y llegaron al andén 9 ¾, segundos después llegaron los demás.
–Adiós, niños. Prometan portarse bien.
–Siempre lo hago –dijeron Lily y Albus al unísono.
–Yo me refería a estos tres –dijo dirigiéndose a Ted, Lucille y James.
–Mamá, soy nieto de el mejor merodeador de Hogwarts, no puedo comportarme.
–En ese caso yo igual.
–Sigan hablando que yo soy hijo de un merodeador.
–Calla, Ted, arruinas el momento.
Ted rió.
–Bueno traten de al menos comportarse en especial tu James.
–¿Por qué yo? Lu y Ted son igual de mal portados que yo.
–Eres su modelo a seguir.
–Yo soy mi propio modelo a seguir –dijo Lucille con orgullo.
–Ese no es mi punto, niños, sean buenos.
Abrazó a todos sus hijos, a Lucille y a Ted y todos subieron al tren. Lily se fue con los de su año, pero los demás siguieron juntos hasta encontrar un compartimento vacío. James y Ted se sentaron frente a Lucille y Albus.
–Buenas noches –dijo Lucille quien se recargó en el hombro de Albus y no tardó en dormirse.
–Si que duerme –admitió James.
–Anoche no durmió nada –dijo Ted.
–¿Y tu como lo sabes?
–Porque fue a mi habitación y se quedó ahí leyendo. Cuando amaneció ella seguía leyendo, solo le faltaban como diez páginas para terminar el libro, supongo que no habrá dormido nada.
–Se ve tierna dormida.
Todos asintieron, minutos después en el compartimento estaban Rose, Victoire, Lucille, James, Fred, Ted y Albus. Lucille seguía profundamente dormida recargada en Albus haciendo que James este a punto de tirar a su hermano por la ventana. Ted lo notaba, pero prefería no decir nada. Más tarde hablaría con él sobre todo eso, los notaba muy raros a Lucille y James cuando estaban juntos, parecía como si hubiera pasado algo entre ellos. También le preguntaría a Lucille que estaba sucediendo, después de todo era el mejor amigo de ambos.
Llegó el carrito de dulces y todos compraron, Ted se tomó la molestia de comprarle algo a Lucille, sabía que ella amaba los dulces e iba a matarlo si no le compraba uno.
–¿Comerás tanto? –se burló James.
–No seas idiota, es para Lu, seguro me mata si no le compro un dulce.
James asintió, quería matar a su amigo por darle algo a Lucille. En realidad le molestaba que a Ted se le hubiera ocurrido esa idea y a él no, era algo estúpido, él conocía perfectamente la obsesión de Lucille con los dulces.
Rose se fijó en el cuello de Lucille, de el colgaba el collar que le había regalado James de cumpleaños y en su muñeca estaba la pulsera que le había regalado Albus. Al parecer su amiga sentía algo por ambos o eso parecía, por algo no salía con James, debía ser que también le gustaba Albus.
Pasaron las horas y todos charlaban animadamente, de vez en cuando parecía que Lucille despertaría pero volvía a quedarse profundamente dormida.
–¡Lu!
La chica ni siquiera pareció notar que le había hablado.
–¡Lucille Marie Black!
Despertó sobresaltada y cayó al suelo del compartimento, es la segunda vez que me hacen esto, pensó la chica.
–¡Mierda, Rose! ¡¿Qué no te sabes otra que no sea despertarme así?!
–Te recuerdo que la vez anterior te despertó Lily.
–Da igual, ¿quieren matarme o qué? No debes despertar así a una persona, del susto puedes pararle el corazón.
–Pues no te despertabas –se defendió la pelirroja.
–Pudiste tirarme agua, golpearme o besarme como si fuera una princesa, lo soy pero nadie ha hecho eso nunca conmigo, no lo sé, Rose, pero despiértame de otra manera.
–Vale, a la próxima, ahora vamos a cambiarnos.
–El baño esta muy lejos, que ellos se larguen y nos cambiamos aquí.
Los chicos se opusieron pero al final todos salieron. James fue el que más se tardo pero Lucille le lanzó una mirada extraña, pero al parecer él entendió y se fue. Las chicas comenzaron a cambiarse, bueno Lucille, Rose y Victoire.
–¿Qué te traes con los Potter?
Lucille se quedó callada pensando que Rose se lo había preguntado a Victoire.
–¡Lucille!
–Ah, perdón. No me traigo nada con los Potter, son como hermanos para mi.
–¿Acaso besas a tus hermanos?
–¿De qué hablan? –preguntó Victoire confundida.
–Lu se besó con James.
–Primero él me besó a mi y segundo deja de contárselo a todo el mundo.
–Victoire es tu amiga.
–Espera, ¿te besaste con James Potter, el hermano de Albus?
–¿Cuál otro James Potter conoces?
–Solo ese. ¿Por qué lo besaste?
–Porque sí.
Ninguna volvió a insistir con el tema, terminaron de cambiarse y los chicos regresaron al compartimento con el uniforme ya puesto. El tren se detuvo minutos después y todos bajaron. Rose se fue con Scorpius Malfoy al igual que Albus, lo cual no agradó para nada a James que estaba a punto de ir y golpearlo por tratar de ligar con su prima.
–Vamos, James, déjala –insistió Lucille.
–Vale, pero no quiero que ese estúpido sea parte de mi familia.
–Ni que se estuvieran casando, corre, nos quedamos atrás.
Al final ambos chicos tuvieron que irse caminando al castillo ya que habían perdido todos los carruajes. Lucille pudo haberse ido y dejar a James, pero algo le decía que debía estar con él en ese momento.
–Por tu culpa tengo que caminar hasta el castillo –se quejó Lucille.
–No es mi culpa que me hayas esperado.
–Bueno, la próxima vez te dejo solo.
–Lo siento, no me refería a eso.
La chica sonrió y James junto con ella, siempre que ella sonreía sentía que se veía como estúpido admirándola, pero ella siempre era muy idiota en los asuntos de amor así que seguramente no lo notaba.
–¿Tengo algo en la cara, Potter?
–No, me quede pensando.
–Podrías haber volteado a un lugar que no fuera mi cara.
–Podría, pero no quiero.
Siguieron caminando en silencio, James quería tomarla de la mano, moría por hacerlo. Pero estaba seguro de que ella la quitaría. Mejor arrepentirse de haberlo hecho. Tomó su mano y la aferró a la suya, ella lo aceptó y siguió caminando como si nada. Ella retiró su mano, pero segundos después volvió a tomar la mano de James, al parecer no estaban bien acomodadas según el criterio de esta.
–¿Me cargas?
–No, Lu, pesas.
–¿Me estas diciendo gorda o es que no quieres soltar mi mano?
–Ninguna de las dos.
–Entonces soltare tu mano –amenazó.
–¡No!
–Te lo dije.
Sonrió satisfecha y se aferró más a la mano de James, este sonreía abiertamente. Faltaba poco para llegar al castillo, unos cinco minutos aproximadamente.
–Estabas muy pegada a mi hermano.
–¿Perdón?
–Que estabas muy pegada a mi hermano.
–¿Estas celoso? ¡Solo dormí en su hombro! ¡Además te recuerdo que voy tomada de la mano contigo!
–Lo sé, pero…
–¿Pero qué? ¿Estas celoso de tu hermano menor? ¡Eso es ridículo, James!
–¡No has visto como te mira!
–¡Me mira como siempre, nada ha cambiado!
–¡¿Estas ciega o qué!? ¡Te mira muy diferente! ¡Le gustas Lu!
–¡Estas celoso admítelo! ¡Estas viendo cosas que no son!
Lucille soltó su mano y se marchó ofendida al castillo. Mujeres, pensó James, pero sabía que ella tenía razón. Él estaba celos, muy celoso de su hermano, ¿quién no lo estaría? Su mejor amiga es la chica más linda de Hogwarts, la mayoría le tenía envidia por eso, porque Lucille pasaba mucho tiempo con él. Y a los Gryffindors no les causaba gracia ya que él era de Slytherin y ella Gryffindor, debían ser enemigos. Por eso Rose se veía con Malfoy a escondidas, para no ganarse el odio de sus compañeros. Pero a Lucille no parecía importarle que la vieran con Albus, salía con en a Hogsmade, iban a la biblioteca a hacer los deberes juntos, comían juntos, solían pasear juntos, ¡por supuesto que estaba celoso!, pensó James.
Lucille llegó a la mesa de Gryffindor y se sentó junto a Rose y frente a Ted, que la miraban con curiosidad.
–¿Qué sucede?
–Sucede que tu mejor amigo, James Sirius Potter es un imbécil –dijo mientras comía patatas.
–Eso ya lo sabía –admitió Ted– pero, ¿qué pasó?
–Que es un maldito –partió un pedazo de pollo con ferocidad– celoso –otro pedazo– de –otro– mierda –concluyó dejando al pollo destrozado.
–¿Y qué tiene que ver que sea celoso?
–Que le dan celos que yo me lleve con su hermano.
–¿Y por qué habría de darle celos?
En ese momento llegó James Potter y se sentó junto a Ted, él parecía igual o incluso más enfadado que Lucille.
–¿Criticándome, Black? –dijo Potter con frialdad.
–¡Vete a la mierda!
Varios de la mesa escucharon y se giraron a ver a Lucille quien miraba fijamente a James.
–¡Si yo me voy tu te vas!
–¡¿Y si no quiero?!
–¡Puedo convencerte fácilmente!
–¡Claro y yo me casare con Scorpius!
Rose le lanzó una mirada asesina pero esta no lo notó, seguía mirando a Potter como si en cualquier momento fuera a lanzarle el cuchillo.
–¡No te casaras con él!
–¡No te estoy pidiendo permiso!
Todos en el Gran Comedor observaban atentamente la pelea de Lucille y James con atención. La mayoría había dejado incluso de comer para oír mejor.
–¡Y yo no te estoy dando una opción! ¡Es una orden!
–¡No eres mi padre!
–¡Pues yo tengo padre al menos!
Lucille se quedó callada y lo miro con tristeza y a la vez con odio. Segundos después se paró y se fue.
–Eres un idiota, James –dijo Rose y se fue tras su amiga.
–Siento decírtelo, pero lo arruinaste –admitió Ted con normalidad.
–Que ánimos.
James también salió del Gran Comedor y se fue a la sala común, pero antes de llegar escuchó algo que llamó su atención.
–Vamos, Lu, es James y es un idiota –exclamó Rose preocupada.
No podía ver nada, pero sabía que Lucille cuando estaba triste o enojada era capaz de todo y en esos momentos tenía ambas emociones. No iba a ser bueno.
–¡Lu, por favor! –suplicaba su prima.
James no soportó más y se asomó, Lucille estaba en el suelo, parecía ilesa pero se le veía algo extraña, tenía los ojos llenos de lágrimas pero no había derramado ninguna. Ambas chicas se giraron a verlo, Rose le dijo que se fuera pero él permaneció donde estaba.
–Vete, James, vas a arruinarlo más.
–¿Qué sucede?
–Solo vete.
James vaciló, no sabía si irse o quedarse, de cualquier manera Lucille terminaría lo que estaba haciendo, con él o no ahí.
–¿Eres sordo o qué, Potter? ¿No oíste que te fueras? –dijo Lucille de lo más calmada, pero fría.
–Lo siento, Lu, no pensé.
La chica se paró y se acercó a Potter, por más que a James le costara admitirlo, en estos momentos sentía miedo de ella.
–Te lo voy a poner así para que tu estúpido e ingenuo cerebro lo entienda, si rompes un plato, se quiebra en pedazos y le pides perdón, ¿vuelve a estar igual?
James se quedó callado, Lucille se desesperó pero trató de hablar con calma.
–Te hice una pregunta.
–No, no vuelve a estar igual.
–Si no entendiste es porque estas idiota, me voy a dormir.
Lucille se fue y segundos después Rose la siguió. James solo pensaba, le había dicho algo de lo que ella no tenía la culpa, ¿por qué tuve que hacerlo?, se preguntaba. Lucille era una chica fuerte y rara vez podías hacerla sentir mal, pero esta vez lo había logrado, había logrado que ella lo odiara por siempre lo cual iba a ser de gran ayuda para su hermano ya que la podría consolar mientras él miraba cómo lo hacía.
La castaña entró a la sala común seguida de su mejor amiga, Rose quien le pedía que se detuviera para hablar. Esta la ignoraba completamente y seguía caminando haciendo caso omiso. Subió a su dormitorio y se tiro en su cama, no se molestó en siquiera quitarse el uniforme. Cerró las cortinas y se durmió.
Todo había sido tan raro, jamás creyó que James fuera a decirle eso, podía esperárselo de cualquiera menos de él, es el típico chico que se molesta y dice cosas sin pensar, el problema es que esta vez se excedió, pudo haberle dicho cualquier cosa, pero no, tenía que decirle sobre sus difuntos padres. Quería ir y decirle todo lo que pensaba, gritarle todo lo que creía de él, partirle el corazón como él había hecho con ella, pero no solucionaría nada, solo se odiarían más. Pero quería desquitarse, hacerlo sentir igual o incluso peor. Aunque ella estaba segura de que sus amigos se encargarían de eso.
–¡Eres un idiota, James! –chilló Rose, su prima.
–¡Ya lo sé, Rose, no tienes que recordármelo! Iré a dormir.
Subió las escaleras hacia el dormitorio de chicos y se tiró en su cama, pensaba en Lucille, siempre había parecido tan fuerte, nadie podía hacerla sentir mal, al parecer él podía. Se sentía mal, muy mal, por su culpa ella estaba así, podía estar en su cama llorando pensando en sus padres y todo por su culpa. Sabía que había cometido un error, que era un gran idiota pero pedirle perdón no iba a ayudarlo en mucho, ella le dio el ejemplo del plato para según esto entendiera y lo había hecho perfectamente. Se preguntaba si en algún momento ella volvería a hablarle, a decirle idiota, a reírse junto con él, a salir a Hogsmade, hacer bromas, tomarse de la mano, besarse… Ni siquiera creía que fuera a volver a hablarle, ni siquiera insultarlo, aunque lo insultara era algo que le alegraba el día porque ella siempre estaba ahí para él, cuando a veces se sentía mal ella lo apoyaba, siempre era la más fuerte en su relación. Pero ahora no estaba tan seguro, ella era una chica, su deber sería protegerla no hacerla sentir mal, pero lo había hecho.
De los ojos de Lucille salían lágrimas, estaba dormida pero igual lloraba, James le había hecho recordar que estaba sola, que no tenía familia de sangre. Recordaba la muerte de sus padres, lo hacía perfectamente, lo tenía muy presente.
–¡Lucille, corre! –chillaba su madre.
La niña no sabía muy bien que sucedía, pero no era para nada bueno, su padre no estaba, nunca estaba y su madre estaba muy enferma, pero ahora le suplicaba que corriera. Junto a su madre había un hombre extraño, era muy alto, cabello negro y barba no muy larga pero si notoria, en sus ojos no había ni un pizca de bondad, solo odio, eran negros como la noche, no había ni un poco de brillo.
La niña corrió y se escondió, podía ver lo que sucedía, el hombre se acercó a su madre con la varita en alto. Del rostro de su madre caían unas lágrimas muy gruesas, veía el sufrimiento en su rostro.
–¡Crucio!
Su madre chilló y comenzó a retorcerse de dolor, de sus ojos salían muchas más lágrimas que antes. Lucille estaba asustada pero no dijo nada, no lloraba, solo observaba con atención.
–¡Avada Kedavra!
De la varita del hombre salió un rayo de luz verde y su madre dejó de retorcerse y llorar, ahora estaba completamente inmóvil, se había esfumado todo el brillo de sus ojos. El hombre se veía extraño, parecía no sentirse bien, segundos después se desmayó. Lucille salió de su escondite y abrazó a su madre, pero esta no le devolvió el abrazo, solo estaba ahí, inmóvil.
–¿Mamá? ¿Mamá estas bien?
No obtuvo respuesta, después de tanto insistir notó que su madre ya no estaba con ella, se había ido, de verdad se había ido. Lloró como nunca, gritaba y chillaba, pero nadie la oía. Después de unas horas llegaron unos hombres y se llevaron el cuerpo de su madre y el hombre que la asesinó. Alguien abrazó a la niña y se la llevó junto con él, esta aun sollozaba y chillaba.
Lucille despertó sobresaltada, de sus ojos salían gruesas lágrimas, estaba sudando, y mucho. Se metió al baño y vio su aspecto, tenía ojeras y los ojos hinchados. Se dio una ducha y se limpió toda la asquerosa capa de sudor que le cubría el cuerpo. Se puso el uniforme y ató su cabello a una coleta como solía hacer, aun no tenía un aspecto favorable, pero se veía mejor que antes. Sus compañeras de cuarto, Rose y Lucy seguían durmiendo profundamente, eran las cinco de la mañana, claro que debían estar durmiendo. Pero Lucille no tenía sueño, sabía que si volvía a dormir reviviría la muerte de su madre y era lo que menos quería en esos momentos.
Última edición por AnaPaulaHoran el Sáb 17 Ago 2013, 8:47 pm, editado 2 veces
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Me ha encantado el capitulo. Pobre Lucy, idiota que es James... Recordarle eso ha sido un golpe MUY bajo, ya que su padre también perdió a los suyos.
Siguela pronto
Besos marcianos de mi parte
Siguela pronto
Besos marcianos de mi parte
roronoa.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Me ha encantado el capitulo. Pobre Lucy, idiota que es James... Recordarle eso ha sido un golpe MUY bajo, ya que su padre también perdió a los suyos.
Siguela pronto
Besos marcianos de mi parte
Siguela pronto
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roronoa.
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