Marriagle Trouble {Fichas&Muro}

Vamos a la historia.

Nació un 12 de Abril en el Condado de Carlow, Nació de una madre soltera; ¿qué pasó con su padre? Se preguntan muchos. Suzanne simplemente lo desprecia, aún sin conocerlo. Él hombre cuando se enteró de que Elizabeth—la madre de Susie—había quedado embarazada se fue dejándola sola y sin su apoyo, simplemente desapareció. Aún así, Elizabeth en el nacimiento de la pequeña le otorgó el apellido de su padre, Stryder. Debido a esto, Susie es feminista. Por que ella siempre creyó que todos los hombres eran unos cobardes.
Cuando Suzanne tenía 3 años, su madre se enamoró del que era su mejor amigo, el único que la apoyó con su embarazo y estuvo para ella, Ethan Stryder; el hermano gemelo de su padre. Ambos se casaron y él trataba a Emily como si fuera su propia hija, ella lo tomaba a él como su padre, lo consideraba él único hombre bueno del mundo.
Eran la familia más feliz, todos unidos, bastante unidos. Tenía una relación cercana y basada en la confianza entre todos ellos.
Al cumplir sus 5 años le dijeron una importante noticia; su madre estaba embarazada. Tendría una hermana.
Susie no se lo tomó mal como hacen la mayoría de los niños, la verdad es que se lo tomó bastante bien; siempre había querido una hermana o un hermano menor, estaba bastante emocionada con la noticia.
Al paso de los años, la familia era mucho más unida que al principio. A la nueva integrante la llamaron, Kaylee.
Kaylee era la pequeña princesita de Suzanne, ésta la mimaba en todo y siempre la apoyaba.
Cuando Suzanne tenía 11 años, se mudaron a Londres, Inglaterra. Supieron adaptarse con rapidez al ambiente. Su vida allí no fue nada fuera de lo normal.
Una familia clase media que siempre intentaba darla a sus hijas todo lo que querían, siempre estaban juntos y se les veía felices.
Pero las cosas cambiaron drásticamente cuando ella cumplió 16 y su padre volvió pidiendo su custodia.
Su padre ahora era un empresario millionario, y arruinaría su reputación que alguien se enterara de que había abandonado a su ex-esposa e hija.
Obviamente a Susie no le agradó mucho la noticia.
Su padre, o “ese hombre” como solía llamarlo Suzanne, llevó el caso a juicio. En el cual se acordó que ella debía ir a visitarlo fin de semana por medio y les daría una pensión.
De cualquier manera, Suzanne no pensaba ir a verlo, pero solo fue porque su madre le pidió. Aunque esos fin de semana ella solo lo ignoraba y hacía como si no existiera.
Meses después de eso conoció al que ella pensó sería el amor de su vida, Harry Styles. Con el cual se casó a los 18 años.
Si bien, se amaban, solían chocar bastante ya que tenían una personalidad parecida, pero opiniones distintas. Ambos orgullosos y que jamás se dejaban pisotear. Las peleas jamás cesaban y podían olvidar el amor que tenían por el otro, ¿y si en realidad solo era un amor adolecente?

Vamos a la historia.

Claire nació un 23 de octubre de 1993. De padres adinerados y reconocidos ante la sociedad. Su padre, Alex Carrington, un reconocido dueño de una de las aerolíneas más famosas del mundo. Y su madre, Vanessa García -de procedencia latina, habla dos idiomas- una simple pero también sofisticada, hermosa y toda una maquina de seducción personificada en una rubia de ojos grandes y azules, cabello blanco como la nieve; que trabaja en una floristería que le cedió su madre antes de morir, pendiente de sus flores más preciadas y sobretodo, de no perder el espíritu que se madre tanto atesoró. Aunque su madre no trabaje en un empleo tan importante como el de su padre, se gana la vida de manera justa y eso es lo que a ella le gusta ser, aunque su marido insista en que no deba trabajar, pues su familia tiene todo lo que desee al alcance de sus manos.
Desde sus inicios, la pequeña Claire era una niña muy divertida, pero algo rebelde debido a su autosuficiencia y libertad, que con tan sólo una sonrisa podía obtener lo que quería, solo bastaba pedirlo. Bastante manipuladora para conseguir lo que ella quisiera -aunque nunca usó uno de sus dones para el mal de la gente- al contrario, le encantaba ayudar personas y era muy preocupada por el bienestar de los demás. Cuando cursaba kinder garden, se podría decir que siempre fue aquella niña con la que todos querían estar, ella lo tenía todo. Aunque siempre había una niña que la insultaba con palabras poco comunes para Claire, quién solo la ignoraba. Valentina Hamilton, que como siempre, era un típica bruja; mordía, pellizcaba y le jalaba las trenzas a las niñas que solo acudían a las maestras hechas un mar de lagrimas. Pero nunca hubieron pruebas a parte de los testimonios de los niños lastimados, que pudiera incriminar a esa bruja, Valentina.
Cabe destacar que, Claire conocía a Liam desde esa época, pero nunca se hablaron debido a la inseguridad y timidez del castaño y el odio que sentía Claire al ver que aquel niño guapo no se interesaba en ella. Llega un día en que todos los niños de primer grado reciben la noticia de que Valentina se mudaría a Bradford por cuestiones laborales de su familia, pero ella no se fue con las manos vacías. Se fue con el odio jurado a muerte por parte de Claire después de que besará en los labios -en frente de todos- al castaño que la había cautivado. Claire le juró que la mataría algún día, aunque no midió la gravedad de sus palabras. En fin, el pequeño demonio se fue y Claire se quedó hecha una bestia.
Pasaron los años y Liam aún no le hablaba. Sólo la miraba de reojo o a veces siquiera la miraba. Claire decidio ignorarlo también y lo logró en cuanto conoció a uno de sus mejores amigos, James Maslow. Un ojimiel que había estado con ella en los momentos más difíciles de su vida, cuando las niñas de primaria cegadas por la envidia que las embargaba, molestaban y le hacían daño verbal e incluso fisico a Claire, quien solo trataba de encajar en un mundo de odia y superficialidad. Pero su mundo de seguridad y amistad con James se derrumba cuando sus padres le notificaron que el ya se había ido, sin siquiera despedirse, sólo con una carta que sirvió para que ella se sumara en una especie depresión.
A la edad de 18 años, cuando ingresó a la universidad, se topo con Liam y le recrimino el por qué no le había prestado atención a sus intentos disimulados de coqueteo, podía parecer una niñería, pero eso no se había superado del todo, y se podría decir que le afectaba un poco. El solo respondió con un apasionado y dulce besos en los labios sonrosados de la chica, por que lo que ella no sabia era que Payne se había enamorado de ella desde el primer momento en que la vio. Fueron novios, sí, jóvenes y felices. Ya llevaban 2 años de relación, y decidieron dar el primer paso, su casamiento. Podía parecer un error de simples adolescentes conducidos por las descontroladas hormonas, pero ellos sabían que se amaban y por nada del mundo se fallarían mutuamente. Pero... se equivocaron.
Los padres de cada chico reaccionaron con alegría ante la noticia, pero aun la incertidumbre los carcomía al saber que su futuro sería incierto.
Se casaron y se juraron amor eterno, pase lo que pase. La prueba física de su promesa de amor, fue coleccionar un cisne de cristal puro con pequeños detalles en oro, cada vez que pasaba un mes. Y así fue, cada mes Liam llegaba a casa con el pequeño cisne en una caja de color rosado con un enorme lazo, una caja de bombones, una película romántica, helado y un ramo de rosas que no entraban por la puerta de su departamento. Vivieron en una linda casa en Londres, donde al pasar el tiempo, se fueron dando cuenta de que no todo era color de rosas y que, tenían mas problemas de los que podían imaginar. Todo comenzó cuando Liam empezó a llegar tarde todas las noches, y aunque, seguía siendo el mismo de siempre, él ocultaba algo y era mas que evidente para Claire. Entonces llegó el día, en donde miles de cristales cayeron al piso de un fuerte crujido, ese día, la vida de ambos cambió y suponían que estaba vez era para siempre; su cuento de hadas, se convirtió en las pesadillas mas cínicas y viles existentes. Liam engañaba a la rubia con nada y nada menos que Vanessa Carrington. Ahí fue, cuando su matrimonio se cayo en pedazos. Cuando la única esperanza de vivir juntos y amarse, se desvaneció.
Claire contrató a una excelente abogada y por fin, firmaron los papeles del divorcio. Dejándola a ella como una estúpida que no se dio cuenta desde el principio, una inservible, se sentía engañada. A ella la lastimaba su falta de dignidad, en cambio él... quería morirse cada maldito segundo que pasaba lejos de Claire. La amaba con su vida y lo que hizo, no, no tenía precio pero aún así quería tenerla de nuevo en sus brazos, sentir que era suya una vez más.
Pasaron dos años y el dolor que sentía Liam era tan grande que se maldecía cada segundo, no podía respirar, le faltaba el aire, pero principalmente le faltaba ella.
Habían sido los primeros en darse cuenta de que tan solo eran niños sin saber qué hacían, jugando con fuego y apostando el todo por el todo, pero la tensión creció entre ellos al darse cuenta de que aún sentían algo por el otro. Se amaban, se extrañaban, se necesitaban, se deseaban, pero esta vez, con mucho mas intensidad que antes.