No lo Sientas

por Invitado Sáb 31 Ago 2013, 10:24 pm

ficha

Nombre: No lo Sientas.
Autor: yo misma, "Ari".
Adaptación: no.
Género: drama.
Contenido: nuevo romance, recuerdos, ruptura, intento de reconciliación...
Advertencia: es corta -siete capítulos- aunque sujeta a extenderse, dependiendo de si surgen nuevas ideas, pero es poco probable.
Otras páginas: ninguna.

Inspirada en la canción "You're Not Sorry" de Taylor Swift.

Sinopsis

Ian Ali nunca pensó que reencontrarse con Tatiana Villasmil significara tanto para él. Tanto así como un terremoto, dejándolo un poco más que turulato.

por **Taescaab** Dom 01 Sep 2013, 2:49 pm

Estoy muy feliz de poder volver a leerte. Lo especial es que es inspirada en una canción de Taylor.

por Invitado Dom 01 Sep 2013, 6:45 pm

¡Turulato!chuchis lo amé,no por que fuese tanultramegavenezolano._.' ¡publica!¬¬' o mueres(?),es una amenaza del estaff(?) nah mentira,sigueeeee:3

por **Marina Scholl.** Lun 02 Sep 2013, 3:56 am

Hola Luz!!!!!, Nueva lectora. Esta vez prometo comentar:meh:

por Invitado Lun 02 Sep 2013, 8:45 am

Taescaab escribió:Estoy muy feliz de poder volver a leerte. Lo especial es que es inspirada en una canción de Taylor.

Hola, Tamii. Yo también estoy feliz de volver a publicar una nueva historia que sea un poco más larga que un OneShot. Esa para mí es una de Las Canciones de Tay

Annush K. escribió:
¡Turulato!chuchis lo amé,no por que fuese tanultramegavenezolano._.' ¡publica!¬¬' o mueres(?),es una amenaza del estaff(?) nah mentira,sigueeeee:3

Hola, Annush. Bienvenida paisana. Me dio mucha risa tu comentario. Ya publico... no me mates ni te tomes tan en serio tu rol de miembro del staff jajaja.

Mu escribió:Hola Luz!!!!!, Nueva lectora. Esta vez prometo comentar:meh:

Hola, Mu. Pues bienvenida, oficialmente, como lectora de mis humildes historias. Espero que esta sea de tu agrado No lo Sientas 1857533193

Gracias por comentar... leer sus mensajes me hizo muy feliz.

por Invitado Lun 02 Sep 2013, 8:53 am

Capítulo 1.

Tatiana iba caminando por los pasillos del centro comercial, vistiendo lindos shorts color lila y una blusa de rayas blancas y color salmón. Su cabello oscuro, en ondas, lo tenía suelto y le llegaba por encima de la cintura. Junto a ella andaba Damon, el chico con el que salía a solas por tercera vez, segunda vez planeada y por el que moría de amor, sobre todo cuando sonreía con sus labios finos y se marcaban hoyuelos en sus mejillas.
—Me gusta salir contigo —le comentó Damon a Tatiana cuando pasaron frente a un puesto de helados. —Recuerdo la primera vez cuando salimos… esa vez yo quería pagarte el helado pero fuiste más rápida y pagaste el tuyo.
Tatiana, al recordar esa situación, y debido al cumplido, se le tornó la piel más rosada, coloreando de forma natural sus pálidas mejillas. Ella siempre se había torturado sobre esa primera actuación suya hacía dos años atrás.
—Es que soy bastante inexperta con lo que a salidas se refiere. No quiero parecer una aprovechada y apoyo la igualdad de sexos.
—Sí, de acuerdo contigo, y también debes dejar que nosotros nos comportemos como caballeros si queremos. No me sentía víctima de un abuso económico ni muchísimo menos.
—Me lo debiste haber dicho —ya a Tatiana comenzaba a aburrirle esa discusión tonta, si es que podía llamársele así.
Entonces esta pareja siguió caminando sin un rumbo fijo, algo así como sucedió con su segunda salida, una semana atrás de la actual y habiendo pasado dos años de su primera cita, la cual ninguno de los dos se atreve a llamar cita en voz alta.

Ella había salido de su casa en su carro nuevo usado. Estaba muy entusiasmada con su licencia de conducir, que había anhelado desde los dieciséis y finalmente obtuvo casi a los veintiún años. Manejaba el Chery por las avenidas de las afueras de la ciudad buscando la primera perfumería que se cruzara en su camino para comprar el tinte capilar color canela que su madre le había encargado.
—Llega a casa antes de las cinco —le dijeron su padre y su madre.
Ella, fastidiada, asintió en silencio. Todavía no confiaban en ella manejando en las horas que no eran de día ni de noche. De todos modos a Tatiana tampoco le atraía mucho el tráfico que se generaba a esas horas.
Eran las tres y cuarenta cuando compró el tinte por cuatro bolívares menos que el costo habitual, por lo que siguió bajando por la avenida hasta que llegara a un centro comercial, al que le daría vueltas en solitario. Con el dinero sobrante de su presupuesto pagaría el estacionamiento.
Pocos metros antes de llegar a su destino, vio caminando por la acera a Damon y, como quería hablarle y presumirle su carro, dio dos toques de corneta para advertir su presencia.
Damon, como si lo hubiesen llamado por su nombre, se giró y vio a través de la ventanilla bajada del Chery rojo su simpática compañera de decanato, Tati como la llama él de cariño.
—Tati, ¿qué haces por aquí?
—Sin rumbo fijo. ¿Tú? —ella hizo un buen esfuerzo para sonar casual.
—Voy de camino a La Floresta. Tengo que hablar con una amiga.
—Sube, te llevo.
Damon obedeció y entonces ella se explayó con los motivos que la ubicaban justo en este momento. Simplemente ella tomó la excusa de hacer una tonta compra, que podía esperar una o dos semanas más, sólo para recorrer las calles de su ciudad, en su hermoso carro nuevo, dándole utilidad a su licencia de conducir, y así escapar de la encerrada vida en su casa en los suburbios.
Él se deleitó en las palabras que ella decía. Admiraba su forma particular de hablar, como si tuviera ciertos dejes de un acento europeo y no latinoamericano.
Al llegar al centro comercial, anduvieron un rato antes de encontrar a la amiga de Damon. Estos hablaron sus asuntos mientras Tatiana deambulaba en las vidrieras de las tiendas. Se espantó al ver un vestido con pedrería que costaba el mismo precio que una nevera nueva.
Su improvisado acompañante de escapada terminó su conversación y se unió a ella.
—¿Y ahora qué, Tati? —le susurró con voz ronca para probar la reacción de ella.
Dicha reacción fue la esperada por él: un pequeño respingo de sobresalto.
—¿Que tal saludar a Bastian en su trabajo de mesonero? —le dijo ella disimulando cualquier rastro de rubor.
—¿Bastian trabaja de mesonero?
Tatiana se rió y se dirigieron uno al lado del otro hasta el puesto de su otro compañero de decanato.
De camino, venían pasando tres chicos que estudiaron con ella en el colegio: Colmenares, Rodríguez y Salas.

por **Taescaab** Lun 02 Sep 2013, 2:35 pm

Me lo imagino todo, tú sabes como soy. Quiero un Damon.
Pregunta: ¿Allá a los 16 pueden conducir? Acá a los 18. No sé quién es Damor, la verdad. No sé cuál es Alejandro. Estoy confundida, pero ya me voy a aclarar luego.

por Invitado Mar 03 Sep 2013, 10:03 am

Taescaab escribió:Me lo imagino todo, tú sabes como soy. Quiero un Damon.
Pregunta: ¿Allá a los 16 pueden conducir? Acá a los 18. No sé quién es Damor, la verdad. No sé cuál es Alejandro. Estoy confundida, pero ya me voy a aclarar luego.

Sí, ese Damon es un amors ♥
Aquí puedes manejar desde los 16 siempre y cuando tus padres firmen una autorización. Es complicado y no conozco nadie que haya sacado la licencia a esa edad pero es legal tenerla.
Yo creo que desde el segundo capítulo vas a descifrar quién es Ale y quién ese otro "desconocido" que tu conoces.

Nota para las lectoras, menos Taescaab: si sienten que ella y yo hablamos en clave es porque ella leyó la anterior novela larga que publiqué, y posteriormente cancelé, de nombre: Living Wonders.

por Invitado Vie 06 Sep 2013, 6:43 pm

Capítulo 2.

—¡Tatiana Villasmil, cuánto tiempo! —exclamó Colmenares al tiempo que le daba un abrazo de oso.
—Mucho —masculló Tatiana, quedándose sin aire.
Se turnaron para saludarla, con abrazos igual de fuertes que el primero. Las expresiones de Damon cambiaron mucho: de nostálgico a celoso, de feliz a molesto. Ella se sentía entre feliz y confundida, y como para perturbar más la paz, Salas hizo el comentario más inesperado de todos.
—Hace unas semanas jugamos fútbol en las canchas de El Churún —a ella ni le iba ni le venía la información. —Fue como un reencuentro, sabes, y estaba Ian…
A Tatiana se le removió todo porque se suponía que ellos no tenían que saber nada de la extraña relación que hubo entre ambos. Si le comentan eso es porque saben que a ella le importaría de algún modo u otro.
—¿Y? —lo mejor para ocultar las apariencias eran los monosílabos, se dijo a sí misma.
—Confesó algo que tenía muy oculto. Dijo que nunca pierde la esperanza de que algún día te encuentres entre las gradas apoyando su esfuerzo jugando al fut.
—Debería perderla porque no iré a apoyarlo. De seguro siempre tiene una gran barra de animadoras.
—Te sorprendería ver cómo está ahora.
Damon no sabía nada de lo que hablaban, sin embargo, intuyó con certeza que el tipo del que ellos hablaban no había sido una moneda de oro con Tatiana.
Imágenes variadas pasaron por la mente de ella. En casi todas estaba rodeado de amigos, con ropas y objetos costosos, mujeres con bonitos cuerpos, blanquísimas dentaduras y siempre ropa a la moda. Exactamente lo contrario de ella. Solo una imagen fue totalmente pesimista, que representa lo que ella quiere que sufra: pobre, calvo, gordo y solo.
—No lo creo. Él siempre será igual.
—Yo solo digo que te sorprenderás —insistió Salas. —Él nos dijo que se sentía arrepentido, de verdad, y que le gustaría verte para pedirte perdón por lo mal que se portó. No tenía idea de que fuera para tanto, me refiero a la parte de hacerte daño. Yo me preocupaba por ti.
Por supuesto que era para tanto porque mientras su relación, si es que es posible llamarla de ese modo, terminaba y él sonreía en escenarios tales como yates, ciudades nevadas o El Puente de Birmingham, ella lloraba mucho porque sus padres estaban perdiendo el apartamento en el que había vivido sus diecisiete años de edad.
Tatiana estaba completamente abrumada y confundida por toda esa nueva información. No le creía mucho.
Damon, por su parte, se limitaba a escuchar, estar atento a los cambios faciales de ella y a notar la forma tan dura en que ellos trataban de llamar la atención de ella, sonriendo en exceso y falsamente o pretendiendo hacerse los graciosos, en especial Salas y Colmenares. Eso lo llenaba a Damon de celos e irritación porque ellos la conocían desde hacía mucho tiempo atrás. Pero no le importaba demasiado, el alma de ella estaba muy lejos de allí y corriendo a toda velocidad. Era inmune a sus coqueteos porque sus pensamientos se centraban en lo imposible de que Ian llegara a pensar en ella.
A Damon también fastidiaba el hecho de que ese susodicho efectivamente le hizo algún tipo de daño a ella. No la creía merecedora de ningún tipo de maldad, puesto que ella se ha mostrado en el tiempo que se conocen como alguien dulce, bondadosa y agradable —excepto cuando se presenta tímida y parece cruel.

Los tres chicos se marcharon entonces y Tatiana volvió al presente, camino al puesto de la feria de comidas en que trabajaba Bastian. Hablaron con él cosas poco importantes y breves. Luego, Damon la convenció de pedir comida para llevar, como para justificar a la jefa de Bastian la distracción de su empleado. Damon tuvo que pagar todo porque ella había ganado la discusión de dejar su cartera dentro del carro.
Tatiana esa noche cenaría pasta, albóndigas o gordon blue de pollo en salsa cuatro quesos. Damon, por su parte, compró ensalada César, filet mignon y medallones al vino tinto. Un maniático de las dietas calificaría esas combinaciones como suicidio calórico. Compartieron un refresco de limón de dieta entre los dos como para enmendar el crimen.

—¿Cuánto te debo? —Tatiana le preguntó a Damon rebuscando en su monedero una vez llegaron al carro de ella.
—Una nueva salida.
A ella se le iluminaron los ojos y a él su corazón. La piel de las mejillas de ella se coloreó de un bonito tono rosado, dejando de ser tan pálida. Él sonrió de medio lado al apreciar el gesto de ella.
—¿El próximo viernes está bien?

Y ese es el motivo por el cual al principio del relato se encontraban en el centro comercial que tiene forma de cuatro desde las alturas

por **Taescaab** Vie 06 Sep 2013, 7:07 pm

Okay okay. Stop! Tell me the true, cause i'm so confuse.
Damon celoso y feliz, me imaginaba todos sus gestos.
Este Ian, ¿Es Forever and always? No sé, me acordé de él. Tipos carboneros esos, qué tienen que andar diciendo que siente Ian.
Yo quiero una salida así.
Sigue, soon. <3

por Invitado Vie 06 Sep 2013, 7:13 pm

Taescaab escribió:Okay okay. Stop! Tell me the true, cause i'm so confuse.
Damon celoso y feliz, me imaginaba todos sus gestos.
Este Ian, ¿Es Forever and always? No sé, me acordé de él. Tipos carboneros esos, qué tienen que andar diciendo que siente Ian.
Yo quiero una salida así.
Sigue, soon. <3

Diing, diing, diing ♪ tenemos una ganadora :D
Yo también quiero una salida así y mi Damon celoso.
Estoy casi tentada a subir el siguiente jajaja

por Invitado Lun 09 Sep 2013, 9:57 am

Capítulo 3 (primera parte).

—Tati, pasemos un momento por la tienda Victorinox que quiero ver un reloj que me tiene la vida de cabeza.
—Está bien.
A ella volvieron recuerdos de la última vez que salió con su, también última, mejor amiga y vio cuando Ian entró justamente a esa tienda. No quería toparse con él de casualidad. Se llegó a preguntar si acaso le atraían los fanáticos de esa marca.
Como si Damon leyera su mente o percibiera su ceño fruncido cuando comenzó a recordar, se detuvo frente a ella para encararla. Acunó su rostro entre sus manos y fue cuidadoso en los detalles, como si fuera a retirarse o algo. Él, no es que se estuviera aprovechando de su vulnerabilidad, al contrario, suponía con mucha seguridad que lo que estaba a punto de hacer era algo que ella anhelaba desde hace mucho tiempo, de aquellos tiempos en que salieron por primera vez… lástima que para aquella ocasión los cambios de planes y retomar sus vidas habituales la hicieron cambiar a ella a lo que él pensaba que era su personalidad normal, es decir, la que adopta cuando están sus familiares alrededor.
De cualquier modo, ella no se apartó. Lo miraba fijamente, como si fuera el único en su universo, y así quería que fuese. Retiraba de sus pensamientos todas las tonterías que había pensado los últimos días con respecto a Ian en los tres tiempos posibles: pasado, presente y futuro.
Al ver que ella accedía, Damon rozó los labios de ella en un beso por primera vez. Dos años anhelando el momento. No les importaron los espectadores, que fueron inocentes compradores y un culpable Ian Ali desde detrás de la exhibición de la tienda Victorinox.
Siguiendo los estándares esperados, debido a la nueva relación en la que se encontraban Tatiana y Damon, él tomó la mano de ella y entraron a la mencionada tienda.
Vieron lujosas piezas de la marca. Unas muy costosas e inaccesibles y otras no tanto. Es ahí cuando ella percibió la presencia de Ian y se revivieron en ella un sinfín de sentimientos que creía marchitos tras el paso de tres años.
Eso mismo pensaba Ian en ese momento.
Ella ignoraba su alrededor y se centró en un bonito reloj plateado de dama, como si la estuviera hipnotizando y no se daba cuenta del nerviosismo en la respiración de Ian.
—Disculpa —Damon interrumpió todo trance. —¿Cuál es el precio de este reloj? —apuntó un reloj del mostrador, plateado y negro, con la característica cruz blanca en fondo rojo de la marca en su esfera blanca.
—Siete mil ochocientos noventa bolívares —dijo Ian con una voz etérea.
—¿No hay ningún tipo de descuentos? —bromeó Damon y Tatiana quiso pellizcarlo por insistir en la estancia de la tienda.
—No, aunque podría hacer una excepción si mi cliente fuera Tati.
¿Cómo se atrevía a llamarla así? Fue casi un sacrilegio para ella.
—No. Nunca podría comprar nada aquí —se limitó a responder ella, rebosante de humildad y rencor a la vez.
—Dije que te haría descuento.
—No me importa.
Damon no sabía qué clase de novela, que no había leído aún, estaba viviendo. Ian entendió la confusión de él y explicó:
—Como Tati no nos presenta… soy Ian Ali, ex-compañero de clases de Tatiana —hizo especial énfasis en la partícula ex, como si eso significara algo más.
En ese momento Damon vio toda la historia desconocida frente a sus ojos e inmediatamente quiso partirle la cara a él por ser tan sarcástico y descarado. Era quien perturbó la infinita paz de Tatiana el día que se encontraron con los tres tontos aquellos.
—Damon Lombardi, soy su novio.
Es lo que se permitía decírsele y que fuera semejante al estruendoso golpe que tenía en mente, uno que le sacara del impacto todos los dientes de su costosa dentadura gracias a la ortodoncia.
Por su parte, ella se mordió el labio inferior y sintió las famosas mariposas en el estómago. Le hormigueaba la mano que Damon le tenía tomada y se extendía por todo su antebrazo.
Ian tuvo que forzar una sonrisa. Fingir que se alegraba de que a ella le fuera mejor que a él, o eso parecía para el momento.
—¿Cómo está tu vida? —le pidió Ian a Tatiana con un tono de voz sumiso.
—Bien, gracias por preguntar —respondió ella de forma seca.
Ya que ella no señaló ningún tipo de interés por él, Ian tuvo que hablar por su cuenta sobre sí mismo.
—A mí las cosas no me van tan bien como quisiera. Verás que estoy trabajando, y no es con mi papá, es para un amigo de él. Al salir del colegio, como un año después, las cosas en mi familia se complicaron por un fallecimiento…
A Tatiana pareció que le tocaron una fibra sensible de su ser, y así fue porque recordó la familia Ali que llegó a conocer, y fuera quien fuese, no deseaba que ese tipo de tragedia le sucediese ni a él, la única persona que podría considerar como su enemigo.
—Fue algo triste —continuó Ian tras una pausa. —No quiero decirte quién fue. Esa persona controlaba mucho dinero. Era algo como un imán de los negocios y su pérdida es irremplazable.
»Nuestros ingresos bajaron y los gastos subieron. Si antes me podía comprar una Jeep Compass nueva, ahora la tengo que comprar con dos años de uso, ¿no sé si me explico?
Sí lo hacía y ella actuaba desinteresada exteriormente, pero Damon descubrió en ella compasión por su ofensor.
—Lo mejor que hiciste fue apartarte. He estado solo últimamente. Ya no le parezco atractivo a la gente porque tengo un carro que tiene cinco años.
Si hay alguien materialista y superficial ese es Ian, como buen descendiente de árabes que es. De esa misma calaña es la sociedad en la que está inmerso, totalmente opuesta a la de Tatiana, que si bien no pasa trabajo en su casa, ella se autoproclama como pobre.
Cuando Ian mencionó su camioneta, ella se transportó al momento en que se subió a ella, junto a otras cinco personas, que incluían a su más cercana rival, y escuchaban Bom Bom Pow de Black Eyed Peas. Siempre que ella escucha esa canción lo recuerda a él.
Hay ciertas cosas que van de la mano y cuando se presenta una, la otra también vuelve. Quizá ella parezca masoquista porque esa canción está en su biblioteca de iTunes y en su iPod pero ella justifica ese martirio como que la canción vale la pena tenerla.

sorry:

por Invitado Vie 13 Sep 2013, 1:24 pm

¡Lo prometido es deuda!
Así que aquí estoy. A ver, por donde empiezo...
¡ME ENCANTA! Por ahí empiezo, JAJAJAJAJAJAJA.
Muy bien escrita y estructurada. +1000 puntos por los guiones largos. Y otros +1000 puntos por las sangrías.
Ian y Tati... Ya se sabe: "donde hubo fuego, cenizas quedan".
Por mi parte, espero que Tati se quede con Damon. Ian parece muy creído, no me gusta. Espero que según vayamos sabiendo más de él, me caiga mejor...
Y ¡SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!

PD: Me encantó lo de "un maniático de las dietas calificaría esas combinaciones como suicidio calórico. Compartieron un refresco de limón de dieta entre los dos como para enmendar el crimen". Real como la vida misma. Nunca entenderé porque alguien se come cinco hamburguesas y después pide Coca-Cola Light, pero es algo que casi todos hacemos, JAJAJAJAJAJA.

por Invitado Vie 13 Sep 2013, 3:02 pm

ＬＵＮＧＳ． escribió:¡Lo prometido es deuda!
Así que aquí estoy. A ver, por donde empiezo...
¡ME ENCANTA! Por ahí empiezo, JAJAJAJAJAJAJA.
Muy bien escrita y estructurada. +1000 puntos por los guiones largos. Y otros +1000 puntos por las sangrías.
Ian y Tati... Ya se sabe: "donde hubo fuego, cenizas quedan".
Por mi parte, espero que Tati se quede con Damon. Ian parece muy creído, no me gusta. Espero que según vayamos sabiendo más de él, me caiga mejor...
Y ¡SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!

PD: Me encantó lo de "un maniático de las dietas calificaría esas combinaciones como suicidio calórico. Compartieron un refresco de limón de dieta entre los dos como para enmendar el crimen". Real como la vida misma. Nunca entenderé porque alguien se come cinco hamburguesas y después pide Coca-Cola Light, pero es algo que casi todos hacemos, JAJAJAJAJAJA.

Gracias por pasarte :D me siento muy feliz y más por el tipo de comentario que has dejado. No creía que estuviera tan buena la historia, a veces pienso que estoy aburriendo a la gente con mis pensamientos jajaja.
Gracias por darme tanta puntuación No lo Sientas 1857533193

También eres buena observadora, aunque no se ocultó por mucho tiempo que entre Ian y Tati pasó algo.
Ya verás con quién se quedará ella y me dirás si puedes querer a Ian. Tengo que controlarme para no escribir más de la cuenta jajaja.

PD: sí, todos sentimos esos remordimientos, jajaja.

La seguiré… pronto. Espero que no pase del fin de semana. Y de nuevo, mil gracias por pasar por aquí, leer y comentar. Significa mucho para mí :)

por **Taescaab** Sáb 14 Sep 2013, 7:55 pm

Me confundí y creí haber comentado. Lo que pasa es que primero leí en la compu y después iba a comentar en el celular. Mi error.
Me encanta como escribes, ya lo sabes. Yo realmente no sé cómo eres capaz de escribir inspirandote en tu vida. Yo no puedo, a mi las ideas me vienen, pero no por mi. Eso me gusta de tus historias, son realistas. Ojalá pudiese escribir como tú. Y tu estilo al escribir, es algo maduro, no infantil como lo mío cuando lo vuelvo a leer.
Cuando termine de leer canté la cancióm de Black Eyed Peas. Escuchar du música me recuerda a caminar por la calle junto a mi hermano mayor y srntarme en el patio del colegio con mi amiga, un gran fan de ellos.

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