Speed and Love |HARRY STYLES FANFIC| Parte I

-Ven Dorothy-La alcé y la consentí riendo de su notorio fastidio causado por mis atenciones.

Me había levantado antes de lo normal ese día, de hecho no pude dormir muy bien. Mi mente deambulaba por lugares nuevos y me encontraba totalmente confundida y abrumada. Maddie tampoco era de mucha ayuda, insistía en que Harry era demasiado peligroso para mí. Por supuesto no le conté los detalles de lo ocurrido en la cena de la noche anterior, eso la habría puesto como loca. Y aún más si le mencionaba sobre las manos inquietas de Harry.

Me bañé para empezar a arreglarme, me esperaba un nuevo día de escuela. Me puse unos leggings negros que casi nunca utilizaba, un sweater largo color gris y converse blancos. Até mi cabello largo en una alta cola de caballo y bajé con Dorothy en mis brazos para comer algo antes de irme.

-¡Papá!-Exclamé asomándome en la cocina.

Fui hasta el estudio pero tampoco estaba allí, seguro ya se había ido. Tomé un poco de té y tostadas. Subí nuevamente a mi habitación a lavarme los dientes. Dejé a Dorothy en su cama y tomé mi mochila para disponerme a salir. Me detuve en la puerta soltando un fuerte suspiro y me devolví hacia la mesa de noche para alcanzar mi celular.

Otra regla rota, pensé inmediatamente.

Harry me había mandado unos cuantos mensajes durante la noche pero yo no había respondido a ninguno de ellos. Estaba muy ocupada ahogándome con el sentimiento de terror que me consumía. Guardé el celular y corrí escaleras abajo, debía darme prisa para llegar a tiempo. El colegio estaba a cuarenta y cinco minutos a pie.

Me encontré con Maddie en el pasillo y me acompañó hasta mi casillero para sacar algunas cosas que necesitaría. Ella es mucho más sociable que yo por lo que mientras caminamos varias personas la saludan.

El día pasó con bastante lentitud. Nunca me había costado concentrarme en las clases pero hoy era un completo desastre. En la última hora de clase escuché la vibración de mi celular así que lo saqué a escondidas de los ojos de la Sta. Peterson, mi profesora de Biología.

De: Harry
Ya estoy esperándote en frente.

No tenía ni idea de cómo sabia donde estudiaba. Miré el reloj y aún quedaban diez minutos para las tres.

Apenas sonó la campana salí dirigiéndome hacia los casilleros para guardar mis cosas. Vi a Maddie caminar por el pasillo junto a Tina Anderson. Se despidió de ella y corrió hacia mí.

-¿Qué tal tu clase?-Preguntó mientras habría su casillero ubicado al lado del mío.

Hice una mueca de fastidio y aburrimiento provocando que Maddie detuviera sus acciones con clara sorpresa plasmada en el rostro.

-¿Te sientes bien?-Murmuró preocupada.

Sonreí levemente por su expresión. Sabía que no era normal en mí estar quejándome de una clase pero hoy fue realmente horrible. Continuamos guardando nuestras cosas y luego Maddie me tomó del brazo para que saliéramos de la escuela con rumbo a los parqueaderos. Ese era el momento oportuno para decirle que no me iría con ella, por muy loca que se pusiera debía decírselo. Divisé la camioneta negra de Harry estacionada a un lado de la acera del frente y me detuve.

-Uhm…-Vacilé antes de continuar-De hecho Harry viene por mí.

Su rostro se volteó abruptamente para verme con sus ojos abiertos a más no poder, con un gesto lleno de confusión y terror. Su mirada abandonó la mía y cayó en algún punto por encima de mi hombro.

-Parece que ya llegó-Me giré siguiendo la dirección de sus ojos.

Harry había salido del auto y se encontraba recostado a un lado mirándonos fijamente con el ceño fruncido. Devolví la vista hacia mi mejor amiga.

-Debo irme-Ajusté la mochila en mi hombro y le di un beso en la mejilla como despedida.
-Espera Sky-Me tomó del brazo deteniéndome-Ten cuidado. Mantenme al tanto de cualquier cosa, estaré pendiente.

Le di mi más sincera sonrisa y empecé a caminar de nuevo. Harry se estaba acercando, se veía enojado y no entendía muy bien por qué. Sus dientes estaban apretados haciendo a su mandíbula lucir tensa. Pero su mirada bajó hacia mí y sonrió de medio lado.

-Hola hermosa-Dijo cuándo lo tuve enfrente.

Con sus enormes manos quitó la mochila de mi hombro y la llevó al suyo, pasó su brazo alrededor de mi espalda y me encaminó hacia la camioneta. Abrió la puerta del acompañante y luego se dirigió a la parte trasera para dejar la mochila allí. Le di las indicaciones necesarias y se dirigió a casa.

-¿Qué tal tu día?-Preguntó buscando romper el silencio.
-Bien-Forcé una respuesta al mismo tiempo que frotaba mi anillo.

El barrio en el que vivo es tranquilo, las casas están separadas por zonas verdes y hay muchos árboles a los alrededores. Le indiqué a Harry que se detuviera unos metros antes. Su camioneta enfrente de mi casa sin duda alguna atraería la atención no deseada de mis vecinos. Por una milésima de segundo se cruzó por mi mente el dejarlo entrar pero recapacité inmediatamente tomando con rapidez el bolso de la parte trasera y despidiéndome. Me detuvo repentinamente y quedé hipnotizada por sus ojos.

-Nos vemos mañana-Susurró con suavidad.

Dio un beso en mi mejilla ocasionando el instantáneo sonrojo de éstas.


-¿A dónde vamos?-Pregunté al darme cuenta que estábamos tomando otra vía diferente.

Ya era viernes y durante toda la semana la rutina fue la misma, él me buscaba en el colegio, me llevaba a casa y se iba. Había intentado acercarse más de la cuenta pero no se lo permití, siempre salía a tropezones y a toda prisa dejándolo a él riéndose en el auto.

-A dar un paseo-Sonrió sin despegar los ojos de la carretera.

Cambié mi postura y me afirmé en el asiento. Tenía que llegar a casa.

-Harry necesito ir a mi casa-Murmuré tratando de ser persuasiva.

Bufó con fastidio y apretó con fuerza el volante.

-Te llevaré luego-Sentenció con voz firme.

Me revolví incómoda nuevamente. Él me hacía sentir como una niña chiquita pero aún así debía estar en mi hogar temprano, papá siempre llamaba para cerciorarse que estuviera en casa y hubiera llegado bien. Si no contestaba el teléfono se preocuparía y me metería en muchos problemas si descubre que no estoy ahí. Me aclaré la garganta.

-Llévame a casa.

Puso los ojos en blanco con irritación y se rindió posteriormente conduciendo en sentido contrario. Llegamos sin decir ni una sola palabra más en todo el camino.

-Uhm Gracias-Tartamudeé quitándome el cinturón de seguridad e inclinándome hacia la parte trasera, como siempre lo hacía, para agarrar mi bolso.
-¿No piensas invitarme?-Susurró junto a mi rostro.

Me alejé de él lo más rápido que pude, sintiendo como la sangre subía a mis mejillas y mi pulso se aceleraba. Nunca lo había dejado entrar, de hecho él ni siquiera lo había sugerido.

No supe como hizo para convencerme pero ahí estábamos, atravesando el jardín delantero y abriendo la puerta.

Me cercioré que papá no estuviera y luego volví a la sala donde Harry estudiaba detalladamente algunas fotos que se encontraban alrededor. Aclaré mi garganta haciéndome notar, pero no le importó en absoluto.

Cogí el teléfono, estaba segura que en cualquier momento sonaría, y subí las escaleras para dirigirme a mi habitación. El chico de ojos verdes iba tras de mi pisándome los talones. Dejé mi mochila en la silla frente al escritorio y me giré para encararlo, no me sentía cómoda con él ahí, no sabía que se suponía debía hacer o decir.

-Bonita alcoba-Murmuró mirando alrededor con un tono burlón-¿Qué es eso?

Señaló hacia la cama de Dorothy y miré confundida sin saber a qué se refería. Ella lo miraba totalmente quieta y con sus ojos azules abiertos con precaución.

-Mi gata-Respondí obvia.

Harry se carcajeó y negó con la cabeza a medida que se acercaba para acariciarla. Con sola una de sus enormes manos la cogió y la alzó bruscamente. Salté de inmediato acercándome a él.

-Sé suave con ella-Chillé.

Se la quité y la abracé contra mi pecho. Ella estaba completamente rígida y asustada. La acaricié y fulminé a Harry con la mirada porque se estaba partiendo de la risa. Me preguntó por su nombre y se rió aún más cuando le respondí. Él realmente estaba logrando irritarme.

Dejé a Dorothy de nuevo en su cama y fui hasta mi escritorio revisando que tareas tenía pendientes. Estaba acostumbrada a realizar todos los deberes escolares con anticipación así no se acumulaban. Dos grandes manos se deslizaron por mi estómago y una melena de cabello castaño rozó el costado de mi rostro.

-¿Qué haces?-Susurró en mi oído con voz grave y carrasposa.

Cerré mi boca que se había abierto en contra de mi voluntad y puse todos mis esfuerzos para que mi corazón no empezara a palpitar descarriado.

-Revisando mis deberes.

Comenzó a besar mi cuello haciéndome apretar con fuerza el cuaderno que tenía entre manos y perder totalmente la concentración de lo que estaba haciendo. Me quitó el cuaderno y lo apoyó en el escritorio. Me hizo girar y pude fijarme perfectamente en sus ojos color esmeralda.

-¿Por qué eres tan responsable?-Habló con diversión en su voz.

Colocó sus manos en mi cintura y me acercó a él. Tuvo que agacharse un poco para poder nivelar mi estatura e inclinó su rostro hacia el mío. Me vi obligada a posicionar las manos en la mesa que tenía atrás, para lograr estabilizarme por su cercanía. Su nariz rozaba con la mía y sacó a relucir su típica sonrisa torcida.

-Tu papi no está por aquí Sky-Susurró lentamente.

Finalmente terminó con la poca distancia que quedaba entre nosotros y juntó nuestros labios. Levantó una de sus manos hasta mi mejilla y movió su boca ávidamente esperando una reacción de mi parte. Mis labios se movían tímidamente respondiendo a los suyos.

El sonido del teléfono hizo que la burbuja en la que estábamos se explotara. Dejé de besarlo y estiré mi brazo para alcanzar el aparato.

-¿Aló?-Él no deshizo su agarre de mi cintura y me miraba con curiosidad.
-Hola princesa. ¿Cómo estuvo tu día?
-Uhm bien papá.

Harry sonrió y le tapé la boca para evitar que hiciera algún ruido, pero él tomó mi mano y la apartó. Me dio un casto beso en los labios y se retiró. Seguí sus pasos con mi mirada encontrándome curiosa de sus acciones, sin prestar atención alguna a lo se decía al otro lado de la línea. Harry alzó a Dorothy, ésta vez con mayor cuidado y se acostó en la cama con ella en su vientre. Una pequeña sonrisa se me escapó.

-¿Skylar estás ahí?-Preguntó papá trayéndome de vuelta abruptamente a la conversación.

Hablamos de algunas cosas como normalmente lo hacíamos todos los días que llamaba y antes de despedirse dijo que llegaría en la noche. Dejé el teléfono nuevamente sobre la mesa y Harry levantó la mirada hacia mí mientras seguía jugando tontamente con Dorothy.

-Parece que ésta gatita ya cayó ante mí-Me reí fuertemente, Harry se quedó fijo en mí con una expresión que nunca le había visto antes-Me gusta cuando te ríes.

Mis mejillas se calentaron por lo que agaché el rostro para evitar su mirada. Luego caminé vacilante, sentándome en una esquina de la cama.

-¿Vas a ir esta noche a la carrera?