Re: The Last Song [Larry Stylinson] (Adaptación). Capítulo 15 Publicado :D

por **LidiaStyles** Dom 10 Nov 2013, 12:05 am

Aquí estoy de nuevo Anne, molestándote. Me pone tan contenta saber que volveré a recibir notificaciones de este fic, pero me pone triste saber que no recibiré de AIRPORT.
Wow, son tan tiernos. Harry me da como que anda todo el rato intentando ligar con Lou, pero ese muchacho es lo más testarudo que uno se puede encontrar. ¡Que lindo capítulo!
Espero que Larry comience pronto porque ando muriendo desde ya de ternura y esto a penas comenzó. ¡Síguela cuando puedas y espero que empieces tu nueva novela pronto! Un beso Anne, te adoro :hug:

por **Dimples'sHarold** Dom 10 Nov 2013, 1:15 am

estoy feliz de que vuelvas con esta :')
son muy adorables los dos
cuídate bby te quiero <3

por **anne_mir** Dom 10 Nov 2013, 2:36 pm

larryforever escribió:Aquí estoy de nuevo Anne, molestándote. Me pone tan contenta saber que volveré a recibir notificaciones de este fic, pero me pone triste saber que no recibiré de AIRPORT.
Wow, son tan tiernos. Harry me da como que anda todo el rato intentando ligar con Lou, pero ese muchacho es lo más testarudo que uno se puede encontrar. ¡Que lindo capítulo!
Espero que Larry comience pronto porque ando muriendo desde ya de ternura y esto a penas comenzó. ¡Síguela cuando puedas y espero que empieces tu nueva novela pronto! Un beso Anne, te adoro :hug:

Tu presencia jamás será una molestia para mi.
Para mi también es un gran cambio el pasar de Airport a The Last Song ya que esta no es una obra mía, así que es un poco raro copiar algo ya escrito.
Ya subiré capítulo.
Te mando un enorme abrazo. :hug:

por **anne_mir** Dom 10 Nov 2013, 2:37 pm

Dimples'sHarold escribió:estoy feliz de que vuelvas con esta :')
son muy adorables los dos
cuídate bby te quiero <3

Creo que no eres la única que siente alegría ya que muchas igual querían leerla.
Te mando un enorme abrazo y sabes que también te quiero. :hug: :love:

por **anne_mir** Dom 10 Nov 2013, 2:40 pm

Louis.

Si no fuera tan odiosamente lindo, nada de eso habría sucedido.

Mientras observaba a Harry y a Niall intercambiando posiciones en la pista, recordó la extraña serie de sucesos que lo habían llevado inevitablemente hasta allí. ¿De verdad había ido a pescar aquella misma mañana? ¿Y había visto a una tortuga herida nadando en círculos en un tanque a las ocho de la mañana?

Louis sacudió la cabeza, intentando no reparar en el magnífico torso de Harry, con cada músculo cincelado a la perfección, mientras él se lanzaba sobre la arena persiguiendo el balón. Le costaba desviar la atención, ya que él no llevaba camiseta.

Quizás el resto del verano no sería tan terrible, después de todo.

Por supuesto, también había pensado lo mismo cuando conoció a Blaze, y en cambio esa amistad había acabado en un verdadero desastre.

Realmente él no era su tipo, pero mientras lo veía jugar, empezó a preguntarse si eso era tan importante, después de todo. Tampoco había tenido mucha suerte en el pasado con los novios que había elegido, y Rick era el ejemplo más claro. No le cabía la menor duda de que Harry era mucho más inteligente que cualquiera de los otros chicos con los que había salido, y lo más destacable era que hacía algo provechoso con su vida. Trabajaba, era voluntario, hacía deporte..., incluso se llevaba bien con su familia. Y a pesar de que no era vanidoso, tenía las ideas claras y no se dejaba convencer fácilmente. Cuando lo había puesto a prueba, él le había mantenido el pulso; de hecho, en más de una ocasión. Tenía que admitir que le gustaba su reacción.

No obstante, había una cosa que lo tenía perplejo: no entendía cómo era posible que él se sintiese atraído por un chico como él. Louis no se parecía en absoluto a las chicas que había visto la noche de la feria; ni siquiera estaba seguro de si él querría volver a verlo después de aquel día que estaban pasando juntos. Lo observó mientras corría hacia atrás hasta la línea de saque. Una vez allí, Harry desvió la vista hacia él para mirarlo, con una expresión que denotaba que estaba contento de que finalmente hubiera accedido a ir a verlo jugar. Se movía por la arena sin ninguna dificultad, y cuando se preparó para sacar, le señaló algo a Niall, quien parecía tomarse el partido tan en serio como si le fuera la vida en ello. Tan pronto como Niall se giró para mirar hacia la red, Harry esbozó una mueca de fastidio, dejando claro que le molestaba aquella intensidad desmesurada con que su amigo se aplicaba en el juego. «Sólo es un juego», parecía decirle, y Louis encontró ese juicio totalmente alentador. Después, tras lanzar el balón al aire y sacar con fuerza, corrió hacia el lado de la pista para prepararse para el contraataque. Cuando se lanzó sobre el suelo y levantó una gran polvareda de arena en el aire, el de ojos azules se preguntó si lo que había visto escasos segundos antes había sido sólo una ilusión: después de que el balón saliera fuera de la pista del equipo adversario y de que Niall alzara los brazos en señal de frustración y lo mirase con reprobación, Harry simplemente lo ignoró. Tras guiñarle el ojo a Louis, se preparó para la siguiente jugada.

— Así que tú y Harry, ¿eh?

Louis estaba tan hipnotizado que no se había dado cuenta de que alguien se había sentado a su lado. Al darse la vuelta, reconoció a la rubia que acompañaba a Harry y a Niall el día de la feria.

— ¿Cómo dices?

La rubia se pasó una mano por la melena y le mostró sus dientes perfectos.

— Tú y Harry. Les he visto que llegaban juntos.

— Ah —dijo Louis. Su instinto le decía que era mejor no hablar demasiado.

Si la rubia se dio por enterada de la reacción recelosa de Louis, no lo demostró.

Echándose el pelo hacia atrás con una gracia manifiestamente estudiada, volvió a mostrarle los dientes perfectos.

«Sin lugar a dudas, va teñida», decidió Louis.

— Soy Taylor. Y tú eres...

— Louis.

Taylor continuaba mirándola fijamente.

— ¿Y estás aquí de vacaciones? —Cuando Louis la miró con el ceño fruncido, ella volvió a sonreír—. Si fueras de aquí, lo sabría. Conozco a Harry desde que éramos niños.

— Ah —volvió a decir Louis, procurando mostrarse evasivo.

— Supongo que se conocieron la otra noche, cuando él te tiró la limonada por encima, ¿no? Conociéndolo, estoy segura de que lo hizo a propósito.

Louis pestañeó.

— ¿Qué?

— No es la primera vez que lo he visto recurrir a esa táctica. Y a ver si lo adivino... También te ha llevado a pescar, ¿no? A ese muelle apartado, al otro lado de la isla.

Esta vez, Louis no pudo ocultar su sorpresa.

— Siempre hace lo mismo cuando conoce a alguien nuevo. Bueno, o eso o le lleva al acuario.

Mientras Taylor seguía delatando las técnicas que utilizaba Harry para ligar, Louis la miraba fijamente con desconfianza, sintiendo como si súbitamente el mundo a su alrededor se estuviera encogiendo.

— ¿Se puede saber de qué estás hablando? —Con un gran esfuerzo, consiguió articular las palabras. Le parecía que iba a perder la voz de un momento a otro.

Taylor se arropó las piernas con sus propios brazos.

— Nuevo chico, nueva conquista. No te enfades con él —apuntó con un tono cordial—. Harry es así. No puede remediarlo.

Louis notó un leve mareo. Se dijo a sí mismo que era mejor no escucharla, no creerla, que Harry no era así. Pero las palabras retumbaban en su cabeza...

«A ver si lo adivino. Te ha llevado a pescar, ¿no?»

«Bueno, o eso o le lleva al acuario...»

¿Se había equivocado al juzgarlo? Por lo visto, se estaba equivocando con todo el mundo que conocía en aquella localidad, lo cual no carecía de sentido, teniendo en cuenta que desde el primer momento no había querido ir a ese pueblo. Cuando lanzó un largo suspiro, cayó en la cuenta de que Taylor lo estaba estudiando.

— ¿Estás bien? —le preguntó, con sus cejas intachablemente perfiladas formando una fina línea en señal de preocupación—. ¿He dicho algo que te haya molestado?

— Estoy bien.

— Porque te has puesto lívido.

— Te digo que estoy bien —espetó Louis.

Taylor abrió la boca y volvió a cerrarla antes de suavizar su expresión.

— ¡Oh, no! ¿No me digas que realmente te habías hecho ilusiones con Harry?

«Nuevo chico, nueva conquista. Harry es así...»

Las palabras seguían resonando en su cabeza, y Louis aún no había contestado. Ni podía contestar. En el incómodo silencio, Taylor continuó con una vocecita afligida, como si sintiera pena por él.

— Bueno, tampoco es tan extraño lo que te pasa, porque cuando se lo propone, puede ser el chico más encantador del mundo. No te miento. Lo sé porque yo también me dejé embaucar por él. —Taylor señaló hacia el público—. Igual que la mitad de las chicas que ves aquí.

Instintivamente, Louis echó un vistazo hacia la multitud y no pudo evitar fijarse en la media docena de chicas lindas en bikini, todas ellas con los ojos puestos en Harry. Se sentía incapaz de articular ninguna palabra. Mientras tanto, Taylor seguía con su monólogo.

— Supuse que serías capaz de darte cuenta... Quiero decir, que pareces un poco más sofisticado que el resto de las personas de por aquí. Supongo que pensé...

— Tengo que irme —anunció Louis, con un tono más reposado que sus nervios.

Cuando se levantó, notó que le flaqueaban las piernas. En la pista, Harry debió de darse cuenta de que se ponía de pie porque se giró hacia él, sonriendo, fingiendo...

«Como el chico más encantador del mundo...»

Se dio la vuelta, enfadado con él, pero aún más enfadado consigo mismo por haber sido tan tonto. Lo que más deseaba en aquellos momentos era que se lo tragara la tierra.

…

En su habitación, lanzó la maleta sobre la cama. Se disponía a empezar a guardar la ropa dentro cuando se abrió la puerta a sus espaldas. Por encima del hombro, vio a su padre de pie, en el umbral. Louis sólo vaciló unos instantes antes de dirigirse hacia el armario y recoger más ropa.

— ¿Un día duro? —se interesó su padre. Su voz era suave, pero Mark no esperó a recibir una respuesta—. Estaba en el taller con Charlotte cuando te vi subir por la playa. Parecías muy enojado.

— No quiero hablar de ello.

Su padre no se movió de su sitio, manteniendo la distancia.

— ¿Vas a alguna parte?

Louis soltó un bufido de exasperación mientras seguía haciendo la maleta.

— Me largo de aquí, ¿de acuerdo? Llamaré a mamá para decirle que regreso a casa.

— ¿Tan malo ha sido el día?

Louis se giró hacia él.

— Por favor, no me pidas que me quede. No me gusta estar aquí. No me gusta la gente de aquí. No encajo. No pinto nada en este sitio. Quiero irme a casa.

Su padre no dijo nada, pero él detectó la decepción en su rostro.

— Lo siento —añadió Louis—. Y no es por ti, ¿de acuerdo? Si me llamas, te aseguro que me pondré al teléfono. Y puedes venir a visitarme a Nueva York, ¿sí?

Su padre continuaba observándolo en silencio, lo cual sólo consiguió que se sintiera peor. Louis revisó el contenido de la maleta antes de meter el resto de sus pertenencias.

— No estoy seguro de que pueda dejarte marchar.

Louis se lo esperaba, y notó una fuerte tensión en el pecho.

— Papá...

Él alzó la mano.

— No es por lo que crees. Te dejaría marchar, si pudiera. Llamaría a tu madre ahora mismo. Pero teniendo en cuenta lo que pasó el otro día en la tienda de discos...

Louis se oyó a sí mismo contestar: «Con Blaze. Y el arresto...».

Su padre dejó caer los hombros en señal de abatimiento. En su estado de exasperación, Louis se había olvidado del asunto del robo.

¡Por supuesto que se había olvidado! ¡Porque él no había robado nada! Su energía se evaporó súbitamente y se dio la vuelta; a continuación, se derrumbó sobre la cama. No era justo. Nada de lo que le pasaba era justo.

Su padre seguía sin apartarse de la puerta.

— Puedo ir a buscar a Pete, el agente Johnson, y averiguar si puedes abandonar el pueblo. Pero quizá no lo encuentre hasta mañana, y no quiero que te metas en más problemas. Pero si él dice que te puedes marchar y todavía quieres hacerlo, no te obligaré a quedarte.

— ¿Lo prometes?

— Sí —asintió él—. Aunque preferiría que te quedaras, lo prometo.

Louis asintió con tristeza, apretando los labios.

— ¿Irás a verme a Nueva York?

— Si puedo...

— ¿Cómo que si puedes?

Antes de que su padre pudiera contestar, oyeron unos golpes en la puerta, fuertes e insistentes. Su padre miró por encima del hombro.

— Me parece que es ese chico con el que estabas hoy. —Louis se preguntó cómo podía saberlo, y al leer su expresión, él agregó—: He visto que venía hacia aquí cuando he entrado en casa. ¿Quieres que le diga que se marche?

«No te enfades con él. Harry es así. No puede remediarlo.»

— No —dijo él—. Ya me encargo yo.

Su padre sonrió y, por un instante, él pensó que parecía más viejo que hacía un día. Como si su clara intención de marcharse de allí lo hubiera hecho envejecer de repente.

A pesar de todo, Louis no se sentía cómodo en aquel lugar. Era el pueblo de su padre, no el suyo.

Nuevamente oyó la batería de golpes en la puerta.

— Papá...

— ¿Sí?

— Gracias. Sé que realmente quieres que me quede, pero, de verdad, no puedo.

— No pasa nada, hijo. —Aunque él sonrió, las palabras emergieron en un tono herido—: Lo comprendo.

Louis se agarró los pantalones por la cinturilla para ponérselos en su sitio antes de incorporarse de la cama. Al llegar a la puerta, se llevó una mano al pecho e inspiró. A continuación, y procurando mantener la calma, tomó el pomo y abrió la puerta. Lo primero que vio fue la mano de Harry alzada, como si se dispusiera a volver a llamar. Él se mostró sorprendido al ver que finalmente Louis había abierto.

Louis lo miró sin parpadear, preguntándose cómo había podido ser tan tonto como para confiar en él. Tendría que haber hecho caso a sus instintos.

— Ah, hola... —dijo él al tiempo que bajaba la mano—. Estás aquí. Por un segundo creí que...

Louis cerró la puerta de golpe, sólo para oír que inmediatamente él se ponía a llamar de nuevo.

— ¡Vamos, Louis! ¡Sólo quiero saber qué ha pasado! ¿Por qué te has ido? — masculló, con voz suplicante.

— ¡Márchate! —le gritó sulfurado.

— Pero ¿qué he hecho?

Él volvió a abrir la puerta con ímpetu.

— ¡No soy tan tonto como para seguirte el juego!

— ¿Qué juego? ¿De qué estás hablando?

— ¡Te repito que no soy tan tonto! ¡Y no tengo nada más que decir!

Nuevamente, volvió a cerrarle la puerta en las narices. Harry contraatacó aporreando la puerta.

— ¡No pienso irme hasta que hables conmigo!

Su padre señaló hacia la puerta.

— ¿Problemas en el paraíso?

— Esto no es el paraíso.

— Pues lo parece. ¿Quieres que me ocupe de él? —volvió a ofrecerle.

Harry seguía aporreando la puerta.

— Ya se cansará. Lo mejor que podemos hacer es no prestarle atención.

Tras unos momentos, su padre pareció acatar su decisión y señaló hacia la cocina.

— ¿Tienes hambre?

— No —dijo él. Acto seguido, llevándose las manos al estómago, cambió de opinión—. Bueno, quizás un poco.

— He encontrado otra receta interesante por Internet. Pasta con un sofrito de cebolla, champiñones y tomates, y queso parmesano. ¿Te apetece?

— No creo que a Charlotte le guste.

— No, me ha dicho que prefería un perrito caliente.

— Ya decía yo...

Mark sonrió justo cuando volvieron a sonar más golpes en la puerta. Cuando éstos no cesaron, él debió de interpretar algo en la expresión del rostro de su hijo, porque abrió los brazos.

Sin pensarlo dos veces, Louis avanzó hacia él y se dejó abrazar. Había algo... tierno e indulgente en su abrazo, algo que él había echado de menos durante años. Apenas podía contener las lágrimas cuando finalmente se separó de su padre.

— ¿Me dejas que le ayude a preparar la cena?

…

Louis intentó asimilar de nuevo el contenido de la página que acababa de leer.

Hacía una hora que se había puesto el sol, y después de repasar por los canales de la televisión de su padre, la apagó y se cobijó en su libro. Pero por más que lo intentaba, no conseguía acabar ni un solo capítulo, porque Charlotte llevaba casi una hora de pie frente a la ventana..., lo cual le hacía pensar en lo que había allí fuera, o mejor dicho, en «quién» estaba allí fuera.

Harry.

Habían transcurrido cuatro horas, y todavía no se había marchado. Hacía mucho rato que había parado de aporrear la puerta. En vez de eso, había decidido quedarse plantado como un centinela justo unos pasos más allá de la duna, de espaldas a su casa.

Técnicamente, se hallaba en una playa pública, por lo que no podían hacer nada más que simplemente ignorarlo. Y eso era precisamente lo que él y su padre —que, aunque pareciera extraño, estaba de nuevo leyendo la Biblia— intentaban hacer.

Charlotte, por otro lado, no podía no hacerle caso. Por lo visto, estaba alucinada con la tenacidad de aquel chico. Era como contemplar algo imposible, como un platillo volador que acabara de aterrizar cerca del muelle, o a Bigfoot trotando por la playa. A pesar de que llevaba puesto el pijama de flores y que hacía media hora que debería estar en la cama, le había suplicado a su padre que la dejara quedarse despierta un rato más, porque, según sus palabras textuales: «Si me voy a dormir, es posible que me haga pis en la cama».

¡Ja!

No se había orinado en la cama desde que era una bebé, y Louis sabía que su padre no se había tragado la excusa. Sin embargo, su actitud condescendiente probablemente tenía más que ver con el hecho de que era el primer atardecer que habían pasado los tres juntos desde que habían llegado y —en función de lo que el agente Johnson dijera a la mañana siguiente— quizá fuera el último. Louis supuso que su padre simplemente quería prolongar aquella sensación de estar juntos en familia.

Era algo absolutamente comprensible, por supuesto, y en cierto modo consiguió que él se sintiera un poco culpable con toda esa obcecación de querer marcharse de allí. Preparar la cena con él había resultado más divertido de lo que había supuesto, ya que no lo había atacado con preguntas ni con insinuaciones, como su madre solía hacer últimamente. Sin embargo, aunque no tenía intención de quedarse más tiempo que el necesario, por más que eso le resultara duro a su padre, lo mínimo que podía hacer era contribuir a que la noche fuera amena.

Pero eso resultaba del todo imposible, claro.

— ¿Cuánto rato creen que se quedará ahí fuera? —murmuró Charlotte.

Louis contó mentalmente las veces que su hermana había formulado la misma pregunta en los últimos veinte minutos: cinco. Pero ni él ni su padre habían contestado. Esta vez, sin embargo, su padre apartó la Biblia.

— ¿ Por qué no sales y se lo preguntas ? —sugirió él.

— ¡Anda ya! —replicó Charlotte—. No es mi novio.

— Tampoco es mi novio —terció Louis.

— Pues se comporta como si lo fuera.

— No lo es, ¿de acuerdo? —Louis pasó otra página del libro.

— Entonces, ¿por qué está ahí fuera sentado? —Charlotte ladeó la cabeza, intentando resolver el enigma—. Quiero decir, es muy raro, ¿no os parece? Lleva horas allí sentado, esperando hablar contigo. Quiero decir, nos estamos refiriendo a mi hermano. ¡Mi hermano!

— Vaya, muchas gracias —le recriminó Louis. En los últimos veinte minutos, había leído el mismo párrafo seis veces.

— Sólo digo que me parece raro —musitó Charlotte, que adoptó una expresión propia de una científica desconcertada—. No entiendo cómo puede estar allí fuera esperando hablar con mi hermano.

Louis alzó la vista y vio que su padre intentaba sin éxito contenerse para no sonreír.

Él volvió a centrar la vista en el libro, leyendo por séptima vez el mismo párrafo con una renovada concentración; durante los siguientes dos minutos, la estancia quedó sumida en un absoluto silencio..., salvo por los ruiditos que hacía Charlotte, que se agitaba nerviosamente y murmuraba sin parar, pegada a la ventana.

Louis intentó no prestarle atención. Se arrellanó en el sofá, apoyó los pies en el borde de la mesa y se obligó a sí mismo a concentrarse en las palabras. Durante uno o dos minutos, fue capaz de aislarse de todo lo que lo rodeaba, y estaba a punto de concentrarse por fin en la historia cuando volvió a oír la vocecita de Charlotte.

— ¿Cuánto rato creen que se quedará ahí fuera sentado? —murmuró Jonah.

Él cerró el libro abruptamente.

— ¡Qué pesada! —gritó, pensando nuevamente que su hermana sabía precisamente qué teclas tocar para sacarlo de quicio—. ¡Vale! ¡Tú ganas!

Afuera soplaba una fuerte brisa, que transportaba el aroma de la sal marina y de los pinos. Louis salió al porche y se encaminó hacia Harry. Él ni se inmutó al oír el ruido de la puerta al cerrarse; permaneció sentado, con porte ensimismado, lanzando conchas a los cangrejos araña que buscaban cobijo apresuradamente en sus madrigueras.

Una fina capa de bruma encuadraba las estrellas, lo cual le confería a la noche un aire más frío y más oscuro que unas horas antes. Louis cruzó los brazos, intentando zafarse de la sensación de frío. Entonces se dio cuenta de que Harry todavía iba vestido con el mismo par de pantalones cortos y la camiseta que había llevado durante todo el día. Se preguntó si no tendría frío, pero rápidamente apartó la cuestión de su mente.

«Eso no importa», se recordó a sí mismo cuando él se giró hacia su dirección. En la oscuridad, Louis no podía ver su expresión, pero al mirarlo fijamente sin apartar la vista, se dio cuenta de que ya no estaba tan enojado con él, sino más bien exasperado por su insistencia.

— Tienes a mi hermana completamente revolucionada —proclamó Louis en un tono que esperaba que sonara imperativo—. Deberías irte.

— ¿Qué hora es?

— Más de las diez.

— Pues sí que has tardado en salir.

— Mira, no debería haber salido. Ya te dije antes que te marcharas. —Louis echaba fuego por los ojos.

Los labios de Harry se tensaron en una fina línea.

— Quiero saber qué ha pasado.

— No ha pasado nada.

— Entonces dime qué te ha dicho Taylor.

— No me ha dicho nada.

— Les he visto hablando —lo acusó él.

Por eso precisamente no quería salir a hablar con él; eso era lo que quería evitar.

— Harry...

— ¿Por qué te has marchado deprisa y corriendo después de hablar con Taylor? ¿Y por qué has tardado cuatro horas en salir a hablar conmigo?

Louis sacudió la cabeza, negándose a aceptar su torpeza.

— No importa.

— O sea, que sí que te ha dicho algo, ¿no es cierto? ¿Qué te ha dicho? ¿Qué todavía salimos juntos? Pues no es verdad. Lo nuestro se acabó.

Louis necesitó un momento para asimilar lo que él le acababa de decir.

— ¿Ella era tu novia?

— Sí —contestó Harry—. Durante los dos últimos años.

Cuando Louis no dijo nada, él se levantó y avanzó un paso cerca.

— ¿Qué es lo que te ha dicho exactamente?

Pero Louis apenas oía su voz. En vez de eso, pensó en la primera vez que había visto a Taylor, en la primera vez que lo había visto a él. Aquella chica, con su cuerpo espectacular, embutido en aquel bikini, sin apartar la vista de su ex novio...

Apenas oyó a Harry, que seguía interrogándolo:

— ¿Qué? ¿No piensas hablarme? ¿Me has tenido aquí sentado cuatro horas y ni tan sólo te dignas a contestar mi pregunta?

Pero Louis seguía sin oírlo. En vez de eso, recordó la actitud de Taylor aquel día, al lado de la pista. Moviéndose con gracia, aplaudiendo..., ¿como si pretendiera captar la atención de Harry?

¿Por qué? ¿Por qué Taylor pretendía recuperarlo? ¿Temía que Louis se interpusiera en su camino?

Con esa reflexión, las piezas empezaron a encajar en el rompecabezas. Pero antes de que pudiera pensar en lo que quería decir, Harry sacudió la cabeza.

—Pensé que eras diferente. Simplemente pensé que... —Lo miró fijamente. Su cara mostraba una mezcla de enojo y decepción. Súbitamente, se dio la vuelta y emprendió la marcha, alejándose por la playa—. Por Dios. No sé en qué estaba pensando —lanzó por encima del hombro.

Louis dio un paso adelante y estaba a punto de llamarlo cuando se fijó en un punto de luz un poco más abajo en la playa, cerca de la orilla. La luz subía y bajaba, como si alguien estuviera lanzando...

Una bola en llamas. Louis se quedó paralizado.

Se le hizo un nudo en la garganta al darse cuenta de que Zayn estaba allí, e instintivamente retrocedió un paso. Cerró los ojos y se imagino cómo él caminaba sigilosamente hacia el nido mientras él dormía fuera. Se preguntó si realmente se atrevería a acercarse hasta donde se encontraba. ¿Por qué no lo dejaba en paz? ¿Lo estaba acechando?

Louis había visto casos espeluznantes en la tele. A pesar de que le gustaba creer que sabría cómo reaccionar en prácticamente cualquier situación, ésta era diferente. Porque Zayn era diferente.

Porque aquel chico le daba miedo.

Harry se hallaba ya a un par de casas más abajo en la playa, y su perfil se desvanecía entre las sombras de la noche. Pensó en llamarlo en voz alta y contárselo todo, pero lo último que quería hacer era quedarse ahí fuera más rato del necesario. Y tampoco quería que Zayn estableciera una conexión entre él y Harry. En cualquier caso, no existía ninguna relación entre ellos dos. Ya no. Ahora volvía a estar solo.

Solo con Zayn.

Preso del pánico, retrocedió otro paso. Entonces se dijo a sí mismo que no podía perder el control. Si él se daba cuenta de que estaba asustado, aún sería peor. Por eso procuró avanzar con paso sereno hasta el porche, y cuando se halló bajo la luz de la lámpara del techo, se giró deliberadamente en dirección a Zayn.

No podía verlo; sólo percibía el punto de luz que subía y bajaba. Sabía que quería asustarlo, y por ese motivo intentó sacar fuerzas de su interior. Siguió con la vista fija en aquel punto, colocó los brazos en su cintura y alzó la barbilla con actitud desafiante. Notaba que el corazón desbocado le iba a estallar de un momento a otro, pero mantuvo el porte desafiante hasta que la bola en llamas quedó apresada en la mano de Zayn. Un momento más tarde, la luz se apagó y supo que Zayn la había extinguido con su propio puño, anunciándole que se acercaba a él.

Sin embargo, él se negó a moverse. No estaba seguro de lo que haría si él aparecía súbitamente a escasos metros, pero mientras los segundos daban paso a un minuto y luego a otro, adivinó que él había decidido que era mejor mantenerse alejado. Cansado de esperar y satisfecho de haber sabido transmitir el mensaje, se dio la vuelta y enfiló hacia el interior de la casa.

Sólo después de apoyarse en la puerta tras cerrarla, se dio cuenta de que le temblaban las manos.

por **anne_mir** Dom 10 Nov 2013, 2:42 pm

En dado caso de que publique otra novela en el transcurso de esta, les mandaré un MP a todas para darles el link.
Les mando un enorme abrazo. :hug:

por **LidiaStyles** Dom 10 Nov 2013, 10:24 pm

Que mal. Taylor siempre jodiendo todo. Ahora que Louis comenzaba a hacerse ilusiones. Esa rubia mala las destrozo. Que tierno que Harry se para 4 horas afuera esperándolo. Y Louis es tan orgulloso el bebe. Zayn me sigue dando miedo, creo que se le va la cabeza mucho (? ¡Síguela cuando puedas! Y estaré esperando ese mensaje en caso de que hagas una nueva novela preciosa. Cuídate, un beso :hug:

por **Dimples'sHarold** Lun 11 Nov 2013, 8:16 am

Zayn me da miedo :/ está loco

y Harry que adorable esperando 4 pero ahora todo se fue al garete espero que pronto lo arreglen.

Odio a Taylor es una Barbie malévola

por **MajooSancheezz** Mar 12 Nov 2013, 8:43 pm

OMG OMG!! LA SEGUISTEEEE!!! <3 AMOO ESTA NOVELAAA!!! ME ENCANTA, HARRY LO ESPERO 4 HORAASSS!!! OMG OMG!!! QUE DEDICADO! TAYLOR PERRA !! Y OMG ZAYN. IDIOTA VETE. SIGUELA PRONTO! SU PADREEE :(

por **MajooSancheezz** Mar 12 Nov 2013, 8:45 pm

PERO EN ESA PARTE HARRY NO BESA A LOUIS? O EN EL LIBRO ES MUY DIFERENTE JMM *QUIERO BESOOOO*

por **TomlinsonLover** Mar 12 Nov 2013, 9:54 pm

holaaa!
taylor que quiere fama?
ay querida supera de una vez que harry no te quiere!
4 horas esperandolo afuera awwwww ♥
la relacion padre-hijo de a poquito se va recuperando
louis es tan terco jajajaja me encanta!
y zayn.... zayn me da miedo nose, es raro...
ame el capitulo!
seguila pronto
un beso

por **anne_mir** Dom 17 Nov 2013, 12:22 pm

larryforever escribió:Que mal. Taylor siempre jodiendo todo. Ahora que Louis comenzaba a hacerse ilusiones. Esa rubia mala las destrozo. Que tierno que Harry se para 4 horas afuera esperándolo. Y Louis es tan orgulloso el bebe. Zayn me sigue dando miedo, creo que se le va la cabeza mucho (? ¡Síguela cuando puedas! Y estaré esperando ese mensaje en caso de que hagas una nueva novela preciosa. Cuídate, un beso :hug:

Jaja creo que esa es la naturaleza de esa chica, no para de molestar. Siempre llega en el peor momento.
Ahora sigo.
Un enorme abrazo. :hug:

por **anne_mir** Dom 17 Nov 2013, 12:23 pm

Dimples'sHarold escribió:Zayn me da miedo :/ está loco

y Harry que adorable esperando 4 pero ahora todo se fue al garete espero que pronto lo arreglen.

Odio a Taylor es una Barbie malévola

Es verdad, Zayn está un poco enfermo pero más adelante verán más de él, eso no es todo.
Te mando un enorme abrazo. :hug:

por **anne_mir** Dom 17 Nov 2013, 12:27 pm

MajooSancheezz escribió:OMG OMG!! LA SEGUISTEEEE!!! <3 AMOO ESTA NOVELAAA!!! ME ENCANTA, HARRY LO ESPERO 4 HORAASSS!!! OMG OMG!!! QUE DEDICADO! TAYLOR PERRA !! Y OMG ZAYN. IDIOTA VETE. SIGUELA PRONTO! SU PADREEE :(

Si la seguí ahora que terminé AIRPORT.
De hecho verás que si, el libro es demasiado distinto a la película. Es más detallado y perfecto.
Te mando un enorme abrazo. :hug:

por **anne_mir** Dom 17 Nov 2013, 12:28 pm

TomlinsonLover escribió:
holaaa!
taylor que quiere fama?
ay querida supera de una vez que harry no te quiere!
4 horas esperandolo afuera awwwww
la relacion padre-hijo de a poquito se va recuperando
louis es tan terco jajajaja me encanta!
y zayn.... zayn me da miedo nose, es raro...
ame el capitulo!
seguila pronto
un beso

Creo que Taylor sólo quiere recuperar a Harry porque simplemente se acostumbró a su compañía.
Te ando un enorme abrazo. :hug:

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