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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 6 de 45. • Comparte
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Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
encerio yo le ise un chupeton?:$
nomms' me hiso un chupeton? GENIAL(:
owww'Anna me extraña; Losabia(: oknolosabia¬¬
tienes qe poner mas please'
Ame lo qe paso con Joe' 1313 quiero saber qe mas pasara(:
AMO ESTA NOVELA!
S I G U E L A !
nomms' me hiso un chupeton? GENIAL(:
owww'Anna me extraña; Losabia(: oknolosabia¬¬
tienes qe poner mas please'
Ame lo qe paso con Joe' 1313 quiero saber qe mas pasara(:
AMO ESTA NOVELA!
S I G U E L A !
uncool.
Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
mas qe genialmenteGenial(:
PASE PAGINA!
cofcof recompensa cofcof'
PASE PAGINA!
cofcof recompensa cofcof'
uncool.
Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
-Lisset'{ escribió:mas qe genialmenteGenial(:
PASE PAGINA!
cofcof recompensa cofcof'
aww ok recompensa dos capitulos mas :D... jajjajja
Fast Life'
Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
Capítulo 13
El trabajo era aburrido, y a eso de las siete, el centro comercial estaba
bastante desierto. Papá fue a comprarse un café, y mamá llegó justo después
que se fuera.
—Acabas de desencontrarte con papá —le dije—. Salió en busca de café.
Ella no pareció sorprenderse. —Entonces, ¿cómo van las cosas?
—Lentas. Además, papá le dio a Todd cincuenta dólares para una audición
que afirma tener, pero apuesto a que Todd sólo va a…
— ________ —dijo con su voz de alerta—, ¿no estás un poco grande para esto?
—¿No es Todd un poco grande para vivir en casa?
Ella suspiró. —Cuando te pregunté cómo estaban las cosas, quise decir
contigo. Has sido muy callada sobre todo últimamente. Yo no sé cómo van
las clases, o si estás saliendo con alguien…
—Mamá, por favor. ¿Me veo como el tipo de chica con la que los chicos
quieren salir?
—Sí —dijo ella, como si le hubiera hecho la pregunta más estúpida del
mundo, y miré hacia abajo al piso para no hacer algo vergonzoso, como
abrazarla en público.
—La escuela está bien —murmuré—. Y no hay ningún muchacho.
—¿Qué hay de Anna?
—La vi hoy.
Mamá y papá sabían lo que había sucedido con Anna, más o menos. Les dije
que no nos estábamos hablando mucho ahora, y que ella tenía un novio. Hay
algunas cosas que no puedes decirle a tus padres, y ―hey, mi mejor amiga
piensa que soy una perdedora‖ es una de ellas. Ellos piensan que ese tipo de
cosas no son posibles, lo cual es dulce, pero equivocado.
—Eso es bueno. Me pareció ver al novio ese de ella el otro día, pero estaba
con una pelirroja, así que supongo que no era él. —Su estómago rugió, y ella
se sonrojó.
—¿Tienes hambre, mamá?
Ella suspiró de nuevo. —Cuando llegué a casa esta noche, hice la cena, y la
primera cosa que mamá, la abuela, me dijo fue: ―Cariño, ya no tienes veinte
años, así que no comas como si los tuvieras‖. Había estado esperando por
unos macarrones con queso todo el día, y ella me los arruinó.
—Lo siento —dije, y apoyé la cabeza sobre su hombro durante un segundo.
Pobre mamá. La abuela era molesta, pero no era mi madre—. Deberías
encontrar a papá y beber un café con él.
—No puedo. Tengo una entrevista.
—¿Entrevista?
—Para vender cosméticos en la tienda de departamentos en la que papá tiene
prohibido entrar —dijo, y me dio una sonrisa débil—. Si consigo el trabajo,
tendrá que entrar a escondidas a visitarme. ¿Lo puedes ver haciendo eso?
Por desgracia, sí podía. —Pero ¿por qué quieres trabajar allí cuando ya tienes
un...? Oh. Estás buscando un segundo empleo. ¿Necesitamos tanto el dinero?
—Bueno, creo que no tengo que preguntarte si has notado que estamos
teniendo problemas de dinero —dijo.
—Mamá, ¿por qué no le pides a papá que vuelva a trabajar? —Dije, pero ella
no respondió, sólo movió la cabeza, silenciándome cuando papá llamó:
―¿Sharon?‖ desde el final del pasillo que daba a la parte principal del centro
comercial.
—Tengo que irme —dijo, y fue a encontrarse con papá. Los dos hablaron
brevemente, lo suficientemente lejos como para que no los pudiera oír, y
cuando papá volvió, me dijo que me tome un descanso.
—¿Mamá te dijo por qué está aquí? Porque no me parece justo que tenga que
conseguir otro trabajo para que tú puedas estar aquí con estos estúpidos... —
Me callé, avergonzada por la conmoción y el dolor en sus ojos—. Papá, yo…
— ________, por favor, vete a tomar un descanso —dijo, y su sonrisa era tan
terriblemente falsa que prácticamente me escapé de la cabina.
Me sentí mal por haberlo disgustado, pero yo estaba enojada también. Yo no
le pedía a él que se enamorara de unas estúpidas vitaminas. Yo no le pedía
que trabajar en el centro comercial. Yo no le pedía que las cosas se pudieran
tan mal que la abuela tuviera que venir.
Por una vez, yo deseaba que él y mamá fueran la clase de padres que se
gritaban unos a otros. Pero papá era incapaz de enojarse, y cada vez que
mamá se enojaba con él, siempre lo hablaban en privado, y peor aún, se
comportaban como que si todo estaba bien en frente de mí y de Todd.
Fui al puesto de comida rápida, pero no tenía ganas de estar allí rodeada de
gente con bolsas de compras y refrescos que en realidad se divertían en el
centro comercial. Sólo me hacía pensar acerca de cómo el centro comercial
era el último lugar donde quería estar.
Salí de allí, donde las luces de neón el patio de comidas daban de sombras
brillantes, y entonces vi a Joe . Estaba en su uniforme de Deportes Shack,
devorando una hamburguesa como si no hubiera comido en todo el día.
Tenía un poco de mostaza justo encima de su labio superior, y cuando me
vio, se lo quitó con la lengua, tragando su último bocado, y luego me miró,
con las luces del puesto de comidas dándole extraños colores a su rostro.
La forma en que me miraba me hizo pensar en antes, y me llevé una mano en
mi cuello. Su beso no había dejado una marca, pero juro que todavía lo
sentía. Me sonrió entonces, como si supiera lo que estaba pensando; y no sé
qué tenía esa sonrisa, pero cuando la vi, la escuela y mis padres y Anna, y las
vitaminas y todo lo demás no importaban. Ni siquiera podía pensar en nada
de eso.
Y me gustó esa sensación. Me gustó mucho.
Yo quería sentir eso de nuevo, de hecho, y cuando él me dijo: ―Hey ______, del
mismo modo en que lo había hecho por la mañana, yo le dije: —Tengo que
volver a trabajar, pero voy a estar en nuestro armario de almacenamiento,
detrás de Toy World, en unos diez minutos.
Me miró, sus ojos imposibles de leer, pero por la forma en que se había
quedado congelado, sabía que lo había sorprendido.
Entonces éramos dos los sorprendidos.
No podía creer lo que acababa de decir. Yo nunca hacía cosas así, nunca.
Anna era la que tenía ideas y que nunca tenía miedo de decir lo que pensaba.
Anna era la que se atrevía a hacer cosas, la que me convenció de ponerme
agujeros en las orejas, aunque yo estaba realmente asustada, ella era la que
se había convertido a sí misma en otra persona. Yo me limitaba a seguirla,
feliz de ir a donde ella quisiera ir. Y entonces ella se había ido, y yo me había
vuelto más callada, más encerrada en mí misma. Supongo que ese beso con
Joe había destruido parte de mi cerebro.
O, en el fondo, yo realmente quería un momento como el que había tenido la
noche anterior. Yo quería besarlo de nuevo.
Pero cuando volvía a entrar al centro comercial, esa dosis momentánea de lo
que sea que me había hecho hablar con él, como que se perdió, y después de
varios minutos de estar pie en el pasillo que conducía a nuestro espacio de
almacenamiento, me apoyé en la pared y suspiré.
Yo no podía hacerlo. Fue un error, y lo sabía. Tenía que volver al trabajo.
Además, ¿cuáles eran las probabilidades de que él incluso se apareciera?
Bajas. Inexistentes incluso, porque cuando mi papá me envió a coger botellas
de los geles de ajo que quería exhibir un par de minutos después de volver a
la cabina, Joe no estaba allí.
La decepción se apoderó de mí, y me dije que estaba siendo estúpida, que yo
sabía que él no se presentaría.
Pero me sentía decepcionada de todos modos.
Miré los estantes que papá había apilado llenos de vitaminas, y comencé a
excavar en busca de los geles de ajo. Encontré una caja de ellos en la parte de
atrás y la saqué, resoplando ante el peso.
Oí un ruido, miré por encima de mi hombro, y luego casi dejo caer la caja.
Joe estaba de pie un poco más atrás de mí, apoyado contra la pared, como si
estuviera tratando de parecer relajado, pero no lo lograra del todo. Me miró
mientras luchaba para colocar la caja en otro estante abarrotado, sin ofrecer
su ayuda, y el impulso abrumador que había sentido por darle un beso
comenzó a parecer mucho menos abrumador.
—No te preocupes, estoy bien —le dije.
—Como si fueras a permitir que te ayude —dijo, dando un paso hacia mí—.
Además, ahora se supone que debería estar contando los cordones de mis
zapatos en nuestro lugar de almacenamiento. Supongo que ahora voy a tener
que quedarme hasta tarde para hacerlo.
—Yo no te pedí que vinieras .
—Yo no dije que lo hubieras hecho. —Dio otro paso hacia mí.
—Bien —dije, pero mi voz salió muy tambaleante y suave.
Entonces él me besó. Tocó los lados de mi cara, mi cuello, y luego puso sus
manos en la parte baja de mi espalda, acercándome a él, y todo mi cuerpo
ardió. Él sabía como a canela, lo que me sorprendió porque lo había visto
comer una hamburguesa, y entonces me di cuenta de que debe de haber
comido una menta o algo y eso sólo... me derritió.
Podría haberlo besado por siempre, creo, pero una vez más, las vitaminas me
arruinaban la vida. La puerta del pasillo se abrió y Papá gritó: — ________, ¿has
encontrado los geles de ajo?
Salté como si él estuviera junto a nosotros, y Joe me tocó el hombro,
susurrando: —Tu papá, ¿verdad?
—Sí, me tengo que ir. —Traté de fingir que no me había dado cuenta de que
el hecho que él me susurrara al oído me había dado piel de gallina, y me
marché antes de que él pudiera notarlo. O decir algo.
Podría decir que no sé por qué me alejé así de nuevo, pero eso sería una
mentira. Me alejé para poder ser la que se iba, y me fui para no tener que ver
cómo él se iba primero.
—Alcánzamelas —dijo papá cuando llegué hasta él, y parpadeé antes de
recordar que tenía que traer las vitaminas.
—¿Por qué no estás en la cabina? —Le dije, con la esperanza de cambiar de
tema—. Quiero decir, ¿no me dijiste que alguien siempre tiene que estar allí
durante las horas de centro comercial?
Papá se ruborizó. —Bueno, se hace algo aburrido allí a veces, y te fuiste por
un tiempo. —Me miró—. No las encontraste, ¿verdad?
Sacudí la cabeza, y él se fue a buscar las vitaminas. Me senté en la cabina y
me pregunté qué demonios había sucedido. Básicamente, le había pedido a
Joe que me besara. ¿Por qué había hecho eso? ¿En qué había estado
pensando?
No había estado pensando. Ese era el problema.
Yo no podría hacer frente a la escuela, por miedo de que Joe podría decir
algo, y también por miedo a que no dijera nada, y en la mañana traté de
convencer a mamá que estaba enferma. Aunque me levanté cuando ella dijo
que la abuela se quedaría en casa conmigo y, antes de darme cuenta, estaba
en camino al primer período, temiendo lo que iba a suceder.
Sólo que no pasó nada.
Entré a clase y Joe estaba hablando con Jennifer M., sonriendo y asintiendo
con la cabeza y sin notarme para nada. Quería golpearla. Y a él. Y luego
volver a casa y pasar el día comiendo helado.
Era una sensación muy angustiante.
—¿Pudiste entender la lectura? —Jennifer S. me preguntó cuando me senté.
La miré, totalmente sin importarme que Joe seguía hablando con Jennifer M.
De hecho, yo esperaba que ellos dos se juntaran. Su locamente celoso novio,
que jugaba al fútbol y tenía un cuello del tamaño de mi pierna, lo rompería a
Joe por la mitad.
—Más o menos —le dije, y Joe miró por encima de su hombro a mí entonces,
haciendo clic con su bolígrafo una y otra vez muy rápido. Por un segundo,
pensé que parecía nervioso.
—Así que... lo de anoche —dijo, y tan pronto como lo hizo, yo sabía lo que
venía. El discurso de: ―Mira, anoche estaba borracho/en un lugar realmente
malo/etc., y yo no te veo de esa forma‖. Yo había oído a Todd decirlo un
millón de veces, y siempre empezaba así.
Yo no quería escucharlo ahora, en especial no delante de todos.
—No me importa, sólo deja de hacer clic con el bolígrafo, ¿vale? —Dije, y
volví a mirar a Jennifer S—. ¿Tú la entendiste?
—Todo lo que recuerdo es que cuando la gente tiene ciertos tipos de anemia,
terminan comiendo cosas como pintura.
—Y tierra —dijo Joe , metiéndose como siempre. Me miró de nuevo—. ¿No te
importa? —Casi parecía herido.
—Sí. No me importa, así que por favor ahórrame el discurso.
—¿Discurso?
—¿Qué eres, un eco?
Me miró por un momento, y luego sonrió igual que la noche anterior. —¿Qué
clase de discurso se supone que debo hacer?
Nerviosa, miré mi escritorio, y me quedé mirándolo hasta que comenzó la
clase.
Por supuesto, terminó siendo día de grupos. Y adivina quién estaba en mi
grupo…
Correcto. Jennifer M., con quien seguía teniendo sentimientos residuales de
odio irracional; Kim, quien en realidad pensaba que ser el tesorero del
consejo estudiantil significaba algo y gastaba todo su tiempo en debatir
acerca de películas antiguas de la década de 1980; y Joe .
—Pero ya no hay robots asesinos, Kim —dijo Jennifer cuando él finalmente
hizo una pausa para tomar un respiro en mitad de su discusión sobre alguna
película que nadie más que él y un montón de gente vieja jamás habían visto.
Se volvió hacia mí—. Vamos a concentrarnos en la lectura. ________, ¿qué piensas
de la sección sobre la tipificación de la sangre?
Yo lo había leído la noche anterior, mientras me preocupaba acerca de lo que
había sucedido con Joe , y no recordaba nada al respecto. —Pensé que era...
Bueno, era interesante. ¿Qué te parece a ti?
Jennifer suspiró. —No lo leíste, ¿no? Joe , por favor dime que tú lo leíste. No
te preocupes, sé que lo hiciste. ¿Qué te pareció lo de la sangre?
Casi pude oír sus pestañas revoloteando. Me acordé que yo salía con ella, y
que, además de una tendencia a pelearse con Jennifer S. y T. unas contra
otras, no era tan mala. ¿Y quién quería a Joe de todos modos?
No hice caso de la pequeña voz dentro de mí que decía: ―¡Yo!‖
—Creo que es realmente complejo —dijo Joe —. Pasaron un montón de
cosas, ¿sabes?
—Absolutamente —dijo Jennifer—. Te refieres a cómo los tipos de sangre
fueron descubiertos, ¿verdad?
—Claro. La evolución de todo —dijo Joe .
Muy bien ¿cómo es que ella no se daba cuenta que claramente él no había
hecho la lectura tampoco? Me aclaré la garganta, y él me miró, sonrió otra
vez, y luego miró a Jennifer.
—Wow, ¿estas son tus notas? Incluso has resaltado algunas partes… Sí, eso
exactamente en lo que estaba pensando. Tienes que hablar de todo esto
cuando nos llamen.
—¿En serio? ¿Crees que está bien? —Jennifer dijo, y miró a Jennifer T., que
estaba hablando con Jennifer S.
Mientras ella estaba distraída, Joe se inclinó hacia mí. – Tienes que mejorar
tus habilidades para mentir —susurró.
—¡Oh, por favor! Si yo tuviera hoyuelos y pretendiera que todo lo que digo es
interesante, ella estaría encima de mí también —le susurré.
Se echó a reír. —¿Así que estás diciendo que eres inmune al encanto de Joe
Jonas?
—Definitivamente soy inmune a cualquier cosa que tú llamas ―encanto de
Joe Jonas‖, perdedor.
Se estiró, sin dejar de sonreír. Su camiseta se subió, mostrando un poco de
su estómago, y vi a Jennifer girarse y mirar ese pequeño trozo de piel como
si hubiera sido hipnotizada. Honestamente, es tan triste la forma en que
algunas chicas se ponen totalmente estúpidas por…
Volvió a acomodarse la camisa hacia abajo, y me miró mientras lo observaba,
sonriendo una sonrisa lenta que hizo que me dieran ganas de golpearlo. Y
luego besarlo.
Me guiñó el ojo y me dejé caer de nuevo en mi silla.
Estúpido Joe . Estúpida yo.
bastante desierto. Papá fue a comprarse un café, y mamá llegó justo después
que se fuera.
—Acabas de desencontrarte con papá —le dije—. Salió en busca de café.
Ella no pareció sorprenderse. —Entonces, ¿cómo van las cosas?
—Lentas. Además, papá le dio a Todd cincuenta dólares para una audición
que afirma tener, pero apuesto a que Todd sólo va a…
— ________ —dijo con su voz de alerta—, ¿no estás un poco grande para esto?
—¿No es Todd un poco grande para vivir en casa?
Ella suspiró. —Cuando te pregunté cómo estaban las cosas, quise decir
contigo. Has sido muy callada sobre todo últimamente. Yo no sé cómo van
las clases, o si estás saliendo con alguien…
—Mamá, por favor. ¿Me veo como el tipo de chica con la que los chicos
quieren salir?
—Sí —dijo ella, como si le hubiera hecho la pregunta más estúpida del
mundo, y miré hacia abajo al piso para no hacer algo vergonzoso, como
abrazarla en público.
—La escuela está bien —murmuré—. Y no hay ningún muchacho.
—¿Qué hay de Anna?
—La vi hoy.
Mamá y papá sabían lo que había sucedido con Anna, más o menos. Les dije
que no nos estábamos hablando mucho ahora, y que ella tenía un novio. Hay
algunas cosas que no puedes decirle a tus padres, y ―hey, mi mejor amiga
piensa que soy una perdedora‖ es una de ellas. Ellos piensan que ese tipo de
cosas no son posibles, lo cual es dulce, pero equivocado.
—Eso es bueno. Me pareció ver al novio ese de ella el otro día, pero estaba
con una pelirroja, así que supongo que no era él. —Su estómago rugió, y ella
se sonrojó.
—¿Tienes hambre, mamá?
Ella suspiró de nuevo. —Cuando llegué a casa esta noche, hice la cena, y la
primera cosa que mamá, la abuela, me dijo fue: ―Cariño, ya no tienes veinte
años, así que no comas como si los tuvieras‖. Había estado esperando por
unos macarrones con queso todo el día, y ella me los arruinó.
—Lo siento —dije, y apoyé la cabeza sobre su hombro durante un segundo.
Pobre mamá. La abuela era molesta, pero no era mi madre—. Deberías
encontrar a papá y beber un café con él.
—No puedo. Tengo una entrevista.
—¿Entrevista?
—Para vender cosméticos en la tienda de departamentos en la que papá tiene
prohibido entrar —dijo, y me dio una sonrisa débil—. Si consigo el trabajo,
tendrá que entrar a escondidas a visitarme. ¿Lo puedes ver haciendo eso?
Por desgracia, sí podía. —Pero ¿por qué quieres trabajar allí cuando ya tienes
un...? Oh. Estás buscando un segundo empleo. ¿Necesitamos tanto el dinero?
—Bueno, creo que no tengo que preguntarte si has notado que estamos
teniendo problemas de dinero —dijo.
—Mamá, ¿por qué no le pides a papá que vuelva a trabajar? —Dije, pero ella
no respondió, sólo movió la cabeza, silenciándome cuando papá llamó:
―¿Sharon?‖ desde el final del pasillo que daba a la parte principal del centro
comercial.
—Tengo que irme —dijo, y fue a encontrarse con papá. Los dos hablaron
brevemente, lo suficientemente lejos como para que no los pudiera oír, y
cuando papá volvió, me dijo que me tome un descanso.
—¿Mamá te dijo por qué está aquí? Porque no me parece justo que tenga que
conseguir otro trabajo para que tú puedas estar aquí con estos estúpidos... —
Me callé, avergonzada por la conmoción y el dolor en sus ojos—. Papá, yo…
— ________, por favor, vete a tomar un descanso —dijo, y su sonrisa era tan
terriblemente falsa que prácticamente me escapé de la cabina.
Me sentí mal por haberlo disgustado, pero yo estaba enojada también. Yo no
le pedía a él que se enamorara de unas estúpidas vitaminas. Yo no le pedía
que trabajar en el centro comercial. Yo no le pedía que las cosas se pudieran
tan mal que la abuela tuviera que venir.
Por una vez, yo deseaba que él y mamá fueran la clase de padres que se
gritaban unos a otros. Pero papá era incapaz de enojarse, y cada vez que
mamá se enojaba con él, siempre lo hablaban en privado, y peor aún, se
comportaban como que si todo estaba bien en frente de mí y de Todd.
Fui al puesto de comida rápida, pero no tenía ganas de estar allí rodeada de
gente con bolsas de compras y refrescos que en realidad se divertían en el
centro comercial. Sólo me hacía pensar acerca de cómo el centro comercial
era el último lugar donde quería estar.
Salí de allí, donde las luces de neón el patio de comidas daban de sombras
brillantes, y entonces vi a Joe . Estaba en su uniforme de Deportes Shack,
devorando una hamburguesa como si no hubiera comido en todo el día.
Tenía un poco de mostaza justo encima de su labio superior, y cuando me
vio, se lo quitó con la lengua, tragando su último bocado, y luego me miró,
con las luces del puesto de comidas dándole extraños colores a su rostro.
La forma en que me miraba me hizo pensar en antes, y me llevé una mano en
mi cuello. Su beso no había dejado una marca, pero juro que todavía lo
sentía. Me sonrió entonces, como si supiera lo que estaba pensando; y no sé
qué tenía esa sonrisa, pero cuando la vi, la escuela y mis padres y Anna, y las
vitaminas y todo lo demás no importaban. Ni siquiera podía pensar en nada
de eso.
Y me gustó esa sensación. Me gustó mucho.
Yo quería sentir eso de nuevo, de hecho, y cuando él me dijo: ―Hey ______, del
mismo modo en que lo había hecho por la mañana, yo le dije: —Tengo que
volver a trabajar, pero voy a estar en nuestro armario de almacenamiento,
detrás de Toy World, en unos diez minutos.
Me miró, sus ojos imposibles de leer, pero por la forma en que se había
quedado congelado, sabía que lo había sorprendido.
Entonces éramos dos los sorprendidos.
No podía creer lo que acababa de decir. Yo nunca hacía cosas así, nunca.
Anna era la que tenía ideas y que nunca tenía miedo de decir lo que pensaba.
Anna era la que se atrevía a hacer cosas, la que me convenció de ponerme
agujeros en las orejas, aunque yo estaba realmente asustada, ella era la que
se había convertido a sí misma en otra persona. Yo me limitaba a seguirla,
feliz de ir a donde ella quisiera ir. Y entonces ella se había ido, y yo me había
vuelto más callada, más encerrada en mí misma. Supongo que ese beso con
Joe había destruido parte de mi cerebro.
O, en el fondo, yo realmente quería un momento como el que había tenido la
noche anterior. Yo quería besarlo de nuevo.
Pero cuando volvía a entrar al centro comercial, esa dosis momentánea de lo
que sea que me había hecho hablar con él, como que se perdió, y después de
varios minutos de estar pie en el pasillo que conducía a nuestro espacio de
almacenamiento, me apoyé en la pared y suspiré.
Yo no podía hacerlo. Fue un error, y lo sabía. Tenía que volver al trabajo.
Además, ¿cuáles eran las probabilidades de que él incluso se apareciera?
Bajas. Inexistentes incluso, porque cuando mi papá me envió a coger botellas
de los geles de ajo que quería exhibir un par de minutos después de volver a
la cabina, Joe no estaba allí.
La decepción se apoderó de mí, y me dije que estaba siendo estúpida, que yo
sabía que él no se presentaría.
Pero me sentía decepcionada de todos modos.
Miré los estantes que papá había apilado llenos de vitaminas, y comencé a
excavar en busca de los geles de ajo. Encontré una caja de ellos en la parte de
atrás y la saqué, resoplando ante el peso.
Oí un ruido, miré por encima de mi hombro, y luego casi dejo caer la caja.
Joe estaba de pie un poco más atrás de mí, apoyado contra la pared, como si
estuviera tratando de parecer relajado, pero no lo lograra del todo. Me miró
mientras luchaba para colocar la caja en otro estante abarrotado, sin ofrecer
su ayuda, y el impulso abrumador que había sentido por darle un beso
comenzó a parecer mucho menos abrumador.
—No te preocupes, estoy bien —le dije.
—Como si fueras a permitir que te ayude —dijo, dando un paso hacia mí—.
Además, ahora se supone que debería estar contando los cordones de mis
zapatos en nuestro lugar de almacenamiento. Supongo que ahora voy a tener
que quedarme hasta tarde para hacerlo.
—Yo no te pedí que vinieras .
—Yo no dije que lo hubieras hecho. —Dio otro paso hacia mí.
—Bien —dije, pero mi voz salió muy tambaleante y suave.
Entonces él me besó. Tocó los lados de mi cara, mi cuello, y luego puso sus
manos en la parte baja de mi espalda, acercándome a él, y todo mi cuerpo
ardió. Él sabía como a canela, lo que me sorprendió porque lo había visto
comer una hamburguesa, y entonces me di cuenta de que debe de haber
comido una menta o algo y eso sólo... me derritió.
Podría haberlo besado por siempre, creo, pero una vez más, las vitaminas me
arruinaban la vida. La puerta del pasillo se abrió y Papá gritó: — ________, ¿has
encontrado los geles de ajo?
Salté como si él estuviera junto a nosotros, y Joe me tocó el hombro,
susurrando: —Tu papá, ¿verdad?
—Sí, me tengo que ir. —Traté de fingir que no me había dado cuenta de que
el hecho que él me susurrara al oído me había dado piel de gallina, y me
marché antes de que él pudiera notarlo. O decir algo.
Podría decir que no sé por qué me alejé así de nuevo, pero eso sería una
mentira. Me alejé para poder ser la que se iba, y me fui para no tener que ver
cómo él se iba primero.
—Alcánzamelas —dijo papá cuando llegué hasta él, y parpadeé antes de
recordar que tenía que traer las vitaminas.
—¿Por qué no estás en la cabina? —Le dije, con la esperanza de cambiar de
tema—. Quiero decir, ¿no me dijiste que alguien siempre tiene que estar allí
durante las horas de centro comercial?
Papá se ruborizó. —Bueno, se hace algo aburrido allí a veces, y te fuiste por
un tiempo. —Me miró—. No las encontraste, ¿verdad?
Sacudí la cabeza, y él se fue a buscar las vitaminas. Me senté en la cabina y
me pregunté qué demonios había sucedido. Básicamente, le había pedido a
Joe que me besara. ¿Por qué había hecho eso? ¿En qué había estado
pensando?
No había estado pensando. Ese era el problema.
Yo no podría hacer frente a la escuela, por miedo de que Joe podría decir
algo, y también por miedo a que no dijera nada, y en la mañana traté de
convencer a mamá que estaba enferma. Aunque me levanté cuando ella dijo
que la abuela se quedaría en casa conmigo y, antes de darme cuenta, estaba
en camino al primer período, temiendo lo que iba a suceder.
Sólo que no pasó nada.
Entré a clase y Joe estaba hablando con Jennifer M., sonriendo y asintiendo
con la cabeza y sin notarme para nada. Quería golpearla. Y a él. Y luego
volver a casa y pasar el día comiendo helado.
Era una sensación muy angustiante.
—¿Pudiste entender la lectura? —Jennifer S. me preguntó cuando me senté.
La miré, totalmente sin importarme que Joe seguía hablando con Jennifer M.
De hecho, yo esperaba que ellos dos se juntaran. Su locamente celoso novio,
que jugaba al fútbol y tenía un cuello del tamaño de mi pierna, lo rompería a
Joe por la mitad.
—Más o menos —le dije, y Joe miró por encima de su hombro a mí entonces,
haciendo clic con su bolígrafo una y otra vez muy rápido. Por un segundo,
pensé que parecía nervioso.
—Así que... lo de anoche —dijo, y tan pronto como lo hizo, yo sabía lo que
venía. El discurso de: ―Mira, anoche estaba borracho/en un lugar realmente
malo/etc., y yo no te veo de esa forma‖. Yo había oído a Todd decirlo un
millón de veces, y siempre empezaba así.
Yo no quería escucharlo ahora, en especial no delante de todos.
—No me importa, sólo deja de hacer clic con el bolígrafo, ¿vale? —Dije, y
volví a mirar a Jennifer S—. ¿Tú la entendiste?
—Todo lo que recuerdo es que cuando la gente tiene ciertos tipos de anemia,
terminan comiendo cosas como pintura.
—Y tierra —dijo Joe , metiéndose como siempre. Me miró de nuevo—. ¿No te
importa? —Casi parecía herido.
—Sí. No me importa, así que por favor ahórrame el discurso.
—¿Discurso?
—¿Qué eres, un eco?
Me miró por un momento, y luego sonrió igual que la noche anterior. —¿Qué
clase de discurso se supone que debo hacer?
Nerviosa, miré mi escritorio, y me quedé mirándolo hasta que comenzó la
clase.
Por supuesto, terminó siendo día de grupos. Y adivina quién estaba en mi
grupo…
Correcto. Jennifer M., con quien seguía teniendo sentimientos residuales de
odio irracional; Kim, quien en realidad pensaba que ser el tesorero del
consejo estudiantil significaba algo y gastaba todo su tiempo en debatir
acerca de películas antiguas de la década de 1980; y Joe .
—Pero ya no hay robots asesinos, Kim —dijo Jennifer cuando él finalmente
hizo una pausa para tomar un respiro en mitad de su discusión sobre alguna
película que nadie más que él y un montón de gente vieja jamás habían visto.
Se volvió hacia mí—. Vamos a concentrarnos en la lectura. ________, ¿qué piensas
de la sección sobre la tipificación de la sangre?
Yo lo había leído la noche anterior, mientras me preocupaba acerca de lo que
había sucedido con Joe , y no recordaba nada al respecto. —Pensé que era...
Bueno, era interesante. ¿Qué te parece a ti?
Jennifer suspiró. —No lo leíste, ¿no? Joe , por favor dime que tú lo leíste. No
te preocupes, sé que lo hiciste. ¿Qué te pareció lo de la sangre?
Casi pude oír sus pestañas revoloteando. Me acordé que yo salía con ella, y
que, además de una tendencia a pelearse con Jennifer S. y T. unas contra
otras, no era tan mala. ¿Y quién quería a Joe de todos modos?
No hice caso de la pequeña voz dentro de mí que decía: ―¡Yo!‖
—Creo que es realmente complejo —dijo Joe —. Pasaron un montón de
cosas, ¿sabes?
—Absolutamente —dijo Jennifer—. Te refieres a cómo los tipos de sangre
fueron descubiertos, ¿verdad?
—Claro. La evolución de todo —dijo Joe .
Muy bien ¿cómo es que ella no se daba cuenta que claramente él no había
hecho la lectura tampoco? Me aclaré la garganta, y él me miró, sonrió otra
vez, y luego miró a Jennifer.
—Wow, ¿estas son tus notas? Incluso has resaltado algunas partes… Sí, eso
exactamente en lo que estaba pensando. Tienes que hablar de todo esto
cuando nos llamen.
—¿En serio? ¿Crees que está bien? —Jennifer dijo, y miró a Jennifer T., que
estaba hablando con Jennifer S.
Mientras ella estaba distraída, Joe se inclinó hacia mí. – Tienes que mejorar
tus habilidades para mentir —susurró.
—¡Oh, por favor! Si yo tuviera hoyuelos y pretendiera que todo lo que digo es
interesante, ella estaría encima de mí también —le susurré.
Se echó a reír. —¿Así que estás diciendo que eres inmune al encanto de Joe
Jonas?
—Definitivamente soy inmune a cualquier cosa que tú llamas ―encanto de
Joe Jonas‖, perdedor.
Se estiró, sin dejar de sonreír. Su camiseta se subió, mostrando un poco de
su estómago, y vi a Jennifer girarse y mirar ese pequeño trozo de piel como
si hubiera sido hipnotizada. Honestamente, es tan triste la forma en que
algunas chicas se ponen totalmente estúpidas por…
Volvió a acomodarse la camisa hacia abajo, y me miró mientras lo observaba,
sonriendo una sonrisa lenta que hizo que me dieran ganas de golpearlo. Y
luego besarlo.
Me guiñó el ojo y me dejé caer de nuevo en mi silla.
Estúpido Joe . Estúpida yo.
Fast Life'
Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
Capítulo 14
El trabajo fue bien, estuve en nuestra cabina todo el tiempo, incluso cené
allí. Papá dijo que incluso admiró mi dedicación y me preguntó si quería
limpiar nuestra zona del almacén.
—Después de todo, tú has tenido una buena mirada a ello ahora ¿no? —dijo
él, y yo dije ―claro‖, tratando de no ruborizarme.
Otra vez en el pasillo, con filas con cajas y cajas de vitaminas Perfect You,
traté de ponerlas en un tipo de orden y no pensé en Joe . No me pregunté si
él estaba trabajando. No me pregunté en qué estaba pensando, ni si él estaba
pensando en mí.
Bueno No mucho, de todas formas.
Por la mañana, me levanté antes de que sonara la alarma porque mamá
estaba discutiendo con la abuela. Me levanté y abrí la puerta un poco, para
poder echarles una ojeada. Mamá estaba de pie en la puerta del baño, que
estaba abierta lo justo para yo poder ver a la abuela peinándose el pelo.
—O sea que lo que estás diciendo es que estoy sola como siempre, —dijo
mama. Su voz era bajita, apenas un susurro. Al principio pensaba que era
porque no quería que Todd o yo lo oyéramos, pero entonces se paso una
mano por sus ojos y me di cuenta de que estaba tratando de no llorar.
—Cariño, no voy ni a responder a eso. Estoy aquí, ¿no? quiero ayudar. —La
abuela cogió mi cepillo del pelo le hizo una mueca y luego cogió el suyo.
—¿Y cómo vas a hacer eso? Te dije lo que necesitábamos la otra noche,
dijiste que lo tenías que pensar, y ahora me has dicho ―no‖.
—Eso no es lo que he dicho. He dicho que te ayudaría.
—¿Qué significa eso?
—Significa que no es mi trabajo salvarte de las decisiones de tu marido. Has
decidido quedarte con él, vives con lo que él hace. ¿No te suena eso familiar
cariño?
—O sea, ¿esto es realmente de papá y algo que te dije a ti antes de ir a la
universidad? Tú no puedes estar comparando a Steve y a él seriamente,
mamá, y estoy segura de que no me estás diciendo que soy como tú.
—No, tú dejaste eso muy claro cuando te fuiste. Y entonces no nos dijiste ni
una palabra a tu padre o a mí hasta que te graduaste sin un trabajo y con una
montaña de préstamos de estudiantes.
Mamá se estremeció. —Eso no es justo. Volví a casa porque leí que papá
estaba enfermo, no porque quisiese dinero. Nunca te he pedido nada, pero la
vida que Steve y yo hemos construido... estamos en peligro de perderla.
—No si él consigue un empleo.
— Él tiene un trabajo.
—Oh, Sharon, por favor. Te casaste con un niño y, sinceramente, es el
momento de que crezca. Te ayudaré, pero claramente no voy a mantener la
absurda fantasía de Steve.
—No tienes ni idea de lo que estás hablando. Steve es asombroso. Él es en
realidad cariñoso, y haría lo que fuese por mí o por los niños.
—¿Lo haría? —dijo la abuela, y vi cómo mamá miraba al suelo, su cara
poniéndose oscura, y cambiando a rojo.
—Como iba diciendo, si hago lo que me has pedido, esto sólo retrasaría lo
inevitable. El pequeño sueño de Steve es sólo eso, cariño, un sueño, y
posponiendo que se despierte por un par de meses o incluso un año no
cambia nada. Te ayudaré, pero todo lo que te pido es que pienses sobre lo
que te dije. Un matrimonio no se supone que tiene que...
—Ya está bien —mamá dijo, mirando a la abuela. Su cara estaba todavía
colorada pero su voz era fría—. Quédate con tu dinero. No me importa
trabajar aunque no me guste alguna gente, y sé más del matrimonio de lo
que tú sabrás nunca.
—Cariño, eso es un poco melodramático, incluso para ti, y yo pienso que las
dos sabemos que yo sé mucho del matrimonio. He sobrevivido al mío
después de todo.
Mamá cogió aire y lo soltó lentamente, y después dijo: —No hay ningún
punto en que tú te quedes aquí por más tiempo.
—¿Quieres que me vaya? —la abuela parecía sorprendida, extrañamente,
dañada. No pensaba que eso fuese posible.
—Sí, mamá, lo quiero. Quiero que te vayas en cuanto sea posible, y si vuelvo
a ser lo suficiente estúpida para pedirte algo alguna vez, sólo pretende que
soy una niña. No podrás enviarme a un internado como lo hiciste entonces,
pero tendría que ser lo suficientemente fácil para ti ignorarme.
—Cariño...
—No quiero oírlo, mamá.
—¿Cómo crees que hubiese sido la vida si no te hubiese mandado fuera? —
dijo la abuela—. ¿Crees que tu padre hubiese dejado las pequeñas pastillas
azules? ¿Tú crees que él hubiese estado más alrededor, o notado a alguna de
nosotras? ¿Crees que yo en cambio habría sido una persona mejor? ¿Una
madre mejor? Alejarte de esa casa fue lo menos egoísta que jamás he hecho.
—La única cosa —mamá dijo, pero su voz estaba temblando.
—Puede que tengas razón —dijo la abuela—. Pero aun así, no mantendré a
Steve y su ridículo esquema. Pero sí que te quiero ayudar cariño. No volveré a
mencionar lo que dije la otra noche, pero te daré el dinero suficiente para
este mes. No te quiero trabajando en dos trabajos, especialmente cuando uno
de ellos es vendiendo esos horribles cosméticos.
—¿Donde está el truco?
—Ningún truco. Sólo quiero ver a mi familia. ¿Es tan difícil de creer?
—Francamente, sí, pero viviré con ello. Una vez que el mes se haya ido,
podrías...
—Sí, cariño, lo entiendo. ―Gracias por el dinero, ahora vete‖.
Mamá sacudió la cabeza. —Mamá, tú tratando de ser la víctima... bueno, es
como yo tratando de vender un lápiz de ojos de 40 dólares.
—Oh, no soy tan mala en ello, cariño —dijo la abuela, y cerró la puerta del
baño.
Volví a la cama y me pregunté qué le habría dicho la abuela a mamá de papá
y su matrimonio. Tendría que haber sido realmente... bueno, típico de la
abuela. Con tal de que papá y sus vitaminas se fuesen, tenía que estar de
acuerdo con ella.
El sueño de papá era uno que no me importaba si se rompía.
En cambio, me encantaría que tuviese un trabajo de verdad otra vez.
Significaría que parte de mi vida volvería a ser como antes. Significaría no
volver a trabajar en el centro comercial, no más música ambiental o una
cabina diminuta o gente mirando a papá y sus vitaminas y luego mirando
hacia otro lado como si les avergonzara.
No, no habría nada que echaría de menos de trabajar en el centro comercial.
Bueno, una cosa. Una persona. Pero ya ha pasado, había terminado y eso era
todo.
Todavía, estaba aliviada de llegar al primer periodo y encontrar que Joe no
estaba en el colegio.
O al menos sentir que estaba aliviada. Realmente estaba un poco
decepcionada cuando andaba hacia clase y no le vi, pero la decepción podría
haber venido cuando tenía que encarar biología tan pronto en la mañana. O
porque tenía que oír a Jennifer M. hablando sobre su nuevo bolso, que era
tan molesto como sonaba.
No, estaba bastante segura que la decepción que sentía no tenía nada que ver
con Joe .
Entonces, Jennifer empezó a hablar de él.
—He oído que Joe no está aquí porque Mónica es una completa ruina y él no
puede lidiar con eso —ella dijo—. Ustedes sabían que estuvieron como juntos
por un tiempo, ¿verdad? Bueno, supuestamente ella fue a verle al trabajo la
otra noche, y él tenía un chupetón de otra chica. Quiero decir, sí, ellos no
estaban juntos más, pero aun así. Él siempre ha tenido a otra chica
esperando, ¿sabian?
Dibujé una caja pequeña en el borde de una hoja de mi cuaderno. Lo sé.
Todos sabían sobre Joe . Excepto Sam, que era tan popular que la conexión
con él requería un nivel social que casi nadie tenía.
Garabateé sobre la caja que había dibujado.
Jennifer M. se apoyó más cerca bajando la voz. —He oído que la otra chica es
una especie de chica rápida elegida al azar.
Qué halagadora. Dibujé otra caja y la rallé, pretendiendo que el papel era la
cara de Jennifer.
—Bueno es Joe —Jennifer T. dijo—. Él ha estado por lo menos con la mitad
del instituto, o sea quien está libre para él, ¿sabes? Me siento mal por Sam,
porque la gente a veces dice cosas sobre él y otras chicas, pero tú sabes que
es porque sale con Joe .
—Pero Joe no ha estado con casi ninguna este año —Jennifer S. dijo mirando
a Jennifer M.— Quiero decir, excepto Mónica, sólo le he visto con un par de
ellas más...
—Por favor —Jennifer T. dijo a Jennifer S., rodó los ojos hacia mí y luego
volvió a Jennifer M.—Como si tú supieses algo acerca de chicos. No eres
capaz ni de tener a uno mirándote. —Jennifer M. se rió, aunque se veía un
poco incómoda, y Jennifer S. apretujada, sentada con los hombros abajo en
su escritorio. Se veía como si fuese a llorar.
—Lo siento —le dijo a Jennifer T., que actuó como si no hubiese dicho nada y
empezó a hablar a Jennifer M.
Y ahí otra razón por la cual no salía con las Jennifers más. Anna nunca me
hacía sentirme mal por decir algo de la forma en la que las Jennifers algunas
veces me habían hecho sentir. Claro que Anna simplemente me ha dejado de
hablar.
Pero ella también me ha vuelto a hablar, de repente, y me ha dicho que me
echaba de menos.
A lo mejor podríamos ser amigas de nuevo. Quiero eso más que nada, y
pienso en eso durante mis primeras clases, me preguntaba si había algo que
yo pudiese hacer para hacer que Anna me volviese a hablar.
Fui al cuarto de baño después de comer, y pasé a Diane en la ida. Ella se
estaba yendo, y gritó: —Esa estúpida canción parece incluso decente cuando
tú la cantas, Anna —prácticamente gritando en mi oído y aún actuando como
si no me viera.
Anna estaba de pie frente a los lavabos. La miré mientras se miraba en el
espejo y después hice una mueca a su reflejo mientras ella jugaba con su
pelo, que estaba recogido atrás en un nudo hecho—para—parecer—
desordenado.
—Se ve genial —dijo la chica que estaba al lado de Anna, y me di cuenta de
que era Tara—. Y tú realmente hiciste que esa mierda de canción sonase
mejor. ¿Quieres venir a comer? No lo voy a hacer aquí hoy. —Miró alrededor
y, como Diane, miró a través de mí.
—Oh, creo que Diane se fue. Peor para ella. Mira, tengo antojo de comida
chica, así que estate en el aparcamiento en 5 minutos, ¿okay? —Se fue antes
de que Anna pudiese decir algo como respuesta.
Como si alguien alguna vez dijese que no a Tara.
—Mierda —Anna susurró, y se frunció el ceño a sí misma en el espejo—. Sólo
tengo tres dólares. ¿Cómo voy a pagar la comida?
¿Me estaba hablando a mí? Había otra persona en el baño, pero esta era
solamente un estudiante de primer año que pasó rozando por delante de
nosotros dos en cuanto Anna terminó de hablar, claramente atontada por
estar el mismo cuarto que Tara. Y Anna.
—¿Nos vemos igual que el año pasado? —Anna dijo, y ahora sabía que me
estaba hablando a mí.
—No te voy a dar dinero. —Me quedé sorprendida de lo firme que mi voz
sonó. Yo quería volver a hablar a Anna otra vez, pero no así.
—No te he pedido ninguno —dijo ella, sonando sorprendida y un poco
enfadada—. Sólo estaba diciendo que tengo 3 dólares. Mamá fue despedida
otra vez. Es como siempre que tiene un empleo y empieza a hablar de pedir
unas vacaciones, sé lo que va a venir.
No dije nada, pero debió de haber algo en mi cara, una expresión que Anna
conocía, porque ella añadió: —Ella todavía quiere ir a Chocolate Village. ¿Qué
pasa con ese sitio, y cuánto tiempo ha estado prometiéndome que me
llevaría?
—Chocolate gratis, y desde cuando quieres ir.
—Le dije de tratar y volver a coger clases en el colegio otra vez, pero ella...
—No lo hará.
—Sí. Ella dice que es muy vieja y que... bueno, tú sabes. —El timbre sonó y
ella saltó—. Oh, mierda, me tengo que ir. Tara odia esperar. Nos vemos, ______.
—Okay —dije, y esperé hasta que sabía que ella se había ido antes de girar
alrededor en un círculo sonriendo abiertamente. Anna me ha vuelto a hablar,
e incluso ha dicho que me vería después.
allí. Papá dijo que incluso admiró mi dedicación y me preguntó si quería
limpiar nuestra zona del almacén.
—Después de todo, tú has tenido una buena mirada a ello ahora ¿no? —dijo
él, y yo dije ―claro‖, tratando de no ruborizarme.
Otra vez en el pasillo, con filas con cajas y cajas de vitaminas Perfect You,
traté de ponerlas en un tipo de orden y no pensé en Joe . No me pregunté si
él estaba trabajando. No me pregunté en qué estaba pensando, ni si él estaba
pensando en mí.
Bueno No mucho, de todas formas.
Por la mañana, me levanté antes de que sonara la alarma porque mamá
estaba discutiendo con la abuela. Me levanté y abrí la puerta un poco, para
poder echarles una ojeada. Mamá estaba de pie en la puerta del baño, que
estaba abierta lo justo para yo poder ver a la abuela peinándose el pelo.
—O sea que lo que estás diciendo es que estoy sola como siempre, —dijo
mama. Su voz era bajita, apenas un susurro. Al principio pensaba que era
porque no quería que Todd o yo lo oyéramos, pero entonces se paso una
mano por sus ojos y me di cuenta de que estaba tratando de no llorar.
—Cariño, no voy ni a responder a eso. Estoy aquí, ¿no? quiero ayudar. —La
abuela cogió mi cepillo del pelo le hizo una mueca y luego cogió el suyo.
—¿Y cómo vas a hacer eso? Te dije lo que necesitábamos la otra noche,
dijiste que lo tenías que pensar, y ahora me has dicho ―no‖.
—Eso no es lo que he dicho. He dicho que te ayudaría.
—¿Qué significa eso?
—Significa que no es mi trabajo salvarte de las decisiones de tu marido. Has
decidido quedarte con él, vives con lo que él hace. ¿No te suena eso familiar
cariño?
—O sea, ¿esto es realmente de papá y algo que te dije a ti antes de ir a la
universidad? Tú no puedes estar comparando a Steve y a él seriamente,
mamá, y estoy segura de que no me estás diciendo que soy como tú.
—No, tú dejaste eso muy claro cuando te fuiste. Y entonces no nos dijiste ni
una palabra a tu padre o a mí hasta que te graduaste sin un trabajo y con una
montaña de préstamos de estudiantes.
Mamá se estremeció. —Eso no es justo. Volví a casa porque leí que papá
estaba enfermo, no porque quisiese dinero. Nunca te he pedido nada, pero la
vida que Steve y yo hemos construido... estamos en peligro de perderla.
—No si él consigue un empleo.
— Él tiene un trabajo.
—Oh, Sharon, por favor. Te casaste con un niño y, sinceramente, es el
momento de que crezca. Te ayudaré, pero claramente no voy a mantener la
absurda fantasía de Steve.
—No tienes ni idea de lo que estás hablando. Steve es asombroso. Él es en
realidad cariñoso, y haría lo que fuese por mí o por los niños.
—¿Lo haría? —dijo la abuela, y vi cómo mamá miraba al suelo, su cara
poniéndose oscura, y cambiando a rojo.
—Como iba diciendo, si hago lo que me has pedido, esto sólo retrasaría lo
inevitable. El pequeño sueño de Steve es sólo eso, cariño, un sueño, y
posponiendo que se despierte por un par de meses o incluso un año no
cambia nada. Te ayudaré, pero todo lo que te pido es que pienses sobre lo
que te dije. Un matrimonio no se supone que tiene que...
—Ya está bien —mamá dijo, mirando a la abuela. Su cara estaba todavía
colorada pero su voz era fría—. Quédate con tu dinero. No me importa
trabajar aunque no me guste alguna gente, y sé más del matrimonio de lo
que tú sabrás nunca.
—Cariño, eso es un poco melodramático, incluso para ti, y yo pienso que las
dos sabemos que yo sé mucho del matrimonio. He sobrevivido al mío
después de todo.
Mamá cogió aire y lo soltó lentamente, y después dijo: —No hay ningún
punto en que tú te quedes aquí por más tiempo.
—¿Quieres que me vaya? —la abuela parecía sorprendida, extrañamente,
dañada. No pensaba que eso fuese posible.
—Sí, mamá, lo quiero. Quiero que te vayas en cuanto sea posible, y si vuelvo
a ser lo suficiente estúpida para pedirte algo alguna vez, sólo pretende que
soy una niña. No podrás enviarme a un internado como lo hiciste entonces,
pero tendría que ser lo suficientemente fácil para ti ignorarme.
—Cariño...
—No quiero oírlo, mamá.
—¿Cómo crees que hubiese sido la vida si no te hubiese mandado fuera? —
dijo la abuela—. ¿Crees que tu padre hubiese dejado las pequeñas pastillas
azules? ¿Tú crees que él hubiese estado más alrededor, o notado a alguna de
nosotras? ¿Crees que yo en cambio habría sido una persona mejor? ¿Una
madre mejor? Alejarte de esa casa fue lo menos egoísta que jamás he hecho.
—La única cosa —mamá dijo, pero su voz estaba temblando.
—Puede que tengas razón —dijo la abuela—. Pero aun así, no mantendré a
Steve y su ridículo esquema. Pero sí que te quiero ayudar cariño. No volveré a
mencionar lo que dije la otra noche, pero te daré el dinero suficiente para
este mes. No te quiero trabajando en dos trabajos, especialmente cuando uno
de ellos es vendiendo esos horribles cosméticos.
—¿Donde está el truco?
—Ningún truco. Sólo quiero ver a mi familia. ¿Es tan difícil de creer?
—Francamente, sí, pero viviré con ello. Una vez que el mes se haya ido,
podrías...
—Sí, cariño, lo entiendo. ―Gracias por el dinero, ahora vete‖.
Mamá sacudió la cabeza. —Mamá, tú tratando de ser la víctima... bueno, es
como yo tratando de vender un lápiz de ojos de 40 dólares.
—Oh, no soy tan mala en ello, cariño —dijo la abuela, y cerró la puerta del
baño.
Volví a la cama y me pregunté qué le habría dicho la abuela a mamá de papá
y su matrimonio. Tendría que haber sido realmente... bueno, típico de la
abuela. Con tal de que papá y sus vitaminas se fuesen, tenía que estar de
acuerdo con ella.
El sueño de papá era uno que no me importaba si se rompía.
En cambio, me encantaría que tuviese un trabajo de verdad otra vez.
Significaría que parte de mi vida volvería a ser como antes. Significaría no
volver a trabajar en el centro comercial, no más música ambiental o una
cabina diminuta o gente mirando a papá y sus vitaminas y luego mirando
hacia otro lado como si les avergonzara.
No, no habría nada que echaría de menos de trabajar en el centro comercial.
Bueno, una cosa. Una persona. Pero ya ha pasado, había terminado y eso era
todo.
Todavía, estaba aliviada de llegar al primer periodo y encontrar que Joe no
estaba en el colegio.
O al menos sentir que estaba aliviada. Realmente estaba un poco
decepcionada cuando andaba hacia clase y no le vi, pero la decepción podría
haber venido cuando tenía que encarar biología tan pronto en la mañana. O
porque tenía que oír a Jennifer M. hablando sobre su nuevo bolso, que era
tan molesto como sonaba.
No, estaba bastante segura que la decepción que sentía no tenía nada que ver
con Joe .
Entonces, Jennifer empezó a hablar de él.
—He oído que Joe no está aquí porque Mónica es una completa ruina y él no
puede lidiar con eso —ella dijo—. Ustedes sabían que estuvieron como juntos
por un tiempo, ¿verdad? Bueno, supuestamente ella fue a verle al trabajo la
otra noche, y él tenía un chupetón de otra chica. Quiero decir, sí, ellos no
estaban juntos más, pero aun así. Él siempre ha tenido a otra chica
esperando, ¿sabian?
Dibujé una caja pequeña en el borde de una hoja de mi cuaderno. Lo sé.
Todos sabían sobre Joe . Excepto Sam, que era tan popular que la conexión
con él requería un nivel social que casi nadie tenía.
Garabateé sobre la caja que había dibujado.
Jennifer M. se apoyó más cerca bajando la voz. —He oído que la otra chica es
una especie de chica rápida elegida al azar.
Qué halagadora. Dibujé otra caja y la rallé, pretendiendo que el papel era la
cara de Jennifer.
—Bueno es Joe —Jennifer T. dijo—. Él ha estado por lo menos con la mitad
del instituto, o sea quien está libre para él, ¿sabes? Me siento mal por Sam,
porque la gente a veces dice cosas sobre él y otras chicas, pero tú sabes que
es porque sale con Joe .
—Pero Joe no ha estado con casi ninguna este año —Jennifer S. dijo mirando
a Jennifer M.— Quiero decir, excepto Mónica, sólo le he visto con un par de
ellas más...
—Por favor —Jennifer T. dijo a Jennifer S., rodó los ojos hacia mí y luego
volvió a Jennifer M.—Como si tú supieses algo acerca de chicos. No eres
capaz ni de tener a uno mirándote. —Jennifer M. se rió, aunque se veía un
poco incómoda, y Jennifer S. apretujada, sentada con los hombros abajo en
su escritorio. Se veía como si fuese a llorar.
—Lo siento —le dijo a Jennifer T., que actuó como si no hubiese dicho nada y
empezó a hablar a Jennifer M.
Y ahí otra razón por la cual no salía con las Jennifers más. Anna nunca me
hacía sentirme mal por decir algo de la forma en la que las Jennifers algunas
veces me habían hecho sentir. Claro que Anna simplemente me ha dejado de
hablar.
Pero ella también me ha vuelto a hablar, de repente, y me ha dicho que me
echaba de menos.
A lo mejor podríamos ser amigas de nuevo. Quiero eso más que nada, y
pienso en eso durante mis primeras clases, me preguntaba si había algo que
yo pudiese hacer para hacer que Anna me volviese a hablar.
Fui al cuarto de baño después de comer, y pasé a Diane en la ida. Ella se
estaba yendo, y gritó: —Esa estúpida canción parece incluso decente cuando
tú la cantas, Anna —prácticamente gritando en mi oído y aún actuando como
si no me viera.
Anna estaba de pie frente a los lavabos. La miré mientras se miraba en el
espejo y después hice una mueca a su reflejo mientras ella jugaba con su
pelo, que estaba recogido atrás en un nudo hecho—para—parecer—
desordenado.
—Se ve genial —dijo la chica que estaba al lado de Anna, y me di cuenta de
que era Tara—. Y tú realmente hiciste que esa mierda de canción sonase
mejor. ¿Quieres venir a comer? No lo voy a hacer aquí hoy. —Miró alrededor
y, como Diane, miró a través de mí.
—Oh, creo que Diane se fue. Peor para ella. Mira, tengo antojo de comida
chica, así que estate en el aparcamiento en 5 minutos, ¿okay? —Se fue antes
de que Anna pudiese decir algo como respuesta.
Como si alguien alguna vez dijese que no a Tara.
—Mierda —Anna susurró, y se frunció el ceño a sí misma en el espejo—. Sólo
tengo tres dólares. ¿Cómo voy a pagar la comida?
¿Me estaba hablando a mí? Había otra persona en el baño, pero esta era
solamente un estudiante de primer año que pasó rozando por delante de
nosotros dos en cuanto Anna terminó de hablar, claramente atontada por
estar el mismo cuarto que Tara. Y Anna.
—¿Nos vemos igual que el año pasado? —Anna dijo, y ahora sabía que me
estaba hablando a mí.
—No te voy a dar dinero. —Me quedé sorprendida de lo firme que mi voz
sonó. Yo quería volver a hablar a Anna otra vez, pero no así.
—No te he pedido ninguno —dijo ella, sonando sorprendida y un poco
enfadada—. Sólo estaba diciendo que tengo 3 dólares. Mamá fue despedida
otra vez. Es como siempre que tiene un empleo y empieza a hablar de pedir
unas vacaciones, sé lo que va a venir.
No dije nada, pero debió de haber algo en mi cara, una expresión que Anna
conocía, porque ella añadió: —Ella todavía quiere ir a Chocolate Village. ¿Qué
pasa con ese sitio, y cuánto tiempo ha estado prometiéndome que me
llevaría?
—Chocolate gratis, y desde cuando quieres ir.
—Le dije de tratar y volver a coger clases en el colegio otra vez, pero ella...
—No lo hará.
—Sí. Ella dice que es muy vieja y que... bueno, tú sabes. —El timbre sonó y
ella saltó—. Oh, mierda, me tengo que ir. Tara odia esperar. Nos vemos, ______.
—Okay —dije, y esperé hasta que sabía que ella se había ido antes de girar
alrededor en un círculo sonriendo abiertamente. Anna me ha vuelto a hablar,
e incluso ha dicho que me vería después.
Fast Life'
Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
mariielyn escribió:Nueva Lectora (= Yo no te abandono, entiendo como son los papas de freakys y nunca dejan llevar tecnologíaº hahaha bueno yo ya logre avanzar un poco con el mio porque ya lo hice adicto al twitter hahaha bueno pásatela increíble en tus vacaciones y perdón por no comentar antes pero leía desde el cel y le entro una forma "clásica" y ahora solo me sale texto y ya no podía comentar
Ok NTP .. BIENVENIDA & GRACIAS ..
mi papa no sabe casi ni usar la compu :$
Fast Life'
Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
Bueno REGRESE & YA DEJE EL MINI MARATON espero que lo disfruten :D
GRACIAS X ESPERAR CHICAS & NU ABANDONARME :jeje:
Fast Life'
Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
oww'GENIAL!(:
mencantaron'
Amo qe Joe me bese' :$
tienes qe poner mas encuanto puedas please'
mencanta:D
mencantaron'
Amo qe Joe me bese' :$
tienes qe poner mas encuanto puedas please'
mencanta:D
uncool.
Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
aaaaaaa! ame los caps mil perdones por no pasar
a comentar antes de verdad! :oops:
me encanta la nove ya voy a pasar mas seguido ;)
por que no fue Joe a la escuela?!? y que le dijo la abuela de ______
a su mama?!? :D
a comentar antes de verdad! :oops:
me encanta la nove ya voy a pasar mas seguido ;)
por que no fue Joe a la escuela?!? y que le dijo la abuela de ______
a su mama?!? :D
Invitado
Invitado
Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
aaaaaw ame el mini maratón... pero tengo una duda... que paso con el pequeño Joe? (: y Anna ahora que quiere?? primero bota la amistad y después se aparece así como así como si nada hubiera pasado! Bueno esperare a leer mas para saber que pasa síguela pronto!! =D
Love Slayer
Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
Ahhh me encanta!!! Joe re sexy pero es tan mujeriego q por eso __ no quiere nada con el! los besos waoooo bababababababa
Que bueno q anna le volviera a hablar .......La abuela de ___ tiene razon! Ya se tiene q olvidar de esas pastillas de mierda!! :¬¬:
SIGUELA!!!!!!!!!!
Que bueno q anna le volviera a hablar .......La abuela de ___ tiene razon! Ya se tiene q olvidar de esas pastillas de mierda!! :¬¬:
SIGUELA!!!!!!!!!!
jb_fanvanu
Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
O M G!
Soy nueva lectoraa!
y creo qe sere fiel :D
me encantha la nove asi demasiadooo
tienes qe seguirlaaa
Soy nueva lectoraa!
y creo qe sere fiel :D
me encantha la nove asi demasiadooo
tienes qe seguirlaaa
Ell Payne'
Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
ElviiThaJonas escribió:O M G!
Soy nueva lectoraa!
y creo qe sere fiel :D
me encantha la nove asi demasiadooo
tienes qe seguirlaaa
BIENVENIDA :D
QUE BUENO QUE TE GUSTE
Fast Life'
Re: P E R F E C T Y O U ( Joe &______)
mariielyn escribió:aaaaaw ame el mini maratón... pero tengo una duda... que paso con el pequeño Joe? (: y Anna ahora que quiere?? primero bota la amistad y después se aparece así como así como si nada hubiera pasado! Bueno esperare a leer mas para saber que pasa síguela pronto!! =D
HAHHAH te confieso algo yo odio a Anna en la historia bueno no la odio lo que pasa es q se pasa de mala con rayita a Anna en la historia luego veras porque :$
Fast Life'
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Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.