Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 23 de 43. • Comparte
Página 23 de 43. • 1 ... 13 ... 22, 23, 24 ... 33 ... 43
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
subeeeeeeeeeee D: me desespero x.x
Invitado
Invitado
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
DISFRUTENLO!!
Ana Isabel se quedo anclada donde estaba al ver que Nick abria la puerta del cuarto
de baño tan solo con una toalla tapandole su parte mas intima.
―Yo…― se disculpo el enrojeciendo inmediatamente. Se habia llevado
instintivamente la mano a la cintura para asegurarse de que el pano no se caeria―.
Bruno esta como okupa en el otro y yo tenia prisa…
―No pasa nada. Esta es tu casa, y por consiguiente tu baño― medio tartamudeo
Anais, evitando a toda costa que sus ojos se posaran sobre el bien formado torso de
Nick.
Sus ojos se encontraron por un instante, algo que se habia convertido en inusual desde
que Nick se enterara de que ella y su hermano salian juntos, y Anais sintio que su
antipatia hacia el se suavizaba, aunque no asi el bochorno que estaba pasando.
―¿Que tal estas?― le pregunto en español.
―Bien. ¿Y tu?
―Bien tambien.
La situacion era algo ridicula: preguntandose mutuamente como les iba la vida en un
angosto pasillo, junto a una lavadora y un cuarto de baño, y uno de ellos en paños
menores…
La muchacha exhalo una debil bocanada de aire, lamentando de verdad como habia
acabado su relacion, pero entonces vio algo en el torso de Nick que atrajo toda su
atencion.
―¿Fue por ahi por donde te entro la bala?― interrogo la muchacha.
Nick bajo la cabeza para mirarse el abdomen y se llevo una mano a la pequena
cicatriz que tenia bajo las costillas. Despues alzo la vista y miro a la española
sorprendido.
―Tu hermano me lo conto― contesto Anais a la pregunta no formulada.
―Siempre metiendose donde no le importa― gruño Nick.
―Yo se lo pregunte― defendio la muchacha a su novio―, porque queria saber que
me ocultabas. Y sigo sin saber por que lo hacias… ¿Que pretendias al no contarmelo?
―No pretendia nada en absoluto― nego el frances de mal talante.
Se apresuro a abrir la puerta de la cocina y salio del estrecho pasillo, dirigiendose a su
dormitorio con paso acelerado. Ana Isabel fue tras el.
―¿Entonces por que no me lo contaste?― exigio saber la muchacha.
―¿Que pasa? ¿Esta vez me creerias? Porque la otra noche, un poco mas y me llamas
embustero.
―¿Por que siempre estas a la defensiva? Apenas te digo nada y saltas como si te
hubiera pinchado― protesto la espanola, que seguia persiguiendole.
―No quiero contarte lo que me paso, ¿tanto te cuesta aceptarlo? .Tanto le cuesta a tu
pequena cabeza entenderlo?― inquirio Nick frenandose en seco y volviendose hacia
ella, de tal forma que la muchacha casi se estampa contra el.
Bruno salio en aquel momento del bano principal y se asomo, alertado de que algo
pasaba por los gritos. Sin embargo no habia entendido nada, pues su hermano y Ana
Isabel hablaban en español.
―¿Sucede algo?― les pregunto.
―Nada― casi escupio Nick antes de meterse en su habitacion y cerrar la puerta de
un brusco movimiento.
La muchacha no se atrevio a seguirle, pues su novio la miraba, y se quedo alli parada.
―¿Seguro que no ocurre nada?― insistio Bruno, que pese a ir vestido, llevaba su claro
pelo mojado.
―Si, tranquilo― sonrio ella forzadamente.
***
Anais estaba recostada en una de las sillas que habia en la entrada de la casa de los
Hernandez, junto al jardin. Pensaba en lo que le estaba sucediendo con Nick. .Por que
habia tenido que venir el a Francia tan pronto? ¿Por que no podia haber hecho una
visita rapida, venir en Nochevieja e irse en ano nuevo? ¿Por que todo habia tenido que
suceder de aquel modo?
Aunque sabia que tal vez asi lograria olvidarle, odiaba no poder mantener una
conversacion con el. Siempre estaban a la gresca; si se salian del “.como estas?” la cosa se
desmadraba.
―Vuelve a preguntarmelo.
La espanola se volvio sobresaltada hacia la voz que le habia hablado y se sorprendio al
encontrar a Nick tras ella, llevando una silla para sentarse a su lado en el porche.
―¿Como dices?― le pregunto Ana Isabel quitando los pies del murete que tenia
delante y sentandose correctamente.
―Preguntamelo otra vez.
―¿El que?
―Por que deje la policia.
La española lo miro durante un instante, pero el no lo hizo, sino que se limito a
sentarse a su lado y observar un punto en el infinito. .Estaria dispuesto ahora a contarle
que le habia pasado? Despues de la rina de esa tarde le parecia imposible…
―¿Por que dejaste de ser policia?― pregunto ella con el alma en vilo.
El frances se mantuvo callado durante unos segundos mas, y despues, sin girarse para
mirarla, comenzo a contarle la historia.
―Estaba de servicio cuando nos dieron por radio el aviso de que habia un hombre con
una pistola en el centro, amenazaba a los viandantes con el arma, y segun nos
informaron, gritaba al viento que ese dia iba a matar a alguien. Mi companero y yo nos
dirigimos alli de inmediato, pero otra patrulla tambien lo hizo, y ellos llegaron antes que
nosotros.
≫Cuando me baje del coche, las cosas se precipitaron. Vi a dos personas echar a correr
en el mismo sentido, alejandose de la multitud y a mis companeros gritandoles “alto”.
No lo pense, eche a correr tras los que huian. Logre, no me preguntes como, porque de
verdad que no lo se, acorralarles a los dos, que como si fueran ganado, corrian en la
misma direccion…― se detuvo un instante, como si recordar todavia le doliera, y
despues, lentamente al principio, continuo―. Les apunte con la pistola
alternativamente. Uno era un hombre vestido de traje, parecia nervioso, acojonado
porque le apuntara; despues me entere de que se llamaba Adolfo Mendez; el otro tenia
pinta de hippie: rastas, camisetas holgadas… tu ya me entiendes; era Inigo Garcia.
Parecia desquiciado, como si estuviera loco; se llevaba las manos a la cabeza
continuamente y se sacudia como un demente. No veia ningun arma, pero les dije a
ambos que se pusieran de cara a la pared, con las manos alzadas donde yo pudiera verlas.
Ana Isabel se habia olvidado de respirar, y no volveria a hacerlo hasta que Nick
terminara su historia.
―El hombre de traje me obedecio, pero el hippie salio corriendo a la vez que se
llevaba la mano al bolso que llevaba. Una pareja un poco mas alla observaba
estupidamente lo que estaba sucediendo, y el sospechoso corria hacia ellos apunto de
sacar un arma… no lo pense y le pegue un tiro. Se desplomo en el suelo soltando
horribles alaridos…― Nick cerro los ojos, oyendo en su cabeza los gritos de aquel
pobre hombre―. Y de repente, el tio de traje saco una pistola y antes de que yo pudiera
apuntarle, me disparo y me hirio. Estuve apunto de morir desangrado.
≫Cuando me desperte, porque me desmaye― aclaro amargamente―, estaba en el
hospital. El hombre del traje habia desaparecido, y en su huida habia disparado a la
pareja de la que antes te hable. Ambos estaban heridos de gravedad. Tres dias despues
pillaron al maniaco, que resulto que se habia escapado de un psiquiatrico.
≫Pero ahi estaba yo, agujereado por el abdomen y con un monton de gente herida por
mi culpa, sintiendome como un mierda. Ya no sabia en que confiar; si los ojos me
enganaron en una ocasion, ¿por que no lo iban a hacer otra vez? Me volvi un paranoico.
En todos los hombres con traje creia ver al demente; en todas las personas con rastas, al
pobre hippie al que pegue un tiro… Habia disparado a un inocente y dejado escapar a
un delincuente por fijarme en las apariencias… y ademas estaba el hecho de que no
podia seguir viendo armas de fuego…― se giro hacia Anais con los ojos vidriosos―.
Por eso deje la policia.
Ana Isabel lo miro sin saber que decirle, sin encontrar las palabras de consuelo
acertadas para el. En su lugar, le sostuvo la mirada.
―Piensas que soy un cobarde .verdad? Lo veo en tu mirada…
―!No!― se apresuro a decir la muchacha acercandose a el, quien sin duda habia
malinterpretado su silencio―. No creo que seas un cobarde… Fuiste muy valiente, yo
jamas habria corrido detras de ellos.
Nick sintio una extrana calidez por dentro al sentir la mano de Anais sobre la suya, y
tuvo ganas de besarla, de abrazarla, de separarla cuantos kilometros pudiera de su
hermano, quien le habia robado su amor y casi su amistad. Cada vez que los veia juntos
era como morir, y cuando ella le hablaba de Bruno, un cuchillo le atravesaba el pecho…
La habria besado con mucho gusto cuando ella se lo habia pedido la noche anterior; le
habria demostrado su amor de aquel modo encantado… pero la cara de Paco, su
padrino, habia acudido a su mente en aquel momento, y habia recordado quien era
Belinda… que edad tenia… de quien era hija… y no se habia atrevido.
―Belinda, yo… lo siento.
―No tienes nada que sentir― nego la muchacha automaticamente, sin pararse a
pensar ni tan siquiera que lamentaba Nick.
―Dime que me perdonas.
―Nick… no tengo nada que perdonarte.
El frances le aferro la mano con fuerza.
―Si que tienes muchas cosas que perdonarme. He sido un capullo desde que me diste
un beso, hara ya varios años.
Ana Isabel sintio que la boca se le quedaba seca y le costaba tragar. .Estaba hablando
ahora de aquella metedura de pata tan lejana ya en el tiempo y que hasta ese momento,
Nick parecia haber olvidado?
―¿Por que dices…?
―Me besaste, lo recuerdo todo perfectamente. No puedo olvidar tu cara cuando viste
que yo me apartaba: te rompi el corazon, y lo supe perfectamente, pero no te dije nada,
ni tan siquiera llame para decirte que me iba del pueblo… lo siento mucho, lo siento de
veras…― el hombre estaba a punto de llorar, y habia asido las dos manos de Anais,
inclinandose exageradamente hacia ella, como suplicante.
―Nick, todo esta perdonado, no hace falta que…― la española estaba
tremendamente nerviosa e inquieta ante la forma de actuar de Nick.
―Dejame que termine, Belinda, dejame… Cuando nos reencontramos, cuando me
converti en tu profesor, jugue contigo. Lo cierto es que no estaba seguro de que tu me
siguieras queriendo, pero sentia un estremecimiento de placer al pensar que si…,
aunque lo negaba. He sido un cabronazo, Belinda. Y encima lei tus diarios… .cuan
indecente ha de ser una persona para hacer eso, cuan bajo ha de caer? Y lo descubri
todo, y tenias razon en todo lo que me dijiste: vine aqui a verte sufrir con mi presencia;
quiza no lo pense asi entonces, pero era eso lo que pretendia, queria verte nerviosa,
disfrutar con que me quisieras… Perdoname, Belinda, perdoname...
―Nick, todo esta perdonado.
―!Lo dices por decir!― el frances parecia estar fuera de si, no era el―. !Perdoname
de corazon, Belinda, de corazon!
Ana Isabel lo miro a los ojos durante unos segundos, y despues, gravemente, dijo:
―Te perdono.
Nick se abalanzo hacia ella y rodeando su cintura, la abrazo hasta casi ahogarla.
Aplasto su cara contra la barriga de Anais, y de rodillas ante ella, comenzo a balbucir
cosas ininteligibles. Parecia un niño asustado…
La española, con un nudo en el estomago, le acaricio el pelo intentando consolarle.
Nick queria seguir hablando, continuar confesandose, pero no podia continuar, pues
las lagrimas ahogaban sus palabras.
“No te merezco Belinda, y no puedo estar contigo por todas las cabronadas que te he
hecho… y porque no puedo, joder, no podria dormir tranquilo sabiendo quien eres…
que edad tienes. Pero no puedo soportar verte con Bruno, por favor, dejale, dejale; por
favor te lo pido, no aguanto como te mira, como le miras tu…”
Nick jamas llego a pronunciar esas palabras, pero su mente se las repitio
machaconamente mientras abrazaba a Ana Isabel aquella helada tarde, y su llanto se
recrudecio por ellas.
“Te quiero, Belinda, te quiero, pero soy demasiado cobarde como para demostrartelo
como tu me pides…”
Ana Isabel se quedo anclada donde estaba al ver que Nick abria la puerta del cuarto
de baño tan solo con una toalla tapandole su parte mas intima.
―Yo…― se disculpo el enrojeciendo inmediatamente. Se habia llevado
instintivamente la mano a la cintura para asegurarse de que el pano no se caeria―.
Bruno esta como okupa en el otro y yo tenia prisa…
―No pasa nada. Esta es tu casa, y por consiguiente tu baño― medio tartamudeo
Anais, evitando a toda costa que sus ojos se posaran sobre el bien formado torso de
Nick.
Sus ojos se encontraron por un instante, algo que se habia convertido en inusual desde
que Nick se enterara de que ella y su hermano salian juntos, y Anais sintio que su
antipatia hacia el se suavizaba, aunque no asi el bochorno que estaba pasando.
―¿Que tal estas?― le pregunto en español.
―Bien. ¿Y tu?
―Bien tambien.
La situacion era algo ridicula: preguntandose mutuamente como les iba la vida en un
angosto pasillo, junto a una lavadora y un cuarto de baño, y uno de ellos en paños
menores…
La muchacha exhalo una debil bocanada de aire, lamentando de verdad como habia
acabado su relacion, pero entonces vio algo en el torso de Nick que atrajo toda su
atencion.
―¿Fue por ahi por donde te entro la bala?― interrogo la muchacha.
Nick bajo la cabeza para mirarse el abdomen y se llevo una mano a la pequena
cicatriz que tenia bajo las costillas. Despues alzo la vista y miro a la española
sorprendido.
―Tu hermano me lo conto― contesto Anais a la pregunta no formulada.
―Siempre metiendose donde no le importa― gruño Nick.
―Yo se lo pregunte― defendio la muchacha a su novio―, porque queria saber que
me ocultabas. Y sigo sin saber por que lo hacias… ¿Que pretendias al no contarmelo?
―No pretendia nada en absoluto― nego el frances de mal talante.
Se apresuro a abrir la puerta de la cocina y salio del estrecho pasillo, dirigiendose a su
dormitorio con paso acelerado. Ana Isabel fue tras el.
―¿Entonces por que no me lo contaste?― exigio saber la muchacha.
―¿Que pasa? ¿Esta vez me creerias? Porque la otra noche, un poco mas y me llamas
embustero.
―¿Por que siempre estas a la defensiva? Apenas te digo nada y saltas como si te
hubiera pinchado― protesto la espanola, que seguia persiguiendole.
―No quiero contarte lo que me paso, ¿tanto te cuesta aceptarlo? .Tanto le cuesta a tu
pequena cabeza entenderlo?― inquirio Nick frenandose en seco y volviendose hacia
ella, de tal forma que la muchacha casi se estampa contra el.
Bruno salio en aquel momento del bano principal y se asomo, alertado de que algo
pasaba por los gritos. Sin embargo no habia entendido nada, pues su hermano y Ana
Isabel hablaban en español.
―¿Sucede algo?― les pregunto.
―Nada― casi escupio Nick antes de meterse en su habitacion y cerrar la puerta de
un brusco movimiento.
La muchacha no se atrevio a seguirle, pues su novio la miraba, y se quedo alli parada.
―¿Seguro que no ocurre nada?― insistio Bruno, que pese a ir vestido, llevaba su claro
pelo mojado.
―Si, tranquilo― sonrio ella forzadamente.
***
Anais estaba recostada en una de las sillas que habia en la entrada de la casa de los
Hernandez, junto al jardin. Pensaba en lo que le estaba sucediendo con Nick. .Por que
habia tenido que venir el a Francia tan pronto? ¿Por que no podia haber hecho una
visita rapida, venir en Nochevieja e irse en ano nuevo? ¿Por que todo habia tenido que
suceder de aquel modo?
Aunque sabia que tal vez asi lograria olvidarle, odiaba no poder mantener una
conversacion con el. Siempre estaban a la gresca; si se salian del “.como estas?” la cosa se
desmadraba.
―Vuelve a preguntarmelo.
La espanola se volvio sobresaltada hacia la voz que le habia hablado y se sorprendio al
encontrar a Nick tras ella, llevando una silla para sentarse a su lado en el porche.
―¿Como dices?― le pregunto Ana Isabel quitando los pies del murete que tenia
delante y sentandose correctamente.
―Preguntamelo otra vez.
―¿El que?
―Por que deje la policia.
La española lo miro durante un instante, pero el no lo hizo, sino que se limito a
sentarse a su lado y observar un punto en el infinito. .Estaria dispuesto ahora a contarle
que le habia pasado? Despues de la rina de esa tarde le parecia imposible…
―¿Por que dejaste de ser policia?― pregunto ella con el alma en vilo.
El frances se mantuvo callado durante unos segundos mas, y despues, sin girarse para
mirarla, comenzo a contarle la historia.
―Estaba de servicio cuando nos dieron por radio el aviso de que habia un hombre con
una pistola en el centro, amenazaba a los viandantes con el arma, y segun nos
informaron, gritaba al viento que ese dia iba a matar a alguien. Mi companero y yo nos
dirigimos alli de inmediato, pero otra patrulla tambien lo hizo, y ellos llegaron antes que
nosotros.
≫Cuando me baje del coche, las cosas se precipitaron. Vi a dos personas echar a correr
en el mismo sentido, alejandose de la multitud y a mis companeros gritandoles “alto”.
No lo pense, eche a correr tras los que huian. Logre, no me preguntes como, porque de
verdad que no lo se, acorralarles a los dos, que como si fueran ganado, corrian en la
misma direccion…― se detuvo un instante, como si recordar todavia le doliera, y
despues, lentamente al principio, continuo―. Les apunte con la pistola
alternativamente. Uno era un hombre vestido de traje, parecia nervioso, acojonado
porque le apuntara; despues me entere de que se llamaba Adolfo Mendez; el otro tenia
pinta de hippie: rastas, camisetas holgadas… tu ya me entiendes; era Inigo Garcia.
Parecia desquiciado, como si estuviera loco; se llevaba las manos a la cabeza
continuamente y se sacudia como un demente. No veia ningun arma, pero les dije a
ambos que se pusieran de cara a la pared, con las manos alzadas donde yo pudiera verlas.
Ana Isabel se habia olvidado de respirar, y no volveria a hacerlo hasta que Nick
terminara su historia.
―El hombre de traje me obedecio, pero el hippie salio corriendo a la vez que se
llevaba la mano al bolso que llevaba. Una pareja un poco mas alla observaba
estupidamente lo que estaba sucediendo, y el sospechoso corria hacia ellos apunto de
sacar un arma… no lo pense y le pegue un tiro. Se desplomo en el suelo soltando
horribles alaridos…― Nick cerro los ojos, oyendo en su cabeza los gritos de aquel
pobre hombre―. Y de repente, el tio de traje saco una pistola y antes de que yo pudiera
apuntarle, me disparo y me hirio. Estuve apunto de morir desangrado.
≫Cuando me desperte, porque me desmaye― aclaro amargamente―, estaba en el
hospital. El hombre del traje habia desaparecido, y en su huida habia disparado a la
pareja de la que antes te hable. Ambos estaban heridos de gravedad. Tres dias despues
pillaron al maniaco, que resulto que se habia escapado de un psiquiatrico.
≫Pero ahi estaba yo, agujereado por el abdomen y con un monton de gente herida por
mi culpa, sintiendome como un mierda. Ya no sabia en que confiar; si los ojos me
enganaron en una ocasion, ¿por que no lo iban a hacer otra vez? Me volvi un paranoico.
En todos los hombres con traje creia ver al demente; en todas las personas con rastas, al
pobre hippie al que pegue un tiro… Habia disparado a un inocente y dejado escapar a
un delincuente por fijarme en las apariencias… y ademas estaba el hecho de que no
podia seguir viendo armas de fuego…― se giro hacia Anais con los ojos vidriosos―.
Por eso deje la policia.
Ana Isabel lo miro sin saber que decirle, sin encontrar las palabras de consuelo
acertadas para el. En su lugar, le sostuvo la mirada.
―Piensas que soy un cobarde .verdad? Lo veo en tu mirada…
―!No!― se apresuro a decir la muchacha acercandose a el, quien sin duda habia
malinterpretado su silencio―. No creo que seas un cobarde… Fuiste muy valiente, yo
jamas habria corrido detras de ellos.
Nick sintio una extrana calidez por dentro al sentir la mano de Anais sobre la suya, y
tuvo ganas de besarla, de abrazarla, de separarla cuantos kilometros pudiera de su
hermano, quien le habia robado su amor y casi su amistad. Cada vez que los veia juntos
era como morir, y cuando ella le hablaba de Bruno, un cuchillo le atravesaba el pecho…
La habria besado con mucho gusto cuando ella se lo habia pedido la noche anterior; le
habria demostrado su amor de aquel modo encantado… pero la cara de Paco, su
padrino, habia acudido a su mente en aquel momento, y habia recordado quien era
Belinda… que edad tenia… de quien era hija… y no se habia atrevido.
―Belinda, yo… lo siento.
―No tienes nada que sentir― nego la muchacha automaticamente, sin pararse a
pensar ni tan siquiera que lamentaba Nick.
―Dime que me perdonas.
―Nick… no tengo nada que perdonarte.
El frances le aferro la mano con fuerza.
―Si que tienes muchas cosas que perdonarme. He sido un capullo desde que me diste
un beso, hara ya varios años.
Ana Isabel sintio que la boca se le quedaba seca y le costaba tragar. .Estaba hablando
ahora de aquella metedura de pata tan lejana ya en el tiempo y que hasta ese momento,
Nick parecia haber olvidado?
―¿Por que dices…?
―Me besaste, lo recuerdo todo perfectamente. No puedo olvidar tu cara cuando viste
que yo me apartaba: te rompi el corazon, y lo supe perfectamente, pero no te dije nada,
ni tan siquiera llame para decirte que me iba del pueblo… lo siento mucho, lo siento de
veras…― el hombre estaba a punto de llorar, y habia asido las dos manos de Anais,
inclinandose exageradamente hacia ella, como suplicante.
―Nick, todo esta perdonado, no hace falta que…― la española estaba
tremendamente nerviosa e inquieta ante la forma de actuar de Nick.
―Dejame que termine, Belinda, dejame… Cuando nos reencontramos, cuando me
converti en tu profesor, jugue contigo. Lo cierto es que no estaba seguro de que tu me
siguieras queriendo, pero sentia un estremecimiento de placer al pensar que si…,
aunque lo negaba. He sido un cabronazo, Belinda. Y encima lei tus diarios… .cuan
indecente ha de ser una persona para hacer eso, cuan bajo ha de caer? Y lo descubri
todo, y tenias razon en todo lo que me dijiste: vine aqui a verte sufrir con mi presencia;
quiza no lo pense asi entonces, pero era eso lo que pretendia, queria verte nerviosa,
disfrutar con que me quisieras… Perdoname, Belinda, perdoname...
―Nick, todo esta perdonado.
―!Lo dices por decir!― el frances parecia estar fuera de si, no era el―. !Perdoname
de corazon, Belinda, de corazon!
Ana Isabel lo miro a los ojos durante unos segundos, y despues, gravemente, dijo:
―Te perdono.
Nick se abalanzo hacia ella y rodeando su cintura, la abrazo hasta casi ahogarla.
Aplasto su cara contra la barriga de Anais, y de rodillas ante ella, comenzo a balbucir
cosas ininteligibles. Parecia un niño asustado…
La española, con un nudo en el estomago, le acaricio el pelo intentando consolarle.
Nick queria seguir hablando, continuar confesandose, pero no podia continuar, pues
las lagrimas ahogaban sus palabras.
“No te merezco Belinda, y no puedo estar contigo por todas las cabronadas que te he
hecho… y porque no puedo, joder, no podria dormir tranquilo sabiendo quien eres…
que edad tienes. Pero no puedo soportar verte con Bruno, por favor, dejale, dejale; por
favor te lo pido, no aguanto como te mira, como le miras tu…”
Nick jamas llego a pronunciar esas palabras, pero su mente se las repitio
machaconamente mientras abrazaba a Ana Isabel aquella helada tarde, y su llanto se
recrudecio por ellas.
“Te quiero, Belinda, te quiero, pero soy demasiado cobarde como para demostrartelo
como tu me pides…”
Mariel Jonas
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
23 CUIDAMELA
―Papa… ¿recuerdas a Bruno, el hijo menor de Antonio?― le pregunto Anais a la
camara, tanteando el terreno antes de soltarle el noticion. Habia estado pensando
durante toda la noche como contarselo y habia amanecido sin tenerlo claro todavia. En
su opinion, aquello no era una cosa que debiera decirse por Internet, pero no tenia otro
remedio, pues si no, seria Antonio quien se lo contara, y eso si que no.
―Si, claro. El que no habla español.
―Exacto― afirmo Ana Isabel, pensando para sus adentros que esa referencia no era
del todo buena. A ella tambien le habia parecido raro que Bruno no hablara español
teniendo un padre hispano, pero esperaba que su padre no le diera demasiada
importancia a aquel detalle.
―Parecia agradable.
Anais sonrio aliviada.
―Si, lo cierto es que es muy agradable y simpatico; un chico estupendo.
Paco asintio con la cabeza levemente, no sabiendo donde queria ir a parar su hija.
―Sabes que estuvimos hablando antes por el ordenador ¿no?
―Si, me lo comentaste de pasada.
―Pues veras, ya por el Messenger nos caimos bien, y cuando nos conocimos aqui, nos
caimos aun mejor…― la española se detuvo alli un instante, los nervios atenazando su
estomago. Se limpio las manos sudadas en el pantalon, deseando no continuar con
aquella ridicula conversacion, pero Antonio la miraba desde un asiento cercano, y se
obligo a proseguir―. Y… bueno, pues comenzamos a salir.
―¿A salir?― interrogo Paco no llegando a entender el significado de lo que su hija le
decia. Lo ultimo que el habria esperado era que Anais le confesara por Internet que
tenia pareja.
―Si, somos novios.
El hombre, sentado en la habitacion de su hijo mayor, a mas de mil kilometros de su
unica nina, tardo en responder unos eternos segundos, que se vivieron con gran tension
en la casa de los Hernandez.
Ana Isabel lamentaba no poder tener a Bruno a su lado, infundiendole animos, pero el
chico tenia un entrenamiento de voleibol y ni ella habia creido que lo necesitaria a su
lado para afrontar a su padre, ni a el se le habia ocurrido.
Trago saliva, sintiendose sola y desamparada. .Responderia su padre igual que
Antonio? Rezaba porque no…
―¿Pero… te entiendes con el?― pregunto Paco finalmente.
La espanola penso que era una pregunta algo tonta, pero su padre tenia razones para
hacersela. Al fin y al cabo .que haria todo el tiempo una pareja si no podia hablar? La
respuesta era obvia.
―Claro que si, papa. Me entiendo con todo el mundo de maravilla― sonrio―. Lo
cierto es que ni yo llego a creerme lo bien que me entiendo con la gente.
―¿Y… te trata bien?
―Me trata genial, papa. Es un chico estupendo, te lo aseguro.
Paco suspiro y se escurrio un poco en el asiento, sonriendo extranamente.
―Entonces me alegro por vosotros. Espero conocerle pronto.
Anais sintio como si su corazon pudiera bombear mejor, con menos presion, y sus
musculos se relajaron muchisimo. Sus labios se arquearon hacia arriba y sus dientes
aparecieron en su cara, mostrando la felicidad que sentia.
Su padre no era como Antonio… !que alivio!
―Quiere ir a España para Semana Santa.
― Entonces le reservo una habitacion ya― contesto su padre.
Antonio, que habia seguido palabra a palabra la conversacion, se puso en pie y se
acerco hasta el ordenador.
―¿Te parece bien que mi hijo y tu hija salgan?― pregunto a bocajarro, incluso antes
de decir hola a su viejo amigo.
―Eh, hola Antonio. ¿Por que habria de parecerme mal?
―Mi hijo…― el emigrante dudo.
―¿Que sucede? ¿Es mala persona?― interrogo Paco, poniendose extremadamente
serio en un abrir y cerrar de ojos.
―!No! No quiero decir eso. En el fondo es buen chico.
―¿En el fondo?― repitio el padre de Anais titubeando. .Con que clase de persona
estaria saliendo su hija? Lo cierto es que le asustaba la idea de que Ana Isabel tuviera
novio, era tan pequeña… pero habia tenido que pasar lo mismo con Delfin y con Paula,
y al menos en esta ocasion sabia quien era el afortunado… ¿o no?―. ¿Antonio…?
―Es buen chico― repitio Antonio mas firmemente tras meditar en silencio durante
un instante―. No lo hace todo como a mi me gustaria, pero es buen chico.
Ana Isabel miro asombrada al hombre y grabo en su mente las palabras del espanol,
pensando que tendria que decirselas a Bruno en cuanto lo viera aparecer por la puerta.
Desde la primera noche que habia pasado alli, se habia dado cuenta de que habia
tensiones en la familia, pero ahora Antonio estaba diciendo en voz alta que su hijo era
“buen chico”… !Esas palabras no podian quedar en el olvido!
Paco sonrio algo mas relajado.
―De la buena madera siempre salen muebles que merecen la pena.
Anais tuvo ganas de reir a carcajada limpia, pero no por aquel refran inventado por su
padre. Se sentia tremendamente dicharachera. !Su padre aceptaba la relacion! !Antonio
no podria poner mas estupidos impedimentos a que ella y Bruno fueran novios…!
!Siiiiiiiii!
***
Aquella tarde Bruno estaba especialmente ardiente.
Estaban en el sofa del salon, el echado parcialmente sobre ella, con las piernas
entremezcladas y sus cuerpos muy juntos. El frances le besaba el cuello, haciendole a un
lado la camiseta, que cada vez veia su dominio mas mermado.
Anais y el se habian quedado solos en la casa y el muchacho aprovechaba al maximo
aquellos raros momentos de libertad. Parecia querer compensar con esas sesiones la falta
de mimos por las noches (Antonio les tenia terminantemente prohibido dormir en la
misma habitacion). No obstante, alli, en el sofa, estaban muy expuestos: si alguien abria
la puerta de entrada les sorprenderia en plena faena.
―Bruno…― llamo la muchacha con voz entrecortada―. Si tu padre nos pilla…
―A mi padre aun le queda para venir― le aseguro el, separando un instante sus
labios de la piel de Anais pero volviendo inmediatamente al ataque.
―Pero cualquiera podria entrar y vernos.
―Mi madre tambien esta trabajando― alego el, llevando entonces sus labios a los de
la chica, silenciando cualquier protesta posible.
Anais noto la mano de Bruno en la parte trasera de su muslo, yendo cada vez mas y
mas arriba, y sintio un agradable cosquilleo en la boca del estomago y un calor que no
provenia de su novio sino de dentro de ella. Sufrio un repentino sofoco y creyo que iba
a echar a arder.
Beso a Bruno con renovadas ganas y percibio que su cuerpo se habia vuelto mucho
mas sensible a todas las caricias, ademas de que el frances parecia estar mas cerca de ella
que nunca…
Tan entregados estaban ambos, que ninguno de los dos oyo el ruido de las llaves al
introducirse en la cerradura ni como esta comenzaba a girar.
―!Eh! !EH! !EH!― grito una potente voz de pronto, sobresaltandoles.
Los cuerpos de Anais y Bruno, que estaban horizontalmente sobre el sofa, se pusieron
en una fraccion de segundo verticales, y miraron con el corazon oprimido a aquel que
los habia sorprendido.
―¿Tu no estabas dando una vuelta por el pueblo?― inquirio con desden Bruno. Por
un instante habia temido que fuera su padre, pero no, era Nick.
―¿Y vosotros no estabais a una distancia prudencial cuando os deje?― replico Nick
seriamente, notandosele en el cuello todas las venas―. Si llega a ser papa el que entra, a
ti te manda a un internado y a ti a un convento hasta que vuelvas a España. !Por Dios, si
parecia una pelicula porno…!
Ana Isabel, tremendamente avergonzada, se ajusto en su lugar la ropa y se arreglo el
rizado pelo, que habia quedado totalmente revuelto.
―¿A esto os dedicais cuando estais solos? ¿A magrearos…? Deberia daros verguenza,
y yo deberia decirselo a papa.
―Si, eso, chivate como si estuvieramos en parvulitos. Baaahh.
Nick, que tenia el menton apretadisimo desde que habia entrado, se acerco a su
hermano en un par de zancadas y arrimando su cara a la de el, le dijo:
―¿En parvulitos? No… aqui se huele a otra cosa; estamos en la ESO, con gente en la
edad del pavo, y tu eres el pavo jefe.
Anais miro a los dos hermanos asustada. Si Nick se hubiera acercado a ella de aquel
modo y con tal mal humor, se habria cagado por la pata abajo, pero Bruno ya debia estar
acostumbrado a ello, pues se mantenia en su posicion de forma heroica. Para chulo uno,
chulo el otro; como se notaba que eran hermanos…
―!Parad, por favor!― les pidio, sobreponiendose a su miedo y acercandose a ellos.
Metio las manos entre ambos y les obligo a separarse, empujando a cada uno hacia un
lado distinto. Ella quedo en medio―. Por favor, no os peleeis.
―Diselo al chivato este. Es por su culpa por la que ahora nos enrollamos en el sofa a
plena luz del dia― dijo Bruno, y Anais se sintio ridicula. “Diselo al chivato este…” Las
palabras de su novio le sonaban tan a… crio. Nick tenia razon en lo que habia dicho.
―Nick― dijo Ana Isabel, girandose hacia el hombre de ojos claros―, lo sentimos,
no volvera a pasar.
―¿Pero que dices?― objeto Bruno―. No tenemos que justificarnos frente a el. Ante
mi padre, bueno, y tampoco me hace mucha gracia, pero ¿quien es Nick para que
tengamos que disculparnos? Esta casa es tan mia como suya, incluso algo mas, porque el
apenas si pasa tiempo en ella. Mientras no monte una bacanal aqui o haga una fogata
enorme en medio del salon, no tiene derecho a decirme nada.
―Bruno, no hace falta ponerse gallito― dijo Ana Isabel, no distinguiendo a su novio
tras el comportamiento que tenia ahora. Cuando se enfrentaba a Nick era como si
cambiara radicalmente…
―.Gallito? !Gallito el, que viene aqui una semana e intenta colocarlo todo a su gusto!
.Te gusto asi, Nick?― le pregunto el muchacho como fuera de si―. .Quieres que
cambie mis pantalones caidos por unos como los tuyos? !Ahora mismo, mi
comandante!― Bruno se subio los pantalones desde la mitad del culo hasta mas alla del
ombligo de un solo tiron―. ¿Asi mejor…? !Que te den, Nick! No te soporto; papa te
considera el hijo perfecto, y claro, yo a tu lado, soy el mierda, el que lo hace todo mal,
!pues que te den a ti y a tu perfeccion, no acatare ordenes tuyas como si fueras mi
segundo padre!
Y de pronto Anais se vio entre los brazos de Bruno, que la besaba con una fuerza y un
impetu proveniente de la rabia que recorria sus venas. E igual de rapido que el beso
comenzo, termino, pues Nick cogio a su hermano por la espalda y lo separo de Ana
Isabel bruscamente.
Bruno, revolviendose, se libero del agarre y se volteo hacia Nick con el puno alzado,
pero su hermano lo vio venir y se aparto justo a tiempo de evitar el golpe. El mas
pequeno, no dandose por vencido, volvio a levantar el brazo y junto sus dedos en una
bola, dirigiendola de nuevo hacia la cara de Nick, que volvio a eludirla con una
destreza envidiable.
―!Parad! !Parad! !Parad!― grito histericamente Ana Isabel. Ella no habia pagado por
ver una pelea de lucha libre…
Nick, sintiendo la adrenalina, los celos y la furia correr por sus venas, tomo la
iniciativa y le arreo un punetazo a su hermano en plena cara. Bruno no habia estudiado
jamas un arte marcial, a diferencia de Nick, y los nudillos de su pariente le golpearon
sin poder hacer nada para evitarlo.
Cayo al suelo.
El hermano mayor respiraba aceleradamente, pero parecia sereno; el otro, en cambio,
miraba a Nick con odio reluciendo en sus ojos, que se llenaban de lagrimas a cada
instante por mucho que el intentara evitarlo: no se le habia roto ningun diente de puro
milagro.
Anais, por su parte, estaba de pie en el mismo sitio en el que Bruno la habia besado.
Todo habia ocurrido tan rapido… Las lagrimas acudian tambien a sus ojos, aunque a ella
no la hubieran golpeado, y no creia poder moverse. Observo, como si de un sueno se
tratase, a Bruno tirado en el suelo e intento ir a su lado; sorprendentemente, sus pies le
contestaron y se arrimo a el. Se agacho a su lado y alargo una mano para tocarle, pero
Bruno, humillado, se aparto, y levantandose por si mismo, salio de la casa dejando la
puerta abierta tras de si.
Una larga exhalacion de tribulacion salio de la boca de Ana Isabel a la vez que una
lagrima recorria su mejilla. Se sentia estupida. Se habia quedado mirando la pelea como
las ninas tontas en las peliculas, sin intervenir, y ahora Bruno se habia largado echo un
basilisco, seguramente odiandola por haberse puesto del lado de Nick en la riña.
Nick… ahora volvia a darse cuenta de su presencia.
Le miro, y el le devolvio la mirada. Dio un paso hacia ella, pero la chica se aparto.
―No te acerques, por favor.
―El intento pegarme, Belinda, lo viste― intento justificarse Nick―. Fue Bruno
quien empezo la pelea.
―¿Y eso que mas da? ¿Que mas da…?― pregunto Ana Isabel mirandole con unos ojos
que destrozaron el corazon de Nick. Tras eso, se dio la vuelta y salio a la calle, como
Bruno habia hecho minutos antes.
Nick sintio de nuevo la rabia invadiendole, aunque en aquella ocasion era hacia si
mismo.
Golpeo con fuerza uno de los cojines del sofa y despues le dio una patada al respaldo.
Se hizo dano, pero no le importo. .Como habia sido capaz de rebajarse tanto? ¿Como
habia podido acabar peleandose con su hermano pequeno a punetazo limpio? ¿Como
habia sido capaz de sentirse triunfador al verle tirado en el suelo?
Cogio el almohadon que antes habia golpeado y lo arrojo contra la pared soltando un
grito; despues asio otro y lo lanzo contra la ventana, que afortunadamente resistio el
impacto.
Habia sentido unos celos tan fuertes al verles juntos… les habia sorprendido
besandose, acariciandose… si no los hubiera pillado, quien sabe donde habrian
llegado…
Sintio dolor en el pecho.
Belinda… Belinda… Belinda…
No soportaba verla asi con Bruno, le destrozaba… Tan solo el pensar que ella se sentia
atraida por su hermano era como una punalada, que lenta y dolorosamente le iba
matando.
Debia decirselo a Belinda, confesarle lo que sentia, besarla como ella le habia pedido,
demostrarle aquello que palpitaba en su pecho. Asi el sufrimiento desapareceria, y se
sentiria feliz, contento… como todo aquel que ama y es correspondido.
!Si! !Esa era la solucion!
―Papa… ¿recuerdas a Bruno, el hijo menor de Antonio?― le pregunto Anais a la
camara, tanteando el terreno antes de soltarle el noticion. Habia estado pensando
durante toda la noche como contarselo y habia amanecido sin tenerlo claro todavia. En
su opinion, aquello no era una cosa que debiera decirse por Internet, pero no tenia otro
remedio, pues si no, seria Antonio quien se lo contara, y eso si que no.
―Si, claro. El que no habla español.
―Exacto― afirmo Ana Isabel, pensando para sus adentros que esa referencia no era
del todo buena. A ella tambien le habia parecido raro que Bruno no hablara español
teniendo un padre hispano, pero esperaba que su padre no le diera demasiada
importancia a aquel detalle.
―Parecia agradable.
Anais sonrio aliviada.
―Si, lo cierto es que es muy agradable y simpatico; un chico estupendo.
Paco asintio con la cabeza levemente, no sabiendo donde queria ir a parar su hija.
―Sabes que estuvimos hablando antes por el ordenador ¿no?
―Si, me lo comentaste de pasada.
―Pues veras, ya por el Messenger nos caimos bien, y cuando nos conocimos aqui, nos
caimos aun mejor…― la española se detuvo alli un instante, los nervios atenazando su
estomago. Se limpio las manos sudadas en el pantalon, deseando no continuar con
aquella ridicula conversacion, pero Antonio la miraba desde un asiento cercano, y se
obligo a proseguir―. Y… bueno, pues comenzamos a salir.
―¿A salir?― interrogo Paco no llegando a entender el significado de lo que su hija le
decia. Lo ultimo que el habria esperado era que Anais le confesara por Internet que
tenia pareja.
―Si, somos novios.
El hombre, sentado en la habitacion de su hijo mayor, a mas de mil kilometros de su
unica nina, tardo en responder unos eternos segundos, que se vivieron con gran tension
en la casa de los Hernandez.
Ana Isabel lamentaba no poder tener a Bruno a su lado, infundiendole animos, pero el
chico tenia un entrenamiento de voleibol y ni ella habia creido que lo necesitaria a su
lado para afrontar a su padre, ni a el se le habia ocurrido.
Trago saliva, sintiendose sola y desamparada. .Responderia su padre igual que
Antonio? Rezaba porque no…
―¿Pero… te entiendes con el?― pregunto Paco finalmente.
La espanola penso que era una pregunta algo tonta, pero su padre tenia razones para
hacersela. Al fin y al cabo .que haria todo el tiempo una pareja si no podia hablar? La
respuesta era obvia.
―Claro que si, papa. Me entiendo con todo el mundo de maravilla― sonrio―. Lo
cierto es que ni yo llego a creerme lo bien que me entiendo con la gente.
―¿Y… te trata bien?
―Me trata genial, papa. Es un chico estupendo, te lo aseguro.
Paco suspiro y se escurrio un poco en el asiento, sonriendo extranamente.
―Entonces me alegro por vosotros. Espero conocerle pronto.
Anais sintio como si su corazon pudiera bombear mejor, con menos presion, y sus
musculos se relajaron muchisimo. Sus labios se arquearon hacia arriba y sus dientes
aparecieron en su cara, mostrando la felicidad que sentia.
Su padre no era como Antonio… !que alivio!
―Quiere ir a España para Semana Santa.
― Entonces le reservo una habitacion ya― contesto su padre.
Antonio, que habia seguido palabra a palabra la conversacion, se puso en pie y se
acerco hasta el ordenador.
―¿Te parece bien que mi hijo y tu hija salgan?― pregunto a bocajarro, incluso antes
de decir hola a su viejo amigo.
―Eh, hola Antonio. ¿Por que habria de parecerme mal?
―Mi hijo…― el emigrante dudo.
―¿Que sucede? ¿Es mala persona?― interrogo Paco, poniendose extremadamente
serio en un abrir y cerrar de ojos.
―!No! No quiero decir eso. En el fondo es buen chico.
―¿En el fondo?― repitio el padre de Anais titubeando. .Con que clase de persona
estaria saliendo su hija? Lo cierto es que le asustaba la idea de que Ana Isabel tuviera
novio, era tan pequeña… pero habia tenido que pasar lo mismo con Delfin y con Paula,
y al menos en esta ocasion sabia quien era el afortunado… ¿o no?―. ¿Antonio…?
―Es buen chico― repitio Antonio mas firmemente tras meditar en silencio durante
un instante―. No lo hace todo como a mi me gustaria, pero es buen chico.
Ana Isabel miro asombrada al hombre y grabo en su mente las palabras del espanol,
pensando que tendria que decirselas a Bruno en cuanto lo viera aparecer por la puerta.
Desde la primera noche que habia pasado alli, se habia dado cuenta de que habia
tensiones en la familia, pero ahora Antonio estaba diciendo en voz alta que su hijo era
“buen chico”… !Esas palabras no podian quedar en el olvido!
Paco sonrio algo mas relajado.
―De la buena madera siempre salen muebles que merecen la pena.
Anais tuvo ganas de reir a carcajada limpia, pero no por aquel refran inventado por su
padre. Se sentia tremendamente dicharachera. !Su padre aceptaba la relacion! !Antonio
no podria poner mas estupidos impedimentos a que ella y Bruno fueran novios…!
!Siiiiiiiii!
***
Aquella tarde Bruno estaba especialmente ardiente.
Estaban en el sofa del salon, el echado parcialmente sobre ella, con las piernas
entremezcladas y sus cuerpos muy juntos. El frances le besaba el cuello, haciendole a un
lado la camiseta, que cada vez veia su dominio mas mermado.
Anais y el se habian quedado solos en la casa y el muchacho aprovechaba al maximo
aquellos raros momentos de libertad. Parecia querer compensar con esas sesiones la falta
de mimos por las noches (Antonio les tenia terminantemente prohibido dormir en la
misma habitacion). No obstante, alli, en el sofa, estaban muy expuestos: si alguien abria
la puerta de entrada les sorprenderia en plena faena.
―Bruno…― llamo la muchacha con voz entrecortada―. Si tu padre nos pilla…
―A mi padre aun le queda para venir― le aseguro el, separando un instante sus
labios de la piel de Anais pero volviendo inmediatamente al ataque.
―Pero cualquiera podria entrar y vernos.
―Mi madre tambien esta trabajando― alego el, llevando entonces sus labios a los de
la chica, silenciando cualquier protesta posible.
Anais noto la mano de Bruno en la parte trasera de su muslo, yendo cada vez mas y
mas arriba, y sintio un agradable cosquilleo en la boca del estomago y un calor que no
provenia de su novio sino de dentro de ella. Sufrio un repentino sofoco y creyo que iba
a echar a arder.
Beso a Bruno con renovadas ganas y percibio que su cuerpo se habia vuelto mucho
mas sensible a todas las caricias, ademas de que el frances parecia estar mas cerca de ella
que nunca…
Tan entregados estaban ambos, que ninguno de los dos oyo el ruido de las llaves al
introducirse en la cerradura ni como esta comenzaba a girar.
―!Eh! !EH! !EH!― grito una potente voz de pronto, sobresaltandoles.
Los cuerpos de Anais y Bruno, que estaban horizontalmente sobre el sofa, se pusieron
en una fraccion de segundo verticales, y miraron con el corazon oprimido a aquel que
los habia sorprendido.
―¿Tu no estabas dando una vuelta por el pueblo?― inquirio con desden Bruno. Por
un instante habia temido que fuera su padre, pero no, era Nick.
―¿Y vosotros no estabais a una distancia prudencial cuando os deje?― replico Nick
seriamente, notandosele en el cuello todas las venas―. Si llega a ser papa el que entra, a
ti te manda a un internado y a ti a un convento hasta que vuelvas a España. !Por Dios, si
parecia una pelicula porno…!
Ana Isabel, tremendamente avergonzada, se ajusto en su lugar la ropa y se arreglo el
rizado pelo, que habia quedado totalmente revuelto.
―¿A esto os dedicais cuando estais solos? ¿A magrearos…? Deberia daros verguenza,
y yo deberia decirselo a papa.
―Si, eso, chivate como si estuvieramos en parvulitos. Baaahh.
Nick, que tenia el menton apretadisimo desde que habia entrado, se acerco a su
hermano en un par de zancadas y arrimando su cara a la de el, le dijo:
―¿En parvulitos? No… aqui se huele a otra cosa; estamos en la ESO, con gente en la
edad del pavo, y tu eres el pavo jefe.
Anais miro a los dos hermanos asustada. Si Nick se hubiera acercado a ella de aquel
modo y con tal mal humor, se habria cagado por la pata abajo, pero Bruno ya debia estar
acostumbrado a ello, pues se mantenia en su posicion de forma heroica. Para chulo uno,
chulo el otro; como se notaba que eran hermanos…
―!Parad, por favor!― les pidio, sobreponiendose a su miedo y acercandose a ellos.
Metio las manos entre ambos y les obligo a separarse, empujando a cada uno hacia un
lado distinto. Ella quedo en medio―. Por favor, no os peleeis.
―Diselo al chivato este. Es por su culpa por la que ahora nos enrollamos en el sofa a
plena luz del dia― dijo Bruno, y Anais se sintio ridicula. “Diselo al chivato este…” Las
palabras de su novio le sonaban tan a… crio. Nick tenia razon en lo que habia dicho.
―Nick― dijo Ana Isabel, girandose hacia el hombre de ojos claros―, lo sentimos,
no volvera a pasar.
―¿Pero que dices?― objeto Bruno―. No tenemos que justificarnos frente a el. Ante
mi padre, bueno, y tampoco me hace mucha gracia, pero ¿quien es Nick para que
tengamos que disculparnos? Esta casa es tan mia como suya, incluso algo mas, porque el
apenas si pasa tiempo en ella. Mientras no monte una bacanal aqui o haga una fogata
enorme en medio del salon, no tiene derecho a decirme nada.
―Bruno, no hace falta ponerse gallito― dijo Ana Isabel, no distinguiendo a su novio
tras el comportamiento que tenia ahora. Cuando se enfrentaba a Nick era como si
cambiara radicalmente…
―.Gallito? !Gallito el, que viene aqui una semana e intenta colocarlo todo a su gusto!
.Te gusto asi, Nick?― le pregunto el muchacho como fuera de si―. .Quieres que
cambie mis pantalones caidos por unos como los tuyos? !Ahora mismo, mi
comandante!― Bruno se subio los pantalones desde la mitad del culo hasta mas alla del
ombligo de un solo tiron―. ¿Asi mejor…? !Que te den, Nick! No te soporto; papa te
considera el hijo perfecto, y claro, yo a tu lado, soy el mierda, el que lo hace todo mal,
!pues que te den a ti y a tu perfeccion, no acatare ordenes tuyas como si fueras mi
segundo padre!
Y de pronto Anais se vio entre los brazos de Bruno, que la besaba con una fuerza y un
impetu proveniente de la rabia que recorria sus venas. E igual de rapido que el beso
comenzo, termino, pues Nick cogio a su hermano por la espalda y lo separo de Ana
Isabel bruscamente.
Bruno, revolviendose, se libero del agarre y se volteo hacia Nick con el puno alzado,
pero su hermano lo vio venir y se aparto justo a tiempo de evitar el golpe. El mas
pequeno, no dandose por vencido, volvio a levantar el brazo y junto sus dedos en una
bola, dirigiendola de nuevo hacia la cara de Nick, que volvio a eludirla con una
destreza envidiable.
―!Parad! !Parad! !Parad!― grito histericamente Ana Isabel. Ella no habia pagado por
ver una pelea de lucha libre…
Nick, sintiendo la adrenalina, los celos y la furia correr por sus venas, tomo la
iniciativa y le arreo un punetazo a su hermano en plena cara. Bruno no habia estudiado
jamas un arte marcial, a diferencia de Nick, y los nudillos de su pariente le golpearon
sin poder hacer nada para evitarlo.
Cayo al suelo.
El hermano mayor respiraba aceleradamente, pero parecia sereno; el otro, en cambio,
miraba a Nick con odio reluciendo en sus ojos, que se llenaban de lagrimas a cada
instante por mucho que el intentara evitarlo: no se le habia roto ningun diente de puro
milagro.
Anais, por su parte, estaba de pie en el mismo sitio en el que Bruno la habia besado.
Todo habia ocurrido tan rapido… Las lagrimas acudian tambien a sus ojos, aunque a ella
no la hubieran golpeado, y no creia poder moverse. Observo, como si de un sueno se
tratase, a Bruno tirado en el suelo e intento ir a su lado; sorprendentemente, sus pies le
contestaron y se arrimo a el. Se agacho a su lado y alargo una mano para tocarle, pero
Bruno, humillado, se aparto, y levantandose por si mismo, salio de la casa dejando la
puerta abierta tras de si.
Una larga exhalacion de tribulacion salio de la boca de Ana Isabel a la vez que una
lagrima recorria su mejilla. Se sentia estupida. Se habia quedado mirando la pelea como
las ninas tontas en las peliculas, sin intervenir, y ahora Bruno se habia largado echo un
basilisco, seguramente odiandola por haberse puesto del lado de Nick en la riña.
Nick… ahora volvia a darse cuenta de su presencia.
Le miro, y el le devolvio la mirada. Dio un paso hacia ella, pero la chica se aparto.
―No te acerques, por favor.
―El intento pegarme, Belinda, lo viste― intento justificarse Nick―. Fue Bruno
quien empezo la pelea.
―¿Y eso que mas da? ¿Que mas da…?― pregunto Ana Isabel mirandole con unos ojos
que destrozaron el corazon de Nick. Tras eso, se dio la vuelta y salio a la calle, como
Bruno habia hecho minutos antes.
Nick sintio de nuevo la rabia invadiendole, aunque en aquella ocasion era hacia si
mismo.
Golpeo con fuerza uno de los cojines del sofa y despues le dio una patada al respaldo.
Se hizo dano, pero no le importo. .Como habia sido capaz de rebajarse tanto? ¿Como
habia podido acabar peleandose con su hermano pequeno a punetazo limpio? ¿Como
habia sido capaz de sentirse triunfador al verle tirado en el suelo?
Cogio el almohadon que antes habia golpeado y lo arrojo contra la pared soltando un
grito; despues asio otro y lo lanzo contra la ventana, que afortunadamente resistio el
impacto.
Habia sentido unos celos tan fuertes al verles juntos… les habia sorprendido
besandose, acariciandose… si no los hubiera pillado, quien sabe donde habrian
llegado…
Sintio dolor en el pecho.
Belinda… Belinda… Belinda…
No soportaba verla asi con Bruno, le destrozaba… Tan solo el pensar que ella se sentia
atraida por su hermano era como una punalada, que lenta y dolorosamente le iba
matando.
Debia decirselo a Belinda, confesarle lo que sentia, besarla como ella le habia pedido,
demostrarle aquello que palpitaba en su pecho. Asi el sufrimiento desapareceria, y se
sentiria feliz, contento… como todo aquel que ama y es correspondido.
!Si! !Esa era la solucion!
Mariel Jonas
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
En Francia, en Nochevieja no toman uvas, pero los emigrantes espanoles si lo hacen, y
Antonio habia inculcado aquella costumbre a su familia.
Primera campanada, una uva.
Segunda campanada, otra uva.
Undecima campanada, penultima uva.
A Ana Isabel siempre le habia costado mucho comerse las doce uvas. Le entraba la risa
al ver a los demas metiendose un grano tras otro en la boca y acababa chorreandole
zumo de uva desde la comisura de los labios hasta la barbilla, lo que hacia que los demas
tambien se rieran y les pasara algo parecido. Hasta tal punto de caos llegaba la cosa, que
sus hermanastros habian amenazado con mandarla a otra habitacion para comerselas si
seguia dando el espectaculo cada ano.
Pero en aquella ocasion no le paso eso, y cuando en la tele retransmitieron la doceava
campanada, ella se pudo meter la uva en la boca sin muchas complicaciones.
Las vacaciones francesas no se extienden mucho mas alla de Nochevieja, pues al ser un
pais laico no recogen en sus festividades el dia de los Reyes Magos, y Anais pronto
volveria a España, dejando atras a Bruno.
Se sentia triste por ello, aunque en verdad no era eso lo que le hacia estar tan apagada.
Bruno y Nick parecian emitir auras contrarias, que chocaban entre si produciendo
ondas expansivas de malestar. Cuando ambos estaban juntos en la misma estancia, la
tension parecia poder palparse en el ambiente, y Antonio les habia obligado a los dos a
comer las uvas en el salon, por lo que Anais solo podia preguntarse cuando se produciria
la chispa que haria estallar la tormenta.
Ademas, Bruno estaba frio con todo el mundo desde lo del punetazo, producido esa
misma tarde, y la espanola se sentia especialmente sola en aquella fecha tan importante.
Los padres de ambos, asombrosamente ciegos a aquella tirantez, estaban muy
emocionados con el cambio de ano, y en cuanto las campanadas terminaron,
descorcharon champan para celebrarlo.
Les sirvieron a cada uno una copa y brindaron, como si nada malo pasara, aunque la
hinchazon en la cara de Bruno indicaba que algo extrano pasaba en aquella familia.
“No hay mas ciego que el que no quiere ver”, se dijo Ana Isabel amargamente mirando
a su alrededor mientras se bebia el champan que le habian servido. Para ella era tan
obvio el problema de Bruno y Nick que no llegaba a entender como sus padres no lo
veian.
Nick miro a Belinda de refilon y se trago de un solo sorbo el contenido de la copa,
sirviendose otra de inmediato y haciendo exactamente lo mismo que con la anterior.
Habia decidido besarla aquella noche, pero necesitaba fuerzas… y valor, porque jamas
habia sentido tantisimo pavor…
Iba a servirse la tercera copa de champan cuando sono el telefono. Celine se levanto a
cogerlo, pero tras preguntar quien era, hubo de pasarselo a su marido, pues la persona
que llamaba hablaba en español.
―!Paco!― exclamo Antonio contento―. !Feliz ano nuevo a ti tambien! Si… todo
bien, nadie se ha atragantado con las uvas. ¿Tu hija? Si, aqui esta, espera que se pone.
Ana Isabel se puso en pie rapidamente y fue hasta el telefono, saludando a su padre
contenta, ya que si algo podia romper el frio que se vivia en casa de los Hernandez era la
calidez de su hogar.
―!FELIZ AÑO NUEVO!
La voz de todos, desde su padre hasta Sebastian, le devolvio el mismo deseo. Instantes
despues oyo como si pulsaran una tecla y su padre le hablo con tanta nitidez que parecia
estar en la casa de al lado.
―!Feliz año nuevo, cariño!
―¿Y lo de antes…?― pregunto la chica caminando lentamente hacia la cocina, con
objetivo de ir hasta su habitacion y hablar con mas intimidad con su familia.
―Nos hemos comprado un telefono nuevo y tiene manos libres. Esta muy bien, ya lo
veras cuando vuelvas. Te falta muy poco ya, .eh?
―Si…
Anais abrio la puerta que daba al estrecho pasillo y cinco segundos despues estaba en
su habitacion, totalmente sola y sin que el ruido de la tele, que Antonio ponia
demasiado alta para su gusto, la distrajera.
―¿Que, alguien se ha atragantado con las uvas?― se intereso, sentandose en la cama
de cara al cabezal.
Sentia mucha anoranza por los suyos, y especialmente en aquellas fechas tan señaladas
que siempre habia compartido con su familia. Le habia pasado lo mismo en
Nochebuena, pero ahora la sensacion de perdida era mucho mas intensa.
―Claro que no, si la que comienza el circulo vicioso de reirse eres tu…
La muchacha sonrio, aunque tristemente por la melancolia.
***
Nick decidio seguir a Belinda a su habitacion, y alli, cuando dejara de hablar con su
padre, la besaria. Era lo mejor, pues estarian solos y ni novios celosos ni tutores
sorprendidos les molestarian.
Fue a la cocina y con disimulo se metio en el diminuto corredor que separaba el cuarto
de baño y la habitacion de ella. Procurando no hacer ruido, abrio la puerta del
dormitorio y se metio. Ana Isabel seguia hablando con su familia, pero estaba de
espaldas a la puerta y no se dio cuenta de que Nick habia entrado.
El pecho del frances latia con fuerza al pensar en lo que iba a hacer. !Por fin besaria a
Belinda…! !Por fin ella le creeria! !Por fin seria feliz de nuevo…!
Trago saliva, sintiendo que la sangre golpeaba con fuerza todo su cuerpo, como si
quisiera escaparse de sus venas.
Dio un paso mas hacia ella.
No le diria nada hasta que terminara de hablar, pero no podia aguantar para estar
cerca de ella. Ahora que veia el momento tan proximo, no podia dejar de pensar en el…
Intento concentrarse en otra cosa mientras la muchacha seguia hablando con sus
padres, desconocedora de su presencia, y lo unico que le distrajo lo suficiente fue la voz
de la propia Belinda.
―.En serio? !No me lo puedo creer…! Que bien.
El frances percibio en su voz un toque triste que le preocupo. Con esas palabras
pegaba un tono mas animado…
―Si, lo se… si… yo tambien os hecho de menos.
El corazon de Nick se encogio al darse cuenta de que Belinda estaba llorando, y sin
poder evitarlo, dio un paso mas hacia ella.
―No, papa, no estoy llorando― mintio la joven, aunque su voz se veia ahogada por
las lagrimas y Paco no se trago la trola.
Nick no llegaba a oir las respuestas del hombre, pero supuso que trataba de consolar a
su hija. Sus palabras, sin embargo, no parecian funcionar, y Anais seguia llorando como
una magdalena.
Dio un paso mas y se coloco a su lado, cogiendole el telefono de la mano. La llantina
habia cerrado la garganta de la chica y vuelto su lengua pastosa, por lo que no podia
hablar, y dejo que Nick le dijera algo a su padre mientras ella se reponia.
El hombre se puso el auricular en la oreja a la vez que acariciaba a Belinda,
reconfortandola un tanto.
―¿Paco? Soy Nick.
―¿Y Ana Isabel?― le pregunto la voz de su padrino, y el frances supo por la forma de
pronunciar que tambien estaba llorando.
!Por favor, que lacrimogenos estaban hoy!
―Se ha emocionado demasiado; ahora mismo no puede hablar.
―Ah… Nick, cuidamela, por favor, cuidamela mucho el tiempo que le queda ahi,
por favor. Ay, mi niña… dile que no llore.
El frances miro a la chica que tenia al lado, aquella a la que pensaba besar y que ahora
se secaba las lagrimas como podia: Belinda, la hija de su padrino.
El tambien sintio un nudo en la garganta, pero no precisamente por la anoranza o la
melancolia.
―Claro, Paco, quedate tranquilo― le dijo tras unos segundos de silencio.
―Despideme de ella, .vale? No creo que pueda hablar con ella otra vez sin ponerme
sentimental… Y gracias, Nick, muchas gracias.
―De nada. Que paseis buena noche.
―Igualmente, y gracias otra vez.
Nick apreto el boton de apagar finalmente y se quedo mirando a Belinda, que se seco
las lagrimas con la manga de la camiseta.
―¿Ha colgado ya?― pregunto la chica con los ojos brillantes, algo decepcionada.
―Si, le ha pasado lo mismo que a ti y no podia hablar.
Anais se cubrio la cara por completo con la tela de la ropa y se restrego la piel contra
ella, intentando borrar el rastro de las lagrimas, pero cuando se descubrio la cara, Nick
se la vio reluciente a la luz de la lamparilla, pues todavia la tenia algo mojada.
“Estas mas guapa que nunca…” penso el hombre, sintiendo que su corazon se
estremecia de dolor.
―¿Y que venias a buscar antes de pillarme con esta llantina?― pregunto Anais
riendose de si misma.
―¿Como?― inquirio Nick, que mientras la muchacha hablaba habia tenido sus
pensamientos en otra cosa.
―¿Querias algo?
―!Ah, no! Tan solo desearte feliz ano nuevo― dijo sonriendo, aunque el dolor que
sentia por dentro le pedia mas bien llorar.
Antonio habia inculcado aquella costumbre a su familia.
Primera campanada, una uva.
Segunda campanada, otra uva.
Undecima campanada, penultima uva.
A Ana Isabel siempre le habia costado mucho comerse las doce uvas. Le entraba la risa
al ver a los demas metiendose un grano tras otro en la boca y acababa chorreandole
zumo de uva desde la comisura de los labios hasta la barbilla, lo que hacia que los demas
tambien se rieran y les pasara algo parecido. Hasta tal punto de caos llegaba la cosa, que
sus hermanastros habian amenazado con mandarla a otra habitacion para comerselas si
seguia dando el espectaculo cada ano.
Pero en aquella ocasion no le paso eso, y cuando en la tele retransmitieron la doceava
campanada, ella se pudo meter la uva en la boca sin muchas complicaciones.
Las vacaciones francesas no se extienden mucho mas alla de Nochevieja, pues al ser un
pais laico no recogen en sus festividades el dia de los Reyes Magos, y Anais pronto
volveria a España, dejando atras a Bruno.
Se sentia triste por ello, aunque en verdad no era eso lo que le hacia estar tan apagada.
Bruno y Nick parecian emitir auras contrarias, que chocaban entre si produciendo
ondas expansivas de malestar. Cuando ambos estaban juntos en la misma estancia, la
tension parecia poder palparse en el ambiente, y Antonio les habia obligado a los dos a
comer las uvas en el salon, por lo que Anais solo podia preguntarse cuando se produciria
la chispa que haria estallar la tormenta.
Ademas, Bruno estaba frio con todo el mundo desde lo del punetazo, producido esa
misma tarde, y la espanola se sentia especialmente sola en aquella fecha tan importante.
Los padres de ambos, asombrosamente ciegos a aquella tirantez, estaban muy
emocionados con el cambio de ano, y en cuanto las campanadas terminaron,
descorcharon champan para celebrarlo.
Les sirvieron a cada uno una copa y brindaron, como si nada malo pasara, aunque la
hinchazon en la cara de Bruno indicaba que algo extrano pasaba en aquella familia.
“No hay mas ciego que el que no quiere ver”, se dijo Ana Isabel amargamente mirando
a su alrededor mientras se bebia el champan que le habian servido. Para ella era tan
obvio el problema de Bruno y Nick que no llegaba a entender como sus padres no lo
veian.
Nick miro a Belinda de refilon y se trago de un solo sorbo el contenido de la copa,
sirviendose otra de inmediato y haciendo exactamente lo mismo que con la anterior.
Habia decidido besarla aquella noche, pero necesitaba fuerzas… y valor, porque jamas
habia sentido tantisimo pavor…
Iba a servirse la tercera copa de champan cuando sono el telefono. Celine se levanto a
cogerlo, pero tras preguntar quien era, hubo de pasarselo a su marido, pues la persona
que llamaba hablaba en español.
―!Paco!― exclamo Antonio contento―. !Feliz ano nuevo a ti tambien! Si… todo
bien, nadie se ha atragantado con las uvas. ¿Tu hija? Si, aqui esta, espera que se pone.
Ana Isabel se puso en pie rapidamente y fue hasta el telefono, saludando a su padre
contenta, ya que si algo podia romper el frio que se vivia en casa de los Hernandez era la
calidez de su hogar.
―!FELIZ AÑO NUEVO!
La voz de todos, desde su padre hasta Sebastian, le devolvio el mismo deseo. Instantes
despues oyo como si pulsaran una tecla y su padre le hablo con tanta nitidez que parecia
estar en la casa de al lado.
―!Feliz año nuevo, cariño!
―¿Y lo de antes…?― pregunto la chica caminando lentamente hacia la cocina, con
objetivo de ir hasta su habitacion y hablar con mas intimidad con su familia.
―Nos hemos comprado un telefono nuevo y tiene manos libres. Esta muy bien, ya lo
veras cuando vuelvas. Te falta muy poco ya, .eh?
―Si…
Anais abrio la puerta que daba al estrecho pasillo y cinco segundos despues estaba en
su habitacion, totalmente sola y sin que el ruido de la tele, que Antonio ponia
demasiado alta para su gusto, la distrajera.
―¿Que, alguien se ha atragantado con las uvas?― se intereso, sentandose en la cama
de cara al cabezal.
Sentia mucha anoranza por los suyos, y especialmente en aquellas fechas tan señaladas
que siempre habia compartido con su familia. Le habia pasado lo mismo en
Nochebuena, pero ahora la sensacion de perdida era mucho mas intensa.
―Claro que no, si la que comienza el circulo vicioso de reirse eres tu…
La muchacha sonrio, aunque tristemente por la melancolia.
***
Nick decidio seguir a Belinda a su habitacion, y alli, cuando dejara de hablar con su
padre, la besaria. Era lo mejor, pues estarian solos y ni novios celosos ni tutores
sorprendidos les molestarian.
Fue a la cocina y con disimulo se metio en el diminuto corredor que separaba el cuarto
de baño y la habitacion de ella. Procurando no hacer ruido, abrio la puerta del
dormitorio y se metio. Ana Isabel seguia hablando con su familia, pero estaba de
espaldas a la puerta y no se dio cuenta de que Nick habia entrado.
El pecho del frances latia con fuerza al pensar en lo que iba a hacer. !Por fin besaria a
Belinda…! !Por fin ella le creeria! !Por fin seria feliz de nuevo…!
Trago saliva, sintiendo que la sangre golpeaba con fuerza todo su cuerpo, como si
quisiera escaparse de sus venas.
Dio un paso mas hacia ella.
No le diria nada hasta que terminara de hablar, pero no podia aguantar para estar
cerca de ella. Ahora que veia el momento tan proximo, no podia dejar de pensar en el…
Intento concentrarse en otra cosa mientras la muchacha seguia hablando con sus
padres, desconocedora de su presencia, y lo unico que le distrajo lo suficiente fue la voz
de la propia Belinda.
―.En serio? !No me lo puedo creer…! Que bien.
El frances percibio en su voz un toque triste que le preocupo. Con esas palabras
pegaba un tono mas animado…
―Si, lo se… si… yo tambien os hecho de menos.
El corazon de Nick se encogio al darse cuenta de que Belinda estaba llorando, y sin
poder evitarlo, dio un paso mas hacia ella.
―No, papa, no estoy llorando― mintio la joven, aunque su voz se veia ahogada por
las lagrimas y Paco no se trago la trola.
Nick no llegaba a oir las respuestas del hombre, pero supuso que trataba de consolar a
su hija. Sus palabras, sin embargo, no parecian funcionar, y Anais seguia llorando como
una magdalena.
Dio un paso mas y se coloco a su lado, cogiendole el telefono de la mano. La llantina
habia cerrado la garganta de la chica y vuelto su lengua pastosa, por lo que no podia
hablar, y dejo que Nick le dijera algo a su padre mientras ella se reponia.
El hombre se puso el auricular en la oreja a la vez que acariciaba a Belinda,
reconfortandola un tanto.
―¿Paco? Soy Nick.
―¿Y Ana Isabel?― le pregunto la voz de su padrino, y el frances supo por la forma de
pronunciar que tambien estaba llorando.
!Por favor, que lacrimogenos estaban hoy!
―Se ha emocionado demasiado; ahora mismo no puede hablar.
―Ah… Nick, cuidamela, por favor, cuidamela mucho el tiempo que le queda ahi,
por favor. Ay, mi niña… dile que no llore.
El frances miro a la chica que tenia al lado, aquella a la que pensaba besar y que ahora
se secaba las lagrimas como podia: Belinda, la hija de su padrino.
El tambien sintio un nudo en la garganta, pero no precisamente por la anoranza o la
melancolia.
―Claro, Paco, quedate tranquilo― le dijo tras unos segundos de silencio.
―Despideme de ella, .vale? No creo que pueda hablar con ella otra vez sin ponerme
sentimental… Y gracias, Nick, muchas gracias.
―De nada. Que paseis buena noche.
―Igualmente, y gracias otra vez.
Nick apreto el boton de apagar finalmente y se quedo mirando a Belinda, que se seco
las lagrimas con la manga de la camiseta.
―¿Ha colgado ya?― pregunto la chica con los ojos brillantes, algo decepcionada.
―Si, le ha pasado lo mismo que a ti y no podia hablar.
Anais se cubrio la cara por completo con la tela de la ropa y se restrego la piel contra
ella, intentando borrar el rastro de las lagrimas, pero cuando se descubrio la cara, Nick
se la vio reluciente a la luz de la lamparilla, pues todavia la tenia algo mojada.
“Estas mas guapa que nunca…” penso el hombre, sintiendo que su corazon se
estremecia de dolor.
―¿Y que venias a buscar antes de pillarme con esta llantina?― pregunto Anais
riendose de si misma.
―¿Como?― inquirio Nick, que mientras la muchacha hablaba habia tenido sus
pensamientos en otra cosa.
―¿Querias algo?
―!Ah, no! Tan solo desearte feliz ano nuevo― dijo sonriendo, aunque el dolor que
sentia por dentro le pedia mas bien llorar.
Mariel Jonas
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
QUE TRISTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE D': pucha nick :c cuando te vai a animar a decirle todo :'c
Invitado
Invitado
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
Me Falta soló la Última Parte más Tarde la Leo :(
Mi Hermano quiere ocupar el Compu
Esta Buenisisima La Maraton
Mi Hermano quiere ocupar el Compu
Esta Buenisisima La Maraton
Love Is Easy (TJBM)
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
Marieeeeeeeeeel aqui ya es tarde y pss tengo tarea :s me quda el ultimo cap para leer mañana sin falta lo leo linda!!
AMO a BRUNO <3 Nicholas Sos un tontoooooooooooooooooooooooooooooooo!!! U.U'
AMO a BRUNO <3 Nicholas Sos un tontoooooooooooooooooooooooooooooooo!!! U.U'
WhoIam13
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
uu me dio Penita Nick
Sigue Pronto ;)
Sigue Pronto ;)
Love Is Easy (TJBM)
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
aaa me encanto el maraton,, en el ame a bruno y anick mas de lo que ya los queria :)
aaa que suertuda belii
siguela plis
aaa que suertuda belii
siguela plis
#Fire Rouge..*
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
ayyyyyyyyyy ...como q no le dijo e hiso NADA ...es un $·%@** NICK
SEGUILA ...!!!
GRACIAS POR LA MARATN ESTUVO GENIAL"!
SEGUILA ...!!!
GRACIAS POR LA MARATN ESTUVO GENIAL"!
cami23593
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
Me encantooooooooooooooooooooo vez Nick por tu culp mi Brno se me enojo u.u!! y a ti COBARDEEEEE NO TE ANIMAS SIQUIERA A DARLE UN INOFENSIVO BESHITOO A BELINDA U.U ME DESEPCIONAAS!
Marieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeel, Sube pronto :)
Marieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeel, Sube pronto :)
WhoIam13
Página 23 de 43. • 1 ... 13 ... 22, 23, 24 ... 33 ... 43
Temas similares
» Alma profunda Adaptacion(Erotica/Romantica) [Nick & Tu] ~Terminada~
» ♥Asi Fue como lo conoci♥ (Justin Bieber y tu) Hot-Romantica
» Nick y Delta cena Romantica..¬¬
» Como ser popular (Nick y Tu) Adaptacion TERMINADA
» Tal Como Eres (Nick Jonas y Tu) Adaptación [Terminada]
» ♥Asi Fue como lo conoci♥ (Justin Bieber y tu) Hot-Romantica
» Nick y Delta cena Romantica..¬¬
» Como ser popular (Nick y Tu) Adaptacion TERMINADA
» Tal Como Eres (Nick Jonas y Tu) Adaptación [Terminada]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 23 de 43.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.