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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
Alex JB escribió:
Queremos Capituloooooooo !!!
Love Is Easy (TJBM)
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
Que lloro por ti que lloro sin ti :grupo: esta hermosa Song va dedicada al Hermoso Cap que no lei Hoy Marieeeeeeeeeeeeeeel porque!!! porque??? okno yo se que subes demasiado seguido y es que se me hace un habito de rutina leer tus noves U.U por eso mi insistencia xD TU Y SOLO TU ERES LA CULPABLE U_U
SUBE PRONTOOO
SUBE PRONTOOO
WhoIam13
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
ahhhhhhhhhhh tines que seguirla PERO YA :D
esta hermosa la nove
es bellisimaaaaaaaaaaaaaaaa
siguee pleaseeeeeeeeeee
esta hermosa la nove
es bellisimaaaaaaaaaaaaaaaa
siguee pleaseeeeeeeeeee
ivana-ilove
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
CHICAS LO SIENTO......ES KE TENIA UNA "REUNION" CON MIS AMIGOS XD
VIERON A MI KSA ...PERO AORA TERMINO D EDITAR EL CAP Y LO SUBO ;)
ME ESPERAN UNOS 5 MIN¿?
VIERON A MI KSA ...PERO AORA TERMINO D EDITAR EL CAP Y LO SUBO ;)
ME ESPERAN UNOS 5 MIN¿?
Mariel Jonas
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
18. SONRISAS FRANCESAS
Anais no pudo evitar sonreir divertida cuando vio al muchacho bailando al son de una
musica que solo el escuchaba. Sacudia la cabeza, el culo y las piernas de forma algo torpe
mientras se preparaba un bocadillo, y todavia no habia visto a la española, pues estaba
de espaldas a ella.
Ana Isabel supuso que era Bruno, el hijo menor de la familia y con quien habia
hablado a traves de Internet. Lo miro de arriba a bajo, dandose cuenta de que no lo
habia esperado asi. La unica vez que lo habia visto a traves de una video llamada parecia
ya remota, y el recuerdo debia haberse contaminado.
Bruno llevaba unos pantalones tan caidos que debian versele al menos cuatro dedos de
calzoncillos, ocultos por una camisa negra. El pelo moreno no lo llevaba demasiado
largo, pero tenia suficiente como para desordenarselo, y dos coletas finas le salian de la
nuca. Era algo mas alto que Anais y parecia estar en muy buena forma, aunque era de
caderas estrechas.
―Hola…― saludo la española en frances colocando su mano sobre el brazo de Bruno
para llamar asi su atencion.
Intento hacerlo suavemente, para no asustarle, pero el muchacho dio un salto
tremendo, sobresaltando incluso a Ana Isabel.
―!Joder! !Que susto!― exclamo Bruno tambien en galo.
―!Lo mismo digo!
El muchacho la miro un instante, alerta, pero entonces parecio reconocerla y solto un
suspiro, intentando calmarse. Luego, sin aviso previo, comenzo a desternillarse.
―Que susto…― decia entre risas―. La leche… no se lo que me he imaginado…
―¿Quien creias que era?― pregunto Ana Isabel, riendose tambien, contagiada por las
carcajadas de el.
―Ayer vi una pelicula de miedo, y por un instante pense que eras la protagonista…
pero ni punto de comparacion, tu eres mucho mas guapa.
Anais se sonrojo de inmediato y sonrio complacida.
―Soy Ana Isabel― dijo extendiendo la mano.
―Yo Bruno― contesto el. Habia dejado de reirse, pero sonreia ampliamente―.
Hablas muy bien frances.
―Gracias.
Ana Isabel sintio que el corazon le latia a mil por hora sin saber exactamente por que.
No podia dejar de mirar a Bruno, cuya mirada la tenia como hechizada y pensaba, sin
apenas darse cuenta, que el muchacho era muy guapo, y que su sonrisa, que nunca
desaparecia de su cara, era maravillosa.
―¿Quieres comer algo? Me estaba preparando un bocadillo.
―Mmm, no gracias, no tengo hambre.
―De acuerdo. Dejame que termine el mio y enseguida estoy contigo. Sientate.
Anais le hizo caso y ocupo una de las sillas de la cocina.
―¿Te han enseñado tu habitacion?
―Si, tu madre.
―Vale, y ¿queda algo por enseñarte?
―No, tu madre me ha hecho un tour por la casa.
Bruno se giro y la miro, sonriendo ampliamente, como si le hubiera hecho gracia lo
que acababa de contarle.
―Entonces yo me reservo la mision de ensenarte el pueblo ¿vale?
―Vale.
Anais se dio cuenta de que no podia dejar de sonreir. Incluso cuando intentaba borrar
ese gesto de su cara, sus labios volvian a dibujar un arco apenas medio segundo despues.
―¿Y por que no lo hacemos ahora? Aun queda un rato de luz― Bruno se asomo un
instante a la ventana para asegurarse de que no erraba y se giro hacia Anais con el
bocadillo ya listo―. ¿Que te parece? ¿Vamos?
―Si, claro.
La espanola corrio a buscar su chaqueta y como un rayo volvio a donde estaba Bruno,
esperandola con una de sus increibles sonrisas que hizo estremecer a Anais.
¿Que le estaba pasando? ¿Por que no podia dejar de mirar a Bruno? ¿Por que prestaba
tantisima atencion a sus palabras? ¿Como fue que, durante su paseo, no vio por donde la
guiaba y que, sin embargo, recordara perfectamente casi todas sus palabras?
Y Bruno tampoco parecia muy concentrado en lo que les rodeaba. Apenas pararon en
sitios importantes del pueblo, como el puente romano o la iglesia gotica…
Cuando Antonio y Celine, padres de Bruno, le preguntaron durante la cena de aquella
noche que habian visitado del pueblo, los dos jovenes se miraron y sonrieron,
complices, sin contestar que no habian visto ninguna de las atracciones del pueblo.
―Hemos visto cosas bonitas, ¿verdad?― dijo Bruno dedicandole a Anais una de
aquellas sonrisas suyas, y la chica supo que le estaba diciendo guapa.
―Si, lindisimas― contesto la espanola sintiendo los latidos de su corazon hasta en la
punta de los dedos. No se reconocia tras esas palabras; siempre habia sido tan timida… y
ahora…
Bruno entendio sus palabras y amplio todavia mas su sonrisa.
―¿Pero cuales?― insistio Antonio, no habiendose dado cuenta del increible
momento que habian tenido su hijo y la huesped―. No me gustaria enseñarle lo que tu
ya le has enseñado.
Antonio hablaba un frances extrano, el de aquel que llega a un pais del que desconoce
la lengua y aprende de lo que oye.
―Los que estan mas cerca de aqui, papa― contesto Bruno algo brusco.
Padre e hijo se miraron un instante sin demasiada simpatia y Antonio parecio querer
replicarle algo, pero se contuvo en el ultimo instante y siguio comiendo la sopa. Celine
suspiro y tambien se llevo una cucharada a la boca.
Anais busco con su mirada la de Bruno, pero esta vez no la hallo, y por un instante se
sintio completamente fuera de lugar.
―Parece que va a llover― dijo Celine al acabar la cena, asomandose a la ventana―.
Hay relampagos.
―Si no se oyen truenos, todavia esta lejos― decreto Antonio, que tras limpiar y
guardar el mantel, fue hasta el comedor y encendio la tele.
―No es recomendable encender la tele cuando hay tormenta electrica― le recordo
Bruno mientras se dirigia a su habitacion.
―Todavia esta lejos.
―Lo que tu digas, papa.
El muchacho desaparecio por el pasillo que llevaba a las habitaciones y Anais se quedo
un instante en la cocina, no sabiendo que hacer. Le apetecia ir con Bruno, mas la
timidez que siempre la habia atado volvia a estar ahi, y no sabia si seguirle.
Pero entonces el muchacho reaparecio en el pasillo y se la quedo mirado.
―¿Vienes?― pregunto.
―Si, claro.
Anais se apresuro a ir con el y juntos se dirigieron a la habitacion del muchacho, que
estaba al final del pasillo. Entraron y Ana Isabel se empapo de todo lo que vio alli, como
si quisiera descubrir todo lo que le gustaba a Bruno.
Era una habitacion rectangular. Los unicos muebles que habia eran una cama, una
mesa, un armario y una estanteria. El catre y la mesa estaban despejados, pero la
estanteria estaba repleta de cosas en un caos total. En las paredes habia colgados un
monton de posters, tanto de peliculas como de cantantes, e incluso banderas con
esloganes muy diversos, casi todos clamando por la igualdad o el respeto al medio
ambiente. Los pocos trozos de pared que se veian estaban pintados de verde.
―Me gusta tu habitacion.
Bruno se sento sobre la cama y le sonrio.
―¿Puedes cogerme ese disco de ahi?― le pregunto indicandole una torre de CD que
habia sobre la mesa.
―¿Todos ellos?
―No, busca uno que ponga Tryo.
―Tryo, Tryo, Tryo…― Anais fue pasando uno por uno los discos, pero le temblaban
las manos y los CD parecian escurrirsele de entre los dedos, pues la mesa estaba frente a
la ventana, y en el reflejo de esta veia que Bruno la estaba mirando fijamente―. Tryo…
Aqui esta.
―Bien, damelo― el muchacho se puso en pie y se acerco a ella sonriente. Le cogio el
disco y lo puso en una minicadena que desenterro en la estanteria, comenzando a sonar
segundos despues un grupo de reggae frances.
―¿Te gusta?
―Si― Anais se sento en un extremo de la cama sintiendo su corazon latir a mil por
hora por la mera presencia de Bruno, que volvia a mirarla.
―Oye, ¿puedo llamarte Ana? Ana Isabel me parece un nombre muy largo― dijo el
muchacho sentandose en el otro extremo de la cama y cruzando los pies sobre la colcha.
―Claro, como tu quieras llamarme me parece bien― sonrio la chica―. La verdad es
que nadie me llama Ana Isabel. Todo el mundo me llama Anais o algun apodo; tu…―
se detuvo, dandose cuenta de que iba a decir el nombre prohibido.
―¿Mi que?
―Tu hermano― continuo la muchacha dificultosamente. Habia empezado la frase y
ahora tenia que terminar, por poco que le apeteciera recordar aquello―. Tu hermano
me llama Belinda.
―¿Por que?
―Ana Isabel, bel, Belen, Belinda― explico la chica.
―Que complicaciones. Ana esta mejor. Mas simple, ¿no crees?
―Si― Anais habia agachado la cabeza como si estuviera avergonzada―. La verdad es
que es una tonteria que me llame asi. Es rebuscado. No se ni como se le ocurrio.
“Y sin embargo” se dijo la chica “me gusta que me llame asi, tener un nombre solo
para el…”
―Es que mi hermano le da muchas vueltas a la cabeza; siempre lo ha hecho y siempre
lo hara― dijo Bruno torciendo el gesto―¿ Bueno, Ana, ¿te apetece que demos una
vuelta?
―¿Otra?― se sorprendio Anais, todavia con Nick en la cabeza.
―Si no te apetece no hace falta…― se apresuro a decir el frances.
―No, si que me apetece. Vamos. Me sentara bien el aire fresco.
“Para aclarar mis ideas…”
Volvieron a salir a la calle, donde un aire realmente frio les recibio. En el firmamento,
todavia a cierta distancia, se veian relampagos que lo iluminaban todo.
―Estaremos de vuelta antes de que empiece a llover― le prometio Bruno a su madre
cuando esta les pregunto si en verdad pensaban salir con aquel tiempo, pero no
pudieron cumplir su promesa.
El muchacho no hacia mas que hablar y Anais se lo agradecio por dentro muchisimas
veces, pues de este modo pudo olvidarse de nuevo de Nick. Y volvieron a despistarse
por segunda vez en aquel dia, caminando sin saber a donde iban y sin prestar apenas
atencion al entorno…
Hasta que el cielo se rajo con un tremendo trueno (que se habian ido haciendo
progresivamente mas sonoros, aunque ellos no se habian dado cuenta) y el segundo
diluvio universal comenzo a caer sobre ellos, empapando toda su ropa y calandolos hasta
los huesos en apenas unos minutos.
―!Corre!― Bruno le cogio la mano y puso pies en polvorosa.
Llegaron a su casa diez minutos mas tarde, jadeantes y, pese a eso, riendose a carcajada
limpia. Chorreaban agua por todos lados y todavia seguian cogidos por las manos
cuando traspasaron el umbral de la puerta.
―!Por favor…! !Venis empapados! ¿No te dije que estuvierais de vuelta antes de que
empezara a llover?― Celine habia estado esperandoles sentada en el sofa, preocupada
por ellos, y al verles llegar comenzo a reprender a su hijo―. !Con este frio podriais
coger una pulmonia…! !Teneis que secaros y abrigaros! !Ya! Bruno, tu ya sabes donde
estan las toallas; Ana Isabel, ven conmigo.
Celine cogio la mano que la muchacha tenia libre y la llevo hasta la cocina, al fondo
de la cual habia una puerta que llevaba a la habitacion que Anais ocupaba, la unica
separada del resto de dormitorios.
―Ve quitandote la ropa mojada, Ana Isabel― le dijo la mujer cuando entraron a la
habitacion―. Te traere toallas para que te seques.
―Celine…― llamo la espanola cuando la otra ya se disponia a irse―. ¿Podria…
podria ducharme con agua caliente? Por favor.
―Oh, si, claro. Y sin por favor― sonrio―. Ven, te dire donde esta todo.
Junto a la habitacion de Anais habia un pequeno aseo con un pie de ducha que, pese a
sus dimensiones, tenia todo lo que uno podria necesitar en un baño. Celine le explico
como funcionaba la ducha, donde podria dejar la ropa sucia y algunas otras cosas mas
que Anais deberia saber durante su estancia.
―Te dejo aqui las toallas― dijo finalmente la francesa―. Yo voy a acostarme ya,
porque manana trabajo y tengo que levantarme temprano, pero si necesitas algo, no
dudes en llamarme. Me alegro mucho de que estes aqui.
―Yo tambien me alegro de estar aqui, y muchas gracias por todo lo que estais
haciendo― contesto la muchacha sonriendo ampliamente, verdaderamente agradecida.
―Buenas noches.
―Buenas noches.
Celine desaparecio entonces y Anais se desnudo, metiendose instantes despues en la
ducha, buscando el agradable contacto del agua caliente. El ambiente de la casa era
caldeado, pues tenian calefaccion, pero las ropas de la muchacha estaban
tremendamente heladas, y se alegro al desprenderse de ellas.
Estuvo durante varios minutos bajo el agua, oyendo en la lejania, como si no fueran
parte de la realidad, los truenos. Penso en Bruno, en lo que el, sin hacer nada, le hacia
sentir; en las mariposas de su estomago cuando le sonreia; en los latidos de su corazon al
saber que el la observaba sin decir nada…
¿Sentiria el lo mismo o era su modo normal de comportarse? Dudo. Le habia llamado
guapa en dos ocasiones, aunque tan solo una de ellas habia sido directamente, y quiza la
otra se la habia imaginado… ¿o no?
Suspiro mientras salia de la ducha.
Ya volvian a asaltarla las dudas; siempre le pasaba lo mismo. En caliente se imaginaba
muchisimas cosas, pero cuando pensaba en ellas en frio, se daba cuenta de que no todo
era como en un principio lo habia visto. Tal vez el comportamiento de Bruno fuera uno
de esos casos…
Anais no pudo evitar sonreir divertida cuando vio al muchacho bailando al son de una
musica que solo el escuchaba. Sacudia la cabeza, el culo y las piernas de forma algo torpe
mientras se preparaba un bocadillo, y todavia no habia visto a la española, pues estaba
de espaldas a ella.
Ana Isabel supuso que era Bruno, el hijo menor de la familia y con quien habia
hablado a traves de Internet. Lo miro de arriba a bajo, dandose cuenta de que no lo
habia esperado asi. La unica vez que lo habia visto a traves de una video llamada parecia
ya remota, y el recuerdo debia haberse contaminado.
Bruno llevaba unos pantalones tan caidos que debian versele al menos cuatro dedos de
calzoncillos, ocultos por una camisa negra. El pelo moreno no lo llevaba demasiado
largo, pero tenia suficiente como para desordenarselo, y dos coletas finas le salian de la
nuca. Era algo mas alto que Anais y parecia estar en muy buena forma, aunque era de
caderas estrechas.
―Hola…― saludo la española en frances colocando su mano sobre el brazo de Bruno
para llamar asi su atencion.
Intento hacerlo suavemente, para no asustarle, pero el muchacho dio un salto
tremendo, sobresaltando incluso a Ana Isabel.
―!Joder! !Que susto!― exclamo Bruno tambien en galo.
―!Lo mismo digo!
El muchacho la miro un instante, alerta, pero entonces parecio reconocerla y solto un
suspiro, intentando calmarse. Luego, sin aviso previo, comenzo a desternillarse.
―Que susto…― decia entre risas―. La leche… no se lo que me he imaginado…
―¿Quien creias que era?― pregunto Ana Isabel, riendose tambien, contagiada por las
carcajadas de el.
―Ayer vi una pelicula de miedo, y por un instante pense que eras la protagonista…
pero ni punto de comparacion, tu eres mucho mas guapa.
Anais se sonrojo de inmediato y sonrio complacida.
―Soy Ana Isabel― dijo extendiendo la mano.
―Yo Bruno― contesto el. Habia dejado de reirse, pero sonreia ampliamente―.
Hablas muy bien frances.
―Gracias.
Ana Isabel sintio que el corazon le latia a mil por hora sin saber exactamente por que.
No podia dejar de mirar a Bruno, cuya mirada la tenia como hechizada y pensaba, sin
apenas darse cuenta, que el muchacho era muy guapo, y que su sonrisa, que nunca
desaparecia de su cara, era maravillosa.
―¿Quieres comer algo? Me estaba preparando un bocadillo.
―Mmm, no gracias, no tengo hambre.
―De acuerdo. Dejame que termine el mio y enseguida estoy contigo. Sientate.
Anais le hizo caso y ocupo una de las sillas de la cocina.
―¿Te han enseñado tu habitacion?
―Si, tu madre.
―Vale, y ¿queda algo por enseñarte?
―No, tu madre me ha hecho un tour por la casa.
Bruno se giro y la miro, sonriendo ampliamente, como si le hubiera hecho gracia lo
que acababa de contarle.
―Entonces yo me reservo la mision de ensenarte el pueblo ¿vale?
―Vale.
Anais se dio cuenta de que no podia dejar de sonreir. Incluso cuando intentaba borrar
ese gesto de su cara, sus labios volvian a dibujar un arco apenas medio segundo despues.
―¿Y por que no lo hacemos ahora? Aun queda un rato de luz― Bruno se asomo un
instante a la ventana para asegurarse de que no erraba y se giro hacia Anais con el
bocadillo ya listo―. ¿Que te parece? ¿Vamos?
―Si, claro.
La espanola corrio a buscar su chaqueta y como un rayo volvio a donde estaba Bruno,
esperandola con una de sus increibles sonrisas que hizo estremecer a Anais.
¿Que le estaba pasando? ¿Por que no podia dejar de mirar a Bruno? ¿Por que prestaba
tantisima atencion a sus palabras? ¿Como fue que, durante su paseo, no vio por donde la
guiaba y que, sin embargo, recordara perfectamente casi todas sus palabras?
Y Bruno tampoco parecia muy concentrado en lo que les rodeaba. Apenas pararon en
sitios importantes del pueblo, como el puente romano o la iglesia gotica…
Cuando Antonio y Celine, padres de Bruno, le preguntaron durante la cena de aquella
noche que habian visitado del pueblo, los dos jovenes se miraron y sonrieron,
complices, sin contestar que no habian visto ninguna de las atracciones del pueblo.
―Hemos visto cosas bonitas, ¿verdad?― dijo Bruno dedicandole a Anais una de
aquellas sonrisas suyas, y la chica supo que le estaba diciendo guapa.
―Si, lindisimas― contesto la espanola sintiendo los latidos de su corazon hasta en la
punta de los dedos. No se reconocia tras esas palabras; siempre habia sido tan timida… y
ahora…
Bruno entendio sus palabras y amplio todavia mas su sonrisa.
―¿Pero cuales?― insistio Antonio, no habiendose dado cuenta del increible
momento que habian tenido su hijo y la huesped―. No me gustaria enseñarle lo que tu
ya le has enseñado.
Antonio hablaba un frances extrano, el de aquel que llega a un pais del que desconoce
la lengua y aprende de lo que oye.
―Los que estan mas cerca de aqui, papa― contesto Bruno algo brusco.
Padre e hijo se miraron un instante sin demasiada simpatia y Antonio parecio querer
replicarle algo, pero se contuvo en el ultimo instante y siguio comiendo la sopa. Celine
suspiro y tambien se llevo una cucharada a la boca.
Anais busco con su mirada la de Bruno, pero esta vez no la hallo, y por un instante se
sintio completamente fuera de lugar.
―Parece que va a llover― dijo Celine al acabar la cena, asomandose a la ventana―.
Hay relampagos.
―Si no se oyen truenos, todavia esta lejos― decreto Antonio, que tras limpiar y
guardar el mantel, fue hasta el comedor y encendio la tele.
―No es recomendable encender la tele cuando hay tormenta electrica― le recordo
Bruno mientras se dirigia a su habitacion.
―Todavia esta lejos.
―Lo que tu digas, papa.
El muchacho desaparecio por el pasillo que llevaba a las habitaciones y Anais se quedo
un instante en la cocina, no sabiendo que hacer. Le apetecia ir con Bruno, mas la
timidez que siempre la habia atado volvia a estar ahi, y no sabia si seguirle.
Pero entonces el muchacho reaparecio en el pasillo y se la quedo mirado.
―¿Vienes?― pregunto.
―Si, claro.
Anais se apresuro a ir con el y juntos se dirigieron a la habitacion del muchacho, que
estaba al final del pasillo. Entraron y Ana Isabel se empapo de todo lo que vio alli, como
si quisiera descubrir todo lo que le gustaba a Bruno.
Era una habitacion rectangular. Los unicos muebles que habia eran una cama, una
mesa, un armario y una estanteria. El catre y la mesa estaban despejados, pero la
estanteria estaba repleta de cosas en un caos total. En las paredes habia colgados un
monton de posters, tanto de peliculas como de cantantes, e incluso banderas con
esloganes muy diversos, casi todos clamando por la igualdad o el respeto al medio
ambiente. Los pocos trozos de pared que se veian estaban pintados de verde.
―Me gusta tu habitacion.
Bruno se sento sobre la cama y le sonrio.
―¿Puedes cogerme ese disco de ahi?― le pregunto indicandole una torre de CD que
habia sobre la mesa.
―¿Todos ellos?
―No, busca uno que ponga Tryo.
―Tryo, Tryo, Tryo…― Anais fue pasando uno por uno los discos, pero le temblaban
las manos y los CD parecian escurrirsele de entre los dedos, pues la mesa estaba frente a
la ventana, y en el reflejo de esta veia que Bruno la estaba mirando fijamente―. Tryo…
Aqui esta.
―Bien, damelo― el muchacho se puso en pie y se acerco a ella sonriente. Le cogio el
disco y lo puso en una minicadena que desenterro en la estanteria, comenzando a sonar
segundos despues un grupo de reggae frances.
―¿Te gusta?
―Si― Anais se sento en un extremo de la cama sintiendo su corazon latir a mil por
hora por la mera presencia de Bruno, que volvia a mirarla.
―Oye, ¿puedo llamarte Ana? Ana Isabel me parece un nombre muy largo― dijo el
muchacho sentandose en el otro extremo de la cama y cruzando los pies sobre la colcha.
―Claro, como tu quieras llamarme me parece bien― sonrio la chica―. La verdad es
que nadie me llama Ana Isabel. Todo el mundo me llama Anais o algun apodo; tu…―
se detuvo, dandose cuenta de que iba a decir el nombre prohibido.
―¿Mi que?
―Tu hermano― continuo la muchacha dificultosamente. Habia empezado la frase y
ahora tenia que terminar, por poco que le apeteciera recordar aquello―. Tu hermano
me llama Belinda.
―¿Por que?
―Ana Isabel, bel, Belen, Belinda― explico la chica.
―Que complicaciones. Ana esta mejor. Mas simple, ¿no crees?
―Si― Anais habia agachado la cabeza como si estuviera avergonzada―. La verdad es
que es una tonteria que me llame asi. Es rebuscado. No se ni como se le ocurrio.
“Y sin embargo” se dijo la chica “me gusta que me llame asi, tener un nombre solo
para el…”
―Es que mi hermano le da muchas vueltas a la cabeza; siempre lo ha hecho y siempre
lo hara― dijo Bruno torciendo el gesto―¿ Bueno, Ana, ¿te apetece que demos una
vuelta?
―¿Otra?― se sorprendio Anais, todavia con Nick en la cabeza.
―Si no te apetece no hace falta…― se apresuro a decir el frances.
―No, si que me apetece. Vamos. Me sentara bien el aire fresco.
“Para aclarar mis ideas…”
Volvieron a salir a la calle, donde un aire realmente frio les recibio. En el firmamento,
todavia a cierta distancia, se veian relampagos que lo iluminaban todo.
―Estaremos de vuelta antes de que empiece a llover― le prometio Bruno a su madre
cuando esta les pregunto si en verdad pensaban salir con aquel tiempo, pero no
pudieron cumplir su promesa.
El muchacho no hacia mas que hablar y Anais se lo agradecio por dentro muchisimas
veces, pues de este modo pudo olvidarse de nuevo de Nick. Y volvieron a despistarse
por segunda vez en aquel dia, caminando sin saber a donde iban y sin prestar apenas
atencion al entorno…
Hasta que el cielo se rajo con un tremendo trueno (que se habian ido haciendo
progresivamente mas sonoros, aunque ellos no se habian dado cuenta) y el segundo
diluvio universal comenzo a caer sobre ellos, empapando toda su ropa y calandolos hasta
los huesos en apenas unos minutos.
―!Corre!― Bruno le cogio la mano y puso pies en polvorosa.
Llegaron a su casa diez minutos mas tarde, jadeantes y, pese a eso, riendose a carcajada
limpia. Chorreaban agua por todos lados y todavia seguian cogidos por las manos
cuando traspasaron el umbral de la puerta.
―!Por favor…! !Venis empapados! ¿No te dije que estuvierais de vuelta antes de que
empezara a llover?― Celine habia estado esperandoles sentada en el sofa, preocupada
por ellos, y al verles llegar comenzo a reprender a su hijo―. !Con este frio podriais
coger una pulmonia…! !Teneis que secaros y abrigaros! !Ya! Bruno, tu ya sabes donde
estan las toallas; Ana Isabel, ven conmigo.
Celine cogio la mano que la muchacha tenia libre y la llevo hasta la cocina, al fondo
de la cual habia una puerta que llevaba a la habitacion que Anais ocupaba, la unica
separada del resto de dormitorios.
―Ve quitandote la ropa mojada, Ana Isabel― le dijo la mujer cuando entraron a la
habitacion―. Te traere toallas para que te seques.
―Celine…― llamo la espanola cuando la otra ya se disponia a irse―. ¿Podria…
podria ducharme con agua caliente? Por favor.
―Oh, si, claro. Y sin por favor― sonrio―. Ven, te dire donde esta todo.
Junto a la habitacion de Anais habia un pequeno aseo con un pie de ducha que, pese a
sus dimensiones, tenia todo lo que uno podria necesitar en un baño. Celine le explico
como funcionaba la ducha, donde podria dejar la ropa sucia y algunas otras cosas mas
que Anais deberia saber durante su estancia.
―Te dejo aqui las toallas― dijo finalmente la francesa―. Yo voy a acostarme ya,
porque manana trabajo y tengo que levantarme temprano, pero si necesitas algo, no
dudes en llamarme. Me alegro mucho de que estes aqui.
―Yo tambien me alegro de estar aqui, y muchas gracias por todo lo que estais
haciendo― contesto la muchacha sonriendo ampliamente, verdaderamente agradecida.
―Buenas noches.
―Buenas noches.
Celine desaparecio entonces y Anais se desnudo, metiendose instantes despues en la
ducha, buscando el agradable contacto del agua caliente. El ambiente de la casa era
caldeado, pues tenian calefaccion, pero las ropas de la muchacha estaban
tremendamente heladas, y se alegro al desprenderse de ellas.
Estuvo durante varios minutos bajo el agua, oyendo en la lejania, como si no fueran
parte de la realidad, los truenos. Penso en Bruno, en lo que el, sin hacer nada, le hacia
sentir; en las mariposas de su estomago cuando le sonreia; en los latidos de su corazon al
saber que el la observaba sin decir nada…
¿Sentiria el lo mismo o era su modo normal de comportarse? Dudo. Le habia llamado
guapa en dos ocasiones, aunque tan solo una de ellas habia sido directamente, y quiza la
otra se la habia imaginado… ¿o no?
Suspiro mientras salia de la ducha.
Ya volvian a asaltarla las dudas; siempre le pasaba lo mismo. En caliente se imaginaba
muchisimas cosas, pero cuando pensaba en ellas en frio, se daba cuenta de que no todo
era como en un principio lo habia visto. Tal vez el comportamiento de Bruno fuera uno
de esos casos…
Última edición por Mariel Jonas el Vie 01 Abr 2011, 7:04 pm, editado 2 veces
Mariel Jonas
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
Nueva lectora :B
pasen por mi nove please :3
pasen por mi nove please :3
Invitado
Invitado
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
Se puso su pijama y se seco el pelo antes de salir, dandole vueltas al dia que se acababa.
Le parecia imposible que esa misma manana todavia estuviera en España, esperando
totalmente sola al avion que habria de llevarla alli, al norte de Francia. No habia ido en
autobus porque le habria llevado muchisimo tiempo, dias incluso, llegar, y pese a que le
habia costado mas el billete, sin lugar a dudas, le salia rentable.
Finalmente salio a su habitacion, y cual fue su sorpresa al encontrarse alli a Bruno, que
sentado sobre la cama, sonrio al verla.
―¿Que… que haces aqui?― le pregunto, nerviosa y excitada por su mera presencia.
―He pensado que quiza la tormenta te diese miedo.
―¿La… la tormenta?― Anais se habia olvidado por completo del tiempo que hacia
fuera de la casa, de hecho le importaba un bledo todo lo que no estuviera sucediendo en
aquella habitacion, pero entonces un tremendo trueno resono, y a Ana Isabel se le erizo
el pelo―. La tormenta.
―Si. ¿Te da miedo?
―Mucho― replico Anais instintivamente. Aunque las tormentas electricas le
hubieran encantado, habria contestado lo mismo, pues sabia que haria Bruno ante
aquella respuesta.
―¿Entonces te importa si me quedo aqui a dormir? Para que no tengas miedo, digo.
―Por supuesto que no me importa; quedate, por favor― la muchacha no sabia
exactamente cuales eran las intenciones de Bruno, y quiza si hubiera sido otro chico el
que le hubiera sugerido aquello le habria dicho que no, pero en aquel momento le
apetecia muchisimo que Bruno se quedara con ella, lo deseaba con tanta intensidad que
le daba miedo. . .
―Bien.
Anais lo miro un instante, pues en su voz habia creido oir nerviosismo, y se sintio un
tanto aliviada al saber que el experimentaba sensaciones parecidas a las suyas.
Fue hasta una silla y extendio sobre ella la toalla que habia usado para secarse
mientras Bruno abria la cama y se metia dentro. Cuando se giro de nuevo hacia el catre,
las piernas le temblaban y su corazon parecia que se le fuera a salir del pecho…
Llego finalmente a la cama (que por suerte era de matrimonio) y se echo sobre ella,
quedandose totalmente quieta. Bruno apago la luz, y ella aguanto la respiracion
inconscientemente hasta que se dio cuenta de que los pulmones le dolian.
No se atrevia a acercarse mas a su acompanante, el nerviosismo la tenia atada de pies y
manos, pero, por suerte, la naturaleza intervino y el mas espantoso trueno que Anais
hubiera escuchado nunca rompio la quietud de la noche. Se arrimo instintivamente a
Bruno, que la acogio entre sus brazos encantado.
―Parece como si acabara de estallar una guerra…― dijo Ana Isabel con la voz
entrecortada, pues su oreja estaba pegada al torso de Bruno y podia oir los acelerados
latidos de su corazon.
El tambien estaba nervioso…
Levanto la cabeza de su pecho y miro hacia donde debia estar su cara, aunque no la
veia porque la habitacion estaba sumida en la oscuridad. Oyo su respiracion cercana, y
el tambien debio notarla, pues su pecho comenzo a subir y bajar con mayor rapidez.
Un potente relampago lo ilumino todo de pronto, y Bruno y Anais se miraron
intensamente a los ojos bajo aquella azulada luz que duro tan solo un segundo. Despues
todo volvio a quedar en tinieblas.
Y entonces Ana Isabel sintio que Bruno se incorporaba un tanto y de repente noto sus
labios en la comisura de los labios, pero tan solo estaban alli porque en la oscuridad se
habian desviado, y pronto los noto sobre los suyos, moviendose con ansia.
Anais se quedo paralizada, sin poder creer lo que le estaba sucediendo.
!Su primer beso!
Bruno continuo besandola. El, sin lugar a dudas, ya habia besado antes, pero a Anais
no le importo, pues ahora lo estaba haciendo con ella, no con otra.
Entreabrio los labios sin saber que hacer despues de aquello, y sintio que el cogia entre
los suyos su labio superior, y luego el inferior. Se estremecio al sentir la lengua de el
rozandole la parte interna del labio, y se dejo recostar sobre la cama, de tal forma que el
estuviera mas comodo. Noto que el le rodeaba la cintura con la mano mientras seguia
besandola y por un instante temio que intentara colarse bajo su ropa, pero no, se limito
a atraerla mas contra si.
Continuaron asi durante unos minutos. Anais habia comenzado a mover los labios
tambien, acariciando los de Bruno, dejandose llevar por los sentimientos que la
inundaban y por la extrana sensacion de sus lenguas en contacto.
Lo sentia muy cerca, y esa sensacion le gustaba. No queria que aquello acabara nunca,
jamas…
Nick ya no existia para ella, ni la tormenta, ni nada. Tan solo Bruno y ella.
Le parecia imposible que esa misma manana todavia estuviera en España, esperando
totalmente sola al avion que habria de llevarla alli, al norte de Francia. No habia ido en
autobus porque le habria llevado muchisimo tiempo, dias incluso, llegar, y pese a que le
habia costado mas el billete, sin lugar a dudas, le salia rentable.
Finalmente salio a su habitacion, y cual fue su sorpresa al encontrarse alli a Bruno, que
sentado sobre la cama, sonrio al verla.
―¿Que… que haces aqui?― le pregunto, nerviosa y excitada por su mera presencia.
―He pensado que quiza la tormenta te diese miedo.
―¿La… la tormenta?― Anais se habia olvidado por completo del tiempo que hacia
fuera de la casa, de hecho le importaba un bledo todo lo que no estuviera sucediendo en
aquella habitacion, pero entonces un tremendo trueno resono, y a Ana Isabel se le erizo
el pelo―. La tormenta.
―Si. ¿Te da miedo?
―Mucho― replico Anais instintivamente. Aunque las tormentas electricas le
hubieran encantado, habria contestado lo mismo, pues sabia que haria Bruno ante
aquella respuesta.
―¿Entonces te importa si me quedo aqui a dormir? Para que no tengas miedo, digo.
―Por supuesto que no me importa; quedate, por favor― la muchacha no sabia
exactamente cuales eran las intenciones de Bruno, y quiza si hubiera sido otro chico el
que le hubiera sugerido aquello le habria dicho que no, pero en aquel momento le
apetecia muchisimo que Bruno se quedara con ella, lo deseaba con tanta intensidad que
le daba miedo. . .
―Bien.
Anais lo miro un instante, pues en su voz habia creido oir nerviosismo, y se sintio un
tanto aliviada al saber que el experimentaba sensaciones parecidas a las suyas.
Fue hasta una silla y extendio sobre ella la toalla que habia usado para secarse
mientras Bruno abria la cama y se metia dentro. Cuando se giro de nuevo hacia el catre,
las piernas le temblaban y su corazon parecia que se le fuera a salir del pecho…
Llego finalmente a la cama (que por suerte era de matrimonio) y se echo sobre ella,
quedandose totalmente quieta. Bruno apago la luz, y ella aguanto la respiracion
inconscientemente hasta que se dio cuenta de que los pulmones le dolian.
No se atrevia a acercarse mas a su acompanante, el nerviosismo la tenia atada de pies y
manos, pero, por suerte, la naturaleza intervino y el mas espantoso trueno que Anais
hubiera escuchado nunca rompio la quietud de la noche. Se arrimo instintivamente a
Bruno, que la acogio entre sus brazos encantado.
―Parece como si acabara de estallar una guerra…― dijo Ana Isabel con la voz
entrecortada, pues su oreja estaba pegada al torso de Bruno y podia oir los acelerados
latidos de su corazon.
El tambien estaba nervioso…
Levanto la cabeza de su pecho y miro hacia donde debia estar su cara, aunque no la
veia porque la habitacion estaba sumida en la oscuridad. Oyo su respiracion cercana, y
el tambien debio notarla, pues su pecho comenzo a subir y bajar con mayor rapidez.
Un potente relampago lo ilumino todo de pronto, y Bruno y Anais se miraron
intensamente a los ojos bajo aquella azulada luz que duro tan solo un segundo. Despues
todo volvio a quedar en tinieblas.
Y entonces Ana Isabel sintio que Bruno se incorporaba un tanto y de repente noto sus
labios en la comisura de los labios, pero tan solo estaban alli porque en la oscuridad se
habian desviado, y pronto los noto sobre los suyos, moviendose con ansia.
Anais se quedo paralizada, sin poder creer lo que le estaba sucediendo.
!Su primer beso!
Bruno continuo besandola. El, sin lugar a dudas, ya habia besado antes, pero a Anais
no le importo, pues ahora lo estaba haciendo con ella, no con otra.
Entreabrio los labios sin saber que hacer despues de aquello, y sintio que el cogia entre
los suyos su labio superior, y luego el inferior. Se estremecio al sentir la lengua de el
rozandole la parte interna del labio, y se dejo recostar sobre la cama, de tal forma que el
estuviera mas comodo. Noto que el le rodeaba la cintura con la mano mientras seguia
besandola y por un instante temio que intentara colarse bajo su ropa, pero no, se limito
a atraerla mas contra si.
Continuaron asi durante unos minutos. Anais habia comenzado a mover los labios
tambien, acariciando los de Bruno, dejandose llevar por los sentimientos que la
inundaban y por la extrana sensacion de sus lenguas en contacto.
Lo sentia muy cerca, y esa sensacion le gustaba. No queria que aquello acabara nunca,
jamas…
Nick ya no existia para ella, ni la tormenta, ni nada. Tan solo Bruno y ella.
Mariel Jonas
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh...DIOS POR DIOS COMO CAMBIO SU VIDAAAA..... ME PONE DENTRO DE TODO FELIZ Q NO SUFRA POR NICK ..PERO ME HUBIERA GUSTADO Q FUERA NICK Y NO BRUNO EL Q LE DABA EL BESO ....Pero bue belinda esta contenta jajjajaa......
me di cuenta q cambiate la foto de la novel(q esta en tu firma)-me encantoooooo.. nick va a tener q esforzarse ahora q no es el unico interesado en belinda...muajajaja!!! jajajaj
pero todas sabemos q es el UNICO PARA ELLA♥♥♥
Mariii amo tu novela ....♥♥♥...esperando mas capitulos jajaja...besos para todas!!!!
me di cuenta q cambiate la foto de la novel(q esta en tu firma)-me encantoooooo.. nick va a tener q esforzarse ahora q no es el unico interesado en belinda...muajajaja!!! jajajaj
pero todas sabemos q es el UNICO PARA ELLA♥♥♥
Mariii amo tu novela ....♥♥♥...esperando mas capitulos jajaja...besos para todas!!!!
cami23593
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
Wow !!! No lo puedo creer...
Mi primer beso.. Que lindo !!! Hasta me sonroje.. jajaja.. xD
Me encanto el capitulo... !!! Asi si se puede olvidar a alguien... !!! jajaja...
Quien iba a decir que iba a terminar besándome con el hermano de Nick
Increible... (:
Mi primer beso.. Que lindo !!! Hasta me sonroje.. jajaja.. xD
Me encanto el capitulo... !!! Asi si se puede olvidar a alguien... !!! jajaja...
Quien iba a decir que iba a terminar besándome con el hermano de Nick
Increible... (:
Alee Lovatoo
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
Seria Mucho Pedirte otro Cap :scratch: :lol:
Love Is Easy (TJBM)
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
AAAAAAAAAAAAIAIIAIAIAIAIA NO SABES CON LA SONRISA QUE ME DEJO ESTA PARTE JAJAJAJ, diooooooooos dfghfjghjfgjs que bien me cae brunitooo encima me lo imagino todo dfghdkghfdkjhgkd. Ojala nicholas se entere y se ponga celoso(? bue jajaja. Seguiiii
Invitado
Invitado
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
19 EL SECRETO MEJOR GUARDADO
Aquella habitacion olia a Belinda.
Todo lo que Nick veia le recordaba a la muchacha; no solo las fotos, sino todo: los
posters, la colcha, los libros, la estanteria, el color de la pared…
Sintio de pronto anoranza por la muchacha, a la que hacia casi una semana que no
veia. Desde que habia comenzado como profesor en el instituto, tan solo la perdia de
vista los fines de semana, y no siempre. Ahora, cuatro dias se le hacian largos. Como
cambiaban las cosas…
Le habia sorprendido muchisimo que Ana Isabel se fuera a Francia por navidad, entre
otras cosas porque su decision habia sido muy repentina. Antes de que pudiera hacerse a
la idea se habia largado, esfumado, evaporado, sin tan siquiera decir “adios”.
Se sento sobre la cama y expiro profundamente.
Tras la noche en Castril habia decidido olvidarse de Belinda, considerarla tan solo una
amiga, o, en su defecto, la hija de su padrino, o incluso una alumna, pero no habia
podido hacerlo y, por mucho que se volcaba sobre Lola, no conseguia quitarse de la
cabeza a la adolescente.
Se decia una y otra vez que era una muchacha de tan solo dieciseis años, que era un
sinverguenza y un asaltacunas por pensar en ella como una mujer; pero ahi estaba
Belinda, acudiendo una y otra vez a su mente.
Miro a su alrededor, haciendo vagar su mirada con lentitud a lo largo de la habitacion
de Anais, en la que Paco le habia dicho de instalarse porque las habitaciones de
huespedes estaban ocupadas.
Finalmente llego a la conclusion de que aquel dormitorio no solo tenia la fragancia de
la muchacha, sino que Ana Isabel estaba presente entre aquellas cuatro paredes. Aquella
habitacion era un trozo de Belinda.
***
La libretita donde Anais iba apuntando todas las palabras que no conocia comenzaba a
llenarse de tinta gracias a Bruno y a sus amigos.
La primera vez que se habia encontrado con Pierre, compañero de Bruno, la
muchacha habia pensado que, sin darse cuenta, se habia golpeado la cabeza y sufria de
amnesia, pues cuando el frances comenzo a hablar, no se entero de nada, ni tan siquiera
de una palabra. Despues, Bruno le explicaria que el y su familia le hablaban mas lento
de lo normal, usando palabras algo formales, mientras que su amigo usaba la jerga
francesa a un ritmo vertiginoso.
Aquella noche, tumbados sobre la cama de Ana Isabel, revisaban aquella libreta, pues
la muchacha estaba decidida a aprender cuantas palabras pudiera, fueran de argot o no.
―Eso significa… espera, no me lo digas… significa, significa… compadre.
―!Bravo!― replico el frances sonriente, para a continuacion decirle otra de las
palabras anotadas en la libreta.
―Eso es… lo tengo en la punta de la lengua; un momento, es… ¿variedad de colores?
―!Si!
La española sonrio y acomodo mejor su cabeza sobre el cojin, que estaba colocado
sobre las piernas de Bruno. El, por su parte, estaba sentado sobre la cama con la espalada
apoyada en el cabecero y las piernas estiradas para que Anais pudiera poner su cabeza
sobre ellas.
―¿Que miras?― le pregunto el frances al apartar la mirada de la libreta y darse
cuenta de que la chica lo observaba fijamente.
―Estoy mirando lo guapo que es mi novio.
―Si lo llego a saber no te llamo asi esta manana― contesto Bruno como contrariado,
pese a lo cual, sonreia.
―¿Por que no? Me ha encantado que me presentaras como tu novia.
―No, si de eso ya me he dado cuenta, pero es que te estas poniendo pesadita con lo de
novio.
―¿Que pasa? ¿No te puedo llamar asi?― Anais se incorporo en la cama y gateo
lentamente hacia la cabeza de Bruno―. Eres la primera persona a la que puedo llamar
asi… Novio, novio, novio.
―¿Me vas a besar?― pregunto el frances con voz susurrante. Las caras de ambos
estaban muy juntas, sus labios apenas a unos centimetros―. Seria la primera vez que tu
inicias un beso… Siempre lo hago yo.
―Alguna vez ha de ser la primera ¿no?
Y volvieron a besarse. No era la segunda vez que lo hacian, pues ya habian pasado
varios dias desde la llegada de Anais y habia muchos besos de por medio, pero la chica
se estremecio como si fuera la primera vez.
No podia dejar de sorprenderse. Habia pensado que en el primer beso habia sentido
aquella sensacion de vertigo porque no sabia como se hacia y estaba algo perdida, pero
con cada beso su cuerpo volvia flotar, por sus venas corrian de nuevo corrientes
electricas e incluso olvidaba otra vez todo lo que les rodeaba… Era maravilloso.
***
Nick paso los dedos por encima de aquel baul situado en uno de los cajones de la
mesa de Belinda. Se dio cuenta de que no tenia candado, y, sacandolo del
compartimiento, lo coloco sobre la cama.
Sabia que no debia estar fisgoneando en la habitacion de la muchacha, pero la
tentacion le habia vencido. Y ante aquel baul su curiosidad crecio todavia mas, pues era
muy bonito y Anais lo tenia escondido en un cajon. ¿Por que lo haria?
Lo abrio, y se sorprendio al encontrar varias agendas de pastas rojas, como las que usa
la gente para anotar lo que ha de hacer durante cada dia. Cada vez entendia menos por
que estaba aquello alli. ¿Quien guarda las agendas de años pasados en un baul
escondido?
Cogio una al azar y se quedo helado al comprender que era aquello.
Los diarios de Belinda…
BYE :hug:
Aquella habitacion olia a Belinda.
Todo lo que Nick veia le recordaba a la muchacha; no solo las fotos, sino todo: los
posters, la colcha, los libros, la estanteria, el color de la pared…
Sintio de pronto anoranza por la muchacha, a la que hacia casi una semana que no
veia. Desde que habia comenzado como profesor en el instituto, tan solo la perdia de
vista los fines de semana, y no siempre. Ahora, cuatro dias se le hacian largos. Como
cambiaban las cosas…
Le habia sorprendido muchisimo que Ana Isabel se fuera a Francia por navidad, entre
otras cosas porque su decision habia sido muy repentina. Antes de que pudiera hacerse a
la idea se habia largado, esfumado, evaporado, sin tan siquiera decir “adios”.
Se sento sobre la cama y expiro profundamente.
Tras la noche en Castril habia decidido olvidarse de Belinda, considerarla tan solo una
amiga, o, en su defecto, la hija de su padrino, o incluso una alumna, pero no habia
podido hacerlo y, por mucho que se volcaba sobre Lola, no conseguia quitarse de la
cabeza a la adolescente.
Se decia una y otra vez que era una muchacha de tan solo dieciseis años, que era un
sinverguenza y un asaltacunas por pensar en ella como una mujer; pero ahi estaba
Belinda, acudiendo una y otra vez a su mente.
Miro a su alrededor, haciendo vagar su mirada con lentitud a lo largo de la habitacion
de Anais, en la que Paco le habia dicho de instalarse porque las habitaciones de
huespedes estaban ocupadas.
Finalmente llego a la conclusion de que aquel dormitorio no solo tenia la fragancia de
la muchacha, sino que Ana Isabel estaba presente entre aquellas cuatro paredes. Aquella
habitacion era un trozo de Belinda.
***
La libretita donde Anais iba apuntando todas las palabras que no conocia comenzaba a
llenarse de tinta gracias a Bruno y a sus amigos.
La primera vez que se habia encontrado con Pierre, compañero de Bruno, la
muchacha habia pensado que, sin darse cuenta, se habia golpeado la cabeza y sufria de
amnesia, pues cuando el frances comenzo a hablar, no se entero de nada, ni tan siquiera
de una palabra. Despues, Bruno le explicaria que el y su familia le hablaban mas lento
de lo normal, usando palabras algo formales, mientras que su amigo usaba la jerga
francesa a un ritmo vertiginoso.
Aquella noche, tumbados sobre la cama de Ana Isabel, revisaban aquella libreta, pues
la muchacha estaba decidida a aprender cuantas palabras pudiera, fueran de argot o no.
―Eso significa… espera, no me lo digas… significa, significa… compadre.
―!Bravo!― replico el frances sonriente, para a continuacion decirle otra de las
palabras anotadas en la libreta.
―Eso es… lo tengo en la punta de la lengua; un momento, es… ¿variedad de colores?
―!Si!
La española sonrio y acomodo mejor su cabeza sobre el cojin, que estaba colocado
sobre las piernas de Bruno. El, por su parte, estaba sentado sobre la cama con la espalada
apoyada en el cabecero y las piernas estiradas para que Anais pudiera poner su cabeza
sobre ellas.
―¿Que miras?― le pregunto el frances al apartar la mirada de la libreta y darse
cuenta de que la chica lo observaba fijamente.
―Estoy mirando lo guapo que es mi novio.
―Si lo llego a saber no te llamo asi esta manana― contesto Bruno como contrariado,
pese a lo cual, sonreia.
―¿Por que no? Me ha encantado que me presentaras como tu novia.
―No, si de eso ya me he dado cuenta, pero es que te estas poniendo pesadita con lo de
novio.
―¿Que pasa? ¿No te puedo llamar asi?― Anais se incorporo en la cama y gateo
lentamente hacia la cabeza de Bruno―. Eres la primera persona a la que puedo llamar
asi… Novio, novio, novio.
―¿Me vas a besar?― pregunto el frances con voz susurrante. Las caras de ambos
estaban muy juntas, sus labios apenas a unos centimetros―. Seria la primera vez que tu
inicias un beso… Siempre lo hago yo.
―Alguna vez ha de ser la primera ¿no?
Y volvieron a besarse. No era la segunda vez que lo hacian, pues ya habian pasado
varios dias desde la llegada de Anais y habia muchos besos de por medio, pero la chica
se estremecio como si fuera la primera vez.
No podia dejar de sorprenderse. Habia pensado que en el primer beso habia sentido
aquella sensacion de vertigo porque no sabia como se hacia y estaba algo perdida, pero
con cada beso su cuerpo volvia flotar, por sus venas corrian de nuevo corrientes
electricas e incluso olvidaba otra vez todo lo que les rodeaba… Era maravilloso.
***
Nick paso los dedos por encima de aquel baul situado en uno de los cajones de la
mesa de Belinda. Se dio cuenta de que no tenia candado, y, sacandolo del
compartimiento, lo coloco sobre la cama.
Sabia que no debia estar fisgoneando en la habitacion de la muchacha, pero la
tentacion le habia vencido. Y ante aquel baul su curiosidad crecio todavia mas, pues era
muy bonito y Anais lo tenia escondido en un cajon. ¿Por que lo haria?
Lo abrio, y se sorprendio al encontrar varias agendas de pastas rojas, como las que usa
la gente para anotar lo que ha de hacer durante cada dia. Cada vez entendia menos por
que estaba aquello alli. ¿Quien guarda las agendas de años pasados en un baul
escondido?
Cogio una al azar y se quedo helado al comprender que era aquello.
Los diarios de Belinda…
BYE :hug:
Mariel Jonas
Re: "Como tu quieras llamarme"(Nick&tu)(ROMANTICA)
Bruno Novio de Belinda :affraid:
Ella si está muy Crazy
y Nick yo lo dije!!
No Puedes Olvidar a Belinda :P
Gracias por Subir más!!
Ella si está muy Crazy
y Nick yo lo dije!!
No Puedes Olvidar a Belinda :P
Gracias por Subir más!!
Love Is Easy (TJBM)
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