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AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
shoo ._. no esperaba que el comentario anterior quedara primero xD jaosdasdñ igual lo amo xd
Feer :)x.
Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
Capítulo 1 Parte 5
—Sí, bueno, mientras tanto, lleva a Zayn de regreso a mi casa y dame el número de Otto, así puedo seguir intentando llamarlo.
—¿Y quieres decirme cómo voy a llevarlo a tu casa si la calle Bourbon está cerrada para el tráfico luego que oscurece? —Ella lo miró cómicamente. Él le gruñó—. Está bien, pero me debes una grande.
—Sí, sí. Manos a la obra, Escudero.
Él murmuró algo en voz baja, que ella estaba segura de que era cualquier cosa menos halagador, antes de ir al otro lado de su auto y subir.
Como su auto era de dos asientos, Tabitha salió a pie para reunirse con él en su tienda. Mientras ella caminaba entre la gente en la calle Bourbon, sintió que algo maligno pasaba junto a ella, físicamente.
Dando vueltas, escudriñó la multitud, pero no vio nada.
Aún así, lo sentía adentro, muy profundo.
—Algo malvado viene en camino(… —susurró el título de su libro favorito de Ray Bradbury.
Y algo dentro suyo le dijo que era mucho más maligno que cualquier cosa que hubiese enfrentado antes.
—Sí, bueno, mientras tanto, lleva a Zayn de regreso a mi casa y dame el número de Otto, así puedo seguir intentando llamarlo.
—¿Y quieres decirme cómo voy a llevarlo a tu casa si la calle Bourbon está cerrada para el tráfico luego que oscurece? —Ella lo miró cómicamente. Él le gruñó—. Está bien, pero me debes una grande.
—Sí, sí. Manos a la obra, Escudero.
Él murmuró algo en voz baja, que ella estaba segura de que era cualquier cosa menos halagador, antes de ir al otro lado de su auto y subir.
Como su auto era de dos asientos, Tabitha salió a pie para reunirse con él en su tienda. Mientras ella caminaba entre la gente en la calle Bourbon, sintió que algo maligno pasaba junto a ella, físicamente.
Dando vueltas, escudriñó la multitud, pero no vio nada.
Aún así, lo sentía adentro, muy profundo.
—Algo malvado viene en camino(… —susurró el título de su libro favorito de Ray Bradbury.
Y algo dentro suyo le dijo que era mucho más maligno que cualquier cosa que hubiese enfrentado antes.
issadanger
Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
Capítulo 2
Zayn despertó lentamente, al escuchar a alguien tarareando cerca.
¿Tarareando?
Abrió los ojos parpadeando, esperando encontrarse en su propia cama, en su propia casa. En cambio, estaba en una cama antigua muy grande, con un dosel de madera adornado con un acolchado terciopelo de Borgoña.
La voz que escuchaba provenía de una mecedora, a su izquierda. Giró la cabeza y quedó apabullado por lo que encontró.
Era…
Bueno, a primera vista parecía una mujer muy grande. Tenía largo cabello rubio y vestía un suéter peludo color rosa de mangas cortas, y pantalones caqui. Sólo que la “mujer” tenía unos hombros tan anchos como los de Valerius y una pronunciada nuez.
Estaba sentada en la silla, pasando las páginas de la edición de otoño de Vogue con unas brillantes uñas rojo sangre que podían pasar por garras. Levantó la vista y cesó de canturrear.
—¡Oh! ¡Estás despierto! —dijo emocionada, levantándose inmediatamente y revoloteando alrededor de la cama. Tomó torpemente lo que parecía ser un walkie-talkie que estaba sobre la mesa de luz y presionó el botón mientras se aseguraba de no quebrarse una uña—. Tabby, el Sr. Sexy está despierto.
—Está bien, Marla, gracias.
Zayn tenía un débil recuerdo de aquella voz, pero no era demasiado claro, mientras intentaba recordar lo que le había sucedido.
—¿Dónde estoy? —preguntó.
“En el infierno” parecía la respuesta más adecuada. Pero, el dolor en su cuerpo, y la habitación en penumbras que era una mezcla tan peculiar de lo antiguo y lo moderno, le decían que ni siquiera el infierno sería tan malo o vulgar.
—No te muevas, dulzura —le dijo la mujer desconocida mientras continuaba gesticulando y rondando la cama—. Tabby estará aquí enseguida. Ella dijo que no debía dejarte ir a ningún lado. Así que no lo hagas.
Antes de que pudiese preguntar quién era Tabby, otra mujer irrumpió en la habitación.
Ella también era alta. Pero, a diferencia de la primera, era esbelta, casi escuálida, salvo que su cuerpo estaba bien definido, como si levantara pesas. Su largo cabello castaño estaba atado en una cola de caballo y tenía una gran cicatriz sobre el pómulo izquierdo.
Zayn se quedó helado ante la visión de la guerrera que había visto la noche anterior. Los recuerdos lo inundaron. Incluyendo aquél en que ella lo apuñalaba en el pecho, ayudado por el hecho de que aún llevaba un enorme cuchillo de carnicero en la mano derecha.
—¡Tú! —la acusó, corriéndose hacia el borde más alejado de la cama.
La mujer se encogió visiblemente antes de volverse hacia la otra y empujarla hacia la puerta.
—Gracias, Marla, te agradezco que lo hayas vigilado.
—Oh, cuando quieras, cariño. Sólo llámame si necesitas algo.
—Lo haré. —Empujó a la mujer más grande por la puerta y la cerró de un portazo—. Hola —le dijo a Zayn.
Él miró fijamente el cuchillo en su mano, y entonces miró hacia abajo, a la herida curada en su pecho.
—¿Qué? ¿Regresaste para terminar conmigo?
Ella frunció el ceño.
—¿Qu…? —Entonces su mirada fue hacia el cuchillo que sostenía—. Oh, esto. No, lo de anoche fue un completo accidente.
Tabitha dejó el cuchillo sobre el tocador, luego giró para enfrentarlo. Debía admitir que Zayn se veía extremadamente apuesto sobre su cama. Su largo cabello negro estaba suelto, y cubría su rostro. Sus rasgos estaban perfectamente cincelados como por un maestro del arte. Y ese cuerpo suyo…
Realmente, ningún hombre debería verse tan delicioso.
Por eso es que ella había pasado la noche en su oficina en la planta baja, y por eso había enviado a Marla a cuidarlo a primera hora de la mañana.
Dormido había sido una tentación más grande de lo que ella quería. Se veía relajado y gentil.
Apetitoso.
Despierto parecía peligroso.
Y aún así, apetitoso.
Tenía que darle crédito a la diosa; Artemisa tenía un gusto exquisito en hombres. Y por lo que Tabitha sabía, y de acuerdo con las palabras de Amanda, no había tal cosa como un Dark Hunter feo.
En verdad no podía culpar a la diosa por eso. Si una tuviese que elegir hombres para su ejército personal, ¿qué mujer no escogería a los más altos y apuestos del montón?
Eso también explicaba porqué Acheron era su líder.
Sí, era bueno ser una diosa. Tabitha no podía siquiera imaginar lo genial que sería dominar toda esa deliciosa testosterona.
Y Zayn era material de Dark Hunter de primera calidad, mientras estaba sentado con un brazo divinamente esculpido asegurado contra su colchón, mientras el resto de él estaba completamente al descubierto ante su mirada. Parecía una bestia salvaje enroscada, lista para atacar.
Pero estaba confundido. Sentía sus emociones llegando hasta ella. También estaba enojado, pero Tabitha no estaba segura de la razón.
—Estás a salvo aquí —le dijo, acercándose a la cama—. Sé lo que eres, y me aseguré que todas las ventanas estuviesen cubiertas.
—¿Quién eres? —preguntó él en un tono sospechoso.
—Tabitha Devereaux —respondió.
—¿Eres una Escudera?
—No.
—¿Entonces cómo sabes…?
—Soy amiga de Acheron.
La furia de Zayn estalló al escucharla.
—Estás mintiendo.
Repentinamente, se puso de pie, y luego siseó al darse cuenta de que estaba completamente desnudo.
Tabitha se mordió el labio para evitar gemir al ver toda esa exquisita piel desnuda. Debía darle crédito a los Dark Hunters, todos estaban increíblemente bien formados.
Zayn agarró la sábana de su cama y se tapó.
—¿Dónde está mi ropa? —preguntó en el tono más desdeñoso que ella jamás había escuchado.
No era extraño que Jerry y los demás lo pasaran mal con él. La arrogancia y una suprema superioridad brotaban de cada molécula de ese masculino cuerpo. Era evidente que Zayn era un hombre acostumbrado a dar órdenes, lo cual tenía sentido, ya que ella sabía que una vez él había sido un General romano.
Desdichadamente, Tabitha no estaba acostumbrada a seguir las órdenes de nadie, especialmente de un hombre.
—No te alteres —dijo, riendo ante su mal chiste—. Tu ropa está en la lavandería. La traerán en cuanto esté lista.
—¿Y mientras tanto?
—Parece que estás desnudo.
La mandíbula de Zayn se endureció, como si no pudiese creer lo que estaba escuchando.
—¿Perdón?
—Te perdono todo lo que quieras, aún así seguirás desnudo. —Tabitha se detuvo ante la traviesa imagen en su mente—. Ahora que lo pienso, un hombre hermoso, desnudo, rogando… eso es una fantasía. Rogar no te regresará tu ropa, pero podría traerte otra cosa —le dijo levantando las cejas.
El puño de Zayn se apretó contra la sábana que sostenía alrededor de su cintura. Ella podía sentir que estaba ofendido y, aún así, extrañamente divertido.
Ella meneó la cabeza.
—Sabes, eres romano. Podrías hacerte una toga con la sábana.
Él sintió una extraña necesidad de farfullar. Si fuera un plebeyo, probablemente lo hubiese hecho.
Esta debía ser la mujer más extraña que existiera.
—¿Cómo sabes que soy romano?
—Te lo dije, conozco a Ash y al resto de ustedes, habitantes de la noche —Lo miró juguetonamente—. Vamos, hazte una toga para mí. Intenté hacer una en la universidad, y terminó cayéndose en medio de la fiesta. Gracias a dios que mi compañera de cuarto estaba lo suficientemente sobria como para levantarla y envolvérmela alrededor antes de que los chicos de la fraternidad se abalanzaran.
Detrás suyo, oyó un sonar un reloj cucú. Zayn se dio vuelta para ver la hora y frunció el ceño al darse cuenta de que el “pájaro” tenía un mohawk rojo.
También enía un parche en el ojo.
—¿No es para morirse de risa? —preguntó Tabitha—. Lo compré en Suiza, cuando pasé un año allí estudiando.
—Fascinante —dijo fríamente—. Ahora, si me dejas, iré…
—Epa, espera un segundo, compañero. No soy tu sirvienta y no usarás ese tono conmigo. ¿Capisce?
—Saeva scaeva —murmuró Zayn en voz baja.
—Saeve puer —le retrucó ella.
Zayn en realidad se quedó con la boca abierta.
—¿Acabas de insultarme en latín?
—Tú me insultaste primero. Y no es que me sienta particularmente insultada por que me llamen “diablesa desenfrenada”. Es un poco halagador, pero de todos modos no soy el tipo de persona que acepta un insulto en silencio.
Zayn despertó lentamente, al escuchar a alguien tarareando cerca.
¿Tarareando?
Abrió los ojos parpadeando, esperando encontrarse en su propia cama, en su propia casa. En cambio, estaba en una cama antigua muy grande, con un dosel de madera adornado con un acolchado terciopelo de Borgoña.
La voz que escuchaba provenía de una mecedora, a su izquierda. Giró la cabeza y quedó apabullado por lo que encontró.
Era…
Bueno, a primera vista parecía una mujer muy grande. Tenía largo cabello rubio y vestía un suéter peludo color rosa de mangas cortas, y pantalones caqui. Sólo que la “mujer” tenía unos hombros tan anchos como los de Valerius y una pronunciada nuez.
Estaba sentada en la silla, pasando las páginas de la edición de otoño de Vogue con unas brillantes uñas rojo sangre que podían pasar por garras. Levantó la vista y cesó de canturrear.
—¡Oh! ¡Estás despierto! —dijo emocionada, levantándose inmediatamente y revoloteando alrededor de la cama. Tomó torpemente lo que parecía ser un walkie-talkie que estaba sobre la mesa de luz y presionó el botón mientras se aseguraba de no quebrarse una uña—. Tabby, el Sr. Sexy está despierto.
—Está bien, Marla, gracias.
Zayn tenía un débil recuerdo de aquella voz, pero no era demasiado claro, mientras intentaba recordar lo que le había sucedido.
—¿Dónde estoy? —preguntó.
“En el infierno” parecía la respuesta más adecuada. Pero, el dolor en su cuerpo, y la habitación en penumbras que era una mezcla tan peculiar de lo antiguo y lo moderno, le decían que ni siquiera el infierno sería tan malo o vulgar.
—No te muevas, dulzura —le dijo la mujer desconocida mientras continuaba gesticulando y rondando la cama—. Tabby estará aquí enseguida. Ella dijo que no debía dejarte ir a ningún lado. Así que no lo hagas.
Antes de que pudiese preguntar quién era Tabby, otra mujer irrumpió en la habitación.
Ella también era alta. Pero, a diferencia de la primera, era esbelta, casi escuálida, salvo que su cuerpo estaba bien definido, como si levantara pesas. Su largo cabello castaño estaba atado en una cola de caballo y tenía una gran cicatriz sobre el pómulo izquierdo.
Zayn se quedó helado ante la visión de la guerrera que había visto la noche anterior. Los recuerdos lo inundaron. Incluyendo aquél en que ella lo apuñalaba en el pecho, ayudado por el hecho de que aún llevaba un enorme cuchillo de carnicero en la mano derecha.
—¡Tú! —la acusó, corriéndose hacia el borde más alejado de la cama.
La mujer se encogió visiblemente antes de volverse hacia la otra y empujarla hacia la puerta.
—Gracias, Marla, te agradezco que lo hayas vigilado.
—Oh, cuando quieras, cariño. Sólo llámame si necesitas algo.
—Lo haré. —Empujó a la mujer más grande por la puerta y la cerró de un portazo—. Hola —le dijo a Zayn.
Él miró fijamente el cuchillo en su mano, y entonces miró hacia abajo, a la herida curada en su pecho.
—¿Qué? ¿Regresaste para terminar conmigo?
Ella frunció el ceño.
—¿Qu…? —Entonces su mirada fue hacia el cuchillo que sostenía—. Oh, esto. No, lo de anoche fue un completo accidente.
Tabitha dejó el cuchillo sobre el tocador, luego giró para enfrentarlo. Debía admitir que Zayn se veía extremadamente apuesto sobre su cama. Su largo cabello negro estaba suelto, y cubría su rostro. Sus rasgos estaban perfectamente cincelados como por un maestro del arte. Y ese cuerpo suyo…
Realmente, ningún hombre debería verse tan delicioso.
Por eso es que ella había pasado la noche en su oficina en la planta baja, y por eso había enviado a Marla a cuidarlo a primera hora de la mañana.
Dormido había sido una tentación más grande de lo que ella quería. Se veía relajado y gentil.
Apetitoso.
Despierto parecía peligroso.
Y aún así, apetitoso.
Tenía que darle crédito a la diosa; Artemisa tenía un gusto exquisito en hombres. Y por lo que Tabitha sabía, y de acuerdo con las palabras de Amanda, no había tal cosa como un Dark Hunter feo.
En verdad no podía culpar a la diosa por eso. Si una tuviese que elegir hombres para su ejército personal, ¿qué mujer no escogería a los más altos y apuestos del montón?
Eso también explicaba porqué Acheron era su líder.
Sí, era bueno ser una diosa. Tabitha no podía siquiera imaginar lo genial que sería dominar toda esa deliciosa testosterona.
Y Zayn era material de Dark Hunter de primera calidad, mientras estaba sentado con un brazo divinamente esculpido asegurado contra su colchón, mientras el resto de él estaba completamente al descubierto ante su mirada. Parecía una bestia salvaje enroscada, lista para atacar.
Pero estaba confundido. Sentía sus emociones llegando hasta ella. También estaba enojado, pero Tabitha no estaba segura de la razón.
—Estás a salvo aquí —le dijo, acercándose a la cama—. Sé lo que eres, y me aseguré que todas las ventanas estuviesen cubiertas.
—¿Quién eres? —preguntó él en un tono sospechoso.
—Tabitha Devereaux —respondió.
—¿Eres una Escudera?
—No.
—¿Entonces cómo sabes…?
—Soy amiga de Acheron.
La furia de Zayn estalló al escucharla.
—Estás mintiendo.
Repentinamente, se puso de pie, y luego siseó al darse cuenta de que estaba completamente desnudo.
Tabitha se mordió el labio para evitar gemir al ver toda esa exquisita piel desnuda. Debía darle crédito a los Dark Hunters, todos estaban increíblemente bien formados.
Zayn agarró la sábana de su cama y se tapó.
—¿Dónde está mi ropa? —preguntó en el tono más desdeñoso que ella jamás había escuchado.
No era extraño que Jerry y los demás lo pasaran mal con él. La arrogancia y una suprema superioridad brotaban de cada molécula de ese masculino cuerpo. Era evidente que Zayn era un hombre acostumbrado a dar órdenes, lo cual tenía sentido, ya que ella sabía que una vez él había sido un General romano.
Desdichadamente, Tabitha no estaba acostumbrada a seguir las órdenes de nadie, especialmente de un hombre.
—No te alteres —dijo, riendo ante su mal chiste—. Tu ropa está en la lavandería. La traerán en cuanto esté lista.
—¿Y mientras tanto?
—Parece que estás desnudo.
La mandíbula de Zayn se endureció, como si no pudiese creer lo que estaba escuchando.
—¿Perdón?
—Te perdono todo lo que quieras, aún así seguirás desnudo. —Tabitha se detuvo ante la traviesa imagen en su mente—. Ahora que lo pienso, un hombre hermoso, desnudo, rogando… eso es una fantasía. Rogar no te regresará tu ropa, pero podría traerte otra cosa —le dijo levantando las cejas.
El puño de Zayn se apretó contra la sábana que sostenía alrededor de su cintura. Ella podía sentir que estaba ofendido y, aún así, extrañamente divertido.
Ella meneó la cabeza.
—Sabes, eres romano. Podrías hacerte una toga con la sábana.
Él sintió una extraña necesidad de farfullar. Si fuera un plebeyo, probablemente lo hubiese hecho.
Esta debía ser la mujer más extraña que existiera.
—¿Cómo sabes que soy romano?
—Te lo dije, conozco a Ash y al resto de ustedes, habitantes de la noche —Lo miró juguetonamente—. Vamos, hazte una toga para mí. Intenté hacer una en la universidad, y terminó cayéndose en medio de la fiesta. Gracias a dios que mi compañera de cuarto estaba lo suficientemente sobria como para levantarla y envolvérmela alrededor antes de que los chicos de la fraternidad se abalanzaran.
Detrás suyo, oyó un sonar un reloj cucú. Zayn se dio vuelta para ver la hora y frunció el ceño al darse cuenta de que el “pájaro” tenía un mohawk rojo.
También enía un parche en el ojo.
—¿No es para morirse de risa? —preguntó Tabitha—. Lo compré en Suiza, cuando pasé un año allí estudiando.
—Fascinante —dijo fríamente—. Ahora, si me dejas, iré…
—Epa, espera un segundo, compañero. No soy tu sirvienta y no usarás ese tono conmigo. ¿Capisce?
—Saeva scaeva —murmuró Zayn en voz baja.
—Saeve puer —le retrucó ella.
Zayn en realidad se quedó con la boca abierta.
—¿Acabas de insultarme en latín?
—Tú me insultaste primero. Y no es que me sienta particularmente insultada por que me llamen “diablesa desenfrenada”. Es un poco halagador, pero de todos modos no soy el tipo de persona que acepta un insulto en silencio.
issadanger
Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
Capitulo 2 Parte 2
A pesar de sí mismo, Zayn estaba impresionado. Verdaderamente había pasado mucho tiempo desde que había conocido a una mujer que hablara su lengua nativa. Por supuesto, no le agradaba que lo llamaran “niño tonto”, pero había que darle crédito a una mujer que poseía una inteligencia semejante.
Y había pasado una eternidad desde que había estado con alguien que no lo desdeñara abiertamente. Ella no era mordaz en sus réplicas. Más bien estaba discutiendo con él como un polemista campeón que no se tomaba nada de esto a pecho.
Qué inusual…
Qué terroríficamente placentero.
De pronto, la canción de Dimensión Desconocida resonó por la casa.
—¿Qué es eso? —preguntó aprensivamente.
Quizás en verdad se había adentrado en el reino de Rod Serling.
—El timbre. Probablemente están trayendo tu ropa.
—¡Tabby! —gritó Marla desde algún sitio fuera de la habitación—. Es Ben, con tus cosas.
Zayn se puso rígido ante el burdo comportamiento.
—¿Él siempre grita de ese modo?
—Hey, vamos —dijo Tabitha severamente—. Marla es una de mis amigas más queridas en el mundo, y si la insultas o continúas diciéndole “él”, te clavaré una estaca en un lugar que dolerá más que en tu pecho —dijo, dejando caer la mirada significativamente hacia su entrepierna.
Zayn abrió los ojos ante su amenaza. ¿Qué tipo de mujer decía algo así a un hombre?
Antes de que pudiera hablar, ella abandonó el dormitorio.
Asombrado, no estaba seguro de qué hacer. Qué pensar. Fue hacia el tocador, donde ella había dejado el cuchillo. Al lado del mismo estaban su billetera, sus llaves y su teléfono.
Tomó el teléfono y llamó a Acheron, quien respondió inmediatamente.
—Necesito ayuda —le dijo Zayn, por primera vez en dos mil años.
Acheron gruñó suavemente.
—¿Ayuda con qué? —preguntó.
Su voz gravemente acentuada sonaba atontada, como si Zayn lo hubiese despertado de un profundo sueño.
—Estoy en la casa de una loca que dice conocerte. Tienes que sacarme de aquí ahora mismo, Acheron. No me importa lo que haga falta.
—Es mediodía, Zayn. Los dos deberíamos estar durmiendo. —Acheron se detuvo—. De cualquier modo, ¿dónde estás?
Zayn miró alrededor de la habitación. Había collares de Mardi Gras colgados por todas partes, sobre el espejo triple del antiguo tocador. En lugar de una alfombra Persa, había… un gigantesco mapa de rutas de autos de juguete. Había partes del cuarto que mostraban un gusto y una clase impecables, y otras partes que eran sencillamente espantosas.
Vaciló frente a lo que parecía ser un altar vudú.
—No lo sé —dijo Zayn—. Oigo una horripilante música que proviene del exterior, bocinas estruendosas, y estoy en una casa donde hay un pájaro cucú con un mohawk, un transvestido, y una lunática manipuladora de cuchillos.
—¿Por qué estás en casa de Tabitha? —preguntó Acheron.
Zayn quedó apabullado ante la pregunta. ¿Acheron realmente la conocía?
Está bien, Acheron era un poquito excéntrico, pero hasta este momento, Zayn había asumido que el Atlante tenía más sentido que para asociarse con humanos de tan poca clase.
—¿Perdón?
—Relájate —dijo Acheron bostezando—. Estás en buenas manos. Tabby no te lastimará.
—¡Me apuñaló!
—Demonios —dijo Ash—. Le dije que no apuñalara a más Cazadores. Odio cuando hace eso.
—¿Tú lo odias? Soy yo quien tiene una herida pudriéndose.
—¿En serio? —preguntó Acheron—. Jamás conocí a un Dark Hunter que tuviese una herida podrida. Al menos no externamente.
Zayn hizo rechinar sus dientes ante el descolocado humor del Atlante.
—No te encuentro divertido, Acheron.
—Sí, lo sé. Pero mira el lado bueno: eres el tercer Dark Hunter al que ha derribado hasta ahora. En ocasiones se entusiasma un poquito.
—¿Se entusiasma un poquito? Esa mujer es una amenaza.
—Nah, es una buena chica. A menos que seas un Daimon; entonces podría competir con Xanthippe.
Zayn lo dudaba. Incluso la infame y regañona griega debía ser más sosegada que Tabitha.
La puerta se abrió y mostró a Tabitha entrando a la habitación con su ropa envuelta en plástico.
—¿Con quién estás hablando? —le preguntó.
—Mándale saludos —dijo Acheron un segundo más tarde.
Esta vez, Zayn farfulló. No podía creer lo que estaba sucediendo. Que estos dos se conociesen tan bien.
Miró fijamente a Tabitha mientras ella colgaba su ropa en el pomo de la puerta del placard.
—Acheron te manda saludos.
Ella fue a pararse frente a él, se inclinó hacia delante y levantó la voz para que Acheron pudiese escucharla por el teléfono.
—Hola, bebé hermoso. ¿No deberías estar durmiendo?
—Sí, así es —le dijo Acheron a Zayn.
—No llamas “bebé” a Acheron —le dijo Zayn sombríamente a Tabitha.
Ella le bufó. Como un caballo.
—Tú no llamas “bebé” a Acheron porque… bueno, porque es sencillamente enfermo. Pero yo le digo “bebé” todo el tiempo.
Zayn estaba impresionado.
¿Ella era…?
—No, no es mi novia —dijo Acheron del otro lado, como si pudiese escuchar los pensamientos de Zayn—. Le dejo eso a otro pobre bobo.
—Tienes que ayudarme, Acheron —dijo Zayn, aferrando con más fuerza la sábana mientras se apartaba de Tabitha, quien continuaba persiguiéndolo por toda la habitación.
—Está bien, escucha. Aquí tienes un poco de ayuda. ¿Recuerdas tu preciado abrigo de cachemira?
Zayn no podía imaginar cómo eso podría ayudarlo, pero a esta altura estaba dispuesto a intentar cualquier cosa.
—¿Sí?
—Cuídalo. Marla es más o menos de tu tamaño y definitivamente intentará robarlo si lo ve. Tiene un extraño fetiche con las chaquetas y los sobretodos, especialmente si han sido usados por hombres. La última vez que estuve en la ciudad, terminó quedándose con mi chaqueta de motociclista preferida.
Zayn se quedó boquiabierto.
—¿Y cómo es que te relacionas con transvestidos, Acheron?
—Tengo muchos amigos interesantes, Zayn, y algunos de ellos incluso son unos completos y absolutos imbéciles.
Él se puso rígido.
—¿Eso iba dirigido a mí?
—No. Sólo pienso que eres demasiado tenso para tu propio bien. Ahora, si has terminado de retarme, me gustaría volver a dormir.
Ash colgó el teléfono.
Zayn se quedó parado allí, sosteniendo su teléfono celular. Se sentía como si alguien hubiese cortado la línea con el preservador de su vida, y lo dejase a la deriva en aguas infectadas de tiburones.
Y la propia Jaws estaba allí, esperando para devorarlo.
Que Júpiter lo ayudara.
Tabitha levantó la almohada del piso y la devolvió a la cama. Se quedó quieta al ver la espalda de Zayn. Diablos, tenía el trasero más lindo que había visto en cualquier hombre. Alguien debería ponerle una etiqueta de Calidad Superior. Apenas podía evitar acercarse y apretarlo, pero su postura rígida y helada la mantenía a raya.
Eso, y la multitud de cicatrices que desfiguraban su espalda. Parecía que alguien lo había golpeado repetidamente.
Pero, ¿quién se habría atrevido a hacer algo así?
—¿Estás bien? —le preguntó Tabitha mientras él iba hacia el tocador y dejaba su teléfono.
Él pasó su mano por el largo cabello y suspiró.
—¿Cuántas horas faltan hasta el atardecer?
—Un poquito más de cinco —Ella sentía que aún estaba enojado y confundido—. ¿Quieres regresar a la cama a dormir?
Él la miró cruel y amenazadoramente.
—Quiero ir a casa.
—Sí, bueno, te hubiese llevado a casa si Otto hubiera atendido su teléfono anoche.
—Suspendí a Guido por mal comportamiento —dijo Zayn en voz baja.
Entonces su rostro se puso repentinamente pálido.
Tabitha sintió terror, seguido rápidamente por un dolor tan agudo que la hizo dar un respingo.
—¿Qué sucede? —preguntó.
—Necesito ir a casa inmediatamente.
—Bueno, a menos que tengas una relación muy especial con Apolo de la que deba enterarme, eso es tan probable como que yo gane la lotería, lo cual sería muy probable si Ash compartiera esos malditos números conmigo. Perverso canalla. No comparte nada —Sintió que una ola de desolada desesperación consumía a Zayn. Instintivamente, fue hacia él y tocó suavemente su brazo—. Está bien, en serio. Te llevaré de regreso en cuanto caiga el sol.
Zayn miró la mano que estaba apoyada sobre su bíceps. Ninguna mujer había puesto una mano desnuda sobre él en siglos. No era sexual. Era tranquilizante. La mano de alguien que le ofrecía consuelo.
A pesar de sí mismo, Zayn estaba impresionado. Verdaderamente había pasado mucho tiempo desde que había conocido a una mujer que hablara su lengua nativa. Por supuesto, no le agradaba que lo llamaran “niño tonto”, pero había que darle crédito a una mujer que poseía una inteligencia semejante.
Y había pasado una eternidad desde que había estado con alguien que no lo desdeñara abiertamente. Ella no era mordaz en sus réplicas. Más bien estaba discutiendo con él como un polemista campeón que no se tomaba nada de esto a pecho.
Qué inusual…
Qué terroríficamente placentero.
De pronto, la canción de Dimensión Desconocida resonó por la casa.
—¿Qué es eso? —preguntó aprensivamente.
Quizás en verdad se había adentrado en el reino de Rod Serling.
—El timbre. Probablemente están trayendo tu ropa.
—¡Tabby! —gritó Marla desde algún sitio fuera de la habitación—. Es Ben, con tus cosas.
Zayn se puso rígido ante el burdo comportamiento.
—¿Él siempre grita de ese modo?
—Hey, vamos —dijo Tabitha severamente—. Marla es una de mis amigas más queridas en el mundo, y si la insultas o continúas diciéndole “él”, te clavaré una estaca en un lugar que dolerá más que en tu pecho —dijo, dejando caer la mirada significativamente hacia su entrepierna.
Zayn abrió los ojos ante su amenaza. ¿Qué tipo de mujer decía algo así a un hombre?
Antes de que pudiera hablar, ella abandonó el dormitorio.
Asombrado, no estaba seguro de qué hacer. Qué pensar. Fue hacia el tocador, donde ella había dejado el cuchillo. Al lado del mismo estaban su billetera, sus llaves y su teléfono.
Tomó el teléfono y llamó a Acheron, quien respondió inmediatamente.
—Necesito ayuda —le dijo Zayn, por primera vez en dos mil años.
Acheron gruñó suavemente.
—¿Ayuda con qué? —preguntó.
Su voz gravemente acentuada sonaba atontada, como si Zayn lo hubiese despertado de un profundo sueño.
—Estoy en la casa de una loca que dice conocerte. Tienes que sacarme de aquí ahora mismo, Acheron. No me importa lo que haga falta.
—Es mediodía, Zayn. Los dos deberíamos estar durmiendo. —Acheron se detuvo—. De cualquier modo, ¿dónde estás?
Zayn miró alrededor de la habitación. Había collares de Mardi Gras colgados por todas partes, sobre el espejo triple del antiguo tocador. En lugar de una alfombra Persa, había… un gigantesco mapa de rutas de autos de juguete. Había partes del cuarto que mostraban un gusto y una clase impecables, y otras partes que eran sencillamente espantosas.
Vaciló frente a lo que parecía ser un altar vudú.
—No lo sé —dijo Zayn—. Oigo una horripilante música que proviene del exterior, bocinas estruendosas, y estoy en una casa donde hay un pájaro cucú con un mohawk, un transvestido, y una lunática manipuladora de cuchillos.
—¿Por qué estás en casa de Tabitha? —preguntó Acheron.
Zayn quedó apabullado ante la pregunta. ¿Acheron realmente la conocía?
Está bien, Acheron era un poquito excéntrico, pero hasta este momento, Zayn había asumido que el Atlante tenía más sentido que para asociarse con humanos de tan poca clase.
—¿Perdón?
—Relájate —dijo Acheron bostezando—. Estás en buenas manos. Tabby no te lastimará.
—¡Me apuñaló!
—Demonios —dijo Ash—. Le dije que no apuñalara a más Cazadores. Odio cuando hace eso.
—¿Tú lo odias? Soy yo quien tiene una herida pudriéndose.
—¿En serio? —preguntó Acheron—. Jamás conocí a un Dark Hunter que tuviese una herida podrida. Al menos no externamente.
Zayn hizo rechinar sus dientes ante el descolocado humor del Atlante.
—No te encuentro divertido, Acheron.
—Sí, lo sé. Pero mira el lado bueno: eres el tercer Dark Hunter al que ha derribado hasta ahora. En ocasiones se entusiasma un poquito.
—¿Se entusiasma un poquito? Esa mujer es una amenaza.
—Nah, es una buena chica. A menos que seas un Daimon; entonces podría competir con Xanthippe.
Zayn lo dudaba. Incluso la infame y regañona griega debía ser más sosegada que Tabitha.
La puerta se abrió y mostró a Tabitha entrando a la habitación con su ropa envuelta en plástico.
—¿Con quién estás hablando? —le preguntó.
—Mándale saludos —dijo Acheron un segundo más tarde.
Esta vez, Zayn farfulló. No podía creer lo que estaba sucediendo. Que estos dos se conociesen tan bien.
Miró fijamente a Tabitha mientras ella colgaba su ropa en el pomo de la puerta del placard.
—Acheron te manda saludos.
Ella fue a pararse frente a él, se inclinó hacia delante y levantó la voz para que Acheron pudiese escucharla por el teléfono.
—Hola, bebé hermoso. ¿No deberías estar durmiendo?
—Sí, así es —le dijo Acheron a Zayn.
—No llamas “bebé” a Acheron —le dijo Zayn sombríamente a Tabitha.
Ella le bufó. Como un caballo.
—Tú no llamas “bebé” a Acheron porque… bueno, porque es sencillamente enfermo. Pero yo le digo “bebé” todo el tiempo.
Zayn estaba impresionado.
¿Ella era…?
—No, no es mi novia —dijo Acheron del otro lado, como si pudiese escuchar los pensamientos de Zayn—. Le dejo eso a otro pobre bobo.
—Tienes que ayudarme, Acheron —dijo Zayn, aferrando con más fuerza la sábana mientras se apartaba de Tabitha, quien continuaba persiguiéndolo por toda la habitación.
—Está bien, escucha. Aquí tienes un poco de ayuda. ¿Recuerdas tu preciado abrigo de cachemira?
Zayn no podía imaginar cómo eso podría ayudarlo, pero a esta altura estaba dispuesto a intentar cualquier cosa.
—¿Sí?
—Cuídalo. Marla es más o menos de tu tamaño y definitivamente intentará robarlo si lo ve. Tiene un extraño fetiche con las chaquetas y los sobretodos, especialmente si han sido usados por hombres. La última vez que estuve en la ciudad, terminó quedándose con mi chaqueta de motociclista preferida.
Zayn se quedó boquiabierto.
—¿Y cómo es que te relacionas con transvestidos, Acheron?
—Tengo muchos amigos interesantes, Zayn, y algunos de ellos incluso son unos completos y absolutos imbéciles.
Él se puso rígido.
—¿Eso iba dirigido a mí?
—No. Sólo pienso que eres demasiado tenso para tu propio bien. Ahora, si has terminado de retarme, me gustaría volver a dormir.
Ash colgó el teléfono.
Zayn se quedó parado allí, sosteniendo su teléfono celular. Se sentía como si alguien hubiese cortado la línea con el preservador de su vida, y lo dejase a la deriva en aguas infectadas de tiburones.
Y la propia Jaws estaba allí, esperando para devorarlo.
Que Júpiter lo ayudara.
Tabitha levantó la almohada del piso y la devolvió a la cama. Se quedó quieta al ver la espalda de Zayn. Diablos, tenía el trasero más lindo que había visto en cualquier hombre. Alguien debería ponerle una etiqueta de Calidad Superior. Apenas podía evitar acercarse y apretarlo, pero su postura rígida y helada la mantenía a raya.
Eso, y la multitud de cicatrices que desfiguraban su espalda. Parecía que alguien lo había golpeado repetidamente.
Pero, ¿quién se habría atrevido a hacer algo así?
—¿Estás bien? —le preguntó Tabitha mientras él iba hacia el tocador y dejaba su teléfono.
Él pasó su mano por el largo cabello y suspiró.
—¿Cuántas horas faltan hasta el atardecer?
—Un poquito más de cinco —Ella sentía que aún estaba enojado y confundido—. ¿Quieres regresar a la cama a dormir?
Él la miró cruel y amenazadoramente.
—Quiero ir a casa.
—Sí, bueno, te hubiese llevado a casa si Otto hubiera atendido su teléfono anoche.
—Suspendí a Guido por mal comportamiento —dijo Zayn en voz baja.
Entonces su rostro se puso repentinamente pálido.
Tabitha sintió terror, seguido rápidamente por un dolor tan agudo que la hizo dar un respingo.
—¿Qué sucede? —preguntó.
—Necesito ir a casa inmediatamente.
—Bueno, a menos que tengas una relación muy especial con Apolo de la que deba enterarme, eso es tan probable como que yo gane la lotería, lo cual sería muy probable si Ash compartiera esos malditos números conmigo. Perverso canalla. No comparte nada —Sintió que una ola de desolada desesperación consumía a Zayn. Instintivamente, fue hacia él y tocó suavemente su brazo—. Está bien, en serio. Te llevaré de regreso en cuanto caiga el sol.
Zayn miró la mano que estaba apoyada sobre su bíceps. Ninguna mujer había puesto una mano desnuda sobre él en siglos. No era sexual. Era tranquilizante. La mano de alguien que le ofrecía consuelo.
issadanger
Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
:maloso:Jajajajajaja pobre de zayn!!!!!.... Naden lo quiere ayudar!!!!!..... Jajajajajaja........ Y marla!!!!!. ..... Es un amor!!!!.....
chelis
Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
josjaosñ Zayn cochinon 1313 desnudo' babaaaaaaaaaaaaaaaaa e-e joas siguelaa
Feer :)x.
Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
Me emociona la historia mas si se que amo a Fury <3 ajosdñ
Feer :)x.
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