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Once Upon a Time | NC| One Direction
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Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
Van a pervertir la limpia y sana mente de este angelito o: (? asdggjakchfks en serio? creo que lo leere
hange.
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
kjasdkjlsdajklsd con Liam muero creo que la volveré a leer con Liam
Charlie.
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
Dani ame el capitulo bebe! encima es casi identico a como en el libro :3 lo leí hace unos meses y me gusto bastante, aunque algunas cosas no xd
Pero bueno, me encanto Malik es un descarado xd encima Susanne se le escapo el nombre de Boris y ahora sabe xd
Realmente, ame el capitulo espero a la siguiente :3
Pero bueno, me encanto Malik es un descarado xd encima Susanne se le escapo el nombre de Boris y ahora sabe xd
Realmente, ame el capitulo espero a la siguiente :3
Jaeger.
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Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
Escribe, escribe *-* Chicas, se dieron cuenta que aca somos las mismas que en Trouble, love & shows?
Jaeger.
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Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
Escribo, escribo espero poder subirles esta noche
jajaja sí, somos las mismas *-* que belleza ay, que lindas somos (?) :ilusion:
jajaja sí, somos las mismas *-* que belleza ay, que lindas somos (?) :ilusion:
Charlie.
capítulo 02.
✙Capítulo 02
Lencie Tisdale.
Subo la mirada al techo blanco de mi habitación contemplándolo fijamente como si no hubiese nada más interesante que ver aquel hermoso y deleitante que techo color marfil.
Mascullo entre dientes un par de insultos que ni yo misma soy capaz de entender, aprieto mis puños y las ganas de estrangular a Boris parecen acrecentarse con cada segundo que pasa, de hecho, creo que nadie se daría cuenta si la ahogo con su propia almohada mientras duerme.
¡¿Cómo se le ocurre aparecerse así en casa?! Cubierta de sangre como si nada hubiese pasado. Parezco una vieja amargada por su culpa ¿qué no se da cuenta que me preocupo por ella? Ni que fuera su madre. Gruño por lo bajo y me giro en la cama, me acurruco y aprieto la almohada con tanta fuerza que un par de plumas sale volando de ella, el reloj a mi lado me indican que son pasada las tres de la mañana y aun no consigo dormir ni un par de minutos.
Meneo la cabeza y en intento quitar de mis pensamientos el instinto asesino que amenaza con salir e ir ha asesinar a Greyer en menos de lo que canta un gallo, nadie se enteraría...
¿Qué demonios estoy hablando? Llevo una mano a mi frente y me quito el sudor frío, aun sigo nerviosa por haber visto al tipo ese en el aula de música y, seguramente por ello, continúo delirando.
Saco mis manos de la colcha subiéndolas lentamente hasta mi cara. El contacto con mis frías manos me calma un poco, doy un par de respiraciones intentando calmar mis nervios de punta dado los sucesos ocurridos hace un par de horas. Comienzo a masajear mis sienes con delicadeza pero mi toque se va haciendo más violento a medida que los recuerdos e imágenes comienzan a inundar mi cabeza.
Las palabras de mi amiga regresan a mi cabeza “¡Tú no eres Bliss Edwards!” ¡Por su puesto que no lo soy! Soy Lencie Sophie Tisdale, la estúpida que trató de imitarla y le salió el tiro por la culata. De solo recordar aquella escena mi estómago se anuda, mi garganta se cierra y mis mejillas comienzan a teñirse de rojo.
No puedo creer que compare mi vida con la de un libro. Está bien; soy virgen y tengo diecinueve años ¿qué más puedo hacer? La ficción de aquellos libros es lo único queme queda para idear un mundo en el cual cada uno de mis problemas desaparece como si nunca hubiese existido, por lo demás, sé que debo esperar hombre correcto y dejar que las cosas pasen cuando tengan que pasar. No vendrá un hombre por sí solo a ofrecerme aquello… a no ser que contrate un gigoló. ¿Y dónde se ha metido mi feminismo? Marcia se decepcionaría de mí si me viera en estas situaciones.
¡Basta! Me cacheteo mentalmente ¿cómo puedo estar pensando, si quera, en eso? Se supone que la virginidad de una mujer es lo más puro y hermoso del mundo, algo que ni yo misma me creo. Pero no quiero terminar como… como ella, el solo hecho de parecerme en ciertas actitudes a la mujer que me trajo al mundo, más allá de lo físico, hace que mi estómago se revuelva y aparezcan las ganas de vomitar.
Derrotada de que mis pensamientos me llevaran más abajo en el frío abismo que yo misma he entrado, suelto un leve y suave suspiro intentando calmarme. Decido cerrar los ojos y tratar de dormir antes de seguir con aquellos pensamientos y recordar toda la vergüenza que significa mi existencia.
El característico sonido de mi alarma me advierte que ya es hora de levantarse. Suelto un gruñido colérico y llevo ambas manos a mi rostro para tallar mis ojos casi con brusquedad. Estiro mi mano derecha hacia la mesita de noche y detengo de una buena vez el exasperante sonido del despertador y, como todas y cada una de las mañanas, me incorporo de mi cama para ir a despertar a la bestia de Boris.
Mis pies se arrastran por la alfombra del departamento haciendo fricción con ella, provocando un leve cosquilleo en la planta de mis pies. Rasco mi cabeza, chasqueo la lengua y Abro la puerta de la habitación de la chica y abro las cortinas de par en par, pero no parece inmutarla ni en lo más mínimo.
Antes de hace mi siguiente movimiento, suelto un bostezo y me paso las manos por el rostro casi con desesperación. Subo mi mano a la altura de mi boca, introduzco mi dedo índice y el pulgar en esta antes de silbar con tanta fuerza que mi amiga casi queda pegada en el techo.
Le lanzo una mirada asesina antes de salir de su habitación sin pronunciar ni la más mínima palabra, sabe que estoy furiosa y me encanta recordárselo.
— Un café con leche – pido con amabilidad al chico de la cafetería entregándole una media sonrisa entre tanto busco en mi bolso mi billetera.
El muchacho no demora más de dos minutos en cumplir con mi orden. Sonríe torcidamente al entregarme el café, mis ojos se mueven directamente al cartón que el baso de plástico lleva para no quemarse. Mis ojos de inmediato perciben el marcador escrito sobre éste. Me basta una mirada más para notar un par de números junto con su nombre. Sonrío levente y le entrego el dinero del café y, antes de retirarme, le guiño un ojo y suelto una risita traviesa, que me sirve para dejar de pensar un mísero segundo en él y en cómo ocurrió todo esa noche.
Mis pasos son más paranoicos de lo normal, mis pies se mueven con cautela entre la multitud de estudiantes que van camino a sus aulas. Doy un sorbo a mi café y rechisto la lengua al quemarme con el líquido hirviendo.
Mi teléfono vibra dentro del bolsillo del jean que llevo puesto. En un intento desesperado por tomar el aparato intento no quemarme con el café hirviendo, finalmente, cuando consigo sacar el móvil del bolsillo del jean le contesto de inmediato a Marcia, mi abuela.
— ¡Cariño! – vocifera tan fuere que tengo que apartar el móvil un par de centímetros de mi oreja. – ¿Cómo estás? ¿Qué tal te encuentras? ¿Estás bien? – me avasalla con preguntas y yo solo puedo sonreír ante la preocupación de la mujer, sin embargo, su tono de voz no es el mismo de siempre, algo parece inquietarla, más de lo normal.
— Abuela – suelto una leve risita encaminándome al aula de técnica fotográfica – Estoy bien –salvo por el chico que creí haber visto el día de ayer, me muerdo la lengua al solo recordarlo – Hemos llegado de maravilla y por el momento todo ha estado en orden – la tranquilizo – ¿Qué tal tú? – inquiero mirando hacia ambos lados del pasillo, más paranoica de lo normal.
— De maravilla, ahora que sé que mis dos bellezas están bien – tuerzo el gesto ignorando el enfado que tengo en estos momentos.
— Me alegro muchísimo – murmuro sinceramente escabulléndome entre los estudiantes para llegar a mi salón correspondiente. Escucho a Marcia suspirar.
— Pequeña – su tono de voz me preocupa pero antes de que pueda pronunciar una palabra más, preguntando qué es lo que sucede, ella se me adelanta. – Tú padre ha vuelto, insiste en hablar contigo y no sé cuanto tiempo pueda mantenerte lejos de él.
Todo lo que ella dice me paraliza en medio del pasillo, siento como el peso del mundo cae sobre mis hombros en décimas de segundo y, por un momento, el mundo parece detenerse. No quiero esto, no de nuevo.
— Por el momento, no ha insistido de manera insoportable, no ha insistido más de la cuenta. No sabe de mi mudanza a Londres, espero que no saque sus propias conclusiones cuando se entere – murmura apenada, su voz está quebrada y, de una vez, noto que ha estado llorando. Su preocupación por mí, su única nieta, es enorme.
— Tranquila, Nana – logro murmura ignorando el nudo en mi garganta y retomo mi rumbo aun con mis pensamientos en cualquier parte. – Estaremos bien, él no me va ha encontrar – aseguro no muy convencida de mis propias palabras, en un intento fallido de emanar la confianza que necesito en estos momentos, de ser la chica fuerte que ella misma me ha enseñado a ser. De ser quien debo ser en estas situaciones.
— Lencie – reclama en tono de protesta. – Esto es…
— Lo sé – apretó el vaso de plástico – Por favor, no más, ahora debo irme – me excuso y apuro mi paso por los pasillos intentando no chocar con la masa de estudiantes que caminan por ahí.
— Está bien, cariño – suelta en un suspiro y puedo sentir su preocupación desatándose a medida que pasan los segundos – te llamaré más tarde. Ten un buen día – corta.
Me detengo un segundo y medito lo que Marcia acaba de informarme, aprieto el aparato entre mis dedos resoplo. Esto no puede estar pasando, no otra vez.
Angeline se muestra más que emocionada al verme. La francesa no para de hablarme de lo mucho que disfrutó el verano y de que debería haber aceptado ir con ella a Francia, a pasar un par de semanas de mis vacaciones. La idea sonaba tentadora, en su momento, pero las cosas terminaron por complicarse y decidí que sería mejor no ir.
Su carisma me hace sonreír y olvidar la conversación con Nana, sus chistes y ocurrencias logran sacarme una sonrisa en el rostro tan fácilmente como yo logro poner de mal humor a Boris, lo que me hace gracia.
Angie me escucha mis cuchicheos atenta, sobre todo, lo que hice en el verano, lo que no fue mucho, pero sí nos mandamos nuestras típicas estupideces con Boris, las que nos metieron en más de un problema. Ella sonríe ante nuestras ocurrencias y así nos la pasamos por el resto de la mañana y, sin que ella se percate, intento pasar lo más inadvertida posible ante cualquier rubio que aparezca en mi campo visual.
Intento mantener la compostura mientras caminamos hacia la mesa en la que se encuentra Boriska y creo que está acompañada de Marlie y Adam, a quienes conocí esta mañana. Miro hacia ambos lados, completamente paranoica, antes de avanzar y siento que en cualquier minuto el rubio aparecerá de nuevo y, de solo pensarlo, mi estómago se contrae.
La ojiazul me hace una seña para que vayamos a su lado, parece que poco le importa mÍ mal humor, aunque sé, que ha aprendido a soportarme como yo a ella, de algo han servido todos estos años que hemos pasado juntas.
Miro a la castaña junto a mí, invitándola a acompañarme pero Angie menea la cabeza en señal de negación y una pequeña y traviesa sonrisa surca su rostro, levanto una ceja pidiéndole explicaciones sin siquiera hablar. Ella se rasca la nuca y sonríe al momento que se sonroja, hace un movimiento de cabeza señalando su izquierda.
— ¿Ah? – murmullo sin entender lo que está queriendo decirme, ella suspira y reitera su leve movimiento de cabeza.
Alzo la vista y veo a un chico castaño, de piel morena y buen porte apoyando en un árbol. Le hace una seña a la chica y ella parece derretirse.
— Bien guardado te lo tenías – susurro guiñándole un ojo a la chica antes de dar media vuelta y caminar hacia Boris y sus amigos.
Marlie y Adam son bastante simpáticos, el enfado entre la bestia de Boris y yo ha quedado a un lado, por lo que las risas y los chistes no faltan en la mesa. Minutos después se unen a nuestra charla dos chicas, las que se presentan como Susanne y Vitoria, cada vez me sorprende más la capacidad de socializar de Boris. Sonrío medianamente al recordar los años anteriores, niego con la cabeza y me uno nuevamente a la conversación.
Ladeo la cabeza y observo como Adam cuenta una de sus anécdotas en el gimnasia ¿enserio? Está rodeado de mujeres pero ¿tiene que hacer eso?
— Basta, galán – ríe Greyer con gracia abanicándose con las manos.
— Nos dejarás a todas flechadas – le guiño un ojo llevando una mano a mi frente e imitando un desmayo y el chico parece sonrojarse cuando las risas femeninas comienzan a escucharse.
Deja de hablar avergonzado mientras Boris y yo nos encargamos burlarnos de él, aunque parece que nuestras ocurrencias lo divierten.
De una vez termino de comerme el sándwich con el que he estado luchando durante todo el almuerzo, la conversación es fluida y me siento a gusto rodeado de aquellas personas.
Doy un último mordisco al sándwich, mastico lentamente observando los jardines de la universidad. La brisa otoñal, los colores tierra, cafés y anaranjados se encuentran por todo el lugar llenando el ambiente de una manera especial, es hermoso. Es ahí cuando me doy cuenta que esa imagen sería una foto perfecta para el libro que estoy armando, para en un futuro, regalárselo a Nana.
Saco la cámara y con cuidado comienzo a enfocar buscando sacar la foto perfecta.
— Lenny – me llama Adam. Levanto la vista quitando mis ojos de la cámara – Yo sé que quieres un par de fotos mías – suelto una carcajada mientras niego con la cabeza y vuelvo a lo que estaba. Estoy a punto de sacar la hermosa foto cuando una cabellera rubia me desconcentra de todo.
Su caminar, su cabello y por lo que puedo notar, sus ojos. ¡Mierda! Mí corazón se acelera al ver al chico con cabellos rubios y ojos azules. Mis mejillas comienzan a arder y mis entrañas se contraen solamente de la vergüenza que siento. Él se encamina hacia donde nos encontramos nosotros y, con un poco de suerte, no me ha visto.
— ¡Joder! – escupo e intento fingir que algo que se me ha caído bajo la mesa. Estiro mi mano y a nadie parece importarle lo que haga, finalmente, sin saber que más hacer, me meto debajo de la mesa, sin importarme nada más. Percibo los latidos desbocados de mi corazón y el silencio repentino en la mesa en la que se encuentran los demás. No me importa nada, solo que él no me vea y que no me reconozca.
— ¿Lenny? – la voz de Boris es lo que me hace entrar en razón. Aun así, no puedo tranquilizarme, mis ojos se mueven nerviosos observando los pies de los chicos y chicas que pasan cerca de la mesa en la que nos encontramos. ¡Dios, ayúdame!
— ¿Estás bien? – una voz masculina llega a mis oídos, probablemente sea Adam. No puedo contestar, la vergüenza es más grande a estas alturas y los recuerdos comienzan a aparecer por mi cabeza atormentándome una vez más. ¿Por qué me pasa esto a mí?
— Se me cayó un lente de la cámara – miento.
La música retumbaba en mis oídos, su respiración chocaba contra mí oído haciendo que un leve cosquilleo bajara desde ahí hasta mi bajo vientre, sus manos se posaron con delicadeza en mis caderas mientras que con sumo cuidado subía mis manos hasta dejarlas enredadas en su cuello. Entrelacé mis dedos en su cabello y lo jalé levemente, un gemido escapó de sus labios y me acorraló contra la pared.
No tardó demasiado en comenzar a besar mi cuello, dejando rastros húmedos desde mi oreja hasta mí clavícula, los jadeos escapaban casi mudos de mi boca, mis manos se entretenían con su rubio cabello mientras que las de él, me atraían más a su cuerpo haciéndome soltar respiraciones aun más agitadas de lo que ya estaba.
— ¿te parece sí subimos? – murmuró en mí oído con voz ronca, cargada de deseo. Incapaz de hacer otra cosa asentí ignorando el rubor en mis mejillas y el flaquear de mis rodillas.
Mi razón estaba escondida tras el deseo y el lívido que se desató dentro de mí. El chico entrelazó su mano derecha con la mía y, abriéndose paso entre la gente, comenzó a caminar rumbo a las escaleras, rumbo a la peor vergüenza y humillación de mi vida.
— ¡Lenny! – grita Boris bajando la cabeza y asomándose bajo la mesa. Mis ojos rápidamente evitan su mirada, muerdo mi labio inferior intentando calmarme, pero nada resulta y cuando finalmente la castaña suelta una maldición, pronuncio.
— Ojos rubios y cabello azul – la risotada que suelta mi amiga es tan grande que me hace dar un respingo bajo la mesa, mi cabeza choca con esta y suelto un par de maldiciones mientras ella se parte riéndose de mi desgracia.
Nadie, de los que se encuentran en la mesa, parece prestarnos atención a la castaña y a mí, lo que me parece perfecto. La conversación entre ellos fluye hasta que Boris se levanta y observa al chico sin disimulo.
— No está para nada mal, Lens – ríe a carcajadas sin comprender mi vergüenza.
— Es el profesor de música – escucho que la chica llamada Marlie le comenta a Boris. – Está bastante bueno, no sabes lo que me gustaría tenerlo en mi cama – habla con lujuria y luego ríe bobamente.
Cierro los ojos e ignoro su comentario. Sí tan solo supiera…
— No me digas que… — ¡Aleluya! ¡Boris ha entendido algo antes de que se lo explique! ¡Esto es un milagro! Ella boquea un par de veces, sin conseguir que las palabras salgan de su boca. Termina clavándome su mirada azulada pidiendo explicaciones y lo único que puedo decir es:
— Sí – concluyo y su boca cae abierta.
El timbre suena y palidezco una vez más cuando recuerdo el horario, no puede ser. Con dedos temblorosos, sin salir de mi escondite, saco el horario y pido con todas mis fuerzas que la clase no sea la de música. Pero todo el universo está conspirando contra mí este día. Resignada cierro los ojos y me preparo para una dosis más de humillación en la clase de música, junto a él, el hombre que me dejó semidesnuda en la cama del anfitrión de la fiesta.
Me siento en un banco en la última fila de la gran aula de música. Estoy tras un chicho ancho y macizo, quien oculta mi cuerpo tras el suyo sin siquiera notarlo, juego con mis dedos y yo misma insisto que todo estará bien, que él no me reconocerá, que el alcohol que ambos ingerimos esa noche habrá hecho el efecto que tenía que hacer, “cómo no lo hizo contigo” reclama mi subconsciente.
Muerdo el interior de mi mejilla percatándome del latido ferviente en mi pecho, mi corazón escapará pronto de ahí e irá a esconderse bajo la primera piedra que encuentre al igual de lo que queda de mi dignidad.
Mi presión arterial deciente abruptamente cuando él entra en el salón con sonriendo ampliamente. Viste de traje, pantalón negro de chándal, camisa blanca de lino arremangada hasta los codos y corbata negra. Luce impecable, deja sus cosas en el escritorio y se vuelve hacia todos nosotros y yo me encojo aun más detrás del mastodonte que tengo enfrente, rogando que no me vea.
— Buen día, chicos. – saluda con simpatía. Cierro los ojos, inhalo, exhalo e intento relajarme, sin embargo, se me hace imposible. – Mi nombre es Niall – continúa y escucho suspiros mientras que yo, lo único que hago, es encogerme más sobre mí misma – Como sabrán están presente en uno de los cursos suplementarios o recreativos, por lo que dependerá de ustedes y de su esfuerzo lograr cada uno de los créditos que necesitan. – Frota sus manos entusiasmado – Ahora pasaré los cuestionarios que deben rellenar indicando que tipo de instrumento les gustaría tocar – la chica a mi lado ronronea con sus ojos ámbar fijos en Niall, ay Dios.
Escucho un leve pitido en mis oídos, esta situación me está jugando una mala pasada.
Niall comienza a nombrar a los estudiantes que tiene en la lista para entregarle los cuestionarios. Abro los ojos como platos, respiro agitadamente y mis manos sudan como nunca antes.
— Dylan Thomson – llama y el chico dos filas delante de mí levanta la mano. Él camina hacia el muchacho, le entrega el par de hojas y mira la lista nuevamente. No, por favor, no.
— Lencie Tisdale – pronuncia y sube la vista observando completamente el aula.
Una batalla a muerte se desata dentro de mi cabeza; lo que queda de mi dignidad se enfrenta armada con una enorme espada y un escudo a la moral, la que está mejor armada con una pistola de tiro. De un solo disparo mi dignidad queda veinte metros bajo tierra y me obligo a mi misma a levantar la mano tras el mastodonte.
Me preparo para más humillación.
Más vergüenza.
Más excusas.
Solo cuando está a unos escasos metros de mí me reconoce. Pestañea sin creerlo; me mira. Lo miro. Menea la cabeza y continúa estudiándome por completo al acercarse a mí, en ese momento me doy cuenta de que aguantando la respiración, suelto el aire retenido y busco más oxigeno al momento que llega a mi lado tendiéndome los cuestionarios y sin más murmura:
— Un placer verte de nuevo.
Ni se inmuta... ¡Santa mierda! Me dejó tirada en la cama, semidesnuda, con la estúpida excusa de que su tía, Cornelia, lo llamaba urgentemente para que lo ayudara a buscar a su conejo mascota en el jardín… ¡Y lo único que puede decirme es eso!
Definitivamente Bliss y yo tenemos cosas en común; virginidad y excusas patéticas cagándonos la vida.
Mascullo entre dientes un par de insultos que ni yo misma soy capaz de entender, aprieto mis puños y las ganas de estrangular a Boris parecen acrecentarse con cada segundo que pasa, de hecho, creo que nadie se daría cuenta si la ahogo con su propia almohada mientras duerme.
¡¿Cómo se le ocurre aparecerse así en casa?! Cubierta de sangre como si nada hubiese pasado. Parezco una vieja amargada por su culpa ¿qué no se da cuenta que me preocupo por ella? Ni que fuera su madre. Gruño por lo bajo y me giro en la cama, me acurruco y aprieto la almohada con tanta fuerza que un par de plumas sale volando de ella, el reloj a mi lado me indican que son pasada las tres de la mañana y aun no consigo dormir ni un par de minutos.
Meneo la cabeza y en intento quitar de mis pensamientos el instinto asesino que amenaza con salir e ir ha asesinar a Greyer en menos de lo que canta un gallo, nadie se enteraría...
¿Qué demonios estoy hablando? Llevo una mano a mi frente y me quito el sudor frío, aun sigo nerviosa por haber visto al tipo ese en el aula de música y, seguramente por ello, continúo delirando.
Saco mis manos de la colcha subiéndolas lentamente hasta mi cara. El contacto con mis frías manos me calma un poco, doy un par de respiraciones intentando calmar mis nervios de punta dado los sucesos ocurridos hace un par de horas. Comienzo a masajear mis sienes con delicadeza pero mi toque se va haciendo más violento a medida que los recuerdos e imágenes comienzan a inundar mi cabeza.
Las palabras de mi amiga regresan a mi cabeza “¡Tú no eres Bliss Edwards!” ¡Por su puesto que no lo soy! Soy Lencie Sophie Tisdale, la estúpida que trató de imitarla y le salió el tiro por la culata. De solo recordar aquella escena mi estómago se anuda, mi garganta se cierra y mis mejillas comienzan a teñirse de rojo.
No puedo creer que compare mi vida con la de un libro. Está bien; soy virgen y tengo diecinueve años ¿qué más puedo hacer? La ficción de aquellos libros es lo único queme queda para idear un mundo en el cual cada uno de mis problemas desaparece como si nunca hubiese existido, por lo demás, sé que debo esperar hombre correcto y dejar que las cosas pasen cuando tengan que pasar. No vendrá un hombre por sí solo a ofrecerme aquello… a no ser que contrate un gigoló. ¿Y dónde se ha metido mi feminismo? Marcia se decepcionaría de mí si me viera en estas situaciones.
¡Basta! Me cacheteo mentalmente ¿cómo puedo estar pensando, si quera, en eso? Se supone que la virginidad de una mujer es lo más puro y hermoso del mundo, algo que ni yo misma me creo. Pero no quiero terminar como… como ella, el solo hecho de parecerme en ciertas actitudes a la mujer que me trajo al mundo, más allá de lo físico, hace que mi estómago se revuelva y aparezcan las ganas de vomitar.
Derrotada de que mis pensamientos me llevaran más abajo en el frío abismo que yo misma he entrado, suelto un leve y suave suspiro intentando calmarme. Decido cerrar los ojos y tratar de dormir antes de seguir con aquellos pensamientos y recordar toda la vergüenza que significa mi existencia.
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El característico sonido de mi alarma me advierte que ya es hora de levantarse. Suelto un gruñido colérico y llevo ambas manos a mi rostro para tallar mis ojos casi con brusquedad. Estiro mi mano derecha hacia la mesita de noche y detengo de una buena vez el exasperante sonido del despertador y, como todas y cada una de las mañanas, me incorporo de mi cama para ir a despertar a la bestia de Boris.
Mis pies se arrastran por la alfombra del departamento haciendo fricción con ella, provocando un leve cosquilleo en la planta de mis pies. Rasco mi cabeza, chasqueo la lengua y Abro la puerta de la habitación de la chica y abro las cortinas de par en par, pero no parece inmutarla ni en lo más mínimo.
Antes de hace mi siguiente movimiento, suelto un bostezo y me paso las manos por el rostro casi con desesperación. Subo mi mano a la altura de mi boca, introduzco mi dedo índice y el pulgar en esta antes de silbar con tanta fuerza que mi amiga casi queda pegada en el techo.
Le lanzo una mirada asesina antes de salir de su habitación sin pronunciar ni la más mínima palabra, sabe que estoy furiosa y me encanta recordárselo.
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— Un café con leche – pido con amabilidad al chico de la cafetería entregándole una media sonrisa entre tanto busco en mi bolso mi billetera.
El muchacho no demora más de dos minutos en cumplir con mi orden. Sonríe torcidamente al entregarme el café, mis ojos se mueven directamente al cartón que el baso de plástico lleva para no quemarse. Mis ojos de inmediato perciben el marcador escrito sobre éste. Me basta una mirada más para notar un par de números junto con su nombre. Sonrío levente y le entrego el dinero del café y, antes de retirarme, le guiño un ojo y suelto una risita traviesa, que me sirve para dejar de pensar un mísero segundo en él y en cómo ocurrió todo esa noche.
Mis pasos son más paranoicos de lo normal, mis pies se mueven con cautela entre la multitud de estudiantes que van camino a sus aulas. Doy un sorbo a mi café y rechisto la lengua al quemarme con el líquido hirviendo.
Mi teléfono vibra dentro del bolsillo del jean que llevo puesto. En un intento desesperado por tomar el aparato intento no quemarme con el café hirviendo, finalmente, cuando consigo sacar el móvil del bolsillo del jean le contesto de inmediato a Marcia, mi abuela.
— ¡Cariño! – vocifera tan fuere que tengo que apartar el móvil un par de centímetros de mi oreja. – ¿Cómo estás? ¿Qué tal te encuentras? ¿Estás bien? – me avasalla con preguntas y yo solo puedo sonreír ante la preocupación de la mujer, sin embargo, su tono de voz no es el mismo de siempre, algo parece inquietarla, más de lo normal.
— Abuela – suelto una leve risita encaminándome al aula de técnica fotográfica – Estoy bien –salvo por el chico que creí haber visto el día de ayer, me muerdo la lengua al solo recordarlo – Hemos llegado de maravilla y por el momento todo ha estado en orden – la tranquilizo – ¿Qué tal tú? – inquiero mirando hacia ambos lados del pasillo, más paranoica de lo normal.
— De maravilla, ahora que sé que mis dos bellezas están bien – tuerzo el gesto ignorando el enfado que tengo en estos momentos.
— Me alegro muchísimo – murmuro sinceramente escabulléndome entre los estudiantes para llegar a mi salón correspondiente. Escucho a Marcia suspirar.
— Pequeña – su tono de voz me preocupa pero antes de que pueda pronunciar una palabra más, preguntando qué es lo que sucede, ella se me adelanta. – Tú padre ha vuelto, insiste en hablar contigo y no sé cuanto tiempo pueda mantenerte lejos de él.
Todo lo que ella dice me paraliza en medio del pasillo, siento como el peso del mundo cae sobre mis hombros en décimas de segundo y, por un momento, el mundo parece detenerse. No quiero esto, no de nuevo.
— Por el momento, no ha insistido de manera insoportable, no ha insistido más de la cuenta. No sabe de mi mudanza a Londres, espero que no saque sus propias conclusiones cuando se entere – murmura apenada, su voz está quebrada y, de una vez, noto que ha estado llorando. Su preocupación por mí, su única nieta, es enorme.
— Tranquila, Nana – logro murmura ignorando el nudo en mi garganta y retomo mi rumbo aun con mis pensamientos en cualquier parte. – Estaremos bien, él no me va ha encontrar – aseguro no muy convencida de mis propias palabras, en un intento fallido de emanar la confianza que necesito en estos momentos, de ser la chica fuerte que ella misma me ha enseñado a ser. De ser quien debo ser en estas situaciones.
— Lencie – reclama en tono de protesta. – Esto es…
— Lo sé – apretó el vaso de plástico – Por favor, no más, ahora debo irme – me excuso y apuro mi paso por los pasillos intentando no chocar con la masa de estudiantes que caminan por ahí.
— Está bien, cariño – suelta en un suspiro y puedo sentir su preocupación desatándose a medida que pasan los segundos – te llamaré más tarde. Ten un buen día – corta.
Me detengo un segundo y medito lo que Marcia acaba de informarme, aprieto el aparato entre mis dedos resoplo. Esto no puede estar pasando, no otra vez.
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Angeline se muestra más que emocionada al verme. La francesa no para de hablarme de lo mucho que disfrutó el verano y de que debería haber aceptado ir con ella a Francia, a pasar un par de semanas de mis vacaciones. La idea sonaba tentadora, en su momento, pero las cosas terminaron por complicarse y decidí que sería mejor no ir.
Su carisma me hace sonreír y olvidar la conversación con Nana, sus chistes y ocurrencias logran sacarme una sonrisa en el rostro tan fácilmente como yo logro poner de mal humor a Boris, lo que me hace gracia.
Angie me escucha mis cuchicheos atenta, sobre todo, lo que hice en el verano, lo que no fue mucho, pero sí nos mandamos nuestras típicas estupideces con Boris, las que nos metieron en más de un problema. Ella sonríe ante nuestras ocurrencias y así nos la pasamos por el resto de la mañana y, sin que ella se percate, intento pasar lo más inadvertida posible ante cualquier rubio que aparezca en mi campo visual.
Intento mantener la compostura mientras caminamos hacia la mesa en la que se encuentra Boriska y creo que está acompañada de Marlie y Adam, a quienes conocí esta mañana. Miro hacia ambos lados, completamente paranoica, antes de avanzar y siento que en cualquier minuto el rubio aparecerá de nuevo y, de solo pensarlo, mi estómago se contrae.
La ojiazul me hace una seña para que vayamos a su lado, parece que poco le importa mÍ mal humor, aunque sé, que ha aprendido a soportarme como yo a ella, de algo han servido todos estos años que hemos pasado juntas.
Miro a la castaña junto a mí, invitándola a acompañarme pero Angie menea la cabeza en señal de negación y una pequeña y traviesa sonrisa surca su rostro, levanto una ceja pidiéndole explicaciones sin siquiera hablar. Ella se rasca la nuca y sonríe al momento que se sonroja, hace un movimiento de cabeza señalando su izquierda.
— ¿Ah? – murmullo sin entender lo que está queriendo decirme, ella suspira y reitera su leve movimiento de cabeza.
Alzo la vista y veo a un chico castaño, de piel morena y buen porte apoyando en un árbol. Le hace una seña a la chica y ella parece derretirse.
— Bien guardado te lo tenías – susurro guiñándole un ojo a la chica antes de dar media vuelta y caminar hacia Boris y sus amigos.
Marlie y Adam son bastante simpáticos, el enfado entre la bestia de Boris y yo ha quedado a un lado, por lo que las risas y los chistes no faltan en la mesa. Minutos después se unen a nuestra charla dos chicas, las que se presentan como Susanne y Vitoria, cada vez me sorprende más la capacidad de socializar de Boris. Sonrío medianamente al recordar los años anteriores, niego con la cabeza y me uno nuevamente a la conversación.
Ladeo la cabeza y observo como Adam cuenta una de sus anécdotas en el gimnasia ¿enserio? Está rodeado de mujeres pero ¿tiene que hacer eso?
— Basta, galán – ríe Greyer con gracia abanicándose con las manos.
— Nos dejarás a todas flechadas – le guiño un ojo llevando una mano a mi frente e imitando un desmayo y el chico parece sonrojarse cuando las risas femeninas comienzan a escucharse.
Deja de hablar avergonzado mientras Boris y yo nos encargamos burlarnos de él, aunque parece que nuestras ocurrencias lo divierten.
De una vez termino de comerme el sándwich con el que he estado luchando durante todo el almuerzo, la conversación es fluida y me siento a gusto rodeado de aquellas personas.
Doy un último mordisco al sándwich, mastico lentamente observando los jardines de la universidad. La brisa otoñal, los colores tierra, cafés y anaranjados se encuentran por todo el lugar llenando el ambiente de una manera especial, es hermoso. Es ahí cuando me doy cuenta que esa imagen sería una foto perfecta para el libro que estoy armando, para en un futuro, regalárselo a Nana.
Saco la cámara y con cuidado comienzo a enfocar buscando sacar la foto perfecta.
— Lenny – me llama Adam. Levanto la vista quitando mis ojos de la cámara – Yo sé que quieres un par de fotos mías – suelto una carcajada mientras niego con la cabeza y vuelvo a lo que estaba. Estoy a punto de sacar la hermosa foto cuando una cabellera rubia me desconcentra de todo.
Su caminar, su cabello y por lo que puedo notar, sus ojos. ¡Mierda! Mí corazón se acelera al ver al chico con cabellos rubios y ojos azules. Mis mejillas comienzan a arder y mis entrañas se contraen solamente de la vergüenza que siento. Él se encamina hacia donde nos encontramos nosotros y, con un poco de suerte, no me ha visto.
— ¡Joder! – escupo e intento fingir que algo que se me ha caído bajo la mesa. Estiro mi mano y a nadie parece importarle lo que haga, finalmente, sin saber que más hacer, me meto debajo de la mesa, sin importarme nada más. Percibo los latidos desbocados de mi corazón y el silencio repentino en la mesa en la que se encuentran los demás. No me importa nada, solo que él no me vea y que no me reconozca.
— ¿Lenny? – la voz de Boris es lo que me hace entrar en razón. Aun así, no puedo tranquilizarme, mis ojos se mueven nerviosos observando los pies de los chicos y chicas que pasan cerca de la mesa en la que nos encontramos. ¡Dios, ayúdame!
— ¿Estás bien? – una voz masculina llega a mis oídos, probablemente sea Adam. No puedo contestar, la vergüenza es más grande a estas alturas y los recuerdos comienzan a aparecer por mi cabeza atormentándome una vez más. ¿Por qué me pasa esto a mí?
— Se me cayó un lente de la cámara – miento.
La música retumbaba en mis oídos, su respiración chocaba contra mí oído haciendo que un leve cosquilleo bajara desde ahí hasta mi bajo vientre, sus manos se posaron con delicadeza en mis caderas mientras que con sumo cuidado subía mis manos hasta dejarlas enredadas en su cuello. Entrelacé mis dedos en su cabello y lo jalé levemente, un gemido escapó de sus labios y me acorraló contra la pared.
No tardó demasiado en comenzar a besar mi cuello, dejando rastros húmedos desde mi oreja hasta mí clavícula, los jadeos escapaban casi mudos de mi boca, mis manos se entretenían con su rubio cabello mientras que las de él, me atraían más a su cuerpo haciéndome soltar respiraciones aun más agitadas de lo que ya estaba.
— ¿te parece sí subimos? – murmuró en mí oído con voz ronca, cargada de deseo. Incapaz de hacer otra cosa asentí ignorando el rubor en mis mejillas y el flaquear de mis rodillas.
Mi razón estaba escondida tras el deseo y el lívido que se desató dentro de mí. El chico entrelazó su mano derecha con la mía y, abriéndose paso entre la gente, comenzó a caminar rumbo a las escaleras, rumbo a la peor vergüenza y humillación de mi vida.
— ¡Lenny! – grita Boris bajando la cabeza y asomándose bajo la mesa. Mis ojos rápidamente evitan su mirada, muerdo mi labio inferior intentando calmarme, pero nada resulta y cuando finalmente la castaña suelta una maldición, pronuncio.
— Ojos rubios y cabello azul – la risotada que suelta mi amiga es tan grande que me hace dar un respingo bajo la mesa, mi cabeza choca con esta y suelto un par de maldiciones mientras ella se parte riéndose de mi desgracia.
Nadie, de los que se encuentran en la mesa, parece prestarnos atención a la castaña y a mí, lo que me parece perfecto. La conversación entre ellos fluye hasta que Boris se levanta y observa al chico sin disimulo.
— No está para nada mal, Lens – ríe a carcajadas sin comprender mi vergüenza.
— Es el profesor de música – escucho que la chica llamada Marlie le comenta a Boris. – Está bastante bueno, no sabes lo que me gustaría tenerlo en mi cama – habla con lujuria y luego ríe bobamente.
Cierro los ojos e ignoro su comentario. Sí tan solo supiera…
— No me digas que… — ¡Aleluya! ¡Boris ha entendido algo antes de que se lo explique! ¡Esto es un milagro! Ella boquea un par de veces, sin conseguir que las palabras salgan de su boca. Termina clavándome su mirada azulada pidiendo explicaciones y lo único que puedo decir es:
— Sí – concluyo y su boca cae abierta.
El timbre suena y palidezco una vez más cuando recuerdo el horario, no puede ser. Con dedos temblorosos, sin salir de mi escondite, saco el horario y pido con todas mis fuerzas que la clase no sea la de música. Pero todo el universo está conspirando contra mí este día. Resignada cierro los ojos y me preparo para una dosis más de humillación en la clase de música, junto a él, el hombre que me dejó semidesnuda en la cama del anfitrión de la fiesta.
✙ ✙ ✙
Me siento en un banco en la última fila de la gran aula de música. Estoy tras un chicho ancho y macizo, quien oculta mi cuerpo tras el suyo sin siquiera notarlo, juego con mis dedos y yo misma insisto que todo estará bien, que él no me reconocerá, que el alcohol que ambos ingerimos esa noche habrá hecho el efecto que tenía que hacer, “cómo no lo hizo contigo” reclama mi subconsciente.
Muerdo el interior de mi mejilla percatándome del latido ferviente en mi pecho, mi corazón escapará pronto de ahí e irá a esconderse bajo la primera piedra que encuentre al igual de lo que queda de mi dignidad.
Mi presión arterial deciente abruptamente cuando él entra en el salón con sonriendo ampliamente. Viste de traje, pantalón negro de chándal, camisa blanca de lino arremangada hasta los codos y corbata negra. Luce impecable, deja sus cosas en el escritorio y se vuelve hacia todos nosotros y yo me encojo aun más detrás del mastodonte que tengo enfrente, rogando que no me vea.
— Buen día, chicos. – saluda con simpatía. Cierro los ojos, inhalo, exhalo e intento relajarme, sin embargo, se me hace imposible. – Mi nombre es Niall – continúa y escucho suspiros mientras que yo, lo único que hago, es encogerme más sobre mí misma – Como sabrán están presente en uno de los cursos suplementarios o recreativos, por lo que dependerá de ustedes y de su esfuerzo lograr cada uno de los créditos que necesitan. – Frota sus manos entusiasmado – Ahora pasaré los cuestionarios que deben rellenar indicando que tipo de instrumento les gustaría tocar – la chica a mi lado ronronea con sus ojos ámbar fijos en Niall, ay Dios.
Escucho un leve pitido en mis oídos, esta situación me está jugando una mala pasada.
Niall comienza a nombrar a los estudiantes que tiene en la lista para entregarle los cuestionarios. Abro los ojos como platos, respiro agitadamente y mis manos sudan como nunca antes.
— Dylan Thomson – llama y el chico dos filas delante de mí levanta la mano. Él camina hacia el muchacho, le entrega el par de hojas y mira la lista nuevamente. No, por favor, no.
— Lencie Tisdale – pronuncia y sube la vista observando completamente el aula.
Una batalla a muerte se desata dentro de mi cabeza; lo que queda de mi dignidad se enfrenta armada con una enorme espada y un escudo a la moral, la que está mejor armada con una pistola de tiro. De un solo disparo mi dignidad queda veinte metros bajo tierra y me obligo a mi misma a levantar la mano tras el mastodonte.
Me preparo para más humillación.
Más vergüenza.
Más excusas.
Solo cuando está a unos escasos metros de mí me reconoce. Pestañea sin creerlo; me mira. Lo miro. Menea la cabeza y continúa estudiándome por completo al acercarse a mí, en ese momento me doy cuenta de que aguantando la respiración, suelto el aire retenido y busco más oxigeno al momento que llega a mi lado tendiéndome los cuestionarios y sin más murmura:
— Un placer verte de nuevo.
Ni se inmuta... ¡Santa mierda! Me dejó tirada en la cama, semidesnuda, con la estúpida excusa de que su tía, Cornelia, lo llamaba urgentemente para que lo ayudara a buscar a su conejo mascota en el jardín… ¡Y lo único que puede decirme es eso!
Definitivamente Bliss y yo tenemos cosas en común; virginidad y excusas patéticas cagándonos la vida.
- :
- Hola ay, acá está finalmente mí capítulo. Espero les haya gustado más que a mi, no sé, creo que me quedó raro y aklsdjlkasdjlasd (?) en fen, espero que les guste, mis amores y que se hayan reído o alguna cosa parecida XDD. Por cierto, lo que está en cursiva de otro color y georgia es un flashback y me disculpo si hay algún error asjdlkasjdlkasd ah, eso, las quiero <3Kande, tú sigues, nenate robé la frase e.é
Última edición por Wickam. el Miér 24 Sep 2014, 4:57 pm, editado 4 veces
Charlie.
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
Trataré de decir algo más de lo que te dije por emepé, Cata(? XD Asdgjakdjakdjfkajdkf es que me encanta, de verdad <3 Ya sabes como me gusta la personalidad de Lens, toda feminista y liberal; entonces tenemos el contraste de su virginidad(? que pasó la pena mas grande de su vida intentando perderla(? No sé cual debería esconderse más metros bajo tierra...si Niall o ella ._______. Porque por un lado, ella se dejo llevar y fue a ella a quien dejaron desnuda(? Y por otro fue ese pendejo quien utilizó la excusa más estúpida y falsa en la historia de las excusas(? XD adhaksjfjakdjfksjd. Morí de la risa cuando ella se tiró debajo de la mesa en la cafetería :') Asfjaskfjakdj me imagino a Boris con una expresión gigante de "WTF?!" Y vuelvo a reír XD ¡Y ya se dio cuenta! Asfjakdjakk que bueno que entendió que fue lo que pasó, porque no creo que Lencie sea capaz de decir eso en voz alta(? yo ya hubiese escapado corriendo de ese lugar U.U
Y sobre su papa, eso me dejó con intriga y un poquito de inseguridad e.e Ese imbécil que es lo que quiere? Que se vaya a joder a otro lado e.e Y entonces ahora Lens tiene doble preocupación, porque primero está tan paranoica que ahorita se trata de esconder en un casillero XD Asdgjakdjakjakds y ahora tiene lo de su padre en la cabeza ._____. Por lo menos Angie la ayuda olvidar, al igual que sus amigos. Yo solo espero que el no se de cuenta de lo que planea Marcia U.U
Y bam bam bam, cuando llegó la hora de la clase de música yo estaba "UY, UY UY " AQUI VAMOS Me emociono tanto, che Y adfhakdjakdakdj bien hecho eso de irse a esconder detrás del mastodonte espalda ancha XD De todos modos no pudo evitar su cruel destino >:3 Asfjakdjakdjakdjf me parece que su dignidad (la de ambos) se ha ido por el caño con esto XD Asfjakfjkdjfkajdkg me encanto demasiado, lo ame <3
Espero a Kandeee Cuidense <3
Y sobre su papa, eso me dejó con intriga y un poquito de inseguridad e.e Ese imbécil que es lo que quiere? Que se vaya a joder a otro lado e.e Y entonces ahora Lens tiene doble preocupación, porque primero está tan paranoica que ahorita se trata de esconder en un casillero XD Asdgjakdjakjakds y ahora tiene lo de su padre en la cabeza ._____. Por lo menos Angie la ayuda olvidar, al igual que sus amigos. Yo solo espero que el no se de cuenta de lo que planea Marcia U.U
Y bam bam bam, cuando llegó la hora de la clase de música yo estaba "UY, UY UY " AQUI VAMOS Me emociono tanto, che Y adfhakdjakdakdj bien hecho eso de irse a esconder detrás del mastodonte espalda ancha XD De todos modos no pudo evitar su cruel destino >:3 Asfjakdjakdjakdjf me parece que su dignidad (la de ambos) se ha ido por el caño con esto XD Asfjakfjkdjfkajdkg me encanto demasiado, lo ame <3
Espero a Kandeee Cuidense <3
hange.
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
Ok, comentare sencillo calmado y breve...
JAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJASJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJA xD
¡LA TIA CORNELIA WEON! jajajajaajaj csm! Se paso, ahora el que inventa excusas es el chico y no bliss, jajajajajajajajaj JODER! amo a Lencie! y la pendeja de Boris que no capta una, se parece a su mama (YO) JAajAJAJAJAJ Ojos rubios pelo azul, eso me dejo como firuslaiss xD
Cata, te haces una idea de lo mucho que me diverti con tu capitulo? Osea, que mi risas no te hagan pensar lo contrario u.u Cuando se tiro debajo de la mesa pense que me mearia. y la pendeja de Marlie dicie4ndo esas cosas frente a Adam, yo que el le pego u.u
Estas chicas van a matarme Las estoy amando y mucho xD
Oh, Cata te mereces que te cante una cancion romantica *se aclara la garganta*...
:canto: Si ya no se que hacer
te veo cerca y lejos a la vez pensé,
que era un buen momento para hacerlo bien y rectificar
Es cierto que no soy perfecta en ningún caso
pero aprenderé
se que tuve mil fallos y que cambiare por verte un día más
Quédate a mi lado, vamos a empezar, olvida el pasado
entiende que ya quiero que vuelvaaas
vuelve a miiiii
Rompe me a pedazos si te sientes mal
coge de mi mano para caminar
quiero que vuelvaaaas, vuelve a miiiiii :canto: :canto: :canto: :ilusion: :canto: Loveu bitch!
JAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJASJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJA xD
¡LA TIA CORNELIA WEON! jajajajaajaj csm! Se paso, ahora el que inventa excusas es el chico y no bliss, jajajajajajajajaj JODER! amo a Lencie! y la pendeja de Boris que no capta una, se parece a su mama (YO) JAajAJAJAJAJ Ojos rubios pelo azul, eso me dejo como firuslaiss xD
Cata, te haces una idea de lo mucho que me diverti con tu capitulo? Osea, que mi risas no te hagan pensar lo contrario u.u Cuando se tiro debajo de la mesa pense que me mearia. y la pendeja de Marlie dicie4ndo esas cosas frente a Adam, yo que el le pego u.u
Estas chicas van a matarme Las estoy amando y mucho xD
Oh, Cata te mereces que te cante una cancion romantica *se aclara la garganta*...
:canto: Si ya no se que hacer
te veo cerca y lejos a la vez pensé,
que era un buen momento para hacerlo bien y rectificar
Es cierto que no soy perfecta en ningún caso
pero aprenderé
se que tuve mil fallos y que cambiare por verte un día más
Quédate a mi lado, vamos a empezar, olvida el pasado
entiende que ya quiero que vuelvaaas
vuelve a miiiii
Rompe me a pedazos si te sientes mal
coge de mi mano para caminar
quiero que vuelvaaaas, vuelve a miiiiii :canto: :canto: :canto: :ilusion: :canto: Loveu bitch!
Ariel.
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Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
Gracias, chequetetas asdjalksd me da paja contestar sus comentarios :c lo haré en un rato me alegro mucho que les haya gustado como es Lenny y todas las mierdas que le pasaron las quiero, cabras<3
Charlie.
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
Leo el de cata y en un rato mas subo el mio :3 me inspire <3
Jaeger.
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