Wait For You [Zayn Malik] Terminada

—Me siento caliente. —Y eso era cierto. Mi piel estaba entumecida, pero sentía su abrazo y sentía sus manos deslizándose sobre mí. Levanté mis pestañas y nuestros ojos se encontraron—. Tus ojos son realmente hermosos, ¿lo sabías?

—Creo que son los chupitos de tequila los que hablan, —Respondió él, sonriendo—. Vamos, vamos a llevarte adentro antes de que te congeles.

Zayn dio un paso atrás y dejo ir mis hombros. Yo estaba un poco borracha en mis pies, y cuando él se agachó y entrelazó sus dedos con los míos, la más grande, estúpida sonrisa iluminó mi rostro. Era como si él no me hubiera pedido que dejara su apartamento y como si yo no hubiera estado sentada afuera por Dios sabe cuánto tiempo como una perdedora.

Podría haber sido el tequila y la cerveza, pero yo quería correr como una lunática.

Por suerte yo no intentaría tal cosa, porque las escaleras resultaron ser una bestia difícil.

Creo que la profundidad entre cada paso había ido cambiando en mí. De vuelta en mi apartamento que estaba muy calentito, Zayn cerró la puerta detrás de nosotros. Todavía tenía mi mano dentro de la suya cuando se volvió hacia mí. Él no dijo nada, y una anticipación nerviosa creció dentro de mí.

—Te estás perdiendo la pelea, —Repetí.

—Así soy yo. —Él tiró de mí alrededor del sofá y luego hacia abajo, así que quede sentada a su lado. Sólo entonces soltó mi mano—. ¿Cómo te sientes?

—Bien. —Me pasé mis palmas húmedas a lo largo de mis vaqueros—. Tus amigos probablemente deben estar preguntándose donde estas.

Zayn se recostó contra el cojín, lanzando su brazo en el respaldo del sofá. —No me importa.

— ¿No te importa?

—Nop.

Me senté adelante y lo miré por encima de mi hombro. Parecía estar esperando algo. Incapaz de permanecer sentada, me levanté de un salto y casi caigo de cara a la mesa de centro. Habría caído si Zayn no me hubiese cogido el brazo.

—Tal vez deberías sentarte, ______.

—Estoy bien. —Me liberé tambaleante, me moví alrededor de la mesa con cuidado, por si acaso esta decidía moverse conmigo. La energía nerviosa zumbó junto con el alcohol. Pegando mi suéter a mi piel, sintiéndose caliente—. Así que... ¿qué quieres hacer? Puedo, umm, encender la televisión o poner una película, pero no tengo ninguna película. Creo que puedo pedir una a…

—______, simplemente siéntate por un rato.

En lugar de hacer eso, cogí una almohada que estaba caída y la puse en el sofá. Enderezarla era un poco difícil, pero revoloteé en la silla de la luna. — ¿No crees que hace calor aquí?

Sus ojos avellanas se llenaron de diversión. — ¿Cuánto has bebido?

—Um...—Realmente tuve que pensar en ello—. No mucho, tal vez como ¿dos o tres tragos de tequila y dos cervezas? creo.

—Oh wow. —Zayn se inclinó hacia delante, sus labios curvándose en una sonrisa—. ¿Cuándo fue la última vez que realmente bebiste?

—La noche de Halloween, —Solté.

Él parecía confundido. —Yo no te vi beber la noche de Halloween.

—No esta última noche de Halloween. —Me levanté, tirando de las mangas de mi suéter y mis dedos rozaron el brazalete—. Fue... hace cinco años.

—Wow. Eso es mucho tiempo. —Él se deslizó hacia delante y luego se levantó—. ¿Tienes agua embotellada por aquí?

—En la cocina, —Le dije, humedeciendo mis labios.

Él desapareció y volvió a aparecer con bastante rapidez, encima dándome una botella de agua. —Deberías beber esto.

Lo tomé, pero no estaba sedienta.
—Así que lo has hecho, ¿qué? ¿A los catorce? ¿Quince? —Se sentó de nuevo en el borde del sofá.

—Catorce, —Susurré, bajando la mirada a donde sus manos colgaban entre sus rodillas.

—Eso es muy joven para estar bebiendo.

El sudor salpicaba mi frente. Asentando la botella, cogí un lazo de pelo de la mesa de centro y tiré de mi cabello en un moño desordenado. —Sí, ¿no bebías cuando tenías catorce años?

Una pequeña sonrisa apareció. —Me metí una cerveza o dos a los catorce años, ¿pero creí que tus padres eran más estrictos?

Solté un bufido mientras me dejaba caer en la silla de la luna. —No quiero hablar de ellos o de beber o de Halloween.

—Está bien.

Sintiéndome sudorosa, tiré de mi suéter hacia arriba. Se me atoró en la cabeza por un segundo y finalmente, me quité el material fastidioso. Apartando los mechones sueltos de cabello fuera de mi cara, miré a Zayn. Tú creerías que yo no tenía una camisa por debajo por la forma en la que él me miraba, pero era más que eso.

Me quedé una vez más, queriendo estar lejos de esa conversación, porque Zayn me estaba mirando otra vez como si estuviera viendo más de lo que yo le estaba mostrando. Pensé en cómo me había mirado cuando vio la cicatriz en mi muñeca y minutos antes afuera.

Era la misma mirada.

Parecía como si estuviera armando un rompecabezas y las piezas estuvieran empezando a encajar. Por alguna razón, a través de mis pensamientos desorganizados, pensé en Teresa y en como él había estado cuando se dio cuenta de que ella estaba hablando con chico. Había tomado la protección de un hermano mayor a un nivel completamente nuevo. ¿Tenía ella...?

Negué con la cabeza y aleje esos pensamientos, porque me hizo pensar en cómo nadie se estaba preocupando por mí. Pero yo no quería que él estuviera mirándome de esa manera. Yo no necesitaba que él mirara fuera de mí, para preocuparse por lo que estaba haciendo o lo que sucediera. Yo lo necesitaba para...

Mirarme como lo había hecho la primera noche en que me había besado y luego otra vez en la cama en la casa de sus padres. Yo quería que me viera así.

— ¿Qué estás haciendo?

Me detuve en medio de la cocina y el pasillo. Mis dedos se curvaron alrededor de los bordes de mi camisa, y había un tipo de interés diferente en su mirada, una cautela entusiasta. Mi corazón latía y mis pensamientos estaban chocando unos con otros. Me gustaba Zayn – mucho. Incluso si eso fuera una locura y condenado por la angustia. Mi corazón ya estaba herido. Y yo lo echaba de menos y él me echaba de menos y él estaba aquí ahora cuando podía estar con sus amigos, con Steph.

Parte de mí dejó de pensar por completo. La otra parte me dijo que hiciera lo que se esperaba, lo que alguien como Zayn quería y necesitaba, porque si no era eso ¿por qué estaba él allí? Porque no estábamos hablando y yo quería ser la chica de antes.

Me quité la camisa sin mangas antes de que mi cerebro se encontrara con todo. Curiosamente, esa parte no fue difícil. El aire frío se apoderó de mi piel enrojecida, esparciendo pequeños abultamientos. La parte más difícil estaba mirando cuando escuché inhalar a Zayn.

—______.

Mi corazón latió rápido y golpeó mi pulso. La sangre se me subió a la cara, pero miré hacia arriba.

Él me estaba mirando, la cautela en la línea tensa de su mandíbula se vio ensombrecida por la forma en que su pecho subía como si estuviera respirando tan rápido como yo.

Un poco mareada, me recosté contra la pared, dejando caer mis brazos a los costados. Zayn estaba a unos metros de distancia, y yo no lo había visto moverse del sofá. Él no me estaba mirando a mí. Oh no, era mucho, mucho más que eso. Me sentía devorada por su mirada, me sentía como cuando él me había besado, como si él estuviera cometiendo cada detalle en su memoria. Calor viajó por mi garganta, a través de mi pecho, y por los bordes de encaje de mi sujetador negro. Sus labios se separaron, y yo me mordí los míos. Cuando él arrastró su mirada hacia arriba, una intensa sensación se levantó en mi estómago. Un calor se vertió en sus ojos cristalinos, profundizando el matiz brillante.

Había una punzada de incertidumbre floreciendo en mi pecho, bajo la deliciosa tensión, y la garganta se me secó. No quería sentir eso. Yo sólo quería la calidez y la sensación de aliento.

— ¿Zayn?

Él negó con la cabeza, cerrando las manos en puños a los costados. —No lo hagas.

— ¿No haga qué?, —Le pregunté.

Sus ojos estaban fuertemente cerrados. —Esto—no hagas esto, cariño.

— ¿No es eso lo que quieres? —Tragué.

Los ojos de Zayn volaron. —Yo no espero eso, ______.

Mi confianza flaqueó como un delgado árbol en una tormenta y luego colapsó por completo. Tomé aliento y se quedó atascado en mi garganta. —Tú no me deseas.

Zayn estaba delante de mí en un segundo, tan rápido que ni siquiera había visto que se moviera. Sus manos fueron plantadas a ambos lados de mi cabeza y él se inclinó, su cara estaba a centímetros de la mía. La tensión salió de su cuerpo en oleadas. Aire huyó de mis pulmones mientras mi cuerpo se ponía rígido.

—Joder, ______. ¿Crees que no te deseo? —Su voz salió baja, casi como un gruñido—. No hay una sola parte de ti que yo no desee, ¿entiendes? Yo quiero estar sobre ti y dentro de ti. Te quiero en la pared, en el sofá, en tu cama, en mi cama, y en cada lugar de mierda que me sea posible imaginar, y confía en mí, tengo una gran imaginación cuando se trata de este tipo de cosas. Así que no vuelvas a dudar que te deseo. No es eso de lo que se trata.

Mis ojos se abrieron mientras la confusión se arremolinaba a través de mí, confundiendo mis pensamientos, lo cual en este punto, parecía imposible.

Se inclinó, apoyando su frente en la mía. El contacto envió a mi pulso a latir con fuerza.

—Pero no así—nunca así. Estás borracha, ______, y cuando nos reunamos—porque nos reuniremos, vas a tener plena conciencia de todo lo que voy a hacerte.

Le tomó unos momentos, pero lo que dijo finalmente se hundió en medio de la bruma de licor y confusión y tenía sentido. Cerré los ojos y volví la cabeza hacia un lado, sintiendo la forma en que su piel se deslizó al lado de la mía. —Eres un buen tipo, Zayn.

—No, no lo soy. —Él exhaló profundamente y su aliento fue cálido contra mi mejilla—.Yo sólo soy bueno contigo.