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Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
Capitulo 10
2/2.
La mejor demostración de amor es la confianza.
—Dr. Joyce Brothers
(_TN)
Entro a mi departamento canturreando. Nunca hago eso. Pero
estoy tan jodidamente feliz que siento como si pudiera romper a
cantar en cualquier momento. Considerando que lo hago fatal,
creo que es más seguro tararear la canción que escuché en la radio
cuando Nick me trajo a casa.
Puedo sentir la sonrisa en mis labios y el roce de mis dedos en un
intento de borrarla. No funciona. Tocarla me recuerda a la manera en que
él me besó antes de que saltara fuera de la camioneta. La manera en que
me miró cuando le pregunté si podía verme está noche. Yo tenía la tarde
libre de trabajo, pero él debía ir a la escuela y ya había estado a punto de
faltar para que pudiéramos pasar el día juntos. Sin embargo, lo obligué a ir.
Que novia tan adusta y mandona que soy.
El apartamento está oscuro, todas las cortinas y persianas se
encuentran cerradas a pesar del maravilloso día que hay fuera, por lo que
camino hacia cada ventana, tirando de las cortinas y abriendo las
persianas. El fregadero está lleno de platos sucios y maldigo a Owen,
haciendo una notar mental para hacerlo lavar todo apenas llegue de la
escuela.
Cuando comienzo a ir hacia el pasillo, noto que la puerta de mi
habitación está abierta. Una extraña sensación se instala en mí, haciendo
que me inquiete. Nunca dejo mi puerta abierta. Siempre está firmemente
cerrada. Si pudiera bloquearla con llave, lo haría. No es que no confíe en
Owen o en mamá. Lo que me molestan son todos esos idiotas que mamá
trae, aunque últimamente es sólo uno.
Y los amigos de mi hermano tampoco son unos verdaderos santos.
Recuerdo a los chicos que conocí en el tercer año. Diablos, a las chicas
también. Yo era tan mala como ellas. Todos robábamos como locos,
llevándonos el maquillaje y los dulces del supermercado local. Idiotas.
Imagina mi sorpresa cuando me detengo en el marco de la puerta y
encuentro a mamá en mi habitación, paseándose por el revoltijo de cosas
que invaden la cima de mi armario. Descansando las manos sobre mis
caderas, me aclaro la garganta y ella jadea, volteándose hacia mí con
una mano presionada contra el pecho.
—¡(_TN) ! ¿Cuándo llegaste a casa? —Se abanica la cara como si
fuera alguna especie de belleza sureña a punto de desmayarse por el
maldito calor—. Me has dado un susto de muerte.
—Bien —Hago un rápido movimiento de barbilla en su dirección—.
¿Qué estás haciendo aquí?
Me mira con desagrado, el acto de belleza sureña evaporándose
como el humo.
—Nada de: ―Hola, mamá, ¿cómo estás?‖ ¿Desde cuándo eres tan
grosera?
—Casi desde el mismo momento en que comenzaste a descuidarnos
completamente —Entro a mi habitación, ya cansada de pelear. Mis
fantasías se han venido abajo y no me queda más que afrontar la relación
de mierda con mi no-tan-buena madre—. ¿Por qué estás revolviendo mis
cosas?
—He perdido algo —Arruga la nariz, una clara señal de que está
mintiendo—. Un anillo mío ha desaparecido.
Como si yo fuera a robarle su horrorosa joyería. —¿Qué estás
intentando decir?
—¿Lo tomaste?
—¿Por qué habría de tomar tus feas y viejas joyas?
Probablemente ella fuera a empeñarlo o venderla, de todas
maneras. Hace tiempo dejó de tener cosas de valor. Yo tampoco tengo
nada de valor, pero si vamos al caso nunca las tuve.
Tengo unos ahorros en mi habitación, sin embargo. Están escondidos
en el bolsillo de un suéter en lo profundo del armario.
—Cristo, eres una malcriada —murmura mamá, sacudiendo la
cabeza mientras comienza a ir hacia la puerta—. Ni siquiera puedes tener
una conversación decente conmigo.
—Tú no puedes simplemente entrar a mi habitación y revolver mis
cosas —digo en respuesta. Ella necesita conocer sus límites. Más que nada,
necesita saber que no es bienvenida aquí.
—Puedo —se gira hacia mí, su expresión indignada, sus ojos verdes —
tan parecidos a los míos a pesar de estar un poco más deteriorados y
mucho más cansados— ardiendo en fuego mientras me mira—. Este es mi
departamento. El contrato de arrendamiento está a mi nombre. Me
pertenecen todas estas cosas. Te compré todo lo que tienes aquí. Si quiero
revolver, tengo todo el derecho.
—Dame un respiro. El mobiliario me lo han dado parientes y amigos.
Todas las cosas aquí, ¿la ropa, las joyas baratas y todo lo que ves? —
Señalo con mis dedos alrededor—. Lo compré con dinero que yo gané. Y
tu nombre puede estar en la escritura, pero soy yo quien paga las cuenta
todos los meses. Por lo tanto, no actúes como una perra honrada que
puede tomar todo de mí sólo porque eres mi madre. Soy un adulto. No te
pertenezco.
Suelto un suspiro tembloroso, sorprendida por mí arrebato. No puedo
creer lo que le acabo de decir. Lo he estado conteniendo por meses.
Diablos, por años. Y ahora estoy tan enojada que me encuentro
literalmente temblando.
¿Dónde está la milagrosa loquera de Nick cuando la necesito?
—¿Cómo te atreves a hablarme de esa manera? —susurra mamá, su
voz áspera y su quijada tensa—. Eres la niña más desagradecida de todas.
Bien, si eres la alta y poderosa princesa que puede cuidarse por su cuenta
sin mi ayuda, entonces ve a encontrar tu propio maldito lugar para vivir.
—He estado pensando que en realidad tendrías que ser tú la que se
marche. No puedes permitirte pagar este lugar por tu cuenta y lo sabes. Ni
siquiera tienes un trabajo. Al menos, yo pago la renta y cuido de Owen.
La odio. No me había dado cuenta cuán profundamente la odiaba,
pero esta conversación, todo lo que ella está diciendo, el cómo está
actuando, termina por cerrar el trato.
Es una persona horrible. Una mujer despechada que no puede dar ni
un poco por mí o por Owen. Todo lo que le importa es ella misma.
—No puedes echarme de mi propia casa —Endereza sus hombros y
se aparta el cabello rubio descolorido de la cara. Mi mamá luce cansada.
Vieja. Pequeña y miserable. Sus ojos parecen confusos y me pregunto si
está borracha. O drogada.
Me da asco. Apenas puedo soportar mirarla. Sin embargo… también
siento pena por ella. Es mi mamá. Tiene sólo cuarenta y dos años; mírala
con su horrorosa vida y novio de mierda, yendo a ninguna parte. Durante
muchos años he tenido miedo de terminar de la misma manera que ella.
Pero no soy como ella. Tengo ambiciones y sueños. Simplemente los
he puesto en espera hasta que Owen sea lo suficientemente mayor para
cuidarse por sí solo.
—Regresa a lo de Larry, mamá. Ve a quedarte ahí y déjanos a
Owen y a mí solos, ¿está bien? ¿Necesitas dinero? ¿Eso es por eso que
estás revolviendo mi habitación? Te daré dinero. Sólo… déjanos en paz. —
Voy a la cocina donde dejé mi bolso sobre el mostrardor y meto la mano
en él, buscando mi billetera y sacando un fajo de billetes provenientes de
las propinas de la última noche—. ¿Esto es lo que estabas buscando? —le
pregunto cuando me sigue a la cocina, tendiéndole el dinero.
Ella lo arrebata de mis dedos y lo mete en el bolsillo delantero de sus
jeans.
—No lo rechazaría.Genial. Ni siquiera se molesta con una ―gracias‖. Ella es una
verdadera meritoria del dinero.
—Tal vez debería quedarme en casa hasta que Owen llegue —
Mamá se inclina contra el mostrador de la cocina, haciendo todo lo
posible para verse despreocupada. Sé que lo que realmente está
intentando hacer es sacarme de mis casillas. Otra vez—. Necesito pasar
más tiempo con mi niño.
Me abstengo de rodar los ojos, pero a duras penas. —Se quedará en
la casa de un amigo después de la escuela.
—¿Qué quieres decir?
—Quiero decir que está trabajando en un proyecto escolar con su
amigo después de la escuela. No vendrá a casa en horas —Estoy
mintiendo totalmente. Ellos trabajaron en el proyecto anoche. Pero no
quiero tenerla al acecho aquí, esperando a Owen para hacerlo
enloquecer. Él siempre está incómodo a su alrededor.
Es bastante triste que un niño no quiera estar ceca de su madre
porque ella lo quitó de su día-a-día.
—Genial. Así que yo no estoy por aquí, tú tampoco, ¿en qué tipo de
problemas se mete si nosotras estamos demasiado ocupadas como para
atenderlo? Chico estúpido —murmura, sacudiendo la cabeza.
Es suficiente. ¿Cómo se atreve a criticar a Owen?
—Es un niño. ¿Qué esperas de él si no hay nadie a su alrededor para
supervisarlo?
—Bueno, ¿tú dónde estás? —acusa.
—¡Trabajando! —Las palabras explotan de mi pecho—. ¿Dónde
diablos estás tú? Oh, ya lo sé, te estás emborrachando y drogando con tu
novio. ¿Tal vez estás durmiendo todo el día cuando deberías estar ahí
afuera, buscando trabajo? Cuando tendrías que estar, ya sabes, ¿en casa
para cuidar de tu hijo? No me culpes a mí por tus insuficiencias como
madre. No es mi culpa que tengas mejores cosas que hacer.
Me he puesto como loca otra vez. Nadie más logra esto en mí.
Nadie. Generalmente soy la calma en la tormenta. Al instante corro para
defender a alguien, pero no me pongo nerviosa con facilidad. Yo también
soy leal a un error.
La lealtad a mi madre desapareció hace años. No puedo contar
con ella. Nadie puede. Siempre actúa como la víctima o culpa a todos los
demás por sus errores. No puede admitir que apesta como madre y que es
una perezosa.
Así que no me importa recordarle todo ello.
—No voy a tolerar la falta de respeto. Soy tu madre —subraya.
—Entonces actúa como tal —Mi voz suena tranquila. Como
escalofriantemente tranquila. Me cruzo de brazos, prácticamente
desafiándola a dar un paso al papel que ella supuestamente abraza cada
día de su vida. Sabiendo perfectamente que no lo hará.
—No necesito este tipo de abuso —Toma su bolso desde la mesa de
café y lo desliza por su brazo, dirigiéndose hacia la puerta sin mirarme ni
una sola vez—. Te puedes ir al infierno, (_TN) .
Cierra la puerta detrás de ella y yo me desmorono. Sólo… caigo
completamente rota como un bebé fuera de control, llorando. Me hundo
en el sofá y me presiono las manos contra la cara, las lágrimas
empapándome las palmas. Todo mi cuerpo está temblando, estoy tan
enojada, tan frustrada, tan…
Ugh. Hay demasiadas emociones pasando a través de mí en un
intento por liberarse. He pasado desde el extremo más alto al extremo más
bajo en cosa de minutos, y ahora tanto mi mente como mi corazón no
pueden soportarlo por más tiempo.
A pesar de mi ira, se siente bien llorar. Es una liberación para todo el
resentimiento construido y las emociones tumultuosas que han estado
circulando en mí durante los últimos meses. Diablos, durante los últimos
años. No sé cuánto tiempo permanezco sentada aquí, llorando hasta que
mi pecho duele y mis ojos arden, cuando finalmente levanto la cabeza y
miro el techo.
Mi mama me odia y yo la odio a ella. Tengo que conciliar ese hecho
y llegar a un acuerdo con él. También necesito proteger a Owen de ella.
Probablemente debería tomar en serio la búsqueda de otro departamento
porque yo no dejaría pasar que mamá guarda un as bajo la manga y de
alguna manera nos joderá por vivir aquí.
Hay mucho por hacer, ¿pero cuál es la novedad? Yo me ocupo de
todo y de todos. Ni siquiera se me ocurrió que podría haberle pedido
ayuda a Nick hasta este preciso momento. Un mensaje de texto, una
simple palabra, y él dejaría todo para venir corriendo a mi rescate.
¿No es así?
Como odio el hecho de no dudarlo ni siquiera un poco.
Nick
Estoy en medio de la planificación de una noche especial para
(_TN) cuando llega la llamada de la persona que me da miedo hablar
con más que cualquier otro. Estoy tan concentrado en la búsqueda del
lugar adecuado para llevar a cenar a (_TN) esta noche, que no me
molesté en comprobar quién está en el otro extremo cuando cojo mi
celular y respondo con un saludo distraído.
—Nicholas .
Joder. El sonido de la voz de Adele envía fríos escalofríos por mi
columna.
—No puedo creer que contestaras.
—Fue un error, créelo.
Aparto el teléfono lejos de mi oído, listo para terminar la llamada,
pero puedo oírla diciendo frenéticamente mi nombre, rogando que no
cuelgue.
Como un idiota, traigo el teléfono a la oreja, esperando en silencio su
explicación.
¿Qué demonios puede tener que decirme? ¿Por qué le doy la
oportunidad de explicarme algo? ¿Lo estoy haciendo por mi padre?
Porque estoy seguro que no tengo ninguna razón para hablar con ella
nunca más. No después de la bomba que lanzó sobre mí el día que (_TN) y
yo fuimos a Carmel.
Vanessa no era tu hermana, Nicholas . Ella era tu hija.
Cierro los ojos ante el recuerdo. Cuan francamente emocionada
sonó Adele cuando hizo esa declaración indignante. He hablado de
Vanessa con la Dra. Harris. Ella sabe las circunstancias que rodean la
muerte de Vanessa, mi culpa por dejarla sola. ¿Cómo es mi culpa que esté
muerta? ¿Cómo mi aventura con mi madrastra podría haber dado lugar al
nacimiento de Vanessa? Mi hermana, mi hija… Caray, yo todavía no sé
qué creer.
También existe el temor subyacente de que Adele confesará todo a
mi papá y me odie por lo que he hecho. La amenaza de divorcio hace
que la gente haga cosas locas para mantener su matrimonio junto.
También hace que las personas hagan cosas escandalosas para romper su
matrimonio para siempre.
Adele es una bala perdida. Me asusta que vaya a revelar todos mis
secretos y me voy a quedar como el peor hijo del mundo. La última cosa
que quiero hacer es decepcionar a mi padre.
Demasiado tarde para eso. Lo he decepcionado innumerables
veces y la mayoría de las cosas que he hecho, él no las conoce.
—Tu padre quiere dejarme —dice finalmente.
Entrecierro los ojos, miro las palabras en la pantalla de la portátil
borrosa en frente de mí.
—Pensé que ya habían hecho las paces.
—Sé que fue a verte este fin de semana. La pregunta que tengo es,
¿por qué? No es que sean muy cercanos. ¿Qué le prometiste decirle?
¿Han hablado de mí? ¿Qué has dicho?
Ella parece asustada y completamente absorta en sí misma.
Típico.
—Apenas hablamos de ti, no más allá de él explicando brevemente
que los dos estaban teniendo problemas y que está listo para solicitar el
divorcio.
No puedo creer que se lo esté explicando, pero tan mal como
parece, estamos en el secreto juntos. Ambos tenemos mucho que perder si
el secreto se revela.
—Estás mintiendo. Estás tratando de convencerlo de que me deje y
no voy a permitirlo, Nicholas . Tú eres tan culpable en esta situación entre
nosotros como yo. Me niego a asumir la culpa por ello —Su voz es baja,
llena de veneno frío como el hielo.
—Su razonamiento para dejarte no tiene nada que ver con…
nosotros.
Me ahogo en la última palabra. Nunca hubo nosotros entre Adele y
yo. Todo siempre se concentró en ella misma.
—Tiene que ver contigo follando a algún golfista.
Aspira una fuerte bocanada de aire.
Culpable.
—¿Es eso lo que te dijo?
—No debería estar teniendo esta conversación contigo —Maldita
sea, ¿por qué sigo hablando con esta perra?—. Voy a colgar ahora. No te
molestes en llamarme otra vez.
Antes de que pueda decir otra palabra, termino la llamada,
lanzando el teléfono a través de la habitación, chocando contra la pared
y rebotando en la alfombra con un ruido satisfactorio. Pero todavía no
estoy satisfecho.
Estoy loco.
Conmigo mismo por haber respondido la maldita llamada y
escuchar lo que ella tenía que decir. Con Adele por contactarme cuando
explícitamente le dije que nunca más me hablara.
Rompí mi propia regla, sin embargo, ¿no es así? Entonces, ¿cómo
puedo culparla cuando yo también soy culpable?
Mi teléfono suena donde lo deje tirado y voy a recogerlo, temeroso
de que pueda ser un mensaje de Adele.
Pero no lo es.
¿Tienes clases todavía?
A pesar de mi ira, sonrío y le respondo a (_TN) .
Sí. ¿Qué pasa?
¿Puedes venir a buscarme?
Estoy escribiendo mi respuesta cuando otro texto de ella viene a
través.
Entiendo que si estás ocupado. Sólo… necesito verte.
La preocupación se estrella a través de mí y le escribo:
Dame diez minutos.
****
Ella me está esperando al pie de la escalera que conduce a la
puerta principal y me estacionó a su lado ella. Se sube a la camioneta y
cierra la puerta, mirando al frente como si casi no pudiera verme, y yo
estoy en silencio volviéndome loco.
—¿Estás bien?
Apago el motor, mis nervios haciendo volteretas en mi estómago.
Ella no está actuando bien.
Un suspiro se le escapa y ella niega con la cabeza lentamente.
—Me metí en una pelea con mi madre.
—¿Ahora?
—Hace unas horas —Agacha su cabeza, mirando a sus rodillas—. Le
dije cosas terribles. Lo peor es que no me arrepiento.
—¿Hace horas, (_TN) ? ¿Por qué no me llamaste antes?
Se encoge de hombros. —No quería molestarte.
Mierda. ¿Ella no lo entiende? Me gustaría ir a los confines de la tierra
por ella. Después de todo lo que ha hecho por mí. Cuan desinteresada es,
mientras qué siempre, siempre viene a mi rescate...
Extendiendo la mano, me conformo con mi mano en su delgado
hombro y le doy un suave apretón.
—No puedo ayudarte si no me dejas entrar.
(_TN) lanza un suspiro tembloroso y finalmente, me mira. Su piel es
pálida, con expresión impasible.
—Estoy acostumbrada a hacer las cosas por mi cuenta, ¿sabes?
Nunca he tenido a nadie a mi lado. En realidad, nunca.
—¿Y Owen?
—Él no cuenta, es sólo un niño.
—Bueno, definitivamente salió a tu defensa cuando me golpeó ayer
—señalo.
Una pequeña sonrisa aparece y luego pone los ojos.
—Fue un asombroso mini hombre cuando lo hizo, ¿no?
—Mi mandíbula todavía me duele —Me paso la mano sobre el lugar
donde su puño conectó con mi cara.
—Lo siento —No suena como si lo lamentara y lo dejo pasar. Si ella
hubiera sido mi hermana y alguno idiota hubiera roto su corazón: Yo habría
hecho lo mismo.
—(_TN) —Su mirada tironea la mía, una vez más—. Quiero estar allí
para ti. Siempre. Sé que no te he demostrado que puedes confiar en mí
todavía, pero lo haré. Te lo juro. Quiero hacerte una promesa.
Se aclara la garganta, pareciendo nerviosa.
—¿Qué clase de promesa?
Llego al otro lado de la consola central, agarrándole la mano y
encajando nuestros dedos juntos.
—No importa lo que pase, desde este día en adelante, estoy aquí
para ti. Tú me necesitas y yo iré corriendo.
Sus labios se separan, como si ella fuera a decir algo, pero luego los
presiona juntos con una mueca de dolor.
—Quiero creerte, lo hago. Pero temo que me vayas a dejarme de
nuevo. Y no sé si pudiera soportarlo.
Aprieto su mano.
—¿Qué puedo hacer para demostrarte que no voy a dejarte? Dime.
Lo haré.
—¿Harías lo que sea?
—Lo que sea —asiento con la cabeza con furia, dolor en mi corazón.
Si ella me rechaza, me pierdo. Pero también me he preguntado por ello.
Ella es frágil en este momento. Yo, entrando de nuevo en su vida, la pelea
con su madre, su preocupación por Owen... Ella carga tanto. Sólo hay
algunas personas que pueden manejar tanto antes de que lleguen a su
punto de ruptura.
Ella lanza un suspiro áspero.
—Quiero fingir que tenemos una relación normal y divertida. Sin
preocuparse, sin estrés. Quiero olvidarme de mi mamá, ¿cómo voy a
pagar las cuentas, donde voy a encontrar un nuevo lugar para vivir?
—Espera un minuto —interrumpo—. ¿Estás buscando un nuevo lugar
para vivir?
—He pensado en ello —admite—. El alquiler es mucho aquí, ya que
son tres dormitorios y mi mamá nunca está aquí. Utiliza nuestro lugar dejar
sus cosas, más que nada. Quiero encontrar un lugar más barato para
Owen y para mí.
Mi mente da vueltas a las ideas, todas ellas involucrando a (_TN) y su
hermano viviendo conmigo.
Ella se reiría en mi cara. Hemos estado juntos antes —¿si pudiera
llamarlo así a esto?— ¿Hace un par de días? De ninguna manera iba a vivir
conmigo.
—Pero no quiero que te preocupes por nada de eso en este
momento —dice con firmeza mientras saca su mano de la mía. Ella lo agita
en el aire, como si desaparecieran todos sus problemas con un movimiento
de sus dedos—. Estoy harta de preocuparme y estar estresada por el
dinero, lo que está haciendo Owen, si él está sacando buenas notas, si me
está mintiendo. Preocuparme de mi mamá y lo que está haciendo y por
qué nos odia tanto.
—Ella no los odia.
—Nos odia —repite (_TN) , interrumpiéndome—. Ella me odia
especialmente. Somos una carga.
desaparecer, probablemente lo haría.
Si fuera capaz de hacernos Diablos.
Nos centramos siempre en mis problemas, pero ella tiene
más desastre que yo. Su madre parece una puta de clase mundial.
—Olvídala. Mírame —Sonríe, pero no acaba de llegar a los ojos—.
Déjame fingir por un poco que estamos bien. Que no tenemos problemas y
secretos, que nuestra vida es fácil y sólo somos dos personas enamoradas
el uno por el otro.
Ya estoy completamente enamorado de ella. Pensé que ella sentía
lo mismo.
—Si eso es lo que quieres, lo haremos. Te daré lo que quieras.
La sonrisa crece, ilumina sus ojos. Esa es mi chica.
—Gracias —susurra.
Incapaz de aguantar más, la toco. Paso mis dedos por su pelo así
que puedo acariciar un lado de su cabeza y llevar sus labios a los míos.
—¿ Por qué me das las gracias?
—Gracias por tenerte. Y por querer hacerme feliz.
Cierra los ojos cuando la beso y estudio su rostro, sus espesas
pestañas, su pequeña nariz.
—Estamos probablemente evitando lo inevitable, pero estoy
cansado de lidiar con las cosas pesadas. Estoy celoso de las personas sin
problemas.
—Todo el mundo tiene problemas —me señala.
Abre los ojos.
—¿Tan pesados como los míos? ¿Tan pesado cómo como los tuyo?
—Buen punto.
2/2.
La mejor demostración de amor es la confianza.
—Dr. Joyce Brothers
(_TN)
Entro a mi departamento canturreando. Nunca hago eso. Pero
estoy tan jodidamente feliz que siento como si pudiera romper a
cantar en cualquier momento. Considerando que lo hago fatal,
creo que es más seguro tararear la canción que escuché en la radio
cuando Nick me trajo a casa.
Puedo sentir la sonrisa en mis labios y el roce de mis dedos en un
intento de borrarla. No funciona. Tocarla me recuerda a la manera en que
él me besó antes de que saltara fuera de la camioneta. La manera en que
me miró cuando le pregunté si podía verme está noche. Yo tenía la tarde
libre de trabajo, pero él debía ir a la escuela y ya había estado a punto de
faltar para que pudiéramos pasar el día juntos. Sin embargo, lo obligué a ir.
Que novia tan adusta y mandona que soy.
El apartamento está oscuro, todas las cortinas y persianas se
encuentran cerradas a pesar del maravilloso día que hay fuera, por lo que
camino hacia cada ventana, tirando de las cortinas y abriendo las
persianas. El fregadero está lleno de platos sucios y maldigo a Owen,
haciendo una notar mental para hacerlo lavar todo apenas llegue de la
escuela.
Cuando comienzo a ir hacia el pasillo, noto que la puerta de mi
habitación está abierta. Una extraña sensación se instala en mí, haciendo
que me inquiete. Nunca dejo mi puerta abierta. Siempre está firmemente
cerrada. Si pudiera bloquearla con llave, lo haría. No es que no confíe en
Owen o en mamá. Lo que me molestan son todos esos idiotas que mamá
trae, aunque últimamente es sólo uno.
Y los amigos de mi hermano tampoco son unos verdaderos santos.
Recuerdo a los chicos que conocí en el tercer año. Diablos, a las chicas
también. Yo era tan mala como ellas. Todos robábamos como locos,
llevándonos el maquillaje y los dulces del supermercado local. Idiotas.
Imagina mi sorpresa cuando me detengo en el marco de la puerta y
encuentro a mamá en mi habitación, paseándose por el revoltijo de cosas
que invaden la cima de mi armario. Descansando las manos sobre mis
caderas, me aclaro la garganta y ella jadea, volteándose hacia mí con
una mano presionada contra el pecho.
—¡(_TN) ! ¿Cuándo llegaste a casa? —Se abanica la cara como si
fuera alguna especie de belleza sureña a punto de desmayarse por el
maldito calor—. Me has dado un susto de muerte.
—Bien —Hago un rápido movimiento de barbilla en su dirección—.
¿Qué estás haciendo aquí?
Me mira con desagrado, el acto de belleza sureña evaporándose
como el humo.
—Nada de: ―Hola, mamá, ¿cómo estás?‖ ¿Desde cuándo eres tan
grosera?
—Casi desde el mismo momento en que comenzaste a descuidarnos
completamente —Entro a mi habitación, ya cansada de pelear. Mis
fantasías se han venido abajo y no me queda más que afrontar la relación
de mierda con mi no-tan-buena madre—. ¿Por qué estás revolviendo mis
cosas?
—He perdido algo —Arruga la nariz, una clara señal de que está
mintiendo—. Un anillo mío ha desaparecido.
Como si yo fuera a robarle su horrorosa joyería. —¿Qué estás
intentando decir?
—¿Lo tomaste?
—¿Por qué habría de tomar tus feas y viejas joyas?
Probablemente ella fuera a empeñarlo o venderla, de todas
maneras. Hace tiempo dejó de tener cosas de valor. Yo tampoco tengo
nada de valor, pero si vamos al caso nunca las tuve.
Tengo unos ahorros en mi habitación, sin embargo. Están escondidos
en el bolsillo de un suéter en lo profundo del armario.
—Cristo, eres una malcriada —murmura mamá, sacudiendo la
cabeza mientras comienza a ir hacia la puerta—. Ni siquiera puedes tener
una conversación decente conmigo.
—Tú no puedes simplemente entrar a mi habitación y revolver mis
cosas —digo en respuesta. Ella necesita conocer sus límites. Más que nada,
necesita saber que no es bienvenida aquí.
—Puedo —se gira hacia mí, su expresión indignada, sus ojos verdes —
tan parecidos a los míos a pesar de estar un poco más deteriorados y
mucho más cansados— ardiendo en fuego mientras me mira—. Este es mi
departamento. El contrato de arrendamiento está a mi nombre. Me
pertenecen todas estas cosas. Te compré todo lo que tienes aquí. Si quiero
revolver, tengo todo el derecho.
—Dame un respiro. El mobiliario me lo han dado parientes y amigos.
Todas las cosas aquí, ¿la ropa, las joyas baratas y todo lo que ves? —
Señalo con mis dedos alrededor—. Lo compré con dinero que yo gané. Y
tu nombre puede estar en la escritura, pero soy yo quien paga las cuenta
todos los meses. Por lo tanto, no actúes como una perra honrada que
puede tomar todo de mí sólo porque eres mi madre. Soy un adulto. No te
pertenezco.
Suelto un suspiro tembloroso, sorprendida por mí arrebato. No puedo
creer lo que le acabo de decir. Lo he estado conteniendo por meses.
Diablos, por años. Y ahora estoy tan enojada que me encuentro
literalmente temblando.
¿Dónde está la milagrosa loquera de Nick cuando la necesito?
—¿Cómo te atreves a hablarme de esa manera? —susurra mamá, su
voz áspera y su quijada tensa—. Eres la niña más desagradecida de todas.
Bien, si eres la alta y poderosa princesa que puede cuidarse por su cuenta
sin mi ayuda, entonces ve a encontrar tu propio maldito lugar para vivir.
—He estado pensando que en realidad tendrías que ser tú la que se
marche. No puedes permitirte pagar este lugar por tu cuenta y lo sabes. Ni
siquiera tienes un trabajo. Al menos, yo pago la renta y cuido de Owen.
La odio. No me había dado cuenta cuán profundamente la odiaba,
pero esta conversación, todo lo que ella está diciendo, el cómo está
actuando, termina por cerrar el trato.
Es una persona horrible. Una mujer despechada que no puede dar ni
un poco por mí o por Owen. Todo lo que le importa es ella misma.
—No puedes echarme de mi propia casa —Endereza sus hombros y
se aparta el cabello rubio descolorido de la cara. Mi mamá luce cansada.
Vieja. Pequeña y miserable. Sus ojos parecen confusos y me pregunto si
está borracha. O drogada.
Me da asco. Apenas puedo soportar mirarla. Sin embargo… también
siento pena por ella. Es mi mamá. Tiene sólo cuarenta y dos años; mírala
con su horrorosa vida y novio de mierda, yendo a ninguna parte. Durante
muchos años he tenido miedo de terminar de la misma manera que ella.
Pero no soy como ella. Tengo ambiciones y sueños. Simplemente los
he puesto en espera hasta que Owen sea lo suficientemente mayor para
cuidarse por sí solo.
—Regresa a lo de Larry, mamá. Ve a quedarte ahí y déjanos a
Owen y a mí solos, ¿está bien? ¿Necesitas dinero? ¿Eso es por eso que
estás revolviendo mi habitación? Te daré dinero. Sólo… déjanos en paz. —
Voy a la cocina donde dejé mi bolso sobre el mostrardor y meto la mano
en él, buscando mi billetera y sacando un fajo de billetes provenientes de
las propinas de la última noche—. ¿Esto es lo que estabas buscando? —le
pregunto cuando me sigue a la cocina, tendiéndole el dinero.
Ella lo arrebata de mis dedos y lo mete en el bolsillo delantero de sus
jeans.
—No lo rechazaría.Genial. Ni siquiera se molesta con una ―gracias‖. Ella es una
verdadera meritoria del dinero.
—Tal vez debería quedarme en casa hasta que Owen llegue —
Mamá se inclina contra el mostrador de la cocina, haciendo todo lo
posible para verse despreocupada. Sé que lo que realmente está
intentando hacer es sacarme de mis casillas. Otra vez—. Necesito pasar
más tiempo con mi niño.
Me abstengo de rodar los ojos, pero a duras penas. —Se quedará en
la casa de un amigo después de la escuela.
—¿Qué quieres decir?
—Quiero decir que está trabajando en un proyecto escolar con su
amigo después de la escuela. No vendrá a casa en horas —Estoy
mintiendo totalmente. Ellos trabajaron en el proyecto anoche. Pero no
quiero tenerla al acecho aquí, esperando a Owen para hacerlo
enloquecer. Él siempre está incómodo a su alrededor.
Es bastante triste que un niño no quiera estar ceca de su madre
porque ella lo quitó de su día-a-día.
—Genial. Así que yo no estoy por aquí, tú tampoco, ¿en qué tipo de
problemas se mete si nosotras estamos demasiado ocupadas como para
atenderlo? Chico estúpido —murmura, sacudiendo la cabeza.
Es suficiente. ¿Cómo se atreve a criticar a Owen?
—Es un niño. ¿Qué esperas de él si no hay nadie a su alrededor para
supervisarlo?
—Bueno, ¿tú dónde estás? —acusa.
—¡Trabajando! —Las palabras explotan de mi pecho—. ¿Dónde
diablos estás tú? Oh, ya lo sé, te estás emborrachando y drogando con tu
novio. ¿Tal vez estás durmiendo todo el día cuando deberías estar ahí
afuera, buscando trabajo? Cuando tendrías que estar, ya sabes, ¿en casa
para cuidar de tu hijo? No me culpes a mí por tus insuficiencias como
madre. No es mi culpa que tengas mejores cosas que hacer.
Me he puesto como loca otra vez. Nadie más logra esto en mí.
Nadie. Generalmente soy la calma en la tormenta. Al instante corro para
defender a alguien, pero no me pongo nerviosa con facilidad. Yo también
soy leal a un error.
La lealtad a mi madre desapareció hace años. No puedo contar
con ella. Nadie puede. Siempre actúa como la víctima o culpa a todos los
demás por sus errores. No puede admitir que apesta como madre y que es
una perezosa.
Así que no me importa recordarle todo ello.
—No voy a tolerar la falta de respeto. Soy tu madre —subraya.
—Entonces actúa como tal —Mi voz suena tranquila. Como
escalofriantemente tranquila. Me cruzo de brazos, prácticamente
desafiándola a dar un paso al papel que ella supuestamente abraza cada
día de su vida. Sabiendo perfectamente que no lo hará.
—No necesito este tipo de abuso —Toma su bolso desde la mesa de
café y lo desliza por su brazo, dirigiéndose hacia la puerta sin mirarme ni
una sola vez—. Te puedes ir al infierno, (_TN) .
Cierra la puerta detrás de ella y yo me desmorono. Sólo… caigo
completamente rota como un bebé fuera de control, llorando. Me hundo
en el sofá y me presiono las manos contra la cara, las lágrimas
empapándome las palmas. Todo mi cuerpo está temblando, estoy tan
enojada, tan frustrada, tan…
Ugh. Hay demasiadas emociones pasando a través de mí en un
intento por liberarse. He pasado desde el extremo más alto al extremo más
bajo en cosa de minutos, y ahora tanto mi mente como mi corazón no
pueden soportarlo por más tiempo.
A pesar de mi ira, se siente bien llorar. Es una liberación para todo el
resentimiento construido y las emociones tumultuosas que han estado
circulando en mí durante los últimos meses. Diablos, durante los últimos
años. No sé cuánto tiempo permanezco sentada aquí, llorando hasta que
mi pecho duele y mis ojos arden, cuando finalmente levanto la cabeza y
miro el techo.
Mi mama me odia y yo la odio a ella. Tengo que conciliar ese hecho
y llegar a un acuerdo con él. También necesito proteger a Owen de ella.
Probablemente debería tomar en serio la búsqueda de otro departamento
porque yo no dejaría pasar que mamá guarda un as bajo la manga y de
alguna manera nos joderá por vivir aquí.
Hay mucho por hacer, ¿pero cuál es la novedad? Yo me ocupo de
todo y de todos. Ni siquiera se me ocurrió que podría haberle pedido
ayuda a Nick hasta este preciso momento. Un mensaje de texto, una
simple palabra, y él dejaría todo para venir corriendo a mi rescate.
¿No es así?
Como odio el hecho de no dudarlo ni siquiera un poco.
Nick
Estoy en medio de la planificación de una noche especial para
(_TN) cuando llega la llamada de la persona que me da miedo hablar
con más que cualquier otro. Estoy tan concentrado en la búsqueda del
lugar adecuado para llevar a cenar a (_TN) esta noche, que no me
molesté en comprobar quién está en el otro extremo cuando cojo mi
celular y respondo con un saludo distraído.
—Nicholas .
Joder. El sonido de la voz de Adele envía fríos escalofríos por mi
columna.
—No puedo creer que contestaras.
—Fue un error, créelo.
Aparto el teléfono lejos de mi oído, listo para terminar la llamada,
pero puedo oírla diciendo frenéticamente mi nombre, rogando que no
cuelgue.
Como un idiota, traigo el teléfono a la oreja, esperando en silencio su
explicación.
¿Qué demonios puede tener que decirme? ¿Por qué le doy la
oportunidad de explicarme algo? ¿Lo estoy haciendo por mi padre?
Porque estoy seguro que no tengo ninguna razón para hablar con ella
nunca más. No después de la bomba que lanzó sobre mí el día que (_TN) y
yo fuimos a Carmel.
Vanessa no era tu hermana, Nicholas . Ella era tu hija.
Cierro los ojos ante el recuerdo. Cuan francamente emocionada
sonó Adele cuando hizo esa declaración indignante. He hablado de
Vanessa con la Dra. Harris. Ella sabe las circunstancias que rodean la
muerte de Vanessa, mi culpa por dejarla sola. ¿Cómo es mi culpa que esté
muerta? ¿Cómo mi aventura con mi madrastra podría haber dado lugar al
nacimiento de Vanessa? Mi hermana, mi hija… Caray, yo todavía no sé
qué creer.
También existe el temor subyacente de que Adele confesará todo a
mi papá y me odie por lo que he hecho. La amenaza de divorcio hace
que la gente haga cosas locas para mantener su matrimonio junto.
También hace que las personas hagan cosas escandalosas para romper su
matrimonio para siempre.
Adele es una bala perdida. Me asusta que vaya a revelar todos mis
secretos y me voy a quedar como el peor hijo del mundo. La última cosa
que quiero hacer es decepcionar a mi padre.
Demasiado tarde para eso. Lo he decepcionado innumerables
veces y la mayoría de las cosas que he hecho, él no las conoce.
—Tu padre quiere dejarme —dice finalmente.
Entrecierro los ojos, miro las palabras en la pantalla de la portátil
borrosa en frente de mí.
—Pensé que ya habían hecho las paces.
—Sé que fue a verte este fin de semana. La pregunta que tengo es,
¿por qué? No es que sean muy cercanos. ¿Qué le prometiste decirle?
¿Han hablado de mí? ¿Qué has dicho?
Ella parece asustada y completamente absorta en sí misma.
Típico.
—Apenas hablamos de ti, no más allá de él explicando brevemente
que los dos estaban teniendo problemas y que está listo para solicitar el
divorcio.
No puedo creer que se lo esté explicando, pero tan mal como
parece, estamos en el secreto juntos. Ambos tenemos mucho que perder si
el secreto se revela.
—Estás mintiendo. Estás tratando de convencerlo de que me deje y
no voy a permitirlo, Nicholas . Tú eres tan culpable en esta situación entre
nosotros como yo. Me niego a asumir la culpa por ello —Su voz es baja,
llena de veneno frío como el hielo.
—Su razonamiento para dejarte no tiene nada que ver con…
nosotros.
Me ahogo en la última palabra. Nunca hubo nosotros entre Adele y
yo. Todo siempre se concentró en ella misma.
—Tiene que ver contigo follando a algún golfista.
Aspira una fuerte bocanada de aire.
Culpable.
—¿Es eso lo que te dijo?
—No debería estar teniendo esta conversación contigo —Maldita
sea, ¿por qué sigo hablando con esta perra?—. Voy a colgar ahora. No te
molestes en llamarme otra vez.
Antes de que pueda decir otra palabra, termino la llamada,
lanzando el teléfono a través de la habitación, chocando contra la pared
y rebotando en la alfombra con un ruido satisfactorio. Pero todavía no
estoy satisfecho.
Estoy loco.
Conmigo mismo por haber respondido la maldita llamada y
escuchar lo que ella tenía que decir. Con Adele por contactarme cuando
explícitamente le dije que nunca más me hablara.
Rompí mi propia regla, sin embargo, ¿no es así? Entonces, ¿cómo
puedo culparla cuando yo también soy culpable?
Mi teléfono suena donde lo deje tirado y voy a recogerlo, temeroso
de que pueda ser un mensaje de Adele.
Pero no lo es.
¿Tienes clases todavía?
A pesar de mi ira, sonrío y le respondo a (_TN) .
Sí. ¿Qué pasa?
¿Puedes venir a buscarme?
Estoy escribiendo mi respuesta cuando otro texto de ella viene a
través.
Entiendo que si estás ocupado. Sólo… necesito verte.
La preocupación se estrella a través de mí y le escribo:
Dame diez minutos.
****
Ella me está esperando al pie de la escalera que conduce a la
puerta principal y me estacionó a su lado ella. Se sube a la camioneta y
cierra la puerta, mirando al frente como si casi no pudiera verme, y yo
estoy en silencio volviéndome loco.
—¿Estás bien?
Apago el motor, mis nervios haciendo volteretas en mi estómago.
Ella no está actuando bien.
Un suspiro se le escapa y ella niega con la cabeza lentamente.
—Me metí en una pelea con mi madre.
—¿Ahora?
—Hace unas horas —Agacha su cabeza, mirando a sus rodillas—. Le
dije cosas terribles. Lo peor es que no me arrepiento.
—¿Hace horas, (_TN) ? ¿Por qué no me llamaste antes?
Se encoge de hombros. —No quería molestarte.
Mierda. ¿Ella no lo entiende? Me gustaría ir a los confines de la tierra
por ella. Después de todo lo que ha hecho por mí. Cuan desinteresada es,
mientras qué siempre, siempre viene a mi rescate...
Extendiendo la mano, me conformo con mi mano en su delgado
hombro y le doy un suave apretón.
—No puedo ayudarte si no me dejas entrar.
(_TN) lanza un suspiro tembloroso y finalmente, me mira. Su piel es
pálida, con expresión impasible.
—Estoy acostumbrada a hacer las cosas por mi cuenta, ¿sabes?
Nunca he tenido a nadie a mi lado. En realidad, nunca.
—¿Y Owen?
—Él no cuenta, es sólo un niño.
—Bueno, definitivamente salió a tu defensa cuando me golpeó ayer
—señalo.
Una pequeña sonrisa aparece y luego pone los ojos.
—Fue un asombroso mini hombre cuando lo hizo, ¿no?
—Mi mandíbula todavía me duele —Me paso la mano sobre el lugar
donde su puño conectó con mi cara.
—Lo siento —No suena como si lo lamentara y lo dejo pasar. Si ella
hubiera sido mi hermana y alguno idiota hubiera roto su corazón: Yo habría
hecho lo mismo.
—(_TN) —Su mirada tironea la mía, una vez más—. Quiero estar allí
para ti. Siempre. Sé que no te he demostrado que puedes confiar en mí
todavía, pero lo haré. Te lo juro. Quiero hacerte una promesa.
Se aclara la garganta, pareciendo nerviosa.
—¿Qué clase de promesa?
Llego al otro lado de la consola central, agarrándole la mano y
encajando nuestros dedos juntos.
—No importa lo que pase, desde este día en adelante, estoy aquí
para ti. Tú me necesitas y yo iré corriendo.
Sus labios se separan, como si ella fuera a decir algo, pero luego los
presiona juntos con una mueca de dolor.
—Quiero creerte, lo hago. Pero temo que me vayas a dejarme de
nuevo. Y no sé si pudiera soportarlo.
Aprieto su mano.
—¿Qué puedo hacer para demostrarte que no voy a dejarte? Dime.
Lo haré.
—¿Harías lo que sea?
—Lo que sea —asiento con la cabeza con furia, dolor en mi corazón.
Si ella me rechaza, me pierdo. Pero también me he preguntado por ello.
Ella es frágil en este momento. Yo, entrando de nuevo en su vida, la pelea
con su madre, su preocupación por Owen... Ella carga tanto. Sólo hay
algunas personas que pueden manejar tanto antes de que lleguen a su
punto de ruptura.
Ella lanza un suspiro áspero.
—Quiero fingir que tenemos una relación normal y divertida. Sin
preocuparse, sin estrés. Quiero olvidarme de mi mamá, ¿cómo voy a
pagar las cuentas, donde voy a encontrar un nuevo lugar para vivir?
—Espera un minuto —interrumpo—. ¿Estás buscando un nuevo lugar
para vivir?
—He pensado en ello —admite—. El alquiler es mucho aquí, ya que
son tres dormitorios y mi mamá nunca está aquí. Utiliza nuestro lugar dejar
sus cosas, más que nada. Quiero encontrar un lugar más barato para
Owen y para mí.
Mi mente da vueltas a las ideas, todas ellas involucrando a (_TN) y su
hermano viviendo conmigo.
Ella se reiría en mi cara. Hemos estado juntos antes —¿si pudiera
llamarlo así a esto?— ¿Hace un par de días? De ninguna manera iba a vivir
conmigo.
—Pero no quiero que te preocupes por nada de eso en este
momento —dice con firmeza mientras saca su mano de la mía. Ella lo agita
en el aire, como si desaparecieran todos sus problemas con un movimiento
de sus dedos—. Estoy harta de preocuparme y estar estresada por el
dinero, lo que está haciendo Owen, si él está sacando buenas notas, si me
está mintiendo. Preocuparme de mi mamá y lo que está haciendo y por
qué nos odia tanto.
—Ella no los odia.
—Nos odia —repite (_TN) , interrumpiéndome—. Ella me odia
especialmente. Somos una carga.
desaparecer, probablemente lo haría.
Si fuera capaz de hacernos Diablos.
Nos centramos siempre en mis problemas, pero ella tiene
más desastre que yo. Su madre parece una puta de clase mundial.
—Olvídala. Mírame —Sonríe, pero no acaba de llegar a los ojos—.
Déjame fingir por un poco que estamos bien. Que no tenemos problemas y
secretos, que nuestra vida es fácil y sólo somos dos personas enamoradas
el uno por el otro.
Ya estoy completamente enamorado de ella. Pensé que ella sentía
lo mismo.
—Si eso es lo que quieres, lo haremos. Te daré lo que quieras.
La sonrisa crece, ilumina sus ojos. Esa es mi chica.
—Gracias —susurra.
Incapaz de aguantar más, la toco. Paso mis dedos por su pelo así
que puedo acariciar un lado de su cabeza y llevar sus labios a los míos.
—¿ Por qué me das las gracias?
—Gracias por tenerte. Y por querer hacerme feliz.
Cierra los ojos cuando la beso y estudio su rostro, sus espesas
pestañas, su pequeña nariz.
—Estamos probablemente evitando lo inevitable, pero estoy
cansado de lidiar con las cosas pesadas. Estoy celoso de las personas sin
problemas.
—Todo el mundo tiene problemas —me señala.
Abre los ojos.
—¿Tan pesados como los míos? ¿Tan pesado cómo como los tuyo?
—Buen punto.
Mis chicas hermosas gracias x sus comentarios son muy apreciados :aah:
bueno espero q les alla encantado los dos capitulos
luego nos leeremos okis, me voy de vacaciones y no se cuando
regreso a lo mejor llego de nuevo a casa la semana q bieno no
estoy muy segura si consigo pc prestada les coloco capitulos oki
tratare no es seguro pero de todas maneras no las abandonare okis
se les quere ful y sigan comentando tooodo lo q quieran xD
y las q no se pasaron antes no hay problema son muy bien recibidas de nuevo :)
saludos y besitos :bye:
bueno espero q les alla encantado los dos capitulos
luego nos leeremos okis, me voy de vacaciones y no se cuando
regreso a lo mejor llego de nuevo a casa la semana q bieno no
estoy muy segura si consigo pc prestada les coloco capitulos oki
tratare no es seguro pero de todas maneras no las abandonare okis
se les quere ful y sigan comentando tooodo lo q quieran xD
y las q no se pasaron antes no hay problema son muy bien recibidas de nuevo :)
saludos y besitos :bye:
ElitzJb
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
cuando se dirán la verdad?????..... De que se aman con locura!!!!!!... Y descuida... Esperareeee
chelis
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
aww Nicholas te amo eres tan lindo!!
Owen es un amor!
Se merecia todo lo que le dijo la rayiz a su mama!!
Siguela!
Owen es un amor!
Se merecia todo lo que le dijo la rayiz a su mama!!
Siguela!
aranzhitha
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA :) AMO TU NOVE, LA MAMÁ DE ____ ES UN ZORRA, NO LA SOPORTO, ES HORRIBLE COMO LA TRATO, Y NICK ES UN TIERNO, LO AMO :)
Pidgejonas
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
Capitulo 11
1/3.
Nunca olvidaré las cosas que me dijiste. No porque me importaran,
sino porque me hicieron sentir como si lo hicieran.
Desconocido.
(_TN)
Nick cumplió su promesa. Desde el momento en que nos
pusimos de acuerdo en que pretenderíamos ser por un
momento sólo dos personas normales en una nueva relación,
eso es exactamente lo que estamos haciendo. Sin menciones de mi
mamá, su papá, Adele, nuestros problemas, nuestro pasado. Nada.
Hemos pasado las últimas veinticuatro horas juntos, haciendo nada
más que hablar. Besarnos. Montones y montones de besos de ensueño,
largos y deliciosos. Lo que por supuesto llevó a tocarnos y eso condujo al
sexo.
Montones y montones de sexo.
No hemos salido de su apartamento desde que vino a recogerme.
Comprobé a Owen y me aseguré de que estuviera bien. Una vez más,
estaba en lo de Wade. Me preguntó si estaba con Nick , y le dije que sí.
Me animó y advirtió al mismo tiempo. A Owen le encanta la idea de
que salga con un jugador de fútbol. Pero odia la idea de que salga con un
chico que me rompió el corazón.
En conflicto, todos nos sentimos de esa manera, creo.
Pero empujé a un lado el conflicto y me centré en lo positivo. En
Nick estando conmigo. Sobre mí. Dentro de mí. Susurrando palabras
calientes en mi oído cuando me tira más cerca. En cómo me toca con
tanta reverencia, en la forma en que me sostiene cuando dormimos. No es
que hubiéramos dormido mucho…
Tuve la oportunidad de cambiar mi turno para poder pasar un día
entero más con Nick , pero la realidad me espera mañana. Él tiene que ir a
clase. Yo tengo que pasar tiempo con Owen antes de ir a trabajar. Nick
tiene que encontrarse con su psiquiatra.
A veces, me gusta la realidad.
Estar con él así, constantemente, no me deja concentrarme. Desde
que ha vuelto completamente a mi vida, he estado en un constante
estado de excitación que no puedo controlar. Es gracioso como nunca he
estado tan... necesitada. Lo miro y es en todo lo que puedo pensar. Es
curioso cómo, por un instante, creí que me interesaba Colin.
La manera en que me siento por Nick no se puede comparar con
cualquier atisbo de la atracción que haya tenido hacia Colin.
Estamos en un restaurante ahora, Nick y yo. Se quedó sin comida en
su apartamento y estábamos muriendo de hambre, por lo que finalmente
huimos. Además, pensé que sería bueno estar en un lugar público con
personas reales, después de estar desnuda y dando vueltas en la cama
todo el día y noche.
Mirándolo desde el otro lado de la mesa, me di cuenta muy
rápidamente de que estar en público como personas reales estaba
totalmente sobrevalorado.
—¿Qué quieres ordenar? —Su cabeza se inclina, con el pelo oscuro
cayendo sobre la frente mientras lee el menú. Me pregunto cuándo fue la
última vez que se cortó el pelo. Me gusta más así. Es más fácil para mí
correr mis dedos a través de él y agarrarlo cuando lo beso.
—No lo sé. —Sueno sin aliento, me siento sin aliento, pero él no se da
cuenta. Apoya su codo sobre la mesa, distraídamente se rasca la sien con
el dedo índice, y recuerdo exactamente lo que ese dedo índice me hizo
antes. Cómo rodeó mis pezones, cómo se metió entre mis piernas,
empapadas con mi humedad y luego lo llevó a su boca, lamiendo,
probándome, su ojos sin dejar de mirarme...
Me estoy retorciendo en mi asiento como una especie de monstruo
caliente. Y el hombre no tiene ni idea.
—Pensé que habías dicho que tenías hambre. —Levanta su vista, su
mirada captura mía—. ¿De qué tienes ganas?
De ti, quiero decirle, pero Jesús… Lo tuve hacía menos de una hora.
¿Qué hay de malo en mí? Paso un par de meses sin Nick y ahora me
comporto como si lo necesitara cada minuto del día.
—No lo sé. —Abro el menú para comprobar mis opciones. Nunca he
comido en este restaurante. Está cerca del apartamento de Nick , y yo
rara vez estoy en esta parte de la ciudad—. ¿Qué hay de bueno aquí?
—(_TN) . —Su voz es profunda y tranquila. Levanto la vista y me
encuentro con que me está mirando, sus oscuras cejas dibujadas, su ceño
y su boca un poco curvados—. ¿Estás bien?
Tiene los codos apoyados sobre la mesa, con las manos juntas, y
quiero esas manos sobre mí. La camisa de manga larga negra se aferra a
sus brazos, acentuando sus bíceps, los hombros anchos, su pecho amplio.
He explorado cada centímetro de su cuerpo en los últimos días y todavía
no es suficiente. No puedo creer que sea realmente mío.
Y no puedo creer que sea suya.
—No tengo mucha hambre —admito.
Su ceño se profundiza. —Tú eres la que quería venir.
Me encojo de hombros, sintiéndome tonta, mi mirada fija en sus
manos. Son tan grandes. Sus largos dedos, palmas anchas, un poco
ásperas, un poco suaves. Me encanta la forma en que me tocan, a veces
suave, a veces con fuerza. Me gusta más cuando envuelve mi cabello
alrededor de sus dedos y tira. Oh Dios, me encanta cuando hace eso...
Quiero esas manos sobre mí. Ahora. —Supongo que no tengo tanta
hambre como pensaba. —Mi estómago se agita con los nervios. No quiero
comer. Quiero a Nick . Me siento un poco loca con esto. Como que tengo
que tenerlo lo más posible, antes de que se deslice a través de mis dedos y
lo pierda para siempre.
Pero no voy a perderlo. Estamos en esto juntos. Tengo que recordarlo
y creerlo.
—Estás actuando raro. —Preocupación llena sus ojos—. ¿Estás
enojada? ¿Hice algo?
Está respirando, eso es lo que hace por mí. —No estoy enojada.
Estoy, eh... —Dejo que mi voz se desvaneciera, sintiéndome como una
idiota.
—¿Estás, qué?
—Estoy mirando tus manos —admito con un suspiro. ¿Puedo
reconocer en voz alta que estoy caliente? Eso suena ridículo.
Sus oscuras cejas se dispararon casi hasta su cabello. —¿Por qué?
Mis mejillas están calientes. Me retuerzo en mi asiento. —Estoy...
recordando lo que me hicieron antes.
El ceño ha sido remplazado por una sonrisa maliciosa que envía la
temperatura de mi cuerpo a las nubes. Se inclina sobre la mesa, con una
voz tan baja que vibra a través de mi cuerpo y se acomoda entre las
piernas. —Tal vez deberíamos volver a mi casa para que pueda hacerte
eso de nuevo.
Oh, Dios mío, eso suena como la mejor idea del mundo. —Tal vez
deberíamos.
La sonrisa nunca deja a su cara. De hecho, se hace más grande. Mi
tranquilo y vacilante Nick se ha transformado en una especie de engreído
dios del sexo. —¿No quieres ordenar nada?
Poco a poco sacudo la cabeza. —¿Podemos conseguir pizza, otra
vez? ¿Más tarde? —Comimos pizza anoche también—. De algún lugar
diferente. Ya sabes, sólo para variar. ¿O tal vez comida china? Me
encanta la comida china.
Se ríe, el sonido es ronco. —Dijiste que querías salir de casa por un
rato, porque te preocupaba que nos estuviéramos volviendo adictos al
otro.
—¿Eso dije? —Honestamente no puedo recordar. ¿Qué hay de malo
en ser adictos el uno al otro? ¿No estábamos todavía en este modo de
simulación en el que somos personas normales a las que les gusta tener
sexo sin obsesiones o cuestionamientos? Me pregunto si Nick nunca ha
tenido relaciones sexuales así. Despreocupadas, y tan... normales.
—Sip —asiente.
—Tal vez me gusta ser adicta a ti —concedo suavemente. No hemos
dicho que nos amábamos todavía. No puedo llegar allí por los nervios. Tal
vez él tampoco. Es tonto teniendo en cuenta lo consumida de amor que
me siento por su persona. Es sólo... increíble. Dulce. Atento. Divertido.
Inteligente. Sexy.
Lo entiendo. Me entiende. Somos el uno para el otro.
Tal vez somos demasiado perfectos juntos. La perfección no existe
realmente. Todo esto podría ser una fachada. Como nuestra semana
juntos durante las vacaciones de Acción de Gracias.
Esa semana se sentía falsa, sin embargo. Surrealista. Fueron
momentos reales, con los pies en la tierra, pero en su mayor parte, se vieron
atrapados en un acto. Tal vez estamos pretendiendo en este momento
también, pero estoy tratando de ser tan real como pueda con él. Sin el
equipaje, el dolor y la molestia que pesa sobre nosotros. Por lo menos
durante un tiempo.
Todo va a derrumbarse sobre nosotros pronto. Esa es una realidad
que no quiero afrontar todavía.
Llega a través de la mesa hasta mis manos y las pone entre las suyas.
—Realmente me gusta ser adicto a ti.
La sonrisa que le envío es tan grande que me lastima las mejillas.
Estamos juntos dentro de esta adicción.
Por una vez, sé que no estoy sola.
—Vamos a casa a jugar a las confesiones —sugiero porque me estoy
sintiendo tonta—. Nada pesado. Podemos mantenerlo ligero y fácil.
—¿Confesiones? Estoy intrigado.
—Deberías estarlo —digo tímidamente—. Van a ser unas verdaderas
confesiones sexuales.
Se pone rígido en lo más mínimo y aprieto sus manos en mi agarre.
Tenemos que ser abiertos entre nosotros y al mismo tiempo la conexión
sexual que tenemos es increíble, sé que a veces se retiene. Entiendo por
qué. Más o menos.
Ahí es donde somos completamente opuestos. Era el tipo de persona
que se entregaba sólo para poder sentir algo, cualquier cosa por un rato.
Él preferiría encerrarse a sí mismo y sentir absolutamente nada.
—(_TN) ... —Su voz se apaga y su sonrisa se desvanece—. No sé si
estoy listo para eso todavía.
—No será ninguna locura, lo prometo. —Me inclino sobre nuestras
manos enlazadas y las llevo a mi boca, presionando un largo beso en sus
nudillos—. No hay presión. Solo diversión.
—¿Sólo diversión? —Roza su pulgar sobre la parte superior de mi
mano y todo mi cuerpo reacciona.
—Siempre divertido —susurro.
Nick
Tengo curiosidad adonde (_TN) piensa que está llevando este juego
de confesiones verdaderas que menciona. Con la curiosidad suficiente
accedo a dejar el restaurante sin ordenar, ganándome una mirada
extraña de la camarera cuando nos vamos.
Sintiéndome un poco nervioso también, ya que no me encuentro de
lo más cómodo a la hora de hablar de sexo. (_TN) es la primera chica que
he querido realmente. He pasado demasiado tiempo dañado por lo que
pasó con Adele. He tenido sexo desde entonces, pero siempre fue rápido.
Sin sentido. Nunca dos veces con la misma chica.
Después de un tiempo, llegó a ser demasiado complicado. Así que
evité a las chicas. Era más fácil así.
Nuestro acuerdo de fingir ser normales me ha dado un poco de
libertad. Soy capaz de dejar ir, al menos temporalmente, algunos de los
problemas que constantemente me atormentan y disfrutar de mi tiempo a
su lado. Casi no salimos de mi cama. Hemos permanecido desnudos casi
todo el tiempo.
También ha sido jodidamente increíble.
—Vamos a jugar striptease de confesiones —sugiere al entrar en mi
apartamento. El sonido alegre de su voz me echa a reír.
—¿Striptease confesiones? —Me rasco la cabeza mientras cierro la
puerta con llave.
Se vuelve hacia mí, su brillante sonrisa robando mi aliento. —
Confesamos, entonces nos quitamos una pieza de ropa.
—¿No planeábamos ya quitarnos la ropa?
—Por supuesto, pero esto hace que sea mucho más interesante. —
Agarrando mi mano, (_TN) me lleva de vuelta a mi habitación. Me tira
hacia abajo con ella por lo que ambos nos sentamos en el borde de la
cama y se vuelve hacia mí, con una expresión solemne, esos ojos verdes
seductores—. Ahora, voy primero. Debemos confesar algo sexual que
nunca hemos hecho. O algo que siempre hemos querido hacer. Y luego
nos quitamos una pieza de ropa cuando hayamos terminado. ¿Jugarás?
No tengo idea de dónde va con esto, pero tengo curiosidad por
escuchar lo que tiene que decir. —Jugaré.
—Perfecto. Bien. —Exhala un suspiro áspero y deja caer su mirada—.
Esto es más estresante de lo que pensaba.
Si está nerviosa, estoy en graves problemas. Ella es mucho más
abierta sexualmente que yo. Aunque mientras más tiempo le dedico, más
entro en razón.
—Soy sólo yo —le recuerdo y cuando levanta la mirada, le ofrezco
una sonrisa tranquilizadora—. Como te voy a juzgar.
—Lo sé —dice en voz baja—. Está bien, voy por ello… Nunca he sido
tomada desde atrás.
Me burlo de ceño fruncido. —¿Tomada?
Ella rueda los ojos. —Tú sabes... yo nunca lo he hecho al estilo perrito.
Dios, eso suena asqueroso, expresarlo de esa manera.
Suena excitante como el infierno, pero manejo mi expresión,
llevándola a seria. —Estoy seguro de que se podría arreglar. Yo tomándote
por detrás, al estilo perrito.
Sus mejillas se colorean de una bonita sombra rosa y se encoge de
hombros sacándose la sudadera con cremallera, la arroja al suelo. Sólo
llevaba una camiseta blanca con un sujetador negro debajo de esta.
Jesús, es caliente. —Estoy seguro de que se podría. Bueno, es tu turno.
—Uh... —Hay un montón de cosas que podía confesar.
—No seas tímido. —Sonríe, toda pura, dulce seducción—. Vamos.
Dilo. Elije una fácil.
—Nunca me he dormido toda la noche con una chica. Hasta ti. —
Tiro de mi sudadera y lo arrojo sobre su prenda en el suelo.
—Oh. —Se inclina y me da un beso rápido—. Me encanta ser tu
primera —murmura contra mis labios antes de que se aleje.
Ella es una gran cantidad de primeras veces para mí. Es vergonzoso
admitir cuántas.
—Nunca he tenido relaciones sexuales afuera. —Una mirada
nostálgica cruza su rostro—. Creo que sería muy romántico. Bajo las
estrellas, una brisa fresca sobre la piel caliente. Tal vez en la playa, junto al
mar...
—La arena entrando en nuestros traseros —añado, porque no puedo
evitarlo, es mi primer pensamiento cuando escucho sexo en la playa.
(_TN) me golpea en el brazo. —Eres un chico. Qué manera de matar
el ambiente romántico.
—Sabes que sucedería. —Me froto mi brazo, viendo como se quita
un calcetín—. ¿Sólo uno?
—Una pieza de ropa una confesión, ¿no? —Se encoge de hombros,
mirándome con aire satisfecho.
Voy a recordar esto. Pero, de nuevo, ¿quiero confesar tanto?
—Nunca he tenido sexo por teléfono. —Me quito un calcetín igual
que ella.
—Yo tampoco. —Ella se quita el otro calcetín y se ríe—. Esto es una
tontería.
—Fue tu idea —señalo.
—Sí, sí. —(_TN) mordisquea su labio inferior—. Ésta es una locura. Me
temo que vas a enloquecer cuando lo diga.
—No hay vuelta atrás. Tienes que decirme —exhorto. Diablos, se
supone que es mi turno, pero estoy dejando que salte sobre el mío.
—Está bien, tú lo pediste. —Toma una respiración profunda—.
Últimamente he estado pensando en perforar mis pezones.
Estoy sorprendido. —¿En serio?
Asiente e inclina la cabeza, dejando caer su pelo delante de la
cara. —¿Es una locura?
Más o menos. Está llena de sorpresas. Me gusta. Diablos, me gusta.
Mucho. —¿No crees que va a doler?
—Sí, pero puedo lidiar con un poco de dolor. —Mantiene su cabeza
baja—. He oído que se siente bien cuando son jalados durante... ya sabes.
Bueno, mi chica está tratando de volverme loco. Nunca antes he
pensado en anillos de pezones como algo especialmente sensual, pero la
idea de mí tirando de un pequeño aro de plata con los labios y la lengua,
y oírla gemir...
La tengo dura sólo de pensarlo.
—¿Alguna vez te perforarías los pezones? —pregunta, levantando la
cabeza para que sus ojos se encuentran con los míos.
—Uh, lo dudo —gruño, entonces, aclaro garganta.
—Es sólo una idea. Dudo que lo haga tampoco. —Levanta
lentamente el borde de su camisa y se la quita, revelando su esbelto
estómago, el sujetador negro de satén. Quiero agarrarla y besarla. Que se
jodan estas confesiones—. Tu turno —susurra.
Estudiar su escote me pone a sudar. —Yo, uh... nunca he hecho la
cosa de hablar sucio antes.
—¿No es que la misma teoría que el sexo telefónico? —Frunce el
ceño.
—En realidad, no.
—Hmm. —Golpea la sonrisa satisfecha en sus labios con su dedo
índice—. ¿Estás diciendo que te gustaría si me inclinara y te susurrara al
oído que quiero chuparte la polla?
Trago saliva. —Demonios, (_TN) .
Su sonrisa crece. —Definitivamente te gustaría eso, ¿verdad? —Se
pone en sus manos y rodillas y se arrastra hacia mí, acariciando mi mejilla
con la nariz, la boca cerca de mi oído—. Nick —susurra—. ¿Sabes lo
mojada que me pongo de solo mirante?
Trago duro, deslizo mi brazo alrededor de su cintura para que pueda
traerla más cerca de mí. —¿Estás tratando de matarme?
—Tal vez. —Se ríe, el sonido sexy como el infierno, y la agarro,
sujetándola debajo de mí para que no pueda escapar. Empujo mis
caderas contra las suyas y sus ojos se oscurecen—. Oh, te aseguró que
llegaré a ti.
—Toda esta charla de confesiones. Un hombre no puede soportar
tanto. —Levantándome, me quito la camisa, complacido cuando la
atrapo comiéndome con esa mirada codiciosa. No tiene ningún problema
en dejarme saber lo mucho que la excito y me encanta—. Estoy pensando
que tengo que ver lo mojada que estás realmente.
Un pequeño sonido de placer se le escapa y presiona sus labios
cerrados. —¿Por qué no investigas un poco y lo averiguas?
1/3.
Nunca olvidaré las cosas que me dijiste. No porque me importaran,
sino porque me hicieron sentir como si lo hicieran.
Desconocido.
(_TN)
Nick cumplió su promesa. Desde el momento en que nos
pusimos de acuerdo en que pretenderíamos ser por un
momento sólo dos personas normales en una nueva relación,
eso es exactamente lo que estamos haciendo. Sin menciones de mi
mamá, su papá, Adele, nuestros problemas, nuestro pasado. Nada.
Hemos pasado las últimas veinticuatro horas juntos, haciendo nada
más que hablar. Besarnos. Montones y montones de besos de ensueño,
largos y deliciosos. Lo que por supuesto llevó a tocarnos y eso condujo al
sexo.
Montones y montones de sexo.
No hemos salido de su apartamento desde que vino a recogerme.
Comprobé a Owen y me aseguré de que estuviera bien. Una vez más,
estaba en lo de Wade. Me preguntó si estaba con Nick , y le dije que sí.
Me animó y advirtió al mismo tiempo. A Owen le encanta la idea de
que salga con un jugador de fútbol. Pero odia la idea de que salga con un
chico que me rompió el corazón.
En conflicto, todos nos sentimos de esa manera, creo.
Pero empujé a un lado el conflicto y me centré en lo positivo. En
Nick estando conmigo. Sobre mí. Dentro de mí. Susurrando palabras
calientes en mi oído cuando me tira más cerca. En cómo me toca con
tanta reverencia, en la forma en que me sostiene cuando dormimos. No es
que hubiéramos dormido mucho…
Tuve la oportunidad de cambiar mi turno para poder pasar un día
entero más con Nick , pero la realidad me espera mañana. Él tiene que ir a
clase. Yo tengo que pasar tiempo con Owen antes de ir a trabajar. Nick
tiene que encontrarse con su psiquiatra.
A veces, me gusta la realidad.
Estar con él así, constantemente, no me deja concentrarme. Desde
que ha vuelto completamente a mi vida, he estado en un constante
estado de excitación que no puedo controlar. Es gracioso como nunca he
estado tan... necesitada. Lo miro y es en todo lo que puedo pensar. Es
curioso cómo, por un instante, creí que me interesaba Colin.
La manera en que me siento por Nick no se puede comparar con
cualquier atisbo de la atracción que haya tenido hacia Colin.
Estamos en un restaurante ahora, Nick y yo. Se quedó sin comida en
su apartamento y estábamos muriendo de hambre, por lo que finalmente
huimos. Además, pensé que sería bueno estar en un lugar público con
personas reales, después de estar desnuda y dando vueltas en la cama
todo el día y noche.
Mirándolo desde el otro lado de la mesa, me di cuenta muy
rápidamente de que estar en público como personas reales estaba
totalmente sobrevalorado.
—¿Qué quieres ordenar? —Su cabeza se inclina, con el pelo oscuro
cayendo sobre la frente mientras lee el menú. Me pregunto cuándo fue la
última vez que se cortó el pelo. Me gusta más así. Es más fácil para mí
correr mis dedos a través de él y agarrarlo cuando lo beso.
—No lo sé. —Sueno sin aliento, me siento sin aliento, pero él no se da
cuenta. Apoya su codo sobre la mesa, distraídamente se rasca la sien con
el dedo índice, y recuerdo exactamente lo que ese dedo índice me hizo
antes. Cómo rodeó mis pezones, cómo se metió entre mis piernas,
empapadas con mi humedad y luego lo llevó a su boca, lamiendo,
probándome, su ojos sin dejar de mirarme...
Me estoy retorciendo en mi asiento como una especie de monstruo
caliente. Y el hombre no tiene ni idea.
—Pensé que habías dicho que tenías hambre. —Levanta su vista, su
mirada captura mía—. ¿De qué tienes ganas?
De ti, quiero decirle, pero Jesús… Lo tuve hacía menos de una hora.
¿Qué hay de malo en mí? Paso un par de meses sin Nick y ahora me
comporto como si lo necesitara cada minuto del día.
—No lo sé. —Abro el menú para comprobar mis opciones. Nunca he
comido en este restaurante. Está cerca del apartamento de Nick , y yo
rara vez estoy en esta parte de la ciudad—. ¿Qué hay de bueno aquí?
—(_TN) . —Su voz es profunda y tranquila. Levanto la vista y me
encuentro con que me está mirando, sus oscuras cejas dibujadas, su ceño
y su boca un poco curvados—. ¿Estás bien?
Tiene los codos apoyados sobre la mesa, con las manos juntas, y
quiero esas manos sobre mí. La camisa de manga larga negra se aferra a
sus brazos, acentuando sus bíceps, los hombros anchos, su pecho amplio.
He explorado cada centímetro de su cuerpo en los últimos días y todavía
no es suficiente. No puedo creer que sea realmente mío.
Y no puedo creer que sea suya.
—No tengo mucha hambre —admito.
Su ceño se profundiza. —Tú eres la que quería venir.
Me encojo de hombros, sintiéndome tonta, mi mirada fija en sus
manos. Son tan grandes. Sus largos dedos, palmas anchas, un poco
ásperas, un poco suaves. Me encanta la forma en que me tocan, a veces
suave, a veces con fuerza. Me gusta más cuando envuelve mi cabello
alrededor de sus dedos y tira. Oh Dios, me encanta cuando hace eso...
Quiero esas manos sobre mí. Ahora. —Supongo que no tengo tanta
hambre como pensaba. —Mi estómago se agita con los nervios. No quiero
comer. Quiero a Nick . Me siento un poco loca con esto. Como que tengo
que tenerlo lo más posible, antes de que se deslice a través de mis dedos y
lo pierda para siempre.
Pero no voy a perderlo. Estamos en esto juntos. Tengo que recordarlo
y creerlo.
—Estás actuando raro. —Preocupación llena sus ojos—. ¿Estás
enojada? ¿Hice algo?
Está respirando, eso es lo que hace por mí. —No estoy enojada.
Estoy, eh... —Dejo que mi voz se desvaneciera, sintiéndome como una
idiota.
—¿Estás, qué?
—Estoy mirando tus manos —admito con un suspiro. ¿Puedo
reconocer en voz alta que estoy caliente? Eso suena ridículo.
Sus oscuras cejas se dispararon casi hasta su cabello. —¿Por qué?
Mis mejillas están calientes. Me retuerzo en mi asiento. —Estoy...
recordando lo que me hicieron antes.
El ceño ha sido remplazado por una sonrisa maliciosa que envía la
temperatura de mi cuerpo a las nubes. Se inclina sobre la mesa, con una
voz tan baja que vibra a través de mi cuerpo y se acomoda entre las
piernas. —Tal vez deberíamos volver a mi casa para que pueda hacerte
eso de nuevo.
Oh, Dios mío, eso suena como la mejor idea del mundo. —Tal vez
deberíamos.
La sonrisa nunca deja a su cara. De hecho, se hace más grande. Mi
tranquilo y vacilante Nick se ha transformado en una especie de engreído
dios del sexo. —¿No quieres ordenar nada?
Poco a poco sacudo la cabeza. —¿Podemos conseguir pizza, otra
vez? ¿Más tarde? —Comimos pizza anoche también—. De algún lugar
diferente. Ya sabes, sólo para variar. ¿O tal vez comida china? Me
encanta la comida china.
Se ríe, el sonido es ronco. —Dijiste que querías salir de casa por un
rato, porque te preocupaba que nos estuviéramos volviendo adictos al
otro.
—¿Eso dije? —Honestamente no puedo recordar. ¿Qué hay de malo
en ser adictos el uno al otro? ¿No estábamos todavía en este modo de
simulación en el que somos personas normales a las que les gusta tener
sexo sin obsesiones o cuestionamientos? Me pregunto si Nick nunca ha
tenido relaciones sexuales así. Despreocupadas, y tan... normales.
—Sip —asiente.
—Tal vez me gusta ser adicta a ti —concedo suavemente. No hemos
dicho que nos amábamos todavía. No puedo llegar allí por los nervios. Tal
vez él tampoco. Es tonto teniendo en cuenta lo consumida de amor que
me siento por su persona. Es sólo... increíble. Dulce. Atento. Divertido.
Inteligente. Sexy.
Lo entiendo. Me entiende. Somos el uno para el otro.
Tal vez somos demasiado perfectos juntos. La perfección no existe
realmente. Todo esto podría ser una fachada. Como nuestra semana
juntos durante las vacaciones de Acción de Gracias.
Esa semana se sentía falsa, sin embargo. Surrealista. Fueron
momentos reales, con los pies en la tierra, pero en su mayor parte, se vieron
atrapados en un acto. Tal vez estamos pretendiendo en este momento
también, pero estoy tratando de ser tan real como pueda con él. Sin el
equipaje, el dolor y la molestia que pesa sobre nosotros. Por lo menos
durante un tiempo.
Todo va a derrumbarse sobre nosotros pronto. Esa es una realidad
que no quiero afrontar todavía.
Llega a través de la mesa hasta mis manos y las pone entre las suyas.
—Realmente me gusta ser adicto a ti.
La sonrisa que le envío es tan grande que me lastima las mejillas.
Estamos juntos dentro de esta adicción.
Por una vez, sé que no estoy sola.
—Vamos a casa a jugar a las confesiones —sugiero porque me estoy
sintiendo tonta—. Nada pesado. Podemos mantenerlo ligero y fácil.
—¿Confesiones? Estoy intrigado.
—Deberías estarlo —digo tímidamente—. Van a ser unas verdaderas
confesiones sexuales.
Se pone rígido en lo más mínimo y aprieto sus manos en mi agarre.
Tenemos que ser abiertos entre nosotros y al mismo tiempo la conexión
sexual que tenemos es increíble, sé que a veces se retiene. Entiendo por
qué. Más o menos.
Ahí es donde somos completamente opuestos. Era el tipo de persona
que se entregaba sólo para poder sentir algo, cualquier cosa por un rato.
Él preferiría encerrarse a sí mismo y sentir absolutamente nada.
—(_TN) ... —Su voz se apaga y su sonrisa se desvanece—. No sé si
estoy listo para eso todavía.
—No será ninguna locura, lo prometo. —Me inclino sobre nuestras
manos enlazadas y las llevo a mi boca, presionando un largo beso en sus
nudillos—. No hay presión. Solo diversión.
—¿Sólo diversión? —Roza su pulgar sobre la parte superior de mi
mano y todo mi cuerpo reacciona.
—Siempre divertido —susurro.
Nick
Tengo curiosidad adonde (_TN) piensa que está llevando este juego
de confesiones verdaderas que menciona. Con la curiosidad suficiente
accedo a dejar el restaurante sin ordenar, ganándome una mirada
extraña de la camarera cuando nos vamos.
Sintiéndome un poco nervioso también, ya que no me encuentro de
lo más cómodo a la hora de hablar de sexo. (_TN) es la primera chica que
he querido realmente. He pasado demasiado tiempo dañado por lo que
pasó con Adele. He tenido sexo desde entonces, pero siempre fue rápido.
Sin sentido. Nunca dos veces con la misma chica.
Después de un tiempo, llegó a ser demasiado complicado. Así que
evité a las chicas. Era más fácil así.
Nuestro acuerdo de fingir ser normales me ha dado un poco de
libertad. Soy capaz de dejar ir, al menos temporalmente, algunos de los
problemas que constantemente me atormentan y disfrutar de mi tiempo a
su lado. Casi no salimos de mi cama. Hemos permanecido desnudos casi
todo el tiempo.
También ha sido jodidamente increíble.
—Vamos a jugar striptease de confesiones —sugiere al entrar en mi
apartamento. El sonido alegre de su voz me echa a reír.
—¿Striptease confesiones? —Me rasco la cabeza mientras cierro la
puerta con llave.
Se vuelve hacia mí, su brillante sonrisa robando mi aliento. —
Confesamos, entonces nos quitamos una pieza de ropa.
—¿No planeábamos ya quitarnos la ropa?
—Por supuesto, pero esto hace que sea mucho más interesante. —
Agarrando mi mano, (_TN) me lleva de vuelta a mi habitación. Me tira
hacia abajo con ella por lo que ambos nos sentamos en el borde de la
cama y se vuelve hacia mí, con una expresión solemne, esos ojos verdes
seductores—. Ahora, voy primero. Debemos confesar algo sexual que
nunca hemos hecho. O algo que siempre hemos querido hacer. Y luego
nos quitamos una pieza de ropa cuando hayamos terminado. ¿Jugarás?
No tengo idea de dónde va con esto, pero tengo curiosidad por
escuchar lo que tiene que decir. —Jugaré.
—Perfecto. Bien. —Exhala un suspiro áspero y deja caer su mirada—.
Esto es más estresante de lo que pensaba.
Si está nerviosa, estoy en graves problemas. Ella es mucho más
abierta sexualmente que yo. Aunque mientras más tiempo le dedico, más
entro en razón.
—Soy sólo yo —le recuerdo y cuando levanta la mirada, le ofrezco
una sonrisa tranquilizadora—. Como te voy a juzgar.
—Lo sé —dice en voz baja—. Está bien, voy por ello… Nunca he sido
tomada desde atrás.
Me burlo de ceño fruncido. —¿Tomada?
Ella rueda los ojos. —Tú sabes... yo nunca lo he hecho al estilo perrito.
Dios, eso suena asqueroso, expresarlo de esa manera.
Suena excitante como el infierno, pero manejo mi expresión,
llevándola a seria. —Estoy seguro de que se podría arreglar. Yo tomándote
por detrás, al estilo perrito.
Sus mejillas se colorean de una bonita sombra rosa y se encoge de
hombros sacándose la sudadera con cremallera, la arroja al suelo. Sólo
llevaba una camiseta blanca con un sujetador negro debajo de esta.
Jesús, es caliente. —Estoy seguro de que se podría. Bueno, es tu turno.
—Uh... —Hay un montón de cosas que podía confesar.
—No seas tímido. —Sonríe, toda pura, dulce seducción—. Vamos.
Dilo. Elije una fácil.
—Nunca me he dormido toda la noche con una chica. Hasta ti. —
Tiro de mi sudadera y lo arrojo sobre su prenda en el suelo.
—Oh. —Se inclina y me da un beso rápido—. Me encanta ser tu
primera —murmura contra mis labios antes de que se aleje.
Ella es una gran cantidad de primeras veces para mí. Es vergonzoso
admitir cuántas.
—Nunca he tenido relaciones sexuales afuera. —Una mirada
nostálgica cruza su rostro—. Creo que sería muy romántico. Bajo las
estrellas, una brisa fresca sobre la piel caliente. Tal vez en la playa, junto al
mar...
—La arena entrando en nuestros traseros —añado, porque no puedo
evitarlo, es mi primer pensamiento cuando escucho sexo en la playa.
(_TN) me golpea en el brazo. —Eres un chico. Qué manera de matar
el ambiente romántico.
—Sabes que sucedería. —Me froto mi brazo, viendo como se quita
un calcetín—. ¿Sólo uno?
—Una pieza de ropa una confesión, ¿no? —Se encoge de hombros,
mirándome con aire satisfecho.
Voy a recordar esto. Pero, de nuevo, ¿quiero confesar tanto?
—Nunca he tenido sexo por teléfono. —Me quito un calcetín igual
que ella.
—Yo tampoco. —Ella se quita el otro calcetín y se ríe—. Esto es una
tontería.
—Fue tu idea —señalo.
—Sí, sí. —(_TN) mordisquea su labio inferior—. Ésta es una locura. Me
temo que vas a enloquecer cuando lo diga.
—No hay vuelta atrás. Tienes que decirme —exhorto. Diablos, se
supone que es mi turno, pero estoy dejando que salte sobre el mío.
—Está bien, tú lo pediste. —Toma una respiración profunda—.
Últimamente he estado pensando en perforar mis pezones.
Estoy sorprendido. —¿En serio?
Asiente e inclina la cabeza, dejando caer su pelo delante de la
cara. —¿Es una locura?
Más o menos. Está llena de sorpresas. Me gusta. Diablos, me gusta.
Mucho. —¿No crees que va a doler?
—Sí, pero puedo lidiar con un poco de dolor. —Mantiene su cabeza
baja—. He oído que se siente bien cuando son jalados durante... ya sabes.
Bueno, mi chica está tratando de volverme loco. Nunca antes he
pensado en anillos de pezones como algo especialmente sensual, pero la
idea de mí tirando de un pequeño aro de plata con los labios y la lengua,
y oírla gemir...
La tengo dura sólo de pensarlo.
—¿Alguna vez te perforarías los pezones? —pregunta, levantando la
cabeza para que sus ojos se encuentran con los míos.
—Uh, lo dudo —gruño, entonces, aclaro garganta.
—Es sólo una idea. Dudo que lo haga tampoco. —Levanta
lentamente el borde de su camisa y se la quita, revelando su esbelto
estómago, el sujetador negro de satén. Quiero agarrarla y besarla. Que se
jodan estas confesiones—. Tu turno —susurra.
Estudiar su escote me pone a sudar. —Yo, uh... nunca he hecho la
cosa de hablar sucio antes.
—¿No es que la misma teoría que el sexo telefónico? —Frunce el
ceño.
—En realidad, no.
—Hmm. —Golpea la sonrisa satisfecha en sus labios con su dedo
índice—. ¿Estás diciendo que te gustaría si me inclinara y te susurrara al
oído que quiero chuparte la polla?
Trago saliva. —Demonios, (_TN) .
Su sonrisa crece. —Definitivamente te gustaría eso, ¿verdad? —Se
pone en sus manos y rodillas y se arrastra hacia mí, acariciando mi mejilla
con la nariz, la boca cerca de mi oído—. Nick —susurra—. ¿Sabes lo
mojada que me pongo de solo mirante?
Trago duro, deslizo mi brazo alrededor de su cintura para que pueda
traerla más cerca de mí. —¿Estás tratando de matarme?
—Tal vez. —Se ríe, el sonido sexy como el infierno, y la agarro,
sujetándola debajo de mí para que no pueda escapar. Empujo mis
caderas contra las suyas y sus ojos se oscurecen—. Oh, te aseguró que
llegaré a ti.
—Toda esta charla de confesiones. Un hombre no puede soportar
tanto. —Levantándome, me quito la camisa, complacido cuando la
atrapo comiéndome con esa mirada codiciosa. No tiene ningún problema
en dejarme saber lo mucho que la excito y me encanta—. Estoy pensando
que tengo que ver lo mojada que estás realmente.
Un pequeño sonido de placer se le escapa y presiona sus labios
cerrados. —¿Por qué no investigas un poco y lo averiguas?
ElitzJb
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
Capitulo 12
2/3
El amor está compuesto de una sola alma que habita dos cuerpos.
Aristóteles
(_TN)
Después de jugar el tonto y atractivo juego de confesiones, nos
burlamos uno del otro como locos, quitándonos la ropa
mutuamente entre persistentes besos y posesivas caricias
destinadas a encendernos. Me encanta este lado juguetón de Nick . Es
divertido, dulce y tan sexy. Cuando dijo que quería ver que tan mojada
estaba realmente, todo dentro de mí se aflojó y se calentó. Y cuando
procedió a quitarme mis pantalones de chándal y deslizó los dedos por
debajo de mis bragas, casi me vine allí mismo.
Estar con Nick , desnuda y abierta así, nunca he experimentado
nada igual. Nunca me he sentido más cerca de otro ser humano jamás en
mi vida, no tan cerca como me siento de Nick Jonas en este mismo
momento.
Me prendí debajo de él, atrapada, pero no hay ningún otro lugar en
el que preferiría estar. Su suave cabello negro se roza contra mi pecho
mientras desciende por mi cuerpo, enviando estremecimientos
dispersándose a través de mi piel. Su boca caliente está en todas partes,
buscándome y me siento como si estuviera flotando en una nube,
completamente perdida, demasiado absorta...
—Mírame, nena. —Abro los ojos, sorprendida por el cariño. Rara vez
me llama nada más que por mi nombre—. Mírame —susurra.
Hago lo que me pide, sin aliento mientras deja caer tiernos besos en
el valle entre mis pechos, a través de mi vientre, al tiempo que su mirada
nunca abandona la mía. Extendiendo la mano, enrosco mis dedos en su
pelo, acariciando su cabeza, y cubre mis pechos con su boca, jalando un
pezón entre los labios con un ligero tirón. Cierro los ojos, demasiado
abrumada con la deliciosa sensación de su boca tan íntimamente en mi
carne, y lo sostengo cerca. Abriendo mis piernas, acomodo su gran cuerpo
más completamente presionado contra el mío.
Esto es exactamente lo que he estado esperando entre nosotros. No
hay muros ni barreras. Finalmente parece abierto a mí como lo estoy con él
y me encanta.
Lo amo.
Se eleva así que está sosteniendo la parte superior de su cuerpo por
encima de mí, con las manos presionadas en el colchón a ambos lados de
mi cabeza. Me encuentro con su mirada, mi corazón palpitando como si
pudiera alzar el vuelo cuando noto la expresión de su rostro. Como si
estuviera en guerra consigo mismo y con lo que debería hacer a
continuación. —¿Qué pasa? —le pregunto, asustada de que vaya a decir
o hacer algo que romperá ese mágico momento entre nosotros.
—Tengo una confesión que hacer. —Baja la cabeza, casi como si
estuviera avergonzado—. Nunca he hecho esto antes.
Frunzo el ceño. —Eh, odio tener que decirte esto,
definitivamente hemos hecho esto antes. Juntos. Más de una vez.
pero
Riendo, se encuentra con mi mirada una vez más. —Quiero decir,
mierda, no sé cómo decir esto.
—¿Más confesiones, Nick ? —Tendiendo la mano, toco su mejilla, mis
dedos demorándose en el rastrojo que cubre su mandíbula. Me gusta la
forma en que sus rasposas mejillas se sienten contra las mías cuando me
besa. Es algo caliente. Él es todas las clases de caliente—. No seas tímido.
Sólo dilo.
Se inclina, su boca en mi oreja, su aliento cálido contra mi mejilla. —
Nunca antes he ido hacia abajo en una chica —susurra.
Bueno, ahora estoy muy sorprendida. Apoyo la mano en su pecho y
lo alejo un poco para que nuestros ojos puedan reunirse de nuevo. —¿En
serio?
—En serio. —Asiente, me doy cuenta de que sus mejillas están rojizas
y mi corazón se contrae.
Dios, es tan apestosamente lindo y es todo mío. Mío, mío, mío.
Pretendemos ser perfectamente normales y no lo somos. Ambos estamos
completamente echados a perder.
Pero no me importa si está en problemas y ha tratado con un sin fin
de basura de la mano de una mujer tan desagradable que ni siquiera
puedo pensar en su nombre, y mucho menos decirlo. Aún lo quiero. Todo
el tiempo. Desesperadamente. Sé que está dañado. También sé que está
haciendo su mejor esfuerzo para trabajar a través de los daños y
convertirse en una persona totalmente nueva.
Más que nada, sé que me necesita. Y yo lo necesito. Lo amo. Y Nick
me ama. A pesar de que no nos lo hemos dicho el uno al otro, sin
embargo, sé en el fondo de mi corazón que es la verdad.
—Si no quieres, no tienes que hacerlo. —Le estoy dando una excusa
para echarse atrás porque la última cosa que quiero hacer es presionarlo.
Está tratado con suficiente presión en su vida. Nuestro juego de
confesiones fue difícil para él. Sabía que lo sería. Pero creo que nos ayudó
a llegar a ser más cercanos.
Una sexy sonrisa curva sus labios y estoy momentáneamente sin
aliento ante la visión de la misma. —Oh, yo quiero, (_TN) . Más de lo que
imaginas posible.
Ahora es mi turno para estar avergonzada y siento el calor de mis
mejillas. —Entonces, ¿qué estás esperando?
—Yo sólo... quería advertirte. En caso de que de alguna manera lo
arruine. —Se baja a sí mismo por lo que su cuerpo cubre al mío, su boca en
mi cuello. Está besándome y mordisqueándome allí, me está volviendo
loca con la forma en que me toca, y cierro mis ojos, perdiéndome.
Encontrándome a mí misma. Con él.
Está preocupado de que de alguna manera vaya a salir todo mal,
pero no sabe que no importa qué, no puede arruinar esto. Que todo lo
que hace, todo lo que dice, como me toca, es todo tan perfecto, que da
miedo. Él es todo lo que quiero. Todo lo que siempre he necesitado.
Dibuja mapas en mi cuerpo con sus manos y su boca, su lengua...
Dios, su lengua. Me lame por todas partes, probándome, saboreándome,
hasta que estoy retorciéndome debajo de él, todo mi cuerpo en llamas.
Roza sus dedos por la parte interna de mis muslos tan ligeramente que
tiemblo. Todo mi cuerpo está temblando en anticipación mientras besa la
sensible piel de mi estómago, mis caderas, mis muslos...
Y cuando por fin, finalmente hace la primera tentativa de lamer
entre mis piernas, gimo tan fuerte que estoy casi avergonzada.
Pero no lo estoy. ¿Cómo puedo estarlo cuando el hombre que amo
tanto está abrumándome con una sensación placentera tras otra? Me
busca íntimamente con la lengua, deslizando un largo dedo
profundamente dentro de mí, y otro tembloroso gemido escapa mientras
me arqueo contra él.
Es demasiado. No es suficiente. Quiero venirme y hacer que dure, y
cuando aumenta el ritmo, sé que estoy peligrosamente cerca de
desmoronarme completamente.
—Dime dónde, nena—susurra contra mí mientras estoy
estremeciéndome y jadeando, mis dedos cerrados en su pelo—. Dime
cómo te gusta.
—Más arriba —suelto ahogadamente y se mueve más arriba,
chasqueando la lengua contra mi clítoris, su dedo profundamente dentro
de mi cuerpo. Oh, mierda, eso es. Es perfecto, simplemente perfecto
donde está tocándome, lamiéndome. Justo. Jodidamente. Allí...
Con un irregular susurro de su nombre cayendo de mis labios, me
voy. Las olas pasan sobre mí una y otra vez, barriéndome debajo,
desvaneciendo mis pensamientos así que todo lo que puedo hacer es
sentir.
Y entonces lo siento. Nick . Se cierne sobre mí, sus grandes manos
agarrando mis caderas mientras me posiciona y sin previo aviso, se desliza
profundo dentro de mi cuerpo. Jadeo en el primer contacto, totalmente
inmóvil mientras me llena completamente. Baja la cabeza, su boca
aplastando la mía, y puedo probarme a mí misma en sus labios, en su
lengua.
No me importa. Dios, me provoca aún más y en un instante nuestros
cuerpos son un frenesí de movimiento, a medida que nos balanceamos
contra el otro, en el otro, llevándonos más y más alto hasta que ambos
estamos jadeando, sudando, una palpitante masa de carne enredada.
Presiona su frente en la mía, su caliente aliento en mi cara, y abro los
ojos para encontrarlo mirándome. —(_TN) . —Traga saliva y cierra los ojos,
respirando tan profundamente que su pecho desnudo se roza contra el
mío—. Te sientes tan jodidamente bien.
Estoy completamente deshecha. Así es él. Siento que ambos vamos
a absolutamente morir si no nos venimos en este preciso instante. Juntos. El
orgasmo número uno es ya un recuerdo lejano. El orgasmo número dos
está amenazando con tomar el control y enrollo mis piernas alrededor de
su cintura, enviándolo más profundo.
Sus embestidas se incrementan, se vuelven más urgentes, y me
muevo con él. Animándolo con palabras murmuradas, acariciando su
espalda con mis uñas, apoyando mis manos en su musculoso trasero, así lo
puedo empujar aún más. Nuestros cuerpos están aplastados tan cerca,
siento como si fuéramos en una parte permanente del otro.
He oído ese tipo de declaraciones antes. Cuando dos se convierten
en uno y no puedes decir dónde empieza uno y termina el otro, bla, bla,
bla. Siempre pensé que sonaba como un montón de basura romántica.
Pero ahora me siento así con Nick . Como si nuestros cuerpos
estuvieran entrelazados, atados con tanta fuerza que podríamos nunca,
jamás separarnos. Su corazón es mío.
Y mi corazón es suyo.
Respiro su nombre en sus labios mientras empiezo a temblar. Este
orgasmo es diferente al primero. Comienza abajo en mi vientre, irradiando
a través de mis músculos, mi torrente sanguíneo, hasta que todo mi cuerpo
está temblando. Sigue moviéndose, sigue empujando, duro, más duro,
sigue conduciendo mi clímax hasta que se tensa encima de mí, consumido
por su propio orgasmo.
Estoy cautivada por la poderosa exhibición de sus tensos músculos y
paso mis manos sobre sus hombros, bajando a su pecho. Su piel está
caliente, su carne firme, y las lágrimas amenazan la esquina de mis ojos en
las olas de emoción que amenazan con apoderarse de mí.
La necesidad de expresar mis sentimientos hacia él es tan
abrumadora, me temo que podría estallar. No quiero decirlo primero. Pudo
haberlo escrito en una nota, pero nunca, jamás dijo esas palabras en voz
alta para mí. Quiero que las diga.
Necesito que diga las palabras primero.
Cerrando firmemente mis ojos, inhalo profundamente, tratando de
calmar mi acelerado corazón. Nick deja caer un largo beso en mi frente
antes de alejarse y salir de la cama. Supongo que está tirando el condón
que ni siquiera me di cuenta que se puso y me doy la vuelta hacia mi lado,
abrazándome mientras me acurruco en una bola.
Mis emociones son un revoltijo. ¿Qué demonios ha pasado? Hemos
tenido un montón de sexo en los últimos días, pero esta vez me siento
como si fui atropellada por un camión.
—Oye. —Apoya su mano sobre mi hombro desnudo—. ¿Estás bien?
—Sí. —Me mantengo de espaldas mientras se desliza en la cama
conmigo.
Envuelve un brazo alrededor de mi cintura y me arrastra más cerca a
él, por lo que mi espalda está contra su frente. Él todavía está respirando
fuerte y me acurruco más profundamente en la almohada, cierro mis ojos
con un suspiro cuando comienza a pasar los dedos por mi cabello.
Me encanta cuando hace eso. Y él lo sabe también.
—¿Te molesta? ¿Lo que, uh, me pasó a mí?
La pregunta sale de la nada, doy vuelta en su abrazo así puedo ver
su rostro, mirándolo a los ojos. —¿De qué estás hablando?
—Lo que descubriste. Cuando estabas conmigo en casa de mi
padre. ¿Te molesta?
—Por supuesto, me molesta, pero no en la forma en la que piensas.
—Toco su mejilla, obligándolo a encontrarse con mi mirada—. Odio por lo
que has pasado. Odio lo que ella te hizo y cómo te hace sentir culpable.
Más que nada, me duele por ti. Tu dolor sigue siendo tan fresco y me
gustaría de alguna manera poder quitártelo.
—Tú lo quitas. Tú me haces sentir como una persona real. Eso está
bien para ser tan libre como esto. Juntos. Sexualmente. —Cierra los ojos,
respira profundo—. Tú me haces sentir normal.
Aquí estoy yo siendo egoísta y deseando que simplemente me dijera
que me ama y él todavía está pasando por todas estas emociones
turbulentas. Preocupándose de que voy a pensar menos de él porque ha
sido abusado. Sí, abusado. Puede llamarlo una aventura o cualquier otra
maldita cosa que dice sobre Adele pero ella lo ha abusado.
Me gustaría que realmente pudiera ver eso.
—Nick . —Paso los dedos por su cabello demasiado largo—. No
importa lo que pase, estamos en esto juntos. No voy a correr. Cualquier
cosa que hayamos descubierto, pase lo que pase, voy a estar a tu lado y
te voy a apoyar.
Abre los ojos. —No tengo más secretos contigo. Al menos ninguno
que yo sepa. He desnudado mi alma para ti. No tengo nada que ocultar.
—Yo tampoco —confieso suavemente—. Sin embargo, aquí estamos
todavía. Juntos.
—Juntos. —Sonríe débilmente—. ¿Puedo decirte algo? Me ha estado
molestando, que no sepas de esto. Tengo que sacarlo de mi pecho.
El miedo se arrastra sobre mí y trato de empujarlo lejos. —¿Qué es?
—Sé... —Deja escapar un suspiro—. El día en que Vanessa murió, sé
que piensas que estaba adentro con Adele... pero no fue así. Estábamos
teniendo una discusión.
—¿Ah, sí? —Hago mi mejor esfuerzo para permanecer neutral, pero
la ira crece dentro de mí, como una olla hirviendo, amenazando con
desbordarse en cualquier momento.
—Le decía que tenía que dejarme en paz. Ella hizo todo lo posible
para convencerme de que uh, ya sabes, pero me negué. —Cierra los ojos
otra vez, el dolor grabado en su hermoso rostro—. Simplemente no quiero
que pienses mal de mí. Que estaba fuera jugando con mi madrastra
mientras que Vanessa se ahogaba. No fue así. No, en absoluto.
Mi corazón duele tanto. Su dolor es como un ser vivo, y desearía
poder quitárselo todo. Pongo mis brazos alrededor de él, aprieto mi cuerpo
contra el suyo, pasando rápidamente hacia arriba en el colchón para que
su cabeza se pose sobre mi pecho. Aprieto mis labios en su frente y lo beso,
las lágrimas fluyen libremente por mis mejillas. —Siento mucho que ella te
haya hecho esto. La odio.
Se aferra a mí tanto como me gusta aferrarme a él, con el rostro
apretado contra mi pecho desnudo, y juro que siento la humedad sobre mi
piel. Como si estuviera llorando. Lo que sólo me hace llorar más. —Te amo
—murmura contra mí—. Te amo tanto (_TN) .
Mi corazón se rompe en dos, tanto en su dolor y en su hermosa
declaración, que tanto necesita. —Yo también te amo.
Nunca me he sentido más completa.
Nick
—Le dije que la amaba —dejo escapar de la nada.
La Dra. Harris asiente, sin emoción alguna en su rostro. Como de
costumbre. —¿Qué dijo (_TN) ?
—Dijo que me amaba. —Miro mis manos, recordando esta mañana.
Cuando desperté a (_TN) por besarla suavemente en todo su cuerpo
desnudo, la luz del sol naciente emitiendo en su piel un tono dorado.
Nuestros cuerpos se unieron con pereza, nuestros susurros de ―te amos‖
alimentándome completamente.
Nuestros dos días pretendiendo que el mundo exterior no existía
terminó con una nota perfecta. Ahora los dos estamos de vuelta a la
realidad.
—¿Le crees?
La pregunta de la Dra. me sorprende. —Creo que sí.
—Mmm-hmm.
Mierda. —Es difícil de creer que alguien te quiere por lo que eres
cuando han visto todas tus faltas y conoce todos tus secretos.
—¿Pero eso no lo hace aún más creíble? (_TN) vio todo. Lo sabe
todo. Sin embargo, ¿todavía quiere estar contigo?
—Supongo que sí. —Me encojo de hombros y cambio de tema—.
Adele me llamó hace unos días.
—¿Y qué te tenía que decir?
—Me acusó de envenenar la mente de mi padre con razones por las
que él debía divorciarse de ella.
—¿Y está en lo cierto?
—No. Le dije que tenía que tomar esa decisión por sí mismo. No voy
a darle consejos sobre cómo manejarla —le digo con vehemencia. Mis
emociones se convierten en un caos cada vez que pienso en esa mujer. Es
agotador.
—¿Y están todavía reconciliándose?
—No lo sé. No he hablado con mi padre desde que me dijo que
podría cambiar de opinión sobre el divorcio. —No me molesté en decirle a
la Dra. Harris cómo (_TN) y yo ignoramos a todos los demás y fingimos que
éramos normales. Probablemente diría que estábamos evitando lo
inevitable y me acusaría de tratar de tener una relación enfermiza con
expectativas poco realistas.
Síp, he estado en más que mi cuota justa de psiquiatras. Conozco el
procedimiento. Por suerte, me conecté con ésta. Ella me entiende. No
presiona y no juzga.
—Es difícil, ¿no es así, estar en una relación? Con todo tu equipaje
extra, ¿crees que puedes estar allí para (_TN) cuando te necesite?
Ouch. Una de esas preguntas difíciles por las que la Doc. es famosa.
—Quiero creer que puedo estar ahí para ella. Es fuerte. A veces pienso que
es más fuerte que yo, emocionalmente.
—¿Pero ella no tiene su propios problemas? Todos lo hacemos,
sabes. Y recuerdo que mencionaste que no tiene la mejor vida en su casa.
Me recuesto sobre mi silla, estiro mis piernas delante de mí. —Su
mamá es egoísta y nunca está alrededor. Tiene un hermano pequeño que
tiene catorce años y se preocupa mucho por él. —Voy a decirle a la Dra.
Harris cómo Owen me dio un puñetazo cuando se dio cuenta que era el
que supuestamente rompió el corazón de su hermana. Me había olvidado
de mencionarlo la última vez que nos vimos, ya que había estado tan
envuelto en el anuncio de no divorcio de mi padre.
—Estoy empezando a ver por qué los dos se sienten atraídos el uno al
otro —dice la Dra. Harris.
Al levantar la mirada, la atrapo sonriéndome y frunzo el ceño. —
¿Qué quiere decir con eso?
—Sus experiencias son algo similares. Ambos vienen de un hogar roto,
ambos llevan pesadas responsabilidades y culpas innecesarias. Tú tienes
dinero y ella no, así que hay una diferencia. Tú huyes de tus problemas y
parece que ella se enfrenta a ellos, por lo que me has dicho.
—Es la persona más fuerte que conozco. —Me gustaría tener siquiera
la mitad de su fuerza.
—¿No crees que alguna vez se siente débil? ¿Impotente?
Nunca he visto a (_TN) nada menos que fuerte y poderosa. —No lo
sé.
—Estoy segura de que sí. Tú la necesitas, ¿no? Así que ¿no crees que
te necesite de igual manera? Su vida no puede ser fácil. Tiene
responsabilidades, un trabajo, un hermano para cuidar, y una madre para
cuidar también. ¿Quién te cuida, Nick ?
Trago saliva. —Yo mismo. —No hay nadie más que tenga que
preocuparse. No soy bueno cuidando de otras personas.
Mira lo que pasó con Vanessa. Murió en mi guardia.
—¿Trabajas?
¿Por qué está preguntándome esto? Ya sabe la respuesta. —La
escuela es mi trabajo. Y el fútbol.
—Pero estás tomando una carga más ligera este semestre. Y la
temporada de fútbol ha terminado —señala la Dra. Harris suavemente.
—¿Está tratando de hacerme sentir culpable por no tener tanta
responsabilidad como (_TN) tiene?
—Es como si estuviera
deliberadamente tratando de hacerme enojar.
—No —dice lentamente—. Estoy tratando de hacerte ver que ella
probablemente te va a necesitar. ¿Tú crees que tienes la capacidad de
estar ahí para ella?
—Yo no... —Mi voz se apaga cuando veo la mirada mordaz que la
Dra. Harris me está dando—. Sí. Puedo estar ahí para ella. Tengo que estar.
La amo. Eso es lo que las personas que están enamoradas hacen. Se
apoyan mutuamente.
—Tienes razón. Las relaciones no son fáciles, especialmente para las
personas que aún se sienten un poco... rotas.
—¿Está diciendo que cree que estoy roto? —Estoy de inmediato a la
defensiva.
—No, en absoluto. Dije personas que sienten que están rotas. ¿No te
sientes de esa manera todavía?
Estoy tranquilo. Eso es suficiente respuesta, estoy seguro.
—El hecho de que sientas que estás roto, no significa que ella te vea
de la misma manera. (_TN) ve todo tu potencial. Todos tus puntos fuertes y
débiles pero cree en ti por completo. De lo contrario, no estaría contigo.
¿Cierto?
—Espero que sí.
La Dra. Harris pone abajo su iPad que utiliza para tomar notas y me
sonríe. —Sólo recuerda que tu relación con (_TN) se encuentra todavía en
esa etapa fresca y eufórica de luna de miel. Cuida de ella. Disfruta de ella.
Pero nunca olvides que tienes que estar allí para ella en las buenas y en las
malas. Y digo esto de una manera bastante subjetiva, Nick . Creo que esa
chica es buena para ti. Te ayudará a sanar.
Apenas puedo contener mi sonrisa. —¿Está diciendo que (_TN) tiene
su aprobación?
La Doc. ríe. —Yo no debería estar hablando contigo de esta manera,
sabes. Estoy perdiendo la visión de mi objetividad. Pero por todo lo que he
oído decir de ella, eso sería un sí rotundo.
2/3
El amor está compuesto de una sola alma que habita dos cuerpos.
Aristóteles
(_TN)
Después de jugar el tonto y atractivo juego de confesiones, nos
burlamos uno del otro como locos, quitándonos la ropa
mutuamente entre persistentes besos y posesivas caricias
destinadas a encendernos. Me encanta este lado juguetón de Nick . Es
divertido, dulce y tan sexy. Cuando dijo que quería ver que tan mojada
estaba realmente, todo dentro de mí se aflojó y se calentó. Y cuando
procedió a quitarme mis pantalones de chándal y deslizó los dedos por
debajo de mis bragas, casi me vine allí mismo.
Estar con Nick , desnuda y abierta así, nunca he experimentado
nada igual. Nunca me he sentido más cerca de otro ser humano jamás en
mi vida, no tan cerca como me siento de Nick Jonas en este mismo
momento.
Me prendí debajo de él, atrapada, pero no hay ningún otro lugar en
el que preferiría estar. Su suave cabello negro se roza contra mi pecho
mientras desciende por mi cuerpo, enviando estremecimientos
dispersándose a través de mi piel. Su boca caliente está en todas partes,
buscándome y me siento como si estuviera flotando en una nube,
completamente perdida, demasiado absorta...
—Mírame, nena. —Abro los ojos, sorprendida por el cariño. Rara vez
me llama nada más que por mi nombre—. Mírame —susurra.
Hago lo que me pide, sin aliento mientras deja caer tiernos besos en
el valle entre mis pechos, a través de mi vientre, al tiempo que su mirada
nunca abandona la mía. Extendiendo la mano, enrosco mis dedos en su
pelo, acariciando su cabeza, y cubre mis pechos con su boca, jalando un
pezón entre los labios con un ligero tirón. Cierro los ojos, demasiado
abrumada con la deliciosa sensación de su boca tan íntimamente en mi
carne, y lo sostengo cerca. Abriendo mis piernas, acomodo su gran cuerpo
más completamente presionado contra el mío.
Esto es exactamente lo que he estado esperando entre nosotros. No
hay muros ni barreras. Finalmente parece abierto a mí como lo estoy con él
y me encanta.
Lo amo.
Se eleva así que está sosteniendo la parte superior de su cuerpo por
encima de mí, con las manos presionadas en el colchón a ambos lados de
mi cabeza. Me encuentro con su mirada, mi corazón palpitando como si
pudiera alzar el vuelo cuando noto la expresión de su rostro. Como si
estuviera en guerra consigo mismo y con lo que debería hacer a
continuación. —¿Qué pasa? —le pregunto, asustada de que vaya a decir
o hacer algo que romperá ese mágico momento entre nosotros.
—Tengo una confesión que hacer. —Baja la cabeza, casi como si
estuviera avergonzado—. Nunca he hecho esto antes.
Frunzo el ceño. —Eh, odio tener que decirte esto,
definitivamente hemos hecho esto antes. Juntos. Más de una vez.
pero
Riendo, se encuentra con mi mirada una vez más. —Quiero decir,
mierda, no sé cómo decir esto.
—¿Más confesiones, Nick ? —Tendiendo la mano, toco su mejilla, mis
dedos demorándose en el rastrojo que cubre su mandíbula. Me gusta la
forma en que sus rasposas mejillas se sienten contra las mías cuando me
besa. Es algo caliente. Él es todas las clases de caliente—. No seas tímido.
Sólo dilo.
Se inclina, su boca en mi oreja, su aliento cálido contra mi mejilla. —
Nunca antes he ido hacia abajo en una chica —susurra.
Bueno, ahora estoy muy sorprendida. Apoyo la mano en su pecho y
lo alejo un poco para que nuestros ojos puedan reunirse de nuevo. —¿En
serio?
—En serio. —Asiente, me doy cuenta de que sus mejillas están rojizas
y mi corazón se contrae.
Dios, es tan apestosamente lindo y es todo mío. Mío, mío, mío.
Pretendemos ser perfectamente normales y no lo somos. Ambos estamos
completamente echados a perder.
Pero no me importa si está en problemas y ha tratado con un sin fin
de basura de la mano de una mujer tan desagradable que ni siquiera
puedo pensar en su nombre, y mucho menos decirlo. Aún lo quiero. Todo
el tiempo. Desesperadamente. Sé que está dañado. También sé que está
haciendo su mejor esfuerzo para trabajar a través de los daños y
convertirse en una persona totalmente nueva.
Más que nada, sé que me necesita. Y yo lo necesito. Lo amo. Y Nick
me ama. A pesar de que no nos lo hemos dicho el uno al otro, sin
embargo, sé en el fondo de mi corazón que es la verdad.
—Si no quieres, no tienes que hacerlo. —Le estoy dando una excusa
para echarse atrás porque la última cosa que quiero hacer es presionarlo.
Está tratado con suficiente presión en su vida. Nuestro juego de
confesiones fue difícil para él. Sabía que lo sería. Pero creo que nos ayudó
a llegar a ser más cercanos.
Una sexy sonrisa curva sus labios y estoy momentáneamente sin
aliento ante la visión de la misma. —Oh, yo quiero, (_TN) . Más de lo que
imaginas posible.
Ahora es mi turno para estar avergonzada y siento el calor de mis
mejillas. —Entonces, ¿qué estás esperando?
—Yo sólo... quería advertirte. En caso de que de alguna manera lo
arruine. —Se baja a sí mismo por lo que su cuerpo cubre al mío, su boca en
mi cuello. Está besándome y mordisqueándome allí, me está volviendo
loca con la forma en que me toca, y cierro mis ojos, perdiéndome.
Encontrándome a mí misma. Con él.
Está preocupado de que de alguna manera vaya a salir todo mal,
pero no sabe que no importa qué, no puede arruinar esto. Que todo lo
que hace, todo lo que dice, como me toca, es todo tan perfecto, que da
miedo. Él es todo lo que quiero. Todo lo que siempre he necesitado.
Dibuja mapas en mi cuerpo con sus manos y su boca, su lengua...
Dios, su lengua. Me lame por todas partes, probándome, saboreándome,
hasta que estoy retorciéndome debajo de él, todo mi cuerpo en llamas.
Roza sus dedos por la parte interna de mis muslos tan ligeramente que
tiemblo. Todo mi cuerpo está temblando en anticipación mientras besa la
sensible piel de mi estómago, mis caderas, mis muslos...
Y cuando por fin, finalmente hace la primera tentativa de lamer
entre mis piernas, gimo tan fuerte que estoy casi avergonzada.
Pero no lo estoy. ¿Cómo puedo estarlo cuando el hombre que amo
tanto está abrumándome con una sensación placentera tras otra? Me
busca íntimamente con la lengua, deslizando un largo dedo
profundamente dentro de mí, y otro tembloroso gemido escapa mientras
me arqueo contra él.
Es demasiado. No es suficiente. Quiero venirme y hacer que dure, y
cuando aumenta el ritmo, sé que estoy peligrosamente cerca de
desmoronarme completamente.
—Dime dónde, nena—susurra contra mí mientras estoy
estremeciéndome y jadeando, mis dedos cerrados en su pelo—. Dime
cómo te gusta.
—Más arriba —suelto ahogadamente y se mueve más arriba,
chasqueando la lengua contra mi clítoris, su dedo profundamente dentro
de mi cuerpo. Oh, mierda, eso es. Es perfecto, simplemente perfecto
donde está tocándome, lamiéndome. Justo. Jodidamente. Allí...
Con un irregular susurro de su nombre cayendo de mis labios, me
voy. Las olas pasan sobre mí una y otra vez, barriéndome debajo,
desvaneciendo mis pensamientos así que todo lo que puedo hacer es
sentir.
Y entonces lo siento. Nick . Se cierne sobre mí, sus grandes manos
agarrando mis caderas mientras me posiciona y sin previo aviso, se desliza
profundo dentro de mi cuerpo. Jadeo en el primer contacto, totalmente
inmóvil mientras me llena completamente. Baja la cabeza, su boca
aplastando la mía, y puedo probarme a mí misma en sus labios, en su
lengua.
No me importa. Dios, me provoca aún más y en un instante nuestros
cuerpos son un frenesí de movimiento, a medida que nos balanceamos
contra el otro, en el otro, llevándonos más y más alto hasta que ambos
estamos jadeando, sudando, una palpitante masa de carne enredada.
Presiona su frente en la mía, su caliente aliento en mi cara, y abro los
ojos para encontrarlo mirándome. —(_TN) . —Traga saliva y cierra los ojos,
respirando tan profundamente que su pecho desnudo se roza contra el
mío—. Te sientes tan jodidamente bien.
Estoy completamente deshecha. Así es él. Siento que ambos vamos
a absolutamente morir si no nos venimos en este preciso instante. Juntos. El
orgasmo número uno es ya un recuerdo lejano. El orgasmo número dos
está amenazando con tomar el control y enrollo mis piernas alrededor de
su cintura, enviándolo más profundo.
Sus embestidas se incrementan, se vuelven más urgentes, y me
muevo con él. Animándolo con palabras murmuradas, acariciando su
espalda con mis uñas, apoyando mis manos en su musculoso trasero, así lo
puedo empujar aún más. Nuestros cuerpos están aplastados tan cerca,
siento como si fuéramos en una parte permanente del otro.
He oído ese tipo de declaraciones antes. Cuando dos se convierten
en uno y no puedes decir dónde empieza uno y termina el otro, bla, bla,
bla. Siempre pensé que sonaba como un montón de basura romántica.
Pero ahora me siento así con Nick . Como si nuestros cuerpos
estuvieran entrelazados, atados con tanta fuerza que podríamos nunca,
jamás separarnos. Su corazón es mío.
Y mi corazón es suyo.
Respiro su nombre en sus labios mientras empiezo a temblar. Este
orgasmo es diferente al primero. Comienza abajo en mi vientre, irradiando
a través de mis músculos, mi torrente sanguíneo, hasta que todo mi cuerpo
está temblando. Sigue moviéndose, sigue empujando, duro, más duro,
sigue conduciendo mi clímax hasta que se tensa encima de mí, consumido
por su propio orgasmo.
Estoy cautivada por la poderosa exhibición de sus tensos músculos y
paso mis manos sobre sus hombros, bajando a su pecho. Su piel está
caliente, su carne firme, y las lágrimas amenazan la esquina de mis ojos en
las olas de emoción que amenazan con apoderarse de mí.
La necesidad de expresar mis sentimientos hacia él es tan
abrumadora, me temo que podría estallar. No quiero decirlo primero. Pudo
haberlo escrito en una nota, pero nunca, jamás dijo esas palabras en voz
alta para mí. Quiero que las diga.
Necesito que diga las palabras primero.
Cerrando firmemente mis ojos, inhalo profundamente, tratando de
calmar mi acelerado corazón. Nick deja caer un largo beso en mi frente
antes de alejarse y salir de la cama. Supongo que está tirando el condón
que ni siquiera me di cuenta que se puso y me doy la vuelta hacia mi lado,
abrazándome mientras me acurruco en una bola.
Mis emociones son un revoltijo. ¿Qué demonios ha pasado? Hemos
tenido un montón de sexo en los últimos días, pero esta vez me siento
como si fui atropellada por un camión.
—Oye. —Apoya su mano sobre mi hombro desnudo—. ¿Estás bien?
—Sí. —Me mantengo de espaldas mientras se desliza en la cama
conmigo.
Envuelve un brazo alrededor de mi cintura y me arrastra más cerca a
él, por lo que mi espalda está contra su frente. Él todavía está respirando
fuerte y me acurruco más profundamente en la almohada, cierro mis ojos
con un suspiro cuando comienza a pasar los dedos por mi cabello.
Me encanta cuando hace eso. Y él lo sabe también.
—¿Te molesta? ¿Lo que, uh, me pasó a mí?
La pregunta sale de la nada, doy vuelta en su abrazo así puedo ver
su rostro, mirándolo a los ojos. —¿De qué estás hablando?
—Lo que descubriste. Cuando estabas conmigo en casa de mi
padre. ¿Te molesta?
—Por supuesto, me molesta, pero no en la forma en la que piensas.
—Toco su mejilla, obligándolo a encontrarse con mi mirada—. Odio por lo
que has pasado. Odio lo que ella te hizo y cómo te hace sentir culpable.
Más que nada, me duele por ti. Tu dolor sigue siendo tan fresco y me
gustaría de alguna manera poder quitártelo.
—Tú lo quitas. Tú me haces sentir como una persona real. Eso está
bien para ser tan libre como esto. Juntos. Sexualmente. —Cierra los ojos,
respira profundo—. Tú me haces sentir normal.
Aquí estoy yo siendo egoísta y deseando que simplemente me dijera
que me ama y él todavía está pasando por todas estas emociones
turbulentas. Preocupándose de que voy a pensar menos de él porque ha
sido abusado. Sí, abusado. Puede llamarlo una aventura o cualquier otra
maldita cosa que dice sobre Adele pero ella lo ha abusado.
Me gustaría que realmente pudiera ver eso.
—Nick . —Paso los dedos por su cabello demasiado largo—. No
importa lo que pase, estamos en esto juntos. No voy a correr. Cualquier
cosa que hayamos descubierto, pase lo que pase, voy a estar a tu lado y
te voy a apoyar.
Abre los ojos. —No tengo más secretos contigo. Al menos ninguno
que yo sepa. He desnudado mi alma para ti. No tengo nada que ocultar.
—Yo tampoco —confieso suavemente—. Sin embargo, aquí estamos
todavía. Juntos.
—Juntos. —Sonríe débilmente—. ¿Puedo decirte algo? Me ha estado
molestando, que no sepas de esto. Tengo que sacarlo de mi pecho.
El miedo se arrastra sobre mí y trato de empujarlo lejos. —¿Qué es?
—Sé... —Deja escapar un suspiro—. El día en que Vanessa murió, sé
que piensas que estaba adentro con Adele... pero no fue así. Estábamos
teniendo una discusión.
—¿Ah, sí? —Hago mi mejor esfuerzo para permanecer neutral, pero
la ira crece dentro de mí, como una olla hirviendo, amenazando con
desbordarse en cualquier momento.
—Le decía que tenía que dejarme en paz. Ella hizo todo lo posible
para convencerme de que uh, ya sabes, pero me negué. —Cierra los ojos
otra vez, el dolor grabado en su hermoso rostro—. Simplemente no quiero
que pienses mal de mí. Que estaba fuera jugando con mi madrastra
mientras que Vanessa se ahogaba. No fue así. No, en absoluto.
Mi corazón duele tanto. Su dolor es como un ser vivo, y desearía
poder quitárselo todo. Pongo mis brazos alrededor de él, aprieto mi cuerpo
contra el suyo, pasando rápidamente hacia arriba en el colchón para que
su cabeza se pose sobre mi pecho. Aprieto mis labios en su frente y lo beso,
las lágrimas fluyen libremente por mis mejillas. —Siento mucho que ella te
haya hecho esto. La odio.
Se aferra a mí tanto como me gusta aferrarme a él, con el rostro
apretado contra mi pecho desnudo, y juro que siento la humedad sobre mi
piel. Como si estuviera llorando. Lo que sólo me hace llorar más. —Te amo
—murmura contra mí—. Te amo tanto (_TN) .
Mi corazón se rompe en dos, tanto en su dolor y en su hermosa
declaración, que tanto necesita. —Yo también te amo.
Nunca me he sentido más completa.
Nick
—Le dije que la amaba —dejo escapar de la nada.
La Dra. Harris asiente, sin emoción alguna en su rostro. Como de
costumbre. —¿Qué dijo (_TN) ?
—Dijo que me amaba. —Miro mis manos, recordando esta mañana.
Cuando desperté a (_TN) por besarla suavemente en todo su cuerpo
desnudo, la luz del sol naciente emitiendo en su piel un tono dorado.
Nuestros cuerpos se unieron con pereza, nuestros susurros de ―te amos‖
alimentándome completamente.
Nuestros dos días pretendiendo que el mundo exterior no existía
terminó con una nota perfecta. Ahora los dos estamos de vuelta a la
realidad.
—¿Le crees?
La pregunta de la Dra. me sorprende. —Creo que sí.
—Mmm-hmm.
Mierda. —Es difícil de creer que alguien te quiere por lo que eres
cuando han visto todas tus faltas y conoce todos tus secretos.
—¿Pero eso no lo hace aún más creíble? (_TN) vio todo. Lo sabe
todo. Sin embargo, ¿todavía quiere estar contigo?
—Supongo que sí. —Me encojo de hombros y cambio de tema—.
Adele me llamó hace unos días.
—¿Y qué te tenía que decir?
—Me acusó de envenenar la mente de mi padre con razones por las
que él debía divorciarse de ella.
—¿Y está en lo cierto?
—No. Le dije que tenía que tomar esa decisión por sí mismo. No voy
a darle consejos sobre cómo manejarla —le digo con vehemencia. Mis
emociones se convierten en un caos cada vez que pienso en esa mujer. Es
agotador.
—¿Y están todavía reconciliándose?
—No lo sé. No he hablado con mi padre desde que me dijo que
podría cambiar de opinión sobre el divorcio. —No me molesté en decirle a
la Dra. Harris cómo (_TN) y yo ignoramos a todos los demás y fingimos que
éramos normales. Probablemente diría que estábamos evitando lo
inevitable y me acusaría de tratar de tener una relación enfermiza con
expectativas poco realistas.
Síp, he estado en más que mi cuota justa de psiquiatras. Conozco el
procedimiento. Por suerte, me conecté con ésta. Ella me entiende. No
presiona y no juzga.
—Es difícil, ¿no es así, estar en una relación? Con todo tu equipaje
extra, ¿crees que puedes estar allí para (_TN) cuando te necesite?
Ouch. Una de esas preguntas difíciles por las que la Doc. es famosa.
—Quiero creer que puedo estar ahí para ella. Es fuerte. A veces pienso que
es más fuerte que yo, emocionalmente.
—¿Pero ella no tiene su propios problemas? Todos lo hacemos,
sabes. Y recuerdo que mencionaste que no tiene la mejor vida en su casa.
Me recuesto sobre mi silla, estiro mis piernas delante de mí. —Su
mamá es egoísta y nunca está alrededor. Tiene un hermano pequeño que
tiene catorce años y se preocupa mucho por él. —Voy a decirle a la Dra.
Harris cómo Owen me dio un puñetazo cuando se dio cuenta que era el
que supuestamente rompió el corazón de su hermana. Me había olvidado
de mencionarlo la última vez que nos vimos, ya que había estado tan
envuelto en el anuncio de no divorcio de mi padre.
—Estoy empezando a ver por qué los dos se sienten atraídos el uno al
otro —dice la Dra. Harris.
Al levantar la mirada, la atrapo sonriéndome y frunzo el ceño. —
¿Qué quiere decir con eso?
—Sus experiencias son algo similares. Ambos vienen de un hogar roto,
ambos llevan pesadas responsabilidades y culpas innecesarias. Tú tienes
dinero y ella no, así que hay una diferencia. Tú huyes de tus problemas y
parece que ella se enfrenta a ellos, por lo que me has dicho.
—Es la persona más fuerte que conozco. —Me gustaría tener siquiera
la mitad de su fuerza.
—¿No crees que alguna vez se siente débil? ¿Impotente?
Nunca he visto a (_TN) nada menos que fuerte y poderosa. —No lo
sé.
—Estoy segura de que sí. Tú la necesitas, ¿no? Así que ¿no crees que
te necesite de igual manera? Su vida no puede ser fácil. Tiene
responsabilidades, un trabajo, un hermano para cuidar, y una madre para
cuidar también. ¿Quién te cuida, Nick ?
Trago saliva. —Yo mismo. —No hay nadie más que tenga que
preocuparse. No soy bueno cuidando de otras personas.
Mira lo que pasó con Vanessa. Murió en mi guardia.
—¿Trabajas?
¿Por qué está preguntándome esto? Ya sabe la respuesta. —La
escuela es mi trabajo. Y el fútbol.
—Pero estás tomando una carga más ligera este semestre. Y la
temporada de fútbol ha terminado —señala la Dra. Harris suavemente.
—¿Está tratando de hacerme sentir culpable por no tener tanta
responsabilidad como (_TN) tiene?
—Es como si estuviera
deliberadamente tratando de hacerme enojar.
—No —dice lentamente—. Estoy tratando de hacerte ver que ella
probablemente te va a necesitar. ¿Tú crees que tienes la capacidad de
estar ahí para ella?
—Yo no... —Mi voz se apaga cuando veo la mirada mordaz que la
Dra. Harris me está dando—. Sí. Puedo estar ahí para ella. Tengo que estar.
La amo. Eso es lo que las personas que están enamoradas hacen. Se
apoyan mutuamente.
—Tienes razón. Las relaciones no son fáciles, especialmente para las
personas que aún se sienten un poco... rotas.
—¿Está diciendo que cree que estoy roto? —Estoy de inmediato a la
defensiva.
—No, en absoluto. Dije personas que sienten que están rotas. ¿No te
sientes de esa manera todavía?
Estoy tranquilo. Eso es suficiente respuesta, estoy seguro.
—El hecho de que sientas que estás roto, no significa que ella te vea
de la misma manera. (_TN) ve todo tu potencial. Todos tus puntos fuertes y
débiles pero cree en ti por completo. De lo contrario, no estaría contigo.
¿Cierto?
—Espero que sí.
La Dra. Harris pone abajo su iPad que utiliza para tomar notas y me
sonríe. —Sólo recuerda que tu relación con (_TN) se encuentra todavía en
esa etapa fresca y eufórica de luna de miel. Cuida de ella. Disfruta de ella.
Pero nunca olvides que tienes que estar allí para ella en las buenas y en las
malas. Y digo esto de una manera bastante subjetiva, Nick . Creo que esa
chica es buena para ti. Te ayudará a sanar.
Apenas puedo contener mi sonrisa. —¿Está diciendo que (_TN) tiene
su aprobación?
La Doc. ríe. —Yo no debería estar hablando contigo de esta manera,
sabes. Estoy perdiendo la visión de mi objetividad. Pero por todo lo que he
oído decir de ella, eso sería un sí rotundo.
ElitzJb
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
Capitulo 13
3/3.
Si la quiero, tengo que luchar por ella.
Nick Jonas
(_TN)
Camino al restaurante al final de la tarde tarareando en voz
baja, saludando a la chica perra que trabaja en el escritorio
de la dueña. Su mandíbula cae al suelo y le sonrío
alegremente, emocionada ya que la derroté en su juego.
Nada puede deprimirme hoy. Estoy completamente bien.
Me dirijo hacia atrás, veo el reloj y veo a Jen pasar el rato en la
pequeña zona de empleados, tomándose una bebida de Starbucks y
mirándome.
—Y viniste a trabajar —dice lentamente.
—¿Cambio de turno con alguien y eso significa que no quiero
trabajar? Qué injusto —Escondo mi bolso en una de las taquillas, coloco el
seguro y giro la cerradura, manteniendo mi espalda a Jen por el miedo de
que me juzgue.
—Colin quiere hablar contigo. Me pidió que te lo dijera cuando
llegaras —dice en voz baja.
Me giro, el miedo deja mi sangre helada. —¿Me va a despedir?
-—No. —Jen no ofrece ninguna explicación.
—Entonces, ¿Qué va a suceder?
—Te va a preguntar si tomas este trabajo en serio. Ve un gran
potencial en ti, (_TN) . Quiere que subas de nivel aquí.
—¿Qué demonios significa eso? —Dame un respiro. Soy una maldita
camarera. Seh, por lo que he podido ver hasta el momento, la propina es
fabulosa. Mejor que en cualquier otro lugar en que he trabajado. Pero no
hay mucho espacio para crecer en El Distrito. No soy tan estúpida.
—¿Sabes cómo T está siempre ayudándolo, abriendo restaurantes y
entrenando al personal? Colin tiene grandes planes. Quiere abrir un
montón de Distritos en todo el estado y, finalmente en la Costa Oeste, para
convertirse en una cadena. Y para eso necesita más capacitación del
personal.
—He estado aquí sólo un par de semanas —digo con incredulidad.
—Te lo dije, piensa que tienes potencial.
—Has estado aquí con él más tiempo. ¿Por qué no te iba a elegir
para su nueva persona en formación? ¿O cualquiera de las otras chicas
que trabaja aquí?
—Yo no… quiero viajar. —Hmmm, hay algo escondido aquí, lo
aseguro—. Y las otras chicas, están aquí sólo para vestirse y verse bonitas
para los chicos. Ellas ven este trabajo como una manera de conseguir
dinero para gastar y tener a mamá y papá felices mientras fallan la
universidad. No tienen aspiraciones futuras para la industria alimentaria. —
Jen niega con la cabeza.
—Bueno, tampoco tengo aspiraciones futuras para la industria
alimentaria —replico. Demonios, no. No quiero trabajar en un restaurante
durante el resto de mi vida. Odio este tipo de cosas. Lo hago porque es
todo lo que sé hacer.
—Bueno, ¿Cuáles son tus aspiraciones futuras?
Lo gracioso es, que no tengo idea. Siempre hablo de tener sueños,
esperanzas y el deseo de salir de este pequeño pueblo. Pero, ¿Qué es lo
que realmente quiero hacer? ¿Qué quiero ser cuando crezca?
No tengo ni una jodida idea.
—Ella está aquí… oh. —Colin se detiene mientras camina en la
habitación, viéndose totalmente sorprendido al verme aquí—. (_TN) , te he
estado buscando.
—Eso escuché. —No puedo evitar decirlo, ganando una mirada
mortal de Jen.
—¿Tienes un minuto? Quiero hablar contigo. —Sonríe, su postura
relajada. Hay zumbando a su alrededor todo un encanto no preocupante.
Se ve muy bien en sus jeans oscuros y una camisa blanca abotonada que
deja fuera de los jeans, y la camisa arremangada para revelar antebrazos
bronceados y fuertes.
Puedo estar enamorada de Nick , pero puedo apreciar a un hombre
guapo cuando lo veo.
—¿Estoy en problemas? —pregunto, asegurándome de que Jen no
estaba mintiendo.
—No, en absoluto —dice rápidamente con voz suave.
Levanto una ceja, haciéndole saber que no le creo. —¿Debería estar
preparando las mesas para la noche?
—Jen lo tiene bajo control por ahora. Además, sólo tomaré unos
minutos de tu tiempo. Entonces puedes agregar vasos polacos a tu
corazón. —Se ríe y presiona su mano en mi espalda cuando se acerca, me
guía a su oficina, su mano nunca me deja.
Me encojo de hombros para alejarme de su toque en el momento
que entramos a su oficina. Cierra la puerta, redondea su mesa y señala
con el dedo una silla vacía. —Siéntate.
Sentándome en el borde del asiento, golpeo mi talón en el suelo de
madera. Estoy usando una camiseta de encaje y pantalones cortos otra
vez y sé que cuando Nick me recoja del trabajo, probablemente va a
atacarme.
Soy una chica sucia, no puedo con la maldita espera.
—¿Qué pasó con el cambio de turno, (_TN) ? —pregunta Colin una
vez que se sienta.
—Tenía algo que hacer. —Me encojo de hombros—. Algo personal.
Levanta una ceja. —¿Está todo bien?
—Oh, seh. Todo está bien.
—No me importa si mis empleados cambian sus horarios siempre y
cuando todo esté cubierto y las personas no se acostumbren a hacerlo. Sin
embargo, tengo algunas preocupaciones. —Cruza sus brazos en la mesa,
con una expresión grave—. ¿Estás feliz aquí?
Estoy sorprendida por su pregunta. —Um, seh.
Sus ojos endurecen. —¿En serio?
—¿Qué estás buscando? Quiero decir, sólo he estado trabajando
aquí unas semanas. SI no eres feliz conmigo, despídeme. —Me acomodo
más en el borde de la silla, lista para salir si es necesario.
—Automáticamente asumes lo peor, ¿no?
Esta pequeña reunión se está volviendo ridícula. —Escucha, di lo que
necesitas decir y listo. No estoy de humor para juegos esta noche.
—Bien. Sigue con esa actitud irritante y te diré todo lo que necesitas
oír.
Mi mandíbula se abre. No puedo creer que me llamó irritante. Pero
tiene razón. Lo soy. —¿Qué pasa? —pregunto débilmente.
—Sé que sólo has estado aquí por un par de semanas, pero me
impresionas. Mucho. Sólo es necesario que te diga una vez qué hacer y
cómo hacerlo, y ya tienes todo bajo control. Les gustas a los clientes. T
piensa que eres fantástica y yo evalúo su opinión por encima de cualquier
persona en éste lugar. —Colin se inclina en la mesa, como si de verdad
quisiera que me llegue su mensaje—. Quiero darte más horas, pero no lo
haré si vas a cambiar de turnos todo el tiempo.
—No voy a cambiar mis turnos —digo automáticamente.
Sonríe. —Así que tomarás el aumento de horas.
—Absolutamente.
—Te daré un período de prueba de sesenta días. Una vez que pases
y yo esté satisfecho con tu trabajo, recibirás un aumento de suelo.
Levanto mis cejas. —¿En serio?
—En serio —asiente—. Tengo la intención de abrir otros negocios en
el área de Sacramento en los próximos doce a dieciocho meses. Necesito
gente que sea capaz de formar a mis nuevos empleados como T lo hace.
¿Es algo que te interese?
Soy como Jen. Viajar es casi imposible para mí, Owen está en la
escuela y mamá nunca está alrededor. Pero puedo decir que no, ¿cierto?
El negocio de restaurante sin duda no me interesa a largo plazo, pero
necesito un trabajo estable, bien remunerado, sobre todo si quiero
conseguir un apartamento para Owen y para mí. Lo que Colin dice suena
como si todos mis deseos financieros se hicieran realidad.
—Um, ¿Tal vez? —Mi respuesta vaga no le agrada en absoluto. Me
está frunciendo en grande—. Mira, tengo un hermano pequeño y nuestra
relación con mi mamá es… complicada.
Su expresión se suaviza un poco. —Vamos a discutir todo una vez
que nos acerquemos a esa posibilidad. A decir verdad, los planes para los
restaurantes son sólo eso, aún están en fase de planificación.
—Suena genial —digo débilmente, porque suena genial. Este
hombre es ambicioso como el infierno y no puedo evitar admirarlo.
—Lo será, confía en mí. —Su sonrisa es tan brillante que me deja
ciega momentáneamente—. Ahora, vuelve allí y ayuda a Jen. Tenemos
tres reservaciones esta noche, todo en grande.
Gimiendo, me paro y salgo rápido de su oficina, mis pies ya están
adoloridos y ni siquiera he empezado a trabajar.
***
—¿Trabajas mañana?
Agarro mi bolso de la taquilla y cierro la puerta de metal con un
ruido fuerte. Estoy agotada. El cambio de turno de esta noche fue áspero y
no puedo esperar para volver a casa y colapsar en mi cama. —No, gracias
a Dios.
—Yo tampoco. Mira —Jen mira alrededor como si tuviera miedo de
que alguien se pusiera a hablar con nosotras. Extraño, considerando que
estamos solas en la habitación—. Hay algunas cosas que han sucedido en
mi vida y me muero de ganas de salir, ¿sabes? Así que, ¿quieres salir
conmigo mañana por la noche y tomar unas copas? ¿Tal vez tener una
noche de chicas?
Mi primera respuesta es no. No quiero perder la oportunidad de tener
una noche con Nick , lo que es ridículo y necesitado, porque demonios, él
acaba de regresar en mi vida. Quiero pasar cada momento que tengo
con él.
Luego veo la cara de Jen, la preocupación y necesidad en su
mirada. ¿No tiene amigos a quién invitar? O ella es como yo, ¿sin amigos
de verdad?
—Claro —digo antes de poder convencerme a mí misma de no
hacerlo—. ¿A dónde quieres ir?
La sonrisa que aparece valió la pena mis pocas horas alejada de
Nick . Creo que esta chica necesita mi amistad más de lo que pensé. —
No lo sé, ¿La Salle’s?
La golpeo suavemente en el brazo —Umm, no lo creo.
—¿Qué hay de Jake’s? Siempre se puede ir de copas.
—Bueno… te darás cuenta que soy menor de edad. —Solía tener
una identificación falsa pero la perdí. Después de que ese gorila me hizo
firmar un trozo de papel para asegurarse que la firma coincidía, una noche
del año pasado, cuando estaba con algún perdedor en una cita, ¿y no
coincidía? Estaba frita. Me arrebató esa licencia y no me he preocupado
por buscar otra desde entonces—. Así que no soy muy divertida en ese
asunto de salir-y-beber.
Jen se ríe y sacude su cabeza. —Lo olvide. Té comportas mucho más
madura que veinte, ¿sabes? Eres como un alma vieja.
—No sé si tomar eso como un cumplido o un insulto. —Arrugo mi
nariz.
Ríe un poco más —Definitivamente es un cumplido. Podemos ir a
cenar. Beberé y tú puedes mirarme.
—Ooh, suena divertido —digo sarcásticamente pero realmente en
serio.
—Te enviaré un mensaje con los detalles mañana. —Cuelga la
cartera sobre su hombro, estudiándome—. No te importa, ¿cierto? Sé que
tienes a ese chico en tu vida ahora.
Me remuevo, incómoda de repente. No estoy preparada para
hablar de Nick con nadie todavía. —Puedo aguantar estar lejos de él por
unas pocas horas. —Tal vez.
—¿Estás segura? —Su dulce voz y pestañeo me dice que está
bromeando, pero también me pregunto si está preocupada de que la
abandone por un chico, lo cual no tengo planeado hacer. Nick y yo no
necesitamos pasar cada minuto del día juntos.
Aunque a veces si se siente como si lo necesitáramos. Estar alejada
de él es difícil. Tonto, considerando que ha estado de vuelta en mi vida por
sólo cuestión de días, pero compartimos una conexión tan intensa, que es
difícil de ignorar.
—Por la mirada soñadora en tu cara, voy a suponer que este chico
debe ser muy especial. —Jen me da un codazo—. Puedes decirme todo
sobre él mañana en la noche.
—Sí —añado con una risa pero dudo que lo haga.
Lo que comparto con Nick todavía es un tanto demasiado especial
para cotillear con mi nueva amiga.
Nick
Veo a (_TN) salir del restaurante. Está con la misma chica que
trabajó con ella la noche de la fiesta de Logan. Alta con cabello negro y
piel olivácea, es todo lo contrario a (_TN) en todo sentido. Es algo
divertido, verlas hablar animadamente entre ellas.
Un yin con el otro yang.
Mi corazón se aprieta en mi pecho cuando veo a (_TN) reír y mover
su cabeza. Se ve feliz. Lo más feliz que alguna vez la he visto. Me gustaría
pensar que soy responsable por algo de esa felicidad.
Sé que ella me ha hecho más feliz que nunca.
Se despide de su amiga y camina por el estacionamiento hacia mi
camioneta. Me sorprendo de nuevo con lo hermosa que es, la sonrisa que
veo en su rostro crece a medida que se acerca. Está usando esos malditos
pantalones cortos otra vez, los que son demasiado pequeños, y esta vez ha
añadido medias negras a la mezcla. Ellas hacen que sus piernas luzcan
increíblemente largas.
E increíblemente calientes.
Alejándome del lado de la camioneta, la encuentro a medio
camino, deslizando mis brazos a su alrededor y atrayéndola para un beso
rápido. Está cálida contra mi frío porque había estado parado afuera por
los últimos diez minutos, roza su nariz contra la mía antes de apartarse.
—Estás helado —murmura.
Su sola voz me calienta y abro la puerta de la camioneta para ella
sin una palabra, empujándola hacia el interior ahuecando su trasero,
haciéndola chillar. Cierro la puerta y rodeo la camioneta, ansioso por
llevarla de vuelta a mi casa, aunque no tengo idea de dónde quiere que
la lleve. Seguramente tiene que llegar a casa. Después de todo, tiene
responsabilidades.
Y yo no tengo ninguna, como mi psiquiatra amablemente me
recuerda.
—¿Hacia dónde? —pregunto casualmente una vez que me deslizo
en el volante.
—Probablemente debería ir a casa. —No encuentra mi mirada y me
pregunto por qué.
—No hay problema. —Pongo la camioneta en marcha y salgo del
estacionamiento, dando la vuelta hacia la calle—. ¿Noche movida?
—Agotadora. Gracias a Dios que estoy libre mañana.
—Deberíamos hacer algo. —No tengo escuela y ella no tiene
trabajo. Podríamos estar en la cama todo el día y estaría perfectamente
satisfecho.
—Um, sobre mañana. —Suena vacilante, incluso un poco nerviosa—.
Mi amiga Jen, ¿la chica con la que trabajo? Me preguntó si podíamos
pasar el rato juntas mañana en la noche. Ir a cenar y tomar unas copas.
Cosas como esas. No te importa, ¿cierto?
Me importa mucho. Preferiría que nunca dejara mi lado, pero estoy
siendo completamente exagerado. Y también pensando como un idiota
celoso. —No me importa. Quiero decir, no soy tu guardián.
Está mirándome. Puedo sentir sus ojos en mí aunque mantenga la
mirada fija al frente. —Sólo será por unas pocas horas. Tengo la sensación
de que Jen no tiene muchos amigos. Yo tampoco. Es agradable encontrar
alguien que no piensa que estoy saliendo con ella para follar a su novio a
sus espaldas.
Tengo que mirarla ahora, impactado por la dura manera en la que
acaba de hablar. —¿Solías hacer eso? ¿Follar los novios de otras chicas a
sus espaldas?
Me dispara una mirada glacial. —No —deja salir un suspiro—. Bien.
Cometí un solo error. Sólo porque me mintió y me dijo que no tenía novia.
Yo era estudiante de segundo año en la secundaria y él era de último año.
Guapísimo. Popular. Jugaba en el equipo de futbol, algo así como una
débil copia tuya. Fuimos a un par de citas. Siempre me encontraba a
escondidas, nunca invitándome a salir en público o con sus amigos, pero
no me importaba. Estaba demasiado colgada por él.
Esta historia estaba yendo en una mala dirección. Puedo sentirlo. —
¿Una débil copia mía? —¿Qué? ¿Ella tiene un patrón? ¿Un tipo que
prefiere? ¿Estaba diciendo que caigo dentro de ese tipo?
—Sabes a lo que me refiero. —Agita una mano—. Él fue mi primera
vez. Le di mi tarjeta V porque era estúpida, pensando que nos acercaría y
él se enamoraría completamente de mí. Luego descubrí que tenía una
novia, justo después de que tuve sexo con él. Estaba usándome
totalmente porque ella no quería meterse con él, así que salió corriendo y
encontró a la primera chica tonta que lo haría.
Lo siento y a la vez estoy furioso con ella de que hiciera algo tan
descuidado. —Entonces, ¿tenías quince cuando tuviste tu primera vez con
ese tipo?
—Sí.
—¿Con cuántos chicos has estado, (_TN) ? —Bien, en este momento
sueno completamente como el estúpido novio celoso. No quiero ser ese
tipo. Sé que ella necesita sacarse su pasado de encima y no debería
importar. No debería dolerme. No la conocía entonces. Éramos dos
personas diferentes en ese entonces.
Pero saber sobre su pasado dolía. No podía negarlo.
—Automáticamente vas a asumir que el número es escandaloso,
¿no es así? Realmente no esperaba que me juzgaras como todos los
demás en mi vida. —Cruza los brazos en frente de su pecho—. Me
decepcionaste, Nick . Pensé que eras mejor que eso.
Mierda. ¿Cómo respondo a eso? Lo he arruinado completamente.
Ahora está enfadada. Prácticamente puedo ver el vapor saliendo de sus
orejas. Se niega a mirarme también. Por el contrario, elige mirar fijamente
hacia el frente por el resto del viaje a su apartamento, su mandíbula rígida,
sus ojos entrecerrados.
De feliz a enojada en cuestión de minutos, eso es lo que acabo de
hacerle. ¿Y por qué? ¿Porque me estoy sintiendo un poco posesivo de su
tiempo y quiero que lo pase todo conmigo? ¿Soy tan inseguro? Nunca
había tenido una novia real antes. Nunca había sido el novio de alguien.
Veintiún malditos años y soy un completo y despistado idiota cuando se
trata de relaciones y cómo hacerlas funcionar.
Aparco en el estacionamiento de su complejo de apartamentos y su
mano ya está en la manilla de la puerta. Parece lista para saltar afuera del
vehículo mientras sigue en marcha, quería alejarse de mí así de
desesperadamente. —(_TN) , espera.
Frenando, espero por su respuesta pero no lo hace. Su espalda está
hacia mí, su cuerpo apunto de emprender el vuelo y escapar
directamente por la puerta. La he lastimado y odio eso.
—Lo siento —digo, mi voz suave—. No fue mi intención juzgarte. No
tengo derecho a hacer eso. Tú aceptaste todos mis errores, es lo menos
que puedo hacer por ti.
Se da vuelta para mirarme. —¿Porque acepto tus errores, tú aceptas
los míos? ¿Es todo lo que esto es? Si es así, necesito más de ti, Nick . Esto no
es alguna especie de acuerdo de ojo por ojo. Necesito tu confianza.
Necesito que creas que quiero estar contigo y sólo contigo. Y mi pasado
no puede ensombrecer nuestro presente o futuro. Mi pasado siempre me
ha seguido, ¿y sabes qué es lo que apesta? La mayoría de las historias ahí
afuera son completamente falsas. Hago algunos pasos en falso, algunos
malos errores, y me convierte por regla en la puta de todos los años para
todos los chicos. Por la escuela secundaria, fuera de la escuela
secundaria…
Me mantengo en silencio, absorbiendo sus palabras. Tiene razón. No
puedo dejar que su pasado me moleste u oscurezca nuestro futuro. Si lo
hago, estoy llevándonos al fracaso.
—No soy perfecta —murmura—, nadie lo es. Pero no voy a pagar por
mis errores cada vez que te enojes conmigo o te pongas celoso. Salir con
Jen mañana en la noche no se trata de mí intentando coquetear con
otros tipos o algo como eso.
—Nunca dije que lo fuera.
Sus ojos se suavizan lo más mínimo. —¿Entonces cuál es el problema?
¿Por qué te estás comportando así?
—No soy bueno en este tipo de cosas. Lo estoy arruinando todo y no
sé por qué. —Tamborileo mis dedos contra el borde del volante, sin saber
que decir a continuación, sintiéndome nervioso como el demonio.
Ella tiene todas las cartas en este argumento justo ahora. Tengo
miedo que vaya a decir que no merezco la pena.
—Usar eso como una excusa no va a funcionar para siempre, ya lo
sabes. Después de un momento, simplemente va hacerse viejo.
—¿Qué estamos haciendo, (_TN) ? —pregunto con incredulidad.
Se encoge de hombros —¿Tener nuestra primera pelea como
pareja?
Quiero reír pero no lo hago. —Quiero decir esto. Nosotros. ¿Qué está
pasando entre nosotros?
—Si tienes que preguntar, eso me asusta—responde
cautelosamente.
—¿Somos de verdad una pareja? ¿Estamos en una relación? No lo
hemos definido todavía.
—¿Tenemos que hacerlo? ¿No podemos sólo tomarlo con calma? —
Aparta la vista de mí y se queda mirando fuera de la ventana—. Estoy
cansada. Quizás no deberíamos hablar de esto en este momento.
Pánico crece en mi interior. —Pero…
—Creo que quiero estar sola. Estoy súper cansada y los últimos días
han sido en cierto modo abrumadores. —Abre la puerta y sale de mi
camioneta, inclinándose para así poder encontrar mi mirada a través de la
puerta aún abierta—. ¿Te llamo mañana?
Es como si me dejara por siempre. Mi garganta se seca y casi no
puedo expulsar ninguna palabra, estoy muy preocupado, eso es todo. Con
mi suerte. Nunca la volveré a ver.
—Sí —digo con voz ronca antes de que cierre la puerta—, llámame.
Me ofrece una pequeña sonrisa antes de dejar la puerta cerrarse. Y
entonces se da la vuelta y se marcha.
Llevando mi corazón con ella.
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3/3.
Si la quiero, tengo que luchar por ella.
Nick Jonas
(_TN)
Camino al restaurante al final de la tarde tarareando en voz
baja, saludando a la chica perra que trabaja en el escritorio
de la dueña. Su mandíbula cae al suelo y le sonrío
alegremente, emocionada ya que la derroté en su juego.
Nada puede deprimirme hoy. Estoy completamente bien.
Me dirijo hacia atrás, veo el reloj y veo a Jen pasar el rato en la
pequeña zona de empleados, tomándose una bebida de Starbucks y
mirándome.
—Y viniste a trabajar —dice lentamente.
—¿Cambio de turno con alguien y eso significa que no quiero
trabajar? Qué injusto —Escondo mi bolso en una de las taquillas, coloco el
seguro y giro la cerradura, manteniendo mi espalda a Jen por el miedo de
que me juzgue.
—Colin quiere hablar contigo. Me pidió que te lo dijera cuando
llegaras —dice en voz baja.
Me giro, el miedo deja mi sangre helada. —¿Me va a despedir?
-—No. —Jen no ofrece ninguna explicación.
—Entonces, ¿Qué va a suceder?
—Te va a preguntar si tomas este trabajo en serio. Ve un gran
potencial en ti, (_TN) . Quiere que subas de nivel aquí.
—¿Qué demonios significa eso? —Dame un respiro. Soy una maldita
camarera. Seh, por lo que he podido ver hasta el momento, la propina es
fabulosa. Mejor que en cualquier otro lugar en que he trabajado. Pero no
hay mucho espacio para crecer en El Distrito. No soy tan estúpida.
—¿Sabes cómo T está siempre ayudándolo, abriendo restaurantes y
entrenando al personal? Colin tiene grandes planes. Quiere abrir un
montón de Distritos en todo el estado y, finalmente en la Costa Oeste, para
convertirse en una cadena. Y para eso necesita más capacitación del
personal.
—He estado aquí sólo un par de semanas —digo con incredulidad.
—Te lo dije, piensa que tienes potencial.
—Has estado aquí con él más tiempo. ¿Por qué no te iba a elegir
para su nueva persona en formación? ¿O cualquiera de las otras chicas
que trabaja aquí?
—Yo no… quiero viajar. —Hmmm, hay algo escondido aquí, lo
aseguro—. Y las otras chicas, están aquí sólo para vestirse y verse bonitas
para los chicos. Ellas ven este trabajo como una manera de conseguir
dinero para gastar y tener a mamá y papá felices mientras fallan la
universidad. No tienen aspiraciones futuras para la industria alimentaria. —
Jen niega con la cabeza.
—Bueno, tampoco tengo aspiraciones futuras para la industria
alimentaria —replico. Demonios, no. No quiero trabajar en un restaurante
durante el resto de mi vida. Odio este tipo de cosas. Lo hago porque es
todo lo que sé hacer.
—Bueno, ¿Cuáles son tus aspiraciones futuras?
Lo gracioso es, que no tengo idea. Siempre hablo de tener sueños,
esperanzas y el deseo de salir de este pequeño pueblo. Pero, ¿Qué es lo
que realmente quiero hacer? ¿Qué quiero ser cuando crezca?
No tengo ni una jodida idea.
—Ella está aquí… oh. —Colin se detiene mientras camina en la
habitación, viéndose totalmente sorprendido al verme aquí—. (_TN) , te he
estado buscando.
—Eso escuché. —No puedo evitar decirlo, ganando una mirada
mortal de Jen.
—¿Tienes un minuto? Quiero hablar contigo. —Sonríe, su postura
relajada. Hay zumbando a su alrededor todo un encanto no preocupante.
Se ve muy bien en sus jeans oscuros y una camisa blanca abotonada que
deja fuera de los jeans, y la camisa arremangada para revelar antebrazos
bronceados y fuertes.
Puedo estar enamorada de Nick , pero puedo apreciar a un hombre
guapo cuando lo veo.
—¿Estoy en problemas? —pregunto, asegurándome de que Jen no
estaba mintiendo.
—No, en absoluto —dice rápidamente con voz suave.
Levanto una ceja, haciéndole saber que no le creo. —¿Debería estar
preparando las mesas para la noche?
—Jen lo tiene bajo control por ahora. Además, sólo tomaré unos
minutos de tu tiempo. Entonces puedes agregar vasos polacos a tu
corazón. —Se ríe y presiona su mano en mi espalda cuando se acerca, me
guía a su oficina, su mano nunca me deja.
Me encojo de hombros para alejarme de su toque en el momento
que entramos a su oficina. Cierra la puerta, redondea su mesa y señala
con el dedo una silla vacía. —Siéntate.
Sentándome en el borde del asiento, golpeo mi talón en el suelo de
madera. Estoy usando una camiseta de encaje y pantalones cortos otra
vez y sé que cuando Nick me recoja del trabajo, probablemente va a
atacarme.
Soy una chica sucia, no puedo con la maldita espera.
—¿Qué pasó con el cambio de turno, (_TN) ? —pregunta Colin una
vez que se sienta.
—Tenía algo que hacer. —Me encojo de hombros—. Algo personal.
Levanta una ceja. —¿Está todo bien?
—Oh, seh. Todo está bien.
—No me importa si mis empleados cambian sus horarios siempre y
cuando todo esté cubierto y las personas no se acostumbren a hacerlo. Sin
embargo, tengo algunas preocupaciones. —Cruza sus brazos en la mesa,
con una expresión grave—. ¿Estás feliz aquí?
Estoy sorprendida por su pregunta. —Um, seh.
Sus ojos endurecen. —¿En serio?
—¿Qué estás buscando? Quiero decir, sólo he estado trabajando
aquí unas semanas. SI no eres feliz conmigo, despídeme. —Me acomodo
más en el borde de la silla, lista para salir si es necesario.
—Automáticamente asumes lo peor, ¿no?
Esta pequeña reunión se está volviendo ridícula. —Escucha, di lo que
necesitas decir y listo. No estoy de humor para juegos esta noche.
—Bien. Sigue con esa actitud irritante y te diré todo lo que necesitas
oír.
Mi mandíbula se abre. No puedo creer que me llamó irritante. Pero
tiene razón. Lo soy. —¿Qué pasa? —pregunto débilmente.
—Sé que sólo has estado aquí por un par de semanas, pero me
impresionas. Mucho. Sólo es necesario que te diga una vez qué hacer y
cómo hacerlo, y ya tienes todo bajo control. Les gustas a los clientes. T
piensa que eres fantástica y yo evalúo su opinión por encima de cualquier
persona en éste lugar. —Colin se inclina en la mesa, como si de verdad
quisiera que me llegue su mensaje—. Quiero darte más horas, pero no lo
haré si vas a cambiar de turnos todo el tiempo.
—No voy a cambiar mis turnos —digo automáticamente.
Sonríe. —Así que tomarás el aumento de horas.
—Absolutamente.
—Te daré un período de prueba de sesenta días. Una vez que pases
y yo esté satisfecho con tu trabajo, recibirás un aumento de suelo.
Levanto mis cejas. —¿En serio?
—En serio —asiente—. Tengo la intención de abrir otros negocios en
el área de Sacramento en los próximos doce a dieciocho meses. Necesito
gente que sea capaz de formar a mis nuevos empleados como T lo hace.
¿Es algo que te interese?
Soy como Jen. Viajar es casi imposible para mí, Owen está en la
escuela y mamá nunca está alrededor. Pero puedo decir que no, ¿cierto?
El negocio de restaurante sin duda no me interesa a largo plazo, pero
necesito un trabajo estable, bien remunerado, sobre todo si quiero
conseguir un apartamento para Owen y para mí. Lo que Colin dice suena
como si todos mis deseos financieros se hicieran realidad.
—Um, ¿Tal vez? —Mi respuesta vaga no le agrada en absoluto. Me
está frunciendo en grande—. Mira, tengo un hermano pequeño y nuestra
relación con mi mamá es… complicada.
Su expresión se suaviza un poco. —Vamos a discutir todo una vez
que nos acerquemos a esa posibilidad. A decir verdad, los planes para los
restaurantes son sólo eso, aún están en fase de planificación.
—Suena genial —digo débilmente, porque suena genial. Este
hombre es ambicioso como el infierno y no puedo evitar admirarlo.
—Lo será, confía en mí. —Su sonrisa es tan brillante que me deja
ciega momentáneamente—. Ahora, vuelve allí y ayuda a Jen. Tenemos
tres reservaciones esta noche, todo en grande.
Gimiendo, me paro y salgo rápido de su oficina, mis pies ya están
adoloridos y ni siquiera he empezado a trabajar.
***
—¿Trabajas mañana?
Agarro mi bolso de la taquilla y cierro la puerta de metal con un
ruido fuerte. Estoy agotada. El cambio de turno de esta noche fue áspero y
no puedo esperar para volver a casa y colapsar en mi cama. —No, gracias
a Dios.
—Yo tampoco. Mira —Jen mira alrededor como si tuviera miedo de
que alguien se pusiera a hablar con nosotras. Extraño, considerando que
estamos solas en la habitación—. Hay algunas cosas que han sucedido en
mi vida y me muero de ganas de salir, ¿sabes? Así que, ¿quieres salir
conmigo mañana por la noche y tomar unas copas? ¿Tal vez tener una
noche de chicas?
Mi primera respuesta es no. No quiero perder la oportunidad de tener
una noche con Nick , lo que es ridículo y necesitado, porque demonios, él
acaba de regresar en mi vida. Quiero pasar cada momento que tengo
con él.
Luego veo la cara de Jen, la preocupación y necesidad en su
mirada. ¿No tiene amigos a quién invitar? O ella es como yo, ¿sin amigos
de verdad?
—Claro —digo antes de poder convencerme a mí misma de no
hacerlo—. ¿A dónde quieres ir?
La sonrisa que aparece valió la pena mis pocas horas alejada de
Nick . Creo que esta chica necesita mi amistad más de lo que pensé. —
No lo sé, ¿La Salle’s?
La golpeo suavemente en el brazo —Umm, no lo creo.
—¿Qué hay de Jake’s? Siempre se puede ir de copas.
—Bueno… te darás cuenta que soy menor de edad. —Solía tener
una identificación falsa pero la perdí. Después de que ese gorila me hizo
firmar un trozo de papel para asegurarse que la firma coincidía, una noche
del año pasado, cuando estaba con algún perdedor en una cita, ¿y no
coincidía? Estaba frita. Me arrebató esa licencia y no me he preocupado
por buscar otra desde entonces—. Así que no soy muy divertida en ese
asunto de salir-y-beber.
Jen se ríe y sacude su cabeza. —Lo olvide. Té comportas mucho más
madura que veinte, ¿sabes? Eres como un alma vieja.
—No sé si tomar eso como un cumplido o un insulto. —Arrugo mi
nariz.
Ríe un poco más —Definitivamente es un cumplido. Podemos ir a
cenar. Beberé y tú puedes mirarme.
—Ooh, suena divertido —digo sarcásticamente pero realmente en
serio.
—Te enviaré un mensaje con los detalles mañana. —Cuelga la
cartera sobre su hombro, estudiándome—. No te importa, ¿cierto? Sé que
tienes a ese chico en tu vida ahora.
Me remuevo, incómoda de repente. No estoy preparada para
hablar de Nick con nadie todavía. —Puedo aguantar estar lejos de él por
unas pocas horas. —Tal vez.
—¿Estás segura? —Su dulce voz y pestañeo me dice que está
bromeando, pero también me pregunto si está preocupada de que la
abandone por un chico, lo cual no tengo planeado hacer. Nick y yo no
necesitamos pasar cada minuto del día juntos.
Aunque a veces si se siente como si lo necesitáramos. Estar alejada
de él es difícil. Tonto, considerando que ha estado de vuelta en mi vida por
sólo cuestión de días, pero compartimos una conexión tan intensa, que es
difícil de ignorar.
—Por la mirada soñadora en tu cara, voy a suponer que este chico
debe ser muy especial. —Jen me da un codazo—. Puedes decirme todo
sobre él mañana en la noche.
—Sí —añado con una risa pero dudo que lo haga.
Lo que comparto con Nick todavía es un tanto demasiado especial
para cotillear con mi nueva amiga.
Nick
Veo a (_TN) salir del restaurante. Está con la misma chica que
trabajó con ella la noche de la fiesta de Logan. Alta con cabello negro y
piel olivácea, es todo lo contrario a (_TN) en todo sentido. Es algo
divertido, verlas hablar animadamente entre ellas.
Un yin con el otro yang.
Mi corazón se aprieta en mi pecho cuando veo a (_TN) reír y mover
su cabeza. Se ve feliz. Lo más feliz que alguna vez la he visto. Me gustaría
pensar que soy responsable por algo de esa felicidad.
Sé que ella me ha hecho más feliz que nunca.
Se despide de su amiga y camina por el estacionamiento hacia mi
camioneta. Me sorprendo de nuevo con lo hermosa que es, la sonrisa que
veo en su rostro crece a medida que se acerca. Está usando esos malditos
pantalones cortos otra vez, los que son demasiado pequeños, y esta vez ha
añadido medias negras a la mezcla. Ellas hacen que sus piernas luzcan
increíblemente largas.
E increíblemente calientes.
Alejándome del lado de la camioneta, la encuentro a medio
camino, deslizando mis brazos a su alrededor y atrayéndola para un beso
rápido. Está cálida contra mi frío porque había estado parado afuera por
los últimos diez minutos, roza su nariz contra la mía antes de apartarse.
—Estás helado —murmura.
Su sola voz me calienta y abro la puerta de la camioneta para ella
sin una palabra, empujándola hacia el interior ahuecando su trasero,
haciéndola chillar. Cierro la puerta y rodeo la camioneta, ansioso por
llevarla de vuelta a mi casa, aunque no tengo idea de dónde quiere que
la lleve. Seguramente tiene que llegar a casa. Después de todo, tiene
responsabilidades.
Y yo no tengo ninguna, como mi psiquiatra amablemente me
recuerda.
—¿Hacia dónde? —pregunto casualmente una vez que me deslizo
en el volante.
—Probablemente debería ir a casa. —No encuentra mi mirada y me
pregunto por qué.
—No hay problema. —Pongo la camioneta en marcha y salgo del
estacionamiento, dando la vuelta hacia la calle—. ¿Noche movida?
—Agotadora. Gracias a Dios que estoy libre mañana.
—Deberíamos hacer algo. —No tengo escuela y ella no tiene
trabajo. Podríamos estar en la cama todo el día y estaría perfectamente
satisfecho.
—Um, sobre mañana. —Suena vacilante, incluso un poco nerviosa—.
Mi amiga Jen, ¿la chica con la que trabajo? Me preguntó si podíamos
pasar el rato juntas mañana en la noche. Ir a cenar y tomar unas copas.
Cosas como esas. No te importa, ¿cierto?
Me importa mucho. Preferiría que nunca dejara mi lado, pero estoy
siendo completamente exagerado. Y también pensando como un idiota
celoso. —No me importa. Quiero decir, no soy tu guardián.
Está mirándome. Puedo sentir sus ojos en mí aunque mantenga la
mirada fija al frente. —Sólo será por unas pocas horas. Tengo la sensación
de que Jen no tiene muchos amigos. Yo tampoco. Es agradable encontrar
alguien que no piensa que estoy saliendo con ella para follar a su novio a
sus espaldas.
Tengo que mirarla ahora, impactado por la dura manera en la que
acaba de hablar. —¿Solías hacer eso? ¿Follar los novios de otras chicas a
sus espaldas?
Me dispara una mirada glacial. —No —deja salir un suspiro—. Bien.
Cometí un solo error. Sólo porque me mintió y me dijo que no tenía novia.
Yo era estudiante de segundo año en la secundaria y él era de último año.
Guapísimo. Popular. Jugaba en el equipo de futbol, algo así como una
débil copia tuya. Fuimos a un par de citas. Siempre me encontraba a
escondidas, nunca invitándome a salir en público o con sus amigos, pero
no me importaba. Estaba demasiado colgada por él.
Esta historia estaba yendo en una mala dirección. Puedo sentirlo. —
¿Una débil copia mía? —¿Qué? ¿Ella tiene un patrón? ¿Un tipo que
prefiere? ¿Estaba diciendo que caigo dentro de ese tipo?
—Sabes a lo que me refiero. —Agita una mano—. Él fue mi primera
vez. Le di mi tarjeta V porque era estúpida, pensando que nos acercaría y
él se enamoraría completamente de mí. Luego descubrí que tenía una
novia, justo después de que tuve sexo con él. Estaba usándome
totalmente porque ella no quería meterse con él, así que salió corriendo y
encontró a la primera chica tonta que lo haría.
Lo siento y a la vez estoy furioso con ella de que hiciera algo tan
descuidado. —Entonces, ¿tenías quince cuando tuviste tu primera vez con
ese tipo?
—Sí.
—¿Con cuántos chicos has estado, (_TN) ? —Bien, en este momento
sueno completamente como el estúpido novio celoso. No quiero ser ese
tipo. Sé que ella necesita sacarse su pasado de encima y no debería
importar. No debería dolerme. No la conocía entonces. Éramos dos
personas diferentes en ese entonces.
Pero saber sobre su pasado dolía. No podía negarlo.
—Automáticamente vas a asumir que el número es escandaloso,
¿no es así? Realmente no esperaba que me juzgaras como todos los
demás en mi vida. —Cruza los brazos en frente de su pecho—. Me
decepcionaste, Nick . Pensé que eras mejor que eso.
Mierda. ¿Cómo respondo a eso? Lo he arruinado completamente.
Ahora está enfadada. Prácticamente puedo ver el vapor saliendo de sus
orejas. Se niega a mirarme también. Por el contrario, elige mirar fijamente
hacia el frente por el resto del viaje a su apartamento, su mandíbula rígida,
sus ojos entrecerrados.
De feliz a enojada en cuestión de minutos, eso es lo que acabo de
hacerle. ¿Y por qué? ¿Porque me estoy sintiendo un poco posesivo de su
tiempo y quiero que lo pase todo conmigo? ¿Soy tan inseguro? Nunca
había tenido una novia real antes. Nunca había sido el novio de alguien.
Veintiún malditos años y soy un completo y despistado idiota cuando se
trata de relaciones y cómo hacerlas funcionar.
Aparco en el estacionamiento de su complejo de apartamentos y su
mano ya está en la manilla de la puerta. Parece lista para saltar afuera del
vehículo mientras sigue en marcha, quería alejarse de mí así de
desesperadamente. —(_TN) , espera.
Frenando, espero por su respuesta pero no lo hace. Su espalda está
hacia mí, su cuerpo apunto de emprender el vuelo y escapar
directamente por la puerta. La he lastimado y odio eso.
—Lo siento —digo, mi voz suave—. No fue mi intención juzgarte. No
tengo derecho a hacer eso. Tú aceptaste todos mis errores, es lo menos
que puedo hacer por ti.
Se da vuelta para mirarme. —¿Porque acepto tus errores, tú aceptas
los míos? ¿Es todo lo que esto es? Si es así, necesito más de ti, Nick . Esto no
es alguna especie de acuerdo de ojo por ojo. Necesito tu confianza.
Necesito que creas que quiero estar contigo y sólo contigo. Y mi pasado
no puede ensombrecer nuestro presente o futuro. Mi pasado siempre me
ha seguido, ¿y sabes qué es lo que apesta? La mayoría de las historias ahí
afuera son completamente falsas. Hago algunos pasos en falso, algunos
malos errores, y me convierte por regla en la puta de todos los años para
todos los chicos. Por la escuela secundaria, fuera de la escuela
secundaria…
Me mantengo en silencio, absorbiendo sus palabras. Tiene razón. No
puedo dejar que su pasado me moleste u oscurezca nuestro futuro. Si lo
hago, estoy llevándonos al fracaso.
—No soy perfecta —murmura—, nadie lo es. Pero no voy a pagar por
mis errores cada vez que te enojes conmigo o te pongas celoso. Salir con
Jen mañana en la noche no se trata de mí intentando coquetear con
otros tipos o algo como eso.
—Nunca dije que lo fuera.
Sus ojos se suavizan lo más mínimo. —¿Entonces cuál es el problema?
¿Por qué te estás comportando así?
—No soy bueno en este tipo de cosas. Lo estoy arruinando todo y no
sé por qué. —Tamborileo mis dedos contra el borde del volante, sin saber
que decir a continuación, sintiéndome nervioso como el demonio.
Ella tiene todas las cartas en este argumento justo ahora. Tengo
miedo que vaya a decir que no merezco la pena.
—Usar eso como una excusa no va a funcionar para siempre, ya lo
sabes. Después de un momento, simplemente va hacerse viejo.
—¿Qué estamos haciendo, (_TN) ? —pregunto con incredulidad.
Se encoge de hombros —¿Tener nuestra primera pelea como
pareja?
Quiero reír pero no lo hago. —Quiero decir esto. Nosotros. ¿Qué está
pasando entre nosotros?
—Si tienes que preguntar, eso me asusta—responde
cautelosamente.
—¿Somos de verdad una pareja? ¿Estamos en una relación? No lo
hemos definido todavía.
—¿Tenemos que hacerlo? ¿No podemos sólo tomarlo con calma? —
Aparta la vista de mí y se queda mirando fuera de la ventana—. Estoy
cansada. Quizás no deberíamos hablar de esto en este momento.
Pánico crece en mi interior. —Pero…
—Creo que quiero estar sola. Estoy súper cansada y los últimos días
han sido en cierto modo abrumadores. —Abre la puerta y sale de mi
camioneta, inclinándose para así poder encontrar mi mirada a través de la
puerta aún abierta—. ¿Te llamo mañana?
Es como si me dejara por siempre. Mi garganta se seca y casi no
puedo expulsar ninguna palabra, estoy muy preocupado, eso es todo. Con
mi suerte. Nunca la volveré a ver.
—Sí —digo con voz ronca antes de que cierre la puerta—, llámame.
Me ofrece una pequeña sonrisa antes de dejar la puerta cerrarse. Y
entonces se da la vuelta y se marcha.
Llevando mi corazón con ella.
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holaaaaaaa como mes les va amis chicas hermosas...
bueno aquí les deje 3 capitulos okis nos leeremos luego vale ;)
bueno aquí les deje 3 capitulos okis nos leeremos luego vale ;)
ElitzJb
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
:wut: nick metió la pata sin querer!!!!....... Y aaaaaaaahhhh!!!!!...... Otraaaaaaa oportunidad!!!!!!..... Otra oportunidad!!!!!....
chelis
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
aww Nicholas en un momento arruinas todo!!
Estaban muy felices y puff se arruina todo!
No he comentado mucho porque a cabo de entrar a la universidad y he estado ocupada pero sigo leyendo no te preocupes!
Siguela!!
Estaban muy felices y puff se arruina todo!
No he comentado mucho porque a cabo de entrar a la universidad y he estado ocupada pero sigo leyendo no te preocupes!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Pidgejonas
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
Capitulo 14
Si tuviera una flor por cada vez que pienso en ti, podría caminar por
siempre en mi jardín
Alfred Tennyson
(_TN)
Despierta. —Arranco las sabanas de Owen y él trata de
agarrarlas, rodando sobre su espalda con un agónico
gemido.
—Mierda, (TN) , ¿qué estás haciendo aquí? ¿Y por qué me estás
despertando como una especie de sargento?
—Ja, si yo fuera un sargento tendría un silbato chirriando en tu oído y
te estaría ordenando que corrieras algunas malditas vueltas. —Le doy un
golpecito en la pierna con mi dedo índice y el pulgar, dejando caer el
cobertor en su espalda en una pila—. Vas a llegar tarde a la escuela.
Abre sus ojos de repente y mira el reloj de su desvencijada mesilla de
noche. —Ni siquiera son las siete aún. ¿Por qué demonios estás despierta?
¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que habías pasado la noche con tu
nuevo amante de nuevo.
Sí, bueno, eso pensaba yo también. Incluso había contemplado
pedirle a Nick que se quedara conmigo para que yo pudiera estar aquí
para Owen anoche. Pero esa pequeña discusión llegó a arruinar todos
esos planes.
—Quería quedarme en casa y hablar contigo. —Me siento en el
borde de la cama, mirando alrededor de su habitación. Es un desastre, no
es que la mía sea mucho mejor, pero al menos no tenía calcetines
malolientes por todo el lugar y una montaña de ropa sucia en el medio de
su habitación que juro me llegaba a la cintura—. Necesitas pulir esta
habitación y pronto.
—¿Mi hermana mayor acaba de usar la palabra ―pulir‖? Creo que lo
he escuchado todo. —Se sienta y frota la parte posterior de la cabeza—.
No puedo creer que hayas dejado a tu nuevo hombre por mí. Debes
querer hablar de alguna mierda seria.
—¿Por qué debes seguir utilizando ese lenguaje tan grosero? —
Sonaba como una mamá. Debería estar acostumbrada a sus continuas
maldiciones. Y realmente, no tenía espacio para juzgar. He tenido una
boca sucia durante años. Fue mi primer acto de rebeldía contra mi madre
y nunca se aflojó.
—Dame un respiro. Tú maldices como marinero. —Ahoga un bostezo
y se rasca el pecho desnudo—. ¿De qué quieres hablar?
—He estado pensando. —Arranco un hilo suelto en su gastado
edredón. Realmente me gustaría tener más dinero para poder comprar
mejores cosas para los dos—. Quiero conseguir un apartamento diferente.
Se queda un momento en silencio y lo miro, miro la incredulidad y la
sorpresa escrita por toda su cara. —¿Quieres mudarte? ¿Y dejarme solo
con mamá?
—No. —Sacudo mi cabeza—. No, no, no. Nunca haría eso. Quiero
que nosotros dejemos a mamá. Quiero que nosotros dos vivamos juntos. —
Cuando no dice una palabra, continúo—: Ella nunca está aquí. Siempre
está con su nuevo novio y ya no tiene un trabajo así que no puede pagar
la renta. Yo estoy pagando por todo y créeme, es difícil. No hago
toneladas de dinero. Trabajo solamente por jodido medio tiempo aunque
mi nuevo jefe está dispuesto a darme más horas.
—Eso es genial.
—Lo es, pero aún tenemos mucho apartamento aquí. Apuesto a que
podría conseguir un apartamento de dos habitaciones en un mejor
vecindario por mucho menos dinero. ¿Qué piensas? ¿Quieres hacerlo?
—Iré a donde sea que tú vayas. —Pero puedo escuchar la
vacilación en su voz.
—¿Pero qué?
—Pero… sólo tengo catorce. ¿No hay legalidad o lo que sea en ese
tipo de cosas? ¿Cómo que mi mamá tendrá que hacerte mi tutora o algo
así si me voy a vivir contigo?
—¿Por qué lo necesitaría? No vamos a pretender que nos quiere por
aquí tanto. No le importará si te vas a vivir conmigo.
—Podría importarle. —Deja caer su cabeza, agrupando el edredón
en su regazo.
Mierda. Quiere creer que mamá realmente se preocupa por él.
Después de todo, es sólo un niño. Nadie quiere hacer frente a la
constatación de que su madre no da algo por ellos. A mí aún no me gusta
hacerle frente a eso. Pero me he puesto un muro contra el dolor y me digo
que no importa. No la necesito.
—Owen. —Agarro su rodilla y levanta la vista, su mirada reuniéndose
con la mía. Los dos tenemos los mismos ojos de mamá, aunque siempre he
pensado que los de él son más bonitos. Tenía las más gruesas y oscuras
pestañas que he visto en mi vida, y ni siquiera sé de dónde las sacó
considerando que su cabello era de un rubio oscuro. Las chicas se
volverán locas por esos ojos algún día, si no es que ya lo están. Mi hermano
es apuesto. Engreído y lleno de actitud. Siento lástima por cualquier chica
que se enamore de él—. Te quiero conmigo. No quiero hacer esto sola.
—¿Qué pasa con Nick Jonas ? ¿No querrías mudarte con él? ¿No
es rico?
Hago una mueca. —No tengo una idea de lo que pasa con Nick .
¿Pero tú y yo? Somos sangre. Somos familia. No voy a dejarte. Somos todo
lo que el otro tiene.
—¿Qué va a hacer mamá? ¿Crees que se enojará?
—Lo dudo. De esta manera no tiene que preocuparse por nosotros y
puede ir a vivir con su novio. Puedo encontrar un mejor lugar que sea más
pequeño y pagar menos renta. Es un ganar-ganar para todos. —No puedo
pensar en mamá molestándose porque yo quiera hacer esto. ¿Por qué le
importaría? Estoy haciendo su vida más fácil.
—¿Qué pasa si no funciona con Larry el Perdedor? ¿Adónde irá
entonces?
—Owen. —Aprieto mi agarre en su rodilla—. Ella no es nuestra
responsabilidad. Es una adulta. Se hará cargo de sí misma.
Inclina su cabeza, oprimiendo sus labios. Luciendo más viejo y
cansado de lo que cualquier chico de catorce años debería. —Sólo estoy
preocupado por ella. Me preocupo por ti. Se supone que soy el hombre de
la casa.
Mi mandíbula cae. —¿Quién te dijo eso?
—Mamá. Hace algún tiempo. Dijo que tenía que cuidar de ustedes
dos y le prometí que siempre lo haría. No he hecho el mejor trabajo, pero
juro, que lo intento.
Mi corazón se rompe por este chico. Ha pasado por mucho para ser
tan joven. Ha visto demasiado. Agarrando sus hombros, le doy un abrazo
rápido, no aferrándome a él durante mucho tiempo porque sé que se
zafara de mi agarre de todos modos. —Nosotros cuidaremos el uno del
otro ¿De acuerdo? No depende todo de mí o de ti. Vamos a compartir la
carga.
—Te ayudaré con lo que sea que necesites, (TN) . Estoy de tu lado.
Lo prometo. —Se aferra otra vez a mí y lo mantengo cerca, disfrutando por
un poco más de tiempo. Lo amo tanto. No me gusta que esté en conflicto
entre mamá y yo.
—Ve a tomar una ducha —le digo, una vez que me levanto y
empiezo a salir de su habitación—. Y cuando llegues a casa hoy, quiero
que limpies esta habitación. Es un asco.
Su risa me sigue por el pasillo mientras me dirijo a la cocina. He
estado despierta por más de media hora, en la cama, mirando al techo.
Pensando en buscar un apartamento hoy, hablar con Owen sobre ello, tal
vez reunir el valor necesario para hablar con mamá acerca de ella
mudándose.
Haciendo el mayor esfuerzo para no pensar en Nick .
¿Qué demonios sucedió anoche, de todos modos? Nuestra lucha
había comenzado de la nada. He tratado de ser honesta con él y se puso
todo macho-con-cuántos-hombres-has-follado además mí. Yo lo
aceptaba por lo que era, defectos y todo, ¿Así que por qué él, no podía
aceptarme?
Me irritaba sólo de pensar en ello. Así que mejor no lo hago.
Un golpe suena en la puerta y frunzo el ceño. ¿Quién demonios está
aquí a las siete de la mañana? Voy pisando fuerte hasta la puerta, miro a
través de la mirilla, pero no veo nada. Abro la puerta y miro a la izquierda,
luego a la derecha. No hay nadie allí.
Entonces bajo la mirada y encuentro un buqué de flores silvestres
puestas en la delgada y desvanecida alfombra. El vaso está lleno de una
explosión de flores de colores, no puedo identificar ninguna de ellas más
allá de sus bonitos colores. Sé en un instante de parte de quien son.
Nick .
Agarrando el florero, lo sostengo en mi mano cuando salgo al
exterior, mi mirada fija mientras estudio el estacionamiento. Pero no veo su
camión. No veo ninguna indicación de que ha estado aquí excepto por
las flores en mi mano.
¿Cómo demonios llegó aquí y luego desapareció? Sé que es rápido
en el campo de futbol, pero vamos. ¿Dónde fue?
—¿Quién demonios estaba tocando…? Oh. Chico amante.
Me vuelvo para mirar a Owen sonriéndome, con una camiseta
manchada con algo desconocido y estoy segura que el logotipo de
alguna banda de mierda en la parte delantera, y unos negros y
descoloridos jeans ajustados. Ambos caminamos de nuevo al
apartamento. —¿Eso es lo que estás usando para ir a la escuela?
Baja la mirada hacia sí mismo. —No voy al baile de graduación.
Dame un respiro. Oye, ¿Tienes cigarros?
—¡Owen! Prométeme que no estás fumando. —La mirada culpable
en su rostro lo dice todo. Si las flores no fueran tan hermosas, le arrojaría el
florero, estoy tan furiosa—. Eres muy joven para fumar. Es un horrible y
asqueroso hábito.
—Tú lo haces.
—No todo el tiempo. Casi lo he dejado. —Sí, eso suena tan poco
convincente como el infierno.
—Sólo fumo de vez en cuando —se queja Owen—. Me calma los
nervios.
—Es una respuesta tan de mierda. Estoy segura de que si cavo en tu
habitación ahora mismo, encontraría algo de hierba también. ¿Tengo
razón? —Levanto una ceja, sólo desafiándolo a negarlo.
Sus ojos se abren lo más mínimo justo antes de que se pongan puros
en indiferencia y desafío. —Oh, ¿a quién le importa? Actúas como si
siempre hubieses estado en el buen camino. Apuesto a que has fumado
algunas pipas de marihuana en tu vida.
No realmente. Las drogas no hacen mucho para mí. Fume un porro
aquí y allá a través de la escuela secundaria, pero nada importante. Los
cigarrillos eran mi mayor vicio. Las fiestas de barriles lo eran, también. Me
hacían hacer cosas estúpidas. Después de un tiempo, ese fue el por qué
las evitaba. —Yo tengo veinte, tu catorce. Hay una diferencia en lo que yo
estoy haciendo y lo que tú estás haciendo.
—Eso es basura —murmura Owen mientras se aleja de mí, en
dirección al sofá donde su sudadera está arrojada sobre el respaldo—.
Estoy fuera de aquí.
Pongo el florero sobre la mesa de la cocina, mi placer al recibir las
flores se ha evaporado cuando me doy cuenta que no sólo me he metido
en una gran pelea con mi hermano, sino que hice lo mismo con Nick
anoche.
¿Quién era la de los problemas, hmmm?
—Owen, mira. Lo siento. —Se detiene en la puerta, como si estuviera
esperando que me explique más—. Sólo odio verte cometiendo un montón
de errores estúpidos como los que yo hice. Me gustaría que pudieras
aprender de mí.
—Voy a hacer lo que hago no importa qué, (TN) . Desearía que
pudieras ver eso. —Se vuelve hacia mí, luciendo como un vagabundo en
su sudadera negra desvanecida entre rayas de manchas de lejía. ¿Quién
demonios le lava la ropa? Oh, cierto, él lo hace—. No soy un chico malo.
Obtengo notas decentes. Sólo falto a clases a veces. Y tengo buenos
amigos. Así que fumo aquí y allá. Así que me drogo y olvido mis problemas
por un rato. ¿Es tan malo eso?
Sí, quiero gritarle. Quiero que seas perfecto y que te comportes bien
y nunca me des problemas. No quiero verte consumiendo drogas o
fumando o tomando o tonteando con chicas. Quiero que tengas ocho
años por siempre.
—¿Tal vez podríamos hablar más tarde? —sugiero—. Debería estar
aquí cuando llegues de la escuela.
—¿De qué más hay que hablar? Ya has tomado una decisión. Nos
estamos mudando sin mamá, odias que fume y piensas que estoy jodido.
Lo que sea. —Deja el apartamento sin decir más, azotando la puerta
detrás de él, y me quedo allí de pie, tan conmocionada que mi boca está
abierta.
Mierda. He metido la pata por todo el lugar. ¿Por qué estoy tan
confrontativa últimamente? ¿Cuál es mi maldito problema?
Arrepentimiento se asienta sobre mí en gran medida cuando me
siento en el taburete chirriante. Buena manera de arruinar una
conversación. Está claro que soy la de la mala actitud. Sigo buscando
pelea con mis personas favoritas. No es el movimiento más inteligente que
he hecho, eso es seguro.
Paso mi dedo por uno de los suaves pétalos de las flores. Es un
brillante y soleado amarillo, todo lo contrario de mi sombrío estado.
Mírame. Un hombre me deja flores en la puerta de mi casa y estoy
toda desanimada. Debería ser la que pidiera disculpas y él es el que está
haciendo grandes gestos. Ningún chico me había traído flores nunca.
Nunca.
Mi mirada alcanza a ver un pequeño sobre color crema, ubicado
entre las flores y lo arrebato, abriendo el sobre con dedos temblorosos.
(_TN) es…
Fiel
Asombrosa
Bella
Amorosa
Exquisita
Lo siento. —Nick
Un suspiro melancólico lleno de nostalgia se me escapa. Creo que
está tratando de quebrarme lentamente para ser el único que pueda
juntarme de nuevo. Sus palabras me matan. Me matan violentamente.
Y me llenan de tanta esperanza que no sé cómo he podido dudar
de él.
(Nick)
Mi cabeza está palpitando cuando me despierto, confundido.
Estuve despierto sin poder dormir en la cama toda la noche, repitiendo mi
conversación con (_TN) . No es posible determinar exactamente donde
todo salió mal, pero ya que soy una metedura de pata de clase mundial,
tuvo que ser mi culpa.
Finalmente desistí de fingir dormir y salí de la cama, me puse algo de
ropa y me fui a un supermercado local. Encontré un hermoso arreglo de
flores silvestres y lo compré sin pensarlo dos veces. Sí, tal vez debí comprarle
algunas rosas ya que son dos veces más caras y supuestamente son más
románticas, pero no me parece el estilo de (_TN) .
La nota se me hizo un poco más difícil. Quería hacerlo bien. De
ninguna manera puedo usar la palabra ―malvavisco‖. Me habría matado.
Me gustaría verla utilizarla en mí otra vez. La única vez que lo hizo, casi lo
arruiné y no me presenté.
Pero si alguna vez usara nuestro código de nuevo, me encantaría ver
a ese momento de dulce sorpresa invadirla cuando vaya a rescatarla tan
rápido, que su cabeza gire.
En su lugar, le escribo un pequeño poema con su nombre. Al igual
que hice para mi tatuaje, aunque éste es más sencillo. Más dulce. Todo
sobre ella.
Una vez que llegué a casa, caí rendido. Me desperté horas más
tarde con la sensación de resaca, la brillante luz del sol mortal en mi
habitación. Se siente como si ha pasado medio día y cuando reviso mi
teléfono, veo que casi lo es.
También veo que tengo un montón de mensajes de texto de una
cierta persona.
Nick es...
Delicioso
Real
Extra sexy y...
Maravilloso
Mi corazón amenaza con resquebrajarse. Me escribió un poema de
vuelta. ¡No puedo creerlo!
¿Entonces recibiste las flores? Le respondo.
Responde inmediatamente.
Me encantan las flores. Gracias.
Una sonrisa se forma en mis labios mientras le respondo.
De nada. ¿Te gustó la nota?
Me encantó aún más la nota. Creo que tienes un lado romántico.
Mi sonrisa crece.
Sólo para ti.
No responde y me pregunto si de alguna manera lo arruiné.
Entonces me enojo conmigo mismo por pensar que siempre la cago.
¿Qué estás haciendo? Finalmente, me textea de vuelta.
Todavía estoy en la cama. Hago una pausa. ¿Debo decir lo que
realmente quiero decir? Oh, a la mierda.
Pensando en ti.
Envió el texto, lo que aumenta mi ritmo cardíaco. Espero que me
haya perdonado. Me muero por verla.
¿Estás desnudo, Nick ? Porque totalmente podría apuntarme con
esa imagen.
Me echo a reír con su mensaje y le respondo rápidamente de vuelta.
¿Me quieres desnudo? Eso se puede arreglar.
Estoy sólo en pantalones para correr, ni siquiera usando ropa interior.
Que esté pensando en esto casi me dan ganas de reír.
También me hace querer sugerirle que disfrutemos de algo de sexo
telefónico/sextear de lo cual hablamos hace unas noches, lo que me deja
estupefacto.
Pero con (_TN) , estoy dispuesto a hacer casi cualquier cosa.
Sólo si estoy desnuda contigo.
Unas palabras escritas en una pantalla y estoy duro como el acero.
Maldita sea, esta chica.
Mi timbre suena y me inmovilizo completamente. ¿Quién demonios
es? Me dirijo hacia la puerta y la abro, lo que hace que una descarga me
Wonderful
congelé cuando encuentro a (_TN) de pie en mi puerta, su celular en la
mano. Una sonrisa malvada curva sus labios y dejo mi mirada vagar sobre
ella.
Lleva pantalones cortos de algodón de color rosa brillante y una
camiseta de manga larga negra que se aferra a sus pechos y los hace
parecer enormes. Su cabello está recogido en una larga trenza, salvajes
hebras rubias rozan sus mejillas. Su cara está desprovista de maquillaje con
la excepción de un poco de brillo en sus labios, haciéndolos
extraordinariamente brillantes. Extra Besables.
Mi chica es una preciosidad. Esos pantalones cortos deberían estar
prohibidos. Son como un arma letal. Juro que si me mantengo mirando sus
piernas voy a necesitar refrescarme por ver algo tan caliente.
—Sigo recibiendo estos mensajes locos de un tipo. —Sostiene su
teléfono hacia arriba. Veo el último mensaje que le envié en la pantalla,
junto con su correspondiente respuesta. Ella es tan culpable—. Dice que
quiere desnudarse conmigo.
Me apoyo contra la puerta. Si quiere jugar a este juego, está bien.
Estoy dentro. Podría hacer las cosas más interesantes. —Hmm, raro. ¿Por
qué iba alguien querer desnudarse contigo?
Apoya sus manos en sus caderas. —No lo sé. Parece que ya estás
casi desnudo.
Al mirarme hacia abajo, rasco mi pecho desnudo. Puedo sentir sus
ojos sobre mí y levanto la vista, viendo como descaradamente me
comprueba. Al igual que yo descaradamente lo hice hace unos
momentos. —¿Supongo que has aceptado mis disculpas?
Su expresión cambia en un instante. Esos ojos verdes se opacan y su
boca se suaviza. —Soy la que debería disculparme. Me siento como que
he estado provocando peleas por todas partes.
Agarro su mano y la jalo dentro, cerrando la puerta detrás de ella.
Sin darle tiempo para pensar, y mucho menos escapar, la inmovilizo contra
la puerta y la sostengo con mi cuerpo, mis manos en su cintura. Su piel está
caliente, puedo sentir su calor a través de la delgada barrera de su camisa
y la deseo.
Debajo de mí, sobre mí, conmigo. Siempre.
—¿Con quién más has peleado? —Deslizo mis dedos bajo el
dobladillo de su camisa para que pueda tocar su suave y flexible carne.
—Mi hermano. —Un suspiro tembloroso se le escapa—. Siento haber
discutido anoche, Nick .
Me encanta la forma en que siempre va directo al grano. No hay
persistentes malentendidos o resentimientos. Nosotros discutimos, nos
desafiamos el uno al otro, nos disculpamos, seguimos adelante.
—También lo siento. —Me inclino más a ella e inhalo el sutil aroma de
su champú. Huele tan bien. Todo en su persona huele increíble. Se siente
cálida y fragante y suave en mis brazos, sus pechos acurrucados contra mi
pecho desnudo, sus brazos yendo libremente alrededor de mi cintura—.
¿Quieres tener sexo de reconciliación?
Se ríe tontamente, y no creo que jamás haya oído esa risita a (_TN) ,
justo antes de poner besos a lo largo de su esbelto cuello. Las risas se
convierten al instante en un gemido y desliza sus manos por mi espalda, sus
uñas rozando mi piel. —Me encantaría tener sexo de reconciliación.
Antes de que pueda decir nada más levanto mi cabeza, colocando
mi boca sobre la suya. Tengo hambre de sus dulces labios, su lengua. La
devoro, manteniéndola en el lugar, mientras ahueco su cabeza con mis
manos, mis dedos se enredan en su cabello, arruinando su trenza. Gime
contra mi boca, sus manos moviéndose por debajo de la cintura floja de
mis pantalones de correr, y oigo su murmullo de placer cuando descubre
que no tengo ropa interior.
—Eres tan malo —susurra, su lengua sale para lamer mi labio inferior
mientras empuja mis pantalones abajo para que caigan alrededor de los
tobillos. Me los quito, los saco del camino, mi lengua haciendo una
búsqueda lenta del interior de su boca.
Nadie que me conozca me consideraría un chico malo. Dejé esa
imagen a otros chicos, siempre feliz de estar en mi lugar de chico bueno.
Las chicas prefieren a los chicos malos, así que fui por el buen camino.
Además, no me gustaba ser malo. Estar lleno de secreta vergüenza
le hace eso a una persona.
(_TN) me hace querer ser malo para ella, sólo para oírle decir eso. Su
tono complacido es inconfundible. Creo que le gusta corromperme.
Con mi boca nunca dejando la suya, agarro su culo y la alzo.
Entrelaza sus piernas alrededor de mis caderas, aferrándose a mí, su calor
enciende mi polla a través de la delgada tela de sus pantalones cortos.
Frenéticamente tiro de ellos, dejándola sobre sus pies sólo para poder
sacar sus pantalones cortos y ropa interior de encaje, ella me ayuda todo
el tiempo.
Arrepentimiento destella a través de mí cuando veo el delicado roce
de la tela caída al suelo. Tendría que detenerme en aquellas bragas de
encaje la próxima vez. Estoy demasiado impaciente, demasiado absorto
en el momento para tomar las cosas con calma. Necesitaba estar dentro
de ella. Ahora.
—Nick —jadea mi nombre contra mis labios mientras la levanto de
nuevo, esas piernas atractivas van alrededor de mis caderas, sus tobillos
clavándose en mi culo—. Quiero sentirte.
—¿Me estás sintiendo en este momento, bebé? —Oh infierno sí, me
siente, y la siento. Está tan resbaladiza y caliente, la punta de mi polla se
empuja contra sus pliegues y todo lo que quiero hacer es sumergirme en su
interior. Joderla hasta que no pueda ver bien y venirme tan fuerte que no
pueda pensar.
—Quiero decir... oh Dios mío, no puedo pensar cuando haces eso —
susurra con voz temblorosa cuando empujo contra ella, sutil y lento—. Estoy
tomando la píldora, Nick .
—Eso es genial. —Sí, ningún bebé para nosotros. Apenas podemos
tratar con el otro como para poner a un niño en la mezcla.
Tira de mi cabello, lo que consigue mi atención. —Quiero decir, te
quiero dentro de mí, sin barreras. Sin condón.
La miro fijamente a los ojos, mis respiraciones vienen con jadeos
irregulares, mi piel brilla por el sudor. Y ni siquiera he estado en su interior.
Estoy tan nervioso, tan dispuesto a hacer lo que me pide que haga, no me
importa reconsiderar su sugerencia. Estoy completamente de acuerdo.
—Eso suena como un buen plan —le digo mientras me deslizo dentro
de ella—. Oh, joder. —Cerrando mis ojos apoyo mi frente contra la suya,
oigo el golpe seco de la parte posterior de su cabeza haciendo contacto
con la puerta. Pero no parece herida. Más que todo abrumada con la
sensación, al igual que yo.
Sin el condón, su calor, cómodo y húmedo, es todo un millón de
veces más intenso. Podría
sacudirme en su contra una vez y
probablemente venirme como un volcán.
En lugar de eso tomo una respiración profunda y me quedo
completamente quieto. Es tan fuerte, tan caliente y se mueve contra mí,
haciéndome gemir y aprieto sus caderas con fuerza para evitar que haga
cualquier movimiento.
—¿Q-qué pasa? —Suena confundida.
Abro los ojos para ver su preocupada mirada. —Si continúas
moviéndote así, estoy acabado.
—¿Moviéndome cómo?
—Sólo... moviéndote. —Lo hace una vez más, un empuje sutil de sus
caderas, sus piernas apretando mí alrededor, enviándome más profundo, y
gimo de nuevo, alejándome de ella para que pueda presionarla contra la
puerta—. No puedo soportarlo.
—¿Por qué? —Pasa sus manos por mi cabello, sus uñas arañando
ligeramente a lo largo de mi cuero cabelludo, y me estremezco.
—Voy a venirme tan rápido, me avergonzaré.
Se desliza lentamente hacia arriba y abajo, montándome lo mejor
que puede. —Quiero que te vengas rápido. Quiero verte perder el control.
Me parece... —Pone su boca en mi oreja y lanza un suspiro tembloroso—...
extra sexy.
Sonrío a pesar de mi agonía y levanto la cabeza para mirarla. Me
está citando su poema y la amo por eso. —Sólo hemos empezado. ¿Qué
hay de ti?
—Vente para mí, Nick . —Está moviéndose contra mí, y me estoy
moviendo de regreso como si no tuviera control de mí mismo—. Hay un
montón de tiempo para que hagamos esto de nuevo esta tarde, ¿no?
—Correcto —concuerdo, porque en este momento, estoy de
acuerdo con casi todo, se siente tan jodidamente increíble envuelta
alrededor de mí, su top y el sujetador sigue puesto, la mitad inferior de su
cuerpo totalmente desnudo.
Corrigiendo mi descuido, saco su camisa, dejando al descubierto su
sujetador de encaje blanco que ofrece una visión de sus duros pezones
rosados, y gimo. Voy a perderlo. Paso los dedos por el borde de su
sujetador, siento el bajo temblor de su suave y cremosa piel por mi tacto.
—Te amo, Nick —susurra. La miro, fascinado por la expresión de su
cara. Sus ojos están cerrados, muerde su labio inferior mientras continúo
tocándola, mientras sigue montándome, y estoy total y completamente
abrumado.
—Yo también te amo —murmuro contra sus labios hinchados justo
antes de besarla, metiendo mi lengua en su boca al igual que me
introduzco profundamente en el interior de su cuerpo. Continuamente, una
y otra vez, tratando de transmitir todos los sentimientos, el amor y la
necesidad y el deseo que tengo de ella.
Su grito me dice que está más cerca de lo que pensaba y aumento
mi ritmo, derramándome en su interior en cuestión de segundos. Se viene
también, sujetando mi apretada polla mientras se estremece a mí
alrededor, y abro los ojos. La veo desmoronarse, embriagado por el rubor
de su piel, los pequeños sonidos de angustia que hace, la forma en que se
siente, la forma en que huele.
Acercándola más, paso los dedos por su cabello desordenado,
tocarla calma mi acelerado corazón. Es mi todo y juro en este mismo
momento, nunca dejarla ir.
_______________________________________________________________
chicas aqui les deje cap espero q les alla gustado
nos estaremos leyendo vale ;)
Si tuviera una flor por cada vez que pienso en ti, podría caminar por
siempre en mi jardín
Alfred Tennyson
(_TN)
Despierta. —Arranco las sabanas de Owen y él trata de
agarrarlas, rodando sobre su espalda con un agónico
gemido.
—Mierda, (TN) , ¿qué estás haciendo aquí? ¿Y por qué me estás
despertando como una especie de sargento?
—Ja, si yo fuera un sargento tendría un silbato chirriando en tu oído y
te estaría ordenando que corrieras algunas malditas vueltas. —Le doy un
golpecito en la pierna con mi dedo índice y el pulgar, dejando caer el
cobertor en su espalda en una pila—. Vas a llegar tarde a la escuela.
Abre sus ojos de repente y mira el reloj de su desvencijada mesilla de
noche. —Ni siquiera son las siete aún. ¿Por qué demonios estás despierta?
¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que habías pasado la noche con tu
nuevo amante de nuevo.
Sí, bueno, eso pensaba yo también. Incluso había contemplado
pedirle a Nick que se quedara conmigo para que yo pudiera estar aquí
para Owen anoche. Pero esa pequeña discusión llegó a arruinar todos
esos planes.
—Quería quedarme en casa y hablar contigo. —Me siento en el
borde de la cama, mirando alrededor de su habitación. Es un desastre, no
es que la mía sea mucho mejor, pero al menos no tenía calcetines
malolientes por todo el lugar y una montaña de ropa sucia en el medio de
su habitación que juro me llegaba a la cintura—. Necesitas pulir esta
habitación y pronto.
—¿Mi hermana mayor acaba de usar la palabra ―pulir‖? Creo que lo
he escuchado todo. —Se sienta y frota la parte posterior de la cabeza—.
No puedo creer que hayas dejado a tu nuevo hombre por mí. Debes
querer hablar de alguna mierda seria.
—¿Por qué debes seguir utilizando ese lenguaje tan grosero? —
Sonaba como una mamá. Debería estar acostumbrada a sus continuas
maldiciones. Y realmente, no tenía espacio para juzgar. He tenido una
boca sucia durante años. Fue mi primer acto de rebeldía contra mi madre
y nunca se aflojó.
—Dame un respiro. Tú maldices como marinero. —Ahoga un bostezo
y se rasca el pecho desnudo—. ¿De qué quieres hablar?
—He estado pensando. —Arranco un hilo suelto en su gastado
edredón. Realmente me gustaría tener más dinero para poder comprar
mejores cosas para los dos—. Quiero conseguir un apartamento diferente.
Se queda un momento en silencio y lo miro, miro la incredulidad y la
sorpresa escrita por toda su cara. —¿Quieres mudarte? ¿Y dejarme solo
con mamá?
—No. —Sacudo mi cabeza—. No, no, no. Nunca haría eso. Quiero
que nosotros dejemos a mamá. Quiero que nosotros dos vivamos juntos. —
Cuando no dice una palabra, continúo—: Ella nunca está aquí. Siempre
está con su nuevo novio y ya no tiene un trabajo así que no puede pagar
la renta. Yo estoy pagando por todo y créeme, es difícil. No hago
toneladas de dinero. Trabajo solamente por jodido medio tiempo aunque
mi nuevo jefe está dispuesto a darme más horas.
—Eso es genial.
—Lo es, pero aún tenemos mucho apartamento aquí. Apuesto a que
podría conseguir un apartamento de dos habitaciones en un mejor
vecindario por mucho menos dinero. ¿Qué piensas? ¿Quieres hacerlo?
—Iré a donde sea que tú vayas. —Pero puedo escuchar la
vacilación en su voz.
—¿Pero qué?
—Pero… sólo tengo catorce. ¿No hay legalidad o lo que sea en ese
tipo de cosas? ¿Cómo que mi mamá tendrá que hacerte mi tutora o algo
así si me voy a vivir contigo?
—¿Por qué lo necesitaría? No vamos a pretender que nos quiere por
aquí tanto. No le importará si te vas a vivir conmigo.
—Podría importarle. —Deja caer su cabeza, agrupando el edredón
en su regazo.
Mierda. Quiere creer que mamá realmente se preocupa por él.
Después de todo, es sólo un niño. Nadie quiere hacer frente a la
constatación de que su madre no da algo por ellos. A mí aún no me gusta
hacerle frente a eso. Pero me he puesto un muro contra el dolor y me digo
que no importa. No la necesito.
—Owen. —Agarro su rodilla y levanta la vista, su mirada reuniéndose
con la mía. Los dos tenemos los mismos ojos de mamá, aunque siempre he
pensado que los de él son más bonitos. Tenía las más gruesas y oscuras
pestañas que he visto en mi vida, y ni siquiera sé de dónde las sacó
considerando que su cabello era de un rubio oscuro. Las chicas se
volverán locas por esos ojos algún día, si no es que ya lo están. Mi hermano
es apuesto. Engreído y lleno de actitud. Siento lástima por cualquier chica
que se enamore de él—. Te quiero conmigo. No quiero hacer esto sola.
—¿Qué pasa con Nick Jonas ? ¿No querrías mudarte con él? ¿No
es rico?
Hago una mueca. —No tengo una idea de lo que pasa con Nick .
¿Pero tú y yo? Somos sangre. Somos familia. No voy a dejarte. Somos todo
lo que el otro tiene.
—¿Qué va a hacer mamá? ¿Crees que se enojará?
—Lo dudo. De esta manera no tiene que preocuparse por nosotros y
puede ir a vivir con su novio. Puedo encontrar un mejor lugar que sea más
pequeño y pagar menos renta. Es un ganar-ganar para todos. —No puedo
pensar en mamá molestándose porque yo quiera hacer esto. ¿Por qué le
importaría? Estoy haciendo su vida más fácil.
—¿Qué pasa si no funciona con Larry el Perdedor? ¿Adónde irá
entonces?
—Owen. —Aprieto mi agarre en su rodilla—. Ella no es nuestra
responsabilidad. Es una adulta. Se hará cargo de sí misma.
Inclina su cabeza, oprimiendo sus labios. Luciendo más viejo y
cansado de lo que cualquier chico de catorce años debería. —Sólo estoy
preocupado por ella. Me preocupo por ti. Se supone que soy el hombre de
la casa.
Mi mandíbula cae. —¿Quién te dijo eso?
—Mamá. Hace algún tiempo. Dijo que tenía que cuidar de ustedes
dos y le prometí que siempre lo haría. No he hecho el mejor trabajo, pero
juro, que lo intento.
Mi corazón se rompe por este chico. Ha pasado por mucho para ser
tan joven. Ha visto demasiado. Agarrando sus hombros, le doy un abrazo
rápido, no aferrándome a él durante mucho tiempo porque sé que se
zafara de mi agarre de todos modos. —Nosotros cuidaremos el uno del
otro ¿De acuerdo? No depende todo de mí o de ti. Vamos a compartir la
carga.
—Te ayudaré con lo que sea que necesites, (TN) . Estoy de tu lado.
Lo prometo. —Se aferra otra vez a mí y lo mantengo cerca, disfrutando por
un poco más de tiempo. Lo amo tanto. No me gusta que esté en conflicto
entre mamá y yo.
—Ve a tomar una ducha —le digo, una vez que me levanto y
empiezo a salir de su habitación—. Y cuando llegues a casa hoy, quiero
que limpies esta habitación. Es un asco.
Su risa me sigue por el pasillo mientras me dirijo a la cocina. He
estado despierta por más de media hora, en la cama, mirando al techo.
Pensando en buscar un apartamento hoy, hablar con Owen sobre ello, tal
vez reunir el valor necesario para hablar con mamá acerca de ella
mudándose.
Haciendo el mayor esfuerzo para no pensar en Nick .
¿Qué demonios sucedió anoche, de todos modos? Nuestra lucha
había comenzado de la nada. He tratado de ser honesta con él y se puso
todo macho-con-cuántos-hombres-has-follado además mí. Yo lo
aceptaba por lo que era, defectos y todo, ¿Así que por qué él, no podía
aceptarme?
Me irritaba sólo de pensar en ello. Así que mejor no lo hago.
Un golpe suena en la puerta y frunzo el ceño. ¿Quién demonios está
aquí a las siete de la mañana? Voy pisando fuerte hasta la puerta, miro a
través de la mirilla, pero no veo nada. Abro la puerta y miro a la izquierda,
luego a la derecha. No hay nadie allí.
Entonces bajo la mirada y encuentro un buqué de flores silvestres
puestas en la delgada y desvanecida alfombra. El vaso está lleno de una
explosión de flores de colores, no puedo identificar ninguna de ellas más
allá de sus bonitos colores. Sé en un instante de parte de quien son.
Nick .
Agarrando el florero, lo sostengo en mi mano cuando salgo al
exterior, mi mirada fija mientras estudio el estacionamiento. Pero no veo su
camión. No veo ninguna indicación de que ha estado aquí excepto por
las flores en mi mano.
¿Cómo demonios llegó aquí y luego desapareció? Sé que es rápido
en el campo de futbol, pero vamos. ¿Dónde fue?
—¿Quién demonios estaba tocando…? Oh. Chico amante.
Me vuelvo para mirar a Owen sonriéndome, con una camiseta
manchada con algo desconocido y estoy segura que el logotipo de
alguna banda de mierda en la parte delantera, y unos negros y
descoloridos jeans ajustados. Ambos caminamos de nuevo al
apartamento. —¿Eso es lo que estás usando para ir a la escuela?
Baja la mirada hacia sí mismo. —No voy al baile de graduación.
Dame un respiro. Oye, ¿Tienes cigarros?
—¡Owen! Prométeme que no estás fumando. —La mirada culpable
en su rostro lo dice todo. Si las flores no fueran tan hermosas, le arrojaría el
florero, estoy tan furiosa—. Eres muy joven para fumar. Es un horrible y
asqueroso hábito.
—Tú lo haces.
—No todo el tiempo. Casi lo he dejado. —Sí, eso suena tan poco
convincente como el infierno.
—Sólo fumo de vez en cuando —se queja Owen—. Me calma los
nervios.
—Es una respuesta tan de mierda. Estoy segura de que si cavo en tu
habitación ahora mismo, encontraría algo de hierba también. ¿Tengo
razón? —Levanto una ceja, sólo desafiándolo a negarlo.
Sus ojos se abren lo más mínimo justo antes de que se pongan puros
en indiferencia y desafío. —Oh, ¿a quién le importa? Actúas como si
siempre hubieses estado en el buen camino. Apuesto a que has fumado
algunas pipas de marihuana en tu vida.
No realmente. Las drogas no hacen mucho para mí. Fume un porro
aquí y allá a través de la escuela secundaria, pero nada importante. Los
cigarrillos eran mi mayor vicio. Las fiestas de barriles lo eran, también. Me
hacían hacer cosas estúpidas. Después de un tiempo, ese fue el por qué
las evitaba. —Yo tengo veinte, tu catorce. Hay una diferencia en lo que yo
estoy haciendo y lo que tú estás haciendo.
—Eso es basura —murmura Owen mientras se aleja de mí, en
dirección al sofá donde su sudadera está arrojada sobre el respaldo—.
Estoy fuera de aquí.
Pongo el florero sobre la mesa de la cocina, mi placer al recibir las
flores se ha evaporado cuando me doy cuenta que no sólo me he metido
en una gran pelea con mi hermano, sino que hice lo mismo con Nick
anoche.
¿Quién era la de los problemas, hmmm?
—Owen, mira. Lo siento. —Se detiene en la puerta, como si estuviera
esperando que me explique más—. Sólo odio verte cometiendo un montón
de errores estúpidos como los que yo hice. Me gustaría que pudieras
aprender de mí.
—Voy a hacer lo que hago no importa qué, (TN) . Desearía que
pudieras ver eso. —Se vuelve hacia mí, luciendo como un vagabundo en
su sudadera negra desvanecida entre rayas de manchas de lejía. ¿Quién
demonios le lava la ropa? Oh, cierto, él lo hace—. No soy un chico malo.
Obtengo notas decentes. Sólo falto a clases a veces. Y tengo buenos
amigos. Así que fumo aquí y allá. Así que me drogo y olvido mis problemas
por un rato. ¿Es tan malo eso?
Sí, quiero gritarle. Quiero que seas perfecto y que te comportes bien
y nunca me des problemas. No quiero verte consumiendo drogas o
fumando o tomando o tonteando con chicas. Quiero que tengas ocho
años por siempre.
—¿Tal vez podríamos hablar más tarde? —sugiero—. Debería estar
aquí cuando llegues de la escuela.
—¿De qué más hay que hablar? Ya has tomado una decisión. Nos
estamos mudando sin mamá, odias que fume y piensas que estoy jodido.
Lo que sea. —Deja el apartamento sin decir más, azotando la puerta
detrás de él, y me quedo allí de pie, tan conmocionada que mi boca está
abierta.
Mierda. He metido la pata por todo el lugar. ¿Por qué estoy tan
confrontativa últimamente? ¿Cuál es mi maldito problema?
Arrepentimiento se asienta sobre mí en gran medida cuando me
siento en el taburete chirriante. Buena manera de arruinar una
conversación. Está claro que soy la de la mala actitud. Sigo buscando
pelea con mis personas favoritas. No es el movimiento más inteligente que
he hecho, eso es seguro.
Paso mi dedo por uno de los suaves pétalos de las flores. Es un
brillante y soleado amarillo, todo lo contrario de mi sombrío estado.
Mírame. Un hombre me deja flores en la puerta de mi casa y estoy
toda desanimada. Debería ser la que pidiera disculpas y él es el que está
haciendo grandes gestos. Ningún chico me había traído flores nunca.
Nunca.
Mi mirada alcanza a ver un pequeño sobre color crema, ubicado
entre las flores y lo arrebato, abriendo el sobre con dedos temblorosos.
(_TN) es…
Fiel
Asombrosa
Bella
Amorosa
Exquisita
Lo siento. —Nick
Un suspiro melancólico lleno de nostalgia se me escapa. Creo que
está tratando de quebrarme lentamente para ser el único que pueda
juntarme de nuevo. Sus palabras me matan. Me matan violentamente.
Y me llenan de tanta esperanza que no sé cómo he podido dudar
de él.
(Nick)
Mi cabeza está palpitando cuando me despierto, confundido.
Estuve despierto sin poder dormir en la cama toda la noche, repitiendo mi
conversación con (_TN) . No es posible determinar exactamente donde
todo salió mal, pero ya que soy una metedura de pata de clase mundial,
tuvo que ser mi culpa.
Finalmente desistí de fingir dormir y salí de la cama, me puse algo de
ropa y me fui a un supermercado local. Encontré un hermoso arreglo de
flores silvestres y lo compré sin pensarlo dos veces. Sí, tal vez debí comprarle
algunas rosas ya que son dos veces más caras y supuestamente son más
románticas, pero no me parece el estilo de (_TN) .
La nota se me hizo un poco más difícil. Quería hacerlo bien. De
ninguna manera puedo usar la palabra ―malvavisco‖. Me habría matado.
Me gustaría verla utilizarla en mí otra vez. La única vez que lo hizo, casi lo
arruiné y no me presenté.
Pero si alguna vez usara nuestro código de nuevo, me encantaría ver
a ese momento de dulce sorpresa invadirla cuando vaya a rescatarla tan
rápido, que su cabeza gire.
En su lugar, le escribo un pequeño poema con su nombre. Al igual
que hice para mi tatuaje, aunque éste es más sencillo. Más dulce. Todo
sobre ella.
Una vez que llegué a casa, caí rendido. Me desperté horas más
tarde con la sensación de resaca, la brillante luz del sol mortal en mi
habitación. Se siente como si ha pasado medio día y cuando reviso mi
teléfono, veo que casi lo es.
También veo que tengo un montón de mensajes de texto de una
cierta persona.
Nick es...
Delicioso
Real
Extra sexy y...
Maravilloso
Mi corazón amenaza con resquebrajarse. Me escribió un poema de
vuelta. ¡No puedo creerlo!
¿Entonces recibiste las flores? Le respondo.
Responde inmediatamente.
Me encantan las flores. Gracias.
Una sonrisa se forma en mis labios mientras le respondo.
De nada. ¿Te gustó la nota?
Me encantó aún más la nota. Creo que tienes un lado romántico.
Mi sonrisa crece.
Sólo para ti.
No responde y me pregunto si de alguna manera lo arruiné.
Entonces me enojo conmigo mismo por pensar que siempre la cago.
¿Qué estás haciendo? Finalmente, me textea de vuelta.
Todavía estoy en la cama. Hago una pausa. ¿Debo decir lo que
realmente quiero decir? Oh, a la mierda.
Pensando en ti.
Envió el texto, lo que aumenta mi ritmo cardíaco. Espero que me
haya perdonado. Me muero por verla.
¿Estás desnudo, Nick ? Porque totalmente podría apuntarme con
esa imagen.
Me echo a reír con su mensaje y le respondo rápidamente de vuelta.
¿Me quieres desnudo? Eso se puede arreglar.
Estoy sólo en pantalones para correr, ni siquiera usando ropa interior.
Que esté pensando en esto casi me dan ganas de reír.
También me hace querer sugerirle que disfrutemos de algo de sexo
telefónico/sextear de lo cual hablamos hace unas noches, lo que me deja
estupefacto.
Pero con (_TN) , estoy dispuesto a hacer casi cualquier cosa.
Sólo si estoy desnuda contigo.
Unas palabras escritas en una pantalla y estoy duro como el acero.
Maldita sea, esta chica.
Mi timbre suena y me inmovilizo completamente. ¿Quién demonios
es? Me dirijo hacia la puerta y la abro, lo que hace que una descarga me
Wonderful
congelé cuando encuentro a (_TN) de pie en mi puerta, su celular en la
mano. Una sonrisa malvada curva sus labios y dejo mi mirada vagar sobre
ella.
Lleva pantalones cortos de algodón de color rosa brillante y una
camiseta de manga larga negra que se aferra a sus pechos y los hace
parecer enormes. Su cabello está recogido en una larga trenza, salvajes
hebras rubias rozan sus mejillas. Su cara está desprovista de maquillaje con
la excepción de un poco de brillo en sus labios, haciéndolos
extraordinariamente brillantes. Extra Besables.
Mi chica es una preciosidad. Esos pantalones cortos deberían estar
prohibidos. Son como un arma letal. Juro que si me mantengo mirando sus
piernas voy a necesitar refrescarme por ver algo tan caliente.
—Sigo recibiendo estos mensajes locos de un tipo. —Sostiene su
teléfono hacia arriba. Veo el último mensaje que le envié en la pantalla,
junto con su correspondiente respuesta. Ella es tan culpable—. Dice que
quiere desnudarse conmigo.
Me apoyo contra la puerta. Si quiere jugar a este juego, está bien.
Estoy dentro. Podría hacer las cosas más interesantes. —Hmm, raro. ¿Por
qué iba alguien querer desnudarse contigo?
Apoya sus manos en sus caderas. —No lo sé. Parece que ya estás
casi desnudo.
Al mirarme hacia abajo, rasco mi pecho desnudo. Puedo sentir sus
ojos sobre mí y levanto la vista, viendo como descaradamente me
comprueba. Al igual que yo descaradamente lo hice hace unos
momentos. —¿Supongo que has aceptado mis disculpas?
Su expresión cambia en un instante. Esos ojos verdes se opacan y su
boca se suaviza. —Soy la que debería disculparme. Me siento como que
he estado provocando peleas por todas partes.
Agarro su mano y la jalo dentro, cerrando la puerta detrás de ella.
Sin darle tiempo para pensar, y mucho menos escapar, la inmovilizo contra
la puerta y la sostengo con mi cuerpo, mis manos en su cintura. Su piel está
caliente, puedo sentir su calor a través de la delgada barrera de su camisa
y la deseo.
Debajo de mí, sobre mí, conmigo. Siempre.
—¿Con quién más has peleado? —Deslizo mis dedos bajo el
dobladillo de su camisa para que pueda tocar su suave y flexible carne.
—Mi hermano. —Un suspiro tembloroso se le escapa—. Siento haber
discutido anoche, Nick .
Me encanta la forma en que siempre va directo al grano. No hay
persistentes malentendidos o resentimientos. Nosotros discutimos, nos
desafiamos el uno al otro, nos disculpamos, seguimos adelante.
—También lo siento. —Me inclino más a ella e inhalo el sutil aroma de
su champú. Huele tan bien. Todo en su persona huele increíble. Se siente
cálida y fragante y suave en mis brazos, sus pechos acurrucados contra mi
pecho desnudo, sus brazos yendo libremente alrededor de mi cintura—.
¿Quieres tener sexo de reconciliación?
Se ríe tontamente, y no creo que jamás haya oído esa risita a (_TN) ,
justo antes de poner besos a lo largo de su esbelto cuello. Las risas se
convierten al instante en un gemido y desliza sus manos por mi espalda, sus
uñas rozando mi piel. —Me encantaría tener sexo de reconciliación.
Antes de que pueda decir nada más levanto mi cabeza, colocando
mi boca sobre la suya. Tengo hambre de sus dulces labios, su lengua. La
devoro, manteniéndola en el lugar, mientras ahueco su cabeza con mis
manos, mis dedos se enredan en su cabello, arruinando su trenza. Gime
contra mi boca, sus manos moviéndose por debajo de la cintura floja de
mis pantalones de correr, y oigo su murmullo de placer cuando descubre
que no tengo ropa interior.
—Eres tan malo —susurra, su lengua sale para lamer mi labio inferior
mientras empuja mis pantalones abajo para que caigan alrededor de los
tobillos. Me los quito, los saco del camino, mi lengua haciendo una
búsqueda lenta del interior de su boca.
Nadie que me conozca me consideraría un chico malo. Dejé esa
imagen a otros chicos, siempre feliz de estar en mi lugar de chico bueno.
Las chicas prefieren a los chicos malos, así que fui por el buen camino.
Además, no me gustaba ser malo. Estar lleno de secreta vergüenza
le hace eso a una persona.
(_TN) me hace querer ser malo para ella, sólo para oírle decir eso. Su
tono complacido es inconfundible. Creo que le gusta corromperme.
Con mi boca nunca dejando la suya, agarro su culo y la alzo.
Entrelaza sus piernas alrededor de mis caderas, aferrándose a mí, su calor
enciende mi polla a través de la delgada tela de sus pantalones cortos.
Frenéticamente tiro de ellos, dejándola sobre sus pies sólo para poder
sacar sus pantalones cortos y ropa interior de encaje, ella me ayuda todo
el tiempo.
Arrepentimiento destella a través de mí cuando veo el delicado roce
de la tela caída al suelo. Tendría que detenerme en aquellas bragas de
encaje la próxima vez. Estoy demasiado impaciente, demasiado absorto
en el momento para tomar las cosas con calma. Necesitaba estar dentro
de ella. Ahora.
—Nick —jadea mi nombre contra mis labios mientras la levanto de
nuevo, esas piernas atractivas van alrededor de mis caderas, sus tobillos
clavándose en mi culo—. Quiero sentirte.
—¿Me estás sintiendo en este momento, bebé? —Oh infierno sí, me
siente, y la siento. Está tan resbaladiza y caliente, la punta de mi polla se
empuja contra sus pliegues y todo lo que quiero hacer es sumergirme en su
interior. Joderla hasta que no pueda ver bien y venirme tan fuerte que no
pueda pensar.
—Quiero decir... oh Dios mío, no puedo pensar cuando haces eso —
susurra con voz temblorosa cuando empujo contra ella, sutil y lento—. Estoy
tomando la píldora, Nick .
—Eso es genial. —Sí, ningún bebé para nosotros. Apenas podemos
tratar con el otro como para poner a un niño en la mezcla.
Tira de mi cabello, lo que consigue mi atención. —Quiero decir, te
quiero dentro de mí, sin barreras. Sin condón.
La miro fijamente a los ojos, mis respiraciones vienen con jadeos
irregulares, mi piel brilla por el sudor. Y ni siquiera he estado en su interior.
Estoy tan nervioso, tan dispuesto a hacer lo que me pide que haga, no me
importa reconsiderar su sugerencia. Estoy completamente de acuerdo.
—Eso suena como un buen plan —le digo mientras me deslizo dentro
de ella—. Oh, joder. —Cerrando mis ojos apoyo mi frente contra la suya,
oigo el golpe seco de la parte posterior de su cabeza haciendo contacto
con la puerta. Pero no parece herida. Más que todo abrumada con la
sensación, al igual que yo.
Sin el condón, su calor, cómodo y húmedo, es todo un millón de
veces más intenso. Podría
sacudirme en su contra una vez y
probablemente venirme como un volcán.
En lugar de eso tomo una respiración profunda y me quedo
completamente quieto. Es tan fuerte, tan caliente y se mueve contra mí,
haciéndome gemir y aprieto sus caderas con fuerza para evitar que haga
cualquier movimiento.
—¿Q-qué pasa? —Suena confundida.
Abro los ojos para ver su preocupada mirada. —Si continúas
moviéndote así, estoy acabado.
—¿Moviéndome cómo?
—Sólo... moviéndote. —Lo hace una vez más, un empuje sutil de sus
caderas, sus piernas apretando mí alrededor, enviándome más profundo, y
gimo de nuevo, alejándome de ella para que pueda presionarla contra la
puerta—. No puedo soportarlo.
—¿Por qué? —Pasa sus manos por mi cabello, sus uñas arañando
ligeramente a lo largo de mi cuero cabelludo, y me estremezco.
—Voy a venirme tan rápido, me avergonzaré.
Se desliza lentamente hacia arriba y abajo, montándome lo mejor
que puede. —Quiero que te vengas rápido. Quiero verte perder el control.
Me parece... —Pone su boca en mi oreja y lanza un suspiro tembloroso—...
extra sexy.
Sonrío a pesar de mi agonía y levanto la cabeza para mirarla. Me
está citando su poema y la amo por eso. —Sólo hemos empezado. ¿Qué
hay de ti?
—Vente para mí, Nick . —Está moviéndose contra mí, y me estoy
moviendo de regreso como si no tuviera control de mí mismo—. Hay un
montón de tiempo para que hagamos esto de nuevo esta tarde, ¿no?
—Correcto —concuerdo, porque en este momento, estoy de
acuerdo con casi todo, se siente tan jodidamente increíble envuelta
alrededor de mí, su top y el sujetador sigue puesto, la mitad inferior de su
cuerpo totalmente desnudo.
Corrigiendo mi descuido, saco su camisa, dejando al descubierto su
sujetador de encaje blanco que ofrece una visión de sus duros pezones
rosados, y gimo. Voy a perderlo. Paso los dedos por el borde de su
sujetador, siento el bajo temblor de su suave y cremosa piel por mi tacto.
—Te amo, Nick —susurra. La miro, fascinado por la expresión de su
cara. Sus ojos están cerrados, muerde su labio inferior mientras continúo
tocándola, mientras sigue montándome, y estoy total y completamente
abrumado.
—Yo también te amo —murmuro contra sus labios hinchados justo
antes de besarla, metiendo mi lengua en su boca al igual que me
introduzco profundamente en el interior de su cuerpo. Continuamente, una
y otra vez, tratando de transmitir todos los sentimientos, el amor y la
necesidad y el deseo que tengo de ella.
Su grito me dice que está más cerca de lo que pensaba y aumento
mi ritmo, derramándome en su interior en cuestión de segundos. Se viene
también, sujetando mi apretada polla mientras se estremece a mí
alrededor, y abro los ojos. La veo desmoronarse, embriagado por el rubor
de su piel, los pequeños sonidos de angustia que hace, la forma en que se
siente, la forma en que huele.
Acercándola más, paso los dedos por su cabello desordenado,
tocarla calma mi acelerado corazón. Es mi todo y juro en este mismo
momento, nunca dejarla ir.
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chicas aqui les deje cap espero q les alla gustado
nos estaremos leyendo vale ;)
ElitzJb
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