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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
ah Nicholas deberas que no te entiendo?!
En vez de que la recuperes andas en esos lugares?
Siguela!!
En vez de que la recuperes andas en esos lugares?
Siguela!!
aranzhitha
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
CIELOOSS NICK!! CREO QUE METERAS LA PATA CUANDO ELLA LEA EL MENAJEEE!!!!!... Y SEPA DONDE TE ENCUENTRAS!!!!
chelis
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
Capitulo 6
Parte 2
1/3
No te rindas sólo porque las cosas son difíciles.
—(_TN) Maguire
(_TN)
Mi teléfono zumba en mi bolsillo justo cuando me estoy preparando
para marcar mi salida. Es tarde, el restaurante estuvo lleno hasta el último
minuto y mis pies están matándome.
Reviso mis mensajes y jadeo audiblemente a la única palabra que
parece llenar la pantalla, retándome a ignorarla.
Malvavisco
La ira surge dentro de mí. ¿Cómo se atreve a usar esa palabra?
¿Qué carajos quiere? ¿Necesita que lo rescate una vez más? No puedo
creer su atrevimiento.
Pero la preocupación se activa, y la ira disminuye. ¿Y si está en
problemas? Esta con esos imbéciles que no le agradan y probablemente
no debería confiar en ellos. ¿Y si le hicieron algo y esta desmayado a un
lado de la carretera, sangrando hasta la muerte?
Dios, mi cerebro-lleno-de-drama está trabajando horas extras esta
noche.
Furiosa por mi preocupación, escribo rápidamente en respuesta y
golpeo enviar antes de pensármelo dos veces.
¿Dónde diablos estas?
Responde en segundos.
Caza fortunas.
¡Ugh! ¿Me está pidiendo que lo rescate de un club de striptease?
Quiero matarlo.
No voy a conducir hasta allá. Ni siquiera tengo un auto.
Segundos después, responde nuevamente.
Dejé mi camioneta en el restaurante.
Ceñuda, estudio las palabras que acaba de enviarme. No puedo
hacer esto. No debería. Rescatándolo me da esperanza y debería sentirme
desesperanzada en cuanto a Nick se refiere. Él no vale toda la pena, ni el
drama.
¿O sí?
Pero no tengo la llave, escribo finalmente, sintiendo una especie de
felicidad. ¿Cómo puedo conducir su camioneta sin llave?
—¿Necesitas un aventón?
Levanto la mirada para encontrar a Colin frente de mí, su apuesta
cara llena de preocupación. Mi teléfono suena y leo el mensaje de Nick ,
una descripción detallada de la locación exacta de sus llaves escondidas
en la camioneta.
Tentándome más y más a ir a rescatarlo, sin importa cuán estúpida
sepa que es la idea.
—¿(_TN) ?
—Sí, um, gracias por el aventón, pero no lo necesito —Sonrío,
comprendiendo que necesito que Colin se vaya antes de ir a rescatar a
Nick , no quiero que me vea irme en la camioneta de Nick .
No que se entere que es la camioneta de Nick , pero él es muy listo.
Puede sumar dos más dos y sacar su conclusión con facilidad.
—¿Estás segura? —Llega y me toca, sus dedos se posan en mi brazo,
y no reacciono. Quizá lo hubiera hecho ayer. Diablos quizá hace cuatro
horas, antes de que Nick entrara de nuevo en mi vida tan fácilmente,
pero ahora, nada.
Absolutamente nada.
Asintiendo, le ofrezco una sonrisa más grande. —Sí. Ya tengo como
irme. Pero aprecio la oferta.
—Bien. Jen se irá a casa conmigo así que… ¿Te veremos mañana?
Mi primer domingo trabajando en el restaurante, mi turno empieza
en la media tarde y terminara a una hora decente también, dado que
estoy programada para comenzar a las cuatro. Estoy un poco
emocionada al respecto. Owen y yo tenemos planes ya. Desayunaremos
juntos, si es que podemos sacar nuestros perezosos traseros de la cama,
quizás una cena en la tarde después de que salga del trabajo. Tal vez una
película si nos sentimos de humor.
Siento que estoy recompensando a mi hermano con algo especial.
Lo merece. No he estado en casa mucho tiempo y tampoco mamá. Él
está creciendo y necesitamos reconectarnos. Ningún chico de catorce
debería sufrir, especialmente mi hermano.
—Te veo mañana —digo mientras veo a Colin irse con Jen a su lado.
Me pregunto si son una pareja. Y si lo son, ¿por qué coquetea conmigo?
¿Por qué coquetearía con alguien? No entiendo su relación.
Tampoco entiendo la relación entre Nick y yo, así que ¿Quién soy yo
para juzgar?
***
Me meto en el estacionamiento de Caza Fortunas, y quince minutos
después de recorrer el edificio encuentro a Nick recostado contra la
pared. El torso encorvado hacia delante, sus manos ocultas en sus bolsillos
y su cabeza ladeada. Es como si ni siquiera hubiera oído la camioneta
estacionarse.
Bajando la ventana del pasajero, le silbo y se gira para verme, su
mirada encuentra la mía.
—¿Necesitas un aventón? —pregunto, haciendo mi mejor intento
para mantener mi voz firme, pero oigo mi leve vacilación. ¿Él lo notó?
Espero que no.
Empujándose del edificio, camina hacia la camioneta y se inclina a
través de la ventana abierta, sus brazos apoyados en el borde.
—Así que encontraste la llave.
—Te lo dije —Le envié un mensaje cuando dejé el trabajo, diciéndole
que iba en camino. ¿Se le olvidó o qué?
Oliendo el aire, atrapo el inconfundible olor a cerveza. Ha estado
bebiendo. Y siempre es más desinhibido cuando ha estado bebiendo. Sin
embargo, no necesariamente de una mala manera. No como los tipos con
los que mamá siempre sale. Esos tipos son malhumorados y llegan a los
puños si quieren demostrar tener la razón.
—Gracias por venir a recogerme —Se aparta del camión y tira de la
manija, abriendo la puerta para subir dentro. Ajustándose en el asiento del
pasajero, sube la ventana, pone el cinturón de seguridad en su lugar,
luego se inclina contra el asiento, sus ojos cerrándose—. Lo aprecio.
¿Es todo? ¿Eso es todo lo que consigo? ¿Nada de oh mi Dios, eres mi
heroína, (_TN) o declaraciones de amor eterno? No que esperara lo
último, vamos, no nos hemos vistos los últimos dos meses y solo hemos
interactuado en el periodo de unas cuantas horas.
No sé si puedo lidiar con esto, especialmente cuando está actuando
como si nuestro encuentro no fuera gran cosa.
—¿Necesitas la dirección de mi casa? —pregunta cuando salgo del
estacionamiento.
—Um, pensé que podría ir directo a mi casa —No quiero llevarlo a su
lugar, ¿Luego como regreso a casa?
—No puedo ir a tu casa. No estoy presentable.
En más de un sentido, quiero decirle, pero mantengo mis labios
cerrados.
—¿Y qué? ¿Si te llevo a tu casa, quién va a llevarme a mi casa?
—Llama a tu novio —Se encoje de hombros, pero el veneno en sus
palabras es claro.
—¿Mi novio? —Me detengo en una luz roja y giro a verlo. Sus ojos
están abiertos y está mirándome, su expresión cautelosa—. ¿De quién estás
hablando?
—El tipo que nos interrumpió hace rato. Tu jodido jefe, (_TN) . ¿O
debería decir el jefe con el que estás jodiendo?
Oh. Mi. Dios. ¿De dónde carajos sacó esa idea?
—Debería detenerme ahora mismo y dejarte tirado al lado de la
carretera.
—Hazlo. Llamaré a la policía y les diré que robaste mi camioneta.
¿Quién es este tipo? Le doy mí mejor mirada de muerte, la que
asusta hasta la muerte a Owen cada vez que la uso en él.
—No te atreverías.
Me mira de vuelta
—Pruébame.
La luz se vuelve verde y acelero, mi pie presionando el pedal del gas
tan fuerte que ambos nos sacudimos hacia delante en nuestros asientos.
La camioneta se acelera rápidamente, los neumáticos chirriando en el
asfalto, haciendo a mi cara contraerse de dolor. Nick está murmurando
maldiciones bajo su aliento pero no me importa. Lo ignoro, dejo que el
poder del motor de la camioneta me impulse por el camino, borrando mis
pensamientos hasta que todo lo que puedo sentir es la velocidad.
Pero no puedo controlar mi mente, no importa cuanto quiero
tranquilizarme. Es un torbellino de preguntas. ¿Por qué Nick piensa que
estamos juntos? ¿Por qué Nick me envía un mensaje para que vaya a
recogerlo si piensa eso de mí? ¿Por qué estaba en un club de striptease?
¿Manoseo a una stripper? Juro que puedo oler el perfume barato en su
ropa. La idea de que haya estado con otra mujer, que puso sus manos
sobre una estúpida stripper, incluso momentáneamente, me llena de tanta
ira, que mi pie presiona el pedal del gas incluso más fuerte.
—¿Estas tratando de matarnos?
Su voz callada penetra mis pensamientos, recordándome que estoy
conduciendo como una imprudente, y aligero mi pie sobre el pedal de
gas, volviendo la velocidad más moderada.
—Lo siento —murmuro, avergonzada por actuar como una tonta.
Mi usual modo de actuar cuando estoy en la presencia de Nick .
Estamos en silencio el resto del camino, con la excepción de Nick
diciéndome donde girar para llegar a su apartamento. El vecindario se
pone cada vez más lindo a medida que conduzco más lejos. Estoy llena de
celos mientras miro los arboles alineados en la acera, los jardines bien
cuidados con estallidos de flores coloridas, incluso en la mitad del invierno.
Paisajistas mantienen todos los jardines de este lado de la ciudad y son
absolutamente perfectos.
A diferencia del césped y los patios de mi vecindario, que son
desiguales y cafés por la sequedad. No hay lindas flores a la vista en donde
vivo. Mayormente, los arbustos crecidos en mi complejo de apartamentos
están así para ocultar todas las fallas.
—Lindo —digo una vez que aparco en el lugar al que él ordena. Es
suyo, por supuesto. Y el complejo es privado, manteniendo a la chusma
lejos. Soy considerada chusma, estoy segura.
—¿Necesitas que llame a tu novio para que te venga a recoger? —
pregunta, su voz baja. Completamente amenazadora.
Apago el motor y me giro hacia él, esperando que mi expresión se
vea tan incrédula como me siento.
—No tengo novio.
Eleva sus cejas.
—Así que el tipo que básicamente me dijo que me fuera no es tu
novio.
—No lo es. Es mi jefe. Eso es todo —Sacudo mi cabeza despacio,
enojada de que siquiera tenga que explicarme.
—¿Por qué dijo que estuvo contigo anoche, entonces?
Estoy boquiabierta. No puedo creer lo que Nick acaba de decir.
—¿Qué?
—Es lo que me dijo. Me pregunto quién era yo y le dije que era tu…
novio. Luego se rió y dijo algo como, dónde carajos estaba yo, ya que él
estuvo contigo la noche anterior —La boca de Nick está apretada en una
fina línea—. ¿Estuviste con él?
Dios, lo estuve. Suena tan mal. No quiero admitir la verdad, pero no
puedo mentirle a Nick . No debería haber más mentiras entre nosotros. La
honestidad necesita ser nuestra única política.
—Sí —admito, mi voz pequeña. No quiero decirle que Colin me llevó
al salón y pagó por mi maquillaje, un maquillaje que Nick ni siquiera
parece notar.
Mira lejos de mí, soplando una respiración áspera. Su mandíbula está
apretada, veo el ligero tic en está y sé que esta más que furioso.
—Sólo admítelo, (_TN) . Avanzaste. No puedo culparte. Yo jodí todo
esto al no responderte. Me lo merezco.
—¿Merecerte, qué? No estuve con mi jefe, no de la forma que crees.
Definitivamente no estamos juntos.
Me mira nuevamente.
—¿No lo están?
—No —digo, sacudiendo mi cabeza despacio—. Él es mi jefe. No me
acostaría con mi jefe.
Nick no dice nada, pero su silencio llena la cabina como lo haría un
interminable flujo de palabras.
—Escucha, tú me dejaste, ¿recuerdas? Finalmente estoy siguiendo
con mi vida, avanzando, y luego vienes y me envías esa estúpida, estúpida
palabra clave. Tienes un gran descaro, sabes. No sé por qué me molesté
en ir a rescatarte. Acusándome de estar con alguien más como un
completo imbécil celoso. —Necesito decirle todo, para poder llegar a la
verdad. Necesito decirle la verdad. He estado en este limbo, esperándolo,
odiándolo, amándolo, queriéndolo matar, queriéndolo salvar, por
demasiado tiempo.
Ya he terminado. Él debe sacarlo todo para que así podamos llegar
al grano o puede seguir con nuestros interminables círculos que me
vuelven loca y me hacen feliz, todo a la vez.
—No sé qué pensar —dice finalmente—, él me confundió, y lo
malinterpreté… todo.
—No tienes ningún derecho de acusarme de esa basura —Tomo un
profundo respiro. Nick quizá salto a las conclusiones, pero comienzo a
pensar que Colin no ayudó al dar a entender que algo pasaba entre
nosotros. Que no está pasando.
—¿A quién le vas a creer? ¿A un tipo que no conoces o a mí?
Levanta sus parpados, su mirada encontrándose con la mía. Sus ojos
son brillantes incluso a la tenue luz de la camioneta, y me gustaría poder
apoyarme en él. Tocarlo. Besarlo.
—A ti —susurra—. Te creeré a ti.
Parte 2
1/3
No te rindas sólo porque las cosas son difíciles.
—(_TN) Maguire
(_TN)
Mi teléfono zumba en mi bolsillo justo cuando me estoy preparando
para marcar mi salida. Es tarde, el restaurante estuvo lleno hasta el último
minuto y mis pies están matándome.
Reviso mis mensajes y jadeo audiblemente a la única palabra que
parece llenar la pantalla, retándome a ignorarla.
Malvavisco
La ira surge dentro de mí. ¿Cómo se atreve a usar esa palabra?
¿Qué carajos quiere? ¿Necesita que lo rescate una vez más? No puedo
creer su atrevimiento.
Pero la preocupación se activa, y la ira disminuye. ¿Y si está en
problemas? Esta con esos imbéciles que no le agradan y probablemente
no debería confiar en ellos. ¿Y si le hicieron algo y esta desmayado a un
lado de la carretera, sangrando hasta la muerte?
Dios, mi cerebro-lleno-de-drama está trabajando horas extras esta
noche.
Furiosa por mi preocupación, escribo rápidamente en respuesta y
golpeo enviar antes de pensármelo dos veces.
¿Dónde diablos estas?
Responde en segundos.
Caza fortunas.
¡Ugh! ¿Me está pidiendo que lo rescate de un club de striptease?
Quiero matarlo.
No voy a conducir hasta allá. Ni siquiera tengo un auto.
Segundos después, responde nuevamente.
Dejé mi camioneta en el restaurante.
Ceñuda, estudio las palabras que acaba de enviarme. No puedo
hacer esto. No debería. Rescatándolo me da esperanza y debería sentirme
desesperanzada en cuanto a Nick se refiere. Él no vale toda la pena, ni el
drama.
¿O sí?
Pero no tengo la llave, escribo finalmente, sintiendo una especie de
felicidad. ¿Cómo puedo conducir su camioneta sin llave?
—¿Necesitas un aventón?
Levanto la mirada para encontrar a Colin frente de mí, su apuesta
cara llena de preocupación. Mi teléfono suena y leo el mensaje de Nick ,
una descripción detallada de la locación exacta de sus llaves escondidas
en la camioneta.
Tentándome más y más a ir a rescatarlo, sin importa cuán estúpida
sepa que es la idea.
—¿(_TN) ?
—Sí, um, gracias por el aventón, pero no lo necesito —Sonrío,
comprendiendo que necesito que Colin se vaya antes de ir a rescatar a
Nick , no quiero que me vea irme en la camioneta de Nick .
No que se entere que es la camioneta de Nick , pero él es muy listo.
Puede sumar dos más dos y sacar su conclusión con facilidad.
—¿Estás segura? —Llega y me toca, sus dedos se posan en mi brazo,
y no reacciono. Quizá lo hubiera hecho ayer. Diablos quizá hace cuatro
horas, antes de que Nick entrara de nuevo en mi vida tan fácilmente,
pero ahora, nada.
Absolutamente nada.
Asintiendo, le ofrezco una sonrisa más grande. —Sí. Ya tengo como
irme. Pero aprecio la oferta.
—Bien. Jen se irá a casa conmigo así que… ¿Te veremos mañana?
Mi primer domingo trabajando en el restaurante, mi turno empieza
en la media tarde y terminara a una hora decente también, dado que
estoy programada para comenzar a las cuatro. Estoy un poco
emocionada al respecto. Owen y yo tenemos planes ya. Desayunaremos
juntos, si es que podemos sacar nuestros perezosos traseros de la cama,
quizás una cena en la tarde después de que salga del trabajo. Tal vez una
película si nos sentimos de humor.
Siento que estoy recompensando a mi hermano con algo especial.
Lo merece. No he estado en casa mucho tiempo y tampoco mamá. Él
está creciendo y necesitamos reconectarnos. Ningún chico de catorce
debería sufrir, especialmente mi hermano.
—Te veo mañana —digo mientras veo a Colin irse con Jen a su lado.
Me pregunto si son una pareja. Y si lo son, ¿por qué coquetea conmigo?
¿Por qué coquetearía con alguien? No entiendo su relación.
Tampoco entiendo la relación entre Nick y yo, así que ¿Quién soy yo
para juzgar?
***
Me meto en el estacionamiento de Caza Fortunas, y quince minutos
después de recorrer el edificio encuentro a Nick recostado contra la
pared. El torso encorvado hacia delante, sus manos ocultas en sus bolsillos
y su cabeza ladeada. Es como si ni siquiera hubiera oído la camioneta
estacionarse.
Bajando la ventana del pasajero, le silbo y se gira para verme, su
mirada encuentra la mía.
—¿Necesitas un aventón? —pregunto, haciendo mi mejor intento
para mantener mi voz firme, pero oigo mi leve vacilación. ¿Él lo notó?
Espero que no.
Empujándose del edificio, camina hacia la camioneta y se inclina a
través de la ventana abierta, sus brazos apoyados en el borde.
—Así que encontraste la llave.
—Te lo dije —Le envié un mensaje cuando dejé el trabajo, diciéndole
que iba en camino. ¿Se le olvidó o qué?
Oliendo el aire, atrapo el inconfundible olor a cerveza. Ha estado
bebiendo. Y siempre es más desinhibido cuando ha estado bebiendo. Sin
embargo, no necesariamente de una mala manera. No como los tipos con
los que mamá siempre sale. Esos tipos son malhumorados y llegan a los
puños si quieren demostrar tener la razón.
—Gracias por venir a recogerme —Se aparta del camión y tira de la
manija, abriendo la puerta para subir dentro. Ajustándose en el asiento del
pasajero, sube la ventana, pone el cinturón de seguridad en su lugar,
luego se inclina contra el asiento, sus ojos cerrándose—. Lo aprecio.
¿Es todo? ¿Eso es todo lo que consigo? ¿Nada de oh mi Dios, eres mi
heroína, (_TN) o declaraciones de amor eterno? No que esperara lo
último, vamos, no nos hemos vistos los últimos dos meses y solo hemos
interactuado en el periodo de unas cuantas horas.
No sé si puedo lidiar con esto, especialmente cuando está actuando
como si nuestro encuentro no fuera gran cosa.
—¿Necesitas la dirección de mi casa? —pregunta cuando salgo del
estacionamiento.
—Um, pensé que podría ir directo a mi casa —No quiero llevarlo a su
lugar, ¿Luego como regreso a casa?
—No puedo ir a tu casa. No estoy presentable.
En más de un sentido, quiero decirle, pero mantengo mis labios
cerrados.
—¿Y qué? ¿Si te llevo a tu casa, quién va a llevarme a mi casa?
—Llama a tu novio —Se encoje de hombros, pero el veneno en sus
palabras es claro.
—¿Mi novio? —Me detengo en una luz roja y giro a verlo. Sus ojos
están abiertos y está mirándome, su expresión cautelosa—. ¿De quién estás
hablando?
—El tipo que nos interrumpió hace rato. Tu jodido jefe, (_TN) . ¿O
debería decir el jefe con el que estás jodiendo?
Oh. Mi. Dios. ¿De dónde carajos sacó esa idea?
—Debería detenerme ahora mismo y dejarte tirado al lado de la
carretera.
—Hazlo. Llamaré a la policía y les diré que robaste mi camioneta.
¿Quién es este tipo? Le doy mí mejor mirada de muerte, la que
asusta hasta la muerte a Owen cada vez que la uso en él.
—No te atreverías.
Me mira de vuelta
—Pruébame.
La luz se vuelve verde y acelero, mi pie presionando el pedal del gas
tan fuerte que ambos nos sacudimos hacia delante en nuestros asientos.
La camioneta se acelera rápidamente, los neumáticos chirriando en el
asfalto, haciendo a mi cara contraerse de dolor. Nick está murmurando
maldiciones bajo su aliento pero no me importa. Lo ignoro, dejo que el
poder del motor de la camioneta me impulse por el camino, borrando mis
pensamientos hasta que todo lo que puedo sentir es la velocidad.
Pero no puedo controlar mi mente, no importa cuanto quiero
tranquilizarme. Es un torbellino de preguntas. ¿Por qué Nick piensa que
estamos juntos? ¿Por qué Nick me envía un mensaje para que vaya a
recogerlo si piensa eso de mí? ¿Por qué estaba en un club de striptease?
¿Manoseo a una stripper? Juro que puedo oler el perfume barato en su
ropa. La idea de que haya estado con otra mujer, que puso sus manos
sobre una estúpida stripper, incluso momentáneamente, me llena de tanta
ira, que mi pie presiona el pedal del gas incluso más fuerte.
—¿Estas tratando de matarnos?
Su voz callada penetra mis pensamientos, recordándome que estoy
conduciendo como una imprudente, y aligero mi pie sobre el pedal de
gas, volviendo la velocidad más moderada.
—Lo siento —murmuro, avergonzada por actuar como una tonta.
Mi usual modo de actuar cuando estoy en la presencia de Nick .
Estamos en silencio el resto del camino, con la excepción de Nick
diciéndome donde girar para llegar a su apartamento. El vecindario se
pone cada vez más lindo a medida que conduzco más lejos. Estoy llena de
celos mientras miro los arboles alineados en la acera, los jardines bien
cuidados con estallidos de flores coloridas, incluso en la mitad del invierno.
Paisajistas mantienen todos los jardines de este lado de la ciudad y son
absolutamente perfectos.
A diferencia del césped y los patios de mi vecindario, que son
desiguales y cafés por la sequedad. No hay lindas flores a la vista en donde
vivo. Mayormente, los arbustos crecidos en mi complejo de apartamentos
están así para ocultar todas las fallas.
—Lindo —digo una vez que aparco en el lugar al que él ordena. Es
suyo, por supuesto. Y el complejo es privado, manteniendo a la chusma
lejos. Soy considerada chusma, estoy segura.
—¿Necesitas que llame a tu novio para que te venga a recoger? —
pregunta, su voz baja. Completamente amenazadora.
Apago el motor y me giro hacia él, esperando que mi expresión se
vea tan incrédula como me siento.
—No tengo novio.
Eleva sus cejas.
—Así que el tipo que básicamente me dijo que me fuera no es tu
novio.
—No lo es. Es mi jefe. Eso es todo —Sacudo mi cabeza despacio,
enojada de que siquiera tenga que explicarme.
—¿Por qué dijo que estuvo contigo anoche, entonces?
Estoy boquiabierta. No puedo creer lo que Nick acaba de decir.
—¿Qué?
—Es lo que me dijo. Me pregunto quién era yo y le dije que era tu…
novio. Luego se rió y dijo algo como, dónde carajos estaba yo, ya que él
estuvo contigo la noche anterior —La boca de Nick está apretada en una
fina línea—. ¿Estuviste con él?
Dios, lo estuve. Suena tan mal. No quiero admitir la verdad, pero no
puedo mentirle a Nick . No debería haber más mentiras entre nosotros. La
honestidad necesita ser nuestra única política.
—Sí —admito, mi voz pequeña. No quiero decirle que Colin me llevó
al salón y pagó por mi maquillaje, un maquillaje que Nick ni siquiera
parece notar.
Mira lejos de mí, soplando una respiración áspera. Su mandíbula está
apretada, veo el ligero tic en está y sé que esta más que furioso.
—Sólo admítelo, (_TN) . Avanzaste. No puedo culparte. Yo jodí todo
esto al no responderte. Me lo merezco.
—¿Merecerte, qué? No estuve con mi jefe, no de la forma que crees.
Definitivamente no estamos juntos.
Me mira nuevamente.
—¿No lo están?
—No —digo, sacudiendo mi cabeza despacio—. Él es mi jefe. No me
acostaría con mi jefe.
Nick no dice nada, pero su silencio llena la cabina como lo haría un
interminable flujo de palabras.
—Escucha, tú me dejaste, ¿recuerdas? Finalmente estoy siguiendo
con mi vida, avanzando, y luego vienes y me envías esa estúpida, estúpida
palabra clave. Tienes un gran descaro, sabes. No sé por qué me molesté
en ir a rescatarte. Acusándome de estar con alguien más como un
completo imbécil celoso. —Necesito decirle todo, para poder llegar a la
verdad. Necesito decirle la verdad. He estado en este limbo, esperándolo,
odiándolo, amándolo, queriéndolo matar, queriéndolo salvar, por
demasiado tiempo.
Ya he terminado. Él debe sacarlo todo para que así podamos llegar
al grano o puede seguir con nuestros interminables círculos que me
vuelven loca y me hacen feliz, todo a la vez.
—No sé qué pensar —dice finalmente—, él me confundió, y lo
malinterpreté… todo.
—No tienes ningún derecho de acusarme de esa basura —Tomo un
profundo respiro. Nick quizá salto a las conclusiones, pero comienzo a
pensar que Colin no ayudó al dar a entender que algo pasaba entre
nosotros. Que no está pasando.
—¿A quién le vas a creer? ¿A un tipo que no conoces o a mí?
Levanta sus parpados, su mirada encontrándose con la mía. Sus ojos
son brillantes incluso a la tenue luz de la camioneta, y me gustaría poder
apoyarme en él. Tocarlo. Besarlo.
—A ti —susurra—. Te creeré a ti.
ElitzJb
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
Capitulo 7
Haz magia. Entra en su corazón sin tocarla.
—Desconocido.
(_TN)
La admisión de Nick me ha dejado atónita, todo lo que puedo
hacer es sentarme aquí y mirarlo fijamente. No sé qué decir,
cómo reaccionar, nada. Creo que todavía estoy en shock por el
hecho de que estamos sentados en su camioneta, juntos. Solos. Como si los
dos últimos meses no hubieran sucedido y estuviéramos de vuelta donde
empezamos.
Pero conozco todos sus secretos. Bueno, la mayoría. Y son horribles. Él
sabe algunos de los míos, aunque no es que tenga muchos. Fui un libro
abierto desde el principio. Los pocos que tengo no alteraban tanto mi vida
como los suyos. Mi mamá es una perdedora, alcohólica y sin trabajo. Mi
padre nunca se ha puesto en contacto conmigo en toda mi vida. Nick ya
conoce todos esos hechos acerca de mí.
Ah, y mi hermano se salta sus clases, fuma marihuana y no hay
mucho que yo pueda hacer al respecto. Nick no conoce demasiado
acerca de Owen. O acerca de mis propias inseguridades y miedos, ni
cómo yo siento que mi vida no va a ninguna parte. Ni siquiera sabe cómo
me siento por tener que cuidar de mi hermano todo el tiempo, sólo porque
nuestra madre no quiere hacerlo.
La única cosa que puedo controlar completamente es a mí y a mi
reacción ante lo que tengo por delante. En este preciso momento, lo único
que puedo manejar es mi reacción por Nick . Así que me siento aquí y
espero. Espero a que él diga algo primero, porque no voy a hablar hasta
que él lo haga. Es su turno para dar el siguiente paso.
A pesar de las señales de alarma sonando en mi cabeza, quiero que
él haga ese primer movimiento.
—(_TN) , yo... —Hace una pausa y traga audiblemente—. No estoy lo
suficientemente sobrio como para llevarte a tu casa.
Decepción cruza a través de mí. Ahí estaba el primer movimiento. —
Llamaré un taxi. —Como si me lo pudiera permitir, pero ¿qué otra maldita
cosa se supone que debo hacer?
—No. —Niega con la cabeza—. Quiero que te quedes conmigo. Está
noche.
Todo dentro de mí grita que corra muy, muy lejos. Pero también hay
una pequeña parte de mí que dice que debo quedarme. Quedarme a
dormir en su sofá y despertarme renovada a la mañana siguiente, luego de
pasar la noche en la misma casa con la persona que amo. No vamos a
hacer nada. Más que hablar, con suerte. Tal vez logre hacerle confesar el
por qué me pidió que lo rescatara con esa hermosa y trágica nota, para
que luego se haya negado a responder a mis mensajes de textos o de voz.
Sí, todavía quiero una respuesta en relación con ese particular fiasco.
—No debería —susurro.
—Por favor. —Se aclara la garganta—. Nada va a suceder. Lo
prometo.
Cierro los ojos, mis pensamientos y necesidades en conflicto. Estoy en
guerra conmigo misma y lo odio. Tal vez quiero que pase algo. Tal vez
quiero tener sexo estrafalario, sucio y alucinante con Nick Jonas . Pero
sus palabras, su caballerosidad pueden estar jugándole en contra. El tipo
es un completo galán.
Y yo realmente no quiero eso esta noche. Quiero comodidad.
Pasión. Anhelo lo que Nick me puede dar. Deliciosos besos calientes, un
placer increíble...
—Podemos hablar. —Estira la mano y la posa sobre mi brazo. Su
palma es cálida y sus dedos ligeramente ásperos mientras acarician mi
piel, logrando que inmediatamente mi cuerpo reaccione. Estoy toda
hormigueante y mi ritmo cardíaco se ha acelerado. Pienso en cómo Colin
me tocó más temprano y nada ocurrió.
Pienso en cómo Nick simplemente me mira e inmediatamente
quiero arrancarme la ropa y desnudar mi alma para él.
—¿Hablar de qué?
—Tengo que decirte lo que está... lo que está pasando. —Me aprieta
el brazo y yo cierro los ojos con fuerza, abrumada por la sensación. Dios, su
toque se siente tan bien—. Tengo que pedirte disculpas por la forma en
que te traté.
Una disculpa es un comienzo en la dirección correcta. Podría estar
engañándome, pero quiero escuchar lo que tiene que decir. Necesito una
explicación. —Está bien. Me encantaría escuchar una disculpa de tu parte.
—¿Vas a hacer que la diga ahora?
—Es lo primero, sí. —Asiento.
—¿Va a haber más de una?
Echo un vistazo en su dirección para ver que me está tomando el
pelo. Y me encanta la forma en que me mira y la sonrisa en su cara. —
Definitivamente —digo con otro movimiento de cabeza—. Quiero la
primera ahora. Antes de que dejemos la camioneta.
Él cambia su expresión, viéndose muy solemne y serio. —(_TN) . Lo
siento. —Levanta mi mano y deposita un beso en mis nudillos.
Su boca en mi piel me deja débil y ni siquiera estoy de pie. La forma
juguetona en la que está actuando no facilita las cosas tampoco.
Necesito recordar que está borracho. No se encuentra en su mejor estado.
—Ahora, entra conmigo. No voy a intentar nada, te lo prometo. —
Hace una X en el centro de su pecho con el dedo índice—. Juramento de
niño explorador.
—¿En serio fuiste un niño explorador?
—No. —Sonríe—. Pero puedes confiar en mí.
Sé que puedo. Quiero me dé el espacio para poder absorber todo lo
que ha pasado esta noche, como también quiero tenerlo sobre mí. Estoy
confundida.
Esto es lo que me hace cada vez que estamos juntos.
Salimos de la camioneta y lo sigo a través del estacionamiento sin
protestar. Lo dejo guiarme a su puerta sin decir una palabra, aunque
puedo sentir su presencia detrás de mí. Inhalo profundamente cuando
pone su mano en la parte baja de mi espalda para guiarme en la
dirección correcta.
No la quita hasta que llegamos a la puerta principal. Es como si él
necesitara esa conexión.
Y yo también.
Cuando abre la puerta de su tranquilo y oscuro departamento, me
indica para que entre primero. Enciende una luz, revelando una
habitación desprovista de nada más que un sofá, una silla a juego y un
televisor de pantalla plana. No hay cuadros, ni adornos, ni desorden. Nada
más allá de los productos de primera necesidad.
A la habitación le falta calidez. Como si nadie viviera aquí. Me
recuerda al Nick que conocí al principio. Esa versión que no sentía, que
actuaba como si nada le afectara. Esa cáscara sin emociones de un ser
humano.
Me gusta pensar que yo lo cambié en cuestión de días. Que le
enseñé a sentir, a abrirse y lidiar con sus emociones, sus deseos y sus
necesidades. Que mi influencia le enseñó que podría estar bien volver a ser
humano.
Volteándome, estudio su expresión. Sus ojos están nublados, su pelo
alborotado y sus mejillas pálidas. Parece cansado y un poco pirado. Una
vez más, quiero tocarlo. Tocar su mejilla, trazar su expresiva boca con mi
dedo...
—¿Quieres hablar?
Su pregunta me sorprende. Él no parece querer hablar. Más bien,
parece tener ganas de derrumbarse en la cama y dormir. —¿Tú quieres?
—Hay cosas que debo decirte, sí. Pero estoy borracho y
probablemente voy a estropearlo de alguna manera. —Su voz es suave
mientras pasa una mano por su mejilla, haciendo precisamente lo que yo
quería hacer sólo unos momentos atrás.
Mis manos, literalmente, pican por acercarse y tocarlo.
—Tal vez deberíamos dormir primero. —Aún no puedo hacerle frente
a todo. Mi mente está trabajando horas extras y tengo que acallarla.
Además, tengo miedo de lo que podría decir. ¿Qué pasa si no quiero oír
sus explicaciones? ¿Y qué si sólo está siendo amable esta noche y quiere
desilusionarme lentamente?
Pero entonces recuerdo sus celos por Colin. La forma en que me
miró. Cómo me besó, cómo se sentían sus brazos a mí alrededor.
Nick todavía me quiere. Lo sé. Yo aún lo quiero. Estar con él esta
noche probablemente sea un error. ¿Soy lo suficientemente fuerte como
para resistir?
¿Es él lo suficientemente fuerte como para resistirse a mí? La
atracción entre nosotros está ahí, como un hilo invisible que nos acerca
más y más cuando estamos en la misma habitación.
—¿Puedo dormir en tu sofá? —Señalo en dirección del mobiliario. Es
grande y parece bastante cómodo.
Sacude la cabeza con una mueca. —De ninguna manera. Me
quedo con el sofá. Tú puedes tener mi cama.
Oh, Dios. No puedo tomarla. Tendrá su olor. Al segundo en que mi
cabeza esté en la almohada, mi imaginación volará salvajemente. Ha
pasado demasiado tiempo desde que estuvimos juntos y al tenerlo tan
cerca, siento la necesidad de lanzarme a él y nunca, nunca dejarlo ir.
—Prefiero tener el sofá. —Mi voz es inestable por lo que respiro
profundamente, tratando de controlar mis emociones, pero me siento
cansada. Completamente deshecha. Una lágrima se cuela por mi mejilla y
lloro. Odio llorar. Rara vez lo hago.
—(_TN) . —Su profunda voz llega como un murmullo que retumba a
través de mí y giro la cabeza. No quiero que vea mis lágrimas sin sentido—.
Mírame.
Sacudo la cabeza. —No.
Desliza sus dedos debajo de mi barbilla y eleva mi rostro, así que no
tengo más remedio que observarlo. Su mirada es oscura mientras aparta
una lágrima de mi mejilla con el pulgar. —Estás llorando.
Parpadeo apresuradamente. —No, no lo estoy.
Acaricia con su pulgar mi mentón, su uña pasando por el borde de
mi labio inferior. —Odio haberte hecho llorar.
Cierro los ojos, las lágrimas siguen cayendo, bañando mis pestañas.
—Yo sólo... Ya no sé cómo manejar esto. A ti. A nosotros.
—Lo siento. —Da un paso más cerca. Puedo sentir el calor de su
cuerpo quemando dentro de mí. Y luego su boca se encuentra en mi
frente, sus labios rozando mi piel en un tentativo beso—. Lo siento tanto. —
Otro beso en mi sien—. No sabía qué decirte después de que me fui.
Estaba avergonzado de todo lo que pasó, todo de lo que fuiste testigo. Te
mereces algo mejor. —Besa la punta de mi nariz.
Sin pensarlo, deslizo mis brazos a su alrededor. Él es grande, cálido,
sólido, y mi corazón se alivia al tenerlo tan cerca otra vez.
—Yo te merezco —le susurro—. ¿Cuando te darás cuenta de eso?
Nos quedamos en silencio por unos largos y agonizantes minutos. Mi
frente se presiona contra su barbilla, mis brazos alrededor de su cintura. Él
desliza su brazo alrededor de mí, por lo que su mano se instala en mi
cadera. Su otra mano está en mi cabello, alisándolo hacia atrás,
enredando sus dedos en los largos mechones, y yo suspiro de placer.
No quiero que este momento termine. Quiero olvidar todos nuestros
problemas y sólo centrarme en nosotros dos juntos.
—No te merezco —dice finalmente—. Me aceptas con tanta
facilidad, no importa cuánto te aparto. Necesitas saber que no lo hago a
propósito. Es sólo que... la única manera que conozco para lidiar con los
problemas, es correr.
Su honestidad me rompe el corazón.
—Sin embargo, estoy aprendiendo que huir no resuelve mis
problemas. —Toma una respiración profunda—. Estoy viendo a alguien.
Una psicóloga. Me está ayudando mucho.
Me arriesgo a levantar la mirada y nuestros ojos se encuentran. Está
preocupado que de alguna manera su admisión pueda alejarme, me doy
cuenta. —Eso es bueno. ¿Alguien la buscó para ti? —¿Le había contado
algo a su padre? ¿O todavía seguía manteniendo todos sus secretos para
sí?
—No, la busqué yo mismo. Hemos hablado mucho sobre lo que
pasó. Y de ti.
—¿De mí? —Estoy sorprendida. Después de que me dejó tan
fácilmente, asumí que quedé en el olvido.
—Definitivamente, acerca de ti. —Arrastra sus dedos por mi mejilla y
suelto un suspiro tembloroso—. No tienes ni idea de lo importante que eres
para mí, ¿verdad?
Sacudo la cabeza lentamente. —Cuando te fuiste, pensé que
habíamos terminado. Pensé que me habías olvidado.
—Nunca podría olvidarte. —Nick mantiene los labios cerrados. Me
pregunto si quiere decir algo más.
Sé que yo quiero hacerlo. Pero no puedo. No voy a ser tan rápida
para revelar mis emociones con él nuevamente. No después de todo lo
que hemos pasado. Estoy demasiado asustada.
Entonces, hago una admisión fácil. Una que no está muy lejos de lo
que él me ofreció. —Yo tampoco te olvidé —le susurro.
Antes de que pueda decir nada más, me da un tirón hacia él y
presiona su boca en la mía. Sus labios son suaves, húmedos y muy, muy
persistentes. La abro para él con facilidad, nuestras lenguas deslizándose
contra la otra, su gemido me alimenta sucesivamente. Alimentándonos a
ambos.
Así como así, estoy perdida.
Nick
Finalmente. Estoy besándola de nuevo, saboreándola, sosteniéndola
en mis brazos. Se siente tan bien, tan jodidamente bien tener a (_TN)
conmigo. En mi apartamento, de regreso en mi vida. No sé qué hice para
merecer este regalo, pero me niego a meter la pata otra vez.
No voy a dejar que se vaya. Nunca. La necesito tanto. Maldición, la
amo demasiado.
Quería decirle eso también. Escribí las palabras en esa carta que le
dejé la última vez que estuvimos juntos. Ahora, teniéndola delante de mí,
mi valor se ha evaporado. Tengo miedo de que pueda rechazarme. Por lo
menos, rechazar las palabras y la emoción detrás de ellas.
En cambio, la beso. Preferiría mostrarle cómo me siento en lugar de
decirle.
—Llévame a tu habitación —susurra contra mis labios después de
que rompe el beso—. Llévame a tu cama, Nick .
Agarrando su culo, la levanto y ella envuelve sus piernas alrededor
de mi cintura, sus brazos alrededor de mi cuello. No pesa nada, su suave y
curvilíneo cuerpo se adapta perfectamente al mío mientras la llevo a mi
habitación, a la vez que besa y lame mi cuello. Poniéndome tan duro que
no sé cómo voy a soportar la tortura de no estar dentro de ella en un
segundo.
Maldita sea, quiero que esto dure. Quiero tomarme mi tiempo con
ella e ir despacio. Estar a su lado de nuevo es como si cada uno de mis
sueños se hiciera realidad y quiero saborearlo.
Pero está retorciéndose contra mí, su aliento caliente en mi cuello
haciéndome temblar, y sé que esto va a suceder demasiado rápido.
Caemos en la cama juntos y soy precavido de no aterrizar sobre ella,
siendo que es tan pequeña. Y perfecta. Increíblemente perfecta mientras
me aparto y la estudio de la cabeza a los pies. Su pelo largo se
desparrama por toda la almohada, su pecho subiendo y bajando
rápidamente. El top de encaje hace poco para ocultar el sujetador de
satén negro que lleva puesto y puedo ver la cremosa piel de su vientre
plano.
Quiero desesperadamente besar y lamerla allí.
Los shorts negros que está usando sólo hacen hincapié en la
inclinación de la cintura, la curva de sus caderas, la longitud de sus piernas.
Me arrodillo para poder verla con más detalle. Abre los ojos, la sonrisa
curvando sus exuberantes labios es completamente seductora. Está
funcionando. (_TN) puede seducirme con una sola mirada, una palabra,
un sólo toque.
—¿Qué estás esperando? —Extiende la mano hacia mí, engancha el
dedo alrededor del cinturón de los vaqueros y me jala, pero me resisto.
—Primero quiero mirarte.
Sus mejillas se vuelven la sombra más tenue de color rosa. —Puedes
mirar todo lo que quieras después. Te necesito, Nick . Por favor.
—Lo que estás usando... —Niego con la cabeza—. Me está
matando.
Se ríe. —Deberías ver las otras ropas que tengo que llevar como mi
uniforme de trabajo. Odiarás todas esas si no te gusta esto.
Los celos queman dentro de mí y los controlo. —Siempre y cuando
los clientes no te toquen, no tengo ningún problema.
Su risa muere. —¿Estás celoso?
—¿Cuando se trata de ti? Siempre. —Deslizo mi mano por debajo del
top de encaje y trazo mis dedos por su estómago. Ella aspira una
bocanada de aire, su piel temblando debajo de mi tacto, y yo levanto mi
mano, hasta que estoy jugando con el broche en la parte frontal de su
sujetador—. Eres mía. Ya lo sabes, ¿verdad?
Asiente lentamente, su mirada nunca dejando la mía. —Yo… yo no
estaba segura. Después de lo que pasó entre nosotros. Siempre quise ser
tuya, pero me abandonaste.
Cierro los ojos por un breve momento, enojado por haber hecho que
esta hermosa y perfecta chica dude de sí misma incluso por un segundo.
—Te lastimé y odio eso. Voy a compensártelo, (_TN) . Te lo juro.
Escucho el chasquido de su sujetador al abrirse y estoy ansioso por
quitarle todo. Quiero verla desnuda, ver si es tan hermosa como lo
recuerdo, y se ríe de nuevo cuando tiro con impaciencia de su ropa,
haciendo mi mejor esfuerzo para ayudarla, pero en realidad sólo logrando
un desastre. Golpea mis manos, apartándolas, y se quita lentamente todo,
hasta que me quedo con la boca seca y mi cuerpo duro al verla
completamente desnuda.
Maldición, es aún más hermosa de lo que recordaba. Está oscuro,
apenas se puede ver, así que me inclino hacia la ventana por encima de
mi cama y tiro de la cuerda que abre las persianas. La niebla es débil
afuera, dejando que brille la luz de la luna en el interior, bañando a (_TN)
en un resplandor plateado, aunque la habitación está en su mayor parte
envuelta en la oscuridad. Mi mirada pasa sobre ella, deteniéndome en
todos las partes importantes y bonitas.
—¿Te gusta lo que ves? —Extiende sus piernas como una intención
seductora que me está volviendo loco y trago duro.
—Sí —grazno.
(_TN) se sienta frente a mí, sus pechos balanceándose con el
movimiento, sus pezones rosados oscuros y duros ganan mi atención.
Coloca sus manos en mis mejillas y me atrae más cerca, sus labios rozando
los míos en el beso más suave. Una y otra vez, me besa así y me estiro
hacia ella, ahuecando sus pechos en mis manos, acariciando sus pezones
con los pulgares.
Se arquea hacia mi toque, nuestros besos cada vez más frenéticos,
más hambrientos, y luego estoy consumiéndola, mi mano se desliza hacia
abajo, estableciéndose entre sus piernas. Está húmeda, tan jodidamente
mojada para mí, y gimo contra su boca.
Necesito estar dentro de ella, ahora.
Saltando de la cama, me libero de mi ropa, consciente de que (_TN)
está mirando todos mis movimientos. Abro el cajón de mi mesita de noche
y saco un condón. Los condones que compré en anticipación de (_TN) y
yo estando juntos de nuevo algún día. Diablos, por lo menos siempre fui
optimista.
Rasgo la envoltura y me pongo el condón, sin perder ni un segundo.
Quiero estar dentro de ella con tantas ganas, que siento como si fuera a
estallar.
Un suspiro melancólico escapa de ella y me vuelvo para encontrarla
mirándome descaradamente. —¿Qué pasa?
(_TN) levanta su mirada hasta encontrarse con la mía, su expresión
ligeramente avergonzada. —Tienes el cuerpo más hermoso que jamás he
visto. Ya lo sabes, ¿no es así?
No, pero ella hace que me sienta así con sólo una mirada. Con unas
pocas palabras casualmente habladas. —¿Intentas avergonzarme?
Sacude la cabeza con una sonrisa. —Que estés avergonzado te
hace aún más lindo. Y más sexy. Estás construido como una especie de
dios, Nick Jonas . Si no estuviéramos más o menos apurados, pasaría
horas explorando tu perfecto cuerpo.
—¿En serio? —Subo de nuevo en la cama y sobre ella. Estamos frente
a frente, nuestros cuerpos perfectamente alineados—. Eso suena
prometedor.
—Oh, sí. —Asiente, instala su mano en el centro de mi pecho, con los
dedos yendo hacia abajo. La piel de gallina se alza con su toque—. Te
encantaría cada segundo.
—¿Sí? —Empujo mis caderas contra ella, suave y lentamente.
Probablemente un gran error, teniendo en cuenta lo cerca que estoy de
venirme ya.
—Umm. —Se arquea debajo de mí como un gato, rozándose contra
mi punta, y maldigo, si hace eso una vez más estoy acabado—. Usaría mis
manos, mis dedos, mi boca y mi lengua. Hasta que finalmente me rogarás
que me detenga y que te saque de tu miseria.
Gimo ante sus palabras. —Ya estoy en un mundo de agonía.
—Entonces, déjame que te ayude con eso. —Estira su mano hacia
mí, sus dedos cerrándose alrededor de mi polla, guiándome hacia ella.
Lentamente me hundo en su interior, su calor húmedo bañándome hasta
que estoy recostado profundamente, y me mantengo ahí tan firme como
me es posible, saboreando la sensación de su cuerpo aceptando el mío
con tanta facilidad. Tan hermosamente.
—Te he echado de menos —susurro contra sus labios antes de
besarla—. Maldición, te he echado muchísimo de menos.
—Yo también te he echado de menos. —Su voz es temblorosa, todo
su cuerpo se está sacudiendo y poco a poco me retiro de ella, saliendo
casi complemente antes de hundirme en su interior de regreso.
Ambos gemimos por la sensación y continúo con los movimientos
lentos de tortura por unos largos y deliciosamente agonizantes minutos.
Una y otra vez, entro, salgo casi todo el camino antes de hundirme
nuevamente. Estar con ella otra vez se siente increíble. El hormigueo en la
base de mi columna vertebral ya se está iniciando. Voy a venirme y a lo
grande, pero debo asegurarme de que (_TN) se venga conmigo.
—(_TN) —susurro su nombre al oído, mis embestidas aún más duras.
Es como si yo no tuviera el control sobre mi cuerpo en absoluto. Estoy
consumido por la necesidad de venirme. Y de hacerla venir, también—.
¿Estás cerca? —Estiro mi mano entre nosotros y la toco entre sus piernas, su
pequeño gemido me dice que di en el punto correcto—. Por favor, dime
que estás cerca.
—Muy, muy cerca. Oh, Dios mío, Nick . Por favor...
Santo infierno, se ve tan sexy así. Toda necesitada y desesperada.
Ella literalmente se abalanza hacia mí y me empino sobre mis rodillas,
agarrándola por la cintura para poder empujar más profundo. Se pone
cada vez más ruidosa, dando pequeños murmullos sexys que apenas
puedo entender, y cuando llego a un punto en su interior que es
particularmente profundo, se desmorona completamente debajo de mí.
Su cuerpo está atormentado por estremecimientos, con la cabeza echada
hacia atrás mientras se convulsiona a mí alrededor.
Enviándome directo a mi propio orgasmo espectacular que casi me
deja ciego. Me derrumbo encima de ella, mi cuerpo todavía temblando,
las secuelas de mi orgasmo persistentes durante largos minutos milagrosos,
mientras envuelve sus brazos alrededor de mí, sosteniéndome cerca,
pasando sus manos por mi espalda. Calmándome, despertándome de
nuevo.
—Me estás aplastando —dice finalmente, con la voz ahogada
contra mi pecho y me aparto con una rápida disculpa, levantándome
para poder tirar el condón a la basura antes de deslizarme de nuevo bajo
las sábanas y atraerla a mis brazos.
Ahora que la tengo de nuevo en mi vida, va a ser casi imposible
dejarla fuera de mi vista otra vez. Lo cual es ridículo y poco realista, pero
infiernos. La perdí de vista —y a mí mismo— en una ocasión. Y casi la
pierdo por completo
No puedo arriesgarme de nuevo.
—Sé que deberíamos hablar, pero estoy demasiado cansada —dice
con un bostezo—. ¿Podemos hacerlo mañana?
—Sí. —Mantengo mi brazo alrededor de sus delgados hombros y
presiono un beso en su frente. Yo también estoy cansado. Saciado.
Satisfecho. El sexo me pone nervioso, siempre lo ha hecho. Mi pasado me
persigue y representa el acto prohibido. Vergonzoso. Por lo general,
prefiero evitarlo. Evito a las mujeres en general, ya que siempre quieren
algo de mí que no puedo dar.
Sin embargo, no es lo mismo con (_TN) . Nunca con (_TN) . Estar con
ella tan íntimamente se siente bien. Perfecto. Me gusta desnudarme a su
lado, tanto física como emocionalmente. Yaciendo desnudo, mostrándole
todo lo que tengo, todo lo que soy, no tengo miedo cuando estoy con
ella.
Es liberador. Me siento libre.
Como un pequeño milagro.
Haz magia. Entra en su corazón sin tocarla.
—Desconocido.
(_TN)
La admisión de Nick me ha dejado atónita, todo lo que puedo
hacer es sentarme aquí y mirarlo fijamente. No sé qué decir,
cómo reaccionar, nada. Creo que todavía estoy en shock por el
hecho de que estamos sentados en su camioneta, juntos. Solos. Como si los
dos últimos meses no hubieran sucedido y estuviéramos de vuelta donde
empezamos.
Pero conozco todos sus secretos. Bueno, la mayoría. Y son horribles. Él
sabe algunos de los míos, aunque no es que tenga muchos. Fui un libro
abierto desde el principio. Los pocos que tengo no alteraban tanto mi vida
como los suyos. Mi mamá es una perdedora, alcohólica y sin trabajo. Mi
padre nunca se ha puesto en contacto conmigo en toda mi vida. Nick ya
conoce todos esos hechos acerca de mí.
Ah, y mi hermano se salta sus clases, fuma marihuana y no hay
mucho que yo pueda hacer al respecto. Nick no conoce demasiado
acerca de Owen. O acerca de mis propias inseguridades y miedos, ni
cómo yo siento que mi vida no va a ninguna parte. Ni siquiera sabe cómo
me siento por tener que cuidar de mi hermano todo el tiempo, sólo porque
nuestra madre no quiere hacerlo.
La única cosa que puedo controlar completamente es a mí y a mi
reacción ante lo que tengo por delante. En este preciso momento, lo único
que puedo manejar es mi reacción por Nick . Así que me siento aquí y
espero. Espero a que él diga algo primero, porque no voy a hablar hasta
que él lo haga. Es su turno para dar el siguiente paso.
A pesar de las señales de alarma sonando en mi cabeza, quiero que
él haga ese primer movimiento.
—(_TN) , yo... —Hace una pausa y traga audiblemente—. No estoy lo
suficientemente sobrio como para llevarte a tu casa.
Decepción cruza a través de mí. Ahí estaba el primer movimiento. —
Llamaré un taxi. —Como si me lo pudiera permitir, pero ¿qué otra maldita
cosa se supone que debo hacer?
—No. —Niega con la cabeza—. Quiero que te quedes conmigo. Está
noche.
Todo dentro de mí grita que corra muy, muy lejos. Pero también hay
una pequeña parte de mí que dice que debo quedarme. Quedarme a
dormir en su sofá y despertarme renovada a la mañana siguiente, luego de
pasar la noche en la misma casa con la persona que amo. No vamos a
hacer nada. Más que hablar, con suerte. Tal vez logre hacerle confesar el
por qué me pidió que lo rescatara con esa hermosa y trágica nota, para
que luego se haya negado a responder a mis mensajes de textos o de voz.
Sí, todavía quiero una respuesta en relación con ese particular fiasco.
—No debería —susurro.
—Por favor. —Se aclara la garganta—. Nada va a suceder. Lo
prometo.
Cierro los ojos, mis pensamientos y necesidades en conflicto. Estoy en
guerra conmigo misma y lo odio. Tal vez quiero que pase algo. Tal vez
quiero tener sexo estrafalario, sucio y alucinante con Nick Jonas . Pero
sus palabras, su caballerosidad pueden estar jugándole en contra. El tipo
es un completo galán.
Y yo realmente no quiero eso esta noche. Quiero comodidad.
Pasión. Anhelo lo que Nick me puede dar. Deliciosos besos calientes, un
placer increíble...
—Podemos hablar. —Estira la mano y la posa sobre mi brazo. Su
palma es cálida y sus dedos ligeramente ásperos mientras acarician mi
piel, logrando que inmediatamente mi cuerpo reaccione. Estoy toda
hormigueante y mi ritmo cardíaco se ha acelerado. Pienso en cómo Colin
me tocó más temprano y nada ocurrió.
Pienso en cómo Nick simplemente me mira e inmediatamente
quiero arrancarme la ropa y desnudar mi alma para él.
—¿Hablar de qué?
—Tengo que decirte lo que está... lo que está pasando. —Me aprieta
el brazo y yo cierro los ojos con fuerza, abrumada por la sensación. Dios, su
toque se siente tan bien—. Tengo que pedirte disculpas por la forma en
que te traté.
Una disculpa es un comienzo en la dirección correcta. Podría estar
engañándome, pero quiero escuchar lo que tiene que decir. Necesito una
explicación. —Está bien. Me encantaría escuchar una disculpa de tu parte.
—¿Vas a hacer que la diga ahora?
—Es lo primero, sí. —Asiento.
—¿Va a haber más de una?
Echo un vistazo en su dirección para ver que me está tomando el
pelo. Y me encanta la forma en que me mira y la sonrisa en su cara. —
Definitivamente —digo con otro movimiento de cabeza—. Quiero la
primera ahora. Antes de que dejemos la camioneta.
Él cambia su expresión, viéndose muy solemne y serio. —(_TN) . Lo
siento. —Levanta mi mano y deposita un beso en mis nudillos.
Su boca en mi piel me deja débil y ni siquiera estoy de pie. La forma
juguetona en la que está actuando no facilita las cosas tampoco.
Necesito recordar que está borracho. No se encuentra en su mejor estado.
—Ahora, entra conmigo. No voy a intentar nada, te lo prometo. —
Hace una X en el centro de su pecho con el dedo índice—. Juramento de
niño explorador.
—¿En serio fuiste un niño explorador?
—No. —Sonríe—. Pero puedes confiar en mí.
Sé que puedo. Quiero me dé el espacio para poder absorber todo lo
que ha pasado esta noche, como también quiero tenerlo sobre mí. Estoy
confundida.
Esto es lo que me hace cada vez que estamos juntos.
Salimos de la camioneta y lo sigo a través del estacionamiento sin
protestar. Lo dejo guiarme a su puerta sin decir una palabra, aunque
puedo sentir su presencia detrás de mí. Inhalo profundamente cuando
pone su mano en la parte baja de mi espalda para guiarme en la
dirección correcta.
No la quita hasta que llegamos a la puerta principal. Es como si él
necesitara esa conexión.
Y yo también.
Cuando abre la puerta de su tranquilo y oscuro departamento, me
indica para que entre primero. Enciende una luz, revelando una
habitación desprovista de nada más que un sofá, una silla a juego y un
televisor de pantalla plana. No hay cuadros, ni adornos, ni desorden. Nada
más allá de los productos de primera necesidad.
A la habitación le falta calidez. Como si nadie viviera aquí. Me
recuerda al Nick que conocí al principio. Esa versión que no sentía, que
actuaba como si nada le afectara. Esa cáscara sin emociones de un ser
humano.
Me gusta pensar que yo lo cambié en cuestión de días. Que le
enseñé a sentir, a abrirse y lidiar con sus emociones, sus deseos y sus
necesidades. Que mi influencia le enseñó que podría estar bien volver a ser
humano.
Volteándome, estudio su expresión. Sus ojos están nublados, su pelo
alborotado y sus mejillas pálidas. Parece cansado y un poco pirado. Una
vez más, quiero tocarlo. Tocar su mejilla, trazar su expresiva boca con mi
dedo...
—¿Quieres hablar?
Su pregunta me sorprende. Él no parece querer hablar. Más bien,
parece tener ganas de derrumbarse en la cama y dormir. —¿Tú quieres?
—Hay cosas que debo decirte, sí. Pero estoy borracho y
probablemente voy a estropearlo de alguna manera. —Su voz es suave
mientras pasa una mano por su mejilla, haciendo precisamente lo que yo
quería hacer sólo unos momentos atrás.
Mis manos, literalmente, pican por acercarse y tocarlo.
—Tal vez deberíamos dormir primero. —Aún no puedo hacerle frente
a todo. Mi mente está trabajando horas extras y tengo que acallarla.
Además, tengo miedo de lo que podría decir. ¿Qué pasa si no quiero oír
sus explicaciones? ¿Y qué si sólo está siendo amable esta noche y quiere
desilusionarme lentamente?
Pero entonces recuerdo sus celos por Colin. La forma en que me
miró. Cómo me besó, cómo se sentían sus brazos a mí alrededor.
Nick todavía me quiere. Lo sé. Yo aún lo quiero. Estar con él esta
noche probablemente sea un error. ¿Soy lo suficientemente fuerte como
para resistir?
¿Es él lo suficientemente fuerte como para resistirse a mí? La
atracción entre nosotros está ahí, como un hilo invisible que nos acerca
más y más cuando estamos en la misma habitación.
—¿Puedo dormir en tu sofá? —Señalo en dirección del mobiliario. Es
grande y parece bastante cómodo.
Sacude la cabeza con una mueca. —De ninguna manera. Me
quedo con el sofá. Tú puedes tener mi cama.
Oh, Dios. No puedo tomarla. Tendrá su olor. Al segundo en que mi
cabeza esté en la almohada, mi imaginación volará salvajemente. Ha
pasado demasiado tiempo desde que estuvimos juntos y al tenerlo tan
cerca, siento la necesidad de lanzarme a él y nunca, nunca dejarlo ir.
—Prefiero tener el sofá. —Mi voz es inestable por lo que respiro
profundamente, tratando de controlar mis emociones, pero me siento
cansada. Completamente deshecha. Una lágrima se cuela por mi mejilla y
lloro. Odio llorar. Rara vez lo hago.
—(_TN) . —Su profunda voz llega como un murmullo que retumba a
través de mí y giro la cabeza. No quiero que vea mis lágrimas sin sentido—.
Mírame.
Sacudo la cabeza. —No.
Desliza sus dedos debajo de mi barbilla y eleva mi rostro, así que no
tengo más remedio que observarlo. Su mirada es oscura mientras aparta
una lágrima de mi mejilla con el pulgar. —Estás llorando.
Parpadeo apresuradamente. —No, no lo estoy.
Acaricia con su pulgar mi mentón, su uña pasando por el borde de
mi labio inferior. —Odio haberte hecho llorar.
Cierro los ojos, las lágrimas siguen cayendo, bañando mis pestañas.
—Yo sólo... Ya no sé cómo manejar esto. A ti. A nosotros.
—Lo siento. —Da un paso más cerca. Puedo sentir el calor de su
cuerpo quemando dentro de mí. Y luego su boca se encuentra en mi
frente, sus labios rozando mi piel en un tentativo beso—. Lo siento tanto. —
Otro beso en mi sien—. No sabía qué decirte después de que me fui.
Estaba avergonzado de todo lo que pasó, todo de lo que fuiste testigo. Te
mereces algo mejor. —Besa la punta de mi nariz.
Sin pensarlo, deslizo mis brazos a su alrededor. Él es grande, cálido,
sólido, y mi corazón se alivia al tenerlo tan cerca otra vez.
—Yo te merezco —le susurro—. ¿Cuando te darás cuenta de eso?
Nos quedamos en silencio por unos largos y agonizantes minutos. Mi
frente se presiona contra su barbilla, mis brazos alrededor de su cintura. Él
desliza su brazo alrededor de mí, por lo que su mano se instala en mi
cadera. Su otra mano está en mi cabello, alisándolo hacia atrás,
enredando sus dedos en los largos mechones, y yo suspiro de placer.
No quiero que este momento termine. Quiero olvidar todos nuestros
problemas y sólo centrarme en nosotros dos juntos.
—No te merezco —dice finalmente—. Me aceptas con tanta
facilidad, no importa cuánto te aparto. Necesitas saber que no lo hago a
propósito. Es sólo que... la única manera que conozco para lidiar con los
problemas, es correr.
Su honestidad me rompe el corazón.
—Sin embargo, estoy aprendiendo que huir no resuelve mis
problemas. —Toma una respiración profunda—. Estoy viendo a alguien.
Una psicóloga. Me está ayudando mucho.
Me arriesgo a levantar la mirada y nuestros ojos se encuentran. Está
preocupado que de alguna manera su admisión pueda alejarme, me doy
cuenta. —Eso es bueno. ¿Alguien la buscó para ti? —¿Le había contado
algo a su padre? ¿O todavía seguía manteniendo todos sus secretos para
sí?
—No, la busqué yo mismo. Hemos hablado mucho sobre lo que
pasó. Y de ti.
—¿De mí? —Estoy sorprendida. Después de que me dejó tan
fácilmente, asumí que quedé en el olvido.
—Definitivamente, acerca de ti. —Arrastra sus dedos por mi mejilla y
suelto un suspiro tembloroso—. No tienes ni idea de lo importante que eres
para mí, ¿verdad?
Sacudo la cabeza lentamente. —Cuando te fuiste, pensé que
habíamos terminado. Pensé que me habías olvidado.
—Nunca podría olvidarte. —Nick mantiene los labios cerrados. Me
pregunto si quiere decir algo más.
Sé que yo quiero hacerlo. Pero no puedo. No voy a ser tan rápida
para revelar mis emociones con él nuevamente. No después de todo lo
que hemos pasado. Estoy demasiado asustada.
Entonces, hago una admisión fácil. Una que no está muy lejos de lo
que él me ofreció. —Yo tampoco te olvidé —le susurro.
Antes de que pueda decir nada más, me da un tirón hacia él y
presiona su boca en la mía. Sus labios son suaves, húmedos y muy, muy
persistentes. La abro para él con facilidad, nuestras lenguas deslizándose
contra la otra, su gemido me alimenta sucesivamente. Alimentándonos a
ambos.
Así como así, estoy perdida.
Nick
Finalmente. Estoy besándola de nuevo, saboreándola, sosteniéndola
en mis brazos. Se siente tan bien, tan jodidamente bien tener a (_TN)
conmigo. En mi apartamento, de regreso en mi vida. No sé qué hice para
merecer este regalo, pero me niego a meter la pata otra vez.
No voy a dejar que se vaya. Nunca. La necesito tanto. Maldición, la
amo demasiado.
Quería decirle eso también. Escribí las palabras en esa carta que le
dejé la última vez que estuvimos juntos. Ahora, teniéndola delante de mí,
mi valor se ha evaporado. Tengo miedo de que pueda rechazarme. Por lo
menos, rechazar las palabras y la emoción detrás de ellas.
En cambio, la beso. Preferiría mostrarle cómo me siento en lugar de
decirle.
—Llévame a tu habitación —susurra contra mis labios después de
que rompe el beso—. Llévame a tu cama, Nick .
Agarrando su culo, la levanto y ella envuelve sus piernas alrededor
de mi cintura, sus brazos alrededor de mi cuello. No pesa nada, su suave y
curvilíneo cuerpo se adapta perfectamente al mío mientras la llevo a mi
habitación, a la vez que besa y lame mi cuello. Poniéndome tan duro que
no sé cómo voy a soportar la tortura de no estar dentro de ella en un
segundo.
Maldita sea, quiero que esto dure. Quiero tomarme mi tiempo con
ella e ir despacio. Estar a su lado de nuevo es como si cada uno de mis
sueños se hiciera realidad y quiero saborearlo.
Pero está retorciéndose contra mí, su aliento caliente en mi cuello
haciéndome temblar, y sé que esto va a suceder demasiado rápido.
Caemos en la cama juntos y soy precavido de no aterrizar sobre ella,
siendo que es tan pequeña. Y perfecta. Increíblemente perfecta mientras
me aparto y la estudio de la cabeza a los pies. Su pelo largo se
desparrama por toda la almohada, su pecho subiendo y bajando
rápidamente. El top de encaje hace poco para ocultar el sujetador de
satén negro que lleva puesto y puedo ver la cremosa piel de su vientre
plano.
Quiero desesperadamente besar y lamerla allí.
Los shorts negros que está usando sólo hacen hincapié en la
inclinación de la cintura, la curva de sus caderas, la longitud de sus piernas.
Me arrodillo para poder verla con más detalle. Abre los ojos, la sonrisa
curvando sus exuberantes labios es completamente seductora. Está
funcionando. (_TN) puede seducirme con una sola mirada, una palabra,
un sólo toque.
—¿Qué estás esperando? —Extiende la mano hacia mí, engancha el
dedo alrededor del cinturón de los vaqueros y me jala, pero me resisto.
—Primero quiero mirarte.
Sus mejillas se vuelven la sombra más tenue de color rosa. —Puedes
mirar todo lo que quieras después. Te necesito, Nick . Por favor.
—Lo que estás usando... —Niego con la cabeza—. Me está
matando.
Se ríe. —Deberías ver las otras ropas que tengo que llevar como mi
uniforme de trabajo. Odiarás todas esas si no te gusta esto.
Los celos queman dentro de mí y los controlo. —Siempre y cuando
los clientes no te toquen, no tengo ningún problema.
Su risa muere. —¿Estás celoso?
—¿Cuando se trata de ti? Siempre. —Deslizo mi mano por debajo del
top de encaje y trazo mis dedos por su estómago. Ella aspira una
bocanada de aire, su piel temblando debajo de mi tacto, y yo levanto mi
mano, hasta que estoy jugando con el broche en la parte frontal de su
sujetador—. Eres mía. Ya lo sabes, ¿verdad?
Asiente lentamente, su mirada nunca dejando la mía. —Yo… yo no
estaba segura. Después de lo que pasó entre nosotros. Siempre quise ser
tuya, pero me abandonaste.
Cierro los ojos por un breve momento, enojado por haber hecho que
esta hermosa y perfecta chica dude de sí misma incluso por un segundo.
—Te lastimé y odio eso. Voy a compensártelo, (_TN) . Te lo juro.
Escucho el chasquido de su sujetador al abrirse y estoy ansioso por
quitarle todo. Quiero verla desnuda, ver si es tan hermosa como lo
recuerdo, y se ríe de nuevo cuando tiro con impaciencia de su ropa,
haciendo mi mejor esfuerzo para ayudarla, pero en realidad sólo logrando
un desastre. Golpea mis manos, apartándolas, y se quita lentamente todo,
hasta que me quedo con la boca seca y mi cuerpo duro al verla
completamente desnuda.
Maldición, es aún más hermosa de lo que recordaba. Está oscuro,
apenas se puede ver, así que me inclino hacia la ventana por encima de
mi cama y tiro de la cuerda que abre las persianas. La niebla es débil
afuera, dejando que brille la luz de la luna en el interior, bañando a (_TN)
en un resplandor plateado, aunque la habitación está en su mayor parte
envuelta en la oscuridad. Mi mirada pasa sobre ella, deteniéndome en
todos las partes importantes y bonitas.
—¿Te gusta lo que ves? —Extiende sus piernas como una intención
seductora que me está volviendo loco y trago duro.
—Sí —grazno.
(_TN) se sienta frente a mí, sus pechos balanceándose con el
movimiento, sus pezones rosados oscuros y duros ganan mi atención.
Coloca sus manos en mis mejillas y me atrae más cerca, sus labios rozando
los míos en el beso más suave. Una y otra vez, me besa así y me estiro
hacia ella, ahuecando sus pechos en mis manos, acariciando sus pezones
con los pulgares.
Se arquea hacia mi toque, nuestros besos cada vez más frenéticos,
más hambrientos, y luego estoy consumiéndola, mi mano se desliza hacia
abajo, estableciéndose entre sus piernas. Está húmeda, tan jodidamente
mojada para mí, y gimo contra su boca.
Necesito estar dentro de ella, ahora.
Saltando de la cama, me libero de mi ropa, consciente de que (_TN)
está mirando todos mis movimientos. Abro el cajón de mi mesita de noche
y saco un condón. Los condones que compré en anticipación de (_TN) y
yo estando juntos de nuevo algún día. Diablos, por lo menos siempre fui
optimista.
Rasgo la envoltura y me pongo el condón, sin perder ni un segundo.
Quiero estar dentro de ella con tantas ganas, que siento como si fuera a
estallar.
Un suspiro melancólico escapa de ella y me vuelvo para encontrarla
mirándome descaradamente. —¿Qué pasa?
(_TN) levanta su mirada hasta encontrarse con la mía, su expresión
ligeramente avergonzada. —Tienes el cuerpo más hermoso que jamás he
visto. Ya lo sabes, ¿no es así?
No, pero ella hace que me sienta así con sólo una mirada. Con unas
pocas palabras casualmente habladas. —¿Intentas avergonzarme?
Sacude la cabeza con una sonrisa. —Que estés avergonzado te
hace aún más lindo. Y más sexy. Estás construido como una especie de
dios, Nick Jonas . Si no estuviéramos más o menos apurados, pasaría
horas explorando tu perfecto cuerpo.
—¿En serio? —Subo de nuevo en la cama y sobre ella. Estamos frente
a frente, nuestros cuerpos perfectamente alineados—. Eso suena
prometedor.
—Oh, sí. —Asiente, instala su mano en el centro de mi pecho, con los
dedos yendo hacia abajo. La piel de gallina se alza con su toque—. Te
encantaría cada segundo.
—¿Sí? —Empujo mis caderas contra ella, suave y lentamente.
Probablemente un gran error, teniendo en cuenta lo cerca que estoy de
venirme ya.
—Umm. —Se arquea debajo de mí como un gato, rozándose contra
mi punta, y maldigo, si hace eso una vez más estoy acabado—. Usaría mis
manos, mis dedos, mi boca y mi lengua. Hasta que finalmente me rogarás
que me detenga y que te saque de tu miseria.
Gimo ante sus palabras. —Ya estoy en un mundo de agonía.
—Entonces, déjame que te ayude con eso. —Estira su mano hacia
mí, sus dedos cerrándose alrededor de mi polla, guiándome hacia ella.
Lentamente me hundo en su interior, su calor húmedo bañándome hasta
que estoy recostado profundamente, y me mantengo ahí tan firme como
me es posible, saboreando la sensación de su cuerpo aceptando el mío
con tanta facilidad. Tan hermosamente.
—Te he echado de menos —susurro contra sus labios antes de
besarla—. Maldición, te he echado muchísimo de menos.
—Yo también te he echado de menos. —Su voz es temblorosa, todo
su cuerpo se está sacudiendo y poco a poco me retiro de ella, saliendo
casi complemente antes de hundirme en su interior de regreso.
Ambos gemimos por la sensación y continúo con los movimientos
lentos de tortura por unos largos y deliciosamente agonizantes minutos.
Una y otra vez, entro, salgo casi todo el camino antes de hundirme
nuevamente. Estar con ella otra vez se siente increíble. El hormigueo en la
base de mi columna vertebral ya se está iniciando. Voy a venirme y a lo
grande, pero debo asegurarme de que (_TN) se venga conmigo.
—(_TN) —susurro su nombre al oído, mis embestidas aún más duras.
Es como si yo no tuviera el control sobre mi cuerpo en absoluto. Estoy
consumido por la necesidad de venirme. Y de hacerla venir, también—.
¿Estás cerca? —Estiro mi mano entre nosotros y la toco entre sus piernas, su
pequeño gemido me dice que di en el punto correcto—. Por favor, dime
que estás cerca.
—Muy, muy cerca. Oh, Dios mío, Nick . Por favor...
Santo infierno, se ve tan sexy así. Toda necesitada y desesperada.
Ella literalmente se abalanza hacia mí y me empino sobre mis rodillas,
agarrándola por la cintura para poder empujar más profundo. Se pone
cada vez más ruidosa, dando pequeños murmullos sexys que apenas
puedo entender, y cuando llego a un punto en su interior que es
particularmente profundo, se desmorona completamente debajo de mí.
Su cuerpo está atormentado por estremecimientos, con la cabeza echada
hacia atrás mientras se convulsiona a mí alrededor.
Enviándome directo a mi propio orgasmo espectacular que casi me
deja ciego. Me derrumbo encima de ella, mi cuerpo todavía temblando,
las secuelas de mi orgasmo persistentes durante largos minutos milagrosos,
mientras envuelve sus brazos alrededor de mí, sosteniéndome cerca,
pasando sus manos por mi espalda. Calmándome, despertándome de
nuevo.
—Me estás aplastando —dice finalmente, con la voz ahogada
contra mi pecho y me aparto con una rápida disculpa, levantándome
para poder tirar el condón a la basura antes de deslizarme de nuevo bajo
las sábanas y atraerla a mis brazos.
Ahora que la tengo de nuevo en mi vida, va a ser casi imposible
dejarla fuera de mi vista otra vez. Lo cual es ridículo y poco realista, pero
infiernos. La perdí de vista —y a mí mismo— en una ocasión. Y casi la
pierdo por completo
No puedo arriesgarme de nuevo.
—Sé que deberíamos hablar, pero estoy demasiado cansada —dice
con un bostezo—. ¿Podemos hacerlo mañana?
—Sí. —Mantengo mi brazo alrededor de sus delgados hombros y
presiono un beso en su frente. Yo también estoy cansado. Saciado.
Satisfecho. El sexo me pone nervioso, siempre lo ha hecho. Mi pasado me
persigue y representa el acto prohibido. Vergonzoso. Por lo general,
prefiero evitarlo. Evito a las mujeres en general, ya que siempre quieren
algo de mí que no puedo dar.
Sin embargo, no es lo mismo con (_TN) . Nunca con (_TN) . Estar con
ella tan íntimamente se siente bien. Perfecto. Me gusta desnudarme a su
lado, tanto física como emocionalmente. Yaciendo desnudo, mostrándole
todo lo que tengo, todo lo que soy, no tengo miedo cuando estoy con
ella.
Es liberador. Me siento libre.
Como un pequeño milagro.
ElitzJb
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
Capitulo 8
3/3.
Haría cualquier cosa por ser tu todo.
—Nick … ¿O (_TN) ?
(_TN)
reo que por fin he entrado en ese cuento de hadas en el que
siempre quise vivir desde que era una niña. Lo estoy viviendo,
justo en este momento, vistiéndome y alistándome para un
tranquilo domingo con Nick .
Él me despierta besando suavemente cada parte de mi cara.
Suaves besos que me hacen soltar risitas, ya que sus labios cosquillean
contra mi piel. Cuando desliza sus manos entre nosotros y comienza a
hacerme cosquillas en el estómago, me río más fuerte, nuestras piernas
juntas, nuestros cuerpos desnudos chocando uno con el otro. Lo que nos
lleva a tener un lento y delicioso sexo matutino.
Pero antes del lento y delicioso sexo matutino, recorro su cuerpo
como prometí. Trazándolo con mis labios, mi lengua, mis manos y mis
dedos. Imaginen mi sorpresa cuando descubro un tatuaje en su caja
torácica, escrito en elegantes letras. Es un párrafo, más como una cadena
de palabras en un poema. Delineo cada letra con mi dedo, tratando de
descifrar su significado.
Por una pasión que
Es capaz de brillar como la nuestra
Bienaventurados somos por
Amarnos
El uno al otro.
Estoy sorprendida de que el chico-bueno-futbolista Nick Jonas
tuviera un tatuaje. Y que se lo hiciera luego de que estuvimos juntos.
—¿Qué significa?—pregunto,rozando las palabras más
delicadamente con mi dedo índice.
Se ve sorprendido ante la pregunta.
—Léelo de vuelta —dice despacio—. Lentamente.
Así lo hago, dándome cuenta de que la primera letra de cada
oración deletrea mi nombre.
Recordándome la nota del malvavisco que me dejó. Estoy
sorprendida. Abrumada. Tocada a fondo, lágrimas se forman en mis ojos, y
él las besa haciéndolas desaparecer mientras éstas caen por mis mejillas.
—Escribí esas palabras para ti —murmura contra mi boca antes de
besarme—. Me convertiste en un poeta, (_TN) .
Dios, es tan dulcemente romántico. Quiero perderme en él por
siempre.
Tomamos una ducha juntos y eso eventualmente nos lleva a más
delicioso sexo, dejándome tan cansada, que mis piernas son como fideos
cuando finalmente salimos de la ducha. Él comienza a secarme con una
toalla, sus dedos deslizándose entre mis aún mojadas piernas, y me lleva a
otro orgasmo estremecedor.
Juntos, somos absolutamente ridículos. No podemos mantener
nuestras manos alejadas del otro. Y amo eso.
Lo amo a él.
Me pongo mis shorts de la noche anterior pero hace demasiado frío
para usar ese estúpido top de encaje, así que Nick me deja tomar
prestado una sudadera vieja. Me la pongo, riéndome cuando llegan justo
sobre mis rodillas. Sé que luzco tonta, pero él dice que me veo linda, me
arrastra a sus brazos y me besa. Otra vez. A fondo.
Tan profundamente que finalmente tengo que golpear su pecho y
decirle que tengo que ir a casa para ver cómo está mi hermano antes de
que nos dejemos llevar de nuevo.
La decepción en su rostro es evidente pero respeta mis deseos y nos
dirigimos a mi feo departamento. Mientras más nos acercamos, más
nerviosa me pongo. ¿Qué pasa si mamá se encuentra en casa? De
las iniciales forman el nombre ―(_TN) ‖.
ninguna manera quiero que conozca a Nick , no todavía, porque si esto
iba a continuar entre nosotros, eventualmente ellos tendrían que
conocerse. Es sólo una realidad a la que no quiero enfrentarme.
Mamá es increíblemente buena en avergonzarnos con sus
alcohólicos modales vulgares, tira la casa por la ventana y no le importa
nada o nadie más excepto ella misma. Nick piensa que su familia está
jodida —bueno, lo está, no nos engañemos con respecto a eso— aunque
mi mamá no es ninguna santa tampoco.
Lo que da miedo es que constantemente temo convertirme en ella.
Sería tan fácil. Nos parecemos mucho, a pesar de que odio admitirlo.
Cuando nos detenemos en el estacionamiento del complejo de
apartamentos, noto que el auto de mamá no está ahí, gracias a Dios. El
alivio que me inunda es palpable e inmediatamente me siento más ligera.
Nick viene conmigo a pesar de que le sugerí marcharse, ya que yo
trabajaría hasta tarde. Pero insiste en acompañarme hasta la puerta como
alguna clase de caballero.
Creo que tiene miedo de dejarme ir, la verdad. Y yo me siento igual.
Mientras saco el llavero de mi bolso para abrir la puerta, ésta lo hace
por si sola y me sorprende tanto que dejo caer las llaves. Owen está
parado ahí, vestido con pantalones de chándal y una camiseta vieja,
además de que su cabello es un absoluto desastre. Se arroja hacia mí, sus
brazos tan apretados alrededor de mi cintura que casi no puedo respirar.
—¿Dónde has estado? —Me pregunta, dándome una sacudida
cuando se aleja—. ¡He estado muy preocupado!
—Pensé que estabas en la casa de tu amigo. —Su arrebato me
sorprende. Hablando de un cambio de roles. No puedo recordar la última
vez que lo había visto tan nervioso.
—Estuve en casa solo toda la noche. Mamá se quedó con Larry. Ella
pensó que volverías a casa. También yo. Traté de mandarte mensajes y
llamarte pero nunca respondiste.
Mierda.
—Mi celular debe haber muerto. —Me inclino para recoger mis
llaves. Suena como una pobre excusa, pero es la verdad.
Owen mira por encima de mi hombro y repara en la presencia de
Nick .
—¿Quién rayos es este?
Cielos, ¿por qué suena tan hostil? La mirada que le está enviando a
Nick podría matarlo, es demasiado intensa.
—Um… —No sé cómo responder. Esto es incómodo. No esperaba
que mi hermano estuviera aquí para recibirnos.
—Espera un minuto. —Owen me rodea para que de esa forma
pueda pararse directamente delante de Nick , que es mucho más alto
que mi hermano—. Eres Nick Jonas , ¿no es cierto?
Oh, mierda. No esperaba que mi hermano lo reconociera, pero Nick
es uno de los jugadores estrellas en el equipo de la Universidad. Ellos tienen
un pequeño estatus de fama aquí en la ciudad.
—Si, lo soy. —La sonrisa de Nick es despreocupada y cálida—. Tú
debes ser Owen.
—Sip. Y tú eres el imbécil que le rompió el corazón a mi hermana.
Sin advertencia, Owen levanta su brazo y golpea a Nick justo en el
mentón.
Y lo envía al suelo.
—¡Oh por Dios! —Tomo a Nick por los hombros, pero él ya se está
levantando por su cuenta, su expresión llena de incredulidad. Gracias a
Dios, no parece enojado. Más que nada sorprendido.
Yo también estoy sorprendida.
—¿Por qué rayos fue eso? —le pregunto a Owen, quien está
frotándose los nudillos como si le dolieran.
Pequeña basura. Probablemente le duelen. Se lo merece por hacer
una payasada como esa.
—Él es la razón por la que has sido tan miserable estos últimos meses.
No puedo creerlo, maldita sea. ¿Saliste con Nick Jonas ? —Owen
señala con un dedo a Nick —. ¿Cuándo diablos sucedió esto?
—¡Cuida tu lenguaje! —Es la única cosa que se me ocurre decir. No
sé cómo responderle. Desde luego, no quiero confesar exactamente cómo
Nick y yo nos conocimos en primer lugar. Suena tan sórdido.
—Te escabulliste para verlo y no entiendo por qué. Él no es poca
cosa, (_TN) . —Owen sacude la cabeza—. Soy tan estúpido. No puedo
creer que no llegué a unir todo, principalmente por las iniciales en tu pie.
—¿A qué se refiere? ¿Tienes mis iniciales en tu pie? —La mirada de
Nick cae a mis pies. Estoy usando mis tacones negros de la noche anterior,
y el tatuaje es evidente en la luz del día. Diablos, era evidente anoche y
temprano esta mañana, pero no creo que él estuviera prestando mucha
atención más allá de mis muslos.
El simple pequeño bosquejo de un corazón se encuentra en la parte
superior de mi pie izquierdo, las letras N y J se apilan una encima de la otra
en el medio. Mi homenaje a Nick y a la semana que pasamos juntos. Al
amor que siento por él. Me hice el tatuaje en un arrebato de
irracionalidad. Quería probar que lo amaba lo suficiente para tenerlo
permanentemente grabado en mi piel.
Algo que él nunca me mostró a mí. Un deseo insensato por mi tonto
corazón, supongo.
Esta no era la forma en que quería que se enterara del tatuaje.
Además, comparada con el hermoso poema que él escribió para mi, mi
tatuaje parece una pequeñez.
Algo sin sentido.
—Se lo hizo después de Acción de Gracias —aclara Owen, lanzando
dagas a Nick con la mirada—. No le explicó a nadie el porqué del NJ.
Dijo que era su ciudad favorita, pero yo sabía que eso era pura mierda.
Quiero decir, vamos. Ella ni siquiera ha salido de California. Lo siento, (_TN)
—añade cuando nota que yo estoy lista para golpearlo por haber
maldecido.
—Te hiciste un tatuaje. Con mis iniciales en tu pie. —Nick sacude su
cabeza, su expresión es de incredulidad—. ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Me
lo muestras?
Me encojo de hombros, deseando no tener esta conversación frente
a mi hermano.
—Es tonto.
—Definitivamente, no es tonto. —Se para frente a mí y toma mis
manos, su mirada cayendo a mis pies. Noto que su mandíbula está roja, se
ve un poco hinchada, y no puedo creer que mi hermano lo haya
golpeado tan fuerte. El elemento sorpresa definitivamente estuvo a su
favor—. Me encanta.
—El tuyo tiene más significado —murmuro mientras me jala a sus
brazos justo en frente de mi hermano. Puedo sentir la mirada aburrida de
Owen a nuestras espaldas pero la ignoro—. Tú escribiste un poema para
mí.
—Tú pusiste mis iniciales en tu pie para siempre, (_TN) . Creo que
ambos estamos en la misma página o algo así.
Lo abrazo para acercarlo más a mí y río, porque no se cómo más
reaccionar. Owen se aclara la garganta, recordándome por qué estoy
aquí en primer lugar, y me alejo de Nick , dándole una sonrisa confiada.
—Tal vez debamos hablar más tarde. ¿Luego de que salga del
trabajo?
—Sí. —Nick sonríe, sus ojos azules brillando—. Suena bien. ¿Quieres
que te pase a buscar?
—Claro, me parece perfecto. —Se inclina y me besa de nuevo como
si no pudiera evitarlo—. Salgo a las ocho.
—¿Tienes cómo ir al trabajo?
—Ya pensaré en algo —le sonrío y comienza a alejarse, mirándome
por sobre su hombro una última vez antes de bajar las escaleras y dirigirse a
su camioneta.
—¿Qué diablos fue eso? —pregunta Owen cuando lo arrastro a
nuestro departamento y cierro la puerta.
—¿De qué estás hablando? —Meto las manos en el bolsillo de la
sudadera y respiro profundo, inhalando la esencia de Nick . Dios, huele
bien. Tal vez no quiera devolvérsela. Tal vez no quiera volver a lavarla
tampoco.
Asqueroso pero cierto.
—¿Estás viendo a Nick Jonas ? ¿Es tu novio? —Los ojos de Owen
se amplían—. Esto es una total locura, (_TN) . Él es toda una superestrella.
Como, una leyenda universitaria. ¿Y tú estas con él?
Me encojo de hombros.
—No estoy totalmente segura de cómo definir lo que está
sucediendo entre nosotros, pero sí. Estoy con él. Supongo.
—Santa mierda. —Owen empieza a reír—. Necesito decirles a mis
amigos. ¡Wade va enloquecer! ¿Mamá lo sabe?
—No, nadie lo sabe. Todavía no quiero que nadie lo sepa. —Quiero
tener a Nick cerca y mantenerlo como mi pequeño secreto por un par de
días más. Una vez que las personas se enteren que somos una pareja, las
cosas podrían ponerse un poco raras.
—¿Por qué diablos no? ¡Él es asombroso! —Owen frunce el ceño,
como si recordara mi miseria—. Bueno, no tanto, considerando cómo de
mal debe de haberte herido para tenerte tan miserable. Nunca te he visto
así. ¿Qué pasó entre ustedes?
—Es demasiado difícil de explicar. —Hago un gesto con la mano,
despidiendo a mi pasado con Nick . Cómo si fuera a decirle a mi hermano
algún detalle—. Además, hablemos del hecho de que lo golpeaste. ¿Qué
diablos estabas pensando?
—Eso fue increíble. Mi mano todavía me duele. Lo siento. —Lo
golpeo en la cabeza antes de que se aleje de mi alcance—. No puedo
creer que realmente le di un puñetazo a Nick enloquecido Jonas y él
no me noqueó por ello.
—Creo que estaba demasiado sorprendido por el hecho de que un
niño trató de darle una patada en el culo —dije con ironía.
Owen niega con la cabeza. —Ya no soy un niño pequeño, (TN) .
¿Cuándo van a darse cuenta de eso?
Pongo los ojos en blanco, pero me abstengo de hacer una
observación. Piensa que con catorce años ha madurado. Él sabrá la
verdad algún día. —Me muero de hambre. ¿Aún quieres ir a desayunar?
—Sí, claro. Pero, ¿cómo vamos a llegar? No tenemos ruedas.
Deberías haber dejado que tu novio se quedara para darnos un aventón.
—Podemos caminar a ese pequeño restaurante en la calle. No está
demasiado lejos —le sugiero. Tengo que hablar con mi hermano en paz, no
con Nick como testigo. Estoy ansiosa por tenerlo de vuelta en mi vida,
pero tengo que aliviar su paso al caos que es mi familia en este momento.
Nick
¿Alguna vez has estado en la total y completa cima, sólo para que
ésta se derrumbe en cuestión de minutos?
Sí. Yo también.
Durante toda la mañana me he sentido increíble. Como si caminara
a diez metros del suelo. Incluso ser golpeado por el hermano de la (_TN) no
me perturba, aunque mi mandíbula todavía duele. El chico está ganando
un poco de fuerza, le daré eso.
Regreso a mi departamento y me lanzo directamente a la cama con
la cara hundida en la almohada. (_TN) la utilizó anoche. Puedo olerla, su
aroma llena mi cabeza y la quiero. Tanto.
Sin embargo, tiene una vida. Un trabajo al que tiene que asistir y un
hermano al que tiene que cuidar. Lo entiendo, lo capto. Estoy
malditamente agradecido de que me permitiera volver a su vida y me esté
dando la oportunidad de compensar todo el daño que le ocasioné.
Me dejo invadir por el sueño con su olor rodeándome, su rostro entre
mis pensamientos. Me despierto con el sonido del móvil y tengo la
esperanza de que sea ella, pero no lo es.
Es mi padre.
Genial.
—¿Qué ocurre? —Intento transmitir cierta jovialidad en mi voz, pero
me temo que suena falso. Lo vi ayer por la mañana. ¿Qué ha pasado que
tiene que llamarme después de las veinticuatro horas después de verme?
—Tuve una larga conversación con Adele anoche —dice, con voz
sombría.
Se me encoge el estómago. Sólo escuchar su nombre me pone
enfermo. —¿Sí?— Dios, ¿qué podría haberle dicho? ¿Qué le contó?
—Estoy reconsiderando los procedimientos de divorcio.
Maldición. Justo cuando pensaba que podríamos tenerla fuera de
nuestras vidas para siempre. —¿Por qué?
—Ella jura que nunca ha sido infiel. Que todo son un montón de
rumores maliciosos propagados por algunas mujeres en el club que le
aborrecen. —Papá hace una pausa y respira hondo—. ¿Debería creerle?
—Eso no es algo que tenga que decirte yo —digo automáticamente,
porque infiernos, no. No voy a jugar ningún papel en su decisión.
Además, sé que no le ha sido infiel a él por experiencia personal.
Dios, siento que voy a vomitar.
—Está jugando con mi cabeza. Me llamó cuando regresaba de
verte y cuando le dije dónde había estado, se excitó. Exigió que fuera a
verla de inmediato. Así que me fui a casa y ella... me atacó.
Cierro los ojos, deseando que se calle.
—Estuvo alucinante. Fue como si no se cansara de mí. Sé que no
quieres oírlo, pero fue el mejor sexo que he tenido en... años. No lo
entiendo. No la entiendo.
—Está usando el sexo para mantenerte con ella, papá. —Mi voz es
fuerte y me siento completamente amarrado. No me gusta escuchar todos
estos detalles. Lo que es peor, no me gusta escuchar que lo atacó después
de que supo que había pasado tiempo conmigo.
¿Qué significaba eso? Sólo puedo suponer que tal vez pensó en mí
cuando...
Mierda. No puedo terminar el pensamiento.
—Probablemente —concuerda papá tranquilamente—. Pero si sigue
así, podría no estar listo para dejarla ir todavía.
Es un idiota. Quiero decírselo, pero mantengo la boca cerrada. Sus
problemas no son de mi incumbencia. —Supongo que eso depende de ti.
—Es todo lo que digo en respuesta.
—Escucha. Anoche hablábamos mucho Adele y yo. Desea que
vuelvas a casa para el verano. Dice que te echa de menos y quiere que
pases más tiempo por aquí. Y estoy de acuerdo. ¿Podrías considerarlo?
¿Por nosotros?
Eso sería un rotundo no, pero no voy a ser un idiota con mi padre en
este momento. Él sigue demasiado frágil por este asunto de si debería o no
divorciarse de Adele. Y mírala a ella, arrastrándose como un gusano de
arrastrarse a mi vida. Tratando de conseguir que regrese allí de nuevo.
¿Acaso piensa que soy un idiota? —Me tengo que ir, papá. Llámame si
necesitas hablar de nuevo.
—Dime que por lo menos lo vas a considerar, hijo. Adele te extraña y
te quiere mucho. Desde que perdimos a Vanessa, ella no ha sido la misma.
Lo sabes. Puedes traer un poco de felicidad de nuevo en su vida.
—Nos vemos, papá. —Cuelgo antes de que pueda decir nada más.
No creo poder soportarlo.
Mi apetito se ha ido, mis nervios estallan y me paseo por el
departamento, completamente al borde de derrumbarme. Me pongo
unos zapatos y trato de salir a correr, pero lo único que puedo pensar es en
mi padre quedándose con Adele. En ella tratando de convencerme para
que vaya a casa y pase el verano con ellos. No puedo volver allí. Acción
de Gracias fue lo suficientemente malo. Todavía no he aceptado
plenamente lo que ella me dijo. Es difícil para mi cabeza aceptar una
revelación como esa.
¿Podría mi hermana realmente haber sido mi hija...?
El pánico me llena y dejo de correr, mirando alrededor mientras
estoy en el medio de la acera. Deseando tener a alguien con quien
hablar. Cualquier persona.
(_TN) .
Pero está en el trabajo. Es tarde y su cambio se inició a las tres o
cuatro. Demonios, no puedo recordarlo. No puedo bailar el vals y a la vez
dejar caer todos mis problemas en su vida, de todas formas. Desearía tanto
que hoy no fuera domingo, porque de otra forma llamaría a la Dra. Harris.
Decidiendo lidiar con ello, saco el teléfono del bolsillo de mi suéter y
marco su número. Ella responde a la tercera llamada.
—Estoy sorprendida de saber de ti un domingo. —Es como ella me
saluda—. ¿Estás bien?
—No realmente —admito, agradecido de que no me regañe por
contáctatela en su día libre—. Mi padre llamó.
—Umm. Eso no suena bien. Afortunadamente para ti, estoy de humor
para un café. ¿Quieres que nos encontremos en, digamos, veinte minutos?
Me siento aliviado. ¿Cómo fui tan afortunado de encontrar a la Dra.
Harris en primer lugar? Tal vez esto de reunirse con un paciente para tomar
un café en una tarde de domingo no sea una situación común, pero
tengo sacar toda esta mierda de mi pecho. No sólo las cosas malas que
ocurrieron con mi padre, sino también mi noche y mi mañana con (_TN) .
—Estaré a allí —digo después de que ella recita la dirección de un
Starbucks cercano.
***
—Entonces, ¿cómo te sientes acerca de lo que dijo tu padre?
Tomo un sorbo de mi café helado. —Preferiría que se divorcie de ella.
La quiero fuera de mi vida para siempre.
—Pensé que Adele ya estaba fuera de tu vida. —La Doc. me mira de
esa manera característica que tiene. Esa que me recuerda que soy un
adulto y el responsable de lo que me ocurre.
—Lo está. Pero la quiero fuera de la vida de mi padre también.
Mientras ella sigua casada con él, es una barrera entre nosotros. Una que
no quiero cruzar —digo con una finalidad que desesperadamente quiero
creer.
—Hay una decisión que puedes tomar y por supuesto es una que
tienes permitida. Sabes que dañarás a tu padre si cortas por completo la
relación sin una explicación. —Sorbe un poco de su bebida, con una
expresión de total satisfacción, pero yo sé lo que está tratando de hacer.
—De ninguna manera le diré lo que pasó entre Adele y yo. Va a
odiarme. —Niego con la cabeza.
—No debería. Eres su hijo. Eras un niño cuando esto empezó. Eras un
niño cuando le pusiste un alto. Ella estaba mal. ¿No crees que él vaya a
comprender eso? —me pregunta con voz suave.
No tengo idea. Estoy demasiado asustado para correr el riesgo. —Él
comprenderá lo que quiera comprender. Creerá lo que quiera creer.
—¿De verdad tienes tan poca fe en tu padre?
Ouch. Nunca lo pensé de esa manera. —No es que yo no tenga fe
en él. Es que... ella sabe cómo torcer todo. Es una maestra de la
manipulación y ha estado jugando con nosotros durante años.
—Le das demasiado poder. Ella lo sabe y lo disfruta —señala la Dra.
Harris.
Me encojo de hombros. —Tal vez. Es más fácil evitarla que enfrentar
la verdad.
—Sabes, lamento que constantemente huyas de tus problemas. No
es saludable. Van a alcanzarte tarde o temprano. —Toma otro sorbo de su
bebida y luego empuja la taza a un lado para poder descansar sus brazos
al borde de la mesa.
—Basta de centrarse en lo malo. Vamos a hablar de lo bueno.
Hablamé de (_TN) . —Sólo así, estoy sonriendo mientras estudio mi taza,
pasando mi dedo a través de la condensación que se forma allí—. Ya te
dije que pasé la noche con ella.
—¿Hablaron mucho?
—Le dije que lo sentía.
—¿Por qué?
—Por abandonarla. —Me encuentro con la mirada de la doctora al
otro lado de la pequeña mesa. El Starbucks está vacío, ya son cerca de las
seis. La mayor parte de la gente está en su casa preparando la cena o lo
que sea—. Tenemos que hablar más.
—¿Quisieras estar seguro de lo que haces? ¿Vas a explicarle por qué
huiste? Parece que es buena para ti —dice la Dra. Harris con una leve
sonrisa—. Creo que jamás te he visto tan feliz.
Mi sonrisa crece. —Es buena para mí. Estoy enamorado de ella. —
Decir las palabras en voz alta lo hace mucho más real. Y da miedo.
—¿Se lo has dicho?
—Todavía no.
—¿Por qué?
—¿Y si no me corresponde? —Mi mayor temor es soltarlo todo y
dejarlo en claro para que luego ella no sienta lo mismo. O peor aún, que se
ría de mi.
Sin embargo, sé que nunca haría eso. También sé que, en el fondo,
siente lo mismo por mí que yo por ella.
Es fácil escribir las palabras te amo, componer poemas en su honor y
declararle mi amor eterno con un puñado de lindas frases. Pero otra cosa
completamente distinta es hacer esa declaración a la cara. Ya estoy lo
suficientemente asustado por sólo decirle las palabras en voz alta a mi
psiquiatra.
—Amar a alguien es estar en constante riesgo con tus emociones.
Cuando encuentres a la persona correcta, aquella con la que sabes que
quieres estar, esa persona hace que el riesgo valga la pena. —La Dra.
Harris se detiene, estudiándome cuidadosamente—. ¿Crees que (_TN) vale
el riesgo para ti?
—Sí —digo sin dudar.
Sonríe. —Si eso es lo que crees, entonces ella querrá oír las palabras,
Nick . Apuesto a que piensa que tú también eres un riesgo que vale la
pena correr.
3/3.
Haría cualquier cosa por ser tu todo.
—Nick … ¿O (_TN) ?
(_TN)
reo que por fin he entrado en ese cuento de hadas en el que
siempre quise vivir desde que era una niña. Lo estoy viviendo,
justo en este momento, vistiéndome y alistándome para un
tranquilo domingo con Nick .
Él me despierta besando suavemente cada parte de mi cara.
Suaves besos que me hacen soltar risitas, ya que sus labios cosquillean
contra mi piel. Cuando desliza sus manos entre nosotros y comienza a
hacerme cosquillas en el estómago, me río más fuerte, nuestras piernas
juntas, nuestros cuerpos desnudos chocando uno con el otro. Lo que nos
lleva a tener un lento y delicioso sexo matutino.
Pero antes del lento y delicioso sexo matutino, recorro su cuerpo
como prometí. Trazándolo con mis labios, mi lengua, mis manos y mis
dedos. Imaginen mi sorpresa cuando descubro un tatuaje en su caja
torácica, escrito en elegantes letras. Es un párrafo, más como una cadena
de palabras en un poema. Delineo cada letra con mi dedo, tratando de
descifrar su significado.
Por una pasión que
Es capaz de brillar como la nuestra
Bienaventurados somos por
Amarnos
El uno al otro.
Estoy sorprendida de que el chico-bueno-futbolista Nick Jonas
tuviera un tatuaje. Y que se lo hiciera luego de que estuvimos juntos.
—¿Qué significa?—pregunto,rozando las palabras más
delicadamente con mi dedo índice.
Se ve sorprendido ante la pregunta.
—Léelo de vuelta —dice despacio—. Lentamente.
Así lo hago, dándome cuenta de que la primera letra de cada
oración deletrea mi nombre.
Recordándome la nota del malvavisco que me dejó. Estoy
sorprendida. Abrumada. Tocada a fondo, lágrimas se forman en mis ojos, y
él las besa haciéndolas desaparecer mientras éstas caen por mis mejillas.
—Escribí esas palabras para ti —murmura contra mi boca antes de
besarme—. Me convertiste en un poeta, (_TN) .
Dios, es tan dulcemente romántico. Quiero perderme en él por
siempre.
Tomamos una ducha juntos y eso eventualmente nos lleva a más
delicioso sexo, dejándome tan cansada, que mis piernas son como fideos
cuando finalmente salimos de la ducha. Él comienza a secarme con una
toalla, sus dedos deslizándose entre mis aún mojadas piernas, y me lleva a
otro orgasmo estremecedor.
Juntos, somos absolutamente ridículos. No podemos mantener
nuestras manos alejadas del otro. Y amo eso.
Lo amo a él.
Me pongo mis shorts de la noche anterior pero hace demasiado frío
para usar ese estúpido top de encaje, así que Nick me deja tomar
prestado una sudadera vieja. Me la pongo, riéndome cuando llegan justo
sobre mis rodillas. Sé que luzco tonta, pero él dice que me veo linda, me
arrastra a sus brazos y me besa. Otra vez. A fondo.
Tan profundamente que finalmente tengo que golpear su pecho y
decirle que tengo que ir a casa para ver cómo está mi hermano antes de
que nos dejemos llevar de nuevo.
La decepción en su rostro es evidente pero respeta mis deseos y nos
dirigimos a mi feo departamento. Mientras más nos acercamos, más
nerviosa me pongo. ¿Qué pasa si mamá se encuentra en casa? De
las iniciales forman el nombre ―(_TN) ‖.
ninguna manera quiero que conozca a Nick , no todavía, porque si esto
iba a continuar entre nosotros, eventualmente ellos tendrían que
conocerse. Es sólo una realidad a la que no quiero enfrentarme.
Mamá es increíblemente buena en avergonzarnos con sus
alcohólicos modales vulgares, tira la casa por la ventana y no le importa
nada o nadie más excepto ella misma. Nick piensa que su familia está
jodida —bueno, lo está, no nos engañemos con respecto a eso— aunque
mi mamá no es ninguna santa tampoco.
Lo que da miedo es que constantemente temo convertirme en ella.
Sería tan fácil. Nos parecemos mucho, a pesar de que odio admitirlo.
Cuando nos detenemos en el estacionamiento del complejo de
apartamentos, noto que el auto de mamá no está ahí, gracias a Dios. El
alivio que me inunda es palpable e inmediatamente me siento más ligera.
Nick viene conmigo a pesar de que le sugerí marcharse, ya que yo
trabajaría hasta tarde. Pero insiste en acompañarme hasta la puerta como
alguna clase de caballero.
Creo que tiene miedo de dejarme ir, la verdad. Y yo me siento igual.
Mientras saco el llavero de mi bolso para abrir la puerta, ésta lo hace
por si sola y me sorprende tanto que dejo caer las llaves. Owen está
parado ahí, vestido con pantalones de chándal y una camiseta vieja,
además de que su cabello es un absoluto desastre. Se arroja hacia mí, sus
brazos tan apretados alrededor de mi cintura que casi no puedo respirar.
—¿Dónde has estado? —Me pregunta, dándome una sacudida
cuando se aleja—. ¡He estado muy preocupado!
—Pensé que estabas en la casa de tu amigo. —Su arrebato me
sorprende. Hablando de un cambio de roles. No puedo recordar la última
vez que lo había visto tan nervioso.
—Estuve en casa solo toda la noche. Mamá se quedó con Larry. Ella
pensó que volverías a casa. También yo. Traté de mandarte mensajes y
llamarte pero nunca respondiste.
Mierda.
—Mi celular debe haber muerto. —Me inclino para recoger mis
llaves. Suena como una pobre excusa, pero es la verdad.
Owen mira por encima de mi hombro y repara en la presencia de
Nick .
—¿Quién rayos es este?
Cielos, ¿por qué suena tan hostil? La mirada que le está enviando a
Nick podría matarlo, es demasiado intensa.
—Um… —No sé cómo responder. Esto es incómodo. No esperaba
que mi hermano estuviera aquí para recibirnos.
—Espera un minuto. —Owen me rodea para que de esa forma
pueda pararse directamente delante de Nick , que es mucho más alto
que mi hermano—. Eres Nick Jonas , ¿no es cierto?
Oh, mierda. No esperaba que mi hermano lo reconociera, pero Nick
es uno de los jugadores estrellas en el equipo de la Universidad. Ellos tienen
un pequeño estatus de fama aquí en la ciudad.
—Si, lo soy. —La sonrisa de Nick es despreocupada y cálida—. Tú
debes ser Owen.
—Sip. Y tú eres el imbécil que le rompió el corazón a mi hermana.
Sin advertencia, Owen levanta su brazo y golpea a Nick justo en el
mentón.
Y lo envía al suelo.
—¡Oh por Dios! —Tomo a Nick por los hombros, pero él ya se está
levantando por su cuenta, su expresión llena de incredulidad. Gracias a
Dios, no parece enojado. Más que nada sorprendido.
Yo también estoy sorprendida.
—¿Por qué rayos fue eso? —le pregunto a Owen, quien está
frotándose los nudillos como si le dolieran.
Pequeña basura. Probablemente le duelen. Se lo merece por hacer
una payasada como esa.
—Él es la razón por la que has sido tan miserable estos últimos meses.
No puedo creerlo, maldita sea. ¿Saliste con Nick Jonas ? —Owen
señala con un dedo a Nick —. ¿Cuándo diablos sucedió esto?
—¡Cuida tu lenguaje! —Es la única cosa que se me ocurre decir. No
sé cómo responderle. Desde luego, no quiero confesar exactamente cómo
Nick y yo nos conocimos en primer lugar. Suena tan sórdido.
—Te escabulliste para verlo y no entiendo por qué. Él no es poca
cosa, (_TN) . —Owen sacude la cabeza—. Soy tan estúpido. No puedo
creer que no llegué a unir todo, principalmente por las iniciales en tu pie.
—¿A qué se refiere? ¿Tienes mis iniciales en tu pie? —La mirada de
Nick cae a mis pies. Estoy usando mis tacones negros de la noche anterior,
y el tatuaje es evidente en la luz del día. Diablos, era evidente anoche y
temprano esta mañana, pero no creo que él estuviera prestando mucha
atención más allá de mis muslos.
El simple pequeño bosquejo de un corazón se encuentra en la parte
superior de mi pie izquierdo, las letras N y J se apilan una encima de la otra
en el medio. Mi homenaje a Nick y a la semana que pasamos juntos. Al
amor que siento por él. Me hice el tatuaje en un arrebato de
irracionalidad. Quería probar que lo amaba lo suficiente para tenerlo
permanentemente grabado en mi piel.
Algo que él nunca me mostró a mí. Un deseo insensato por mi tonto
corazón, supongo.
Esta no era la forma en que quería que se enterara del tatuaje.
Además, comparada con el hermoso poema que él escribió para mi, mi
tatuaje parece una pequeñez.
Algo sin sentido.
—Se lo hizo después de Acción de Gracias —aclara Owen, lanzando
dagas a Nick con la mirada—. No le explicó a nadie el porqué del NJ.
Dijo que era su ciudad favorita, pero yo sabía que eso era pura mierda.
Quiero decir, vamos. Ella ni siquiera ha salido de California. Lo siento, (_TN)
—añade cuando nota que yo estoy lista para golpearlo por haber
maldecido.
—Te hiciste un tatuaje. Con mis iniciales en tu pie. —Nick sacude su
cabeza, su expresión es de incredulidad—. ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Me
lo muestras?
Me encojo de hombros, deseando no tener esta conversación frente
a mi hermano.
—Es tonto.
—Definitivamente, no es tonto. —Se para frente a mí y toma mis
manos, su mirada cayendo a mis pies. Noto que su mandíbula está roja, se
ve un poco hinchada, y no puedo creer que mi hermano lo haya
golpeado tan fuerte. El elemento sorpresa definitivamente estuvo a su
favor—. Me encanta.
—El tuyo tiene más significado —murmuro mientras me jala a sus
brazos justo en frente de mi hermano. Puedo sentir la mirada aburrida de
Owen a nuestras espaldas pero la ignoro—. Tú escribiste un poema para
mí.
—Tú pusiste mis iniciales en tu pie para siempre, (_TN) . Creo que
ambos estamos en la misma página o algo así.
Lo abrazo para acercarlo más a mí y río, porque no se cómo más
reaccionar. Owen se aclara la garganta, recordándome por qué estoy
aquí en primer lugar, y me alejo de Nick , dándole una sonrisa confiada.
—Tal vez debamos hablar más tarde. ¿Luego de que salga del
trabajo?
—Sí. —Nick sonríe, sus ojos azules brillando—. Suena bien. ¿Quieres
que te pase a buscar?
—Claro, me parece perfecto. —Se inclina y me besa de nuevo como
si no pudiera evitarlo—. Salgo a las ocho.
—¿Tienes cómo ir al trabajo?
—Ya pensaré en algo —le sonrío y comienza a alejarse, mirándome
por sobre su hombro una última vez antes de bajar las escaleras y dirigirse a
su camioneta.
—¿Qué diablos fue eso? —pregunta Owen cuando lo arrastro a
nuestro departamento y cierro la puerta.
—¿De qué estás hablando? —Meto las manos en el bolsillo de la
sudadera y respiro profundo, inhalando la esencia de Nick . Dios, huele
bien. Tal vez no quiera devolvérsela. Tal vez no quiera volver a lavarla
tampoco.
Asqueroso pero cierto.
—¿Estás viendo a Nick Jonas ? ¿Es tu novio? —Los ojos de Owen
se amplían—. Esto es una total locura, (_TN) . Él es toda una superestrella.
Como, una leyenda universitaria. ¿Y tú estas con él?
Me encojo de hombros.
—No estoy totalmente segura de cómo definir lo que está
sucediendo entre nosotros, pero sí. Estoy con él. Supongo.
—Santa mierda. —Owen empieza a reír—. Necesito decirles a mis
amigos. ¡Wade va enloquecer! ¿Mamá lo sabe?
—No, nadie lo sabe. Todavía no quiero que nadie lo sepa. —Quiero
tener a Nick cerca y mantenerlo como mi pequeño secreto por un par de
días más. Una vez que las personas se enteren que somos una pareja, las
cosas podrían ponerse un poco raras.
—¿Por qué diablos no? ¡Él es asombroso! —Owen frunce el ceño,
como si recordara mi miseria—. Bueno, no tanto, considerando cómo de
mal debe de haberte herido para tenerte tan miserable. Nunca te he visto
así. ¿Qué pasó entre ustedes?
—Es demasiado difícil de explicar. —Hago un gesto con la mano,
despidiendo a mi pasado con Nick . Cómo si fuera a decirle a mi hermano
algún detalle—. Además, hablemos del hecho de que lo golpeaste. ¿Qué
diablos estabas pensando?
—Eso fue increíble. Mi mano todavía me duele. Lo siento. —Lo
golpeo en la cabeza antes de que se aleje de mi alcance—. No puedo
creer que realmente le di un puñetazo a Nick enloquecido Jonas y él
no me noqueó por ello.
—Creo que estaba demasiado sorprendido por el hecho de que un
niño trató de darle una patada en el culo —dije con ironía.
Owen niega con la cabeza. —Ya no soy un niño pequeño, (TN) .
¿Cuándo van a darse cuenta de eso?
Pongo los ojos en blanco, pero me abstengo de hacer una
observación. Piensa que con catorce años ha madurado. Él sabrá la
verdad algún día. —Me muero de hambre. ¿Aún quieres ir a desayunar?
—Sí, claro. Pero, ¿cómo vamos a llegar? No tenemos ruedas.
Deberías haber dejado que tu novio se quedara para darnos un aventón.
—Podemos caminar a ese pequeño restaurante en la calle. No está
demasiado lejos —le sugiero. Tengo que hablar con mi hermano en paz, no
con Nick como testigo. Estoy ansiosa por tenerlo de vuelta en mi vida,
pero tengo que aliviar su paso al caos que es mi familia en este momento.
Nick
¿Alguna vez has estado en la total y completa cima, sólo para que
ésta se derrumbe en cuestión de minutos?
Sí. Yo también.
Durante toda la mañana me he sentido increíble. Como si caminara
a diez metros del suelo. Incluso ser golpeado por el hermano de la (_TN) no
me perturba, aunque mi mandíbula todavía duele. El chico está ganando
un poco de fuerza, le daré eso.
Regreso a mi departamento y me lanzo directamente a la cama con
la cara hundida en la almohada. (_TN) la utilizó anoche. Puedo olerla, su
aroma llena mi cabeza y la quiero. Tanto.
Sin embargo, tiene una vida. Un trabajo al que tiene que asistir y un
hermano al que tiene que cuidar. Lo entiendo, lo capto. Estoy
malditamente agradecido de que me permitiera volver a su vida y me esté
dando la oportunidad de compensar todo el daño que le ocasioné.
Me dejo invadir por el sueño con su olor rodeándome, su rostro entre
mis pensamientos. Me despierto con el sonido del móvil y tengo la
esperanza de que sea ella, pero no lo es.
Es mi padre.
Genial.
—¿Qué ocurre? —Intento transmitir cierta jovialidad en mi voz, pero
me temo que suena falso. Lo vi ayer por la mañana. ¿Qué ha pasado que
tiene que llamarme después de las veinticuatro horas después de verme?
—Tuve una larga conversación con Adele anoche —dice, con voz
sombría.
Se me encoge el estómago. Sólo escuchar su nombre me pone
enfermo. —¿Sí?— Dios, ¿qué podría haberle dicho? ¿Qué le contó?
—Estoy reconsiderando los procedimientos de divorcio.
Maldición. Justo cuando pensaba que podríamos tenerla fuera de
nuestras vidas para siempre. —¿Por qué?
—Ella jura que nunca ha sido infiel. Que todo son un montón de
rumores maliciosos propagados por algunas mujeres en el club que le
aborrecen. —Papá hace una pausa y respira hondo—. ¿Debería creerle?
—Eso no es algo que tenga que decirte yo —digo automáticamente,
porque infiernos, no. No voy a jugar ningún papel en su decisión.
Además, sé que no le ha sido infiel a él por experiencia personal.
Dios, siento que voy a vomitar.
—Está jugando con mi cabeza. Me llamó cuando regresaba de
verte y cuando le dije dónde había estado, se excitó. Exigió que fuera a
verla de inmediato. Así que me fui a casa y ella... me atacó.
Cierro los ojos, deseando que se calle.
—Estuvo alucinante. Fue como si no se cansara de mí. Sé que no
quieres oírlo, pero fue el mejor sexo que he tenido en... años. No lo
entiendo. No la entiendo.
—Está usando el sexo para mantenerte con ella, papá. —Mi voz es
fuerte y me siento completamente amarrado. No me gusta escuchar todos
estos detalles. Lo que es peor, no me gusta escuchar que lo atacó después
de que supo que había pasado tiempo conmigo.
¿Qué significaba eso? Sólo puedo suponer que tal vez pensó en mí
cuando...
Mierda. No puedo terminar el pensamiento.
—Probablemente —concuerda papá tranquilamente—. Pero si sigue
así, podría no estar listo para dejarla ir todavía.
Es un idiota. Quiero decírselo, pero mantengo la boca cerrada. Sus
problemas no son de mi incumbencia. —Supongo que eso depende de ti.
—Es todo lo que digo en respuesta.
—Escucha. Anoche hablábamos mucho Adele y yo. Desea que
vuelvas a casa para el verano. Dice que te echa de menos y quiere que
pases más tiempo por aquí. Y estoy de acuerdo. ¿Podrías considerarlo?
¿Por nosotros?
Eso sería un rotundo no, pero no voy a ser un idiota con mi padre en
este momento. Él sigue demasiado frágil por este asunto de si debería o no
divorciarse de Adele. Y mírala a ella, arrastrándose como un gusano de
arrastrarse a mi vida. Tratando de conseguir que regrese allí de nuevo.
¿Acaso piensa que soy un idiota? —Me tengo que ir, papá. Llámame si
necesitas hablar de nuevo.
—Dime que por lo menos lo vas a considerar, hijo. Adele te extraña y
te quiere mucho. Desde que perdimos a Vanessa, ella no ha sido la misma.
Lo sabes. Puedes traer un poco de felicidad de nuevo en su vida.
—Nos vemos, papá. —Cuelgo antes de que pueda decir nada más.
No creo poder soportarlo.
Mi apetito se ha ido, mis nervios estallan y me paseo por el
departamento, completamente al borde de derrumbarme. Me pongo
unos zapatos y trato de salir a correr, pero lo único que puedo pensar es en
mi padre quedándose con Adele. En ella tratando de convencerme para
que vaya a casa y pase el verano con ellos. No puedo volver allí. Acción
de Gracias fue lo suficientemente malo. Todavía no he aceptado
plenamente lo que ella me dijo. Es difícil para mi cabeza aceptar una
revelación como esa.
¿Podría mi hermana realmente haber sido mi hija...?
El pánico me llena y dejo de correr, mirando alrededor mientras
estoy en el medio de la acera. Deseando tener a alguien con quien
hablar. Cualquier persona.
(_TN) .
Pero está en el trabajo. Es tarde y su cambio se inició a las tres o
cuatro. Demonios, no puedo recordarlo. No puedo bailar el vals y a la vez
dejar caer todos mis problemas en su vida, de todas formas. Desearía tanto
que hoy no fuera domingo, porque de otra forma llamaría a la Dra. Harris.
Decidiendo lidiar con ello, saco el teléfono del bolsillo de mi suéter y
marco su número. Ella responde a la tercera llamada.
—Estoy sorprendida de saber de ti un domingo. —Es como ella me
saluda—. ¿Estás bien?
—No realmente —admito, agradecido de que no me regañe por
contáctatela en su día libre—. Mi padre llamó.
—Umm. Eso no suena bien. Afortunadamente para ti, estoy de humor
para un café. ¿Quieres que nos encontremos en, digamos, veinte minutos?
Me siento aliviado. ¿Cómo fui tan afortunado de encontrar a la Dra.
Harris en primer lugar? Tal vez esto de reunirse con un paciente para tomar
un café en una tarde de domingo no sea una situación común, pero
tengo sacar toda esta mierda de mi pecho. No sólo las cosas malas que
ocurrieron con mi padre, sino también mi noche y mi mañana con (_TN) .
—Estaré a allí —digo después de que ella recita la dirección de un
Starbucks cercano.
***
—Entonces, ¿cómo te sientes acerca de lo que dijo tu padre?
Tomo un sorbo de mi café helado. —Preferiría que se divorcie de ella.
La quiero fuera de mi vida para siempre.
—Pensé que Adele ya estaba fuera de tu vida. —La Doc. me mira de
esa manera característica que tiene. Esa que me recuerda que soy un
adulto y el responsable de lo que me ocurre.
—Lo está. Pero la quiero fuera de la vida de mi padre también.
Mientras ella sigua casada con él, es una barrera entre nosotros. Una que
no quiero cruzar —digo con una finalidad que desesperadamente quiero
creer.
—Hay una decisión que puedes tomar y por supuesto es una que
tienes permitida. Sabes que dañarás a tu padre si cortas por completo la
relación sin una explicación. —Sorbe un poco de su bebida, con una
expresión de total satisfacción, pero yo sé lo que está tratando de hacer.
—De ninguna manera le diré lo que pasó entre Adele y yo. Va a
odiarme. —Niego con la cabeza.
—No debería. Eres su hijo. Eras un niño cuando esto empezó. Eras un
niño cuando le pusiste un alto. Ella estaba mal. ¿No crees que él vaya a
comprender eso? —me pregunta con voz suave.
No tengo idea. Estoy demasiado asustado para correr el riesgo. —Él
comprenderá lo que quiera comprender. Creerá lo que quiera creer.
—¿De verdad tienes tan poca fe en tu padre?
Ouch. Nunca lo pensé de esa manera. —No es que yo no tenga fe
en él. Es que... ella sabe cómo torcer todo. Es una maestra de la
manipulación y ha estado jugando con nosotros durante años.
—Le das demasiado poder. Ella lo sabe y lo disfruta —señala la Dra.
Harris.
Me encojo de hombros. —Tal vez. Es más fácil evitarla que enfrentar
la verdad.
—Sabes, lamento que constantemente huyas de tus problemas. No
es saludable. Van a alcanzarte tarde o temprano. —Toma otro sorbo de su
bebida y luego empuja la taza a un lado para poder descansar sus brazos
al borde de la mesa.
—Basta de centrarse en lo malo. Vamos a hablar de lo bueno.
Hablamé de (_TN) . —Sólo así, estoy sonriendo mientras estudio mi taza,
pasando mi dedo a través de la condensación que se forma allí—. Ya te
dije que pasé la noche con ella.
—¿Hablaron mucho?
—Le dije que lo sentía.
—¿Por qué?
—Por abandonarla. —Me encuentro con la mirada de la doctora al
otro lado de la pequeña mesa. El Starbucks está vacío, ya son cerca de las
seis. La mayor parte de la gente está en su casa preparando la cena o lo
que sea—. Tenemos que hablar más.
—¿Quisieras estar seguro de lo que haces? ¿Vas a explicarle por qué
huiste? Parece que es buena para ti —dice la Dra. Harris con una leve
sonrisa—. Creo que jamás te he visto tan feliz.
Mi sonrisa crece. —Es buena para mí. Estoy enamorado de ella. —
Decir las palabras en voz alta lo hace mucho más real. Y da miedo.
—¿Se lo has dicho?
—Todavía no.
—¿Por qué?
—¿Y si no me corresponde? —Mi mayor temor es soltarlo todo y
dejarlo en claro para que luego ella no sienta lo mismo. O peor aún, que se
ría de mi.
Sin embargo, sé que nunca haría eso. También sé que, en el fondo,
siente lo mismo por mí que yo por ella.
Es fácil escribir las palabras te amo, componer poemas en su honor y
declararle mi amor eterno con un puñado de lindas frases. Pero otra cosa
completamente distinta es hacer esa declaración a la cara. Ya estoy lo
suficientemente asustado por sólo decirle las palabras en voz alta a mi
psiquiatra.
—Amar a alguien es estar en constante riesgo con tus emociones.
Cuando encuentres a la persona correcta, aquella con la que sabes que
quieres estar, esa persona hace que el riesgo valga la pena. —La Dra.
Harris se detiene, estudiándome cuidadosamente—. ¿Crees que (_TN) vale
el riesgo para ti?
—Sí —digo sin dudar.
Sonríe. —Si eso es lo que crees, entonces ella querrá oír las palabras,
Nick . Apuesto a que piensa que tú también eres un riesgo que vale la
pena correr.
Chicas siento mucho no haber pasado antes :(
pero ya estoy aqui eh tenido unos dias muy movidos
y bueno espero q les alla gustado los 3 cap.
nos leeremos luego vale se les quiere bye...
pero ya estoy aqui eh tenido unos dias muy movidos
y bueno espero q les alla gustado los 3 cap.
nos leeremos luego vale se les quiere bye...
ElitzJb
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
aww al fin estan juntos de nuevo!!
Nicholas debes de ser fuerte!
Owen me mato de amor!
Todo un hombre defendiendo a su hermana!
Siguela!
Nicholas debes de ser fuerte!
Owen me mato de amor!
Todo un hombre defendiendo a su hermana!
Siguela!
aranzhitha
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
:hug: juntos porfiiiin juntos..... Y esa bruja arrrggg.... Ojala y ya no se meta con nick!!!!!!...../ y descuida !!!!!! Espero que subas prontoooooooo
chelis
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
Holaaaa!!
Ya me estoy pasando por aquí . Wow tiene bastante tiempo la última vez que leí tus novelas. Bueno coo tres meses , se me hace mucho tiempo haha
Pero ya te encontré con nueva nove !!
Me encanta!! No se cómo le haces pero siempre adaptas las mejores!!
Siguelaaaa !! Saludos!
Ya me estoy pasando por aquí . Wow tiene bastante tiempo la última vez que leí tus novelas. Bueno coo tres meses , se me hace mucho tiempo haha
Pero ya te encontré con nueva nove !!
Me encanta!! No se cómo le haces pero siempre adaptas las mejores!!
Siguelaaaa !! Saludos!
Pamm Jonas
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Pidgejonas
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
Chicas Aquí esta otra nueva es genial disfrutenla *-*
ElitzJb
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
:bye: :bye: OMG! Esta superhipermegaduperbuenisisiisisimaaaa la nove lo siento por no haberme pasado antes pero tu sabes estudios y todo eso pero bueh aquí estoy!!!! Y nick me alegra muchisisisimooomque hubieras dado el siguiente paso avanzado y kjncd kjncd hay own ya tienes buena mano al pegar fvcknvkffjn me encanto esa mañana que tuvieron ellos fue tan lindo y aww el lema de nick hermoso y aaagggg esa fucking bitch tenía que volver y arenar todo claro como sabe como coger al papa de nick y convencerlo menos mal que esta la doctora para ir ayudando en esto a nick cuando _______ este trabajando y no estar se atormentando se con eso
:calor:
Síguela SIGUELA síguela muy muy muy pronto pronto pronto por favor por favor por favor
Te quieroooo muchooo cuídate y un abrazotototete :hug: :bye:
:calor:
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YESICA KJD
Re: Segunda Oportunidad (novio) Nick y __TN (TERMINADA)
Capitulo 9
1/2.
Tenemos miedo de querer demasiado por miedo a que a la otra persona no le
importe en absoluto.
Eleanor Roosevelt
(_TN)
El restaurante está relativamente tranquilo, supongo que es la
norma para una noche de domingo, de acuerdo con Jen. Mi
turno pasa lento, las cuatro horas se sienten como doce, sobre
todo porque no me estoy manteniendo constantemente ocupada, lo que
normalmente ayuda a pasar el tiempo.
Reviso el reloj y veo que son las siete y media. Finalmente. Treinta
minutos hasta que vea a Nick y no puedo esperar.
Sin embargo, apesta que Colin esté aquí. No quiero que vea a Nick
recogerme. Le prometí que no habría ningún drama y que iba a mantener
a Nick muy lejos de aquí.
¿Cómo iba a saber que, literalmente, nos besaríamos —y un montón
de otras cosas— y nos reconciliaríamos? En serio, creí que habíamos
terminado. Listo. Terminado.
Además, había estado tan malditamente cabreada con él. Enojada
por que Nick volvió a entrar en mi vida como si nunca se hubiese ido e
hizo todo lo posible para volverme loca. Besándome, diciendo que me
extrañaba. Todas las cosas que quería escuchar, pero no así. Una
confrontación en mi trabajo no es el camino a seguir para la reconciliación
de un romance.
Gracioso, como las cosas cambian completamente en unas horas.
Siento que mi vida se ha volteado completamente al revés.
En el buen sentido.
—Estás inquieta —dice Jen mientras pasa a mi lado.
Estoy rebotando sobre mis talones. Algo difícil de hacer teniendo en
cuenta los tacones que estoy usando. Usamos los uniformes de noche. Son
negros, se deslizan en nuestros cuerpos y terminan a mitad del muslo, sin
embargo, la falda siempre se sube. Es el único en el que me aseguro de
usar las bragas tipo bóxer por miedo a que con un movimiento en falso
muestre todo lo que tengo.
Me pregunto qué pensará Nick de mi vestido. Me gusta la forma en
que hace lucir mis pechos y estoy usando un sostén especial solo para él.
—Llena de energía y nerviosa —explico, eso suena estúpido pero
bueno, no estoy mintiendo.
—¿Por qué? —Levanta una ceja y cruza los brazos delante. Estamos
pasando el rato en la estación de camareras cerca del bar, fuera de la
vista de los pocos clientes que aún permanecen en la zona del comedor—
. ¿Tiene algo que ver con el chico de anoche?
Bueno, mierda. No hay secretos en este lugar, ¿los hay? —Tal vez.
Jen sonríe y niega con la cabeza. —Colin va a matarte.
—Oh, dame un respiro. —Agito una mano pero mi estómago
comienza a girar. ¿Qué pasa si Colin se enoja porque estoy con Nick ? No
es que pueda controlar mi vida personal, pero me hizo prometerle que no
habría problemas de novios
—Está preocupado por ti. Creé que el tipo que estaba rondando por
aquí anoche podría convertirse en un problema. ¿Quién es, de todos
modos? Me pareció algo familiar.
No voy a decirle. Ya es bastante malo que Owen aún esté vuelto
loco porque estoy saliendo con Nick . Si es que lo puedo llamar así.
—No es nadie que conozcas —miento, porque prácticamente todo
el mundo en este pequeño pueblo ha oído mencionar su nombre una o
dos veces.
—Eh, bueno, si fuera tú, lo mantendría en secreto —advierte Jen.
Está bien, ahora me estoy irritando. —¿Por qué Colin es tan
entrometido en nuestra vida personal, de todos modos? Es algo raro, ¿no
crees? Quiero decir, sé que es nuestro jefe. ¿No tiene miedo de cruzar la
línea?
—Confía en mí, siempre se queda lo suficiente sobre la línea para no
hacer nada incorrecto —dice Jen, corriendo en su defensa, lo que no es
ninguna sorpresa. Vive con el hombre, después de todo. Hablando de lo
incorrecto, pero ¿quién soy para juzgar?—. No quiere problemas en el
trabajo. Ha habido drama en sus restaurantes en el pasado, sobre todo
con las personas que han trabajado para él. Tiene una estricta política de
no citas para sus empleados.
Oh, apuesto a que sí, entonces ¿por qué vive Jen con él?
—Y estoy seguro que te estás preguntando qué está pasando entre
nosotros, pero no es nada. Absolutamente nada —dice Jen como si
pudiera leer mi mente—. Es sólo lo suficientemente amable cómo para
ofrecerme un lugar donde quedarme mientras pueda volver al ruedo.
—Es muy amable de su parte —le digo y ella rueda los ojos.
—Estoy segura de que piensas que estamos teniendo algún tipo de
romance secreto.
—Si dices que no, entonces no lo hacen. —Me encojo de hombros.
—Sólo... ten cuidado, (_TN) . Me gustas. Eres la persona más
agradable en este lugar, porque como te darás cuenta, trabajamos con
un montón de perras. —Ambas reímos de esto. Las otras chicas
prácticamente nos ignoran. Por suerte, sólo T está trabajando con nosotros
esta noche y ella es demasiado profesional cómo para ser maliciosa—.
Pero Colin te considera en periodo de prueba, por lo que un movimiento
en falso y podría despedirte.
—No haré ningún movimiento equivocado —La tranquilizo. De
ninguna manera puedo permitírmelo. Necesito este trabajo.
—Bien. —Jen sonríe y me da una palmada en el brazo—. Tengo que
ir a ver a mi mesa.
La veo salir, preguntándome si alberga alguna clase de
enamoramiento secreto por Colin. Si lo hace, no puedo culparla. Puede
que tenga sentimientos por Nick y piense que es el hombre más hermoso
en el planeta, pero no se puede negar lo atractivo que es Colin. Es
encantador también. Puedo ver por qué las chicas podrían arriesgarlo
todo sólo por una oportunidad de con él.
Por un breve y brillante momento, casi quise salir con él. Tiene un
poderoso atractivo que es difícil de negar. Pero estoy demasiado envuelta
en Nick como para querer a cualquier otro tipo.
Por una vez, me siento relativamente segura sobre mis sentimientos y
la relación con Nick también. Siendo relativamente la palabra clave, ya
que no sé muy bien cómo llamar a lo que está pasando entre nosotros.
Necesito una definición. Esta noche, vamos a hablar, Nick y yo. Voy
a llegar al fondo de esto y averiguar qué está pasando entre nosotros. Si
intenta joder el momento en que lo enfrente con esto, podría patearle el
culo.
Los últimos treinta minutos pasan rápido y estoy agradecida porque
Nick no entra en el restaurante para recogerme, tan superficial y tonto
como suena. Pero Colin está persistentemente alrededor de la recepción
de la anfitriona, su mirada cuestionando cuando le digo buenas noches
mientras me dirijo hacia la puerta. Estoy preparada cuando pregunta si
necesito que me lleve a casa y le ofrezco un rápido ―no, gracias‖ mientras
empujo la puerta y salgo a la oscura y vigorizantemente fría noche.
Diviso la camioneta de Nick en el aparcamiento y me apresuro a
ella, la emoción corre a través mí cuando lo veo abrir la puerta del lado
del conductor y salir. Lleva pantalones vaqueros y una sudadera con
capucha y se ve increíble.
—Hola —dice cuando me acerco y ofreciéndome una sonrisa
torcida—. Lindo abrigo.
Es el mismo tonto abrigo hinchado que usé la noche en que me pidió
que fingiera ser su novia. Lo odio con loca pasión, pero es el abrigo más
caliente que tengo y es una noche muy fría. Decidí olvidar ser vana y fui
por el factor de calor cuando me lo puse antes de salir para el trabajo.
—Gracias. Lo odio —digo con una sonrisa, haciéndolo reír también—.
Es muy hinchado. Me hace ver como una pequeña bola redonda.
—Definitivamente no te hace ver como una bola —dice, con la
mirada haciendo un lento examen de mí—. En realidad, parece que no
llevas nada debajo de eso, lo que sé que no puede ser el caso. A menos
que este soñando y sea cierto que en realidad estás desnuda ahí debajo.
Me estremezco. No sólo por el frío, sino por sus palabras, por el calor
de su mirada. —Sigue soñando. Me temo que tendré que decepcionarte.
—Maldición. —Riéndose, agarra mi mano y me atrae hacia él,
dándome un rápido y cálido beso—. ¿Lista para irte?
Asiento lentamente. Podría acostumbrarme a esto, mi novio viniendo
a recogerme al trabajo, ofreciéndome dulces besos y palabras sexys.
Luego podemos ir a su casa y desnudarnos juntos.
Sí, eso suena como un sueño hecho realidad.
Subo a la camioneta y nos dirigimos a su casa, aunque me pregunta
si prefiero ir a casa, así puedo estar con Owen. Encuentro dulce la oferta
pero le aseguro que Owen está en la casa de su amigo para pasar la
noche. Están trabajando juntos en un proyecto que es para mañana y la
madre de Wade me prometió que los supervisaría.
Me encanta esa señora. Es tan buena para Owen —y para mí,
también. Creo que sabe que nuestra madre apesta y esta raramente
alrededor, así que hace todo lo posible para ayudarnos. Le di un regalo de
Navidad para mostrar mi aprecio y casi lloró cuando se lo entregué.
—¿Tienes hambre? —Nick me mira por el rabillo del ojo,
manteniendo su concentración en el camino—. Estoy hambriento.
—Podría comer, supongo —digo con un encogimiento de hombros.
No me importa comer. Podría vivir en lo alto si consigo sólo estar en
presencia de Nick . Es estimulante tenerlo tan cerca, sabiendo que es todo
mío.
—¿Quieres ir a algún sitio? O podemos pedir algo. —Me mira cuando
se detiene en un semáforo, su mirada ardiendo.
Eh, ¿como si quisiera prolongar esto por más tiempo? —Vamos a
pedir algo —le sugiero—. ¿Tal vez una pizza?
—Pizza será. —Se estira, y une nuestras manos—. Hay algunas cosas
que quiero hablar contigo.
La preocupación roe mis intestinos y sé que está escrito en mi cara.
Me aprieta la mano tranquilizadoramente cuando no contesto. —Nada
malo sobre nosotros. Se trata de mi padre. Y... ya sabes. Tuve que tener
una sesión de emergencia con mi psiquiatra antes.
—No sabía que los psiquiatras ofrecían sesiones de emergencia. —
Debe ser malo, lo que quiere decirme.
—La mía es extremadamente genial. Te agradaría. Tú le agradas —
dice, aflojando su apretón en mi mano.
Extraño su tacto, tan estúpido como parece. —¿Lo hago?
—Oh, sí. Le he hablado mucho sobre ti. Está contenta de que estés
de nuevo en mi vida. —No parece demasiado molesto, lo cual es
prometedor. Me alegra que tenga a alguien con quien hablar de sus cosas
personales objetivamente. Si menciona el nombre de esa perra, sólo quiero
ir y patear su culo.
Realmente, realmente la odio.
Hablamos de cosas sin sentido el resto del viaje a su apartamento. Le
digo lo muerto que estaba el restaurante, cuánto tiempo he trabajado allí,
como he hecho una amiga. También le cuento sobre mi desayuno con
Owen y lo mal que se sentía por haberlo golpeado.
Está bien, la última parte es mentira. Mi hermano todavía está muy
emocionado porque golpeó a Nick en la mandíbula, pero no le puedo
decir eso. ¿Qué tan grosero es este chico, emocionándose por el hecho
de que golpeó a mi nuevo novio en el rostro por hacer mi vida miserable?
Sin embargo, secretamente como que amé lo rápido que mi
hermano me defendió. Es dulce. Y demuestra que me quiere. No importa
qué tan frustrada me pongo o que piense que no me escucha, lo hace.
Me ama y quiere asegurarse de que estoy bien. Tanto como yo lo amo y
siempre quiero estar segura de que él está bien también.
Bueno, probablemente soy la más protectora de los dos, pero soy la
mayor. La responsable. Tengo que cuidar de él.
—Eres una buena hermana —dice Nick mientras entra en el
estacionamiento de su complejo—. Espero que tu hermano aprecie todo lo
que haces por él.
—Creo que lo hace.
—¿Qué hay de tu madre?
Estoy inmediatamente a la defensiva. —¿Qué pasa con ella?
Estaciona la camioneta y apaga el motor. —¿Aprecia todo lo que
haces?
—La mitad del tiempo no creo que se dé cuenta de que existimos.—
Mi voz es amarga, pero no puedo evitarlo. Pienso en ella y me lleno de
amargura al instante. Es como el café instantáneo, sólo que peor—. Nunca
está. Perdió su trabajo antes de Acción de Gracias y ahora siempre está
saliendo con su novio perdedor en vez de cuidar de Owen o, ya sabes,
trabajar.
—¿No ha encontrado otro trabajo? —Suena incrédulo.
—No es tan fácil cuando no tienes un gran conjunto de habilidades.
—Entonces, ¿quién está pagando la renta en tu casa?
—Estás viéndola. —Indico con mi pulgar hacia mi pecho.
—¿Y todas las cuentas? ¿Los comestibles y todo lo que tiene que ser
pagado?
—Esa sería yo.
Sacude la cabeza lentamente, el respeto es claro en su mirada. —
¿Por qué eres tan jodidamente increíble?
Sus palabras envían una oleada de calor a través de mí, pero bateo
la sensación hacia abajo. —Sólo estoy haciendo lo que tengo que hacer.
No me hagas quedar como una especie de héroe.
—Cualquier persona de tu edad se largaría. En serio.
—No lo creo —empiezo pero me interrumpe.
—Yo lo creo. Sólo tienes veinte, (_TN) . Y llevas el peso del mundo
sobre tus hombros. Cuidas de tu hermano y pagas todas las cuentas.
Siempre estás trabajando y tratando de hacer todo lo posible para
mantener la cabeza fuera del agua. —Sacude la cabeza lentamente—. Te
admiro mucho. Eres tan fuerte, no importa lo que la vida te lance.
—No tengo otra opción —digo con un encogimiento de hombros—.
Hago lo que tengo que hacer para salir adelante.
—Podría tomar lecciones de ti, ¿sabes? —Se inclina sobre la consola
central y acuna con su mano mi mejilla, tirando de mí para un largo beso—
. Siempre tenemos una opción y tú elegiste quedarte. Nunca le restes
importancia a eso. La mayoría de las personas correrían como el viento de
toda esa responsabilidad. Yo lo haría.
Miro fijamente a sus ojos y veo toda la admiración, la pasión y... algo
más en sus hermosas profundidades azules. —Te subestimas, Nick . Como
siempre.
—Está bien. Antes siempre huía, pero tu (_TN) , haces que me quiera
quedar.
Nick
Al minuto de entrar en mi apartamento, (_TN) baja la cremallera del
abrigo hinchado que odia y lo tira en la silla más cercana a la puerta.
Revelando un corto vestido negro que le queda muy apretado, juro que
casi me trago mi lengua la primera vez que la vi en él. Su cuerpo es
increíble. Sus piernas, a pesar de que es pequeña, lucen interminables y
estuve tentado a desprender el vestido lentamente de su cuerpo y hacer
todas las cosas perversas que he imaginando hacerle desde que la dejé
con su hermano esta mañana.
En vez de eso, le pregunto qué ingredientes prefiere en su pizza y
ordeno una.
Después de que cuelgo, me dice que quiere quitarse el vestido y
ponerse algo más cómodo, así que le ofrezco una camiseta mía. Me sigue
de vuelta a la habitación, su dulce olor me rodea mientras se para junto a
mí y buscamos juntos en mi closet. Cuando saco la camiseta de la percha,
miro incrédulo como casualmente se saca el vestido sobre su cabeza,
dejándolo caer al suelo.
De pie frente de mí con tan solo un sujetador de encaje negro y unos
pantis negros que lucen más como pantaloncillos, pero siguen siendo de
alguna manera increíblemente sexys, extiende su mano y menea sus dedos
hacia mí, indicándome que quiere la camiseta, se la paso, mi boca
demasiada seca para hablar, y pasa la camiseta sobre su cabeza; es vieja,
azul pálido con un diseño Hawaiano en frente, la compré cuando fui a
unas de esas vacaciones familiares del asco a la gran isla y rara vez la uso
ya que me recuerda a un tiempo —y a una persona— que preferiría
olvidar.
Pero me encanta verla en (_TN) . Como se la traga, el borde la
golpea casi a la mitad del muslo. Sé exactamente que lleva bajo esa
camiseta demasiado grande, lo que la hace aun más sexy. Es
malditamente caliente.
La deseo. Pero estoy esperando, haciendo mi mejor esfuerzo por ser
paciente. Necesitamos hablar como dos adultos responsables a punto de
embarcarse en una relación seria. Y necesitamos comer, porque me muero
de hambre como un condenado ya que apenas he comido en todo el
día.
La pizza llega menos de treinta minutos después y comemos nuestra
cena sentados en el suelo con las piernas cruzadas frente a mi mesa de
café, riendo, mientras vemos una tonta película de comedia en la
televisión. Es una distracción que ambos necesitábamos después de la
seria conversación que tuvimos en mi camioneta. No era mi intención
hablar allí, solo pasó, no es que me arrepienta.
Espero que me haya creído cuando le dije que pienso que es
increíble. Realmente admiro la forma en la que se maneja frente a la
adversidad. Es jodidamente fuerte y yo me he sentido principalmente débil
toda mi vida. Sintiendo lástima por mí mismo y escapando de mis
problemas no he llegado a ninguna parte.
Estar con (_TN) , aunque solo fuera por esa breve semana, me
cambió para siempre. Me hizo dar cuenta de que puedo ser fuerte. Podía
recaer y volver a los viejos hábitos, pero estar con ella de nuevo es el
recuerdo que necesito para seguir adelante.
Continuar siendo fuerte.
Acabamos con la pizza y la película terminó, ya que la vimos desde
más de la mitad. Es como si ambos nos hubiésemos dado cuenta de que la
única cosa restante por hacer es hablar. Está tranquila, astillando el
esmalte rojo brillante que cubre sus uñas cortas. Su pelo cuelga delante de
su cara y lo estudio, notando que la sombra es diferente.
—Tu pelo es más oscuro —digo de la nada
Levanta la mirada hacia mí con una pequeña sonrisa. —Finalmente
te has dado cuenta.
—¿Cuando lo cambiaste?
—Hace unos días —concentra su atención en mí en vez de en sus
uñas astilladas—. ¿Prométeme que no te enfadarás?
Bien, eso es raro. —Lo prometo.
—Mi jefe me pidió que lo cambiara, me dijo que mi color anterior me
hacía ver barata.
La ira me llena. —Suena como un idiota. —Mi impresión de él
disminuye con cada cosa que aprendo acerca de este tipo.
—Realmente no lo es, porque ¿sabes qué? Tenía razón. Soy rubia
natural pero empecé a aclarar mi cabello en la secundaria. Seguí
decolorándolo y dañándolo demasiado también. Así que Colin me llevó a
un salón, les hizo cortar unos pocos centímetros y oscurecer el color. Ahora
soy como una nueva versión de mí misma.
—Me gustaba la vieja versión también —digo rígidamente—. No usas
tanto maquillaje tampoco.
—Dejé eso una vez que regrese de Carmel. Sólo me estaba
escondiendo detrás del delineador de ojos, ya sabes —Sacude su
cabeza—. ¿Te gusta la nueva yo?
—Me gusta todo de ti —digo—. La vieja tú, la nueva tú, toda tú.
Sonríe y se escabulle más cerca de mí. —Dices las cosas más dulces.
—Quise decir cada palabra.
—Lo sé. —Apoya sus manos en el borde la mesa de café y se pone
de rodillas, acercándose tanto que roza sus rodillas contra mi muslo—. Amo
eso de ti. Nunca, jamás retienes lo que quieres decir cuando se trata de
mí.
Volteando mi cabeza, me encuentro con su mirada. Usó la palabra
amor tan casualmente y eso hace que me pregunte. Me hace recordar lo
que dijo la Dra. Harris. Como (_TN) debería valer el riesgo si realmente
estoy enamorado de ella.
Y sé sin lugar a dudas que estoy enamorado de ella, no puedo
negarlo.
—Dime que paso hoy —susurra, sus bonitos ojos verdes brillando con
la tenue luz que la lámpara arroja sobre nosotros—-. Con tu papá.
Suspiro deseando que no tuviéramos que ir allí. Sabiendo que es
necesario para mantener nuestra relación honesta. —Mi papá vino aquí
hace unos días a visitarme.
Se ve sorprendida. —¿En serio?
—Sí, anuncio que se estaba divorciando de Adele.
Sus ojos se estrechan a la primera mención del nombre de Adele y
amo eso: Su inmediata defensa de mí en contra de la mujer que
irrevocablemente me daño es alucinante. —Eso debería de ser algo
bueno.
—Lo es. —Dejo salir un áspero suspiro—. Me llamó esta tarde y dijo
que estaba reconsiderando su decisión.
—¿Por qué?
—Dijo que cuando fue a casa, ellos como que… se reconciliaron. —
No entraré en detalles como mi padre lo hizo. Me imagino que (_TN) no
quiere saber toda esa otra mierda que yo desearía poder olvidar.
—¿Puedo ser honesta? —pregunta.
—Por favor. —Necesito su opinión.
—Tu papá es un idiota si regresa con ella.
Me rio en voz baja. —Créeme, ya lo sé.
—¿Por qué habría siquiera de considerarlo? —Arruga su nariz, y es
tan lindo. Me inclino y la beso allí.
—Porque ella es una experta manipuladora y porque tiene la clave
de mi papá. —La que debe ser sexo y un montón de promesas que
definitivamente pueden romperse.
—Así que tu padre te dio la esperanza de pensar que ella estará
para siempre fuera de tu vida y luego lo arruinó todo diciendo que
volverán a estar juntos. —(_TN) se inclina hacia atrás en cuchillas,
apoyando sus manos apretadas en su regazo. Luce como si estuviera lista
para golpear a alguien—. Y entraste en pánico y llamaste a tu psicóloga
para una sesión de emergencia un domingo por la tarde. Ella suena como
una loquera milagrosa, si me lo preguntas.
Algo así como mi novia milagrosa, aunque no digo eso, ¿Cómo logré
ser tan afortunado de tener no una, sino dos mujeres apoyándome en mi
vida? —Has dado en el clavo.
—Lo siento mucho, Nick . —Tendiendo la mano, toca mi mejilla, sus
dedos acariciando suavemente mi piel—. ¿Te ayudó hablar de todo con
ella?
—Sí. —Cierro los ojos porque sus dedos en mi rostro se sienten tan
condenadamente bien y quiero saborear su toque un poco más. La siento
acercarse, siento el rose de sus labios contra los míos, tan ligeros como una
pluma, y me quedo completamente quieto, atemorizado de moverme por
miedo a romper el hechizo que ha caído de repente sobre nosotros.
—¿Ayudaría hablarlo conmigo? —Me besa de nuevo, sus labios
capturando sólo mi labio inferior, dándole un pequeño tirón antes de
liberarlo.
Mierda, eso se siente increíble. Anoche y esta mañana con ella ha
sido asombroso, pero me apresuré en mi necesidad de estar dentro de
ella. Se merece más que eso. Se merece ser besada por horas.
—Siempre ayuda hablar contigo —Extiendo la mano antes de que
pueda alejarse, mis ojos siguen cerrados, aunque sé exactamente donde
está. Enrosco mi mano alrededor de su nuca y la acerco, nuestros labios
perfectamente alineados, su aliento dulce y caliente contra mi boca—. Sin
embargo, tal vez deberíamos hablar más tarde. Me estoy quejando
mucho.
Apoya sus manos en mi pecho, sus dedos agarrando la tela de mi
camisa. —Si estás tratando de evitar una conversación seria usando el sexo
como una distracción, podría tener que protestar.
Abro mis ojos de golpe para encontrarla sonriéndome. —¿En serio?
Lentamente mueve la mano, colando sus dedos bajo el dobladillo
de mi camiseta para así poder acariciar mi estómago. —No realmente —
murmura antes de inclinarse y capturar mis labios con los suyos una vez
más.
Deberíamos hablar, sé que deberíamos. Aún hay más por decirle.
Pero casi no puedo pensar cuando está frente a mí, tocándome,
besándome. Me quiero ahogar en ella.
Así que lo hago. Solo por un momento. La toco con mi lengua y abre
sus labios fácilmente, dejándome entrar. Mi puño se aprieta en su pelo,
tirándolo un poco para que su cabeza se arquee hacia atrás, exponiendo
su bonito cuello. Gime y rompo el beso, recorriendo con mi boca a lo largo
de su garganta, lamiendo y mordisqueando la fragante piel.
Susurra mi nombre y el sonido envía una chispa directamente a mi
polla. He esperado por esto todo el día. Pensé en hacerle esto todo el
maldito día, con ella. Soy un hombre obsesionado.
—Tal vez… —contiene el aliento cuando muerdo el lóbulo de su
oreja—. Tal vez deberíamos hablar un poco más antes de hacer… esto.
—¿Hacer qué? —Levanto mi cabeza para poder estudiar su hermoso
rostro. Sus mejillas están rosadas, sus labios hinchados, sus ojos vidriosos. Me
estoy burlando de ella y lo sabe.
Una pequeña sonrisa cosquillea en la esquina de sus labios. —Ya
sabes. —Hace un túnel con sus manos por debajo de mi camiseta, sus uñas
rozando mi piel y me estremezco—. Estás siendo un chico malo, Nick . No
pensé que lo tenías en ti.
—Tú lo sacas de mí —La atraigo hacia mí, y cae en mi regazo,
envolviendo sus piernas alrededor de mis caderas. Creo que esta es
nuestra posición favorita. Sé que es mi posición favorita esta noche, mas
con ella sólo llevando esos pantis y mi camiseta. Puedo sentir su calor
incluso a través de mis jeans y gruño cuando se mece contra mí.
—Mmm, ¿qué más puedo sacar? —Está tirando de mi camiseta y
mantengo mis brazos hacia arriba, dejo que la saque. Su mirada corre con
avidez sobre mi pecho, mientras se lame los labios y ahogo un gemido que
quiere escapar.
Está tratando de matarme. Lo sé.
—Te he extrañado. —Sus palabras me sorprenden y por la mirada en
sus ojos creo que se sorprende así misma—. Estar contigo, verte, tocarte. Es
difícil para mí aceptar el hecho de que estamos sentados aquí juntos y no
es solo un sueño.
—Definitivamente no es un sueño. —Toco su rostro, suavemente
trazando sus labios. Esta temblando, puedo sentir los sutiles temblores
vibrando bajo mis dedos y llevo sus labios a los míos, conectándolos,
conectándonos por un largo y silencioso momento.
No hay lenguas, no apasionados besos fuera de control,
simplemente nuestras bocas tocándose, estamos inhalando la respiración
del otro, mientras nos absorbemos mutuamente. Necesito esta conexión,
creo que ella la necesita también.
Tal vez nos necesitamos demasiado el uno al otro, pero no puedo
preocuparme por eso ahora, no cuando tengo la mujer que amo en mis
brazos, toda envuelta alrededor de mí.
1/2.
Tenemos miedo de querer demasiado por miedo a que a la otra persona no le
importe en absoluto.
Eleanor Roosevelt
(_TN)
El restaurante está relativamente tranquilo, supongo que es la
norma para una noche de domingo, de acuerdo con Jen. Mi
turno pasa lento, las cuatro horas se sienten como doce, sobre
todo porque no me estoy manteniendo constantemente ocupada, lo que
normalmente ayuda a pasar el tiempo.
Reviso el reloj y veo que son las siete y media. Finalmente. Treinta
minutos hasta que vea a Nick y no puedo esperar.
Sin embargo, apesta que Colin esté aquí. No quiero que vea a Nick
recogerme. Le prometí que no habría ningún drama y que iba a mantener
a Nick muy lejos de aquí.
¿Cómo iba a saber que, literalmente, nos besaríamos —y un montón
de otras cosas— y nos reconciliaríamos? En serio, creí que habíamos
terminado. Listo. Terminado.
Además, había estado tan malditamente cabreada con él. Enojada
por que Nick volvió a entrar en mi vida como si nunca se hubiese ido e
hizo todo lo posible para volverme loca. Besándome, diciendo que me
extrañaba. Todas las cosas que quería escuchar, pero no así. Una
confrontación en mi trabajo no es el camino a seguir para la reconciliación
de un romance.
Gracioso, como las cosas cambian completamente en unas horas.
Siento que mi vida se ha volteado completamente al revés.
En el buen sentido.
—Estás inquieta —dice Jen mientras pasa a mi lado.
Estoy rebotando sobre mis talones. Algo difícil de hacer teniendo en
cuenta los tacones que estoy usando. Usamos los uniformes de noche. Son
negros, se deslizan en nuestros cuerpos y terminan a mitad del muslo, sin
embargo, la falda siempre se sube. Es el único en el que me aseguro de
usar las bragas tipo bóxer por miedo a que con un movimiento en falso
muestre todo lo que tengo.
Me pregunto qué pensará Nick de mi vestido. Me gusta la forma en
que hace lucir mis pechos y estoy usando un sostén especial solo para él.
—Llena de energía y nerviosa —explico, eso suena estúpido pero
bueno, no estoy mintiendo.
—¿Por qué? —Levanta una ceja y cruza los brazos delante. Estamos
pasando el rato en la estación de camareras cerca del bar, fuera de la
vista de los pocos clientes que aún permanecen en la zona del comedor—
. ¿Tiene algo que ver con el chico de anoche?
Bueno, mierda. No hay secretos en este lugar, ¿los hay? —Tal vez.
Jen sonríe y niega con la cabeza. —Colin va a matarte.
—Oh, dame un respiro. —Agito una mano pero mi estómago
comienza a girar. ¿Qué pasa si Colin se enoja porque estoy con Nick ? No
es que pueda controlar mi vida personal, pero me hizo prometerle que no
habría problemas de novios
—Está preocupado por ti. Creé que el tipo que estaba rondando por
aquí anoche podría convertirse en un problema. ¿Quién es, de todos
modos? Me pareció algo familiar.
No voy a decirle. Ya es bastante malo que Owen aún esté vuelto
loco porque estoy saliendo con Nick . Si es que lo puedo llamar así.
—No es nadie que conozcas —miento, porque prácticamente todo
el mundo en este pequeño pueblo ha oído mencionar su nombre una o
dos veces.
—Eh, bueno, si fuera tú, lo mantendría en secreto —advierte Jen.
Está bien, ahora me estoy irritando. —¿Por qué Colin es tan
entrometido en nuestra vida personal, de todos modos? Es algo raro, ¿no
crees? Quiero decir, sé que es nuestro jefe. ¿No tiene miedo de cruzar la
línea?
—Confía en mí, siempre se queda lo suficiente sobre la línea para no
hacer nada incorrecto —dice Jen, corriendo en su defensa, lo que no es
ninguna sorpresa. Vive con el hombre, después de todo. Hablando de lo
incorrecto, pero ¿quién soy para juzgar?—. No quiere problemas en el
trabajo. Ha habido drama en sus restaurantes en el pasado, sobre todo
con las personas que han trabajado para él. Tiene una estricta política de
no citas para sus empleados.
Oh, apuesto a que sí, entonces ¿por qué vive Jen con él?
—Y estoy seguro que te estás preguntando qué está pasando entre
nosotros, pero no es nada. Absolutamente nada —dice Jen como si
pudiera leer mi mente—. Es sólo lo suficientemente amable cómo para
ofrecerme un lugar donde quedarme mientras pueda volver al ruedo.
—Es muy amable de su parte —le digo y ella rueda los ojos.
—Estoy segura de que piensas que estamos teniendo algún tipo de
romance secreto.
—Si dices que no, entonces no lo hacen. —Me encojo de hombros.
—Sólo... ten cuidado, (_TN) . Me gustas. Eres la persona más
agradable en este lugar, porque como te darás cuenta, trabajamos con
un montón de perras. —Ambas reímos de esto. Las otras chicas
prácticamente nos ignoran. Por suerte, sólo T está trabajando con nosotros
esta noche y ella es demasiado profesional cómo para ser maliciosa—.
Pero Colin te considera en periodo de prueba, por lo que un movimiento
en falso y podría despedirte.
—No haré ningún movimiento equivocado —La tranquilizo. De
ninguna manera puedo permitírmelo. Necesito este trabajo.
—Bien. —Jen sonríe y me da una palmada en el brazo—. Tengo que
ir a ver a mi mesa.
La veo salir, preguntándome si alberga alguna clase de
enamoramiento secreto por Colin. Si lo hace, no puedo culparla. Puede
que tenga sentimientos por Nick y piense que es el hombre más hermoso
en el planeta, pero no se puede negar lo atractivo que es Colin. Es
encantador también. Puedo ver por qué las chicas podrían arriesgarlo
todo sólo por una oportunidad de con él.
Por un breve y brillante momento, casi quise salir con él. Tiene un
poderoso atractivo que es difícil de negar. Pero estoy demasiado envuelta
en Nick como para querer a cualquier otro tipo.
Por una vez, me siento relativamente segura sobre mis sentimientos y
la relación con Nick también. Siendo relativamente la palabra clave, ya
que no sé muy bien cómo llamar a lo que está pasando entre nosotros.
Necesito una definición. Esta noche, vamos a hablar, Nick y yo. Voy
a llegar al fondo de esto y averiguar qué está pasando entre nosotros. Si
intenta joder el momento en que lo enfrente con esto, podría patearle el
culo.
Los últimos treinta minutos pasan rápido y estoy agradecida porque
Nick no entra en el restaurante para recogerme, tan superficial y tonto
como suena. Pero Colin está persistentemente alrededor de la recepción
de la anfitriona, su mirada cuestionando cuando le digo buenas noches
mientras me dirijo hacia la puerta. Estoy preparada cuando pregunta si
necesito que me lleve a casa y le ofrezco un rápido ―no, gracias‖ mientras
empujo la puerta y salgo a la oscura y vigorizantemente fría noche.
Diviso la camioneta de Nick en el aparcamiento y me apresuro a
ella, la emoción corre a través mí cuando lo veo abrir la puerta del lado
del conductor y salir. Lleva pantalones vaqueros y una sudadera con
capucha y se ve increíble.
—Hola —dice cuando me acerco y ofreciéndome una sonrisa
torcida—. Lindo abrigo.
Es el mismo tonto abrigo hinchado que usé la noche en que me pidió
que fingiera ser su novia. Lo odio con loca pasión, pero es el abrigo más
caliente que tengo y es una noche muy fría. Decidí olvidar ser vana y fui
por el factor de calor cuando me lo puse antes de salir para el trabajo.
—Gracias. Lo odio —digo con una sonrisa, haciéndolo reír también—.
Es muy hinchado. Me hace ver como una pequeña bola redonda.
—Definitivamente no te hace ver como una bola —dice, con la
mirada haciendo un lento examen de mí—. En realidad, parece que no
llevas nada debajo de eso, lo que sé que no puede ser el caso. A menos
que este soñando y sea cierto que en realidad estás desnuda ahí debajo.
Me estremezco. No sólo por el frío, sino por sus palabras, por el calor
de su mirada. —Sigue soñando. Me temo que tendré que decepcionarte.
—Maldición. —Riéndose, agarra mi mano y me atrae hacia él,
dándome un rápido y cálido beso—. ¿Lista para irte?
Asiento lentamente. Podría acostumbrarme a esto, mi novio viniendo
a recogerme al trabajo, ofreciéndome dulces besos y palabras sexys.
Luego podemos ir a su casa y desnudarnos juntos.
Sí, eso suena como un sueño hecho realidad.
Subo a la camioneta y nos dirigimos a su casa, aunque me pregunta
si prefiero ir a casa, así puedo estar con Owen. Encuentro dulce la oferta
pero le aseguro que Owen está en la casa de su amigo para pasar la
noche. Están trabajando juntos en un proyecto que es para mañana y la
madre de Wade me prometió que los supervisaría.
Me encanta esa señora. Es tan buena para Owen —y para mí,
también. Creo que sabe que nuestra madre apesta y esta raramente
alrededor, así que hace todo lo posible para ayudarnos. Le di un regalo de
Navidad para mostrar mi aprecio y casi lloró cuando se lo entregué.
—¿Tienes hambre? —Nick me mira por el rabillo del ojo,
manteniendo su concentración en el camino—. Estoy hambriento.
—Podría comer, supongo —digo con un encogimiento de hombros.
No me importa comer. Podría vivir en lo alto si consigo sólo estar en
presencia de Nick . Es estimulante tenerlo tan cerca, sabiendo que es todo
mío.
—¿Quieres ir a algún sitio? O podemos pedir algo. —Me mira cuando
se detiene en un semáforo, su mirada ardiendo.
Eh, ¿como si quisiera prolongar esto por más tiempo? —Vamos a
pedir algo —le sugiero—. ¿Tal vez una pizza?
—Pizza será. —Se estira, y une nuestras manos—. Hay algunas cosas
que quiero hablar contigo.
La preocupación roe mis intestinos y sé que está escrito en mi cara.
Me aprieta la mano tranquilizadoramente cuando no contesto. —Nada
malo sobre nosotros. Se trata de mi padre. Y... ya sabes. Tuve que tener
una sesión de emergencia con mi psiquiatra antes.
—No sabía que los psiquiatras ofrecían sesiones de emergencia. —
Debe ser malo, lo que quiere decirme.
—La mía es extremadamente genial. Te agradaría. Tú le agradas —
dice, aflojando su apretón en mi mano.
Extraño su tacto, tan estúpido como parece. —¿Lo hago?
—Oh, sí. Le he hablado mucho sobre ti. Está contenta de que estés
de nuevo en mi vida. —No parece demasiado molesto, lo cual es
prometedor. Me alegra que tenga a alguien con quien hablar de sus cosas
personales objetivamente. Si menciona el nombre de esa perra, sólo quiero
ir y patear su culo.
Realmente, realmente la odio.
Hablamos de cosas sin sentido el resto del viaje a su apartamento. Le
digo lo muerto que estaba el restaurante, cuánto tiempo he trabajado allí,
como he hecho una amiga. También le cuento sobre mi desayuno con
Owen y lo mal que se sentía por haberlo golpeado.
Está bien, la última parte es mentira. Mi hermano todavía está muy
emocionado porque golpeó a Nick en la mandíbula, pero no le puedo
decir eso. ¿Qué tan grosero es este chico, emocionándose por el hecho
de que golpeó a mi nuevo novio en el rostro por hacer mi vida miserable?
Sin embargo, secretamente como que amé lo rápido que mi
hermano me defendió. Es dulce. Y demuestra que me quiere. No importa
qué tan frustrada me pongo o que piense que no me escucha, lo hace.
Me ama y quiere asegurarse de que estoy bien. Tanto como yo lo amo y
siempre quiero estar segura de que él está bien también.
Bueno, probablemente soy la más protectora de los dos, pero soy la
mayor. La responsable. Tengo que cuidar de él.
—Eres una buena hermana —dice Nick mientras entra en el
estacionamiento de su complejo—. Espero que tu hermano aprecie todo lo
que haces por él.
—Creo que lo hace.
—¿Qué hay de tu madre?
Estoy inmediatamente a la defensiva. —¿Qué pasa con ella?
Estaciona la camioneta y apaga el motor. —¿Aprecia todo lo que
haces?
—La mitad del tiempo no creo que se dé cuenta de que existimos.—
Mi voz es amarga, pero no puedo evitarlo. Pienso en ella y me lleno de
amargura al instante. Es como el café instantáneo, sólo que peor—. Nunca
está. Perdió su trabajo antes de Acción de Gracias y ahora siempre está
saliendo con su novio perdedor en vez de cuidar de Owen o, ya sabes,
trabajar.
—¿No ha encontrado otro trabajo? —Suena incrédulo.
—No es tan fácil cuando no tienes un gran conjunto de habilidades.
—Entonces, ¿quién está pagando la renta en tu casa?
—Estás viéndola. —Indico con mi pulgar hacia mi pecho.
—¿Y todas las cuentas? ¿Los comestibles y todo lo que tiene que ser
pagado?
—Esa sería yo.
Sacude la cabeza lentamente, el respeto es claro en su mirada. —
¿Por qué eres tan jodidamente increíble?
Sus palabras envían una oleada de calor a través de mí, pero bateo
la sensación hacia abajo. —Sólo estoy haciendo lo que tengo que hacer.
No me hagas quedar como una especie de héroe.
—Cualquier persona de tu edad se largaría. En serio.
—No lo creo —empiezo pero me interrumpe.
—Yo lo creo. Sólo tienes veinte, (_TN) . Y llevas el peso del mundo
sobre tus hombros. Cuidas de tu hermano y pagas todas las cuentas.
Siempre estás trabajando y tratando de hacer todo lo posible para
mantener la cabeza fuera del agua. —Sacude la cabeza lentamente—. Te
admiro mucho. Eres tan fuerte, no importa lo que la vida te lance.
—No tengo otra opción —digo con un encogimiento de hombros—.
Hago lo que tengo que hacer para salir adelante.
—Podría tomar lecciones de ti, ¿sabes? —Se inclina sobre la consola
central y acuna con su mano mi mejilla, tirando de mí para un largo beso—
. Siempre tenemos una opción y tú elegiste quedarte. Nunca le restes
importancia a eso. La mayoría de las personas correrían como el viento de
toda esa responsabilidad. Yo lo haría.
Miro fijamente a sus ojos y veo toda la admiración, la pasión y... algo
más en sus hermosas profundidades azules. —Te subestimas, Nick . Como
siempre.
—Está bien. Antes siempre huía, pero tu (_TN) , haces que me quiera
quedar.
Nick
Al minuto de entrar en mi apartamento, (_TN) baja la cremallera del
abrigo hinchado que odia y lo tira en la silla más cercana a la puerta.
Revelando un corto vestido negro que le queda muy apretado, juro que
casi me trago mi lengua la primera vez que la vi en él. Su cuerpo es
increíble. Sus piernas, a pesar de que es pequeña, lucen interminables y
estuve tentado a desprender el vestido lentamente de su cuerpo y hacer
todas las cosas perversas que he imaginando hacerle desde que la dejé
con su hermano esta mañana.
En vez de eso, le pregunto qué ingredientes prefiere en su pizza y
ordeno una.
Después de que cuelgo, me dice que quiere quitarse el vestido y
ponerse algo más cómodo, así que le ofrezco una camiseta mía. Me sigue
de vuelta a la habitación, su dulce olor me rodea mientras se para junto a
mí y buscamos juntos en mi closet. Cuando saco la camiseta de la percha,
miro incrédulo como casualmente se saca el vestido sobre su cabeza,
dejándolo caer al suelo.
De pie frente de mí con tan solo un sujetador de encaje negro y unos
pantis negros que lucen más como pantaloncillos, pero siguen siendo de
alguna manera increíblemente sexys, extiende su mano y menea sus dedos
hacia mí, indicándome que quiere la camiseta, se la paso, mi boca
demasiada seca para hablar, y pasa la camiseta sobre su cabeza; es vieja,
azul pálido con un diseño Hawaiano en frente, la compré cuando fui a
unas de esas vacaciones familiares del asco a la gran isla y rara vez la uso
ya que me recuerda a un tiempo —y a una persona— que preferiría
olvidar.
Pero me encanta verla en (_TN) . Como se la traga, el borde la
golpea casi a la mitad del muslo. Sé exactamente que lleva bajo esa
camiseta demasiado grande, lo que la hace aun más sexy. Es
malditamente caliente.
La deseo. Pero estoy esperando, haciendo mi mejor esfuerzo por ser
paciente. Necesitamos hablar como dos adultos responsables a punto de
embarcarse en una relación seria. Y necesitamos comer, porque me muero
de hambre como un condenado ya que apenas he comido en todo el
día.
La pizza llega menos de treinta minutos después y comemos nuestra
cena sentados en el suelo con las piernas cruzadas frente a mi mesa de
café, riendo, mientras vemos una tonta película de comedia en la
televisión. Es una distracción que ambos necesitábamos después de la
seria conversación que tuvimos en mi camioneta. No era mi intención
hablar allí, solo pasó, no es que me arrepienta.
Espero que me haya creído cuando le dije que pienso que es
increíble. Realmente admiro la forma en la que se maneja frente a la
adversidad. Es jodidamente fuerte y yo me he sentido principalmente débil
toda mi vida. Sintiendo lástima por mí mismo y escapando de mis
problemas no he llegado a ninguna parte.
Estar con (_TN) , aunque solo fuera por esa breve semana, me
cambió para siempre. Me hizo dar cuenta de que puedo ser fuerte. Podía
recaer y volver a los viejos hábitos, pero estar con ella de nuevo es el
recuerdo que necesito para seguir adelante.
Continuar siendo fuerte.
Acabamos con la pizza y la película terminó, ya que la vimos desde
más de la mitad. Es como si ambos nos hubiésemos dado cuenta de que la
única cosa restante por hacer es hablar. Está tranquila, astillando el
esmalte rojo brillante que cubre sus uñas cortas. Su pelo cuelga delante de
su cara y lo estudio, notando que la sombra es diferente.
—Tu pelo es más oscuro —digo de la nada
Levanta la mirada hacia mí con una pequeña sonrisa. —Finalmente
te has dado cuenta.
—¿Cuando lo cambiaste?
—Hace unos días —concentra su atención en mí en vez de en sus
uñas astilladas—. ¿Prométeme que no te enfadarás?
Bien, eso es raro. —Lo prometo.
—Mi jefe me pidió que lo cambiara, me dijo que mi color anterior me
hacía ver barata.
La ira me llena. —Suena como un idiota. —Mi impresión de él
disminuye con cada cosa que aprendo acerca de este tipo.
—Realmente no lo es, porque ¿sabes qué? Tenía razón. Soy rubia
natural pero empecé a aclarar mi cabello en la secundaria. Seguí
decolorándolo y dañándolo demasiado también. Así que Colin me llevó a
un salón, les hizo cortar unos pocos centímetros y oscurecer el color. Ahora
soy como una nueva versión de mí misma.
—Me gustaba la vieja versión también —digo rígidamente—. No usas
tanto maquillaje tampoco.
—Dejé eso una vez que regrese de Carmel. Sólo me estaba
escondiendo detrás del delineador de ojos, ya sabes —Sacude su
cabeza—. ¿Te gusta la nueva yo?
—Me gusta todo de ti —digo—. La vieja tú, la nueva tú, toda tú.
Sonríe y se escabulle más cerca de mí. —Dices las cosas más dulces.
—Quise decir cada palabra.
—Lo sé. —Apoya sus manos en el borde la mesa de café y se pone
de rodillas, acercándose tanto que roza sus rodillas contra mi muslo—. Amo
eso de ti. Nunca, jamás retienes lo que quieres decir cuando se trata de
mí.
Volteando mi cabeza, me encuentro con su mirada. Usó la palabra
amor tan casualmente y eso hace que me pregunte. Me hace recordar lo
que dijo la Dra. Harris. Como (_TN) debería valer el riesgo si realmente
estoy enamorado de ella.
Y sé sin lugar a dudas que estoy enamorado de ella, no puedo
negarlo.
—Dime que paso hoy —susurra, sus bonitos ojos verdes brillando con
la tenue luz que la lámpara arroja sobre nosotros—-. Con tu papá.
Suspiro deseando que no tuviéramos que ir allí. Sabiendo que es
necesario para mantener nuestra relación honesta. —Mi papá vino aquí
hace unos días a visitarme.
Se ve sorprendida. —¿En serio?
—Sí, anuncio que se estaba divorciando de Adele.
Sus ojos se estrechan a la primera mención del nombre de Adele y
amo eso: Su inmediata defensa de mí en contra de la mujer que
irrevocablemente me daño es alucinante. —Eso debería de ser algo
bueno.
—Lo es. —Dejo salir un áspero suspiro—. Me llamó esta tarde y dijo
que estaba reconsiderando su decisión.
—¿Por qué?
—Dijo que cuando fue a casa, ellos como que… se reconciliaron. —
No entraré en detalles como mi padre lo hizo. Me imagino que (_TN) no
quiere saber toda esa otra mierda que yo desearía poder olvidar.
—¿Puedo ser honesta? —pregunta.
—Por favor. —Necesito su opinión.
—Tu papá es un idiota si regresa con ella.
Me rio en voz baja. —Créeme, ya lo sé.
—¿Por qué habría siquiera de considerarlo? —Arruga su nariz, y es
tan lindo. Me inclino y la beso allí.
—Porque ella es una experta manipuladora y porque tiene la clave
de mi papá. —La que debe ser sexo y un montón de promesas que
definitivamente pueden romperse.
—Así que tu padre te dio la esperanza de pensar que ella estará
para siempre fuera de tu vida y luego lo arruinó todo diciendo que
volverán a estar juntos. —(_TN) se inclina hacia atrás en cuchillas,
apoyando sus manos apretadas en su regazo. Luce como si estuviera lista
para golpear a alguien—. Y entraste en pánico y llamaste a tu psicóloga
para una sesión de emergencia un domingo por la tarde. Ella suena como
una loquera milagrosa, si me lo preguntas.
Algo así como mi novia milagrosa, aunque no digo eso, ¿Cómo logré
ser tan afortunado de tener no una, sino dos mujeres apoyándome en mi
vida? —Has dado en el clavo.
—Lo siento mucho, Nick . —Tendiendo la mano, toca mi mejilla, sus
dedos acariciando suavemente mi piel—. ¿Te ayudó hablar de todo con
ella?
—Sí. —Cierro los ojos porque sus dedos en mi rostro se sienten tan
condenadamente bien y quiero saborear su toque un poco más. La siento
acercarse, siento el rose de sus labios contra los míos, tan ligeros como una
pluma, y me quedo completamente quieto, atemorizado de moverme por
miedo a romper el hechizo que ha caído de repente sobre nosotros.
—¿Ayudaría hablarlo conmigo? —Me besa de nuevo, sus labios
capturando sólo mi labio inferior, dándole un pequeño tirón antes de
liberarlo.
Mierda, eso se siente increíble. Anoche y esta mañana con ella ha
sido asombroso, pero me apresuré en mi necesidad de estar dentro de
ella. Se merece más que eso. Se merece ser besada por horas.
—Siempre ayuda hablar contigo —Extiendo la mano antes de que
pueda alejarse, mis ojos siguen cerrados, aunque sé exactamente donde
está. Enrosco mi mano alrededor de su nuca y la acerco, nuestros labios
perfectamente alineados, su aliento dulce y caliente contra mi boca—. Sin
embargo, tal vez deberíamos hablar más tarde. Me estoy quejando
mucho.
Apoya sus manos en mi pecho, sus dedos agarrando la tela de mi
camisa. —Si estás tratando de evitar una conversación seria usando el sexo
como una distracción, podría tener que protestar.
Abro mis ojos de golpe para encontrarla sonriéndome. —¿En serio?
Lentamente mueve la mano, colando sus dedos bajo el dobladillo
de mi camiseta para así poder acariciar mi estómago. —No realmente —
murmura antes de inclinarse y capturar mis labios con los suyos una vez
más.
Deberíamos hablar, sé que deberíamos. Aún hay más por decirle.
Pero casi no puedo pensar cuando está frente a mí, tocándome,
besándome. Me quiero ahogar en ella.
Así que lo hago. Solo por un momento. La toco con mi lengua y abre
sus labios fácilmente, dejándome entrar. Mi puño se aprieta en su pelo,
tirándolo un poco para que su cabeza se arquee hacia atrás, exponiendo
su bonito cuello. Gime y rompo el beso, recorriendo con mi boca a lo largo
de su garganta, lamiendo y mordisqueando la fragante piel.
Susurra mi nombre y el sonido envía una chispa directamente a mi
polla. He esperado por esto todo el día. Pensé en hacerle esto todo el
maldito día, con ella. Soy un hombre obsesionado.
—Tal vez… —contiene el aliento cuando muerdo el lóbulo de su
oreja—. Tal vez deberíamos hablar un poco más antes de hacer… esto.
—¿Hacer qué? —Levanto mi cabeza para poder estudiar su hermoso
rostro. Sus mejillas están rosadas, sus labios hinchados, sus ojos vidriosos. Me
estoy burlando de ella y lo sabe.
Una pequeña sonrisa cosquillea en la esquina de sus labios. —Ya
sabes. —Hace un túnel con sus manos por debajo de mi camiseta, sus uñas
rozando mi piel y me estremezco—. Estás siendo un chico malo, Nick . No
pensé que lo tenías en ti.
—Tú lo sacas de mí —La atraigo hacia mí, y cae en mi regazo,
envolviendo sus piernas alrededor de mis caderas. Creo que esta es
nuestra posición favorita. Sé que es mi posición favorita esta noche, mas
con ella sólo llevando esos pantis y mi camiseta. Puedo sentir su calor
incluso a través de mis jeans y gruño cuando se mece contra mí.
—Mmm, ¿qué más puedo sacar? —Está tirando de mi camiseta y
mantengo mis brazos hacia arriba, dejo que la saque. Su mirada corre con
avidez sobre mi pecho, mientras se lame los labios y ahogo un gemido que
quiere escapar.
Está tratando de matarme. Lo sé.
—Te he extrañado. —Sus palabras me sorprenden y por la mirada en
sus ojos creo que se sorprende así misma—. Estar contigo, verte, tocarte. Es
difícil para mí aceptar el hecho de que estamos sentados aquí juntos y no
es solo un sueño.
—Definitivamente no es un sueño. —Toco su rostro, suavemente
trazando sus labios. Esta temblando, puedo sentir los sutiles temblores
vibrando bajo mis dedos y llevo sus labios a los míos, conectándolos,
conectándonos por un largo y silencioso momento.
No hay lenguas, no apasionados besos fuera de control,
simplemente nuestras bocas tocándose, estamos inhalando la respiración
del otro, mientras nos absorbemos mutuamente. Necesito esta conexión,
creo que ella la necesita también.
Tal vez nos necesitamos demasiado el uno al otro, pero no puedo
preocuparme por eso ahora, no cuando tengo la mujer que amo en mis
brazos, toda envuelta alrededor de mí.
ElitzJb
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