ONE SHOT: "Cut for Love (bullying life)" HARRY STYLES Y TÚ

CUT FOR LOVE (bullying life) HARRY STYLES Y TÚ



Título: CUT FOR LOVE (bullying life)
Autor: Yo misma.
Género: Drama y romance.
Advertencias: No.



¿Nunca has pensado que la vida no está de tu parte? ¿Nunca has deseado dejar de existir porque crees que no le importas a nadie? Eso es lo que me pasa a mí. Soy _____, una chica de 17 años que vive en Holmes Chapel. Siempre había pensado que no le interesaba a nadie, y que si me moría, nadie iría a mi entierro. Me equivocaba. Sí que había una persona que se preocupaba por mí, aunque yo, al principio, desconocía quién era. Pero, dejémonos de rodeos, os contaré mi historia.
Era un frío y lluvioso viernes de noviembre en Holmes Chapel, iba como todos los días al instituto. No lo soportaba más. Cada vez que entraba a ese lugar algo malo me ocurría. Era acechada por algo llamado bullying . Me sentía impotente, no entendía porque la gente era así conmigo.
Cada mañana, antes de entrar a clase, veía a un chico detrás de los aparcamientos del instituto. Lo llevaba observando desde hacía más de tres años, pero nunca me había atrevido a acercarme a él, no me daba muy buenas sensaciones. Aun y así, sentía curiosidad por él. Lo veía siempre desde la distancia, y lo único que podía observar es que tenia un cabello castaño y muy ruloso. Solía llevar musculosas negras y en sus fuertes brazos había varios tatuajes. Me dediqué a mirarlo durante un buen rato y, de repente, él levantó la vista. Nuestros ojos se encontraron y sentí una extraña electricidad recorrer por todo mi cuerpo. Me asusté. Lo único que supe hacer fue salir corriendo y adentrarme al edificio para comenzar las clases.
Iba por los pasillos un poco mojada por la lluvia. Unas chicas se me acercaron. Como de costumbre, empezaron a molestarme. Esas chicas eran lo peor que me podía encontrar. Se podría decir que eran las "populares" del instituto.
-Bueno, bueno, bueno... ¿A quién tenemos aquí? Si es _____... ¿Cómo estás, amiga? -me dijo una de esas estúpidas chicas. Se llamaba Jess, era rubia y plástica y sus dos secuaces Marta y Nicole no eran para menos. Siempre iban detrás de ella y le reían sus gracias. Me amargaban la vida, por culpa de esas, todo el alumnado me odiaba. La razón, la desconozco. Y prefiero no saberla.
-Déjame, por favor... No sé que te he hecho para que me trates así.
-Hacer..., lo que se dice hacer, no me has hecho nada. Lo que pasa es que no me caes bien, y nunca me has caído. Me gusta hacer la vida imposible a la gente que odio. Eso es todo. ¿Tienes algún problema con eso, estúpida? -me preguntó mientras me cogía fuertemente de la muñeca izquierda. Me apretó mucho y me hacía daño. Ella no lo sabía, pero en esa misma muñeca tenia cortes hechos por mí, a causa de toda la angustia y de todo el sufrimiento que llevaba encima. Nadie sabía de mis cortes, y prefería que fuese así.
-Déjame, por favor. Suéltame, me estás haciendo daño.
-Te soltaré cuando a mi me dé la gana, niñata.
-Te lo suplico..., me estás haciendo mucho daño... -le contesté mientras sollozaba a causa del dolor.
De repente, una voz masculina se escuchó.
-Te ha dicho que la sueltes. Jess, ¿estás sorda o qué?
Me giré. Era él. El chico que había visto detrás del aparcamiento. Era aquel ruloso con los brazos tatuados.
-¡Hola Harry!, -le dijo Jess sonriente- ¿por qué quieres que la suelte? Que más da si le hago daño, total, es un estorbo para la sociedad... -Marta y Nicole empezaron a reirse por lo que Jess había dicho.
-No es un estorbo. Esta chica es mejor que tú, eso no lo dudes. Suéltala ya. -le respondió Harry con voz amenazadora.
Jess, finalmente, me soltó. Se acercó lentamente a Harry y le rodeó el cuello con sus brazos.
-Hazza, ¿qué te pasa? No entiendes porqué defiendes a...., eso... Esa una simple niña estúpida. Por cierto, ¿quieres venir a casa esta tarde? Estoy sola...
-Jess. -le dijo el chico.
-¿Sí?
-Me das asco.
Rápidamente, Harry se soltó de ella y se acercó hacia mí. Yo estaba en el suelo, las muñecas me dolían barbaridad. Jess se marchó junto a Nicole y Marta, estaba muy enfadada.
-¿Estás bien?
-S-sí... No te preocupes. Me duele un poco la muñeca pero no es nada.
-Déjame ver.
Mierda. No. No quería que viese mi muñeca. Vería los cortes y pensaría que soy una lunática, que estaba loca. No podía dejar que lo viese.
-No, enserio. No es nada. Ya se me pasará.
Pero no me hizo caso. Hizo fuerza para subirme la manga de la camiseta ya que yo no dejaba que lo hiciese. Finalmente, como él era mucho más fuerte que yo, consiguió levantar la manga. Y lo vio. Lo vio todo. Vio los cortes que estaban empezando a sangrar por el daño que anteriormente Jess me había hecho.
-____... ¿Por qué...?
Me puse muy nerviosa. Estaba todo perdido, se lo contaría a todo el mundo y sería mi fin. Pero..., había una cosa que no entendía. ¿Cómo sabía mi nombre?
-¿C-cómo sabes m-mi nombre? -tartamudeé.
-Eso da igual. ¿Por qué te cortas?
No respondí. Comencé a llorar, me derrumbé completamente. Harry me abrazó.
-No se lo cuentes a nadie, por favor. -le susurré mientras seguía llorando.
-No lo haré. Si se lo digo a alguien sé que te harán más daño, y eso es lo último que quiero. A partir de ahora no sufrirás más ____, ahora yo estoy contigo.
Por suerte, no había nadie en los pasillos, todos estaban en sus respectivas clases. Nadie supo nada de esto.
-____, te llevo observando desde hace mucho tiempo. Sé lo que sufres, pero nunca imaginé que llegases al punto de hacerte daño a ti misma. Nunca he ido a ayudarte cuando te molestaban por miedo a que pensases que era uno de esos que te hacen bullying . Pero, te lo pido por favor, déjame ayudarte. Sé perfectamente que me necesitas, y yo te necesito a ti. ¿Me dejarás que te dé mi ayuda?
Asentí. Y el me volvió a abrazar.
*3 meses más tarde*
Harry estaba conmigo en mi habitación. En estos 3 últimos meses le había cogido mucho cariño. No era el tipo duro que aparentaba ser, era alguien cariñoso y tierno, y lo mejor de todo era que se preocupaba de mí. Era un sábado por la tarde, mis padres no estaban en casa, y Harry y yo estábamos hablando. Me sentía preparada para algo. Le conté todo, absolutamente todo, lo que hacía para desahogarme cuando me trataban mal en la escuela. Le enseñé las cuchillas que utilizaba para cortarme, mis pensamientos acerca de lo que sentía cuando me trataban así y, también le enseñé las pastillas que me tomaba. Aquellas pastillas que desde hace 3 meses atrás había dejado gracias a la ayuda que me proporcionó él. Él cogió las cuchillas y las tiró para que no las volviese a utilizar. Y lo que hizo con las pastillas, fue tirarlas por el retrete. Me costó ver todo eso, pero sabía que lo hacía por mi.
Pasaron los meses, ya era verano. Mis heridas de las muñecas estaban acabando de cicatrizar pero aun era bastante visibles.
Harry y yo decidimos pasar la noche en una tienda de campaña en un descampado cerca de Holmes Chapel.
Acabamos de montar la tienda y nos fuimos al lado del lago que había. Estaba todo muy oscuro, pero me sentía segura al lado de él. Debía admitir que estaba empezando a sentir cosas fuertes por Harry. Nos sentamos uno al lado del otro. Harry paso su brazo por mi cintura y me acercó a él. Apoyé mi cabeza en su hombro y suspiré, me sentía muy a gusto.
-Eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, ____. No sé que haría sin ti.
-Yo tampoco sé que haría sin ti, Harry.
-____, yo... Creo que te quiero.
Me separé un poco de él y le miré a esos profundos ojos verdes. No pude evitar sonreír. Al ver mi reacción, él también lo hizo mostrando su blanca dentadura y sus hermosos hoyuelos. Nos juntamos lentamente y acercamos nuestros rostros, estábamos a milímetros de distancia. Finalmente, me besó. Era mi primer beso, y fue magnífico.
-Yo también te quiero, te quiero muchísimo. -le susurré mientras separábamos nuestros labios.
Me acarició la cara y me cogió en brazos, llevándome hasta la tienda de campaña y tumbándome en un pequeño colchón que había dentro. Colocó su boca en mi oído y me dijo:
-Princesa, llevo mucho tiempo queriendo hacer algo...
-¿El qué? -le pregunté dudosa.
-____, quiero que tu primera vez sea conmigo. Quiero hacerte el amor.
Mi corazón empezó a latir a mil por hora. Me dí cuenta de algo, yo también deseaba que me hiciese el amor.
-Yo también quiero que me hagas el amor, Harry.
Nos besamos. Nos besamos tantas veces aquella noche... Él me quitó el vestido veraniego que llevaba puesto y yo me deshice de su camiseta blanca. Pude observar el gran tatuaje en forma de mariposa de su estómago y dibujé su contorno con mis dedos provocándole unas ligeras cosquillas. Nos sonreímos y volvimos a besarnos. Pasaron los minutos y desabrochó mi brasier. Mis mejillas se tiñeron de rojo y él me abrazó. Le quité los calzoncillos y el mis braguitas. Después de eso, cogió mi brazo izquierdo y comenzó a besar todas las cicatrices de los cortes que tiempo atrás me hice.
-____, estoy locamente enamorado de ti. Te necesito en mi vida, no quiero que te vuelvas a hacer esto cortes. Si te pasa algo yo me muero. Lo sabes, ¿no?
Le acaricié suavemente el hombro.
-Prométeme que no te volverás a cortar, -me pidió mientras volvía a dejar pequeños besos en mis cicatrizados cortes- prométemelo.
-Te lo prometo.
Me abrazó fuertemente en medio de la oscuridad.
-Y ahora, déjame que te haga el amor. -concluyó él.
Y se adentró en mi. Al principio dolió bastante, pero en poco tiempo después, una sensación muy placentera vino hacia mi. Los gemidos que causamos ambos, llenaron toda la tienda de campaña.
Estuvimos toda la noche amándonos, fue un momento mágico. Al acabar, me abracé a él y él me apretó hacia su fuerte cuerpo.
-¿Sabes? Llevo enamorado de ti desde antes de que te defendiese de Jess.
-¿Enserio?
-Enserio. ¿Y sabes otra cosa? Quiero que veas algo...
Harry se sentó en el colchón y yo, al estar aun tumbada, pude ver su musculosa espalda desnuda. Se giró y su pecho al descubierto se posó ante mis ojos. Me quedé de piedra, sin respiración. ¿Cómo no había sido capaz de verlo antes? En el lado izquierdo de su pecho había algo tatuado, no muy grande pero con una letra preciosa. Era mi nombre. Unas lágrimas salieron de mis ojos.
-T-te has ta-tatuado mi nombre...
-Me lo he tatuado en mi pecho, para que siempre estés cerca de mi corazón.
Se tumbó encima mio.
-Quiero que esto sea para siempre, nada pasajero. Necesito que te quedes junto a mi toda la vida. Te quiero demasiado como para perderte.
-Gracias por todo, Harry.
-Te amo princesa.
Y concluyó con un hermoso beso. Un beso que selló nuestro infinito amor.

THE END

Awwwww qué lindo este one shot.

Gracias por pasármelo. Lo del bullying es un asco. ¿Por qué la gente es así de mala?

Me gustó mucho tu historia.

Te mando un beso y abrazo gigante!!!