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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
Sam escribió:Hi Hi nueva lectora me encanta... Nick intentando conquistar la y ella furiosa jajaj me encanta sigue y saludos me llamo Sam XOXO
Hola! Bienvenida Sam!
Que bueno que te guste!
Ya subi cap
Espero te guste
Vanee LovatoD'Jonas
Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
Hi Hi.. me encanto espero.mas caps... esta genial... y ya q la rayis.cambie un poco de humor jajaj XOXO
Sam
Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
Hola!! Nueva Lectora!!! me encanto tu nove!!! esta geniall!!
Seguila pronto!!
PD: se pasaria por mi nove? Una Relación Por Conveniencia [Nick Jonas] y The Perfect Game [Joe Jonas]
Seguila pronto!!
PD: se pasaria por mi nove? Una Relación Por Conveniencia [Nick Jonas] y The Perfect Game [Joe Jonas]
Invitado
Invitado
Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
Debía estar celebrando el hecho de que iba a salir de su cueva subterránea libre y claramente con todas sus ropas intactas finalmente. Entonces, ¿por qué no se sentía más feliz con eso?
¿Por qué quería llorar?
—Pido disculpas por lo de idio’ta — dijo forzadamente. Intentando llevarlo de nuevo a su camino agregó: — creo que lo mejor para tu imagen sería una serie de eventos de caridad a lo largo de toda el área de la Bahía.
—Siempre que no interfieran con el entrenamiento de fútbol de la próxima semana.
—Parece que no irás a los entrenamientos sino te ocupas primero de esto — señaló.
Algo relampagueó en sus ojos y en el momento se convirtió otra vez en depredador.
—¿Te has equivocado en otras cosas?
—¿Disculpa? — dijo ella
Él se aproximó más.
—Creo que mi pregunta fue bastante clara.
Tragó en seco, intentando lamer sus labios.
—Raramente.
—Vale entonces. Qué tal ¿sorprendida?
La había sorprendido llevándola a su santuario particular y ella se quedó sorprendida por la fuerte reacción corporal a su proximidad después de todos esos años pasados.
—No — dijo, pero su voz fue más débil.
Su sonrisa, entonces, fue malvada.
—Hay una primera vez para todo.
Él debía moverse hacia el otro lado del sofá o mejor aún, subir los escalones y salir por aquella puerta. Cualquier cosa para evitar la sensual atracción que ejercía sobre ella.
—Yo me quedé sorprendido antes — dijo Nick, sin esperar respuesta, lo que era bueno ya que ella no era capaz de dar una en concreto. Estaba muy ocupada intentando recordar cómo respirar, cómo mantener su cabeza recta y no hundirse en su boca y rasgar todas sus ropas, implorando que la tomase en aquel maldito segundo.
Se inclinó y dijo.
—¿No me vas a preguntar quién me sorprendió, ____?
—No — pero lo que quería decir era sí. ¡Oh, sí!
El rozó su mejilla con un dedo y dijo:
—Tú.
Estaba tan sorprendida por su tacto y por el modo en que la miraba, como si fuese lo que siempre había buscado, que se olvidó de correr. Se olvidó de que lo odiaba y de que podía herirla, no importaba lo bien que la podía hacer sentirse.
Su silencio lo divirtió, ella lo advirtió por aquella sonrisa perezosa y por el modo en que los dedos se movían a través de sus labios. Se sentía rara, como si hubiese abandonado su cuerpo y su mente estuviera en otra parte.
—¿Quieres saber por qué? — le preguntó.
Desesperadamente, pero no podía admitirlo. Ni siquiera ahora que casi se había entregado al no apartar su mano y no reprendiéndolo por traspasar el límite de consultora y cliente. Si hablara, se traicionaría exponiendo su deseo. Intentó ver la cabeza con una mano, pero cada pequeño movimiento fue la causa de que sus dedos acortasen la distancia hacia sus labios.
Todo aquello era una locura. Tenía que decir algo. Tenía que hacerle saber que estaba allí por negocios, solamente por negocios.
Se limpió la garganta.
—No importa nuestro pasado, Nick. Solo el futuro, este en el que tú eres una celebridad respetable y yo recibo un sueldo por un trabajo bien hecho. La única razón por la que estoy aquí es para volverte un ser humano decente y tener la certeza de que fotografías como estas no aparezcan nuevamente.
Nunca antes había dicho tantas mentiras de un solo latigazo.
Vanee LovatoD'Jonas
Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
Capítulo SEIS.
Llevar a ____ al sótano e impresionarla con su arte y libros había sido un golpe de ingenio. Debiera agradecerle a Bobby, por la brillante idea de contratar a un consultor de imagen. Todos estos años, parte de él, había esperado que ____ se materializara en medio de la multitud del estadio, durante un partido de futbol. ¿Quién hubiera pensado que Bobby Wilson sería el cerebro tras su reencuentro tan esperado?
Ella era muy sensual cuando estaba nerviosa e intentaba fingir que no lo necesitaba de la misma forma en que él la deseaba. No conseguía acordarse de la última vez que se había divertido tanto.
—Todo está bien — dijo él con sus labios a pocos centímetros de los de ella. Pensó que estaba a punto de besarla, pero no podía. Por lo menos aún no. Era necesario que ella lo besara primero, en caso contrario, ella protestaría y lo culparía de aprovecharse de la situación — tú me dices lo que tengo que hacer y lo haré.
Los ojos de ella se abrieron sorprendidos por el súbito cambio de opinión y lo miró un poco perpleja. Pensó que estaba a punto de tomar sus labios, saborearla y acostarla sobre él mientras gemía en éxtasis.
Un poco de paciencia era lo que necesitaba aprender. Porque a veces un poco de anticipación valía la pena, luego parecían arder fuegos de artificio que recompensaban la espera.
____ recuperó pronto su compostura.
—Bien, muy bien, estoy contenta de que pensemos lo mismo. Primero, necesitas un poco de práctica para dar un toque conservador en las fotos.
Él levantó una ceja.
—¿Cómo planeas hacer eso?
—Contrataremos a un consultor especializado en medios de comunicación, para entrenarte en cómo responder preguntas y posar para las fotografías.
—Es una oferta interesante, pero no sé cómo un consultor puede ayudarme con el problema.
Las cejas de ella se curvaron hacia arriba.
—¿Cuál sería el problema? ¿El hecho de que eres muy rico? ¿O muy guapo? ¿O porque tienes demasiado éxito? ¡Por Dios!
—Por si no lo has notado, las mujeres no pueden resistirse a mí.
Los ojos de ella se estrecharon.
—Umm hum.
—Ellas no se apartarán de mí, no importa lo que haga. Será mejor que me enseñes otra forma de lidiar con ellas.
—¿Quieres decir algo diferente de chupar su lengua en público?
Aquella pequeña broma fue un poco sarcástica, lo que significaba que estaban llegando finalmente a algún lugar. Le gustó ver aquel fuego en sus ojos presintiendo que se traduciría en grandes cosas.
Y su cama era definitivamente el lugar a donde se dirigían, lo supiese ella o no.
—Ves, es por esto que tu empresa va tan bien, porque sabes exactamente como encuadrar una situación con pocas palabras.
—¿Y cuál es la situación?
No debía ser fácil, realmente no debía.
—Besos como estos, — él levantó la revista — es la manera en que he sido besado toda mi vida. Es todo lo que sé.
Ella levantó los ojos al techo.
—Si fueras otra persona pensaría que estabas de broma — él paró de respirar unos segundos mientras ella hacía una pausa — pero viniendo de ti, creo que lo dices en serio.
El contuvo una sonrisa. Había hecho cinco yardas en el primer punto. Los próximos cinco debieran ser igualmente fáciles.
—Entonces, digamos que estoy sentado en un sofá con una mujer que quiere un trozo de mí y supón que existen cámaras y que alguien va a sacar una foto que saldrá publicada en los diarios al día siguiente.
—¿Piensas que voy a hacer realmente ese tipo de papel contigo? Estoy empezando a preguntarme lo que pasa en tu realidad alternativa.
Ella no pudo dejar de sonreír. Había pasado mucho tiempo desde que había mantenido una conversación tan agradable con alguien, mucho menos alguien del sexo opuesto. Sus amigos principalmente bebían, se emborrachaban o jugaban a videojuegos y las mujeres intentaban entrar en sus pantalones o en su cuenta bancaria o intentaban convencerlo para que les buscase otro jugador para entrar en sus pantalones o en sus cuentas bancarias.
—Vale — dijo él — tú serás el bombón que me enseñará cómo resistirme— bajó la mirada hasta sus pechos. — no te preocupes por que sean naturales, verdaderos o falsos, eso no hará que te libres de mí; es igual, siempre que encajen bien.
Esperaba hacerla reír en lugar de evaporarse, movió las manos en forma de cuchara y las arrastró ligeramente, como si estuviese cogiendo un peso suave.
—¿Realmente acabas de fingir que has apretado un par de pechos? — ella pareció más divertida que enfadada.
—Sabes cómo somos los deportistas. Ahora vuelve a tu papel de bombón.
—Como si fuese lo suficientemente estúpida para caer en eso.
Él era toda la inocencia representada en su cara.
—¿En qué?
Ella abrió la boca y después la cerró.
Su labio inferior era grueso y quiso hundir suavemente sus labios en la carne sensible, saber si ella temblaría y sus pezones se erguirían en respuesta.
La cosa era que ellos dos sabían que él la había arrinconado; porque ella, ciertamente, no iba a decir: estás intentado que te bese y me acueste contigo nuevamente.
No era una chica remilgada pero tenía demasiado orgullo para pensar incluso en la posibilidad de ceder.
Tenía claro que ningún hombre en el mundo la haría ceder.
—Está bien — dijo en tono airado y firme — lo que hay que hacer por la empresa — murmuró. Entonces sacudió el pelo, exageró el pecho y le hizo un mohín — justo lo que has pedido, un bomboncito para tu lado malo.
Nick nunca había intentado seducir a una mujer mientras se reía, fo’llar había sido siempre un empeño más serio. Nunca un desafío. Intentó responderle.
—¿Con qué rapidez te irás cuando termines? — raramente follaba con alguien en su propia casa porque era más fácil cerrar los pantalones y dejarla, siempre y cuando estuviera en terreno ajeno o neutral.
—Es fácil, — dijo él — fíjate en mí.
—Puede ser difícil para ti creerlo, ya que estamos en el Mundo Extraño de Nick en este momento, pero no tengo idea de cómo aventurarme con alguien.
—¿Ni con tu estrella de futbol favorita?
—No tengo una estrella de futbol favorita — dijo ella — ni de beisbol, baloncesto o hockey. Me gusta Gerard Butler, ¿puedo fingir que eres él?
Nick quería romperle la cabeza a Gerard Butler contra la pared de ladrillo. No podía pensar que realmente tenía celos del actor.
Claro que viniendo de ____ Spencer existía una primera vez para todo.
—Finge que soy Gerard Butler entonces — dijo entre dientes.
Ella levantó la mano.
—Oye, soy ____ Spencer. Tus películas son realmente maravillosas, especialmente aquella extranjera donde finges ser el padre del chico.
—¿De qué va esto? ¿Qué tal querer entrar en sus pantalones? ¿Dónde está la adulación? ¿El dedo deslizándose por el brazo de él? ¿La mirada de quiero fo’llarte toda la noche?
—¡No dijiste nada sobre intentar meterme en sus pantalones!
—Bien — el giró los ojos —¿Qué piensas que están intentando hacerme todas las mujeres de las fotos?
—Parece que eres tú el que intenta meterse en sus pantalones, no al contrario.
Se encogió de hombros.
—A veces soy yo, pero no tan frecuentemente como piensas.
Era verdad. Él tendía a ser un blanco móvil, las mujeres acababan echándosele encima y se peleaban hasta que una lo conseguía para una noche.
Nunca había querido a una mujer en particular, con excepción de la que estaba allí. Solo a ____. La quería cuando tenía dieciocho años y la quería ahora.
—Inténtalo nuevamente — dijo él con voz más animada.
—No veo en lo que va a ayudar esto — discutió.
—Soy como un perro viejo y tú necesitas enseñarme nuevos trucos, ¿cierto?
Ella se quedó pensando en eso durante algún tiempo y a él le gustaba observarle el rostro mientras su mente
Vanee LovatoD'Jonas
Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
trabajaba. Era como si momentáneamente se olvidara de controlar absolutamente todo y, cuando los dientes blancos mordían el labio inferior, era más sensual que cualquier modelo o Miss Silicona.
—Definitivamente eres un perro.
Iba a dejar pasar ésta.
—Entonces es hora de intentar atraparme. No te preocupes. No me reiré.
Lo miró.
—La única razón de que no estés haciendo este ejercicio con una de mis asistentes es que no confío en ti para comportarte con ellas.
—Ellas se lo pierden — dijo él — estoy esperando y recuerda, estás intentando fo’llar conmigo.
Suspiró con resignación, movió las pestañas y dijo con voz sexy y afectada:
—Oh Nick, eres mi jugador de futbol favorito de todos los tiempos, aunque me haya acostado con un grupo de tus compañeros de equipo ayer por la noche.
Él no pudo dejar de reír.
Más pestañas batiéndose.
—Espero que no sea mucho pedir pero, ¿te importaría que te diera un piquito y dejase que mi amigo sacara una foto, para que todo el mundo lo crea cuando digo que he besado al gran Nick Jonas?
La parodia de ____ se estaba acercando demasiado a la realidad. ¿Cuántas mujeres con las que se había acostado hablaban así o tenían el cerebro de una hormiga?
Un poco más serio de lo que quería dijo:
—¿Por qué no? Me gusta este juego.
____ salió de su personaje.
—Dijiste que no te ibas a reír de mí.
Él levantó las manos y las colocó delante como para defenderse, en este caso, de una acusación.
—¿Me he reído?
—No, pero no voy a comportarme como una idio’ta, no te puedes sentar ahí actuando como un hombre formal. Necesitas ser formal.
—¿Ahora vas a decirme como representarme a mí mismo? Cierto, no hay una razón para pararte. ¿Quién soy yo para ello?
Movió la mano.
—Estás obviamente cansado de ser una estrella del deporte. Solo piensas en tus propias necesidades y estás más que dispuesto a dejarte magrear por una extraña para celebrar un buen juego.
Nick no podía recordar cuándo había sido la última vez que alguien le había dicho algo así en la cara.
—Crees que es eso lo que soy, ¿no es cierto?
Ella estrechó el ceño, posiblemente notando por primera vez que lo estaba hiriendo con sus evaluaciones al azar.
Tal vez hiciera eso a propósito. Todo era parte de la venganza.
—No solo eres tú, Nick. Todas las estrellas deportivas son exactamente lo mismo.
Quería refutarla, quería decirle que todos los tipos que había conocido pasaban más tiempo cuidando a sus familias, sus amigos y a los menos afortunados con su propia salud. Quería hablarle de su amigo Tim que había estado en aquel campo todo el día, durante diez años, como defensor y que había dejado al otro equipo darle una paliza en su desesperación por ayudar a su familia a mudarse del montón de Oops! que era la ciudad en que vivían.
Conocía tipos que trataban el futbol como cualquier otro trabajo. Llegaban a su hora, daban de si todo lo que podían y se iban a su casa a comer con sus esposas e hijos. No desperdiciaban el tiempo en bares o en salir en grupo, ganaban su dinero y hacían su vida.
Pero sabía que no había manera de hacerla cambiar de idea sobre los deportistas profesionales o sobre él. No, cuando sus ideas habían sido puestas allí hacía mucho tiempo.
Además, tenía que admitir que no estaba muy lejos de la verdad con muchos tipos a los que conocía. Incluso, en el comienzo de su carrera, con él mismo.
Pasó los dedos por el pelo.
—Está bien, te mostraré una versión muy estereotipada de mí mismo.
Le lanzó una mirada hambrienta.
—He esperado la vida entera por un beso tuyo, querida. Ven a sentarte en mi regazo, pero solo si no estás usando nada debajo de esa falda corta.
Juntó sus muslos, un movimiento casi imperceptible que podría haberse perdido si no estuviese tan pendiente de ella. O, más concretamente, de cuánto la deseaba.
—Así está mejor — dijo — vamos a saltarnos el beso y a trabajar directamente en tu reacción.
No iba a dejarla abandonar de esa manera.
—No sería lo suficientemente realista. Pensé que el cambio de papeles solo funcionaba cuando todos se entregaban a sus personajes
La expresión de ella lo dijo todo. Tenía razón. Iba a tener que besarlo para enseñarle la manera de comportarse alrededor de las fans.
—Está bien — respondió unos minutos después transformándose de nuevo en una gatita. Se deslizó cerca de él, muslo con muslo. ¿No era patética la manera en que empezó a sudar? ¿Solo por sentir su pierna a través de los pantalones?
Sí, lo fue.
Pasó la mano por su cabello y atrajo la cabeza hacia ella. Pero, en el último segundo, miró sus ojos y, en un momento, la gatita desapareció, dejando solo a ____.
Fue aquella pausa en el último segundo la que casi la hizo ceder. La quería. Ahora. Quería tomar su boca, prácticamente podía saborearla.
Tímidamente, ella apretó los labios sobre los suyos y un millón de impulsos eléctricos lo atravesaron.
Aquello casi lo mató. Por favor, imploró, casi sin creer que realmente estuviera rezando, por favor, no dejes que pare.
Nunca había estado realmente seguro si sus oraciones en el campo habían sido verdaderamente atendidas antes o si solamente tenía una suerte ciega en el último instante, para poder salvar su trasero. Pero, cuando ____ empezó a explorar los contornos de su boca con la de ella, cuando la lengua terminó de saborear el borde donde los labios superior e inferior se juntaban, empezó a creer en el poder de la oración.
Su respiración era suave y dulce y él no movió un solo músculo, no quería hacer nada que pudiese estropear aquel momento perfecto. La boca se movió hacia su rostro, a su barba sin afeitar y una de las manos se movió de su pelo al rostro, al cuello; entonces ella pasó el dedo pulgar sobre el hueso de su clavícula y después buscó aquella piel con sus labios.
Un gemido casi escapó de sus pulmones, pero de alguna manera consiguió pararlo y nuevamente ella encontró su boca y esta vez fue menos tímida. Introdujo su lengua jugando con él nuevamente, deslizándose en él.
No podía dejar de devorarla ni un segundo, pero justo cuando estaba a punto de tomar el control de la situación paró de besarlo y explorarlo con su boca y con sus manos.
No lo miró a los ojos.
—Creo, Nick, que no necesito enseñarte nada — ella sonó sofocada — lo has hecho muy bien.
Si pudiera articular palabra, lo hubiese hecho. Finalmente habló con voz estrangulada.
—¿Estás jugando?
Sus ojos se encontraron.
—Has sido un perfecto caballero. Buen trabajo.
—¿Tienes idea de cuánto te deseo en este momento? — gruñó — y no por estar representando un papel estúpido o porque quisiera que fueras una fan.
Ella movió la cabeza e intentó coger su carpeta, entonces vio con horror que ésta se deslizaba de sus dedos y fue a parar bajo la mesa del café.
—No puedo hacer esto — susurró y él no supo si estaba escuchando sus pensamientos o si quería hablar en voz alta.
Todo en lo que atinaba a pensar cuando la miraba era: te he querido cada día, cada minuto y cada segundo que ha pasado desde la última vez que te vi.
¿Era aquello verdad? ¿Realmente lo pensaba? ¡Jo’der! lo pensaba. Ahora que ella estaba allí, sentada frente a él, ahora que lo había besado, sabía la verdad.
Si ella supiera cómo se sentía, su poder sobre él sería como un cuchillo de carnicero brillante y lo hundiría en su corazón para vengarse como ella creía que merecía.
—No es cierto — dijo en vez de admitir el estúpido torbellino de la verdad.
Listo les subí todo un capitulo!
Espero les guste mucho!
Ya verán todas las cosas que les esperan a estos dos :D
Las quiero
XOXO VG
—Definitivamente eres un perro.
Iba a dejar pasar ésta.
—Entonces es hora de intentar atraparme. No te preocupes. No me reiré.
Lo miró.
—La única razón de que no estés haciendo este ejercicio con una de mis asistentes es que no confío en ti para comportarte con ellas.
—Ellas se lo pierden — dijo él — estoy esperando y recuerda, estás intentando fo’llar conmigo.
Suspiró con resignación, movió las pestañas y dijo con voz sexy y afectada:
—Oh Nick, eres mi jugador de futbol favorito de todos los tiempos, aunque me haya acostado con un grupo de tus compañeros de equipo ayer por la noche.
Él no pudo dejar de reír.
Más pestañas batiéndose.
—Espero que no sea mucho pedir pero, ¿te importaría que te diera un piquito y dejase que mi amigo sacara una foto, para que todo el mundo lo crea cuando digo que he besado al gran Nick Jonas?
La parodia de ____ se estaba acercando demasiado a la realidad. ¿Cuántas mujeres con las que se había acostado hablaban así o tenían el cerebro de una hormiga?
Un poco más serio de lo que quería dijo:
—¿Por qué no? Me gusta este juego.
____ salió de su personaje.
—Dijiste que no te ibas a reír de mí.
Él levantó las manos y las colocó delante como para defenderse, en este caso, de una acusación.
—¿Me he reído?
—No, pero no voy a comportarme como una idio’ta, no te puedes sentar ahí actuando como un hombre formal. Necesitas ser formal.
—¿Ahora vas a decirme como representarme a mí mismo? Cierto, no hay una razón para pararte. ¿Quién soy yo para ello?
Movió la mano.
—Estás obviamente cansado de ser una estrella del deporte. Solo piensas en tus propias necesidades y estás más que dispuesto a dejarte magrear por una extraña para celebrar un buen juego.
Nick no podía recordar cuándo había sido la última vez que alguien le había dicho algo así en la cara.
—Crees que es eso lo que soy, ¿no es cierto?
Ella estrechó el ceño, posiblemente notando por primera vez que lo estaba hiriendo con sus evaluaciones al azar.
Tal vez hiciera eso a propósito. Todo era parte de la venganza.
—No solo eres tú, Nick. Todas las estrellas deportivas son exactamente lo mismo.
Quería refutarla, quería decirle que todos los tipos que había conocido pasaban más tiempo cuidando a sus familias, sus amigos y a los menos afortunados con su propia salud. Quería hablarle de su amigo Tim que había estado en aquel campo todo el día, durante diez años, como defensor y que había dejado al otro equipo darle una paliza en su desesperación por ayudar a su familia a mudarse del montón de Oops! que era la ciudad en que vivían.
Conocía tipos que trataban el futbol como cualquier otro trabajo. Llegaban a su hora, daban de si todo lo que podían y se iban a su casa a comer con sus esposas e hijos. No desperdiciaban el tiempo en bares o en salir en grupo, ganaban su dinero y hacían su vida.
Pero sabía que no había manera de hacerla cambiar de idea sobre los deportistas profesionales o sobre él. No, cuando sus ideas habían sido puestas allí hacía mucho tiempo.
Además, tenía que admitir que no estaba muy lejos de la verdad con muchos tipos a los que conocía. Incluso, en el comienzo de su carrera, con él mismo.
Pasó los dedos por el pelo.
—Está bien, te mostraré una versión muy estereotipada de mí mismo.
Le lanzó una mirada hambrienta.
—He esperado la vida entera por un beso tuyo, querida. Ven a sentarte en mi regazo, pero solo si no estás usando nada debajo de esa falda corta.
Juntó sus muslos, un movimiento casi imperceptible que podría haberse perdido si no estuviese tan pendiente de ella. O, más concretamente, de cuánto la deseaba.
—Así está mejor — dijo — vamos a saltarnos el beso y a trabajar directamente en tu reacción.
No iba a dejarla abandonar de esa manera.
—No sería lo suficientemente realista. Pensé que el cambio de papeles solo funcionaba cuando todos se entregaban a sus personajes
La expresión de ella lo dijo todo. Tenía razón. Iba a tener que besarlo para enseñarle la manera de comportarse alrededor de las fans.
—Está bien — respondió unos minutos después transformándose de nuevo en una gatita. Se deslizó cerca de él, muslo con muslo. ¿No era patética la manera en que empezó a sudar? ¿Solo por sentir su pierna a través de los pantalones?
Sí, lo fue.
Pasó la mano por su cabello y atrajo la cabeza hacia ella. Pero, en el último segundo, miró sus ojos y, en un momento, la gatita desapareció, dejando solo a ____.
Fue aquella pausa en el último segundo la que casi la hizo ceder. La quería. Ahora. Quería tomar su boca, prácticamente podía saborearla.
Tímidamente, ella apretó los labios sobre los suyos y un millón de impulsos eléctricos lo atravesaron.
Aquello casi lo mató. Por favor, imploró, casi sin creer que realmente estuviera rezando, por favor, no dejes que pare.
Nunca había estado realmente seguro si sus oraciones en el campo habían sido verdaderamente atendidas antes o si solamente tenía una suerte ciega en el último instante, para poder salvar su trasero. Pero, cuando ____ empezó a explorar los contornos de su boca con la de ella, cuando la lengua terminó de saborear el borde donde los labios superior e inferior se juntaban, empezó a creer en el poder de la oración.
Su respiración era suave y dulce y él no movió un solo músculo, no quería hacer nada que pudiese estropear aquel momento perfecto. La boca se movió hacia su rostro, a su barba sin afeitar y una de las manos se movió de su pelo al rostro, al cuello; entonces ella pasó el dedo pulgar sobre el hueso de su clavícula y después buscó aquella piel con sus labios.
Un gemido casi escapó de sus pulmones, pero de alguna manera consiguió pararlo y nuevamente ella encontró su boca y esta vez fue menos tímida. Introdujo su lengua jugando con él nuevamente, deslizándose en él.
No podía dejar de devorarla ni un segundo, pero justo cuando estaba a punto de tomar el control de la situación paró de besarlo y explorarlo con su boca y con sus manos.
No lo miró a los ojos.
—Creo, Nick, que no necesito enseñarte nada — ella sonó sofocada — lo has hecho muy bien.
Si pudiera articular palabra, lo hubiese hecho. Finalmente habló con voz estrangulada.
—¿Estás jugando?
Sus ojos se encontraron.
—Has sido un perfecto caballero. Buen trabajo.
—¿Tienes idea de cuánto te deseo en este momento? — gruñó — y no por estar representando un papel estúpido o porque quisiera que fueras una fan.
Ella movió la cabeza e intentó coger su carpeta, entonces vio con horror que ésta se deslizaba de sus dedos y fue a parar bajo la mesa del café.
—No puedo hacer esto — susurró y él no supo si estaba escuchando sus pensamientos o si quería hablar en voz alta.
Todo en lo que atinaba a pensar cuando la miraba era: te he querido cada día, cada minuto y cada segundo que ha pasado desde la última vez que te vi.
¿Era aquello verdad? ¿Realmente lo pensaba? ¡Jo’der! lo pensaba. Ahora que ella estaba allí, sentada frente a él, ahora que lo había besado, sabía la verdad.
Si ella supiera cómo se sentía, su poder sobre él sería como un cuchillo de carnicero brillante y lo hundiría en su corazón para vengarse como ella creía que merecía.
—No es cierto — dijo en vez de admitir el estúpido torbellino de la verdad.
Listo les subí todo un capitulo!
Espero les guste mucho!
Ya verán todas las cosas que les esperan a estos dos :D
Las quiero
XOXO VG
Vanee LovatoD'Jonas
Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
Sam escribió:Hi Hi.. me encanto espero.mas caps... esta genial... y ya q la rayis.cambie un poco de humor jajaj XOXO
Hola! :D Que bueno que te gusto!
Pronto subiré mas!!
Hhahaha si ya que la rayiz mejore su humor con el Nicho xD
Pero ya lo veremos mas adelante
XOXO
Vanee LovatoD'Jonas
Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
CrisJonaSchmidt escribió:Hola!! Nueva Lectora!!! me encanto tu nove!!! esta geniall!!
Seguila pronto!!
PD: se pasaria por mi nove? Una Relación Por Conveniencia [Nick Jonas] y The Perfect Game [Joe Jonas]
Hola! Bienvenida! :hug:
:D Me alegra que te guste! :)
Pronto subiré mas :3
Claro que me pasare por tu nove!
En cuanto termine la que estoy leyendo me paso! ;)
Vanee LovatoD'Jonas
Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
Pfff pobre nick el queriendola y ella indicerente... siguela okas XOXO
Sam
Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
Capítulo SIETE.
No podía irse, no importaba lo desesperadamente que lo necesitara. Él había sido su primer beso, su primer orgasmo y su primera mañana en la cama de otra persona. La noche que habían pasado juntos había guiado su sensualidad durante más de una década. Había intentado evitar a los hombres como él, pero había perdido la batalla. Había enamorado a hombres poco pretenciosos, aunque siempre acababa teniendo aventuras con tipos encantadores y carismáticos.
Pero ninguno, no importaba lo exitosos, guapos o encantadores que fueran estaban cerca de compararse a las pocas horas que había pasado con Nick.
Solo una loca lo habría besado para hacer una prueba.
¿Cómo podía haber olvidado que el deseo y la vergüenza hacían una pareja tan horrible y que el deseo siempre ganaba?
No había sido capaz de contenerse, entonces lo había lamido, mordido y él no había hecho nada, ¡nada!
Entonces le había dicho:
—¿Tienes idea de cuánto te deseo ahora mismo? — y una esperanza loca tomó vida en ella.
Era una adulta esta vez. Podía tomar lo que quería y marcharse entera ¿cierto?
Tal vez un beso fuese poco para romper la tensión sensual en la que estaban. Con toda probabilidad, los dos se mirarían y percibirían que lo que había empezado la noche de la graduación no era la gran cosa que pensaban que era.
Una vez que los besos saliesen de su camino, simplemente trabajarían juntos para reconstruir su imagen y para la aprobación de su jefe y después seguirían caminos separados.
Bien, dijo su corazón, pero ella no lo oía porque estaba muy ocupada esperando poder convencerlo sobre aquello de quererla en los negocios.
Miró enfadada las fotografías de él, una después de otra.
—No puedo creer que voy a tener que recordarte como besar a tus fans. ¿Cómo puedo enseñarte si no actúas como lo haces normalmente?
El canto de su boca se movió y algo similar al alivio recorrió sus ojos.
—Siempre he respetado a una mujer que toma su trabajo en serio.
—Gracias — dijo y al momento siguiente sintió como la empujaba a su regazo y hacía que se quedara sin respiración.
Su lengua le invadió la boca y le enseñó cómo bailar nuevamente, mientras las grandes y fuertes manos tocaban su cu’lo.
—¿Es esto mejor? — murmuró cuando llevó la boca hasta el lugar sensible de su oreja.
No podía responder; su cuerpo entero ardía. Felizmente, sus manos estaban igual de malcriadas que su boca. Sintió el calor de la palma bajo la blusa un segundo antes de que su dedo pulgar acariciara su pezón.
Su cuerpo saltó desesperadamente bajo el toque hábil y extendió sus manos hacia él enmarcando su guapo rostro para besarlo. Mientras la acariciaba fue abriendo cremalleras y abriendo botones al tiempo que ella se perdía en su beso.
No podía pensar claramente cuando la besaba, mientras sustituía su camisa por la boca, besando su clavícula y buscando un lugar entre sus pechos cuando le desabrochó el sujetador.
Finalmente, oh Dios no podía ser lo suficientemente rápido, tenía sus pechos en ambas manos, los apretaba, lavaba los pezones con su lengua y pasaba por ellos la piel áspera de su mandíbula y mejillas.
Suspiros divertidos venían de su garganta, pero ella no podía pararlos, no más de lo que podía impedir estar mojada y caliente entre sus piernas. Estaba a punto de implorar que él deslizase una mano bajo su falda y sus bragas. Un toque y explotaría. Eso era todo lo que quería.
Nick era todo lo que ella quería.
La voz de él se oyó entre sus pechos, baja y ronca.
—Tienes el cuerpo más bonito que he visto.
____ arqueó los pechos contra él, moviéndose de forma que la falda se amontonase en la cintura y lo montó.
Se acomodó sobre su pesada erección cubierta por los vaqueros con un gemido de satisfacción. Todo lo que siempre había querido hacer, apretarse contra él mientras chupaba sus pechos.
Con un gemido la empujó aún más íntimamente hacia él. Amaba aquello: el modo en que susurraba su nombre una y otra vez mientras lamía y mordisqueaba la piel sensible de sus pechos; o el modo en que sus vaqueros se sentían ásperos contra la piel expuesta bajo las medias. Nunca había estado tan mojada o tan excitada, tan llena de necesidad que estaba casi estallando con aquello.
Estaba cerca, muy cerca del placer que había sentido en falta todos estos años. Podía ver la cima, estaba subiendo directamente en dirección a ella cuando Nick dijo:
—Oh, no, no — y la puso en el sofá.
Ella lo miró, desorientada y confusa. ¿No estaba a punto de gozar con Nick debajo? Rápidamente respondió a su pregunta muda.
—Mis vaqueros no van a conseguir el placer que quiero para mí — dijo mientras le sacaba la falda.
Sus zapatos ya habían desaparecido y, lentamente, con una paciencia que deseó que no tuviese, deslizó las medias por sus caderas tocando su dolorido clítoris, los muslos increíblemente sensibles y, finalmente, encima de sus rodillas, pantorrillas y pies.
Una parte de ella quería gritar ¡deprisa! pero antes de poder ceder al deseo, Nick dijo:
—Me gustan tus braguitas.
La lencería era su mayor ostentación. Seda de Francia, encaje de Italia. No la había comprado para excitar a los hombres con los que se había acostado. Simplemente le gustaba sentir el lujoso y sensual tejido contra su piel. Era su modo de reconocer a la mujer apasionada que había dentro de ella.
—Sin embargo me gustas más desnuda — dijo cuando deslizó sus braguitas y las echó sobre la alfombra.
Todo lo que quería era que deslizase un dedo dentro de ella, nada más que eso, todo lo que necesitaba. Pero él nunca seguía las reglas. Ni en la escuela ni en el campo ni ahora.
Su boca descendió caliente y pesada hacia su vagina y sus caderas se arquearon para encontrarlo. Fuertes y callosas manos se deslizaron por su trasero empujándola más cerca. Su cuerpo inmediatamente obedeció su orden y se empujó contra sus dientes y lengua.
Y entonces los dedos se deslizaron por su clítoris y sobre sus labios hinchados y entonces, finalmente, se hundieron en ella.
—Nick — gimió diciendo su nombre maravillada cuando las primeras ondas la barrieron. Ningún orgasmo había sido tan intenso, ni siquiera el que habían tenido en el yate la noche de la graduación.
Intentó prepararse para el próximo golpe de placer, pero no podía, no tenía los recursos necesarios para afrontar el ataque de la lengua y los dedos de él, el modo en que presionaba su clítoris y después se apartaba para darle más y enviarla a lo más alto.
Su cerebro dejó de funcionar cuando presionó aún más fuerte con sus manos y más y más alto con su boca.
Entonces, milagrosamente, su cerebro se forzó a través de la niebla de sensaciones. ¿De dónde había venido esa chica que haría cualquier cosa por un orgasmo? Todos aquellos años había estado escondida. Desde aquella noche cuando ese chico rebelde había roto su corazón.
En un momento el hechizo de lujuria se desmoronó.
Con fuerza sobrehumana, lo empujó al otro lado del sofá. Cuando recompuso su ropa, aunque supiese que los ojos de él nunca dejaban su rostro, ni por un segundo, incluso sabiendo lo duro que estaba detrás de la cremallera de sus vaqueros, incluso cuando ambos estaban jadeantes por lo que acababa de pasar, ella no lo miraría. No miraría sus ojos.
Si mirase aquellos bonitos ojos y viese todo el deseo en ellos, saltaría en su regazo y lo montaría como si estuviera a punto de ganar una medalla de oro.
—No puedo hacer esto, no más — ella subió los escalones corriendo, con sus zapatos y la carpeta en las manos. Tendrás que trabajar con Amy. Te llamará con el nuevo plan.
Intentó girar el botón para salir pitando lejos de él, pero estaba cerrado. Con salvaje determinación, golpeó el teclado con sus puños.
—Demonios — gritó.
Nick se movió tras ella para teclear el código y cuando la puerta se abrió, ella saltó hacia fuera y se fue a su coche con una velocidad que no sabía que poseía.
No podía volver a verlo.
¡Nunca!
:wut: estuvieron tan cerca
Jajaja xD
Bueno espero les haya gustado el cap
Las quiero mucho!
XOXO VG
No podía irse, no importaba lo desesperadamente que lo necesitara. Él había sido su primer beso, su primer orgasmo y su primera mañana en la cama de otra persona. La noche que habían pasado juntos había guiado su sensualidad durante más de una década. Había intentado evitar a los hombres como él, pero había perdido la batalla. Había enamorado a hombres poco pretenciosos, aunque siempre acababa teniendo aventuras con tipos encantadores y carismáticos.
Pero ninguno, no importaba lo exitosos, guapos o encantadores que fueran estaban cerca de compararse a las pocas horas que había pasado con Nick.
Solo una loca lo habría besado para hacer una prueba.
¿Cómo podía haber olvidado que el deseo y la vergüenza hacían una pareja tan horrible y que el deseo siempre ganaba?
No había sido capaz de contenerse, entonces lo había lamido, mordido y él no había hecho nada, ¡nada!
Entonces le había dicho:
—¿Tienes idea de cuánto te deseo ahora mismo? — y una esperanza loca tomó vida en ella.
Era una adulta esta vez. Podía tomar lo que quería y marcharse entera ¿cierto?
Tal vez un beso fuese poco para romper la tensión sensual en la que estaban. Con toda probabilidad, los dos se mirarían y percibirían que lo que había empezado la noche de la graduación no era la gran cosa que pensaban que era.
Una vez que los besos saliesen de su camino, simplemente trabajarían juntos para reconstruir su imagen y para la aprobación de su jefe y después seguirían caminos separados.
Bien, dijo su corazón, pero ella no lo oía porque estaba muy ocupada esperando poder convencerlo sobre aquello de quererla en los negocios.
Miró enfadada las fotografías de él, una después de otra.
—No puedo creer que voy a tener que recordarte como besar a tus fans. ¿Cómo puedo enseñarte si no actúas como lo haces normalmente?
El canto de su boca se movió y algo similar al alivio recorrió sus ojos.
—Siempre he respetado a una mujer que toma su trabajo en serio.
—Gracias — dijo y al momento siguiente sintió como la empujaba a su regazo y hacía que se quedara sin respiración.
Su lengua le invadió la boca y le enseñó cómo bailar nuevamente, mientras las grandes y fuertes manos tocaban su cu’lo.
—¿Es esto mejor? — murmuró cuando llevó la boca hasta el lugar sensible de su oreja.
No podía responder; su cuerpo entero ardía. Felizmente, sus manos estaban igual de malcriadas que su boca. Sintió el calor de la palma bajo la blusa un segundo antes de que su dedo pulgar acariciara su pezón.
Su cuerpo saltó desesperadamente bajo el toque hábil y extendió sus manos hacia él enmarcando su guapo rostro para besarlo. Mientras la acariciaba fue abriendo cremalleras y abriendo botones al tiempo que ella se perdía en su beso.
No podía pensar claramente cuando la besaba, mientras sustituía su camisa por la boca, besando su clavícula y buscando un lugar entre sus pechos cuando le desabrochó el sujetador.
Finalmente, oh Dios no podía ser lo suficientemente rápido, tenía sus pechos en ambas manos, los apretaba, lavaba los pezones con su lengua y pasaba por ellos la piel áspera de su mandíbula y mejillas.
Suspiros divertidos venían de su garganta, pero ella no podía pararlos, no más de lo que podía impedir estar mojada y caliente entre sus piernas. Estaba a punto de implorar que él deslizase una mano bajo su falda y sus bragas. Un toque y explotaría. Eso era todo lo que quería.
Nick era todo lo que ella quería.
La voz de él se oyó entre sus pechos, baja y ronca.
—Tienes el cuerpo más bonito que he visto.
____ arqueó los pechos contra él, moviéndose de forma que la falda se amontonase en la cintura y lo montó.
Se acomodó sobre su pesada erección cubierta por los vaqueros con un gemido de satisfacción. Todo lo que siempre había querido hacer, apretarse contra él mientras chupaba sus pechos.
Con un gemido la empujó aún más íntimamente hacia él. Amaba aquello: el modo en que susurraba su nombre una y otra vez mientras lamía y mordisqueaba la piel sensible de sus pechos; o el modo en que sus vaqueros se sentían ásperos contra la piel expuesta bajo las medias. Nunca había estado tan mojada o tan excitada, tan llena de necesidad que estaba casi estallando con aquello.
Estaba cerca, muy cerca del placer que había sentido en falta todos estos años. Podía ver la cima, estaba subiendo directamente en dirección a ella cuando Nick dijo:
—Oh, no, no — y la puso en el sofá.
Ella lo miró, desorientada y confusa. ¿No estaba a punto de gozar con Nick debajo? Rápidamente respondió a su pregunta muda.
—Mis vaqueros no van a conseguir el placer que quiero para mí — dijo mientras le sacaba la falda.
Sus zapatos ya habían desaparecido y, lentamente, con una paciencia que deseó que no tuviese, deslizó las medias por sus caderas tocando su dolorido clítoris, los muslos increíblemente sensibles y, finalmente, encima de sus rodillas, pantorrillas y pies.
Una parte de ella quería gritar ¡deprisa! pero antes de poder ceder al deseo, Nick dijo:
—Me gustan tus braguitas.
La lencería era su mayor ostentación. Seda de Francia, encaje de Italia. No la había comprado para excitar a los hombres con los que se había acostado. Simplemente le gustaba sentir el lujoso y sensual tejido contra su piel. Era su modo de reconocer a la mujer apasionada que había dentro de ella.
—Sin embargo me gustas más desnuda — dijo cuando deslizó sus braguitas y las echó sobre la alfombra.
Todo lo que quería era que deslizase un dedo dentro de ella, nada más que eso, todo lo que necesitaba. Pero él nunca seguía las reglas. Ni en la escuela ni en el campo ni ahora.
Su boca descendió caliente y pesada hacia su vagina y sus caderas se arquearon para encontrarlo. Fuertes y callosas manos se deslizaron por su trasero empujándola más cerca. Su cuerpo inmediatamente obedeció su orden y se empujó contra sus dientes y lengua.
Y entonces los dedos se deslizaron por su clítoris y sobre sus labios hinchados y entonces, finalmente, se hundieron en ella.
—Nick — gimió diciendo su nombre maravillada cuando las primeras ondas la barrieron. Ningún orgasmo había sido tan intenso, ni siquiera el que habían tenido en el yate la noche de la graduación.
Intentó prepararse para el próximo golpe de placer, pero no podía, no tenía los recursos necesarios para afrontar el ataque de la lengua y los dedos de él, el modo en que presionaba su clítoris y después se apartaba para darle más y enviarla a lo más alto.
Su cerebro dejó de funcionar cuando presionó aún más fuerte con sus manos y más y más alto con su boca.
Entonces, milagrosamente, su cerebro se forzó a través de la niebla de sensaciones. ¿De dónde había venido esa chica que haría cualquier cosa por un orgasmo? Todos aquellos años había estado escondida. Desde aquella noche cuando ese chico rebelde había roto su corazón.
En un momento el hechizo de lujuria se desmoronó.
Con fuerza sobrehumana, lo empujó al otro lado del sofá. Cuando recompuso su ropa, aunque supiese que los ojos de él nunca dejaban su rostro, ni por un segundo, incluso sabiendo lo duro que estaba detrás de la cremallera de sus vaqueros, incluso cuando ambos estaban jadeantes por lo que acababa de pasar, ella no lo miraría. No miraría sus ojos.
Si mirase aquellos bonitos ojos y viese todo el deseo en ellos, saltaría en su regazo y lo montaría como si estuviera a punto de ganar una medalla de oro.
—No puedo hacer esto, no más — ella subió los escalones corriendo, con sus zapatos y la carpeta en las manos. Tendrás que trabajar con Amy. Te llamará con el nuevo plan.
Intentó girar el botón para salir pitando lejos de él, pero estaba cerrado. Con salvaje determinación, golpeó el teclado con sus puños.
—Demonios — gritó.
Nick se movió tras ella para teclear el código y cuando la puerta se abrió, ella saltó hacia fuera y se fue a su coche con una velocidad que no sabía que poseía.
No podía volver a verlo.
¡Nunca!
:wut: estuvieron tan cerca
Jajaja xD
Bueno espero les haya gustado el cap
Las quiero mucho!
XOXO VG
Vanee LovatoD'Jonas
Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
Hola! :3
New Reader! ;)
Mira quien anda por acá!
AME la nove, te lo juro!
Es tan fshfjfjhaskj
El Nicholas es PERFECTO!
Veremos que tanto tiempo se mantiene "Alejada" la rayiz!
En serio, los dos son tan cabezotas!
En fin!
Esperando el siguiente capi!
Nos Estamos Leyendo! *.*
Lu wH!;*
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
Sam escribió:Sigue sigue SALUDOS XOXO
Ahorita la sigo!
XOXO
Vanee LovatoD'Jonas
Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
HeyItsLupitaNJ escribió:Hola! :3New Reader! ;)Mira quien anda por acá!AME la nove, te lo juro!Es tan fshfjfjhaskjEl Nicholas es PERFECTO!Veremos que tanto tiempo se mantiene "Alejada" la rayiz!En serio, los dos son tan cabezotas!En fin!Esperando el siguiente capi!Nos Estamos Leyendo! *.*Lu wH!;*X:bye:
Holi!!! :D Bienvenida :hug:
Que bueno que te este gustando
Bueno como veras va a ser MUY difícil que mantengan sus manos lejos del otro xD
Ahorita la sigo :3
Vanee LovatoD'Jonas
Re: Jugando Por Todo (Nick & Tu) -Adaptación- [Terminada]
Capítulo OCHO.
Nick estaba dolorosamente excitado. No había quedado sorprendido porque ____ hubiese huido antes de poder terminar y, realmente, decidió cuando giró la ducha hacia el frío, había disfrutado de todos modos. Porque aunque no hubiese tenido el placer de deslizarse en su caliente y lisa vagina, había conseguido quebrar sus barreras de otra manera.
Solo el besarla era letal.
Y aquellos pechos. Un tipo podía perderse a sí mismo por lo suave que era su piel y el gusto de sus pezones.
Y además estaba el hecho de que ella tenía la vagina más bonita de toda la creación.
El agua helada hizo temporalmente un trabajo mágico en su libido, entonces envolvió una toalla alrededor de la cintura y pensó en su próximo movimiento.
Ella no quería trabajar más con él pero, él quería quedarse con ella. ¿Qué cosa garantizaba que fuera corriendo a su lado? ¿Y si todo fuese bien, cómo mantenerla allí?
Sonrió con seguridad súbita. Sabía exactamente lo que necesitaba hacer. Oh si, la vería nuevamente, en breve.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
____ entró en el despacho de Amy, cerró las cortinas y se tiró en la silla tapizada del rincón.
Amy paró de teclear.
—¿Qué es lo que está mal?
—Acabo de hacer una cosa horrible.
—¿Cómo de horrible?
____ mordió su labio. Ella era el jefe y debería dar ejemplo de comportamiento profesional. ¿Qué es lo que había hecho?
—Me he acostado con un cliente.
En dos segundos Amy estaba fuera de su silla, sentada a la mesa del café frente a ____.
—No lo has hecho.
____ movió la cabeza, miserable y aun energizada y hormigueando por el sorprendente orgasmo que Nick le había dado apenas unos minutos atrás.
—Oh, sí, ciertamente lo he hecho.
El rostro de Amy era la imagen de la duda.
—¿Con quién puedes haberte acostado? Honestamente, no puedo pensar sobre ninguno de nuestros clientes sin ropas — se estremeció — gracias a Dios.
Su voz fue casi un susurro cuando ____ admitió.
—Hemos conseguido un nuevo cliente esta mañana. ¿Te acuerdas?
—¿Esta mañana? Las únicas personas que llamaron hoy fueron aquellos del futbol. Los Outlaws.
Los ojos de Amy se abrieron por la súbita comprensión y ____ no dijo nada, esperó que su amiga hiciese rápidas cuentas sobre qué jugador de los Outlaws era el que más probablemente necesitaba un consultor de imagen.
—¿Nick Jonas? — la voz de Amy subió una nota — de ninguna manera, no puede ser. Odias el futbol y a las estrellas de deportes, incluso uno tan increíblemente sexy como éste. — se balanceó — maldición, ese hombre es sexy.
Amy no sabía nada sobre el pasado de Nick con ____; nadie lo sabía. Nunca había querido admitir, incluso ante su amiga más íntima, que había sido tan ingenua y había estado tan patéticamente enamorada de alguien que jamás le correspondería. Era hora de confesar.
—Promete que no me odiarás por no haberte hablado antes sobre esto. No soy buena para contar secretos, especialmente los que me hacen parecer estúpida — se detuvo un largo momento — la cosa es que conozco a Nick Jonas desde hace mucho tiempo.
—¿Cuándo? — Te conozco desde la facultad y he conocido a casi todos los tipos que enamoraste, me acordaría si hubieses salido con él.
—Fuimos juntos al instituto.
—¡Oh!
____ se quedó pasmada de la variedad de significados que una pequeña palabra podía tener.
—No salimos, no hasta la fiesta de graduación.
Amy puso las manos sobre el corazón con empatía.
—Por favor, no me digas que él fue el tipo que escogiste para perder tu virginidad.
____ nunca se había sentido tan estúpida.
—Todo parecía diferente aquella noche. Él era diferente y no es necesario decir que las cosas no estaban bien entre los dos.
—Eso explica por qué nunca tomamos contratos deportivos — Amy entró en su modo de resolución de problemas —¿Qué necesitas que haga por ti?
____ nunca había apreciado tanto a su mejor amiga y mano derecha.
—No puedo verlo nuevamente.
—Lo supongo. Y también creo que no puedes traspasar los Outlaws a otra empresa, ¿cierto?
—Claro que no. Necesito el dinero para la construcción.
—De acuerdo entonces. Considera a Nick mi problema de ahora en adelante — Amy sonrió — y puedes estar absolutamente segura que voy a pensar en una venganza dolorosa… por herirte.
—Bien, gracias — finalmente ____ encontró su sonrisa.
Amy jugó con su anillo de bodas durante unos segundos y ____ supo lo que quería preguntar.
—Ya sé lo qué te estás preguntando — le dijo a su amiga — fue maravilloso.
Amy se rio ayudándola a salir finalmente de su auto piedad.
—Gracias por decírmelo. He estado casada tanto tiempo que necesito revivir a través de ti.
Vanee LovatoD'Jonas
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