Enfermos...¿De amor? [Harry Styles]-

Little things, ese era el título de la canción. Harry cogió la guitarra, acomodándose frente a la chica, comenzando a pasar sus delicados dedos sobre las cuerdas de aquella antigua guitarra. Su voz estaba sumergida en el aire, la melodía fluía entre él y ella. Las miradas hablaban por sí solas, una sonrisa por parte de ella, nerviosismo y simpleza por parte de él. 

La timidez de Ana salía al exterior tornando sus mejillas de un rojo intenso pero bonito, un rojo natural, un rojo que la hacía ver más preciosa de lo que era. Las palabras salían de la boca del chico chocando en las mejillas de la chica. Por parte de Harry, se puede decir que se sentía pleno, mil emociones lo inundaban a la vez, quizás estaba sintiendo algo más fuerte de lo que pensaba, algo que no se esperaba, un sentimiento diferente a los demás. Sabía que llevaban poco conociéndose, pero aquella chica había roto con todos los esquemas, nunca había tenido una amiga allí dentro, quizás alguna que otra, pero nunca una como Ana, ella era atenta, divertida, sincera, tímida pero a la vez un culo inquieto. Quizás no comenzaba a verla como una amiga... 

La canción termina con un suspiro del cantante, Harry cierra los ojos respirando con fuerza, vuelve a abrirlos encontrándose con la mirada de ella. Si estaba nervioso cuando comenzó a cantar, más nervioso se encontraba en aquel momento, la quería conquistar en el ámbito juguetón de que ella cayera y él se reiría un poco de todo aquello, pero quizás aquel juego le estaba saliendo muy pero que muy mal, sin duda caería él antes que ella.

-¿Y bien?, ¿Te tengo enamorada? -Harry rompe el silencio con una pequeña sonrisa, provocando la tímida risa de Ana.

-¿Ya quieres tenerme a tus pies? Es preciosa, ¿La compusiste para mí? -El chico asiente.- Muchísimas gracias Harold. -Susurra.

-No des las gracias, ¿De verdad que no he conseguido un poquito de tu corazón?

-¿Tengo que confesar la verdad? -Estaba muy nerviosa, quizás Harry le gustaba más de lo que pensaba pero no quería decírselo, le daba vergüenza, aunque puede que fuese mejor decir la verdad cuando más pronto mejor.

-Sí.

-Confieso que sí que tienes un poco más conseguido. -Ríen juntos, sonriéndo finalmente.-Por cierto, quería hablar contigo.-Ana se tensa, mordiéndose su labio inferior.- ¿Qué pasó entre tú y Llèo?

Vaya, Harry no se esperaba aquella pregunta ahora, le había preparado todo aquello y ella prefería hablar del imbécil de Llèo, quizás debía decírselo y quitar esa historia de su vista lo antes posible.

-¿De verdad quieres hablar de eso ahora?

-Lo...lo siento... quería saberlo... quizás me he equivocado y no era el momento, tienes razón. -La chica se levanta, algo incómoda.

-No seas boba, si quieres saberlo lo sabrás. -Él la coge de la mano sentándola en sus piernas, rodea la cintura de la chica y la mira sonriendo.

-Va.. vale..-Ana sonríe algo nerviosa.

-A ver Ana... es complicado... , llevo aquí mucho tiempo, ¿Vale? Desde los ocho años, Llèo, por otro lado, lleva aquí desde los siete. Cuando llegué no había casi nadie en este hospital, Llèo tenía todos los mimos posibles hasta que llegué yo, cuando era pequeño estaba mucho más débil que ahora, mi leucemia era más grave y peligrosa, por suerte me lograron curar poco a poco. Una chica llegó, se llamaba Cristina, en aquel momento tanto Llèo como yo teníamos quince años. Llèo se fijó en Cristina pero ella no le correspondía, ella por el contrario se fijó en mí... Ya sabes, fiesta del sábado noche en el hospital para los pocos que éramos, la chica se me acercó y nos liamos en el baño, fue.. mi primera vez, sé que fue horrible y además con una chica por la que no sentía nada, pero la situación fue esa, bebí y no recordé casi nada al día siguiente, sabía que lo hice pero no recuerdo cómo.

-Vaya.. ¿Y alguna chica más en tu vida?

-Luego vinieron algunas, pero como siempre, una noche loca en los baños y nada más, me convertí en el mujeriego del hospital, todas querían lo mismo. Llèo me cogió rabia, hasta que un día me puse muy grave Ana, no podía respirar, mi sangre fluía muy líquida, me moría. A Llèo no se le ocurrió otra cosa que ir a la habitación donde estaba incomunicado, no sé como entró, pero me quitó la mascarilla y algún que otro cable que me envolvía. Le vi, pero era demasiado débil para evitarlo. Por suerte me cogieron a tiempo.

Vaya, Ana estaba desconcertada, ¿De verdad le había hecho eso?, ¿Llèo era capaz?

-¿Y qué pasó con Llèo?

-No le delaté, odia que no sea rencoroso, porque él lo es y mucho. Desde entonces me hace la vida imposible, ahora sabe que mi apoyo eres tú, tú eres la que me hace sonreír cada día, la que hace que tenga ganas de vivir, por eso temo que te haga daño. -Harry baja la mirada.

-Tranquilo, no me va a tocar, nunca. -Ana se acerca y abraza a Harry.

Ambos se sumergen en un tierno y silencioso abrazo. Se querían, lo ocultaban, pero ambos se sentían a gusto en aquel momento. 

-¿Y qué pasó con todas aquellas chicas? -Ana susurra muy cerca del oído de Harry.

-¿Estás celosa? -El chico ríe y Ana se vuelve a sonrojar, ambos se miran.

-¡No!, ¡Claro que no! No pensaba que lo habías... hecho... ya sabes... con tantas chicas.

-Bah, no te hagas la tonta, si seguro que tú eres peor que yo.

La chica se queda en silencio, nunca había hecho nada con nadie, que vergüenza ahora él creería que era una monja o algo parecido, sólo había besado una vez a un chico pero no tenía conciencia de ningún beso apasionado, ni ninguna historia bonita.

-Ana.., ¿Nunca has hecho nada con nadie? - La chica niega con la cabeza , provocando una sonrisa en el chico.

-¿Por qué sonríes? Nunca he estado con nadie...

-Sonrío porque así cuando seas mía, completamente mía, te estrenaré yo y nadie más te tocará. Solo seremos tú y yo. 

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¡Espero que os guste! 

Comentad y sigo subiendo, Kisses!