Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
La antigua Magia. |Harry Styles y tu|
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 4 de 5. • Comparte
Página 4 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Re: La antigua Magia. |Harry Styles y tu|
siquela vamos
Dios, eso fue como, inesperado, todo como que nada habia pasado atras, pobre de Eleanor, y tambien de tn_____, tantas palizas paso Harry, todo tan fuerte, debes de sequirla
Kathy:cherry::(L)::love:
Dios, eso fue como, inesperado, todo como que nada habia pasado atras, pobre de Eleanor, y tambien de tn_____, tantas palizas paso Harry, todo tan fuerte, debes de sequirla
Kathy:cherry::(L)::love:
kathy styles
Re: La antigua Magia. |Harry Styles y tu|
SIGUELA SIGUELA SIGUELA, ya hay más de 3 comentarios!
pris_vt
Re: La antigua Magia. |Harry Styles y tu|
SIGUELA! Tu novela es una de mis preferidas, porque no la sigues? :(
pris_vt
Re: La antigua Magia. |Harry Styles y tu|
¡HOY HAY CAPÍTULO CHICAS!, Y ES LARGO.
Gracias por esperar :) :(L):
IWish
Re: La antigua Magia. |Harry Styles y tu|
Capítulo 6. Parte 2.
Se aproximaron a la parte de los solteros, una pequeña residencia puesta aparte de la casa principal y reservada para el uso de los huéspedes que desearan más privacidad de la que permitía la mansión. Liam le había dicho a ____ que el señor Shaw había pedido específicamente que el sólo estaría en el pabellón de solteros, aunque tuviera que ser acomodado con tres huéspedes más. Pese a que todavía no se veía señal del señor Shaw, ____ vio un par de criados entrando en el lugar con baúles y equipaje.
Styles se detuvo, sus vívidos ojos atrapando la luz del sol cuando miró hacia la pequeña casa.
—¿Te importa si nos separamos aquí? Iré pronto a la mansión, pero primero quiero echar una ojeada por aquí.
—Claro, por supuesto —____ suponía que debía resultarle abrumador regresar a Stony Cross, con recuerdos escondidos en cada esquina y sendero.
—Styles —dijo insegura— ¿fue una coincidencia que el señor Shaw decidiera aceptar la invitación de una visita de mi hermano, o arreglaste deliberadamente las cosas para poder regresar?
Styles se giró para hacerle frente, sus hombros pendiendo amenazadores sobre los suyos.
—¿Qué razón tendría yo para regresar?
____ buscó su mirada indescifrable. No había nada en su apariencia ni en sus modales que sugiriera ira, pero sentía la tensión enroscada en su interior como el muelle de un reloj. Y entonces entendió lo que él escondía tan cuidadosamente… lo que nadie podría ver a menos que lo hubiera amado alguna vez. Odio. Había regresado por venganza, y no se iría hasta que la hubiera castigado de miles de maneras por lo que ella le había hecho.
—Oh, Styles, —pensó ella ciegamente, sintiendo una curiosa simpatía por él incluso mientras sus instintos le gritaban que se alejara del peligro inminente—. ¿Todavía te duele tanto?
Apartó su mirada, juntando sus cejas mientras reflexionaba sobre qué poco le costaría a él aniquilarla. Haciéndose levantar la mirada a su oscuro rostro, habló con gran precaución:
—Cuánto has conseguido, Styles. Pareces haber tenido éxito con todo lo que has querido… Incluso más.
Girándose, lo dejó con pasos medidos, llamando a todo el autocontrol que le quedaba para evitar salir corriendo.
—No todo —dijo en voz baja Styles, su mirada persiguiéndola cuidadosamente hasta que desapareció.
Styles vagó por el pabellón de solteros, sin prestar atención a los criados mientras colocaban las pertenencias de Shaw. Los muebles eran pesados y auténticamente Jacobinos, de formas voluminosas y majestuosas. Fastuosos paneles de palisandro cubrían los muros, y las ventanas estaban cubiertas por orlas de terciopelo que eliminaban toda señal de luz. Eso estaba bien. La luz era una maldición para Louis Shaw gran cantidad de tiempo.
Styles sabía exactamente por qué necesitaba Louis la intimidad del pabellón de solteros. Siempre un caballero, Louis evitaba escrupulosamente hacer escenas o aparecer fuera de control. Styles nunca lo había visto borracho en realidad. Louis sólo se encerraría a solas en una habitación con una o dos botellas, y reaparecería dos o tres días después, pálido e inestable, pero perspicaz y perfectamente acicalado. Esos episodios no parecían ser provocados por nada en particular, era simplemente su modo de vida. Sus hermanos le habían comunicado en secreto que los rituales de bebida habían comenzado no mucho tiempo después de que Styles y el se habían conocido, cuando el hijo mayor, Frederick Shaw III, había muerto por su corazón débil.
Styles vio como el ayuda de cámara de Louis sacaba una caja japonesa de puros de un aparador con multitud de cajones y casilleros. Aunque Styles rara vez fumaba, y nunca a esa hora del día, tomó la caja. Extrajo un puro, sus hojas aceitosas y opulentamente ásperas. Inmediatamente, el bien entrenado ayuda de cámara generó un diminuto par de perversamente afiladas tijeras, y Styles las recibió con un cabeceo de agradecimiento. Cortó el extremo del puro, esperó a que el ayuda de cámara encendiera el extremo, y tiró rítmicamente de él hasta que produjo una opresiva corriente de humo tranquilizante. Desapasionadamente observó el temblor de sus propios dedos.
El shock de ver de nuevo a ____ había sido mayor de lo que había anticipado.
Detectando la evidencia de sus nervios destrozados, el ayuda de cámara le disparó una mirada valorativa.
—¿Puedo traerle algo más, señor?
Styles sacudió la cabeza.
—Si viene Shaw, dile que estoy en el balcón de la parte de atrás.
—Sí, señor.
Como la mansión principal, los alojamientos de solteros estaban dispuestos cerca de un farallón que dominaba el río. La tierra estaba excesivamente arbolada con pinos, los sonidos del fluir del agua subyacentes al trinar de los nidos de currucas de los sauces. Arrojando su chaqueta, Styles se sentó en una de las sillas del balcón cubierto y fumó negligentemente hasta que recuperó una apariencia de autocontrol. Apenas notó cuando el ayuda de cámara le trajo un plato de cristal para los pegotes de ceniza de su puro. Su mente estaba completamente ocupada por la imagen de ____ en el río, la abundante masa de su cabello recogida en lo alto, las exquisitas líneas de su cuerpo y su garganta.
El tiempo sólo había hecho más elocuente la belleza de ____. Su cuerpo era maduro y plenamente desarrollado, con la forma de una mujer en pleno florecimiento. Con la madurez, su rostro se había vuelto más delicadamente esculpido, la nariz más delgada, los labios se habían decolorado de profundo rosa al pálido matiz de rosa que se encuentra en el interior de una concha. Y allí estaba el maldito y nunca olvidado lunar, el festivo punto oscuro que era un señuelo de atención sobre la tierna comisura de su boca. La visión de ____ había provocado que un retazo de humanidad se removiera dentro de Styles, recordándole que una vez había tenido la habilidad de experimentar dicha, una habilidad que se había desvanecido hace mucho tiempo. Le había llevado años alterar el obstinado curso de su destino, y había sacrificado la mayor parte de su alma para hacerlo.
Apagando su puro medio acabado, Styles se inclino hacia delante con los antebrazos apoyados sobre los muslos. Mientras miraba un espino cercano en pleno florecimiento, se preguntó por qué había permanecido soltera ____. Quizás era como su padre, de naturaleza esencialmente fría, siendo reemplazadas con el tiempo las pasiones de su juventud por el auto interés. Fuera cual fuera la razón, no importaba. Iba a seducir a ____. Su único pesar era que el antiguo Lord Westcliff no estuviera por los alrededores para descubrir que Styles había tomado su placer entre los muslos blancos como la nieve de su hija.
La atención de Styles fue abruptamente capturada por el crujir del pavimento y el líquido tintineo de cubos de hielo en un vaso. Recostándose en la silla, levantó la mirada cuando Louis Shaw cruzó el emparrillado de la galería cubierta.
Girándose para encarar a Styles, Louis se medio sentó en la barandilla y colgó flojamente el brazo libre de una columna. Styles le miró fijamente. La suya era una compleja amistad, que los extraños suponían basada únicamente en un deseo compartido de ganancias financieras. Aunque esa era una innegable faceta de su relación, no era en absoluto su única razón. Como la mayoría de las amistades sólidas, y fervientemente ambicioso, mientras que Louis era cultivado, refinado y complaciente. Styles hacía ya mucho que reconocía que no podía permitirse los escrúpulos. Louis era un hombre de impecable honor. Styles se había involucrado sombríamente en las batallas diarias de la vida, mientras que Louis había elegido permanecer al margen.
—Me he encontrado con Lady ____ cuando volvía a la casa. Una hermosa mujer, justo como la describiste. ¿Está casada?
—No —Styles lo miró malhumorado a través del velo de humo del aire.
—Eso te facilita las cosas, entonces.
Los anchos hombros de Styles se crisparon al encogerse de hombros.
—Ocurriría de un modo u otro.
—¿Quieres decir que no dejarías que un asunto menor como un esposo se interpusiera en el camino de lo que querías? —La sonrisa de Louis se amplió en una mueca admirativa—. Maldición, eres un bastardo despiadado, Styles.
—Por eso me necesitas como socio.
—Cierto. Pero el comprender que hay tal carestía de moralidad entre nosotros… me hace querer tomar una bebida.
—¿Y qué no lo hace? —preguntó Styles en amigable sarcasmo, quitándole el vaso. Levantándolo a sus labios, lo vació en unos pocos de tragos eficientes, dando la bienvenida al aterciopelado ardor del whisky helado.
La aguda mirada de Louis no se perdió la inestabilidad residual de la mano de Styles, haciendo que el hielo tintineara en el vaso.
—¿No crees que estás llevando la venganza un poco demasiado lejos? No dudo que tendrás éxito con Lady ____. Pero no creo que eso te traiga nada de paz. Sólo quiero…
Se detuvo en silencio. Como siempre, estaba preso de un hambre que había comenzado doce años antes, cuando había sido lanzado a una vida que nunca había concebido para sí mismo. En América, el paraíso de los oportunistas, había tenido éxito más allá de sus sueños más salvajes. Pero aún no era suficiente. Nada podía satisfacer a la bestia de su interior.
Los recuerdos de ____ le habían atormentado perpetuamente. Ciertamente no la amaba, esa ilusión había empalidecido hacía mucho tiempo. Ya no creía más en el amor, ni quería. Pero tenía que satisfacer la furiosa necesidad que nunca le permitía olvidarla. Había visto los ojos de ____, su boca, la curva de su mentón, en el rostro de miles de extrañas. Cuanto más fervientemente intentaba ignorar su recuerdo, más persistentemente le obsesionaba ella.
—¿Y qué ocurrirá si ella resulta herida durante lo que llamas exorcismo? —preguntó Louis. Su tono no estaba sombreado por ningún tipo de enjuiciamiento. Era una de las mejores cualidades de Louis, su habilidad para mirar las cosas sin filtrarlas por un prisma ético.
Buscando dentro del vaso, Styles pescó un cubo de hielo y se lo metió en la boca. Lo rompió entre sus fuertes dientes.
—Quizás quiero herirla.
Eso era una subestimación. Styles no pretendía meramente herir a ____. La iba a hacer sufrir, llorar, gritar, suplicar. Iba a ponerla de rodillas. Quebrarla. Y era sólo el comienzo…
Louis lo miró escéptico.
—Es una actitud bastante extraña, viniendo de un hombre que una vez la amó.
—No fue amor. Fue una mezcla de pasión animal, juventud y estupidez.
—Qué gloriosa pócima —dijo Louis con una sonrisa llena de recuerdos—. No me he sentido de esa forma desde que tenía dieciséis años y me encapriché con la institutriz de mi hermana. Una mujer mayor de más de veinte años… —se paró, resquebrajándose su sonrisa, oscureciéndose sus ojos azules.
Styles sacó otro trozo de hielo lavado en whisky del vaso.
—¿Qué le pasó?
—Tuvimos una aventura. Y parece que le había hecho un niño, aunque ella nunca me lo dijo. Creí que era mío, no había razón para pensar otra cosa. Se fue a un fraude de doctor que “arreglaba” las cosas en la parte trasera. Se desangró hasta morir. Una pena, puesto que mi familia la habría compensado por el niño, si se lo hubiera dicho. Los Shaw siempre cuidamos de nuestros bastardos.
Aunque su postura era tan relajada como lo habitual, Louis no pudo ocultar la desolación en sus ojos.
—Nunca la habías mencionado antes —dijo Styles, mirándolo con atención. Se habían conocido uno al otro por más de diez años, y había pensado que conocía cada secreto de Louis.
—¿No? —pareciendo recuperarse, Louis se puso en pie y se limpió alguna suciedad imaginaria de las manos—. Algo de este lugar me pone sensiblero. Demasiado condenadamente pintoresco.
Se movió hacia la puerta asintiendo con la cabeza.
—Me voy a tomar otra bebida. ¿Te importa venir conmigo?
Styles sacudió la cabeza.
—Tengo algunos asuntos que atender.
—Sí, claro. Querrás hacer la ronda… no dudo que algunos de los criados se acordarán de ti.
Una sonrisa burlona tocó los labios de Louis.
—Un lugar adorable, Stony Cross. Uno se pregunta cuánto tiempo le llevará a sus habitantes comprender que han dejado entrar una serpiente en su paraíso.
IWish
Re: La antigua Magia. |Harry Styles y tu|
Me encanto el capítulo :)
Maldito Harry que quiere vengarse de ____. Ella solo le dijo esas cosas para protegerlo!
SIGUELA PRONTO HERMOSA :*
Amo tu novela
Maldito Harry que quiere vengarse de ____. Ella solo le dijo esas cosas para protegerlo!
SIGUELA PRONTO HERMOSA :*
Amo tu novela
pris_vt
Re: La antigua Magia. |Harry Styles y tu|
siq es estupido Hary
¿como pudes hacerle esto a ____?
Pero bueno, me encanto debes de sequirla que esta:
A-M-A-Z-I-N-G
Kathy
¿como pudes hacerle esto a ____?
Pero bueno, me encanto debes de sequirla que esta:
A-M-A-Z-I-N-G
Kathy
kathy styles
Re: La antigua Magia. |Harry Styles y tu|
Capítulo 7. Parte 1.
Indiscutiblemente, el cuarto que mejor olía en la mansión Stony Cross Park era la despensa, un compartimiento al lado de la cocina en donde la señora Faircloth almacenaba bloques de jabón, velas, con flores cristalizadas, y comestibles de lujo, tales como fruta embotellada. El ama de llaves estaba hoy inusualmente ocupada, con la casa llena de huéspedes y criados. Dejó la despensa, con los brazos llenos de pesados ladrillos del recientemente hecho jabón. Tan pronto como ella llevara los ladrillos al cuarto de estacionamiento, un par de criadas utilizarían hilo para cortar el jabón en una masa del tamaño de la mano.
Preocupada con la multiplicidad de tareas que todavía debían hacerse, la señora Faircloth apenas era conciente de la mayor parte del lacayo que la siguió a lo largo del estrecho pasillo.
—James —ella dijo distraídamente—. Sé un buen muchacho y lleva estas cosas al cuarto de estacionamiento. Necesito un par fuerte de brazos. Y si Salter tiene alguna objeción, le dices que yo te he rogado para que me ayudes.
—Sí, señora —llego la obediente respuesta.
La voz no pertenecía a James.
Mientras la señora Faircloth vacilaba en su confusión, el peso le fue aliviado, y se dio cuenta de que acababa de dar ordenes a uno de los huéspedes del amo. Sus ropas bien confeccionadas lo proclamaban como un hombre distinguido y ella acababa de ordenarle que llevara ciertas cosas para ella. Criados, incluso los superiores, habían sido despedidos por menos.
—Señor, discúlpeme… —ella comenzó angustiada, pero el caballero de cabellos oscuros continuó hacia el cuarto de estacionamiento, levantando los ladrillos pesados de jabón con facilidad. Colocó el jabón en la mesa, se alejó de las criadas boquiabiertas, y miró a la señora Faircloth con una sonrisa arrepentida.
—Debería haber sabido que usted comenzaría a dar ordenes antes de que tuviera la ocasión de decir hola.
Mirando fijamente en sus ojos azul verdes que brillaban intensamente, la señora Faircloth presionó sus manos en su corazón como si al hacerlo evitara la amenaza de una apoplejía, y pestañeo con repentinas lágrimas de asombro.
—¿Harry? —exclamó impulsivamente abriendo sus brazos. —Oh, buen señor...
Él la alcanzó en dos pasos grandes y cogió su fornida figura contra la suya, brevemente levantándola del piso como si fuera una muchacha de ligera contextura. Su risa áspera fue amortiguada por sus rizos plateados.
Boquiabiertas por la escena emocional que involucraba a su normalmente estoica ama de llaves, las criadas se dirigieron sin rumbo hacia el vestíbulo. Fueron seguidas por una boquiabierta fregadora, una mucama y la cocinera, que sólo había trabajado en la casa por cinco años.
—Yo nunca pensé volver a verte —jadeó la señora Faircloth.
Styles apretó sus brazos alrededor de ella, gozando de la comodidad maternal que lo invadía en su presencia y que nunca había olvidado. Recordó las incontables veces que la señora Faircloth había guardado alimento adicional para él: el final de los panes, las galletas que sobraban del té, los restos sabrosos de la olla del guisado. La señora Faircloth había sido la fuente de suavidad necesaria en su vida... alguien que había creído siempre lo mejor de él.
Ella era mucho más pequeña de lo que él recordaba, y su pelo era ahora puramente blanco. Pero el tiempo le había agraciado delicadamente, agregando solamente algunas suaves arrugas a lo largo de sus atractivas mejillas, y un arco casi imperceptible a las líneas antes rectas de sus hombros y espina dorsal.
Volviendo atrás su cabeza cubierta, la señora Faircloth lo miró con abierta incredulidad.
—¡Mi cielo, te has convertido en un Goliat! Apenas te habría reconocido si no fuera por tus ojos —dándose cuenta de su audiencia, el ama de llaves soltó al joven hombre de sus brazos y dio a la congregada servidumbre una mirada fija y amonestadora—. Ocúpense de sus asuntos inmediatamente, todos ustedes. No hay necesidad de estar parados allí con los ojos saliéndose de sus cabezas.
Mascullando obedientemente, las criadas se dispersaron y resumieron sus trabajos, lanzando discretos vistazos al visitante mientras trabajaban.
La señora Faircloth presionó la mano de Styles entre sus manos pequeñas y regordetas.
—Ven conmigo —le urgió. Entraron de acuerdo tácito al cuarto personal del ama de llaves. Ella abrió la puerta y lo dejó pasar, y el olor familiar de las almohadillas perfumadas de clavo de olor y cera de abejas y lino teñido con té, se mezclaron en un perfume de pura nostalgia. Observando a la señora Faircloth, Styles se dio cuenta que su rostro se estaba llenando de lagrimas nuevamente, y la alcanzó para envolver sus dedos alrededor de los suyos.
—Lo siento —dijo él suavemente—. Debí haber encontrado una manera de advertirle antes de aparecerme tan repentinamente.
La señora Faircloth se las arregló para dominar sus ingobernables emociones.
—¿Qué te ha sucedido? —ella le preguntó, observando fijamente sus ropas elegantes, incluso observando los zapatos negros pulidos en sus pies—. ¿Qué te ha traído aquí, después de tantos años?
—Hablaremos más adelante, cuando ambos tengamos más tiempo —dijo Styles, recordando el tumulto de actividades que días como estos, cuando docenas de visitantes mantenían a la mayoría de los criados ocupados—. Usted tiene una casa llena de huéspedes y todavía no he visto a Lord Westcliff—. Él retiró un paquete de papeles sellado de su chaqueta—. Antes de que me vaya, deseó darle esto.
—¿Qué es esto? —el ama de llaves preguntó con desconcierto
—El dinero que usted me dio para mi pasaje a América. Debí haberla compensado mucho antes, pero… —Styles se detuvo brevemente incómodo. Las palabras eran inadecuadas para explicar cómo, por su propia cordura, tuvo que evitar cualquier cosa o cualquier persona que tuviera relación con ______.
Sacudiendo su cabeza, la señora Faircloth intentó devolverle el paquete.
—No, Harry, ese fue mi regalo para ti. Sólo lamento no haber tenido mas ahorros para darte en ese entonces.
—Esas cinco libras salvaron mi vida —con gran cuidado, él enderezó la gorra de su cabeza—. Estoy devolviéndole su regalo con intereses. Son acciones de una nueva fundición de locomotoras, todas en su nombre. Puede cobrarlas inmediatamente, si lo desea. Pero le aconsejaría que las dejé madurar un poco más. En el próximo año, probablemente triplicarán su valor —Harry no pudo contener una mueca arrepentida cuando vio la forma en que la perpleja señora Faircloth miró el paquete. Ella tenía pocos conocimientos de acciones, y de las perspectivas futuras.
—¿No hay dinero real aquí adentro, entonces? —preguntó—. Es mejor que el dinero —Styles le aseguró, sospechando que los certificados pronto serían utilizados para envolver pescados—. Póngalos en un lugar seguro, señora Faircloth. Que lo que usted está sosteniendo en sus manos vale cerca de cinco mil libras.
Ella parpadeó, casi dejando que se le cayera el paquete.
—Cinco mil...
En vez de demostrar la euforia que Styles había anticipado, el ama llaves parecía deslumbrada completamente, como si no pudiera absorber el hecho de que acababa de convertirse en una mujer rica. Se tambaleo un poco, y Styles la alcanzó rápidamente estabilizándole los hombros.
—Me gustaría que usted se jubilara —le dijo— y se comprara una casa, con sus propios criados, y un carruaje. Después de todo lo que usted ha hecho por tanta otra gente, quisiera que usted gozara del resto de su vida.
—Es sólo que no puedo aceptar tanto —protestó ella.
Harry le ayudó a sentarse en la silla de al lado del hogar, y se hundió en sus caderas delante de ella. Él colocó sus manos en ambos brazos de la silla.
—Eso es sólo una gota en el cubo. Quisiera hacer más por usted. Para comenzar, quisiera que usted considerase el volver a Nueva York conmigo, de modo que pueda ocuparme de usted.
—Ah, Harry… —sus ojos brillaron mientras posaba su áspera mano encima de la suya—. ¡No podría abandonar jamás Stony Cross! Debo permanecer con Lady ______.
—¿Lady ______? —repitió él, dándole una mirada alerta mientras se preguntaba por qué había mencionado a ______ en particular—. Ella puede emplear a una nueva ama de llaves —sus sentidos se agudizaron cuando vio su expresión precavida.
—¿Ya la has visto? —El ama de llaves preguntó cautelosamente.
Styles asintió con la cabeza.
—Hablamos brevemente.
—El destino no ha sido bueno con ninguna de las hijas de Lord Westcliff.
—Sí, estoy enterado de ello. Lady ______ me contó lo que le sucedió a su hermana.
—¿Pero nada sobre ella?
—No —Styles no pasó por alto la sombra de consternación que cruzó por su rostro—. ¿Qué hay que decir?
El ama de llaves pareció elegir las palabras cuidadosamente.
—No mucho después de tu partida de Stony Cross, ella estuvo... bastante enferma —dos pequeñas y profundas marcas se formaron entre los arcos plateados de sus cejas—. Estuvo postrada en cama por lo menos tres meses. Aunque se recuperó a tiempo, ella... nunca ha sido nuevamente la misma.
Sus ojos se estrecharon.
—¿Qué le sucedió?
—No me atrevo a decirte. La única razón por la cual lo he mencionado es porque la enfermedad la ha dejado algo... frágil.
—¿De qué manera?
Ella sacudió su cabeza decisivamente.
—No puedo decírtelo.
Styles se sentó sobre sus talones, mirándola fijamente. Calculando la manera más eficaz de sacarle la información, hizo su voz gentil y persuasiva.
—Usted sabe que puede confiar en mi. No diré nada a nadie.
—Tu no me pedirías seguramente que rompiera una promesa —la señora Faircloth le regañó.
—Por supuesto —dijo él secamente—. Pido a la gente que rompa sus promesas todo el tiempo. Y si no lo hacen, hago que se arrepientan—. Él se levantó en un movimiento fluido—. ¿Qué quiere decir con que Lady ______ nunca volvió a ser la misma? Ella me parece malditamente igual.
—¡Blasfemia! —El ama de llaves chasqueó su lengua con reprobación.
Sus miradas se encontraron, y Styles sonrió abiertamente mientras recordaba cuantas veces él había recibido esa misma mirada en su adolescencia.
—No me diga, entonces. Conseguiré saber la verdad de los labios de la misma Lady ______.
—Eso lo dudo. Y si fuera tu, no la presionaría demasiado —la señora Faircloth se paró también—. En que hombre tan atractivo te has convertido —ella exclamó—. ¿Hay una esposa esperándote en América? ¿Un amor?
—No, gracias a Dios —su sonrisa se desvaneció, sin embargo, cuando escuchó sus palabras siguientes.
—Ah… —Su tono estaba impregnado con lo que podría ser compasión o admiración—. ¿Siempre ha sido ella, no es así? Ésa debe ser la razón por la que has vuelto.
Styles frunció el seño.
—He vuelto por razones de negocios, siendo la menor de ellas la probabilidad de que Westcliff invierta en la fundición. Mi presencia aquí no tiene nada que ver con Lady ______ o con un pasado que ya nadie recuerda.
—Tú lo recuerdas —dijo ella—. Y también ella.
—Debo irme —dijo él bruscamente—. Tengo todavía que descubrir si Westcliff se opone a mi presencia aquí.
—No creo que sea el caso —dijo la señora Faircloth inmediatamente—. Lord Westcliff es un caballero. Espero que él te ofrezca una amable recepción, como lo hace con todos sus huéspedes.
—Entonces él es notablemente, distinto a su padre —dijo Styles sarcásticamente.
—Sí, y sospecho que te llevaras absolutamente bien con él, mientras no le des ninguna causa de temor a que puedas dañar a Lady ______. Ella ya ha sufrido bastante.
—¿Sufrido? —Styles no pudo evitar el menosprecio que se formó en su tono—. He visto el verdadero sufrimiento, señora Faircloth... gente que moría por carencia de alimento y medicina... que rompía sus espaldas con trabajo forzado... familias desgraciadas con pobreza. No intente afirmar que ______, ha tenido alguna vez que levantar un dedo por su propia supervivencia.
—Eso es de una persona de mente cerrada, Styles —llegó su reprimenda apacible—. Es verdad que el Conde y sus hermanas sufren de manera distinta a la nuestra, pero su dolor sigue siendo verdadero. Y no es culpa de Lady ______ que tú hayas tenido una vida difícil, Styles.
—Tampoco mía —dijo él suavemente, mientras que su sangre hervía como una caldera del infierno.
—Santo cielos, qué mirada diabólica —dijo el ama de llaves suavemente—. ¿Qué estás tramando, Styles?
Él privó su rostro de toda expresión.
—Nada de nada.
Ella lo miró con gran incredulidad.
—Si intentas maltratar a Lady ______ de alguna manera, te lo advierto.
—No —él la interrumpió suavemente—. Nunca le causaría daño, señora Faircloth, usted sabe lo que ella significó para mí.
El ama de llaves pareció relajarse. Y, al darse vuelta, se perdió la sonrisa oscura que cruzó sus duros rasgos.
Styles se detuvo brevemente antes de alcanzar la perilla, y echó un vistazo sobre su hombro.
—Señora Faircloth, me podría decir...
—¿Sí?
—¿Porqué ella aún está soltera?
—Eso lo debería explicar Lady ______.
—Debe haber un hombre, —murmuró Styles. Una mujer tan sorprendentemente hermosa como ______ nunca carecería de compañía masculina.
La señora Faircloth contestó cautelosamente.
—De hecho, hay un caballero con quien ella mantiene una relación. Lord Horan, que ahora posee la vieja propiedad Marshleigh. El se mudó allí hace aproximadamente cinco años. Sospecho que lo veras en la fiesta de mañana por la noche, lo invitan frecuentemente a Stony Cross Park.
—¿Qué clase de hombre es él?
—Oh, Lord Horan es un hombre muy exitoso, y muy querido por sus vecinos. Hasta me atrevo a decir que hablaras muy bien de él, cuando lo conozcas.
—Lo espero con ansias —Styles dijo suavemente, y abandonó el cuarto del ama de llaves.
***************
______ saludó a los huéspedes mecánicamente. Después de encontrarse con el Sr. Louis Shaw cuando regresaba a la mansión, ella fue introducida a los Chamberlains, su hermana y cuñado, y sus amigos ricos de Nueva York, los Laroches, los Cuylers, y los Robinsons. Como uno hubiera podido suponer, todos sentían el típico pavor reverencial a la nobleza británica. El hecho que ______ preguntara acerca de su comodidad durante la travesía trasatlántica despertó un torrente de gratitud. La mención de que pronto serian servidos los refrigerios fue recibida con un volumen de alegría que uno esperaría en un hombre condenado que acababa de recibir un perdón. ______ creía fervientemente que después de que todos vivieran bajo el mismo techo durante algunos días, dejarían de estar deslumbrados por su presencia.
Retirándose de los huéspedes, ______ fue a la cocina en búsqueda de la señora Faircloth. Extrañamente, aunque la escena era totalmente normal, ______ presentía que Styles acababa de estar allí. El aire parecía vivo y lleno de energía, como si un rayo acabara de ser lanzado a través del cuarto. Una mirada a los ojos de la señora Faircloth basto para confirmar su suspicacia. Sí, Styles había venido inmediatamente a encontrarse con el ama de llaves, después de ver a ______. De todos los que alguna vez le habían conocido, eran ellas dos quienes más le habían amado.
Styles... pensamientos se apiñaron en su cabeza como abejas en una colmena volcada... ella parecía no poder apresar una noción coherente, una imagen clara. Parecía imposible que Styles hubiera regresado a Stony Cross como atraído por la polaridad de un imán mágico, necesitando dar una resolución al pasado que los había perseguido a ambos. Él deseaba algo de ella... un cierto rescate del dolor, del pesar, o del placer, que finalmente le traería una medida de paz. Y ella no tenía nada que ofrecerle, aunque habría entregado su alma misma como sacrificio, si fuera posible.
Ella quería verlo otra vez, apenas para asegurarse que fuera él verdaderamente. Necesitaba el sonido de su voz, la sensación de su brazo debajo de su mano, cualquier cosa para confirmar que ella no se había vuelto loca en su eterno anhelo. Luchando para auto dominarse, ______ puso su rostro en blanco mientras se dirigía hacia la tabla de madera larga. Echó un vistazo a la página de notas entre el cocinero y la señora Faircloth, y tranquilamente sugirió algunos cambios en los menús. Cuando convinieron en las decisiones finales, ______ consideró la perspectiva de unirse a la muchedumbre de visitantes para la comida de media mañana, y sintió una ola de agotamiento sobre ella. Ella no deseaba comer y sonreír y dar conversación a tantos extranjeros entusiasmados. Y tener que hacerlo con Styles allí, mirándola... imposible. Mas tarde esa noche ella se recompondría y haría el papel de la anfitriona consumada. Ahora, sin embargo, ella deseaba irse a algún lugar privado, y pensar. Y esconderse, agregó una pequeña voz burlona. Sí, y esconderse. Ella no deseaba ver a Styles otra vez hasta que pudiera recomponerse.
—El Conde deseará verle —dijo la señora Faircloth, llevándola con ella a la entrada de la cocina. Su mirada era cálida y preocupada mientras miraba fijamente el rostro pálido de ______.
Por supuesto. Liam querrá asegurarse que ella no llorara o temblara, o se desmoronara por la aparición de un hombre al que ella una vez amó.
—Iré a buscarle —dijo ______—. Y también le diré que tendrá que entretener a los huéspedes esta mañana sin mi ayuda. Me siento... algo fatigada.
—Sí —convino la señora Faircloth—. Usted deseará estar bien descansada para la fiesta de esta noche. Harry, asistiendo a una fiesta en Stony Cross Park era algo que ______ nunca se habría atrevido a imaginarse.
—La vida es extraña, ¿no es así? —murmuró—. Que irónico es que él finalmente haya vuelto.
La señora Faircloth sabía naturalmente a cuál “él” se refería ______.
—Él todavía la desea.
Las palabras hicieron que un estremecimiento la recorriera, como si su espina dorsal hubiera sido desplumada como un arco.
—¿Él le ha dicho eso?
—No... pero vi su rostro cuando mencioné su nombre.
______ dio un respiro tenso antes de preguntar.
—Usted no le dijo…
—Nunca traicionaría su secreto —le aseguró el ama de llaves.
Discretamente ______ tomó la mano caliente de la señora Faircloth en su propia suave y fría. El tacto del ama de llaves la reconfortó mientras que sus dedos se entrelazaban firmemente.
—Él no debe saberlo nunca —susurro—. No podría soportarlo.
______ encontró a Liam y Eleanor juntos en el recibidor familiar, un lugar privado donde ellos se encontraban ocasionalmente para discutir asuntos de particular urgencia. Este parecía ser uno de ellos. A pesar de su descontrol interno, ______ sonrió mientras observaba la oscura y preocupada mirada de su hermano, y el tenso rostro de su hermana.
—No hay razón para que me miren como si esperaran que me lance a través de la ventana —les dijo—. Les aseguro que estoy perfectamente calma. He visto a Styles, hablamos bastante cordialmente, y ambos convinimos que el pasado es completamente irrelevante.
Liam se adelantó y le tomó los hombros con sus manos amplias y cuadradas.
—El pasado nunca es irrelevante —dijo en su voz distintivamente arenosa—. Y ahora, viendo como son las circunstancias... no quisiera que vuelvas a sufrir.
______ intentó tranquilizarlo con una sonrisa.
—No volveré a sufrir. Ya no queda nada de los sentimientos que una vez tuve hacia él. Yo era sólo una muchacha atolondrada. Y estoy convencida de que Styles tampoco tiene sentimientos por mí.
—Entonces, ¿qué hace él aquí? —Preguntó Liam, su mirada dura.
—Por sus negocios con el Sr. Shaw, por supuesto. Y para discutir su inversión en tus fundiciones.
—Sospechoso que eso es un subterfugio para encubrir el verdadero propósito de Styles.
—Que sería... ¿cuál?
—Finalmente conquistarte.
—De veras, Liam, ¿sabes lo ridículo que suena?
—Soy un deportista —dijo él rotundamente—. He montado y dirigido a los sabuesos, disparado a las presas, la mayoría de mi vida y reconozco una caza cuando la veo.
Tirando de su hermano, ______ le echo una mirada burlona.
—Debí haber sabido que tú lo reducirías todo a eso. La vida tiene mas cosas que la persecución y la conquista, Liam.
—Para una mujer, quizás. No para un hombre.
______ suspiro y dio a Eleanor una mirada significativa, pidiendo silenciosamente su ayuda.
Su hermana más joven accedió inmediatamente.
—Si ______ dice que la presencia de Styles no le preocupa, entonces creo que no debemos preocuparnos nosotros tampoco.
La expresión de Liam no se ablandó.
—Aun sigo considerando pedirle que se vaya.
—Buen Dios, ¿no sabes cuánta habladuría causaría? —Preguntó ______ impacientemente—. ¿Por qué te tomas la molestia de pedir mi opinión si tu ya has decidido que hacer? Sólo déjalo así. Quisiera que él permaneciera.
Ella se sorprendió al ver como su hermano y su hermana le miraban, como si ella hubiera hablado en una lengua extranjera.
—¿Qué sucede? —preguntó con cautela.
—Apenas ahora, vi algo de tu viejo espíritu —dijo Liam—. Es un cambio agradable.
______ respondió con una risa irónica.
—¿Qué estas sugiriendo, Liam? ¿Qué me he convertido en una tímida solterona?
—Retraída —replicó él—. Rechazas aceptar las atenciones de cualquier hombre excepto Horan y es obvio que nada saldrá de eso —mientras que ______ balbuceaba en protesta, Liam dirigió su atención a Eleanor—. Y tu no eres mejor que ______ —dijo secamente—. Ya han pasado dos años desde que Amberley murió, y pareciera que tu también te has ido a la tumba. Ya es hora de arrojar las yerbas de viuda, Eleanor, y comenzar a vivir nuevamente tu vida. Buen dios, ustedes son las dos mujeres más bonitas de Hampshire, y ambas viven como monjas. Temo que me vayan a ensillar con ambas hasta que sea calvo y desdentado.
Eleanor le dio una mirada ofendida, mientras que ______ reía con disimulo ante la repentina imagen de su viril hermano como un viejo excéntrico y sin pelo. Ella fue a besarlo cariñosamente.
—Somos exactamente lo que tu te mereces, arrogante entrometido. Sólo agradece que no estoy de ánimos para sermonearte sobre tus faltas, mi querido hermano soltero de treinta y cuatro años, cuyo único propósito en esta vida debería ser el de producir un heredero para el título.
—Suficiente —gimió él—. He oído esto mil veces de mamá. Dios sabe que no lo necesito de ti.
______ echó una mirada triunfante a Eleanor, que había conseguido esbozar una sonrisa macilenta.
—Muy bien, abandono por ahora, si prometes no hacer ni decir nada con respecto a Styles.
Liam asintió con la cabeza y refunfuñó mientras se retiraba.
Sosteniendo la mirada de Eleanor, ______ vio cómo los comentarios de Liam la habían preocupado. Le sonrió de modo tranquilizador.
—Él tiene razón en una cosa —dijo—. Debes comenzar a rodearte de compañía otra vez.
—De compañía de hombres, quieres decir.
—Sí, vas a volver a enamorarte algún día, Eleanor. Te casarás con algún hombre maravilloso, y tendrás a sus niños, y vivirás la vida que Amberley hubiese deseado para ti.
—¿Y que hay de ti?
La sonrisa de ______ desapareció.
—Tu sabes por qué esos sueños ya no son posibles para mí.
Un suspiro estalló en los labios de Eleanor.
—¡No es justo!
—No —convino ______ suavemente—. Pero ya lo ves, algunas cosas no están destinadas a suceder.
Envolviéndose con los brazos firmemente alrededor de sí, Eleanor frunció el ceño al piso alfombrado.
—______, hay una cosa que nunca te he dicho, siempre me he sentido demasiado avergonzada. Pero ahora que Styles ha vuelto, y el pasado está constantemente en mis pensamientos, no puedo no hacerle caso por mas tiempo.
—No, Eleanor —______ dijo suavemente, sospechando lo que su hermana más joven estaba a punto de decir.
Un lagrima repentina resbaló por la curva delicada de la barbilla de Eleanor.
—Fui yo quién le dijo a papá sobre ti y Styles junto a los establos, hace tantos años. Tu lo has sospechado, por supuesto, sólo que nunca has preguntado. Deseo jamás haber hablado. Lo siento tanto. He arruinado todo para ti.
—No fue tu culpa —exclamó ______ adelantándose para abrazarla—. ¿Cómo podría culparte por eso? ¡Eras sólo una niña, y… no, no llores! No importa que le hayas contado a papá. Nada habría podido resultar de mi relación con Styles. No había lugar al que habríamos podido ir, nada que pudiéramos haber hecho, nada que habría permitido que nos fuéramos juntos.
—Aun así lo siento.
Haciendo un ruido calmante, ______ acarició su delgada espalda.
—Sólo un tonto discute con su destino... ¿no era eso lo que decía papá siempre, recuerdas?
—Sí, y siempre lo hizo sonar como un completo idiota.
La risa creció en la garganta de ______.
—Quizás tengas razón. Harry ciertamente ha desafiado a su propio destino, no es así?
Tirando de un pañuelo de su manga, Eleanor giró y sopló su nariz.
—Los criados están hablando —dijo, su voz amortiguada por el algodón arrugado—. Al parecer el mayordomo del Sr. Chamberlain dijo al lacayo de James, que dijo a una de las mucamas, que Styles es llamado Rey Styles en Nueva York, y que tiene una mansión enorme en la quinta avenida, y que todos en Wall Street lo conocen.
______ sonrió irónicamente.
—Del muchacho de los establos a un rey. No habría esperado nada menos de él.
—______, ¿qué pasaría si Styles se enamora nuevamente de ti?
La pregunta la hizo temblar.
—No lo hará. Créeme, una vez que la llama de un amor pasado se extingue, no hay manera de reavivarla.
—¿Y si nunca se extinguió?
—Eleanor, te aseguro que Styles no ha languidecido por mí durante doce años.
—Pero tu no has... —Eleanor se detuvo abruptamente.
Dándose cuenta de lo que su hermana estuvo a punto de preguntar, ______ se sonrojó. Vagó junto a la ventana, fijando la mirada en un camino de arcos de piedra que conducía a través de la parte este del jardín. Los arcos estaban abultados con rosas, trepadoras y madreselvas, formando un túnel fragante que conducía a una casa de verano de paredes de piedra y techo enrejado de madera. Las memorias de Styles llenaban el jardín… sus manos que se movían cuidadosamente entre las rosas, podando las flores muertas... su rostro bronceado moteado con la luz del sol que entraba a través de las hojas y de los enrejados... el pelo en la parte posterior de su cuello brillando con sudor mientras excavaba la grava sobre el camino, o atendía a las flores.
—No sé si uno pudiese llamarlo languidecer —dijo ______, frotando ligeramente el cristal de la ventana con sus yemas—. Styles será siempre parte de mí, no importa dónde vaya. Dicen que la gente que ha perdido un miembro a veces tiene la sensación de tenerlo todavía. Cuántas veces he sentido que Styles todavía estaba aquí, y el espacio vacío al lado mío estaba vivo con su presencia —cerró los ojos y se inclinó hacia adelante hasta que su frente y la extremidad de su nariz tocaron el cristal fresco—. Lo amo más allá de razón —susurró—. Él ahora es un extraño para mí, pero sigue siendo tan familiar. No puedo imaginar una agonía más ______, teniéndolo así de cerca.
Transcurrió un largo rato antes de que Eleanor pudiera hablar
—______... ¿no dirás la verdad a Styles, ahora que él ha vuelto?
—¿Con qué propósito? Sólo ganaría su compasión, y pronto me lanzaría por el peñasco —volviendo de la ventana, ______ frotó el lado de su manga sobre la mancha que su rostro había hecho en uno de los brillantes cristales—. Mejor dejarlo que siga odiándome.
—¡No sé como puedes aguantarlo! —Exclamó Eleanor.
______ sonrió irónicamente.
—Bueno, siento un extraño consuelo en el hecho de que él no sentiría este grado de animosidad, sino me hubiese amado tanto antes.
__________________
Comenten si quieren la siguiente parte del capítulo. :)
IWish
Re: La antigua Magia. |Harry Styles y tu|
Oh por dios SIGUELA!
Amo tu novela
Me encanto el CAP.
SIGUELA PRONTO HERMOSURA :*
Amo tu novela
Me encanto el CAP.
SIGUELA PRONTO HERMOSURA :*
pris_vt
Re: La antigua Magia. |Harry Styles y tu|
oh dios santo, ¿que le paso a ____?
¿harry aun la ama?
todo tan romantico
¿relacion con Posito?
TOdo da a una repuesta
NOVELA ASOMBROSA
SIQUELA QUE LA AMO!!!1
kATHY
¿harry aun la ama?
todo tan romantico
¿relacion con Posito?
TOdo da a una repuesta
NOVELA ASOMBROSA
SIQUELA QUE LA AMO!!!1
kATHY
kathy styles
Página 4 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Temas similares
» Magia ✞ [Harry Styles]
» La oscura magia del amor. [Harry Styles]
» Magia, Amores y Mares (Harry Styles)
» FUEGO Y AGUA (Harry Styles y Tu) Magia,Romantica
» Detras de la magia negra (Harry Styles y Olivia Evers)
» La oscura magia del amor. [Harry Styles]
» Magia, Amores y Mares (Harry Styles)
» FUEGO Y AGUA (Harry Styles y Tu) Magia,Romantica
» Detras de la magia negra (Harry Styles y Olivia Evers)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 4 de 5.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.