Re: Inocencia Impetuosa (Joe Jonas & _______ ) [Adaptación Terminada]

por **AniitaRP4** Mar 11 Jun 2013, 12:58 pm

SIGUELA!C:

por **Pao Jonatica Forever :3** Mar 11 Jun 2013, 5:53 pm

Mujer siguela ahora si viene lo bueno supongo muahahahxd

por **Ciin :)** Mar 11 Jun 2013, 5:54 pm

caaaaaaaaaaappppppppiiiiiiiiiiiiii

por **chelis** Mar 11 Jun 2013, 7:23 pm

BUENO... BUENOOO!!! JOE ES UN POCO DIFICIL DE NEGARLE ALGO!!!!!

por **NiinnyJonas** Mar 11 Jun 2013, 10:29 pm

Para entonces, ella ya había recuperado la compostura, y estaba decidida a no perderla de nuevo.
—Son los frutos del trabajo de su hermana, milord —respondió rápidamente. Le puso una mano en el brazo a Joseph y reprimió un escalofrío. ¿Cómo demonios iba a resistir un vals entero con él?
Afortunadamente, lord Alton no parecía darse cuenta de sus dificultades. La tomó con su fuerte brazo por la cintura y ella se vio girando en el baile sin ningún esfuerzo. Al cerciorarse de que sus pies lo seguían sin dificultad, se relajó lo suficiente como para mirar el rostro que había sobre ella.
Él interceptó su mirada y sonrió.
—Así que ha llenado usted su tiempo con todo tipo de eventos sociales.
_______________ se encogió de hombros ligeramente.
—Los placeres de la aristocracia todavía no me resultan pesados, pero estoy segura de que al final sí dejarán de interesarme.
Una de aquellas cejas negras se arqueó.
—Es un punto de vista muy novedoso. ¿No le ha comentado mi hermana que las debutantes deben, necesariamente, ser adictas a las actividades de la alta sociedad?
_______________ sonrió de una forma un tanto intrigante.
—Por supuesto, Bella ha intentado convencerme de que mi falta de entusiasmo puede resultar perjudicial para mis oportunidades. De todas formas, yo prefiero mantener mi opinión. Me resulta difícil imaginar que se pueda permanecer satisfecho sin hacer otra cosa más que ir a bailes y fiestas y cosas así. Seguramente, tiene que haber un propósito más grande en la vida.
Ella miró hacia arriba y vio la expresión sorprendida de la cara del vizconde. De repente, se preocupó de haber dicho más de lo que debía, y se apresuró a corregirse.
—Por supuesto, también hay propósitos así en los eventos...
—No. No se retracte —Joseph habló en voz baja y seria—. Sus opiniones la honran, y yo no soy quién para menospreciarlas.
_______________ se preguntó si bajo la seriedad de sus palabras habría alguna fina vena de sarcasmo que ella no había percibido. Sin embargo, no tuvo ocasión de averiguarlo, porque la música cesó y lord Alton la llevó al lado de Bella. Con una sonrisa y una perezosa caricia en la mejilla de su hermana, y una leve inclinación hacia ella, Joseph se retiró.
En el otro extremo del salón de baile, Elaine Changley cerró su abanico de marfil de un golpe seco. Sus fríos ojos azules permanecieron fijos en la cabeza de rizos dorados, solo visible entre la gente. ¿Joseph la había dejado por una colegiala? ¡Imposible!
Los cuerpos de la gente se movieron y Elaine pudo obtener una visión completa de _______________ Hartley, esbelta y elegante, al lado de Bella Winsmere. Ella no había alcanzado su posición actual sin saber reconocer los puntos positivos de sus oponentes. No había duda de que la chica tenía un algo. Pero la idea de que los atractivos de una delicada y virginal muchacha pudieran competir con sus propios encantos y su voluptuosidad era demasiado ridícula como para ser tenida en cuenta.
Lady Changley apretó los labios rojos. Lo que sus supuestas amigas iban a decir si perdía un premio como Joseph Jonas en manos de una niñata era demasiado mortificante como para soportarlo. Quizá debiera recordarle un poco lo que ella podía ofrecerle.
Eran más de las doce cuando _______________ salió del salón, justo durante el último baile antes de la cena. La terraza estaba vacía e iluminada únicamente por los rayos de la luna. El frío de la noche la mordió bajo su fino vestido, pero ella agradeció la sensación y aspiró profundamente la brisa refrescante de la noche.
Había conseguido escapar de la atmósfera demasiado cargada de la sala, diciéndole a su acompañante, lord Wishpoole, que necesitaba ir a la sala de retiro durante unos minutos para aplacar un incipiente dolor de cabeza. En cuanto había estado fuera de la vista del caballero, había cambiado la dirección y se había deslizado por las puertas de la terraza.
Se apoyó en la balaustrada. Ojala no estuviera sola. La idea de pasear con lord Alton, conversando mientras tomaban el aire, era muy sugerente. Sólo que, por supuesto, no había ninguna posibilidad de que lord Alton quisiera pasear con ella. Desafortunadamente, la realidad y los sueños no se fundían de aquella manera.
El sonido de unos pasos que se aproximaban la sorprendió. Alguien abrió de par en par las puertas de la terraza, y la luz se derramó por el suelo.
_______________ buscó con la mirada un lugar para esconderse. Había un ciprés muy alto en una esquina y, sin pensarlo, se ocultó detrás.
A través de las ramas vio salir a una mujer. La luna hizo que sus rizos rubios brillaran como la plata. Cuando la mujer se volvió a mirar hacia el ciprés, _______________ atisbó el collar de perlas que colgaba de su cuello largo de alabastro. El vestido de seda de la dama revelaba una figura exuberante. Tenía los brazos, delgados y ligeros, desnudos.
De nuevo la luz se derramó por la terraza y desapareció de repente. _______________ abrió unos ojos como platos.
La mirada azul de Joseph Jonas era de dureza al mirar a lady Changley.
—¿A qué debo el placer de este encuentro, milady?
Interiormente, Elaine Changley parpadeó al oír aquel tono. ¿Milady? Claramente, había perdido más que un poco de terreno. Sin embargo, no dejó que ni una sombra de su sospecha se reflejara en su cara mientras le ponía una mano en la solapa al vizconde.
—Joseph, querido, ¿por qué estás tan frío? — ronroneó.
Para su sorpresa y consternación, Lady Changley notó un rechazo instintivo, innegable. Sin embargo, hizo un último intento y se acercó a él seductoramente.
—Estoy segura, mi amor, de que lo que hay entre nosotros no puede terminarse con un simple adiós.
Lady Changley era una mujer alta. Con un suave movimiento, se apretó contra el pecho de Joseph y se puso de puntillas para alcanzar sus labios.
Automáticamente, Joseph le puso las manos en la cintura, inicialmente para apartarla de él. Pero sintió sus formas de seda y se detuvo a considerar fríamente la situación.
Había salido a la terraza en respuesta a una nota de Elaine, para dejarle claro que su adiós era definitivo. El problema que tenía con _______________ Hartley, o, mejor dicho, con conseguir entender sus sentimientos hacia una colegiala, era en aquel momento su mayor preocupación. Casi se había convencido de que era una aberración pasajera, que la razón de no desear más la compañía ni los favores de la deliciosa lady Changley eran algo relacionado con el paso del tiempo, y no con la esbelta figura envuelta en gasa verde. Casi, pero no completamente.
Y en aquel momento, Elaine le ofrecía la oportunidad perfecta de comprobar la veracidad de sus conclusiones. Seguramente, si la besara, si besara a una mujer a la que conocía tan bien, sentiría algo...
Al pensarlo, sus manos se movieron para atraerla firmemente hacia él. La abrazó y tomó posesión de sus labios primero, y después de su boca. Tuvo una sensación de alivio. No sentía nada: ni deseo, ni la chispa que encendía la llama de la pasión. Las brasas estaban bien apagadas.
De repente, rompió el beso y, levantando la cabeza, apartó a Elaine de él.
—Y esto, querida mía, es la despedida —con una suave inclinación, se dio la vuelta y se marchó.
Elaine se quedó desesperada, estremeciéndose, mientras él caminaba por la terraza hasta las puertas del salón. Demasiado experimentada como para correr detrás de un amante, lady Changley se obligó a quedarse allí hasta que recuperó la compostura. Solo entonces siguió a lord Alton hasta el salón.
_______________ dejó escapar un profundo suspiro. Salió de detrás del árbol y se sacudió la falda del vestido de pequeñas ramitas y agujas. Se sentía un poco mareada.
Acababa de saber que el hermano de Bella estaba profunda e indiscutiblemente enamorado de lady Changley. ¿Por qué, si no, la había besado de aquella manera? _______________ estaba demasiado lejos como para oír su conversación o ver la expresión de sus rostros, pero la evidencia de lo que había visto había sido suficiente. Lady Changley se había derretido en brazos de lord Alton. Y él la había besado como si estuviera intentado devorarla apasionadamente.
Sabía que su amor no tenía ninguna oportunidad. Siempre lo había sabido.
Tuvo un escalofrío. Con otro suspiro de tristeza, caminó hacia las puertas del salón y entró. Finalmente, localizó a Bella entre un grupo de amigos y se hizo camino hasta ella, ensayando su petición de volver a casa, con la excusa de una jaqueca que en realidad sí padecía.

por **aranzhitha** Miér 12 Jun 2013, 6:54 am

aww la rayiz piensa que Joe esta enamorado, pero la rechazo!!
Siguela!!

por **Ciin :)** Miér 12 Jun 2013, 12:03 pm

aiii nooooo...
osea vio todo.. pero no escucho nada ! que mala suerte...
si tan solo supiera que joe la habia dejado... y por que tenia sentimientos hacia ella u.u
buenisimoo el cap
siiguelaaaaaaaaaaaaaaaaa

por **Pao Jonatica Forever :3** Miér 12 Jun 2013, 1:02 pm

Siguela! Yaa! Pobre rayis :(Hjfjshjjsw

por **AniitaRP4** Miér 12 Jun 2013, 5:07 pm

SIGUELA!:3

por **Augustinesg** Miér 12 Jun 2013, 6:37 pm

:o!! Como para no sufrir jaqueca :/
Gracias por subir
!! Cada vez me gusta más!!!!

por **chelis** Miér 12 Jun 2013, 8:51 pm

AAAAAAAAAAAIIII... NOOOO... AI NO.... AI NOOO...AI NO AI NO AI NOO!!!
CREO QUE JOE METIO LA PATA Y NI SIQUIERA LO SABE!!!
SIIGUEEE PORFIISSS

por **aranzhitha** Miér 12 Jun 2013, 9:47 pm

siguela!!!

por **NiinnyJonas** Miér 12 Jun 2013, 9:48 pm

Capitulo Cinco

Durante la semana siguiente, _______________ tuvo muchas oportunidades de desarrollar sus tácticas para relacionarse en sociedad con el vizconde de Alton. Contrariamente a lo que se esperaba, su señoría apareció en todos los eventos a los que asistieron Bella y _______________. Se comportaba de una forma amable y atenta. En su actitud no había nada que pudiera alimentar la llama que ella estaba intentado sofocar. Y, para su irritación, aquel hecho le resultaba deprimente.

Decidió que sólo podría hacerse resistente sometiéndose al tormento, así que no rehuyó el contacto con lord Alton. Cada vez que le pedía un baile, cosa que, invariablemente, hacía una e incluso dos veces en cada fiesta, ella intentaba divertirlo con sus comentarios sobre cosas de sociedad. Para su sorpresa, parecía de verdad entretenido por sus observaciones. De hecho, siguió animándola para que expresara sus opiniones. Seguramente sería para no morirse de aburrimiento, pensaba _______________.

Su motivo para mantener una conversación fluida era distraer al lord de las respuestas que provocaba en ella. Algunas veces, creía que los latidos de su corazón serían audibles si no los disimulaba con el ruido del parloteo. Afortunadamente, él todavía no había notado el temblor que le producía al más mínimo roce. _______________ tenía la esperanza de que aquello cesara con la familiaridad; sin embargo, aquellas sensaciones se volvían más intensas cada día que pasaba. Y le asustaba que él pudiera notarlo.

Cada noche, cuando subían al carruaje para volver a Green Street, se sentía totalmente agotada por las emociones. El cansancio fue en aumento gradualmente hasta que empezó a relegar los placeres durante el día para reservar sus fuerzas para la noche. Cuando se excusó de un paseo vespertino por tercer día seguido, Bella le expresó su preocupación abiertamente.

—_______________, no puedo verte tan deprimida —le preguntó, dejándose caer a su lado en el sofá y mirándola ansiosamente—. ¿No estarás deprimiéndote, verdad?

A pesar de su cansancio, _______________ sonrió.

—Por supuesto que no. Te aseguro que no tengo intención de convertirme en un vegetal. Lo único que ocurre es que... el ritmo de eventos nocturnos es agotador.

Bella, que había pasado gran parte de su vida asistiendo a aquellas fiestas, no podía imaginarse que resultaran agotadoras. Sin embargo, comprendía a su amiga. Frunció el ceño y le dijo:

—Quizá debiéramos descansar un poco. El baile de los Minchinton es el viernes, y creo que podemos saltárnoslo.

Pero que Bella renunciara a sus actividades por su propia debilidad era algo que _______________ no estaba dispuesta a aceptar.

—No seas boba —le dijo cariñosamente, pero con firmeza—. Estoy un poco cansada, pero nada más. Yo diría que si hago un esfuerzo, estaré bien para esta noche. Es más, creo que un poco de aire fresco me vendría bien. Si me esperas, me pondré el sombrero e iré contigo.

—Por supuesto —Bella sonrió para darle ánimos.

Sin embargo, en cuanto _______________ salió, Bella volvió a fruncir el ceño. Lejos de haberla tranquilizado, pensó que aquella rápida reacción de su amiga no había servido para esconder la tristeza de su amor desesperado. ¿Quién sabía hasta qué punto llegaba aquella tristeza? Bella pensó que debería confiarle su preocupación a Arthur. Sin embargo, aunque Arthur fuera el protector último de _______________, también le parecía que debía preguntarle a ella antes de revelarle su secreto a otra persona.

Los pasos de _______________ sonaron en el vestíbulo. Con un suspiro, Bella se levantó y se puso el sombrero. Necesitaba consejo. Entonces, de repente, se le ocurrió una idea. Joseph. Conocía la historia de _______________, y, al fin y al cabo, la propia _______________ había confiado en él cuando se había encontrado en dificultades.

Cuando su amiga asomó la cabeza por la puerta, Bella sonrió ampliamente.

—Sí, ya voy —le dijo. Mucho más animada, salió de la sala.

—Por favor, Joseph. De verdad, tengo que hablar contigo a solas —le rogó Bella a su hermano. Sin embargo, su expresión de ligero aburrimiento no se alteró.

—Bella, te advierto que no quiero más sermones tuyos.

— ¡No es eso! Quiero hablarte sobre _______________.

—¡Oh! — Joseph siguió con la mirada al objeto de la conversación, que estaba girando alegremente en brazos de Harry Edgcombe por la pista de baile. Entonces volvió a mirar a Bella—. ¿Qué ocurre con la señorita Hartley?

Bella miró a toda la gente que había a su alrededor.

—Aquí no. ¿No sabes de ninguna sala donde podamos hablar a solas?

—Sí, pero no puedo tardar mucho. Tengo un baile con la misma señorita Hartley en unos minutos.

—No tardaremos mucho —le prometió Bella.

La pequeña salita a la que Joseph la condujo estaba vacía, afortunadamente.

—Soy todo oídos, querida hermana.

Bella lo miró con desconfianza, pero no detectó el tono de sarcasmo que él usaba, normalmente, cuando estaba irritado.

—Como te he dicho, quería hablarte sobre _______________.

—¿Es que ha descubierto el pequeño engaño de Arthur y se ha enfadado?

—No, no. Nada de eso. Se ha enamorado.

Durante un momento, Bella se preguntó si la había oído. Su rostro no mostró ningún tipo de reacción. Pareció que se había quedado congelado, petrificado. Entonces arqueó las cejas.

—Entiendo. Después de todo, no es algo extraño. ¿Quién es el afortunado?

—Ahí está el problema. No quiere decirlo.

Joseph miró pensativamente a su hermana.

—Y tú crees que si ella no quiere divulgar la identidad del caballero, es porque, de algún modo, puede ser alguien poco apropiado.

—No, no es eso tampoco. No es inapropiado de la forma que tú imaginas. Parece que está enamorada de un hombre que va a pedirle su mano a otra. _______________ dice que él no sabe que ella está enamorada de él. He intentado que confíe en mí, pero no quiere. Dice que yo lo conozco, así que no sería justo.

Joseph asimiló toda aquella información en silencio. Entonces, de repente, se apartó de la chimenea donde se había apoyado y caminó por la habitación. Después volvió y miró de nuevo a su hermana.

—Entonces, ¿cómo se supone que voy a ayudar yo? Deduzco que si me lo has contado es porque necesitas mi ayuda, ¿no?

Bella sonrió.

—Sí, por supuesto. No te lo habría dicho si no creyera que podías ayudar. Quiero que averigües quién es el caballero de _______________.

Joseph arqueó las cejas.

—¿Eso es todo?

—Tú tienes que ser capaz de imaginártelo. ¿Quién está a punto de casarse, o al menos de pedir la mano de alguien? Los hombres siempre sabéis esos chismes antes de que todo el mundo se entere.

Joseph pensó en sus amistades. Conocía a todos los caballeros con los que, se trataba su hermana, y ninguno de ellos estaba contemplando la posibilidad de casarse.

—Desgraciadamente, que yo sepa, ninguno se ajusta a esa descripción.

Bella se aventuró:

—Me preguntaba si no sería Lord Edgcombe.

—¿Harry? —Joseph sacudió la cabeza—. No es probable. Tiene que casarse en un futuro no muy lejano, o corre el riesgo de que su familia lo arrastre al altar. Pero tiene que casarse con el dinero, y dudo que la señorita Hartley cumpla ese requisito.

—¿Pero no podría haberse enamorado de él, de todas formas? Él es muy agradable.

—No. Harry no tiene planes de casarse. Y dudo que mencionara la posibilidad de hacerlo con alguien tan joven como la señorita Hartley –soltó una carcajada—. Harry no se casaría ni siquiera para escapar de una serpiente.

Bella suspiró.

—Así que a ti tampoco se te ocurre nadie.

Joseph la miró entrecerrando los ojos.

—¿Qué ha sido lo que te ha impulsado a pedirme ayuda?

Bella se encogió de hombros.

—Supongo que ha sido el ver a _______________ tan pálida y falta de energía estos días.

—¿Falta de energía? —repitió su hermano, con la visión de la señorita Hartley, tal y como la había visto hacia unos minutos, vívida en la mente—. Creo que nunca había visto a nadie con tanta vida.

—Oh, no durante la noche. Parece muy animada en los bailes, pero durante el día está callada y demacrada. Su aspecto se resentirá si continúa así. Si aceptara al señor Havelock...

—¿Havelock? ¿Le ha pedido que se case con él?

por **aranzhitha** Miér 12 Jun 2013, 10:04 pm

toma esa Joe!! Enterate que la rayiz tiene propuestas de matrimonio!!
Ojala que se apure y se de cuenta que la quiere!
Siguela!!

por **Ciin :)** Jue 13 Jun 2013, 9:20 am

ooo no ... como la dejas asi ???
no me imagino que habra sentido joe cuando bella le confeso que la rayis estaba enamorada...
y ahora que se entero lo de este señor havelock... que vas a hacer joe?
buenisimoo el cap
siiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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