¡Cuánto lo odio! Eso era lo que me decía todo el maldito el día en mi maldita cabeza, el maldito de mi jefe Niall Horan me ha tenido trabajando todo el día, es más de hecho ni si quiera me dejó ir a almorzar, en serio a veces me dan ganas de dejar todo a la mierda y decirle unas cuantas verdades. Desde el primer día que llegué a trabajar, estoy segura de que me tiene sangre en el ojo, primero le sugirió a su jefe Louis Tomlinson que si quería ellos podían cambiar de secretaria, la secretaria del señor Tomlinson era mi amiga Daisy, menos mal que Tomlinson dijo que no, cuando Horan le había hecho la propuesta en mi cabeza comenzaron a surgir varias ideas, desde decirle a Horan lo que pensaba, hasta incluso matarlo con mis propias manos. Han pasado varios días después de eso. Segundo, hoy me ha tenido literalmente como su esclava, he estado todo el día redactando reportes sobre cosas que ni si quiera me interesan, tercero, el muy cretino me dijo que si una chica llamada Samantha lo llamaba le tenía que decir que él no estaba, cuarto y último, se la ha pasado todo el día insinuándose.
De repente sonó el citófono, al parecer el cretino me necesitaba.
- Señor Horan ¿Qué es lo que necesita? – Le dije contestando el citófono.
- ¡Amelia, necesito que vengas a mi oficina ahora! – Ordenó de una manera brusca, odio cuando alguien me habla de esa manera, especialmente cuando me ordenan.
- Enseguida Señor – Le contesté mordiéndome la lengua para no contestarle de mala manera.
Me paré de mi escritorio, más que escritorio parece ratonera porque está en una esquina, comencé a caminar hasta la oficina de Horan, pero en el camino me dio un poco de sed por lo que fui a una esquina en la cual había un jarrón de agua encima de una mesa, tomé un vaso de vidrio el cual estaba al lado del jarrón, me serví, en una mano quedé con el jarrón y la otra con el vaso, comencé a tomar agua cuando…
- ¡SEÑORITA RAVENWOOD, NO LE PAGO PARA QUE ESTE DE VAGA! – Escuché como Horan me gritaba y a la vez caminaba hacia la dirección en la cual estaba.
Me asusté cuando Horan me gritó, por lo que apreté muy fuerte el vaso, producto de eso lo rompí cortándome un poco la mano izquierda, Horan al ver esto, se asustó un poco y corrió a mi lado.
- Amelia – Dijo tirando los papeles que tenía al suelo y me tomó la mano.
Sentí que en su voz había un cierto pánico, de seguro al idiota le aterraba la sangre por lo que quise retirar mi mano de la suya, pero él no me dejó.
- Señor Horan – Le dije tratando de sonar lo más normal posible – Se le puede manchar el traje con la sangre.
- No te dejaré sola – Dijo penetrándome con su mirada de ojos azules muy intensa - Sé un poco de primeros auxilios, ven a mi oficina.
- Señor, de veras puedo arreglármelas sola con esto – Le dije tratando de sonar lo más normal posible – No es la primera vez que me corto las muñecas.
Él me miró intensamente, tanto así que me sonrojé un poco, lo raro es que yo jamás me sonrojo.
- Te repito, no te dejaré sola en esto – Me regañó – Y deja de decirme señor, somos casi de la misma edad, dime Niall.
- Usted es mi jefe – Le dije colocando los ojos en blanco.
- Cuando haces eso me dan ganas de besarte – Al decir esto me miró intensamente.
- SEÑOR Horan – Le contesté haciendo énfasis en la palabra señor – Nuestra relación es solo de jefe – empleada y nada más.
- Yo quisiera que fuera algo más – Dicho esto me tomó fuertemente de la cintura - ¡Bésame!
Me acerqué lentamente a sus labios, él sonrió de triunfo, creía que yo lo iba a besar, el muy cretino se cree dios, pero no, el no me iba a besar de ninguna manera.
- Señor Horan estamos en la oficina – Le dije sínicamente – Además usted es mi jefe, no debo tener relaciones con mi jefe.
Me alejé de él, tenía que curarme la mano, estaba sangrando mucho, pero sentí que las manos de mi querido jefe en mi brazo.
- ¡A la mierda todo eso! – Me acercó a su cuerpo. Pude sentir como su pecho se amoldaba perfectamente al mío. Intenté alejarme, ningún hombre en la faz de la tierra me ha robado un beso, pero él me tomó fuertemente de la nuca y estampó sus labios en los míos. Inmediatamente comenzamos a besarnos, sus labios se movían encima de los míos muy frenéticamente, al principio no le quise responder, pero después sentí que ambos íbamos hacia otro mundo. Lo agarré de la nuca, él me tomó de la cintura y me apretó más.
- Niall necesito… - Escuchamos una voz a nuestras espaldas por lo que ambos nos separamos abruptamente.
El que había hablado había sido su amigo y colega Liam Payne, el cual nos miraba con una gran sonrisa.
- Perdón por interrumpir – Dijo sonriendo, pero después se dio cuenta que mi mano estaba sangrando – Niall ¿Qué le has hecho? No lleva ni un mes como tu secretaria y ya le has hecho daño.
- ¡Mierda tu mano! – Dijo ignorando a Liam por completo – Necesito llevarte al hospital.
- No es necesario – Le dije yéndome hacia el baño, dejándolos a ambos solos.
Entré hacia el baño de damas de la empresa, por suerte no había nadie, se dirigí hacia el lavamanos, abrí la llave del agua, coloqué mi mano debajo de ella y comencé a lavarme las heridas. Estaba acostumbrada a eso, por años mi abuelo dejó que varias personas me entrenaran, por lo que en mi niñez siempre había estado llena de moretones y cosas por el estilo. Mientras sacaba la sangre, sentí como lentamente la puerta se abría, me gire y vi que era Niall, perdón el señor Horan.
- Señor Horan – Le dije sonriendo – Este es el baño de damas.
Él se acercó a mí malhumorado.
- Te dije que dejaras de llamarme “Señor Horan” - Dijo haciendo comillas con los dedos – Soy Niall.
- Está bien – Dijo colocando los ojos en blanco – Niall, este es el baño de damas ¿Qué es lo que haces aquí?
- Estaba preocupado por ti – Dijo acercándose a mí, me tomó la mano e inspeccionó las heridas – Está feo.
- Me recuperaré – Dije encogiéndome de hombros – Como te dije Niall, no es la primera vez que me pasa eso.
- ¿Cómo que no es la primera vez? – Dijo frunciendo el seño - ¿A caso tu padre te maltrataba? – Al decir esto, me miró de un modo un tanto sombrío.
En el interior de mi cabeza comencé a reírme, si este idiota supiera que yo soy una de las mejores ladronas de todo el mundo, me llevaría inmediatamente a la policía, pero no, piensa que mi padre era un maltratador.
- No como crees – Le dije con mi mejor sonrisa – Lo que pasa es que soy un poco fan de los deportes extremos, por eso estay acostumbrada a las heridas.
Al escuchar esto, su rostro volvió a la normalidad, sus ojos azulados comenzaron a tener ese brillo, el cual a mi parecer es un tanto tierno, pero ¿Qué mierda es lo que estoy diciendo? Amelia, él es solo tu blanco, es al chico que tendrás que estafar, al chico que le sacaras todo el dinero como si exprimieras a un limón, así que deja de pensar en eso ¡AHORA!
- ¿En que piensas? – Comentó Niall sonriendo.
- Pienso en que tengo que ir a la enfermería – Le dije saliendo de mis pensamientos. Saqué la mano del agua, tomé un pedazo de papel sanitario y comencé a secar mi mano, en realidad no estaba tan mal como se veía, de hecho ni si quiera tenía algún rastro de vidrios en los cortes.
- Iré a la enfermería – Le dije a Niall - ¿Crees que te lo puedes arreglar solo durante 10 minutos?
- Sí – Dijo un tanto confundido.
Salí del baño, fui a la enfermería, allí había un médico, menos mal que esta maldita empresa tiene un médico. Él me preguntó que era lo que me había pasado, le contesté que me corte con un abre cartas, me curó y fui nuevamente a la oficina de Niall y por ende a mi escritorio. De repente sonó el citófono.
- ¿Qué es lo que necesitas Niall? – Le dije animadamente.
- Necesito que vengas a mi oficina ¡AHORA! – Prácticamente me gritó, idiota, nuevamente comencé a odiarlo, a mí nadie me grita, porque si es que alguien lo hace, lo paga muy caro.
Me paré de la ratonera de escritorio y fui hacia la oficina del maldito. Lo miré, el maldito estaba muy enojado, de hecho estaba rojo de la furia.
- Primero, no me tutees, soy tu jefe, por lo tanto soy un superior – Dijo duramente – Segundo, para la otra ocasión tienes que tener un poco de más cuidado, no quiero que mi secretaria sea una completa inútil, tercero, el café que me has hecho esta mañana te quedó asqueroso, y cuarto, los reportes que has realizados están pésimamente redactados, hazlos nuevamente.
Al decir lo último prácticamente me tiró los reportes en la cara. Sinceramente este hombre es un completo bipolar, primero, se comporta como todo un caballero, pero después se comporta como todo un hijo de puta.
- ¿No le gustaron los reportes, señor Horan? – Le dije comiéndome la rabia que tenía por dentro.
- ¡NO! – Gritó fríamente – De hecho están horrorosos.
Me incliné hacia el suelo, tomé los papeles en mis manos y nuevamente me coloqué de pie.
- ¡PUES ENTONCES CÓMASELOS! – Le grité tirándole los papeles en su bello, perdón, en su maldito rostro, él me miró sorprendido – EN CUANTO A SU PUTO CAFÉ, AGASLO USTED MISMO, NO SOY SIRVIENTA DE NADIE, ME ESCUCHO, ¡DE NADIE!
Lo miré por última vez, el muy cretino tenía una sonrisa sínica en su rostro.
- Me encantan las fieras – Dijo sonriendo – Ya me imagino como debes ser en la cama.
- ¡QUÉ CAMA NI QUE NADA! – Le grité nuevamente.
Comencé a caminar hacia la puerta, la abrí y sin mirar para atrás cerré la puerta mediante un fuerte azote.
…………………………………………………….+………………………….+………………………………….
Al salir de la oficina pasé a un bar, me tomé unos cuantos tragos, ya era de noche, por lo que me fui a departamento que compartía con las chicas. Entré sin mirar a ninguna, obviamente ellas me miraron, pero yo no les dirigí la palabra, entré a mi cuarto, me saqué los tacones y me tiré en la cama. Sentí como la puerta de mi habitación se abría, de seguro era mi mejor amiga Daisy la cual siempre se preocupa cuando llego borracha, miré hacia la puerta y efectivamente era ella.
- Ya llegaste borracha – Comentó reprochándome - ¿Es que acaso no puedes estar lejos de la bebida?
- Daisy no me sermonees – Dije colocando los ojos en blanco – Hoy tuve un día de mierda.
- Sí, lo sé – Dijo ella sentándose en mi cama y comenzó a acariciarme el cabello, ella era muy cariñosa, yo no merecía ese cariño - Escuché que Horan le decía a Tomlinson que su secretaria le había hecho una escena tremenda.
- Ya me imagino que es lo que está diciendo el cretino – Dije tirando la cabeza en la cama – Debe estar diciendo que soy una inútil y toda esa clase de cosas.
- ¿Te sacó de tus casillas? – Preguntó mi amiga riéndose.
- Sí – Le dije dando un bostezo.
- Mañana tienes que arreglar las cosas Amelia – Daisy me regañó, siempre me decía Amelia cuando me regañaba, por lo general me dice Amy – Es de vital importancia para la misión que arregles las cosas con Horan.
- Ok Jefa – Le dije saludándola al estilo militar.
Sentí como Alison preguntaba algo, pero no le presté mucha atención.
- No Alison, Amelia no podrá ir – Gritó Dei.
- Claro, si ella solita se hizo su propia fiesta – Regañó Alison – Y para colmo sin invitarnos.
- ¡Exagerada! – Le grité riéndome y miré a Dei - ¿Qué preguntó?
- Alison quiere salir a un bar por lo que podrás dormir en paz - Dijo parándose de mi cama – Descansa bien y piensa en las palabras que le dirás a Horan, no puedes perder el empleo.
- Está bien - Dije sacándome la ropa para después meterme en la cama.
Dei estaba a punto de salir, pero se dio la vuelta y me miró severamente.
- Te comiste todas las oreos, maldita – Me miró con intención de venganza – Más te vale que vayas a comprar mañana.
Ella salió de mi habitación, pero le grité.
- ¡YO NO FUI! – Le grité reclamando – ALICE FUE LA QUE SE LLEVÓ EL ÚLTIMO PAQUETE DE OREOS.
- ¡OYE! – Escuché la voz de Alice reclamando – YO SOLO SAQUÉ EL QUE SOBRAVA.
- ¡SEGURÓ! – Le grité riendo, ella igual era una de mis amigas, de hecho es una de mis mejores amigas al igual que Dei.
Comencé lentamente a dormirme, el tequila que me había tomado hizo que me durmiera más tranquila, mañana iba a ser un día muy largo.
………………………………………+………………………………+…………………………………+
Al otro día escuché el sonido de la alarma, indicando que tenía que levantarme, odio levantarme temprano, pero tenía que hacerlo, repasé en plan que había hecho en la noche antes de dormirme. El plan era muy fácil, tenía que decirle a Horan que estaba de mal humor porque en la mañana había encontrado a mi novio engañándome, es más que lo encontré en el acto, es decir que lo encontré con la perra en la cama. Era un plan tonto, pero era lo único que tenía.
Iría con ropa de calle, por lo que tomé unas calzas de cuero de color negras, tomé una blusa un tanto escotada y apretada al cuerpo de color blanco, tomé unos botines a media pierna de color negro y tacones altos, de mi armario tomé una pequeña casaca de cuero y me vestí. Al salir de mi habitación vi que todas las chicas ya se habían ido, en la cocina me encontré un mensaje de Ashley el cual decía: “Compra oreos o todas te matamos”
Las chicas y sus oreos, no pueden vivir sin ellas, claro Alice se lleva el último paquete de oreos y yo soy la que tiene que ir a comprar, si no fuera porque soy adicta a ellas no lo haría ni aunque me mandaran a palos. Tomé mi teléfono móvil, las llaves de mi moto, las llaves del departamento y salí de él. Tomé el ascensor y bajé hasta el subterráneo en busca de mi preciada moto Dukati, me subí a ella y comencé a ir a la oficina.
…………………..+………………….+…………………..+…………………..
- Y eso es lo que pasó señor Horan – Le comenté a mi jefe con algunas lágrimas falsas en mi rostro – Ayer estaba de ese humor porque mi novio e engaño, lo encontré en la cama con otra, sé que eso no es una escusa, mi comportamiento de ayer fue terrible, pero eso fue lo que me paso.
Horan se paró de su escritorio, se sentó en la silla que estaba a mi lado y me tomó la mano.
- ¿Cómo se llama el cretino? – Dijo con la mandíbula un tanto apretada, se le notaba que estaba furioso.
- No tiene importancia, ahora es mi ex – Le dije secándome las falsas lágrimas con el dorso de mi mano.
- No – Dijo él enojado - ¿Cómo se llama?
Comencé a procesar en mi cerebro, necesitaba un nombre con urgencia.
- Se llama Jake – Diciendo el nombre de un amigo que desde hace tiempo que no veía – Jake Abel.
Horan me miró.
- Puedes volver al trabajo – Dijo sonriéndome – Te comprendo, por lo que puedes conservar tu empleo.
- Gracias – Dije colocándome de pie. Comencé a caminar hacia la salida.
- Amelia – Dijo él a mis espaldas – Ese tipo no te merecía.
Salí de su oficina sin decirle nada, ese comentario era muy extraño, pero no le di mucha importancia. El día fue básicamente más extraño aún, mi jefe nuevamente me dijo que lo tuteara es decir que lo llamara Niall, estaba un poco más amable que de costumbre, me decía cosas lindas, algunas veces unas cosas subidas de tono, definitivamente mi jefe es un bipolar.
Curiosamente vi mi teléfono móvil, habían montones de mensajes de las chicas, algunas me decían que comprara las oreos, otras preguntaban por la desaparecida Ayleen. Para que ella apareciera se me ocurrió una idea, le iba a proponer un desafío, por lo que escribí: “¿Cuánto apuestan a que me follo a Horan antes de que Ayleen se tire a Sheeran?”
Sabía que con eso Ayleen iba a aparecer, a los 5 minutos ella contestó:”JA, JA, JA, JA, muy graciosa Amelia, nunca serás así. Sheeran estará en tu cama follando duro conmigo en menos de una semana, tenlo asegurado. Otra pregunta, ¿han comprado oreos o tengo que robarlas yo?”
- ¡MALDITAS OREOS! – Grité un tanto fuerte, en ese momento salió Niall de su oficina.
- ¿Qué tienes en contra de las oreos? – Me preguntó un tanto riendo.
- Nada – le dije sonriendo – Lo que pasa es que soy adicta a ellas, vivo con 6 chicas en un departamentos, ayer después de lo de mi novio, mejor dicho ex – novio, arrasé literalmente con las oreos, por lo que ahora ellas me culpan de haberme comido las oreos de 1 mes, es que no lo puedo evitar, soy adicta a ellas.
Al escuchar eso a Niall se le iluminó el rostro.
- Yo igual soy adicto a ellas – Dijo alegremente – Vaya a mi sexi secretaria le gustan las mismas galletas que yo.
Mientras decía lo último se fue a su oficina, enserio, mi jefe es medio raro.
………………+……………….+…………………………..+…………………………………………..+………………………
Ya era de noche, me había quedado hasta tarde haciendo unos informes, mi jefe igual se había quedado, éramos los únicos en la oficina.
- Amelia – Dijo Niall saliendo de la oficina con sus cosas en sus manos – Es tarde, vayámonos.
- Está bien señor Horan – Le dije con voz melodiosa, él me miró con el seño fruncido – Perdón, Niall.
Comencé a recoger mis cosas, vi por la ventana y estaba lloviendo.
- ¡Genial! Mascullé – Está lloviendo.
- ¿Cuál es el problema? – Preguntó Niall un tanto preocupado.
Lo miré y vi que su rostro era cálido.
- Me vine en moto – Le explique – Ninguna de mis amigas me va a venir a buscar, me tienen amenazada, si no llevo las oreos me matan.
- Yo te puedo llevar a tu departamento – Dijo guiñándome un ojo – Pero con una condición antes.
- ¿Cuál condición? – Le dije desanimada.
- Que primero vayamos a mi departamento y nos tomemos una copa – Me guiñó nuevamente el ojo.
Lo pensé un poco, no era mala idea su propuesta, así me serviría para poder conocer sus puntos débiles y quizás follármelo, así le ganaría a la perra de Ayleen en la pequeña apuesta que hicimos.
- Está bien, pero sólo una copa – Le dije sonriendo.
- Sólo una copa – Dijo el jurando solemnemente.
Ambos comenzamos a caminar, subimos al ascensor, el trayecto fue todo en silencio, pero fue un silencio cómodo, al bajara salimos hacia el parqueadero, Niall me dirigió hasta su auto el cual era un BMW de color plateado.
- Lindo auto – le dije sonriendo.
- Pero no tanto como la chica que se subirá ahora – Dijo guiñándome nuevamente el ojo.
- ¿Tienes un tic en el ojo? – Comente sonriéndole con malicia.
- No – Me contestó extrañado - ¿Por qué?
- Porque llevas toda la tarde guiñándome el ojo – Le dije riendo, él solo se sonrojo un poco y comenzó a sonreír más.
………………………………………………+……………………………………………………………..+…………………
Estábamos en el departamento de Niall, ya nos habíamos tomado una botella de vino entera, la copa se volvieron como 6. Él me estaba contando se un partido de fútbol que había tenido con su hermano. Estábamos sentados muy juntos, yo estaba casi sentada e sus piernas.
- Siempre he sido bueno en todos los deportes – Comentó sonriendo.
- Soy más de los deportes extremos – Dije tomando un sorbo de vino.
- Eres una chica muy mala – Dijo acercándose lentamente a mí.
- Sólo un poco – Le dije acercándome más, nuestros labios a centímetros.
- Eso es lo que adoro de ti – Susurró.
Nos acercamos más y producto de eso surgió un beso. Al principio en beso había comenzado tiernamente, pero a medida que fue pasando, se tornó un poco más pasional, nuestras lenguas se movían al interior de la boca de cada uno como si estuvieran en una guerra. Rápidamente Niall me tomó de la cintura, me alzó hacia sus caderas, yo enrede mis piernas en ellas, todo el tiempo nos estábamos besando. Se paró y comenzó a caminar hasta su dormitorio y me dejó en la cama.
- ¿Estás segura de esto? – me preguntó tiernamente – Lo digo porque yo soy tu jefe y al parecer tienes un poco de perjuicios por eso.
- ¿Estás seguro tú? – Le susurré.
- Sí – Dijo del mismo modo.
- Entonces yo no tengo problemas – Le dije sonriendo – Además estoy tomando la pastilla, así que no te preocupes por los preservativos.
Él se tiró en la cama al lado mío, tomó mi cintura por lo que quedó encima de mí, nuevamente nos comenzamos a besar, comenzamos a casarnos lentamente la ropa, era como una especie de tango, cada uno hacía un movimiento y el otro hacía uno que se complementaba. No nos dimos cuenta cuando ambos ya estábamos desnudos, Niall tomó mis manos y junto con las suyas las llevó hacia mi cabeza, me miró a los ojos y me penetró lentamente, al sentirlo di una especie de grito, hace mucho tiempo que no había tenido sexo. Comenzó con movimientos lentos, al perecer notó que yo no había tenido sexo desde hace mucho. Todo el tiempo me miraba, yo igual, pero era simplemente un polvo, solo un polvo y nada más que eso, no habían sentimientos de por medio. Comenzó a ir más rápido, ambos gemíamos sin control, Niall cada vez gritaba más fuerte, de hecho más alto que yo, mientras me penetraba me besaba por todo el cuerpo, de hecho me estaba marcando, cosa que odio, pero lo dejé, total era un polvo de una sola noche. Comencé a levantar mis caderas a su ritmo, pero sentía que ya estaba llegando al orgasmo, al igual que él hasta que por fin ambos llegamos al orgasmo a la misma vez. Estábamos agotados sin embargo Niall no se salió de mi, se dio vuelta dejándome encima de su suave pecho.
- Eso fue más que un simple polvo – Me susurró al oído.
Era como si hubiera adivinado mis pensamientos. Nos quedamos en la cama, él me acariciaba el cabello, mientras yo le acariciaba el pecho, hasta que sentí que él se quedó dormido, esa era mi oportunidad para irme. Me levanté de la cama y comencé a vestirme, tomé mi teléfono móvil, le hice una foto a Niall en la cama desnudo y se la mande a Ayleen con este recado: “Maldita te gané, ya me follé a Horan jjaja págame la apuesta”
Me reí un poco, le gané a Ayleen en la apuesta, yo me folle primero a Horan, que ella a Sheeran. Tomé mis cosas, fui hasta la cocina, allí me tomé un vaso de agua, recordé que a Niall le gustaban las oreos, por lo que registré sus cajones hasta que encontré unos cuantos paquetes. Salí del departamento rápidamente, tomé un taxi y me fue al departamento. Al llegar al edificio subí hasta el departamento, al abrir me encontré con una reunión de las chicas, ellas me miraron.
- ¡TE FOLLASTE A HORAN! – Me gritaron.
Continuara…
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.