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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
aaawww gracias maru se siente TAN LINDO cuando te dedican cap' enserio muchas gracias por el regalo ;*
ME GUSTO..
enserio son los hombres de su tio?
porque su tio no quiere que ella se case? para no heredar el trono? & el quedarse como el rey?
que le paso a Nick?
Para donde va a coger la princesa?
volvera a buscar a Nick?
ok ok ya esta bien.. se que tengo q esperar hasta mañana o tal vez dias para sabes el secreto que esconde la princesa .-. pero sabes que aunque sea impaciente {no tengo ni un chin de paciencia} ESPERARE HASTA EL INFINICO & MAS ALLA :] GRACIAS.. :happy:
ME GUSTO..
enserio son los hombres de su tio?
porque su tio no quiere que ella se case? para no heredar el trono? & el quedarse como el rey?
que le paso a Nick?
Para donde va a coger la princesa?
volvera a buscar a Nick?
ok ok ya esta bien.. se que tengo q esperar hasta mañana o tal vez dias para sabes el secreto que esconde la princesa .-. pero sabes que aunque sea impaciente {no tengo ni un chin de paciencia} ESPERARE HASTA EL INFINICO & MAS ALLA :] GRACIAS.. :happy:
Géne!
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
haha gene eres genial y me alegro q t aya gustado el cap...
una pregunta tienes facebook?? :D
una pregunta tienes facebook?? :D
maru!!
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
siempre me gustan los cap xD
sii.. Genesis Capurro
& mi twitter es GenesisCapurro {por si acaso xd}
sii.. Genesis Capurro
& mi twitter es GenesisCapurro {por si acaso xd}
Géne!
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
ya t agrege al face :D
yo twitter no tengo...no me gusta, tengo cuenta y todo pero no me agrada :P :D
yo twitter no tengo...no me gusta, tengo cuenta y todo pero no me agrada :P :D
maru!!
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
Ahhhh
Ame los Capz
SIGUELA!!!!"
SIGUELA!!!!
SIGUELA!!!!
Bzz :hug:
Ame los Capz
SIGUELA!!!!"
SIGUELA!!!!
SIGUELA!!!!
Bzz :hug:
Lucecita (adrii)
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
D: la dejaste en la mejor parte!!! -.-" yo ni loca correria por el desierto. con toda esa oscuridad y los insectos :pale: bueno pero no tiene nada q ver. solo siguela :!:
Patu
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
pon cap lpis nos has dejado a todas con la intriga
lovely last
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
waaauuuu O.O me encantooo ME DEJASTE CON LA INTRIGAAA SIGELAAA!!! :D
Heaven.Foster
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
de verdad se encontro con su tio fuera de l atienda????
eli_jonatika
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA.....
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA.....
#Ale
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
Capitulo 7
Parte 2/2
Oyó gritos desde las tiendas y después disparos, se quedó paralizada. Había dejado que Nick se encara de ellos él solo.
Miró por encima de su hombro, atormentada por lo indecisa que estaba. Él no la había creído, pero no era enteramente culpa suya. No le había contado todo y en aquel momento Nick estaba en peligro por su culpa.
Se dio la vuelta y comenzó a regresar hacia las tiendas de campaña. Pero oyó el motor de un coche y vio unas luces acercándose…
Le dio un vuelco el corazón y se sintió completamente desesperada.
La habían encontrado. Y allí, atrapada en un terreno desconocido, no podía hacer mucho para defenderse.
Todo se había acabado.
Incapaz de correr, se quedó mirando las luces del coche… se quedó allí de pie esperando a morir.
—¡__(tuap)! ¡Muévete! —gritó Nick.
Pero ella estaba temblando tan agitadamente que no se podía mover. Nick se bajó del coche y la tomó en brazos.
—Ahora no es el momento de quedarse tan quieta —dijo él, metiendo a la princesa en el asiento del acompañante. Entonces se volvió a montar en el vehículo a toda prisa y pisó el acelerador—. Abróchate el cinturón de seguridad —espetó—. Con lo oscuro que está no puedo estar seguro de esquivar los baches.
Con las manos temblorosas, ella obedeció. Emitió un grito ahogado al ver la sangre que tenía él en la manga de la camisa.
—Estás herido.
—Es solamente un rasguño.
—Todo es culpa mía. No debería haberte dejado venir conmigo…
—¿Nos siguen?
—Sí —contestó ella tras mirar por encima de su hombro.
—Entonces iremos a donde no sean capaces de seguirnos —dijo Nick, saliéndose de la carretera.
Al darse cuenta de las intenciones de él, ___(tuap) se agarró con fuerza al asiento y lo miró con incredulidad.
—¿Pretendes conducir por las dunas con esta oscuridad?
—Hará que ellos lo tengan más difícil para seguirnos. No muy lejos de aquí hay un antiguo camino para camellos. Si podemos llegar allí, estaremos seguros —dijo él, comenzando a subir por una duna.
—Tengo que detenerte esa hemorragia —dijo ella, horrorizada—. ¿Hay un botiquín de primeros auxilios en el coche?
—Debajo del asiento. Pero déjalo. Todavía nos siguen —dijo él, que al llegar a lo alto de la duna miró por el espejo retrovisor—. Aunque ya no. No han sabido poner el coche en posición correcta y éste ha retrocedido para atrás.
—Tu brazo…
—Espera —ordenó él, bajando por la duna con mucho cuidado—. Dime quiénes son, ¿quién es esa gente?
—No lo sé. Alguien que trabaja para mi tío. Siempre es alguien distinto. Para estar segura, siempre sospecho de todo el mundo.
—¿Me estás diciendo que él contrata a diferentes personas para matarte?
—Ya te había dicho que mi vida estaba en peligro, pero no me creíste.
—Si me hubieras explicado las cosas…
—Eso ya no importa. Oh, Dios, hay sangre por todas artes —__(tuap) tomó el botiquín y lo abrió—. Vas a tener que parar para que pueda mirarte el brazo, Nick.
—¡Háblame, __(tuap)! —ordenó él, ignorándola—. ¿Por qué quiere matarte tu tío?
—Es complicado y tú te tienes que concentrar en la conducción —dijo ella, sacando una venda del botiquín—. ¿Tienes la bala en la herida?
—No, ya te lo he dicho; es sólo un rasguño. Respóndeme. ¿Con qué nos enfrentamos?
—Caín y Abel —dijo ella entre dientes.
—¿Celos entre hermanos? ¿Ése es el problema?
—Su hermano… mi padre… está muerto. Y yo soy el último obstáculo entre él y el trono de Rovina.
—Pero si él ya gobierna Rovina.
—Como regente. Lo que quiere es gobernar por derecho propio, siempre lo ha querido. Si yo llego a cumplir veinticinco años, seré yo la que gobierne. Y él no va a permitir que eso ocurra —__(tuap) se agarró con fuerza al asiento ante un movimiento brusco del vehículo—. Tienes que parar para poder curarte la herida.
—No vamos a parar hasta que yo decida que es seguro.
—Entonces voy a tener que vendarte el brazo por encima de la ropa. Siento que te hayan herido por mi culpa.
Nick la miró. Sus ojos tenían un oscuro y peligroso brillo.
—Siento no haberte creído cuando dijiste que estabas en peligro. Cuando sea seguro, pararemos y me contarás todo. Y en esta ocasión te escucharé con atención.
—No estaremos seguros hasta que no lleguemos Citadel—dijo ella.
—Lo estaremos. El desierto es un lugar muy implacable para los que no lo conocen. Ésta es una antigua ruta beduina y llegaremos a unas cuevas donde podremos descansar —explicó Nick, realizando a continuación una llamada telefónica por su teléfono móvil.
—¿Con quién has hablado? —quiso saber ella una vez él hubo colgado. No había entendido nada ya que él había hablado en su propio idioma.
—He pedido que un equipo de seguridad detenga a esos hombres y los interrogue —contestó él, conduciendo con rapidez—. Puede que haya otros.
Al llegar a las cuevas, __(tuap) se percató de que estaban muy escondidas.
—¿Vamos a entrar ahí? —preguntó, observando lo oscuro que estaba dentro.
—Sí —contestó Nick, aparcando el vehículo en un lugar que no podía ser visto desde la carretera. Agarró una linterna y varias mantas—. Nadie nos buscará aquí.
__(tuap) sintió cómo le daba un vuelco el estómago ante aquel espacio tan oscuro. Pero no dijo nada. Sabía que debían esconderse y, además, estaba preocupada por el brazo de Nick.
—Entonces vamos.
Lo siguió hasta la entrada de las cuevas.
—¿Nos quedamos aquí?
Nick enfocó con la linterna hacia dentro de una cueva, donde las paredes se estrechaban.
—Ahí hay una pequeña cueva. Pasaremos en ella la noche; hará más calor.
__(Tuap) pensó que también estaría más oscuro y estarían más apretados. Se forzó en seguirlo dentro de i cueva y se recordó a sí misma que allí no estaban encerrados.
Nick comprobó que el suelo estuviera seco y colocó las mantas.
—Siéntate.
—Siéntate tú. Tengo que mirarte el brazo —dijo ella, quitándole la venda que le había puesto. Entonces esperó a que él se quitara la camisa.
Le salía mucha sangre de la herida y presionó con una gasa.
—Está sangrando mucho. Voy a limpiarla y a cubrirla, pero creo que necesitas algunos puntos.
—Así que la sangre es otra de las cosas que no te asustan, ¿verdad?
—No seas tonto —dijo ella—. ¿Puedes alumbrar con la linterna para que yo vea lo que estoy haciendo? —entonces tomó lo que necesitaba del botiquín y miró con detenimiento la herida—.
—Tenías razón. La bala sólo rozó la piel. Te limpiaré la herida, pero seguramente necesites antibióticos.
—¿Y cómo puede ser que una princesa que supuestamente sólo está interesada en coches y en zapatos de tacón alto sepa tanto de primeros auxilios?
__(tuap) le puso una venda estéril y la sujetó con fuerza a su brazo con un esparadrapo.
—He pasado mucho tiempo trabajando en el hospital que había cerca de palacio. William no ha invertido dinero alguno en sanidad desde que se convirtió en regente. Los hospitales tienen graves problemas… no tienen dinero ni personal. La gente tiene la moral por los suelos. Yo ayudo cuanto puedo.
—¿Trabajas en un hospital?
—Como voluntaria —aclaró la princesa, cerrando el botiquín—. No tengo estudios para ello ni nada parecido. Me hubiera encantado ser médico, pero nunca tuve la oportunidad.
—Siéntate, _______(tn). Ya es hora de que hablemos de tu tío.
__(tuap) se sentó en la alfombra y trató de no pensar en la oscuridad que les rodeaba.
—Siento mucho haberte involucrado en todo esto. Sabía que era un error traerte conmigo.
—Yo no te di ninguna opción —dijo él, sentándose al lado de ella—. Debería haberte escuchado con más atención. Ahora lo voy a hacer, __(tuap). Cuéntamelo.
—No sabría por dónde empezar.
—Empieza por contarme por qué te vas a casar con el sultán —dijo Nick, enfocándola con la linterna para poder verle la cara—. No tiene nada que ver con el dinero ni con el estatus, ¿verdad?
—Me voy a casar con el sultán porque es la mejor opción que tengo para mantenerme con vida. Tú no dejas de decirme que me va a encerrar entre las paredes de Citadel… y eso es lo que yo espero que haga —dijo __(tuap) suavemente—. Quiero llegar a cumplir veinticinco años. Quiero gobernar Rovina. Desde que mi tío tomó el poder, he visto cómo el país se ha desmoronado poco a poco. Él ha desviado dinero de las cosas que importaban, como de la sanidad y la educación, y se lo gasta en cosas que sólo le benefician a él. Como en renovar el palacio y en comprarse otro semental más que añadir a los tantos que ya tiene. Mi tío ha dejado Rovina sin nada.
—Así que te vas a casar con el sultán para escapar de esa situación, ¿no es así?
—A corto plazo, sí. Pero a largo plazo… —__(tuap) vaciló y se encogió de hombros—. El sultán es un hombre poderoso y sé que ha hecho muchas cosas por Zangrar en los últimos años. Si hay alguien que puede ayudarme a solucionar los problemas de Rovina, ése es él. Su padre y mi padre eran amigos. Espero que eso sea suficiente para persuadirlo a que me ayude.
—¿Pretende tu tío impedir que te conviertas en reina? ¿Crees que ésa es la razón por la que ha tratado de asesinarte?
—No lo creo, lo sé, Nick. Todo comenzó con una campaña para desacreditarme ante el público. Pensó que si me hacía parecer lo suficientemente mala nadie me querría como soberana. Él orquestó mi imagen salvaje… comenzando por aquellas horribles fotografías mías haciendo topless.
—¿Las fotografías eran un montaje?
—No —contestó __(tuap)—. Eran reales. Fue la primera y la última vez en mi vida que me permití confiar en alguien. Digamos que la persona que me acompañaba era un actor y que era bueno en su trabajo. Yo estaba muy sola y el tener a alguien prestándome atención…
—¿Te manipularon?
—Mi tío le pagó dinero para que le fotografiaran en una situación comprometida conmigo. Ambos sacaron un gran partido de ello. La carrera del actor cobró éxito y las fotografías fueron publicadas una y otra vez por todo el mundo como ejemplo de mi alocada vida. Pero aunque a la gente le impresionó mucho, siguieron apoyándome. Quizá fueron tolerantes porque yo había perdido a toda mi familia. No lo sé. Ó quizá no les gustara William ya que por aquel entonces ya podían ver que él no tenía ningún tipo de compromiso con Rovina como país; sólo utilizaba su posición para mejorar su estilo de vida. Entonces mi tío decidió que tenía que trabajar más duramente y fue cuando yo comencé a ser tan propensa a los accidentes.
—Tus accidentes de coche… —En ambas ocasiones, alguien había alterado los frenos.
—¿Estás segura?
—Sí. Me enfadó dejar que ocurriera dos veces. Después de ello dejé de conducir, o tomaba coches prestados con muy poco tiempo de antelación.
—¿No trataste de escapar? ¿O de conducir hasta la frontera?
—Me estaban vigilando todo el tiempo. Tenía suerte si podía salir del castillo. Cuando era pequeña, me encerró dentro.
—Y es por eso que odias las puertas cerradas, ¿verdad? —dijo Nick.
—Sí. En realidad es una tontería, algo psicológico. Me gusta saber que, si quiero, puedo salir de donde esté. Mi tío sólo lo hizo cuando yo era pequeña ya que cuando crecí fui más difícil de contener. Me quería muerta, pero si no podía conseguirlo quería tenerme bajo control permanente. Se convirtió en el juego del gato y del ratón. Yo me ocultaba y encontraba maneras de escabullirme.
—¿Siempre te descubrió?
—Él tiene gente que le apoya. Personas con mucha avaricia, como él, que están interesadas en sí mismas y no en Rovina.
—¿Y el accidente en la lancha motora?
—No fue un accidente —contestó ella.
—¿Y cuando te sacaron inconsciente de un club nocturno?
—Me drogaron. Ni siquiera estaba en el club nocturno. Compraron a los fotógrafos, pero la mayoría de la gente pensó que había perdido el control por la muerte de mis padres. Me llamaban «la princesa rebelde» —entonces se rió—. Más o menos crecí interpretando ese papel. Tenía que hacerlo si quería sobrevivir.
—¿No tenías a nadie que te protegiera?
—Tienes que recordar que la mayoría de la gente pensó lo que tú pensaste… que era una niña un poco alocada. Nadie comprendió de lo que era capaz mi tío —dijo __(tuap), sintiendo un nudo en la garganta—. Cada vez que me permití confiar en alguien resultó ser un error, así que dejé de confiar en la gente. Era más seguro para todos si yo simplemente vivía mi vida a solas.
—¿Por qué no me habías contado nada de esto antes? —exigió saber Nick. Parecía enfadado.
—Traté de decirte que mi tío nos estaba siguiendo.
—Pero no me diste ningún tipo de detalles, ¿verdad? —dijo Nick, levantándole la barbilla para que lo mirara—. No me contaste los hechos que le hubieran dado credibilidad a tu historia.
—Quería contártelo —murmuró ella—. Y en varias ocasiones casi lo hice. Pero tienes que comprender que en mi situación no hablar es lo único que te mantiene con vida. Durante los últimos dieciséis años no he sido capaz de confiar en nadie. Me discipliné para estar callada y no puedo cambiar eso de repente.
Nick apartó la mano, luchando para absorber el impacto de todo aquello.
—Si William está dispuesto a llegar a tanto para continuar en el trono, debes haberte planteado si él tuvo algo que ver con la muerte de tus padres.
—Él mató a mis padres —dijo ella, mirando al vacío.
—Puedo entender que para ti sea fácil creerlo dada la manera en la que te ha tratado, pero…
—Yo estaba allí —__(tuap) giró la cabeza para mirarlo—. Vi cómo ocurrió.
—¿Fuiste testigo de la explosión que mató a tus padres?
—Se suponía que también tenía que haberme matado a mí. Habíamos pasado el fin de semana en nuestra casa de campo. Justo cuando íbamos a salir, recuerdo que me había olvidado la muñeca —comenzó a explicar con el corazón revolucionado. Jamás hablaba de aquello—. Regresé a la casa por ella y entonces el coche explotó.
Un tenso y largo silencio siguió a aquella declaración. __(tuap) deseó que él la consolara, pero Nick se quedó allí sentado como si las palabras de ella le hubieran inmovilizado.
—¿Estás segura de que tu tío estuvo involucrado en ello? —preguntó él finalmente.
—Bueno, no puedo demostrarlo, claro está… pero sí, estoy segura. Lo vi inmediatamente después de la explosión —__(tuap) se estremeció—. Nunca olvidaré la expresión de su cara. No estaba triste ni impresionado. El único momento en el que mostró impresión fue cuando me encontraron y me llevaron con él. Y, aunque yo era muy pequeña, sabía que mi tío había querido que yo también muriera.
—Tenías ocho años.
—Mi tío quería que toda mi familia muriera. Odiaba a mi padre. Lo odiaba por todo lo que tenía. Yo estaba aterrorizada —confesó __(tuap)—. Al principio traté de hablar con la gente, pero pensaban que era una histérica. Después de todo, yo había presenciado la muerte de mis padres. Y entonces alguien en quien confiaba desapareció. Aunque era pequeña, me percaté de que hablar de ello con la gente era peligroso.
—No me puedo creer que él pretendiera herirte. Eras una niña.
—Pero una niña peligrosa —dijo __(tuap), levantando la barbilla—. Era la hija de mi padre. Llevo a Rovina en la sangre y mi tío lo sabe.
—Eras demasiado pequeña para encontrarte tan sola —dijo Nick, agitando la cabeza con incredulidad—. Me sorprende que no te hundiera.
__(tuap) guardó silencio durante un momento y recordó lo aterrorizada y sola que había estado.
—Había días en los que estaba desesperada porque alguien simplemente me abrazara y me dijera que todo iba a salir bien.
Nick dejó la linterna en la alfombra y tomó en brazos a la princesa. La colocó sobre su regazo y la abrazó.
—Yo te estoy abrazando, habibati —dijo, acariciándole el pelo—. Todo va a salir bien, te lo prometo. Tu tío no va a volver a acercarse a ti… te doy mi palabra.
—Yo… ¿y si el sultán no me cree?
Nick guardó silencio durante un momento.
—Él te creerá, te lo aseguro.
Parecía tan convencido que __(tuap) se relajó en sus brazos.
—Es extraño hablar de ello. Estoy esperando que te levantes y que me digas que no eres quién dices ser, sino que en realidad trabajas para mi tío.
—Comprendo que estás muy traumatizada por tu experiencia —dijo él, abrazándola con fuerza— Pero te prometo que puedes confiar en mí.
__(tuap) cerró los ojos y se acurrucó en él, cuya masculina fragancia le hizo estremecerse.
—¿Tienes idea de cómo me siento al tener por fin a alguien de mi lado? —dijo, sintiéndose segura por primera vez desde hacía mucho tiempo—. ¿Cómo está tu brazo?
—Apenas me duele.
—Estás mintiendo —dijo ella, sonriendo en la oscuridad de la cueva.
—Cuéntame con qué soñaste, __(tuap).
—No quiero hablar de eso —dijo la princesa, cuya sonrisa se borró de su cara.
—Inténtalo —pidió él, abrazándola con más fuerza aún—. Por mí, habibati.
—Una vez que mataron a mis padres, supongo que yo estaba en estado de shock. Sólo quería poder dar marcha atrás en el tiempo. Deseaba haberles pedido a mis padres que entraran ellos a la casa por la muñeca en vez de haberlo hecho yo. Deseaba que hubiera ocurrido algo que nos hubiera impedido haber salido en aquel momento exacto —__(tuap) hizo una pausa. Estaba muy triste—. Ése es el sueño que tuve. Una y otra vez corro hacia el coche para advertirles, pero llego tarde. Siempre llego tarde.
—No me puedo creer que no descubriera nada de esto cuando estuve en Rovina.
—Tampoco estabas tratando de hacerlo.
—¿Por qué no fue nadie capaz de protegerte?
—Mi tío es muy, muy listo y tiene a mucha gente que lo apoya. Y no te olvides de que no creó una muy buena imagen de mí. Cuando terminó de desacreditarme, la mayoría de la gente se preguntaba cómo iba gobernar el país una princesa que ni siquiera podía conducir con estabilidad. Sabía que tenía que salir de allí si quería sobrevivir. Centré todas mis esperanzas en el matrimonio con el sultán. Era mi única válvula de escape.
—Y es lo que estás haciendo.
—¿Me culpas por ello? —dijo __(tuap), mirando a Nick a los ojos.
—No —contestó él—. Después de todo lo que me has contado, no te echo la culpa.
—Esta noche me has salvado la vida —incapaz de contenerse, la princesa acercó la mano y le acarició la cara—. Yo simplemente me aterroricé y salí corriendo.
—No tienes por qué darme las gracias —repentinamente Nick parecía tenso—. Mi trabajo es protegerte. Y eso es lo que haré, __(tuap). Puedes estar segura de ello.
Su trabajo. Ella sintió como la decepción y la desesperación se apoderaban de su cuerpo. Apartó la mano. Se preguntó qué había esperado. El consolar a alguien no era parte de su trabajo.
—No sé lo que te dijo el sultán cuando te encomendó protegerme, pero supongo que las instrucciones no incluían que te dispararan. Ha sido difícil para mí confiar en ti, pero me alegra haberlo hecho. Eres la primera persona que he conocido que no me ha fallado. Gracias.
—Estás segura y eso es lo que importa.
__(tuap) sabía que debía moverse ya que él la había abrazado para consolarla… para nada más. Pero no podía alejarse de su calidez y fortaleza.
—¿Crees que nos encontraran? —preguntó.
—No. Y tú deberías dormir un poco.
—No quiero dormir.
—¿Por las pesadillas? Supongo que sólo te ocurre cuando estás nerviosa, ¿no es así?
Presintiendo que él iba a apartarla de sí, lo abrazó por el cuello.
—¿Podemos quedarnos así? ¿Sólo por un minuto?
—__(tuap)… —dijo él, cuyos músculos estaban muy tensos y duros.
—¿Por favor, Nick? —susurró ella en la suave piel de la garganta de él.
—__(tuap), no podemos…
—Sólo quiero que me abraces, eso es todo. ¿Sabes cuánto hace que nadie me abraza? Yo tenía ocho años y apenas me acuerdo.
Durante unos minutos, Nick no respondió. Entonces se tumbó… llevándola con él.
—Te abrazaré y así te quedarás dormida.
—¿Siempre tratas de controlar todo lo que ocurre a tu alrededor?
—Siempre. Duérmete, __(tuap) —ordenó él, tomando una manta y tapando con ella a ambos.
La princesa se sintió muy cómoda en la oscuridad de aquella cueva, pero en cuanto él volvió a abrazarla y sintió su fuerte y atlético cuerpo presionando el suyo, supo que no había esperanza alguna de dormir.
No sabía por qué se sentía de aquella manera. Quizá era porque había confiado en él, porque él la había salvado y porque la había escuchado. Lo que estaba sintiendo era simplemente porque por primera vez en su solitaria vida se había atrevido a compartir sus problemas.
Era sólo gratitud.
Pero la calidez que sentía en su pelvis no tenía nada que ver con la gratitud. Se giró levemente para aliviar la tensión sexual que sentía…
—Deja de moverte —dijo Nick, que parecía igualmente tenso.
__(tuap) estaba a punto de separarse de él cuando éste emitió un leve gemido, la tumbó de espaldas y la besó de manera hambrienta y apasionada. La agarró de la nuca mientras la seducía con su boca y exigía una respuesta de ella.
La princesa se entregó completamente. Ni siquiera se le pasó por la cabeza apartarlo…
Sintió cómo él la besó de la manera en la que ella recordaba y le respondió con la misma pasión. La excitación se apoderó de su cuerpo y le agarró los hombros con fuerza. La estaba volviendo loca. Sintió que no controlaba la situación y, cuando él le acarició uno de sus endurecidos pezones, gimió y arqueó el cuerpo en señal de invitación.
Él sabía dónde y cómo tocarla. Bajó la mano y __(tuap) sintió cómo la acariciaba íntimamente…
Pero aquello le hizo reaccionar. Se dijo a sí misma que no podía hacerlo. Por muy bien que se sintiera, estaba mal. Nick no podía ser parte de su futuro.
—No —dijo, apartándole la mano—. No. Tenemos que dejarlo. Tenemos que dejarlo ahora.
Él la miró a los ojos.
—¿Quieres que lo dejemos?
Ella no quería, pero tenía que hacerlo.
—No quiero que pase esto.
—Eso es mentira —dijo él, volviendo a besarla.
—No, Nick —ordenó ella, negando su propia sensualidad. Giró la cabeza para evitar la tentación—. ¡Tienes que dejarlo! No está bien. Me voy a casar con el sultán y no deberíamos hacer esto.
—Me deseas —dijo él arrogantemente.
—Sí, pero eso no cambia las cosas —__(tuap) decidió apartarse levemente de él. Deseó saber cómo calma la reacción de su cuerpo—. Yo… esto no debería haber pasado. No puedo estar contigo, Nick. No soy la clase de mujer que puede acostarse con un hombre y después casarse con otro. No estaría bien.
El mantuvo silencio y al rato se apartó de ella Apagó la linterna y se quedaron completamente a oscuras.
__(tuap) no sabía qué hacer ni qué decir. Quería acercar la mano y tocarlo, pero sabía que no tenía ningún derecho a hacerlo.
—Tú eres la primera persona en la que he podido confiar en dieciséis años —dijo, alentada por la oscuridad que le permitía decir cosas que jamás diría a la luz del día—. No me atreví a confiar en nadie ni a dejar que se acercaran a mí ya que siempre tenían una razón para hacerlo… razón que siempre me perjudicaba. Contigo ha sido muy diferente. Tú insististe en protegerme aunque yo no quería tu protección. No hemos pasado juntos mucho tiempo, pero siento que realmente te conozco. Eres el primer amigo que he tenido. Y, si las cosas hubieran sido distintas, también habrías sido mi primer amante.
—Ya está bien, __(tuap) —dijo él con dureza—. Ahora descansa un poco.
La decepción se apoderó de ella como un gran peso sobre su cuerpo.
Se sentó muy erguida durante un momento y trató de razonar con ella misma. Se preguntó qué había esperado… ¿una declaración de amor? No, eso no. Pero sí algo que indicara que sus sentimientos no habían sido sólo algo unilateral. Sabía que a él le importaba.
Nick no había expresado esos sentimientos, pero quizá era normal debido a que ella se iba a casar con el sultán. Aunque deseaba que, al menos aquella noche le confesara cómo se sentía.
Luchando por primera vez en su vida contra un insatisfecho deseo sexual y un serio ataque de conciencia, Nick se quedó allí tumbado hasta que la respiración de ella le dejó claro que se había quedado dormida.
Consciente de la verdad, sabía que ella sería una muy buena esposa para el sultán. Era fiel, ingeniosa y fuerte.
Su misión había terminado y estaba claro qué era lo que iba a ocurrir a continuación.
No había ninguna razón para que el sultán no se casara con ella.
Espero q les guste el cap
COMENTEN!
byebye :D :D
Parte 2/2
Oyó gritos desde las tiendas y después disparos, se quedó paralizada. Había dejado que Nick se encara de ellos él solo.
Miró por encima de su hombro, atormentada por lo indecisa que estaba. Él no la había creído, pero no era enteramente culpa suya. No le había contado todo y en aquel momento Nick estaba en peligro por su culpa.
Se dio la vuelta y comenzó a regresar hacia las tiendas de campaña. Pero oyó el motor de un coche y vio unas luces acercándose…
Le dio un vuelco el corazón y se sintió completamente desesperada.
La habían encontrado. Y allí, atrapada en un terreno desconocido, no podía hacer mucho para defenderse.
Todo se había acabado.
Incapaz de correr, se quedó mirando las luces del coche… se quedó allí de pie esperando a morir.
—¡__(tuap)! ¡Muévete! —gritó Nick.
Pero ella estaba temblando tan agitadamente que no se podía mover. Nick se bajó del coche y la tomó en brazos.
—Ahora no es el momento de quedarse tan quieta —dijo él, metiendo a la princesa en el asiento del acompañante. Entonces se volvió a montar en el vehículo a toda prisa y pisó el acelerador—. Abróchate el cinturón de seguridad —espetó—. Con lo oscuro que está no puedo estar seguro de esquivar los baches.
Con las manos temblorosas, ella obedeció. Emitió un grito ahogado al ver la sangre que tenía él en la manga de la camisa.
—Estás herido.
—Es solamente un rasguño.
—Todo es culpa mía. No debería haberte dejado venir conmigo…
—¿Nos siguen?
—Sí —contestó ella tras mirar por encima de su hombro.
—Entonces iremos a donde no sean capaces de seguirnos —dijo Nick, saliéndose de la carretera.
Al darse cuenta de las intenciones de él, ___(tuap) se agarró con fuerza al asiento y lo miró con incredulidad.
—¿Pretendes conducir por las dunas con esta oscuridad?
—Hará que ellos lo tengan más difícil para seguirnos. No muy lejos de aquí hay un antiguo camino para camellos. Si podemos llegar allí, estaremos seguros —dijo él, comenzando a subir por una duna.
—Tengo que detenerte esa hemorragia —dijo ella, horrorizada—. ¿Hay un botiquín de primeros auxilios en el coche?
—Debajo del asiento. Pero déjalo. Todavía nos siguen —dijo él, que al llegar a lo alto de la duna miró por el espejo retrovisor—. Aunque ya no. No han sabido poner el coche en posición correcta y éste ha retrocedido para atrás.
—Tu brazo…
—Espera —ordenó él, bajando por la duna con mucho cuidado—. Dime quiénes son, ¿quién es esa gente?
—No lo sé. Alguien que trabaja para mi tío. Siempre es alguien distinto. Para estar segura, siempre sospecho de todo el mundo.
—¿Me estás diciendo que él contrata a diferentes personas para matarte?
—Ya te había dicho que mi vida estaba en peligro, pero no me creíste.
—Si me hubieras explicado las cosas…
—Eso ya no importa. Oh, Dios, hay sangre por todas artes —__(tuap) tomó el botiquín y lo abrió—. Vas a tener que parar para que pueda mirarte el brazo, Nick.
—¡Háblame, __(tuap)! —ordenó él, ignorándola—. ¿Por qué quiere matarte tu tío?
—Es complicado y tú te tienes que concentrar en la conducción —dijo ella, sacando una venda del botiquín—. ¿Tienes la bala en la herida?
—No, ya te lo he dicho; es sólo un rasguño. Respóndeme. ¿Con qué nos enfrentamos?
—Caín y Abel —dijo ella entre dientes.
—¿Celos entre hermanos? ¿Ése es el problema?
—Su hermano… mi padre… está muerto. Y yo soy el último obstáculo entre él y el trono de Rovina.
—Pero si él ya gobierna Rovina.
—Como regente. Lo que quiere es gobernar por derecho propio, siempre lo ha querido. Si yo llego a cumplir veinticinco años, seré yo la que gobierne. Y él no va a permitir que eso ocurra —__(tuap) se agarró con fuerza al asiento ante un movimiento brusco del vehículo—. Tienes que parar para poder curarte la herida.
—No vamos a parar hasta que yo decida que es seguro.
—Entonces voy a tener que vendarte el brazo por encima de la ropa. Siento que te hayan herido por mi culpa.
Nick la miró. Sus ojos tenían un oscuro y peligroso brillo.
—Siento no haberte creído cuando dijiste que estabas en peligro. Cuando sea seguro, pararemos y me contarás todo. Y en esta ocasión te escucharé con atención.
—No estaremos seguros hasta que no lleguemos Citadel—dijo ella.
—Lo estaremos. El desierto es un lugar muy implacable para los que no lo conocen. Ésta es una antigua ruta beduina y llegaremos a unas cuevas donde podremos descansar —explicó Nick, realizando a continuación una llamada telefónica por su teléfono móvil.
—¿Con quién has hablado? —quiso saber ella una vez él hubo colgado. No había entendido nada ya que él había hablado en su propio idioma.
—He pedido que un equipo de seguridad detenga a esos hombres y los interrogue —contestó él, conduciendo con rapidez—. Puede que haya otros.
Al llegar a las cuevas, __(tuap) se percató de que estaban muy escondidas.
—¿Vamos a entrar ahí? —preguntó, observando lo oscuro que estaba dentro.
—Sí —contestó Nick, aparcando el vehículo en un lugar que no podía ser visto desde la carretera. Agarró una linterna y varias mantas—. Nadie nos buscará aquí.
__(tuap) sintió cómo le daba un vuelco el estómago ante aquel espacio tan oscuro. Pero no dijo nada. Sabía que debían esconderse y, además, estaba preocupada por el brazo de Nick.
—Entonces vamos.
Lo siguió hasta la entrada de las cuevas.
—¿Nos quedamos aquí?
Nick enfocó con la linterna hacia dentro de una cueva, donde las paredes se estrechaban.
—Ahí hay una pequeña cueva. Pasaremos en ella la noche; hará más calor.
__(Tuap) pensó que también estaría más oscuro y estarían más apretados. Se forzó en seguirlo dentro de i cueva y se recordó a sí misma que allí no estaban encerrados.
Nick comprobó que el suelo estuviera seco y colocó las mantas.
—Siéntate.
—Siéntate tú. Tengo que mirarte el brazo —dijo ella, quitándole la venda que le había puesto. Entonces esperó a que él se quitara la camisa.
Le salía mucha sangre de la herida y presionó con una gasa.
—Está sangrando mucho. Voy a limpiarla y a cubrirla, pero creo que necesitas algunos puntos.
—Así que la sangre es otra de las cosas que no te asustan, ¿verdad?
—No seas tonto —dijo ella—. ¿Puedes alumbrar con la linterna para que yo vea lo que estoy haciendo? —entonces tomó lo que necesitaba del botiquín y miró con detenimiento la herida—.
—Tenías razón. La bala sólo rozó la piel. Te limpiaré la herida, pero seguramente necesites antibióticos.
—¿Y cómo puede ser que una princesa que supuestamente sólo está interesada en coches y en zapatos de tacón alto sepa tanto de primeros auxilios?
__(tuap) le puso una venda estéril y la sujetó con fuerza a su brazo con un esparadrapo.
—He pasado mucho tiempo trabajando en el hospital que había cerca de palacio. William no ha invertido dinero alguno en sanidad desde que se convirtió en regente. Los hospitales tienen graves problemas… no tienen dinero ni personal. La gente tiene la moral por los suelos. Yo ayudo cuanto puedo.
—¿Trabajas en un hospital?
—Como voluntaria —aclaró la princesa, cerrando el botiquín—. No tengo estudios para ello ni nada parecido. Me hubiera encantado ser médico, pero nunca tuve la oportunidad.
—Siéntate, _______(tn). Ya es hora de que hablemos de tu tío.
__(tuap) se sentó en la alfombra y trató de no pensar en la oscuridad que les rodeaba.
—Siento mucho haberte involucrado en todo esto. Sabía que era un error traerte conmigo.
—Yo no te di ninguna opción —dijo él, sentándose al lado de ella—. Debería haberte escuchado con más atención. Ahora lo voy a hacer, __(tuap). Cuéntamelo.
—No sabría por dónde empezar.
—Empieza por contarme por qué te vas a casar con el sultán —dijo Nick, enfocándola con la linterna para poder verle la cara—. No tiene nada que ver con el dinero ni con el estatus, ¿verdad?
—Me voy a casar con el sultán porque es la mejor opción que tengo para mantenerme con vida. Tú no dejas de decirme que me va a encerrar entre las paredes de Citadel… y eso es lo que yo espero que haga —dijo __(tuap) suavemente—. Quiero llegar a cumplir veinticinco años. Quiero gobernar Rovina. Desde que mi tío tomó el poder, he visto cómo el país se ha desmoronado poco a poco. Él ha desviado dinero de las cosas que importaban, como de la sanidad y la educación, y se lo gasta en cosas que sólo le benefician a él. Como en renovar el palacio y en comprarse otro semental más que añadir a los tantos que ya tiene. Mi tío ha dejado Rovina sin nada.
—Así que te vas a casar con el sultán para escapar de esa situación, ¿no es así?
—A corto plazo, sí. Pero a largo plazo… —__(tuap) vaciló y se encogió de hombros—. El sultán es un hombre poderoso y sé que ha hecho muchas cosas por Zangrar en los últimos años. Si hay alguien que puede ayudarme a solucionar los problemas de Rovina, ése es él. Su padre y mi padre eran amigos. Espero que eso sea suficiente para persuadirlo a que me ayude.
—¿Pretende tu tío impedir que te conviertas en reina? ¿Crees que ésa es la razón por la que ha tratado de asesinarte?
—No lo creo, lo sé, Nick. Todo comenzó con una campaña para desacreditarme ante el público. Pensó que si me hacía parecer lo suficientemente mala nadie me querría como soberana. Él orquestó mi imagen salvaje… comenzando por aquellas horribles fotografías mías haciendo topless.
—¿Las fotografías eran un montaje?
—No —contestó __(tuap)—. Eran reales. Fue la primera y la última vez en mi vida que me permití confiar en alguien. Digamos que la persona que me acompañaba era un actor y que era bueno en su trabajo. Yo estaba muy sola y el tener a alguien prestándome atención…
—¿Te manipularon?
—Mi tío le pagó dinero para que le fotografiaran en una situación comprometida conmigo. Ambos sacaron un gran partido de ello. La carrera del actor cobró éxito y las fotografías fueron publicadas una y otra vez por todo el mundo como ejemplo de mi alocada vida. Pero aunque a la gente le impresionó mucho, siguieron apoyándome. Quizá fueron tolerantes porque yo había perdido a toda mi familia. No lo sé. Ó quizá no les gustara William ya que por aquel entonces ya podían ver que él no tenía ningún tipo de compromiso con Rovina como país; sólo utilizaba su posición para mejorar su estilo de vida. Entonces mi tío decidió que tenía que trabajar más duramente y fue cuando yo comencé a ser tan propensa a los accidentes.
—Tus accidentes de coche… —En ambas ocasiones, alguien había alterado los frenos.
—¿Estás segura?
—Sí. Me enfadó dejar que ocurriera dos veces. Después de ello dejé de conducir, o tomaba coches prestados con muy poco tiempo de antelación.
—¿No trataste de escapar? ¿O de conducir hasta la frontera?
—Me estaban vigilando todo el tiempo. Tenía suerte si podía salir del castillo. Cuando era pequeña, me encerró dentro.
—Y es por eso que odias las puertas cerradas, ¿verdad? —dijo Nick.
—Sí. En realidad es una tontería, algo psicológico. Me gusta saber que, si quiero, puedo salir de donde esté. Mi tío sólo lo hizo cuando yo era pequeña ya que cuando crecí fui más difícil de contener. Me quería muerta, pero si no podía conseguirlo quería tenerme bajo control permanente. Se convirtió en el juego del gato y del ratón. Yo me ocultaba y encontraba maneras de escabullirme.
—¿Siempre te descubrió?
—Él tiene gente que le apoya. Personas con mucha avaricia, como él, que están interesadas en sí mismas y no en Rovina.
—¿Y el accidente en la lancha motora?
—No fue un accidente —contestó ella.
—¿Y cuando te sacaron inconsciente de un club nocturno?
—Me drogaron. Ni siquiera estaba en el club nocturno. Compraron a los fotógrafos, pero la mayoría de la gente pensó que había perdido el control por la muerte de mis padres. Me llamaban «la princesa rebelde» —entonces se rió—. Más o menos crecí interpretando ese papel. Tenía que hacerlo si quería sobrevivir.
—¿No tenías a nadie que te protegiera?
—Tienes que recordar que la mayoría de la gente pensó lo que tú pensaste… que era una niña un poco alocada. Nadie comprendió de lo que era capaz mi tío —dijo __(tuap), sintiendo un nudo en la garganta—. Cada vez que me permití confiar en alguien resultó ser un error, así que dejé de confiar en la gente. Era más seguro para todos si yo simplemente vivía mi vida a solas.
—¿Por qué no me habías contado nada de esto antes? —exigió saber Nick. Parecía enfadado.
—Traté de decirte que mi tío nos estaba siguiendo.
—Pero no me diste ningún tipo de detalles, ¿verdad? —dijo Nick, levantándole la barbilla para que lo mirara—. No me contaste los hechos que le hubieran dado credibilidad a tu historia.
—Quería contártelo —murmuró ella—. Y en varias ocasiones casi lo hice. Pero tienes que comprender que en mi situación no hablar es lo único que te mantiene con vida. Durante los últimos dieciséis años no he sido capaz de confiar en nadie. Me discipliné para estar callada y no puedo cambiar eso de repente.
Nick apartó la mano, luchando para absorber el impacto de todo aquello.
—Si William está dispuesto a llegar a tanto para continuar en el trono, debes haberte planteado si él tuvo algo que ver con la muerte de tus padres.
—Él mató a mis padres —dijo ella, mirando al vacío.
—Puedo entender que para ti sea fácil creerlo dada la manera en la que te ha tratado, pero…
—Yo estaba allí —__(tuap) giró la cabeza para mirarlo—. Vi cómo ocurrió.
—¿Fuiste testigo de la explosión que mató a tus padres?
—Se suponía que también tenía que haberme matado a mí. Habíamos pasado el fin de semana en nuestra casa de campo. Justo cuando íbamos a salir, recuerdo que me había olvidado la muñeca —comenzó a explicar con el corazón revolucionado. Jamás hablaba de aquello—. Regresé a la casa por ella y entonces el coche explotó.
Un tenso y largo silencio siguió a aquella declaración. __(tuap) deseó que él la consolara, pero Nick se quedó allí sentado como si las palabras de ella le hubieran inmovilizado.
—¿Estás segura de que tu tío estuvo involucrado en ello? —preguntó él finalmente.
—Bueno, no puedo demostrarlo, claro está… pero sí, estoy segura. Lo vi inmediatamente después de la explosión —__(tuap) se estremeció—. Nunca olvidaré la expresión de su cara. No estaba triste ni impresionado. El único momento en el que mostró impresión fue cuando me encontraron y me llevaron con él. Y, aunque yo era muy pequeña, sabía que mi tío había querido que yo también muriera.
—Tenías ocho años.
—Mi tío quería que toda mi familia muriera. Odiaba a mi padre. Lo odiaba por todo lo que tenía. Yo estaba aterrorizada —confesó __(tuap)—. Al principio traté de hablar con la gente, pero pensaban que era una histérica. Después de todo, yo había presenciado la muerte de mis padres. Y entonces alguien en quien confiaba desapareció. Aunque era pequeña, me percaté de que hablar de ello con la gente era peligroso.
—No me puedo creer que él pretendiera herirte. Eras una niña.
—Pero una niña peligrosa —dijo __(tuap), levantando la barbilla—. Era la hija de mi padre. Llevo a Rovina en la sangre y mi tío lo sabe.
—Eras demasiado pequeña para encontrarte tan sola —dijo Nick, agitando la cabeza con incredulidad—. Me sorprende que no te hundiera.
__(tuap) guardó silencio durante un momento y recordó lo aterrorizada y sola que había estado.
—Había días en los que estaba desesperada porque alguien simplemente me abrazara y me dijera que todo iba a salir bien.
Nick dejó la linterna en la alfombra y tomó en brazos a la princesa. La colocó sobre su regazo y la abrazó.
—Yo te estoy abrazando, habibati —dijo, acariciándole el pelo—. Todo va a salir bien, te lo prometo. Tu tío no va a volver a acercarse a ti… te doy mi palabra.
—Yo… ¿y si el sultán no me cree?
Nick guardó silencio durante un momento.
—Él te creerá, te lo aseguro.
Parecía tan convencido que __(tuap) se relajó en sus brazos.
—Es extraño hablar de ello. Estoy esperando que te levantes y que me digas que no eres quién dices ser, sino que en realidad trabajas para mi tío.
—Comprendo que estás muy traumatizada por tu experiencia —dijo él, abrazándola con fuerza— Pero te prometo que puedes confiar en mí.
__(tuap) cerró los ojos y se acurrucó en él, cuya masculina fragancia le hizo estremecerse.
—¿Tienes idea de cómo me siento al tener por fin a alguien de mi lado? —dijo, sintiéndose segura por primera vez desde hacía mucho tiempo—. ¿Cómo está tu brazo?
—Apenas me duele.
—Estás mintiendo —dijo ella, sonriendo en la oscuridad de la cueva.
—Cuéntame con qué soñaste, __(tuap).
—No quiero hablar de eso —dijo la princesa, cuya sonrisa se borró de su cara.
—Inténtalo —pidió él, abrazándola con más fuerza aún—. Por mí, habibati.
—Una vez que mataron a mis padres, supongo que yo estaba en estado de shock. Sólo quería poder dar marcha atrás en el tiempo. Deseaba haberles pedido a mis padres que entraran ellos a la casa por la muñeca en vez de haberlo hecho yo. Deseaba que hubiera ocurrido algo que nos hubiera impedido haber salido en aquel momento exacto —__(tuap) hizo una pausa. Estaba muy triste—. Ése es el sueño que tuve. Una y otra vez corro hacia el coche para advertirles, pero llego tarde. Siempre llego tarde.
—No me puedo creer que no descubriera nada de esto cuando estuve en Rovina.
—Tampoco estabas tratando de hacerlo.
—¿Por qué no fue nadie capaz de protegerte?
—Mi tío es muy, muy listo y tiene a mucha gente que lo apoya. Y no te olvides de que no creó una muy buena imagen de mí. Cuando terminó de desacreditarme, la mayoría de la gente se preguntaba cómo iba gobernar el país una princesa que ni siquiera podía conducir con estabilidad. Sabía que tenía que salir de allí si quería sobrevivir. Centré todas mis esperanzas en el matrimonio con el sultán. Era mi única válvula de escape.
—Y es lo que estás haciendo.
—¿Me culpas por ello? —dijo __(tuap), mirando a Nick a los ojos.
—No —contestó él—. Después de todo lo que me has contado, no te echo la culpa.
—Esta noche me has salvado la vida —incapaz de contenerse, la princesa acercó la mano y le acarició la cara—. Yo simplemente me aterroricé y salí corriendo.
—No tienes por qué darme las gracias —repentinamente Nick parecía tenso—. Mi trabajo es protegerte. Y eso es lo que haré, __(tuap). Puedes estar segura de ello.
Su trabajo. Ella sintió como la decepción y la desesperación se apoderaban de su cuerpo. Apartó la mano. Se preguntó qué había esperado. El consolar a alguien no era parte de su trabajo.
—No sé lo que te dijo el sultán cuando te encomendó protegerme, pero supongo que las instrucciones no incluían que te dispararan. Ha sido difícil para mí confiar en ti, pero me alegra haberlo hecho. Eres la primera persona que he conocido que no me ha fallado. Gracias.
—Estás segura y eso es lo que importa.
__(tuap) sabía que debía moverse ya que él la había abrazado para consolarla… para nada más. Pero no podía alejarse de su calidez y fortaleza.
—¿Crees que nos encontraran? —preguntó.
—No. Y tú deberías dormir un poco.
—No quiero dormir.
—¿Por las pesadillas? Supongo que sólo te ocurre cuando estás nerviosa, ¿no es así?
Presintiendo que él iba a apartarla de sí, lo abrazó por el cuello.
—¿Podemos quedarnos así? ¿Sólo por un minuto?
—__(tuap)… —dijo él, cuyos músculos estaban muy tensos y duros.
—¿Por favor, Nick? —susurró ella en la suave piel de la garganta de él.
—__(tuap), no podemos…
—Sólo quiero que me abraces, eso es todo. ¿Sabes cuánto hace que nadie me abraza? Yo tenía ocho años y apenas me acuerdo.
Durante unos minutos, Nick no respondió. Entonces se tumbó… llevándola con él.
—Te abrazaré y así te quedarás dormida.
—¿Siempre tratas de controlar todo lo que ocurre a tu alrededor?
—Siempre. Duérmete, __(tuap) —ordenó él, tomando una manta y tapando con ella a ambos.
La princesa se sintió muy cómoda en la oscuridad de aquella cueva, pero en cuanto él volvió a abrazarla y sintió su fuerte y atlético cuerpo presionando el suyo, supo que no había esperanza alguna de dormir.
No sabía por qué se sentía de aquella manera. Quizá era porque había confiado en él, porque él la había salvado y porque la había escuchado. Lo que estaba sintiendo era simplemente porque por primera vez en su solitaria vida se había atrevido a compartir sus problemas.
Era sólo gratitud.
Pero la calidez que sentía en su pelvis no tenía nada que ver con la gratitud. Se giró levemente para aliviar la tensión sexual que sentía…
—Deja de moverte —dijo Nick, que parecía igualmente tenso.
__(tuap) estaba a punto de separarse de él cuando éste emitió un leve gemido, la tumbó de espaldas y la besó de manera hambrienta y apasionada. La agarró de la nuca mientras la seducía con su boca y exigía una respuesta de ella.
La princesa se entregó completamente. Ni siquiera se le pasó por la cabeza apartarlo…
Sintió cómo él la besó de la manera en la que ella recordaba y le respondió con la misma pasión. La excitación se apoderó de su cuerpo y le agarró los hombros con fuerza. La estaba volviendo loca. Sintió que no controlaba la situación y, cuando él le acarició uno de sus endurecidos pezones, gimió y arqueó el cuerpo en señal de invitación.
Él sabía dónde y cómo tocarla. Bajó la mano y __(tuap) sintió cómo la acariciaba íntimamente…
Pero aquello le hizo reaccionar. Se dijo a sí misma que no podía hacerlo. Por muy bien que se sintiera, estaba mal. Nick no podía ser parte de su futuro.
—No —dijo, apartándole la mano—. No. Tenemos que dejarlo. Tenemos que dejarlo ahora.
Él la miró a los ojos.
—¿Quieres que lo dejemos?
Ella no quería, pero tenía que hacerlo.
—No quiero que pase esto.
—Eso es mentira —dijo él, volviendo a besarla.
—No, Nick —ordenó ella, negando su propia sensualidad. Giró la cabeza para evitar la tentación—. ¡Tienes que dejarlo! No está bien. Me voy a casar con el sultán y no deberíamos hacer esto.
—Me deseas —dijo él arrogantemente.
—Sí, pero eso no cambia las cosas —__(tuap) decidió apartarse levemente de él. Deseó saber cómo calma la reacción de su cuerpo—. Yo… esto no debería haber pasado. No puedo estar contigo, Nick. No soy la clase de mujer que puede acostarse con un hombre y después casarse con otro. No estaría bien.
El mantuvo silencio y al rato se apartó de ella Apagó la linterna y se quedaron completamente a oscuras.
__(tuap) no sabía qué hacer ni qué decir. Quería acercar la mano y tocarlo, pero sabía que no tenía ningún derecho a hacerlo.
—Tú eres la primera persona en la que he podido confiar en dieciséis años —dijo, alentada por la oscuridad que le permitía decir cosas que jamás diría a la luz del día—. No me atreví a confiar en nadie ni a dejar que se acercaran a mí ya que siempre tenían una razón para hacerlo… razón que siempre me perjudicaba. Contigo ha sido muy diferente. Tú insististe en protegerme aunque yo no quería tu protección. No hemos pasado juntos mucho tiempo, pero siento que realmente te conozco. Eres el primer amigo que he tenido. Y, si las cosas hubieran sido distintas, también habrías sido mi primer amante.
—Ya está bien, __(tuap) —dijo él con dureza—. Ahora descansa un poco.
La decepción se apoderó de ella como un gran peso sobre su cuerpo.
Se sentó muy erguida durante un momento y trató de razonar con ella misma. Se preguntó qué había esperado… ¿una declaración de amor? No, eso no. Pero sí algo que indicara que sus sentimientos no habían sido sólo algo unilateral. Sabía que a él le importaba.
Nick no había expresado esos sentimientos, pero quizá era normal debido a que ella se iba a casar con el sultán. Aunque deseaba que, al menos aquella noche le confesara cómo se sentía.
Luchando por primera vez en su vida contra un insatisfecho deseo sexual y un serio ataque de conciencia, Nick se quedó allí tumbado hasta que la respiración de ella le dejó claro que se había quedado dormida.
Consciente de la verdad, sabía que ella sería una muy buena esposa para el sultán. Era fiel, ingeniosa y fuerte.
Su misión había terminado y estaba claro qué era lo que iba a ocurrir a continuación.
No había ninguna razón para que el sultán no se casara con ella.
Espero q les guste el cap
COMENTEN!
byebye :D :D
maru!!
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
WOOOW q capitulo increible sisisisi me EN-CAN-TO hubo de todo: suspenso, amor, pasion :¬w¬: y por fin se lo q ocultaba la princesa!!! q pasado tan feo pero al menos ahora el sultan se casara con ella.
no hace falta q lo diga pero TU NOVE ES INCREIBLE :afro: :cheers:
no hace falta q lo diga pero TU NOVE ES INCREIBLE :afro: :cheers:
Patu
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
WooW Amo esta nove!
SIGUELA!!!!
SIGUELA!!!
Bzz :hug:
Lucecita (adrii)
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
nueva lectoraaaaaaa
y amo tu nove enserio es excelenteeeeeeeee
siguela pronto por favorrrrrrrrrrrr
y amo tu nove enserio es excelenteeeeeeeee
siguela pronto por favorrrrrrrrrrrr
Julieta♥
Re: ♥La Princesa y El Jeque♥nick y tu-adaptada-TERMINADA-
YEEEIIII AHORA SI KIERE CASARSE CNMIGO??:O ALELUYAA AHII Q FELIZ ME SIENTO XD
Amy d' jonas <3
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