Malcriadas|Novela Colectiva

Bah, está loca la chica esa. Comencé a escuchar gritos desde fuera y me acerqué a la puerta para escuchar un poco
- ¡Pues te equivocas! –Gritó Angie - ¡Estoy aquí por quemar mi puta casa, y si vuelves a sacarme de mis casillas lo próximo que quemaré será tu pelo!
- ¡¿Qué dices que dijiste?! –Grité abriendo la puerta por impulso..Puedo jurar que si mi cumbamba no estuviera pegada a a mi
- Anda, así que tú eres la chica que quemó su casa - Dijo un chico misterioso el cual no había notado antes
- ¿Cómo lo sabías? – Preguntó Angie pero yo ya no estaba escuchando, no podía salir de mi estado de cohesión después de lo que me contó ella, esta chica era una tremenda, eso me gusta.
Me encontraba ya dentro de la habitación, sentada en mi cama con Angie en frente. Ella tuvo que jalarme hacia dentro ya que yo no reaccionaba.
- ¿Qué es eso de que quemaste tu propia casa? - Pregunté aún sin salir de mi estado de asombro.
Me contó todo con detalles, me gustó que confiara en mí, pero pasando de eso no supe cómo reaccionar ante esa gran historia que por primera vez me hacía sentir como una pendeja niña de papi. ¡Agh!
-Saldré un momento- Dijo- Necesito tomar aire- Dicho esto se levantó y salió por la puerta.
Me tiré hacia atrás en la cama por primera vez intentando descansar en este día pero era tan incómodo estar en estas almohadas después de estar acostumbrada a plumas. Inconscientemente se me vino el rubio de la pelota a la cabeza y sus labios, oh esos labios tan rosas y…-¡No!- Sacudí la cabeza, solo lo vi de pasada y ya estoy pensando en él, pff debe ser que estoy cansada. Viré mi cabeza hacia la ventana y pude notar que ya era de noche, pasó rápido el día pero no evito pensar en lo que falta.
Oscuridad, solo eso vi cuando abrí los ojos de nuevo, me había quedado dormida sin comer y ahora tenía mucha hambre. Ay no. Me levanté de la cama y lo primero que sentí fue un intenso dolor en mi cabeza.
-¡Auch!- Me había parado tan rápida que no recordé que dormía en un camarote ahora. Ay no. Me acaricie la cabeza y mientras,  puse los pies en el suelo, un escalofrió me recorrió al sentirlo tan frio, rápidamente me puse mis pantuflas.
Tanteé en la cama por mi celular hasta encontrarlo y apreté el botón para que la pantalla me alumbrara el camino hacia lo que creo, era la cama de Angie.
-Oye- La moví un poco mientras susurraba- ¡Hey tú!- Exclamé en un susurro y jalé un poco de su cabello.
Ella levantó la cabeza un poco confundida- ¿Iz?- Asentí no muy segura de que ella lo notara- ¿Qué quieres a las…-Miró la pantalla de mi celular-…2 de la mañana?
-Es que me quedé dormida sin saberlo y no pude comer- Expliqué- Y en realidad estoy hambrienta.
-¿Y qué pretendes que haga?- Me dijo- Ve, busca comida en algún lugar y déjame dormir- Dicho esto volvió a aplastar su cabeza en la almohada.
-Gracias…por nada- Me levanté y caminé hacia la puerta aún con el celular alumbrando tenuemente.
Caminé por el pasillo hasta las escaleras y bajé hasta la puerta del edificio para llegar al Campus y cruzar hasta el edificio Norte dónde se encontraba la Cafetería y todo eso, hacía un poco de frio y yo no estaba muy abrigada, más bien me sentía transpirada por dormir con ropa y no haber tomado una ducha. Ay no.
Al llegar a lo que creo era la cafetería, abrí la puerta y caminé el trayecto hacia la cocina, dentro había algo así como una despensa y una nevera gigante a la cual entre para empezar a buscar algo con lo que alimentarme rápido.
-No creo que estas sean horas de andar husmeando por la cocina- Una voz masculina me sobresaltó por lo que me pegué la cabeza contra un cubículo en el que estaba metido. Por cuarta vez en esta noche:¡ Ay no!