Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 7 de 48. • Comparte
Página 7 de 48. • 1 ... 6, 7, 8 ... 27 ... 48
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
:) I love you :aah:
Aquí estoy yo, comentando, porque soy bien cool y me amas y, y, así(?)
hahhaha, y quería comentarte aquí:3
y ya no se que más poner._. :c
miss you so much!:( :lloro:
with love: me :amor:
Aquí estoy yo, comentando, porque soy bien cool y me amas y, y, así(?)
hahhaha, y quería comentarte aquí:3
y ya no se que más poner._. :c
miss you so much!:( :lloro:
with love: me :amor:
sophiestylinson
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
¡Bienvenida!(:Auudii<3 escribió:Nueva Lectora(:
Tu novelaa es asjdskjfgh! Enseriio me encanta (':
Woow Lou ii Hazza sufren mucho ii nadie los entiende :lloro:
Siguela porfaa!
¡Me alegra que te guste!:')) alsjdjal<3'
Lo sé:(
Gracias por leer&comentar
itsdyana
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
Askdjal no le des opciones a Lou S: ojalá y no vuelva a pensar en eso :'cDebby1D escribió:sdjhbfsjdh mierda, Lou sigue sin recordar :S
Esta reprimiendo los recuerdos, aunque de cierta forma.. seria una mierda que sepa por todo lo que paso, quizas quiera suicidarse de nuevo :S
Y Harry hablo fkjgvhdfjkvf osea, igual si no entendi mal desde el principio (?) unas pocas palabras solia decir cada tanto, no? En fin, igual fue shockeante su reacción.
Pobre bebe, lo van a alejar de su papa el fantasma que hace Shh (? ah que... mejor, me aterra ese tipo JAJAJAJAJAJA
Nah, enserio, pobresito :/ va a ser muy dificil para el empezar de nuevo.
Aunque me huele que pronto va a conocer a Loulou ♥ aww
Me encanto el capitulo!
Seguila pronto por favorrr!
hace una maraton, por Jack y sus 7 inches (?)
Adios ♥
Solo hablaba poco, el no hablar es su decisión y como que su cerebro ya se acostumbro a no hablar ¿me doy a entender?:3
JAJAJAJAJAJAJAJAJJA ya sé, lo peor es que no debia darte miedo(?
¡Exacto! Conocerá a Lou y bueno:') empezar de nuevo no será tan dificil:'D
¡Lo pensaré! Sobre todo porque lo pides por Jack, y yo no me niego a Jack;D ah JAJAJA puede que lo haga el fin, si tengo tiempo, i promise ñ-ñ
Chau♥
itsdyana
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
Algo así, si lo vemos desde el punto que conocerá a Lou *-* ay.Felipe1Dtorres escribió:ohh un NO! creo que aunque es negativo en esta situación es algo bueno)?
pero se ira a londres, espero y si se vallan, y comience de nuevo y cosas asi!
Siguela:3 necesito otro cap*--*
y oww Lou no recuerda: espero y recuerde aunque no son cosas buenas
en fin Saludos:3
Puede que recuerde, será mejor para él :B
Gracias por comentar♥
itsdyana
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
Owww bebésophiestylinson escribió::) I love you :aah:
Aquí estoy yo, comentando, porque soy bien cool y me amas y, y, así(?)
hahhaha, y quería comentarte aquí:3
y ya no se que más poner._. :c
miss you so much!:( :lloro:
with love: me :amor:
Love you too._ Sabes que sí, eres bien cúl & te amo JAJA<3
¡Me alegra que comentes!:')
itsdyana
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
¿Quieren maratón?
¿Quienes están para subirles un muy bello maratón? Eh, eh.
Digan yo o/
Si hay gente dispuesta a leer, subo con mucho gusto (:
Solo debo editar los capítulos y ya.
¡Y la espera ha terminado! Subiré solo dos capítulos, en el último es en donde Harry y Louis se conocen, así que ya saben, diganme si si quieren el maratón(?.
Igual ya comienzo a editar los capítulos.
¿Quienes están para subirles un muy bello maratón? Eh, eh.
Digan yo o/
Si hay gente dispuesta a leer, subo con mucho gusto (:
Solo debo editar los capítulos y ya.
¡Y la espera ha terminado! Subiré solo dos capítulos, en el último es en donde Harry y Louis se conocen, así que ya saben, diganme si si quieren el maratón(?.
itsdyana
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
Oh my god *-*
Maratón? Really?
aefjisdhjerfd
Maratón? Really?
aefjisdhjerfd
LostInTheCityOfAngeles
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
Yup! Ahora mismo lo subo :ñBravery* escribió:Oh my god *-*
Maratón? Really?
aefjisdhjerfd
itsdyana
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
VI
Aylin
Aylin
Londres.
No, Harry no quería ir a ahí.
La noche había caído rápidamente, el sueño invadía a Harry pero este no quería dormir; toda la tarde se la había pasado encerrado en su cuarto, solamente para llorar sin que nadie le viera. El niño no quería irse, Anne lo sabía, de hecho ella tampoco quería irse pero se trataba de su trabajo.
-Amor baja a cenar… -Dijo Anne tras la puerta de la recámara de su hijo.- Ven, tenemos que hablar
Harry no respondió.
No estaba enojado con su madre, de hecho se arrepentía de su actitud hacia ella pero si se sentía triste, frustrado, temeroso. Además no sabía de donde habían salido las palabras que le grito antes de salir corriendo a su recámara, tan solo las articulo y ya, nunca fue su intención gritarlas pero lo había hecho.
Había hablado por primera vez desde hace cinco años.
Para Anne, significaba felicidad, muy en el fondo eso era; porque su hijo, su pequeño había hablado, había decidido expresarse de manera oral. Pero le preocupaba que hubiera sido de esa manera, le dolía que su hijo no le apoyase en aquella decisión. Harry tenía doce años, aún era un niño pero también tenía la edad suficiente para comprender las cosas.
No pasaron varios minutos hasta que la puerta de la habitación del niño se abrió, encontrándose a Harry con el rostro rojo, lágrimas por sus mejillas y los ojos brillando por las mismas; ya se había puesto el pijama y en su brazo izquierdo abrazaba un perro de peluche y sus rizos estaban despeinados.
La imagen destruyo toda la fortaleza de Anne; su hijo se veía como el ser más inocente del mundo, el instinto de madre se encendió en ella y sin esperar más cogió a su hijo, dándole el abrazo más fuerte que nunca le había dado.
-Oh mi amor, no te asustes. Por favor, todo estará bien. Te lo prometo
El niño asintió sin decir nada.
No quería irse pero no tenía otra opción que dejar atrás su vivienda en Holmes Chapel.
La mañana siguiente partieron hacia Londres en avión, ya que el recorrido si era bastante largo y seguramente un viaje en tren significaría cansancio.
Harry jugaba con el peluche de perro mientras el avión emprendía el vuelo; aquel peluche nunca quería soltarlo, ya que significaba mucho para él pues había sido regalo de su hermano. Cualquier regalo hecho por su hermano y su padre, los guardaba como los tesoros más grande de su vida, más sin en cambio ese perro significaba aún más que todo junto.
Cuando se aburrió de hacer lo mismo, fijo su mirada en la ventanilla, admirando el cielo desde aquella altura. Parecía hermoso y perfecto, de un tono azul claro brillante con pocas nubes adornando el panorama. Tomo su peluche y lo acerco a la ventanilla, haciendo como si mirase el cielo, murmuró algo que Anne no llego a entender.
-Es hermoso ¿verdad? –Dijo su madre, haciendo voltear al niño.- El cielo…
Harry sonrió y asintió. Como deseaba responderle pero las palabras seguían sin querer salir de su garganta.
Después de casi tres horas llegaron al aeropuerto de Londres.
Londres era hermoso a los ojos de Harry. Su sonrisa podía decir lo encantado que estaba con la ciudad, se sentía hipnotizado por la belleza inigualable que poseía el lugar; y a pesar de que amaba Holmes Chapel, no se comparaba con Londres.
Anne sonrío cuando se dio cuenta de la emoción que intentaba ocultar su hijo, sabía en el fondo que el pequeño estaría encantado de vivir ahí. Era verdad que extrañarían su antiguo hogar pero tampoco tenían mucho a lo que aferrarse allá.
En Londres podían comenzar una vida nueva.
Tomaron un taxi, el cual los llevo hasta su nuevo hogar. Durante el viaje, Harry se la paso pegado a la ventanilla, examinando cada edificio, casa y objeto que pasaba frente a sus ojos. No tardaron más de media hora en llegar, frente a los ojos del niño estaba una casa del tamaño perfecto para madre e hijo, no era demasiado grande como su antigua casa, ni demasiado pequeña. Era mediana de dos pisos, de un color arena, con ventanales a los costados de la puerta y sobre el techo sobresalía una chimenea.
Después de echarle un vistazo, Anne abrió la puerta dejando a la vista el interior ya remodelado, se hizo a un lado para que su hijo pasara primero. Las paredes eran de un tono crema casi blanco con dos o tres cuadros pegados. Sofás de un tono arena acomodados frente a la chimenea, y una mesa pequeña de por medio. Las escaleras eran de madera blanca y la cocina tenía el mismo tono que la sala.
-Ve cariño –Dijo Anne a su hijo, empujándolo suavemente.
El niño sonrío y subió corriendo por las escaleras. No quería admitirlo, pero estaba deseoso de ver su nueva recamará porque ahora ya no tendría un cuarto único para el piano. Cuando subió, se encontró con cuatro puertas y un espacio pequeño entre ellas. En una puerta, estaba colgada la letra H por lo que adivino que esa era su recámara.
Al abrirla se encontró con el tono azul de las paredes, una cama individual pegada a la pared con ventanal y en otra esquina el piano que tanto amaba. La habitación era del tamaño perfecto, en la cual el piano, la cama y un librero –además del clóset– cabían a la perfección.
Con rapidez fue y se acomodó frente al piano, sus dedos ansiaron en acariciar las teclas y sin esperar más comenzó a tocar, llenando de este modo a la casa con la melodía. El pequeño se dejó llevar, por lo que no se dio cuenta de la mirada que su madre le daba desde el marco de la puerta.
Anne estaba orgullosa de su hijo. Segundos después lo dejo solo en la habitación, de camino a la suya varios pensamientos la inundaron; el primer paso de llegar a Londres estaba hecho, ahora faltaba el otro que sería el definitivo.
Pero ella no sabía cómo decirle al niño. Más sin en cambio, había oportunidad de que dentro de unos meses el niño hablará y eso era lo único que le importaba.
Se dejó recostar en su nueva cama preguntándose cuales serían las palabras exactas para anunciar a su hijo que debía ir a un centro de rehabilitación, que no solo serían sesiones seguidas, sino que debería quedarse ahí. Pero que solo sería por unos meses. No sabía cómo decirle sin que Harry se negara y llorará por el hecho de separarse de su madre.
Pensó en el Centro de Rehabilitación al que iría su hijo. Le habían recomendado un psicólogo que trabaja ahí, que ya había tratado con casos como el de Harry, así que no había dudado en llamarle y contarle sobre su hijo. Y después de varias horas de espera, recibió la llamada vuelta del psicólogo diciéndole que necesitaba ver a su hijo, pero que no solo serían sesiones en la tarde, sino que necesitaría que el niño se quedará en el centro en el que trabaja, para tener un control exacto del niño.
Anne dudó pero no se negó.
El Centro de rehabilitación era un lugar agradable, en el que solo se quedaban adolescentes de doce a dieciocho años, de esa manera podían tener un mejor control con los pacientes. No se trataba de un Centro de Rehabilitación común, solo era un Centro de ayuda en el que los chicos y chicas podían convivir casi como si se tratase de un internado, solo que ahí los vigilarían de acuerdo a su enfermedad que tuvieran y harían todo lo posible por ayudarlos a tener una vida normal.
Al día siguiente debería decirle sobre el Centro, aunque estaba segura de que no sería fácil aceptar la decisión que ella ya había tomado. Porque sobre todo era para el bien de Harry y ella esperaba que él así lo entendiera.
-¿Tú por qué estás aquí? –Pregunto de repente una chica pelirroja a Louis.
El castaño miró con sorpresa a la chica, ya que esta no solía hablarle –por no decir nunca– aunque siempre se sentaban en la misma mesa del comedor a la hora de las comidas. La chica le lanzó una mirada confirmando su pregunta.
-Oh… y-yo… creo que intente… suicidarme –Contesto Louis con un poco de duda. Miró su plato de comida con intención de que ella no se fijará en su mirada.
-¿Crees? Oh
-Eh. Es que yo… no recuerdo. Eso es lo que sucede –Explicó el castaño con el mismo tono de duda.
-Ya… ¿Qué se siente? –Volvió a preguntar.
-¿Qué se siente… qué?
-Olvidar y no poder recordar. Suena interesante –Admitió ella.
-¿Qué? No, no lo es –Dijo Louis con un poco más de confianza.- Es frustrante porque no recuerdas por más que quieras recordar.
-Pero sigue sonando interesante, vamos acéptalo.
Louis negó con la cabeza. Para él no tenía nada de interesante el hecho de perder la memoria, querer recordar y no poder hacerlo, más bien era frustrante y molesto. Sabía que era verdad, que se había intentado suicidar pero no lo recordaba.
-¿Y tú…? –Preguntó Louis de vuelta.
-Trastorno Bipolar. Intentan ayudarme pero estoy muy segura que no lo harán, lo único que hacen es darme medicina. Admito que me controla, sí pero, no… no me ayuda en absoluto.
-¿Y debes estar aquí?
-Claro, sino porque otra razón estaría aquí, duh. ¿Cómo te llamas?
-Eh, Louis ¿Y tú?
-Aylin. Pero puedes decirme Lyn, o como quieras.
La chica siguió comiendo ignorando la mirada de Louis puesta sobre ella, pronto acabo su plato, se levantó dedicando una suave sonrisa al castaño para después retirarse. Aylin, como dijo que se llamaba, parecía una chica un poco rara pero algo en ella le agradaba.
Louis siguió comiendo y después de varios minutos terminó, se levantó de la mesa dejando su plato en donde debía. Y se retiró del comedor. Eran las tres de la tarde, y en su horario no tenía marcado alguna actividad así que decidió salir al patio un rato.
Lo que a Louis le gustaba del centro de rehabilitación era que hacían lo mayor posible por no demostrar a los pacientes que eso era, sino más bien que se trataba de un hogar en el que podían vivir tranquilamente, siguiendo un par de reglas y sus rehabilitaciones pero sobre todo teniendo en mente que aquel era un hogar.
El patio era grande, lleno de flores y arboles con bancas y mesas donde poder descansar; pocas personas solían estar ahí, haciendo que Louis estuviese encantado más con aquel lugar porque podía estar un poco solo. No necesitaba de compañía y tampoco le agradaba mucho.
Camino hacia la parte más alejada del patio, donde había un par de árboles dando sombra, se sentó tras uno de ellos y desde ahí, observo la vista del centro. Era grande y blanco, con ventanales que dejaban ver su interior, dentro había un poco de movimiento; personas yendo a sus terapias, algunas enfermeras cuidando a los más graves y otros, simplemente vagando.
Recostó su cabeza sobre el tronco áspero, se acomodó de forma en que su cuerpo se relajó tras el mismo y sin esperar más sus ojos se fueron cerrando, dejando que el silencio acunara sus sueños.
Ahí está frente a él. Se mira, agita su mano en intento de que le note pero él niño no le responde, simplemente se queda mirando a la nada con mirada vacía. Louis agita su cabeza, negando lo que sucede pero no puede ignorar al pequeño que tiene frente a sus ojos.
Una estatura baja, de cabello castaño quebrado, piel pálida, ojos azules y complexión delgada. El niño es él, en la edad de nueve años.
Louis mira a su alrededor y se da cuenta que está en el patio de su primaria, los niños corren, unos detrás de otros, las niñas juegan con muñecas y otras a la cuerdita. Pero él, su imagen, está sentado mirando a todos esperanzado de que alguno le invite a jugar.
Pero nadie se acerca.
El niño suspira, entonces abre sus ojos al ver que otro niño se acerca a él pero no es a quien esperaba.
«Anthony» Susurra Louis al recordar de quien se trataba.
-¡Hey enano! ¡Ven acá! –Grito el niño regordete.
La imagen de Louis de niño se levanta inmediatamente, dejando ver en su rostro el miedo y las ganas de salir corriendo. No mueve ni un musculo para acercarse al otro niño, entonces Anthony se acerca a Louis, le lanza una mirada amenazante, lo toma por su suéter y, ya que es más alto del castaño, logra alzar un poco a Louis del piso.
-Dije que vinieras ¡y no lo hiciste!
Louis –su imagen– no responde.
-Pequeño idiota ¡responde! ¿O acaso el ratón te comía la lengua?
El castaño no responde, en su lugar las lágrimas comienzan a salir de sus ojos haciendo un recorrido por sus mejillas hasta llegar a sus labios, que prueban el sabor salado de su dolor.
-Marica ¡por dios no llores! –Gritó Anthony.
-De-déjame –Suplico Louis con las lágrimas llenando su rostro.- Por favor…
-Pequeño marica ¡Ahora ve con mami a acusarte! –Soltó el niño moviendo sus manos, cerrados en puño, bajo sus ojos.- ¡Oh cierto! ¡Tú no tienes!
La risa burlona y cínica del niño llego hasta los oídos de Louis provocando un llanto más fuerte, Anthony le soltó antes de salir corriendo, dejando al castaño con las lágrimas, el dolor provocado por el recuerdo.
Cómo le dolía que a cada instante le recordaran que su madre no vivía más.
Louis intento acercarse a la imagen de él mismo, quería acercarse y decirle que todo iría bien, porque tal vez si en ese momento alguien se hubiera compadecido de él, lo que vivía en ese instante no estaría viviendo su propio olvido.
Todo comenzó a ponerse oscuro, como si en el cielo se avecinara una tormenta, una muy fuerte. Pero nadie parecía notarla, ni siquiera la imagen de él de niño, quien seguía llorando en el piso.
De repente todo se desvaneció, como si una ráfaga de viento con arena hubiera pasado llevándose la imagen a su paso, dejándolo solamente a él a oscuras. No veía nada, sus ojos solo captaban el color negro de su alrededor.
Louis sintió como la respiración comenzó a faltarle más sin en cambio seguía respirando con normalidad, se dejó caer sobre sus rodillas, rogando porque todo volviera a la normalidad. Ese lugar no le gustaba.
Además sabía que había estado antes ahí.
Antes de volver a cuestionarse algo, todo desapareció por completo. Louis abrió los ojos con la respiración entrecortada encontrándose con una chica pelirroja frente a él, que le miraba con curiosidad. Miró su alrededor, seguía en el centro, todo lo demás había sido una pesadilla o puede que un recuerdo.
-¿Te encuentras bien? –Pregunto la chica.
El castaño volvió a fijar su mirada en ella, entonces la recordó, era la chica del comedor, que se hacía llamar Aylin. Suspiro e intento normalizar su respiración para después contestarle.
-Sí, una pesadilla –Admitió Louis con confianza.
-Ah, recuerda que no es real –Dijo ella con voz suave.
-Pero lo fue, en su momento.
-Es terrible. Yo también he tenido pesadillas, no muy seguidas pero las he tenido. Entonces lo que hago es pensar que no es real.
Aylin miró al castaño con una sonrisa, y sin invitación alguna se sentó junto al chico, incomodándolo al principio.
-Pero entonces recuerdo que lo real es irreal. Y lo irreal es real; entonces me da más miedo –Suspira y vuelve a encogerse de hombros.
-¿Qué dices?
-Nada. ¿Qué edad tienes? –Pregunta ella de repente con un poco de alegría en su voz.
-Dieciséis.
-Tengo quince, un año menor que tú. ¿No es increíble?
-¿Por qué debería serlo? –Pregunta Louis con confusión.
-Porque soy un año más joven que tú. Quiero que seas mi hermano mayor
-Eh… ¿Por qué?
-Eres un chico, mayor que yo. Además eres agradable, no huyes de mí –Ella desvía la mirada encontrándose con el pasto.
-¿Los demás huyen de ti?
-Sí, siempre es así. Pero no me importa, en verdad que no. Tú eres diferente
-No huiría de ti. Mucho menos por algo… irracional. Al fin y al cabo estamos en el mismo lugar, por problemas distintos que llegan al mismo punto.
-Entonces qué dices ¿amigos, hermanos?
-Amigos –Responde Louis con una suave sonrisa.
¿Desde cuándo que no sonreía así? Se sentía bien, sonreír con sinceridad.
-Hermanos –Ríe ella con armonía.
Entonces por alguna razón Louis se siente contagiado por la risa de la chica, comienza a reír junto a ella, provocando que lo único audible en ese espacio sean sus risas. No llevaba ni una hora de conocerla pero le agradaba, sabía que en ella podía encontrar una gran amiga y por qué no, también una hermana.
No, Harry no quería ir a ahí.
La noche había caído rápidamente, el sueño invadía a Harry pero este no quería dormir; toda la tarde se la había pasado encerrado en su cuarto, solamente para llorar sin que nadie le viera. El niño no quería irse, Anne lo sabía, de hecho ella tampoco quería irse pero se trataba de su trabajo.
-Amor baja a cenar… -Dijo Anne tras la puerta de la recámara de su hijo.- Ven, tenemos que hablar
Harry no respondió.
No estaba enojado con su madre, de hecho se arrepentía de su actitud hacia ella pero si se sentía triste, frustrado, temeroso. Además no sabía de donde habían salido las palabras que le grito antes de salir corriendo a su recámara, tan solo las articulo y ya, nunca fue su intención gritarlas pero lo había hecho.
Había hablado por primera vez desde hace cinco años.
Para Anne, significaba felicidad, muy en el fondo eso era; porque su hijo, su pequeño había hablado, había decidido expresarse de manera oral. Pero le preocupaba que hubiera sido de esa manera, le dolía que su hijo no le apoyase en aquella decisión. Harry tenía doce años, aún era un niño pero también tenía la edad suficiente para comprender las cosas.
No pasaron varios minutos hasta que la puerta de la habitación del niño se abrió, encontrándose a Harry con el rostro rojo, lágrimas por sus mejillas y los ojos brillando por las mismas; ya se había puesto el pijama y en su brazo izquierdo abrazaba un perro de peluche y sus rizos estaban despeinados.
La imagen destruyo toda la fortaleza de Anne; su hijo se veía como el ser más inocente del mundo, el instinto de madre se encendió en ella y sin esperar más cogió a su hijo, dándole el abrazo más fuerte que nunca le había dado.
-Oh mi amor, no te asustes. Por favor, todo estará bien. Te lo prometo
El niño asintió sin decir nada.
No quería irse pero no tenía otra opción que dejar atrás su vivienda en Holmes Chapel.
La mañana siguiente partieron hacia Londres en avión, ya que el recorrido si era bastante largo y seguramente un viaje en tren significaría cansancio.
Harry jugaba con el peluche de perro mientras el avión emprendía el vuelo; aquel peluche nunca quería soltarlo, ya que significaba mucho para él pues había sido regalo de su hermano. Cualquier regalo hecho por su hermano y su padre, los guardaba como los tesoros más grande de su vida, más sin en cambio ese perro significaba aún más que todo junto.
Cuando se aburrió de hacer lo mismo, fijo su mirada en la ventanilla, admirando el cielo desde aquella altura. Parecía hermoso y perfecto, de un tono azul claro brillante con pocas nubes adornando el panorama. Tomo su peluche y lo acerco a la ventanilla, haciendo como si mirase el cielo, murmuró algo que Anne no llego a entender.
-Es hermoso ¿verdad? –Dijo su madre, haciendo voltear al niño.- El cielo…
Harry sonrió y asintió. Como deseaba responderle pero las palabras seguían sin querer salir de su garganta.
Después de casi tres horas llegaron al aeropuerto de Londres.
Londres era hermoso a los ojos de Harry. Su sonrisa podía decir lo encantado que estaba con la ciudad, se sentía hipnotizado por la belleza inigualable que poseía el lugar; y a pesar de que amaba Holmes Chapel, no se comparaba con Londres.
Anne sonrío cuando se dio cuenta de la emoción que intentaba ocultar su hijo, sabía en el fondo que el pequeño estaría encantado de vivir ahí. Era verdad que extrañarían su antiguo hogar pero tampoco tenían mucho a lo que aferrarse allá.
En Londres podían comenzar una vida nueva.
Tomaron un taxi, el cual los llevo hasta su nuevo hogar. Durante el viaje, Harry se la paso pegado a la ventanilla, examinando cada edificio, casa y objeto que pasaba frente a sus ojos. No tardaron más de media hora en llegar, frente a los ojos del niño estaba una casa del tamaño perfecto para madre e hijo, no era demasiado grande como su antigua casa, ni demasiado pequeña. Era mediana de dos pisos, de un color arena, con ventanales a los costados de la puerta y sobre el techo sobresalía una chimenea.
Después de echarle un vistazo, Anne abrió la puerta dejando a la vista el interior ya remodelado, se hizo a un lado para que su hijo pasara primero. Las paredes eran de un tono crema casi blanco con dos o tres cuadros pegados. Sofás de un tono arena acomodados frente a la chimenea, y una mesa pequeña de por medio. Las escaleras eran de madera blanca y la cocina tenía el mismo tono que la sala.
-Ve cariño –Dijo Anne a su hijo, empujándolo suavemente.
El niño sonrío y subió corriendo por las escaleras. No quería admitirlo, pero estaba deseoso de ver su nueva recamará porque ahora ya no tendría un cuarto único para el piano. Cuando subió, se encontró con cuatro puertas y un espacio pequeño entre ellas. En una puerta, estaba colgada la letra H por lo que adivino que esa era su recámara.
Al abrirla se encontró con el tono azul de las paredes, una cama individual pegada a la pared con ventanal y en otra esquina el piano que tanto amaba. La habitación era del tamaño perfecto, en la cual el piano, la cama y un librero –además del clóset– cabían a la perfección.
Con rapidez fue y se acomodó frente al piano, sus dedos ansiaron en acariciar las teclas y sin esperar más comenzó a tocar, llenando de este modo a la casa con la melodía. El pequeño se dejó llevar, por lo que no se dio cuenta de la mirada que su madre le daba desde el marco de la puerta.
Anne estaba orgullosa de su hijo. Segundos después lo dejo solo en la habitación, de camino a la suya varios pensamientos la inundaron; el primer paso de llegar a Londres estaba hecho, ahora faltaba el otro que sería el definitivo.
Pero ella no sabía cómo decirle al niño. Más sin en cambio, había oportunidad de que dentro de unos meses el niño hablará y eso era lo único que le importaba.
Se dejó recostar en su nueva cama preguntándose cuales serían las palabras exactas para anunciar a su hijo que debía ir a un centro de rehabilitación, que no solo serían sesiones seguidas, sino que debería quedarse ahí. Pero que solo sería por unos meses. No sabía cómo decirle sin que Harry se negara y llorará por el hecho de separarse de su madre.
Pensó en el Centro de Rehabilitación al que iría su hijo. Le habían recomendado un psicólogo que trabaja ahí, que ya había tratado con casos como el de Harry, así que no había dudado en llamarle y contarle sobre su hijo. Y después de varias horas de espera, recibió la llamada vuelta del psicólogo diciéndole que necesitaba ver a su hijo, pero que no solo serían sesiones en la tarde, sino que necesitaría que el niño se quedará en el centro en el que trabaja, para tener un control exacto del niño.
Anne dudó pero no se negó.
El Centro de rehabilitación era un lugar agradable, en el que solo se quedaban adolescentes de doce a dieciocho años, de esa manera podían tener un mejor control con los pacientes. No se trataba de un Centro de Rehabilitación común, solo era un Centro de ayuda en el que los chicos y chicas podían convivir casi como si se tratase de un internado, solo que ahí los vigilarían de acuerdo a su enfermedad que tuvieran y harían todo lo posible por ayudarlos a tener una vida normal.
Al día siguiente debería decirle sobre el Centro, aunque estaba segura de que no sería fácil aceptar la decisión que ella ya había tomado. Porque sobre todo era para el bien de Harry y ella esperaba que él así lo entendiera.
-¿Tú por qué estás aquí? –Pregunto de repente una chica pelirroja a Louis.
El castaño miró con sorpresa a la chica, ya que esta no solía hablarle –por no decir nunca– aunque siempre se sentaban en la misma mesa del comedor a la hora de las comidas. La chica le lanzó una mirada confirmando su pregunta.
-Oh… y-yo… creo que intente… suicidarme –Contesto Louis con un poco de duda. Miró su plato de comida con intención de que ella no se fijará en su mirada.
-¿Crees? Oh
-Eh. Es que yo… no recuerdo. Eso es lo que sucede –Explicó el castaño con el mismo tono de duda.
-Ya… ¿Qué se siente? –Volvió a preguntar.
-¿Qué se siente… qué?
-Olvidar y no poder recordar. Suena interesante –Admitió ella.
-¿Qué? No, no lo es –Dijo Louis con un poco más de confianza.- Es frustrante porque no recuerdas por más que quieras recordar.
-Pero sigue sonando interesante, vamos acéptalo.
Louis negó con la cabeza. Para él no tenía nada de interesante el hecho de perder la memoria, querer recordar y no poder hacerlo, más bien era frustrante y molesto. Sabía que era verdad, que se había intentado suicidar pero no lo recordaba.
-¿Y tú…? –Preguntó Louis de vuelta.
-Trastorno Bipolar. Intentan ayudarme pero estoy muy segura que no lo harán, lo único que hacen es darme medicina. Admito que me controla, sí pero, no… no me ayuda en absoluto.
-¿Y debes estar aquí?
-Claro, sino porque otra razón estaría aquí, duh. ¿Cómo te llamas?
-Eh, Louis ¿Y tú?
-Aylin. Pero puedes decirme Lyn, o como quieras.
La chica siguió comiendo ignorando la mirada de Louis puesta sobre ella, pronto acabo su plato, se levantó dedicando una suave sonrisa al castaño para después retirarse. Aylin, como dijo que se llamaba, parecía una chica un poco rara pero algo en ella le agradaba.
Louis siguió comiendo y después de varios minutos terminó, se levantó de la mesa dejando su plato en donde debía. Y se retiró del comedor. Eran las tres de la tarde, y en su horario no tenía marcado alguna actividad así que decidió salir al patio un rato.
Lo que a Louis le gustaba del centro de rehabilitación era que hacían lo mayor posible por no demostrar a los pacientes que eso era, sino más bien que se trataba de un hogar en el que podían vivir tranquilamente, siguiendo un par de reglas y sus rehabilitaciones pero sobre todo teniendo en mente que aquel era un hogar.
El patio era grande, lleno de flores y arboles con bancas y mesas donde poder descansar; pocas personas solían estar ahí, haciendo que Louis estuviese encantado más con aquel lugar porque podía estar un poco solo. No necesitaba de compañía y tampoco le agradaba mucho.
Camino hacia la parte más alejada del patio, donde había un par de árboles dando sombra, se sentó tras uno de ellos y desde ahí, observo la vista del centro. Era grande y blanco, con ventanales que dejaban ver su interior, dentro había un poco de movimiento; personas yendo a sus terapias, algunas enfermeras cuidando a los más graves y otros, simplemente vagando.
Recostó su cabeza sobre el tronco áspero, se acomodó de forma en que su cuerpo se relajó tras el mismo y sin esperar más sus ojos se fueron cerrando, dejando que el silencio acunara sus sueños.
Ahí está frente a él. Se mira, agita su mano en intento de que le note pero él niño no le responde, simplemente se queda mirando a la nada con mirada vacía. Louis agita su cabeza, negando lo que sucede pero no puede ignorar al pequeño que tiene frente a sus ojos.
Una estatura baja, de cabello castaño quebrado, piel pálida, ojos azules y complexión delgada. El niño es él, en la edad de nueve años.
Louis mira a su alrededor y se da cuenta que está en el patio de su primaria, los niños corren, unos detrás de otros, las niñas juegan con muñecas y otras a la cuerdita. Pero él, su imagen, está sentado mirando a todos esperanzado de que alguno le invite a jugar.
Pero nadie se acerca.
El niño suspira, entonces abre sus ojos al ver que otro niño se acerca a él pero no es a quien esperaba.
«Anthony» Susurra Louis al recordar de quien se trataba.
-¡Hey enano! ¡Ven acá! –Grito el niño regordete.
La imagen de Louis de niño se levanta inmediatamente, dejando ver en su rostro el miedo y las ganas de salir corriendo. No mueve ni un musculo para acercarse al otro niño, entonces Anthony se acerca a Louis, le lanza una mirada amenazante, lo toma por su suéter y, ya que es más alto del castaño, logra alzar un poco a Louis del piso.
-Dije que vinieras ¡y no lo hiciste!
Louis –su imagen– no responde.
-Pequeño idiota ¡responde! ¿O acaso el ratón te comía la lengua?
El castaño no responde, en su lugar las lágrimas comienzan a salir de sus ojos haciendo un recorrido por sus mejillas hasta llegar a sus labios, que prueban el sabor salado de su dolor.
-Marica ¡por dios no llores! –Gritó Anthony.
-De-déjame –Suplico Louis con las lágrimas llenando su rostro.- Por favor…
-Pequeño marica ¡Ahora ve con mami a acusarte! –Soltó el niño moviendo sus manos, cerrados en puño, bajo sus ojos.- ¡Oh cierto! ¡Tú no tienes!
La risa burlona y cínica del niño llego hasta los oídos de Louis provocando un llanto más fuerte, Anthony le soltó antes de salir corriendo, dejando al castaño con las lágrimas, el dolor provocado por el recuerdo.
Cómo le dolía que a cada instante le recordaran que su madre no vivía más.
Louis intento acercarse a la imagen de él mismo, quería acercarse y decirle que todo iría bien, porque tal vez si en ese momento alguien se hubiera compadecido de él, lo que vivía en ese instante no estaría viviendo su propio olvido.
Todo comenzó a ponerse oscuro, como si en el cielo se avecinara una tormenta, una muy fuerte. Pero nadie parecía notarla, ni siquiera la imagen de él de niño, quien seguía llorando en el piso.
De repente todo se desvaneció, como si una ráfaga de viento con arena hubiera pasado llevándose la imagen a su paso, dejándolo solamente a él a oscuras. No veía nada, sus ojos solo captaban el color negro de su alrededor.
Louis sintió como la respiración comenzó a faltarle más sin en cambio seguía respirando con normalidad, se dejó caer sobre sus rodillas, rogando porque todo volviera a la normalidad. Ese lugar no le gustaba.
Además sabía que había estado antes ahí.
Antes de volver a cuestionarse algo, todo desapareció por completo. Louis abrió los ojos con la respiración entrecortada encontrándose con una chica pelirroja frente a él, que le miraba con curiosidad. Miró su alrededor, seguía en el centro, todo lo demás había sido una pesadilla o puede que un recuerdo.
-¿Te encuentras bien? –Pregunto la chica.
El castaño volvió a fijar su mirada en ella, entonces la recordó, era la chica del comedor, que se hacía llamar Aylin. Suspiro e intento normalizar su respiración para después contestarle.
-Sí, una pesadilla –Admitió Louis con confianza.
-Ah, recuerda que no es real –Dijo ella con voz suave.
-Pero lo fue, en su momento.
-Es terrible. Yo también he tenido pesadillas, no muy seguidas pero las he tenido. Entonces lo que hago es pensar que no es real.
Aylin miró al castaño con una sonrisa, y sin invitación alguna se sentó junto al chico, incomodándolo al principio.
-Pero entonces recuerdo que lo real es irreal. Y lo irreal es real; entonces me da más miedo –Suspira y vuelve a encogerse de hombros.
-¿Qué dices?
-Nada. ¿Qué edad tienes? –Pregunta ella de repente con un poco de alegría en su voz.
-Dieciséis.
-Tengo quince, un año menor que tú. ¿No es increíble?
-¿Por qué debería serlo? –Pregunta Louis con confusión.
-Porque soy un año más joven que tú. Quiero que seas mi hermano mayor
-Eh… ¿Por qué?
-Eres un chico, mayor que yo. Además eres agradable, no huyes de mí –Ella desvía la mirada encontrándose con el pasto.
-¿Los demás huyen de ti?
-Sí, siempre es así. Pero no me importa, en verdad que no. Tú eres diferente
-No huiría de ti. Mucho menos por algo… irracional. Al fin y al cabo estamos en el mismo lugar, por problemas distintos que llegan al mismo punto.
-Entonces qué dices ¿amigos, hermanos?
-Amigos –Responde Louis con una suave sonrisa.
¿Desde cuándo que no sonreía así? Se sentía bien, sonreír con sinceridad.
-Hermanos –Ríe ella con armonía.
Entonces por alguna razón Louis se siente contagiado por la risa de la chica, comienza a reír junto a ella, provocando que lo único audible en ese espacio sean sus risas. No llevaba ni una hora de conocerla pero le agradaba, sabía que en ella podía encontrar una gran amiga y por qué no, también una hermana.
Última edición por itsdyana el Jue 16 Mayo 2013, 11:14 pm, editado 1 vez
itsdyana
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
VII
Ojos Esmeralda
Ojos Esmeralda
Los días pasaron rápidamente después de conocer a Aylin. El castaño se sentía en una confianza cuando las horas eran junto a ella y era así como el tiempo pasaba con rapidez, convirtiendo las horas en segundos.
Lo que Louis había encontrado en ella era una amistad, la primera amistad verdadera.
Pero a pesar de que ella ocupaba sus horas –cuando no era la rehabilitación con James–, y de que le hacía olvidar la mayoría de sus pensamientos, había unos que siempre aparecían y simplemente que no podía ignorar.
Cuando volvía a estar en la habitación, todo volvía hacia él como una ráfaga de viento. Los pensamientos se mezclaban, creando otros nuevos; pocas veces llegaban a él recuerdos vagos de su vida, de momentos aterradores. Entonces cerraba los ojos, quería gritar pero ahogaba el grito y sin darse cuenta su mano derecha se encontraba en su brazo izquierdo mientras sus uñas se enterraban lo más profundo posible.
Las paredes blancas le llegaban a fastidiar. Entonces Louis miraba hacia el techo mientras soltaba varios suspiros; en la recámara no se sentía cómodo como lo hacía sentir su espacio en el patio, hasta se sentía en más confianza en la sala de consultas del psicólogo James. Pero por más que intentara ignorar las paredes blancas, estas parecían brillar ante sus ojos y cerrarse para asfixiarlo lentamente.
Y la sensación del vacío debido a la soledad parecía no desaparecer.
En el fondo sabía que necesitaba de alguien más, tenía la sensación de que algo le faltaba y que nunca lo encontraría. Sus pensamientos daban con su madre, la necesitaba a ella; necesitaba a ese ser que le dio la vida, al ser en quien confiaría sin dudarlo y de quien se haría su mejor amigo pero a la vez el hijo perfecto para ella.
Pero ella no volvería. Por lo que no era solo a ella a quien necesitaba. Se trataba de alguien más, de un alguien que todavía no aparecía en su vida.
Más sin en cambio ahí estaba Aylin, con una sonrisa frente a él –como siempre– esperándolo para ir a desayunar. Louis bajo la mirada con un poco de sonrojo, no porque le gustará la pelirroja ni nada por el estilo; sino porque ella pareció notar su brazo izquierdo lleno de rasguños. Y él no quería que ella se enterara.
-A veces me sucede –Habló la chica de repente.
Louis alzó la mirada encontrándose con la mirada miel de su amiga.
-Eso –Siguió ella mirando el brazo de Louis.- Me entran las ansias y bueno busco algo con que relajarme. Lo encuentro relajante –Lanzó una risa irónica.
-Es doloroso
-Sí pero relajante. Aunque realmente… yo nunca quiero hacerlo, en realidad no quiero pero es la única manera…
-¿Te autolastimas? –Preguntó Louis con sorpresa.
-A veces pierdo la cabeza… –Respondió ella con una sonrisa.- ¡Ven, vamos! No quiero que nos dejen las sobras…
Aylin salió corriendo dejando detrás de sí a Louis confundido; a veces la chica podía ser más rara de lo que ya era. De un momento pasaba de felicidad a tristeza, o furia a felicidad, en realidad no se esperaba ninguna novedad de ella. Después de varios segundos la siguió, encontrándola ya formada en la fila para recoger el desayuno.
-Me recuerda al colegio –Volvió a hablar Aylin.- Debíamos formarnos para que nos dieran nuestro desayuno
-A mí no me daban…
-¡A mí sí! Aunque a veces no era muy rico, más bien ¡la mayoría del tiempo sabía asqueroso! Pero aquí… realmente sabe delicioso ¿no crees?
-Err… sí, creo que sí.
-Papas con milanesa –Dijo ella echando un vistazo a la comida.- No me gustan las papas… ¿te las comerías por mí?
-Claro, si quieres.
-Ella es agradable… -Dijo Louis frente a James, mientras este le observaba con atención.- Pero… no, no es lo que me falta.
-¿Qué crees que te falta?
-No lo sé… a mi madre tal vez. Pero no… tampoco es ella…
-¿Alguien a quien amar tal vez?
Cuando su psicólogo dijo eso, Louis alzó la mirada rápidamente encontrándose con los ojos penetrantes de James. Nunca se había cuestionado esa parte de la vida. Amar a alguien, amar de verdad a alguien.
Tal vez sí. Tal vez no.
-Nunca había pensado en eso…
-Es porque aún no ha llegado la persona indicada. Y no la encuentras en Aylin porque ella es una chica.
Louis se sonrojo ante la afirmación del psicólogo. En realidad, hablar del tema de su homosexualidad no era muy cómodo para él ya que había sido eso lo que había causado problemas en casi toda su vida.
Y realmente no recordaba si hubo alguien de quien de verdad gustará, ya que su memoria estaba dividida, partes recordaba y otras simplemente no.
-No, no creo que sea eso… Es más como una necesidad, un vacío… no lo sé.
-Un alguien Louis. Tú mismo has negado que la imagen maternal es secundario, por lo tanto descartamos esa idea como principal, ya que no lo es. Necesitas de alguien más. Tienes a Aylin pero tampoco es ella. Te queda una tercera opción… el amor. Todos llegamos a necesitar de ese tipo de amor, no temas.
-No, no le temo. Pero aún no hay nadie…
-Pero lo habrá
-¿Y si no? Bueno… soy –Louis volvió a bajar la mirada y después de varios segundos continuo.- gay.
-Eso no tiene nada de malo. Hay muchos chicos homosexuales, Louis no eres el único.
-En mi colegio parecía ser así. Era el único, me decían enfermo.
-No lo eres
-Intente suicidarme
-¿Lo admites?
-No recuerdo pero sé que sería capaz de hacerlo. Solamente lo sé.
James asintió mientras anotaba algo en una pequeña libreta, que siempre tenía consigo. A Louis le daba curiosidad saber que ponía como anotaciones, tal vez cosas como «este chico está loco» o quizás «no hay nada que salvar en él».
-¿Qué anota? –Preguntó el castaño.
-Aquí –Alzó ligeramente la libreta. Louis asintió.- Todo lo que me ayude a ayudarte. Como las expresiones que usas, tu expresión corporal y oral, lo más relevante de todo lo que dices… cosas así.
-¿Cree que enserio me podrá ayudar?
-Ya una vez te lo dije Louis. Yo podré ayudarte si tú quieres, si tú aceptas mi ayuda. Entonces creo que sí.
-¿Y si no quiero esa ayuda?
-La quieres. La querrás después, te lo aseguro.
Louis suspiró sin decir nada, toda la plática estaba siendo procesada en su mente, intentando darle un sentido a aquello. Necesitaba a alguien a quien amar.
-No estoy necesitado… -Murmuró el castaño de repente.- No necesito de nada ni nadie… -Gruño un poco enojado.
-Louis, todos necesitamos de alguien…
-Pero yo no… -Interrumpió el chico.
-Pero tal vez alguien necesita de ti, velo desde ese punto. Piénsalo Louis. Por ahora la sesión se da por finalizada.
Sin chistar Louis se levantó de su asiento, refunfuñando salió de la habitación con la mirada del adulto puesta en él.
El Centro de Rehabilitación, Anne no había dejado de pensar en ello. Mientras comían, ella pensaba las palabras exactas en cómo decirle la verdad.
-Cariño… sabes que algún día debes volver a hablar ¿cierto? –Dijo Anne con suavidad, intentando introducir el tema.
Harry se encogió de hombros sin saber qué respuesta dar.
-Harry, no puedes quedarte en silencio por siempre. No es bueno, porque sé que reprimes muchas cosas –Siguió ella pero se detuvo un segundo.- Y eso no es bueno, a veces hablar es necesario y cuando puedes hacerlo debes aprovecharlo
El niño negó con la cabeza.
-Mi amor, ven acá –Sugirió ella palmeando sus piernas, invitándolo a sentarse en ellas.- Sabes de lo que me entere hace unos días –El niño negó.- Aquí en Londres, existe un lugar en el que ayudan a niños… adolescentes con… problemas parecidos al tuyo, en él hacen todo lo posible para ayudarlos…
Harry miró con curiosidad a su madre, las palabras que ella decía no lograba entenderlas con exactitud pero sus ojos grises decían que el tema iba a algo que posiblemente le lastimaría, algo relacionado con su silencio. Entonces al darse cuenta, se dejó recostar en el cuerpo de madre, apoyando su cabeza en el pecho de Anne.
-Es un lugar excelente, en verdad. Además ahí trabaja un psicólogo, que dice que ha tratado niños con casos como el tuyo; tiene experiencia con resultados realmente buenos, entonces creí que… sería buena idea ir con él.
El niño solo cerró los ojos dejando que pequeñas gotas salieran de sus ojos, la razón por la que lloraba no la entendía, simplemente aparecieron en él. Aunque no terminaba de entender del todo lo que su madre le decía, en el fondo sabía que no solo se tratarían de sesiones comunes como las que había tenido de niño.
-Hable con él… me sugirió una cosa, dijo que era lo mejor para ti y que no sería mucho tiempo –Hizo una pausa.- Solo un par de meses… en lo que tú te recuperabas…
Lo entendía. Pero entonces Harry se preguntó si enserio estaba tan mal callarse, como para irse a quedar en un lugar ajeno. No quería salir gritando en ese momento, ni siquiera huir a su recámara para no abrirla e irse a aquel lugar, algo dentro de él debía aceptar que eso sería lo mejor.
Que ahí vendría algo mejor.
-Hoy, a las siete debes ir y quedarte –Habló Anne de nuevo.- Tienes permitido visitas pero no serán muchas, el psicólogo dijo que como llevas sin hablar mucho tiempo necesitaban… -Busco la palabra correcta.- verte, con más precisión… que las sesiones serán allá mismo. Dormirás allá, comerás y más pronto de lo que esperes estarás de vuelta conmigo…
Harry asintió sin despegar su cabeza del pecho de su madre. Lo estaba aceptando, irse al lugar que decía su madre.
-Todo irá bien, vas a ver que sí… -Finalizo ella.
A las siete se encontraban ya en el centro de rehabilitación. Era un lugar cómodo pero Anne aun así temía de lo que después vendría al dejar solo a su hijo. Pronto les recibió el psicólogo.
-Buenas noches –Dijo el adulto con una sonrisa.- Tu debes ser Harry –Habló mirando al niño.
Harry mantenía la vista en el piso mientras sus manos jugaban consigo mismas, evitando cualquier ataque de ansiedad. Unas ganas de salieron corriendo le invadieron, quería gritar y prometer a su madre que hablaría pero las palabras no salieron; pronto las lágrimas llenaron su infantil rostro.
-Tranquilo Harry, te prometo que no te lastimaremos –Siguió el psicólogo.- Todo esto es por tu bien ¿lo entiendes?
Harry asintió aun con las lágrimas en sus ojos.
-Bueno creo que es hora –Dijo Anne con voz triste. En ese instante Harry alzó la mirada encontrándose con la de su madre.- Adiós cariño
“Adiós” Dijo en su pensamiento. Pronto se vio envuelto en un abrazo maternal de parte de su madre, mientras le susurraba varias palabras que suponía que debían reconfortarle. Varios minutos después, la seguía con la mirada mientras ella solo se iba por donde habían entrado.
-No es como si fuera a dejarte Harry, tan solo serán unos meses. Todo por tu bien –Sonrió el adulto, era una sonrisa sincera que en ningún momento incomodo al niño. Ofreció su mano y en segundos el niño la tomaba.
Caminaban hacia su nueva habitación, entonces el ruido de unos rayos surgió en el cielo, estremeciendo el cuerpo del niño. Al momento soltó la mano del adulto, paro en seco y más truenos se escucharon, llegando hasta sus oídos. Todo su ser comenzó a temblar; Harry le temía a las tormentas.
Y casi como si las invocará, comenzó a llover sin dejar de tronar. Las ganas de salir corriendo aparecieron de nuevo y esta vez no las evito. Entonces salió corriendo, hacia dónde, no sabía pero quería esconderse. Detrás de él escuchaba los gritos del adulto pero hizo caso omiso, y se escabullo de él.
Los truenos no cesaban y él se encontraba en un lugar desconocido; había sido veloz que el psicólogo lo había perdido de la vista. Corrió con velocidad, las lágrimas caían de nuevo por su rostro y sus manos sudaban; lo sentía cerca, un ataque de ansiedad lo invadiría en cualquier momento.
Se dejó caer en un pasillo y gateo con rapidez para esconderse bajo una mesa, se tapó los oídos como si así los truenos no fueran a travesar sus oídos. Comenzó a llorar, a llorar de verdad. Dejando escapar algunos gemidos y pequeños grititos.
Solo había alguien en aquella habitación. Alguien que le escucho y con duda se acercó al niño; Louis no sabía si debía acercarse pero el llanto infantil le conmovió su ser, nunca había oído llorar a un niño que no fuera él y escucharlo en ese momento le partía el corazón porque le recordaba a… él.
Se agacho al estar frente a la mesa, miró al pequeño ser frente a sus ojos que estaba encogido lo más posible mientras sus manos tapaban sus oídos y las lágrimas caían por todo su rostro, que Louis aun no lograba ver.
-Hey… -Susurró Louis.
El niño lo escucho, asustándose por lo que alzó la mirada encontrándose con Louis. El rostro de Harry estaba rojo, su cabello rizado despeinado y en sus ojos esmeraldas se veía el miedo. Verlo de aquella manera le rompió el corazón, nunca había presenciada una escena así y ver al niño así… le seguía recordando las veces en las que él mismo lloraba encerrado en su habitación.
-Shht –Dijo Louis. Se adentró bajo la mesa, en el espacio pequeño que Harry había dejado.- Shht…
Harry lo miró con duda, cuestionándose quien era él… pero otro trueno rugió en el cielo, haciéndolo saltar y que más lágrimas salieran de sus ojos. La ansiedad pronto le invadiría pero entonces sintió un par de brazos alrededor de él; un poco de miedo le asalto por el repentino acto del desconocido, su cuerpo tembló e intento separarse pero el chico lo único que hacía era pronunciar varios «shht» que, por más raro que pareciera, le tranquilizaban. Entonces pronto se calmó, el llanto ceso y su cuerpo se relajó al estar en brazos de aquel chico.
Louis no entendía sus propias acciones, estaba seguro de que él nunca hubiera hecho eso pero cuando la imagen de él mismo se comparó con la del niño frente a él, no pudo evitarlo, sintió unas ganas extremas de protegerlo como el algún día deseó haber sido protegido.
El pequeño rizado de mirada esmeralda le recordaba a él mismo. No podía evitarlo, quería protegerlo por alguna extraña razón. Y por la misma extraña razón Harry quería ser protegido.
Lo que Louis había encontrado en ella era una amistad, la primera amistad verdadera.
Pero a pesar de que ella ocupaba sus horas –cuando no era la rehabilitación con James–, y de que le hacía olvidar la mayoría de sus pensamientos, había unos que siempre aparecían y simplemente que no podía ignorar.
Cuando volvía a estar en la habitación, todo volvía hacia él como una ráfaga de viento. Los pensamientos se mezclaban, creando otros nuevos; pocas veces llegaban a él recuerdos vagos de su vida, de momentos aterradores. Entonces cerraba los ojos, quería gritar pero ahogaba el grito y sin darse cuenta su mano derecha se encontraba en su brazo izquierdo mientras sus uñas se enterraban lo más profundo posible.
Las paredes blancas le llegaban a fastidiar. Entonces Louis miraba hacia el techo mientras soltaba varios suspiros; en la recámara no se sentía cómodo como lo hacía sentir su espacio en el patio, hasta se sentía en más confianza en la sala de consultas del psicólogo James. Pero por más que intentara ignorar las paredes blancas, estas parecían brillar ante sus ojos y cerrarse para asfixiarlo lentamente.
Y la sensación del vacío debido a la soledad parecía no desaparecer.
En el fondo sabía que necesitaba de alguien más, tenía la sensación de que algo le faltaba y que nunca lo encontraría. Sus pensamientos daban con su madre, la necesitaba a ella; necesitaba a ese ser que le dio la vida, al ser en quien confiaría sin dudarlo y de quien se haría su mejor amigo pero a la vez el hijo perfecto para ella.
Pero ella no volvería. Por lo que no era solo a ella a quien necesitaba. Se trataba de alguien más, de un alguien que todavía no aparecía en su vida.
Más sin en cambio ahí estaba Aylin, con una sonrisa frente a él –como siempre– esperándolo para ir a desayunar. Louis bajo la mirada con un poco de sonrojo, no porque le gustará la pelirroja ni nada por el estilo; sino porque ella pareció notar su brazo izquierdo lleno de rasguños. Y él no quería que ella se enterara.
-A veces me sucede –Habló la chica de repente.
Louis alzó la mirada encontrándose con la mirada miel de su amiga.
-Eso –Siguió ella mirando el brazo de Louis.- Me entran las ansias y bueno busco algo con que relajarme. Lo encuentro relajante –Lanzó una risa irónica.
-Es doloroso
-Sí pero relajante. Aunque realmente… yo nunca quiero hacerlo, en realidad no quiero pero es la única manera…
-¿Te autolastimas? –Preguntó Louis con sorpresa.
-A veces pierdo la cabeza… –Respondió ella con una sonrisa.- ¡Ven, vamos! No quiero que nos dejen las sobras…
Aylin salió corriendo dejando detrás de sí a Louis confundido; a veces la chica podía ser más rara de lo que ya era. De un momento pasaba de felicidad a tristeza, o furia a felicidad, en realidad no se esperaba ninguna novedad de ella. Después de varios segundos la siguió, encontrándola ya formada en la fila para recoger el desayuno.
-Me recuerda al colegio –Volvió a hablar Aylin.- Debíamos formarnos para que nos dieran nuestro desayuno
-A mí no me daban…
-¡A mí sí! Aunque a veces no era muy rico, más bien ¡la mayoría del tiempo sabía asqueroso! Pero aquí… realmente sabe delicioso ¿no crees?
-Err… sí, creo que sí.
-Papas con milanesa –Dijo ella echando un vistazo a la comida.- No me gustan las papas… ¿te las comerías por mí?
-Claro, si quieres.
-Ella es agradable… -Dijo Louis frente a James, mientras este le observaba con atención.- Pero… no, no es lo que me falta.
-¿Qué crees que te falta?
-No lo sé… a mi madre tal vez. Pero no… tampoco es ella…
-¿Alguien a quien amar tal vez?
Cuando su psicólogo dijo eso, Louis alzó la mirada rápidamente encontrándose con los ojos penetrantes de James. Nunca se había cuestionado esa parte de la vida. Amar a alguien, amar de verdad a alguien.
Tal vez sí. Tal vez no.
-Nunca había pensado en eso…
-Es porque aún no ha llegado la persona indicada. Y no la encuentras en Aylin porque ella es una chica.
Louis se sonrojo ante la afirmación del psicólogo. En realidad, hablar del tema de su homosexualidad no era muy cómodo para él ya que había sido eso lo que había causado problemas en casi toda su vida.
Y realmente no recordaba si hubo alguien de quien de verdad gustará, ya que su memoria estaba dividida, partes recordaba y otras simplemente no.
-No, no creo que sea eso… Es más como una necesidad, un vacío… no lo sé.
-Un alguien Louis. Tú mismo has negado que la imagen maternal es secundario, por lo tanto descartamos esa idea como principal, ya que no lo es. Necesitas de alguien más. Tienes a Aylin pero tampoco es ella. Te queda una tercera opción… el amor. Todos llegamos a necesitar de ese tipo de amor, no temas.
-No, no le temo. Pero aún no hay nadie…
-Pero lo habrá
-¿Y si no? Bueno… soy –Louis volvió a bajar la mirada y después de varios segundos continuo.- gay.
-Eso no tiene nada de malo. Hay muchos chicos homosexuales, Louis no eres el único.
-En mi colegio parecía ser así. Era el único, me decían enfermo.
-No lo eres
-Intente suicidarme
-¿Lo admites?
-No recuerdo pero sé que sería capaz de hacerlo. Solamente lo sé.
James asintió mientras anotaba algo en una pequeña libreta, que siempre tenía consigo. A Louis le daba curiosidad saber que ponía como anotaciones, tal vez cosas como «este chico está loco» o quizás «no hay nada que salvar en él».
-¿Qué anota? –Preguntó el castaño.
-Aquí –Alzó ligeramente la libreta. Louis asintió.- Todo lo que me ayude a ayudarte. Como las expresiones que usas, tu expresión corporal y oral, lo más relevante de todo lo que dices… cosas así.
-¿Cree que enserio me podrá ayudar?
-Ya una vez te lo dije Louis. Yo podré ayudarte si tú quieres, si tú aceptas mi ayuda. Entonces creo que sí.
-¿Y si no quiero esa ayuda?
-La quieres. La querrás después, te lo aseguro.
Louis suspiró sin decir nada, toda la plática estaba siendo procesada en su mente, intentando darle un sentido a aquello. Necesitaba a alguien a quien amar.
-No estoy necesitado… -Murmuró el castaño de repente.- No necesito de nada ni nadie… -Gruño un poco enojado.
-Louis, todos necesitamos de alguien…
-Pero yo no… -Interrumpió el chico.
-Pero tal vez alguien necesita de ti, velo desde ese punto. Piénsalo Louis. Por ahora la sesión se da por finalizada.
Sin chistar Louis se levantó de su asiento, refunfuñando salió de la habitación con la mirada del adulto puesta en él.
El Centro de Rehabilitación, Anne no había dejado de pensar en ello. Mientras comían, ella pensaba las palabras exactas en cómo decirle la verdad.
-Cariño… sabes que algún día debes volver a hablar ¿cierto? –Dijo Anne con suavidad, intentando introducir el tema.
Harry se encogió de hombros sin saber qué respuesta dar.
-Harry, no puedes quedarte en silencio por siempre. No es bueno, porque sé que reprimes muchas cosas –Siguió ella pero se detuvo un segundo.- Y eso no es bueno, a veces hablar es necesario y cuando puedes hacerlo debes aprovecharlo
El niño negó con la cabeza.
-Mi amor, ven acá –Sugirió ella palmeando sus piernas, invitándolo a sentarse en ellas.- Sabes de lo que me entere hace unos días –El niño negó.- Aquí en Londres, existe un lugar en el que ayudan a niños… adolescentes con… problemas parecidos al tuyo, en él hacen todo lo posible para ayudarlos…
Harry miró con curiosidad a su madre, las palabras que ella decía no lograba entenderlas con exactitud pero sus ojos grises decían que el tema iba a algo que posiblemente le lastimaría, algo relacionado con su silencio. Entonces al darse cuenta, se dejó recostar en el cuerpo de madre, apoyando su cabeza en el pecho de Anne.
-Es un lugar excelente, en verdad. Además ahí trabaja un psicólogo, que dice que ha tratado niños con casos como el tuyo; tiene experiencia con resultados realmente buenos, entonces creí que… sería buena idea ir con él.
El niño solo cerró los ojos dejando que pequeñas gotas salieran de sus ojos, la razón por la que lloraba no la entendía, simplemente aparecieron en él. Aunque no terminaba de entender del todo lo que su madre le decía, en el fondo sabía que no solo se tratarían de sesiones comunes como las que había tenido de niño.
-Hable con él… me sugirió una cosa, dijo que era lo mejor para ti y que no sería mucho tiempo –Hizo una pausa.- Solo un par de meses… en lo que tú te recuperabas…
Lo entendía. Pero entonces Harry se preguntó si enserio estaba tan mal callarse, como para irse a quedar en un lugar ajeno. No quería salir gritando en ese momento, ni siquiera huir a su recámara para no abrirla e irse a aquel lugar, algo dentro de él debía aceptar que eso sería lo mejor.
Que ahí vendría algo mejor.
-Hoy, a las siete debes ir y quedarte –Habló Anne de nuevo.- Tienes permitido visitas pero no serán muchas, el psicólogo dijo que como llevas sin hablar mucho tiempo necesitaban… -Busco la palabra correcta.- verte, con más precisión… que las sesiones serán allá mismo. Dormirás allá, comerás y más pronto de lo que esperes estarás de vuelta conmigo…
Harry asintió sin despegar su cabeza del pecho de su madre. Lo estaba aceptando, irse al lugar que decía su madre.
-Todo irá bien, vas a ver que sí… -Finalizo ella.
A las siete se encontraban ya en el centro de rehabilitación. Era un lugar cómodo pero Anne aun así temía de lo que después vendría al dejar solo a su hijo. Pronto les recibió el psicólogo.
-Buenas noches –Dijo el adulto con una sonrisa.- Tu debes ser Harry –Habló mirando al niño.
Harry mantenía la vista en el piso mientras sus manos jugaban consigo mismas, evitando cualquier ataque de ansiedad. Unas ganas de salieron corriendo le invadieron, quería gritar y prometer a su madre que hablaría pero las palabras no salieron; pronto las lágrimas llenaron su infantil rostro.
-Tranquilo Harry, te prometo que no te lastimaremos –Siguió el psicólogo.- Todo esto es por tu bien ¿lo entiendes?
Harry asintió aun con las lágrimas en sus ojos.
-Bueno creo que es hora –Dijo Anne con voz triste. En ese instante Harry alzó la mirada encontrándose con la de su madre.- Adiós cariño
“Adiós” Dijo en su pensamiento. Pronto se vio envuelto en un abrazo maternal de parte de su madre, mientras le susurraba varias palabras que suponía que debían reconfortarle. Varios minutos después, la seguía con la mirada mientras ella solo se iba por donde habían entrado.
-No es como si fuera a dejarte Harry, tan solo serán unos meses. Todo por tu bien –Sonrió el adulto, era una sonrisa sincera que en ningún momento incomodo al niño. Ofreció su mano y en segundos el niño la tomaba.
Caminaban hacia su nueva habitación, entonces el ruido de unos rayos surgió en el cielo, estremeciendo el cuerpo del niño. Al momento soltó la mano del adulto, paro en seco y más truenos se escucharon, llegando hasta sus oídos. Todo su ser comenzó a temblar; Harry le temía a las tormentas.
Y casi como si las invocará, comenzó a llover sin dejar de tronar. Las ganas de salir corriendo aparecieron de nuevo y esta vez no las evito. Entonces salió corriendo, hacia dónde, no sabía pero quería esconderse. Detrás de él escuchaba los gritos del adulto pero hizo caso omiso, y se escabullo de él.
Los truenos no cesaban y él se encontraba en un lugar desconocido; había sido veloz que el psicólogo lo había perdido de la vista. Corrió con velocidad, las lágrimas caían de nuevo por su rostro y sus manos sudaban; lo sentía cerca, un ataque de ansiedad lo invadiría en cualquier momento.
Se dejó caer en un pasillo y gateo con rapidez para esconderse bajo una mesa, se tapó los oídos como si así los truenos no fueran a travesar sus oídos. Comenzó a llorar, a llorar de verdad. Dejando escapar algunos gemidos y pequeños grititos.
Solo había alguien en aquella habitación. Alguien que le escucho y con duda se acercó al niño; Louis no sabía si debía acercarse pero el llanto infantil le conmovió su ser, nunca había oído llorar a un niño que no fuera él y escucharlo en ese momento le partía el corazón porque le recordaba a… él.
Se agacho al estar frente a la mesa, miró al pequeño ser frente a sus ojos que estaba encogido lo más posible mientras sus manos tapaban sus oídos y las lágrimas caían por todo su rostro, que Louis aun no lograba ver.
-Hey… -Susurró Louis.
El niño lo escucho, asustándose por lo que alzó la mirada encontrándose con Louis. El rostro de Harry estaba rojo, su cabello rizado despeinado y en sus ojos esmeraldas se veía el miedo. Verlo de aquella manera le rompió el corazón, nunca había presenciada una escena así y ver al niño así… le seguía recordando las veces en las que él mismo lloraba encerrado en su habitación.
-Shht –Dijo Louis. Se adentró bajo la mesa, en el espacio pequeño que Harry había dejado.- Shht…
Harry lo miró con duda, cuestionándose quien era él… pero otro trueno rugió en el cielo, haciéndolo saltar y que más lágrimas salieran de sus ojos. La ansiedad pronto le invadiría pero entonces sintió un par de brazos alrededor de él; un poco de miedo le asalto por el repentino acto del desconocido, su cuerpo tembló e intento separarse pero el chico lo único que hacía era pronunciar varios «shht» que, por más raro que pareciera, le tranquilizaban. Entonces pronto se calmó, el llanto ceso y su cuerpo se relajó al estar en brazos de aquel chico.
Louis no entendía sus propias acciones, estaba seguro de que él nunca hubiera hecho eso pero cuando la imagen de él mismo se comparó con la del niño frente a él, no pudo evitarlo, sintió unas ganas extremas de protegerlo como el algún día deseó haber sido protegido.
El pequeño rizado de mirada esmeralda le recordaba a él mismo. No podía evitarlo, quería protegerlo por alguna extraña razón. Y por la misma extraña razón Harry quería ser protegido.
itsdyana
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
¡Bueno...! Eso ha sido el maratón, que vendría siendo "corto" solo por ser dos capítulos pero son largos así, que es un buen maratón LOL
Y llego la parte tan esperada ¡Harry & Louis ya se conocen! :aah: JAJA{:
Además introduje un personaje más, Aylin. En lo personal, yo la amo (?)' ella es inspirada en Cassie de Skins(: como sea, espero & ella no les asusteD: -Digo el padre fantasma lo hizo(? hahaha-
Creo que es todo por decir.
Ojalá y les hayan gustado los capítulos:'D
¡Espero ver sus comentarios hermosos muy pronto!
Di NO a los fantasmas. Ah. Enserio, comenten:')
Opiniones y abucheos bien recibidos ñ-ñ
Chau
Y llego la parte tan esperada ¡Harry & Louis ya se conocen! :aah: JAJA{:
Además introduje un personaje más, Aylin. En lo personal, yo la amo (?)' ella es inspirada en Cassie de Skins(: como sea, espero & ella no les asusteD: -
Creo que es todo por decir.
Ojalá y les hayan gustado los capítulos:'D
¡Espero ver sus comentarios hermosos muy pronto!
Di NO a los fantasmas. Ah. Enserio, comenten:')
Opiniones y abucheos bien recibidos ñ-ñ
Chau
itsdyana
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
*Sophie se larga a llorar, porque se conmovió al leerlo {justo como hizo la primera vez} :misery: *
Oh por Dios, estoy muriendo, babe u_u justo como la primera vez:(
pero quería comentarte y dejarte todo, todo mi amor en un comentario!! :aah: algo gracioso porque siempre lo hago en twitter:3
Me gusta, me encanta, lo amo, lo adoro, me casaré con tu fic! Lo he dicho, me casaré con el<3 :-w-:
Te quiero mucho, mucho, mucho, MUCHO! más que tú<3 ¿okay? c: solo eso :(L):
Volveré a comentar luego, pero usualmente no me gusta abrir la cuenta xd porque luego me da flojera salir lol
I love you so much, my boo<3
yours, your hazza. :bye:
Oh por Dios, estoy muriendo, babe u_u justo como la primera vez:(
pero quería comentarte y dejarte todo, todo mi amor en un comentario!! :aah: algo gracioso porque siempre lo hago en twitter:3
Me gusta, me encanta, lo amo, lo adoro, me casaré con tu fic! Lo he dicho, me casaré con el<3 :-w-:
Te quiero mucho, mucho, mucho, MUCHO! más que tú<3 ¿okay? c: solo eso :(L):
Volveré a comentar luego, pero usualmente no me gusta abrir la cuenta xd porque luego me da flojera salir lol
I love you so much, my boo<3
yours, your hazza. :bye:
sophiestylinson
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
ME MUERO SIGUELA PORFIN SE CONOCEN POBRE HARYY BEBE SE ASUSTO ESPERO QUE LA SIGAS PRONTO PORFAVOR !!!!!! Y YEAH GRACIAS POR LOS 2 CAPITULOS !!!!!! :aah:
BYEEEEE AMO TU NOVELA :bye: :muack: :enamorado: :hug:
BYEEEEE AMO TU NOVELA :bye: :muack: :enamorado: :hug:
karla:)
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
WAAAAAA AMO TU NOVELAA
ES MUY INTENSA Y AMO COMO ESCRIBESSSS ENCERIOOOOOOO
HASTA QE LOUI Y HAZ SE CONOCIEROOOOOOOOONN OOOOWWW
AME EL MARATOOOOOOONNN
ME DECLARO TU FUEL LECTORA WIIIIIIIIII
SIGUELaaaaaa :bye:
ES MUY INTENSA Y AMO COMO ESCRIBESSSS ENCERIOOOOOOO
HASTA QE LOUI Y HAZ SE CONOCIEROOOOOOOOONN OOOOWWW
AME EL MARATOOOOOOONNN
ME DECLARO TU FUEL LECTORA WIIIIIIIIII
SIGUELaaaaaa :bye:
titha94
Re: Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||
nueva lectora!! :)
q felicidad se conocieron Lou y Harry!!
ahora seran felices para siempre! ahque
la rapida le decian!!jejeje
besote
seguilaaa me encantoo!!
q felicidad se conocieron Lou y Harry!!
ahora seran felices para siempre! ahque
la rapida le decian!!jejeje
besote
seguilaaa me encantoo!!
KarenLS
Página 7 de 48. • 1 ... 6, 7, 8 ... 27 ... 48
Temas similares
» Feelings (Larry Stylinson y tu) AUDICIONES ABIERTAS/NUEVO CAPITULO
» Empezar De Nuevo (Larry Stylinson, Ziall) Suspendida
» Mil y una Noches Traviesas | Larry Stylinson | Mini-Novela - Capitulo Nuevo! Junio 15
» Angels Born To Die |Larry Stylinson| [OS]
» Only Butterflies Born In Blod [One (sexy) direction]
» Empezar De Nuevo (Larry Stylinson, Ziall) Suspendida
» Mil y una Noches Traviesas | Larry Stylinson | Mini-Novela - Capitulo Nuevo! Junio 15
» Angels Born To Die |Larry Stylinson| [OS]
» Only Butterflies Born In Blod [One (sexy) direction]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 7 de 48.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.