Fugitivos (Joe&Tú)

Ha pasado un mes desde que el tal "Joseph" robó nuestro dinero, no lo he visto desde que saltó por la ventana de la habitación de mis padres y para ser sincera, no estaba interesada en volver a ver a ese idiota.
Me encontraba en la cafetería trabajando horas extra para recuperar el dinero, tomaba las órdenes y luego las llevaba a los respectivos comensales. Estaba a punto de irme cuando llegó otro cliente y mi jefe me pidió atenderlo, me acerqué a él y con una sonrisa fingida, tomé su orden.
-Soló quiero un expresso, gracias- Me sonrió de manera amistosa.
-Esta bien, señor...- me interrumpió
-Puedes decirme Nick, dulzura- Guiñó un ojo.
Por alguna extraña razón, sentí que ya lo había visto antes, pero decidí ignorar aquella sensación y fui por su Expresso, no me tomó mucho tiempo, preparé su café e inmediatamente lo llevé a su mesa. Estaba apunto de retirarme me habló.
-Hey, dulzura, no te vayas...-
-Lo siento, señor, eh, digo, Nick. Debo irme-
-¿Me dejarás aquí solo?- Enarcó una ceja. -Acepta, dulzura, no muerdo- Simuló morder algo en el aire y rió ¿Qué rayos? -No seas mala chica, hablemos un rato- Suspiré derrotada y me senté frente a él.
-Está bien, después de todo, me haría bien un poco de distracción-
-Si lo que quieres es distraerte, te invito a una fiesta-
-No, gracias. He estoy muy ocupada, mi padre esta enfermo y debo terminar de reunir el dinero para sus medicinas- Lo miré detalladamente y noté que se había puesto tenso... Y así permaneció un buen rato.
-Em... Vamos, soló será una noche- Dijo liberando la tensión que había ocasionado.
-No lo sé, lo pensaré- Respondí dudando. ¿Estaría bien ir a una fiesta con un desconocido? Bueno, vamos ________, ya no eres una niña pequeña.
-Piénsalo, dulzura, será divertido- Murmuró de una manera muy sexy.
-Esta bien- Debía tomar riesgos al menos una vez, ¿no? Eso es lo divertido de la vida.
-Has hecho una excelente elección- guiñó su ojo -Dame tu número y te estaré llamando para informarte - Interambiamos números telefónicos, limpié su mesa y lleve la taza vacía a su sitio, antes de irme tomó mi brazo y me miró a los ojos, me sentí realmente incómoda y él rió a carcajadas.
-¿Solo soy yo o todos los hombres te ponen nerviosa?- Preguntó burlonamente.
-Me incomoda hacer contacto visual por tanto tiempo...- Respondí en mi defensa.
-Como sea, tu sabes mi nombre, así que, me preguntaba: ¿Cuál es el tuyo, dulzura?-
-________ Parker-
-Un gusto conocerte- Besó mi mano -________ Parker, nos vemos en la fiesta- salió de la cafetería y subió a una motocicleta estacionada fuera del local. Ayudé a mi jefe a cerrar y tomé mis cosas para irme.
-Adiós, Nick- Me despedí al ver que aún no se iba.
-¿Creías que te iba a dejar ir sola? No soy ese tipo de chicos, _______. Vamos, te llevo a casa- ¿A qué tipo de chicos se refiere este loco?
-Gracias pero nunca he montado en una...- señalé su moto.
-Tranquila, iré despacio- No pude resistirme a su oferta, si él me llevaba llegaría más rápido a casa y ahorraría el dinero del autobús.
-Esta bien- Suspiré. Le indiqué la dirección y en menos de 15 minutos llegamos al edificio donde vivía.
-¿Vives aquí?- Preguntó tenso. Era la segunda vez que se ponía así de extraño.
-No, vivo en el edificio al otro lado de la cuidad- Respondí sarcásticamente -No seas tonto, ¿Por qué crees que te traje hasta aquí?-
Durante el recorrido, Nick y yo hablamos de varias cosas, gustos, pasatiempos, de todo un poco. El chico se había ganado mi confianza muy rápidamente, me había quedado impresionada, por lo general, no era tan abierta.
-Bien, yo... Me voy- Besó mi mejilla -Adiós, dulzura-
-¿Cuál es tu fascinación con llamarme dulzura?¿Acaso te gusto?- Estaba un poco harta de sus excesivos "dulzuras".
-Hey, tranquila dulzura, soy diabético- Al principio creía que era una metáfora o algo así, luego comprendí que estaba hablando enserio, ¿Se estaba burlando de algo tan serio?
-¿Te lo tomas tan a la ligera?-
-Solo se vive una vez- Guiñó su ojo y se fue.
-Este chico esta loco...-
Subí al departamento en el segundo piso y saludé a mi madre y mi hermano, estuvimos viendo películas durante el resto de la tarde, me retiré a mi cuarto a escribir un poema, luego de lo vivido con Nick, se me ocurrió escribir esto:


Aún no estaba segura de sí realmente podía llamar a Nick "Amigo", recién no conocimos pero siento como si lleváramos años de amistad, es ese tipo de personas que apenas los conoces y se ganan tu confianza de una manera en la que otra personas no pudieron en toda tu vida, era diferente. Terminé de corregir algunas cosas del poema y como ya era tarde decidí ir a dormir cuando recibí un mensaje
Un poco indecisa, le contesté:
Dejé mi celular aún lado y me reflexioné acerca de lo que pasará mañana ¿En qué me he metido? No dejaba de pensar en las consecuencias que esa fiesta podría traer hasta que finalmente, caí rendida.

Faltaban sólo dos horas para la fiesta y aún no sabía que ponerme, había salido de compras con mi mejor amiga, Julieth. Nos conocemos desde muy chicas y voy a todos lados con ella. Siempre.
Le había hablado acerca de la invitación de Nicholas y me pareció buena idea invitarlaara que me hiciera algo de compañía. Durante nuestra salida al centro comercial vimos centenares de vestidos, pero al final compré dos de ellos. Uno era azul y el otro rosa pálido. Totalmente indecisa, llamé a Julieth con la esperanza de que me ayudará elegir y me respondió que estaba demasiado ocupada arreglando su cabello. Vaya amiga.
Finalmente opté por ponerme el vestido rosa pálido. Arreglé mi cabello y me maquillé, Nick estaría abajo esperándome en soló un par de minutos para recogerme, como si lo hubiera invocado, llamaron desde la recepción para avisarme que un chico con chaqueta negra y actitud indiferente, estaba en el estacionamiento del edificio preguntando por mí, bajé a toda prisa y lo encontré recostado en su moto con su típica apariencia de chico malo aunque yo sabía que él era más que eso.
-¿Qué tal, dulzura? ¿Lista para la mejor fiesta de tu vida?- preguntó coqueto, yo reí y subí a la parte trasera de su moto.
-Por supuesto, ¿Qué esperas? Vamos- respondí animada. Se puso su casco y luego me pasó uno para mí.
Nick condujo hasta un lugar algo... Clandestino. No pensé que haría una fiesta a las afueras de la cuidad en un sitio que esta un poco descuidado, por no decir abandonado.
-Listo, llegamos. Espero que te diviertas- anunció Nick al guiarme hasta la entrada.
El sitio estaba lleno de humo de cigarrillo y luces estrambóticas, había alcohol por todos lados y la droga abundaba a montones. Me abrí paso por el lugar mientras intentaba no inhalar el fastidioso humo, siempre había odiado el humo, sentía que me ahogaba cada vez que intentaba respirar.
-¿Es fantástico, no?- Grité al sentir un brazo rodear mi cuello, volteé y me di cuenta de que la voz provenía de Nick.
-Casi me matas del susto- Respondí alzando la voz para que pudiera escucharme.
El rió -Lo sé. Ven, te presentaré a un par de amigos- Me guió hasta uan mesa apartada, allí se encontraban dos chicos y una chica, los que supongo, eran los amigos de Nick.
-Hola- saludé tímidamente. Esos chicos se veían más intimidantes de cerca.
-Ellos son Elliot...- señaló al chico alto de cabello negro, ojos azules, vestía un polo verde y jeans oscuros. Tenía una sonrisa amigable y confortante, su vestuario era común, a simple vista no se veía mal, pero su mirada desmentía su apariencia de niño bueno. -...Ezra...- Por otro lado, Ezra era lo contrario, una mirada dulce con apariencia ruda. Era muy apuesto, ojos azules (un poco más claros que los de Elliot), tez blanca, cabello castaño oscuro... Vestía el típico vestuario de chico malo:
Chaqueta de cuero negra, camisa blanca y vaqueros negros. -y ella, la preciosa Aria...- Ezra miró a Nick de manera amenazante y esté rió. No me tomé el trabajo de detallarla, con un simple vistazo te podías dar cuenta de lo perfecta que era así que decidí no dañar mi autoestima.
-Hola, querida. Soy Aria, tal como lo mencionó Nicholas. ¿Cómo estas? ¿Te trato bien? ¿No condujo hasta como un salvaje, cierto? Si lo hizo, lo golpearé- dijo Aria animada.
-Ha sido muy amable, gracias por preocuparte- respondí tratando de calmarla.
-¿Y Melany?- preguntó Nick. ¿Era su novia? De repente, dirigí mi mirada a Elliot y lo vi cabizbajo.
-Esta con Joe- declaró triste.
-Le he dicho miles de veces que deje de seguir a ese loco, el dinero que consiguen no vale tanto riesgo- respondió Nicholas al chico.
-Sé lo he dicho miles de veces, pero ya sabes como es Barrow de manipulador-
-Lo sé-
Siguieron hablando del famoso "Joe" hasta que cambiaron de tema y me incluyeron a mí en la conversación, estuvimos toda la noche celebrando, ellos tomaban algunos tragos y bailaban mientras Aria y yo nos divertíamos contando anécdotas o fingiendo que estábamos en un concurso de modas y juzgábamos los vestidos de las chicas de alrededor. Julieth nunca llegó, supongo que al ver el lugar huyo despavorida...
Nick me invitó a bailar y yo acepté con gusto, él no era buen bailarín, de hecho, ninguno de los dos lo era pero estábamos pasando un buen rato juntos. Todo iba bien hasta que se escucharon los motores de unas motocicletas fuera del lugar, inmediatamente la música desapareció al igual que las luces y demás, parecía que todos esperaban algo.
-Quédate aquí, no te muevas- Nick me asustó al decirme eso y se alejó dejandome desprotegida. ¿Quién había llegado?
Pasaron varios minutos y él aún no llegaba, las personas estaban como estatuas, todo era muy raro, entonces escuché como la puerta se estrelló y entre las sombras había tres personas.
-¡Hora de las fiesta, perras!- gritó una voz que me sonó algo familiar. Preferí ignorarla y fui en busca de Nick.
-¿Nick? ¡Nick!- gritaba por todos lados. Era totalmente inútil, la música reapareció y esta vez más alta que la última vez.
-_________, aquí estas. Ven, debemos irnos- Nick tomó mi mano y me arrastro a la salida.
-Espera, espera... Apenas comenzó la fiesta, ¿Qué pasa?- le pregunté.
-Debemos irnos, hazme caso. Esto se va a volver un caos, pensé que Joe no vendría hasta la madrugada-
-Entonces ese era tu amigo...-
-Sí, pero es mejor que nos vayamos, no creo que él te agradé-
-Vaya, vaya... Nick, no sabía que traerías a este bombón a la fiesta, sino habría llegado más temprano- volteé buscando al dueño de esa voz, cuando lo vi, no pude hacer más que maldecir -Hey, cuida tu boquita, cielo- miré a Nick enojada. ¿Cómo fui tan inocente? Ezra... Elliot... Él los había mencionado el día del robo y apuesto a que Nick era el tal Jonas... Dios, soy tan estúpida.
-Eres un...- Su madre no merecía tal insulto por tener un hijo como él, así que simplemente me di vuelta y salí huyendo de allí mientras Nick corría tras de mí, seguramente para explicarme porque los bastardos que robaron el dinero que tanto me esforcé en ahorrar para mi padre, ahora pretenden ser mis amigos.