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Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
VI Capítulo:
.
.
Punto Crucial
Canción Recomendada: Lego House— Ed Sheeran.
La cita por la noche superó todas mis expectativas. Comimos comida china mientras yo reía ante las habilidades de Parker con los palillos. Cuando él me llevó a casa, Harry abrió antes de que pudiera darme un beso. Cuando salimos el miércoles por la noche, Parker se aseguró de besarme en el coche.
El jueves durante el almuerzo, Parker me encontró en la cafetería y sorprendió a todos cuando se sentó en el lugar de Harry. Cuando Harry terminó su cigarrillo y entró, caminó pasando a Parker con indiferencia, sentándose al final de la mesa. Caroline se acercó a él, pero se mostró decepcionada cuando él la despidió con la mano. Después de eso, todos en la mesa estaban en silencio y me resultaba difícil concentrarme en cualquier cosa que Parker decía.
—Asumo que no estaba invitado —dijo Parker, capturando mi atención.
— ¿Qué?
—He oído que tu fiesta de cumpleaños es el domingo. ¿No estoy invitado?
Eleanor miró a Harry, quien miró a Parker, como si estuviera a punto de arrancarle la cabeza.
—Era una fiesta sorpresa, Parker. —dijo Eleanor en voz baja.
—Oh. —dijo Parker, encogiéndose.
— ¿Me estás dando una fiesta sorpresa? —Le pregunté a Eleanor.
Ella se encogió de hombros.
—La idea fue de Hazza. Es en el lugar de Brasil el domingo. Seis de la tarde.
Las mejillas de Parker se tornaron de un rojo tenue.
—Supongo que ahora realmente no estoy invitado.
— ¡No! ¡Por supuesto que lo estás! —dije, sosteniendo su mano por encima de la mesa. Doce pares de ojos se centraron en nuestras manos. Pude notar que Parker estaba tan incómodo con la atención al igual que yo, así que retiré mi mano.
Parker se puso de pie.
—Tengo algunas cosas que hacer antes de clases. Te llamaré más tarde.
—Está bien. —dije, ofreciéndole una sonrisa de disculpa.
Parker se inclinó sobre la mesa y me besó en los labios. El silencio en la mesa se prolongó y Eleanor me dio un codazo después de que Parker se marchó.
— ¿No es espeluznante cómo todo el mundo te mira? —Susurró. Ella miró a su alrededor con el ceño fruncido—. ¿Qué? —Gritó Eleanor—. ¡Ocúpense de sus asuntos, pervertidos!
Uno por uno se volvieron hacia otro lado y los murmullos continuaron.
Me cubrí los ojos con las manos.
—Sabes, antes era patética porque pensaban que era la novia de Harry. Ahora soy mala porque todo el mundo piensa que estoy rebotando entre Harry y Parker como una pelota de ping pon. —Cuando Eleanor no hizo ningún comentario, la miré—. ¿Qué? ¡No me digas que tú también crees esa mierda!
— ¡No he dicho nada! —dijo.
La miré con incredulidad.
— ¿Pero eso es lo que tú piensas?
Eleanor negó con la cabeza, pero no dijo nada más. Las heladas miradas de los otros estudiantes de pronto eran aparentes y me puse de pie, caminando hasta el final de la mesa.
—Tenemos que hablar. —dije, tocando el hombro de Harry. Traté de sonar amable, pero la ira burbujeando dentro de mí provocó un filo a mis palabras. La población estudiantil, incluyendo mi mejor amiga, pensaba que estaba haciendo malabares con dos hombres. Sólo había una solución.
—Pues habla —dijo Harry, lanzando algo empanado y frito en su boca.
Me inquieté, notando las miradas curiosas de todos a nuestro alcance. Cuando Harry seguía sin moverse, lo agarré del brazo y le di un buen tirón. Se levantó y me siguió afuera con una sonrisa en su rostro.
— ¿Qué, Pidge? —dijo, mirando de mi mano a su brazo y luego a mí.
—Tienes que dejarme salir de la apuesta —le supliqué.
Su cara cayó.
— ¿Te quieres ir? ¿Por qué? ¿Qué he hecho?
—No hiciste nada, Hazza. ¿No has notado a todo el mundo mirándonos? Estoy convirtiéndome rápidamente en la paria de la Universidad de Eastern.
Harry sacudió la cabeza y encendió un cigarrillo.
—No es mi problema.
—Sí, lo es. Parker dijo que todo el mundo piensa que tiene deseos de morir porque estás enamorado de mí.
Las cejas de Harry se levantaron y se atragantó con el soplo de humo que acababa de inhalar.
— ¿La gente está diciendo eso? —dijo, mientras tocía.
Asentí con la cabeza. Miró a lo lejos con los ojos muy abiertos, tomando otra calada.
— ¡Harry! ¡Tienes que dejarme salir de la apuesta! No puedo salir con Parker y vivir contigo al mismo tiempo. ¡Se ve terrible!
—Deja de salir con Parker.
Lo fulminé con la mirada.
—Ese no es el problema y lo sabes.
— ¿Es esa la única razón por la que quieres irte? ¿Por lo que dice la gente?
—Por lo menos antes yo era la tonta y tú eras el tipo malo. —me quejé.
—Responde la pregunta, Pidge.
— ¡Sí!
Harry miró más allá de mí a los estudiantes que entraban y salían de la cafetería. Él estaba deliberando y me impacienté mientras él tomaba su decisión.
Finalmente, se mantuvo firme, resuelto.
—No.
Negué con la cabeza, segura de haber entendido mal.
— ¿Disculpa?
—No. Tú misma lo dijiste: una apuesta es una apuesta. Después del mes, estarás con Parker, él se convertirá en un médico, se casarán y tendrán hijos y nunca te volveré a ver. —Hizo una mueca ante sus propias palabras—. Aún tengo tres semanas. No las dejaré pasar por chismes en el comedor.
Miré a través de la ventana de cristal para ver a todos en la cafetería mirándonos. La atención no deseada hizo que mis ojos ardieran. Pasé junto a él para dirigirme a la siguiente clase.
—Pigeon —llamó Harry después de mí. No me di la vuelta.
Esa noche, Eleanor se sentó en el suelo de azulejo del cuarto de baño, balbuceando sobre chicos mientras yo estaba en frente del espejo haciendo de mi pelo en una coleta. Sólo escuchaba a medias, pensando en que tan paciente Harry había sido—para Harry—sabiendo que a él no le gustaba la idea de Parker recogiéndome de su apartamento casi todas las noches.
La expresión del rostro de Harry destelló en mi mente cuando le pedí que me dejara salir de la apuesta, y nuevamente cuando le dije que la gente decía que él estaba enamorado de mí. No podía dejar de preguntarme por qué él no lo negó.
—Bueno, Lou piensa que estás siendo demasiada dura con él. Él nunca ha tenido a nadie lo suficiente importante para....
Harry asomó la cabeza y sonrió mientras miraba mi cabello alborotado.
— ¿Quieres ir a cenar? —Preguntó.
Eleanor se puso de pie para mirarse en el espejo, pasando sus dedos por su pelo dorado.
—Lou quiere visitar el nuevo lugar Mexicano en el centro si ustedes quieren ir.
Harry sacudió la cabeza.
—Pensé que Pidge y yo podríamos ir solos esta noche.
—Voy a salir con Parker.
— ¿Otra vez? —dijo, molesto.
—Otra vez —le dije con una voz cantarina.
El timbre de la puerta sonó y me apresuré para abrirla. Parker estaba delante de mí, su rubia cabellera ondulada encima de su recién cara afeitada.
— ¿Alguna vez te vez menos que magnifica? —preguntó Parker.
—Basándome en la primera vez que vino aquí, tendré que decir que sí — dijo Harry detrás de mí.
Puse los ojos en blanco y sonreí, levantando un dedo hacia Parker, señalándole que esperara. Me volví y eché los brazos alrededor de Harry. Se puso rígido con sorpresa y luego se relajó, tirando fuertemente de mí hacia él.
Miré a sus ojos y sonreí.
—Gracias por organizar mi fiesta de cumpleaños. ¿Puedo tomar un vale para la cena?
Una docena de emociones se desplazaron por la cara de Harry, y entonces, las comisuras de sus labios se elevaron.
— ¿Mañana?
Lo abracé y sonreí.
—Absolutamente. —Me despedí de él mientras Parker me tomaba de la mano.
— ¿Qué fue eso? —Preguntó Parker.
—No hemos estado llevándonos bien últimamente. Esa fue mi versión de una rama de olivo.
— ¿Debería preocuparme? —preguntó, abriendo la puerta.
—No. —dije sonriendo, besando su mejilla.
En la cena, Parker habló de Harvard, de la Casa y sus planes de buscar un apartamento. Sus cejas se juntaron.
— ¿Te escoltará Harry a tu fiesta de cumpleaños?
—No estoy muy segura. No ha dicho nada al respecto.
—Si no le importa, me gustaría llevarte. —Él tomó mi mano y me besó los dedos.
—Le voy a preguntar. La fiesta fue su idea, así que...
—Lo entiendo. Si no, te veré allí. —sonrió.
Parker me llevó al apartamento, aparcando en el estacionamiento. Cuando me besó, sus labios se mantuvieron en los míos. Tiró del freno de mano mientras sus labios viajaron a lo largo de mi mandíbula al oído, y luego hacia mi cuello. Me tomó por sorpresa y dejé escapar un suspiro en respuesta.
—Eres tan hermosa —susurró—. He estado distraído durante toda la noche, con tu pelo retirado fuera de tu cuello. —Él repartió besos por mi cuello y exhalé, un gemido escapando con mi aliento.
— ¿Por qué tardaste tanto? —Sonreí, levantando mi barbilla para darle mejor acceso.
Parker se enfocó en mis labios. Agarró cada lado de mi cara, dándome un beso un poco más firme que de costumbre. No teníamos mucho espacio en el coche, pero hicimos que el reducido espacio estuviera a nuestro favor. Se apoyó en mí, doblé mi rodilla cuando me dejé caer contra la ventana. Su lengua se deslizó dentro de mi boca y su mano tomó mi tobillo y luego la deslizó a lo largo de mi pierna a mi muslo. Las ventanas se empañaron en minutos con nuestra respiración dificultosa, pegándose en las heladas ventanas. Sus labios rozaron mi clavícula y luego su cabeza se elevó cuando el cristal vibró con varios golpes fuertes.
Parker se sentó y yo me enderecé, ajustando mi vestido. Di un salto cuando la puerta se abrió. Harry y Eleanor estaban al lado del coche. Eleanor tenía una expresión simpática y Harry parecía estar a punto de una rabieta.
— ¿Qué demonios, Harry? —Gritó Parker.
De pronto, la situación se sintió peligrosa. Nunca había oído a Parker levantar la voz, los nudillos de Harry estaban blancos mientras él apretaba sus manos en puños a los costados—y yo estaba en medio.
La mano de Eleanor parecía minúscula cuando la colocó en el voluminoso brazo de Harry, sacudiendo la cabeza hacia Parker en una alerta silenciosa.
—Vamos, ______. Necesito hablar contigo —dijo.
— ¿Sobre qué?
— ¡Sólo ven! —gritó.
Miré a Parker, viendo la irritación en sus ojos.
—Lo siento, me tengo que ir.
—No, está bien. Ve.
Harry me ayudó a salir del Porsche y luego pateó la puerta, cerrándola. Me volteé, interponiéndome entre él y el coche, empujando su hombro.
— ¿Qué te pasa? ¡Basta!
Eleanor parecía nerviosa. No tomó mucho tiempo saber por qué. Harry olía a whisky; ella había insistido en acompañarlo o él le había pedido que viniera. De cualquier manera, ella era un elemento de disuasión a la violencia.
Las ruedas del Porsche de Parker chillaron fuera del estacionamiento y Harry encendió un cigarrillo.
—Puedes entrar, Eli.
Ella tiró de mi falda.
—Vamos, _______.
— ¿Por qué no te quedas, Butterfly? —Bulló.
Asentí con la cabeza para que Eleanor siguiera adelante y de mala gana ella cumplió. Me crucé de brazos, lista para una pelea, preparándome para arremeterlo contra la inevitable charla. Harry tomó varias caladas de su cigarrillo y cuando fue obvio que él no iba a explicar nada, mi paciencia se agotó.
— ¿Por qué hiciste eso? —Le pregunté.
— ¿Por qué? ¡Porque estaba follándote delante de mi apartamento! — Gritó. Sus ojos estaban desenfocados y podía ver que él era incapaz de tener una conversación racional.
Mantuve mi voz tranquila.
—Puede que esté quedándome en tu casa, pero lo que hago, y con quien lo haga, es mi problema.
Tiró el cigarrillo al suelo.
—Eres mucho mejor que eso, Pidge. No dejes que te folle en un coche como una barata cita de graduación.
— ¡No iba a tener relaciones sexuales con él!
Hizo un gesto hacia el espacio vacío donde el coche de Parker estaba.
— ¿Qué estaban haciendo, entonces?
— ¿Nunca has besado a alguien sin que llegue a nada más?
Frunció el ceño y sacudió la cabeza como si estuviera hablando galimatías.
— ¿Cuál es el punto en eso?
—Es el concepto que existe para mucha gente... sobre todo para aquellos que tienen citas.
—Todas las ventanas estaban empañadas, el coche se estaba sacudiendo... ¿Cómo iba yo a saber? —dijo, agitando sus brazos en la dirección del estacionamiento vacío.
— ¡Tal vez no deberías espiarme!
Se frotó la cara y sacudió la cabeza.
—No puedo soportar esto, Pigeon. Siento que me estoy volviendo loco.
Tiré mis manos al aire y las dejé caer golpeando mis muslos.
— ¿No puedes soportar qué?
—Si tú duermes con él, no quiero saberlo. Iré a la cárcel por mucho tiempo si me entero que... simplemente no me lo digas.
—Harry —bullí—. ¡No puedo creer que hayas dicho eso! ¡Eso es un gran paso para mí!
— ¡Eso es lo que todas las chicas dicen!
— ¡No me refiero a las putas con las que lidias! ¡Me refiero a mí! —Dije,
sosteniendo mi mano contra mi pecho—. ¡Yo no he... ugh! No importa.
Me alejé de él, pero me agarró del brazo, girándome hacia él.
— ¿Tú no qué? —preguntó. No le respondí; no tenía que hacerlo. Podía ver el reconocimiento atravesar su rostro y se rió una vez—. ¿Eres virgen?
— ¿Y qué? —dije, la sangre arremolinándose en mis mejillas.
Sus ojos se dirigieron a los míos.
—Es por eso que Eleanor estaba tan segura que no irías tan lejos.
—Tuve el mismo novio los cuatro años de escuela secundaria. ¡Él era un aspirante a ministro bautista! ¡Esto nunca fue un tema para nosotros!
La ira de Harry se desvaneció y el alivio era evidente en sus ojos.
— ¿Un ministro de la juventud? ¿Qué pasó después de toda la dura abstinencia?
—Él quería casarse y quedarse en... Kansas. Yo no lo hacía. —Estaba desesperada por cambiar de tema. La diversión en los ojos de Harry era lo suficientemente humillante. No quería que él cavara más lejos en mi pasado.
Dio un paso hacia mí y sostuvo cada lado de mi cara.
—Virgen —dijo, sacudiendo la cabeza—. Nunca me lo hubiera imaginado con la forma en que bailaste en The Red.
—Muy gracioso. —le dije, dirigiéndome a las escaleras.
Harry intentó seguirme, pero tropezó y cayó, volviéndose boca arriba y riendo histéricamente.
— ¿Qué estás haciendo? ¡Levántate! —dije, ayudándolo a ponerse de pie.
Enganchó su brazo alrededor de mi cuello y le ayudé a subir las escaleras. Louis y Eleanor ya estaban en cama, por lo que sin ayuda a plena vista, me quité los tacones para evitar romperme los tobillos al guiar a Harry a la habitación. Cayó de espaldas a la cama, tirando de mí con él.
Cuando aterrizamos, mi cara estaba a pocos centímetros de la suya. Su expresión era repentinamente seria. Se inclinó, casi besándome, pero lo alejé. Las cejas de Harry se elevaron.
—Ya basta, Hazza —dije.
Me abrazó fuertemente contra él hasta que dejé de luchar y luego alejó la correa de mi vestido, haciendo que ésta colgara de mi hombro.
—Desde que la palabra virgen salió de tus labios... tengo una urgencia repentina de ayudarte a salir de este vestido.
—Qué mal. Estabas dispuesto a matar a Parker por la misma razón hace veinte minutos, así que no seas un hipócrita.
—Al diablo con Parker. Él no te conoce como yo.
—Anda, Harry. Vamos a quitarte la ropa y meterte a la cama.
—De eso es de lo que estoy hablando. —rió entre dientes.
— ¿Cuánto has bebido? —pregunté, consiguiendo finalmente poner mi pie entre sus piernas.
—Lo suficiente. —sonrió, tirando del dobladillo de mi vestido.
—Probablemente superaste lo suficiente hace mucho, —le dije, dándole una palmada en la mano. Coloqué mi rodilla en el colchón junto a él y tirando de su camisa sobre su cabeza. Intentó tomarme otra vez pero lo agarré de la muñeca, oliendo el hedor de acre en el aire—. Dios, Hazza, apestas a Jack Daniels. (Marca de whisky)
—Jim Beam —corrigió con una inclinación ebria.
—Huele a madera quemada y productos químicos.
—Sabe así, también. —dijo riendo. Abrí la hebilla de su cinturón y tiré de los bucles. Se echó a reír con las sacudidas del movimiento y luego levantó la cabeza para mirarme—. Es mejor que cuides tu virginidad, Pidge. Sabes que me gusta duro.
—Cállate. —dije, desabrochándole los pantalones vaqueros, deslizándolos hacia abajo sobre sus caderas y luego sus piernas. Tiré los vaqueros al suelo y me paré con las manos en mis caderas, mi respiración era dificultosa. Sus piernas estaban colgando de la cama, sus ojos cerrados y su respiración profunda y pesada. Se había quedado dormido.
Tomé una respiración profunda y caminé al armario. Sacudiendo mi cabeza mientras revolvía la ropa. Abrí la cremallera del vestido y lo empujé hacia abajo sobre mis caderas, dejándolo caer hasta los tobillos. Lo pateé a la esquina, deshice la cola de caballo, sacudiendo el pelo.
El armario estaba lleno de su ropa y la mía, solté una respiración, soplando mi cabello fuera de mi rostro mientras buscaba a través del desorden por una camiseta. Mientras que retiraba una de la percha, Harry se estrelló contra mi espalda, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura.
— ¡Me asustaste hasta la mierda! —Me quejé.
Deslizó sus manos sobre mi piel. Me di cuenta de que se sentían diferentes; lentos y pausados. Cerré los ojos cuando tiró de mí contra él y enterró su cara en mi pelo, acariciando mi cuello. El sentir su piel desnuda contra la mía, hizo que me tomara un momento para protestar.
—Harry...
Tiró de mi pelo a un lado y rozó sus labios a lo largo de mi espalda, de un hombro a otro, soltando el broche de mi sujetador. Besó la piel desnuda en la base de mi cuello y cerré los ojos, la cálida suavidad de su boca se sentía demasiado bien para detenerlo. Un silencioso gemido escapó de su garganta cuando él apretó su pelvis contra la mía, y pude sentir lo mucho que me deseaba a través de sus bóxers. Contuve la respiración, sabiendo que lo único que nos mantenía de ese gran paso que hace momentos estaba en contra eran sólo dos piezas de tela delgada.
Harry me volvió hacia él y luego presionó contra mí, inclinando mi espalda contra la pared. Nuestros ojos se encontraron, y pude ver el dolor en su expresión mientras analizaba mi piel desnuda. Lo había visto persuadir a las mujeres, pero esto era diferente. Él no me quería conquistar; él quería que le dijera que sí.
Se inclinó para besarme, deteniéndose a tan sólo una pulgada de distancia. Podía sentir el calor radiando de su piel contra mis labios, y tuve que detenerme a mí misma de atraerlo el resto del camino. Sus dedos se clavaron en mi piel mientras él deliberaba, y luego sus manos se deslizaron desde mi espalda hasta el dobladillo de mi ropa interior. Su dedo índice se deslizó por mis caderas, entre mi piel y el tejido de encaje, y en el momento en que estaba a punto de tirar hacia abajo los delicados hilos, dudó. Justo cuando abrí la boca para decir sí, cerró los ojos.
—No así. —susurró, rozando sus labios contra los míos—. Te deseo, pero no sucederá así.
Se tambaleó hacia atrás, cayendo sobre su espalda en la cama, y yo me quedé por un momento con los brazos cruzados a través de mi estómago. Cuando su respiración se reguló, metí mis brazos a través de la camisa que aún tenía en la mano y tiré de ella sobre mi cabeza. Harry no se movió y dejé escapar una respiración de alivio, sabiendo que no podría contenernos a cualquiera de nosotros si él se despertaba con una menos honorable perspectiva.
Me apresuré al sillón reclinable y me desplomé en él, cubriendo mi cara con mis manos. Sentí las capas de frustración danzando de un lado a otro para luego estrellarse en sí dentro de mí. Parker se había ido sintiéndose menospreciado, Harry esperó hasta que yo estaba viendo a alguien—alguien quien realmente me gustaba—para mostrar un interés en mí y yo parecía ser la única chica con la cual no era capaz de dormir, incluso, cuando estaba ebrio.
A la mañana siguiente, serví el jugo de naranja en un vaso grande y tomé un sorbo mientras sacudía la cabeza al ritmo de la música que descendía de mi iPod. Me había despertado antes de que saliera el sol, y luego me retorcí en el sillón hasta las ocho. Después de eso, decidí limpiar la cocina para pasar el rato hasta que mis menos ambiciosos compañeros se despertaran. Había cargado el lavavajillas, barrido y trapeado, y luego limpié los mostradores. Cuando la cocina estaba reluciente, agarré la cesta de ropa limpia y me senté en el sofá, doblándola hasta que hubo más de una docena de pilas de ella rodeándome.
Murmullos provinieron de la habitación de Louis. Eleanor rió y luego se quedó en silencio unos minutos más, seguido por ruidos que me hicieron sentir un poco incómoda estar sentada sola en la sala de estar.
Apilé los montones de ropa doblada en la cesta y la llevé a la habitación de Harry, sonriendo al ver que no se había movido del lugar donde cayó la noche anterior. Dejé la cesta en el suelo y tiré de la sábana sobre él, ahogando una risa cuando se dio la vuelta.
—Ven, Pigeon —dijo, murmurando algo inaudible antes de que su respiración se tornara lenta y profunda.
No pude evitar verlo dormir, sabiendo que él estaba soñando sobre mí envió una emoción a través de mis venas que no podía explicar. Harry se quedó en silencio, así que tomé una ducha, esperando el sonido de que alguien despierto calmaría los gemidos de Louis y Eleanor y los crujidos y los golpes contra la pared. Cuando apagué el agua, me di cuenta de que ellos no estaban preocupados de quién los pudiera escuchar.
Me peiné, poniendo los ojos en blanco ante los gritos de Eleanor, más pareciendo a un perro de lana que a una estrella de porno. El timbre de la puerta sonó y agarré mi bata azul y ajusté el cinturón, trotando a través de la habitación hacia la puerta. Los ruidos de la habitación de Louis se detuvieron de inmediato y abrí la puerta para encontrarme con un Parker sonriente.
—Buenos días —dijo.
Retiré mi pelo mojado hacia atrás con los dedos.
— ¿Qué estás haciendo aquí?
—No me gustó la forma en que nos despedimos ayer por la noche. Salí esta mañana para buscar tu regalo de cumpleaños, y no podía esperar para dártelo. Así que —dijo, sacando una caja brillante del bolsillo de la chaqueta—, feliz cumpleaños, Butterfly.
Puso el paquete en mi mano y me incliné para besarlo en la mejilla.
— Gracias.
—Ábrelo. Quiero ver tu cara cuando lo hagas.
Metí el dedo por debajo de la cinta en la parte inferior de la caja y luego retiré el papel, entregándoselo. Una pulsera de brillantes diamantes reposaba en la caja.
—Parker. —susurré.
Sonrió.
— ¿Te gusta?
—Por supuesto —dije sosteniendo el brazalete en frente de mi cara en admiración—, pero es demasiado. No podría aceptar esto aunque hubiésemos estado saliendo por un año, mucho menos a la semana.
Parker hizo una mueca.
—Pensé que dirías eso. Busqué de arriba a abajo toda la mañana por tu perfecto regalo de cumpleaños, y cuando lo vi, supe que sólo había un lugar donde debía pertenecer —dijo, tomándolo de mis dedos y colocándolo alrededor de mi muñeca—. Y tenía razón. Se ve increíble en ti.
Levanté mi muñeca y sacudí la cabeza, hipnotizada por el brillo de colores que desprendían a la luz del sol.
—Es lo más hermoso que he visto. Nadie nunca me había dado algo tan... —caro vino a mi mente, pero no quería decir eso—, elaborado. No sé qué decir.
Parker se echó a reír y luego besó mi mejilla.
—Di que lo llevarás mañana.
Sonreí de oreja a oreja.
—Lo llevaré —le dije, observando mi muñeca.
—Me alegro que te guste. La expresión en tu rostro vale la pena por las siete tiendas a las que fui.
Suspiré.
— ¿Fuiste a siete tiendas? —Él asintió con la cabeza y tomé su rostro entre mis manos—. Gracias. Es perfecto —le dije, besándolo rápidamente.
Me abrazó fuerte.
—Tengo que irme. Tengo un almuerzo con mis padres, pero te llamo después, ¿de acuerdo?
—Está bien. ¡Gracias! —Llamé detrás de él, mirándolo trotar por las escaleras.
Me apresuré a entrar en el apartamento, sin poder apartar los ojos de mi muñeca.
— ¡Mierda, ______! —Dijo Eleanor, tomando mi mano—. ¿De dónde sacaste esto?
—Parker lo trajo. Es mi regalo de cumpleaños —le dije.
Eleanor me miró boquiabierta y luego hacia a la pulsera.
— ¿Él te compró una pulsera de diamantes? ¿Después de una semana? Si no lo supiera mejor, ¡diría que tienes una entrepierna mágica!
Me reí en voz alta, comenzando un ridículo festival de risa en la sala de estar.
Louis salió de su habitación, viéndose cansado y satisfecho. — ¿Sobre qué están chillando los pastelitos de frutas?
Eleanor levantó mi muñeca.
— ¡Mira! ¡Su regalo de cumpleaños de Parker!
Louis entrecerró los ojos y después se agrandaron.
—Vaya.
— ¿Verdad que sí? —dijo Eleanor, asintiendo con la cabeza.
Harry tropezó en la vuelta de la esquina, pareciendo un poco enfermo.
— Ustedes son jodidamente ruidosos —gimió, abotonándose sus vaqueros.
—Lo siento —le dije, tirando de mi mano del agarre de Eleanor. Nuestro casi-momento se deslizó en mi mente y parecía que no podía verlo a los ojos.
Se tomó el resto de mi jugo de naranja y luego se secó su boca.
— ¿Quién diablos me dejó beber tanto ayer por la noche?
Eleanor se burló.
—Tú lo hiciste. Te fuiste a comprar un quinto después de que _______ se fuese con Parker y arruinaste todo el asunto cuando ella regresó.
—Maldita sea —dijo, sacudiendo la cabeza—. ¿Te divertiste? —Preguntó, mirándome.
— ¿Hablas en serio? —Pregunté, mostrando mi ira antes de pensarlo.
— ¿Qué?
Eleanor se echó a reír.
—La sacaste del coche de Parker, viendo todo rojo cuando los sorprendiste acaramelados como estudiantes de secundaria. ¡Empañaron las ventanas y todo!
Los ojos de Harry se desenfocaron, buscando los recuerdos de la noche anterior en su mente. Traté de sofocar mi temperamento. Si él no recordaba sacándome del coche, entonces no recordaría que estuve a punto de entregarle mi virginidad en una bandeja de plata.
— ¿Qué tan cabreada estás? —preguntó, haciendo una mueca.
—Bastante. —Estaba furiosa de que mis sentimientos no tenían nada que ver con Parker. Apreté la bata y pisoteé por el pasillo. Los pasos de Harry estaban detrás de mí.
—Pidge —dijo, capturando la puerta cuando la cerré en su cara. Poco a poco la abrió y se puso delante de mí, esperando para sufrir ante mi ira.
— ¿No recuerdas nada de lo que me dijiste la noche anterior? —Le pregunté.
—No. ¿Por qué? ¿Fui grosero contigo? —Sus ojos inyectados de sangre estaban cargados de preocupación, lo que sólo sirvió para amplificar mi ira.
— ¡No, no fuiste grosero conmigo! Tú... nosotros... —Cubrí mis ojos con mis manos y luego me congelé cuando sentí la mano de Harry en mi muñeca.
— ¿De dónde salió esto? —dijo, mirando la pulsera.
—Es mía. —le dije, alejándome de él.
Él no quitaba los ojos de encima de mi muñeca.
—Nunca la había visto antes. Parece nueva.
—Lo es.
— ¿De dónde la has sacado?
—Parker me la dio hace unos quince minutos —le dije, mirando su expresión pasar de la confusión a la ira.
— ¿Qué diablos estaba haciendo ese imbécil aquí? ¿Pasó la noche aquí? —Preguntó, levantando la voz con cada pregunta.
Me crucé de brazos.
—Él fue de compras en busca de mi regalo de cumpleaños esta mañana y lo trajo.
—No es tu cumpleaños, todavía. —Su rostro se volvió en un intenso color rojo mientras intentaba mantener su temperamento bajo control.
—No podía esperar. —dije, levantando la barbilla con orgullo.
—No es de extrañar que tuve que arrastrar tu trasero de su coche, parece que tú... —Se detuvo, presionando sus labios.
Entrecerré los ojos.
— ¿Qué? Parece como si estuviera, ¿Qué?
Su mandíbula se tensó y tomó una respiración profunda, soplando a través de su nariz.
—Nada. Estoy cabreado e iba a decir algo que no quería decir.
—Nunca te has detenido antes.
—Lo sé. Estoy trabajando en ello —dijo caminando hacia la puerta—. Dejaré que te vistas.
Cuando tomó el pomo, se detuvo, frotándose el brazo. Tan pronto como sus dedos tocaron el morete purpura que se acumulaba bajo su piel, levantó su codo y vio la contusión. Él la miró por un momento y luego se volvió hacia mí.
—Me caí en las escaleras la noche anterior. Y tú me ayudaste a llegar a la cama... —dijo, analizando las imágenes borrosas en su mente.
Mi corazón latía con fuerza y tragué saliva cuando noté que lo había recordado. Sus ojos se estrecharon.
—Nosotros —comenzó, dando un paso hacia mí, mirando el armario y luego a la cama.
—No, no lo hicimos. No pasó nada —dije, sacudiendo la cabeza.
Se encogió, la memoria, obviamente, repitiéndose en su mente.
— Empañaron las ventanas de Parker, te saqué del coche y después traté de... — dijo, sacudiendo la cabeza. Se dio la vuelta hacia la puerta y cogió el pomo, sus nudillos blancos—. Estás volviéndome en un jodido psicópata, Pigeon —gruñó sobre su hombro—. No puedo pensar bien cuando estoy cerca de ti.
— ¿Así que es mi culpa?
Se dio la vuelta. Sus ojos se posaron en de mi rostro a mi bata, a mis piernas y luego a los pies, después volviendo a mis ojos.
—No sé. Mi memoria es un poco confusa... pero no recuerdo que dijeras que no.
Di un paso adelante, dispuesta a discutir ese hecho irreverente, pero no pude. Él estaba en lo cierto.
— ¿Qué quieres que diga, Harry?
Miró la pulsera y luego a mí con ojos acusadores.
— ¿Estabas esperando que no lo recordara?
— ¡No! ¡Estaba furiosa porque se te olvidó!
Sus ojos verdes se clavaron en los míos.
— ¿Por qué?
—Porque si yo... si nosotros... ¡No sé por qué! ¡Sólo lo estaba!
Él atravesó por la habitación, deteniéndose a centímetros de mí. Sus manos tocaron cada lado de mi rostro.
— ¿Qué estamos haciendo, Pidge?
Mis ojos comenzaron en su cinturón y luego se deslizaron sobre los músculos y tatuajes de su estómago y pecho, reposando, finalmente, en el cálido color verde fugaz de sus ojos.
—Tú dímelo.
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¡Lo lamentooooo! Sé que no dejé capítulo la semana pasada, pero me fui de vacaciones y se me olvidó avisarles, anoche les iba a publicar pero no alcancé. Aquí se los dejó. Espete CAP me da risa y también es algo erótico e.é Besos.
Le dedico el capítulo a mi Muffin, Sofí -Lau
Canción Recomendada: Lego House— Ed Sheeran.
La cita por la noche superó todas mis expectativas. Comimos comida china mientras yo reía ante las habilidades de Parker con los palillos. Cuando él me llevó a casa, Harry abrió antes de que pudiera darme un beso. Cuando salimos el miércoles por la noche, Parker se aseguró de besarme en el coche.
El jueves durante el almuerzo, Parker me encontró en la cafetería y sorprendió a todos cuando se sentó en el lugar de Harry. Cuando Harry terminó su cigarrillo y entró, caminó pasando a Parker con indiferencia, sentándose al final de la mesa. Caroline se acercó a él, pero se mostró decepcionada cuando él la despidió con la mano. Después de eso, todos en la mesa estaban en silencio y me resultaba difícil concentrarme en cualquier cosa que Parker decía.
—Asumo que no estaba invitado —dijo Parker, capturando mi atención.
— ¿Qué?
—He oído que tu fiesta de cumpleaños es el domingo. ¿No estoy invitado?
Eleanor miró a Harry, quien miró a Parker, como si estuviera a punto de arrancarle la cabeza.
—Era una fiesta sorpresa, Parker. —dijo Eleanor en voz baja.
—Oh. —dijo Parker, encogiéndose.
— ¿Me estás dando una fiesta sorpresa? —Le pregunté a Eleanor.
Ella se encogió de hombros.
—La idea fue de Hazza. Es en el lugar de Brasil el domingo. Seis de la tarde.
Las mejillas de Parker se tornaron de un rojo tenue.
—Supongo que ahora realmente no estoy invitado.
— ¡No! ¡Por supuesto que lo estás! —dije, sosteniendo su mano por encima de la mesa. Doce pares de ojos se centraron en nuestras manos. Pude notar que Parker estaba tan incómodo con la atención al igual que yo, así que retiré mi mano.
Parker se puso de pie.
—Tengo algunas cosas que hacer antes de clases. Te llamaré más tarde.
—Está bien. —dije, ofreciéndole una sonrisa de disculpa.
Parker se inclinó sobre la mesa y me besó en los labios. El silencio en la mesa se prolongó y Eleanor me dio un codazo después de que Parker se marchó.
— ¿No es espeluznante cómo todo el mundo te mira? —Susurró. Ella miró a su alrededor con el ceño fruncido—. ¿Qué? —Gritó Eleanor—. ¡Ocúpense de sus asuntos, pervertidos!
Uno por uno se volvieron hacia otro lado y los murmullos continuaron.
Me cubrí los ojos con las manos.
—Sabes, antes era patética porque pensaban que era la novia de Harry. Ahora soy mala porque todo el mundo piensa que estoy rebotando entre Harry y Parker como una pelota de ping pon. —Cuando Eleanor no hizo ningún comentario, la miré—. ¿Qué? ¡No me digas que tú también crees esa mierda!
— ¡No he dicho nada! —dijo.
La miré con incredulidad.
— ¿Pero eso es lo que tú piensas?
Eleanor negó con la cabeza, pero no dijo nada más. Las heladas miradas de los otros estudiantes de pronto eran aparentes y me puse de pie, caminando hasta el final de la mesa.
—Tenemos que hablar. —dije, tocando el hombro de Harry. Traté de sonar amable, pero la ira burbujeando dentro de mí provocó un filo a mis palabras. La población estudiantil, incluyendo mi mejor amiga, pensaba que estaba haciendo malabares con dos hombres. Sólo había una solución.
—Pues habla —dijo Harry, lanzando algo empanado y frito en su boca.
Me inquieté, notando las miradas curiosas de todos a nuestro alcance. Cuando Harry seguía sin moverse, lo agarré del brazo y le di un buen tirón. Se levantó y me siguió afuera con una sonrisa en su rostro.
— ¿Qué, Pidge? —dijo, mirando de mi mano a su brazo y luego a mí.
—Tienes que dejarme salir de la apuesta —le supliqué.
Su cara cayó.
— ¿Te quieres ir? ¿Por qué? ¿Qué he hecho?
—No hiciste nada, Hazza. ¿No has notado a todo el mundo mirándonos? Estoy convirtiéndome rápidamente en la paria de la Universidad de Eastern.
Harry sacudió la cabeza y encendió un cigarrillo.
—No es mi problema.
—Sí, lo es. Parker dijo que todo el mundo piensa que tiene deseos de morir porque estás enamorado de mí.
Las cejas de Harry se levantaron y se atragantó con el soplo de humo que acababa de inhalar.
— ¿La gente está diciendo eso? —dijo, mientras tocía.
Asentí con la cabeza. Miró a lo lejos con los ojos muy abiertos, tomando otra calada.
— ¡Harry! ¡Tienes que dejarme salir de la apuesta! No puedo salir con Parker y vivir contigo al mismo tiempo. ¡Se ve terrible!
—Deja de salir con Parker.
Lo fulminé con la mirada.
—Ese no es el problema y lo sabes.
— ¿Es esa la única razón por la que quieres irte? ¿Por lo que dice la gente?
—Por lo menos antes yo era la tonta y tú eras el tipo malo. —me quejé.
—Responde la pregunta, Pidge.
— ¡Sí!
Harry miró más allá de mí a los estudiantes que entraban y salían de la cafetería. Él estaba deliberando y me impacienté mientras él tomaba su decisión.
Finalmente, se mantuvo firme, resuelto.
—No.
Negué con la cabeza, segura de haber entendido mal.
— ¿Disculpa?
—No. Tú misma lo dijiste: una apuesta es una apuesta. Después del mes, estarás con Parker, él se convertirá en un médico, se casarán y tendrán hijos y nunca te volveré a ver. —Hizo una mueca ante sus propias palabras—. Aún tengo tres semanas. No las dejaré pasar por chismes en el comedor.
Miré a través de la ventana de cristal para ver a todos en la cafetería mirándonos. La atención no deseada hizo que mis ojos ardieran. Pasé junto a él para dirigirme a la siguiente clase.
—Pigeon —llamó Harry después de mí. No me di la vuelta.
Esa noche, Eleanor se sentó en el suelo de azulejo del cuarto de baño, balbuceando sobre chicos mientras yo estaba en frente del espejo haciendo de mi pelo en una coleta. Sólo escuchaba a medias, pensando en que tan paciente Harry había sido—para Harry—sabiendo que a él no le gustaba la idea de Parker recogiéndome de su apartamento casi todas las noches.
La expresión del rostro de Harry destelló en mi mente cuando le pedí que me dejara salir de la apuesta, y nuevamente cuando le dije que la gente decía que él estaba enamorado de mí. No podía dejar de preguntarme por qué él no lo negó.
—Bueno, Lou piensa que estás siendo demasiada dura con él. Él nunca ha tenido a nadie lo suficiente importante para....
Harry asomó la cabeza y sonrió mientras miraba mi cabello alborotado.
— ¿Quieres ir a cenar? —Preguntó.
Eleanor se puso de pie para mirarse en el espejo, pasando sus dedos por su pelo dorado.
—Lou quiere visitar el nuevo lugar Mexicano en el centro si ustedes quieren ir.
Harry sacudió la cabeza.
—Pensé que Pidge y yo podríamos ir solos esta noche.
—Voy a salir con Parker.
— ¿Otra vez? —dijo, molesto.
—Otra vez —le dije con una voz cantarina.
El timbre de la puerta sonó y me apresuré para abrirla. Parker estaba delante de mí, su rubia cabellera ondulada encima de su recién cara afeitada.
— ¿Alguna vez te vez menos que magnifica? —preguntó Parker.
—Basándome en la primera vez que vino aquí, tendré que decir que sí — dijo Harry detrás de mí.
Puse los ojos en blanco y sonreí, levantando un dedo hacia Parker, señalándole que esperara. Me volví y eché los brazos alrededor de Harry. Se puso rígido con sorpresa y luego se relajó, tirando fuertemente de mí hacia él.
Miré a sus ojos y sonreí.
—Gracias por organizar mi fiesta de cumpleaños. ¿Puedo tomar un vale para la cena?
Una docena de emociones se desplazaron por la cara de Harry, y entonces, las comisuras de sus labios se elevaron.
— ¿Mañana?
Lo abracé y sonreí.
—Absolutamente. —Me despedí de él mientras Parker me tomaba de la mano.
— ¿Qué fue eso? —Preguntó Parker.
—No hemos estado llevándonos bien últimamente. Esa fue mi versión de una rama de olivo.
— ¿Debería preocuparme? —preguntó, abriendo la puerta.
—No. —dije sonriendo, besando su mejilla.
En la cena, Parker habló de Harvard, de la Casa y sus planes de buscar un apartamento. Sus cejas se juntaron.
— ¿Te escoltará Harry a tu fiesta de cumpleaños?
—No estoy muy segura. No ha dicho nada al respecto.
—Si no le importa, me gustaría llevarte. —Él tomó mi mano y me besó los dedos.
—Le voy a preguntar. La fiesta fue su idea, así que...
—Lo entiendo. Si no, te veré allí. —sonrió.
Parker me llevó al apartamento, aparcando en el estacionamiento. Cuando me besó, sus labios se mantuvieron en los míos. Tiró del freno de mano mientras sus labios viajaron a lo largo de mi mandíbula al oído, y luego hacia mi cuello. Me tomó por sorpresa y dejé escapar un suspiro en respuesta.
—Eres tan hermosa —susurró—. He estado distraído durante toda la noche, con tu pelo retirado fuera de tu cuello. —Él repartió besos por mi cuello y exhalé, un gemido escapando con mi aliento.
— ¿Por qué tardaste tanto? —Sonreí, levantando mi barbilla para darle mejor acceso.
Parker se enfocó en mis labios. Agarró cada lado de mi cara, dándome un beso un poco más firme que de costumbre. No teníamos mucho espacio en el coche, pero hicimos que el reducido espacio estuviera a nuestro favor. Se apoyó en mí, doblé mi rodilla cuando me dejé caer contra la ventana. Su lengua se deslizó dentro de mi boca y su mano tomó mi tobillo y luego la deslizó a lo largo de mi pierna a mi muslo. Las ventanas se empañaron en minutos con nuestra respiración dificultosa, pegándose en las heladas ventanas. Sus labios rozaron mi clavícula y luego su cabeza se elevó cuando el cristal vibró con varios golpes fuertes.
Parker se sentó y yo me enderecé, ajustando mi vestido. Di un salto cuando la puerta se abrió. Harry y Eleanor estaban al lado del coche. Eleanor tenía una expresión simpática y Harry parecía estar a punto de una rabieta.
— ¿Qué demonios, Harry? —Gritó Parker.
De pronto, la situación se sintió peligrosa. Nunca había oído a Parker levantar la voz, los nudillos de Harry estaban blancos mientras él apretaba sus manos en puños a los costados—y yo estaba en medio.
La mano de Eleanor parecía minúscula cuando la colocó en el voluminoso brazo de Harry, sacudiendo la cabeza hacia Parker en una alerta silenciosa.
—Vamos, ______. Necesito hablar contigo —dijo.
— ¿Sobre qué?
— ¡Sólo ven! —gritó.
Miré a Parker, viendo la irritación en sus ojos.
—Lo siento, me tengo que ir.
—No, está bien. Ve.
Harry me ayudó a salir del Porsche y luego pateó la puerta, cerrándola. Me volteé, interponiéndome entre él y el coche, empujando su hombro.
— ¿Qué te pasa? ¡Basta!
Eleanor parecía nerviosa. No tomó mucho tiempo saber por qué. Harry olía a whisky; ella había insistido en acompañarlo o él le había pedido que viniera. De cualquier manera, ella era un elemento de disuasión a la violencia.
Las ruedas del Porsche de Parker chillaron fuera del estacionamiento y Harry encendió un cigarrillo.
—Puedes entrar, Eli.
Ella tiró de mi falda.
—Vamos, _______.
— ¿Por qué no te quedas, Butterfly? —Bulló.
Asentí con la cabeza para que Eleanor siguiera adelante y de mala gana ella cumplió. Me crucé de brazos, lista para una pelea, preparándome para arremeterlo contra la inevitable charla. Harry tomó varias caladas de su cigarrillo y cuando fue obvio que él no iba a explicar nada, mi paciencia se agotó.
— ¿Por qué hiciste eso? —Le pregunté.
— ¿Por qué? ¡Porque estaba follándote delante de mi apartamento! — Gritó. Sus ojos estaban desenfocados y podía ver que él era incapaz de tener una conversación racional.
Mantuve mi voz tranquila.
—Puede que esté quedándome en tu casa, pero lo que hago, y con quien lo haga, es mi problema.
Tiró el cigarrillo al suelo.
—Eres mucho mejor que eso, Pidge. No dejes que te folle en un coche como una barata cita de graduación.
— ¡No iba a tener relaciones sexuales con él!
Hizo un gesto hacia el espacio vacío donde el coche de Parker estaba.
— ¿Qué estaban haciendo, entonces?
— ¿Nunca has besado a alguien sin que llegue a nada más?
Frunció el ceño y sacudió la cabeza como si estuviera hablando galimatías.
— ¿Cuál es el punto en eso?
—Es el concepto que existe para mucha gente... sobre todo para aquellos que tienen citas.
—Todas las ventanas estaban empañadas, el coche se estaba sacudiendo... ¿Cómo iba yo a saber? —dijo, agitando sus brazos en la dirección del estacionamiento vacío.
— ¡Tal vez no deberías espiarme!
Se frotó la cara y sacudió la cabeza.
—No puedo soportar esto, Pigeon. Siento que me estoy volviendo loco.
Tiré mis manos al aire y las dejé caer golpeando mis muslos.
— ¿No puedes soportar qué?
—Si tú duermes con él, no quiero saberlo. Iré a la cárcel por mucho tiempo si me entero que... simplemente no me lo digas.
—Harry —bullí—. ¡No puedo creer que hayas dicho eso! ¡Eso es un gran paso para mí!
— ¡Eso es lo que todas las chicas dicen!
— ¡No me refiero a las putas con las que lidias! ¡Me refiero a mí! —Dije,
sosteniendo mi mano contra mi pecho—. ¡Yo no he... ugh! No importa.
Me alejé de él, pero me agarró del brazo, girándome hacia él.
— ¿Tú no qué? —preguntó. No le respondí; no tenía que hacerlo. Podía ver el reconocimiento atravesar su rostro y se rió una vez—. ¿Eres virgen?
— ¿Y qué? —dije, la sangre arremolinándose en mis mejillas.
Sus ojos se dirigieron a los míos.
—Es por eso que Eleanor estaba tan segura que no irías tan lejos.
—Tuve el mismo novio los cuatro años de escuela secundaria. ¡Él era un aspirante a ministro bautista! ¡Esto nunca fue un tema para nosotros!
La ira de Harry se desvaneció y el alivio era evidente en sus ojos.
— ¿Un ministro de la juventud? ¿Qué pasó después de toda la dura abstinencia?
—Él quería casarse y quedarse en... Kansas. Yo no lo hacía. —Estaba desesperada por cambiar de tema. La diversión en los ojos de Harry era lo suficientemente humillante. No quería que él cavara más lejos en mi pasado.
Dio un paso hacia mí y sostuvo cada lado de mi cara.
—Virgen —dijo, sacudiendo la cabeza—. Nunca me lo hubiera imaginado con la forma en que bailaste en The Red.
—Muy gracioso. —le dije, dirigiéndome a las escaleras.
Harry intentó seguirme, pero tropezó y cayó, volviéndose boca arriba y riendo histéricamente.
— ¿Qué estás haciendo? ¡Levántate! —dije, ayudándolo a ponerse de pie.
Enganchó su brazo alrededor de mi cuello y le ayudé a subir las escaleras. Louis y Eleanor ya estaban en cama, por lo que sin ayuda a plena vista, me quité los tacones para evitar romperme los tobillos al guiar a Harry a la habitación. Cayó de espaldas a la cama, tirando de mí con él.
Cuando aterrizamos, mi cara estaba a pocos centímetros de la suya. Su expresión era repentinamente seria. Se inclinó, casi besándome, pero lo alejé. Las cejas de Harry se elevaron.
—Ya basta, Hazza —dije.
Me abrazó fuertemente contra él hasta que dejé de luchar y luego alejó la correa de mi vestido, haciendo que ésta colgara de mi hombro.
—Desde que la palabra virgen salió de tus labios... tengo una urgencia repentina de ayudarte a salir de este vestido.
—Qué mal. Estabas dispuesto a matar a Parker por la misma razón hace veinte minutos, así que no seas un hipócrita.
—Al diablo con Parker. Él no te conoce como yo.
—Anda, Harry. Vamos a quitarte la ropa y meterte a la cama.
—De eso es de lo que estoy hablando. —rió entre dientes.
— ¿Cuánto has bebido? —pregunté, consiguiendo finalmente poner mi pie entre sus piernas.
—Lo suficiente. —sonrió, tirando del dobladillo de mi vestido.
—Probablemente superaste lo suficiente hace mucho, —le dije, dándole una palmada en la mano. Coloqué mi rodilla en el colchón junto a él y tirando de su camisa sobre su cabeza. Intentó tomarme otra vez pero lo agarré de la muñeca, oliendo el hedor de acre en el aire—. Dios, Hazza, apestas a Jack Daniels. (Marca de whisky)
—Jim Beam —corrigió con una inclinación ebria.
—Huele a madera quemada y productos químicos.
—Sabe así, también. —dijo riendo. Abrí la hebilla de su cinturón y tiré de los bucles. Se echó a reír con las sacudidas del movimiento y luego levantó la cabeza para mirarme—. Es mejor que cuides tu virginidad, Pidge. Sabes que me gusta duro.
—Cállate. —dije, desabrochándole los pantalones vaqueros, deslizándolos hacia abajo sobre sus caderas y luego sus piernas. Tiré los vaqueros al suelo y me paré con las manos en mis caderas, mi respiración era dificultosa. Sus piernas estaban colgando de la cama, sus ojos cerrados y su respiración profunda y pesada. Se había quedado dormido.
Tomé una respiración profunda y caminé al armario. Sacudiendo mi cabeza mientras revolvía la ropa. Abrí la cremallera del vestido y lo empujé hacia abajo sobre mis caderas, dejándolo caer hasta los tobillos. Lo pateé a la esquina, deshice la cola de caballo, sacudiendo el pelo.
El armario estaba lleno de su ropa y la mía, solté una respiración, soplando mi cabello fuera de mi rostro mientras buscaba a través del desorden por una camiseta. Mientras que retiraba una de la percha, Harry se estrelló contra mi espalda, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura.
— ¡Me asustaste hasta la mierda! —Me quejé.
Deslizó sus manos sobre mi piel. Me di cuenta de que se sentían diferentes; lentos y pausados. Cerré los ojos cuando tiró de mí contra él y enterró su cara en mi pelo, acariciando mi cuello. El sentir su piel desnuda contra la mía, hizo que me tomara un momento para protestar.
—Harry...
Tiró de mi pelo a un lado y rozó sus labios a lo largo de mi espalda, de un hombro a otro, soltando el broche de mi sujetador. Besó la piel desnuda en la base de mi cuello y cerré los ojos, la cálida suavidad de su boca se sentía demasiado bien para detenerlo. Un silencioso gemido escapó de su garganta cuando él apretó su pelvis contra la mía, y pude sentir lo mucho que me deseaba a través de sus bóxers. Contuve la respiración, sabiendo que lo único que nos mantenía de ese gran paso que hace momentos estaba en contra eran sólo dos piezas de tela delgada.
Harry me volvió hacia él y luego presionó contra mí, inclinando mi espalda contra la pared. Nuestros ojos se encontraron, y pude ver el dolor en su expresión mientras analizaba mi piel desnuda. Lo había visto persuadir a las mujeres, pero esto era diferente. Él no me quería conquistar; él quería que le dijera que sí.
Se inclinó para besarme, deteniéndose a tan sólo una pulgada de distancia. Podía sentir el calor radiando de su piel contra mis labios, y tuve que detenerme a mí misma de atraerlo el resto del camino. Sus dedos se clavaron en mi piel mientras él deliberaba, y luego sus manos se deslizaron desde mi espalda hasta el dobladillo de mi ropa interior. Su dedo índice se deslizó por mis caderas, entre mi piel y el tejido de encaje, y en el momento en que estaba a punto de tirar hacia abajo los delicados hilos, dudó. Justo cuando abrí la boca para decir sí, cerró los ojos.
—No así. —susurró, rozando sus labios contra los míos—. Te deseo, pero no sucederá así.
Se tambaleó hacia atrás, cayendo sobre su espalda en la cama, y yo me quedé por un momento con los brazos cruzados a través de mi estómago. Cuando su respiración se reguló, metí mis brazos a través de la camisa que aún tenía en la mano y tiré de ella sobre mi cabeza. Harry no se movió y dejé escapar una respiración de alivio, sabiendo que no podría contenernos a cualquiera de nosotros si él se despertaba con una menos honorable perspectiva.
Me apresuré al sillón reclinable y me desplomé en él, cubriendo mi cara con mis manos. Sentí las capas de frustración danzando de un lado a otro para luego estrellarse en sí dentro de mí. Parker se había ido sintiéndose menospreciado, Harry esperó hasta que yo estaba viendo a alguien—alguien quien realmente me gustaba—para mostrar un interés en mí y yo parecía ser la única chica con la cual no era capaz de dormir, incluso, cuando estaba ebrio.
A la mañana siguiente, serví el jugo de naranja en un vaso grande y tomé un sorbo mientras sacudía la cabeza al ritmo de la música que descendía de mi iPod. Me había despertado antes de que saliera el sol, y luego me retorcí en el sillón hasta las ocho. Después de eso, decidí limpiar la cocina para pasar el rato hasta que mis menos ambiciosos compañeros se despertaran. Había cargado el lavavajillas, barrido y trapeado, y luego limpié los mostradores. Cuando la cocina estaba reluciente, agarré la cesta de ropa limpia y me senté en el sofá, doblándola hasta que hubo más de una docena de pilas de ella rodeándome.
Murmullos provinieron de la habitación de Louis. Eleanor rió y luego se quedó en silencio unos minutos más, seguido por ruidos que me hicieron sentir un poco incómoda estar sentada sola en la sala de estar.
Apilé los montones de ropa doblada en la cesta y la llevé a la habitación de Harry, sonriendo al ver que no se había movido del lugar donde cayó la noche anterior. Dejé la cesta en el suelo y tiré de la sábana sobre él, ahogando una risa cuando se dio la vuelta.
—Ven, Pigeon —dijo, murmurando algo inaudible antes de que su respiración se tornara lenta y profunda.
No pude evitar verlo dormir, sabiendo que él estaba soñando sobre mí envió una emoción a través de mis venas que no podía explicar. Harry se quedó en silencio, así que tomé una ducha, esperando el sonido de que alguien despierto calmaría los gemidos de Louis y Eleanor y los crujidos y los golpes contra la pared. Cuando apagué el agua, me di cuenta de que ellos no estaban preocupados de quién los pudiera escuchar.
Me peiné, poniendo los ojos en blanco ante los gritos de Eleanor, más pareciendo a un perro de lana que a una estrella de porno. El timbre de la puerta sonó y agarré mi bata azul y ajusté el cinturón, trotando a través de la habitación hacia la puerta. Los ruidos de la habitación de Louis se detuvieron de inmediato y abrí la puerta para encontrarme con un Parker sonriente.
—Buenos días —dijo.
Retiré mi pelo mojado hacia atrás con los dedos.
— ¿Qué estás haciendo aquí?
—No me gustó la forma en que nos despedimos ayer por la noche. Salí esta mañana para buscar tu regalo de cumpleaños, y no podía esperar para dártelo. Así que —dijo, sacando una caja brillante del bolsillo de la chaqueta—, feliz cumpleaños, Butterfly.
Puso el paquete en mi mano y me incliné para besarlo en la mejilla.
— Gracias.
—Ábrelo. Quiero ver tu cara cuando lo hagas.
Metí el dedo por debajo de la cinta en la parte inferior de la caja y luego retiré el papel, entregándoselo. Una pulsera de brillantes diamantes reposaba en la caja.
—Parker. —susurré.
Sonrió.
— ¿Te gusta?
—Por supuesto —dije sosteniendo el brazalete en frente de mi cara en admiración—, pero es demasiado. No podría aceptar esto aunque hubiésemos estado saliendo por un año, mucho menos a la semana.
Parker hizo una mueca.
—Pensé que dirías eso. Busqué de arriba a abajo toda la mañana por tu perfecto regalo de cumpleaños, y cuando lo vi, supe que sólo había un lugar donde debía pertenecer —dijo, tomándolo de mis dedos y colocándolo alrededor de mi muñeca—. Y tenía razón. Se ve increíble en ti.
Levanté mi muñeca y sacudí la cabeza, hipnotizada por el brillo de colores que desprendían a la luz del sol.
—Es lo más hermoso que he visto. Nadie nunca me había dado algo tan... —caro vino a mi mente, pero no quería decir eso—, elaborado. No sé qué decir.
Parker se echó a reír y luego besó mi mejilla.
—Di que lo llevarás mañana.
Sonreí de oreja a oreja.
—Lo llevaré —le dije, observando mi muñeca.
—Me alegro que te guste. La expresión en tu rostro vale la pena por las siete tiendas a las que fui.
Suspiré.
— ¿Fuiste a siete tiendas? —Él asintió con la cabeza y tomé su rostro entre mis manos—. Gracias. Es perfecto —le dije, besándolo rápidamente.
Me abrazó fuerte.
—Tengo que irme. Tengo un almuerzo con mis padres, pero te llamo después, ¿de acuerdo?
—Está bien. ¡Gracias! —Llamé detrás de él, mirándolo trotar por las escaleras.
Me apresuré a entrar en el apartamento, sin poder apartar los ojos de mi muñeca.
— ¡Mierda, ______! —Dijo Eleanor, tomando mi mano—. ¿De dónde sacaste esto?
—Parker lo trajo. Es mi regalo de cumpleaños —le dije.
Eleanor me miró boquiabierta y luego hacia a la pulsera.
— ¿Él te compró una pulsera de diamantes? ¿Después de una semana? Si no lo supiera mejor, ¡diría que tienes una entrepierna mágica!
Me reí en voz alta, comenzando un ridículo festival de risa en la sala de estar.
Louis salió de su habitación, viéndose cansado y satisfecho. — ¿Sobre qué están chillando los pastelitos de frutas?
Eleanor levantó mi muñeca.
— ¡Mira! ¡Su regalo de cumpleaños de Parker!
Louis entrecerró los ojos y después se agrandaron.
—Vaya.
— ¿Verdad que sí? —dijo Eleanor, asintiendo con la cabeza.
Harry tropezó en la vuelta de la esquina, pareciendo un poco enfermo.
— Ustedes son jodidamente ruidosos —gimió, abotonándose sus vaqueros.
—Lo siento —le dije, tirando de mi mano del agarre de Eleanor. Nuestro casi-momento se deslizó en mi mente y parecía que no podía verlo a los ojos.
Se tomó el resto de mi jugo de naranja y luego se secó su boca.
— ¿Quién diablos me dejó beber tanto ayer por la noche?
Eleanor se burló.
—Tú lo hiciste. Te fuiste a comprar un quinto después de que _______ se fuese con Parker y arruinaste todo el asunto cuando ella regresó.
—Maldita sea —dijo, sacudiendo la cabeza—. ¿Te divertiste? —Preguntó, mirándome.
— ¿Hablas en serio? —Pregunté, mostrando mi ira antes de pensarlo.
— ¿Qué?
Eleanor se echó a reír.
—La sacaste del coche de Parker, viendo todo rojo cuando los sorprendiste acaramelados como estudiantes de secundaria. ¡Empañaron las ventanas y todo!
Los ojos de Harry se desenfocaron, buscando los recuerdos de la noche anterior en su mente. Traté de sofocar mi temperamento. Si él no recordaba sacándome del coche, entonces no recordaría que estuve a punto de entregarle mi virginidad en una bandeja de plata.
— ¿Qué tan cabreada estás? —preguntó, haciendo una mueca.
—Bastante. —Estaba furiosa de que mis sentimientos no tenían nada que ver con Parker. Apreté la bata y pisoteé por el pasillo. Los pasos de Harry estaban detrás de mí.
—Pidge —dijo, capturando la puerta cuando la cerré en su cara. Poco a poco la abrió y se puso delante de mí, esperando para sufrir ante mi ira.
— ¿No recuerdas nada de lo que me dijiste la noche anterior? —Le pregunté.
—No. ¿Por qué? ¿Fui grosero contigo? —Sus ojos inyectados de sangre estaban cargados de preocupación, lo que sólo sirvió para amplificar mi ira.
— ¡No, no fuiste grosero conmigo! Tú... nosotros... —Cubrí mis ojos con mis manos y luego me congelé cuando sentí la mano de Harry en mi muñeca.
— ¿De dónde salió esto? —dijo, mirando la pulsera.
—Es mía. —le dije, alejándome de él.
Él no quitaba los ojos de encima de mi muñeca.
—Nunca la había visto antes. Parece nueva.
—Lo es.
— ¿De dónde la has sacado?
—Parker me la dio hace unos quince minutos —le dije, mirando su expresión pasar de la confusión a la ira.
— ¿Qué diablos estaba haciendo ese imbécil aquí? ¿Pasó la noche aquí? —Preguntó, levantando la voz con cada pregunta.
Me crucé de brazos.
—Él fue de compras en busca de mi regalo de cumpleaños esta mañana y lo trajo.
—No es tu cumpleaños, todavía. —Su rostro se volvió en un intenso color rojo mientras intentaba mantener su temperamento bajo control.
—No podía esperar. —dije, levantando la barbilla con orgullo.
—No es de extrañar que tuve que arrastrar tu trasero de su coche, parece que tú... —Se detuvo, presionando sus labios.
Entrecerré los ojos.
— ¿Qué? Parece como si estuviera, ¿Qué?
Su mandíbula se tensó y tomó una respiración profunda, soplando a través de su nariz.
—Nada. Estoy cabreado e iba a decir algo que no quería decir.
—Nunca te has detenido antes.
—Lo sé. Estoy trabajando en ello —dijo caminando hacia la puerta—. Dejaré que te vistas.
Cuando tomó el pomo, se detuvo, frotándose el brazo. Tan pronto como sus dedos tocaron el morete purpura que se acumulaba bajo su piel, levantó su codo y vio la contusión. Él la miró por un momento y luego se volvió hacia mí.
—Me caí en las escaleras la noche anterior. Y tú me ayudaste a llegar a la cama... —dijo, analizando las imágenes borrosas en su mente.
Mi corazón latía con fuerza y tragué saliva cuando noté que lo había recordado. Sus ojos se estrecharon.
—Nosotros —comenzó, dando un paso hacia mí, mirando el armario y luego a la cama.
—No, no lo hicimos. No pasó nada —dije, sacudiendo la cabeza.
Se encogió, la memoria, obviamente, repitiéndose en su mente.
— Empañaron las ventanas de Parker, te saqué del coche y después traté de... — dijo, sacudiendo la cabeza. Se dio la vuelta hacia la puerta y cogió el pomo, sus nudillos blancos—. Estás volviéndome en un jodido psicópata, Pigeon —gruñó sobre su hombro—. No puedo pensar bien cuando estoy cerca de ti.
— ¿Así que es mi culpa?
Se dio la vuelta. Sus ojos se posaron en de mi rostro a mi bata, a mis piernas y luego a los pies, después volviendo a mis ojos.
—No sé. Mi memoria es un poco confusa... pero no recuerdo que dijeras que no.
Di un paso adelante, dispuesta a discutir ese hecho irreverente, pero no pude. Él estaba en lo cierto.
— ¿Qué quieres que diga, Harry?
Miró la pulsera y luego a mí con ojos acusadores.
— ¿Estabas esperando que no lo recordara?
— ¡No! ¡Estaba furiosa porque se te olvidó!
Sus ojos verdes se clavaron en los míos.
— ¿Por qué?
—Porque si yo... si nosotros... ¡No sé por qué! ¡Sólo lo estaba!
Él atravesó por la habitación, deteniéndose a centímetros de mí. Sus manos tocaron cada lado de mi rostro.
— ¿Qué estamos haciendo, Pidge?
Mis ojos comenzaron en su cinturón y luego se deslizaron sobre los músculos y tatuajes de su estómago y pecho, reposando, finalmente, en el cálido color verde fugaz de sus ojos.
—Tú dímelo.
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¡Lo lamentooooo! Sé que no dejé capítulo la semana pasada, pero me fui de vacaciones y se me olvidó avisarles, anoche les iba a publicar pero no alcancé. Aquí se los dejó. Espete CAP me da risa y también es algo erótico e.é Besos.
Le dedico el capítulo a mi Muffin, Sofí -Lau
Última edición por ~La Castaña de Horan~ el Sáb 06 Abr 2013, 9:03 am, editado 2 veces
~La Castaña de Horan~
Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
OOOH LO AMO, LOS AMO! Meee encantaaa.
En verdad produce demasiadas emociones juntas.
Esta empezando a fastidiarme Parker, es como tan... Perfecto :( jajajaja
JAMAS DEJARÍA ESTA ADAPTACIÓN JOJOJO, me encanta Harry como principal :(L): además es buenísima. LA AMO
La rayis dice que es virgen y a los pocos minutos de decirlo casi no lo es jajajaj Este Hazza se controla, es un amor!!
Mish que terrible Eli y Louis jajajajaja morí de la risa.
Un beso enrome y siguela pronto. Veía siempre si subías, es que ya estoy muy involucrada leyendola, no la puedo dejar jjajajajja Te quiero (:
En verdad produce demasiadas emociones juntas.
Esta empezando a fastidiarme Parker, es como tan... Perfecto :( jajajaja
JAMAS DEJARÍA ESTA ADAPTACIÓN JOJOJO, me encanta Harry como principal :(L): además es buenísima. LA AMO
La rayis dice que es virgen y a los pocos minutos de decirlo casi no lo es jajajaj Este Hazza se controla, es un amor!!
Mish que terrible Eli y Louis jajajajaja morí de la risa.
Un beso enrome y siguela pronto. Veía siempre si subías, es que ya estoy muy involucrada leyendola, no la puedo dejar jjajajajja Te quiero (:
Jajaviera
Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
¡¿Me lo dedicaste a mí? Wow.Si soy yo,gracias,gracias :B
Cheee,estuvo genial el capítulo..¡FO! Yo quería que Harry siguiera pero bueno,tiene razón,que lo hagan en un lugar más especial .__.
Ya me cansó el Parker.Sé que es un buen chico y todo,pero la rayis no tiene que estar con él.Además arruinó el cumpleaños sorpresa ¬¬ IDIOTA.
Bueno,seguila,Lau.
Castaña,bessos.
Cheee,estuvo genial el capítulo..¡FO! Yo quería que Harry siguiera pero bueno,tiene razón,que lo hagan en un lugar más especial .__.
Ya me cansó el Parker.Sé que es un buen chico y todo,pero la rayis no tiene que estar con él.Además arruinó el cumpleaños sorpresa ¬¬ IDIOTA.
Bueno,seguila,Lau.
Castaña,bessos.
Delph.
Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
Jajaviera escribió:OOOH LO AMO, LOS AMO! Meee encantaaa.
En verdad produce demasiadas emociones juntas.
Esta empezando a fastidiarme Parker, es como tan... Perfecto :( jajajaja
JAMAS DEJARÍA ESTA ADAPTACIÓN JOJOJO, me encanta Harry como principal :(L): además es buenísima. LA AMO
La rayis dice que es virgen y a los pocos minutos de decirlo casi no lo es jajajaj Este Hazza se controla, es un amor!!
Mish que terrible Eli y Louis jajajajaja morí de la risa.
Un beso enrome y siguela pronto. Veía siempre si subías, es que ya estoy muy involucrada leyendola, no la puedo dejar jjajajajja Te quiero (:
Me alegro que te encanteeeeeee Gracias por no dejarla :3 La amas? Yo también! Jajajajaja si, Hrry casi le quita la virginidad e.é Jajajajajajaj Jajaja Eli y Lou son lo máximo, con eso no pude parar de reír :jajajaj:
No puedes dejarla! Eso me pasó con el libro, no podía parar de leer! Te quiero también besos, -Lau
No puedes dejarla! Eso me pasó con el libro, no podía parar de leer! Te quiero también besos, -Lau
~La Castaña de Horan~
Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
Sophie. escribió:¡¿Me lo dedicaste a mí? Wow.Si soy yo,gracias,gracias :B
Cheee,estuvo genial el capítulo..¡FO! Yo quería que Harry siguiera pero bueno,tiene razón,que lo hagan en un lugar más especial .__.
Ya me cansó el Parker.Sé que es un buen chico y todo,pero la rayis no tiene que estar con él.Además arruinó el cumpleaños sorpresa ¬¬ IDIOTA.
Bueno,seguila,Lau.
Castaña,bessos.
Siiii a tiM :3 Jajajaj todas queríamos que el rizado siguiera. lOL Arruinó la sorpresa :pokerface: no puede ser más idiota :wut: Ya la sigo, cariño Besos a ti también -Lau
~La Castaña de Horan~
Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
Sophie. escribió:seguiiiiii ccccccc:
Ya voyyyyyyyyyyyyyyyyy :xd: -Lau
~La Castaña de Horan~
Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
VII Capítulo:
.
.
Diecinueve
Canción Recomendada: Moves Like Jagger— Maroon 5.
— ¿______? —dijo Louis, tocando la puerta—. Eli va a hacer algunas diligencias, quiere que lo sepas en caso de que quieras ir con ella.
Harry no había apartado sus ojos de los míos.
— ¿Pidge?
—Sí —Llamé a Louis—. Tengo algunas cosas que necesito comprar.
—Bien, ella estará lista para irse cuando tú lo estés —dijo Louis, sus pasos desaparecieron por el pasillo.
— ¿Pidge?
Tiré un par de cosas del armario y las coloqué a su lado.
— ¿Podemos hablar de esto más tarde? Tengo que hacer muchas cosas hoy.
—Seguro —dijo con una sonrisa artificial.
Fue un alivio cuando llegué al baño, apresuradamente cerré la puerta detrás de mí. Tenía dos semanas en el apartamento, y no había manera de que pudiera posponer la conversación por tanto tiempo. La parte lógica de mi cerebro insiste en que Parker era mi tipo: atractivo, inteligente e interesado en mí. ¿Por qué me molestaba con Harry por algo que yo nunca entendería?
Cualquiera que sea la razón, esto nos está volviendo locos a ambos. Estaba dividida por dos personas diferentes; La persona dócil y educada que era con Parker, y la persona furiosa, confundida y frustrada que me volvía cerca de Harry. Toda la escuela había sido testigo de cómo Harry era impredecible, por no decir que volátil.
Me vestí rápidamente, dejando a Harry y Louis para irme al centro comercial con Eleanor. Ella reía por su aventura sexual con Louis, y yo escuchaba asintiendo con la cabeza en las partes correctas. Era difícil concentrarme en el tema en cuestión con los diamantes de mi pulsera creando pequeños puntos de luz en el techo del auto, recordándome la elección que tenía que hacer frente. Harry quería una respuesta, y yo no tenía una.
—Está bien, _______. ¿Qué está pasando? Has estado muy callada.
—Está cosa con Harry... es un desastre.
— ¿Por qué? —dijo ella, sus lentes de sol se levantaron cuando ella frunció su nariz.
—Él me ha preguntado qué vamos a hacer.
— ¿Qué vas a hacer tu? ¿Estás saliendo con Parker o qué?
—Me gusta, pero sólo ha sido una semana. No es serio o algo.
—Tienes sentimientos por Harry, ¿O no?
Negué con mi cabeza.
—No sé lo que siento por él. Sólo no veo lo que está sucediendo, Eli. Él es una cosa demasiada mala.
—Ninguno de los dos va a salir y admitir que ese es el problema. Están tan asustados de lo que podría ocurrir que estás luchando con dientes y uñas. Sé que es un hecho que si miras a Harry a los ojos y le dices que lo quieres, él nunca mirara a otra chica nuevamente.
— ¿Sabes que es un hecho?
—Sí. Tengo un chivo espiratorio, ¿recuerdas?
Detuve mis pensamientos por un momento. Harry debió de haber estado hablando con Louis sobre mí, pero Louis no tiene el coraje de írselo a decir a Eleanor. Él sabe que ella me lo diría, eso me dejaba llegar a una conclusión: Eleanor los había escuchado. Quería preguntarle qué fue lo que dijeron, pero lo pensé mejor.
—Esta situación me romperá el corazón, seguro que ocurrirá —dije, negando con la cabeza—. No creo que él sea capaz de ser fiel.
—Él no era capaz de tener una amistad con una mujer, tampoco, pero ustedes dos han dejado en shock a todo Eastern.
Toqué mi pulsera y suspiré.
—No sé. No me importa cómo sean las cosas. Sólo podemos ser amigos.
Eleanor negó con la cabeza.
—Excepto que no son sólo amigos — suspiró—. ¿Sabes, qué? Esta conversación terminó. Vamos a cortarte el cabello y maquillarte. Voy a comprarte un nuevo conjunto de ropa por tu cumpleaños.
—Creo que eso es exactamente lo que necesito —sonreí.
Después de horas de manicura, pedicura, siendo peinada, encerada y maquillada, metí mis pies en mis brillantes zapatillas amarillas y me vestí mi nuevo vestido gris.
—Ahora, ¡Esta es la ______ que conozco y amo! —rió ella, sacudiendo su cabeza hacia mi conjunto—. Tienes que usar esto en la fiesta de mañana.
— ¿No era este el plan desde el principio? —dije, sonriendo. Mi celular sonó en mi bolso, y lo sostuve en mi oído—. ¿Hola?
— ¡Es la hora de la cena! ¿A dónde demonios han ido ustedes dos? —dijo Harry.
—Nuestras indulgencias eran mimarnos un poco. Tú y Lou sabían cómo comer antes de que saliéramos del departamento. Estoy segura de que puedes manejarlo.
—Bueno, no, joder. Nos preocupamos por ustedes, ya sabes.
Mire a Eleanor y sonreí.
—Estamos bien.
—Dile que regresaremos en poco tiempo. Tengo que detenerme a recoger unas notas de Lou con Brasil, y entonces iremos a casa.
— ¿La has escuchado? —pregunté.
—Sí. Nos vemos luego, Pidge.
Condujimos hacia Brasil en silencio. Eleanor apagó el motor, mirando el edificio de apartamentos adelante. Louis le pidió a Eleanor que recogiera unas notas, pero no tenía sentido; estábamos justo a una calle del apartamento de Louis y Harry.
— ¿Qué va mal, Eli?
—Brasil me da escalofríos. La última vez que estuve aquí con Lou, él estuvo todo el tiempo coqueteándome.
—Bueno, yo iré contigo. Si él se atreve si quiera a guiñarte el ojo, voy a apuñalarlo en el ojo con mis tacones nuevos, ¿De acuerdo?
Eleanor sonrió y me abrazó.
— ¡Gracias, _______!
Nos dirigimos a la parte trasera del edificio, y Eleanor tomó una profunda respiración antes de tocar la puerta. Esperamos, pero nadie abrió.
—Supongo que no está aquí, ¿no? —pregunté.
—Está aquí —dijo, irritada. Golpeó la puerta de madera con el costado de su puño y luego la puerta se abrió.
— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! —gritó la multitud desde adentro.
El techo estaba lleno con burbujas rosas y negras, cada centímetro estaba cubierto con globos de helio, con largas cadenas plateadas colgadas hasta llegar a las caras de los invitados. La multitud se separó, y Harry se acercó a mí con una amplia sonrisa, tocando cada lado de mi rostro y besando mi frente.
—Feliz cumpleaños, Pigeon.
—Es hasta mañana —dije. Aún en shock, tratando de sonreírle a todo el mundo.
Harry se encogió de hombros.
—Bueno, ya que podrías sospecharlo, decidimos hacer algunos cambios al último minuto y sorprenderte. ¿Sorprendida?
— ¡Mucho! —dije mientras Finch me abrazaba.
— ¡Feliz cumpleaños, nena! —dijo Finch, besando mis labios.
Eleanor me dio un codazo.
— ¡Qué bueno que tuviste que hacer algunas diligencias conmigo hoy, o te hubieras presentado como una fodonga!
—Te ves grandiosa —dijo Harry, escaneando mi vestido.
Brasil me abrazó, presionando su mejilla con la mía.
—Y espero que sepas que Eleanor me dijo que Brasil le daba escalofríos justo antes de llegar aquí.
Miré a Eleanor, y ella rió.
—Funcionó, ¿no?
Una vez que todos se turnaron para abrazarme y desearme un feliz cumpleaños, me incliné hacia el oído de Eleanor.
— ¿Dónde está Parker?
—Llegará más tarde —susurró—. Louis no podía conseguir su teléfono para informarle que sería esta tarde.
Brasil subió el volumen de la música y todo el mundo grito.
— ¡Ven aquí, _______! —dijo, caminando hacia la cocina. Él alineó varios caballitos en el mostrador y sacó una botella de tequila del bar—. Feliz cumpleaños de parte del equipo de fútbol, pequeña —sonrió, llenando cada vaso de Petron—. Esta es la manera en que nosotros hacemos los cumpleaños: Cumplirás diecinueve, tiene diecinueve bebidas. Puedes beber todo o no terminarlo, pero mientras más bebas, más de estos consigues —dijo, abanicándose con un puñado de billetes de veinte dólares.
— ¡Oh, Dios mío! —chillé.
— ¡Bebe todo, Pidge! —dijo Harry.
Miré a Brasil, sospechosamente.
— ¿Tendré veinte por cada caballito que beba?
—Así es, peso ligero. Por tu tamaño, diré que voy a perder sesenta dólares al final de la noche.
—Reconsidéralo otra vez, Brasil —dije, agarrando el primer vaso, dejándolo entre mis labios, echando mi cabeza hacia atrás para vaciar el caballito y luego limpiar mi boca con mi otra mano.
—¡Mierda! —exclamó Harry.
—Esto será realmente un desperdicio, Brasil —dije, limpiando las esquinas de mi boca—. Prefiero Cuervo, en vez de Petron.
La sonrisa de arrogancia en el rostro de Brasil se desvaneció, y negó con su cabeza y se encogió de hombros.
—Acaba con esto, entonces. Tengo la billetera llena de billetes de doce jugadores de fútbol que dicen que no puedes terminar diez.
Entrecerré mis ojos.
—Doble o nada, yo digo que puedo beber quince.
— ¡Wau! —gritó Louis—. ¡No podemos hospitalizarte el día de tu cumpleaños, _______!
—Ella puede hacerlo —dijo Eleanor, mirando a Brasil.
— ¿Cuarenta dólares por cada trago? —dijo Brasil, pareciendo inseguro.
— ¿Tienes miedo? —pregunté.
— ¡Diablos, no! Te daré veinte por trago, y cuando llegues a quince, duplicaré el total.
—Así es como se celebran los cumpleaños en Inglaterra —dije, tomando otro vaso.
Una hora y tres caballitos más tarde, estaba en la sala bailando con Harry. La canción era una balada rock, y Harry cantaba la canción para mí mientras bailábamos. Él se inclinó hacia mí al final del primer coro, y permití que mis brazos cayeran detrás de mí. Él me sostuvo mientras me recargaba en él, y suspiré.
—No podré hacer esto cuando haya terminado con todos esos tragos — reí.
— ¿Te he dicho que te ves increíble esta noche?
Negué con la cabeza y lo abracé, recargando mi cabeza en su hombro. Él apretó su agarré, y enterró su cara en mi cuello, haciendo que olvidara sobre decisiones o brazaletes o mis personalidades diferentes; Estaba exactamente donde quería estar.
Cuando la música cambió a un ritmo más rápido, la puerta se abrió.
— ¡Parker! —dije, corriendo a abrazarlo—. ¡Llegaste!
—Lamento llegar tarde, Butterfly —dijo, presionando sus labios contra los míos—. Feliz cumpleaños.
—Gracias —dije, viendo a Harry observándonos por el rabillo de mi ojo. Parker levantó mi muñeca. —La estás usando.
—Dije que lo haría. ¿Quieres bailar?
Negó con su cabeza.
—Uh... Yo no bailo.
—Oh, bueno, ¿Quieres ser testigo de mi bebida número cinco de Petron? —Sonreí, sosteniendo mis cinco billetes de veinte—. Tendré el doble si al final de la noche si tomó quince.
—Eso es un poco peligroso, ¿no?
Me incliné hacia su oído.
—Voy a acabar con ellos. He jugado a este juego con mi padre desde que tengo dieciséis.
—Oh —dijo, frunciendo el ceño con desaprobación—. ¿Bebías tequila con tu papá?
Me encogí de hombros.
—Era su manera de pasar el tiempo juntos.
Parker no parecía impresionado cuando sus ojos se apartaron de los míos, escaneando la multitud.
—No puedo quedarme mucho tiempo. Me iré temprano a un viaje de caza con mi padre.
—Fue buena idea que mi fiesta fuera esta noche, o no hubieras podido venir mañana —dije, sorprendida de escuchar sus planes.
Él sonrió y tomó mi mano.
—Hubiera regresado a tiempo.
Tiré de él hacia el mostrador, tomé otro vaso y lo bebí, lo dejé caer fuertemente en el mostrador como lo hice anteriormente con el cinco. Brasil me dio otro billete, y baile hacia la sala. Harry me agarró y bailamos con Eleanor y Louis.
Louis me dio un golpe en el trasero.
—¡Uno! —Agregó Eleanor dándome un segundo manotazo en el trasero, y luego todo el mundo en la fiesta se unió, incluyendo Parker.
En el número diecinueve, Harry frotó sus manos.
—Mi turno.
Froté mi trasero adolorido.
— ¡Sé amable! ¡Me duele el trasero! —Con una sonrisa malvada, él tomó impulso. Cerré mis ojos con fuerza. Después de unos momentos, los entre abrí de nuevo. Justo antes de que su mano hiciera contacto, él se detuvo y me dio una suave palmada.
— ¡Diecinueve! —exclamó.
Los invitados aplaudieron, y Eleanor comenzó una versión borracha de la canción Feliz Cumpleaños. Reí cuando llegó la parte de cantar mi nombre y la habitación entera cantó
―Pigeoooooon.
Otra lenta canción provino del equipo de música, y Parker me llevó a la improvisada pista de baile. No me tomó mucho tiempo averiguar porque no bailaba.
—Lo siento —dijo después de pisar mis pies por tercera vez.
Apoyé mi cabeza contra su hombro.
—Lo estás haciendo muy bien — mentí.
— ¿Qué vas a hacer el lunes en la noche?
— ¿Cenar contigo?
—Sí. En mi nuevo apartamento.
— ¡Encontraste uno!
Él rió y asintió.
—Vamos a ordenar algo, sin embargo. Mi comida no es exactamente comestible.
—Me gustaría probarla, de todos modos —Le sonreí.
Parker miró alrededor de la habitación y entonces me llevó al pasillo. Él gentilmente me presionó contra la pared, besándome con sus labios suaves. Sus manos estaban en todas partes. Al principio, le seguí el juego, pero después su lengua se adentró en mis labios, tuve la sensación de que lo que estaba haciendo no era bueno.
—Está bien, Parker —dije, maniobrando para apartarlo.
—¿Todo bien?
—Creo es que descortés de mi parte manosearme contigo en un rincón oscuro cuando tengo invitados por allí.
Él sonrió y me besó otra vez.
—Tienes razón, lo siento. Sólo quería darte un memorable beso de cumpleaños antes de irme.
—¿Ya te vas?
Él tocó mi mejilla.
—Tengo que despertarme en cuatro horas, Butterfly.
Apreté mis labios.
—Bien. ¿Te veré el lunes?
—Me verás mañana. Me detendré cuando esté de regreso.
Él me llevó a la puerta y luego besó mi mejilla antes de irse. Noté que Louis, Eleanor y Harry estaban mirándome fijamente.
—¡Papá se ha ido! —gritó Harry cuando la puerta cerró—. ¡Hora de que la fiesta comience!
Todo el mundo aplaudió, y Harry tiró de mí al centro de la pista.
—Un momento... iré por otro trago —dije, llevándolo de la mano hacia el mostrador. Bajé de golpe el vaso cuando terminé otro trago, y reí cuando Harry tomó uno de los del final, haciendo muecas al bajar el caballito. Agarré otro, y tragué, y él hizo lo mismo.
—Siete más, ________ —dijo Brasil, y me entregó dos billetes de veinte dólares más.
Limpié mi boca mientras Harry me llevaba a la sala otra vez. Bailé con Eleanor, y luego Louis, pero cuando Chris Jenks del equipo de fútbol trató de bailar conmigo, Harry tiró de él hacia atrás por la camisa y negó con su cabeza.
Chris se encogió de hombros y se dio la vuelta, bailó con la primera chica que vio. Cuando había bebido diez tragos, el alcohol me golpeó con fuerza, y me sentí un poco mareada al lado del sofá de Brasil con Eleanor, bailando como tontas.
Nos reíamos por todo, agitando nuestros brazos en torno al ritmo.
Me tambaleé, casi cayendo sobre el sofá, pero las manos de Hrry estaban instantáneamente en mis caderas para estabilizarme.
—¡Has probado tu punto! —dijo—. Has bebido más que cualquier otra chica que he conocido. No te dejaré beber más.
—Al diablo contigo —dije arrastrando las palabras—. Tengo seiscientos dólares que me esperan en esos tragos, y tú de todas las personas no vas a decirme que no puedo hacer algo extremo por dinero.
—Si lo que quieres es dinero, Pidge...
—No estoy pidiéndote dinero prestado —me burlé.
—Iba a sugerirte que empeñaras el brazalete —Él sonrió.
Le di una palmada en el brazo mientras Eleanor comenzaba una cuenta regresiva a la media noche. Cuando las manecillas del reloj se posaron en el doce, todos celebramos.
Tenía diecinueve.
Eleanor y Louis besaron cada una de mis mejillas, y Harry me levantó del suelo, girándome alrededor.
—Feliz cumpleaños, Pigeon —dijo con una expresión suave.
Miré sus cálidos ojos verdes por un momento, sintiéndome perdida dentro de ellos. La habitación estaba congelada en el tiempo mientras nos miramos el uno al otro, tan cerca que podía sentir su respiración en mi piel.
—¡Más tragos! —dije, tambaleándome hacia el mostrador.
—Te ves acabada, ________. Creo que es hora de admitas que terminó tu noche —dijo Brasil.
—No soy una gallina —dije—. Quiero ver mi dinero.
Brasil colocó un billete de veinte debajo de los últimos dos vasos, y luego les gritó a sus compañeros de juego.
—¡Ella va a beber los últimos! ¡Necesito quince!
Todos ellos se quejaron y rodaron sus ojos, sacando sus billeteras para sacar billetes de veinte al lado del último trago. Hrry había vaciado los cuatro tragos más al lado del número quince.
—Nunca hubiera creído que podría perder cincuenta dólares en una apuesta de quince tragos con una chica —se quejó Chris.
—Créelo, Jenks —dije, tomando un vaso con una mano.
Bajé el vaso y esperé que el vómito se elevara en mi garganta para salir.
—¿Pigeon? —preguntó Harry, dando un paso en mi dirección.
Levanté un dedo y Brasil sonrió.
—Ella va a perder —dijo.
—No, no lo hará —Eleanor negó con su cabeza—. Respira profundo ______.—Cerré mis ojos e inhalé, tragando lo último de mi bebida.
—¡Santo Dios, _______! ¡Vas a morir envenenada de alcohol! —gritó Louis.
—Ella lo tiene —Eleanor le aseguró.
Levanté mi cabeza y permití que el tequila bajara por mi garganta.
Mis dientes y labios se habían entumecido desde el trago número ocho, y los efectos en ese trago había hecho que estuviera casi en el borde.
La fiesta entera estalló en silbidos y gritos mientras Brasil me daba un fajo de billetes.
—Gracias —dije con orgullo, metiendo el dinero en mi sujetador.
—Eres increíblemente sexy justo ahora —dijo Harry en mi oreja mientras caminamos a la sala.
Bailamos hasta la mañana, y el tequila corrió a través de mis venas hasta que me adentró en el olvido.
________________
Aquí estoy con el nuevo capítulo, rayos! Rayis es una loca, diecinueve tragos omg! Harry me encanta y no sé a ustedes, pero Parker ya me cae mal :xd: Nos vemos, comenten! -Lau
Canción Recomendada: Moves Like Jagger— Maroon 5.
— ¿______? —dijo Louis, tocando la puerta—. Eli va a hacer algunas diligencias, quiere que lo sepas en caso de que quieras ir con ella.
Harry no había apartado sus ojos de los míos.
— ¿Pidge?
—Sí —Llamé a Louis—. Tengo algunas cosas que necesito comprar.
—Bien, ella estará lista para irse cuando tú lo estés —dijo Louis, sus pasos desaparecieron por el pasillo.
— ¿Pidge?
Tiré un par de cosas del armario y las coloqué a su lado.
— ¿Podemos hablar de esto más tarde? Tengo que hacer muchas cosas hoy.
—Seguro —dijo con una sonrisa artificial.
Fue un alivio cuando llegué al baño, apresuradamente cerré la puerta detrás de mí. Tenía dos semanas en el apartamento, y no había manera de que pudiera posponer la conversación por tanto tiempo. La parte lógica de mi cerebro insiste en que Parker era mi tipo: atractivo, inteligente e interesado en mí. ¿Por qué me molestaba con Harry por algo que yo nunca entendería?
Cualquiera que sea la razón, esto nos está volviendo locos a ambos. Estaba dividida por dos personas diferentes; La persona dócil y educada que era con Parker, y la persona furiosa, confundida y frustrada que me volvía cerca de Harry. Toda la escuela había sido testigo de cómo Harry era impredecible, por no decir que volátil.
Me vestí rápidamente, dejando a Harry y Louis para irme al centro comercial con Eleanor. Ella reía por su aventura sexual con Louis, y yo escuchaba asintiendo con la cabeza en las partes correctas. Era difícil concentrarme en el tema en cuestión con los diamantes de mi pulsera creando pequeños puntos de luz en el techo del auto, recordándome la elección que tenía que hacer frente. Harry quería una respuesta, y yo no tenía una.
—Está bien, _______. ¿Qué está pasando? Has estado muy callada.
—Está cosa con Harry... es un desastre.
— ¿Por qué? —dijo ella, sus lentes de sol se levantaron cuando ella frunció su nariz.
—Él me ha preguntado qué vamos a hacer.
— ¿Qué vas a hacer tu? ¿Estás saliendo con Parker o qué?
—Me gusta, pero sólo ha sido una semana. No es serio o algo.
—Tienes sentimientos por Harry, ¿O no?
Negué con mi cabeza.
—No sé lo que siento por él. Sólo no veo lo que está sucediendo, Eli. Él es una cosa demasiada mala.
—Ninguno de los dos va a salir y admitir que ese es el problema. Están tan asustados de lo que podría ocurrir que estás luchando con dientes y uñas. Sé que es un hecho que si miras a Harry a los ojos y le dices que lo quieres, él nunca mirara a otra chica nuevamente.
— ¿Sabes que es un hecho?
—Sí. Tengo un chivo espiratorio, ¿recuerdas?
Detuve mis pensamientos por un momento. Harry debió de haber estado hablando con Louis sobre mí, pero Louis no tiene el coraje de írselo a decir a Eleanor. Él sabe que ella me lo diría, eso me dejaba llegar a una conclusión: Eleanor los había escuchado. Quería preguntarle qué fue lo que dijeron, pero lo pensé mejor.
—Esta situación me romperá el corazón, seguro que ocurrirá —dije, negando con la cabeza—. No creo que él sea capaz de ser fiel.
—Él no era capaz de tener una amistad con una mujer, tampoco, pero ustedes dos han dejado en shock a todo Eastern.
Toqué mi pulsera y suspiré.
—No sé. No me importa cómo sean las cosas. Sólo podemos ser amigos.
Eleanor negó con la cabeza.
—Excepto que no son sólo amigos — suspiró—. ¿Sabes, qué? Esta conversación terminó. Vamos a cortarte el cabello y maquillarte. Voy a comprarte un nuevo conjunto de ropa por tu cumpleaños.
—Creo que eso es exactamente lo que necesito —sonreí.
Después de horas de manicura, pedicura, siendo peinada, encerada y maquillada, metí mis pies en mis brillantes zapatillas amarillas y me vestí mi nuevo vestido gris.
—Ahora, ¡Esta es la ______ que conozco y amo! —rió ella, sacudiendo su cabeza hacia mi conjunto—. Tienes que usar esto en la fiesta de mañana.
— ¿No era este el plan desde el principio? —dije, sonriendo. Mi celular sonó en mi bolso, y lo sostuve en mi oído—. ¿Hola?
— ¡Es la hora de la cena! ¿A dónde demonios han ido ustedes dos? —dijo Harry.
—Nuestras indulgencias eran mimarnos un poco. Tú y Lou sabían cómo comer antes de que saliéramos del departamento. Estoy segura de que puedes manejarlo.
—Bueno, no, joder. Nos preocupamos por ustedes, ya sabes.
Mire a Eleanor y sonreí.
—Estamos bien.
—Dile que regresaremos en poco tiempo. Tengo que detenerme a recoger unas notas de Lou con Brasil, y entonces iremos a casa.
— ¿La has escuchado? —pregunté.
—Sí. Nos vemos luego, Pidge.
Condujimos hacia Brasil en silencio. Eleanor apagó el motor, mirando el edificio de apartamentos adelante. Louis le pidió a Eleanor que recogiera unas notas, pero no tenía sentido; estábamos justo a una calle del apartamento de Louis y Harry.
— ¿Qué va mal, Eli?
—Brasil me da escalofríos. La última vez que estuve aquí con Lou, él estuvo todo el tiempo coqueteándome.
—Bueno, yo iré contigo. Si él se atreve si quiera a guiñarte el ojo, voy a apuñalarlo en el ojo con mis tacones nuevos, ¿De acuerdo?
Eleanor sonrió y me abrazó.
— ¡Gracias, _______!
Nos dirigimos a la parte trasera del edificio, y Eleanor tomó una profunda respiración antes de tocar la puerta. Esperamos, pero nadie abrió.
—Supongo que no está aquí, ¿no? —pregunté.
—Está aquí —dijo, irritada. Golpeó la puerta de madera con el costado de su puño y luego la puerta se abrió.
— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! —gritó la multitud desde adentro.
El techo estaba lleno con burbujas rosas y negras, cada centímetro estaba cubierto con globos de helio, con largas cadenas plateadas colgadas hasta llegar a las caras de los invitados. La multitud se separó, y Harry se acercó a mí con una amplia sonrisa, tocando cada lado de mi rostro y besando mi frente.
—Feliz cumpleaños, Pigeon.
—Es hasta mañana —dije. Aún en shock, tratando de sonreírle a todo el mundo.
Harry se encogió de hombros.
—Bueno, ya que podrías sospecharlo, decidimos hacer algunos cambios al último minuto y sorprenderte. ¿Sorprendida?
— ¡Mucho! —dije mientras Finch me abrazaba.
— ¡Feliz cumpleaños, nena! —dijo Finch, besando mis labios.
Eleanor me dio un codazo.
— ¡Qué bueno que tuviste que hacer algunas diligencias conmigo hoy, o te hubieras presentado como una fodonga!
—Te ves grandiosa —dijo Harry, escaneando mi vestido.
Brasil me abrazó, presionando su mejilla con la mía.
—Y espero que sepas que Eleanor me dijo que Brasil le daba escalofríos justo antes de llegar aquí.
Miré a Eleanor, y ella rió.
—Funcionó, ¿no?
Una vez que todos se turnaron para abrazarme y desearme un feliz cumpleaños, me incliné hacia el oído de Eleanor.
— ¿Dónde está Parker?
—Llegará más tarde —susurró—. Louis no podía conseguir su teléfono para informarle que sería esta tarde.
Brasil subió el volumen de la música y todo el mundo grito.
— ¡Ven aquí, _______! —dijo, caminando hacia la cocina. Él alineó varios caballitos en el mostrador y sacó una botella de tequila del bar—. Feliz cumpleaños de parte del equipo de fútbol, pequeña —sonrió, llenando cada vaso de Petron—. Esta es la manera en que nosotros hacemos los cumpleaños: Cumplirás diecinueve, tiene diecinueve bebidas. Puedes beber todo o no terminarlo, pero mientras más bebas, más de estos consigues —dijo, abanicándose con un puñado de billetes de veinte dólares.
— ¡Oh, Dios mío! —chillé.
— ¡Bebe todo, Pidge! —dijo Harry.
Miré a Brasil, sospechosamente.
— ¿Tendré veinte por cada caballito que beba?
—Así es, peso ligero. Por tu tamaño, diré que voy a perder sesenta dólares al final de la noche.
—Reconsidéralo otra vez, Brasil —dije, agarrando el primer vaso, dejándolo entre mis labios, echando mi cabeza hacia atrás para vaciar el caballito y luego limpiar mi boca con mi otra mano.
—¡Mierda! —exclamó Harry.
—Esto será realmente un desperdicio, Brasil —dije, limpiando las esquinas de mi boca—. Prefiero Cuervo, en vez de Petron.
La sonrisa de arrogancia en el rostro de Brasil se desvaneció, y negó con su cabeza y se encogió de hombros.
—Acaba con esto, entonces. Tengo la billetera llena de billetes de doce jugadores de fútbol que dicen que no puedes terminar diez.
Entrecerré mis ojos.
—Doble o nada, yo digo que puedo beber quince.
— ¡Wau! —gritó Louis—. ¡No podemos hospitalizarte el día de tu cumpleaños, _______!
—Ella puede hacerlo —dijo Eleanor, mirando a Brasil.
— ¿Cuarenta dólares por cada trago? —dijo Brasil, pareciendo inseguro.
— ¿Tienes miedo? —pregunté.
— ¡Diablos, no! Te daré veinte por trago, y cuando llegues a quince, duplicaré el total.
—Así es como se celebran los cumpleaños en Inglaterra —dije, tomando otro vaso.
Una hora y tres caballitos más tarde, estaba en la sala bailando con Harry. La canción era una balada rock, y Harry cantaba la canción para mí mientras bailábamos. Él se inclinó hacia mí al final del primer coro, y permití que mis brazos cayeran detrás de mí. Él me sostuvo mientras me recargaba en él, y suspiré.
—No podré hacer esto cuando haya terminado con todos esos tragos — reí.
— ¿Te he dicho que te ves increíble esta noche?
Negué con la cabeza y lo abracé, recargando mi cabeza en su hombro. Él apretó su agarré, y enterró su cara en mi cuello, haciendo que olvidara sobre decisiones o brazaletes o mis personalidades diferentes; Estaba exactamente donde quería estar.
Cuando la música cambió a un ritmo más rápido, la puerta se abrió.
— ¡Parker! —dije, corriendo a abrazarlo—. ¡Llegaste!
—Lamento llegar tarde, Butterfly —dijo, presionando sus labios contra los míos—. Feliz cumpleaños.
—Gracias —dije, viendo a Harry observándonos por el rabillo de mi ojo. Parker levantó mi muñeca. —La estás usando.
—Dije que lo haría. ¿Quieres bailar?
Negó con su cabeza.
—Uh... Yo no bailo.
—Oh, bueno, ¿Quieres ser testigo de mi bebida número cinco de Petron? —Sonreí, sosteniendo mis cinco billetes de veinte—. Tendré el doble si al final de la noche si tomó quince.
—Eso es un poco peligroso, ¿no?
Me incliné hacia su oído.
—Voy a acabar con ellos. He jugado a este juego con mi padre desde que tengo dieciséis.
—Oh —dijo, frunciendo el ceño con desaprobación—. ¿Bebías tequila con tu papá?
Me encogí de hombros.
—Era su manera de pasar el tiempo juntos.
Parker no parecía impresionado cuando sus ojos se apartaron de los míos, escaneando la multitud.
—No puedo quedarme mucho tiempo. Me iré temprano a un viaje de caza con mi padre.
—Fue buena idea que mi fiesta fuera esta noche, o no hubieras podido venir mañana —dije, sorprendida de escuchar sus planes.
Él sonrió y tomó mi mano.
—Hubiera regresado a tiempo.
Tiré de él hacia el mostrador, tomé otro vaso y lo bebí, lo dejé caer fuertemente en el mostrador como lo hice anteriormente con el cinco. Brasil me dio otro billete, y baile hacia la sala. Harry me agarró y bailamos con Eleanor y Louis.
Louis me dio un golpe en el trasero.
—¡Uno! —Agregó Eleanor dándome un segundo manotazo en el trasero, y luego todo el mundo en la fiesta se unió, incluyendo Parker.
En el número diecinueve, Harry frotó sus manos.
—Mi turno.
Froté mi trasero adolorido.
— ¡Sé amable! ¡Me duele el trasero! —Con una sonrisa malvada, él tomó impulso. Cerré mis ojos con fuerza. Después de unos momentos, los entre abrí de nuevo. Justo antes de que su mano hiciera contacto, él se detuvo y me dio una suave palmada.
— ¡Diecinueve! —exclamó.
Los invitados aplaudieron, y Eleanor comenzó una versión borracha de la canción Feliz Cumpleaños. Reí cuando llegó la parte de cantar mi nombre y la habitación entera cantó
―Pigeoooooon.
Otra lenta canción provino del equipo de música, y Parker me llevó a la improvisada pista de baile. No me tomó mucho tiempo averiguar porque no bailaba.
—Lo siento —dijo después de pisar mis pies por tercera vez.
Apoyé mi cabeza contra su hombro.
—Lo estás haciendo muy bien — mentí.
— ¿Qué vas a hacer el lunes en la noche?
— ¿Cenar contigo?
—Sí. En mi nuevo apartamento.
— ¡Encontraste uno!
Él rió y asintió.
—Vamos a ordenar algo, sin embargo. Mi comida no es exactamente comestible.
—Me gustaría probarla, de todos modos —Le sonreí.
Parker miró alrededor de la habitación y entonces me llevó al pasillo. Él gentilmente me presionó contra la pared, besándome con sus labios suaves. Sus manos estaban en todas partes. Al principio, le seguí el juego, pero después su lengua se adentró en mis labios, tuve la sensación de que lo que estaba haciendo no era bueno.
—Está bien, Parker —dije, maniobrando para apartarlo.
—¿Todo bien?
—Creo es que descortés de mi parte manosearme contigo en un rincón oscuro cuando tengo invitados por allí.
Él sonrió y me besó otra vez.
—Tienes razón, lo siento. Sólo quería darte un memorable beso de cumpleaños antes de irme.
—¿Ya te vas?
Él tocó mi mejilla.
—Tengo que despertarme en cuatro horas, Butterfly.
Apreté mis labios.
—Bien. ¿Te veré el lunes?
—Me verás mañana. Me detendré cuando esté de regreso.
Él me llevó a la puerta y luego besó mi mejilla antes de irse. Noté que Louis, Eleanor y Harry estaban mirándome fijamente.
—¡Papá se ha ido! —gritó Harry cuando la puerta cerró—. ¡Hora de que la fiesta comience!
Todo el mundo aplaudió, y Harry tiró de mí al centro de la pista.
—Un momento... iré por otro trago —dije, llevándolo de la mano hacia el mostrador. Bajé de golpe el vaso cuando terminé otro trago, y reí cuando Harry tomó uno de los del final, haciendo muecas al bajar el caballito. Agarré otro, y tragué, y él hizo lo mismo.
—Siete más, ________ —dijo Brasil, y me entregó dos billetes de veinte dólares más.
Limpié mi boca mientras Harry me llevaba a la sala otra vez. Bailé con Eleanor, y luego Louis, pero cuando Chris Jenks del equipo de fútbol trató de bailar conmigo, Harry tiró de él hacia atrás por la camisa y negó con su cabeza.
Chris se encogió de hombros y se dio la vuelta, bailó con la primera chica que vio. Cuando había bebido diez tragos, el alcohol me golpeó con fuerza, y me sentí un poco mareada al lado del sofá de Brasil con Eleanor, bailando como tontas.
Nos reíamos por todo, agitando nuestros brazos en torno al ritmo.
Me tambaleé, casi cayendo sobre el sofá, pero las manos de Hrry estaban instantáneamente en mis caderas para estabilizarme.
—¡Has probado tu punto! —dijo—. Has bebido más que cualquier otra chica que he conocido. No te dejaré beber más.
—Al diablo contigo —dije arrastrando las palabras—. Tengo seiscientos dólares que me esperan en esos tragos, y tú de todas las personas no vas a decirme que no puedo hacer algo extremo por dinero.
—Si lo que quieres es dinero, Pidge...
—No estoy pidiéndote dinero prestado —me burlé.
—Iba a sugerirte que empeñaras el brazalete —Él sonrió.
Le di una palmada en el brazo mientras Eleanor comenzaba una cuenta regresiva a la media noche. Cuando las manecillas del reloj se posaron en el doce, todos celebramos.
Tenía diecinueve.
Eleanor y Louis besaron cada una de mis mejillas, y Harry me levantó del suelo, girándome alrededor.
—Feliz cumpleaños, Pigeon —dijo con una expresión suave.
Miré sus cálidos ojos verdes por un momento, sintiéndome perdida dentro de ellos. La habitación estaba congelada en el tiempo mientras nos miramos el uno al otro, tan cerca que podía sentir su respiración en mi piel.
—¡Más tragos! —dije, tambaleándome hacia el mostrador.
—Te ves acabada, ________. Creo que es hora de admitas que terminó tu noche —dijo Brasil.
—No soy una gallina —dije—. Quiero ver mi dinero.
Brasil colocó un billete de veinte debajo de los últimos dos vasos, y luego les gritó a sus compañeros de juego.
—¡Ella va a beber los últimos! ¡Necesito quince!
Todos ellos se quejaron y rodaron sus ojos, sacando sus billeteras para sacar billetes de veinte al lado del último trago. Hrry había vaciado los cuatro tragos más al lado del número quince.
—Nunca hubiera creído que podría perder cincuenta dólares en una apuesta de quince tragos con una chica —se quejó Chris.
—Créelo, Jenks —dije, tomando un vaso con una mano.
Bajé el vaso y esperé que el vómito se elevara en mi garganta para salir.
—¿Pigeon? —preguntó Harry, dando un paso en mi dirección.
Levanté un dedo y Brasil sonrió.
—Ella va a perder —dijo.
—No, no lo hará —Eleanor negó con su cabeza—. Respira profundo ______.—Cerré mis ojos e inhalé, tragando lo último de mi bebida.
—¡Santo Dios, _______! ¡Vas a morir envenenada de alcohol! —gritó Louis.
—Ella lo tiene —Eleanor le aseguró.
Levanté mi cabeza y permití que el tequila bajara por mi garganta.
Mis dientes y labios se habían entumecido desde el trago número ocho, y los efectos en ese trago había hecho que estuviera casi en el borde.
La fiesta entera estalló en silbidos y gritos mientras Brasil me daba un fajo de billetes.
—Gracias —dije con orgullo, metiendo el dinero en mi sujetador.
—Eres increíblemente sexy justo ahora —dijo Harry en mi oreja mientras caminamos a la sala.
Bailamos hasta la mañana, y el tequila corrió a través de mis venas hasta que me adentró en el olvido.
________________
Aquí estoy con el nuevo capítulo, rayos! Rayis es una loca, diecinueve tragos omg! Harry me encanta y no sé a ustedes, pero Parker ya me cae mal :xd: Nos vemos, comenten! -Lau
~La Castaña de Horan~
Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
:(L): HERMOSOOOO, JAMAS DEJARE DE DECIR QUE LA AMOOO !
Parker... no se que decir de el.
jajajaja Eli jajajajaja
La Rayis es una borracha... me impacta
¿Como era su pasadoo? :o
Harry jjajdhakshdasgdas <3 :(L):
:aah:
Un besooo y siguela prontoooo
PD: amo que los capítulos sean largos
Parker... no se que decir de el.
jajajaja Eli jajajajaja
La Rayis es una borracha... me impacta
¿Como era su pasadoo? :o
Harry jjajdhakshdasgdas <3 :(L):
:aah:
Un besooo y siguela prontoooo
PD: amo que los capítulos sean largos
Jajaviera
Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
gjfkdhaa.Para mí que Pigeon era una alcohólica antes de conocer a Harry..xdd.
Sisi,Parker ya me cansó con su itinerario demasiado lleno ¬¬
Parker,andate a la mierda y deja que la rayis viva la vida loca (?) jkdjksjis.
Eleanor estaba muy segura de que ella iba a lograr tomarse todos los tragos..me pregunto si ella sabrá del pasado oscuro de la rayis,Tal vez las dos eran las alcohólicas..(?)
¡Que forma de celebrar un cumpleaños! Me encantó.En especial la parte donde Harry y ella bailaban bien pegados y él le susurraba cosas *----* ¡Tenes la respuesta frente a tí,Rayi! Es Harry.Él es el indicado.¡Él es lo que buscas! :D
Denle una patada en el culo a Parker ah.Haber si ahora llegas más rápido a la caza con tu papi (?) Ji,Ji. Que malota yo.
Presiento que Brasil se quedará en la ruina {Y todos los del equipo} ._. Esa chica sí sabe como divertirse a lo grande.
Yo quiero un papá que me deje tomar así xddddddd. Igual,no lo creo muy posible :B
Me encantó eso de pegarle en el culo a la cumpleañera..aunque,sigo repitiendo,se vería mejor en Parker,por supuesto.
{Parker solo irradia odio y ataración hacia mí (?)}
Ok,seguila,Cas.
Repito,me encantó.Lo AMÉ.
Besosssss
Sisi,Parker ya me cansó con su itinerario demasiado lleno ¬¬
Parker,andate a la mierda y deja que la rayis viva la vida loca (?) jkdjksjis.
Eleanor estaba muy segura de que ella iba a lograr tomarse todos los tragos..me pregunto si ella sabrá del pasado oscuro de la rayis,Tal vez las dos eran las alcohólicas..(?)
¡Que forma de celebrar un cumpleaños! Me encantó.En especial la parte donde Harry y ella bailaban bien pegados y él le susurraba cosas *----* ¡Tenes la respuesta frente a tí,Rayi! Es Harry.Él es el indicado.¡Él es lo que buscas! :D
Denle una patada en el culo a Parker ah.Haber si ahora llegas más rápido a la caza con tu papi (?) Ji,Ji. Que malota yo.
Presiento que Brasil se quedará en la ruina {Y todos los del equipo} ._. Esa chica sí sabe como divertirse a lo grande.
Yo quiero un papá que me deje tomar así xddddddd. Igual,no lo creo muy posible :B
Me encantó eso de pegarle en el culo a la cumpleañera..aunque,sigo repitiendo,se vería mejor en Parker,por supuesto.
{Parker solo irradia odio y ataración hacia mí (?)}
Ok,seguila,Cas.
Repito,me encantó.Lo AMÉ.
Besosssss
Delph.
Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
Jajaviera escribió: :(L): HERMOSOOOO, JAMAS DEJARE DE DECIR QUE LA AMOOO !
Parker... no se que decir de el.
jajajaja Eli jajajajaja
La Rayis es una borracha... me impacta
¿Como era su pasadoo? :o
Harry jjajdhakshdasgdas <3 :(L):
:aah:
Un besooo y siguela prontoooo
PD: amo que los capítulos sean largos
LO SÉ ES HERMOSA Y PERFECTAAA :corre:
Park, ._. Tampoco sé que decir.
Jajajajaja Eli bonita, está chaladita :xd:
La rayis es una condenada borracha Jajajajajajaj
Su pasado? LOL su pasado es MUY interesante.
Ya verás, ya verás.
Harold dkdkdkfdkdjdjjdkfjf
Un Besoooo for You! Ya la sigo.
Yo también los amo. -Lau
Park, ._. Tampoco sé que decir.
Jajajajaja Eli bonita, está chaladita :xd:
La rayis es una condenada borracha Jajajajajajaj
Su pasado? LOL su pasado es MUY interesante.
Ya verás, ya verás.
Harold dkdkdkfdkdjdjjdkfjf
Un Besoooo for You! Ya la sigo.
Yo también los amo. -Lau
~La Castaña de Horan~
Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
Sophie. escribió:gjfkdhaa.Para mí que Pigeon era una alcohólica antes de conocer a Harry..xdd.
Sisi,Parker ya me cansó con su itinerario demasiado lleno ¬¬
Parker,andate a la mierda y deja que la rayis viva la vida loca (?) jkdjksjis.
Eleanor estaba muy segura de que ella iba a lograr tomarse todos los tragos..me pregunto si ella sabrá del pasado oscuro de la rayis,Tal vez las dos eran las alcohólicas..(?)
¡Que forma de celebrar un cumpleaños! Me encantó.En especial la parte donde Harry y ella bailaban bien pegados y él le susurraba cosas *----* ¡Tenes la respuesta frente a tí,Rayi! Es Harry.Él es el indicado.¡Él es lo que buscas! :D
Denle una patada en el culo a Parker ah.Haber si ahora llegas más rápido a la caza con tu papi (?) Ji,Ji. Que malota yo.
Presiento que Brasil se quedará en la ruina {Y todos los del equipo} ._. Esa chica sí sabe como divertirse a lo grande.
Yo quiero un papá que me deje tomar así xddddddd. Igual,no lo creo muy posible :B
Me encantó eso de pegarle en el culo a la cumpleañera..aunque,sigo repitiendo,se vería mejor en Parker,por supuesto.
{Parker solo irradia odio y ataración hacia mí (?)}
Ok,seguila,Cas.
Repito,me encantó.Lo AMÉ.
Besosssss
Jajjaja será que lo era?
Jajajajaj Eleanor estaba muy segura *Hum* tal vez, tal vez. :maloso:
En fin, en fin... Estuvo fantástico tu comentario largote ;3
Yo no, no quiero un papá así ._. Después verás porqué.
Amo que la ames :3 Kiss too -Lau
Jajajajaj Eleanor estaba muy segura *Hum* tal vez, tal vez. :maloso:
En fin, en fin... Estuvo fantástico tu comentario largote ;3
Yo no, no quiero un papá así ._. Después verás porqué.
Amo que la ames :3 Kiss too -Lau
~La Castaña de Horan~
Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
VIII Capítulo:
.
.
Rumores
Canción Recomendada: I Know You Care— Ellie Goulding
Cuando mis ojos finalmente pudieron despegarse para abrirse, vi que mi almohada consistía en unos jeans y piernas. Harry estaba sentado con su espalda contra la bañera, su cabeza inclinada contra la fría pared. Él parecía tan incómodo como yo me sentía. Tiré la manta que tenía sobre mí y me levanté, jadeando ante mi horroroso reflejo en el espejo sobre el lavabo.
Parecía como muerta.
El rímel corrido, lágrimas negras deslizándose por mis mejillas, labial manchando a través de mi boca, y mi cabello tenía dos grandes nudos a cada lado.
Sábanas, toallas y mantas rodeaban a Harry. Él había formado una suave cama para dormirme mientras yo expulsé los quince chupitos de tequila que había consumido la noche anterior. Harry había sostenido mi cabello lejos del retrete, y se sentó a mi lado toda la noche.
Abrí el grifo, colocando mi mano debajo del agua hasta obtener la temperatura que yo quería.
Limpié el desorden de mi cara, escuché un gemido desde el suelo. Harry se removía, frotó sus ojos y se estiró, y luego miró a su lado, entrando en pánico.
—Estoy aquí —dije—. ¿Por qué no te vas a la cama? ¿Quieres dormir un poco más?
— ¿Estás bien? —dijo él, frotando sus ojos una vez más.
—Sí, estoy bien. Bueno, tan bien como se podría estar. Me sentiré mejor una vez que me dé un baño.
Él se levantó.
—Superaste mis fiestas locas anoche, para que lo sepas. No sé de dónde vino esto, pero no quiero que lo hagas otra vez.
—Esto es más o menos con lo que crecí, Hazz. No es la gran cosa.
Él tomó mi barbilla entre sus manos y limpió la mancha de rímel debajo de mis ojos con sus pulgares.
—Fue una gran cosa para mí. ( :enamorado: )
—Bien, no voy a hacerlo otra vez. ¿Feliz?
—Sí. Sin embargo, tengo algo que decirte, si prometes no asustarte.
—Oh, Dios, ¿Qué hice?
—Nada, pero necesitas llamar a Eleanor.
— ¿Dónde está?
—En Morgan. Ella discutió con Lou ayer.
Corrí hacia la ducha y comencé a tirar de mi ropa mientras Harry usaba el lavabo. Cuando salí del baño, Louis y Harry estaban sentados en la sala.
— ¿Qué le has hecho? —exigí.
La cara de Louis palideció.
—Realmente está enojada conmigo.
— ¿Qué ocurrió?
—Estaba enojado porque te animó a beber tanto. Pensé que íbamos a terminar llevándote al hospital. Una cosa llevó a la otra, y lo siguiente que sé, estábamos gritándonos el uno al otro. Ambos estábamos borrachos, _______. Dije cosas que quisiera no haber dicho —negó con su cabeza, mirando hacia el suelo.
— ¿Cómo qué? —dije, enojada.
—La insulté con unos nombres de los cuales no estoy orgulloso y entonces le dije que se marchara.
— ¿Dejaste que ella se fuera de aquí estando borracha? ¿Eres un idiota? —dije, agarrando mi bolso.
—Tranquilízate, Pidge. Él ya se siente suficientemente mal —dijo Harry.
Terminé de sacar mi teléfono celular de mi bolso, marcando el número de Eleanor.
— ¿Hola? —respondió ella. Sonaba mal.
—Acabo de enterarme —suspiré—. ¿Estás bien? —Caminé hacia el pasillo por más privacidad, lanzando hacia atrás una mala mirada a Louis.
—Estoy bien. Él es un imbécil —Sus palabras fueron firmes, pero pude escuchar el dolor en su voz. Eleanor era una maestra enmascarando sus emociones, y podría engañar a cualquiera menos a mí.
—Siento no haberme ido contigo.
—Estabas casi desmayada, ________ —dijo molesta.
— ¿Por qué no vienes por mí? Podemos hablar de esto.
Ella respiró contra el teléfono.
—No sé. Realmente no quiero verlo.
—Le diré que se quede dentro, entonces.
Hubo una larga pausa, y entonces escuché sus llaves tintinear en el fondo.
—Está bien. Estaré allí en un minuto.
Entré en la sala, pasando mi bolso sobre mi hombro. Ellos me observaron abrir la puerta para esperar a Eleanor, y Louis brincó del sofá.
— ¿Ella va a venir?
—No quiere verte, Lou. Le dije que te quedarías dentro.
Él suspiró, y cayó contra el cojín.
—Me odia.
—Voy a hablar con ella. Será mejor que tengas una increíble disculpa, sin embargo.
Diez minutos más tarde, la bocina de un auto sonó dos veces afuera, y cerré la puerta detrás de mí. Cuando llegaba al final de las escaleras, Louis pasó junto a mí hacia el Honda rojo de Eleanor, y se encorvó para verla a través de la ventana. Me detuve en seco, observando cómo Eleanor lo ignoraba observando al frente. Ella bajó su ventanilla, y Louis parecía estarse explicando, y entonces comenzaron a discutir. Decidí entra en la casa para darles privacidad.
— ¿Pigeon? —dijo Harry, trotando por la escalera.
—Esto no se ve bien.
—Me lo imaginaba. Vamos adentro —dijo, entrelazando sus dedos con los míos mientras subíamos las escaleras.
— ¿Fue tan malo? —pregunté.
Asintió.
—Bastante malo. Salieron de la fase de luna de miel, sin embargo. Lo van a superar.
—Para ser alguien que nunca ha tenido una novia, parece que sabes sobre relaciones.
—Tengo cuatro hermanos y muchos amigos —dijo, sonriendo para sí mismo.
Louis entró pisoteando en el apartamento y cerró la puerta detrás de él.
— ¡Ella es jodidamente imposible!
Besé la mejilla de Harry.
—Esa es mi señal.
—Buena suerte —Harry sonrió.
Me deslicé dentro del auto de Eleanor, ella resopló.
— ¡Él es jodidamente imposible!
Reí, pero ella lanzó una mala mirada en mi dirección.
—Lo siento, —dije, forzando mi sonrisa a desaparecer.
Mientras conducía, Eleanor gritó y gritó y gritó un poco más. A veces lanzaba maldiciones a Louis, como si fuera él quien estuviera sentado en mi lugar. Yo me quedé quieta, dejando que sacara su coraje como sólo Eleanor podía hacerlo.
— ¡Me llamó irresponsable! ¡A mí! ¡Como si yo no te conociera! ¡Como si no te hubiera visto robarle a tu padre cientos de dólares para beber tequila! ¡Él no sabía de qué diablos estaba hablando! ¡Él no sabe cómo era tu vida! ¡Él no sabe lo que yo sé, y actúa como si yo fuera su hija en vez de su novia! — Descansé mi mano sobre la de ella, pero ella la apartó—. Él pensaba que tú serías la razón por la cual nosotros no podríamos funcionar, y entonces él termina haciendo el trabajo por sí solo. Y hablando de ti, ¿Qué diablo pasó anoche con Parker?
El repentino cambio de tema me tomó por sorpresa.
— ¿Qué quieres decir?
—Harry se la pasó contigo toda la fiesta, ________, y luego vas y te manoseas con Parker. ¿Y tú preguntas porque todo el mundo está hablando de ti?
— ¡Espera un minuto! Le dije a Parker que no deberíamos estar haciendo eso ¿Y qué importa si Harry se pasó conmigo la noche o no? ¡No estoy con él!
Eleanor miró hacia el frente, soltando una ráfaga de aire por la nariz.
—Bien, Eli. ¿Qué es todo esto? ¿Estás enojada conmigo, ahora?
—No estoy enojada contigo. Sólo no quiero asociarme con completos idiotas.
Negué con mi cabeza, y luego miré fuera de la ventana antes de decir algo de lo que podría arrepentirme. Eleanor siempre había sido capaz de hacerme sentir como una mierda.
— ¿Por lo menos ves lo que está pasando? —preguntó—. Harry dejó de pelear. Él no sale sin ti. No ha traído más chicas a casa desde esas tontas gemelas... aún no ha asesinado a Parker, y tú estás preocupada de lo que la gente va a decir. ¿Sabes porque te digo esto, _______? ¡Porque es la verdad!
Me giré, mi cuello crujió lentamente mientras me volvía a su dirección, tratando de darle la más asesina mirada que conocía.
— ¿Qué diablos te pasa?
—Estás saliendo ahora con Parker, y tú estás tan feliz —dijo mofándose—.Entonces, ¿Por qué no estás en Morgan?
— ¡Porque perdí una apuesta, ya lo sabes!
— ¡Dame un respiro, _______! Hablas sobre cuán perfecto es Parker, tienes esas increíbles citas con él, hablas con él por horas al teléfono, y luego vas a dormirte al lado de Harry toda la noche. ¿Ves lo que está mal en esta situación? Si realmente te gustara Parker, tus cosas estarían en Morgan ahora mismo.
Apreté mis dientes.
—Sabes que yo nunca abandono una apuesta, Eli.
—Eso es lo que pensaba —dijo, retorciendo sus manos alrededor del volante—. Harry es lo que quieres, y Parker es lo que crees que necesitas.
—Sé que parece de esa manera, pero...
—Es la manera que le parece a todo el mundo. Si no te gusta que las personas estén hablando de ti... cambia. Esto no es la culpa de Harry. Él ha hecho mucho por ti. Tú estás recogiendo lo que cosechaste, y Parker está obteniendo los beneficios.
— ¡Una semana atrás empaquetaste mis cosas y no querías que Harry se me acercara otra vez! ¿Ahora estás defendiéndolo?
— ¡¡¡¡________!!!! ¡No lo estoy defendiendo, estúpida! ¡Estoy viendo por ti! ¡Ustedes están locos el uno por el otro! ¡Hagan algo al respecto!
— ¿Cómo es posible creer que yo debería estar con él? —Gemí—. ¡Se supone que debo mantenerme alejada de personas como él!
Ella apretó sus labios, claramente perdiendo la paciencia.
—Has trabajado muy duro para separarte de tu padre. ¡Esa es la única razón por la cual incluso consideraste salir con Parker! Él es lo completamente opuesto de Mick, y crees que Harry va a lanzar a tierra todos tus esfuerzos. Él no es tu papá, _______.
—Yo no he dicho que él lo sea, pero esta poniéndome en una situación segura de seguir sus pasos.
—Harry no te haría esto a ti. Creo que subestimas lo mucho que significas para él. Si tú se lo dices...
—No. No dejamos todo atrás para que todo el mundo aquí me mire como lo hicieron en Manchester. Vamos a centrarnos en el problema en cuestión. Lou está esperándote.
—No quiero hablar de Lou —dijo, frenando hasta detenerse en la luz.
—Él es miserable. Te ama.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y su labio inferior tembló.
—No me importa.
—Sí te importa.
—Lo sé —susurró, inclinándose en mi hombro.
Ella lloró hasta que la luz del semáforo cambió, y luego besé su cabeza.
—Luz verde.
Ella se sentó recta, limpiándose la nariz.
—Fui bastante cruel con él hace rato. No creo que quiera hablar conmigo ahora.
—Hablará contigo. Él sabe que estabas enojada.
Eleanor limpió su rostro, y luego lentamente cambió la direccional. Me preocupaba tomarme mucho tiempo para convencerla de regresar conmigo, pero Louis bajó la escalera corriendo antes de que ella apagara el motor.
Él abrió bruscamente la puerta del auto, inclinándose a sus pies.
—Lo siento mucho, bebé. No debería meterme en lo que no me importa... por favor, no te vayas. ¡No sé qué haría sin ti!
Eleanor tomó su rostro entre sus manos y sonrió.
—Eres un cabrón arrogante, pero todavía te amo.
Louis la besó una y otra vez como si no la hubiera visto en meses, y sonreí por mi trabajo bien hecho. Harry estaba de pie en la puerta, sonriendo mientras yo me dirigía al apartamento.
—Y ellos vivieron felices para siempre —dijo Harry, cerrando la puerta detrás de mí.
Me desplomé en el sofá y él se sentó a mi lado, tirando de mis piernas hacia su regazo.
— ¿Qué haces hoy, Pidge?
—Dormir. O descansar... o dormir.
— ¿Puedo darte tu regalo primero?
Empujé su hombro juguetonamente.
—Cállate. ¿Me has traído un regalo?
Su boca se curvó en una sonrisa nerviosa.
—No es un brazalete de diamantes, pero pensé que te gustaría.
—Me encanta y aún no lo he visto.
Él levantó mis piernas de su regazo, y luego desapareció hacia el dormitorio de Louis. Arqueé una ceja cuando lo escuché murmurando, y luego salió con una caja. La dejó en el suelo, a mis pies, para abrirla.
—Apresúrate, quiero verte sorprendida —sonrió.
— ¿Qué me apresure? —pregunté, levantando la tapa.
Mi boca cayó abierta cuando un par de grandes ojos negros miraron hacia mí.
— ¡¿Un perrito?! —grité, llevando mis manos dentro de la caja. Levanté el oscuro bebé de cabello rizado hacia mi cara, y cubrió mi boca con cálidos y húmedos besos.
Harry sonrió radiante, triunfante.
— ¿Te gusta él?
— ¿Él? ¡Lo amo! ¡Tengo un perrito!
—Es un Cairn Terrier. Tuve que manejar tres horas para recogerlo después de clases el jueves.
—Entonces, cuando dijiste que fuiste con Louis en su auto para comprar...
—Fuimos a conseguir tu regalo —asintió.
— ¡Él es muy inquieto! —reí.
—Toda chica de Manchester necesita un Toto —dijo Harry, ayudándome a mantener a esa pequeña bola de pelos en mí regazo.
— ¡Él parece como Toto! Así es como voy a llamarlo —dije, arrugando mi nariz hacia el inquieto perrito.
—Puedes tenerlo aquí. Yo me encargaré de él cuando vuelvas a Morgan —su boca se curvó en una media sonrisa—. Y eso me asegurará de que vengas a visitarlo varias veces al mes.
Apreté mis labios juntos.
—Hubiera regresado, de todas maneras, Hazz.
—Haría cualquier cosa por volver esa sonrisa en tu rostro ahora mismo.
—Creo que necesito una siesta, Toto. Si, tú también —susurré al cachorro.
Harry asintió, tirando de mí hacia su regazo, y luego levantándose conmigo en sus brazos. Con dificultad, él cerró las cortinas, y luego se dejó caer sobre su almohada.
—Gracias por quedarte conmigo anoche —dije, acariciando la suave piel de Toto—. No tenías por que dormir en el suelo del baño.
—Anoche fue una de las mejores noches de mi vida.
Me giré para ver su expresión. Cuando vi que él hablaba en serio, le disparé una mirada dudosa.
— ¿Dormir entre un retrete y la bañera y en el frío y duro piso con una idiota vomitando fue una de tus mejores noches? Eso es triste, Hazz.
—No, sentado contigo cuando estabas enferma, y tú durmiendo en mi regazo fue una de mis mejores noches. No fue cómodo, no dormí casi nada, pero estuve en tu decimonoveno cumpleaños contigo, y realmente eres dulce cuando estás borracha.
—Estoy segura que entré eructando y vomitando, fui muy encantadora.
Él se acercó a mí, acariciando a Toto, quien estaba acurrucado en mi cuello.
—Eres la única mujer que conozco que aún se ve increíble con la cabeza dentro del inodoro. Eso es mucho decir.
—Gracias, Hazz. No haré que seas mi niñera otra vez.
Se apoyó contra su almohada.
—Como sea. Nadie puede sostener tu cabello hacia atrás como yo.
Reí y cerré los ojos, dejándome caer en la oscuridad.
— ¡Levántate, _______! —gritó Eleanor, sacudiéndome.
Toto lamió mi mejilla.
— ¡Estoy levantada! ¡Estoy levantada!
— ¡Tenemos clases en media hora!
Salté de la cama.
—He estado durmiendo por... ¿Catorce horas? ¿Pero por qué?
— ¡Sólo date un baño! ¡Si no estás lista en diez minutos, dejaré tu trasero aquí!
— ¡No tengo tiempo de darme un baño! —dije, cambiándome la ropa con la cual me dormí.
Harry apoyó su cabeza en su mano y rió.
—Son ridículas. No es el fin del mundo si llegan tarde a una clase.
—Lo es si eres Eleanor. Ella no se pierde una clase y odia llegar tarde — dije, tirando una camisa sobre mi cabeza, y metiéndome dentro de mis jeans.
—Deja que Eli se adelante. Yo te llevaré.
Caminé con un pie, mientras me ponía mis botas en el otro.
—Mi bolsa está en su auto, Hazz.
—Como sea —se encogió de hombros—. Sólo no salgas herida por llegar a tiempo a una clase —Él levantó a Toto, sosteniéndolo en su mano como un pequeño balón, siguiéndome en el pasillo.
Eleanor corrió conmigo hacia la puerta y entramos en el auto.
—No puedo creer que él te haya regalado ese perrito —dijo ella, mirando hacia atrás mientras salía del estacionamiento.
Harry estaba de pie frente al sol de la mañana, en calzoncillos y descalzo, con los brazos cruzados por el frío. Él observaba a Toto oler el pasto en el patio como un padre orgulloso.
—Nunca he tenido un perro antes —dije—. Esto será interesante.
Eleanor miró a Harry antes de hacer avanzar su Honda.
—Míralo —dijo, negando con su cabeza.
—Harry Styles: Sr. Mamá. Toto es adorable. Incluso tú te encariñarás con él.
—No puedes traerlo contigo al dormitorio, lo sabes. No creo que Harry haya pensado en eso.
—Harry dijo que él lo cuidara en el apartamento.
Ella arqueó una ceja.
—Claro que lo dijo. Harry piensa en el futuro, tengo que darle crédito por eso —dijo, negando con su cabeza mientras pisaba el acelerador.
Me tensé, pegándome en mi asiento por la velocidad.
Una vez que la adrenalina se absorbió en mi sistema, la pesadez de mi post-cumpleaños se apoderó de mi cuerpo. Eleanor me dio un codazo cuando la clase terminó, y la seguí hacia la cafetería.
Louis se encontró con nosotros en la puerta, y me di cuenta de inmediato que algo andaba mal.
—Eli —dijo Louis, agarrándola del brazo.
Harry corrió hacia donde estábamos, y agarrándose de sus caderas, respiró profundamente hasta que recuperó el aliento.
— ¿Hay una turba de mujeres enfadadas que te persiguen? —Me burlé.
Él sacudió su cabeza.
—Estaba tratando de alcanzarte... antes de que... entrarás —suspiró.
— ¿Qué está pasando? —pregunto Eleanor a Louis.
—Hay un rumor —comenzó Louis—. Todo el mundo está diciendo que Harry llevó a ________ a casa y... los detalles son diferentes, pero es bastante malo.
— ¿Qué? ¿Hablas en serio? —grité.
Eleanor rodó sus ojos.
— ¿A quién le importa, ________? La gente ha estado especulando sobre ti y Hazz desde semanas. No es la primera vez que alguien dice que ustedes duermen juntos.
Harry y Louis intercambiaron miradas.
— ¿Qué? —dije—. Hay algo más, ¿No?
Louis hizo una mueca.
—Están diciendo que te acostaste con Parker en la casa de Brasil, y luego te fuiste con Harry... a casa, si sabes lo que estoy tratando de decir.
Mi boca cayó abierta.
— ¡Grandioso! ¿Así que soy la zorra de la escuela ahora?
Los ojos de Harry se oscurecieron y su mandíbula se tensó.
—Esto es mi culpa. Si se tratara de alguien más, ellos no estarían hablando de ti —Él entró a la cafetería con sus manos hechas puño a los costados.
Eleanor y Louis lo siguieron.
—Espero que nadie sea tan estúpido como para decirle algo. —dijo Eleanor.
—O a ella. —agregó Louis.
Harry se sentó a unos asientos de distancia de mí, al lado de Reuben. Esperé que él me mirara, queriéndole ofrecer una sonrisa confortante. Harry tenía una reputación, pero yo dejé que Parker me besara en el pasillo.
Louis me dio un codazo mientras miraba a su primo.
—Sólo se siente mal. Probablemente está tratando de desviar el rumor.
—No tienes por qué sentarte allí, Hazz. Vamos, siéntate aquí —dije, palmeando el espacio vacío en frente de mí.
—Escuché que pasaste un buen cumpleaños, ________ —dijo Chris Jenks, lanzando un trozo de lechuga al plato de Harry.
—No comiences con ella, Jenks —advirtió Harry, ceñudo.
Chris sonrió, empujando hacia arriba sus redondas y rosadas mejillas.
— Escuché que Parker está furioso. Dijo que fue a su apartamento ayer, y tú y Harry seguían en la cama.
—Ellos estaban tomando una siesta, Chris —se mofó Eleanor. Mis ojos se lanzaron hacia Harry.
— ¿Parker fue a verme?
Él se movió incómodo en su silla.
—Te lo iba a decir.
— ¿Cuándo? —Espeté.
Eleanor se inclinó en mi oído.
—Parker escuchó el rumor, y fue a confrontarte. Traté de detenerlo, pero él caminó hacia el pasillo y... tuvo una idea totalmente equivocada.
Planté mis codos en la mesa, cubriendo mi rostro con mis manos.
—Esto se pone cada vez mejor.
—Entonces, ¿Ustedes realmente no han entrado en acción? —Preguntó Chris—. Maldición, esto apesta. Pensé que ________ era la adecuada para ti después de todo, Hazz.
—Es mejor que te detengas ahora, Chris —advirtió Louis
—Si tú no duermes con ella, ¿Te importa si yo lo hago? —dijo Chris, riéndose con sus compañeros de equipo.
Mi cara ardió con la vergüenza inicial, pero luego Eleanor gritó en mi oído, reaccionando en respuesta a Harry saltando de su asiento. Él llegó hasta la mesa, agarrando a Chris por la garganta con una mano, y su otra mano hecha un puño en su camisa.
Una línea de personas se acercó a la mesa, y docenas de sillas se arrastraron por el suelo mientras las personas se levantaban para mirar. Harry lo golpeó repetidamente en el rostro, su codo echado hacia atrás en el aire antes de aterrizar cada golpe. La única cosa que Chris pudo hacer fue cubrir su cara con sus manos.
Nadie tocó a Harry. Él estaba fuera de control, y su reputación hacía que todos tuvieran miedo de ponerse en su camino. Los jugadores de fútbol se agacharon y dieron un respingo mientras veían a su compañero ser asaltado sin piedad sobre el suelo.
— ¡Harry! —grité, rodeando la mesa.
A medio golpe, Harry retuvo su puño, y luego soltó la camisa de Chris, haciéndolo caer al suelo. Él estaba jadeando cuando se dio la vuelta para mirarme; Nunca lo había visto tan sobresaltado. Tragué duro y di un paso hacia atrás mientras él pasaba a mi lado.
Di un paso para seguirlo, pero Eleanor agarró mi brazo. Louis la besó rápidamente, y luego siguió a su primo hacia la puerta.
—Jesús —susurró Eleanor.
Nos dimos la vuelta para ver a los compañeros de equipo de Chris recogerlo del suelo, y me encogí ante su cara roja e hinchada. La sangre brotaba de su nariz, y Brasil le entregó una servilleta de la mesa.
— ¡Ese loco hijo de puta! —gimió Chris, sentándose en la silla y llevando su mano hacia su rostro. Me miró, entonces—. Lo siento, _______. Estaba sólo bromeando.
No tenía palabras para replicar. No podía explicar que había ocurrido.
—Ella no se ha acostado con ninguno de ellos —dijo Eleanor.
—Nunca sabes cuándo callarte, Jenks —dijo Brasil, disgustado. Eleanor tiró de mi brazo. —
Vamos. Vámonos.
Ella no perdió tiempo arrastrándome hacia su auto. Cuando ella encendió el motor, agarré su muñeca.
— ¡Espera! ¿A dónde vamos?
—Vamos al apartamento de Lou. No quiero que él esté solo con Harry. ¿Lo viste? ¡Él ha pisado fondo!
— ¡Bueno, yo tampoco quiero estar cerca de él!
Eleanor me miró con incredulidad.
—Obviamente, tenemos que hacer algo por él. ¿No quieres saber cómo está?
—Mi sentido de auto-preservación pesa más que mi curiosidad en este punto, Eli.
—Lo único que lo detuvo fue tu voz, _______. Él te escuchará. Tienes que hablar con él.
Suspiré y solté su muñeca, cayendo contra el respaldo de mi asiento. — Está bien. Vamos.
Nos detuvimos en el estacionamiento, y Eleanor aparcó entre el auto de Louis y la motocicleta de Harry. Ella subió las escaleras, poniendo sus manos en sus caderas dramáticamente.
— ¡Vamos, _______! —gritó Eleanor, haciendo señas para que la siguiera.
Vacilante, finalmente la seguí, deteniéndome cuando vi a Louis bajar apresurado las escaleras para hablar en voz baja con Eleanor. Él me miró, negó con su cabeza, y entonces susurró algo otra vez.
— ¿Qué? —pregunté.
—Lou no... —dijo ella inquieta—. Lou, no creo que sea buena idea irnos. Harry está bastante molesto.
—Quieres decir que él no cree que yo debería entrar —dije.
Louis tocó mi hombro.
—No has hecho nada malo, _______. Él sólo no... él no quiere verte justo ahora.
—Si yo no he hecho nada mal, ¿Entonces porque no quiere verme?
—No estoy seguro; no quiere hablarme sobre esto. Creo que esta avergonzado de perder el control frente a ti.
— ¡Perdió el control frente de toda la cafetería! ¿Que tengo yo qué hacer con esto?
—Más de lo que tú crees —dijo Louis, esquivando mis ojos.
Lo observé por un momento, y luego pasé entre ellos, subiendo corriendo las escaleras. Atravesé la puerta para encontrar una sala vacía. La puerta de la habitación de Harry vacía, así que toqué.
— ¿Harry? Soy yo, abre.
—Vete, Pidge —gritó del otro lado de la puerta.
Me asomé para verlo sentado en el borde de la cama, frente a la ventana. Toto pateaba su espalda, no muy feliz de ser ignorado.
— ¿Qué pasa contigo, Hazz? —pregunté. Él no respondió, así que me paré a su lado, cruzando mis brazos. Su quijada estaba tensa, pero no tenía esa expresión escalofriante que había tenido en la cafetería. Parecía triste. Del tipo profundo, sin esperanza.
— ¿No vas a hablarme sobre esto?
Esperé, pero permaneció en silencio. Me di la vuelta hacia la puerta y él finalmente suspiró.
— ¿Recuerdas el otro día cuando Brasil se metió conmigo y tu saliste en mi defensa? Bueno... eso es lo que ocurrió. Sólo que me dejé llevar un poco.
—Estabas enojado antes de que Chris dijera algo —dije, volviéndome para sentarme a su lado en la cama.
Él continuó mirando por la ventana.
—Quise decir lo que dije antes. Deberías irte, Pidge. Dios sabe que yo no puedo apartarme de ti.
Toqué su brazo.
—Tú no quieres que me vaya.
La mandíbula de Harry se tensó de nuevo, y luego me envolvió con su brazo. Se detuvo por un momento, y luego besó mi frente, presionando su mejilla contra mi sien.
—No importa cuán fuerte lo intente. Vas a odiarme cuando todo esté dicho y hecho.
Envolví mis brazos alrededor de él.
—Somos amigos. No acepto un no por respuesta —cité.
Sus cejas se arquearon, y entonces me abrazó con ambos brazos, sin dejar de mirar por la ventana.
—Te observo dormir un montón. Siempre pareces tan tranquila. No tengo ese tipo de tranquilidad. Tengo toda esta ira y rabia dentro de mí... excepto cuando te observo dormir.
Sus ojos verdes me cuestionaron
—Eso fue lo que estaba haciendo cuando Parker entró —continuó—. Yo estaba despierto, y él entró, y sólo estuvo de pie allí, con su mirada de shock en el rostro. Sabía lo que él pensaba, pero no quise aclararlo. No quise explicárselo porque quería que él creyera que algo ocurrió. Ahora toda la escuela cree que tú estuviste con ambos en la misma noche.
Toto hizo su camino hacia mi regazo, y froté sus orejas.
Harry alargó su mano para acariciarlo una vez, y luego puso su mano sobre la mía. —Lo siento.
Me encogí de hombros.
—Si él creyó ese rumor, esa es su culpa.
—Es difícil creer algo más cuando nos ve juntos en la cama.
—Él sabe que estoy quedándome contigo. Yo estaba completamente vestida, por el amor de Cristo.
Harry suspiró.
—Probablemente estaba demasiado molesto como para darme cuenta. Sé que le gustas, Pidge. Debería habérselo explicado. Te debo mucho.
—No importa.
— ¿No estás enojada? —preguntó, sorprendido.
— ¿Es eso lo que te tiene tan molesto? ¿Pensaste que me enojaría contigo cuando me dijeras la verdad?
—Deberías estarlo. Si me estuvieran hundiendo por la mala reputación del alguien, yo estaría un poco encabronado.
—A ti no te importa el qué dirán. ¿Qué pasó con el Harry que le importa una mierda lo que los demás piensen? —me burlé, dándole un codazo.
—Eso fue antes de ver la expresión en tu cara cuando escuchaste lo que todo el mundo estaba diciendo. No quiero que salgas lastimada por mi culpa.
—Tú nunca harías algo para lastimarme.
—Preferiría cortarme el brazo —suspiró.
Él se relajó apoyando su mejilla contra mi cabello. Yo no tenía una réplica, y Harry parecía haber dicho todo lo que necesitaba decir, así que nos sentamos en silencio. De vez en cuando, Harry me apretaba con más fuera a su lado. Me aferré a su camisa, sin saber cómo hacerlo sentir mejor que permitirle abrazarme.
Cuando el sol comenzó a subir, escuché un leve golpe en la puerta. — ¿_______?—la voz de Eleanor sonó débil del otro lado de la madera.
—Entra, Eli —respondió Harry.
Eleanor entró con Louis, y sonrió al vernos, enredados en los brazos del otro.
—Vamos por un poco de comida. ¿Tienen ganas de hacer una carrera hasta Pei Wei?
—Agh. ¿Comida asiática nuevamente, Eli? ¿De verdad? —preguntó Harry.
Sonreí. Él sonó más como a sí mismo.
Eleanor lo notó, también.
—Sí, de verdad. ¿Vienen o no?
—Me muero de hambre —dije.
—Claro que lo estás, no llegaste a almorzar —dijo, frunciendo el ceño. Se levantó, llevándome con él—. Vamos. Déjame conseguir algo de comida para ti.
Él mantuvo su brazo alrededor de mí, y no me soltó hasta que estuvimos dentro de Pei Wei.
Tan pronto como Harry fue al baño, Eleanor se inclinó hacia mí.
— ¿Y? ¿Qué te dijo?
—Nada —me encogí de hombros.
Ella arqueó una ceja.
—Estuviste en su habitación por dos horas. ¿Él no te dijo nada?
—Por lo general no lo hace cuando está molesto —dijo Louis.
—Tuvo que haber dicho algo —presionó Eleanor.
—Dijo que estaba un poco molesto por los rumores sobre mí, y que no le dijo a Parker la verdad cuando él entró. Eso es todo —dije, jugando con la sal y la pimienta.
Louis negó con su cabeza, cerrando sus ojos.
— ¿Qué, bebé? —preguntó Eleanor, enderezándose.
—Harry es... —suspiró, rodando sus ojos—, Olvídalo.
Eleanor tenía una expresión testaruda.
—Oh, diablos, no, tú no puedes... —Ella se interrumpió cuando Harry se sentó y puso su brazo detrás de mí.
— ¡Maldita sea! ¿La comida no está aun?
Reímos y bromeamos hasta que el restaurant cerró, y luego entramos en el auto para regresar a casa. Louis cargó a Eleanor sobre su espalda para subir las escaleras, pero Harry se quedó atrás, tirando de mi brazo antes de seguirlos. Levanté la mirada hacia nuestros amigos, hasta que ellos desaparecieron tras la puerta, y entonces me ofreció una sonrisa triste.
—Te debo una disculpa por lo de hoy, lo siento mucho.
—Ya te has disculpado. Está bien.
—No, me disculpé por Parker. No quiero que pienses que soy un psicópata que va por ahí atacando a las personas por la más mínima cosa — dijo—. Pero te debo una disculpa porque no te defendí por la razón correcta.
—Y eso sería... —incité.
—Me abalancé sobre él porque dijo que él quería ser el siguiente en la fila, no porque él bromeara contigo.
—Insinuar que hay una fila para acostarse conmigo es razón suficiente para defenderme, Hazz.
—Ese es mi punto. Estaba enojado porque lo tomé como si él quisiera dormir contigo.
Después de procesar lo que Harry quería decir, agarré los costados de su camisa y presioné mi frente contra su pecho.
— ¿Sabes qué? No me importa —dije, levantando la mirada hacia él—. No me importa lo que la gente está diciendo, o si pierdes el control, o porque golpeaste a Chris en el rostro. La última cosa que quiero es tener una mala reputación, pero estoy cansada de explicar nuestra amistad a todos. Al diablo con ellos.
La mirada de Harry se tornó suave, y las comisuras de sus labios se curvaron.
— ¿Nuestra amistad? A veces me pregunto si me escuchas por completo.
— ¿Qué quieres decir?
—Entremos. Estoy cansado.
Asentí, y él me abrazó contra su costado hasta que nos encontramos dentro del apartamento. Eleanor y Louis ya estaban encerrados en su dormitorio, y me deslicé dentro y fuera del baño. Harry estaba sentado con Toto afuera mientras me vestía con mi pijama, y después de media hora, ambos estábamos en la cama.
Recosté mi cabeza en mi brazo, dejando salir un largo suspiro, relajándome.
—Sólo dos semanas menos. ¿Vas a hacer un drama cuando me mude de regreso a Morgan?
—No lo sé —dijo. Pude ver su gesto atormentado, incluso en la oscuridad.
—Oye —toqué su brazo—. Estaba bromeando.
Lo observé durante un largo rato, respirando, parpadeando, y tratando de relajarse. Él se movió un poco y luego me miró.
— ¿Confías en mí, Pidge?
—Sí, ¿Por qué?
—Ven aquí —dijo, tirando de mí contra él. Me puse rígida por un segundo o dos antes de recostar mi cabeza en su pecho.
Lo que sea que estaba pasando con él, me necesitaba cerca, y no podría hacer objetado algo incluso si hubiera querido. Se sentía bien estar acostada a su lado.
_____________
"—Anoche fue una de las mejores noches de mi vida.
Me giré para ver su expresión. Cuando vi que él hablaba en serio, le disparé una mirada dudosa.
— ¿Dormir entre un retrete y la bañera y en el frío y duro piso con una idiota vomitando fue una de tus mejores noches? Eso es triste, Hazz.
—No, sentado contigo cuando estabas enferma, y tú durmiendo en mi regazo fue una de mis mejores noches. No fue cómodo, no dormí casi nada, pero estuve en tu decimonoveno cumpleaños contigo, y realmente eres dulce cuando estás borracha.
—Estoy segura que entré eructando y vomitando, fui muy encantadora.
Él se acercó a mí, acariciando a Toto, quien estaba acurrucado en mi cuello.
—Eres la única mujer que conozco que aún se ve increíble con la cabeza dentro del inodoro. Eso es mucho decir."
No sé a ustedes pero eso PRECISAMENTE ESO ME MATÓ
Chris es un imbécil, cómo se le ocurre, se merecía la golpiza -.-' idiota.
Parker Jajajaja :maloso: ¿te llevaste una pésima impresión querido? ¡ME ALEGRO!
Bueno, chicas espero comenten, Sophie y Javi :3 Gracias por apoyar esta adaptación.
Las amo mucho. Nos vemos chicas -Lau
Canción Recomendada: I Know You Care— Ellie Goulding
Cuando mis ojos finalmente pudieron despegarse para abrirse, vi que mi almohada consistía en unos jeans y piernas. Harry estaba sentado con su espalda contra la bañera, su cabeza inclinada contra la fría pared. Él parecía tan incómodo como yo me sentía. Tiré la manta que tenía sobre mí y me levanté, jadeando ante mi horroroso reflejo en el espejo sobre el lavabo.
Parecía como muerta.
El rímel corrido, lágrimas negras deslizándose por mis mejillas, labial manchando a través de mi boca, y mi cabello tenía dos grandes nudos a cada lado.
Sábanas, toallas y mantas rodeaban a Harry. Él había formado una suave cama para dormirme mientras yo expulsé los quince chupitos de tequila que había consumido la noche anterior. Harry había sostenido mi cabello lejos del retrete, y se sentó a mi lado toda la noche.
Abrí el grifo, colocando mi mano debajo del agua hasta obtener la temperatura que yo quería.
Limpié el desorden de mi cara, escuché un gemido desde el suelo. Harry se removía, frotó sus ojos y se estiró, y luego miró a su lado, entrando en pánico.
—Estoy aquí —dije—. ¿Por qué no te vas a la cama? ¿Quieres dormir un poco más?
— ¿Estás bien? —dijo él, frotando sus ojos una vez más.
—Sí, estoy bien. Bueno, tan bien como se podría estar. Me sentiré mejor una vez que me dé un baño.
Él se levantó.
—Superaste mis fiestas locas anoche, para que lo sepas. No sé de dónde vino esto, pero no quiero que lo hagas otra vez.
—Esto es más o menos con lo que crecí, Hazz. No es la gran cosa.
Él tomó mi barbilla entre sus manos y limpió la mancha de rímel debajo de mis ojos con sus pulgares.
—Fue una gran cosa para mí. ( :enamorado: )
—Bien, no voy a hacerlo otra vez. ¿Feliz?
—Sí. Sin embargo, tengo algo que decirte, si prometes no asustarte.
—Oh, Dios, ¿Qué hice?
—Nada, pero necesitas llamar a Eleanor.
— ¿Dónde está?
—En Morgan. Ella discutió con Lou ayer.
Corrí hacia la ducha y comencé a tirar de mi ropa mientras Harry usaba el lavabo. Cuando salí del baño, Louis y Harry estaban sentados en la sala.
— ¿Qué le has hecho? —exigí.
La cara de Louis palideció.
—Realmente está enojada conmigo.
— ¿Qué ocurrió?
—Estaba enojado porque te animó a beber tanto. Pensé que íbamos a terminar llevándote al hospital. Una cosa llevó a la otra, y lo siguiente que sé, estábamos gritándonos el uno al otro. Ambos estábamos borrachos, _______. Dije cosas que quisiera no haber dicho —negó con su cabeza, mirando hacia el suelo.
— ¿Cómo qué? —dije, enojada.
—La insulté con unos nombres de los cuales no estoy orgulloso y entonces le dije que se marchara.
— ¿Dejaste que ella se fuera de aquí estando borracha? ¿Eres un idiota? —dije, agarrando mi bolso.
—Tranquilízate, Pidge. Él ya se siente suficientemente mal —dijo Harry.
Terminé de sacar mi teléfono celular de mi bolso, marcando el número de Eleanor.
— ¿Hola? —respondió ella. Sonaba mal.
—Acabo de enterarme —suspiré—. ¿Estás bien? —Caminé hacia el pasillo por más privacidad, lanzando hacia atrás una mala mirada a Louis.
—Estoy bien. Él es un imbécil —Sus palabras fueron firmes, pero pude escuchar el dolor en su voz. Eleanor era una maestra enmascarando sus emociones, y podría engañar a cualquiera menos a mí.
—Siento no haberme ido contigo.
—Estabas casi desmayada, ________ —dijo molesta.
— ¿Por qué no vienes por mí? Podemos hablar de esto.
Ella respiró contra el teléfono.
—No sé. Realmente no quiero verlo.
—Le diré que se quede dentro, entonces.
Hubo una larga pausa, y entonces escuché sus llaves tintinear en el fondo.
—Está bien. Estaré allí en un minuto.
Entré en la sala, pasando mi bolso sobre mi hombro. Ellos me observaron abrir la puerta para esperar a Eleanor, y Louis brincó del sofá.
— ¿Ella va a venir?
—No quiere verte, Lou. Le dije que te quedarías dentro.
Él suspiró, y cayó contra el cojín.
—Me odia.
—Voy a hablar con ella. Será mejor que tengas una increíble disculpa, sin embargo.
Diez minutos más tarde, la bocina de un auto sonó dos veces afuera, y cerré la puerta detrás de mí. Cuando llegaba al final de las escaleras, Louis pasó junto a mí hacia el Honda rojo de Eleanor, y se encorvó para verla a través de la ventana. Me detuve en seco, observando cómo Eleanor lo ignoraba observando al frente. Ella bajó su ventanilla, y Louis parecía estarse explicando, y entonces comenzaron a discutir. Decidí entra en la casa para darles privacidad.
— ¿Pigeon? —dijo Harry, trotando por la escalera.
—Esto no se ve bien.
—Me lo imaginaba. Vamos adentro —dijo, entrelazando sus dedos con los míos mientras subíamos las escaleras.
— ¿Fue tan malo? —pregunté.
Asintió.
—Bastante malo. Salieron de la fase de luna de miel, sin embargo. Lo van a superar.
—Para ser alguien que nunca ha tenido una novia, parece que sabes sobre relaciones.
—Tengo cuatro hermanos y muchos amigos —dijo, sonriendo para sí mismo.
Louis entró pisoteando en el apartamento y cerró la puerta detrás de él.
— ¡Ella es jodidamente imposible!
Besé la mejilla de Harry.
—Esa es mi señal.
—Buena suerte —Harry sonrió.
Me deslicé dentro del auto de Eleanor, ella resopló.
— ¡Él es jodidamente imposible!
Reí, pero ella lanzó una mala mirada en mi dirección.
—Lo siento, —dije, forzando mi sonrisa a desaparecer.
Mientras conducía, Eleanor gritó y gritó y gritó un poco más. A veces lanzaba maldiciones a Louis, como si fuera él quien estuviera sentado en mi lugar. Yo me quedé quieta, dejando que sacara su coraje como sólo Eleanor podía hacerlo.
— ¡Me llamó irresponsable! ¡A mí! ¡Como si yo no te conociera! ¡Como si no te hubiera visto robarle a tu padre cientos de dólares para beber tequila! ¡Él no sabía de qué diablos estaba hablando! ¡Él no sabe cómo era tu vida! ¡Él no sabe lo que yo sé, y actúa como si yo fuera su hija en vez de su novia! — Descansé mi mano sobre la de ella, pero ella la apartó—. Él pensaba que tú serías la razón por la cual nosotros no podríamos funcionar, y entonces él termina haciendo el trabajo por sí solo. Y hablando de ti, ¿Qué diablo pasó anoche con Parker?
El repentino cambio de tema me tomó por sorpresa.
— ¿Qué quieres decir?
—Harry se la pasó contigo toda la fiesta, ________, y luego vas y te manoseas con Parker. ¿Y tú preguntas porque todo el mundo está hablando de ti?
— ¡Espera un minuto! Le dije a Parker que no deberíamos estar haciendo eso ¿Y qué importa si Harry se pasó conmigo la noche o no? ¡No estoy con él!
Eleanor miró hacia el frente, soltando una ráfaga de aire por la nariz.
—Bien, Eli. ¿Qué es todo esto? ¿Estás enojada conmigo, ahora?
—No estoy enojada contigo. Sólo no quiero asociarme con completos idiotas.
Negué con mi cabeza, y luego miré fuera de la ventana antes de decir algo de lo que podría arrepentirme. Eleanor siempre había sido capaz de hacerme sentir como una mierda.
— ¿Por lo menos ves lo que está pasando? —preguntó—. Harry dejó de pelear. Él no sale sin ti. No ha traído más chicas a casa desde esas tontas gemelas... aún no ha asesinado a Parker, y tú estás preocupada de lo que la gente va a decir. ¿Sabes porque te digo esto, _______? ¡Porque es la verdad!
Me giré, mi cuello crujió lentamente mientras me volvía a su dirección, tratando de darle la más asesina mirada que conocía.
— ¿Qué diablos te pasa?
—Estás saliendo ahora con Parker, y tú estás tan feliz —dijo mofándose—.Entonces, ¿Por qué no estás en Morgan?
— ¡Porque perdí una apuesta, ya lo sabes!
— ¡Dame un respiro, _______! Hablas sobre cuán perfecto es Parker, tienes esas increíbles citas con él, hablas con él por horas al teléfono, y luego vas a dormirte al lado de Harry toda la noche. ¿Ves lo que está mal en esta situación? Si realmente te gustara Parker, tus cosas estarían en Morgan ahora mismo.
Apreté mis dientes.
—Sabes que yo nunca abandono una apuesta, Eli.
—Eso es lo que pensaba —dijo, retorciendo sus manos alrededor del volante—. Harry es lo que quieres, y Parker es lo que crees que necesitas.
—Sé que parece de esa manera, pero...
—Es la manera que le parece a todo el mundo. Si no te gusta que las personas estén hablando de ti... cambia. Esto no es la culpa de Harry. Él ha hecho mucho por ti. Tú estás recogiendo lo que cosechaste, y Parker está obteniendo los beneficios.
— ¡Una semana atrás empaquetaste mis cosas y no querías que Harry se me acercara otra vez! ¿Ahora estás defendiéndolo?
— ¡¡¡¡________!!!! ¡No lo estoy defendiendo, estúpida! ¡Estoy viendo por ti! ¡Ustedes están locos el uno por el otro! ¡Hagan algo al respecto!
— ¿Cómo es posible creer que yo debería estar con él? —Gemí—. ¡Se supone que debo mantenerme alejada de personas como él!
Ella apretó sus labios, claramente perdiendo la paciencia.
—Has trabajado muy duro para separarte de tu padre. ¡Esa es la única razón por la cual incluso consideraste salir con Parker! Él es lo completamente opuesto de Mick, y crees que Harry va a lanzar a tierra todos tus esfuerzos. Él no es tu papá, _______.
—Yo no he dicho que él lo sea, pero esta poniéndome en una situación segura de seguir sus pasos.
—Harry no te haría esto a ti. Creo que subestimas lo mucho que significas para él. Si tú se lo dices...
—No. No dejamos todo atrás para que todo el mundo aquí me mire como lo hicieron en Manchester. Vamos a centrarnos en el problema en cuestión. Lou está esperándote.
—No quiero hablar de Lou —dijo, frenando hasta detenerse en la luz.
—Él es miserable. Te ama.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y su labio inferior tembló.
—No me importa.
—Sí te importa.
—Lo sé —susurró, inclinándose en mi hombro.
Ella lloró hasta que la luz del semáforo cambió, y luego besé su cabeza.
—Luz verde.
Ella se sentó recta, limpiándose la nariz.
—Fui bastante cruel con él hace rato. No creo que quiera hablar conmigo ahora.
—Hablará contigo. Él sabe que estabas enojada.
Eleanor limpió su rostro, y luego lentamente cambió la direccional. Me preocupaba tomarme mucho tiempo para convencerla de regresar conmigo, pero Louis bajó la escalera corriendo antes de que ella apagara el motor.
Él abrió bruscamente la puerta del auto, inclinándose a sus pies.
—Lo siento mucho, bebé. No debería meterme en lo que no me importa... por favor, no te vayas. ¡No sé qué haría sin ti!
Eleanor tomó su rostro entre sus manos y sonrió.
—Eres un cabrón arrogante, pero todavía te amo.
Louis la besó una y otra vez como si no la hubiera visto en meses, y sonreí por mi trabajo bien hecho. Harry estaba de pie en la puerta, sonriendo mientras yo me dirigía al apartamento.
—Y ellos vivieron felices para siempre —dijo Harry, cerrando la puerta detrás de mí.
Me desplomé en el sofá y él se sentó a mi lado, tirando de mis piernas hacia su regazo.
— ¿Qué haces hoy, Pidge?
—Dormir. O descansar... o dormir.
— ¿Puedo darte tu regalo primero?
Empujé su hombro juguetonamente.
—Cállate. ¿Me has traído un regalo?
Su boca se curvó en una sonrisa nerviosa.
—No es un brazalete de diamantes, pero pensé que te gustaría.
—Me encanta y aún no lo he visto.
Él levantó mis piernas de su regazo, y luego desapareció hacia el dormitorio de Louis. Arqueé una ceja cuando lo escuché murmurando, y luego salió con una caja. La dejó en el suelo, a mis pies, para abrirla.
—Apresúrate, quiero verte sorprendida —sonrió.
— ¿Qué me apresure? —pregunté, levantando la tapa.
Mi boca cayó abierta cuando un par de grandes ojos negros miraron hacia mí.
— ¡¿Un perrito?! —grité, llevando mis manos dentro de la caja. Levanté el oscuro bebé de cabello rizado hacia mi cara, y cubrió mi boca con cálidos y húmedos besos.
Harry sonrió radiante, triunfante.
— ¿Te gusta él?
— ¿Él? ¡Lo amo! ¡Tengo un perrito!
—Es un Cairn Terrier. Tuve que manejar tres horas para recogerlo después de clases el jueves.
—Entonces, cuando dijiste que fuiste con Louis en su auto para comprar...
—Fuimos a conseguir tu regalo —asintió.
— ¡Él es muy inquieto! —reí.
—Toda chica de Manchester necesita un Toto —dijo Harry, ayudándome a mantener a esa pequeña bola de pelos en mí regazo.
— ¡Él parece como Toto! Así es como voy a llamarlo —dije, arrugando mi nariz hacia el inquieto perrito.
—Puedes tenerlo aquí. Yo me encargaré de él cuando vuelvas a Morgan —su boca se curvó en una media sonrisa—. Y eso me asegurará de que vengas a visitarlo varias veces al mes.
Apreté mis labios juntos.
—Hubiera regresado, de todas maneras, Hazz.
—Haría cualquier cosa por volver esa sonrisa en tu rostro ahora mismo.
—Creo que necesito una siesta, Toto. Si, tú también —susurré al cachorro.
Harry asintió, tirando de mí hacia su regazo, y luego levantándose conmigo en sus brazos. Con dificultad, él cerró las cortinas, y luego se dejó caer sobre su almohada.
—Gracias por quedarte conmigo anoche —dije, acariciando la suave piel de Toto—. No tenías por que dormir en el suelo del baño.
—Anoche fue una de las mejores noches de mi vida.
Me giré para ver su expresión. Cuando vi que él hablaba en serio, le disparé una mirada dudosa.
— ¿Dormir entre un retrete y la bañera y en el frío y duro piso con una idiota vomitando fue una de tus mejores noches? Eso es triste, Hazz.
—No, sentado contigo cuando estabas enferma, y tú durmiendo en mi regazo fue una de mis mejores noches. No fue cómodo, no dormí casi nada, pero estuve en tu decimonoveno cumpleaños contigo, y realmente eres dulce cuando estás borracha.
—Estoy segura que entré eructando y vomitando, fui muy encantadora.
Él se acercó a mí, acariciando a Toto, quien estaba acurrucado en mi cuello.
—Eres la única mujer que conozco que aún se ve increíble con la cabeza dentro del inodoro. Eso es mucho decir.
—Gracias, Hazz. No haré que seas mi niñera otra vez.
Se apoyó contra su almohada.
—Como sea. Nadie puede sostener tu cabello hacia atrás como yo.
Reí y cerré los ojos, dejándome caer en la oscuridad.
— ¡Levántate, _______! —gritó Eleanor, sacudiéndome.
Toto lamió mi mejilla.
— ¡Estoy levantada! ¡Estoy levantada!
— ¡Tenemos clases en media hora!
Salté de la cama.
—He estado durmiendo por... ¿Catorce horas? ¿Pero por qué?
— ¡Sólo date un baño! ¡Si no estás lista en diez minutos, dejaré tu trasero aquí!
— ¡No tengo tiempo de darme un baño! —dije, cambiándome la ropa con la cual me dormí.
Harry apoyó su cabeza en su mano y rió.
—Son ridículas. No es el fin del mundo si llegan tarde a una clase.
—Lo es si eres Eleanor. Ella no se pierde una clase y odia llegar tarde — dije, tirando una camisa sobre mi cabeza, y metiéndome dentro de mis jeans.
—Deja que Eli se adelante. Yo te llevaré.
Caminé con un pie, mientras me ponía mis botas en el otro.
—Mi bolsa está en su auto, Hazz.
—Como sea —se encogió de hombros—. Sólo no salgas herida por llegar a tiempo a una clase —Él levantó a Toto, sosteniéndolo en su mano como un pequeño balón, siguiéndome en el pasillo.
Eleanor corrió conmigo hacia la puerta y entramos en el auto.
—No puedo creer que él te haya regalado ese perrito —dijo ella, mirando hacia atrás mientras salía del estacionamiento.
Harry estaba de pie frente al sol de la mañana, en calzoncillos y descalzo, con los brazos cruzados por el frío. Él observaba a Toto oler el pasto en el patio como un padre orgulloso.
—Nunca he tenido un perro antes —dije—. Esto será interesante.
Eleanor miró a Harry antes de hacer avanzar su Honda.
—Míralo —dijo, negando con su cabeza.
—Harry Styles: Sr. Mamá. Toto es adorable. Incluso tú te encariñarás con él.
—No puedes traerlo contigo al dormitorio, lo sabes. No creo que Harry haya pensado en eso.
—Harry dijo que él lo cuidara en el apartamento.
Ella arqueó una ceja.
—Claro que lo dijo. Harry piensa en el futuro, tengo que darle crédito por eso —dijo, negando con su cabeza mientras pisaba el acelerador.
Me tensé, pegándome en mi asiento por la velocidad.
Una vez que la adrenalina se absorbió en mi sistema, la pesadez de mi post-cumpleaños se apoderó de mi cuerpo. Eleanor me dio un codazo cuando la clase terminó, y la seguí hacia la cafetería.
Louis se encontró con nosotros en la puerta, y me di cuenta de inmediato que algo andaba mal.
—Eli —dijo Louis, agarrándola del brazo.
Harry corrió hacia donde estábamos, y agarrándose de sus caderas, respiró profundamente hasta que recuperó el aliento.
— ¿Hay una turba de mujeres enfadadas que te persiguen? —Me burlé.
Él sacudió su cabeza.
—Estaba tratando de alcanzarte... antes de que... entrarás —suspiró.
— ¿Qué está pasando? —pregunto Eleanor a Louis.
—Hay un rumor —comenzó Louis—. Todo el mundo está diciendo que Harry llevó a ________ a casa y... los detalles son diferentes, pero es bastante malo.
— ¿Qué? ¿Hablas en serio? —grité.
Eleanor rodó sus ojos.
— ¿A quién le importa, ________? La gente ha estado especulando sobre ti y Hazz desde semanas. No es la primera vez que alguien dice que ustedes duermen juntos.
Harry y Louis intercambiaron miradas.
— ¿Qué? —dije—. Hay algo más, ¿No?
Louis hizo una mueca.
—Están diciendo que te acostaste con Parker en la casa de Brasil, y luego te fuiste con Harry... a casa, si sabes lo que estoy tratando de decir.
Mi boca cayó abierta.
— ¡Grandioso! ¿Así que soy la zorra de la escuela ahora?
Los ojos de Harry se oscurecieron y su mandíbula se tensó.
—Esto es mi culpa. Si se tratara de alguien más, ellos no estarían hablando de ti —Él entró a la cafetería con sus manos hechas puño a los costados.
Eleanor y Louis lo siguieron.
—Espero que nadie sea tan estúpido como para decirle algo. —dijo Eleanor.
—O a ella. —agregó Louis.
Harry se sentó a unos asientos de distancia de mí, al lado de Reuben. Esperé que él me mirara, queriéndole ofrecer una sonrisa confortante. Harry tenía una reputación, pero yo dejé que Parker me besara en el pasillo.
Louis me dio un codazo mientras miraba a su primo.
—Sólo se siente mal. Probablemente está tratando de desviar el rumor.
—No tienes por qué sentarte allí, Hazz. Vamos, siéntate aquí —dije, palmeando el espacio vacío en frente de mí.
—Escuché que pasaste un buen cumpleaños, ________ —dijo Chris Jenks, lanzando un trozo de lechuga al plato de Harry.
—No comiences con ella, Jenks —advirtió Harry, ceñudo.
Chris sonrió, empujando hacia arriba sus redondas y rosadas mejillas.
— Escuché que Parker está furioso. Dijo que fue a su apartamento ayer, y tú y Harry seguían en la cama.
—Ellos estaban tomando una siesta, Chris —se mofó Eleanor. Mis ojos se lanzaron hacia Harry.
— ¿Parker fue a verme?
Él se movió incómodo en su silla.
—Te lo iba a decir.
— ¿Cuándo? —Espeté.
Eleanor se inclinó en mi oído.
—Parker escuchó el rumor, y fue a confrontarte. Traté de detenerlo, pero él caminó hacia el pasillo y... tuvo una idea totalmente equivocada.
Planté mis codos en la mesa, cubriendo mi rostro con mis manos.
—Esto se pone cada vez mejor.
—Entonces, ¿Ustedes realmente no han entrado en acción? —Preguntó Chris—. Maldición, esto apesta. Pensé que ________ era la adecuada para ti después de todo, Hazz.
—Es mejor que te detengas ahora, Chris —advirtió Louis
—Si tú no duermes con ella, ¿Te importa si yo lo hago? —dijo Chris, riéndose con sus compañeros de equipo.
Mi cara ardió con la vergüenza inicial, pero luego Eleanor gritó en mi oído, reaccionando en respuesta a Harry saltando de su asiento. Él llegó hasta la mesa, agarrando a Chris por la garganta con una mano, y su otra mano hecha un puño en su camisa.
Una línea de personas se acercó a la mesa, y docenas de sillas se arrastraron por el suelo mientras las personas se levantaban para mirar. Harry lo golpeó repetidamente en el rostro, su codo echado hacia atrás en el aire antes de aterrizar cada golpe. La única cosa que Chris pudo hacer fue cubrir su cara con sus manos.
Nadie tocó a Harry. Él estaba fuera de control, y su reputación hacía que todos tuvieran miedo de ponerse en su camino. Los jugadores de fútbol se agacharon y dieron un respingo mientras veían a su compañero ser asaltado sin piedad sobre el suelo.
— ¡Harry! —grité, rodeando la mesa.
A medio golpe, Harry retuvo su puño, y luego soltó la camisa de Chris, haciéndolo caer al suelo. Él estaba jadeando cuando se dio la vuelta para mirarme; Nunca lo había visto tan sobresaltado. Tragué duro y di un paso hacia atrás mientras él pasaba a mi lado.
Di un paso para seguirlo, pero Eleanor agarró mi brazo. Louis la besó rápidamente, y luego siguió a su primo hacia la puerta.
—Jesús —susurró Eleanor.
Nos dimos la vuelta para ver a los compañeros de equipo de Chris recogerlo del suelo, y me encogí ante su cara roja e hinchada. La sangre brotaba de su nariz, y Brasil le entregó una servilleta de la mesa.
— ¡Ese loco hijo de puta! —gimió Chris, sentándose en la silla y llevando su mano hacia su rostro. Me miró, entonces—. Lo siento, _______. Estaba sólo bromeando.
No tenía palabras para replicar. No podía explicar que había ocurrido.
—Ella no se ha acostado con ninguno de ellos —dijo Eleanor.
—Nunca sabes cuándo callarte, Jenks —dijo Brasil, disgustado. Eleanor tiró de mi brazo. —
Vamos. Vámonos.
Ella no perdió tiempo arrastrándome hacia su auto. Cuando ella encendió el motor, agarré su muñeca.
— ¡Espera! ¿A dónde vamos?
—Vamos al apartamento de Lou. No quiero que él esté solo con Harry. ¿Lo viste? ¡Él ha pisado fondo!
— ¡Bueno, yo tampoco quiero estar cerca de él!
Eleanor me miró con incredulidad.
—Obviamente, tenemos que hacer algo por él. ¿No quieres saber cómo está?
—Mi sentido de auto-preservación pesa más que mi curiosidad en este punto, Eli.
—Lo único que lo detuvo fue tu voz, _______. Él te escuchará. Tienes que hablar con él.
Suspiré y solté su muñeca, cayendo contra el respaldo de mi asiento. — Está bien. Vamos.
Nos detuvimos en el estacionamiento, y Eleanor aparcó entre el auto de Louis y la motocicleta de Harry. Ella subió las escaleras, poniendo sus manos en sus caderas dramáticamente.
— ¡Vamos, _______! —gritó Eleanor, haciendo señas para que la siguiera.
Vacilante, finalmente la seguí, deteniéndome cuando vi a Louis bajar apresurado las escaleras para hablar en voz baja con Eleanor. Él me miró, negó con su cabeza, y entonces susurró algo otra vez.
— ¿Qué? —pregunté.
—Lou no... —dijo ella inquieta—. Lou, no creo que sea buena idea irnos. Harry está bastante molesto.
—Quieres decir que él no cree que yo debería entrar —dije.
Louis tocó mi hombro.
—No has hecho nada malo, _______. Él sólo no... él no quiere verte justo ahora.
—Si yo no he hecho nada mal, ¿Entonces porque no quiere verme?
—No estoy seguro; no quiere hablarme sobre esto. Creo que esta avergonzado de perder el control frente a ti.
— ¡Perdió el control frente de toda la cafetería! ¿Que tengo yo qué hacer con esto?
—Más de lo que tú crees —dijo Louis, esquivando mis ojos.
Lo observé por un momento, y luego pasé entre ellos, subiendo corriendo las escaleras. Atravesé la puerta para encontrar una sala vacía. La puerta de la habitación de Harry vacía, así que toqué.
— ¿Harry? Soy yo, abre.
—Vete, Pidge —gritó del otro lado de la puerta.
Me asomé para verlo sentado en el borde de la cama, frente a la ventana. Toto pateaba su espalda, no muy feliz de ser ignorado.
— ¿Qué pasa contigo, Hazz? —pregunté. Él no respondió, así que me paré a su lado, cruzando mis brazos. Su quijada estaba tensa, pero no tenía esa expresión escalofriante que había tenido en la cafetería. Parecía triste. Del tipo profundo, sin esperanza.
— ¿No vas a hablarme sobre esto?
Esperé, pero permaneció en silencio. Me di la vuelta hacia la puerta y él finalmente suspiró.
— ¿Recuerdas el otro día cuando Brasil se metió conmigo y tu saliste en mi defensa? Bueno... eso es lo que ocurrió. Sólo que me dejé llevar un poco.
—Estabas enojado antes de que Chris dijera algo —dije, volviéndome para sentarme a su lado en la cama.
Él continuó mirando por la ventana.
—Quise decir lo que dije antes. Deberías irte, Pidge. Dios sabe que yo no puedo apartarme de ti.
Toqué su brazo.
—Tú no quieres que me vaya.
La mandíbula de Harry se tensó de nuevo, y luego me envolvió con su brazo. Se detuvo por un momento, y luego besó mi frente, presionando su mejilla contra mi sien.
—No importa cuán fuerte lo intente. Vas a odiarme cuando todo esté dicho y hecho.
Envolví mis brazos alrededor de él.
—Somos amigos. No acepto un no por respuesta —cité.
Sus cejas se arquearon, y entonces me abrazó con ambos brazos, sin dejar de mirar por la ventana.
—Te observo dormir un montón. Siempre pareces tan tranquila. No tengo ese tipo de tranquilidad. Tengo toda esta ira y rabia dentro de mí... excepto cuando te observo dormir.
Sus ojos verdes me cuestionaron
—Eso fue lo que estaba haciendo cuando Parker entró —continuó—. Yo estaba despierto, y él entró, y sólo estuvo de pie allí, con su mirada de shock en el rostro. Sabía lo que él pensaba, pero no quise aclararlo. No quise explicárselo porque quería que él creyera que algo ocurrió. Ahora toda la escuela cree que tú estuviste con ambos en la misma noche.
Toto hizo su camino hacia mi regazo, y froté sus orejas.
Harry alargó su mano para acariciarlo una vez, y luego puso su mano sobre la mía. —Lo siento.
Me encogí de hombros.
—Si él creyó ese rumor, esa es su culpa.
—Es difícil creer algo más cuando nos ve juntos en la cama.
—Él sabe que estoy quedándome contigo. Yo estaba completamente vestida, por el amor de Cristo.
Harry suspiró.
—Probablemente estaba demasiado molesto como para darme cuenta. Sé que le gustas, Pidge. Debería habérselo explicado. Te debo mucho.
—No importa.
— ¿No estás enojada? —preguntó, sorprendido.
— ¿Es eso lo que te tiene tan molesto? ¿Pensaste que me enojaría contigo cuando me dijeras la verdad?
—Deberías estarlo. Si me estuvieran hundiendo por la mala reputación del alguien, yo estaría un poco encabronado.
—A ti no te importa el qué dirán. ¿Qué pasó con el Harry que le importa una mierda lo que los demás piensen? —me burlé, dándole un codazo.
—Eso fue antes de ver la expresión en tu cara cuando escuchaste lo que todo el mundo estaba diciendo. No quiero que salgas lastimada por mi culpa.
—Tú nunca harías algo para lastimarme.
—Preferiría cortarme el brazo —suspiró.
Él se relajó apoyando su mejilla contra mi cabello. Yo no tenía una réplica, y Harry parecía haber dicho todo lo que necesitaba decir, así que nos sentamos en silencio. De vez en cuando, Harry me apretaba con más fuera a su lado. Me aferré a su camisa, sin saber cómo hacerlo sentir mejor que permitirle abrazarme.
Cuando el sol comenzó a subir, escuché un leve golpe en la puerta. — ¿_______?—la voz de Eleanor sonó débil del otro lado de la madera.
—Entra, Eli —respondió Harry.
Eleanor entró con Louis, y sonrió al vernos, enredados en los brazos del otro.
—Vamos por un poco de comida. ¿Tienen ganas de hacer una carrera hasta Pei Wei?
—Agh. ¿Comida asiática nuevamente, Eli? ¿De verdad? —preguntó Harry.
Sonreí. Él sonó más como a sí mismo.
Eleanor lo notó, también.
—Sí, de verdad. ¿Vienen o no?
—Me muero de hambre —dije.
—Claro que lo estás, no llegaste a almorzar —dijo, frunciendo el ceño. Se levantó, llevándome con él—. Vamos. Déjame conseguir algo de comida para ti.
Él mantuvo su brazo alrededor de mí, y no me soltó hasta que estuvimos dentro de Pei Wei.
Tan pronto como Harry fue al baño, Eleanor se inclinó hacia mí.
— ¿Y? ¿Qué te dijo?
—Nada —me encogí de hombros.
Ella arqueó una ceja.
—Estuviste en su habitación por dos horas. ¿Él no te dijo nada?
—Por lo general no lo hace cuando está molesto —dijo Louis.
—Tuvo que haber dicho algo —presionó Eleanor.
—Dijo que estaba un poco molesto por los rumores sobre mí, y que no le dijo a Parker la verdad cuando él entró. Eso es todo —dije, jugando con la sal y la pimienta.
Louis negó con su cabeza, cerrando sus ojos.
— ¿Qué, bebé? —preguntó Eleanor, enderezándose.
—Harry es... —suspiró, rodando sus ojos—, Olvídalo.
Eleanor tenía una expresión testaruda.
—Oh, diablos, no, tú no puedes... —Ella se interrumpió cuando Harry se sentó y puso su brazo detrás de mí.
— ¡Maldita sea! ¿La comida no está aun?
Reímos y bromeamos hasta que el restaurant cerró, y luego entramos en el auto para regresar a casa. Louis cargó a Eleanor sobre su espalda para subir las escaleras, pero Harry se quedó atrás, tirando de mi brazo antes de seguirlos. Levanté la mirada hacia nuestros amigos, hasta que ellos desaparecieron tras la puerta, y entonces me ofreció una sonrisa triste.
—Te debo una disculpa por lo de hoy, lo siento mucho.
—Ya te has disculpado. Está bien.
—No, me disculpé por Parker. No quiero que pienses que soy un psicópata que va por ahí atacando a las personas por la más mínima cosa — dijo—. Pero te debo una disculpa porque no te defendí por la razón correcta.
—Y eso sería... —incité.
—Me abalancé sobre él porque dijo que él quería ser el siguiente en la fila, no porque él bromeara contigo.
—Insinuar que hay una fila para acostarse conmigo es razón suficiente para defenderme, Hazz.
—Ese es mi punto. Estaba enojado porque lo tomé como si él quisiera dormir contigo.
Después de procesar lo que Harry quería decir, agarré los costados de su camisa y presioné mi frente contra su pecho.
— ¿Sabes qué? No me importa —dije, levantando la mirada hacia él—. No me importa lo que la gente está diciendo, o si pierdes el control, o porque golpeaste a Chris en el rostro. La última cosa que quiero es tener una mala reputación, pero estoy cansada de explicar nuestra amistad a todos. Al diablo con ellos.
La mirada de Harry se tornó suave, y las comisuras de sus labios se curvaron.
— ¿Nuestra amistad? A veces me pregunto si me escuchas por completo.
— ¿Qué quieres decir?
—Entremos. Estoy cansado.
Asentí, y él me abrazó contra su costado hasta que nos encontramos dentro del apartamento. Eleanor y Louis ya estaban encerrados en su dormitorio, y me deslicé dentro y fuera del baño. Harry estaba sentado con Toto afuera mientras me vestía con mi pijama, y después de media hora, ambos estábamos en la cama.
Recosté mi cabeza en mi brazo, dejando salir un largo suspiro, relajándome.
—Sólo dos semanas menos. ¿Vas a hacer un drama cuando me mude de regreso a Morgan?
—No lo sé —dijo. Pude ver su gesto atormentado, incluso en la oscuridad.
—Oye —toqué su brazo—. Estaba bromeando.
Lo observé durante un largo rato, respirando, parpadeando, y tratando de relajarse. Él se movió un poco y luego me miró.
— ¿Confías en mí, Pidge?
—Sí, ¿Por qué?
—Ven aquí —dijo, tirando de mí contra él. Me puse rígida por un segundo o dos antes de recostar mi cabeza en su pecho.
Lo que sea que estaba pasando con él, me necesitaba cerca, y no podría hacer objetado algo incluso si hubiera querido. Se sentía bien estar acostada a su lado.
_____________
"—Anoche fue una de las mejores noches de mi vida.
Me giré para ver su expresión. Cuando vi que él hablaba en serio, le disparé una mirada dudosa.
— ¿Dormir entre un retrete y la bañera y en el frío y duro piso con una idiota vomitando fue una de tus mejores noches? Eso es triste, Hazz.
—No, sentado contigo cuando estabas enferma, y tú durmiendo en mi regazo fue una de mis mejores noches. No fue cómodo, no dormí casi nada, pero estuve en tu decimonoveno cumpleaños contigo, y realmente eres dulce cuando estás borracha.
—Estoy segura que entré eructando y vomitando, fui muy encantadora.
Él se acercó a mí, acariciando a Toto, quien estaba acurrucado en mi cuello.
—Eres la única mujer que conozco que aún se ve increíble con la cabeza dentro del inodoro. Eso es mucho decir."
No sé a ustedes pero eso PRECISAMENTE ESO ME MATÓ
Chris es un imbécil, cómo se le ocurre, se merecía la golpiza -.-' idiota.
Parker Jajajaja :maloso: ¿te llevaste una pésima impresión querido? ¡ME ALEGRO!
Bueno, chicas espero comenten, Sophie y Javi :3 Gracias por apoyar esta adaptación.
Las amo mucho. Nos vemos chicas -Lau
~La Castaña de Horan~
Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
Holaaaaaa <3
Que hermosoooooo, en verdad lo repetiré mil veces si es demasiado.
Realmente ese fragmento y todo el capitulo fue hermosooooo, lo amo.
Harry por Dios como puedes ser tan hombre para tus cosas, pero eres el perfecto, te amoo jajajaja
La rayos es tan weona, enverdad, se tiene que dar cuenta que Hazza es el indicado aun que sea como es.
Chris, no te metas con Harry enojado jajajajaja
Pff Parker no de compara con Harry después de todo lo que ha hecho por la rayis.
Jujuy es hermosaa la novela
Le dioo un perrito!! Mil veces mejor que una pulsera cara jajajajaja
Linda me encanta, muchos besos y siguela prontisimo, te quiero
Que hermosoooooo, en verdad lo repetiré mil veces si es demasiado.
Realmente ese fragmento y todo el capitulo fue hermosooooo, lo amo.
Harry por Dios como puedes ser tan hombre para tus cosas, pero eres el perfecto, te amoo jajajaja
La rayos es tan weona, enverdad, se tiene que dar cuenta que Hazza es el indicado aun que sea como es.
Chris, no te metas con Harry enojado jajajajaja
Pff Parker no de compara con Harry después de todo lo que ha hecho por la rayis.
Jujuy es hermosaa la novela
Le dioo un perrito!! Mil veces mejor que una pulsera cara jajajajaja
Linda me encanta, muchos besos y siguela prontisimo, te quiero
Jajaviera
Re: Beautiful Disaster (ADAPTADA) "Harry y Tú"
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡¡ME ENCANTO
y entiendo si me superhipermega odias por que soy una muy mala lectora por no comentar pero es que mi madre no tiene otra cosa que decidir irnos al campo que tiene mi familia y claro alli no hay internet es mas ni siquiera hay cobertura¡¡¡¡
me mató eso de que harry estuvo toda la noche junto a ella mientras potaba... es tan mono y encima le regala un perrito
y parker le regalo una pulsera de diamantes.....superficial¡¡¡¡¡¡¡
el perrito es mejor sin duda jejejejeje
besitos y abrazos psicologiicos siguela guapa
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡¡ME ENCANTO
y entiendo si me superhipermega odias por que soy una muy mala lectora por no comentar pero es que mi madre no tiene otra cosa que decidir irnos al campo que tiene mi familia y claro alli no hay internet es mas ni siquiera hay cobertura¡¡¡¡
me mató eso de que harry estuvo toda la noche junto a ella mientras potaba... es tan mono y encima le regala un perrito
y parker le regalo una pulsera de diamantes.....superficial¡¡¡¡¡¡¡
el perrito es mejor sin duda jejejejeje
besitos y abrazos psicologiicos siguela guapa
andreaplopez912
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