Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 40 de 46. • Comparte
Página 40 de 46. • 1 ... 21 ... 39, 40, 41 ... 46
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
POR DIOS NO LA DEJES ASIIIIIIII ODIO A ARTEMISAAAAAAAAAAAAAAAAA MINDIGA DIOSA ARGGGGGGGGGG
ama-jonatik
angie- d jonas
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
merecemos capis... ya estamos en la pag 40!!
#Fire Rouge..*
angie- d jonas
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
holaaaaaa
en serio siento no haber subido caps pero fui con mi tia al hospital porque ella estaba embarazada y ya iba a dar a luz......
y tuvo una linda bebé!!!!
es muy linda
heheheh
bue....
espero me perdonen por la demora
pero ahora ya subo caps
gracias por comentar...
en serio siento no haber subido caps pero fui con mi tia al hospital porque ella estaba embarazada y ya iba a dar a luz......
y tuvo una linda bebé!!!!
es muy linda
heheheh
bue....
espero me perdonen por la demora
pero ahora ya subo caps
gracias por comentar...
Femme Fatale
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
CONTINUACION...........
Nick se despertó con la extraña sensación de algo frío sobre la espalda. Por un momento, pensó que estaba en el templo de Artemisa hasta que abrió los ojos y vio a _________ en una silla a pocos pasos de él, leyendo. Todo lo inundó de nuevo y cuando tomó una profunda respiración, el dolor en su espalda le recordó cuan real había sido su visita con Artemisa.
_________ puso inmediatamente el libro a un lado.
—Intenta no moverte.
—Créeme, lo estoy haciendo.
Ella se arrodilló en el suelo frente a él.
—Te puse uno de los ungüentos de mi tía Del en la espalda. Es aloe, pepinos y tomates mezclados con Vaselina y lanolina. Sé que suena asqueroso, pero es realmente bueno para las picaduras, cortes y quemaduras.
—Gracias.
Ella sonrió cuando descansó la mejilla sobre la mano que tenía sobre el colchón.
—Tuve que cubrirte con una sábana y le dije a Simi que estabas durmiendo. Ella bajó a comer así que no tiene idea de que estás herido. Nadie la tiene.
Él tomó su mano en la suya y le besó los dedos.
—Gracias.
—De nada, dulzura.
Él atesoró esa palabra cariñosa. Más que nada, la atesoró a ella.
Ella inclinó la cabeza mientras jugaba con sus dedos.
—¿No puedes usar tus poderes de dios para curarte?
—Podría, pero prometí no hacerlo.
—¿Por qué?
Porque soy un idiota. No, lo había hecho para protegerla y si este era el precio por su seguridad, que así fuera.
—Prefiero no decirlo.
Ella le palmeó la mano.
—Entonces seguiré encubriéndote con Simi, quien estuvo durmiendo cuando te atendí la espalda. Y hablando de eso, finalmente creo que encontré a alguien que come incluso más que yo. Geary estaría impresionada.
¿Cómo lo hacía? Él estaba tendido allí con la espalda en carne viva y ella estaba ignorándolo alegremente y tratándolo como si se estuviera recobrando de nada más que un común resfriado. ¿Cómo podía ser capaz de tomarse las cosas con tal tranquilidad y no hacerle sentir raro por ello?
—¿No vas a preguntarme nada más que eso?
Ella negó con la cabeza.
—Confío en ti, Nick. Completamente —levantó el libro—. Tú me confiaste ya muchos de tus secretos. Si quieres mantener unos pocos para ti, lo entiendo y no te presionaré.
—Eres demasiado buena para ser real.
Ella sonrió.
—No realmente. Recuerda, soy la única que te ha intentado dar con un martillo.
Él se rió, entonces se encogió ante el dolor.
Ella se encogió en simpatía antes de apartarle el pelo de la mejilla.
—¿Hay algo que pueda hacer por ti?
Hazme humano, igual que tú… Pero ese era un pensamiento estúpido.
—Por favor, no le digas a nadie que estoy así. Estaré mejor en un par de horas. Sólo necesito descansar un poco más.
Ella le frotó la mandíbula con la yema del pulgar.
—Dalo por hecho. De paso, tu mochila está justo aquí —le tomó la mano y le dirigió a donde estaba puesta en el suelo junto a la cama—. No la he tocado excepto para ponerla ahí.
—Gracias.
—No hay problema —se levantó lentamente—. ¿Tienes hambre o sed?
Estaba hambriento, pero no había nada allí que pudiera saciarle.
—Estoy bien.
_________ inclinó la cabeza cuando él cerró los ojos y dejó escapar un largo suspiro. Incluso con su mejilla arañada y la herida en su labio, él todavía era uno de los hombres más guapos que había visto. El hecho de que tuviera algún interés en ella la asombraba. Honestamente, ella no era Artemisa. La diosa era atónitamente hermosa.
¿Qué humano podía comparársele?
Aún así Nick estaba aquí con ella. Había confiado en ella cuando no confiaba en nadie. Sólo eso ya tocaba su corazón. Y cuanto más leía sobre su pasado, más deseaba poder arroparle con los brazos y sostenerle hasta que los malos recuerdos se desvanecieran.
Bajó la mirada al diario en su mano. Había tanta tristeza en él. No sólo por Nicholas, sino también por su hermana Ryssa. Ryssa había intentado ayudarle por todos los medios mientras Apolo había sido tan cruel como Artemisa lo había sido con Nick.
A pesar de que estaba fascinada por la historia y los vislumbres de la vida cotidiana que había visto a través de las palabras de Ryssa, ya había leído bastante. El pasado de Nick era trágico y decía mucho de él que pudiera tener algo de compasión después de todo.
Estaba espiando sobre él.
Poniendo el diario en su mochila, se aseguró de que estaba completamente cerrada antes de bajar las escaleras para echar un ojo a Simi.
Nick sintió la ausencia de _________ igual que un dolor en su alma. Había algo en su presencia que le levantaba el ánimo y le hacía feliz con sólo estar cerca de ella, lo cual, dado lo dolorido que estaba, decía mucho.
Debes dejarla ir.
Él le había comprado un indulto de las represalias de Artemisa, ¿Pero por cuánto tiempo? Cuando más se quedase con _________, mayor sería el peligro para ella. Por no mencionar que Artemisa no era la única con la que tenía que tratar.
Stryker mataría a _________ en un instante y lo más seguro era que Nick ya le hubiera hablado al señor de los Daimons sobre ella. Era una humana que no podía encajar en su mundo de ferocidad. De seres que no la mantendrían a salvo de nadie o nada.
Pero el mero pensamiento de no verla era suficiente para ponerlo de rodillas. ¿Por qué no podía tener algo para sí mismo?
No vales nada puta. No te mereces nada excepto desprecio y ridículo.
¿Cómo podía alguien amarlo?
Simi estaba ciega a sus faltas por que la había criado él. La había protegido. Su madre lo amaba, pero otra vez, era parte del lazo madre-hijo. Y Katra…
Ellos todavía se estaban conociendo el uno al otro.
—Basta —se gruñó a sí mismo. No era un niño. No era la misma patética criatura quien rogaba a su padre por una piedad que nunca había tenido con él.
Él era un dios.
Ella era humana.
Era así de simple y así de imposible. Él había sobrevivido solo durante once mil años. En comparación, ella era un embrión. ¿Qué sabía ella acerca de la vida? ¿Cómo sobrevivir en el mundo que él conocía?
Eso tendría que acabar. Era lo bastante Viejo para saberlo. No había manera de un final feliz para él. Se había vendido a sí mismo a Artemisa cuando no había sido más que un niño y de aquello no había manera de salir. Su existencia era demasiado complicada. Una vez que se curara, acabaría con esto y la apartaría de su camino. Eso era lo mejor para todos.
_________ se rió cuando vio a Simi poner salsa barbacoa sobre su helado. Más que eso, estaba agradecida de que ella no tuviera que comérselo, incluso si aún Simi continuaba tentando su “endeble” papila gustativa. Mejor eso que el dolor de estómago que tendría seguramente después la demonio.
Estaba a punto de bromear con Simi sobre ello, cuando una repentina ráfaga de aire la rodeó.
Sin estar segura de que era esa sensación, se detuvo a media frase y vio el color esfumarse de la cara de Aimee mientras ella contemplaba con horror lo que había a espaldas de _________.
Dev y Katherine se adelantaron a toda prisa.
_________ se volvió para ver allí a un grupo de hombres extremadamente guapos. El líder tenía los ojos negros como el espacio… e igual de basto y vacío.
El se rió ante el clan de osos antes de agarrarla y que todo se volviera oscuridad.
Nick se despertó con la extraña sensación de algo frío sobre la espalda. Por un momento, pensó que estaba en el templo de Artemisa hasta que abrió los ojos y vio a _________ en una silla a pocos pasos de él, leyendo. Todo lo inundó de nuevo y cuando tomó una profunda respiración, el dolor en su espalda le recordó cuan real había sido su visita con Artemisa.
_________ puso inmediatamente el libro a un lado.
—Intenta no moverte.
—Créeme, lo estoy haciendo.
Ella se arrodilló en el suelo frente a él.
—Te puse uno de los ungüentos de mi tía Del en la espalda. Es aloe, pepinos y tomates mezclados con Vaselina y lanolina. Sé que suena asqueroso, pero es realmente bueno para las picaduras, cortes y quemaduras.
—Gracias.
Ella sonrió cuando descansó la mejilla sobre la mano que tenía sobre el colchón.
—Tuve que cubrirte con una sábana y le dije a Simi que estabas durmiendo. Ella bajó a comer así que no tiene idea de que estás herido. Nadie la tiene.
Él tomó su mano en la suya y le besó los dedos.
—Gracias.
—De nada, dulzura.
Él atesoró esa palabra cariñosa. Más que nada, la atesoró a ella.
Ella inclinó la cabeza mientras jugaba con sus dedos.
—¿No puedes usar tus poderes de dios para curarte?
—Podría, pero prometí no hacerlo.
—¿Por qué?
Porque soy un idiota. No, lo había hecho para protegerla y si este era el precio por su seguridad, que así fuera.
—Prefiero no decirlo.
Ella le palmeó la mano.
—Entonces seguiré encubriéndote con Simi, quien estuvo durmiendo cuando te atendí la espalda. Y hablando de eso, finalmente creo que encontré a alguien que come incluso más que yo. Geary estaría impresionada.
¿Cómo lo hacía? Él estaba tendido allí con la espalda en carne viva y ella estaba ignorándolo alegremente y tratándolo como si se estuviera recobrando de nada más que un común resfriado. ¿Cómo podía ser capaz de tomarse las cosas con tal tranquilidad y no hacerle sentir raro por ello?
—¿No vas a preguntarme nada más que eso?
Ella negó con la cabeza.
—Confío en ti, Nick. Completamente —levantó el libro—. Tú me confiaste ya muchos de tus secretos. Si quieres mantener unos pocos para ti, lo entiendo y no te presionaré.
—Eres demasiado buena para ser real.
Ella sonrió.
—No realmente. Recuerda, soy la única que te ha intentado dar con un martillo.
Él se rió, entonces se encogió ante el dolor.
Ella se encogió en simpatía antes de apartarle el pelo de la mejilla.
—¿Hay algo que pueda hacer por ti?
Hazme humano, igual que tú… Pero ese era un pensamiento estúpido.
—Por favor, no le digas a nadie que estoy así. Estaré mejor en un par de horas. Sólo necesito descansar un poco más.
Ella le frotó la mandíbula con la yema del pulgar.
—Dalo por hecho. De paso, tu mochila está justo aquí —le tomó la mano y le dirigió a donde estaba puesta en el suelo junto a la cama—. No la he tocado excepto para ponerla ahí.
—Gracias.
—No hay problema —se levantó lentamente—. ¿Tienes hambre o sed?
Estaba hambriento, pero no había nada allí que pudiera saciarle.
—Estoy bien.
_________ inclinó la cabeza cuando él cerró los ojos y dejó escapar un largo suspiro. Incluso con su mejilla arañada y la herida en su labio, él todavía era uno de los hombres más guapos que había visto. El hecho de que tuviera algún interés en ella la asombraba. Honestamente, ella no era Artemisa. La diosa era atónitamente hermosa.
¿Qué humano podía comparársele?
Aún así Nick estaba aquí con ella. Había confiado en ella cuando no confiaba en nadie. Sólo eso ya tocaba su corazón. Y cuanto más leía sobre su pasado, más deseaba poder arroparle con los brazos y sostenerle hasta que los malos recuerdos se desvanecieran.
Bajó la mirada al diario en su mano. Había tanta tristeza en él. No sólo por Nicholas, sino también por su hermana Ryssa. Ryssa había intentado ayudarle por todos los medios mientras Apolo había sido tan cruel como Artemisa lo había sido con Nick.
A pesar de que estaba fascinada por la historia y los vislumbres de la vida cotidiana que había visto a través de las palabras de Ryssa, ya había leído bastante. El pasado de Nick era trágico y decía mucho de él que pudiera tener algo de compasión después de todo.
Estaba espiando sobre él.
Poniendo el diario en su mochila, se aseguró de que estaba completamente cerrada antes de bajar las escaleras para echar un ojo a Simi.
Nick sintió la ausencia de _________ igual que un dolor en su alma. Había algo en su presencia que le levantaba el ánimo y le hacía feliz con sólo estar cerca de ella, lo cual, dado lo dolorido que estaba, decía mucho.
Debes dejarla ir.
Él le había comprado un indulto de las represalias de Artemisa, ¿Pero por cuánto tiempo? Cuando más se quedase con _________, mayor sería el peligro para ella. Por no mencionar que Artemisa no era la única con la que tenía que tratar.
Stryker mataría a _________ en un instante y lo más seguro era que Nick ya le hubiera hablado al señor de los Daimons sobre ella. Era una humana que no podía encajar en su mundo de ferocidad. De seres que no la mantendrían a salvo de nadie o nada.
Pero el mero pensamiento de no verla era suficiente para ponerlo de rodillas. ¿Por qué no podía tener algo para sí mismo?
No vales nada puta. No te mereces nada excepto desprecio y ridículo.
¿Cómo podía alguien amarlo?
Simi estaba ciega a sus faltas por que la había criado él. La había protegido. Su madre lo amaba, pero otra vez, era parte del lazo madre-hijo. Y Katra…
Ellos todavía se estaban conociendo el uno al otro.
—Basta —se gruñó a sí mismo. No era un niño. No era la misma patética criatura quien rogaba a su padre por una piedad que nunca había tenido con él.
Él era un dios.
Ella era humana.
Era así de simple y así de imposible. Él había sobrevivido solo durante once mil años. En comparación, ella era un embrión. ¿Qué sabía ella acerca de la vida? ¿Cómo sobrevivir en el mundo que él conocía?
Eso tendría que acabar. Era lo bastante Viejo para saberlo. No había manera de un final feliz para él. Se había vendido a sí mismo a Artemisa cuando no había sido más que un niño y de aquello no había manera de salir. Su existencia era demasiado complicada. Una vez que se curara, acabaría con esto y la apartaría de su camino. Eso era lo mejor para todos.
_________ se rió cuando vio a Simi poner salsa barbacoa sobre su helado. Más que eso, estaba agradecida de que ella no tuviera que comérselo, incluso si aún Simi continuaba tentando su “endeble” papila gustativa. Mejor eso que el dolor de estómago que tendría seguramente después la demonio.
Estaba a punto de bromear con Simi sobre ello, cuando una repentina ráfaga de aire la rodeó.
Sin estar segura de que era esa sensación, se detuvo a media frase y vio el color esfumarse de la cara de Aimee mientras ella contemplaba con horror lo que había a espaldas de _________.
Dev y Katherine se adelantaron a toda prisa.
_________ se volvió para ver allí a un grupo de hombres extremadamente guapos. El líder tenía los ojos negros como el espacio… e igual de basto y vacío.
El se rió ante el clan de osos antes de agarrarla y que todo se volviera oscuridad.
Femme Fatale
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
CAPÍTULO DIECISIETE
Nick oyó abrirse de nuevo la puerta de la habitación. Esperando que fuera _________, no se movió hasta que sintió la presencia de Dev a su lado. Abrió los ojos y vio al oso mirándole desde arriba con una expresión que era una mezcla de terror, miedo y cólera.
—¿Qué? —preguntó Nick medio temiendo la respuesta.
—Un grupo de demonios acaba de llevarse a _________.
Le llevó todo un minuto que esas palabras penetraran en la negación de su interior. Cuando lo hicieron, le embargó una rabia tan volátil que Nick podía paladearla. Rechinando los dientes contra el dolor se vistió antes de apartar la colcha y se levantó a pesar de las heridas que hacían que latiera cada molécula de su cuerpo.
—¿Dónde han ido?
—Kalosis.
Soltó un taco tan crudo que Dev se ruborizó. Necesitó cada gramo de su fuerza de voluntad para no lanzarse contra el oso por haberles permitido llevársela de allí. Afortunadamente para Dev, sabía que no era culpa del oso. El Santuario sólo protegía a los Apolitas, Daimons y Were-Hunters.
Los demonios quedaban fuera de sus reglas.
Y se habían ido al único lugar donde no podía seguirles. El plan había sido cuidadosamente diseñado y ejecutado. Les felicitaría por ello excepto por el hecho de que quería su sangre.
Simi apareció directamente detrás de Dev.
—Yo puedo ir a Kalosis, akri. La Simi traerá a la akra _________ de vuelta para ti.
—¡No! —gritó con voz completamente demoníaca ante la idea de lo que podrían hacerle. Los Gallu y los Caronte eran enemigos naturales y, aunque Simi se podía enfrentar virtualmente contra cualquiera, no podría contener a todos los Gallu ella sola. Todavía era un demonio joven en términos de poder y fuerza—. No quiero que te arriesgues.
Si se habían llevado a _________ para utilizarla contra él, capturarían a Simi al instante. Sinceramente, estaba asombrado de que todavía no lo hubieran hecho. Desde luego, aunque Simi era joven tenía los poderes para presentar batalla y si la hubieran capturado, lo habrían pagado caro.
_________, por otro lado, estaba completamente a su merced.
—Simi, vuelve a mí.
Obedeció con los ojos agrandados y se colocó en su antebrazo. Nick se volvió hacia Dev.
—¿Cuántos eran?
—Seis. Aparecieron en el bar, justo detrás y se dirigieron a ella como si estuviera marcada con algo. Antes de que pudiera llegar hasta ella se había ido por el Portal. Lo siento muchísimo. Hicimos todo lo que pudimos.
—Ya lo sé. —Y por eso el oso todavía respiraba—. Ahora es entre ellos y yo. —Nick se transportó a Katoteros. Con el cuerpo latiéndole pasó por el vestíbulo principal y dejó que la ropa humana cambiara a la flotante fromesta de seda que le resultaba más fácil de llevar sobre los cardenales de su cuerpo.
Salió al balcón con vistas al tranquilo mar. Aunque no le tenía mucho cariño al lugar. Le recordaba demasiado al balcón de la habitación donde su padre adoptivo le mantenía en Didymus. Pero en ese momento necesitaba la claridad que le proporcionaba el balcón.
—¿Matera? —llamó, convocándola desde las profundidades del reino del infierno donde moraba.
—¿Apostolos?
Contó hasta diez para controlar su genio y poder hablar con su madre sin que su furia la ofendiera. Aunque siempre se peleaban por los humanos, ella era su madre y la amaba lo suficiente como para mantener un tono respetuoso.
—Te perdoné que enviaras a Stryker por Marissa Hunter en tu esfuerzo por atraerme con engaños a Kalosis para que te liberara, pero esto… —Hizo una pausa antes de que explotara de ira—. ¿Cómo has podido? —preguntó entre dientes.
—¿Cómo he podido qué? —en su tono había genuina sorpresa—. ¿De qué me estás hablando?
—Los demonios entraron en el Santuario y se llevaron a _________ a Kalosis. ¿Me estás diciendo que no tenía conocimiento de ello?
—Es exactamente lo que te estoy diciendo… —La airada negación que había en su tono era demasiado sincera para ser fingida. Su sombra apareció a su lado y vio por si mismo que la ira la embargaba en su nombre—. Me ocuparé de ellos, Apostolos. No temas. Enseguida vuelvo.
Nick inclinó la cabeza con respeto ante la sombra, pero en su interior algo le decía que no iba a ser tan fácil.
Femme Fatale
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
Apollymi abandonó el oscuro jardín en un remolino de furia y se transportó desde su parte del palacio al salón donde Stryker tenía audiencia con su corte de Daimons. Se sentaba indiferente mientras un grupo de daimons se alimentaban de un desventurado humano a sus pies, al que sin duda habían raptado y llevado allí.
Con el ceño fruncido, Stryker la miró acercarse.
—¿A qué debo el honor?
Ella ignoró el sarcasmo y pasó la mirada por la horda de daimons.
—Los quiero fuera de aquí. Ya.
Stryker soltó un ruido de irritación antes de asentir.
—Ya habéis oído a la diosa. Fuera.
Obedecieron instantáneamente, llevándose al humano con ellos. Apollymi se sentía mal por la persona que habían matado pero estaba en la naturaleza que un forma de vida se alimentara de otra. Si no era justo que el humano hubiera sido asesinado prematuramente, los Daimons lo tenían aún peor. Les habían maldecido a verse a sí mismos y a todo aquel que amaran a perecer en un período de veinticuatro horas porque hacía once mil años un dios se había enfadado por lo que habían hecho una sola docena de Apolitas.
No, la vida no era justa. Era la supervivencia del más dotado, el más astuto y el más rápido.
Y en estos momentos, lo era ella.
Tan pronto como estuvo sola con Stryker le miró con los ojos entrecerrados.
—¿Dónde está ella?
Stryker la miró con expresión vacía.
—¿Y ella es…?
—_________ Kafieri. Tus demonios se la llevaron del Santuario en Nueva Orleáns. ¿Dónde la tienen?
Stryker se encogió de hombros como si no tuviera ni idea de lo que le estaba hablando.
—¿Qué quieres decir con que mis demonios se la llevaron?
¿Por qué estaba jugando con ella?
—Los Gallus sumerios a los que acogiste aquí. Seguro que ni siquiera tú puedes dejar de oler su hedor. Violaron las leyes Chthonian del Santuario y la tomaron como rehén contra Apostolos. No te atrevas a fingir ignorancia.
—No estoy fingiendo nada. —se levantó indignado—. ¡Kessar! —gritó convocando al líder gallu que era uno de los seres más viles que Apollymi conocía.
El demonio apareció ante él con una arrogancia digna de elogio considerando que, de no haber sido porque Stryker le había acogido, habría estado muerto. Alto y delgado y de cabello y ojos castaños, parecía más un modelo que un demonio y utilizaba su bien parecido físico en su propio beneficio cuando buscaba humanos que comer.
Curvó sus labios con repugnancia cuando miró a Stryker.
—Te desprecio cuando haces eso, Daimon. No soy uno de tus patéticos secuaces para correr hacia aquí cuando gritas mi nombre.
Stryker no estaba en absoluto intimidado.
—Mientras vivas aquí y te beneficies de mi protección, vendrás cuando te llame.
Los ojos de Kessar se estrecharon peligrosamente.
—¿Qué puedo hacer por ti, mi señor?
Utilizó el sarcasmo para mofarse del tono que Stryker había usado con él.
—Quiero que me cuentes sobre esa mujer que habéis tomado como rehén. ¿Cómo te has atrevido a subir al reino humano sin mi conocimiento?
Kessar se encogió de hombros.
—Hicimos lo que tu hermana nos dijo que hiciéramos. Di por hecho que te lo había comunicado. Si tienes problemas con lo que ha pasado, quizás deberíais tener una reunión familiar. —Se desvaneció.
Styker maldijo.
—Odio a ese hijo de puta.
—¿Entonces por qué le ofreciste refugio? —preguntó Apollymi.
La miró con tal frialdad que pudo sentirlo por todo su cuerpo.
—Tú tienes tus demonios para que te protejan, me parece justo que yo tenga los míos. Ambos sabemos que ya no disfruto de tu favor, Apollymi. Incluso aunque haya sacrificado a mi propio hijo para hacerte feliz. Incluso aunque haya pasado un millón de vidas en ciego servicio a ti, soy sólo un medio para alcanzar un fin. Quieres herir a mi padre por lo que le hizo a tu hijo y yo soy la herramienta elegida para ello. La verdad, no me importaba que me utilizaras mientras pensaba en ti como una madre. Pero me declaraste la guerra y aquí estamos. Ninguno de los dos felices. Ambos alienados por nuestros hijos. —dejó escapar una risa amarga—. Vaya par ¿eh?
Apollymi se aproximó a él lentamente, con sus emociones contenidas. No era tan sencillo como lo había expresado.
—A pesar de lo que piense, Strykerius, te amaba. Pero soy una diosa de la venganza y cometiste el error de olvidarlo. En el momento en que fuiste tras Apostolos para dañarle, fuiste tú quien lanzó la declaración de guerra, no yo. En lo que concierne a mi hijo no tengo ni razón ni lealtad por encima de él. Él es lo que más quiero y él, su hija y su nieto son las únicas cosas en el mundo por las que moriría por proteger. Ahora tú retienes lo que es sagrado para él. Libérala inmediatamente o ni siquiera tus demonios podrán salvarte de mí.
Stryker la miró con ira al darse cuenta de que no bromeaba.
—¡Satara!
Su hermana apareció instantáneamente con expresión de desprecio.
—No uses ese tono conmigo.
Apollymi la miró
—¿Dónde está _________?
La estúpida niña ni siquiera tenía el buen juicio de temerla. En su lugar, se encogió de hombros.
—De momento, está a salvo.
—Libérala. —exigió Apollymi.
—Creo que no.
Apollymi extendió el brazo y atrajo hacia sí a Satara para poder agarrarla por la garganta con la otra mano.
—No estoy para jueguitos, pequeña. Libérala o te mataré.
Satara tosía y salivaba intentando retirar la mano de Apollymi de su garganta. Era inútil. Nadie sobrepasaba los poderes de Apollymi.
—Si me matas ella también muere.
Apollymi apretó su cuello más fuerte.
—¡Apollymi, espera! —soltó Stryker—, no miente. Mira su muñeca. Lleva un brazalete atlante. Y apostaría a que el otro está en la muñeca de _________. Si la matas, _________ morirá con ella.
Satara sonrió con maldad.
—Estás en lo correcto, hermano.
Maldiciendo, Apollymi la arrojó contra Stryker.
—Quiero a _________ libre.
Satara se enderezó y enfrentó su ira con una satisfacción que le hizo querer hacer que la desgraciada desapareciera en el olvido.
—Cuando Nicholas me entregue mi diario, ella será liberada. Créeme, no quiero hacerle daño más que tú. —La burla en su voz no pasó desapercibida para Apollymi, que también se percató de que la perra estaba mintiendo—. Solamente quiero lo que tiene Nicholas.
Con el ceño fruncido, Stryker la miró acercarse.
—¿A qué debo el honor?
Ella ignoró el sarcasmo y pasó la mirada por la horda de daimons.
—Los quiero fuera de aquí. Ya.
Stryker soltó un ruido de irritación antes de asentir.
—Ya habéis oído a la diosa. Fuera.
Obedecieron instantáneamente, llevándose al humano con ellos. Apollymi se sentía mal por la persona que habían matado pero estaba en la naturaleza que un forma de vida se alimentara de otra. Si no era justo que el humano hubiera sido asesinado prematuramente, los Daimons lo tenían aún peor. Les habían maldecido a verse a sí mismos y a todo aquel que amaran a perecer en un período de veinticuatro horas porque hacía once mil años un dios se había enfadado por lo que habían hecho una sola docena de Apolitas.
No, la vida no era justa. Era la supervivencia del más dotado, el más astuto y el más rápido.
Y en estos momentos, lo era ella.
Tan pronto como estuvo sola con Stryker le miró con los ojos entrecerrados.
—¿Dónde está ella?
Stryker la miró con expresión vacía.
—¿Y ella es…?
—_________ Kafieri. Tus demonios se la llevaron del Santuario en Nueva Orleáns. ¿Dónde la tienen?
Stryker se encogió de hombros como si no tuviera ni idea de lo que le estaba hablando.
—¿Qué quieres decir con que mis demonios se la llevaron?
¿Por qué estaba jugando con ella?
—Los Gallus sumerios a los que acogiste aquí. Seguro que ni siquiera tú puedes dejar de oler su hedor. Violaron las leyes Chthonian del Santuario y la tomaron como rehén contra Apostolos. No te atrevas a fingir ignorancia.
—No estoy fingiendo nada. —se levantó indignado—. ¡Kessar! —gritó convocando al líder gallu que era uno de los seres más viles que Apollymi conocía.
El demonio apareció ante él con una arrogancia digna de elogio considerando que, de no haber sido porque Stryker le había acogido, habría estado muerto. Alto y delgado y de cabello y ojos castaños, parecía más un modelo que un demonio y utilizaba su bien parecido físico en su propio beneficio cuando buscaba humanos que comer.
Curvó sus labios con repugnancia cuando miró a Stryker.
—Te desprecio cuando haces eso, Daimon. No soy uno de tus patéticos secuaces para correr hacia aquí cuando gritas mi nombre.
Stryker no estaba en absoluto intimidado.
—Mientras vivas aquí y te beneficies de mi protección, vendrás cuando te llame.
Los ojos de Kessar se estrecharon peligrosamente.
—¿Qué puedo hacer por ti, mi señor?
Utilizó el sarcasmo para mofarse del tono que Stryker había usado con él.
—Quiero que me cuentes sobre esa mujer que habéis tomado como rehén. ¿Cómo te has atrevido a subir al reino humano sin mi conocimiento?
Kessar se encogió de hombros.
—Hicimos lo que tu hermana nos dijo que hiciéramos. Di por hecho que te lo había comunicado. Si tienes problemas con lo que ha pasado, quizás deberíais tener una reunión familiar. —Se desvaneció.
Styker maldijo.
—Odio a ese hijo de puta.
—¿Entonces por qué le ofreciste refugio? —preguntó Apollymi.
La miró con tal frialdad que pudo sentirlo por todo su cuerpo.
—Tú tienes tus demonios para que te protejan, me parece justo que yo tenga los míos. Ambos sabemos que ya no disfruto de tu favor, Apollymi. Incluso aunque haya sacrificado a mi propio hijo para hacerte feliz. Incluso aunque haya pasado un millón de vidas en ciego servicio a ti, soy sólo un medio para alcanzar un fin. Quieres herir a mi padre por lo que le hizo a tu hijo y yo soy la herramienta elegida para ello. La verdad, no me importaba que me utilizaras mientras pensaba en ti como una madre. Pero me declaraste la guerra y aquí estamos. Ninguno de los dos felices. Ambos alienados por nuestros hijos. —dejó escapar una risa amarga—. Vaya par ¿eh?
Apollymi se aproximó a él lentamente, con sus emociones contenidas. No era tan sencillo como lo había expresado.
—A pesar de lo que piense, Strykerius, te amaba. Pero soy una diosa de la venganza y cometiste el error de olvidarlo. En el momento en que fuiste tras Apostolos para dañarle, fuiste tú quien lanzó la declaración de guerra, no yo. En lo que concierne a mi hijo no tengo ni razón ni lealtad por encima de él. Él es lo que más quiero y él, su hija y su nieto son las únicas cosas en el mundo por las que moriría por proteger. Ahora tú retienes lo que es sagrado para él. Libérala inmediatamente o ni siquiera tus demonios podrán salvarte de mí.
Stryker la miró con ira al darse cuenta de que no bromeaba.
—¡Satara!
Su hermana apareció instantáneamente con expresión de desprecio.
—No uses ese tono conmigo.
Apollymi la miró
—¿Dónde está _________?
La estúpida niña ni siquiera tenía el buen juicio de temerla. En su lugar, se encogió de hombros.
—De momento, está a salvo.
—Libérala. —exigió Apollymi.
—Creo que no.
Apollymi extendió el brazo y atrajo hacia sí a Satara para poder agarrarla por la garganta con la otra mano.
—No estoy para jueguitos, pequeña. Libérala o te mataré.
Satara tosía y salivaba intentando retirar la mano de Apollymi de su garganta. Era inútil. Nadie sobrepasaba los poderes de Apollymi.
—Si me matas ella también muere.
Apollymi apretó su cuello más fuerte.
—¡Apollymi, espera! —soltó Stryker—, no miente. Mira su muñeca. Lleva un brazalete atlante. Y apostaría a que el otro está en la muñeca de _________. Si la matas, _________ morirá con ella.
Satara sonrió con maldad.
—Estás en lo correcto, hermano.
Maldiciendo, Apollymi la arrojó contra Stryker.
—Quiero a _________ libre.
Satara se enderezó y enfrentó su ira con una satisfacción que le hizo querer hacer que la desgraciada desapareciera en el olvido.
—Cuando Nicholas me entregue mi diario, ella será liberada. Créeme, no quiero hacerle daño más que tú. —La burla en su voz no pasó desapercibida para Apollymi, que también se percató de que la perra estaba mintiendo—. Solamente quiero lo que tiene Nicholas.
Femme Fatale
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
AARRRRGGGG
MALDITA SATARA
QUE SE CREEE
POR HACER ESO
Y HACEN SUFRIR A NICK
ARRRGGG MALDITA
JEJEJEJJE
SIGUELA PORFA
MALDITA SATARA
QUE SE CREEE
POR HACER ESO
Y HACEN SUFRIR A NICK
ARRRGGG MALDITA
JEJEJEJJE
SIGUELA PORFA
chelis
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
Dioooss cada vez se pone mas buena la novelaa!!! Enserio
Estaa muyy buenaa y me encanta
Pero odiooo a artemisaa y a sataraa!!
Espero que la sigas prontooo!!
Y de nuevooo me ENCaNTA laa novee!
Estaa muyy buenaa y me encanta
Pero odiooo a artemisaa y a sataraa!!
Espero que la sigas prontooo!!
Y de nuevooo me ENCaNTA laa novee!
paurivera
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
paurivera escribió:Dioooss cada vez se pone mas buena la novelaa!!! Enserio
Estaa muyy buenaa y me encanta
Pero odiooo a artemisaa y a sataraa!!
Espero que la sigas prontooo!!
Y de nuevooo me ENCaNTA laa novee!
maiih* [:
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
OMJ!!! Qe no le entregue el diario!:s mendiga vieja!! Porque todos quieren herir a mi Ash (Nick)(?) qe no ven qe es la cosa mas perfecta, única ii hermosa en el mundo(?)!!!! xfizZ siguela pronto!!!
Muffin_Nickita_Jonas92
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
CoNtInUaCiOn...
Apollymi se burló.
—¿Crees que confiará en ti para hacer un trato?
—No. Por eso mis demonios han convocado a Jaden. Jaden será el negociador. De esa forma, sabré que Nicholas no usará sus poderes contra mí y yo no usaré mis poderes ni mis demonios contra él.
Apollymi puso los ojos en blanco ante la ridícula fanfarronada. Estaba asombrada por la arrogancia de la gente que subestimaba tan seriamente sus habilidades.
—Muchachita, tú no tienes poderes.
Satara se rió malevolente.
—Oh, Apollymi, con todos los tuyos, me subestimas grandemente si piensas eso. —Se desvaneció.
No podía poner los ojos más en blanco sin quedarse ciega. Apollymi se volvió hacia Strykerius.
—Comprendo la necesidad de una familia, pero si fuera tú, me alejaría de esa antes de que te arrastre a unas profundidades tan hondas que te ahogarás. —Se desvaneció también de vuelta a su jardín donde podía hablar con Apostolos a solas.
Como madre, odiaba darle malas noticias y eso la hacía odiar a Satara mucho más.
—No puedo hacer nada, m’gios. Han llamado a Jaden que contactará contigo y te dirá los términos para traerla de vuelta.
Podía sentir la furia de la impotencia en Apostolos.
—Matera.
—_________ tiene puesto un brazalete. Si intento algo, Satara la matará.
Él suspiró pesadamente.
—¿Qué quieren?
—El diario de Ryssa.
—¿Cuál?
—No lo han dicho, pero estoy segura de que Jaden te dirá todo lo que necesitas para traerla. —Y una vez que Satara se quitara el brazalete iba a desear no haberse cruzado nunca con Apollymi o su hijo.
Nick se separó de su madre y deseándole su bien. En esos momentos tenía cosas más importantes de las que preocuparse. Si Satara quería uno de los diarios sólo había una razón.
Quería matar a Artemisa y a Apolo.
—Maldita sea, Ryssa. —¿Por qué siempre tenía la necesidad de poner por escrito todo lo que pensaba? A pesar de todo, esas palabras le habían consolado durante siglos.
Ahora eran la amenaza más grande que había conocido.
Hizo una mueca cuando un dolor fuerte le corrió por la espalda. Sólo por eso, debería dejar que Artemisa se las apañara con Satara.
Pero, desafortunadamente, su muerte desencadenaría el fin del mundo.
No había nada que pudiera hacerse. Negociaría con Satara pero, por ahora, tenía que asegurar a _________.
Cerrando los ojos se transportó de vuelta a su habitación del Santuario. Fue al otro lado de la cama y se quedó helado.
La mochila no estaba.
¿Qué coño? Buscó alrededor pero ni siquiera podía sentir los objetos que contenía. La aprensión le encogió el estómago. Esto no era nada bueno. Nadie podía tener acceso a esta habitación o a su mochila.
Salió de la habitación y se encontró a Aimee que estaba sirviendo mesas. Ella fue a un rincón tranquilo al verle aproximarse.
—Hey —dijo en tono bajo—. ¿Has visto a alguien subir a nuestra habitación?
—No, ¿por qué?
—Mi mochila ha desaparecido.
Sin saber lo importante que era, frunció el ceño.
—Deja que pregunte a ver si alguien sabe algo.
Nick se daba golpecitos en el muslo con el pulgar intentando localizar la mochila con sus poderes. No le llegaba nada. Era como si la hubieran absorbido de la existencia.
Cuando Aimee volvió negando con la cabeza, supo que algo iba rematadamente mal.
Puesto que la mochila no parecía estar en el reino humano y no estaba en Katoteros ni en Kalosis, sólo queda un sitio.
El Olimpo.
Cabreado a un nivel al que sólo podía llevarle Artemisa, fue a su templo y la encontró sentada en su tumbona blanca como si no tuviera ni una preocupación en el mundo. Como si no hubiera azotado cada fragmento de la piel de su espalda. Y cuando le miró con una sonrisa fría y tonta de orgullo, supo que le había jodido bien otra vez.
—¿Qué has hecho? —exigió.
—No he hecho nada.
—No me mientas, Artemisa. No estoy de humor.
Por lo menos había conseguido borrar la estúpida sonrisa de su cara. —No te estoy mintiendo. No me has hecho ninguna pregunta real.
Odiaba jugar este jueguito con ella.
—Vale. Mi mochila ha desaparecido. ¿La has visto?
Al instante apareció a sus pies.
Artemisa soltó un suspiro de disgusto.
—No sé porque le tienes tanto cariño a ese topo andrajoso.
—Trapo andrajoso.
—Lo que sea. Deberías pensar en comprarte una nueva.
Nick no respondió. Se inclinó para revisar el contenido. En el momento que la abrió la furia le recorrió con renovado vigor.
—¿Dónde están los diarios de Ryssa?
—A salvo.
Ya, pero ella no lo estaba en este momento.
—Esa respuesta no es aceptable.
Se levantó lentamente de la silla en un remolino de pelo rojo y ropa blanca. Estaba majestuosa y fría y le soltó con un gruñido, —Es la única respuesta que vas a obtener. Esos diarios son un riesgo para mí y ahora los he iluminado.
—Eliminado, Artemisa. Coño, aprende a hablar. —Cerró la mochila antes de levantarse y mirarla cara a cara—. Esos diarios son de mi propiedad. Quiero que me los devuelvas ahora mismo junto con el medallón de mi madre y la daga atlante.
Ni siquiera tenía el sentido común de parecer asustada.
—No.
Nick bramó mientras ella continuaba provocándole con su indiferencia.
—No me pongas a prueba.
—¿O qué? —soltó—. Ambos sabemos que nunca me harás daño. Lo juraste. Estoy a salvo de tu cólera. —realmente le sonrió como si su ira la divirtiera—. Olvídate de tu humana y te perdonaré por lo que has hecho. —Extendió la mano para tocarle la cara donde antes le había abofeteado.
Nick le agarró la mano para evitarlo.
—Quiero que me devuelvas lo que es mío.
Las aletas de la nariz se le dilataron.
—Y yo quiero lo que es mío. ¿Hacemos un intercambio? Tú por los diarios.
—No soy de tu propiedad, Artemisa.
—Entonces no se dé que va eso de los diarios y otras materias.
Apretó el agarre de su muñeca deseando tanto abofetearla que se asombraba de poder mantener el control.
—¿Alguna vez me has amado? ¿Siquiera un poquito?
—Por supuesto que sí.
Y él se lo creía. No era capaz de amar. Disgustado, le apartó la mano.
—Pero sólo porque te pertenezco a ti y sólo a ti. Incluso como dios, no piensas en mí como un igual. Para ti nunca he sido más que un juguete que se desecha cuando estás aburrida o has terminado conmigo. —Retrocedió un paso. Cogió su mochila y se la colgó del hombro con intención de marcharse.
Ella le siguió.
—Si quieres salvar la vida de tu humana, Nicholas, tendrás que darme lo que quiero. Júrame que nunca la tocarás ni la verás nunca y puedes recobrar tus estúpidos diarios y juguetes.
Nick la miró y una pena desoladora le desgarró. En toda su vida sólo había deseado una cosa. Alguien que le hiciera sentirse como se sentía _________ cada vez que le miraba.
Y ahora Artemisa estaba pidiéndole que renunciara a ello.
Para salvar la vida de _________.
La espalda le quemaba por la furia de Artemisa, recordándole cuan deteriorada estaba su relación. ¿Cómo podría volver a ella cuando había encontrado algo muchísimo mejor?
Y además, ¿qué bien le haría mantenerse firme si _________ estuviera muerta? ¿Podría vivir con la certeza de que había muerto por su culpa?
Tiene que haber una forma de resolver esto. Eres un dios, no un inútil peón.
No, había terminado de jugar este juego.
—No voy a pagar tu precio, Artemisa. Y deberías saber que, pidiéndomelo, has cortado el último vestigio de mí que se preocupaba por ti.
Ella rió amargamente.
—Volverás pidiéndome que te ayude. Suplicando por la vida de tu lastimosa humana. Te conozco, Nicholas.
Negó con la cabeza.
—No, no me conoces. Y esa es la parte más patética de nuestra relación. En todos estos siglos, nunca te has molestado en saber lo más básico sobre mí en absoluto.
Le dolía el corazón de miedo por _________ y el odio por Artemisa. Nick volvió al santuario para llamar a Jaden. Al contrario de muchos de los dioses, Jaden se negaba a abrazar la tecnología moderna. Había proscrito el uso del móvil a su alrededor pero Nick se las había apañado para convencerle de usar el beeper y así, por lo menos ponerle mensajes al negociador y poder tomar parte en la única cosa de la era moderna que le gustaba a Jaden.
Los videojuegos.
Apenas había marcado el número cuando Jaden apareció a su lado mirándole tan mal como Nick se sentía.
—¿_________ está bien?
Jaden cruzó los brazos sobre el pecho y asintió.
—Está enfadada e indignada, no es que la culpe en absoluto, pero no le han hecho daño.
Gracias a los dioses por ello. Pero sólo era un alivio extremadamente temporal.
—No tengo el diario que quieren.
Jaden soltó un silbido bajo.
—Eso va a ser un problema. ¿Puedes conseguirlo?
La respuesta le habría hecho reír si no fuera tan nauseabunda.
—Si juro eterna esclavitud a Artemisa, sí.
Jaden resopló.
—Antes me cambiaría con Prometeo y que me sacaran las entrañas todos los días.
—Y yo.
—Y ¿qué vas a hacer?
Parecía que esa era la pregunta del día. Si tuviera alguna solución.
—¿Puedes conseguirme algo de tiempo?
Jaden evitó contestar directamente.
—Los demonios no son lo que se dice pacientes por lo general y en este caso en particular. Parece que piensan que el diario de alguna forma los liberará.
—¿Liberarles de qué?
—De ser sirvientes. De vivir enterrados. De tener que sufrir la presencia de los Daimons y su hedor, por esto último no puedo culparles. Escapar de encuentros mortales contigo y con Sin cada vez que salen del subsuelo. Por esto tampoco les culpo. Pero.... —Jaden sacudió la cabeza con amargo regocijo—. Tienes que recordar que estamos tratando con demonios gallu sumerios. Lo más próximo a la forma más baja de demonio en la cadena alimenticia de los demonios. Realmente son demonios sencillos. Humildes. Ya sabes... imbéciles.
Nick rezongó.
—Fueron los suficientemente brillantes para llevársela de un santuario Were sin que los cogieran.
Jaden arqueó una ceja.
—Eso probablemente le incumbe a Savitar.
Más quisiera él. Pero las leyes no funcionaban así.
—Los humanos no son una especie protegida.
—¿De verdad?
—Sí. Savitar comparte contigo eso de todos-los-humanos-son-sabandijas.
Una de las comisuras de la boca de Jaden se torció en una falsa sonrisa malévola.
—Yo no diría todos los humanos son sabandijas. Tienen algunos usos, especialmente las hembras por un breve periodo. Es sólo que son tan patéticamente… humanos.
—Y por eso tratas con demonios.
—Que, si lo piensas, son incluso más patéticos que los humanos. Personalmente prefiero los videojuegos. Sería fantástico que pudiéramos chupar el alma de la gente que odiamos en la consola, abatirles a tiros y bailar sobre sus tripas.
Nick puso los ojos en blanco ante el regocijo en la voz de Jaden.
—Te has levantado por el lado izquierdo del roble, ¿verdad?
—Sí. Tengo mis propios rollos con los que lidiar y, en este momento, el primero de la lista parecer ser joder vivo a mi único amigo. Voy a hacer todo lo condenadamente pueda para conseguirte tiempo con los demonios, pero tienes que apañar un milagro rápido. —Empezó a desvanecerse.
—¡Eh, Jaden! —Nick esperó a que volviera a materializarse antes de hablar—. Gracias. Sé que no tienes por qué hacer lo que estás haciendo por mí y sólo quería que supieras lo mucho que lo aprecio.
—No hay problema. Estoy seguro de que algún día voy a necesitar ayuda para romper las reglas. Y cuando te la pida no quiero escuchar mierdas de tu parte.
—Cuando quieras, agriato.
Jaden inclinó la cabeza con respeto ante el uso por parte de Nick de su lengua natal llamándole hermano. No era un idioma que el negociador de demonios escuchara con frecuencia. Le hizo a Nick una reverencia imperial antes de desvanecerse.
Nick se quedó solo en la habitación que parecía tan vacía sin _________ allí para llenarla. Aunque era alta, era de constitución delgada, casi frágil en apariencia pero su espíritu era tan enorme que llenaba su vacío interior de una forma que nada antes lo había hecho.
Negocia contigo mismo con Artemisa por ella y acabemos con esto.
No eres una puta para que te cambien y te vendan. Podía jurar que oía la voz indignada de _________ en su cabeza. Y por primera vez en toda su existencia, no se sentía como tal.
Nick levantó la barbilla y una oleada de orgullo y poder barrió el dolor de los azotes. El dolor que había vivido en su interior tanto tiempo que casi había olvidado cualquier otra cosa.
Respiró hondo y sacando su verdadera voz dijo las palabras que ahora ardían en su interior.
—Soy el dios Apostolos. El Heraldo del Telikos, El Destino Final de todo. Amado hijo de Apollymi la Gran Destructora. Mi voluntad es la voluntad del universo. No soy tu puta, Artemisa y nunca seré tu esclavo.
Se habían terminado el truque y el juego. _________ había hecho lo que no había hecho nadie. Le había dado su autoestima y una resolución que no había conocido antes. Una mujer como _________ Kafieri no amaría a un pedazo de mierda. No amaría a una puta que se arrastraba a las órdenes de una diosa a la que despreciaba.
No. _________ se merecía algo más. Y el amor que sentía por ella le hacía mejor que su pasado. La amaba no sólo por quién era y lo que era, sino por la manera en que le hacía sentirse cuando le miraba.
Nadie iba a hacerle daño mientras él tuviera un hálito de vida en el cuerpo.
Si Satara quería una pelea por _________, la muy puta iba a tenerla.
adoro a Nick!!! (Ash)
:love:
Apollymi se burló.
—¿Crees que confiará en ti para hacer un trato?
—No. Por eso mis demonios han convocado a Jaden. Jaden será el negociador. De esa forma, sabré que Nicholas no usará sus poderes contra mí y yo no usaré mis poderes ni mis demonios contra él.
Apollymi puso los ojos en blanco ante la ridícula fanfarronada. Estaba asombrada por la arrogancia de la gente que subestimaba tan seriamente sus habilidades.
—Muchachita, tú no tienes poderes.
Satara se rió malevolente.
—Oh, Apollymi, con todos los tuyos, me subestimas grandemente si piensas eso. —Se desvaneció.
No podía poner los ojos más en blanco sin quedarse ciega. Apollymi se volvió hacia Strykerius.
—Comprendo la necesidad de una familia, pero si fuera tú, me alejaría de esa antes de que te arrastre a unas profundidades tan hondas que te ahogarás. —Se desvaneció también de vuelta a su jardín donde podía hablar con Apostolos a solas.
Como madre, odiaba darle malas noticias y eso la hacía odiar a Satara mucho más.
—No puedo hacer nada, m’gios. Han llamado a Jaden que contactará contigo y te dirá los términos para traerla de vuelta.
Podía sentir la furia de la impotencia en Apostolos.
—Matera.
—_________ tiene puesto un brazalete. Si intento algo, Satara la matará.
Él suspiró pesadamente.
—¿Qué quieren?
—El diario de Ryssa.
—¿Cuál?
—No lo han dicho, pero estoy segura de que Jaden te dirá todo lo que necesitas para traerla. —Y una vez que Satara se quitara el brazalete iba a desear no haberse cruzado nunca con Apollymi o su hijo.
Nick se separó de su madre y deseándole su bien. En esos momentos tenía cosas más importantes de las que preocuparse. Si Satara quería uno de los diarios sólo había una razón.
Quería matar a Artemisa y a Apolo.
—Maldita sea, Ryssa. —¿Por qué siempre tenía la necesidad de poner por escrito todo lo que pensaba? A pesar de todo, esas palabras le habían consolado durante siglos.
Ahora eran la amenaza más grande que había conocido.
Hizo una mueca cuando un dolor fuerte le corrió por la espalda. Sólo por eso, debería dejar que Artemisa se las apañara con Satara.
Pero, desafortunadamente, su muerte desencadenaría el fin del mundo.
No había nada que pudiera hacerse. Negociaría con Satara pero, por ahora, tenía que asegurar a _________.
Cerrando los ojos se transportó de vuelta a su habitación del Santuario. Fue al otro lado de la cama y se quedó helado.
La mochila no estaba.
¿Qué coño? Buscó alrededor pero ni siquiera podía sentir los objetos que contenía. La aprensión le encogió el estómago. Esto no era nada bueno. Nadie podía tener acceso a esta habitación o a su mochila.
Salió de la habitación y se encontró a Aimee que estaba sirviendo mesas. Ella fue a un rincón tranquilo al verle aproximarse.
—Hey —dijo en tono bajo—. ¿Has visto a alguien subir a nuestra habitación?
—No, ¿por qué?
—Mi mochila ha desaparecido.
Sin saber lo importante que era, frunció el ceño.
—Deja que pregunte a ver si alguien sabe algo.
Nick se daba golpecitos en el muslo con el pulgar intentando localizar la mochila con sus poderes. No le llegaba nada. Era como si la hubieran absorbido de la existencia.
Cuando Aimee volvió negando con la cabeza, supo que algo iba rematadamente mal.
Puesto que la mochila no parecía estar en el reino humano y no estaba en Katoteros ni en Kalosis, sólo queda un sitio.
El Olimpo.
Cabreado a un nivel al que sólo podía llevarle Artemisa, fue a su templo y la encontró sentada en su tumbona blanca como si no tuviera ni una preocupación en el mundo. Como si no hubiera azotado cada fragmento de la piel de su espalda. Y cuando le miró con una sonrisa fría y tonta de orgullo, supo que le había jodido bien otra vez.
—¿Qué has hecho? —exigió.
—No he hecho nada.
—No me mientas, Artemisa. No estoy de humor.
Por lo menos había conseguido borrar la estúpida sonrisa de su cara. —No te estoy mintiendo. No me has hecho ninguna pregunta real.
Odiaba jugar este jueguito con ella.
—Vale. Mi mochila ha desaparecido. ¿La has visto?
Al instante apareció a sus pies.
Artemisa soltó un suspiro de disgusto.
—No sé porque le tienes tanto cariño a ese topo andrajoso.
—Trapo andrajoso.
—Lo que sea. Deberías pensar en comprarte una nueva.
Nick no respondió. Se inclinó para revisar el contenido. En el momento que la abrió la furia le recorrió con renovado vigor.
—¿Dónde están los diarios de Ryssa?
—A salvo.
Ya, pero ella no lo estaba en este momento.
—Esa respuesta no es aceptable.
Se levantó lentamente de la silla en un remolino de pelo rojo y ropa blanca. Estaba majestuosa y fría y le soltó con un gruñido, —Es la única respuesta que vas a obtener. Esos diarios son un riesgo para mí y ahora los he iluminado.
—Eliminado, Artemisa. Coño, aprende a hablar. —Cerró la mochila antes de levantarse y mirarla cara a cara—. Esos diarios son de mi propiedad. Quiero que me los devuelvas ahora mismo junto con el medallón de mi madre y la daga atlante.
Ni siquiera tenía el sentido común de parecer asustada.
—No.
Nick bramó mientras ella continuaba provocándole con su indiferencia.
—No me pongas a prueba.
—¿O qué? —soltó—. Ambos sabemos que nunca me harás daño. Lo juraste. Estoy a salvo de tu cólera. —realmente le sonrió como si su ira la divirtiera—. Olvídate de tu humana y te perdonaré por lo que has hecho. —Extendió la mano para tocarle la cara donde antes le había abofeteado.
Nick le agarró la mano para evitarlo.
—Quiero que me devuelvas lo que es mío.
Las aletas de la nariz se le dilataron.
—Y yo quiero lo que es mío. ¿Hacemos un intercambio? Tú por los diarios.
—No soy de tu propiedad, Artemisa.
—Entonces no se dé que va eso de los diarios y otras materias.
Apretó el agarre de su muñeca deseando tanto abofetearla que se asombraba de poder mantener el control.
—¿Alguna vez me has amado? ¿Siquiera un poquito?
—Por supuesto que sí.
Y él se lo creía. No era capaz de amar. Disgustado, le apartó la mano.
—Pero sólo porque te pertenezco a ti y sólo a ti. Incluso como dios, no piensas en mí como un igual. Para ti nunca he sido más que un juguete que se desecha cuando estás aburrida o has terminado conmigo. —Retrocedió un paso. Cogió su mochila y se la colgó del hombro con intención de marcharse.
Ella le siguió.
—Si quieres salvar la vida de tu humana, Nicholas, tendrás que darme lo que quiero. Júrame que nunca la tocarás ni la verás nunca y puedes recobrar tus estúpidos diarios y juguetes.
Nick la miró y una pena desoladora le desgarró. En toda su vida sólo había deseado una cosa. Alguien que le hiciera sentirse como se sentía _________ cada vez que le miraba.
Y ahora Artemisa estaba pidiéndole que renunciara a ello.
Para salvar la vida de _________.
La espalda le quemaba por la furia de Artemisa, recordándole cuan deteriorada estaba su relación. ¿Cómo podría volver a ella cuando había encontrado algo muchísimo mejor?
Y además, ¿qué bien le haría mantenerse firme si _________ estuviera muerta? ¿Podría vivir con la certeza de que había muerto por su culpa?
Tiene que haber una forma de resolver esto. Eres un dios, no un inútil peón.
No, había terminado de jugar este juego.
—No voy a pagar tu precio, Artemisa. Y deberías saber que, pidiéndomelo, has cortado el último vestigio de mí que se preocupaba por ti.
Ella rió amargamente.
—Volverás pidiéndome que te ayude. Suplicando por la vida de tu lastimosa humana. Te conozco, Nicholas.
Negó con la cabeza.
—No, no me conoces. Y esa es la parte más patética de nuestra relación. En todos estos siglos, nunca te has molestado en saber lo más básico sobre mí en absoluto.
Le dolía el corazón de miedo por _________ y el odio por Artemisa. Nick volvió al santuario para llamar a Jaden. Al contrario de muchos de los dioses, Jaden se negaba a abrazar la tecnología moderna. Había proscrito el uso del móvil a su alrededor pero Nick se las había apañado para convencerle de usar el beeper y así, por lo menos ponerle mensajes al negociador y poder tomar parte en la única cosa de la era moderna que le gustaba a Jaden.
Los videojuegos.
Apenas había marcado el número cuando Jaden apareció a su lado mirándole tan mal como Nick se sentía.
—¿_________ está bien?
Jaden cruzó los brazos sobre el pecho y asintió.
—Está enfadada e indignada, no es que la culpe en absoluto, pero no le han hecho daño.
Gracias a los dioses por ello. Pero sólo era un alivio extremadamente temporal.
—No tengo el diario que quieren.
Jaden soltó un silbido bajo.
—Eso va a ser un problema. ¿Puedes conseguirlo?
La respuesta le habría hecho reír si no fuera tan nauseabunda.
—Si juro eterna esclavitud a Artemisa, sí.
Jaden resopló.
—Antes me cambiaría con Prometeo y que me sacaran las entrañas todos los días.
—Y yo.
—Y ¿qué vas a hacer?
Parecía que esa era la pregunta del día. Si tuviera alguna solución.
—¿Puedes conseguirme algo de tiempo?
Jaden evitó contestar directamente.
—Los demonios no son lo que se dice pacientes por lo general y en este caso en particular. Parece que piensan que el diario de alguna forma los liberará.
—¿Liberarles de qué?
—De ser sirvientes. De vivir enterrados. De tener que sufrir la presencia de los Daimons y su hedor, por esto último no puedo culparles. Escapar de encuentros mortales contigo y con Sin cada vez que salen del subsuelo. Por esto tampoco les culpo. Pero.... —Jaden sacudió la cabeza con amargo regocijo—. Tienes que recordar que estamos tratando con demonios gallu sumerios. Lo más próximo a la forma más baja de demonio en la cadena alimenticia de los demonios. Realmente son demonios sencillos. Humildes. Ya sabes... imbéciles.
Nick rezongó.
—Fueron los suficientemente brillantes para llevársela de un santuario Were sin que los cogieran.
Jaden arqueó una ceja.
—Eso probablemente le incumbe a Savitar.
Más quisiera él. Pero las leyes no funcionaban así.
—Los humanos no son una especie protegida.
—¿De verdad?
—Sí. Savitar comparte contigo eso de todos-los-humanos-son-sabandijas.
Una de las comisuras de la boca de Jaden se torció en una falsa sonrisa malévola.
—Yo no diría todos los humanos son sabandijas. Tienen algunos usos, especialmente las hembras por un breve periodo. Es sólo que son tan patéticamente… humanos.
—Y por eso tratas con demonios.
—Que, si lo piensas, son incluso más patéticos que los humanos. Personalmente prefiero los videojuegos. Sería fantástico que pudiéramos chupar el alma de la gente que odiamos en la consola, abatirles a tiros y bailar sobre sus tripas.
Nick puso los ojos en blanco ante el regocijo en la voz de Jaden.
—Te has levantado por el lado izquierdo del roble, ¿verdad?
—Sí. Tengo mis propios rollos con los que lidiar y, en este momento, el primero de la lista parecer ser joder vivo a mi único amigo. Voy a hacer todo lo condenadamente pueda para conseguirte tiempo con los demonios, pero tienes que apañar un milagro rápido. —Empezó a desvanecerse.
—¡Eh, Jaden! —Nick esperó a que volviera a materializarse antes de hablar—. Gracias. Sé que no tienes por qué hacer lo que estás haciendo por mí y sólo quería que supieras lo mucho que lo aprecio.
—No hay problema. Estoy seguro de que algún día voy a necesitar ayuda para romper las reglas. Y cuando te la pida no quiero escuchar mierdas de tu parte.
—Cuando quieras, agriato.
Jaden inclinó la cabeza con respeto ante el uso por parte de Nick de su lengua natal llamándole hermano. No era un idioma que el negociador de demonios escuchara con frecuencia. Le hizo a Nick una reverencia imperial antes de desvanecerse.
Nick se quedó solo en la habitación que parecía tan vacía sin _________ allí para llenarla. Aunque era alta, era de constitución delgada, casi frágil en apariencia pero su espíritu era tan enorme que llenaba su vacío interior de una forma que nada antes lo había hecho.
Negocia contigo mismo con Artemisa por ella y acabemos con esto.
No eres una puta para que te cambien y te vendan. Podía jurar que oía la voz indignada de _________ en su cabeza. Y por primera vez en toda su existencia, no se sentía como tal.
Nick levantó la barbilla y una oleada de orgullo y poder barrió el dolor de los azotes. El dolor que había vivido en su interior tanto tiempo que casi había olvidado cualquier otra cosa.
Respiró hondo y sacando su verdadera voz dijo las palabras que ahora ardían en su interior.
—Soy el dios Apostolos. El Heraldo del Telikos, El Destino Final de todo. Amado hijo de Apollymi la Gran Destructora. Mi voluntad es la voluntad del universo. No soy tu puta, Artemisa y nunca seré tu esclavo.
Se habían terminado el truque y el juego. _________ había hecho lo que no había hecho nadie. Le había dado su autoestima y una resolución que no había conocido antes. Una mujer como _________ Kafieri no amaría a un pedazo de mierda. No amaría a una puta que se arrastraba a las órdenes de una diosa a la que despreciaba.
No. _________ se merecía algo más. Y el amor que sentía por ella le hacía mejor que su pasado. La amaba no sólo por quién era y lo que era, sino por la manera en que le hacía sentirse cuando le miraba.
Nadie iba a hacerle daño mientras él tuviera un hálito de vida en el cuerpo.
Si Satara quería una pelea por _________, la muy puta iba a tenerla.
adoro a Nick!!! (Ash)
:love:
Femme Fatale
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
Diosss solo por lo q mas qierass que nick no haga nada de
Lo que artemisa le dice poorfavoorr!!!
El cap esta genial me encanto solo quisiera saber que se supone
Que esta haciendo _______. O no se haha pero buenoo
Me encantoooo cuidatee y siguelaa cuando puedass
Lo que artemisa le dice poorfavoorr!!!
El cap esta genial me encanto solo quisiera saber que se supone
Que esta haciendo _______. O no se haha pero buenoo
Me encantoooo cuidatee y siguelaa cuando puedass
paurivera
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
Ujuuuuuu!! Al fin se da cuenta de qe NO es una put*!!! Dios, tienes qe seguirla pronto!!! Por favor!!! Necesito leer como Ash (Nick) les patea el trasero a todos esos demonios ii a Satara!!
Muffin_Nickita_Jonas92
Contenido patrocinado
Página 40 de 46. • 1 ... 21 ... 39, 40, 41 ... 46
Temas similares
» Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
» My Favorite Mistake - Nicholas Jonas & TU - (Adaptación) - TERMINADA!
» Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
» Un hombre oscuro y peligroso [Nicholas&Tu] (Adaptación)
» Clash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
» My Favorite Mistake - Nicholas Jonas & TU - (Adaptación) - TERMINADA!
» Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
» Un hombre oscuro y peligroso [Nicholas&Tu] (Adaptación)
» Clash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 40 de 46.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.