Beautiful Disaster

Genial, otro trabajo de historia. Decir que el profesor era exigente era poco. Supongo que es asi porque no tiene nada mejor que hacer en su vida que corregir. Es un cincuenton, barbudo y anteojudo, me atrevería a decir que soltero. Qué se puede esperar de un profesor así? A veces era muy mal humorado, como hoy. Supongo que por eso nos mando hacer este trabajo para mañana. El profesor no entiende que si tenes un compañero de banco como Joseph es casi imposible terminar un trabajo práctico de un día para el otro. Igual algo tengo por seguro, yo no voy a reprobar por la culpa de Joseph. Pensandolo bien, está es una muy buena oportunidad para desarrollar mi venganza.

Cuando el timbre sonó luego de la clase de historia, yo frené a Joseph antes que se vaya con su banda de amigos o, mejor dicho, banda de vandalos. Yo no me olvidé de esa vez que los encontré pintando esa casa y luego tuvimos que escapar de la policía.

-Espera Joseph. Tenemos que arreglar para realizar el trabajo.-

-Segura que tienes tiempo para realizarlo? O debes lavar mucha ropa? Ah no, cierto que la gente como vos tiene sirvienta.-dijo con una sonrisa burlona por lo de ayer. Casi estalló en gritos, pero no. Ayer traté de sacarme toda mi furia contra Joseph en mi casa, así podía realizar mi venganza como era debido. Tenía que desarrollar mis dotes actorales y actuar como si no me hubiese molestado nada.

-Mira Joseph, no te voy a decir nada por lo de ayer. Sé que lo hiciste por todo lo que te dije yo, y te comprendo. Creo que yo hubiese reaccionado igual. Es más, te pido perdón por todo lo que dije delante de Kate. No tendría que haber dicho nada de eso.-dije tratando de actuar lo más calmada posible.

-Conmigo no va el papel de buenita, sabes?-me dijo con una mirada llena de odio.-Yo sé muy bien como es la gente como vos.-

-Bueno, si no me queres creer, está bien, pero el trabajo lo tenemos que hacer igual.-

-No me interesa hacerlo.-

-Pero Joseph, el profesor dijo que si no lo entregamos mañana podemos reprobar.-

-Otra gran diferencia entre nosotros, a mi no me interesa reprobar, me da igual, mientras que vos moris porque te salga todo perfecto.-Agarró sus cosas para comenzar a caminar hacia la puerta. Tenía que convencerlo de hacer el trabajo, sino sería el fin para mi. De repente, una idea cruzó mi cabeza.

-Acaso no te interesa tu hermano?-Él se volteó a verme. Creo que mi idea podía tener éxito.

-Estoy segura que tu hermano te adora y en un futuro quisiera ser como su hermano mayor. No queres ser un buen ejemplo para él? No crees que así no le estás enseñando nada bueno? No te gustaría que tu hermano en un futuro termine el colegio y tenga éxito en su vida? Estoy segura que si vos lo lográs, él también va a luchar para salir adelante.-

-Vos qué sabes de mi hermano nena?-me respondió a la defensiva. Odiaba que me diga 'nena', lo detestaba y ni siquiera estaba segura de por qué.-Mi hermano ya va a saber bien lo que tiene que hacer.-

-Puede ser que tengas razón, pero bueno...si cambias de opinión o aunque sea quieres hacer el trabajo, te espero en mi casa a las cuatro.-

-Para qué? Para mostrarme lo lujosa que es tu vida?-

-No, no tienes que pensar siempre así. No te das cuenta que la diferencia la estás marcando vos mismo?-

-Creo que la diferencia está más que clara. Somos como el agua y el aceite. Nunca podriamos hacer nada juntos.-

-Excepto bailar-dije recordandole cuando bailamos juntos. Era la verdad. Realmente no podemos hacer nada juntos, excepto bailar.-El trabajo tiene que estar hecho para mañana. Si quieres que tu nombre aparezca en el trabajo, veni a mi casa a las cuatro.-dije para luego salir de allí. Por suerte en mi casa no habría nadie hoy a la tarde hasta la noche, asi que no debía preocuparme por mis padres. La única que sabría que Joseph estuvo en mi casa sería Clarita y no me preocupaba por ella. Clarita no le diría nada a mis padres si yo se lo pido.

Cuando el día escolar terminó yo me dirigí directamente a mi casa. Al llegar allí mis padres ya se estaban yendo al trabajo. Eso era una buena señal. Yo me dirigí a la cocina y allí estaba Clarita terminando de preparar mi almuerzo.

-Clarita, hoy vendrá un compañero del colegio a hacer un trabajo de historia. Si te pido que no le digas nada a mamá y papá, lo cumplis?-dije sonriendole y ella me sonrió también.

-Si no me metes en problemas, sí.-

-Ay gracias!-le dije y luego corrí a abrazarla.

-Por qué no quieres que se enteren? Te gusta el chico?-yo rápidamente la solté.

-Ay no Clarita! Nada que ver. Es totalmente detestable. Es más, recuerdas que ayer volví echa una furia por la ropa que me habian manchado?-ella asintió.-Bueno, él fue el autor de eso.-Ella me miró confundida.

-Y por qué lo estás invitando entonces?-

-Estoy atada a él todo el año por culpa de mi profesor de historia. Nos obligó a sentarnos juntos y realizar todos los trabajos del año juntos.-le comenté mientras comía mi almuerzo que Clarita acababa de servir.

-Y por qué no querés que se enteren tus papás?-

-Mamá no lo quiere cerca. Me vió con él una vez y enfureció. No entiende que no es mi culpa lo que decide el profesor.-

-Tenes que tener paciencia. Tu madre no es mala, es complicada.-

-Complicada e insoportable, Clarita. Y de papá mejor ni hablar.-

-Mejor come tu almuerzo tranquila, que sino te va a caer mal.-Yo terminé mi almuerzo y subí a mi habitación para cambiarme. Sabía que conquistar a Joseph iba a ser más dificil de lo que pensaba, por eso tenía que esforzarme más que nunca. Luego de cambiarme, me retoqué el maquillaje y me peiné. Quizás me habia producido de más, pero no importaba. Cuando ya estaba lista, esperé a que se haga la hora. El reloj marcó las cuatro y veinte y Joseph todavía no llegaba. Soy una tonta. Cómo pude pensar que lo había convencido? No vendría y si yo no empezaba el trabajo ya mismo no lo terminaría en un millón de años y reprobaría la materia. Cuando ya me estaba dando por vencida, el timbre sonó y yo corrí escaleras abajo. Cualquiera pensaría que moría por verlo, la realidad era que cuanto más rápido entre, más rápido hariamos el trabajo. Abrí la puerta y lo encontré allí.

-Viniste.-dije sonriendole.

-Qué te paso en la cara? Alguien estuvo jugando al paintball contigo?-Mi sonrisa se borró y la de él apareció. La furia estaba ardiendo dentro mio y si no hubiese tenido mi plan de venganza en mente, le hubiese pegado con lo primero que encuentre a mano. No me tengo que preocupar, ya pagará por todo esto. Suspiré.

-Pasa Joseph.-Él entró y yo cerré la puerta. Lo observé como miraba todo.

-No entiendo para que la gente gasta en todo esto. Me quieres decir para qué rayos quieres un cuadro con puras líneas pintadas?-

-Es de mis padres y esas líneas pintadas como dices son de un reconocido pintor. Es arte.-

-Seguro que tus padres pagaron muchisimo por eso y dejame decirte que los estafaron porque es horrible. Solo la gente superficial puede creer que eso es arte.-

-No te entiendo Joseph.-Él me miró.-Vives quejandote de la gente que te juzga y vos no haces otra cosa que juzgar.-

-Ya te lo dije, agua y aceite. Nunca nos vamos a entender. Y viendo todo esto que tienes, lo afirmo aún más.-

-Debería dejar de fijarte en las cosas que tengo o dejo de tener. Odio que me juzgues por eso.-

-Hay algo que es seguro que no tienes, y esas son tus neuronas.-dijo riendose. Quería gritarle, pero no podía. Solamente lo miré.-Que raro que me dijiste que venga, tus padres no están, cierto?-

-Claro que no.-dije como si fuera obvio.-Solo Clarita, asi que tampoco te hagas ilusiones de que estamos solos.-

-No me haría ilusiones contigo nunca.-Quedate tranquilo que estoy segura que te vas a tragar esas palabras muy pronto Joseph.

-Ponete cómodo-le dije mientras señalaba el sillón.-Le voy a decir a Clarita que nos prepare algo para tomar.

-A mi una cerveza.-dijo mientras se acomodaba. Yo rodeé mis ojos y me dirigí a la cocina para pedirle a Clarita que nos prepare dos jugos. Cuando volví a la sala, me llevé una sorpresa al ver a Joseph acostado sobre el sillon.

-Qué estás haciendo?-le pregunté alarmada.

-Dijiste que me ponga cómodo, bueno..así lo estoy.-

-Bueno, vas a tener que desacomodarte porque tengo que sentarme yo allí tambien. Excepto que quieras que me acueste a tu lado.-dije provocandolo.

-Creo que ya te dije varias veces que no sos mi tipo de chica, asi que deja de intentar estar conmigo.-Vamos a ver si no soy tu tipo de chica Joseph.

-Todavía no te mueves, asi que parece que sí quieres que me acueste a tu lado.-

-Si fueras Stacy, quizás.-Esa chica arruinaba mis planes. Él se sentó en el sillón y yo me senté a su lado.

-No entiendo que le ves. Es tan vulgar.-

-Le veo todo lo que a vos no. Además creo que vine aquí a hacer un trabajo no a hablar de mis chicas.-

-Lo dices como si tuvieras muchas.-

-Y como sabes si no es así?-Yo suspiré y abrí los libros que había dejado sobre la mesita que estaba enfrente del sillón y la notebook.

-Vos buscá en los libros y yo en la notebook.-

-Por qué? Crees que nunca toqué una computadora en mi vida y la voy a romper?-

-No Joseph, es que no me gusta que nadie toque mi computaodora, enserio.-

-Loca.-

-Quizás, pero si no empezamos el trabajo ya mismo, no lo vamos a terminar más.-Él no dijo más nada y comenzó a buscar en los libros y yo en la computadora. No podía creer que Joseph este con un libro en su mano. Creo que con eso ya había logrado mucho. De repente apareció Clarita con nuestros vasos de jugo.

-Joe?-preguntó mientras apoyaba los vasos.

-Clarita?-

-Se conocen?-pregunté extrañada.

-Claro que sí, lo conozco desde que usaba pañales.-dijo con voz tierna, mientras saludaba a Joseph.

-Ella vive cerca de mi casa.-me aclaró Joseph.

-Y soy una gran amiga de su madre. Asi que son compañeros? No lo hubiese imaginado nunca.-

-Ya lo sé, estoy atascado con ella todo el año.-

-Esa frase me suena conocida.-dijo mirandome.-Así que vos sos el culpable de la ropa que tuve que lavar ayer?-

-Lo siento Clarita. Si hubiese sabido que lo ibas a tener que lavar vos, no lo hubiese hecho. Te prometo que no lo voy a hacer más.-Clarita rió y lo abrazo.

-Deberías prometerme a mi que no lo vas a hacer más.-dije arqueando una ceja.-Clarita me voy a poner celosa si lo sigues abrazando a él y a mi no después de lo que hizo ayer.-

-Lo dices como si vos nunca hubieses ensuciado ropa que tuvo que lavar ella. La verdad es que te compadezco Clarita. La tienes que soportar a ella todos los días desde hace años. No sé como lo haces, seguro que te vive mandando.-

-No es así, Gaby no es para nada una niña malcriada.-

-Ves Joseph. Se lo vivo diciendo, pero no me cree. Y enserio me voy a poner celosa si lo sigues abrazando.-

-A mi me conoce desde antes, asi que tengo más derechos que vos.-Clarita volvió a reir.

-Ven aquí.-dijo mirandome y yo me paré.-Tengo abrazos para los dos.-nos dijo mientras nos abrazaba a ambos.-Nunca hubiese pensado que se conocían. Bueno, ahora sigan haciendo ese trabajo que no quiero que por mi culpa los reprueben.-ambos nos separamos del abrazo y volvimos a tomar asiento, mientras que Clarita fue a la cocina. En un momento yo me acerqué a él haciendo como que leía algo en uno de los libros.

-Estás muy cerca.-

-Te pongo nervioso Jonas?-pregunté sonriendo de forma provocativa.

-No, estorbas mi lectura.-

-No mientas.-dije mirandolo y él me miró también mientras que ponía una de sus manos sobre una de mis mejillas. Yo me sorprendí.

-Me parece que la nerviosa es otra.-dijo con una sonrisa ganadora.

-Yo creo que no.-

-Yo creo que sí. No juegues con fuego porque te vas a quemar. Con apenas un roze mio te tengo a mis pies.-No era así, claro que no es así, pero no entendía porque en ese mismo instante estaba temblando. El nervioso debería ser él.

-Yo no juego y vos sos el que está a mis pies.-dije acercandome más hacia él, actuando como si nada me estuviera pasando en ese instante. Creo que actuo mejor de lo que pensaba. De repente, sentí el ruido de la llave sobre la puerta. Mis padres? No, no podía ser. Se suponía que venian a la noche. Yo me separé rápidamente de Joseph. Si me veían a esa cercanía de él, sería peor que vean que están en mi casa. Mis ojos se clavaron directo en la puerta. Mi madre entró y enseguida su mirada chocó con nuestra imágen. No podría describir su cara de disgusto en aquel instante. Si hizo un escándalo cuando vio que Joseph me había llevado a casa, ahora no sé que haría.

-Qué hace este chico en nuestra casa?-dijo alterada. Yo la miré asustada y me paré

-Mamá, él solo vino a hacer un trabajo que el profesor nos pidió para mañana, pero quedate tranquila que ya se iba.-

-Otro trabajo!? Yo creo que solo son excusas que me estás poniendo para no decirme que salis con este chico, Gabriela! Cuántos trabajos les pueden pedir!?-

-Millones mamá, millones! El profesor es muy exigente y nos manda trabajos siempre! No es mi culpa que el profesor sea así. Además no es una excusa, no ves todos los libros que tenemos aquí? Yo creo que a eso se llama estudio, mamá! Y si no lo hiciera, después te quejarías porque desaprobé.-dije gritando con mis ojos cristalizados. Odiaba que mi madre siempre dudará de todo lo que le digo.

-No es tu culpa que el profesor sea así, pero si es tu culpa traer a esta gentusa a nuestra casa y encima sin permiso!-

-Espere señora, que yo no soy ninguna gentusa.-dijo Joseph parandose.-Yo soy igual que usted.-

-Eso quisieras querido. Estoy segura que quisieras ser como nosotros, pero no lo sos y más vale que no falte nada en mi casa porque no voy a dudar en denunciarte!-

-Mamá!-grité. Puede ser que no soporté a Joseph pero mi madre le estaba faltando el respeto injustamente.

-Mamá nada, Gabriela! Me parece que esta de más decir que estás castigada. Y vos querido anda agarrando lo que tengas y andate ya mismo de mi casa!-Joseph comenzó a recoger sus cosas.

-Por qué me castigas? Por cumplir con mis deberes? Por estudiar! Es injusto!-protesté gritando.

-Sabes muy bien porque te castigo! Te dije que no quiero que te juntes con esta gente!-

-Esta gente, como usted nos llama señora, es mejor que mucha otra que usted aceptaría para su hija.-le gritó Joseph antes de irse dando un portaso. Creo que era la primera vez que estaba de acuerdo con él. Estaba segura que él era mejor persona que Kate y Megan. Mi madre siguió gritandome millones de cosas, mientras que yo terminaba con el trabajo. Luego junté todo y me encerré en mi habitación a llorar. Por qué siempre era tan injusta conmigo?

Desperté con la luz del sol a su lado. Había cambiado el despertar al lado de Logan por despertar al lado de Nick. Estabamos abrazados, al igual que como nos habíamos dormido ayer. Era raro, yo siempre me movía mucho cuando dormía, ¿por qué hoy no? Me quedé mirándolo dormir, parecía un angel, pero era un demonio. ¡Lo odio tanto! No sé que hacía abrazada a él, como si me gustara estar a su lado…

- ¡Despertate tarado!– le grité mirando la hora, ya era tarde.

- ¿Qué? ¿Qué pasa? – dijo sobresaltado.

- ¡Vamos a llegar tarde! Todos por tu culpa-

- ¿Mi culpa?-

- Si, levantate, vamos a bajar a desayunar y nos vamos-

- Pero no puedo ir con la misma ropa de ayer-

- Y yo no te dije que lo hagas.-

- ¿Y de dónde pensas que voy a sacar la ropa?-

- Andá a la habitación de mis padres, ahí vas a encontrar ropa.-

- ¿Ok? – lo saqué empujándolo de la habitación y me cambié. Me peiné un poco y corri hacia la habitación de mis padres a ver que se había puesto. Error. - ¿Qué hacés? No me terminé de cambiar todavía.-

- Apurate, no se que esperás. – dije al salir tapándome los ojos. Que tonta, yo ya lo había visto así en el hotel. – Cuando termines bajá, te espero en la cocina. – grité antes de ir a desayunar lo que habría preparado Sarah. Alcancé a tomar algo antes de que bajara, se sentó a mi lado y sin decir nada comenzó a desayunar. La verdad odio admitirlo, pero se veía bien con la ropa de mi papá. En el correr de la mañana había recibido muchas llamadas de Logan, pero me sentía muy culpable e incómoda como para atenderlo…

- Mañana te traigo la ropa.-

- No hace falta, mi papá no va a notar que le falta nada, nunca nota nada.-

- Pasa algo con tus padres? Nunca los veo por acá. – miré a Sarah quien nos observaba atentamente.

- No es de tu incumbencia. – dije y me levanté.

- ¡Sol! – hice como que no lo había escuchado y subí a buscar nuestras mochilas. – perdón, no quise preguntar, no necesitás contarme si no querés.-

- No lo iba a hacer, acá tenes tu mochila. – dije dándosela de mala manera.

- Qué bueno porque no querría escuchar tus problemas.-

- ¿Quién dijo que eran problemas?-

- ¿Podemos irnos?-

- Gracias a dios que lo dijiste. – saludé a mi nana, el odioso hizo lo mismo y salimos en su auto. Le dije a Sarah que le pidiera al chofer que me vaya a buscar ya que no iba a tener mi auto para volver. Llegamos obviamente tarde, cosa que me disgustaba y mucho. – no quiero que nos vean juntos, yo voy primero y después de un rato entrás vos ¿ok?

- Como digas. – rodee los ojos y entré al salón. Todos me miraban e igual que ayer recibí una horrible cara del profesor, sin embargo las miradas cambiaron enseguida de punto, Nick no me había obedecido…

- Miller y Asnicar, como llegaron los dos tarde, se van a sentar juntos al fondo. – no dijimos nada y le hicimos caso.

- ¿Por qué no me hiciste caso?-

- Porque no-

- Sos un estúpido-

- Y vos bipolar-

- Callate estúpido-

- No quiero.-

- Cállense, ¿siempre les tengo que llamar la atención a ustedes dos? – ok, el profesor se enojó.

- Lo sentimos – dijimos al unísono. No hablamos más en clase excepto por algunos insultos que nos regalábamos el uno al otro. En el recreo me dediqué a estar con mi mejor amiga y a hablar de cosas tontas. Las demás clases fueron totalmente aburridas, me dormí en casi todas, y desperté cuando llegó el momento de irnos. Fui hasta donde se encontraba mi chofer y me encontré con Logan.

- ¿Qué pasa? – pregunté desconcertada.

- Hola mi amor, ¿cómo estás? Te extrañé.-

- Perdón, hola. Es sólo que no te esperaba, podrías haberme avisado que venías.-

- Te llamé hoy a la mañana pero no me contestaste nunca.-

- Hola chicos. – Genial, ¿qué hacía Nicholas metiéndose en nuestra conversación?

- Hola, Nick.-

- ¿Qué pasa, Nick?-

- ¿Por qué le preguntas siempre lo mismo a todos, Sol? – preguntó mi novio.

- Porque no entiendo que hace él acá y por qué vos no me avisaste que venías.-

- Yo me iba con vos, Sol. ¿No te acordás que te tengo que devolver la ropa de tu papá?-

- ¿Le prestaste ropa de tu papá? ¿Por qué?-

- Por nada, ya vámonos Nick. Nos vemos luego Logan… - dije agarrando a Nick, pero éste se safó y se acercó a Logan.

- Si, me prestó la ropa de su papá, Logan. Hasta me la regaló.-

- Eso es mentira.-

- Preguntale a tu novia. – Logan me miró y yo sólo bajé mi cabeza.

- No entiendo.-

- ¿Y sabés que? Me quedé a dormir en su casa también. – abrí los ojos completamente, ¿esto realmente estaba pasando? Un doctor para mí por favor porque me iba a desmayar. – por eso me dio la ropa, no tenía con qué venir al colegio y no iba a volver con lo mismo de ayer.-

- Nick cállate. – por favor que me haga caso y se calle. Esto no me gusta.

- Y no contestó tus llamadas porque estaba conmigo. – el golpe no tardó en llegar. Logan otra vez le había pegado a Nick (que se lo merecía). Nick se la intentó devolver pero Logan lo esquivó y le volvió a pegar.

- ¡Basta! – grité desesperada. Nick tenía la cara llena de sangre igual que la vez anterior, pero reaccionó y le logró pegar a Logan. Los dos estaban llenos de sangre. Me interpuse en el medio para parar la pelea y me di cuenta que medio colegio nos estaba mirando. – ¡Paren, por favor! Nick vos metete al auto y vos Logan borrate de mi vista ya. – los dos se mantuvieron inmóviles por unos segundos sin hacerme caso y mirándose con odio, por lo que decidí gritarles. - ¡Es una orden! – el único en hacerme caso fue Nick que se metió en el auto con mi chofer, pero Logan seguía parado ahí. Lo empujé. - ¿qué te pasa? ¿estás loco? Andate Logan, ¡mirá el papelón que me hiciste pasar! Sin contar como lo dejaste a Nick…-

- Sabés que se lo merece…-

- ¡Basta! Andate, por favor. – Tomé su cara y lo forcé a mirarme a los ojos. – si me queres algo de lo mucho que decís por favor andate. – él no dijo nada y se fue. – ¿y ustedes qué miran? El show se terminó. – les dije a los que miraban. ¿qué tenían que mirar? Ahora todo el colegio iba a inventar estupideces como siempre. Me apresuré a entrar al auto y le dije al chofer que se apure a salir de ahí, que Nick estaba sangrando, aunque ya se había dado cuenta.

- ¿Estás bien usted, señorita?-

- Si James, gracias por la preocupación.-

- Para servirle. – mostré una sonrisa y miré a Nick.

- ¿Te duele mucho?-

- Algo… pero ahora la ropa de tu papá está manchada de sangre.-

- No importa. Lo que importa es que estés bien y que me perdones otra vez por el comportamiento de mi novio, aunque esta vez vos tenés la culpa y él tenga razones para golpearte. – Nicholas no dijo nada hasta que llegamos a mi casa. Bajamos y lo hice sentar en un sillón mientras mandaba a Sarah a buscar un botiquín de primeros auxilios. Cuando volvió le dije que se podía ir, que yo me encargaba.

- Sos un completo imbécil. ¿Te dije que sos un estúpido? – dije mientras empezaba a curarlo.

- Hoy a la mañana, gracias.-

- ¿Por qué le dijiste todas esas cosas a Logan?-

- No sé, supongo que no sabía lo que hacía.-

- ¿Estabas celoso?-

- No. Claro que no.-

- No entiendo por qué lo hiciste si no lo estabas.-

- Te dije que no sé, y tené más cuidado porque me haces doler.-

- Perdón.-

- Está bien. – suspiró. – en realidad no, perdóname vos a mí. No debí decir todas esas cosas, no sé por qué lo hice, supongo que no me cae bien Logan. No es alguien bueno para vos, necesitás algo mejor.-

- Vos no lo conoces, no hables de él como si lo hicieras. Él es perfecto para mí, y si te pegó fue porque vos te la buscaste.-

- Puede ser, pero él sigue siendo un idiota.-

- No Nick, acá el idiota sos vos que no querés reconocer que estás celoso de que yo si pueda ser felíz con mi novio y vos no te le acerques ni a un centímetro a Gaby. – me levanté. – Sarah, si pudieras acompañarlo a la salida sería genial. – dicho esto, enseguida apareció ella. – adiós Nick, que te vaya bien con… los golpes.-

- ¿Qué? ¡No! No te enojes, es sólo mi opinión. No me dejes así salir a la calle. – dijo señalando su cara con un poco de sangre todavía.

-Tenés razón. Sarah, pedile al chofer que lo lleve hasta el colegio donde quedó su auto estacionado. – Sarah rió por lo bajo y Nick me miró fulminándome con la mirada. Subí a mi habitación y me encerré ahí durante varias horas escuchando música acostada en mi cama. Mi celular sonaba cada dos segundos, entraban llamadas de Gaby, de Kev, de Logan y por supuesto de Nick, pero ninguna de ellas fue contestada. Prefería no hablar con nadie ni de esto ni de nada.

Narra Gaby

Hoy a la mañana en el colegio, intenté pedirle perdón a Joseph de parte de mi madre pero lo único que hizo él fue mirarme lleno de odio y marcharse. No lo culpo. Después de lo que mi madre le dijo yo creo que reaccionaria de la misma forma. Luego de la salida del colegio me llegaron mínimo 10 mensajes de texto contándome lo ocurrido con Sol, Nick y Logan. Por qué Nick y Logan se pelearían? Sería Logan el autor de los golpes que ya tenía Nick en su cara? Sería por Sol? Algo no me cerraba y me dejaba intranquila. Además del hecho de que ya una vez habían dormido juntos. Me dijeron que nada había pasado, pero qué pasaba si me habían mentido? La respuesta a todas esas preguntas llego cuando a la tarde la puerta de mi casa sonó y Logan estaba allí.

-Qué haces aquí?-le pregunté sorprendida. Al parece Nick también lo había golpeado, porque un moretón se situaba en su mejilla derecha.

-Vengo a abrirte los ojos para que no te pase lo mismo que a mi.-yo arqueé una ceja.

-De qué hablas Logan?-

-Me dejas pasar?-

-Está bien.-Logan pasó y ambos nos sentamos sobre el sillón de la sala de estar. Estoy segura que mi madre no haría el escándalo que hizo ayer si ve a Logan en vez de a Joseph.

-Yo sé que entre Nick y vos hay algo..es decir, en esa fiesta en la que me reencontré con Sol, estaban muy juntos.-yo rápidamente recordé el momento en que Joseph me tiró al mar y una furia recorrió mi cuerpo.

-Sí, sé que fiesta. Mejor seguí hablando Logan.-

-Bueno, y creo que no es justo que él y tu mejor amiga te hagan esto, porque es decir, por lo menos a mi me lo hace Sol, pero Nick no es mi amigo.-

-De qué hablas Logan?-pregunté confundida.

-De que es claro que Sol y Nick están saliendo.-

-Ay Logan! No digas estupideces, yo ya lo hablé con ellos y nada que ver. Es más se viven insultando.-

-Quizás lo hagan para no decirte la verdad. Si ya están saliendo no te lo puedo asegurar pero sí te puedo asegurar que cuando yo me fui y Sol me fue a buscar, su auto se rompió y lo llamó a Nick. Ambos se quedaron a dormir en un hotel.-Yo recordé cuando Nick y Sol habían faltado juntos, claro, era por eso.-Eso me lo confesó Sol hace poco y por eso le pegué a Nick. Pero parece que eso no sirvió de nada porque ayer volvieron a dormir juntos en la casa de Sol.-Por eso hoy llegaron ambos tarde, claro.

-Ahora me cierra todo.-dije shockeada por la noticia. No podía ser mi mejor amiga y el chico que me gusta me habían engañado todo este tiempo. Se rieron en mi cara.

-Si no tuvieran algo, por qué no te lo dirían? Yo quiero seguir con Sol, pero ya no toleró esas mentiras.-

-Por lo menos a vos te lo confesó. A mi ninguno de los dos tuvo la cara de venir a decírmelo.-

-Por eso te lo quería decir. Creo que no es justo que te sigan engañando.-

-Gracias por decírmelo Logan. Así no sigo jugando el papel de estúpida.-O tal vez sí lo siga jugando, por lo menos por un tiempo. Quiero saber hasta cuando pretenden seguir engañándome. Quiero saber hasta donde sostienen la mentira sin pensar en cuanto me pueden lastimar. Cuando Logan se fue, yo me encerré en mi habitación y me largué a llorar, no podía creer cuanto me habían mentido.
Al otro día en el colegio, fingir fue más difícil de lo que pensaba. Ni bien vi a Sol me dieron ganas de gritarle por qué me había traicionado de esa forma. Pero tuve que contenerme. Cuando Nick vino no pude evitar preguntarle sobre sus golpes. Los interrogué a ambos acerca de por qué Logan le había pegado y pusieron una absurda excusa que en otro momento hubiese creído. Por suerte, Logan me dijo la verdad. Él era otra victima de ellos dos. Me daba tanta bronca que me siguieran mintiendo. Nunca hubiese pensado que mi mejor amiga me haría esto. Me sentía devastada.

-Irás a la fiesta está noche?-me preguntó Sol.

-Qué fiesta?-

-La que va a dar Jason en Strimbow. Te olvidaste Gaby? Nunca te olvidas de las fiestas.-Tienes razón nunca me olvido, pero me hiciste tanto daño que ni pensé en la fiesta.

-Creo que sí lo olvide. No sé si iré.-

-No iras? Entonces yo tampoco.-

-Por qué? Estoy segura que Nick estará feliz de que estés allí.-dije sin pensar.

-Nick? Ni en sueños. Él me odia y yo lo odio.- Sí..seguro que se odian. Se odian tanto que no dudan en dormir juntos ni bien tienen la posibilidad.

-De todas formas no dije que no, no lo sé.-No tenía ganas de ir, pero no podía faltar. Además seguro mi madre se entera de la fiesta y me obliga a ir. Según ella nunca se puede faltar a una fiesta porque sino la gente empezará a pensar cualquier cosa. Como detesto que le importe tanto lo que los demás opinen sobre nosotros. Cuando llegué a mi casa, me encerré en mi habitación y dormí una larga siesta, no tenia ganas de pensar. Desperté cuando ya estaba anocheciendo. Miré la hora y todavía tenía tiempo para arreglarme para la fiesta. Tenía que fingir que todo estaba perfecto. Que yo estaba perfecta. Que no me había enterado de ningún engaño. Me levanté, me di una larga ducha para despejar todos los pensamientos y luego me puse un lindo vestido fucsia corto. Sequé mi cabello y lo planché, decidí dejarlo suelto. Después me maquille acorde al vestido y me puse el resto de los accesorios. En los pies llevaba unas sandalias con taco plateadas, que no eran tan altas para poder bailar cómoda. Perfecto, parecía tan entera como si nada hubiese pasado, aunque por dentro estuviera hecha pedazos. A la fiesta me llevó mi padre, que luego saldría a una reunión. Durante el camino, casi no cruzamos palabra, excepto para hacer algún comentario sobre la canción de la radio o el clima. Definitivamente, no era una linda forma de prepararme para una fiesta, pero mi relación con mi padre había sido así durante meses. Cuando llegué ya podía ver las luces y escuchar la música desde afuera del lugar. Recuerdo cuando vine aquí con Joseph. Creo que en este momento es la persona más sincera en mi vida, por lo menos desde un primer momento me dejo en claro que no le caigo bien. Bueno, él y Kevin. Ingresé al lugar y la música lleno mis oídos. Rápidamente, varias miradas se dirigieron a mi y dentro de la gente y las luces pude ver a alguien dirigiéndose a mi.

-Viniste!-gritó quien se supone que es mi mejor amiga.

-Sí, aquí estoy. Radiante como siempre.-fingí una sonrisa.

-Que bueno porque sino esto sería un aburrimiento sin vos, amiga.- 'Amiga' creía en esa palabra hasta ayer cuando me enteré de toda la verdad.-Vamos a bailar?-yo asentí y nos dirigimos al centro de la pista, como estábamos acostumbradas. Ella se movía feliz de un lado a otro, mientras que yo fingía estar feliz.

-No vino Kevin?-le pregunté gritando ya que sino la música no dejaría que ella me escuche.

-No podía, tenía una cena familiar, o algo así.-Me gustaría intercambiar lugares con él ahora mismo. Seguro que él estaba muriendo por venir a la fiesta y yo no veía la hora de irme. De repente, alguien me tomó por la cintura. Volteé y era Nick. Rápidamente me alejé. Cómo se atrevía a acercarse y encima enfrente de Sol?

-Hola linda.-me dijo y yo no pude evitar sentir asco. Hasta cuando iban a seguir mintiéndome?

-Hola Nick. Creo que iré a tomar algo, luego vuelvo.-dije y escapé de allí lo más rápido que pude. Si seguía un instante más junto a ellos, iba a empezar a gritarles y no podía armar un escándalo en el medio de la fiesta. Yo iba caminando metida en mis pensamientos cuando choqué con alguien.

-Por qué no te fijas por donde caminas?-Yo esa voz la conocía. Levanté mi vista. Joseph. Genial, que más podía empeorar mi noche? No pensé que estaría aquí, no pensé que lo iban a invitar. Aunque quizás esta de colado.

-Qué haces aquí Joseph? No pensé que Jason te invitaría.-

-No me invito.-

-Entonces te colaste.-

-No, nena. Mientras vos y tus amiguitos se divierten, yo estoy aquí sirviendoles.-yo lo miré sorprendida.

-Quieres decir que trabajas aquí?-

-Parece que nunca escuchaste que alguien trabajara. Claro, la nena nació en una cuna de oro. Nunca conoció lo que es trabajar.-

-Joseph, no estoy para discutir esta noche, okay?-

-Deberías estar feliz, tienes algo más sobre mi para escribir en tu trabajo de historia.-Yo recordé la vez que vinimos aquí a comenzar el trabajo. Con razón no pago. El trabajaba aquí y por eso conocía a la chica. Se lo descontarían de su sueldo.-Como sea, no tengo tiempo para hablar contigo. Tengo que seguir con mi trabajo.-Luego, sin decir nada más, se fue de allí. No pensé que Joseph trabajaría. Más bien imaginé que pasaba sus noches en algún bar de mala muerte, bebiendo con sus amigos. Pero no, aquí estaba. Ganándose su dinero, haciendo un trabajo limpio. Yo fui hacia la barra e inspeccioné a otras personas que estaban allí. Todos estaban consumiendo bebidas alcohólicas. Yo nunca bebía alcohol. Nunca lo creí bueno, pero muchas cosas que creí de una forma resultaron ser de otra, así que pedí un daiquiri de frutilla. Me pareció raro que no se nieguen a dármelo por ser menor de edad. Quizás Jason había hecho alguna especie de contrato para que nos sirvan alcohol. Pensé que sería más fuerte de lo que era. A decir verdad, era bastante rico. Luego que terminé mi trago, decidí volver con Sol y Nick, para fingir un poco más, pero no los encontré ni donde los había dejado, ni en ningún otro lugar de la fiesta. Habían desaparecido, o mejor dicho, probablemente se habían ido juntos. Cansada de buscarlos. Me senté en la barra y pedí otro trago. Había escuchado de gente que ahogaba sus penas en el alcohol y quería ver que se sentía. Como probé ese trago, probé otro, y otro. No sabía si servía para ahogar mis penas, pero sí sabia que me sentía más relajada, liviana y contenta. Así que caminé de nuevo hacia donde los demás bailaban y bailé al ritmo de la música mientras me reía como loca. No me importaba que los demás me miraran raro, no me importaba nada. Incluso cuando vi pasar a Joseph, no dude en abrazarlo.

-Hola Joseph.-le dije sonriendo. Él me miró extrañado.

-Qué te pasa nena?-

-Alguna vez...alguna vez, te dije lo mucho que odio que me llames así?-

-Tienes olor a alcohol. Estuviste tomando.-

-No!-grité enseguida.-O bueno, quizás algunos tragos-dije soltando una risa repentina. Joseph rió.

-Después el alcohólico era yo.-

-Joseph yo quería agradecerte porque siempre fuiste sincero conmigo, sabes? Gracias, enserio, gracias!-dije gritándole.

-Uy si me estás agradeciendo, estás realmente mal.-

-Tienes razón, estoy algo mareada.-dije arrastrando las palabras.

-Como para que no lo estés. Veni.-dijo mientras me llevaba hacia la barra nuevamente y me ayudaba a sentarme.-Quédate aquí. Decime donde están tus amigos.-yo no le respondí.-Recuerdas donde están tus amigos?-

-Yo no tengo amigos, o mejor dicho sí. Kevin. Pero no vino.-

-Y tu otra amiga? La rubia? Sol?-

-No me hables de esa perra!-dije gritándole.

-No me estás ayudando. Dónde está?-

-Seguramente con Nick, besuqueándose a escondidas mías-dije con tristeza.

-Ya veo porque quisiste emborracharte. Bueno, quédate aquí.-dijo y se estaba por ir, pero yo lo tomé del brazo.

-No me dejes sola, Joseph.-dije sin contener mis palabras.

-Tengo que trabajar. Ahora vengo, si? Quédate sentada acá.-

-Pero yo quiero bailar!-

-Hace lo que quieras, pero no creo que aguantes parada sin caerte mucho tiempo.-dijo y luego se fue. Yo me levanté de allí y caminé dos pasos para luego volver a sentarme. El piso no dejaba de moverse. En qué clase de lugar estaba? Me di vuelta y le pedí al barman otro trago más. Él me lo dio enseguida.

-Me caes bien, sabes?-le dije.-Aunque creo que deberías cortar tu cabello un poco. Es decir, ya pasó la era en que los hombres usaban el cabello largo.-él solo me miro y siguió atendiendo a otro chico.-Amargo-dije mientras seguía tomando de mi trago, hasta que alguien me lo sacó de mi mano.

-Queres dejar de tomar?-me dijo Joseph con voz de autoridad.

-La verdad? No. Devuélvemelo!-le grité.

-No. Después me lo agradecerás.-

-Sos un idiota, un estúpido, siempre arruinas todo, no te soporto, te odio tanto.-le grité enojada.

-Gritame todo lo que quieras, pero no te lo voy a devolver.-

-Eso es porque lo queres para vos, borracho!-Él rió.

-Mira quien habla de ser borracho.-Luego dejo de mirarme para dirigirse al barman.-Sos idiota!? No ves en el estado en que está? Cómo le seguís sirviendo tragos?-

-Déjalo! Él es bueno, no como vos.-le dije a Joseph.

-Solo hago mi trabajo.-le contestó el barman.

-Ves Joseph, él hace su trabajo, vos deberías hacer lo mismo y dejarme tranquila.-dije intentado agarrar el trago de la mano de Joseph, pero él lo volvió a correr.-Sabes qué? Estoy harta. Harta de que todos me digan lo que debo hacer. ¡Quiero divertirme!-grité y lo que luego hice fue subirme a la barra y bailar sobre ella, ganándome la mirada de más de uno de los presentes allí.

-Bájate de ahí.-gritó mi compañero de historia.

-No! Deberías intentar divertirte vos también, Joseph.-dije mientras seguía bailando al ritmo de la música, pero de un momento a otro pase de estar arriba de la barra a estar sobre el hombro de Joseph.-Qué haces? Soltame Joseph!-dije mientras le pegaba en la espalda y daba patadas.

-Mañana me lo agradecerás.-dijo mientras entraba en la cocina del lugar.

-De nuevo al agua no!-gritaba yo desesperada.

-Qué haces Joe?-escuché que decía una chica.

-Puedes cubrirme Jenny? No está para nada bien y mañana se arrepentirá de esto.-

-Ves que la queres.-

-No digas estupideces, Jenny. Me cubres o no?-

-Sí, anda tranquilo Joe.-le dijo la chica y Joseph volteó para dirigirse a la puerta trasera del lugar.

-Me caes bien Jenny! Pareces una buena chica.-dije mientras Joseph me sacaba del lugar.

Una vez que estabamos fuera del lugar yo comencé a gritarle de nuevo.

-No me puedo ir contigo Joseph! Todos los demás van a pensar cualquier cosa.-

-Estoy seguro que preferís que piensen esto, antes que pases vergüenza totalmente borracha.-dijo mientras me bajaba de su hombro.

-Qué queres de mi? Qué me vas a hacer ahora? Te vas a aprovechar de mi?-dije y una lágrima repentina recorrió mi mejilla. De estar feliz, pasé a llorar. No entendía cómo. El roce del pulgar de Joseph sobre mi mejilla, al limpiar mi lágrima, hizo que un escalofrío recorra mi cuerpo.

-No llores, no te voy a lastimar.-

-Por qué no lo harías? Si todos al final lo hacen. Vos sos el que más derecho tendría a lastimarme.-

-Porque no quiero hacerte daño.-

-Por qué me ayudas?-

-Porque prefiero soportarte siendo odiosa como sos, antes que deprimida porque hiciste el papelón de tu vida esta noche.-

-Idiota!-le grité enojada.

-Insoportable.-me respondió pero no le pude responder nada ya que estaba demasiado ocupada intentando no caerme.

-Agradecería si dejaras de moverte, Joseph.-

-No me estoy moviendo.-dijo riendo.-Será mejor que te sientes. Veni.-dijo mientras que me tomaba del brazo para que caminara junto a él. Yo me aferré a su brazo para sentirme más segura y no caerme. Caminamos apenas unos pasos, que para mi fueron los más largos de mi vida, y nos sentamos en un banco que había allí.-Me queres decir para que tomas si no sabes hacerlo? Acaso es la primera vez que tomas en tu vida?-

-Sí.-dije mirando hacia abajo. Él suspiró.

-Por qué tuviste que elegir esta noche y no otra en la que yo no estuviera cerca?-

-Yo no te estoy obligando a que estés conmigo, Joseph. Podes irte tranquilo.-

-No te voy a dejar sola.-

-Por qué?-le dije mirándolo -Acaso me amas Joseph?-me acerqué a él mientras que observaba sus labios. Esos labios de los que no dejo de pensar desde que casi nos besamos en mi casa. Si tan solo no hubiera llegado mi madre. Tenía unos labios carnosos totalmente tentadores. Quería saber como se sentirían sus labios sobre los míos  En otro momento, hubiese espantado estos pensamientos de mi mente al instante, pero en este momento no podía dejar de pensar en otra cosa.-Queres besarme?-le pregunté mirándole a los ojos. Él me miró por unos segundos y pude ver algo diferente en su mirada. Algo que otras veces no estaba allí.

-No beso chicas borrachas.-yo me alejé rápidamente.

-Por qué no?-le pregunté enojada. No tenía ningún derecho a enojarme porque Joseph no me quiera besar.

-Porque si yo estoy con alguien quiero que lo recuerde y no se le olvide cuando despierte al otro día. Sobre todo vos.-yo suspiré.-Ahora me queres decir por qué te decidiste a tomar hoy? Porque no creo que lo hayas hecho porque sí.-

-Qué sabes?-

-Creo que te conozco lo suficiente como para darme cuenta de eso.-

-Tienes razón, no lo hice porque sí. Todo en mi vida está mal. Todos piensan que soy perfecta, que todo en mi vida es perfecto, que vivo en un cuento de hadas, y es todo lo contrario-Yo comencé a llorar. No dejaba que nadie me vea llorar, porque eso demostraba que era débil y fácil de romper. Pero no podía contenerme en este momento.-Primero quien pensé que era mi mejor amiga me estuvo engañando todo este tiempo con quien pensé que iba a ser mi novio. Pensé que me querían, que se preocupaban por mi, y los dos me mintieron. Se estuvieron riendo de mi todo este tiempo. No les importé, no les importo. No me quiero imaginar la cantidad de veces que me pusieron excusas para pasar tiempo juntos. Creo que en este momento los odio más a ellos que a vos.-le dije mirándolo.

-Ey no! Mi puesto de odio no lo puede ocupar nadie.-dijo mientras que otra vez limpiaba mis lágrimas y yo no podía parar de sentir mi cuerpo temblar.

-Luego están mis padres. Mi padre...es mejor ni siquiera hablar de él. Mi madre, ella cree que soy alguna especie de robot, que puedo hacer todo perfecto, y sabes qué Joseph? No lo soy. Soy humana, igual que todos. No puedo ser perfecta, no lo soy. Me trata como si todas sus relaciones dependieran de mi. Me hace sentir que si yo me equivoco, es el fin. No crees que es demasiada responsabilidad para una chica? Me vive echando la culpa por absolutamente todo lo que pasa, como si yo fuera la culpable de todo. Estoy harta!-grite.

-Ya vi como es tu madre el otro día. Pobre quien la tenga de suegra.-escuché que comentó, pero yo seguí hablando como si nada.

-Y después estás vos...-

-Yo?-me interrumpió.

-Sí, vos y tu estúpida actitud, tu estúpida sonrisa y tus estúpidos ojos atrapantes.-

-Tengo ojos atrapantes?-dijo con su sonrisa grabada en la cara.

-Y allí está de nuevo esa estúpida sonrisa. Te odio porque me estás haciendo conocer un mundo totalmente desconocido para mi. Hasta antes de que empecemos a hablar, tenía todo controlado en mi vida, todo calculado y no dudaba de lo que hacia, pero ahora apareciste y todo es un completo desastre.-

-Yo soy un completo desastre, yo te lo advertí, pero vos insististe en conocerme.-

-Lo peor es que hay algo en ese desastre de mi vida que me gusta.-El problema es que no sé si eso que me gustaba era lo que Joseph producía en mi cada vez que lo tenía cerca.-Por qué te gusta Stacy?-pregunté cambiando de tema rápidamente.-es una idiota.-

-Estás celosa?-me preguntó riendo. Yo no respondí.-Por qué te importa quien me gusta y quien no? No es de tu incumbencia.-

-O quizás sí.-

-No lo es, porque una chica como vos jamás saldría con alguien como yo.-

-No lo sabes.-

-Sí lo sé. Vos tenes toda tu vida planeada, y yo voy paso por paso, sin saber como voy a amanecer al otro día. Vos sos perfecta y yo un desastre.-

-Te dije que no soy perfecta, Joseph!-le grité mientras que corría mi cabello hacia un lado.

-Sabes algo? Cada vez que tocas tu perfecto cabello, me dan ganas de hacer un desastre en él. Es como si tuviera la necesidad de revolucionar tu mundo.-

-Creo que eso es lo más lindo que me dijiste desde que nos conocimos.-

-Lo bueno es que mañana no te acordaras de esto.-

-Espero que sí.-

-Espero que no. Te sientes mejor?-yo asentí. El aire por lo menos había parado mi mareo.-Entonces vamos a buscar mi moto que te llevo a tu casa.-

-No!-grité.-Llévame a cualquier lado menos a mi casa.-le supliqué. No quería estar en casa y si mi madre me ve en este estado eso sería aún peor. Joseph suspiró y se quedó unos segundos en silencio, hasta que volvió a hablar.

-Ya sé a donde llevarte, veni.-Ambos comenzamos a caminar de nuevo hacia el bar, donde estaba estacionada la moto de Joseph. Ambos nos subimos a ella.-Sostenete fuerte, y si te mareas avísame  si?-Yo asentí mientras lo abrazaba más fuerte que otras veces. La moto comenzó a andar y cada vez tomaba más velocidad. Todo iba bien, pero mi estómago comenzó a sentirse mal.

-Para Joseph, para!-le grité y él paró en una esquina bastante alejada. Se dió vuelta para mirarme.

-Por dios estás más blanca que lo normal! Decime que no te vas a desmayar.-

-No, creo que voy a vomitar.-Él rápidamente me bajo de la moto y sostuvó mi cabello mientras vomitaba. Me sentía terrible y me dije a mi misma que nunca tomaría de esa forma de nuevo.

-Creo que nunca en mi vida pensé que vería a Gabriela Lyrminton de esta forma.-

-Muchas gracias Joseph, tus comentarios me hacen sentir mucho mejor!-dije sarcástica. Él me alcanzó un pañuelo para que me limpie.

-Quédate tranquila que esto va a quedar entre nosotros. Aunque no te puedo asegurar que lo del baile arriba de la barra no lo haya visto media escuela.-dijo riendo, yo le pegué casi sin fuerza en el brazo. Estaba bastante débil y lo único que quería hacer en ese instante, era dormir.

-Joseph quiero dormir.-dije mientras recostaba mi cabeza en su hombro.

-No, no! No te duermas.-dijo enderezándome -Todavía te tengo que llevar, cómo quieres que te lleve en una moto dormida? No te duermas.-Volvimos a subirnos a la moto cuando me sentí mejor y Joseph iba hablándome todo el tiempo para que no me duerma pero yo lo unico que escuchaba era un bla bla. De repente la moto paró. Yo observé los alrededores y no era un lugar para nada pintoresco.

-Joseph, a dónde rayos me trajiste? No quiero que me roben!-

-Wow, ni borracha dejas tus prejuicios de lado.-dijo mientras golpeaba la puerta de una casa.

-No me quedare a dormir contigo!-le grité.

-No te quedaras conmigo.-la puerta se abrió y me sorprendí a ver quien era.

-Clarita?-dije. No estaba segura de si era realmente ella.

-Qué hacen a esta hora juntos y en mi casa, chicos?-

-Clarita!-sonreí.-Sabes que te quiero mucho? Vos sos mucho mejor que mi madre, como desearía que fueras mi madre.-dije mientras la abrazaba.

-Oh por dios, estas borracha!-dijo mientras me abrazaba también.

-Y en que forma lo está! Tuvo una fiesta en donde yo trabajo y la vi en este estado y preferí sacarla de allí. No quería ir a su casa, asi que pensé en traerla acá, hice mal?-

-No Joe, estuviste muy bien. Ves que después de todo la queres?-

-Dejen de decir eso! No es que la quiero, es que no la podía dejar así sola en la fiesta.-

-Y ahora te pido que la ayudes un poquito más. Vengan, pasen-dijo y los dos entramos en la casa. Era chiquita, pero había un mejor clima que en mi casa. Yo enseguida me senté en un sillón que había allí.-Gaby, tenes tu celular encima?-

-Creo.-dije.

-Dónde lo tenes?-yo comencé a revolver mis bolsillos hasta que finalmente lo saqué y se lo di a Clarita.

-Joseph yo no sé como se usa esto, pero podrías enviarla un mensaje a su madre? Decile que se quedo en lo de su amiga Sol.-le dijo mientras le pasaba mi celular. Joseph comenzó a escribir en él, mientras que yo me iba acomodando en el sillón.-Será mejor que la llevemos a la cama, mi hija no está en casa, asi que podemos usar su cama.-

-Querés que la lleve?-le preguntó Joseph. Clarita asintió. Lo ultimo que supe es que Joseph me tenía en sus brazos y me recostaba sobre una cama. Luego escuché que Clarita le agradeció por lo que había hecho por mi está noche y después caí profundamente dormida.

Y ya estábamos en la fiesta un sábado a la noche. Que asco, lo único que quería hacer era estar en casa acostada en mi cama haciendo nada. Me mostraba feliz como si nada me importara, pero no era así, estaba preocupada, estaba triste. Me había convertido en todo lo que yo nunca quise ser, era una mentirosa, una traidora, egoísta. ¿Por qué sólo podía pensar en mí misma? Nick había sido golpeado por Logan por mi culpa, seguro Gaby se sentía confundida por mi culpa, Logan, por más de que no lo demuestre, sé que no era feliz por mi culpa, yo había sacado lo peor de él. Me sentía horrible, me sentía un monstruo… ¿Cómo había sido capaz de hacer sufrir tanto a la gente que quería? ¿Cómo pude haber sido tan egoísta? Cómo deseaba desaparecer y alejarme de Gaby, de Logan y de Nick para no hacerles más daño. Sin embargo no podía, estaba en este momento bailando con Gaby como si nada hubiese pasado. Después se acercó Nick pero al poco rato Gaby había ido a tomar algo, por lo que habíamos quedado solos Nick y yo, genial.

-¿Le pasa algo a Gaby–dijo Nick rompiendo el maldito silencio.

-¿Y cómo voy a saberlo?–dije enojada

-Sos su mejor amiga…-

-No lo sé, después de lo que hice no merezco llamarme mejor amiga de nadie.–Nick no me había escuchado, la música estaba muy alta y después de mi discurso sólo puso cara de no entender nada y comenzó a bailar. Él y su estúpida forma de bailar me tenían harta. Salí casi corriendo del lugar y temí que Nick por esas casualidades de la vida me estuviera siguiendo. Aumenté mi velocidad y cuando ya no sentí nadie a mi alrededor me senté a llorar en el cordón de la calle. Hace mucho no lloraba así, ni siquiera cuando era más chica y lloraba secretamente en mi habitación sin que me escuchara Sarah porque mi papá y mi mamá nunca estaban en casa. Sentía mucho dolor dentro de mí, pero más sentía asco, vergüenza de mí misma. Esa pregunta venía a cada rato a molestarme, ¿cómo había podido ser tan egoísta?

-Hola.-

-¿Qué hacés acá, Nick? Andate, sos la última persona a la que quiero ver en este momento.-

-Ya lo sé, y no entiendo por qué. Yo no te hice nada.-

-¿Nada? Por la culpa tuya y de tu maldita sonrisa estoy acá llorando. Traicioné a mi amiga, ¿te das cuenta de lo que hice o no?-

-Yo…-

-No, no te das cuenta. Va a ser mejor que te vayas, no quiero que me veas llorar.-

-Y yo tampoco quiero hacerlo.– Ah genial, ¿entonces qué esperas para irte? Intenté responder pero no podía dejar de llorar, él sólo suspiró.–Tranquila, ¿sí? Todo se va a solucionar.-

-No Nick, nada se va a solucionar.–dije decidida.–Lo mejor sería que me aleje de todos ustedes…-

-¡No! Eso no.-

-¿Por qué no? ¿A vos qué te importa?-

-Me importa…-tomó mi cara para que lo mire y se fue acercando cada vez más. Nos íbamos a besar, pero no, no quería. Me paré enseguida y empecé a caminar hacia mi casa gracias a Dios sin llorar.– Sol! ¿A dónde vas? Creí que querías eso…-

-No, no así. – me invadieron otra vez las lágrimas, ¿otra vez llorando? Nick no me siguió, lo que me dolió y me hizo llorar todavía más. Esto sólo significaba una cosa, me había enamorado de él.

Desperté el lunes con los ojos hinchados. Me levanté como un zombie a bañarme, para después vestirme y desayunar. Tomé mi estúpido auto y conduje a la estúpida escuela. Divisé a Gaby junto a Kev y Jason en los casilleros, cambié mi cara de sufrimiento, puse una de felicidad y me dirigí a ellos.

-Hola chicos, ¿cómo están?-

-¡Hola, Sol! Me hubiese encantado estar en la fiesta ayer, ¿a ustedes cómo les fue?–No te das idea lo mal que me fue, Kev.

-¿Bien? Normal Kev…-respondí.

-A Gaby no le fue normal.–dijo Jason y rió por lo que yo lo miré raro.–Te pasaste un poco Gaby y al parecer no te pega bien el alcohol.–Gaby lo fulminó con la mirada y yo todavía no entendía nada. ¿Gaby había tomado en la fiesta? ¿Por qué? Ella no es así…

-Gaby, vos… ¿tomaste en la fiesta? ¿Desde cuándo?–dije sorprendida. Ella me iba a contestar pero de repente sonaron todos los celulares en la escuela, incluso los nuestros. Abrí el mensaje enseguida y… no me gustó lo que ví.–Ay no.-

-Sol… ¿qué es esto?–dijo Kev sin poder cerrar la boca. No lo culpo, yo tampoco podía. Eramos Nick y yo cerca, muy cerca, casi besándonos. ¿Quién me había sacado esa horrenda foto? Ay no, ay no.

-Gaby yo te puedo explicar! Esto, esto no es lo que parece–dije desesperada.

-No Sol, si es lo que parece. Logan me contó todo pero decidí actuar como que no para ver hasta cuando pensabas mentirme…-

-No Gaby, no… esto no es así.-

-Ahora sé que los golpes de Nick no eran por salvarte de un ladrón. ¿Cómo pudiste mentirme así? Creí que éramos amigas. No, perdón, creí que eras mi mejor amiga. Que equivocada estaba!-

-No Gaby, vos sos mi mejor amiga. Yo, perdón. Me siento muy mal-

-¡Y deberías! Espero que nunca te hagan lo que me hiciste a mí porque duele, ¿sabes? Y más si te lo hace tu supuesta mejor amiga.–No, justo ahora no podía tocar el timbre. Gaby me miró con desprecio y se marchó a su clase. Yo no podía moverme, todos me miraban y me sentía horrible. No podía parar de llorar, miré mi celular donde todavía se encontraba esa maldita foto y la borré luego de caer sentada al piso llorando.

-La próxima vez que trates de traicionar a alguien asegúrate de que nadie te vea, y más de que nadie te saque una foto.–Lo que completaba este horrible día, que Megan me venga a molestar.

-Cállate.-

-Podría trabajar de paparazzi, ¿no te parece?–la miré con asco.

-¿Fuiste vos?-

-Si, ¿no te parece genial? Ahora que tu amiga no te va a defender no hay nadie que te quiera en las animadoras. Por fin se va a hacer justicia y te van a echar.–Me paré para pegarle, pero alguien me detuvo. Ella sonrió y se fue riendo. Maldita sea, ¿quién me había hecho perder esa hermosa oportunidad de romperle los dientes? Me di vuelta y lo vi. Sí, era Nick.

-No lo merece – me dijo mirándome a los ojos y me abrazó, causando que llore aún con más intensidad.

-Vámonos de acá por favor, esto ya es mucho. No lo puedo soportar.–Él asintió y mientras todos se reían de mí y entraban a clase, nos dirigimos a mi auto para luego marcharnos de ahí. Esto resultó muy mal, ojalá algún día Gaby pueda perdonarme.