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~Never Gonna Be Alone [Nicholas Jonas]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: ~Never Gonna Be Alone [Nicholas Jonas]
seguila!!!
me empaque!!! ¬¬
QUIERO CAP!!!
me empaque!!! ¬¬
QUIERO CAP!!!
i love u [silvanitaa]
Re: ~Never Gonna Be Alone [Nicholas Jonas]
Chicas, siento mucho, mucho, muuuuucho la espera. Tuve un pequeño lapsus de inspiración: estuve unos días que practicamente no me salio NA-DA =S
¿Qué tal habéis estado? ¡Espero que bien!^^
Gracias por todos los coemntarios que me animan a seguir cada día aun cuando esos días son malos. ¡Os quiero!
—Más de lo que quisiera —reconoció desmontando su gesto inicial.
—¿Por qué? —balbucí con voz temblorosa.
Con un suspiró, se echó hacia atrás apoyándose en la encimera. Tragó saliva visiblemente y me miró de nuevo a los ojos.
—¿Qué por qué? ¿Es que acaso no lo ves? Vas por el mundo con toda tu inocencia y fragilidad, tan vulnerable, dando la impresión de que puedes romperte en cualquier momento, de que pueden dañarte a las primeras de cambio… Piensas que no le importas a nadie, que estás aquí solo para ver como los demás son felices y tú te dedicas a mirarles, esperando que te transmitan una mínima parte de lo que sienten, lo que crees que te falta para llegar a ser como ellos. Y no te das cuenta de lo mucho que puedes significar para alguien que ni siquiera conoces, aunque le trates mal, como a mí –añadió con una risita forzada, secando las lágrimas que me habían sido imposibles de retener-. Eres más de quien tú crees que eres. No dejes que nada ni nadie te impida mostrarte al mundo como eres, por que, créeme, hacen falta muchas personas como tú para equilibrarlo. Brillas con luz propia, una luz que es más bella de lo que crees y ni siquiera te preocupas por ello. No es algo que se adquiere con el tiempo: es algo con lo que se nace y tú tienes ese maravilloso don. Llenas a la gente con solo regalarles sonrisas, Cassie. No debes asustarte por que la vida te ponga contratiempos, solo tienes que afrontarlos. Hoy ha sido un mal día, pero te garantizo que la mala racha no dura dos. Siempre hay algo, por muy mínimo que sea que logra que sea mejor en cualquier sentido.
Nerviosa, acuné entre mis manos la taza de chocolate caliente que me había servido para llevarla hasta la encimera y apoyarme sobre ella. Seguía casi tan caliente como al principio y me estaba quemando las palmas, sin embargo, no la solté.
—Pensarás que estoy loca… —musité con un suspiro pesado.
—No veo odio en ti —tomó mi barbilla para que le mirase a los ojos—, sólo a alguien que han llenado de mentiras e ilusiones y han roto su mundo y ahora necesita respirar y creer en ella misma.
La belleza de sus palabras y la suavidad de su voz me traspasaron por completo. Si él supiese que le consideraba el culpable de mi inseguridad… Y, en realidad, lo era. Si sólo hubiese pasado de largo en el avión o me hubiese ignorado podría descansar tranquila. Él había traído la inestabilidad a mi vida, ¿no era justo que volviese a enderezarla? Portándose como un caballero solo conseguía desestabilizar aún más la balanza emocional… y sentimental.
—No llores… —dijo entre dientes. Su voz sonó a súplica—. No llores otra vez, por favor…
Demasiado tarde: el diluvio universal no estaba cayendo precisamente en las calles de Los Angeles, si no en la cocina del bonito apartamento de Nicholas.
Alargó su mano, limpiando cuantas amargas lágrimas aparecían a su paso. Pronto se volvió un llanto descontrolado, sin saber por qué, se me estaba yendo de las manos, sentía que mi mundo se derribaba a cada gotita salada que salía, producto de mi organismo. Y él mientras tanto me arropó en mi desdicha, en sus brazos, dándome un cálido lugar en el que refugiarme. Sentía golpear su corazón violentamente contra su pecho y su respiración se tornó agitada, como si hubiese subido cien pisos por las escaleras en dos minutos.
—Lo siento. Sé que no soy muy buena compañía ahora mismo —me disculpé entre intentos pésimos de ahogar mis sollozos.
—No digas eso —intervino acariciando mi pelo.
—Es la verdad, aunque tú me lo vayas a negar. Estas últimas semanas han sido un desastre y no precisamente por lo que creía que iba a ser. Me siento como en un callejón sin salida al que ni siquiera se cómo he entrado —sorbí los mocos.
—Desconozco el contexto por el cual me dices eso y por ello no entiendo nada —dijo, como quien espera no estar metiendo la pata hasta el fondo, fingiendo una risita que hizo su aliento chocara en mi mejilla, pues yo aún tenía mi cara escondida en el hueco de su cuello. Por primera vez aquel día sonreí de forma sincera, sólo que el no pudo verla.
—No confíes en poder averiguarlo —logré decir entre llantos hipos del llanto que iba calmándose.
—Ni lo intentaré siquiera —Buscando mi mirada, preguntó—: ¿Te sientes mejor?
Su cálido e inocente abrazo me hacía sentirme más débil. Era algo increíble pero su calor me había brindado la paz que no sentía aliviada desde, justamente, el momento en el que le había conocido. Aspiré su aroma. Aún desprendía ese olor a colonia masculina que me embriagaba. De pronto, estar tan cerca de él se estaba haciendo insoportable. Levanté la mirada, aturdida aún por las miles de sensaciones nuevas que acudían a mí notando de repente la cercanía de nuestros rostros y aún así permanecimos sumidos en el silencio solo roto por el repiqueteo de las gotas al estrellarse contra el cristal.
No pude pensar con claridad en un momento como aquel. Quise pensar que fui presa absoluta de los traicioneros impulsos al hacer desaparecer aquella distancia para rozar sus labios con los míos para después capturarlos con sumo cuidado. Dejé que el mundo se detuviera sola y únicamente para nosotros en la más bella unión conocida por el ser humano. Sentí su brazo rodear mi cintura y cuando él me correspondió con infinita ternura tomándome de la nuca con su mano libre para que no rompiese el beso, quise convertir ese momento en eterno.
Sabía que los siguientes sesenta minutos podrían haber sido los más maravillosos contados jamás, si no fuera por que la culpabilidad que me invadía me hizo agonizar todo lo que quedó de los restos de aquel maravilloso sueño, preguntándome si él podía escuchar los latidos de mi corazón golpear con virulencia mi pecho. El ambiente que se respiraba era tan denso e incómodo que ninguno parecía escuchar la tertulia que emitía la televisión: ni aunque los invitados se enzarzasen en una pelea conseguiría sacarnos de aquella incómoda y rara situación. Su método de hacer más agradable el ambiente fracasó estrepitosamente a las primeras de cambio.
Esperé con impaciencia que mis ropas se secaran y también la hora de llegar a ver mi coche para poder marcharme de allí cuanto antes. Fue un alivio colosal cuando volvimos a nuestro punto de encuentro de ese día.
—Allí está mi coche —señalé.
En doble fila, se colocó justo detrás de él activando las luces intermitentes para que los coches pudiesen adelantarle sin esperar que él lo hiciera. Me desabroché el cinturón de seguridad con nerviosismo.
—Gracias por todo.
—No hay de qué.
—De veras, siento mucho lo de antes —exhalé un suspiro pesado—. Supongo que me dejé llevar por la angustia del momento —mentí.
—Tranquila —dijo forzando una sonrisa cautelada, al mismo tiempo que hacía un gesto con la mano.
—Bueno, pues gracias de nuevo. Hasta la próxima.
Cuando ya iba a salir del vehículo, su mano me detuvo agarrando mi muñeca. Mi pulso se aceleró.
—Cassie, ¿seguro que vas a estar bien? —preguntó, con preocupación evidente.
Por enésima vez aquella tarde, volvió a derretirme el corazón.
—Claro, todo lo bien que alguien puede estar. Tranquilo, no temas; no tengo suficiente voluntad como para tirarme del balcón de mi casa y acabar con mi vida —dije con media sonrisa, lo cual a él pareció desconcertarle. Me arrepentí en el acto de haber dicho eso.
—No hagas bromas con eso.
—Estaré bien, no te preocupes. Cuídate tú también ¿de acuerdo?
Cuando desaparecí de su vista calle abajo y a toda velocidad, la tensión a la que estuve sometida todo el día aún daba coletazos a mí alrededor. Procuré que no me afectase en el camino a casa pero una vez me fue imposible no saltarme un semáforo en rojo por andar demasiado sumida en mis pensamientos. Suerte que no atropellé a nadie, no tuve un accidente y tampoco acabé con una multa por ser un peligro vial.
«Estúpida, estúpida, estúpida» me dije y repetía constantemente a mi misma untando manteca de cacao con las manos temblorosas sobre rebanadas de pan cortadas en diferentes tamaños de grosor. Ya era demasiado tarde para advertencias o reproches cuando me di cuenta, demasiado tarde;
Estaba perdidamente enamorada de Nick Jonas.
¿Qué tal habéis estado? ¡Espero que bien!^^
Gracias por todos los coemntarios que me animan a seguir cada día aun cuando esos días son malos. ¡Os quiero!
34.-
—Más de lo que quisiera —reconoció desmontando su gesto inicial.
—¿Por qué? —balbucí con voz temblorosa.
Con un suspiró, se echó hacia atrás apoyándose en la encimera. Tragó saliva visiblemente y me miró de nuevo a los ojos.
—¿Qué por qué? ¿Es que acaso no lo ves? Vas por el mundo con toda tu inocencia y fragilidad, tan vulnerable, dando la impresión de que puedes romperte en cualquier momento, de que pueden dañarte a las primeras de cambio… Piensas que no le importas a nadie, que estás aquí solo para ver como los demás son felices y tú te dedicas a mirarles, esperando que te transmitan una mínima parte de lo que sienten, lo que crees que te falta para llegar a ser como ellos. Y no te das cuenta de lo mucho que puedes significar para alguien que ni siquiera conoces, aunque le trates mal, como a mí –añadió con una risita forzada, secando las lágrimas que me habían sido imposibles de retener-. Eres más de quien tú crees que eres. No dejes que nada ni nadie te impida mostrarte al mundo como eres, por que, créeme, hacen falta muchas personas como tú para equilibrarlo. Brillas con luz propia, una luz que es más bella de lo que crees y ni siquiera te preocupas por ello. No es algo que se adquiere con el tiempo: es algo con lo que se nace y tú tienes ese maravilloso don. Llenas a la gente con solo regalarles sonrisas, Cassie. No debes asustarte por que la vida te ponga contratiempos, solo tienes que afrontarlos. Hoy ha sido un mal día, pero te garantizo que la mala racha no dura dos. Siempre hay algo, por muy mínimo que sea que logra que sea mejor en cualquier sentido.
Nerviosa, acuné entre mis manos la taza de chocolate caliente que me había servido para llevarla hasta la encimera y apoyarme sobre ella. Seguía casi tan caliente como al principio y me estaba quemando las palmas, sin embargo, no la solté.
—Pensarás que estoy loca… —musité con un suspiro pesado.
—No veo odio en ti —tomó mi barbilla para que le mirase a los ojos—, sólo a alguien que han llenado de mentiras e ilusiones y han roto su mundo y ahora necesita respirar y creer en ella misma.
La belleza de sus palabras y la suavidad de su voz me traspasaron por completo. Si él supiese que le consideraba el culpable de mi inseguridad… Y, en realidad, lo era. Si sólo hubiese pasado de largo en el avión o me hubiese ignorado podría descansar tranquila. Él había traído la inestabilidad a mi vida, ¿no era justo que volviese a enderezarla? Portándose como un caballero solo conseguía desestabilizar aún más la balanza emocional… y sentimental.
—No llores… —dijo entre dientes. Su voz sonó a súplica—. No llores otra vez, por favor…
Demasiado tarde: el diluvio universal no estaba cayendo precisamente en las calles de Los Angeles, si no en la cocina del bonito apartamento de Nicholas.
Alargó su mano, limpiando cuantas amargas lágrimas aparecían a su paso. Pronto se volvió un llanto descontrolado, sin saber por qué, se me estaba yendo de las manos, sentía que mi mundo se derribaba a cada gotita salada que salía, producto de mi organismo. Y él mientras tanto me arropó en mi desdicha, en sus brazos, dándome un cálido lugar en el que refugiarme. Sentía golpear su corazón violentamente contra su pecho y su respiración se tornó agitada, como si hubiese subido cien pisos por las escaleras en dos minutos.
—Lo siento. Sé que no soy muy buena compañía ahora mismo —me disculpé entre intentos pésimos de ahogar mis sollozos.
—No digas eso —intervino acariciando mi pelo.
—Es la verdad, aunque tú me lo vayas a negar. Estas últimas semanas han sido un desastre y no precisamente por lo que creía que iba a ser. Me siento como en un callejón sin salida al que ni siquiera se cómo he entrado —sorbí los mocos.
—Desconozco el contexto por el cual me dices eso y por ello no entiendo nada —dijo, como quien espera no estar metiendo la pata hasta el fondo, fingiendo una risita que hizo su aliento chocara en mi mejilla, pues yo aún tenía mi cara escondida en el hueco de su cuello. Por primera vez aquel día sonreí de forma sincera, sólo que el no pudo verla.
—No confíes en poder averiguarlo —logré decir entre llantos hipos del llanto que iba calmándose.
—Ni lo intentaré siquiera —Buscando mi mirada, preguntó—: ¿Te sientes mejor?
Su cálido e inocente abrazo me hacía sentirme más débil. Era algo increíble pero su calor me había brindado la paz que no sentía aliviada desde, justamente, el momento en el que le había conocido. Aspiré su aroma. Aún desprendía ese olor a colonia masculina que me embriagaba. De pronto, estar tan cerca de él se estaba haciendo insoportable. Levanté la mirada, aturdida aún por las miles de sensaciones nuevas que acudían a mí notando de repente la cercanía de nuestros rostros y aún así permanecimos sumidos en el silencio solo roto por el repiqueteo de las gotas al estrellarse contra el cristal.
No pude pensar con claridad en un momento como aquel. Quise pensar que fui presa absoluta de los traicioneros impulsos al hacer desaparecer aquella distancia para rozar sus labios con los míos para después capturarlos con sumo cuidado. Dejé que el mundo se detuviera sola y únicamente para nosotros en la más bella unión conocida por el ser humano. Sentí su brazo rodear mi cintura y cuando él me correspondió con infinita ternura tomándome de la nuca con su mano libre para que no rompiese el beso, quise convertir ese momento en eterno.
Sabía que los siguientes sesenta minutos podrían haber sido los más maravillosos contados jamás, si no fuera por que la culpabilidad que me invadía me hizo agonizar todo lo que quedó de los restos de aquel maravilloso sueño, preguntándome si él podía escuchar los latidos de mi corazón golpear con virulencia mi pecho. El ambiente que se respiraba era tan denso e incómodo que ninguno parecía escuchar la tertulia que emitía la televisión: ni aunque los invitados se enzarzasen en una pelea conseguiría sacarnos de aquella incómoda y rara situación. Su método de hacer más agradable el ambiente fracasó estrepitosamente a las primeras de cambio.
Esperé con impaciencia que mis ropas se secaran y también la hora de llegar a ver mi coche para poder marcharme de allí cuanto antes. Fue un alivio colosal cuando volvimos a nuestro punto de encuentro de ese día.
—Allí está mi coche —señalé.
En doble fila, se colocó justo detrás de él activando las luces intermitentes para que los coches pudiesen adelantarle sin esperar que él lo hiciera. Me desabroché el cinturón de seguridad con nerviosismo.
—Gracias por todo.
—No hay de qué.
—De veras, siento mucho lo de antes —exhalé un suspiro pesado—. Supongo que me dejé llevar por la angustia del momento —mentí.
—Tranquila —dijo forzando una sonrisa cautelada, al mismo tiempo que hacía un gesto con la mano.
—Bueno, pues gracias de nuevo. Hasta la próxima.
Cuando ya iba a salir del vehículo, su mano me detuvo agarrando mi muñeca. Mi pulso se aceleró.
—Cassie, ¿seguro que vas a estar bien? —preguntó, con preocupación evidente.
Por enésima vez aquella tarde, volvió a derretirme el corazón.
—Claro, todo lo bien que alguien puede estar. Tranquilo, no temas; no tengo suficiente voluntad como para tirarme del balcón de mi casa y acabar con mi vida —dije con media sonrisa, lo cual a él pareció desconcertarle. Me arrepentí en el acto de haber dicho eso.
—No hagas bromas con eso.
—Estaré bien, no te preocupes. Cuídate tú también ¿de acuerdo?
Cuando desaparecí de su vista calle abajo y a toda velocidad, la tensión a la que estuve sometida todo el día aún daba coletazos a mí alrededor. Procuré que no me afectase en el camino a casa pero una vez me fue imposible no saltarme un semáforo en rojo por andar demasiado sumida en mis pensamientos. Suerte que no atropellé a nadie, no tuve un accidente y tampoco acabé con una multa por ser un peligro vial.
«Estúpida, estúpida, estúpida» me dije y repetía constantemente a mi misma untando manteca de cacao con las manos temblorosas sobre rebanadas de pan cortadas en diferentes tamaños de grosor. Ya era demasiado tarde para advertencias o reproches cuando me di cuenta, demasiado tarde;
Estaba perdidamente enamorada de Nick Jonas.
Última edición por Kevonita el Dom 16 Jun 2013, 9:58 am, editado 2 veces
Kevonita
Re: ~Never Gonna Be Alone [Nicholas Jonas]
OMJ!!! NO LO CREOO!!! LO ACEPTE!!!! :cheers: :cheers: :cheers: XD AJJAA,
QUEIN SE PEUDE RESISTIR A ÉL!? DECIME!? AJJAJA
SEGUILA!!! :)
QUEIN SE PEUDE RESISTIR A ÉL!? DECIME!? AJJAJA
SEGUILA!!! :)
i love u [silvanitaa]
Re: ~Never Gonna Be Alone [Nicholas Jonas]
SEGUILA!!
PORQE NO POSTEASTE!!??¬¬ ARRE XD JAJA
NECDESITO CAP!! :face: :)
PORQE NO POSTEASTE!!??¬¬ ARRE XD JAJA
NECDESITO CAP!! :face: :)
i love u [silvanitaa]
Re: ~Never Gonna Be Alone [Nicholas Jonas]
AAAAAAAAAAAAAAAAAL FIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN!!!
CASSIE POR FIN DEJO DE SER TAN TERRRRRRRRRCA
Y ACEPTO QE ESTA ENAMORADA DE NICK SIIIIIIIIII
:love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love:
Y OBVIO QE NICK TAMB ESTA ENAMORADO DE ELLA
PERO NO LO SAAAAAAABE O NO LO ACEEEEEEEEEPTA
AIAIAIAIAIAI SEGUILAAAAAAAAAAAAAAAAA
ME ENCANTA :love:
CASSIE POR FIN DEJO DE SER TAN TERRRRRRRRRCA
Y ACEPTO QE ESTA ENAMORADA DE NICK SIIIIIIIIII
:love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love:
Y OBVIO QE NICK TAMB ESTA ENAMORADO DE ELLA
PERO NO LO SAAAAAAABE O NO LO ACEEEEEEEEEPTA
AIAIAIAIAIAI SEGUILAAAAAAAAAAAAAAAAA
ME ENCANTA :love:
Invitado
Invitado
Re: ~Never Gonna Be Alone [Nicholas Jonas]
aaaaaaaaaaaaaaaa
TE DIGO ALGOOOOO??
M E
E N C A N T Ó !!!
jajajaaj HAAAAII DE VERDAD!
AMÉ TU NOVEEE!!!!!
AHORA QE NICK CANCELE LA BODA!
JAJAJA ;)
TE DIGO ALGOOOOO??
M E
E N C A N T Ó !!!
jajajaaj HAAAAII DE VERDAD!
AMÉ TU NOVEEE!!!!!
AHORA QE NICK CANCELE LA BODA!
JAJAJA ;)
Invitado
Invitado
Re: ~Never Gonna Be Alone [Nicholas Jonas]
DIOS DIOOOOS ES QUE CASSIE ESTA PERDIDAMENTE ENAMORADO DE NICK
ERA DE ESPERARSE CON ESE HOMBRE ENFRENTE
DIOS ME RE MATO EL CAAAAP
EL BESO sigueee
ERA DE ESPERARSE CON ESE HOMBRE ENFRENTE
DIOS ME RE MATO EL CAAAAP
EL BESO sigueee
Invitado
Invitado
Re: ~Never Gonna Be Alone [Nicholas Jonas]
SEGUILA!! :face: NECESITAMOS CAP!!!! :albino:
i love u [silvanitaa]
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