Aprendiendo a decir adiós (Nick y tú/Segunda Temporada)

La vida es una caja de chocolates, nunca sabes lo que te va a tocar…

Cuánta razón tiene Forrest Gump uno de mis personajes favoritos. Mi relación con Nick era una constante sorpresa, días me hacía sentir como lo más importante sobre la faz de la tierra, en otros parecía que estaba demasiado seguro de sí mismo y los sentimientos que despierta en mí y hay otros en que los que yo simplemente no existía, esta tendencia fue marcándose con el transcurrir de los días, es más los fines de semana ni una llamada a lo sumo un par de mensajes, trataba de entender pero mi paciencia y comprensión se estaban yendo por la desagüe, solo que callaba porque no quería crearle más estrés del que estaba manejando con su trabajo y la familia.

-No pasa nada- me repetía constantemente -Nick vale cualquier sacrificio-, así que continúe centrándome en mis estudios y en mantenerme lo más cuerda posible ante sus constantes cambios.

Uno de esos días en que “ no sabía dónde ponerme para que no me pegará el sol” apareció de sorpresa al finalizar mi jornada en la asociación, armado con una enorme sonrisa, un enorme ramo de rosas blancas como a mí me encantan y un par de brazos reconfortantes –hoy pienso secuestrarte hasta el amanecer- dijo entusiasmado. Y realmente no mentía, fue una manera extraordinaria de terminar mi dia –fuimos a ver el atardecer al mirador a las afueras de la ciudad, mostrándose interesado en mis dramas universitarios, en mi familia, al mismo tiempo que me contaba sobre el avance de sus proyectos.

Más tarde fuimos a cenar a un pequeño lugar, sencillo pero agradable y comimos delicioso.

-¿Tienes que llegar temprano a casa?- me pregunto después de pagar la cuenta.

-No- le respondí segura, como te he dicho valía correr el riesgo de una regañada a dar por concluida una noche encantadora -¿tienes algún otro plan?- le abrace mientras salíamos.

-Algunos amigos me esperan, pero quiero que vayas conmigo- pidió. Y por supuesto no me pude negar.

Fuimos al club habitual, solo que esta vez ingresamos por la entrada de atrás para evitar a los fotógrafos que estaban acampando en el frente Encontramos a varios chicos que no conocía y al infaltable Joe, quien cuando nos vio de la mano acercándonos le dio una rápida mirada a su hermano que no supe descifrar.

-Preciosa que sorpresa verte aquí- dijo cariñoso, me abrazo y beso mi frente como siempre –Nick- asintió fríamente hacia su hermano. Y procedió a presentarme a unas cuantas personas que estaban cerca –Ella es la novia de mi hermano- escuchar decir eso fue como si de pronto hubiese subido al cielo en un nanosegundo y con la mejor de mis sonrisas saludo de a todos.
Bailamos, reí hasta que el estómago me dolió por las ocurrencias de Joe con sus compinches, tome algunos tragos al igual que Nick, salvo que a él le hicieron afectaron más de la cuenta porque tras un par de horas parecía algo ebrio. Recordé la recomendación que Rick me dio para estos casos, así que me pare y levante a Nick para que me acompañara a bailar.

Con algunos pasos torpes nos acercamos al ritmo de la música, reí por lo gracioso de la situación -_____* necesito ir al privado- me dijo algo urgido, se sacó la chaqueta, la billetera y su celular, y me los entrego –ahora regreso, - me dio un beso rápido y se marchó.

Regresé a la mesa que estaba solitaria en ese momento, y tome otro sorbo de mi bebida, mientras veía bailar a todo el mundo, cuando de pronto el celular de vibro en mi mano, asustada vi la pantalla iluminada, era un mensaje que decía “yo también te quiero tanto y no te preocupes tu princesa esta b…” y no podía leerse más, tuve la tentación de revisar el celular pero tenía miedo, ¿Quién “quiere tanto” a Nick? Y ¿Quién era esa princesa de la que hablaba el mensaje?.