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Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Fall For You ♥
Capítulo 7 Parte 1
Era la noche del sábado y Dorothea y yo estábamos en la cocina. Ella acababa de meter
una cacerola en el horno y yo estaba viento la magnitud de la lista de tareas que mi
mamá había colgado en la nevera con un imán.
- “Tu mamá llamó No regresará hasta el lunes en la noche ,” dijo Dorothea
mientras le echaba Ajax a nuestro fregadero y lo restregaba con tanto vigor,
que hacía que mi codo doliera “Dejó un mensaje en la máquina Quiere que la
llames La has llamado todas las noches antes de acostarte ”
Me senté en uno de los taburetes de la barra, mientras comía un panecillo con
mantequilla. Acaba de dar un mordisco enorme y ahora Dorothea me estaba mirando
como si quisiera una respuesta “Mm -jmm,” dije, asintiendo con la cabeza
- “Hoy llegó una carta de la escuela ” Ella señaló con su barbilla un grupo de
cartas que había sobre la encimera “Tal vez sepas a qué se deba ”
Alcé los hombros, intentando parecer lo más inocente posible y dije, - “Ni
idea ” Mentalmente, me di en la frente con la palma de mi mano Doce meses
atrás, abrí la puerta y me encontré con la policía. Tenemos malas noticias ,
dijeron. Una semana después fue el funeral de mi papá. Desde entonces, todos
los lunes en la tarde me he presentado a mi sesión programada con el Dr.
Hendrickson, el psicólogo de la escuela. He faltado a las últimas dos sesiones
y si no enmendaba eso en esta semana, iba a tener problemas. La carta era más
bien una advertencia.
- “ Tienes planes para esta noche Tú y Vee tienen algo bajo la manga Van a
ver una película en la casa ”
- “Quizá Honestamente, Dorth, yo puedo limpiar el fregadero luego. Ven
siéntate y toma la otra mitad de mi panecillo ”
El moño canoso de Dorothea se estaba comenzando a deshacer mientras restregaba.
- “Mañana voy a una conferencia,” dijo “En Portland La Dra Melissa Sánchez va hablar
Ella dice que la gente para ser más sexy, debe creer que es sexy. Las hormonas son una medicina poderosa. A menos que les digamos qué queremos, estas nos estarán
traicionando ” Dorothea se dio la vuelta, apuntándome enfáticamente con e l envasé de
jax “ hora me despierto en las mañanas, llevo mi labial rojo al espejo y escribo: Soy
sexy Los hombres me desean Sesenta y cinco es el nuevo veinticinco ”
- “ Crees que está funcionando ” Le pregunté, esforzándome en no reír
- “Está funcionando,” dijo con sobriedad
Lamí la mantequilla de mis dedos, buscando una respuesta adecuada. - “Entonces
vas a pasar el fin de semana reviviendo tu lado sexy ”
- “Toda mujer necesita revivir su lado sexy Me gusta eso Mi hija se hizo
implantes. Ella dice que lo hizo por ella. ¿Pero para qué una mujer quiere
senos más grande? Son una carga. Ella se hizo los senos para un hombre. Espero
que no hagas cosas estúpidas por un chico, ______ ” Ella me señaló con el dedo
- “Créeme, Dorth, no hay chicos en mi vida ” Está bien, quizá hay dos
acechando, rodeándome, pero como no conozco bien a ninguno de los dos, y uno me
asusta, se sentía más seguro cerrar mis ojos y fingir que no existían.
- “Eso es bueno y es malo,” dijo Dorothea, a regañadientes “Si encuentras al
chico equivocado, buscarás problemas. Si encuentras al chico adecuado,
encontrarás amor ” Su voz se suavizó nostálgicamente “Cuando era una chiquilla
en Alemania, tuve que decidir entre dos chicos. Uno era un chico muy malo. El
otro era mi Henry. Hemos estado felizmente casados por cuarenta y un años ”
Era tiempo de cambiar de tema. - “ Cómo está tu ahijado Lionel ”
Sus ojos se estrecharon “ Te gusta el pequeño Lionel ”
- “Noooo ”
- “Podría arreglar algo ”
- “No, Dorothea, de verdad Gracias, pero en realidad ahora mismo estoy
concentrada en mis estudios Quiero entrar a una buena universidad ”
- “Si en el futuro ”
- “Terminé mi panecillo con el sonido monótono del parloteo de Dorothea, respondiendo
con algunos “ah-ja” cada vez que ella se detenía lo suficiente para esperar por mi
respuesta. Yo estaba preocupada debatiéndome si en realidad quería encontrarme esta
noche con Elliot. A l principio, salir con él me había parecido
una gran idea, pero mientras más lo pensaba, más duda tenía. Conocía a Elliot
desde hace solo unos días y además no estaba segura de cómo mi mamá se sentiría
acerca de esto. Se me estaba haciendo tarde y el viaje hacia Delphic duraba al menos
media hora y para añadir, en los fines de semana, Delphic tenía
reputación de ser peligroso.
El teléfono sonó y el número de Vee apareció en el registro de llamadas.
- “ Vamos a hacer algo esta noche ” Ella quería saber
Abrí la boca, pensando cuidadosamente mi respuesta. No habría marcha atrás una
vez le dijera a Vee sobre la invitación de Elliot.
Vee chilló. - “ y y dios ay dios cabo de derramar esmalte de uñas en el
sofá Espera, voy a buscar papel toalla El esmalte de uñas sale con agua ”
Momentos después, regresó “Creo que arruiné el sofá Tenemos que salir esta
noche. No quiero estar aquí cuando mi último trabajo de arte accidental sea
descubierto ”
Dorothea se había ido al pasillo, al tocador, y no tenía deseos de pasar toda
la noche escuchándola gruñir acerca de las instalaciones del baño mientras
limpiaba, así que hice mi decisión. - “ Qué tal si vamos a Delphic Seaport?
Elliot y Jules van a ir y quieren que nos encontremos allá ”
- “ Ocultaste pistas Esto es información vital, ______ Te recogeré en quince
minutos ” Y me dejó escuchando el tono
muerto del teléfono.
Subí las escaleras y me puse un cómodo suéter blanco de cachemira, jeans
oscuros y mocasines azul marino. Con mis dedos, acomodé mi pelo para que
enmarcara mi rostro de la manera que aprendí a manejar mis rizos naturales y
voilá! Rizos más o menos decentes. Me alejé del espejo para verme completa y
pensé que me veía como un cruce entre descuidada y casi sexy.
Exactamente quince minutos después, Vee estaba con su Neón al frente de la casa
y sonó su bocina al estilo staccato. A mí me toma diez minutos llega
casa, pero usualmente yo presto atención al límite de velocidad. Vee entendía
la palabra velocidad, pero límite no era parte de su vocabulario.
- “Voy a ir a Delphic Seaport con Vee,” le grité a Dorothea “Si mi mamá llama,
se lo dejas saber ”
Dorothea salió del tocador balanceándose. - “ Vas a ir a Delphic tan tarde ”
- “ Diviértete en tu conferencia ” Dije, escapando por la puerta antes de que
ella pudiera protestar o llamar a mi mamá por el teléfono.
El cabello rubio de Vee estaba recogido en una cola de caballo alta, dejando
caer sus grandes rizos. Aros dorados colgaban de sus orejas. Llevaba puesto
labial rojo ce reza y rímel negro.
- “ Cómo lo haces ” Pregunté “Tuviste cinco minutos para estar lista ”
- “Siempre estoy preparada ” Vee sonrió de oreja a oreja “Soy el sueño de un
Boy Scout ”
Vee me observó con ojo crítico.
- “ Qué ” Dije
- “Esta noche nos vamos a reunir con chicos ”
- “La última vez que verifiqué, sí ”
- “ los chicos les gusta las chicas que lucen como chicas ”
Yo alcé mis cejas. - “ Y cómo luzco yo ”
- “Como si hubieras salido de la ducha y
decidieras que eso solo era suficiente para parecer presentable. No me tomes a
mal La ropa está bien, el pelo está bien, pero e l resto Toma ” Ella buscó e n
su bolso “Siendo la amiga que soy, te presto mi labial y mi rímel, pero solo
si juras que tus ojos no tienen una enfermedad contagiosa ”
- “ No tengo ninguna enfermedad contagiosa ”
- “Solo cumplo con preguntar ”
- “No lo quiero ”
Vee se quedó boquiabierta, mitad jugando y mitad en serio. - “ Te sentirás
desnuda si no lo usas ”
- “Suena como la manera en que tú quieres lucir,” dije
Con toda honestidad, tenía sentimientos encontrados con esto de ir sin
maquillaje. No porque sí me sentía un poco desnuda, si no porque Patch había
puesto en mi mente la sugerencia de no usar maquillaje. En un esfuerzo para
hacerme sentir mejor, me dije que mi dignidad no estaba en juego y tampoco mi
orgullo. Me dieron una sugerencia y yo estaba dispuesta a llevarla a cabo. Lo que
no quería reconocer es que específicamente había escogido una noche en donde
sabía que no vería a Patch para que él la aprobara. —
Capítulo 7 Parte 1
Era la noche del sábado y Dorothea y yo estábamos en la cocina. Ella acababa de meter
una cacerola en el horno y yo estaba viento la magnitud de la lista de tareas que mi
mamá había colgado en la nevera con un imán.
- “Tu mamá llamó No regresará hasta el lunes en la noche ,” dijo Dorothea
mientras le echaba Ajax a nuestro fregadero y lo restregaba con tanto vigor,
que hacía que mi codo doliera “Dejó un mensaje en la máquina Quiere que la
llames La has llamado todas las noches antes de acostarte ”
Me senté en uno de los taburetes de la barra, mientras comía un panecillo con
mantequilla. Acaba de dar un mordisco enorme y ahora Dorothea me estaba mirando
como si quisiera una respuesta “Mm -jmm,” dije, asintiendo con la cabeza
- “Hoy llegó una carta de la escuela ” Ella señaló con su barbilla un grupo de
cartas que había sobre la encimera “Tal vez sepas a qué se deba ”
Alcé los hombros, intentando parecer lo más inocente posible y dije, - “Ni
idea ” Mentalmente, me di en la frente con la palma de mi mano Doce meses
atrás, abrí la puerta y me encontré con la policía. Tenemos malas noticias ,
dijeron. Una semana después fue el funeral de mi papá. Desde entonces, todos
los lunes en la tarde me he presentado a mi sesión programada con el Dr.
Hendrickson, el psicólogo de la escuela. He faltado a las últimas dos sesiones
y si no enmendaba eso en esta semana, iba a tener problemas. La carta era más
bien una advertencia.
- “ Tienes planes para esta noche Tú y Vee tienen algo bajo la manga Van a
ver una película en la casa ”
- “Quizá Honestamente, Dorth, yo puedo limpiar el fregadero luego. Ven
siéntate y toma la otra mitad de mi panecillo ”
El moño canoso de Dorothea se estaba comenzando a deshacer mientras restregaba.
- “Mañana voy a una conferencia,” dijo “En Portland La Dra Melissa Sánchez va hablar
Ella dice que la gente para ser más sexy, debe creer que es sexy. Las hormonas son una medicina poderosa. A menos que les digamos qué queremos, estas nos estarán
traicionando ” Dorothea se dio la vuelta, apuntándome enfáticamente con e l envasé de
jax “ hora me despierto en las mañanas, llevo mi labial rojo al espejo y escribo: Soy
sexy Los hombres me desean Sesenta y cinco es el nuevo veinticinco ”
- “ Crees que está funcionando ” Le pregunté, esforzándome en no reír
- “Está funcionando,” dijo con sobriedad
Lamí la mantequilla de mis dedos, buscando una respuesta adecuada. - “Entonces
vas a pasar el fin de semana reviviendo tu lado sexy ”
- “Toda mujer necesita revivir su lado sexy Me gusta eso Mi hija se hizo
implantes. Ella dice que lo hizo por ella. ¿Pero para qué una mujer quiere
senos más grande? Son una carga. Ella se hizo los senos para un hombre. Espero
que no hagas cosas estúpidas por un chico, ______ ” Ella me señaló con el dedo
- “Créeme, Dorth, no hay chicos en mi vida ” Está bien, quizá hay dos
acechando, rodeándome, pero como no conozco bien a ninguno de los dos, y uno me
asusta, se sentía más seguro cerrar mis ojos y fingir que no existían.
- “Eso es bueno y es malo,” dijo Dorothea, a regañadientes “Si encuentras al
chico equivocado, buscarás problemas. Si encuentras al chico adecuado,
encontrarás amor ” Su voz se suavizó nostálgicamente “Cuando era una chiquilla
en Alemania, tuve que decidir entre dos chicos. Uno era un chico muy malo. El
otro era mi Henry. Hemos estado felizmente casados por cuarenta y un años ”
Era tiempo de cambiar de tema. - “ Cómo está tu ahijado Lionel ”
Sus ojos se estrecharon “ Te gusta el pequeño Lionel ”
- “Noooo ”
- “Podría arreglar algo ”
- “No, Dorothea, de verdad Gracias, pero en realidad ahora mismo estoy
concentrada en mis estudios Quiero entrar a una buena universidad ”
- “Si en el futuro ”
- “Terminé mi panecillo con el sonido monótono del parloteo de Dorothea, respondiendo
con algunos “ah-ja” cada vez que ella se detenía lo suficiente para esperar por mi
respuesta. Yo estaba preocupada debatiéndome si en realidad quería encontrarme esta
noche con Elliot. A l principio, salir con él me había parecido
una gran idea, pero mientras más lo pensaba, más duda tenía. Conocía a Elliot
desde hace solo unos días y además no estaba segura de cómo mi mamá se sentiría
acerca de esto. Se me estaba haciendo tarde y el viaje hacia Delphic duraba al menos
media hora y para añadir, en los fines de semana, Delphic tenía
reputación de ser peligroso.
El teléfono sonó y el número de Vee apareció en el registro de llamadas.
- “ Vamos a hacer algo esta noche ” Ella quería saber
Abrí la boca, pensando cuidadosamente mi respuesta. No habría marcha atrás una
vez le dijera a Vee sobre la invitación de Elliot.
Vee chilló. - “ y y dios ay dios cabo de derramar esmalte de uñas en el
sofá Espera, voy a buscar papel toalla El esmalte de uñas sale con agua ”
Momentos después, regresó “Creo que arruiné el sofá Tenemos que salir esta
noche. No quiero estar aquí cuando mi último trabajo de arte accidental sea
descubierto ”
Dorothea se había ido al pasillo, al tocador, y no tenía deseos de pasar toda
la noche escuchándola gruñir acerca de las instalaciones del baño mientras
limpiaba, así que hice mi decisión. - “ Qué tal si vamos a Delphic Seaport?
Elliot y Jules van a ir y quieren que nos encontremos allá ”
- “ Ocultaste pistas Esto es información vital, ______ Te recogeré en quince
minutos ” Y me dejó escuchando el tono
muerto del teléfono.
Subí las escaleras y me puse un cómodo suéter blanco de cachemira, jeans
oscuros y mocasines azul marino. Con mis dedos, acomodé mi pelo para que
enmarcara mi rostro de la manera que aprendí a manejar mis rizos naturales y
voilá! Rizos más o menos decentes. Me alejé del espejo para verme completa y
pensé que me veía como un cruce entre descuidada y casi sexy.
Exactamente quince minutos después, Vee estaba con su Neón al frente de la casa
y sonó su bocina al estilo staccato. A mí me toma diez minutos llega
casa, pero usualmente yo presto atención al límite de velocidad. Vee entendía
la palabra velocidad, pero límite no era parte de su vocabulario.
- “Voy a ir a Delphic Seaport con Vee,” le grité a Dorothea “Si mi mamá llama,
se lo dejas saber ”
Dorothea salió del tocador balanceándose. - “ Vas a ir a Delphic tan tarde ”
- “ Diviértete en tu conferencia ” Dije, escapando por la puerta antes de que
ella pudiera protestar o llamar a mi mamá por el teléfono.
El cabello rubio de Vee estaba recogido en una cola de caballo alta, dejando
caer sus grandes rizos. Aros dorados colgaban de sus orejas. Llevaba puesto
labial rojo ce reza y rímel negro.
- “ Cómo lo haces ” Pregunté “Tuviste cinco minutos para estar lista ”
- “Siempre estoy preparada ” Vee sonrió de oreja a oreja “Soy el sueño de un
Boy Scout ”
Vee me observó con ojo crítico.
- “ Qué ” Dije
- “Esta noche nos vamos a reunir con chicos ”
- “La última vez que verifiqué, sí ”
- “ los chicos les gusta las chicas que lucen como chicas ”
Yo alcé mis cejas. - “ Y cómo luzco yo ”
- “Como si hubieras salido de la ducha y
decidieras que eso solo era suficiente para parecer presentable. No me tomes a
mal La ropa está bien, el pelo está bien, pero e l resto Toma ” Ella buscó e n
su bolso “Siendo la amiga que soy, te presto mi labial y mi rímel, pero solo
si juras que tus ojos no tienen una enfermedad contagiosa ”
- “ No tengo ninguna enfermedad contagiosa ”
- “Solo cumplo con preguntar ”
- “No lo quiero ”
Vee se quedó boquiabierta, mitad jugando y mitad en serio. - “ Te sentirás
desnuda si no lo usas ”
- “Suena como la manera en que tú quieres lucir,” dije
Con toda honestidad, tenía sentimientos encontrados con esto de ir sin
maquillaje. No porque sí me sentía un poco desnuda, si no porque Patch había
puesto en mi mente la sugerencia de no usar maquillaje. En un esfuerzo para
hacerme sentir mejor, me dije que mi dignidad no estaba en juego y tampoco mi
orgullo. Me dieron una sugerencia y yo estaba dispuesta a llevarla a cabo. Lo que
no quería reconocer es que específicamente había escogido una noche en donde
sabía que no vería a Patch para que él la aprobara. —
SkyAdwoot
Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Fall For You ♥
Capitulo 7 Parte 3
Media hora después Vee condujo hasta la entrada de Delphic Seaport. Fuimos
forzadas a estacionarnos en el lado más lejos del lote de estacionamiento,
debido al pesado tráfico del fin de semana de inauguración. El pueblo se
encuentra justo en la costa, así que Delphic no es conocido por su buen clima.
Un suave viento había comenzado, haciendo que las bolsas de hojuelas de maíz y
envolturas de dulces se envolvieran alrededor de nuestros tobillos mientras Vee y yo caminábamos hacia la ventanilla de entradas. Hacía mucho que los árboles habían perdido sus hojas y las ramas amenazaban sobre nosotras, como dedos inconexos. El auge de Delphic Seaport duraba todo el verano junto con un parque
de diversiones, mascaradas, leedoras del tarot, músicos gitanos y un
espectáculo de fenómenos. Jamás podré estar segura si las deformidades humanas
eran reales o si solo eran una ilusión.
“Un adulto, por favor,” le dije a la mujer de la ventanilla de entradas. Ella
cogió mi dinero y deslizó bajo la ventanilla una banda para la muñeca. Luego
sonrió, mostrando unos colmillos plásticos de vampiros, pintados con labial
rojo.
“Que la pasen bien,” dijo con una voz sin aliento “No olviden probar nuestra
recién remodelada atracción ” Ella golpeó su lado del cristal, señalando a una
pila de mapas del parque y volantes.
Yo tomé uno de cada uno mientras caminaba hacia la entrada giratoria. El volante
decía:
¡La nueva sensación del Parque de Diversiones Delphic! El Arcángel ¡Remodelado y
Renovado! Cae del cielo en esta caída vertical de cien pies.
Por encima de mi hombro, Vee leyó el volante y sus uñas amenazaban con perforar
la piel de mi brazo. - “ Tenemos que ir a eso ” Exclamó.
- “ lo último,” prometí, esperando que si íbamos primero a las otras
atracciones, ella se olvidaría de esta. Desde años no le he temido a las
alturas, probablemente porque desde años he estado convenientemente evitándolas
y no estaba segura si estaba lista para saber si el tiempo había borrado mi
temor a ellas.
Después de montarnos en la estrella, en los carritos chocadores, en la
atracción de la Alfombra Mágica y jugar en los juegos de las casetas, Vee y yo
decidimos que era tiempo de buscar a Elliot y a Jules.
- “Jmm,” dijo Vee, mirando a todas partes del camino que cruzaba el parque
Ambas nos quedamos calladas pensando.
- “En los videojuegos,” dije por último
- “Bien pensado ”
Acabábamos de pasar por la entrada de los videojuegos cuando lo vi. No a
Elliot. Tampoco a Jules.
Patch.
Él me miró desde su videojuego. Llevaba puesta la misma gorra de béisbol que
cuando lo vi en ED y esta le tapaba casi toda la cara, pero estaba segura de
que vi una rápida sonrisa. A primera vista parecía amistoso, pero luego recordé
cómo él entró en mis pensamientos y me puse fría hasta los huesos.
Por suerte Vee todavía no lo había visto y la llevé hacia donde estaba toda la gente, dejando a Patch fuera de la vista. Lo último que necesitaba era que ella
sugiriera ir a donde él y comenzar una conversación.
- “ Allí están ” Dijo Vee, moviendo el brazo sobre su cabeza “ Jules Elliot
Por aquí ”
- “Buenas noches, damas,” dijo Elliot, abriéndose camino entre la multitud
Jules caminaba tras él, luciendo tan entusiasmado como un pastel de carne hecho
hace tres días “ Puedo comprarle a ambas una Coca-Cola ”
- “Me parece bien,” dijo Vee Ella estaba mirando directamente a Jules “Que la
mía sea dietética ”
Jules masculló una excusa de que tenía que ir al baño y se volvió a perder en
la multitud.
Cinco minutos después, Elliot regresó con las Coca -Colas y luego de que nos las
entregara, frotó sus manos y contempló el suelo. - “ Por dónde comenzamos ”
- “ Qué pasa con Jules ” Preguntó Vee
- “Él nos encontrará ”
- “Hockey de mesa,” dije inmediatamente El hockey de mesa estaba al otro lado
de los videojuegos. Mientras más lejos de Patch, mejor. Me dije que era una
coincidencia el que él estuviera aquí, pero mis instintos decían lo contrario.
- “mira ” Interpuso Vee “ Fútbol de mesa ” Ella ya estaba zigzagueando
entre la multitud, abriéndose camino hasta una mesa libre “Jules y yo contra
ustedes dos Los perdedores comprarán pizza ”
- “Muy justo,” dijo Elliot
El fútbol de mesa hubiera estado bien, si esta no hubiera estado a tan corta
distancia de dónde Patch estaba jugando. Me propuse ignorarlo. Si me mantenía
de espaldas a él, difícilmente notaría que estaba ahí. Quizá Vee tampoco lo
vería.
- “ Oye, ______, no es ese Patch ” Dijo Vee
- “ Jmm ” Dije inocentemente.
Ella señaló. - “ Ese es él cierto ”
- “Lo dudo Elliot y yo seremos el equipo blanco ”
- “Patch es el compañero de biología de ______,” Vee le explicó a Elliot Ella me
lanzó una guiñada traviesa, pero adoptó una expresión inocente al momento que
Elliot le dio su atención. Sutilmente, sacudí la cabeza, transmitiéndole
silenciosamente que se detuviera.
- “Él sigue mirando para acá,” Vee dijo bajando la voz Ella se reclinó contra
la mesa del fútbol, intentando que nuestra conversación pareciera privada, pero
ella susurró tan alto, que Elliot no tuvo más opción que escuchar “Se está
preguntando qué haces aquí con ” Ella balanceó su cabeza hacia Elliot
Yo cerré los ojos e imaginé que golpeaba mi cabeza contra una pared.
- “Patch ha dejado bien claro que quiere ser para ______ algo más que compañero
de biología,” continuó Vee “Y nadie puede culparlo ”
- “ Es cierto eso ” Dijo Elliot, mirándome de una manera que decía que no
estaba sorprendido. Que él ya lo sospechaba. Noté que él se acercó más a mí.
Vee me lanzó una sonrisa triunfante. Me lo agradeces después , decía.
- “No es eso,” corregí “Es ”
- “Peor que eso,” dijo Vee “______ sospecha que él la está siguiendo La policía
está a punto de envolverse ”
- “ Por qué no jugamos ” Dije en voz alta y tiré la bola al centro de la mesa,
pero nadie lo notó.
-“ Quieres que hable con él ” Me preguntó Elliot “Le explicaré que no estamos
buscando problemas. Le diré que estas aquí conmigo y que si tiene algún problema lo
puede discutir conmigo ”
Esta no era la dirección que quería que tomara nuestra conversación. Para nada.
- “ Qué le pasó a Jules ” Dije “Se ha ido por mucho tiempo ”
- “Sí, quizá se cayó en el inodoro,” dijo Vee
- “Déjame hablar con Patch,” dijo
Elliot.
Aunque apreciaba su preocupación, no me gustaba la idea de Elliot hablando cara
a cara con Patch. Patch era un factor X: intangible, daba miedo y era
desconocido. ¿Quién sabe de qué era capaz? Elliot era demasiado bueno para ser
enviado en contra de Patch.
- “Él no me asusta,” dijo Elliot, como desaprobando mis pensamientos.
Obviamente esto era algo en lo que Elliot y yo no estábamos de acuerdo.
- “Mala idea,” dije
- “ Gran idea,” dijo Vee “De otra manera, Patch podría volverse
violento Recuerdas la última vez ”
¿La última vez? Le dije a Vee, articulando sin pronunciar palabra.
No tenía idea de por qué Vee estaba haciendo esto, aparte de que ella tenía una
tendencia a hacer todo lo más dramático posible. Su idea de drama era mi idea
de una mórbida humillación.
- “Sin ofender, pero este chico suena como un arrastrado,” dijo Elliot “Dame
dos minutos con él ” Él comenzó a caminar
- “ No ” Dije, agarrándolo por la manga para detenerlo “Él, eh, podría ponerse
otra vez violento Déjame lidiar con esto ” Fulminé a Vee con la mirada.
- “ Estas segura ” Dijo Elliot “Estaría muy feliz de hacerlo ”
- “Creo que es mejor si se lo digo yo ”
Froté mis manos en mis jeans y luego de respirar tranquilamente, comencé a
cerrar la distancia entre Patch y yo, la cual se trataba del ancho de unas
cuantas consolas de videojuegos. No tenía idea de qué le iba a decir cuando
llegara a él. Con suerte, solo un breve hola y luego podría regresar y
asegurarle a Elliot y a Vee que todo estaba bajo control.
Patch estaba vestido con su ropa usual: camisa negra, jeans negros y una
delgada gargantilla de plata que brillaba sobre su oscura complexión. Sus
mangas estaban enrolladas hasta los codos y podía ver sus músculos trabajando
mientras él presionaba botones. Él era alto, delgado y sólido y no me hubiera
sorprendido si bajo su ropa tuviera varias cicatrices, legados de peleas
callejeras y otras conductas imprudentes. No es que yo quisiera ver bajo su
ropa.
Cuando llegué a la consola de Patch, la golpeé por el lado para llamar su
atención. Con la voz más calmada que pude lograr, dije, - “ Pac-Man? ¿O es
Donkey Kong ” La verdad, parecía un poco más violento y militar
Una lenta sonrisa se expandió en su rostro. - “Béisbol Crees que puedas
pararte tras de mí y darme un par de instrucciones ”
Bombas explotaron en la pantalla y cuerpos gritando navegaron en el aire.
Obviamente él no estaba jugando béisbol.
- “ Cuál es su nombre ” Patch preguntó, señalando con la cabeza casi
imperceptiblemente hacia la mesa de fútbol.
- “Elliot Mira, debo hacer esto rápido Me están esperando ”
- “ Lo he visto antes ”
- “Él es nuevo Se acaba de transferir ”
- “Primera semana en la escuela y ya hizo amigos Que suerte tiene ” Él me
deslizó una mirada. - “Podría tener un lado tenebroso y peligroso del cual no
conocemos ”
- “Parece ser mi especialidad ”
Esperé a que él captara lo que yo quería decir, pero él solo dijo, - “ Quie res
jugar ” Él inclinó su cabeza hacia más allá de los videojuegos Hacia la
multitud en dónde solo podía ver mesas de billar.
- “ ______ ” Gritó Vee “Ven aquí Elliot me está ganando ”
- “No puedo ” Le dije a Patch
- “Si yo gano,” él dijo, como si no tuviera ninguna intención de ser rechazado,
“le dirás a Elliot que pasó algo Le dirás que ya no estarás libre esta noche ”
No podía evitarlo; él era demasiado arrogante. Dije, - “ Y si yo gano ”
Sus ojos me observaron de la cabeza a los pies. Su sonrisa vino fácil. - “No
creo que debamos preocuparnos por eso ”
Antes de que pudiera detenerme, golpeé su brazo.
- “Cuidado,” él dijo en voz baja “Ellos podrían creer que estamos flirteando ”
Me dieron ganas de patearme porque eso era exactamente lo que estábamos
haciendo. Pero no era mi culpa, era de Patch. Estando cerca de él,
experimentaba una confusa polaridad de deseos. Parte de mi quería correr, alejarme de
él gritando, ¡fuego! y una parte más imprudente estaba tentada de ver
qué tan cerca podía llegar sin quemarme
- “Una mesa de billar,” él tentó
- “Estoy aquí con otra persona ”
- “Ve hacia los billares, yo me encargo de lo demás ”
Yo me crucé de brazos, esperando lucir severa y un poco exasperada, pero al
mismo tiempo, tuve que morderme el labio para no mostrar una reacción levemente
más positiva. -“ Qué vas a hacer
Pelear con Elliot ”
- “Si tengo que hacerlo ”
Estaba casi segura de que él estaba bromeando. Casi.
Yo te reto - “Se acaba de vaciar una mesa Ve y ocúpala ”
Me puse rígida. - “ Cómo haces eso ”
Cuando él no lo negó inmediatamente, sentí un poco de pánico. Era real. Él
sabía exactamente lo que estaba haciendo. Las palmas de mis manos comenzaron a
sudar.
- “ Cómo haces eso ” Repetí
Él me sonrió maliciosamente. - “ Hacer qué ”
- “No hagas eso,” le advertí “No finjas que no lo estas haciendo ”
Él reclinó un hombro contra la consola y bajó la vista hacia mí. - “Dime qué es
lo que se supone que estoy haciendo ”
- “Mis pensamientos ”
- “ Qué pasa con ellos ”
- “Ya basta, Patch ”
Él observó a todos lados de una manera teatral. - “No dirás que estoy hablándole a tu
mente
¿cierto? ¿Sabes lo loco que suena eso ”
Tragando, dije lo más calmada que pude, - “Tú me asustas y no estoy segura de
que seas bueno para mí ”
- “Yo podría hacerte cambiar de opinión ”
- “ ________________________” Se escuchó la voz de Vee llamar sobre todas las voces y los
sonidos electrónicos.
- “Encuéntrame en el arcángel,” dijo Patch
Me alejé un paso. - “No,” dije impulsivamente
Patch se me acercó por detrás y un escalofrío recorrió mi espina. - “Te estaré
esperando,” me dijo al oído Luego salió de los videojuegos
Capitulo 7 Parte 3
Media hora después Vee condujo hasta la entrada de Delphic Seaport. Fuimos
forzadas a estacionarnos en el lado más lejos del lote de estacionamiento,
debido al pesado tráfico del fin de semana de inauguración. El pueblo se
encuentra justo en la costa, así que Delphic no es conocido por su buen clima.
Un suave viento había comenzado, haciendo que las bolsas de hojuelas de maíz y
envolturas de dulces se envolvieran alrededor de nuestros tobillos mientras Vee y yo caminábamos hacia la ventanilla de entradas. Hacía mucho que los árboles habían perdido sus hojas y las ramas amenazaban sobre nosotras, como dedos inconexos. El auge de Delphic Seaport duraba todo el verano junto con un parque
de diversiones, mascaradas, leedoras del tarot, músicos gitanos y un
espectáculo de fenómenos. Jamás podré estar segura si las deformidades humanas
eran reales o si solo eran una ilusión.
“Un adulto, por favor,” le dije a la mujer de la ventanilla de entradas. Ella
cogió mi dinero y deslizó bajo la ventanilla una banda para la muñeca. Luego
sonrió, mostrando unos colmillos plásticos de vampiros, pintados con labial
rojo.
“Que la pasen bien,” dijo con una voz sin aliento “No olviden probar nuestra
recién remodelada atracción ” Ella golpeó su lado del cristal, señalando a una
pila de mapas del parque y volantes.
Yo tomé uno de cada uno mientras caminaba hacia la entrada giratoria. El volante
decía:
¡La nueva sensación del Parque de Diversiones Delphic! El Arcángel ¡Remodelado y
Renovado! Cae del cielo en esta caída vertical de cien pies.
Por encima de mi hombro, Vee leyó el volante y sus uñas amenazaban con perforar
la piel de mi brazo. - “ Tenemos que ir a eso ” Exclamó.
- “ lo último,” prometí, esperando que si íbamos primero a las otras
atracciones, ella se olvidaría de esta. Desde años no le he temido a las
alturas, probablemente porque desde años he estado convenientemente evitándolas
y no estaba segura si estaba lista para saber si el tiempo había borrado mi
temor a ellas.
Después de montarnos en la estrella, en los carritos chocadores, en la
atracción de la Alfombra Mágica y jugar en los juegos de las casetas, Vee y yo
decidimos que era tiempo de buscar a Elliot y a Jules.
- “Jmm,” dijo Vee, mirando a todas partes del camino que cruzaba el parque
Ambas nos quedamos calladas pensando.
- “En los videojuegos,” dije por último
- “Bien pensado ”
Acabábamos de pasar por la entrada de los videojuegos cuando lo vi. No a
Elliot. Tampoco a Jules.
Patch.
Él me miró desde su videojuego. Llevaba puesta la misma gorra de béisbol que
cuando lo vi en ED y esta le tapaba casi toda la cara, pero estaba segura de
que vi una rápida sonrisa. A primera vista parecía amistoso, pero luego recordé
cómo él entró en mis pensamientos y me puse fría hasta los huesos.
Por suerte Vee todavía no lo había visto y la llevé hacia donde estaba toda la gente, dejando a Patch fuera de la vista. Lo último que necesitaba era que ella
sugiriera ir a donde él y comenzar una conversación.
- “ Allí están ” Dijo Vee, moviendo el brazo sobre su cabeza “ Jules Elliot
Por aquí ”
- “Buenas noches, damas,” dijo Elliot, abriéndose camino entre la multitud
Jules caminaba tras él, luciendo tan entusiasmado como un pastel de carne hecho
hace tres días “ Puedo comprarle a ambas una Coca-Cola ”
- “Me parece bien,” dijo Vee Ella estaba mirando directamente a Jules “Que la
mía sea dietética ”
Jules masculló una excusa de que tenía que ir al baño y se volvió a perder en
la multitud.
Cinco minutos después, Elliot regresó con las Coca -Colas y luego de que nos las
entregara, frotó sus manos y contempló el suelo. - “ Por dónde comenzamos ”
- “ Qué pasa con Jules ” Preguntó Vee
- “Él nos encontrará ”
- “Hockey de mesa,” dije inmediatamente El hockey de mesa estaba al otro lado
de los videojuegos. Mientras más lejos de Patch, mejor. Me dije que era una
coincidencia el que él estuviera aquí, pero mis instintos decían lo contrario.
- “mira ” Interpuso Vee “ Fútbol de mesa ” Ella ya estaba zigzagueando
entre la multitud, abriéndose camino hasta una mesa libre “Jules y yo contra
ustedes dos Los perdedores comprarán pizza ”
- “Muy justo,” dijo Elliot
El fútbol de mesa hubiera estado bien, si esta no hubiera estado a tan corta
distancia de dónde Patch estaba jugando. Me propuse ignorarlo. Si me mantenía
de espaldas a él, difícilmente notaría que estaba ahí. Quizá Vee tampoco lo
vería.
- “ Oye, ______, no es ese Patch ” Dijo Vee
- “ Jmm ” Dije inocentemente.
Ella señaló. - “ Ese es él cierto ”
- “Lo dudo Elliot y yo seremos el equipo blanco ”
- “Patch es el compañero de biología de ______,” Vee le explicó a Elliot Ella me
lanzó una guiñada traviesa, pero adoptó una expresión inocente al momento que
Elliot le dio su atención. Sutilmente, sacudí la cabeza, transmitiéndole
silenciosamente que se detuviera.
- “Él sigue mirando para acá,” Vee dijo bajando la voz Ella se reclinó contra
la mesa del fútbol, intentando que nuestra conversación pareciera privada, pero
ella susurró tan alto, que Elliot no tuvo más opción que escuchar “Se está
preguntando qué haces aquí con ” Ella balanceó su cabeza hacia Elliot
Yo cerré los ojos e imaginé que golpeaba mi cabeza contra una pared.
- “Patch ha dejado bien claro que quiere ser para ______ algo más que compañero
de biología,” continuó Vee “Y nadie puede culparlo ”
- “ Es cierto eso ” Dijo Elliot, mirándome de una manera que decía que no
estaba sorprendido. Que él ya lo sospechaba. Noté que él se acercó más a mí.
Vee me lanzó una sonrisa triunfante. Me lo agradeces después , decía.
- “No es eso,” corregí “Es ”
- “Peor que eso,” dijo Vee “______ sospecha que él la está siguiendo La policía
está a punto de envolverse ”
- “ Por qué no jugamos ” Dije en voz alta y tiré la bola al centro de la mesa,
pero nadie lo notó.
-“ Quieres que hable con él ” Me preguntó Elliot “Le explicaré que no estamos
buscando problemas. Le diré que estas aquí conmigo y que si tiene algún problema lo
puede discutir conmigo ”
Esta no era la dirección que quería que tomara nuestra conversación. Para nada.
- “ Qué le pasó a Jules ” Dije “Se ha ido por mucho tiempo ”
- “Sí, quizá se cayó en el inodoro,” dijo Vee
- “Déjame hablar con Patch,” dijo
Elliot.
Aunque apreciaba su preocupación, no me gustaba la idea de Elliot hablando cara
a cara con Patch. Patch era un factor X: intangible, daba miedo y era
desconocido. ¿Quién sabe de qué era capaz? Elliot era demasiado bueno para ser
enviado en contra de Patch.
- “Él no me asusta,” dijo Elliot, como desaprobando mis pensamientos.
Obviamente esto era algo en lo que Elliot y yo no estábamos de acuerdo.
- “Mala idea,” dije
- “ Gran idea,” dijo Vee “De otra manera, Patch podría volverse
violento Recuerdas la última vez ”
¿La última vez? Le dije a Vee, articulando sin pronunciar palabra.
No tenía idea de por qué Vee estaba haciendo esto, aparte de que ella tenía una
tendencia a hacer todo lo más dramático posible. Su idea de drama era mi idea
de una mórbida humillación.
- “Sin ofender, pero este chico suena como un arrastrado,” dijo Elliot “Dame
dos minutos con él ” Él comenzó a caminar
- “ No ” Dije, agarrándolo por la manga para detenerlo “Él, eh, podría ponerse
otra vez violento Déjame lidiar con esto ” Fulminé a Vee con la mirada.
- “ Estas segura ” Dijo Elliot “Estaría muy feliz de hacerlo ”
- “Creo que es mejor si se lo digo yo ”
Froté mis manos en mis jeans y luego de respirar tranquilamente, comencé a
cerrar la distancia entre Patch y yo, la cual se trataba del ancho de unas
cuantas consolas de videojuegos. No tenía idea de qué le iba a decir cuando
llegara a él. Con suerte, solo un breve hola y luego podría regresar y
asegurarle a Elliot y a Vee que todo estaba bajo control.
Patch estaba vestido con su ropa usual: camisa negra, jeans negros y una
delgada gargantilla de plata que brillaba sobre su oscura complexión. Sus
mangas estaban enrolladas hasta los codos y podía ver sus músculos trabajando
mientras él presionaba botones. Él era alto, delgado y sólido y no me hubiera
sorprendido si bajo su ropa tuviera varias cicatrices, legados de peleas
callejeras y otras conductas imprudentes. No es que yo quisiera ver bajo su
ropa.
Cuando llegué a la consola de Patch, la golpeé por el lado para llamar su
atención. Con la voz más calmada que pude lograr, dije, - “ Pac-Man? ¿O es
Donkey Kong ” La verdad, parecía un poco más violento y militar
Una lenta sonrisa se expandió en su rostro. - “Béisbol Crees que puedas
pararte tras de mí y darme un par de instrucciones ”
Bombas explotaron en la pantalla y cuerpos gritando navegaron en el aire.
Obviamente él no estaba jugando béisbol.
- “ Cuál es su nombre ” Patch preguntó, señalando con la cabeza casi
imperceptiblemente hacia la mesa de fútbol.
- “Elliot Mira, debo hacer esto rápido Me están esperando ”
- “ Lo he visto antes ”
- “Él es nuevo Se acaba de transferir ”
- “Primera semana en la escuela y ya hizo amigos Que suerte tiene ” Él me
deslizó una mirada. - “Podría tener un lado tenebroso y peligroso del cual no
conocemos ”
- “Parece ser mi especialidad ”
Esperé a que él captara lo que yo quería decir, pero él solo dijo, - “ Quie res
jugar ” Él inclinó su cabeza hacia más allá de los videojuegos Hacia la
multitud en dónde solo podía ver mesas de billar.
- “ ______ ” Gritó Vee “Ven aquí Elliot me está ganando ”
- “No puedo ” Le dije a Patch
- “Si yo gano,” él dijo, como si no tuviera ninguna intención de ser rechazado,
“le dirás a Elliot que pasó algo Le dirás que ya no estarás libre esta noche ”
No podía evitarlo; él era demasiado arrogante. Dije, - “ Y si yo gano ”
Sus ojos me observaron de la cabeza a los pies. Su sonrisa vino fácil. - “No
creo que debamos preocuparnos por eso ”
Antes de que pudiera detenerme, golpeé su brazo.
- “Cuidado,” él dijo en voz baja “Ellos podrían creer que estamos flirteando ”
Me dieron ganas de patearme porque eso era exactamente lo que estábamos
haciendo. Pero no era mi culpa, era de Patch. Estando cerca de él,
experimentaba una confusa polaridad de deseos. Parte de mi quería correr, alejarme de
él gritando, ¡fuego! y una parte más imprudente estaba tentada de ver
qué tan cerca podía llegar sin quemarme
- “Una mesa de billar,” él tentó
- “Estoy aquí con otra persona ”
- “Ve hacia los billares, yo me encargo de lo demás ”
Yo me crucé de brazos, esperando lucir severa y un poco exasperada, pero al
mismo tiempo, tuve que morderme el labio para no mostrar una reacción levemente
más positiva. -“ Qué vas a hacer
Pelear con Elliot ”
- “Si tengo que hacerlo ”
Estaba casi segura de que él estaba bromeando. Casi.
Yo te reto - “Se acaba de vaciar una mesa Ve y ocúpala ”
Me puse rígida. - “ Cómo haces eso ”
Cuando él no lo negó inmediatamente, sentí un poco de pánico. Era real. Él
sabía exactamente lo que estaba haciendo. Las palmas de mis manos comenzaron a
sudar.
- “ Cómo haces eso ” Repetí
Él me sonrió maliciosamente. - “ Hacer qué ”
- “No hagas eso,” le advertí “No finjas que no lo estas haciendo ”
Él reclinó un hombro contra la consola y bajó la vista hacia mí. - “Dime qué es
lo que se supone que estoy haciendo ”
- “Mis pensamientos ”
- “ Qué pasa con ellos ”
- “Ya basta, Patch ”
Él observó a todos lados de una manera teatral. - “No dirás que estoy hablándole a tu
mente
¿cierto? ¿Sabes lo loco que suena eso ”
Tragando, dije lo más calmada que pude, - “Tú me asustas y no estoy segura de
que seas bueno para mí ”
- “Yo podría hacerte cambiar de opinión ”
- “ ________________________” Se escuchó la voz de Vee llamar sobre todas las voces y los
sonidos electrónicos.
- “Encuéntrame en el arcángel,” dijo Patch
Me alejé un paso. - “No,” dije impulsivamente
Patch se me acercó por detrás y un escalofrío recorrió mi espina. - “Te estaré
esperando,” me dijo al oído Luego salió de los videojuegos
SkyAdwoot
Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Fall For You♥
Capitulo 8
Regresé a la mesa de fútbol un poco aturdida. Elliot estaba inclinado sobre la mesa y su rostro mostraba concentración competitiva. Vee estaba gritando y riendo. Jules seguía perdido. Vee me miró. - “¿Y bueno? ¿Qué pasó? ¿Qué te dijo?” - “Nada. Le dije que no nos molestara y se fue.” Dije con voz monótona. - “Él no parecía molesto cuando se fue,” dijo Elliot. “Sea lo que sea que le hayas dicho, debió haber funcionado.” - “Que mal,” dijo Vee. “Estaba esperando algo más emocionante.” - “¿Estamos listos para jugar?” Preguntó Elliot. “Se me está antojando la pizza que me voy a ganar.” - “Sí, si es que Jules regresa,” dijo Vee. “Estoy comenzando a pensar que no le agradamos. Él sigue desapareciendo. Creo que es una indirecta.” - “¿Estas bromeando? Él las adora,” Elliot dijo con demasiado entusiasmo. “Lo que pasa es que él es tímido con los extraños. Voy a buscarlo. No se vayan a ninguna parte.” Tan pronto Vee y yo estuvimos solas, dije, - “¿Sabes que te voy a matar, verdad?” Vee levantó las manos y dio un paso hacia atrás. - “Te estaba haciendo un favor. Elliot está loco por ti. Después de que te fuiste, le dije que tienes como a diez chicos que te llaman todas las noches. Debiste haber visto su cara. A penas contenía los celos.” Gruñí. - “Es la ley de oferta y demanda,” dijo Vee. “¿Quién diría que economía sería tan útil?”
Me di en la frente con la palma de mi mano.- “Necesito algo.” - “Necesitas a Elliot.” - “No, necesito azúcar. Mucha. Necesito algodón de azúcar.” Lo que necesitaba era un borrador lo suficientemente grande como para borrar de mi vida toda evidencia de Patch. Particularmente eso de hablar a través de la mente. Me estremecí. ¿Cómo él lo hacía? ¿Y por qué a mí? A menos que… lo haya imaginado. Al igual que imaginé golpear a alguien con el Neón. - “Yo también podría usar un poco de azúcar,” dijo Vee. “Cuando llegamos, vi a un vendedor cerca de la entrada. Me quedaré aquí para que Jules y Elliot no piensen que huimos y tú puedas comprar el algodón de azúcar.” Retrocedí hasta la entrada, pero cuando encontré al vendedor que vendía los algodones, me distraje por algo que vi a lo lejos del camino. El Arcángel se alzaba sobre la copa de los árboles. Una serpiente de carros montaba sobre la alumbrada vía y bajaba en picada hasta perderse de vista. Me pregunté por qué Patch quería reunirse conmigo. Sentí un pinchazo en el estómago y probablemente debí haber tomado eso como una respuesta, pero a pesar de mis mejores intensiones, me encontré caminando hacia el Arcángel. Me movía junto a la corriente de todas las demás personas, manteniendo mis ojos en las distantes vías del Arcángel que serpenteaba en el cielo. El viento había cambiado de frío a helado, pero esa no era la razón por la cual me sentía mal. La sensación había regresado. Esa fría y mortífera sensación de que alguien me estaba observando. Miré hacia ambos lados y no vi nada. Di una vuelta de 180 grados. Un poco más atrás, parada entre un pequeño grupo de árboles, una figura encapuchada se dio la vuelta y desapareció en la oscuridad. Con mi corazón latiendo velozmente, eludí a un enorme grupo de personas para alejarme de los árboles. Cuando ya estaba más lejos, volví a mirar hacia atrás. No vi a nadie que pareciera seguirme. Cuando me giré para seguir caminando, me di contra alguien. - “¡Lo siento!” Dije, intentando recobrar el balance.
Patch sonrió de oreja a oreja. - “Soy difícil de resistir.” Lo miré y parpadeé. -“Déjame sola.” Traté de pasar por su lado, pero él me agarró por el codo. - “¿Qué pasa? Parece que vas a vomitar.” - “Tienes ese efecto en mi,” dije bruscamente. El rió y me dieron ganas de patear su espinilla. - “Podrías tomarte algo.” Él todavía me tenía del codo y me llevó hasta el carrito de limonadas. No quise dar un paso más. - “¿Quieres ayudarme? Aléjate de mí.” Él apartó un rizo de mi cara. - “Amo tu cabello. Me gusta cuando esta fuera de control. Es como ver una parte de ti que necesita salir más a menudo.” Con furia, alisé mi cabello. Tan pronto me di cuenta que me veía como si intentara parecer más presentable para él, dije, - “Me tengo que ir. Vee me está esperando.” Luego de una pausa agotada, dije, “Supongo que te veré el lunes en clase.” - “Ven conmigo al Arcángel.” Yo estiré el cuello para mirar hacia el Arcángel. Gritos agudos hacían eco desde los carros que hacían estruendos en las vías. - “Dos personas en una silla.” Su sonrisa cambió a una lenta y atrevida. - “No.” De ninguna manera. - “Si sigues huyendo de mi, nunca descubrirás qué es lo que está pasando de verdad.” Con ese comentario, debí haberme ido corriendo. Pero no lo hice. Fue casi como si Patch supiera exactamente qué decir para picar mi curiosidad. Como si supiera qué decir en el momento correcto. - “¿Qué está pasando?”
- “Solo hay una manera para saberlo.” - “No puedo. Le tengo miedo a las alturas. Además, Vee me está esperando.” Solo que, de repente, la idea de ir tan alto en el aire no me asustó. Ya no me asustaba. De una manera absurda, el saber que estaba con Patch me hacía sentir a salvo. - “Si aguantas toda la ronda sin gritar, le diré al entrenador que nos cambie de silla.” - “Ya lo intenté. Él no va a cambiar de opinión.” - “Yo podría ser más convincente que tú.”
Tomé su comentario como un insulto personal. - “Yo no grito,” dije. “No en atracciones de carnavales.” No por ti. Junto a Patch, me abrí camino hasta lo último de la fila de espera para el Arcángel. Una ráfaga de gritos se levantó y luego se apagó lejos en el cielo nocturno. - “No te había visto antes en Delphic,” dijo Patch. - “¿Vienes aquí seguido?” Hice una nota mental de no viajar más a Delphic en los fines de semana. - “Tengo una historia con este lugar.” Llegamos hasta el principio de la fila, mientras los carros se vaciaban y un nuevo par de buscadores de emoción se montaban. - “Déjame adivinar,” dije. “El año pasado venías aquí en lugar de ir a la escuela.” Estaba siento sarcástica, pero Patch dijo, - “Contestar eso significaría dar pistas sobre mi pasado y prefiero mantenerlo en secreto.” - “¿Por qué? ¿Qué tiene de malo tu pasado?” - “No creo que ahora sea un buen momento para hablar de eso. Mi pasado podría asustarte.” Demasiado tarde, pensé. Él se acercó y nuestros brazos se encontraron. Una leve conexión que causó que se me erizara el bello de mi brazo. - “Las cosas que tengo que confesar no son el tipo de cosas que le cuentas a tu irrespetuosa compañera de biología,” él dijo.
El frío viento me envolvió y cuando respiré, me llenó de hielo. Pero no se comparó con el escalofrío que las palabras de Patch me causaron. Patch movió bruscamente su barbilla hacia la rampa. -“Parece que es nuestro turno.”- Yo empujé la salida giratoria. Cuando llegamos a la plataforma de abordar, los únicos carros vacíos eran el que estaba al frente y el que estaba en lo último. Patch se dirigió al primero. La construcción de la montaña rusa no me inspiraba confianza. Estuviera o no remodelada, parecía que tenía un siglo de antiguo y estaba hecho de una madera que había pasado demasiado tiempo expuesta al severo clima de Maine. El arte que tenía pintado a los lados era menos inspirador. El carro que Patch escogió tenía un grupo de cuatro pinturas. La primera representaba una turba de demonios con cuernos arrancándole las alas a un ángel masculino que gritaba. La siguiente pintura mostraba al ángel sin alas posado sobre una lápida, observando de lejos a unos niños jugando. En la tercera pintura, el ángel sin alas estaba parado cerca de los niños, haciendo señas con el dedo a una niña de ojos verdes, para que esta fuera a donde él. En la última pintura, el ángel se balanceó como un fantasma sobre el cuerpo de la niña. Los ojos de la niña estaban negros, su sonrisa se había ido y le salieron cuernos como a los demonios de la primera pintura. Una media luna colgaba sobre las pinturas. Aparté la vista y me dije que era el frío del aire lo que estaba haciendo que mis piernas temblaran. Me deslicé en el carro junto a Patch. -“Tu pasado no me asustará”- Dije, abrochando el cinturón sobre mi regazo. -“Creo que más que nada, estaré consternada.”- -“Consternada”- Repitió él. El tono de su voz me hizo creer que aceptaba la acusación. Extraño, puesto que Patch nunca se degrada. Los carros comenzaron a moverse en reversa y luego dieron bandazos hacia delante. De una manera no muy tranquila, nos alejamos de la plataforma, escalando la montaña sin cesar. El aire estaba lleno de olor a sudor, moho y del agua salada que soplaba del mar. Patch estaba lo suficientemente cerca de mi como para poder olerlo. Capté un leve rastro de un costoso jabón de menta. -“Te ves pálida”- Dijo, inclinándose para poder ser escuchado a través del ruido de las vías. Me sentía pálida, pero no lo admití.
En la punta de la montaña, hubo un momento de vacilación. Podía ver millas a la distancia, notando donde la oscuridad del bosque se mezclaba con la luz de los suburbios y gradualmente se convertía en el cuadriculado de las luces de Portland. El viento se detuvo, permitiendo que el húmedo aire se posara en mi piel. Sin proponérmelo, miré a Patch. Encontré consolación en tenerlo a mi lado. Luego el sonrió de oreja a oreja. -“¿Asustada, ángel?”- Agarré la barra de metal perforada en la parte frontal de los carros mientras sentía mi peso inclinarse hacia el frente. Una temblorosa risa se me escapó. Nuestro carro voló endemoniadamente rápido, mi cabello revoloteaba tras de mi. Virando bruscamente a la izquierda y luego a la derecha, repiqueteábamos sobre las vías. Adentro, sentía mis órganos flotar y caer en respuesta a la ronda. Miré hacia abajo, intentando concentrarme en algo que no se moviera. Fue entonces cuando noté que mi cinturón se había soltado. Intenté gritarle a Patch, pero mi voz fue tragada por el aire. Sentí que se hizo un hueco en mi estómago y solté una mano de la barra de metal para intentar asegurar el cinturón alrededor de mi cintura. El carro circuló hacia la izquierda. Mis hombros chocaron con los de Patch, presionándome contra él tan fuerte que dolía. El carro comenzó a elevarse y sentí que se despegó de las vías, que no remachó completamente con ellas. Estábamos descendiendo vertiginosamente. Las luces centelleantes de los lados de las vías me cegaron, no podía ver hacia dónde iba la vía al final del descenso. Era demasiado tarde. El carro viró bruscamente hacia la derecha. Sentí una sacudida de pánico y luego sucedió. Mi hombro izquierdo chocó contra la puerta del carro. Esta se abrió y yo fui expulsada del carro mientras la montaña rusa se alejaba sin mí. Rodé en las vías e intenté encontrar algo a qué agarrarme. Mis manos no encontraron nada y seguí rodando hacia el borde, precipitándome al vacío. El suelo se abalanzaba contra mí y abrí la boca para gritar. Lo próximo que supe fue que la ronda terminó en la plataforma de desembarque. Mi brazo dolía por lo fuerte que Patch me estaba agarrando. -“Vaya, eso sí que fue un grito”- Dijo él sonriéndome de oreja a oreja. Aturdida, lo observé llevar una mano a su oído, como si mi grito todavía hiciera eco allí. Sin estar segura de qué había pasado, observé al lugar en su mano en donde mis uñas habían dejado semicírculos tatuados en su piel. Luego mis ojos se movieron hacia mi cinturón de seguridad. Estaba abrochado alrededor de mi cintura. -“Mi cinturón…”- Comencé. -“Creí…”- -“¿Qué creíste?”- Preguntó Patch, sonando genuinamente interesado. -“Creí… que me había caído del carro. Literalmente creí… que iba a morir.”- -“Creo que ese es el punto.”- A mi lado, mis manos temblaron. Mis rodillas tambalearon bajo el peso de mi cuerpo. -“Supongo que nos quedamos como compañeros”- Dijo Patch. Sospeché un pequeño grado de victoria en su voz, pero estaba demasiado atónita para argumentar.
-“El Arcángel”- Murmuré, mirando sobre mi hombro a la montaña rusa, la cual estaba comenzando su siguiente ascenso. -“Significa un ángel de alto rango.”- Definitivamente había petulancia en su voz. -“Mientras más alto estas, peor es la caída.”- Comencé a abrir la boca para decir otra vez cómo estaba segura de que por un momento había dejado el carro y fuerzas más allá de mi habilidad para explicar me habían puesto a salvo tras mi cinturón. En lugar de eso dije -“Creo que mejor soy un ángel guardián.”- Patch sonrió otra vez. Guiándome por el camino, dijo “Te llevaré de regreso a los videojuegos.”
Capitulo 8
Regresé a la mesa de fútbol un poco aturdida. Elliot estaba inclinado sobre la mesa y su rostro mostraba concentración competitiva. Vee estaba gritando y riendo. Jules seguía perdido. Vee me miró. - “¿Y bueno? ¿Qué pasó? ¿Qué te dijo?” - “Nada. Le dije que no nos molestara y se fue.” Dije con voz monótona. - “Él no parecía molesto cuando se fue,” dijo Elliot. “Sea lo que sea que le hayas dicho, debió haber funcionado.” - “Que mal,” dijo Vee. “Estaba esperando algo más emocionante.” - “¿Estamos listos para jugar?” Preguntó Elliot. “Se me está antojando la pizza que me voy a ganar.” - “Sí, si es que Jules regresa,” dijo Vee. “Estoy comenzando a pensar que no le agradamos. Él sigue desapareciendo. Creo que es una indirecta.” - “¿Estas bromeando? Él las adora,” Elliot dijo con demasiado entusiasmo. “Lo que pasa es que él es tímido con los extraños. Voy a buscarlo. No se vayan a ninguna parte.” Tan pronto Vee y yo estuvimos solas, dije, - “¿Sabes que te voy a matar, verdad?” Vee levantó las manos y dio un paso hacia atrás. - “Te estaba haciendo un favor. Elliot está loco por ti. Después de que te fuiste, le dije que tienes como a diez chicos que te llaman todas las noches. Debiste haber visto su cara. A penas contenía los celos.” Gruñí. - “Es la ley de oferta y demanda,” dijo Vee. “¿Quién diría que economía sería tan útil?”
Me di en la frente con la palma de mi mano.- “Necesito algo.” - “Necesitas a Elliot.” - “No, necesito azúcar. Mucha. Necesito algodón de azúcar.” Lo que necesitaba era un borrador lo suficientemente grande como para borrar de mi vida toda evidencia de Patch. Particularmente eso de hablar a través de la mente. Me estremecí. ¿Cómo él lo hacía? ¿Y por qué a mí? A menos que… lo haya imaginado. Al igual que imaginé golpear a alguien con el Neón. - “Yo también podría usar un poco de azúcar,” dijo Vee. “Cuando llegamos, vi a un vendedor cerca de la entrada. Me quedaré aquí para que Jules y Elliot no piensen que huimos y tú puedas comprar el algodón de azúcar.” Retrocedí hasta la entrada, pero cuando encontré al vendedor que vendía los algodones, me distraje por algo que vi a lo lejos del camino. El Arcángel se alzaba sobre la copa de los árboles. Una serpiente de carros montaba sobre la alumbrada vía y bajaba en picada hasta perderse de vista. Me pregunté por qué Patch quería reunirse conmigo. Sentí un pinchazo en el estómago y probablemente debí haber tomado eso como una respuesta, pero a pesar de mis mejores intensiones, me encontré caminando hacia el Arcángel. Me movía junto a la corriente de todas las demás personas, manteniendo mis ojos en las distantes vías del Arcángel que serpenteaba en el cielo. El viento había cambiado de frío a helado, pero esa no era la razón por la cual me sentía mal. La sensación había regresado. Esa fría y mortífera sensación de que alguien me estaba observando. Miré hacia ambos lados y no vi nada. Di una vuelta de 180 grados. Un poco más atrás, parada entre un pequeño grupo de árboles, una figura encapuchada se dio la vuelta y desapareció en la oscuridad. Con mi corazón latiendo velozmente, eludí a un enorme grupo de personas para alejarme de los árboles. Cuando ya estaba más lejos, volví a mirar hacia atrás. No vi a nadie que pareciera seguirme. Cuando me giré para seguir caminando, me di contra alguien. - “¡Lo siento!” Dije, intentando recobrar el balance.
Patch sonrió de oreja a oreja. - “Soy difícil de resistir.” Lo miré y parpadeé. -“Déjame sola.” Traté de pasar por su lado, pero él me agarró por el codo. - “¿Qué pasa? Parece que vas a vomitar.” - “Tienes ese efecto en mi,” dije bruscamente. El rió y me dieron ganas de patear su espinilla. - “Podrías tomarte algo.” Él todavía me tenía del codo y me llevó hasta el carrito de limonadas. No quise dar un paso más. - “¿Quieres ayudarme? Aléjate de mí.” Él apartó un rizo de mi cara. - “Amo tu cabello. Me gusta cuando esta fuera de control. Es como ver una parte de ti que necesita salir más a menudo.” Con furia, alisé mi cabello. Tan pronto me di cuenta que me veía como si intentara parecer más presentable para él, dije, - “Me tengo que ir. Vee me está esperando.” Luego de una pausa agotada, dije, “Supongo que te veré el lunes en clase.” - “Ven conmigo al Arcángel.” Yo estiré el cuello para mirar hacia el Arcángel. Gritos agudos hacían eco desde los carros que hacían estruendos en las vías. - “Dos personas en una silla.” Su sonrisa cambió a una lenta y atrevida. - “No.” De ninguna manera. - “Si sigues huyendo de mi, nunca descubrirás qué es lo que está pasando de verdad.” Con ese comentario, debí haberme ido corriendo. Pero no lo hice. Fue casi como si Patch supiera exactamente qué decir para picar mi curiosidad. Como si supiera qué decir en el momento correcto. - “¿Qué está pasando?”
- “Solo hay una manera para saberlo.” - “No puedo. Le tengo miedo a las alturas. Además, Vee me está esperando.” Solo que, de repente, la idea de ir tan alto en el aire no me asustó. Ya no me asustaba. De una manera absurda, el saber que estaba con Patch me hacía sentir a salvo. - “Si aguantas toda la ronda sin gritar, le diré al entrenador que nos cambie de silla.” - “Ya lo intenté. Él no va a cambiar de opinión.” - “Yo podría ser más convincente que tú.”
Tomé su comentario como un insulto personal. - “Yo no grito,” dije. “No en atracciones de carnavales.” No por ti. Junto a Patch, me abrí camino hasta lo último de la fila de espera para el Arcángel. Una ráfaga de gritos se levantó y luego se apagó lejos en el cielo nocturno. - “No te había visto antes en Delphic,” dijo Patch. - “¿Vienes aquí seguido?” Hice una nota mental de no viajar más a Delphic en los fines de semana. - “Tengo una historia con este lugar.” Llegamos hasta el principio de la fila, mientras los carros se vaciaban y un nuevo par de buscadores de emoción se montaban. - “Déjame adivinar,” dije. “El año pasado venías aquí en lugar de ir a la escuela.” Estaba siento sarcástica, pero Patch dijo, - “Contestar eso significaría dar pistas sobre mi pasado y prefiero mantenerlo en secreto.” - “¿Por qué? ¿Qué tiene de malo tu pasado?” - “No creo que ahora sea un buen momento para hablar de eso. Mi pasado podría asustarte.” Demasiado tarde, pensé. Él se acercó y nuestros brazos se encontraron. Una leve conexión que causó que se me erizara el bello de mi brazo. - “Las cosas que tengo que confesar no son el tipo de cosas que le cuentas a tu irrespetuosa compañera de biología,” él dijo.
El frío viento me envolvió y cuando respiré, me llenó de hielo. Pero no se comparó con el escalofrío que las palabras de Patch me causaron. Patch movió bruscamente su barbilla hacia la rampa. -“Parece que es nuestro turno.”- Yo empujé la salida giratoria. Cuando llegamos a la plataforma de abordar, los únicos carros vacíos eran el que estaba al frente y el que estaba en lo último. Patch se dirigió al primero. La construcción de la montaña rusa no me inspiraba confianza. Estuviera o no remodelada, parecía que tenía un siglo de antiguo y estaba hecho de una madera que había pasado demasiado tiempo expuesta al severo clima de Maine. El arte que tenía pintado a los lados era menos inspirador. El carro que Patch escogió tenía un grupo de cuatro pinturas. La primera representaba una turba de demonios con cuernos arrancándole las alas a un ángel masculino que gritaba. La siguiente pintura mostraba al ángel sin alas posado sobre una lápida, observando de lejos a unos niños jugando. En la tercera pintura, el ángel sin alas estaba parado cerca de los niños, haciendo señas con el dedo a una niña de ojos verdes, para que esta fuera a donde él. En la última pintura, el ángel se balanceó como un fantasma sobre el cuerpo de la niña. Los ojos de la niña estaban negros, su sonrisa se había ido y le salieron cuernos como a los demonios de la primera pintura. Una media luna colgaba sobre las pinturas. Aparté la vista y me dije que era el frío del aire lo que estaba haciendo que mis piernas temblaran. Me deslicé en el carro junto a Patch. -“Tu pasado no me asustará”- Dije, abrochando el cinturón sobre mi regazo. -“Creo que más que nada, estaré consternada.”- -“Consternada”- Repitió él. El tono de su voz me hizo creer que aceptaba la acusación. Extraño, puesto que Patch nunca se degrada. Los carros comenzaron a moverse en reversa y luego dieron bandazos hacia delante. De una manera no muy tranquila, nos alejamos de la plataforma, escalando la montaña sin cesar. El aire estaba lleno de olor a sudor, moho y del agua salada que soplaba del mar. Patch estaba lo suficientemente cerca de mi como para poder olerlo. Capté un leve rastro de un costoso jabón de menta. -“Te ves pálida”- Dijo, inclinándose para poder ser escuchado a través del ruido de las vías. Me sentía pálida, pero no lo admití.
En la punta de la montaña, hubo un momento de vacilación. Podía ver millas a la distancia, notando donde la oscuridad del bosque se mezclaba con la luz de los suburbios y gradualmente se convertía en el cuadriculado de las luces de Portland. El viento se detuvo, permitiendo que el húmedo aire se posara en mi piel. Sin proponérmelo, miré a Patch. Encontré consolación en tenerlo a mi lado. Luego el sonrió de oreja a oreja. -“¿Asustada, ángel?”- Agarré la barra de metal perforada en la parte frontal de los carros mientras sentía mi peso inclinarse hacia el frente. Una temblorosa risa se me escapó. Nuestro carro voló endemoniadamente rápido, mi cabello revoloteaba tras de mi. Virando bruscamente a la izquierda y luego a la derecha, repiqueteábamos sobre las vías. Adentro, sentía mis órganos flotar y caer en respuesta a la ronda. Miré hacia abajo, intentando concentrarme en algo que no se moviera. Fue entonces cuando noté que mi cinturón se había soltado. Intenté gritarle a Patch, pero mi voz fue tragada por el aire. Sentí que se hizo un hueco en mi estómago y solté una mano de la barra de metal para intentar asegurar el cinturón alrededor de mi cintura. El carro circuló hacia la izquierda. Mis hombros chocaron con los de Patch, presionándome contra él tan fuerte que dolía. El carro comenzó a elevarse y sentí que se despegó de las vías, que no remachó completamente con ellas. Estábamos descendiendo vertiginosamente. Las luces centelleantes de los lados de las vías me cegaron, no podía ver hacia dónde iba la vía al final del descenso. Era demasiado tarde. El carro viró bruscamente hacia la derecha. Sentí una sacudida de pánico y luego sucedió. Mi hombro izquierdo chocó contra la puerta del carro. Esta se abrió y yo fui expulsada del carro mientras la montaña rusa se alejaba sin mí. Rodé en las vías e intenté encontrar algo a qué agarrarme. Mis manos no encontraron nada y seguí rodando hacia el borde, precipitándome al vacío. El suelo se abalanzaba contra mí y abrí la boca para gritar. Lo próximo que supe fue que la ronda terminó en la plataforma de desembarque. Mi brazo dolía por lo fuerte que Patch me estaba agarrando. -“Vaya, eso sí que fue un grito”- Dijo él sonriéndome de oreja a oreja. Aturdida, lo observé llevar una mano a su oído, como si mi grito todavía hiciera eco allí. Sin estar segura de qué había pasado, observé al lugar en su mano en donde mis uñas habían dejado semicírculos tatuados en su piel. Luego mis ojos se movieron hacia mi cinturón de seguridad. Estaba abrochado alrededor de mi cintura. -“Mi cinturón…”- Comencé. -“Creí…”- -“¿Qué creíste?”- Preguntó Patch, sonando genuinamente interesado. -“Creí… que me había caído del carro. Literalmente creí… que iba a morir.”- -“Creo que ese es el punto.”- A mi lado, mis manos temblaron. Mis rodillas tambalearon bajo el peso de mi cuerpo. -“Supongo que nos quedamos como compañeros”- Dijo Patch. Sospeché un pequeño grado de victoria en su voz, pero estaba demasiado atónita para argumentar.
-“El Arcángel”- Murmuré, mirando sobre mi hombro a la montaña rusa, la cual estaba comenzando su siguiente ascenso. -“Significa un ángel de alto rango.”- Definitivamente había petulancia en su voz. -“Mientras más alto estas, peor es la caída.”- Comencé a abrir la boca para decir otra vez cómo estaba segura de que por un momento había dejado el carro y fuerzas más allá de mi habilidad para explicar me habían puesto a salvo tras mi cinturón. En lugar de eso dije -“Creo que mejor soy un ángel guardián.”- Patch sonrió otra vez. Guiándome por el camino, dijo “Te llevaré de regreso a los videojuegos.”
SkyAdwoot
Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Fall For You ♥
Capítulo 9
Me abrí paso entre la gente de los videojuegos, pasando el mostrador de los premios y los baños. Cuando pude ver las mesas de fútbol, Vee no estaba en ninguna de ellas y tampoco Elliot ni Jules. -“Parece que se fueron”- Dijo Patch. Sus ojos debieron sostener un poquito de diversión. Pero tratándose de Patch, podría haber sido algo completamente diferente. -“Parece que necesitas a alguien que te lleve.”- -“Vee no me dejaría”- Dije, parada de puntas para ver sobre el gentío. -“Probablemente estén jugando tenis de mesa.”- Yo recorrí por todos lados mientras Patch me seguía, tomándose una soda que había comprado en el camino. Él se ofreció a comprarme una, pero en mi actual estado, no estaba segura de poder tolerarla. En el tenis de mesa no había ninguna señal de Vee ni Elliot. -“Quizá estén en las maquinas de pinball”- Sugirió Patch. Definitivamente él se estaba burlando de mí. Sentí que mi rostro se ponía un poco rojo. ¿Dónde estaba Vee? Patch sostuvo en alto su soda -“¿Segura que no quieres tomar algo?”- Miré a la soda y luego a Patch. Solo porque mi sangre se calentara de solo pensar en poner mi boca donde estuvo la suya, no significaba que tenía que decirle. Busqué en mi bolso y saqué mi celular. La pantalla de mi teléfono estaba negra y se rehusaba a encender. No entendía como la batería estaba muerta cuando la había cargado justo antes de salir. Presioné una y otra vez el botón de encendido, pero nada pasó. Patch dijo -“Mi oferta sigue en pie.”- Pensé que estaría más segura si algún extraño me llevara. Todavía estaba agitada con lo que había pasado en el Arcángel y no importaba cuantas veces intentara olvidarlo, la imagen de caer se repetía en mi cabeza. Me estaba… cayendo y luego la ronda había terminado. Así de simple. Era la cosa más aterradora por la cual había pasado. Casi tan aterradora como el hecho de que yo fui la única que lo notó. Ni siquiera Patch, que estaba justo al lado mío. Me di en la frente con la palma de mi mano. -“Su auto. Probablemente ella me está esperando en el estacionamiento.”- Treinta minutos después había recorrido todo el estacionamiento. El Neón se había ido. No podía creer que Vee se había ido sin mí. Tal vez había pasado alguna emergencia y no tenía ninguna forma de saberlo porque no podía verificar los mensajes de mi celular. Traté de mantenerme tranquila, pero si ella me había dejado, tenía una amplia cantidad de coraje hirviendo a fuego lento y lista para rebosar.
-“¿Alguna otra opción?”- Preguntó Patch. Mordí mi labio considerando mis otras opciones. No tenía ninguna otra opción. Desafortunadamente, no estaba segura de estar lista para aceptar la oferta de Patch. En un día ordinario, él emanaba peligro. Esta noche había una potente mezcla de peligro, amenaza y misterio. Finalmente resoplé y recé por no estar a punto de cometer un error. -“Me llevarás directo a casa”- Dije. Sonó más como una pregunta que como una orden. -“Si eso es lo que quieres.”- Estuve a punto de preguntarle a Patch si él había notado algo extraño en el Arcángel, pero me detuve. Estaba demasiado asustada para preguntar. ¿Qué pasa si no me había caído? ¿Qué pasa si lo había imaginado todo? ¿Qué pasa si estaba viendo cosas que en realidad no estaban pasando? Primero el chico con la máscara de esquiar. Ahora esto. Estaba bastante segura que el que Patch me estuviera hablando a través de la mente era real, pero no estaba segura de lo demás. Patch siguió pasando unos cuantos espacios del estacionamiento. Una lustrosa motocicleta negra descansaba en su soporte. Él se sentó en ella e inclinó su cabeza hacia el asiento tras él. -“Móntate.”- -“Vaya. Linda moto”- Dije. Lo cual era una mentira. Parecía como una lustrosa trampa mortal. Nunca antes había montado una motocicleta. Nunca. No estaba segura de que en esta noche quisiera cambiar eso. -“Me gusta la sensación el viento en mi cara”- Continué, esperando que mi bravuconería disimulara el terror que me causaba el moverme a una velocidad mayor de sesenta y cinco millas por hora sin nada interponiéndose entre mi y la calle. Solo había un casco, negro con la visera teñida, y él me la ofreció. Tomándola, balanceé mi pierna sobre la moto y me di cuenta de lo insegura que me sentía sin nada más que una estrecha silla debajo de mí. Deslicé el casco sobre mis rizos y lo abroché bajo mi mentón. -“¿Es difícil conducirla?”- Pregunté. Lo que en realidad quería decir era, ¿Es segura? -“No”- Dijo Patch, contestando mis dos preguntas, la que dije y la que no dije. Él rió por lo bajo. -“Estás tensa. Relájate.”- Cuando él salió del estacionamiento, la explosión de movimiento me sobresaltó; había estado aguantándome de su camisa, teniendo entre mis dedos la cantidad de tela necesaria para mantenerme en balance. Ahora envolví mis brazos alrededor de él, en un abrazo de oso al revés. Patch aceleró en la autopista y mis caderas se apretaron contra él. Deseé ser la única en haberlo notado. Cuando llegamos a mi casa, Patch detuvo la motocicleta frente a mi casa, que estaba toda cubierta de neblina, apagó el motor y se bajó de ella. Yo me deshice del casco, balanceándolo cuidadosamente en el asiento frente a mí, y abrí la boca para decir algo como Gracias por llevarme, te veo el lunes. Las palabras se disolvieron cuando Patch cruzó la calle y subió los escalones del balcón.
No pude comenzar a especular que él estaba haciendo. ¿Llevándome hasta la puerta? Algo sumamente improbable. Entonces… ¿Qué? Subí al balcón después de él y lo encontré en la puerta. Observé, dividida entre confusión y creciente preocupación, mientras él sacaba de su bolsillo un juego de llaves bastante familiar e insertaba la llave de mi casa en la cerradura. Yo bajé mi bolso de mi hombro y abrí el compartimiento en donde guardo las llaves. Ellas no estaban allí. -“Devuélveme mis llaves”- Dije, desconcertada por no saber cómo mis llaves habían parado en su posesión. -“Se te cayeron en los videojuegos cuando estabas buscando tu celular”- Dijo él. -“No me interesa en dónde las tiré. Devuélvemelas.”- Patch levantó sus manos, clamando inocencia, y se alejó de la puerta. Recostó un hombro contra los ladrillos y me observó acercarme hasta la cerradura. Intenté girar la llave, pero no se movió. -“La atacaste”- Dije, moviendo la llave. Me alejé un paso. -“Adelante. Inténtalo. Está atorada.”- Con un agudo click, él giró la llave. Con la mano puesta en el picaporte, él arqueó sus cejas como diciendo ¿Puedo? Tragué, enterrando una oleada de mutua fascinación e intranquilidad. -“Vete. No vas a entrar. Estoy sola en casa.”- -“¿Toda la noche?”- Inmediatamente me di cuenta de que eso no había sido la cosa más inteligente para decir. -“Dorothea vendrá pronto.”- Eso era mentira. Hacía tiempo que Dorothea se había ido. Era casi media noche. -“¿Dorothea?”-
-“La señora que limpia. Ella es vieja, pero fuerte. Muy fuerte.”- Intenté pasar y dejarlo atrás, pero no pude. -“Suena aterrador”- Dijo, sacando la llave de la cerradura y ofreciéndomela. -“Ella puede limpiar un inodoro por dentro y por fuera en menos de un minuto. Más que aterrador.” Tomando la llave, pasé por su lado con toda la intención de cerrar la puerta entre nosotros, pero cuando lo iba a hacer, Patch se paró bajo el umbral, con sus brazos puestos en cada lado del marco. -“¿No me vas a invitar a entrar?”- Preguntó sonriendo. Yo pestañeé. ¿Invitarlo a entrar? ¿A mi casa? ¿Estando yo sola? Patch dijo -“Es tarde.”- Sus ojos me siguieron de cerca, reflejando un caprichoso brillo. -“Debes de tener hambre.”- -“No. Sí. Digo, sí, pero…”- De repente, él estaba adentro. Yo retrocedí tres pasos; él cerró la puerta, empujándola con su pié. -“¿Te gusta la comida mexicana?”- Preguntó. -“Yo…”- ¡Me gustaría saber qué estás haciendo dentro de mi casa!
-“¿Tacos?”- -“¿Tacos?”- Repetí. Esto pareció divertirlo. -“Tomates, lechuga, queso.”- -“¡Sé lo que es un taco!”- Antes de que pudiese detenerlo, cruzó la habitación a grandes zancadas y al final del pasillo, se dirigió a la izquierda. A la cocina. Fue hasta el fregadero y abrió el grifo mientras frotaba jabón hasta la mitad de sus brazos. Aparentemente se estaba sintiendo como en casa porque primero fue a la despensa, buscó en la nevera, sacó productos de aquí y allá (salsa, queso, lechuga y tomate) y luego buscó en las gavetas hasta encontrar un cuchillo. Sospeché que estaba a mitad de camino para entrar en pánico por la imagen de Patch sosteniendo un cuchillo, cuando algo más capturó mi atención. Me adelanté dos pasos y miré a mi reflejo en uno de los sartenes que colgaban en el estante de ollas. ¡Mi pelo! Parecía como si una planta rodadora gigante hubiese rodado hasta mi cabeza. Tapé mi boca con una mano. Patch sonrió. -“¿El rojo de tu cabello es natural?”- Yo me le quedé mirando. -“No tengo pelo rojo.”- -“Odio ser el que te de la noticia, pero es rojo. Podría prenderlo en fuego y no se pondría más rojo.”- -“Es marrón.”- Está bien, tal vez tenía una pequeñísima, la cantidad más infinitesimal de castaño rojizo en mi pelo. De todas formas, seguía siendo morena. -“Es la luz”- Dije. -“Sí, quizá sean las bombillas.”- Su sonrisa llegó a ambos lados de su cara y un hoyuelo apareció. -“Regreso en seguida”- Dije, saliendo de la cocina a toda prisa. Subí por las escaleras y recogí mi pelo en una coleta. Resuelto ya eso, me puse a pensar. No estaba del todo cómoda con la idea de Patch vagabundeando por mi casa… y armado con un cuchillo. Y mi mamá me mataría si se entera que dejé entrar a Patch cuando Dorothea no estaba. -“¿Podemos dejar esto para otro momento?”- Pregunté luego de que dos minutos más tarde lo encontrara trabajando duramente en la cocina. Puse una mano en mi estómago, señalando que me estaba molestando. -“Me siento algo mareada”- Dije. -“Creo que fue por la moto.”- El paró de cortar con el cuchillo y me miró. -“Casi termino.”- Noté que él había cambiado el cuchillo por una más grande y afilado. Como si él tuviera una ventana a mis pensamientos, sostuve el cuchillo en alto y lo examinó. La hoja brillaba bajo la luz. Mi estómago se contrajo. -“Baja el cuchillo”- Le ordené con calma. Patch dejó de mirar al cuchillo, me miró y luego volvió a mirar al cuchillo. Luego de un minuto, lo bajó frente a él. -“No te voy a lastimar, Nora.”- -“Eso es… tranquilizador”- Logré decir, pero mi garganta estaba tensa y seca. Él hizo girar el cuchillo, con el mango señalando hacia mí. -“Ven aquí. Te voy a enseñar
Cómo hacer tacos.”- No me moví. Había una chispa en sus ojos que me hacía pensar que debería estar asustada… y lo estaba. Pero ese miedo era igualmente atractivo. Había algo extremadamente inquietante al estar cerca de él. En su presencia, no podía confiar en mí misma. -“¿Qué tal… un trato?”- Su rostro estaba bajo, ensombrecido, y me observó tras sus pestañas. El efecto fue una impresión de honradez. -“Ayúdame a hacer tacos y contestaré algunas de tus preguntas.”- -“¿Mis preguntas?”- -“Creo que sabes a qué me refiero.”- Sabía exactamente a qué se refería. Me estaba dando la oportunidad de saber un poco sobre su mundo privado. Un mundo en donde él podía hablar a través de mi mente. Otra vez, él supo exactamente qué decir, en el momento correcto. Sin decir palabra, me moví al lado de él. El deslizó el picador hasta colocarlo en frente mío. -“Primero”- Dijo él, parándose detrás de mí y poniendo sus manos sobre la encimera, justo alado de las mías, “escoge un tomate.” Él agachó su cabeza para que su boca estuviera en mi oído. Su aliento era tibio y hacía cosquillas en mi piel. -“Bien. Ahora, agarra el cuchillo.”- -“¿El chef siempre tiene que estar así de cerca?”- Pregunté sin estar segura si me gustaba o me asustaba el revoloteo que su cercanía causaba dentro de mí. -“Cuando él está revelando secretos culinarios, sí. Agarra el cuchillo bien.”- “Eso hago.”- -“Bien.”- Alejándose, él me miró cuidadosamente, como inspeccionando cualquier imperfección. Sus ojos me recorrieron de arriba abajo y de aquí a allá. Por un desconcertante momento, pensé ver una secreta sonrisa aprobatoria. -“El cocinar es algo que no se aprende”- Dijo. -“Es innato. Es algo que tienes o no. Como la química. ¿Crees que estas lista para química?”- Yo presioné el cuchillo hasta atravesar el tomate, el cual se dividió en dos y cada mitad rodó sutilmente en la tabla de picar. -“Tú dime. ¿Estoy lista para química?”- Patch hizo un sonido profundo el cual no pude descifrar y luego sonrió.
Luego de cenar, Patch llevó nuestros platos al fregadero. -“Yo los limpio y tú los secas.”- Rebuscando en las gavetas al lado del fregadero, él encontró una toalla y la lanzó juguetonamente hacia mí. -“Estoy lista para hacerte esas preguntas”- Dije. -“Comenzando con la noche en la biblioteca. ¿Me seguiste…?”- Me quedé en blanco. Patch estaba recostado despreocupadamente contra la encimera. Su oscuro cabello se asomaba bajo su gorra de béisbol. Una sonrisa tiraba de sus labios. Mis pensamientos se disolvieron y así como así, un nuevo pensamiento rompió la superficie de mi mente. Quería besarlo. Ahora mismo.
Patch arqueó sus cejas. -“¿Qué?”- -“Eh, nada. Nada de nada. Tu limpias, yo seco.”- ¿Qué pasó para que tratara a Patch como tu peor vicio? Me pregunté. ¿Qué pasó para que ignorara lo malo y me quedara con lo bueno? No nos tomó mucho tiempo en terminar de fregar los platos, y cuando lo hicimos, nos encontramos apretujados en el espacio al lado del fregadero. Patch se movió para quitarme la toalla y nuestros cuerpos se tocaron. Ninguno de los dos se movió, manteniendo el frágil enlace que nos mantenía unidos. Yo me alejé primero. -“¿Asustada?”- Murmuró él. -“No.”- -“Mentirosa.”- Mi pulso se aceleró. -“Tú no me asustas.”- -“¿No?”- Hablé sin pensar. -“Tal vez solo me asusta…”- Me maldije por apenas comenzar la oración. ¿Ahora qué se supone que dijera? No iba a admitirle a Patch que todo sobre él me asustaba. Eso le daría permiso para provocarme más. -“Quizá tenga miedo a… a…”- -“¿Qué yo te guste?”- Aliviada por no tener que terminar mi propia oración, automáticamente respondí -“Sí,”- y me di cuenta muy tarde de lo que había confesado. -“¡Digo, no! Definitivamente no. ¡Eso no era lo que estaba intentando decir!”- Patch rió suavemente. -“La verdad es que parte de mi definitivamente no está cómoda contigo alrededor”- Dije. -“¿Pero?”- Me aferré a la encimera tras de mí. -“Pero al mismo tiempo, siento una aterradora atracción hacia ti.”- Patch sonrió. -“Que creído eres”- Dije, empujándolo con mi mano. Él atrapó mi mano contra su pecho y bajó mi manga hasta mi muñeca, cubriendo mi mano con ella. Así de rápido, hizo lo mismo con la otra manga y sostuvo mi blusa por los puños, dejando mis manos capturadas y mi boca abierta en protesta. Me jaló hasta tenerme cerca y no se detuvo hasta que estuve directamente en frente de él. De repente, él me levantó y me sentó en la encimera. Mi cara estaba al mismo nivel que la suya y me petrificó con una sonrisa oscura y tentadora. Fue entonces cuando me di cuenta que desde hace días, este momento había estado danzando los límites de mis fantasías. -“Quítate lo gorra”- Dije y la palabras se escaparon antes de que pudiera detenerlas. Él la giró, poniendo la visera hacia atrás. Me moví hasta el borde de la encimera y mis piernas colgaban a los lados de él. Algo dentro de mí me decía que me detuviera, pero rechacé la voz hacia los confines de mí mente. Él puso sus manos en la encimera, justo al lado de mis caderas y se acercó inclinando su cabeza hacia un lado. Su olor, el cual era como de tierra mojada, me sobrecogió. Inhalé dos veces. No. Esto no estaba bien. Esto no. Con Patch no. Él era aterrador. De una manera buena, sí. Pero también de una manera negativa. Una muy negativa. -“Deberías irte”- Susurré. -“Definitivamente deberías irte.”- -“¿Ir aquí?”- Su boca estaba en mi hombro. -“¿O aquí?”- Se movió hasta mi cuello. Mi cerebro no podía procesar ni un pensamiento lógico. La boca de Patch estaba moviéndose hacia el norte, hasta mi mandíbula, probando suavemente mi piel… -“Mis piernas se están durmiendo”- Solté. No era del todo una mentira.
Estaba experimentando una sensación de hormigueo por todo mi cuerpo, las piernas incluidas. -“Yo podría resolver eso.”- Las manos de Patch se cerraron sobre mis caderas. De repente mi teléfono sonó, salté al escucharlo y lo saqué fuera de mi bolsillo. -“Hola, cariño”- Mi mamá dijo alegremente. -“¿Te puedo llamar después?”- -“Seguro. ¿Qué pasa?”-
Cerré el celular. -“Tienes que irte”- Le dije a Patch. -“Ahora.”- Él volvió a girar la visera de su gorra. Ahora su boca era lo único que podía ver bajo ella y estaba curveada en una sonrisa pícara. -“No llevas maquillaje.”- -“Debí haberlo olvidado.”- -“Que tengas dulces sueños.”- -“Seguro. No hay problema.”- ¿Qué fue lo que él dijo? -“Sobre la fiesta de mañana en la noche…”- -“Lo pensaré”- Logré decir. Patch guardó en mi bolsillo un pedazo de papel y su contacto envió una sensación de calor abajo en mis piernas. -“Aquí está la dirección. Te estaré buscando. Ven sola.”- Un momento más tarde escuché la puerta frontal cerrarse tras él. Un fiero sonrojo se abrió camino hasta mi cara. Demasiado cerca, pensé. No había nada malo con el fuego… siempre y cuando no te le acercaras demasiado. Algo que tengo que tener en mente. Me recosté de espalda a los gabinetes, respirando entrecortadamente.
Capítulo 9
Me abrí paso entre la gente de los videojuegos, pasando el mostrador de los premios y los baños. Cuando pude ver las mesas de fútbol, Vee no estaba en ninguna de ellas y tampoco Elliot ni Jules. -“Parece que se fueron”- Dijo Patch. Sus ojos debieron sostener un poquito de diversión. Pero tratándose de Patch, podría haber sido algo completamente diferente. -“Parece que necesitas a alguien que te lleve.”- -“Vee no me dejaría”- Dije, parada de puntas para ver sobre el gentío. -“Probablemente estén jugando tenis de mesa.”- Yo recorrí por todos lados mientras Patch me seguía, tomándose una soda que había comprado en el camino. Él se ofreció a comprarme una, pero en mi actual estado, no estaba segura de poder tolerarla. En el tenis de mesa no había ninguna señal de Vee ni Elliot. -“Quizá estén en las maquinas de pinball”- Sugirió Patch. Definitivamente él se estaba burlando de mí. Sentí que mi rostro se ponía un poco rojo. ¿Dónde estaba Vee? Patch sostuvo en alto su soda -“¿Segura que no quieres tomar algo?”- Miré a la soda y luego a Patch. Solo porque mi sangre se calentara de solo pensar en poner mi boca donde estuvo la suya, no significaba que tenía que decirle. Busqué en mi bolso y saqué mi celular. La pantalla de mi teléfono estaba negra y se rehusaba a encender. No entendía como la batería estaba muerta cuando la había cargado justo antes de salir. Presioné una y otra vez el botón de encendido, pero nada pasó. Patch dijo -“Mi oferta sigue en pie.”- Pensé que estaría más segura si algún extraño me llevara. Todavía estaba agitada con lo que había pasado en el Arcángel y no importaba cuantas veces intentara olvidarlo, la imagen de caer se repetía en mi cabeza. Me estaba… cayendo y luego la ronda había terminado. Así de simple. Era la cosa más aterradora por la cual había pasado. Casi tan aterradora como el hecho de que yo fui la única que lo notó. Ni siquiera Patch, que estaba justo al lado mío. Me di en la frente con la palma de mi mano. -“Su auto. Probablemente ella me está esperando en el estacionamiento.”- Treinta minutos después había recorrido todo el estacionamiento. El Neón se había ido. No podía creer que Vee se había ido sin mí. Tal vez había pasado alguna emergencia y no tenía ninguna forma de saberlo porque no podía verificar los mensajes de mi celular. Traté de mantenerme tranquila, pero si ella me había dejado, tenía una amplia cantidad de coraje hirviendo a fuego lento y lista para rebosar.
-“¿Alguna otra opción?”- Preguntó Patch. Mordí mi labio considerando mis otras opciones. No tenía ninguna otra opción. Desafortunadamente, no estaba segura de estar lista para aceptar la oferta de Patch. En un día ordinario, él emanaba peligro. Esta noche había una potente mezcla de peligro, amenaza y misterio. Finalmente resoplé y recé por no estar a punto de cometer un error. -“Me llevarás directo a casa”- Dije. Sonó más como una pregunta que como una orden. -“Si eso es lo que quieres.”- Estuve a punto de preguntarle a Patch si él había notado algo extraño en el Arcángel, pero me detuve. Estaba demasiado asustada para preguntar. ¿Qué pasa si no me había caído? ¿Qué pasa si lo había imaginado todo? ¿Qué pasa si estaba viendo cosas que en realidad no estaban pasando? Primero el chico con la máscara de esquiar. Ahora esto. Estaba bastante segura que el que Patch me estuviera hablando a través de la mente era real, pero no estaba segura de lo demás. Patch siguió pasando unos cuantos espacios del estacionamiento. Una lustrosa motocicleta negra descansaba en su soporte. Él se sentó en ella e inclinó su cabeza hacia el asiento tras él. -“Móntate.”- -“Vaya. Linda moto”- Dije. Lo cual era una mentira. Parecía como una lustrosa trampa mortal. Nunca antes había montado una motocicleta. Nunca. No estaba segura de que en esta noche quisiera cambiar eso. -“Me gusta la sensación el viento en mi cara”- Continué, esperando que mi bravuconería disimulara el terror que me causaba el moverme a una velocidad mayor de sesenta y cinco millas por hora sin nada interponiéndose entre mi y la calle. Solo había un casco, negro con la visera teñida, y él me la ofreció. Tomándola, balanceé mi pierna sobre la moto y me di cuenta de lo insegura que me sentía sin nada más que una estrecha silla debajo de mí. Deslicé el casco sobre mis rizos y lo abroché bajo mi mentón. -“¿Es difícil conducirla?”- Pregunté. Lo que en realidad quería decir era, ¿Es segura? -“No”- Dijo Patch, contestando mis dos preguntas, la que dije y la que no dije. Él rió por lo bajo. -“Estás tensa. Relájate.”- Cuando él salió del estacionamiento, la explosión de movimiento me sobresaltó; había estado aguantándome de su camisa, teniendo entre mis dedos la cantidad de tela necesaria para mantenerme en balance. Ahora envolví mis brazos alrededor de él, en un abrazo de oso al revés. Patch aceleró en la autopista y mis caderas se apretaron contra él. Deseé ser la única en haberlo notado. Cuando llegamos a mi casa, Patch detuvo la motocicleta frente a mi casa, que estaba toda cubierta de neblina, apagó el motor y se bajó de ella. Yo me deshice del casco, balanceándolo cuidadosamente en el asiento frente a mí, y abrí la boca para decir algo como Gracias por llevarme, te veo el lunes. Las palabras se disolvieron cuando Patch cruzó la calle y subió los escalones del balcón.
No pude comenzar a especular que él estaba haciendo. ¿Llevándome hasta la puerta? Algo sumamente improbable. Entonces… ¿Qué? Subí al balcón después de él y lo encontré en la puerta. Observé, dividida entre confusión y creciente preocupación, mientras él sacaba de su bolsillo un juego de llaves bastante familiar e insertaba la llave de mi casa en la cerradura. Yo bajé mi bolso de mi hombro y abrí el compartimiento en donde guardo las llaves. Ellas no estaban allí. -“Devuélveme mis llaves”- Dije, desconcertada por no saber cómo mis llaves habían parado en su posesión. -“Se te cayeron en los videojuegos cuando estabas buscando tu celular”- Dijo él. -“No me interesa en dónde las tiré. Devuélvemelas.”- Patch levantó sus manos, clamando inocencia, y se alejó de la puerta. Recostó un hombro contra los ladrillos y me observó acercarme hasta la cerradura. Intenté girar la llave, pero no se movió. -“La atacaste”- Dije, moviendo la llave. Me alejé un paso. -“Adelante. Inténtalo. Está atorada.”- Con un agudo click, él giró la llave. Con la mano puesta en el picaporte, él arqueó sus cejas como diciendo ¿Puedo? Tragué, enterrando una oleada de mutua fascinación e intranquilidad. -“Vete. No vas a entrar. Estoy sola en casa.”- -“¿Toda la noche?”- Inmediatamente me di cuenta de que eso no había sido la cosa más inteligente para decir. -“Dorothea vendrá pronto.”- Eso era mentira. Hacía tiempo que Dorothea se había ido. Era casi media noche. -“¿Dorothea?”-
-“La señora que limpia. Ella es vieja, pero fuerte. Muy fuerte.”- Intenté pasar y dejarlo atrás, pero no pude. -“Suena aterrador”- Dijo, sacando la llave de la cerradura y ofreciéndomela. -“Ella puede limpiar un inodoro por dentro y por fuera en menos de un minuto. Más que aterrador.” Tomando la llave, pasé por su lado con toda la intención de cerrar la puerta entre nosotros, pero cuando lo iba a hacer, Patch se paró bajo el umbral, con sus brazos puestos en cada lado del marco. -“¿No me vas a invitar a entrar?”- Preguntó sonriendo. Yo pestañeé. ¿Invitarlo a entrar? ¿A mi casa? ¿Estando yo sola? Patch dijo -“Es tarde.”- Sus ojos me siguieron de cerca, reflejando un caprichoso brillo. -“Debes de tener hambre.”- -“No. Sí. Digo, sí, pero…”- De repente, él estaba adentro. Yo retrocedí tres pasos; él cerró la puerta, empujándola con su pié. -“¿Te gusta la comida mexicana?”- Preguntó. -“Yo…”- ¡Me gustaría saber qué estás haciendo dentro de mi casa!
-“¿Tacos?”- -“¿Tacos?”- Repetí. Esto pareció divertirlo. -“Tomates, lechuga, queso.”- -“¡Sé lo que es un taco!”- Antes de que pudiese detenerlo, cruzó la habitación a grandes zancadas y al final del pasillo, se dirigió a la izquierda. A la cocina. Fue hasta el fregadero y abrió el grifo mientras frotaba jabón hasta la mitad de sus brazos. Aparentemente se estaba sintiendo como en casa porque primero fue a la despensa, buscó en la nevera, sacó productos de aquí y allá (salsa, queso, lechuga y tomate) y luego buscó en las gavetas hasta encontrar un cuchillo. Sospeché que estaba a mitad de camino para entrar en pánico por la imagen de Patch sosteniendo un cuchillo, cuando algo más capturó mi atención. Me adelanté dos pasos y miré a mi reflejo en uno de los sartenes que colgaban en el estante de ollas. ¡Mi pelo! Parecía como si una planta rodadora gigante hubiese rodado hasta mi cabeza. Tapé mi boca con una mano. Patch sonrió. -“¿El rojo de tu cabello es natural?”- Yo me le quedé mirando. -“No tengo pelo rojo.”- -“Odio ser el que te de la noticia, pero es rojo. Podría prenderlo en fuego y no se pondría más rojo.”- -“Es marrón.”- Está bien, tal vez tenía una pequeñísima, la cantidad más infinitesimal de castaño rojizo en mi pelo. De todas formas, seguía siendo morena. -“Es la luz”- Dije. -“Sí, quizá sean las bombillas.”- Su sonrisa llegó a ambos lados de su cara y un hoyuelo apareció. -“Regreso en seguida”- Dije, saliendo de la cocina a toda prisa. Subí por las escaleras y recogí mi pelo en una coleta. Resuelto ya eso, me puse a pensar. No estaba del todo cómoda con la idea de Patch vagabundeando por mi casa… y armado con un cuchillo. Y mi mamá me mataría si se entera que dejé entrar a Patch cuando Dorothea no estaba. -“¿Podemos dejar esto para otro momento?”- Pregunté luego de que dos minutos más tarde lo encontrara trabajando duramente en la cocina. Puse una mano en mi estómago, señalando que me estaba molestando. -“Me siento algo mareada”- Dije. -“Creo que fue por la moto.”- El paró de cortar con el cuchillo y me miró. -“Casi termino.”- Noté que él había cambiado el cuchillo por una más grande y afilado. Como si él tuviera una ventana a mis pensamientos, sostuve el cuchillo en alto y lo examinó. La hoja brillaba bajo la luz. Mi estómago se contrajo. -“Baja el cuchillo”- Le ordené con calma. Patch dejó de mirar al cuchillo, me miró y luego volvió a mirar al cuchillo. Luego de un minuto, lo bajó frente a él. -“No te voy a lastimar, Nora.”- -“Eso es… tranquilizador”- Logré decir, pero mi garganta estaba tensa y seca. Él hizo girar el cuchillo, con el mango señalando hacia mí. -“Ven aquí. Te voy a enseñar
Cómo hacer tacos.”- No me moví. Había una chispa en sus ojos que me hacía pensar que debería estar asustada… y lo estaba. Pero ese miedo era igualmente atractivo. Había algo extremadamente inquietante al estar cerca de él. En su presencia, no podía confiar en mí misma. -“¿Qué tal… un trato?”- Su rostro estaba bajo, ensombrecido, y me observó tras sus pestañas. El efecto fue una impresión de honradez. -“Ayúdame a hacer tacos y contestaré algunas de tus preguntas.”- -“¿Mis preguntas?”- -“Creo que sabes a qué me refiero.”- Sabía exactamente a qué se refería. Me estaba dando la oportunidad de saber un poco sobre su mundo privado. Un mundo en donde él podía hablar a través de mi mente. Otra vez, él supo exactamente qué decir, en el momento correcto. Sin decir palabra, me moví al lado de él. El deslizó el picador hasta colocarlo en frente mío. -“Primero”- Dijo él, parándose detrás de mí y poniendo sus manos sobre la encimera, justo alado de las mías, “escoge un tomate.” Él agachó su cabeza para que su boca estuviera en mi oído. Su aliento era tibio y hacía cosquillas en mi piel. -“Bien. Ahora, agarra el cuchillo.”- -“¿El chef siempre tiene que estar así de cerca?”- Pregunté sin estar segura si me gustaba o me asustaba el revoloteo que su cercanía causaba dentro de mí. -“Cuando él está revelando secretos culinarios, sí. Agarra el cuchillo bien.”- “Eso hago.”- -“Bien.”- Alejándose, él me miró cuidadosamente, como inspeccionando cualquier imperfección. Sus ojos me recorrieron de arriba abajo y de aquí a allá. Por un desconcertante momento, pensé ver una secreta sonrisa aprobatoria. -“El cocinar es algo que no se aprende”- Dijo. -“Es innato. Es algo que tienes o no. Como la química. ¿Crees que estas lista para química?”- Yo presioné el cuchillo hasta atravesar el tomate, el cual se dividió en dos y cada mitad rodó sutilmente en la tabla de picar. -“Tú dime. ¿Estoy lista para química?”- Patch hizo un sonido profundo el cual no pude descifrar y luego sonrió.
Luego de cenar, Patch llevó nuestros platos al fregadero. -“Yo los limpio y tú los secas.”- Rebuscando en las gavetas al lado del fregadero, él encontró una toalla y la lanzó juguetonamente hacia mí. -“Estoy lista para hacerte esas preguntas”- Dije. -“Comenzando con la noche en la biblioteca. ¿Me seguiste…?”- Me quedé en blanco. Patch estaba recostado despreocupadamente contra la encimera. Su oscuro cabello se asomaba bajo su gorra de béisbol. Una sonrisa tiraba de sus labios. Mis pensamientos se disolvieron y así como así, un nuevo pensamiento rompió la superficie de mi mente. Quería besarlo. Ahora mismo.
Patch arqueó sus cejas. -“¿Qué?”- -“Eh, nada. Nada de nada. Tu limpias, yo seco.”- ¿Qué pasó para que tratara a Patch como tu peor vicio? Me pregunté. ¿Qué pasó para que ignorara lo malo y me quedara con lo bueno? No nos tomó mucho tiempo en terminar de fregar los platos, y cuando lo hicimos, nos encontramos apretujados en el espacio al lado del fregadero. Patch se movió para quitarme la toalla y nuestros cuerpos se tocaron. Ninguno de los dos se movió, manteniendo el frágil enlace que nos mantenía unidos. Yo me alejé primero. -“¿Asustada?”- Murmuró él. -“No.”- -“Mentirosa.”- Mi pulso se aceleró. -“Tú no me asustas.”- -“¿No?”- Hablé sin pensar. -“Tal vez solo me asusta…”- Me maldije por apenas comenzar la oración. ¿Ahora qué se supone que dijera? No iba a admitirle a Patch que todo sobre él me asustaba. Eso le daría permiso para provocarme más. -“Quizá tenga miedo a… a…”- -“¿Qué yo te guste?”- Aliviada por no tener que terminar mi propia oración, automáticamente respondí -“Sí,”- y me di cuenta muy tarde de lo que había confesado. -“¡Digo, no! Definitivamente no. ¡Eso no era lo que estaba intentando decir!”- Patch rió suavemente. -“La verdad es que parte de mi definitivamente no está cómoda contigo alrededor”- Dije. -“¿Pero?”- Me aferré a la encimera tras de mí. -“Pero al mismo tiempo, siento una aterradora atracción hacia ti.”- Patch sonrió. -“Que creído eres”- Dije, empujándolo con mi mano. Él atrapó mi mano contra su pecho y bajó mi manga hasta mi muñeca, cubriendo mi mano con ella. Así de rápido, hizo lo mismo con la otra manga y sostuvo mi blusa por los puños, dejando mis manos capturadas y mi boca abierta en protesta. Me jaló hasta tenerme cerca y no se detuvo hasta que estuve directamente en frente de él. De repente, él me levantó y me sentó en la encimera. Mi cara estaba al mismo nivel que la suya y me petrificó con una sonrisa oscura y tentadora. Fue entonces cuando me di cuenta que desde hace días, este momento había estado danzando los límites de mis fantasías. -“Quítate lo gorra”- Dije y la palabras se escaparon antes de que pudiera detenerlas. Él la giró, poniendo la visera hacia atrás. Me moví hasta el borde de la encimera y mis piernas colgaban a los lados de él. Algo dentro de mí me decía que me detuviera, pero rechacé la voz hacia los confines de mí mente. Él puso sus manos en la encimera, justo al lado de mis caderas y se acercó inclinando su cabeza hacia un lado. Su olor, el cual era como de tierra mojada, me sobrecogió. Inhalé dos veces. No. Esto no estaba bien. Esto no. Con Patch no. Él era aterrador. De una manera buena, sí. Pero también de una manera negativa. Una muy negativa. -“Deberías irte”- Susurré. -“Definitivamente deberías irte.”- -“¿Ir aquí?”- Su boca estaba en mi hombro. -“¿O aquí?”- Se movió hasta mi cuello. Mi cerebro no podía procesar ni un pensamiento lógico. La boca de Patch estaba moviéndose hacia el norte, hasta mi mandíbula, probando suavemente mi piel… -“Mis piernas se están durmiendo”- Solté. No era del todo una mentira.
Estaba experimentando una sensación de hormigueo por todo mi cuerpo, las piernas incluidas. -“Yo podría resolver eso.”- Las manos de Patch se cerraron sobre mis caderas. De repente mi teléfono sonó, salté al escucharlo y lo saqué fuera de mi bolsillo. -“Hola, cariño”- Mi mamá dijo alegremente. -“¿Te puedo llamar después?”- -“Seguro. ¿Qué pasa?”-
Cerré el celular. -“Tienes que irte”- Le dije a Patch. -“Ahora.”- Él volvió a girar la visera de su gorra. Ahora su boca era lo único que podía ver bajo ella y estaba curveada en una sonrisa pícara. -“No llevas maquillaje.”- -“Debí haberlo olvidado.”- -“Que tengas dulces sueños.”- -“Seguro. No hay problema.”- ¿Qué fue lo que él dijo? -“Sobre la fiesta de mañana en la noche…”- -“Lo pensaré”- Logré decir. Patch guardó en mi bolsillo un pedazo de papel y su contacto envió una sensación de calor abajo en mis piernas. -“Aquí está la dirección. Te estaré buscando. Ven sola.”- Un momento más tarde escuché la puerta frontal cerrarse tras él. Un fiero sonrojo se abrió camino hasta mi cara. Demasiado cerca, pensé. No había nada malo con el fuego… siempre y cuando no te le acercaras demasiado. Algo que tengo que tener en mente. Me recosté de espalda a los gabinetes, respirando entrecortadamente.
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Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Capitulo 10
Fui despertada por el sonido del timbre de mi teléfono. Atrapada en mitad del sueño, puse mi almohada sobre mi cabeza e intenté amortiguar el ruido. Pero el teléfono sonó y sonó. La llamada pasó a mensajes de voz. Cinco segundos después, el timbre comenzó a sonar otra vez. Estiré un brazo sobre el lado de la cama, buscando a tientas hasta que encontré mis jeans y saqué el celular del bolsillo. -“¿Sí?”- Dije entre un gran bostezo y con los ojos cerrados. Al otro lado, alguien estaba respirando con coraje. -“¿Qué pasó contigo? ¿Qué pasó con el algodón dulce? ¡Y mientras me dices eso, qué tal si me dices en dónde estás para poder ir a estrangularte con mis manos!”- Golpeé varias veces mi frente con la palma de mi mano. -“¡Pensé que te habían raptado!”- Siguió Vee -“¡Pensé que te habían secuestrado! ¡Pensé que te habían matado!”- Intenté encontrar el reloj en la oscuridad. Golpeé un marco de foto en la mesa de noche y todos los cuadros que estaban tras ese también se cayeron por el efecto dominó. -“Me retrasé un poco”- Dije -“Para cuando regresé a los videojuegos, ya te habías ido.”- -“¿Retrasada? ¿Qué clase de excusa es ‘retrasada’?”- Los números rojos del reloj se enfocaron. Era un poco después de las dos de la mañana. -“Conduje por una hora en el estacionamiento”- Dijo Vee. -“Elliot caminó todo el parque mostrando la única foto tuya que tengo en mi celular. Intenté llamar a tu celular un billón de veces. Espera. ¿Estás en tu casa? ¿Cómo llegaste a tu casa?”- Me estrujé los ojos. -“Patch.”- -“¿Patch el acosador?”- -“Bueno no tenía muchas opciones ¿o sí?”- Dije directo al grano. -“Tú te fuiste sin mí.”- -“Suenas a la defensiva. Bien a la defensiva. No, no es eso. Suenas agitada… nerviosa… excitada.”- Podía sentir sus ojos ponerse como platos. -“Él te besó ¿verdad?”- Ninguna respuesta. -“¡Lo hizo! ¡Lo sabía! He visto la manera en que él te mira. Sabía que esto iba a pasar. Lo vi desde una milla de distancia.”- No quería pensar en eso. -“¿Cómo fue?”- Presionó Vee. -“¿Un beso melocotón? ¿Un beso ciruela? ¿O fue un beso al-fal-fa?”- -“¿Qué?”- -“¿Fue un besito, las bocas se abrieron, o hubo lengua? Olvídalo. No tienes que contestar eso. Patch no es la clase de muchacho que lidia con preliminares. Allí hubo lengua. Garantizado.”-
Cubrí mi cara con mis manos, escondiéndola tras ellas. Patch probablemente pensó que yo no tenía ningún auto control. Yo me derretí en sus brazos como mantequilla. Justo antes que le dijera que se tenía que ir, estaba bien segura que hice un sonido que era un cruce entre un suspiro de alegría y un gemido de éxtasis. Eso explicaría su arrogante sonrisa. -“¿Podemos hablar de esto después?”- Pregunté, presionando el puente de mi nariz. -“De ninguna manera.”- Suspiré. -“Estoy muerta de cansancio.”- -“No puedo creer que estés pensando en dejarme con el suspenso.”- -“Estoy contando con que lo olvides.”- -“Muy poco probable.”- Traté de imaginar los músculos de mi cuello relajarse, anticipándose al dolor de cabeza que sentía avecinarse. -“¿Todavía está en pie el ir de compras?”- -“Te recogeré a las cuatro.”- -“Pensé que no nos íbamos a reunir hasta las cinco.”- -“Las circunstancias han cambiado. Estaré allí más temprano si es que puedo escaparme de la hora familiar. Mi mamá está teniendo un ataque de nervios. Ella piensa que mis malas calificaciones se deben a su mal trabajo como madre. Aparentemente pasar tiempo juntas es la solución. Deséame suerte.”- Cerré el celular y me hundí en mi cama. Imaginé la sonrisa cínica de Patch y sus brillantes ojos negros. Después de varios minutos dando vueltas en la cama, me rendí en intentar ponerme cómoda. La verdad es que, mientras Patch estuviera en mi mente, la comodidad estaba fuera del tema. Cuando era pequeña, Lionel (el ahijado de Dorothea) rompió uno de los vasos de cristal en la cocina. Él recogió todos los pedazos de cristal excepto uno y me retó a lamerlo. Imaginé que enamorarme de Patch era un poco como lamer un cristal roto. Sabía que era estúpido. Sabía que me iba a cortar. Después de todos estos años, una cosa no había cambiado: todavía seguía siendo atraída por el peligro. De repente me senté derecha en mi cama, alcancé mi celular y encendí la lámpara. La carga de la batería estaba completa. Un inquietante hormigueo recorrió mi espina vertebral. Se supone que mi celular estuviera muerto. ¿Entonces cómo fue que mi mamá y Vee pudieron llamarme? La lluvia caía en grandes cantidades sobre los coloridos toldos de las tiendas junto al muelle y se derramaba en la acera. Las anticuadas lámparas de gas que estaban estancadas en ambos lados de la carretera brillaron con vida. Con nuestros paraguas chocándose, Vee y yo nos apresuramos por la acera hasta estar bajo el toldo de líneas blancas y rosadas de Victoria’s Secret. Cerramos nuestros paraguas al unísono y las colocamos afuera, junto a la entrada. El estruendo de un trueno nos hizo correr hacia la puerta. Sacudí la lluvia de mis zapatos y me estremecí por el frío. Varios difusores de aceite aromático estaban ardiendo sobre un mostrador en el centro de la tienda, rodeándonos de un exótico y potente olor.
Una mujer vestida con pantalones negros y una ajustada camiseta negra, se adelantó hacia nosotras. Ella tenía una cinta medidora enrollada en su cuello y comenzó a mover su mano para tomarla. -“¿Les gustaría que tome sus medidas gratuitamente…?” - -“Aparta esa maldita cinta”- Ordenó Vee. -“Ya sé mi talla. No necesito que me lo recuerden.”- Sonreí a la mujer a manera de disculpas mientras seguía a Vee, quién se dirigía hasta la sección de rebajas que estaba en la parte de atrás. -“Copa D no es algo por lo que deberías estar avergonzada”- Le dije a Vee mientras tomaba un sostén de satín azul y buscaba la etiqueta de precio. -“¿Quién dijo que estoy avergonzada?”- Dijo Vee. -“No estoy avergonzada. ¿Por qué estaría avergonzada? Las únicas chicas de dieciséis años con senos así de grandes como los míos son porque están cubiertos de silicona y todo el mundo lo sabe. ¿Qué razón tendría para estar avergonzada?”- Ella rebuscó en un perchero. -“¿Crees que aquí tengan algún sostén que hagan que mis bebés se vean planos?”- -“Eso se llama sostenes deportivos y tienen un horrible efecto secundario llamado uniteta”- Dije observando un sostén negro de encaje que estaba junto a otros. No debería estar mirando lencería. Naturalmente me hace pensar en cosas sexy. Como besarse. Como Patch. Cerré mis ojos y repetí nuestra noche juntos. La sensación de la mano de Patch en mi cadera, sus labios saboreando mi cuello… Vee me sorprendió fuera de guardia lanzándome un par de bragas con estampado de tigre color turquesa. -“Esto luciría bien en ti”- Dijo. -“Todo lo que necesitas es un trasero como el mío para rellenarlas.”- ¿En qué estaba pensando? Había estado muy cerca de besar a Patch. El mismo Patch que posiblemente ha estado invadiendo mi mente. El mismo Patch que me salvó de precipitarme hacia mi muerte en el Arcángel porque estaba segura de que eso era lo que había pasado, aunque no tenía ninguna explicación lógica. Me pregunto si él de alguna forma detuvo el tiempo y me atrapó durante la caída. Si él era capaz de hablarme a través de la mente, tal vez, solo tal vez, él era capaz de otras cosas. O quizá, pensé con un escalofrío, ya no podía confiar en mi mente. Todavía tenía el pedazo de papel que Patch había metido en mi bolsillo, pero de ninguna manera iba a ir a la fiesta esta noche. Secretamente disfrutaba la atracción entre nosotros, pero el misterio y el miedo lo sobrepasaban. De ahora en adelante iba a sacar a Patch de mi sistema y esta vez lo decía en serio. Iba a ser como una dieta purificadora. El problema era que la única dieta que había hecho, había actuado en mi contra. Una vez intenté pasar un mes entero sin comer chocolate. Ni si quiera un mordisco. Al final de las dos semanas, no pude más y comí más chocolates de los que hubiera comido en tres meses. Esperaba que mi dieta libre de chocolates no presagiara lo que podría pasar si intentaba evitar a Patch. -“¿Qué estás haciendo?”- Pregunté, esta vez atendiendo a Vee.
-“¿Qué parece que estoy haciendo? Estoy despegando de este sostén este sello de rebaja para pegarlo en uno que no esté en rebaja. De esa manera puedo tener sostenes sexy al precio de uno barato.”-
-“No puedes hacer eso. Cuando vayas a pagar, ella va a escanear las barras de código y sabrá lo que estás haciendo.”- -“¿Barras de código? Ellos no escanean las barras de código.”- Ella no sonaba muy segura. -“Lo hacen. Lo juro. Atraviesa mi corazón”- Supuse que mentir era mejor que observar a Vee ser llevada a la cárcel. -“Bueno, parecía una buena idea…”- -“Tienes que comprarte esto”- Le dije a Vee, arrojándole un pedazo de seda y esperando que eso la distrajera. Ella sostuvo en alto la braga. Pequeños cangrejos rojos adornaban la tela. -“Esto es lo más asqueroso que haya visto. Por otro lado, me gusta ese sostén negro que tienes. Creo que deberías comprarlo. Ve y paga, yo seguiré viendo.”- Pagué. Luego, pensando que sería más fácil olvidar a Patch si buscaba algo más benigno, comencé a buscar en la sección de lociones. Estaba oliendo una botella de Dream Angels cuando sentí cerca una presencia familiar. Era como si alguien hubiera arrojado una bola de helado en la parte de atrás de mi blusa. Era la misma sacudida de escalofríos que experimentaba cada vez que Patch llegaba. Vee y yo seguíamos siendo las únicas en la tienda, pero al otro lado de la ventana de cristal, vi una figura encapuchada ocultarse bajo la sombra de un toldo al otro lado de la carretera. Nuevamente agitada, me quedé inmóvil un minuto entero antes de que recobrara la compostura y fuera a buscar a Vee. -“Es hora de irnos”- Le dije. Ella estaba rebuscando en un perchero de batas de dormir. -“Vaya. Mira esto, pijamas de franela con un cincuenta por ciento de descuento. Necesito un par de pijamas de franela.”- Mantuve un ojo pegado a la ventana. -“Creo que me han estado siguiendo.”- Vee levantó la cabeza. -“¿Patch?”- -“No. Mira a través de la calle.”- Vee miró. -“No veo a nadie.”- Tampoco yo. Un auto había pasado, interrumpiendo mi línea de visión. -“Creo que entraron a la tienda.”- -“¿Cómo sabes que te están siguiendo?” - -“Un mal presentimiento.”- -“Se parecían a alguien que conozcamos? Por ejemplo… si era un cruce entre Pippi Longstocking y la Malvada Bruja del Oeste obviamente era Marcie Miller.”- -“No era Marcie”- Dije, todavía mirando a la calle. -“Cuando anoche me fui de los videojuegos para comprar algodón de azúcar, vi que alguien me vigilaba. Creo que es la misma persona que está aquí.”- -“¿Estás hablando en serio? ¿Por qué me dices eso ahora? ¿Quién es?”-
Dirigí la voz a la vendedora. -“¿Esta tienda tiene una puerta trasera?”- Ella estaba ordenando una gaveta y me miró. -“Es solo para empleados.”- -“¿La persona es hombre o mujer?”- Quiso saber Vee. -“No sabría decir.”- -“¿Bueno, por qué crees que te están siguiendo? ¿Qué quieren?”- -“Asustarme.”- Parecía bastante razonable. -“¿Por qué querrían asustarte?”- Quería decir ¿Quién no está intentando asustarme? -“Necesitamos una distracción”- Le dije a Vee. -“Exactamente lo que estaba pensando”- Dijo ella. -“Y sabemos que soy muy buena en eso. Dame tu chaqueta.”- Yo me le quedé mirando. -“De ninguna manera. No sabemos nada sobre esta persona. No voy a permitir que salgas vestida como yo. ¿Qué pasa si están armados?”- -“A veces tu imaginación me asusta”- Dijo Vee. Tenía que admitirlo, la idea de que ellos estuvieran armados y listos para matar era un poco exagerada. Pero con todas las cosas raras que estaban pasando últimamente, no me culpaba por sentirme alarmada y asumiera lo peor. -“Yo saldré primero”- Dijo Vee. -“Si ellos me siguen, tú los sigues. Voy a subir la colina, rumbo al cementerio y luego los vamos a acorralar y les sacaremos algunas respuestas.”- Un minuto después, Vee dejó la tienda llevando puesta mi chaqueta y cogió mi paraguas rojo, sosteniéndolo muy bajo sobre su cabeza. Si descontáramos el hecho de que ella era unas cuantas pulgadas más alta que yo y un par de libras más voluptuosa, se confundía conmigo. Agachada tras un perchero de batas de dormir, observé como la figura encapuchada salía de la tienda al otro lado de la calle y seguía a Vee. Me acerqué sigilosamente hasta la ventana. Aunque la sudadera y los jeans anchos lo hacían lucir andrógeno, la manera de andar era femenina. Definitivamente femenina. Vee y la chica se perdieron de vista en la esquina y yo corrí hasta la puerta. Afuera la lluvia se había convertido en un aguacero. Agarrando el paraguas de Vee, aceleré el paso manteniéndome bajo los toldos, libre de la lluvia. Podía sentir el borde de mis jeans mojarse. Deseé haber tenido botas. Detrás de mi, el muelle se extendía hacia el océano gris. Frente a mi, la línea de tiendas terminaban en la base de una empinada y verde colina y sobre ella se podía ver la verja de hierro del cementerio local. Abrí el Neon, subí la calefacción al máximo y encendí los limpiaparabrisas a toda velocidad. Conduje fuera del estacionamiento y giré hacia la izquierda, acelerando hacia lo alto de la colina. Hacía mucho viento, los árboles del cementerio se mecían y sus ramas parecían como si cobraran vida a través del loco vaivén de los limpiaparabrisas. Las lápidas de mármol blanco eran las únicas que se podían ver a través de la oscuridad. Las lápidas grises se disolvían en la atmósfera. De la nada, un objeto rojo se lanzó contra el parabrisas, obstruyó mi línea de visión y luego voló sobre el auto. Frené en seco y el Neon patinó hasta detenerse a un lado de la carretera.
Abrí la puerta y salí. Corrí hasta la parte de atrás del auto para buscar lo que había golpeado. Hubo un momento de confusión mientras mi mente procesaba lo que estaba viendo. Mi paraguas rojo estaba enredado en la maleza. Estaba roto; un lado estaba colapsado exactamente de la manera que se esperaría si hubiese sido arrojado contra algo, un objeto más duro. Escuché un ahogado sollozo a través de la violenta lluvia. -“¿Vee?”- Dije. Troté por la carretera, protegiendo mis ojos contra la lluvia mientras recorría el paisaje. Más adelante yacía un cuerpo y comencé a correr. -“¡Vee!”- Me dejé caer de rodillas a su lado. Ella estaba acostada de lado, con sus piernas pegadas contra su pecho y luego gimió. -“¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Te puedes mover?”- Eché mi cabeza hacia atrás, pestañeando contra la lluvia. ¡Piensa! Me dije. Mi teléfono celular está en el auto. Tengo que llamar al 911. -“Voy a buscar ayuda”- Le dije a Vee. Ella gimió y se aferró a mi mano. Yo me bajé hasta quedar al nivel de ella y la aferré firmemente. Las lágrimas quemaron tras mis ojos. -“¿Qué pasó? ¿Fue la persona que te siguió? ¿Ellos te hicieron esto? ¿Qué hicieron?”- Vee murmuró algo ininteligible que pudo haber sido “bolso”. Lo cierto era que su bolso no estaba. -“Vas a estar bien.”- Luché por mantener mi voz firme. Tenía un oscuro presentimiento corroyéndome y estaba tratando de mantenerlo a raya. Estaba segura que la persona que me vigilaba en Delphic y la que me siguió hoy en las tiendas era la responsable, pero me culpé por poner a Vee en peligro. Marqué al 911 en mi teléfono y el operador respondió. Tratando de mantener la histeria fuera de mi voz, dije -“Necesito una ambulancia. Mi amiga fue atacada y asaltada.”-
Hola ya se que es mucho que leer pero la novela esta muy buena y solo quiero mostrarles lo que yo tanto aprecio
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Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Fall For You♥
En el capitulo anterior...
Estaba segura que la persona que me vigilaba en Delphic y la que me siguió hoy en las tiendas era la responsable, pero me culpé por poner a Vee en peligro. Marqué al 911 en mi teléfono y el operador respondió. Tratando de mantener la histeria fuera de mi voz, dije -“Necesito una ambulancia. Mi amiga fue atacada y asaltada.”-
Capitulo 11
El lunes lo pasé en las nubes. Fui de clase en clase esperando que sonara la última campana del día. Antes de ir a la escuela llamé al hospital y me dijeron que el brazo izquierdo de Vee fue roto durante el ataque y como el hueso no se había alineado, necesitaba cirugía. Quería verla pero no pude hasta más tarde, cuando la anestesia cedió y los empleados del hospital la movieron hasta su habitación. Era especialmente importante el que yo escuchara su versión del ataque antes de que ella olvidara los detalles o los exagerara. Cualquier cosa que ella recordara podría ayudarme a descubrir quién hizo esto. Mientras las horas se alargaban hasta llegar la tarde, dejé de pensar en Vee y comencé a pensar en la chica afuera del Victoria’s Secret. ¿Quién era ella? ¿Qué quería? Quizá se trataba de una perturbadora casualidad el que Vee fuera atacada minutos después de que viera a la chica seguirla, pero mis instintos no estaban de acuerdo. Deseé poder haber tenido una imagen más clara de cómo era ella. La ancha sudadera, los jeans y la lluvia hicieron un buen trabajo disfrazándola. Por lo poco que sabía, bien pudo haber sido Marcie Millar. Pero muy en mi interior sabía que no podía ser ella. Abrí la puerta de mi casillero para tomar mi libro de biología y luego me dirigí hacia mi última clase. Entré y encontré vacía la silla de Patch. Típicamente, él llevaba al último momento junto con la campana tardía, pero la campana sonó y el entrenador tomó su lugar ante la pizarra y comenzó a leer. Comencé a reflexionar sobre la silla vacía de Patch. En el fondo de mi cabeza, una diminuta voz especulaba que su ausencia podría estar relacionada con el ataque hacia Vee. Era un poco extraño que él estuviera desaparecido en la mañana después y no podía olvidar el escalofrío que sentí momentos antes de mirar a las afueras del Victoria’s Secret y descubriera que estaba siendo vigilada. Todas las otras veces que me había sentido de esa manera, era porque Patch estaba cerca. La voz de la razón extinguió rápidamente la implicación de Patch. Él pudo haberse contagiado de algún resfriado. O se pudo haber quedado sin gasolina de camino a la escuela y estaba varado a millas de distancia. O tal ves había una gran apuesta en el billar de Bo’s Arcade y él pensó que eso era más provechoso que pasar una tarde aprendiendo las complejidades del cuerpo humano. Al final de la clase, el entrenador me detuvo mientras salía por la puerta. -“Espera un minuto, __________.”- Me regresé y subí mi mochila a mi hombro. -“¿Sí?”- Él me ofreció un pedazo de papel doblado. -“La Srta. Greene pasó por aquí antes de la clase y me pidió que te diera esto”- Dijo. Yo acepté el papel. -“¿La Srta. Greene?”- No tenía ninguna maestra con ese apellido. -“La nueva psicóloga estudiantil. Ella acaba de reemplazar al Dr. Hendrickson.”-
Yo desdoblé la hoja y leí el mensaje garabateado. Querida __________, Yo estaré reemplazando al Dr. Hendrickson y seré tu nueva psicóloga escolar. He visto que has faltado a las últimas dos sesiones con el DR. H. Por favor, ven ahora mismo para poder ponernos al día. He enviado una carta a tu madre para informarle del cambio. Todo lo mejor, Srta. Greene -“Gracias”- Le dije al entrenador mientras doblaba la nota hasta volverla lo suficientemente pequeña para caber en mi bolsillo. Afuera en el pasillo seguí a la corriente de personas. Ahora no lo estaba evitando. Tenía que ir. Me abrí camino por los pasillos hasta que pude ver la puerta cerrada de la oficina del Dr. Hendrickson. Como era de esperar, en la puerta había una placa con un nombre nuevo. El latón pulido resplandecía contra la fea puerta de roble: Srta. D. Greene, Psicóloga Escolar. Toqué a la puerta y un momento después se abrió. La Srta. Green tenía una piel pálida y sin defectos. Sus ojos eran azules y tenía una boca exuberante. Su pelo era fino, lacio y rubio; le llegaba más allá de los codos y estaba dividido en la coronilla de su ovalado rostro. Unas gafas puntiagudas color turquesa descansaban en la punta de su nariz y estaba vestida formalmente con una falda a la rodilla gris y ajustada, y una blusa de seda rosa. Su figura era esbelta, pero femenina. Ella parecía ser mayor que yo por no más de cinco años. -“Tú debes ser __________ Grey. Luces igual que en la foto de tu expediente”- Dijo ella, dándome un firme apretón de mano. Su voz era abrupta, pero no ruda. Una voz de negocios. Echándose para atrás, ella me indicó que entrara a la oficina. -“¿Te traigo jugo o agua?”- Preguntó ella. -“¿Qué le pasó al Dr. Hendrickson?”- -“Se retiró antes de tiempo. He estado pendiente a este trabajo desde hace tiempo, así que me lancé en cuanto estuvo abierta la plaza. Fui al Estado de Florida, pero crecí en Portland y mis padres todavía viven allí. Es bueno estar otra vez cerca de la familia.”- Yo contemplé la pequeña oficina. Había cambiado drásticamente desee la última vez que la vi unas cuantas semanas atrás. El librero que cubría la pared ahora estaba lleno de libros académicos de carpeta dura y apariencia genérica; todos encuadernados en colores neutrales y con letras doradas. El Dr. Hendrickson usaba las estanterías para colocar marcos de fotos familiares, pero allí no habían instantáneas de la vida personal de la Srta. Greene. El mismo helecho colgaba en la ventana, pero bajo el cuidado del Dr. Hendrickson, había sido más marrón que verde. Unos cuantos días con la Srta. Greene y ya parecía coqueto y vivo. Había una silla de estampado rosa al otro lado del escritorio y varias cajas estaban amontonadas en la esquina más lejana.
-“El viernes fue mi primer día”- Explicó ella al ver que mis ojos caían sobre las cajas. ---“Todavía estoy desempacando. Siéntate.”- Bajé mi mochila hasta mi brazo y me senté en la silla estampada. Nada en ese pequeño cuarto me daban claves de la personalidad de la Srta. Greene. En su escritorio tenía una pila de expedientes -no muy ordenados, pero tampoco muy desordenados- y una taza blanca con lo que parecía té. No había rastros de perfume ni de refrescadores de aire. El monitor de su computadora estaba negro. La Srta. Greene se inclinó sobre un archivero detrás de su escritorio y sacó una carpeta manila. Con un marcador negro escribió mi nombre en la lengüeta y lo puso en su escritorio, junto a mi expediente viejo, el cual tenía varias manchas de la taza de café del Dr. Henrickson. “Pasé todo el fin de semana leyendo los expedientes del Dr. Henrickson,” ella dijo. “Aquí entre nos, su letra me da migraña, así que estoy copiando todos su expedientes. Me sorprendí al ver que él no usaba una computadora para escribir sus apuntes. ¿Quién escribe grandes textos a mano en esta época?” Ella se acomodó en su silla giratoria, cruzando sus piernas y sonriéndome cortésmente. -“Bueno ¿por qué no me cuentas un poco sobre la historia de tus sesiones con el Dr. Henrickson? A penas pude descifrar sus apuntes. Parece que ustedes dos estaban discutiendo cómo te sentías acerca del nuevo empleo de tu mamá.”- -“No es tan nuevo. Ha estado trabajando allí por un año.”- -“Ella solía ser ama de casa ¿correcto? Y luego de que tu papá murió, ella tomó un empleo a tiempo completo.”- Ella se quedó mirando una hoja de papel que había en mi expediente. -“Ella trabaja para una compañía de subastas ¿cierto? Parece que coordina subastas estatales por toda la costa.”- Ella me observó por encima de sus gafas. -“Eso debe requerir mucho tiempo lejos de casa.”- -“Nos quisimos quedar en nuestra granja”- Dije con una voz que casi sonaba a la defensiva. -“No hubiésemos podido pagar la hipoteca si ella hubiese tomado un empleo local.”- No es que yo amara mis sesiones con el Dr. Henrickson, pero me encontré guardándole rencor por haberse retirado y por haberme abandonado con la Srta. Greene. Estaba comenzando a sentir algo sobre ella. Parecía atenta a detalles. Podía sentir como se moría de ganas por meterse en cada esquina oscura de mi vida. -“Sí, pero tú debes sentirte muy solitaria estando sola en esa granja”- -“Tenemos una ama de llaves que se queda conmigo todas las tardes hasta las nueve o diez de la noche.”- -“Pero una ama de llaves no es lo mismo que una mamá.”- Yo miré a la puerta. Ni siquiera intenté ser discreta. -“¿Tienes una mejor amiga? ¿Un novio? ¿Alguien con quién hablar cuando tu ama de llaves no… está disponible?”- Ella echó una bolsita de té en la taza y luego la levantó para beber de ella. -“Tengo una mejor amiga.”- Me propuse decir lo menos posible. Mientras menos dijera, más corta sería la sesión. Mientras más corta la sesión, más pronto podría visitar a Vee.
Sus cejas se arquearon. -“¿Novio?”- -“No.”- -“Eres una chica atractiva. Me imagino que alguien del sexo opuesto debe tener algún interés en ti.”- -“Este es el asunto”- Dije lo más paciente posible. -“De verdad aprecio que estés tratando de ayudarme, pero hace un año tuve exactamente esta misma conversación con el Dr. Henrickson cuando mi papá murió. Es como regresar en el tiempo y revivirlo todo otra vez. Sí, fue trágico y horrible y aún sigo lidiando con eso todos los días, pero lo que en realidad necesito es seguir adelante.”- El reloj en la pared hizo tic tac entre nosotras. -“Bueno”- Dijo finalmente la Srta. Greene, forzando una sonrisa. -“Me ayuda mucho conocer tu punto de vista, __________. Lo cual era lo que estaba tratando de entender. Escribiré sobre tus sentimientos en tu expediente. ¿Hay alguna otra cosa de la que quieras hablar?”- -“No.”- Sonreí para confirmar que, de verdad, estaba bien. Ella hojeó unas cuantas páginas más de mi expediente. No tenía idea de qué observaciones el Dr. Henrickson habrá inmortalizado allí, y no quería esperar lo suficiente para saberlo. Levanté mi mochila del suelo y me moví hasta el borde de la silla. -“No es que quiera acortar esto, pero tengo que estar en otro lugar a las cuatro.”- -“¿Ah sí?”- No tenía ningún deseo de contarle a la Srta. Greene sobre el ataque a Vee. -“Tengo que buscar información en la biblioteca”- Mentí. -“¿Para qué clase?”- Dije la primera respuesta que me vino a la mente. -“Biología.”- -“Hablando de clases ¿cómo te va en ellas? ¿Algún problema en esa área?”- -“No.”- Ella pasó unas cuantas páginas más de mi expediente. -“Excelentes calificaciones”- Observó ella. -“Dice aquí que eres tutora de tu compañero de biología, Patch Cipriano.”- Ella me miró, aparentemente queriendo mi confirmación. Estaba sorprendida de que mi tarea como tutora era lo suficientemente importante para que llegara hasta el expediente del psicólogo escolar. -“Hasta ahora no hemos podido reunirnos. Conflicto de horarios.”- Me encogí de hombros como queriendo decir, qué se le puede hacer. Ella le dio golpecitos a mi expediente, luego recogió todas las hojas sueltas y las guardó en el nuevo expediente que había identificado a mano. -“Para darte una advertencia justa, voy a hablar con el Sr. McConaughy para establecer ciertos parámetros en tus sesiones de tutoría. Me gustaría que todas las reuniones se hagan aquí en la escuela, bajo la supervisión directa de un maestro o cualquier otro miembro de la facultad. No quiero que le des tutorías a Patch fuera de la propiedad escolar. Especialmente no quiero que ustedes dos se reúnan a solas.”-
Un escalofrío recorrió mi piel. -“¿Por qué? ¿Qué pasa?”- -“No puedo discutirlo.”- La única razón que se me ocurría para explicar el por qué ella no me quería sola con Patch era que él era peligroso. Mi pasado podría asustarte, él me había dicho en la plataforma de desembarque del Arcángel. -“Gracias por su tiempo. No te retrasaré más”- Dijo la Srta. Greene. Ella caminó a grandes pasos hasta la puerta, la mantuvo abierta con su delgada cadera y se despidió con una sonrisa que pareció mecánica. Llamé al hospital después de dejar la oficina de la Srta. Greene. La cirugía de Vee había terminado, pero ella seguía en la habitación de recuperación y no podía tener visitas hasta las siete de la noche. Consulté el reloj de mi teléfono. Tres horas. Encontré el Fiat en el estacionamiento de estudiantes y me metí en él esperando que pasar una tarde haciendo mis tareas en la biblioteca haría que la espera fuera más corta. Me quedé en la biblioteca toda la tarde y antes de que me diera cuenta, el reloj en la pared había pasado calladamente al anochecer. Mi estómago rugió contra el silencio de la biblioteca y mis pensamientos fueron hacia la máquina expendedora que estaba en la entrada. Lo último de mi tarea podía esperar hasta más tarde, pero aún quedaba un proyecto que requería la ayuda de los recursos de la biblioteca. En casa tenía una anticuada computadora IBM con conexión de Internet dial-up y normalmente evitaba bastantes gritos y tirones de cabello innecesarios utilizando el laboratorio de computadoras de la librería. A las nueve de la noche tenía que entregar una reseña de Othello al editor del eZin y me había propuesto ir a comer tan pronto lo terminara. Guardando todas mis pertenencias, caminé hasta los elevadores. Ya adentro, presioné el botón para cerrar las puertas, pero no presioné el número del piso de inmediato. Saqué mi celular y llamé otra vez al hospital. -“Hola”- Le dije a la enfermera que contestó. -“Mi amiga esta en recuperación por una cirugía y cuando verifiqué temprano en la tarde, me dijeron que saldría de recuperación esta noche. Su nombre es Vee Sky.”- Hubo una pausa en donde solo se escuchaba el clic del teclado de la computadora. -“Parece que dentro de una hora la van a llevar a un cuarto privado.”- -“¿Cuándo termina las horas de visita?”- -“A las ocho.”- -“Gracias.”- Me desconecté, presioné el botón del tercer piso y comencé a ascender. En el tercer piso, seguí los letreros hacia la sección de colecciones esperando que si leía varias reseñas de teatro en el periódico local, iluminaría mi musa. -“Disculpe”- Le dije a la bibliotecaria detrás del escritorio de colecciones. -“Intento encontrar copias de crónicas o el Portland Press Herald del año pasado. Particularmente la sección de teatro.”- -“No tenemos cosas tan recientes en la sección de colecciones”- Dijo ella -“Pero si buscas online, creo que el Portland Press Herald tiene archivos en su página. Sigue directo por el pasillo que esta tras de ti y verás a tu izquierda el laboratorio de computadoras.”- Dentro del laboratorio firmé para usar una computadora. Estaba a punto de sumergirme en mi tarea cuando una idea se me cruzó. No podía creer que no se me hubiera ocurrido antes. Luego de confirmar que nadie estaba mirando sobre mi hombro, busqué “Patch Cipriano” en Google. Tal vez encontraría algún artículo que arrojara luz sobre su pasado. Tal vez tenía un blog. Fruncí el ceño al ver los resultados de mi búsqueda. Nada. Ningún Facebook, ningún MySpace, ningún blog. Era como si él no existiera. -“¿Cuál es tu historia, Patch?”- Murmuré. -“¿Quién eres realmente?”- Media hora después había leído varias reseñas y mis ojos estaban vidriosos. Extendí mi búsqueda online a todos los periódicos en Maine. Un enlace al periódico de la Preparatoria Kinghorn llamó mi atención y pasaron unos segundos antes de que reconociera el nombre. Elliot se había transferido de la Preparatoria Kinghorn. Por puro capricho, decidí leerlo. Si la escuela era tan elite como Elliot decía, probablemente tendría un periódico respetable. Pinché el enlace, busqué en la página de archivo y al azar escogí febrero 10 de este año. Luego de un momento tuve un encabezado. ESTUDIANTE INTERROGADO POR ASESINATO EN LA PREPARATORIA KINGHORN Moví mi silla para acercarme más, atraída por la idea de leer algo más emocionante que las reseñas de teatro. El estudiante de dieciséis años de edad que asiste a la Preparatoria Kinghorn y fue interrogado por la policía en relación a lo que ha sido bautizado como “El Colgado de Kinghorn”, ha sido liberado sin ningún cargo. Después de que el cuerpo de Kjirsten Halverson, de dieciocho años de edad, fuera encontrado colgado de un árbol del campus de la Preparatoria Kinghorn, la policía interrogó al estudiante de segundo curso Elliot Saunders, quién fue visto con la víctima en la noche de su muerte. Mi mente procesaba la información lentamente. ¿Elliot fue interrogado como parte de una investigación de asesinato? Halverson trabajaba como mesera en Blind Joe’s. La policía confirmó que Halverson y Saunders fueron vistos caminando juntos en el campus, tarde en la noche del sábado. El cuerpo de Halverson fue descubierto en la mañana del domingo y Saunders fue liberado en la tarde del lunes luego de que una nota suicida fuera encontrada en el apartamento de Halverson. -“¿Encontraste algo interesante?”- Salté al escuchar la voz de Elliot detrás de mí. Me giré y lo encontré recostado del marco de la puerta. Sus ojos estaban estrechos y su boca parecía una línea recta. Algo frío me recorrió, como un sonrojo, pero al revés. Moví mi silla un poco a la derecha, intentando ponerme frente al monitor de la computadora. -“Estoy… Estoy terminando mi tarea. ¿Y tú? ¿Qué estas haciendo? No te escuché venir. ¿Desde cuándo estas ahí parado?”- Mi voz se escuchaba por todo el lugar. Elliot se alejó del marco y entró al laboratorio. Sin mirar, busqué a tientas el botón de apagar. Dije -“Estoy intentando inspirarme para una reseña de teatro que se supone debo entregar a mi editor más tarde en la noche.”- Todavía seguía hablando demasiado rápido. ¿Dónde estaba el botón? Elliot observó alrededor mío. -“¿Reseñas de teatro?”- Mis dedos rozaron un botón y escuché el monitor ponerse negro. -“Lo siento, ¿qué dijiste que estabas haciendo?”- -“Estaba pasando por aquí cuando te vi. ¿Pasa algo? Pareces… nerviosa.”- -“Ah, es un bajón de azúcar.”- Puse mis papeles y mis libros en una pila y los metí dentro de mi mochila. -“No he comido desde el almuerzo.”- Elliot agarró una silla y la rodó hasta estar junto a mí. El se sentó con el espaldar de la silla frente a él y se acercó más, invadiendo mi espacio personal. -“Tal ves te pueda ayudar con la reseña.”- Yo me alejé. -“Vaya. Eso es de verdad muy amable de tu parte, pero lo voy a dejar por ahora. Necesito comer algo. Es buen momento para un descanso.”- -“Déjame comprarte comida”- Dijo él. -“¿No hay un restaurante a la vuelta de la esquina?”- -“Gracias, pero mi mamá me estará esperando. Estuvo fuera del pueblo toda la semana y regresa hoy.”- Me paré y traté de pasarle, pero él sacó su celular y me detuvo con él en el ombligo. -“Llámala.”- Yo miré el teléfono y pensé en una excusa. -“No me permiten salir en noches de escuela.”- -“Se le llama mentir, __________. Dile que tu tarea te tomó más tiempo del que pensabas. Dile que necesitas otra hora en la biblioteca. Ella no sabrá la diferencia.”- La voz de Elliot había cobrado un tono que nunca antes había escuchado. Sus ojos verdes me abofetearon con una frialdad recién descubierta y su boca se veía más delgada. -“A mi mamá no le gusta que ande con chicos que no conoce”- Dije. Elliot sonrió, pero no era una sonrisa cálida. -“Ambos sabemos que no te preocupan mucho las reglas de tu mamá porque la noche del sábado estuviste conmigo en Delphic.”- Tenía mi mochila colgada de un hombro y estaba agarrando el mango. Ni dije nada. Pasé a Elliot y salí rápidamente del laboratorio, dándome cuenta de que si él encendía el monitor, vería el artículo. Pero no había nada que pudiera hacer ahora. A mitad de camino hacia el escritorio de colecciones, me atreví a mirar sobre mi hombro.
La pared de cristal del laboratorio mostraba que estaba vacío. Elliot no se veía por ninguna parte. Regresé a la computadora, manteniéndome en guardia en caso de que él apareciera. Encendí el monitor; el artículo de la investigación del asesinato aún seguía allí. Envié una copia a la impresora más cercana, la guardé dentro de mi carpeta, cerré la ventana de internet y me apresuré a salir.
En el capitulo anterior...
Estaba segura que la persona que me vigilaba en Delphic y la que me siguió hoy en las tiendas era la responsable, pero me culpé por poner a Vee en peligro. Marqué al 911 en mi teléfono y el operador respondió. Tratando de mantener la histeria fuera de mi voz, dije -“Necesito una ambulancia. Mi amiga fue atacada y asaltada.”-
Capitulo 11
El lunes lo pasé en las nubes. Fui de clase en clase esperando que sonara la última campana del día. Antes de ir a la escuela llamé al hospital y me dijeron que el brazo izquierdo de Vee fue roto durante el ataque y como el hueso no se había alineado, necesitaba cirugía. Quería verla pero no pude hasta más tarde, cuando la anestesia cedió y los empleados del hospital la movieron hasta su habitación. Era especialmente importante el que yo escuchara su versión del ataque antes de que ella olvidara los detalles o los exagerara. Cualquier cosa que ella recordara podría ayudarme a descubrir quién hizo esto. Mientras las horas se alargaban hasta llegar la tarde, dejé de pensar en Vee y comencé a pensar en la chica afuera del Victoria’s Secret. ¿Quién era ella? ¿Qué quería? Quizá se trataba de una perturbadora casualidad el que Vee fuera atacada minutos después de que viera a la chica seguirla, pero mis instintos no estaban de acuerdo. Deseé poder haber tenido una imagen más clara de cómo era ella. La ancha sudadera, los jeans y la lluvia hicieron un buen trabajo disfrazándola. Por lo poco que sabía, bien pudo haber sido Marcie Millar. Pero muy en mi interior sabía que no podía ser ella. Abrí la puerta de mi casillero para tomar mi libro de biología y luego me dirigí hacia mi última clase. Entré y encontré vacía la silla de Patch. Típicamente, él llevaba al último momento junto con la campana tardía, pero la campana sonó y el entrenador tomó su lugar ante la pizarra y comenzó a leer. Comencé a reflexionar sobre la silla vacía de Patch. En el fondo de mi cabeza, una diminuta voz especulaba que su ausencia podría estar relacionada con el ataque hacia Vee. Era un poco extraño que él estuviera desaparecido en la mañana después y no podía olvidar el escalofrío que sentí momentos antes de mirar a las afueras del Victoria’s Secret y descubriera que estaba siendo vigilada. Todas las otras veces que me había sentido de esa manera, era porque Patch estaba cerca. La voz de la razón extinguió rápidamente la implicación de Patch. Él pudo haberse contagiado de algún resfriado. O se pudo haber quedado sin gasolina de camino a la escuela y estaba varado a millas de distancia. O tal ves había una gran apuesta en el billar de Bo’s Arcade y él pensó que eso era más provechoso que pasar una tarde aprendiendo las complejidades del cuerpo humano. Al final de la clase, el entrenador me detuvo mientras salía por la puerta. -“Espera un minuto, __________.”- Me regresé y subí mi mochila a mi hombro. -“¿Sí?”- Él me ofreció un pedazo de papel doblado. -“La Srta. Greene pasó por aquí antes de la clase y me pidió que te diera esto”- Dijo. Yo acepté el papel. -“¿La Srta. Greene?”- No tenía ninguna maestra con ese apellido. -“La nueva psicóloga estudiantil. Ella acaba de reemplazar al Dr. Hendrickson.”-
Yo desdoblé la hoja y leí el mensaje garabateado. Querida __________, Yo estaré reemplazando al Dr. Hendrickson y seré tu nueva psicóloga escolar. He visto que has faltado a las últimas dos sesiones con el DR. H. Por favor, ven ahora mismo para poder ponernos al día. He enviado una carta a tu madre para informarle del cambio. Todo lo mejor, Srta. Greene -“Gracias”- Le dije al entrenador mientras doblaba la nota hasta volverla lo suficientemente pequeña para caber en mi bolsillo. Afuera en el pasillo seguí a la corriente de personas. Ahora no lo estaba evitando. Tenía que ir. Me abrí camino por los pasillos hasta que pude ver la puerta cerrada de la oficina del Dr. Hendrickson. Como era de esperar, en la puerta había una placa con un nombre nuevo. El latón pulido resplandecía contra la fea puerta de roble: Srta. D. Greene, Psicóloga Escolar. Toqué a la puerta y un momento después se abrió. La Srta. Green tenía una piel pálida y sin defectos. Sus ojos eran azules y tenía una boca exuberante. Su pelo era fino, lacio y rubio; le llegaba más allá de los codos y estaba dividido en la coronilla de su ovalado rostro. Unas gafas puntiagudas color turquesa descansaban en la punta de su nariz y estaba vestida formalmente con una falda a la rodilla gris y ajustada, y una blusa de seda rosa. Su figura era esbelta, pero femenina. Ella parecía ser mayor que yo por no más de cinco años. -“Tú debes ser __________ Grey. Luces igual que en la foto de tu expediente”- Dijo ella, dándome un firme apretón de mano. Su voz era abrupta, pero no ruda. Una voz de negocios. Echándose para atrás, ella me indicó que entrara a la oficina. -“¿Te traigo jugo o agua?”- Preguntó ella. -“¿Qué le pasó al Dr. Hendrickson?”- -“Se retiró antes de tiempo. He estado pendiente a este trabajo desde hace tiempo, así que me lancé en cuanto estuvo abierta la plaza. Fui al Estado de Florida, pero crecí en Portland y mis padres todavía viven allí. Es bueno estar otra vez cerca de la familia.”- Yo contemplé la pequeña oficina. Había cambiado drásticamente desee la última vez que la vi unas cuantas semanas atrás. El librero que cubría la pared ahora estaba lleno de libros académicos de carpeta dura y apariencia genérica; todos encuadernados en colores neutrales y con letras doradas. El Dr. Hendrickson usaba las estanterías para colocar marcos de fotos familiares, pero allí no habían instantáneas de la vida personal de la Srta. Greene. El mismo helecho colgaba en la ventana, pero bajo el cuidado del Dr. Hendrickson, había sido más marrón que verde. Unos cuantos días con la Srta. Greene y ya parecía coqueto y vivo. Había una silla de estampado rosa al otro lado del escritorio y varias cajas estaban amontonadas en la esquina más lejana.
-“El viernes fue mi primer día”- Explicó ella al ver que mis ojos caían sobre las cajas. ---“Todavía estoy desempacando. Siéntate.”- Bajé mi mochila hasta mi brazo y me senté en la silla estampada. Nada en ese pequeño cuarto me daban claves de la personalidad de la Srta. Greene. En su escritorio tenía una pila de expedientes -no muy ordenados, pero tampoco muy desordenados- y una taza blanca con lo que parecía té. No había rastros de perfume ni de refrescadores de aire. El monitor de su computadora estaba negro. La Srta. Greene se inclinó sobre un archivero detrás de su escritorio y sacó una carpeta manila. Con un marcador negro escribió mi nombre en la lengüeta y lo puso en su escritorio, junto a mi expediente viejo, el cual tenía varias manchas de la taza de café del Dr. Henrickson. “Pasé todo el fin de semana leyendo los expedientes del Dr. Henrickson,” ella dijo. “Aquí entre nos, su letra me da migraña, así que estoy copiando todos su expedientes. Me sorprendí al ver que él no usaba una computadora para escribir sus apuntes. ¿Quién escribe grandes textos a mano en esta época?” Ella se acomodó en su silla giratoria, cruzando sus piernas y sonriéndome cortésmente. -“Bueno ¿por qué no me cuentas un poco sobre la historia de tus sesiones con el Dr. Henrickson? A penas pude descifrar sus apuntes. Parece que ustedes dos estaban discutiendo cómo te sentías acerca del nuevo empleo de tu mamá.”- -“No es tan nuevo. Ha estado trabajando allí por un año.”- -“Ella solía ser ama de casa ¿correcto? Y luego de que tu papá murió, ella tomó un empleo a tiempo completo.”- Ella se quedó mirando una hoja de papel que había en mi expediente. -“Ella trabaja para una compañía de subastas ¿cierto? Parece que coordina subastas estatales por toda la costa.”- Ella me observó por encima de sus gafas. -“Eso debe requerir mucho tiempo lejos de casa.”- -“Nos quisimos quedar en nuestra granja”- Dije con una voz que casi sonaba a la defensiva. -“No hubiésemos podido pagar la hipoteca si ella hubiese tomado un empleo local.”- No es que yo amara mis sesiones con el Dr. Henrickson, pero me encontré guardándole rencor por haberse retirado y por haberme abandonado con la Srta. Greene. Estaba comenzando a sentir algo sobre ella. Parecía atenta a detalles. Podía sentir como se moría de ganas por meterse en cada esquina oscura de mi vida. -“Sí, pero tú debes sentirte muy solitaria estando sola en esa granja”- -“Tenemos una ama de llaves que se queda conmigo todas las tardes hasta las nueve o diez de la noche.”- -“Pero una ama de llaves no es lo mismo que una mamá.”- Yo miré a la puerta. Ni siquiera intenté ser discreta. -“¿Tienes una mejor amiga? ¿Un novio? ¿Alguien con quién hablar cuando tu ama de llaves no… está disponible?”- Ella echó una bolsita de té en la taza y luego la levantó para beber de ella. -“Tengo una mejor amiga.”- Me propuse decir lo menos posible. Mientras menos dijera, más corta sería la sesión. Mientras más corta la sesión, más pronto podría visitar a Vee.
Sus cejas se arquearon. -“¿Novio?”- -“No.”- -“Eres una chica atractiva. Me imagino que alguien del sexo opuesto debe tener algún interés en ti.”- -“Este es el asunto”- Dije lo más paciente posible. -“De verdad aprecio que estés tratando de ayudarme, pero hace un año tuve exactamente esta misma conversación con el Dr. Henrickson cuando mi papá murió. Es como regresar en el tiempo y revivirlo todo otra vez. Sí, fue trágico y horrible y aún sigo lidiando con eso todos los días, pero lo que en realidad necesito es seguir adelante.”- El reloj en la pared hizo tic tac entre nosotras. -“Bueno”- Dijo finalmente la Srta. Greene, forzando una sonrisa. -“Me ayuda mucho conocer tu punto de vista, __________. Lo cual era lo que estaba tratando de entender. Escribiré sobre tus sentimientos en tu expediente. ¿Hay alguna otra cosa de la que quieras hablar?”- -“No.”- Sonreí para confirmar que, de verdad, estaba bien. Ella hojeó unas cuantas páginas más de mi expediente. No tenía idea de qué observaciones el Dr. Henrickson habrá inmortalizado allí, y no quería esperar lo suficiente para saberlo. Levanté mi mochila del suelo y me moví hasta el borde de la silla. -“No es que quiera acortar esto, pero tengo que estar en otro lugar a las cuatro.”- -“¿Ah sí?”- No tenía ningún deseo de contarle a la Srta. Greene sobre el ataque a Vee. -“Tengo que buscar información en la biblioteca”- Mentí. -“¿Para qué clase?”- Dije la primera respuesta que me vino a la mente. -“Biología.”- -“Hablando de clases ¿cómo te va en ellas? ¿Algún problema en esa área?”- -“No.”- Ella pasó unas cuantas páginas más de mi expediente. -“Excelentes calificaciones”- Observó ella. -“Dice aquí que eres tutora de tu compañero de biología, Patch Cipriano.”- Ella me miró, aparentemente queriendo mi confirmación. Estaba sorprendida de que mi tarea como tutora era lo suficientemente importante para que llegara hasta el expediente del psicólogo escolar. -“Hasta ahora no hemos podido reunirnos. Conflicto de horarios.”- Me encogí de hombros como queriendo decir, qué se le puede hacer. Ella le dio golpecitos a mi expediente, luego recogió todas las hojas sueltas y las guardó en el nuevo expediente que había identificado a mano. -“Para darte una advertencia justa, voy a hablar con el Sr. McConaughy para establecer ciertos parámetros en tus sesiones de tutoría. Me gustaría que todas las reuniones se hagan aquí en la escuela, bajo la supervisión directa de un maestro o cualquier otro miembro de la facultad. No quiero que le des tutorías a Patch fuera de la propiedad escolar. Especialmente no quiero que ustedes dos se reúnan a solas.”-
Un escalofrío recorrió mi piel. -“¿Por qué? ¿Qué pasa?”- -“No puedo discutirlo.”- La única razón que se me ocurría para explicar el por qué ella no me quería sola con Patch era que él era peligroso. Mi pasado podría asustarte, él me había dicho en la plataforma de desembarque del Arcángel. -“Gracias por su tiempo. No te retrasaré más”- Dijo la Srta. Greene. Ella caminó a grandes pasos hasta la puerta, la mantuvo abierta con su delgada cadera y se despidió con una sonrisa que pareció mecánica. Llamé al hospital después de dejar la oficina de la Srta. Greene. La cirugía de Vee había terminado, pero ella seguía en la habitación de recuperación y no podía tener visitas hasta las siete de la noche. Consulté el reloj de mi teléfono. Tres horas. Encontré el Fiat en el estacionamiento de estudiantes y me metí en él esperando que pasar una tarde haciendo mis tareas en la biblioteca haría que la espera fuera más corta. Me quedé en la biblioteca toda la tarde y antes de que me diera cuenta, el reloj en la pared había pasado calladamente al anochecer. Mi estómago rugió contra el silencio de la biblioteca y mis pensamientos fueron hacia la máquina expendedora que estaba en la entrada. Lo último de mi tarea podía esperar hasta más tarde, pero aún quedaba un proyecto que requería la ayuda de los recursos de la biblioteca. En casa tenía una anticuada computadora IBM con conexión de Internet dial-up y normalmente evitaba bastantes gritos y tirones de cabello innecesarios utilizando el laboratorio de computadoras de la librería. A las nueve de la noche tenía que entregar una reseña de Othello al editor del eZin y me había propuesto ir a comer tan pronto lo terminara. Guardando todas mis pertenencias, caminé hasta los elevadores. Ya adentro, presioné el botón para cerrar las puertas, pero no presioné el número del piso de inmediato. Saqué mi celular y llamé otra vez al hospital. -“Hola”- Le dije a la enfermera que contestó. -“Mi amiga esta en recuperación por una cirugía y cuando verifiqué temprano en la tarde, me dijeron que saldría de recuperación esta noche. Su nombre es Vee Sky.”- Hubo una pausa en donde solo se escuchaba el clic del teclado de la computadora. -“Parece que dentro de una hora la van a llevar a un cuarto privado.”- -“¿Cuándo termina las horas de visita?”- -“A las ocho.”- -“Gracias.”- Me desconecté, presioné el botón del tercer piso y comencé a ascender. En el tercer piso, seguí los letreros hacia la sección de colecciones esperando que si leía varias reseñas de teatro en el periódico local, iluminaría mi musa. -“Disculpe”- Le dije a la bibliotecaria detrás del escritorio de colecciones. -“Intento encontrar copias de crónicas o el Portland Press Herald del año pasado. Particularmente la sección de teatro.”- -“No tenemos cosas tan recientes en la sección de colecciones”- Dijo ella -“Pero si buscas online, creo que el Portland Press Herald tiene archivos en su página. Sigue directo por el pasillo que esta tras de ti y verás a tu izquierda el laboratorio de computadoras.”- Dentro del laboratorio firmé para usar una computadora. Estaba a punto de sumergirme en mi tarea cuando una idea se me cruzó. No podía creer que no se me hubiera ocurrido antes. Luego de confirmar que nadie estaba mirando sobre mi hombro, busqué “Patch Cipriano” en Google. Tal vez encontraría algún artículo que arrojara luz sobre su pasado. Tal vez tenía un blog. Fruncí el ceño al ver los resultados de mi búsqueda. Nada. Ningún Facebook, ningún MySpace, ningún blog. Era como si él no existiera. -“¿Cuál es tu historia, Patch?”- Murmuré. -“¿Quién eres realmente?”- Media hora después había leído varias reseñas y mis ojos estaban vidriosos. Extendí mi búsqueda online a todos los periódicos en Maine. Un enlace al periódico de la Preparatoria Kinghorn llamó mi atención y pasaron unos segundos antes de que reconociera el nombre. Elliot se había transferido de la Preparatoria Kinghorn. Por puro capricho, decidí leerlo. Si la escuela era tan elite como Elliot decía, probablemente tendría un periódico respetable. Pinché el enlace, busqué en la página de archivo y al azar escogí febrero 10 de este año. Luego de un momento tuve un encabezado. ESTUDIANTE INTERROGADO POR ASESINATO EN LA PREPARATORIA KINGHORN Moví mi silla para acercarme más, atraída por la idea de leer algo más emocionante que las reseñas de teatro. El estudiante de dieciséis años de edad que asiste a la Preparatoria Kinghorn y fue interrogado por la policía en relación a lo que ha sido bautizado como “El Colgado de Kinghorn”, ha sido liberado sin ningún cargo. Después de que el cuerpo de Kjirsten Halverson, de dieciocho años de edad, fuera encontrado colgado de un árbol del campus de la Preparatoria Kinghorn, la policía interrogó al estudiante de segundo curso Elliot Saunders, quién fue visto con la víctima en la noche de su muerte. Mi mente procesaba la información lentamente. ¿Elliot fue interrogado como parte de una investigación de asesinato? Halverson trabajaba como mesera en Blind Joe’s. La policía confirmó que Halverson y Saunders fueron vistos caminando juntos en el campus, tarde en la noche del sábado. El cuerpo de Halverson fue descubierto en la mañana del domingo y Saunders fue liberado en la tarde del lunes luego de que una nota suicida fuera encontrada en el apartamento de Halverson. -“¿Encontraste algo interesante?”- Salté al escuchar la voz de Elliot detrás de mí. Me giré y lo encontré recostado del marco de la puerta. Sus ojos estaban estrechos y su boca parecía una línea recta. Algo frío me recorrió, como un sonrojo, pero al revés. Moví mi silla un poco a la derecha, intentando ponerme frente al monitor de la computadora. -“Estoy… Estoy terminando mi tarea. ¿Y tú? ¿Qué estas haciendo? No te escuché venir. ¿Desde cuándo estas ahí parado?”- Mi voz se escuchaba por todo el lugar. Elliot se alejó del marco y entró al laboratorio. Sin mirar, busqué a tientas el botón de apagar. Dije -“Estoy intentando inspirarme para una reseña de teatro que se supone debo entregar a mi editor más tarde en la noche.”- Todavía seguía hablando demasiado rápido. ¿Dónde estaba el botón? Elliot observó alrededor mío. -“¿Reseñas de teatro?”- Mis dedos rozaron un botón y escuché el monitor ponerse negro. -“Lo siento, ¿qué dijiste que estabas haciendo?”- -“Estaba pasando por aquí cuando te vi. ¿Pasa algo? Pareces… nerviosa.”- -“Ah, es un bajón de azúcar.”- Puse mis papeles y mis libros en una pila y los metí dentro de mi mochila. -“No he comido desde el almuerzo.”- Elliot agarró una silla y la rodó hasta estar junto a mí. El se sentó con el espaldar de la silla frente a él y se acercó más, invadiendo mi espacio personal. -“Tal ves te pueda ayudar con la reseña.”- Yo me alejé. -“Vaya. Eso es de verdad muy amable de tu parte, pero lo voy a dejar por ahora. Necesito comer algo. Es buen momento para un descanso.”- -“Déjame comprarte comida”- Dijo él. -“¿No hay un restaurante a la vuelta de la esquina?”- -“Gracias, pero mi mamá me estará esperando. Estuvo fuera del pueblo toda la semana y regresa hoy.”- Me paré y traté de pasarle, pero él sacó su celular y me detuvo con él en el ombligo. -“Llámala.”- Yo miré el teléfono y pensé en una excusa. -“No me permiten salir en noches de escuela.”- -“Se le llama mentir, __________. Dile que tu tarea te tomó más tiempo del que pensabas. Dile que necesitas otra hora en la biblioteca. Ella no sabrá la diferencia.”- La voz de Elliot había cobrado un tono que nunca antes había escuchado. Sus ojos verdes me abofetearon con una frialdad recién descubierta y su boca se veía más delgada. -“A mi mamá no le gusta que ande con chicos que no conoce”- Dije. Elliot sonrió, pero no era una sonrisa cálida. -“Ambos sabemos que no te preocupan mucho las reglas de tu mamá porque la noche del sábado estuviste conmigo en Delphic.”- Tenía mi mochila colgada de un hombro y estaba agarrando el mango. Ni dije nada. Pasé a Elliot y salí rápidamente del laboratorio, dándome cuenta de que si él encendía el monitor, vería el artículo. Pero no había nada que pudiera hacer ahora. A mitad de camino hacia el escritorio de colecciones, me atreví a mirar sobre mi hombro.
La pared de cristal del laboratorio mostraba que estaba vacío. Elliot no se veía por ninguna parte. Regresé a la computadora, manteniéndome en guardia en caso de que él apareciera. Encendí el monitor; el artículo de la investigación del asesinato aún seguía allí. Envié una copia a la impresora más cercana, la guardé dentro de mi carpeta, cerré la ventana de internet y me apresuré a salir.
SkyAdwoot
Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Fall For You♥
En el capítulo anterior...
La pared de cristal del laboratorio mostraba que estaba vacío. Elliot no se veía por ninguna parte. Regresé a la computadora, manteniéndome en guardia en caso de que él apareciera. Encendí el monitor; el artículo de la investigación del asesinato aún seguía allí. Envié una copia a la impresora más cercana, la guardé dentro de mi carpeta, cerré la ventana de internet y me apresuré a salir.
Capítulo 12
Mi teléfono celular zumbó en mi bolsillo y después de confirmar que ninguna bibliotecaria me estaba mirando de mala manera, contesté. -“¿Mamá?”- -“Buenas noticias”- Dijo ella. -“La subasta terminó antes. Estoy de camino una hora antes de lo planeado y llegaré a casa pronto. ¿Dónde estás?”- -“¡Hola! No te esperaba hasta más tarde. Justo ahora me estoy yendo de la biblioteca. ¿Cómo estuvo Nueva York?”- -“El norte de Nueva York estuvo… largo.”- Ella rió, pero sonaba agotada. -“Si esperas cuarenta y cinco minutos, te puedo llevar a casa. Estoy en la I-95, justo afuera de Portsmouth.”- Busqué alrededor un reloj. Antes de ir a casa quería ir al hospital para ver a Vee. -“El asunto es que”- Le dije a mi mamá. -“Necesito visitar a Vee. ¿Está bien si nos reunimos en casa? No voy a tardar mucho… lo prometo.”- -“Por supuesto.”- Detecté un poco de decepción. -“¿Hay noticias nuevas? Esta mañana recibí tu mensaje acerca de su cirugía.”- -“Ya le hicieron la cirugía y en cualquier momento la estarán llevando a un cuarto.”- -“__________.”- Escuché que su voz se inflamaba con emoción. -“Estoy tan feliz de que no hubieras sido tú. No podría vivir conmigo misma si algo te hubiera pasado. Especialmente desde que tu padre…”- Ella rompió en silencio. -“Nada más estoy muy feliz de que ambas estemos a salvo. Dile hola a Vee de mi parte. Te veo pronto. Besos y abrazos.”- -“Te amo, mamá.”- El Centro Médico Regional de Coldwater es una estructura de tres pisos construidos en ladrillo y con una acera techada que lleva hacia la entrada principal. Pasé por la puerta giratoria de cristal y me detuve en el escritorio principal para preguntar sobre Vee. Me dijeron que hacía media hora que la habían movido a un cuarto y que las horas de visitas terminaban en quince minutos. Localicé los elevadores y presioné el botón que me elevaría al siguiente piso. Cuando llegué a la habitación 207, empujé la puerta. -“¿Vee?”- Aparté un ramillete de globos que estaban tras de mí, atravesé el pequeño vestíbulo y encontré a Vee reclinada en la cama, con su brazo izquierdo enyesado y colgado sobre su cuerpo. -“¡Hola!”- Dije cuando vi que estaba despierta. Vee dejó escapar un lujurioso suspiro. -“Amo a las drogas. De verdad. Son fantásticas. Mucho mejor que un capuchino de Enzo. Oye, eso rimó. Enzo Capuchino. Es una señal. Estoy destinada a ser poeta. ¿Quieres escuchar otro poema? Soy buena improvisando.”- -“Eh…”- Una enfermera entró calladamente y empezó a hacer ajustes alrededor de la VI de Vee. --“¿Te sientes bien?”- Le preguntó a Vee.
-“Olvida lo de ser poeta”- Dijo Vee. -“Estoy destinada a ser una comediante. Toc, toc.”- -“¿Qué?”- La enfermera entornó los ojos. -“¿Quién es?”- -“Garra”- Dijo Vee. -“¿Garra qué?”- -“¡Agarra tu toalla que nos vamos a la playa!”- -“Quizá necesite menos analgésicos”- Le dije a la enfermera. -“Demasiado tarde. Le acabo de dar otra dosis. Espera a que la veas dentro de diez minutos.”- Ella salió por la puerta. -“¿Y?”- Le pregunté a Vee. -“¿Cuál es el veredicto?”- -“¿El veredicto? Mi doctor es un culo-mantecoso. Así de cerca me recuerda a un Umpa-Lumpa. No me mires así. La última vez que vino, fue al Funky Chicken y siempre está comiendo chocolate. La mayoría de las veces son animales cubiertos de chocolate. ¿Conoces esos conejitos de chocolate que venden en pascua? Eso es lo que el Umpa-Lumpa cenó y un pato de chocolate en el almuerzo con un malvavisco amarillo como acompañante.”- -“Me refiero al veredicto…”- Señalé a la parafernalia médica que la adornaba. -“Ah. Un brazo roto, una concusión y varios cortes, rasguños y moretones. Gracias a mis reflejos rápidos, salté fuera del camino antes de que pudiera sufrir peores daños. Cuando se trata de reflejos, soy como un gato. Soy Gatúbela. Soy invulnerable. La única razón de que él pudiera hacerme daño fue por la lluvia. A los gatos no les gusta el agua. Nos afecta. Es nuestra kriptonita.”- -“Lo siento tanto”- Le dije a Vee con sinceridad. -“Debería ser yo la que estuviera en la cama del hospital.”- -“¿Y coger todas las drogas? Ah-ah. De ninguna manera.”- -“¿La policía ha encontrado alguna pista?”- Pregunté. -“Nada, zilch, zero.”- -“¿Ningún testigo?”- -“Estábamos en un cementerio en medio de un aguacero”- Señaló Vee. -“La mayoría de la gente normal estaba bajo techo.”- Ella tenía razón. La mayoría de la gente normal estaba bajo techo. Por supuesto Vee y yo habíamos estado afuera… junto con la chica misteriosa que siguió a Vee cuando salió del Victoria’s Secret. -“¿Cómo pasó?”- Pregunté. -“Estaba caminando al cementerio como habíamos planeado, cuando de la nada escuché pasos que se acercaban desde atrás”- Explicó Vee. -“Ahí fue cuando miré hacia atrás y todo fue demasiado rápido. Hubo un flash de una pistola y él arremetiendo contra mí. Como le dije a los policías, mi cerebro no estaba exactamente transmitiendo ‘coge una ID visual’. Era más como ‘¡Santos espectáculos fenomenales, estoy a punto de que me aparruchen!’ Él gruñó, me golpeó tres o cuatro veces con la pistola, agarró mi bolso y corrió.”-
Estaba más confundida que nunca. -“Espera. ¿Era un chico? ¿Viste su cara?”- -“Por supuesto que era un chico. Él tenía ojos oscuros… ojos color carbón. Pero es todo lo que vi. Él llevaba puesta una máscara de esquiar.”- Cuando mencionó la máscara de esquiar, mi corazón comenzó a latir rápidamente. Era el mismo chico que saltó frente al Neón, estaba segura de eso. No lo había imaginado. Vee era la prueba. Recordé la manera en que desapareció toda la evidencia del choque. Quizá tampoco había imaginado esa parte. Este chico, sea quien fuera, era real y estaba ahí afuera. Pero, si no había imaginado los daños al Neón ¿Qué pasó en realidad esa noche? ¿Mi vista o mi memoria fueron de alguna manera… alterada? Después de un momento, un montón de preguntas secundarias corrieron a mi mente. ¿Qué quería él esta vez? ¿Tenía él alguna conexión con la chica que estaba a fuera del Victoria’s Secret? ¿Sabía él que yo estaba de compras en el muelle? Llevar puesta una máscara constituía un plan avanzado, así que él debió haber sabido de antemano dónde yo iba a estar. Y él no quería que yo reconociera su rostro. -“¿A quién le dijiste que íbamos a ir de compras?”- Le pregunté a Vee de repente. Ella puso una almohada detrás de su cuello, intentando estar más cómoda. -“Mi mamá.”- -“¿Eso es todo? ¿A nadie más?”- -“Tal vez se lo mencioné a Elliot.”- Mi sangre pareció detenerse súbitamente. -“¿Le dijiste a Elliot?”- -“¿Por qué tanto escándalo?”- -“Hay algo que necesito decirte”- Dije discretamente. -“¿Recuerdas la noche que conduje el Neón hasta casa y choqué con un venado?”- -“¿Sí?”- Ella dijo, frunciendo el ceño. -“No fue un venado. Fue un chico. Un chico con una máscara de esquiar.”- -“No manches”- Ella susurró. -“¿Me estás diciendo que mi ataque no fue al azar? ¿Me estás diciendo que este chico quiere algo de mí? No, espera. El quiere algo de ti. Yo llevaba puesta tu chaqueta. Él pensó que yo era tú.”- Todo mi cuerpo se sintió pesado. Luego de un momento de silencio, ella dijo -“¿Estás segura que no le dijiste a Patch que íbamos a ir de compras? Porque ahora pensando, creo que el chico tenía la complexión de Patch. Alto. Delgado. Fuerte. Sexy, sin contar la parte del ataque.”- -“Los ojos de Patch no son color carbón. Son negros”- Señalé. Pero estaba incómodamente consciente de que yo sí le había mencionado a Patch que íbamos a ir de compras al muelle. Vee levantó un hombro indecisamente. -“Tal vez sus ojos eran negros. No recuerdo. Todo pasó muy rápido. Puedo ser específica con la pistola,” ella dijo amablemente. “Estaba apuntando directamente a mí.”- Mentalmente moví un par de piezas del rompecabezas. Si Patch atacó a Vee, él debió haberla visto salir de la tienda llevando puesta mi chaqueta y pensó que era yo. Cuando se dio cuenta que había seguido a la chica equivocada, golpeó a Vee con la pistola por coraje y desapareció. El único problema era que no podía imaginar a Patch siendo tan brutal con Vee. No era su estilo. Además, se supone que él iba estar toda la noche en una fiesta en la costa. -“¿Tu atacante se parecía en algo a Elliot?”- Pregunté. Observé a Vee absorber la pregunta. La droga que le habían administrado parecía que la estaban haciendo pensar más lento y prácticamente podía escuchar a los engranajes de su cerebro entrar en acción. -“Él era como veinte libras más delgado y cuatro pulgadas más alto que Elliot.”- -“Todo esto es culpa mía”- Dije. -“Nunca debí haber dejado que salieras de la tienda llevando puesta mi chaqueta.”- -“Sé que no quieres escuchar esto”- Dijo Vee, luciendo como si estuviera luchando contra un bostezo inducido por los analgésicos. -“Pero mientras más lo pienso más similitudes veo entre Patch y mi atacante. La misma complexión. Caminaba igual y tenía piernas largas. Qué pena que su expediente escolar estuviera vacío. Necesitamos una dirección. Necesitamos investigar su vecindario. Necesitamos encontrar a una abuelita crédula a quién podamos convencer de poner una webcam en su ventana y apuntar a la casa de él. Porque hay algo en Patch que no está bien.”- -“¿De verdad crees que Patch te pudo haber hecho esto?”- Pregunté todavía sin haberme convencido. Vee se mordió el labio. -“Yo creo que él está ocultando algo. Algo grande.”- Yo no iba a discutir eso. Vee se acomodó en su cama. -“Siento hormigueo en todo mi cuerpo. Me siento toda bien.”- -“No tenemos una dirección”- Dije -“Pero si sabemos en dónde trabaja.”- -“¿Estas pensando lo que yo estoy pensando?”- Preguntó Vee con sus ojos resplandeciendo brevemente a través de la sedación química. -“Basado en experiencias anteriores, espero que no.”- -“La verdad es que debemos pulir nuestras destrezas detectivescas”- Dijo Vee. -“Úsalas o déjalas, eso fue lo que el entrenador dijo. Debemos descubrir más sobre el pasado de Patch. Oye, apuesto a que si lo documentamos, el entrenador hasta nos dará créditos extras.”- Completamente dudable puesto que, si Vee estaba envuelta, la tarea detectivesca probablemente tomaría un giro ilegal. Sin mencionar que este trabajo detectivesco en particular no tenía nada que ver con biología. Ni siquiera remotamente. La leve sonrisa que Vee me había causado se borró. Con todo y lo divertido que era ver las cosas de una manera jocosa, yo estaba asustada. El chico de la máscara estaba ahí afuera planeando su próximo ataque. Tenía sentido que tal vez Patch sabía lo que estaba pasando. El chico de la máscara había saltado frente al Neón el día después de que Patch se había vuelto mi compañero de biología. Tal vez no era una coincidencia. Justo en ese momento la enferma asomó su cabeza por la puerta. -“Son las ocho”- Me dijo ella, dando golpecitos a su reloj. -“Las horas de visitas terminaron.”- -“Salgo en seguida”- Dije.
Tan pronto sus pasos se perdieron por el pasillo, cerré la puerta del cuarto de Vee. Quería privacidad antes de decirle lo de la investigación de asesinato en donde estaba envuelto Elliot. No obstante, cuando regresé a la cama de Vee, era aparente que su medicación había tocado fondo. -“Aquí viene”- Dijo ella con una expresión de puro éxtasis. -“El torrente de droga… en cualquier momento… la oleada de calor… adiós, Sr. Dolor…”- -“Vee…”- -“Toc, toc.”- -“Esto de verdad es importante.”- -“Toc, toc.”- -“Es sobre Elliot.”- -“Toc, toooooooc”- dijo con una voz cantarina. Yo suspiré. -“¿Quién es?”- -“Madre.”- -“¿Madre qué?”- -“¡Madre mía, alguien está llorando y no soy yo!”- Ella rompió a reír histéricamente. Comprendiendo que no tenía caso intentar hablar del tema, dije -“Llámame mañana si te dan de alta.”- Abrí el cierre de mi mochila. -“Antes de que se me olvide, te traje tu tarea. ¿Dónde quieres que la ponga?”- Ella señaló al bote de basura. -“Allí estará bien.”- *** Detuve el Fiat en el garaje y guardé las llaves en el bolsillo. De camino a casa el cielo carecía de estrellas y obviamente una liviana lluvia comenzó a caer. Jalé la puerta del garaje, llevándola hasta el suelo y asegurándola. Fui a la cocina. En algún lugar del segundo piso había una luz encendida y momento después mi mamá bajó las escaleras corriendo y arrojó sus brazos alrededor mío. Mi mamá tiene pelo oscuro, ondulado y tiene ojos verdes. Ella es una pulgada más baja que yo, pero tenemos la misma estructura ósea. Ella siempre huele a Love de Ralph Lauren. -“Estoy tan feliz de que estés a salvo”- Dijo, apretándome con fuerza. Más o menos, pensé.
En el capítulo anterior...
La pared de cristal del laboratorio mostraba que estaba vacío. Elliot no se veía por ninguna parte. Regresé a la computadora, manteniéndome en guardia en caso de que él apareciera. Encendí el monitor; el artículo de la investigación del asesinato aún seguía allí. Envié una copia a la impresora más cercana, la guardé dentro de mi carpeta, cerré la ventana de internet y me apresuré a salir.
Capítulo 12
Mi teléfono celular zumbó en mi bolsillo y después de confirmar que ninguna bibliotecaria me estaba mirando de mala manera, contesté. -“¿Mamá?”- -“Buenas noticias”- Dijo ella. -“La subasta terminó antes. Estoy de camino una hora antes de lo planeado y llegaré a casa pronto. ¿Dónde estás?”- -“¡Hola! No te esperaba hasta más tarde. Justo ahora me estoy yendo de la biblioteca. ¿Cómo estuvo Nueva York?”- -“El norte de Nueva York estuvo… largo.”- Ella rió, pero sonaba agotada. -“Si esperas cuarenta y cinco minutos, te puedo llevar a casa. Estoy en la I-95, justo afuera de Portsmouth.”- Busqué alrededor un reloj. Antes de ir a casa quería ir al hospital para ver a Vee. -“El asunto es que”- Le dije a mi mamá. -“Necesito visitar a Vee. ¿Está bien si nos reunimos en casa? No voy a tardar mucho… lo prometo.”- -“Por supuesto.”- Detecté un poco de decepción. -“¿Hay noticias nuevas? Esta mañana recibí tu mensaje acerca de su cirugía.”- -“Ya le hicieron la cirugía y en cualquier momento la estarán llevando a un cuarto.”- -“__________.”- Escuché que su voz se inflamaba con emoción. -“Estoy tan feliz de que no hubieras sido tú. No podría vivir conmigo misma si algo te hubiera pasado. Especialmente desde que tu padre…”- Ella rompió en silencio. -“Nada más estoy muy feliz de que ambas estemos a salvo. Dile hola a Vee de mi parte. Te veo pronto. Besos y abrazos.”- -“Te amo, mamá.”- El Centro Médico Regional de Coldwater es una estructura de tres pisos construidos en ladrillo y con una acera techada que lleva hacia la entrada principal. Pasé por la puerta giratoria de cristal y me detuve en el escritorio principal para preguntar sobre Vee. Me dijeron que hacía media hora que la habían movido a un cuarto y que las horas de visitas terminaban en quince minutos. Localicé los elevadores y presioné el botón que me elevaría al siguiente piso. Cuando llegué a la habitación 207, empujé la puerta. -“¿Vee?”- Aparté un ramillete de globos que estaban tras de mí, atravesé el pequeño vestíbulo y encontré a Vee reclinada en la cama, con su brazo izquierdo enyesado y colgado sobre su cuerpo. -“¡Hola!”- Dije cuando vi que estaba despierta. Vee dejó escapar un lujurioso suspiro. -“Amo a las drogas. De verdad. Son fantásticas. Mucho mejor que un capuchino de Enzo. Oye, eso rimó. Enzo Capuchino. Es una señal. Estoy destinada a ser poeta. ¿Quieres escuchar otro poema? Soy buena improvisando.”- -“Eh…”- Una enfermera entró calladamente y empezó a hacer ajustes alrededor de la VI de Vee. --“¿Te sientes bien?”- Le preguntó a Vee.
-“Olvida lo de ser poeta”- Dijo Vee. -“Estoy destinada a ser una comediante. Toc, toc.”- -“¿Qué?”- La enfermera entornó los ojos. -“¿Quién es?”- -“Garra”- Dijo Vee. -“¿Garra qué?”- -“¡Agarra tu toalla que nos vamos a la playa!”- -“Quizá necesite menos analgésicos”- Le dije a la enfermera. -“Demasiado tarde. Le acabo de dar otra dosis. Espera a que la veas dentro de diez minutos.”- Ella salió por la puerta. -“¿Y?”- Le pregunté a Vee. -“¿Cuál es el veredicto?”- -“¿El veredicto? Mi doctor es un culo-mantecoso. Así de cerca me recuerda a un Umpa-Lumpa. No me mires así. La última vez que vino, fue al Funky Chicken y siempre está comiendo chocolate. La mayoría de las veces son animales cubiertos de chocolate. ¿Conoces esos conejitos de chocolate que venden en pascua? Eso es lo que el Umpa-Lumpa cenó y un pato de chocolate en el almuerzo con un malvavisco amarillo como acompañante.”- -“Me refiero al veredicto…”- Señalé a la parafernalia médica que la adornaba. -“Ah. Un brazo roto, una concusión y varios cortes, rasguños y moretones. Gracias a mis reflejos rápidos, salté fuera del camino antes de que pudiera sufrir peores daños. Cuando se trata de reflejos, soy como un gato. Soy Gatúbela. Soy invulnerable. La única razón de que él pudiera hacerme daño fue por la lluvia. A los gatos no les gusta el agua. Nos afecta. Es nuestra kriptonita.”- -“Lo siento tanto”- Le dije a Vee con sinceridad. -“Debería ser yo la que estuviera en la cama del hospital.”- -“¿Y coger todas las drogas? Ah-ah. De ninguna manera.”- -“¿La policía ha encontrado alguna pista?”- Pregunté. -“Nada, zilch, zero.”- -“¿Ningún testigo?”- -“Estábamos en un cementerio en medio de un aguacero”- Señaló Vee. -“La mayoría de la gente normal estaba bajo techo.”- Ella tenía razón. La mayoría de la gente normal estaba bajo techo. Por supuesto Vee y yo habíamos estado afuera… junto con la chica misteriosa que siguió a Vee cuando salió del Victoria’s Secret. -“¿Cómo pasó?”- Pregunté. -“Estaba caminando al cementerio como habíamos planeado, cuando de la nada escuché pasos que se acercaban desde atrás”- Explicó Vee. -“Ahí fue cuando miré hacia atrás y todo fue demasiado rápido. Hubo un flash de una pistola y él arremetiendo contra mí. Como le dije a los policías, mi cerebro no estaba exactamente transmitiendo ‘coge una ID visual’. Era más como ‘¡Santos espectáculos fenomenales, estoy a punto de que me aparruchen!’ Él gruñó, me golpeó tres o cuatro veces con la pistola, agarró mi bolso y corrió.”-
Estaba más confundida que nunca. -“Espera. ¿Era un chico? ¿Viste su cara?”- -“Por supuesto que era un chico. Él tenía ojos oscuros… ojos color carbón. Pero es todo lo que vi. Él llevaba puesta una máscara de esquiar.”- Cuando mencionó la máscara de esquiar, mi corazón comenzó a latir rápidamente. Era el mismo chico que saltó frente al Neón, estaba segura de eso. No lo había imaginado. Vee era la prueba. Recordé la manera en que desapareció toda la evidencia del choque. Quizá tampoco había imaginado esa parte. Este chico, sea quien fuera, era real y estaba ahí afuera. Pero, si no había imaginado los daños al Neón ¿Qué pasó en realidad esa noche? ¿Mi vista o mi memoria fueron de alguna manera… alterada? Después de un momento, un montón de preguntas secundarias corrieron a mi mente. ¿Qué quería él esta vez? ¿Tenía él alguna conexión con la chica que estaba a fuera del Victoria’s Secret? ¿Sabía él que yo estaba de compras en el muelle? Llevar puesta una máscara constituía un plan avanzado, así que él debió haber sabido de antemano dónde yo iba a estar. Y él no quería que yo reconociera su rostro. -“¿A quién le dijiste que íbamos a ir de compras?”- Le pregunté a Vee de repente. Ella puso una almohada detrás de su cuello, intentando estar más cómoda. -“Mi mamá.”- -“¿Eso es todo? ¿A nadie más?”- -“Tal vez se lo mencioné a Elliot.”- Mi sangre pareció detenerse súbitamente. -“¿Le dijiste a Elliot?”- -“¿Por qué tanto escándalo?”- -“Hay algo que necesito decirte”- Dije discretamente. -“¿Recuerdas la noche que conduje el Neón hasta casa y choqué con un venado?”- -“¿Sí?”- Ella dijo, frunciendo el ceño. -“No fue un venado. Fue un chico. Un chico con una máscara de esquiar.”- -“No manches”- Ella susurró. -“¿Me estás diciendo que mi ataque no fue al azar? ¿Me estás diciendo que este chico quiere algo de mí? No, espera. El quiere algo de ti. Yo llevaba puesta tu chaqueta. Él pensó que yo era tú.”- Todo mi cuerpo se sintió pesado. Luego de un momento de silencio, ella dijo -“¿Estás segura que no le dijiste a Patch que íbamos a ir de compras? Porque ahora pensando, creo que el chico tenía la complexión de Patch. Alto. Delgado. Fuerte. Sexy, sin contar la parte del ataque.”- -“Los ojos de Patch no son color carbón. Son negros”- Señalé. Pero estaba incómodamente consciente de que yo sí le había mencionado a Patch que íbamos a ir de compras al muelle. Vee levantó un hombro indecisamente. -“Tal vez sus ojos eran negros. No recuerdo. Todo pasó muy rápido. Puedo ser específica con la pistola,” ella dijo amablemente. “Estaba apuntando directamente a mí.”- Mentalmente moví un par de piezas del rompecabezas. Si Patch atacó a Vee, él debió haberla visto salir de la tienda llevando puesta mi chaqueta y pensó que era yo. Cuando se dio cuenta que había seguido a la chica equivocada, golpeó a Vee con la pistola por coraje y desapareció. El único problema era que no podía imaginar a Patch siendo tan brutal con Vee. No era su estilo. Además, se supone que él iba estar toda la noche en una fiesta en la costa. -“¿Tu atacante se parecía en algo a Elliot?”- Pregunté. Observé a Vee absorber la pregunta. La droga que le habían administrado parecía que la estaban haciendo pensar más lento y prácticamente podía escuchar a los engranajes de su cerebro entrar en acción. -“Él era como veinte libras más delgado y cuatro pulgadas más alto que Elliot.”- -“Todo esto es culpa mía”- Dije. -“Nunca debí haber dejado que salieras de la tienda llevando puesta mi chaqueta.”- -“Sé que no quieres escuchar esto”- Dijo Vee, luciendo como si estuviera luchando contra un bostezo inducido por los analgésicos. -“Pero mientras más lo pienso más similitudes veo entre Patch y mi atacante. La misma complexión. Caminaba igual y tenía piernas largas. Qué pena que su expediente escolar estuviera vacío. Necesitamos una dirección. Necesitamos investigar su vecindario. Necesitamos encontrar a una abuelita crédula a quién podamos convencer de poner una webcam en su ventana y apuntar a la casa de él. Porque hay algo en Patch que no está bien.”- -“¿De verdad crees que Patch te pudo haber hecho esto?”- Pregunté todavía sin haberme convencido. Vee se mordió el labio. -“Yo creo que él está ocultando algo. Algo grande.”- Yo no iba a discutir eso. Vee se acomodó en su cama. -“Siento hormigueo en todo mi cuerpo. Me siento toda bien.”- -“No tenemos una dirección”- Dije -“Pero si sabemos en dónde trabaja.”- -“¿Estas pensando lo que yo estoy pensando?”- Preguntó Vee con sus ojos resplandeciendo brevemente a través de la sedación química. -“Basado en experiencias anteriores, espero que no.”- -“La verdad es que debemos pulir nuestras destrezas detectivescas”- Dijo Vee. -“Úsalas o déjalas, eso fue lo que el entrenador dijo. Debemos descubrir más sobre el pasado de Patch. Oye, apuesto a que si lo documentamos, el entrenador hasta nos dará créditos extras.”- Completamente dudable puesto que, si Vee estaba envuelta, la tarea detectivesca probablemente tomaría un giro ilegal. Sin mencionar que este trabajo detectivesco en particular no tenía nada que ver con biología. Ni siquiera remotamente. La leve sonrisa que Vee me había causado se borró. Con todo y lo divertido que era ver las cosas de una manera jocosa, yo estaba asustada. El chico de la máscara estaba ahí afuera planeando su próximo ataque. Tenía sentido que tal vez Patch sabía lo que estaba pasando. El chico de la máscara había saltado frente al Neón el día después de que Patch se había vuelto mi compañero de biología. Tal vez no era una coincidencia. Justo en ese momento la enferma asomó su cabeza por la puerta. -“Son las ocho”- Me dijo ella, dando golpecitos a su reloj. -“Las horas de visitas terminaron.”- -“Salgo en seguida”- Dije.
Tan pronto sus pasos se perdieron por el pasillo, cerré la puerta del cuarto de Vee. Quería privacidad antes de decirle lo de la investigación de asesinato en donde estaba envuelto Elliot. No obstante, cuando regresé a la cama de Vee, era aparente que su medicación había tocado fondo. -“Aquí viene”- Dijo ella con una expresión de puro éxtasis. -“El torrente de droga… en cualquier momento… la oleada de calor… adiós, Sr. Dolor…”- -“Vee…”- -“Toc, toc.”- -“Esto de verdad es importante.”- -“Toc, toc.”- -“Es sobre Elliot.”- -“Toc, toooooooc”- dijo con una voz cantarina. Yo suspiré. -“¿Quién es?”- -“Madre.”- -“¿Madre qué?”- -“¡Madre mía, alguien está llorando y no soy yo!”- Ella rompió a reír histéricamente. Comprendiendo que no tenía caso intentar hablar del tema, dije -“Llámame mañana si te dan de alta.”- Abrí el cierre de mi mochila. -“Antes de que se me olvide, te traje tu tarea. ¿Dónde quieres que la ponga?”- Ella señaló al bote de basura. -“Allí estará bien.”- *** Detuve el Fiat en el garaje y guardé las llaves en el bolsillo. De camino a casa el cielo carecía de estrellas y obviamente una liviana lluvia comenzó a caer. Jalé la puerta del garaje, llevándola hasta el suelo y asegurándola. Fui a la cocina. En algún lugar del segundo piso había una luz encendida y momento después mi mamá bajó las escaleras corriendo y arrojó sus brazos alrededor mío. Mi mamá tiene pelo oscuro, ondulado y tiene ojos verdes. Ella es una pulgada más baja que yo, pero tenemos la misma estructura ósea. Ella siempre huele a Love de Ralph Lauren. -“Estoy tan feliz de que estés a salvo”- Dijo, apretándome con fuerza. Más o menos, pensé.
SkyAdwoot
Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Fall For You ♥
En el capitulo anterior...
. En algún lugar del segundo piso había una luz encendida y momento después mi mamá bajó las escaleras corriendo y arrojó sus brazos alrededor mío. Mi mamá tiene pelo oscuro, ondulado y tiene ojos verdes. Ella es una pulgada más baja que yo, pero tenemos la misma estructura ósea. Ella siempre huele a Love de Ralph Lauren. -“Estoy tan feliz de que estés a salvo”- Dijo, apretándome con fuerza. Más o menos, pensé.
Capítulo 13
La noche siguiente a las siete la entrada al estacionamiento estaba repleta. Después de casi una hora de rogar, Vee y yo habíamos convencido a sus padres que necesitábamos celebrar su primera noche fuera del hospital con chiles rellenos y cócteles de fresas frescas. Al menos, eso es lo que estábamos exigiendo. Pero teníamos una segunda intención. Aparqué el Neón en un espacio apretado del estacionamiento y apagué el motor. - Ew. - Dijo Vee cuando le pasé las llaves y mis dedos rozaron los suyos - ¿Crees que puedes sudar un poco más? - Estoy nerviosa. - ¿En serio?, no tenía ni idea. - Inadvertidamente miré la puerta - Sé lo que estás pensando. - Dijo Vee apretando sus labios - Y la respuesta es no. No de ninguna manera. - No sabes lo que estoy pensando. - Dije. Vee apretó mi brazo. - Seguro como la mierda que no. - No iba a correr. - Dije - No yo. - Mentirosa. El martes era la noche libre de Patch, y Vee me metió en mi cabeza que ése sería el momento perfecto para el interrogatorio de su compañera. Me visualicé encaminándome hacia el bar, dándole al camarero una coqueta mirada a lo Marcie Millar, y luego dirigiéndome sin problemas al asunto de Patch. Necesitaba la dirección de su casa. Necesitaba alguna detención previa. Necesitaba saber si él tenía alguna conexión con el chico de la máscara de esquí, sin importar lo insignificante que fuera. Necesitaba averiguar por qué el chico de la máscara de esquí y la chica misteriosa estaban en mi vida. Eché un vistazo dentro de mi bolso, verificando –doble para asegurarme que la lista de preguntas del interrogatorio que había preparado estaba todavía conmigo. Un lado de la lista contenía las preguntas sobre la vida personal de Patch. El otro lado tenía información descarada. Por si acaso. - Whoa, Whoa, Whoa. - Dijo Vee - ¿Qué es eso? - Nada. - Dije doblando la lista. Vee trató de agarrar la lista, pero fui más rápida y la metí en mi bolso antes de que ella pudiera cogerla. - Regla número uno. - Dijo Vee - No hay tal cosa como notas para coquetear. - Hay una excepción a toda regla.
- ¡Y tú no la eres! Agarró dos bolsas plásticas de 7-eleven¹ del asiento trasero y giró saliendo del coche. Tan pronto como salí, ella utilizó su brazo bueno para lanzar las bolsas por encima del capote del Neón hacia mí.
- ¿Qué es esto? - Pregunté cogiendo las bolsas. Las manijas estaban atadas y no podía ver dentro, pero la base inconfundible de un maldito tacón de punta amenazó con salir a través del plástico. - Son casi ocho y medio. - Dijo Vee - Cuero de tiburón. Es más fácil encajar en el papel cuando pareces formar parte. - No puedo caminar con tacones altos. - Lo bueno es que no son altos, entonces. - Parecen altos. - Dije ojeando el tacón de punta saliente. - Casi cinco pulgadas. Dejan de llamarse “altos” antes de cuatro. Maravilloso. Si no me rompo el cuello, podría llegar a humillarme mientras le sonsaco los secretos de mi compañero Patch. - Éste es el trato. - Dijo Vee mientras andábamos por la acera de las puertas delanteras - Soy invitada por un par de personas. Cuantos más mejor, ¿bien? - ¿Quién? - Pregunté sintiendo los profundos retorcijones de que algo andaba mal en la boca de mi estómago. - Jules y Elliot. Antes de que tuviera tiempo para decirle a Vee exactamente lo malo que pensé que era esta idea, ella dijo: - Momento de la verdad. Me he estado viendo un poco con Jules. A escondidas. - ¿Qué? - Deberías ver su casa. Bruce Wayne no puede competir. O sus padres son traficantes de drogas en América del Sur o vienen realmente de una familia adinerada. Y dado que no los he conocido aún, no podría decir cuál. Estaba perpleja como para hablar. Mi boca se abrió y se cerró, pero nada salió. - ¿Cuándo pasó esto? - Finalmente pude preguntar. - Justamente casi después de aquella fatídica mañana en Enzo’s. - ¿Fatídica? Vee, no tenías idea... - Espero que hayan llegado primero y hayan reservado una mesa. - Dijo Vee estirando su cuello mientras ojeaba a la muchedumbre amontonada alrededor de las puertas - No quiero esperar. Estoy seriamente a dos cortos minutos de morir de hambre. Agarré a Vee por su codo bueno, empujándola a un lado. - Hay algo que necesito decirte... - Lo sé, lo sé. - Dijo ella - Crees que hay una pequeña posibilidad de que Elliot me atacara el domingo por la noche. Bueno, creo que estás confundiendo a Elliot con Patch. Y después de que hagas algo detectivesco esta noche, los hechos me apoyarán. Créeme, quiero saber quién me atacó tanto como tú, probablemente aún más. Es personal ahora. Y dado que estamos aconsejándonos la una a la otra, ésta es la mía. Mantente alejada de
Patch. Solo para estar segura. - Me alegro de que pienses esto detenidamente. - Dije concisamente – Pero aquí la cosa es que encontré un artículo... Las puertas del Bordeline² se abrieron. Una fresca ola de calor llevaba el olor de limas y cilantro circulando hacia nosotras, junto con el sonido de un grupo de mariachis a través de los altavoces. - Bienvenidas al Bordeline. - Un camarero nos saludó - ¿Solo ustedes dos esta noche? Elliot estaba parado detrás de ella dentro, en el tenue vestíbulo. Nos vimos el uno al otro al mismo momento. Su boca sonrió pero sus ojos no lo hicieron. - Señoritas. - Dijo él frotando sus manos mientras se acercaba – Lucen magníficas, como siempre. Mi piel se erizó. - ¿Dónde está tu compañero de crimen? - Preguntó Vee echando un vistazo alrededor del vestíbulo. Faroles de papel colgando desde el techo, y un mural de un pueblo mexicano abarcaban dos paredes. Las mesas de espera se llenaron a la capacidad. No había señal de Jules. - Malas noticias. - Dijo Elliot - El hombre está enfermo. Vas a tener que conformarte conmigo. - ¿Enfermo? - Demandó Vee - ¿Cómo que enfermo? ¿Qué clase de excusa es "enfermo"? - Enfermo como un brote en ambos brazos. Vee se estrujó su nariz. - Demasiada información. Todavía estaba teniendo un mal momento comprendiendo la idea de que algo estaba pasando entre Vee y Jules. Jules vino por (), abrumado, y completamente desinteresado en la compañía de Vee o alguien más. Ninguna parte de mí se sentía cómoda con la idea de Vee pasando tiempo a solas con Jules. No necesariamente por lo desagradable que fuera él o por lo poco que sabía de él, sino porque la única cosa que sabía es que: él era amigo íntimo de Elliot. El camarero reunió tres menús de un compartimiento pequeño y nos llevó a una mesa tan cerca de la cocina que podía sentir el fuego de los hornos atravesando las paredes. A nuestra izquierda estaba la barra de salsa. A nuestra derecha las puertas de vidrio húmedo con condensación que conducía hacia un patio. Mi blusa de popelina ya se adhería a mi espalda. Mi sudor podría haber tenido más que ver con la noticia de Vee y Jules que con el calor, como sea.
- ¿Está bien? - El camarero preguntó gesticulando hacia la mesa. - Está perfecto. - Dijo Elliot encogiéndose de hombros para quitarse su chaqueta de aviador - Me encanta este lugar. Si el espacio no te hace sudar, la comida lo hará. La sonrisa del camarero se amplio. - Ha estado aquí antes. ¿Puedo sugerirle empezar con patatas fritas y nuestra salsa más reciente de jalapeño? Es más picante todavía. - Me gustan las cosas picantes. - Dijo Elliot.
Estaba bastante segura de que estaba siendo lambón. Había sido demasiado generosa en pensar que él no era tan bajo como Marcie. Había sido demasiado generosa sobre su carácter, punto. Especialmente ahora que sabía que había sido investigado por presunto asesinato junto con quién sabe cuántos otros esqueletos en su armario. El camarero se le dirigió evaluándolo una vez más. - Volveré enseguida con patatas fritas y salsa. Su camarera estará aquí dentro de poco para tomar sus órdenes. Vee se dejó caer en la primera silla. Me deslicé a su lado y Elliot tomó asiento frente a mí. Nuestros ojos conectaron, y había un deje de algo oscuro en los suyos. Resentimiento, muy probablemente. Quizás incluso hostilidad. Me preguntaba si él sabía que yo había visto el artículo. - El púrpura es tu color, __________. - Dijo él gesticulando hacia mi bufanda mientras la aflojaba de mi cuello y la ataba alrededor de la manija de mi bolso - Ilumina tus ojos. Vee golpeó mi pie. Ella en realidad pensaba que él se refería a un cumplido. - Así que, - Le dije a Elliot con una sonrisa forzada - ¿por qué no nos hablas de la preparatoria Kinghorn? - Sí. - Intervino Vee - ¿Hay sociedades secretas allí? ¿Como en las películas? - ¿Qué decir? - Dijo Elliot - Gran escuela. Fin de la historia. - Tomó su menú y lo examinó – ¿A alguien le interesa un aperitivo? Yo invito. - Si es tan genial, ¿por qué te trasferiste? Encontré sus ojos y le sostuve la mirada. Muy ligeramente, arqueé mis cejas, desafiante. Un músculo en la mandíbula de Elliot saltó justo antes de que él esbozara una sonrisa. - Las chicas. Escuché que eran mucho más finas por estos lados. El rumor demostró ser cierto. Me giñó el ojo y una sensación de hielo pasó de mi cabeza a mis pies. - ¿Por qué Jules no se transfirió también? - Preguntó Vee - Podríamos haber sido los cuatro fantásticos, solo con un poco más de vigor. Los fenomenales cuatro. - Los padres de Jules están obsesionados con su educación. Lo juro por mi vida, está yendo directo a la cima. El chico no puede detenerse. Quiero decir, lo confieso, lo hago bien en la escuela, mejor que la mayoría. Pero nadie supera a Jules. Él es un dios académico. La mirada soñadora regresó a los ojos de Vee. - Nunca he conocido a sus padres. - Dijo ella – Las dos veces que he ido, o están fuera de la ciudad o están trabajando. - Trabajan mucho. - Elliot estuvo de acuerdo, dirigiendo sus ojos hacia el menú, haciendo difícil para mí leer algo en ellos. - ¿Dónde trabajan? - pregunté. Elliot tomó un largo sorbo de su agua. Me pareció como si estuviera ganando tiempo mientras inventaba una respuesta. - Diamantes. Pasan mucho tiempo en África y Australia. - No sabía que Australia era grande en el negocio de diamantes. - Dije.
- Sí, tampoco yo. - Dijo Vee. De hecho, estaba bastante segura de que Australia no tenía diamantes. Punto. - ¿Por qué están viviendo en Maine? - Pregunté - ¿Por qué no en África? Elliot estudió su menú más intensamente. - ¿Qué van a pedir ambas? Estoy pensando en fajitas de carne, se ven buenas. - Si los padres de Jules están en el negocio de diamantes, apuesto a que saben bastante sobre escoger el anillo de compromiso perfecto. - Dijo Vee - Siempre he querido una esmeralda-corte gema. Le di una patada a Vee debajo de la mesa. Ella me pinchó con su tenedor. - Oww. - Dije. Nuestra camarera llegó a la punta de la mesa al tiempo justo para preguntar. - ¿Algo de beber? Elliot miró por encima de su menú, primero a mí, luego a Vee. - Coca-cola light. - Dijo Vee. - Agua con rodajas de limón, por favor. - Dije. La camarera regresó sorprendentemente rápido con nuestras bebidas. Su regreso fue mi excusa para dejar la mesa e iniciar la primera fase del plan, y Vee me lo recordó con un segundo pinchazo bajo-la-mesa con su tenedor. - Vee, - Dije a través de mis dientes - ¿quisieras acompañarme al servicio de damas? De repente no quería seguir adelante con el plan. No quería dejar a Vee sola con Elliot. Lo que quería era sacarla, hablarle de la investigación de asesinato y luego encontrar alguna forma de hacer que Elliot y Jules desapareciera de nuestras vidas. - ¿Por qué no vas sola? - Dijo Vee - Creo que sería un mejor plan. Ella gesticuló con su cabeza hacia el bar y articuló “ve”, al mismo tiempo haciendo discretos movimientos de salir debajo de la mesa. - Planeaba ir sola, pero realmente me gustaría que me acompañaras. - ¿Qué pasa con las chicas? - Dijo Elliot plantando una sonrisa entre nosotras - Lo juro, nunca he conocido a una chica que pueda ir al baño sola. - Se inclinó hacia adelante y sonrió con complicidad - Déjame participar del secreto. En serio, te pagaré cinco dólares por cada uno. - Alcanzó su bolsillo trasero - Diez, si puedo ir y ver cuál es el problema tan grande. Vee destelló una sonrisa. - Pervertido. No te olvides de esto. - Me dijo ella, refiriéndose a las bolsas de 7-eleven en mis brazos. Las cejas de Elliot se arquearon. - Basura. - Vee le explicó a él con un toque sarcástico - Nuestro cubo de basura está lleno. Mi madre me preguntó si podía tirar esto ya que estaba saliendo. Elliot no parecía creerle, y Vee no perecía que le importara. Me levanté, mis brazos cargaron con el equipo del traje, y tragué mi ardiente frustración. Moviéndome a través de las mesas, tomé el pasillo que conduce de vuelta a los baños. El corredor estaba pintado de terracota y estaba decorado con máscaras, sombreros de paja y muñecas de madera. Hacía más calor aquí y sequé mi frente. El plan ahora era terminar con esto tan rápido como fuera posible. Tan pronto como volviera a la mesa, formularía una excusa sobre tener que salir, y empujaría a Vee hacia afuera. Con o sin consentimiento. Después de echar una ojeada por debajo de tres casillas del servicio de damas y confirmar que estaba sola. Cerré la puerta principal y vacié el contenido de las bolsas de 7-eleven en el mostrador. Una peluca rubia platino, un sostén de copa púrpura, un top de tirantes negro, una minifalda de tachuelas, medias de malla rosado encendido y un par de zapatos de tacón de punta talla ocho y medio de cuero de tiburón³. Metí el sostén y el top de tirantes y las medias de malla de nuevo dentro de las bolsas. Después de quitarme mis jeans, me puse la minifalda. Metí mi cabello debajo de la peluca y me apliqué el lápiz labial. Me cubrí con una generosa capa resplandeciente de brillo labial. - Puedes hacer esto. - Le dije a mi reflejo, saltando la capa de brillo y presionando mis labios juntos - Puedes actuar a lo Marcie Miller. Seducir a hombres por secretos. ¿Tan difícil puede ser? Me quité mis lustrosos mocasines, los metí en la bolsa junto con mis jeans, luego tiré la bolsa debajo del mostrador, fuera de la vista. - Además, - Continúe - no hay nada de malo en sacrificar un poco de orgullo por información secreta. Si quieres enfocar esto con una perspectiva morbosa, aún podrías hablar si no tienes respuesta, podrías terminar muerta. Porque te guste o no, alguien allí fuera quiere hacerte daño. Balanceé los tacones de cuero tiburón en mi línea de visión. No eran las cosas más feas que hubiese visto. De hecho, podrían ser considerados sexys. Juws, Maine es de temperatura fría. Me los até y practiqué caminando por el baño varias veces. Dos minutos después fácilmente me dirigí hacia la barra del bar. ---- ³ Cuero de tiburón: Liso y de rayas (N. del T.)
El camarero me miró. - ¿Dieciséis? - Supuso - ¿Diecisiete? Parecía más o menos diez años mayor que yo y tenía el pelo castaño en entradas que llevaba bastante afeitado. Un aro de plata colgaba de su oreja derecha. Camiseta blanca y levis’s. No se veía mal… ni bien, tampoco. - No soy una consumidora menor de edad. - Le dije fuertemente por encima de la música y la circulante conversación - Estoy esperando a un amigo. Tengo una gran vista de las puertas aquí. Recuperé la lista de preguntas de mi bolso y discretamente coloqué el papel debajo de un salero de vidrio. - ¿Qué es eso? - preguntó el camarero limpiando sus manos en una toalla y gesticulando hacia la lista. Deslicé la lista más allá bajo el salero.
- Nada. - Dije toda inocente. Él levantó una ceja. Decidí ser sencilla con la verdad. - Es una lista… de compras. Tengo que comprar algunos comestibles. Para mi madre de camino a casa. ¿Qué pasó con coquetear? Me pregunté. ¿Qué pasó con la Marcie Miller? Él me dio una mirada escrutadora que decidí que no todo era negativo. - Después de trabajar en este empleo durante cinco años, soy bastante bueno descubriendo mentirosos. - No soy una mentirosa. - Dije - Quizás estaba mintiendo hace un momento, pero es solo una mentira. Una pequeña mentira no te hace ser un mentiroso. - Pareces una periodista. - Dijo él. - Trabajo para el sitio web de mi escuela. - Quería sacudirme. Los periodistas no infundían confianza en la gente. La gente generalmente sospechaba de los periodistas - Pero no estoy trabajando esta noche. - Corregí rápidamente - Estrictamente noche de placer. Nada de trabajo, ni base de datos, nada en absoluto. Después de unos cuantos minutos de silencio decidí que la mejor jugada era aventurarme primero. Aclaré mi garganta y dije: - ¿Es el Bordeline el lugar predilecto de empleo para estudiantes de secundaria? - Tenemos a muchos, sí. Camareras y ayudantes, y por el estilo. - ¿En serio? - Dije fingiendo sorpresa - Tal vez conozca algunos de ellos. Pregúntame. El camarero alzó sus ojos hacia el techo y se rascó sobre su barbilla. Su mirada en blanco no inspiraba mi confianza. Por no mencionar que no tenía mucho tiempo. Elliot podría estar echando drogas mortales a la coca-cola light de Vee. - ¿Qué tal Patch Cipriano? - Pregunté - ¿Él trabaja aquí? - ¿Patch? Sí, trabaja aquí. Un par de noches y fines de semana. - ¿Estaba trabajando el domingo por la noche? Intenté no sonar demasiado curiosa, pero necesitaba saber si era posible para Patch haber estado en el muelle. Él dijo que tenía una fiesta en la costa, pero quizás sus planes habían cambiado. Si alguien verificaba que estaba en el trabajo el domingo por la noche, podría descartar su participación en el ataque de Vee. - ¿El domingo? - Dijo indiferente - Las noches son agitadas. Intenta con las camareras. Una de ellas lo recordará. Todos se ríen por nada y son un poco chiflados cuando él está por ahí. Él sonrió como si yo pudiera de alguna manera simpatizar con ellos. Y dije: - ¿Podría tener acceso a su solicitud de trabajo? - Incluyendo la dirección de su casa. - Eso sería un no. - Solo por curiosidad. - Dije - ¿Sabes si es posible poder ser contratado aquí si tienes un crimen en tu expediente? - ¿Un crimen? - Soltó una gran carcajada - ¿Estás bromeando? - Está bien, quizás no un crimen, pero ¿qué tal un delito menor? Extendió las palmas de sus manos en el mostrador y se acercó.
- No. - Su tono había cambiado de divertido a insultante. - Eso es bueno. Es realmente bueno saberlo. Me acomodé de nuevo sobre la butaca del bar y sentí la piel de mis muslos cociéndose como plástico. Estaba sudando. Si la regla número uno de coqueteo no estaba en la lista, estaba bastante segura que la regla número dos no era sudar. Consulté mi lista. - ¿Sabes si Patch alguna vez tuvo una orden judicial? ¿Tiene historial de fugitivo? - Sospeché que el camarero estaba sintiendo una mala vibración sobre mí, y decidí lanzar todas mis preguntas en un último esfuerzo... antes de que él me echara de la barra..., o peor, que me sacara del restaurante por acoso y conducta sospechosa - ¿Él tiene novia? - Dije bruscamente. - Ve y pregúntale. - Dijo él. Parpadeé. - Él no trabaja esta noche. A la amplia sonrisa del camarero, mi estómago parecía desmoronarse. - Él no trabaja esta noche… ¿o sí? - Pregunté, mi voz avanzando lentamente hasta la octava - ¡Se supone que él tiene el martes libre! - Normalmente, sí. Pero está cubriendo a Benji que está en el hospital. Ruptura de apéndice. - ¿Te refieres a que Patch está aquí? ¿En este momento? Miré por encima de mi hombro, peinando mi peluca para cubrir mi perfil mientras escaneaba el área en busca de él. - Entró de vuelta a la cocina hace unos minutos. Yo ya estaba retirándome del banquillo de la barra. - Creo que dejé el coche arrancado. ¡Pero fue genial hablar contigo! - Me apuré lo más que pude para llegar al baño.
Ya dentro del baño de damas, cerré la puerta detrás de mí, inhalé un par de veces con mi espalda pegada a la puerta, y luego fui al lavamanos y esparcí agua fría sobre mi cara. Patch iba a descubrir que lo estuve espiando. Mi memorable actuación garantizaría eso. En apariencia, esto era malo porque, bueno, era humillante. Pero cuando lo pensé, debía reconocer el hecho de que Patch era muy reservado. A la gente reservada no le gustaba que husmearan en sus vidas. ¿Cómo actuaría cuando supiera que lo tenía bajo una lupa gigante? Ahora me preguntaba qué me había llevado allí, ya que por dentro no creía que Patch fuese el chico con la máscara de ski. Quizás él tenía secretos oscuros, perturbantes, pero andar correteando por ahí con una máscara de ski no era uno de ellos. Cerré la llave, y cuando miré hacia arriba, la cara de Patch estaba reflejada en el espejo. Grité y me di media vuelta. No estaba sonriendo, ni tampoco parecía entretenido. - ¿Qué estás haciendo aquí? - Dije jadeando. - Trabajo aquí.
- Me refiero a aquí. ¿Es que acaso no sabes leer? El símbolo de la puerta… - Estoy empezando a pensar que me estás siguiendo. Cada vez que me doy la vuelta, tú estás ahí. - Quería invitar a Vee a salir. - Expliqué - Estuvo en el hospital. - Yo sonaba a la defensiva. Estaba segura de que eso me haría ver más culpable - Nunca pensé en toparme contigo. Supuestamente estás en tu noche libre. ¿Y de qué estás hablando? Cada vez que me doy la vuelta, tú estás ahí. La mirada de Patch era aguda, intimidante, inquisidora. Calculaba cada una de mis palabras, cada uno de mis movimientos. - ¿Quieres explicar tu pelo chabacano? - Dijo. Me arranqué la peluca y la tiré sobre la encimera. - ¿Quieres explicar dónde has estado? Has faltado los últimos dos días a la escuela. Estaba casi segura de que Patch no me contaría sobre su paradero, pero dijo: - Jugando Paintball. ¿Qué hacías en la barra? - Hablaba con el Barman. ¿Acaso es un crimen? Equilibrando una mano contra la encimera, levanté mi pie para desabrochar un tacón de cuero de tiburón. Me incliné ligeramente y tan pronto como lo hice, la lista de preguntas que hice voló de mi escote y cayó al suelo. Me arrodillé para tomarlo, pero Patch fue más rápido. La sostuvo sobre su cabeza Mientras yo saltaba para obtenerla. - ¡Devuélvemela! - Dije. - ¿Tiene Patch alguna orden de restricción contra él? - Leyó - ¿Es Patch un delincuente? - ¡Dá-me-lo! - Dije entre dientes furiosamente. Patch soltó una risa por lo bajo, y supe que había visto la siguiente pregunta. - ¿Patch tiene novia? Patch puso el papel en su bolsillo trasero. Estaba muy tentada de ir tras él, a pesar de su ubicación. Se echó hacia atrás en la encimera y niveló nuestros ojos. - Si vas a buscar información por ahí, preferiría que me preguntaras a mí. - Esas preguntas - Hice señas hacia donde la había escondido - eran una broma. Vee las escribió. - Añadí en una racha de inspiración - Es su culpa. - Conozco tu letra, __________. - Bueno, ok, está bien. - Empecé buscando una respuesta inteligente, pero me demoré mucho y perdí mi oportunidad. - No tengo ninguna orden de restricción. - Dijo - No he cometido ningún delito. Incliné mi barbilla hacia arriba. - ¿Novia? Me dije que no me importaba cómo respondiera a eso. Cualquiera de las dos iba bien conmigo. - Eso no es de tu incumbencia. - Trataste de besarme. - Le recordé - Lo convertiste en algo de mi incumbencia.
La sombra de una sonrisa pirata merodeó por su boca. Tuve la impresión de que estaba recordando cada detalle de ese casi-beso, incluyendo mi gemido/suspiro. - Ex novia. Dijo después de un momento. Mi estómago se cayó tan pronto como un repentino pensamiento saltó en mi mente. ¿Qué pasaba si la chica de Delphic y Victoria’s Secret era la ex de Patch? ¿Qué pasaba si me había visto hablando con Patch en las máquinas tragaperras y ―erróneamente― había asumido que había mucho más en nuestra relación? Si seguía sintiendo atracción por Patch, tenía sentido que ella estuviese lo suficientemente celosa como para seguirme por ahí. Unas pocas piezas del puzle parecían encajar… Entonces Patch dijo: - Pero ella no anda por aquí. - ¿A qué te refieres con que no anda por aquí? - Se ha ido. Nunca volverá. - ¿Te refieres a que… está muerta? - Pregunté. Patch no lo negó. Mi estómago se sintió repentinamente pesado y retorcido. No lo había esperado. Patch había tenido una novia, y ahora estaba muerta. La puerta del baño de damas sonó cuando alguien intentó entrar. Había olvidado que la había cerrado con llave, lo que me hizo dudar acerca de cómo entró Patch. Podría haber tenido una llave, o podría haber otra explicación. Una explicación acerca de la cual probablemente no querría pensar, como flotar bajo la puerta como el aire. Como el humo. - Necesito volver a trabajar. - Dijo Patch. Me echó una ojeada que perduró un poco más bajo mis caderas - Falda asesina. Piernas mortales. Antes de que pudiese tener un pensamiento coherente, él ya estaba pasando a través de la puerta. La anciana mujer que esperaba para entrar me miró, luego miró sobre su hombro a Patch, quien ya había desaparecido en el vestíbulo. - Cariño. - Me dijo - Se ve tan resbaladizo como el jabón. - Buena descripción. - Mascullé. Ella sacudió su corto, gris y ondulado cabello. - Una chica se podría enjabonar con un jabón como ése. Después de que me puse mi ropa nuevamente, volví a la mesa y me deslicé al lado de Vee. Elliot chequeó su reloj y levantó una ceja hacia mí. - Lo siento, me fui por mucho rato. - Dije - ¿Me perdí algo? - No. - Dijo Vee - Lo mismo de siempre, lo mismo de siempre. Ella golpeó mi rodilla, y la pregunta se amplió. “¿Bien?” Antes de que pudiese devolverle el golpe, Elliot dijo: - Te perdiste a la camarera, te pedí un burrito rojo. - Una sonrisa espeluznante tiró las comisuras de su boca. Vi mi oportunidad.
- En realidad, no estoy segura de que desee comer. - Puse cara de estar nauseabunda, que no estaba del todo fingida - Creo que cogí lo que Jules tiene. - Oh, mujer. ¿Te sientes bien? Sacudí mi cabeza. - Buscaré a nuestra camarera y le diré que caliente la comida. - Sugirió Vee buscando las llaves en su cartera. - ¿Y qué hay de mí? - Dijo Elliot sonando sólo medio en broma. - En otra ocasión. - Dijo Vee. Bingo, pensé.
En el capitulo anterior...
. En algún lugar del segundo piso había una luz encendida y momento después mi mamá bajó las escaleras corriendo y arrojó sus brazos alrededor mío. Mi mamá tiene pelo oscuro, ondulado y tiene ojos verdes. Ella es una pulgada más baja que yo, pero tenemos la misma estructura ósea. Ella siempre huele a Love de Ralph Lauren. -“Estoy tan feliz de que estés a salvo”- Dijo, apretándome con fuerza. Más o menos, pensé.
Capítulo 13
La noche siguiente a las siete la entrada al estacionamiento estaba repleta. Después de casi una hora de rogar, Vee y yo habíamos convencido a sus padres que necesitábamos celebrar su primera noche fuera del hospital con chiles rellenos y cócteles de fresas frescas. Al menos, eso es lo que estábamos exigiendo. Pero teníamos una segunda intención. Aparqué el Neón en un espacio apretado del estacionamiento y apagué el motor. - Ew. - Dijo Vee cuando le pasé las llaves y mis dedos rozaron los suyos - ¿Crees que puedes sudar un poco más? - Estoy nerviosa. - ¿En serio?, no tenía ni idea. - Inadvertidamente miré la puerta - Sé lo que estás pensando. - Dijo Vee apretando sus labios - Y la respuesta es no. No de ninguna manera. - No sabes lo que estoy pensando. - Dije. Vee apretó mi brazo. - Seguro como la mierda que no. - No iba a correr. - Dije - No yo. - Mentirosa. El martes era la noche libre de Patch, y Vee me metió en mi cabeza que ése sería el momento perfecto para el interrogatorio de su compañera. Me visualicé encaminándome hacia el bar, dándole al camarero una coqueta mirada a lo Marcie Millar, y luego dirigiéndome sin problemas al asunto de Patch. Necesitaba la dirección de su casa. Necesitaba alguna detención previa. Necesitaba saber si él tenía alguna conexión con el chico de la máscara de esquí, sin importar lo insignificante que fuera. Necesitaba averiguar por qué el chico de la máscara de esquí y la chica misteriosa estaban en mi vida. Eché un vistazo dentro de mi bolso, verificando –doble para asegurarme que la lista de preguntas del interrogatorio que había preparado estaba todavía conmigo. Un lado de la lista contenía las preguntas sobre la vida personal de Patch. El otro lado tenía información descarada. Por si acaso. - Whoa, Whoa, Whoa. - Dijo Vee - ¿Qué es eso? - Nada. - Dije doblando la lista. Vee trató de agarrar la lista, pero fui más rápida y la metí en mi bolso antes de que ella pudiera cogerla. - Regla número uno. - Dijo Vee - No hay tal cosa como notas para coquetear. - Hay una excepción a toda regla.
- ¡Y tú no la eres! Agarró dos bolsas plásticas de 7-eleven¹ del asiento trasero y giró saliendo del coche. Tan pronto como salí, ella utilizó su brazo bueno para lanzar las bolsas por encima del capote del Neón hacia mí.
- ¿Qué es esto? - Pregunté cogiendo las bolsas. Las manijas estaban atadas y no podía ver dentro, pero la base inconfundible de un maldito tacón de punta amenazó con salir a través del plástico. - Son casi ocho y medio. - Dijo Vee - Cuero de tiburón. Es más fácil encajar en el papel cuando pareces formar parte. - No puedo caminar con tacones altos. - Lo bueno es que no son altos, entonces. - Parecen altos. - Dije ojeando el tacón de punta saliente. - Casi cinco pulgadas. Dejan de llamarse “altos” antes de cuatro. Maravilloso. Si no me rompo el cuello, podría llegar a humillarme mientras le sonsaco los secretos de mi compañero Patch. - Éste es el trato. - Dijo Vee mientras andábamos por la acera de las puertas delanteras - Soy invitada por un par de personas. Cuantos más mejor, ¿bien? - ¿Quién? - Pregunté sintiendo los profundos retorcijones de que algo andaba mal en la boca de mi estómago. - Jules y Elliot. Antes de que tuviera tiempo para decirle a Vee exactamente lo malo que pensé que era esta idea, ella dijo: - Momento de la verdad. Me he estado viendo un poco con Jules. A escondidas. - ¿Qué? - Deberías ver su casa. Bruce Wayne no puede competir. O sus padres son traficantes de drogas en América del Sur o vienen realmente de una familia adinerada. Y dado que no los he conocido aún, no podría decir cuál. Estaba perpleja como para hablar. Mi boca se abrió y se cerró, pero nada salió. - ¿Cuándo pasó esto? - Finalmente pude preguntar. - Justamente casi después de aquella fatídica mañana en Enzo’s. - ¿Fatídica? Vee, no tenías idea... - Espero que hayan llegado primero y hayan reservado una mesa. - Dijo Vee estirando su cuello mientras ojeaba a la muchedumbre amontonada alrededor de las puertas - No quiero esperar. Estoy seriamente a dos cortos minutos de morir de hambre. Agarré a Vee por su codo bueno, empujándola a un lado. - Hay algo que necesito decirte... - Lo sé, lo sé. - Dijo ella - Crees que hay una pequeña posibilidad de que Elliot me atacara el domingo por la noche. Bueno, creo que estás confundiendo a Elliot con Patch. Y después de que hagas algo detectivesco esta noche, los hechos me apoyarán. Créeme, quiero saber quién me atacó tanto como tú, probablemente aún más. Es personal ahora. Y dado que estamos aconsejándonos la una a la otra, ésta es la mía. Mantente alejada de
Patch. Solo para estar segura. - Me alegro de que pienses esto detenidamente. - Dije concisamente – Pero aquí la cosa es que encontré un artículo... Las puertas del Bordeline² se abrieron. Una fresca ola de calor llevaba el olor de limas y cilantro circulando hacia nosotras, junto con el sonido de un grupo de mariachis a través de los altavoces. - Bienvenidas al Bordeline. - Un camarero nos saludó - ¿Solo ustedes dos esta noche? Elliot estaba parado detrás de ella dentro, en el tenue vestíbulo. Nos vimos el uno al otro al mismo momento. Su boca sonrió pero sus ojos no lo hicieron. - Señoritas. - Dijo él frotando sus manos mientras se acercaba – Lucen magníficas, como siempre. Mi piel se erizó. - ¿Dónde está tu compañero de crimen? - Preguntó Vee echando un vistazo alrededor del vestíbulo. Faroles de papel colgando desde el techo, y un mural de un pueblo mexicano abarcaban dos paredes. Las mesas de espera se llenaron a la capacidad. No había señal de Jules. - Malas noticias. - Dijo Elliot - El hombre está enfermo. Vas a tener que conformarte conmigo. - ¿Enfermo? - Demandó Vee - ¿Cómo que enfermo? ¿Qué clase de excusa es "enfermo"? - Enfermo como un brote en ambos brazos. Vee se estrujó su nariz. - Demasiada información. Todavía estaba teniendo un mal momento comprendiendo la idea de que algo estaba pasando entre Vee y Jules. Jules vino por (), abrumado, y completamente desinteresado en la compañía de Vee o alguien más. Ninguna parte de mí se sentía cómoda con la idea de Vee pasando tiempo a solas con Jules. No necesariamente por lo desagradable que fuera él o por lo poco que sabía de él, sino porque la única cosa que sabía es que: él era amigo íntimo de Elliot. El camarero reunió tres menús de un compartimiento pequeño y nos llevó a una mesa tan cerca de la cocina que podía sentir el fuego de los hornos atravesando las paredes. A nuestra izquierda estaba la barra de salsa. A nuestra derecha las puertas de vidrio húmedo con condensación que conducía hacia un patio. Mi blusa de popelina ya se adhería a mi espalda. Mi sudor podría haber tenido más que ver con la noticia de Vee y Jules que con el calor, como sea.
- ¿Está bien? - El camarero preguntó gesticulando hacia la mesa. - Está perfecto. - Dijo Elliot encogiéndose de hombros para quitarse su chaqueta de aviador - Me encanta este lugar. Si el espacio no te hace sudar, la comida lo hará. La sonrisa del camarero se amplio. - Ha estado aquí antes. ¿Puedo sugerirle empezar con patatas fritas y nuestra salsa más reciente de jalapeño? Es más picante todavía. - Me gustan las cosas picantes. - Dijo Elliot.
Estaba bastante segura de que estaba siendo lambón. Había sido demasiado generosa en pensar que él no era tan bajo como Marcie. Había sido demasiado generosa sobre su carácter, punto. Especialmente ahora que sabía que había sido investigado por presunto asesinato junto con quién sabe cuántos otros esqueletos en su armario. El camarero se le dirigió evaluándolo una vez más. - Volveré enseguida con patatas fritas y salsa. Su camarera estará aquí dentro de poco para tomar sus órdenes. Vee se dejó caer en la primera silla. Me deslicé a su lado y Elliot tomó asiento frente a mí. Nuestros ojos conectaron, y había un deje de algo oscuro en los suyos. Resentimiento, muy probablemente. Quizás incluso hostilidad. Me preguntaba si él sabía que yo había visto el artículo. - El púrpura es tu color, __________. - Dijo él gesticulando hacia mi bufanda mientras la aflojaba de mi cuello y la ataba alrededor de la manija de mi bolso - Ilumina tus ojos. Vee golpeó mi pie. Ella en realidad pensaba que él se refería a un cumplido. - Así que, - Le dije a Elliot con una sonrisa forzada - ¿por qué no nos hablas de la preparatoria Kinghorn? - Sí. - Intervino Vee - ¿Hay sociedades secretas allí? ¿Como en las películas? - ¿Qué decir? - Dijo Elliot - Gran escuela. Fin de la historia. - Tomó su menú y lo examinó – ¿A alguien le interesa un aperitivo? Yo invito. - Si es tan genial, ¿por qué te trasferiste? Encontré sus ojos y le sostuve la mirada. Muy ligeramente, arqueé mis cejas, desafiante. Un músculo en la mandíbula de Elliot saltó justo antes de que él esbozara una sonrisa. - Las chicas. Escuché que eran mucho más finas por estos lados. El rumor demostró ser cierto. Me giñó el ojo y una sensación de hielo pasó de mi cabeza a mis pies. - ¿Por qué Jules no se transfirió también? - Preguntó Vee - Podríamos haber sido los cuatro fantásticos, solo con un poco más de vigor. Los fenomenales cuatro. - Los padres de Jules están obsesionados con su educación. Lo juro por mi vida, está yendo directo a la cima. El chico no puede detenerse. Quiero decir, lo confieso, lo hago bien en la escuela, mejor que la mayoría. Pero nadie supera a Jules. Él es un dios académico. La mirada soñadora regresó a los ojos de Vee. - Nunca he conocido a sus padres. - Dijo ella – Las dos veces que he ido, o están fuera de la ciudad o están trabajando. - Trabajan mucho. - Elliot estuvo de acuerdo, dirigiendo sus ojos hacia el menú, haciendo difícil para mí leer algo en ellos. - ¿Dónde trabajan? - pregunté. Elliot tomó un largo sorbo de su agua. Me pareció como si estuviera ganando tiempo mientras inventaba una respuesta. - Diamantes. Pasan mucho tiempo en África y Australia. - No sabía que Australia era grande en el negocio de diamantes. - Dije.
- Sí, tampoco yo. - Dijo Vee. De hecho, estaba bastante segura de que Australia no tenía diamantes. Punto. - ¿Por qué están viviendo en Maine? - Pregunté - ¿Por qué no en África? Elliot estudió su menú más intensamente. - ¿Qué van a pedir ambas? Estoy pensando en fajitas de carne, se ven buenas. - Si los padres de Jules están en el negocio de diamantes, apuesto a que saben bastante sobre escoger el anillo de compromiso perfecto. - Dijo Vee - Siempre he querido una esmeralda-corte gema. Le di una patada a Vee debajo de la mesa. Ella me pinchó con su tenedor. - Oww. - Dije. Nuestra camarera llegó a la punta de la mesa al tiempo justo para preguntar. - ¿Algo de beber? Elliot miró por encima de su menú, primero a mí, luego a Vee. - Coca-cola light. - Dijo Vee. - Agua con rodajas de limón, por favor. - Dije. La camarera regresó sorprendentemente rápido con nuestras bebidas. Su regreso fue mi excusa para dejar la mesa e iniciar la primera fase del plan, y Vee me lo recordó con un segundo pinchazo bajo-la-mesa con su tenedor. - Vee, - Dije a través de mis dientes - ¿quisieras acompañarme al servicio de damas? De repente no quería seguir adelante con el plan. No quería dejar a Vee sola con Elliot. Lo que quería era sacarla, hablarle de la investigación de asesinato y luego encontrar alguna forma de hacer que Elliot y Jules desapareciera de nuestras vidas. - ¿Por qué no vas sola? - Dijo Vee - Creo que sería un mejor plan. Ella gesticuló con su cabeza hacia el bar y articuló “ve”, al mismo tiempo haciendo discretos movimientos de salir debajo de la mesa. - Planeaba ir sola, pero realmente me gustaría que me acompañaras. - ¿Qué pasa con las chicas? - Dijo Elliot plantando una sonrisa entre nosotras - Lo juro, nunca he conocido a una chica que pueda ir al baño sola. - Se inclinó hacia adelante y sonrió con complicidad - Déjame participar del secreto. En serio, te pagaré cinco dólares por cada uno. - Alcanzó su bolsillo trasero - Diez, si puedo ir y ver cuál es el problema tan grande. Vee destelló una sonrisa. - Pervertido. No te olvides de esto. - Me dijo ella, refiriéndose a las bolsas de 7-eleven en mis brazos. Las cejas de Elliot se arquearon. - Basura. - Vee le explicó a él con un toque sarcástico - Nuestro cubo de basura está lleno. Mi madre me preguntó si podía tirar esto ya que estaba saliendo. Elliot no parecía creerle, y Vee no perecía que le importara. Me levanté, mis brazos cargaron con el equipo del traje, y tragué mi ardiente frustración. Moviéndome a través de las mesas, tomé el pasillo que conduce de vuelta a los baños. El corredor estaba pintado de terracota y estaba decorado con máscaras, sombreros de paja y muñecas de madera. Hacía más calor aquí y sequé mi frente. El plan ahora era terminar con esto tan rápido como fuera posible. Tan pronto como volviera a la mesa, formularía una excusa sobre tener que salir, y empujaría a Vee hacia afuera. Con o sin consentimiento. Después de echar una ojeada por debajo de tres casillas del servicio de damas y confirmar que estaba sola. Cerré la puerta principal y vacié el contenido de las bolsas de 7-eleven en el mostrador. Una peluca rubia platino, un sostén de copa púrpura, un top de tirantes negro, una minifalda de tachuelas, medias de malla rosado encendido y un par de zapatos de tacón de punta talla ocho y medio de cuero de tiburón³. Metí el sostén y el top de tirantes y las medias de malla de nuevo dentro de las bolsas. Después de quitarme mis jeans, me puse la minifalda. Metí mi cabello debajo de la peluca y me apliqué el lápiz labial. Me cubrí con una generosa capa resplandeciente de brillo labial. - Puedes hacer esto. - Le dije a mi reflejo, saltando la capa de brillo y presionando mis labios juntos - Puedes actuar a lo Marcie Miller. Seducir a hombres por secretos. ¿Tan difícil puede ser? Me quité mis lustrosos mocasines, los metí en la bolsa junto con mis jeans, luego tiré la bolsa debajo del mostrador, fuera de la vista. - Además, - Continúe - no hay nada de malo en sacrificar un poco de orgullo por información secreta. Si quieres enfocar esto con una perspectiva morbosa, aún podrías hablar si no tienes respuesta, podrías terminar muerta. Porque te guste o no, alguien allí fuera quiere hacerte daño. Balanceé los tacones de cuero tiburón en mi línea de visión. No eran las cosas más feas que hubiese visto. De hecho, podrían ser considerados sexys. Juws, Maine es de temperatura fría. Me los até y practiqué caminando por el baño varias veces. Dos minutos después fácilmente me dirigí hacia la barra del bar. ---- ³ Cuero de tiburón: Liso y de rayas (N. del T.)
El camarero me miró. - ¿Dieciséis? - Supuso - ¿Diecisiete? Parecía más o menos diez años mayor que yo y tenía el pelo castaño en entradas que llevaba bastante afeitado. Un aro de plata colgaba de su oreja derecha. Camiseta blanca y levis’s. No se veía mal… ni bien, tampoco. - No soy una consumidora menor de edad. - Le dije fuertemente por encima de la música y la circulante conversación - Estoy esperando a un amigo. Tengo una gran vista de las puertas aquí. Recuperé la lista de preguntas de mi bolso y discretamente coloqué el papel debajo de un salero de vidrio. - ¿Qué es eso? - preguntó el camarero limpiando sus manos en una toalla y gesticulando hacia la lista. Deslicé la lista más allá bajo el salero.
- Nada. - Dije toda inocente. Él levantó una ceja. Decidí ser sencilla con la verdad. - Es una lista… de compras. Tengo que comprar algunos comestibles. Para mi madre de camino a casa. ¿Qué pasó con coquetear? Me pregunté. ¿Qué pasó con la Marcie Miller? Él me dio una mirada escrutadora que decidí que no todo era negativo. - Después de trabajar en este empleo durante cinco años, soy bastante bueno descubriendo mentirosos. - No soy una mentirosa. - Dije - Quizás estaba mintiendo hace un momento, pero es solo una mentira. Una pequeña mentira no te hace ser un mentiroso. - Pareces una periodista. - Dijo él. - Trabajo para el sitio web de mi escuela. - Quería sacudirme. Los periodistas no infundían confianza en la gente. La gente generalmente sospechaba de los periodistas - Pero no estoy trabajando esta noche. - Corregí rápidamente - Estrictamente noche de placer. Nada de trabajo, ni base de datos, nada en absoluto. Después de unos cuantos minutos de silencio decidí que la mejor jugada era aventurarme primero. Aclaré mi garganta y dije: - ¿Es el Bordeline el lugar predilecto de empleo para estudiantes de secundaria? - Tenemos a muchos, sí. Camareras y ayudantes, y por el estilo. - ¿En serio? - Dije fingiendo sorpresa - Tal vez conozca algunos de ellos. Pregúntame. El camarero alzó sus ojos hacia el techo y se rascó sobre su barbilla. Su mirada en blanco no inspiraba mi confianza. Por no mencionar que no tenía mucho tiempo. Elliot podría estar echando drogas mortales a la coca-cola light de Vee. - ¿Qué tal Patch Cipriano? - Pregunté - ¿Él trabaja aquí? - ¿Patch? Sí, trabaja aquí. Un par de noches y fines de semana. - ¿Estaba trabajando el domingo por la noche? Intenté no sonar demasiado curiosa, pero necesitaba saber si era posible para Patch haber estado en el muelle. Él dijo que tenía una fiesta en la costa, pero quizás sus planes habían cambiado. Si alguien verificaba que estaba en el trabajo el domingo por la noche, podría descartar su participación en el ataque de Vee. - ¿El domingo? - Dijo indiferente - Las noches son agitadas. Intenta con las camareras. Una de ellas lo recordará. Todos se ríen por nada y son un poco chiflados cuando él está por ahí. Él sonrió como si yo pudiera de alguna manera simpatizar con ellos. Y dije: - ¿Podría tener acceso a su solicitud de trabajo? - Incluyendo la dirección de su casa. - Eso sería un no. - Solo por curiosidad. - Dije - ¿Sabes si es posible poder ser contratado aquí si tienes un crimen en tu expediente? - ¿Un crimen? - Soltó una gran carcajada - ¿Estás bromeando? - Está bien, quizás no un crimen, pero ¿qué tal un delito menor? Extendió las palmas de sus manos en el mostrador y se acercó.
- No. - Su tono había cambiado de divertido a insultante. - Eso es bueno. Es realmente bueno saberlo. Me acomodé de nuevo sobre la butaca del bar y sentí la piel de mis muslos cociéndose como plástico. Estaba sudando. Si la regla número uno de coqueteo no estaba en la lista, estaba bastante segura que la regla número dos no era sudar. Consulté mi lista. - ¿Sabes si Patch alguna vez tuvo una orden judicial? ¿Tiene historial de fugitivo? - Sospeché que el camarero estaba sintiendo una mala vibración sobre mí, y decidí lanzar todas mis preguntas en un último esfuerzo... antes de que él me echara de la barra..., o peor, que me sacara del restaurante por acoso y conducta sospechosa - ¿Él tiene novia? - Dije bruscamente. - Ve y pregúntale. - Dijo él. Parpadeé. - Él no trabaja esta noche. A la amplia sonrisa del camarero, mi estómago parecía desmoronarse. - Él no trabaja esta noche… ¿o sí? - Pregunté, mi voz avanzando lentamente hasta la octava - ¡Se supone que él tiene el martes libre! - Normalmente, sí. Pero está cubriendo a Benji que está en el hospital. Ruptura de apéndice. - ¿Te refieres a que Patch está aquí? ¿En este momento? Miré por encima de mi hombro, peinando mi peluca para cubrir mi perfil mientras escaneaba el área en busca de él. - Entró de vuelta a la cocina hace unos minutos. Yo ya estaba retirándome del banquillo de la barra. - Creo que dejé el coche arrancado. ¡Pero fue genial hablar contigo! - Me apuré lo más que pude para llegar al baño.
Ya dentro del baño de damas, cerré la puerta detrás de mí, inhalé un par de veces con mi espalda pegada a la puerta, y luego fui al lavamanos y esparcí agua fría sobre mi cara. Patch iba a descubrir que lo estuve espiando. Mi memorable actuación garantizaría eso. En apariencia, esto era malo porque, bueno, era humillante. Pero cuando lo pensé, debía reconocer el hecho de que Patch era muy reservado. A la gente reservada no le gustaba que husmearan en sus vidas. ¿Cómo actuaría cuando supiera que lo tenía bajo una lupa gigante? Ahora me preguntaba qué me había llevado allí, ya que por dentro no creía que Patch fuese el chico con la máscara de ski. Quizás él tenía secretos oscuros, perturbantes, pero andar correteando por ahí con una máscara de ski no era uno de ellos. Cerré la llave, y cuando miré hacia arriba, la cara de Patch estaba reflejada en el espejo. Grité y me di media vuelta. No estaba sonriendo, ni tampoco parecía entretenido. - ¿Qué estás haciendo aquí? - Dije jadeando. - Trabajo aquí.
- Me refiero a aquí. ¿Es que acaso no sabes leer? El símbolo de la puerta… - Estoy empezando a pensar que me estás siguiendo. Cada vez que me doy la vuelta, tú estás ahí. - Quería invitar a Vee a salir. - Expliqué - Estuvo en el hospital. - Yo sonaba a la defensiva. Estaba segura de que eso me haría ver más culpable - Nunca pensé en toparme contigo. Supuestamente estás en tu noche libre. ¿Y de qué estás hablando? Cada vez que me doy la vuelta, tú estás ahí. La mirada de Patch era aguda, intimidante, inquisidora. Calculaba cada una de mis palabras, cada uno de mis movimientos. - ¿Quieres explicar tu pelo chabacano? - Dijo. Me arranqué la peluca y la tiré sobre la encimera. - ¿Quieres explicar dónde has estado? Has faltado los últimos dos días a la escuela. Estaba casi segura de que Patch no me contaría sobre su paradero, pero dijo: - Jugando Paintball. ¿Qué hacías en la barra? - Hablaba con el Barman. ¿Acaso es un crimen? Equilibrando una mano contra la encimera, levanté mi pie para desabrochar un tacón de cuero de tiburón. Me incliné ligeramente y tan pronto como lo hice, la lista de preguntas que hice voló de mi escote y cayó al suelo. Me arrodillé para tomarlo, pero Patch fue más rápido. La sostuvo sobre su cabeza Mientras yo saltaba para obtenerla. - ¡Devuélvemela! - Dije. - ¿Tiene Patch alguna orden de restricción contra él? - Leyó - ¿Es Patch un delincuente? - ¡Dá-me-lo! - Dije entre dientes furiosamente. Patch soltó una risa por lo bajo, y supe que había visto la siguiente pregunta. - ¿Patch tiene novia? Patch puso el papel en su bolsillo trasero. Estaba muy tentada de ir tras él, a pesar de su ubicación. Se echó hacia atrás en la encimera y niveló nuestros ojos. - Si vas a buscar información por ahí, preferiría que me preguntaras a mí. - Esas preguntas - Hice señas hacia donde la había escondido - eran una broma. Vee las escribió. - Añadí en una racha de inspiración - Es su culpa. - Conozco tu letra, __________. - Bueno, ok, está bien. - Empecé buscando una respuesta inteligente, pero me demoré mucho y perdí mi oportunidad. - No tengo ninguna orden de restricción. - Dijo - No he cometido ningún delito. Incliné mi barbilla hacia arriba. - ¿Novia? Me dije que no me importaba cómo respondiera a eso. Cualquiera de las dos iba bien conmigo. - Eso no es de tu incumbencia. - Trataste de besarme. - Le recordé - Lo convertiste en algo de mi incumbencia.
La sombra de una sonrisa pirata merodeó por su boca. Tuve la impresión de que estaba recordando cada detalle de ese casi-beso, incluyendo mi gemido/suspiro. - Ex novia. Dijo después de un momento. Mi estómago se cayó tan pronto como un repentino pensamiento saltó en mi mente. ¿Qué pasaba si la chica de Delphic y Victoria’s Secret era la ex de Patch? ¿Qué pasaba si me había visto hablando con Patch en las máquinas tragaperras y ―erróneamente― había asumido que había mucho más en nuestra relación? Si seguía sintiendo atracción por Patch, tenía sentido que ella estuviese lo suficientemente celosa como para seguirme por ahí. Unas pocas piezas del puzle parecían encajar… Entonces Patch dijo: - Pero ella no anda por aquí. - ¿A qué te refieres con que no anda por aquí? - Se ha ido. Nunca volverá. - ¿Te refieres a que… está muerta? - Pregunté. Patch no lo negó. Mi estómago se sintió repentinamente pesado y retorcido. No lo había esperado. Patch había tenido una novia, y ahora estaba muerta. La puerta del baño de damas sonó cuando alguien intentó entrar. Había olvidado que la había cerrado con llave, lo que me hizo dudar acerca de cómo entró Patch. Podría haber tenido una llave, o podría haber otra explicación. Una explicación acerca de la cual probablemente no querría pensar, como flotar bajo la puerta como el aire. Como el humo. - Necesito volver a trabajar. - Dijo Patch. Me echó una ojeada que perduró un poco más bajo mis caderas - Falda asesina. Piernas mortales. Antes de que pudiese tener un pensamiento coherente, él ya estaba pasando a través de la puerta. La anciana mujer que esperaba para entrar me miró, luego miró sobre su hombro a Patch, quien ya había desaparecido en el vestíbulo. - Cariño. - Me dijo - Se ve tan resbaladizo como el jabón. - Buena descripción. - Mascullé. Ella sacudió su corto, gris y ondulado cabello. - Una chica se podría enjabonar con un jabón como ése. Después de que me puse mi ropa nuevamente, volví a la mesa y me deslicé al lado de Vee. Elliot chequeó su reloj y levantó una ceja hacia mí. - Lo siento, me fui por mucho rato. - Dije - ¿Me perdí algo? - No. - Dijo Vee - Lo mismo de siempre, lo mismo de siempre. Ella golpeó mi rodilla, y la pregunta se amplió. “¿Bien?” Antes de que pudiese devolverle el golpe, Elliot dijo: - Te perdiste a la camarera, te pedí un burrito rojo. - Una sonrisa espeluznante tiró las comisuras de su boca. Vi mi oportunidad.
- En realidad, no estoy segura de que desee comer. - Puse cara de estar nauseabunda, que no estaba del todo fingida - Creo que cogí lo que Jules tiene. - Oh, mujer. ¿Te sientes bien? Sacudí mi cabeza. - Buscaré a nuestra camarera y le diré que caliente la comida. - Sugirió Vee buscando las llaves en su cartera. - ¿Y qué hay de mí? - Dijo Elliot sonando sólo medio en broma. - En otra ocasión. - Dijo Vee. Bingo, pensé.
SkyAdwoot
Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Fall For You♥
En el capítulo anterior...
- En realidad, no estoy segura de que desee comer. - Puse cara de estar nauseabunda, que no estaba del todo fingida - Creo que cogí lo que Jules tiene. - Oh, mujer. ¿Te sientes bien? Sacudí mi cabeza. - Buscaré a nuestra camarera y le diré que caliente la comida. - Sugirió Vee buscando las llaves en su cartera. - ¿Y qué hay de mí? - Dijo Elliot sonando sólo medio en broma. - En otra ocasión. - Dijo Vee. Bingo, pensé.
Capítulo 14
Regresé a casa antes de tiempo. Giré la llave en la cerradura, tomé el picaporte y golpeé mi cadera contra la puerta. Llamé a mi madre unas horas antes de la cena, y estaba en la oficina tratando de atar algunos cabos sueltos, no estaba segura de cuándo regresaría a casa, y yo esperaba encontrar la casa tranquila, oscura y fría. Al tercer empujón, la puerta cedió y arrojé mi bolsa de mano en la oscuridad, y luego luché con la llave que seguía atascada en la cerradura. Desde la noche que vino Patch, el seguro había desarrollado un carácter codicioso. Me preguntaba si Dorothea se había dado cuenta de eso temprano en el día.
- Dame la llave, tonto. - Dije dejándola libre.
El reloj de pared en el pasillo marcaba la hora, y ocho dongs resonaron fuerte en el silencio. Yo iba caminando a la sala para prender la estufa de leña, cuando se oyó un susurro de tela y un bajo crujido en la habitación. Yo grité.
- ¡__________! - Mi madre me dijo arrojando una manta y luchando en una posición de sentado en el sofá - ¿Qué diablos te pasa?
Yo tenía una mano sobre mi corazón y la otra contra la pared, como apoyo.
- Me has asustado.
- Me quedé dormida. Si te hubiera oído llegar, hubiera dicho algo. - Ella se quitó el pelo de la cara y parpadeó somnolientamente - ¿Qué hora es?
Me desplomé en el sillón más cercano mientras trataba de recuperar mi ritmo cardíaco normal. Mi imaginación había evocado un par de ojos despiadados detrás de un pasamontañas, tenía un enorme deseo de decirle a mi madre todo sobre la forma en que se había arrojado al Neón y su papel como atacante de Vee. Me estaba acosando y era violento. Nos gustaría obtener nuevas cerraduras en las puertas. Y parecía lógico que la policía se involucrara. Me sentiría mucho más segura con un oficial estacionado afuera.
- Yo iba a caminar para lograr esto, - Mi madre me dijo interrumpiendo mi proceso de pensamiento - pero no estoy segura de que el momento perfecto se vaya a presentar por sí mismo.
Fruncí el ceño.
- ¿Qué pasa?
Ella dio un suspiro largo y problemático. - Estoy pensando en poner la casa en venta.
- ¿Qué? ¿Por qué?
- Hemos estado luchando durante un año, y no estoy ganando tanto como yo esperaba. Consideré el tomar un segundo empleo, pero honestamente, no estoy segura de que haya suficientes horas en el día. - Ella se rió sin ningún rastro de humor - El pago de Dorotea es modesto, pero es dinero extra que no tenemos. La única otra cosa en la que he pensado es mudarnos a una casa más pequeña. O un apartamento.
- Pero esta es nuestra casa. Todos mis recuerdos están aquí. El recuerdo de mi padre esta aquí.
No podía creer que ella no se sintiera igual. Haría lo que fuera por permanecer aquí.
- Le daré tres meses más a esto. - Ella dijo - Pero no quiero que te hagas falsas esperanzas.
Después de eso sabía que no podría hablarle a mi madre sobre el chico con pasamontañas. Ella dejaría el trabajo mañana. Obtendría un trabajo local, y no habría absolutamente otra forma más que vender la granja.
- Hablemos de algo más alegre. - Mi madre dijo empujando su boca en una sonrisa - ¿Cómo estuvo la cena?
- Bien. - Dije malhumoradamente.
- ¿Y Vee? ¿Cómo se está recuperando?
- Ella puede regresar a la escuela mañana.
Mi madre sonrío con ironía.
- Fue bueno que se rompiera el brazo izquierdo. De otra forma no sería capaz de tomar notas en clase, y solo puedo imaginar lo decepcionante que hubiera sido para ella.
- Ha, ha. - Yo dije - Voy a hacer chocolate caliente.
Me detuve y señalé por encima de mi hombro hacia la cocina
- ¿Quieres un poco?
- En realidad, suena perfecto. Encenderé el fuego.
Después de un rápido viaje a la cocina a por tazas, azúcar y cacao, regresé para encontrar a mi madre con una tetera con agua en la estufa de leña. Me posé sobre el brazo del sofá y le entregué una taza.
- ¿Cómo supiste que estabas enamorada de papá? - Pregunté esforzándome por parecer casual. Siempre cabía la posibilidad de que discutir sobre papá nos llevara a un festival de lágrimas, algo que esperaba evadir. Mamá se sentó en el sofá y puso su pie sobre la mesita de café.
- No lo sabía hasta que estábamos casados, después de un año.
Esa no era la respuesta que yo esperaba.
- Entonces… ¿por qué te casaste con él? - Porque pensé que estaba enamorada. Y cuando crees que estás enamorada, estás dispuesta a resistir y hacer que funcione hasta que sea amor.
- ¿Estabas asustada?
- ¿De casarme con él? - Se rió - Esa era la parte emocionante. Comprar el vestido, reservar la capilla, usar el anillo de compromiso.
Me imaginé la sonrisa malcriada de Patch.
- ¿Alguna vez estuviste asustada de papá?
- Siempre que los Patriots perdían.
Siempre que los Patriots perdían, mi padre iba al garage y sacaba la motosierra. Dos otoños atrás se había dirigido con la motosierra al bosque detrás de la propiedad y cortó 10 árboles y los convirtió en leña. Nosotras todavía teníamos más de la mitad de la pila para quemar poco a poco. Mi madre dió unas palmaditas en el sofá a un lado de ella, y me acurruqué a un lado de ella, descansando mi cabeza en su hombro.
- Lo extraño. - Dije.
- Yo también.
- Me asusta que olvidaré cómo era. No en las fotos, sino dando vueltas en un sábado por la mañana, haciendo huevos revueltos.
Mi madre enlazó sus dedos con los míos.
- Tu siempre has sido muy parecida a él, desde el principio.
- ¿De verdad? - Me senté - ¿De qué forma?
- Él era un buen estudiante, muy dedicado. Él no era muy llamativo o comunicativo, pero la gente lo respetaba.
- ¿Papá alguna vez fue… misterioso? Ella dio una risa sorprendida.
- ¿Lo ves de esa manera? ¿Harrison Grey, el contador mas ético del mundo… rebelde? - Ella dio un carraspeo teatral - ¡Dios no lo quiera! Usó su cabello largo por un tiempo. Era ondulado y rubio ―como un surfista. Claro, sus gafas cromadas mataban el look. Entonces… pregunto, ¿qué nos llevó a este tema?
No tenía idea de cómo explicarle mis conflictos sentimentales por Patch a mi madre. No tenía idea de cómo explicarle la etapa Patch. Mi madre probablemente estaba esperando una descripción que incluía los nombres de sus padres, su Coeficiente Intelectual, la variedad de deportes que jugaba, las escuelas a las que planeaba entrar. No quería alarmarla diciendo que estaba dispuesta a apostar mis ahorros bancarios a que Patch tenía una hoja de antecedentes criminales.
- Hay un chico. - Dije incapaz de contener una sonrisa al pensar en Patch - Hemos estado saliendo últimamente. La mayoría por cosas de la escuela.
- Ooh, un chico. - Dijo misteriosamente – Bueno. ¿Está en el club de ajedrez? ¿En el consejo escolar? ¿El quipo de tennis?
- Le gusta el billar. - Ofrecí optimista.
- Un nadador, ¿es tan guapo como Michael Phelps? Claro, yo siempre me incliné hacia Ryan Lochte en lo que a apariencia se refiere.
Pensé en corregir a mi madre. Pensándolo bien, era mejor no aclararlo. Billar, natación… son similares, ¿verdad?
El teléfono sonó y mi madre se estiró a través del sofá para contestar. Diez segundos al teléfono y se dejó caer en el sofá con una mano en la frente.
- No, no es problema. Iré y los recogeré, y los llevaré a primera hora mañana por la mañana.
- ¿Hugo? - Pregunté después de que colgó.
Hugo era el jefe de mi madre y a decir verdad, él siempre llama poniéndola de mal humor. Una vez, la llamó al trabajo un domingo porque no sabía cómo funcionaba la fotocopiadora.
- Dejó unos papeles sin terminar en la oficina y necesita que pase por ellos. Tengo que hacer copias, pero no estaré fuera más de una hora. ¿Ya terminaste la tarea?
- Todavía no.
- Entonces me diré que no podríamos pasar tiempo juntas aunque estuviera aquí. - Suspiró y se puso de pie - ¿Te veo en una hora?
- Dile a Hugo que debería pagarte más. Se rió.
- Mucho más.
Tan pronto como tuve la casa para mí sola, limpié la mesa de la cocina de los platos del desayuno y busqué mis libros de texto, Inglés, Historia mundial, Biología. Armada solo con un flamante lápiz nuevo del número dos, abrí el libro de encima y me puse a trabajar. Quince minutos después mi mente se rebeló, negándose a digerir otro párrafo del sistema feudal europeo. Me pregunté qué estaría haciendo Patch después del trabajo, ¿la tarea? Difícil de creer. ¿Comiendo pizza y viendo basketball por televisión? Tal vez, pero no lo sentía correcto. ¿Haciendo apuestas y jugando al billar en la Galería Bo? Parecía una buena suposición. Tenía el inexplicable deseo de conducir hacia Bo y defender mi comportamiento anterior, pero el pensamiento fue rápidamente puesto en perspectiva por el simple hecho de que no tenía tiempo. Mamá regresaría a casa en menos tiempo que la media hora que me lleva conducir hasta ahí. Sin mencionar que Patch no era el tipo de chico al que podías salir a buscar y dar con él. En el pasado nuestros encuentros habían ocurrido en su horario, no el mío. Siempre. Subí las escaleras para ponerme algo más cómodo. Empujé la puerta del cuarto y di tres pequeños pasos dentro antes de detenerme. Los cajones de la cómoda estaban revueltos, la ropa esparcida por el piso. La cama destrozada. Las puertas del armario estaban abiertas, colgando inclinadas de las bisagras. Libros y fotografías enmarcadas por todo el suelo. Vi el reflejo de movimiento en la ventana de la habitación y me di la vuelta. Él se detuvo detrás de mí, vestido de pies a cabeza de negro y con pasamontañas. Mi cabeza estaba en un torbellino de niebla, apenas comenzaba a transmitirle a mis piernas que corrieran, cuando abrió la ventana de par en par y se agachó con agilidad. Bajé las escaleras de tres en tres. Me arrojé por la barandilla, volé por el pasillo hacia la cocina y marqué al 911. Quince minutos después una patrulla apareció en la entrada. Temblando, abrí la puerta y dejé entrar a los dos oficiales. El primer oficial que entró era pequeño y de cintura ancha. El otro era alto y tenía el pelo casi tan negro como el de Patch, pero corto alrededor de sus orejas. De una forma extraña, vagamente me recordaba a Patch. Tez mediterránea, cara simétrica, ojos cantarines. Se presentaron ellos solos, el oficial de pelo negro era el detective Basso. Su compañero era el detective Holstijic.
- ¿Eres __________ Grey? - El detective Holstijic preguntó.
Yo asentí.
- Tus padres están en casa?
- Mi madre se fue unos minutos antes de que llamara al 911.
- Entonces, ¿estás en casa sola?
Otro asentimiento.
- ¿Por qué no nos dices qué es lo que pasó? - Preguntó cruzando sus brazos y separando las piernas, mientras el detective Basso caminaba un poco por la casa y observaba alrededor.
- Llegué a casa a las 8 e hice un poco de tarea. - Dije - Cuando subí a mi habitación, lo vi a él. Todo era un desastre. Destrozó toda mi habitación.
- ¿Lo reconoció?
- Él usaba un pasamontañas. Y las luces estaban apagadas.
- ¿Alguna señal en particular? ¿Tatuajes?
- No.
- ¿Estatura? ¿Peso?
Profundicé a regañadientes en mi memoria a corto plazo. Yo no quería revivir el momento, pero era importante que yo recordara las pistas.
- Peso medio, pero un poco en el lado alto. Más o menos del mismo tamaño que el detective Basso.
- ¿Dijo algo?
Sacudí mi cabeza.
El detective Basso reapareció y dijo a su compañero:
- Todo claro.
Luego subió al segundo piso. Las tablas del suelo crujían a medida que avanzaba por el pasillo abriendo y cerrando puertas. El detective Holstijic se dirigió a la puerta delantera e inspeccionó el cerrojo.
- ¿La puerta estaba abierta o dañada cuando regresaste a casa?
- No, usé mi llave para abrir. Mi madre estaba dormida en la sala.
El detective Basso apareció en la cima de las escaleras.
- ¿Puedes mostrarnos cuál es el daño? El detective Holstijic y yo subimos las escaleras juntos, me abrí camino por el pasillo hasta donde estaba el detective Basso, justo dentro de mi dormitorio con las manos en las caderas, inspeccionando cuidadosamente mi habitación. Me quedé perfectamente inmóvil. Un hormigueo de temores se arrastraron a través de mí. Mi cama estaba hecha, mi pijama se encontraba sobre la almohada, tal como lo había dejado por la mañana. Mis cajones estaban en su lugar, las fotografías enmarcadas encima. El baul al pie de mi cama estaba cerrado. El suelo estaba limpio. En la ventana colgaban cortinas largas y lisas, una a cada lado de la ventana cerrada.
- Dice que vió al intruso. - Dijo el detective Basso.
Miraba abajo hacia mí con ojos duros que no se perdían nada. Ojos que eran expertos en detectar mentiras. Me detuve dentro del cuarto, pero desprendía el mismo toque familiar de confort y seguridad. Había una nota subyacente de violación y amenaza. Miré fijamente a la ventana tratando de mantener mi mano firme.
- Cuando entré él saltó por la ventana. El detective Basso se asomó por la ventana.
- Es una larga caída hasta el suelo. - Observó él e intentó abrir la ventana - ¿La aseguraste después de que se fuera?
- No, corrí abajo por las escaleras y llamé al 911.
- Alguien la aseguró. - El detective Basso continuaba viéndome con ojos mordaces, su boca presionada en una línea rígida.
- No estoy seguro de que alguien pueda huir después de un salto como ese. - El detective Holstijic dijo uniéndose con su compañero junto a la ventana - Serían afortunados si salieran con una pierna rota.
- Tal vez no saltó, tal vez subió por el árbol. - Dije.
El detective Basso sacudió su mano alrededor.
- Bueno. ¿Qué es? ¿Trepó o saltó? Pudo haberte empujado y salir fuera por la puerta principal. Esa sería la opción lógica. Eso sería lo que yo hubiera hecho. Voy a preguntártelo otra vez. Piensa realmente con cuidado. ¿Realmente viste a alguien en tu cuarto esta noche?
Él no me creía. Creía que yo lo había inventado. Por un momento estuve tentada a pensar igual. ¿Qué me pasaba? ¿Por qué era mi realidad tan compleja? ¿Por qué la realidad nunca encajaba? Por el bien de mi salud me dije a mí misma que no era yo, era él. El chico con pasamontañas. Él estaba haciendo esto. No sabía cómo, pero él era el culpable. El detective Holstijic rompió el tenso silencio diciendo:
- ¿Cuándo estarán tus padres en casa?
- Vivo con mi madre. Tuvo que hacer un rápido viaje a la oficina.
- Necesitamos haceros a las dos unas cuantas preguntas. - Él continuó.
Me señaló para que tomara asiento en la cama, pero sacudí mi cabeza aturdida - ¿Has roto recientemente con un novio? - No.
- ¿Qué tal con las drogas? ¿Algún problema, ahora o en el pasado?
- No.
- Mencionaste que vivías con tu madre. ¿Y tu padre? ¿Dónde está?
- Esto fue un error. - Dije - Lo siento. No debí llamar.
Los dos oficiales intercambiaron miradas. El detective Holstijic cerró los ojos y se masajeó las esquinas interiores. El detective Basso se veía como si ya hubiera tenido suficiente y estuviera listo para marcharse.
- Tenemos cosas que hacer. - Dijo - ¿Estarás bien aquí sola hasta que llegue tu madre?
Yo difícilmente lo escuchaba. No podía alejar mis ojos de la ventana. ¿Cómo estaba él haciendo todo esto? Quince minutos. Tuvo quince minutos para encontrar la forma de regresar dentro y ordenar el cuarto antes de que la policía llegara. Y conmigo en el piso de abajo todo el tiempo. Al darme cuenta de que habíamos estado solos en la casa juntos, me estremecí. El detective Holstijic extendió su tarjeta.
- ¿Podría llamarnos tu madre cuando llegue?
- Saldremos nosotros solos. - Dijo el Detective Basso. Ya estaba a la mitad del pasillo. -------------------------------------------------------------------------------- * Juego de palabras por pool en inglés, que se puede entender como billar o piscina (N. del T.)
En el capítulo anterior...
- En realidad, no estoy segura de que desee comer. - Puse cara de estar nauseabunda, que no estaba del todo fingida - Creo que cogí lo que Jules tiene. - Oh, mujer. ¿Te sientes bien? Sacudí mi cabeza. - Buscaré a nuestra camarera y le diré que caliente la comida. - Sugirió Vee buscando las llaves en su cartera. - ¿Y qué hay de mí? - Dijo Elliot sonando sólo medio en broma. - En otra ocasión. - Dijo Vee. Bingo, pensé.
Capítulo 14
Regresé a casa antes de tiempo. Giré la llave en la cerradura, tomé el picaporte y golpeé mi cadera contra la puerta. Llamé a mi madre unas horas antes de la cena, y estaba en la oficina tratando de atar algunos cabos sueltos, no estaba segura de cuándo regresaría a casa, y yo esperaba encontrar la casa tranquila, oscura y fría. Al tercer empujón, la puerta cedió y arrojé mi bolsa de mano en la oscuridad, y luego luché con la llave que seguía atascada en la cerradura. Desde la noche que vino Patch, el seguro había desarrollado un carácter codicioso. Me preguntaba si Dorothea se había dado cuenta de eso temprano en el día.
- Dame la llave, tonto. - Dije dejándola libre.
El reloj de pared en el pasillo marcaba la hora, y ocho dongs resonaron fuerte en el silencio. Yo iba caminando a la sala para prender la estufa de leña, cuando se oyó un susurro de tela y un bajo crujido en la habitación. Yo grité.
- ¡__________! - Mi madre me dijo arrojando una manta y luchando en una posición de sentado en el sofá - ¿Qué diablos te pasa?
Yo tenía una mano sobre mi corazón y la otra contra la pared, como apoyo.
- Me has asustado.
- Me quedé dormida. Si te hubiera oído llegar, hubiera dicho algo. - Ella se quitó el pelo de la cara y parpadeó somnolientamente - ¿Qué hora es?
Me desplomé en el sillón más cercano mientras trataba de recuperar mi ritmo cardíaco normal. Mi imaginación había evocado un par de ojos despiadados detrás de un pasamontañas, tenía un enorme deseo de decirle a mi madre todo sobre la forma en que se había arrojado al Neón y su papel como atacante de Vee. Me estaba acosando y era violento. Nos gustaría obtener nuevas cerraduras en las puertas. Y parecía lógico que la policía se involucrara. Me sentiría mucho más segura con un oficial estacionado afuera.
- Yo iba a caminar para lograr esto, - Mi madre me dijo interrumpiendo mi proceso de pensamiento - pero no estoy segura de que el momento perfecto se vaya a presentar por sí mismo.
Fruncí el ceño.
- ¿Qué pasa?
Ella dio un suspiro largo y problemático. - Estoy pensando en poner la casa en venta.
- ¿Qué? ¿Por qué?
- Hemos estado luchando durante un año, y no estoy ganando tanto como yo esperaba. Consideré el tomar un segundo empleo, pero honestamente, no estoy segura de que haya suficientes horas en el día. - Ella se rió sin ningún rastro de humor - El pago de Dorotea es modesto, pero es dinero extra que no tenemos. La única otra cosa en la que he pensado es mudarnos a una casa más pequeña. O un apartamento.
- Pero esta es nuestra casa. Todos mis recuerdos están aquí. El recuerdo de mi padre esta aquí.
No podía creer que ella no se sintiera igual. Haría lo que fuera por permanecer aquí.
- Le daré tres meses más a esto. - Ella dijo - Pero no quiero que te hagas falsas esperanzas.
Después de eso sabía que no podría hablarle a mi madre sobre el chico con pasamontañas. Ella dejaría el trabajo mañana. Obtendría un trabajo local, y no habría absolutamente otra forma más que vender la granja.
- Hablemos de algo más alegre. - Mi madre dijo empujando su boca en una sonrisa - ¿Cómo estuvo la cena?
- Bien. - Dije malhumoradamente.
- ¿Y Vee? ¿Cómo se está recuperando?
- Ella puede regresar a la escuela mañana.
Mi madre sonrío con ironía.
- Fue bueno que se rompiera el brazo izquierdo. De otra forma no sería capaz de tomar notas en clase, y solo puedo imaginar lo decepcionante que hubiera sido para ella.
- Ha, ha. - Yo dije - Voy a hacer chocolate caliente.
Me detuve y señalé por encima de mi hombro hacia la cocina
- ¿Quieres un poco?
- En realidad, suena perfecto. Encenderé el fuego.
Después de un rápido viaje a la cocina a por tazas, azúcar y cacao, regresé para encontrar a mi madre con una tetera con agua en la estufa de leña. Me posé sobre el brazo del sofá y le entregué una taza.
- ¿Cómo supiste que estabas enamorada de papá? - Pregunté esforzándome por parecer casual. Siempre cabía la posibilidad de que discutir sobre papá nos llevara a un festival de lágrimas, algo que esperaba evadir. Mamá se sentó en el sofá y puso su pie sobre la mesita de café.
- No lo sabía hasta que estábamos casados, después de un año.
Esa no era la respuesta que yo esperaba.
- Entonces… ¿por qué te casaste con él? - Porque pensé que estaba enamorada. Y cuando crees que estás enamorada, estás dispuesta a resistir y hacer que funcione hasta que sea amor.
- ¿Estabas asustada?
- ¿De casarme con él? - Se rió - Esa era la parte emocionante. Comprar el vestido, reservar la capilla, usar el anillo de compromiso.
Me imaginé la sonrisa malcriada de Patch.
- ¿Alguna vez estuviste asustada de papá?
- Siempre que los Patriots perdían.
Siempre que los Patriots perdían, mi padre iba al garage y sacaba la motosierra. Dos otoños atrás se había dirigido con la motosierra al bosque detrás de la propiedad y cortó 10 árboles y los convirtió en leña. Nosotras todavía teníamos más de la mitad de la pila para quemar poco a poco. Mi madre dió unas palmaditas en el sofá a un lado de ella, y me acurruqué a un lado de ella, descansando mi cabeza en su hombro.
- Lo extraño. - Dije.
- Yo también.
- Me asusta que olvidaré cómo era. No en las fotos, sino dando vueltas en un sábado por la mañana, haciendo huevos revueltos.
Mi madre enlazó sus dedos con los míos.
- Tu siempre has sido muy parecida a él, desde el principio.
- ¿De verdad? - Me senté - ¿De qué forma?
- Él era un buen estudiante, muy dedicado. Él no era muy llamativo o comunicativo, pero la gente lo respetaba.
- ¿Papá alguna vez fue… misterioso? Ella dio una risa sorprendida.
- ¿Lo ves de esa manera? ¿Harrison Grey, el contador mas ético del mundo… rebelde? - Ella dio un carraspeo teatral - ¡Dios no lo quiera! Usó su cabello largo por un tiempo. Era ondulado y rubio ―como un surfista. Claro, sus gafas cromadas mataban el look. Entonces… pregunto, ¿qué nos llevó a este tema?
No tenía idea de cómo explicarle mis conflictos sentimentales por Patch a mi madre. No tenía idea de cómo explicarle la etapa Patch. Mi madre probablemente estaba esperando una descripción que incluía los nombres de sus padres, su Coeficiente Intelectual, la variedad de deportes que jugaba, las escuelas a las que planeaba entrar. No quería alarmarla diciendo que estaba dispuesta a apostar mis ahorros bancarios a que Patch tenía una hoja de antecedentes criminales.
- Hay un chico. - Dije incapaz de contener una sonrisa al pensar en Patch - Hemos estado saliendo últimamente. La mayoría por cosas de la escuela.
- Ooh, un chico. - Dijo misteriosamente – Bueno. ¿Está en el club de ajedrez? ¿En el consejo escolar? ¿El quipo de tennis?
- Le gusta el billar. - Ofrecí optimista.
- Un nadador, ¿es tan guapo como Michael Phelps? Claro, yo siempre me incliné hacia Ryan Lochte en lo que a apariencia se refiere.
Pensé en corregir a mi madre. Pensándolo bien, era mejor no aclararlo. Billar, natación… son similares, ¿verdad?
El teléfono sonó y mi madre se estiró a través del sofá para contestar. Diez segundos al teléfono y se dejó caer en el sofá con una mano en la frente.
- No, no es problema. Iré y los recogeré, y los llevaré a primera hora mañana por la mañana.
- ¿Hugo? - Pregunté después de que colgó.
Hugo era el jefe de mi madre y a decir verdad, él siempre llama poniéndola de mal humor. Una vez, la llamó al trabajo un domingo porque no sabía cómo funcionaba la fotocopiadora.
- Dejó unos papeles sin terminar en la oficina y necesita que pase por ellos. Tengo que hacer copias, pero no estaré fuera más de una hora. ¿Ya terminaste la tarea?
- Todavía no.
- Entonces me diré que no podríamos pasar tiempo juntas aunque estuviera aquí. - Suspiró y se puso de pie - ¿Te veo en una hora?
- Dile a Hugo que debería pagarte más. Se rió.
- Mucho más.
Tan pronto como tuve la casa para mí sola, limpié la mesa de la cocina de los platos del desayuno y busqué mis libros de texto, Inglés, Historia mundial, Biología. Armada solo con un flamante lápiz nuevo del número dos, abrí el libro de encima y me puse a trabajar. Quince minutos después mi mente se rebeló, negándose a digerir otro párrafo del sistema feudal europeo. Me pregunté qué estaría haciendo Patch después del trabajo, ¿la tarea? Difícil de creer. ¿Comiendo pizza y viendo basketball por televisión? Tal vez, pero no lo sentía correcto. ¿Haciendo apuestas y jugando al billar en la Galería Bo? Parecía una buena suposición. Tenía el inexplicable deseo de conducir hacia Bo y defender mi comportamiento anterior, pero el pensamiento fue rápidamente puesto en perspectiva por el simple hecho de que no tenía tiempo. Mamá regresaría a casa en menos tiempo que la media hora que me lleva conducir hasta ahí. Sin mencionar que Patch no era el tipo de chico al que podías salir a buscar y dar con él. En el pasado nuestros encuentros habían ocurrido en su horario, no el mío. Siempre. Subí las escaleras para ponerme algo más cómodo. Empujé la puerta del cuarto y di tres pequeños pasos dentro antes de detenerme. Los cajones de la cómoda estaban revueltos, la ropa esparcida por el piso. La cama destrozada. Las puertas del armario estaban abiertas, colgando inclinadas de las bisagras. Libros y fotografías enmarcadas por todo el suelo. Vi el reflejo de movimiento en la ventana de la habitación y me di la vuelta. Él se detuvo detrás de mí, vestido de pies a cabeza de negro y con pasamontañas. Mi cabeza estaba en un torbellino de niebla, apenas comenzaba a transmitirle a mis piernas que corrieran, cuando abrió la ventana de par en par y se agachó con agilidad. Bajé las escaleras de tres en tres. Me arrojé por la barandilla, volé por el pasillo hacia la cocina y marqué al 911. Quince minutos después una patrulla apareció en la entrada. Temblando, abrí la puerta y dejé entrar a los dos oficiales. El primer oficial que entró era pequeño y de cintura ancha. El otro era alto y tenía el pelo casi tan negro como el de Patch, pero corto alrededor de sus orejas. De una forma extraña, vagamente me recordaba a Patch. Tez mediterránea, cara simétrica, ojos cantarines. Se presentaron ellos solos, el oficial de pelo negro era el detective Basso. Su compañero era el detective Holstijic.
- ¿Eres __________ Grey? - El detective Holstijic preguntó.
Yo asentí.
- Tus padres están en casa?
- Mi madre se fue unos minutos antes de que llamara al 911.
- Entonces, ¿estás en casa sola?
Otro asentimiento.
- ¿Por qué no nos dices qué es lo que pasó? - Preguntó cruzando sus brazos y separando las piernas, mientras el detective Basso caminaba un poco por la casa y observaba alrededor.
- Llegué a casa a las 8 e hice un poco de tarea. - Dije - Cuando subí a mi habitación, lo vi a él. Todo era un desastre. Destrozó toda mi habitación.
- ¿Lo reconoció?
- Él usaba un pasamontañas. Y las luces estaban apagadas.
- ¿Alguna señal en particular? ¿Tatuajes?
- No.
- ¿Estatura? ¿Peso?
Profundicé a regañadientes en mi memoria a corto plazo. Yo no quería revivir el momento, pero era importante que yo recordara las pistas.
- Peso medio, pero un poco en el lado alto. Más o menos del mismo tamaño que el detective Basso.
- ¿Dijo algo?
Sacudí mi cabeza.
El detective Basso reapareció y dijo a su compañero:
- Todo claro.
Luego subió al segundo piso. Las tablas del suelo crujían a medida que avanzaba por el pasillo abriendo y cerrando puertas. El detective Holstijic se dirigió a la puerta delantera e inspeccionó el cerrojo.
- ¿La puerta estaba abierta o dañada cuando regresaste a casa?
- No, usé mi llave para abrir. Mi madre estaba dormida en la sala.
El detective Basso apareció en la cima de las escaleras.
- ¿Puedes mostrarnos cuál es el daño? El detective Holstijic y yo subimos las escaleras juntos, me abrí camino por el pasillo hasta donde estaba el detective Basso, justo dentro de mi dormitorio con las manos en las caderas, inspeccionando cuidadosamente mi habitación. Me quedé perfectamente inmóvil. Un hormigueo de temores se arrastraron a través de mí. Mi cama estaba hecha, mi pijama se encontraba sobre la almohada, tal como lo había dejado por la mañana. Mis cajones estaban en su lugar, las fotografías enmarcadas encima. El baul al pie de mi cama estaba cerrado. El suelo estaba limpio. En la ventana colgaban cortinas largas y lisas, una a cada lado de la ventana cerrada.
- Dice que vió al intruso. - Dijo el detective Basso.
Miraba abajo hacia mí con ojos duros que no se perdían nada. Ojos que eran expertos en detectar mentiras. Me detuve dentro del cuarto, pero desprendía el mismo toque familiar de confort y seguridad. Había una nota subyacente de violación y amenaza. Miré fijamente a la ventana tratando de mantener mi mano firme.
- Cuando entré él saltó por la ventana. El detective Basso se asomó por la ventana.
- Es una larga caída hasta el suelo. - Observó él e intentó abrir la ventana - ¿La aseguraste después de que se fuera?
- No, corrí abajo por las escaleras y llamé al 911.
- Alguien la aseguró. - El detective Basso continuaba viéndome con ojos mordaces, su boca presionada en una línea rígida.
- No estoy seguro de que alguien pueda huir después de un salto como ese. - El detective Holstijic dijo uniéndose con su compañero junto a la ventana - Serían afortunados si salieran con una pierna rota.
- Tal vez no saltó, tal vez subió por el árbol. - Dije.
El detective Basso sacudió su mano alrededor.
- Bueno. ¿Qué es? ¿Trepó o saltó? Pudo haberte empujado y salir fuera por la puerta principal. Esa sería la opción lógica. Eso sería lo que yo hubiera hecho. Voy a preguntártelo otra vez. Piensa realmente con cuidado. ¿Realmente viste a alguien en tu cuarto esta noche?
Él no me creía. Creía que yo lo había inventado. Por un momento estuve tentada a pensar igual. ¿Qué me pasaba? ¿Por qué era mi realidad tan compleja? ¿Por qué la realidad nunca encajaba? Por el bien de mi salud me dije a mí misma que no era yo, era él. El chico con pasamontañas. Él estaba haciendo esto. No sabía cómo, pero él era el culpable. El detective Holstijic rompió el tenso silencio diciendo:
- ¿Cuándo estarán tus padres en casa?
- Vivo con mi madre. Tuvo que hacer un rápido viaje a la oficina.
- Necesitamos haceros a las dos unas cuantas preguntas. - Él continuó.
Me señaló para que tomara asiento en la cama, pero sacudí mi cabeza aturdida - ¿Has roto recientemente con un novio? - No.
- ¿Qué tal con las drogas? ¿Algún problema, ahora o en el pasado?
- No.
- Mencionaste que vivías con tu madre. ¿Y tu padre? ¿Dónde está?
- Esto fue un error. - Dije - Lo siento. No debí llamar.
Los dos oficiales intercambiaron miradas. El detective Holstijic cerró los ojos y se masajeó las esquinas interiores. El detective Basso se veía como si ya hubiera tenido suficiente y estuviera listo para marcharse.
- Tenemos cosas que hacer. - Dijo - ¿Estarás bien aquí sola hasta que llegue tu madre?
Yo difícilmente lo escuchaba. No podía alejar mis ojos de la ventana. ¿Cómo estaba él haciendo todo esto? Quince minutos. Tuvo quince minutos para encontrar la forma de regresar dentro y ordenar el cuarto antes de que la policía llegara. Y conmigo en el piso de abajo todo el tiempo. Al darme cuenta de que habíamos estado solos en la casa juntos, me estremecí. El detective Holstijic extendió su tarjeta.
- ¿Podría llamarnos tu madre cuando llegue?
- Saldremos nosotros solos. - Dijo el Detective Basso. Ya estaba a la mitad del pasillo. -------------------------------------------------------------------------------- * Juego de palabras por pool en inglés, que se puede entender como billar o piscina (N. del T.)
SkyAdwoot
Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Fall For You <3
Capítulo 15
- ¿Piensas que Eliot asesinó a alguien? - ¡Shh! - Susurré a Vee mirando a través de las mesas del laboratorio, asegurándome que nadie hubiera escuchado. - No te ofendas, bebé, pero esto se está empezando a poner ridículo. Primero él me ataca. Ahora es un asesino. Perdóname, ¿pero Elliot? ¿Un asesino? Él es el chico más lindo que conozco. ¿Cuándo fue la última vez que olvidó sostener la puerta abierta para ti? Oh, sí, es cierto... nunca. Vee y yo estábamos en Biología, y Vee estaba tendida boca arriba sobre la mesa. Estábamos en el laboratorio tomando la presión arterial, y Vee supuestamente estaba descansando en silencio durante cinco minutos. Normalmente tendría que trabajar con Patch, pero el Entrenador nos dio un día libre, lo que quiere decir que éramos libres de elegir a nuestros compañeros. Vee y yo estábamos en la parte de atrás del salón. Patch estaba trabajando con un deportista llamado Thomas Rookery en el frente del salón. - Él fue interrogado como sospechoso en una investigación de asesinato. - Susurré, sintiendo los ojos del Entrenador gravitar hacia nosotras. Garabateé unas pocas notas en mi hoja de laboratorio. El sujeto está calmado y relajado. El sujeto se ha abstenido de hablar durante tres minutos y medio - La policía, obviamente pensó que él tenía un motivo y medió. - ¿Estás segura de que es el mismo Elliot? - ¿Cuántos Eliot Sunderses piensas que había en Kinghorn en Febrero? Vee golpeaba sus dedos en su estómago. - Es solo que es realmente... realmente difícil de creer. De cualquier manera, ¿qué pasa si fue interrogado? Lo importante es que fue liberado. No lo hallaron culpable. - Porque los policías encontraron una nota de suicidio escrita por Halverson. - Otra vez, ¿quién es Halverson? - Kjirten. - Dije impaciente - La chica que supuestamente se ahorcó. - Tal vez ella se ahorcó. Quiero decir, ¿qué tal si un día ella dijo, 'Hey, la vida apesta, y se ensartó a un árbol? Eso pasa. - ¿No encuentras un poco coincidente que su apartamento mostrara evidencias de una entrada a la fuerza cuando descubrieron la nota suicida? - Ella vivía en Porland. Las irrupciones a la fuerza pasan. - Pienso que alguien puso la nota. Alguien que quería a Elliot fuera del gancho. - ¿Quién querría a Elliot fuera del gancho? - Preguntó Vee. Le di mi mejor 'duh' mirada. Vee se apoyó con su codo bueno impulsándose.
- Entonces, estás diciendo que Elliot colgó a Kjisten de un árbol, puso una cuerda alrededor de su cuello, la empujó fuera de la extremidad, después hizo un trabajo de interrupción entrando a su apartamento y plantó una evidencia señalando un suicidio. - ¿Por qué no? Vee me devolvió la 'duh' mirada. - Porque la policía ya analizó todo. Y si ellos lo creyeron, entonces yo también. - ¿Qué piensas sobre que - Dije - solo unas semanas después de que Elliot fuera liberado del interrogatorio se transfirió de colegio? ¿Por qué alguien dejaría la Preparatoria Kinghorn para venir a CHS? - Tienes un punto ahí. - Creo que está tratando de escapar de su pasado. Pienso que se volvió demasiado incómodo asistir al colegio en el mismo campus en el que mató a Kjirsten. Se sentía culpable. - Toqué mis labios con el lápiz - Necesito conducir hasta Kinghorn y hacer preguntas. Ella solo murió hace dos meses: todo el mundo todavía debe estar murmurando sobre eso. - No lo sé, __________, estoy teniendo malas vibraciones sobre poner en marcha una operación de espías en Kinghorn. Quiero decir, ¿vas a preguntar sobre Elliot específicamente? ¿Y si se entera? ¿Qué va a pensar él? Miré hacia ella. - Él solo tiene algo de qué preocuparse si es culpable. - Y después él te matará para silenciarte. - Vee sonrío como el gato Cheshire - Quiero averiguar quién me atacó tanto como tú, - Continuó de un modo más serio - pero juro por mi vida que no fue Elliot. Lo repasé en mi memoria como unas cien veces. No encaja. Ni siquiera está cerca. Confía en mí. - Está bien, tal vez Elliot no te atacó. - Dije tratando de apaciguar a Vee, pero no para limpiar el nombre de Elliot - Él todavía tiene mucho en su contra. Estuvo involucrado en una investigación de asesinato, en primer lugar. Y es casi demasiado lindo, en segundo lugar. Él es perturbador. Y es amigo de Jules, en tercer lugar. Vee frunció el ceño. - ¿Jules? ¿Qué pasa con Jules? - ¿No piensas que es extraño todo el tiempo que estamos con ellos?. ¿Jules saluda? - ¿Qué se supone que significa eso? - La noche que fuimos al Delphic, Jules se fue casi inmediatamente a usar el baño. ¿Él alguna vez volvió? ¿Después de que me fuera a comprar un algodón de azúcar, lo encontró Elliot? - No, pero culpé a la tiza en la plomería interna. - Después, anoche él misteriosamente llamó enfermo. - Me toqué con la goma de borrar de mi lápiz la punta de mi nariz, pensando - Parece enfermarse mucho. - Pienso que estás sobre-analizando esto. Tal vez... tal vez él tiene IBS. - ¿IBS?
- Síndrome de irritabilidad de Bowed. Descarté la sugerencia de Vee en favor a un estiramiento mental para una idea que flotaba fuera de alcance. La Preparatoria Kinghorn está a más o menos una hora de camino en coche. Si el colegio es tan académicamente riguroso como Elliot clamaba, ¿cómo podía Jules tener constantemente tiempo para venir a Coldwater a visitarlo? Lo vi cerca cada mañana de camino al colegio en Enzo Bristol con Elliot. Es más, él le daba un aventón a Elliot hasta su casa después de la escuela. Es casi como si Elliot tuviera a Jules en la palma de la mano. Pero eso no era todo. Refregué la goma de borrar más furiosamente contra mi nariz. ¿Qué me estaba perdiendo? - ¿Por qué Elliot mató a Kjirsten? - Me pregunté en voz alta – Tal vez ella lo vio haciendo algo ilegal, y la mató para silenciarla. Vee dejó salir un suspiro. - Esto está comenzando a meterse en la tierra de Esto Absolutamente No Tiene Sentido. - Hay algo más. Algo que no estamos viendo. Vee me miró como si mi lógica estuviera de vacaciones en otro lugar. - Personalmente, pienso que estás viendo demasiado. Esto se siente mucho como una cacería de brujas. Después de todo, repentinamente sabía qué me estaba perdiendo. Ha estado molestándome todo el día, llamándome desde el fondo de mi mente, pero había estado demasiado abrumada con todo lo demás como para prestar atención. El detective Basso me había preguntado si me faltaba algo. Solo ahora me golpeó que algo sí había desaparecido. Había dejado el artículo sobre Elliot en mi escritorio anoche. Pero esta mañana –consulté a mi memoria para estar segura― se había ido. Definitivamente no estaba. - Oh, Dios mío. - Dije - Elliot irrumpió en mi casa anoche, fue él. Robó el artículo. Desde que el artículo estaba a plena vista, era obvio que Elliot había desgarrado mi cuarto para asustarme ―posiblemente como castigo por encontrar el artículo en primer lugar. - Whoa, ¿qué? - Dijo Vee - ¿Qué pasa? Vee intervino. Ella me señaló y se río de mí detrás de la espalda del Entrenador. - Um … El sujeto no parece tener pulso. - Dije dándole a Vee un pellizco fuerte en la muñeca. Mientras el Entrenador probó el pulso de Vee, ella fingió un desmayo y se avivó a sí misma. El Entrenador parpadeó hacia mí, viéndome desde la parte superior de sus anteojos. - Justo aquí, __________. Golpeando alto y fuerte. ¿Estás segura de que el sujeto se abstuvo de actividades, incluyendo hablar por los enteros cinco minutos? Su pulso no es tan lento como se esperaría que fuese. - El sujeto luchó con la parte de no hablar. - Vee intervino - Y el sujeto tuvo un duro
tiempo relajándose en la mesa de Biología, dura como una roca. Al sujeto le gustaría proponer cambiar lugares para que __________ pueda ser el nuevo sujeto - Vee usó su mano derecha para agarrarme y empujarse a sí misma verticalmente. - No me hagais lamentarme de haber permitido que eligierais vuestro propio compañero. - Nos dijo el Entrenador. - No me haga lamentarme de haber venido a la escuela hoy. - Dijo Vee dulcemente y el Entrenador le disparó una mirada de alerta, después levantó mis hojas de laboratorio, sus ojos revisando todas las páginas casi en negro. - El sujeto iguala el trabajo de Biología con una sobredosis de prescripción fuerte de sedantes. - Dijo Vee. El Entrenador hizo sonar su silbato, y todos los ojos de la clase se posicionaron en nuestra dirección. - ¿Patch? - Dijo - ¿Te importaría venir aquí? Parece que tenemos un problema de compañeros. - Estaba bromeando. - Dijo Vee rápido – Aquí... Haré el trabajo. - Tendrías que haber pensado eso hace quince minutos. - Dijo el Entrenador. - Por favor, ¿perdóname? - Preguntó moviendo sus pestañas angelicalmente. El Entrenador escondió su libro de notas bajo su brazo bueno. - No. ¡Perdón! Me gesticulo sobre su hombro mientras caminaba de mala gana hacia el frente del salón. Un momento más tarde Patch tomó un lugar en la mesa a mi lado. Sus manos vagamente entre sus rodillas y manteniendo su constante mirada en mí. - ¿Qué? - Dije sintiéndome bajo el peso de su mirada. Él sonrío. - Estaba recordando los zapatos de tiburón. La otra noche. Tengo el usual Patch-inducido aleteo en mi estómago, y como es usual, no puedo distinguir si eso es una cosa buena o mala. - ¿Cómo estuvo tu noche? - Le pregunté, mi voz cuidadosamente neutral como si pudiese romper el hielo. Mis aventuras de espionaje aún colgaban incómodamente entre nosotros. - Interesante, ¿y la tuya? - No mucho. - La tarea fue brutal, ¿huh? Él se estaba burlando de mí. - No hice la tarea. Él tenía la sonrisa de un zorro. - ¿Con quién lo hiciste? Sin palabras por un momento. Me quedé ahí con mi boca levemente abierta. - ¿Fue eso un sarcasmo? - Solo curiosidad de lo que mi competencia es.
- Madura. Su sonrisa se estiró. - Afloja. - Ya estoy caminando en delgado hielo con el Entrenador. Entonces, hazme un favor y concéntrate en el trabajo. No estoy de humor para jugar a probar al sujeto. Entonces, si no te importa… - Miré convergentemente a la mesa. - No puedo. - Él dijo - No tengo corazón. Me dije a mí misma que no estaba siendo literal. Me bajó a mí misma sobre la mesa y puse mis manos en mi estómago. - Avísame cuando hayan pasado los cinco minutos. Cerré mis ojos preferentemente para no ver los negros ojos de Patch examinarme. Unos minutos más tarde abrí mis ojos un poco. - El tiempo pasó. - Dijo Patch. Levanté una muñeca hacia arriba para que él pudiera tomar mi pulso. Patch tomó mi mano y una sacudida del corazón se disparó por el brazo y terminó con un apretón en el estómago. - El pulso del sujeto se incrementa al contacto. - Él dijo. - No escribas eso. Se suponía que tenía que sonar indignada. Sonó como si estuviera reprimiendo una sonrisa. - El Entrenador quiere que vayamos a fondo. - ¿Qué quieres? - Le pregunté. Los ojos de Patch se conectaron con los míos. En el interior, él estaba sonriendo. Lo podía decir. - Excepto, ya sabes, que... - Dije. Después del colegio volví a la oficina de la Señorita Greene para nuestra cita programada al final del día escolar. El Dr. Hendrickson siempre tenía la puerta abierta en señal de invitación no verbal para los estudiantes que paraban. Cada vez que pasaba por este tramo del pasillo ahora, la Señorita Greene tenía la puerta cerrada. Todo el camino, el no perturbar estaba implícito. - __________. - Ella dijo abriendo la puerta después de que yo golpeara - Por favor, entra. Toma asiento. Su oficina estaba totalmente sin cosas empaquetadas y decorada hoy. Trajo varias plantas más, y un panel de grabados de plantas enmarcadas colgando en una fila en la pared por encima de su escritorio. La Señorita Greene dijo: - Estuve pensando mucho en lo que dijiste la semana pasada. Llegué a la obvia conclusión de que nuestra relación necesita ser construida en la confianza y respeto. No discutiremos acerca de tu padre de nuevo, a menos que tú lo especifiques.
- Está bien. - Dije en alerta. ¿De qué íbamos a hablar? - Escuché algunas noticias bastante decepcionantes. - Dijo ella. Su sonrisa se desvaneció y se inclinó hacia adelante descansando sus codos en el escritorio. Estaba sosteniendo un lapicero, y ella lo hizo rodar entre sus palmas - No me quiero meter en tu vida privada, __________, pero pienso que dejé perfectamente clara mi preocupación por tu relación con Patch. No estaba muy segura de a dónde se dirigía con esto. - No lo tutoreé. Y, realmente, ¿era algo de esto su asunto? - El sábado por la noche Patch te llevó hasta tu casa de Delpic Seaport. Y tú lo invitaste adentro de tu casa. Luché por mantener ahogada la protesta. - ¿Cómo sabe eso? - Parte de mi trabajo como psicóloga escolar es orientarte. - Dijo la Señorita Greene - Por favor, prométeme que vas a ser muy, muy cuidadosa, cuando estés alrededor de Patch. - Ella me miraba como si de verdad esperara que le diera mi palabra de promesa. - Es un poco complicado. - Dije - La persona que me iba a llevar me dejó plantada en el Delpic. No tuve opción. No es como si yo buscara oportunidades de pasar tiempo con Patch. Bueno, excepto por anoche en el Borderline. En mi defensa, honestamente no esperaba ver a Patch. Supuestamente tenía que tener la noche libre. - Estoy muy contenta de escuchar eso. - La Señorita Greene dijo, pero no sonaba totalmente convencida de mi inocencia - Con eso fuera del camino, ¿hay algo más de lo que te gustaría hablar hoy? ¿Algo que esté en tu mente? No le iba a decir a ella que Elliot irrumpió en mi casa. No confiaba en la Señorita Greene. No podía poner mi dedo en eso, pero algo acerca de ella me molestaba. Y no me gustaba la manera en que ella se mantenía insinuando que Patch era peligroso pero no me decía por qué. Alcé mi mochila del suelo y abrí la puerta. - No. - Dije.
Capítulo 15
- ¿Piensas que Eliot asesinó a alguien? - ¡Shh! - Susurré a Vee mirando a través de las mesas del laboratorio, asegurándome que nadie hubiera escuchado. - No te ofendas, bebé, pero esto se está empezando a poner ridículo. Primero él me ataca. Ahora es un asesino. Perdóname, ¿pero Elliot? ¿Un asesino? Él es el chico más lindo que conozco. ¿Cuándo fue la última vez que olvidó sostener la puerta abierta para ti? Oh, sí, es cierto... nunca. Vee y yo estábamos en Biología, y Vee estaba tendida boca arriba sobre la mesa. Estábamos en el laboratorio tomando la presión arterial, y Vee supuestamente estaba descansando en silencio durante cinco minutos. Normalmente tendría que trabajar con Patch, pero el Entrenador nos dio un día libre, lo que quiere decir que éramos libres de elegir a nuestros compañeros. Vee y yo estábamos en la parte de atrás del salón. Patch estaba trabajando con un deportista llamado Thomas Rookery en el frente del salón. - Él fue interrogado como sospechoso en una investigación de asesinato. - Susurré, sintiendo los ojos del Entrenador gravitar hacia nosotras. Garabateé unas pocas notas en mi hoja de laboratorio. El sujeto está calmado y relajado. El sujeto se ha abstenido de hablar durante tres minutos y medio - La policía, obviamente pensó que él tenía un motivo y medió. - ¿Estás segura de que es el mismo Elliot? - ¿Cuántos Eliot Sunderses piensas que había en Kinghorn en Febrero? Vee golpeaba sus dedos en su estómago. - Es solo que es realmente... realmente difícil de creer. De cualquier manera, ¿qué pasa si fue interrogado? Lo importante es que fue liberado. No lo hallaron culpable. - Porque los policías encontraron una nota de suicidio escrita por Halverson. - Otra vez, ¿quién es Halverson? - Kjirten. - Dije impaciente - La chica que supuestamente se ahorcó. - Tal vez ella se ahorcó. Quiero decir, ¿qué tal si un día ella dijo, 'Hey, la vida apesta, y se ensartó a un árbol? Eso pasa. - ¿No encuentras un poco coincidente que su apartamento mostrara evidencias de una entrada a la fuerza cuando descubrieron la nota suicida? - Ella vivía en Porland. Las irrupciones a la fuerza pasan. - Pienso que alguien puso la nota. Alguien que quería a Elliot fuera del gancho. - ¿Quién querría a Elliot fuera del gancho? - Preguntó Vee. Le di mi mejor 'duh' mirada. Vee se apoyó con su codo bueno impulsándose.
- Entonces, estás diciendo que Elliot colgó a Kjisten de un árbol, puso una cuerda alrededor de su cuello, la empujó fuera de la extremidad, después hizo un trabajo de interrupción entrando a su apartamento y plantó una evidencia señalando un suicidio. - ¿Por qué no? Vee me devolvió la 'duh' mirada. - Porque la policía ya analizó todo. Y si ellos lo creyeron, entonces yo también. - ¿Qué piensas sobre que - Dije - solo unas semanas después de que Elliot fuera liberado del interrogatorio se transfirió de colegio? ¿Por qué alguien dejaría la Preparatoria Kinghorn para venir a CHS? - Tienes un punto ahí. - Creo que está tratando de escapar de su pasado. Pienso que se volvió demasiado incómodo asistir al colegio en el mismo campus en el que mató a Kjirsten. Se sentía culpable. - Toqué mis labios con el lápiz - Necesito conducir hasta Kinghorn y hacer preguntas. Ella solo murió hace dos meses: todo el mundo todavía debe estar murmurando sobre eso. - No lo sé, __________, estoy teniendo malas vibraciones sobre poner en marcha una operación de espías en Kinghorn. Quiero decir, ¿vas a preguntar sobre Elliot específicamente? ¿Y si se entera? ¿Qué va a pensar él? Miré hacia ella. - Él solo tiene algo de qué preocuparse si es culpable. - Y después él te matará para silenciarte. - Vee sonrío como el gato Cheshire - Quiero averiguar quién me atacó tanto como tú, - Continuó de un modo más serio - pero juro por mi vida que no fue Elliot. Lo repasé en mi memoria como unas cien veces. No encaja. Ni siquiera está cerca. Confía en mí. - Está bien, tal vez Elliot no te atacó. - Dije tratando de apaciguar a Vee, pero no para limpiar el nombre de Elliot - Él todavía tiene mucho en su contra. Estuvo involucrado en una investigación de asesinato, en primer lugar. Y es casi demasiado lindo, en segundo lugar. Él es perturbador. Y es amigo de Jules, en tercer lugar. Vee frunció el ceño. - ¿Jules? ¿Qué pasa con Jules? - ¿No piensas que es extraño todo el tiempo que estamos con ellos?. ¿Jules saluda? - ¿Qué se supone que significa eso? - La noche que fuimos al Delphic, Jules se fue casi inmediatamente a usar el baño. ¿Él alguna vez volvió? ¿Después de que me fuera a comprar un algodón de azúcar, lo encontró Elliot? - No, pero culpé a la tiza en la plomería interna. - Después, anoche él misteriosamente llamó enfermo. - Me toqué con la goma de borrar de mi lápiz la punta de mi nariz, pensando - Parece enfermarse mucho. - Pienso que estás sobre-analizando esto. Tal vez... tal vez él tiene IBS. - ¿IBS?
- Síndrome de irritabilidad de Bowed. Descarté la sugerencia de Vee en favor a un estiramiento mental para una idea que flotaba fuera de alcance. La Preparatoria Kinghorn está a más o menos una hora de camino en coche. Si el colegio es tan académicamente riguroso como Elliot clamaba, ¿cómo podía Jules tener constantemente tiempo para venir a Coldwater a visitarlo? Lo vi cerca cada mañana de camino al colegio en Enzo Bristol con Elliot. Es más, él le daba un aventón a Elliot hasta su casa después de la escuela. Es casi como si Elliot tuviera a Jules en la palma de la mano. Pero eso no era todo. Refregué la goma de borrar más furiosamente contra mi nariz. ¿Qué me estaba perdiendo? - ¿Por qué Elliot mató a Kjirsten? - Me pregunté en voz alta – Tal vez ella lo vio haciendo algo ilegal, y la mató para silenciarla. Vee dejó salir un suspiro. - Esto está comenzando a meterse en la tierra de Esto Absolutamente No Tiene Sentido. - Hay algo más. Algo que no estamos viendo. Vee me miró como si mi lógica estuviera de vacaciones en otro lugar. - Personalmente, pienso que estás viendo demasiado. Esto se siente mucho como una cacería de brujas. Después de todo, repentinamente sabía qué me estaba perdiendo. Ha estado molestándome todo el día, llamándome desde el fondo de mi mente, pero había estado demasiado abrumada con todo lo demás como para prestar atención. El detective Basso me había preguntado si me faltaba algo. Solo ahora me golpeó que algo sí había desaparecido. Había dejado el artículo sobre Elliot en mi escritorio anoche. Pero esta mañana –consulté a mi memoria para estar segura― se había ido. Definitivamente no estaba. - Oh, Dios mío. - Dije - Elliot irrumpió en mi casa anoche, fue él. Robó el artículo. Desde que el artículo estaba a plena vista, era obvio que Elliot había desgarrado mi cuarto para asustarme ―posiblemente como castigo por encontrar el artículo en primer lugar. - Whoa, ¿qué? - Dijo Vee - ¿Qué pasa? Vee intervino. Ella me señaló y se río de mí detrás de la espalda del Entrenador. - Um … El sujeto no parece tener pulso. - Dije dándole a Vee un pellizco fuerte en la muñeca. Mientras el Entrenador probó el pulso de Vee, ella fingió un desmayo y se avivó a sí misma. El Entrenador parpadeó hacia mí, viéndome desde la parte superior de sus anteojos. - Justo aquí, __________. Golpeando alto y fuerte. ¿Estás segura de que el sujeto se abstuvo de actividades, incluyendo hablar por los enteros cinco minutos? Su pulso no es tan lento como se esperaría que fuese. - El sujeto luchó con la parte de no hablar. - Vee intervino - Y el sujeto tuvo un duro
tiempo relajándose en la mesa de Biología, dura como una roca. Al sujeto le gustaría proponer cambiar lugares para que __________ pueda ser el nuevo sujeto - Vee usó su mano derecha para agarrarme y empujarse a sí misma verticalmente. - No me hagais lamentarme de haber permitido que eligierais vuestro propio compañero. - Nos dijo el Entrenador. - No me haga lamentarme de haber venido a la escuela hoy. - Dijo Vee dulcemente y el Entrenador le disparó una mirada de alerta, después levantó mis hojas de laboratorio, sus ojos revisando todas las páginas casi en negro. - El sujeto iguala el trabajo de Biología con una sobredosis de prescripción fuerte de sedantes. - Dijo Vee. El Entrenador hizo sonar su silbato, y todos los ojos de la clase se posicionaron en nuestra dirección. - ¿Patch? - Dijo - ¿Te importaría venir aquí? Parece que tenemos un problema de compañeros. - Estaba bromeando. - Dijo Vee rápido – Aquí... Haré el trabajo. - Tendrías que haber pensado eso hace quince minutos. - Dijo el Entrenador. - Por favor, ¿perdóname? - Preguntó moviendo sus pestañas angelicalmente. El Entrenador escondió su libro de notas bajo su brazo bueno. - No. ¡Perdón! Me gesticulo sobre su hombro mientras caminaba de mala gana hacia el frente del salón. Un momento más tarde Patch tomó un lugar en la mesa a mi lado. Sus manos vagamente entre sus rodillas y manteniendo su constante mirada en mí. - ¿Qué? - Dije sintiéndome bajo el peso de su mirada. Él sonrío. - Estaba recordando los zapatos de tiburón. La otra noche. Tengo el usual Patch-inducido aleteo en mi estómago, y como es usual, no puedo distinguir si eso es una cosa buena o mala. - ¿Cómo estuvo tu noche? - Le pregunté, mi voz cuidadosamente neutral como si pudiese romper el hielo. Mis aventuras de espionaje aún colgaban incómodamente entre nosotros. - Interesante, ¿y la tuya? - No mucho. - La tarea fue brutal, ¿huh? Él se estaba burlando de mí. - No hice la tarea. Él tenía la sonrisa de un zorro. - ¿Con quién lo hiciste? Sin palabras por un momento. Me quedé ahí con mi boca levemente abierta. - ¿Fue eso un sarcasmo? - Solo curiosidad de lo que mi competencia es.
- Madura. Su sonrisa se estiró. - Afloja. - Ya estoy caminando en delgado hielo con el Entrenador. Entonces, hazme un favor y concéntrate en el trabajo. No estoy de humor para jugar a probar al sujeto. Entonces, si no te importa… - Miré convergentemente a la mesa. - No puedo. - Él dijo - No tengo corazón. Me dije a mí misma que no estaba siendo literal. Me bajó a mí misma sobre la mesa y puse mis manos en mi estómago. - Avísame cuando hayan pasado los cinco minutos. Cerré mis ojos preferentemente para no ver los negros ojos de Patch examinarme. Unos minutos más tarde abrí mis ojos un poco. - El tiempo pasó. - Dijo Patch. Levanté una muñeca hacia arriba para que él pudiera tomar mi pulso. Patch tomó mi mano y una sacudida del corazón se disparó por el brazo y terminó con un apretón en el estómago. - El pulso del sujeto se incrementa al contacto. - Él dijo. - No escribas eso. Se suponía que tenía que sonar indignada. Sonó como si estuviera reprimiendo una sonrisa. - El Entrenador quiere que vayamos a fondo. - ¿Qué quieres? - Le pregunté. Los ojos de Patch se conectaron con los míos. En el interior, él estaba sonriendo. Lo podía decir. - Excepto, ya sabes, que... - Dije. Después del colegio volví a la oficina de la Señorita Greene para nuestra cita programada al final del día escolar. El Dr. Hendrickson siempre tenía la puerta abierta en señal de invitación no verbal para los estudiantes que paraban. Cada vez que pasaba por este tramo del pasillo ahora, la Señorita Greene tenía la puerta cerrada. Todo el camino, el no perturbar estaba implícito. - __________. - Ella dijo abriendo la puerta después de que yo golpeara - Por favor, entra. Toma asiento. Su oficina estaba totalmente sin cosas empaquetadas y decorada hoy. Trajo varias plantas más, y un panel de grabados de plantas enmarcadas colgando en una fila en la pared por encima de su escritorio. La Señorita Greene dijo: - Estuve pensando mucho en lo que dijiste la semana pasada. Llegué a la obvia conclusión de que nuestra relación necesita ser construida en la confianza y respeto. No discutiremos acerca de tu padre de nuevo, a menos que tú lo especifiques.
- Está bien. - Dije en alerta. ¿De qué íbamos a hablar? - Escuché algunas noticias bastante decepcionantes. - Dijo ella. Su sonrisa se desvaneció y se inclinó hacia adelante descansando sus codos en el escritorio. Estaba sosteniendo un lapicero, y ella lo hizo rodar entre sus palmas - No me quiero meter en tu vida privada, __________, pero pienso que dejé perfectamente clara mi preocupación por tu relación con Patch. No estaba muy segura de a dónde se dirigía con esto. - No lo tutoreé. Y, realmente, ¿era algo de esto su asunto? - El sábado por la noche Patch te llevó hasta tu casa de Delpic Seaport. Y tú lo invitaste adentro de tu casa. Luché por mantener ahogada la protesta. - ¿Cómo sabe eso? - Parte de mi trabajo como psicóloga escolar es orientarte. - Dijo la Señorita Greene - Por favor, prométeme que vas a ser muy, muy cuidadosa, cuando estés alrededor de Patch. - Ella me miraba como si de verdad esperara que le diera mi palabra de promesa. - Es un poco complicado. - Dije - La persona que me iba a llevar me dejó plantada en el Delpic. No tuve opción. No es como si yo buscara oportunidades de pasar tiempo con Patch. Bueno, excepto por anoche en el Borderline. En mi defensa, honestamente no esperaba ver a Patch. Supuestamente tenía que tener la noche libre. - Estoy muy contenta de escuchar eso. - La Señorita Greene dijo, pero no sonaba totalmente convencida de mi inocencia - Con eso fuera del camino, ¿hay algo más de lo que te gustaría hablar hoy? ¿Algo que esté en tu mente? No le iba a decir a ella que Elliot irrumpió en mi casa. No confiaba en la Señorita Greene. No podía poner mi dedo en eso, pero algo acerca de ella me molestaba. Y no me gustaba la manera en que ella se mantenía insinuando que Patch era peligroso pero no me decía por qué. Alcé mi mochila del suelo y abrí la puerta. - No. - Dije.
SkyAdwoot
Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Fall For You
Capítulo 16.
Vee estaba inclinada contra mi casillero, perdiendo el tiempo lanzando un marcador de color púrpura. - “Hola,”- ella dijo cuando no hubo nadie que quedara en el pasillo entre nosotras - “Donde has estado? Te busqué En el laboratorio de electrónica y en la biblioteca.” - “Tuve una reunión con la Señorita Greene, la nueva psicóloga escolar.”- Le dije con naturalidad, pero en el interior tenía una sensación de estremecimiento. No podía parar de pensar en Elliot interrumpiendo en mi casa. Que lo estaba deteniendo de hacerlo de nuevo? O de hacer algo peor? - “Que sucede?” - Pregunto Vee. Di vuelta a la combinación de mi casillero e intercambie los libros. - “Sabes cuánto cuesta un buen sistema de alarma?” - “Sin ofender, nena, pero nadie va a roba tu carro.” Inmovilicé a Vee con una malévola mirada. - “Es para mi casa. Quiero estar segura de que Elliot no se volverá a meter otra vez.” Vee miro alrededor y aclaro su garganta. - “Que?” -Dije.
Vee levanto las manos. - “Nada. Nada. Si todavía estas empeñada en atribuirle eso a Elliot…Ese estas en tu derecho. Es un loco derecho, pero bueno, es tuyo.” Cerré la puerta de mi casillero y el ruido hizo eco por el pasillo. Reprimí la respuesta acusatoria de que ella de todas las personas debería creerme y en cambio dije.-“Voy de camino a la biblioteca y tengo un poco de prisa,” - Salimos del edificio y recorrimos el terreno hacia el estacionamiento y me detuve, miré alrededor buscando el Fiat, pero así fue como recordé que mi mama me había dejado de camino a su trabajo esta mañana y Vee con el brazo roto no estaba manejando.
- “Mierda,” - Dijo Vee, leyendo mis pensamientos. - “Estamos sin carro.” Protegiendo mis ojos del sol, mire hacia la calle. - “Supongo que eso significa que tenemos que caminar.” - “No tenemos. Tú lo harás. Te acompañaría pero una vez a la semana es mi límite de la biblioteca.” - “No has estado en la biblioteca esta semana,” - Señale. - “Si pero voy a tener que ir mañana.” - “Mañana es jueves. En toda tu vida, alguna vez has estudiado un jueves?” Vee golpeo ligeramente su labio con una uña y adopto una expresión pensativa. -“Alguna vez he estudiado un miércoles?” - “No que yo recuerde.” - “Hay lo tienes. No puedo ir. Eso sería en contra de la tradición.” Treinta minutos después, subí los escalones que conducían hacia la puerta principal de la biblioteca. Una vez adentro, puse la tarea en un segundo plano y me dirigí directamente a la sala de computadoras, en donde busque el internet tratando de encontrar más información sobre “La Colgada de Kinghorn” No encontré mucho. Originalmente eso había sido un gran despliegue publicitario, pero después de que se descubrió la nota de suicidio y Elliot fue puesto en libertad, las noticias cambiaron. Era tiempo de hacer un viaje a Portland. No iba a aprender mucho examinando artículos de prensa, pero tal vez tendría mejor suerte haciendo un trabajo de campo allá. Me desconecte del sistema y llame a mi mama. - “Tengo que estar esta noche en casa a las nueve?” - “Si, por qué?” - “Estaba pensando en tomar un bus hacia Portland.”
Ella me dio una de sus sonrisas Debes pensar que estoy loca- - “Necesito entrevistar algunos estudiantes de la preparatoria Kinghorn,” Dije. - “Es para un proyecto que he estado investigando,” Eso no era una mentira. No realmente. Por supuesto sería mucho más fácil justificarlo si yo no estuviera agobiada por la culpa de mantener la interrupción forzada en completo secreto y asegurarme de que la policía no la visitara. Había pensado en decírselo, pero cada vez que abría mi boca para decir las palabras, se esfumaban. Estábamos luchando por sobrevivir. Necesitábamos los ingresos de mi madre. Si le decía acerca de Elliot, ella renunciaría inmediatamente. - “No puedes ir a la ciudad sola. Es una noche de escuela y oscurecerá pronto. Además, para cuando llegues allá, los estudiantes se habrán ido.” Lancé un suspiro. . Está bien, estaré en casa pronto.” - “Se que te prometí un aventón, pero estoy atascada en mi oficina.”- La oí acomodando sus papeles e imagine que tenía el teléfono acunado bajo la barbilla y el cable enrollado en el cuerpo varias veces. - “Es demasiado pedirte que camines?” El tiempo estaba solo un poco frio. Yo tenía mi chaqueta de jean y tenía mis piernas. Podría caminar. El plan sonaba mucho más razonable en mi cabeza, por que la idea de de caminar a casa dejaba un vacio en mi interior. Pero, aparte de pasar la noche en la biblioteca, no veía ninguna otra opción. Estaba casi en las puertas de la biblioteca cuando oí mi nombre. Dando la vuelta, me encontré con Marcie Millar acortando la distancia entre nosotras. - “Oí lo que le ocurrió a Vee,” - Ella dijo. - “Es realmente triste, quiero decir, quien la atacaría? A menos que, ya sabes, no pudieron evitarlo. Tal vez fue en defensa propia, oí que estaba oscuro y llovía, sería fácil confundir a Vee con un alce. O un oso, o un búfalo. Realmente con cualquier animal corpulento.” - “Cielos, fue muy agradable hablar contigo, pero hay un montón de cosas que preferiría estar haciendo. Como meter mi mano en el vertedero de residuos.” - Seguí hacia la salida. - “Espero que ella se haya alejado de esas comidas de hospital,” - Marcie dijo, persiguiéndome de cerca. - “He escuchado que son altas en grasa. Ella no podría estar de
pie con más peso.” Di una vuelta. - “Eso es todo. Una palabra más y yo…” - Las dos sabíamos que se trataba de una amenaza vacía. Marcie sonrió tontamente. - “Tú Qué?” - “Ramera.” Dije. - “Estrafalaria.” - “Perra.” - “Fenómeno.” - “Cerda anoréxica.” - “Wow,” - Dijo Marcie, tambaleándose melodramáticamente con una mano presionada en su corazón. - “Se supone que tengo que actuar ofendida? Por tratar de tener esta talla. Viejas noticias. Por lo menos se ejercer un poco de auto-control.” El guardia de seguridad parado en las puertas aclaro su garganta. - “Está bien, terminen esto. Continúenlo afuera o voy a tener que llevarlas a las dos a mi oficina y comenzare a llamar a sus padres.” - “Hable con ella,” - Dijo Marcie, señalándome con un dedo. “- Yo soy la única que está tratando de ser amable. Ella verbalmente me ataco. Yo solo estaba ofreciendo mis condolencias por lo que le ocurrió a su amiga.” - “Dije que afuera.” - “Se ve bien en uniforme.” - Marcie le dijo, destellando su toxica sonrisa. El sacudió la cabeza hacia las puertas.- “Largo de aquí.” Pero no sonó tan rudo. Marcie desfilo hacia las puertas. “- Te importaría alcanzar la puerta por mi? Tengo manos cortas.” - Ella estaba sosteniendo un libro empastado. El guardia presiono el botón para discapacitados y las puertas se abrieron automáticamente.
- “Gracias,” - Dijo Marcie, enviándole un beso. No la perseguí. No estaba segura de lo que ocurriría si lo hacía, pero estaba llena de emociones negativas que en realidad podía hacer algo que lamentara. Los insultos y las peleas no estaban en mí. A menos que se tratara de Marcie Millar. Di la vuelta y me dirigí a los ascensores de la biblioteca. Entre en la jaula de metal y pulse el botón para dirigirme al sótano. Yo podía haber esperado unos pocos minutos a que Marcie se fuera, pero conocía otra manera de salir y decidí tomarla. Hace cinco años, la ciudad había aprobado la mudanza de la biblioteca pública a un edificio histórico justo en el Viejo Centro de Coldwater. El rojo ladrillo se remontaba a la década de los 1850, y el edificio terminaba con una romántica cúpula y una gran ventana para observar las embarcaciones llegar por el mar. Lamentablemente, el edificio no incluía un estacionamiento, así que un túnel había sido excavado para conectar la librería con el Palacio de Justicia al otro lado de la calle. El garaje ahora servía a ambos edificios. El ascensor se detuvo y me baje. El túnel estaba iluminado por luces fluorescentes que parpadeaban un pálido color purpura. Me tomo un momento obligar a mis pies para comenzar a caminar. Estaba golpeada por el repentino pensamiento de mi padre en la noche que murió, me pregunte si él había estado en una calle tan alejada y oscura como el túnel que tenía por delante. Comenzando a caminar, me dije a mi misma, solo había sido un acto de violencia al azar. Has pasado el último año paranoica sobre cada callejón oscuro, habitación oscura o armario oscuro. No puedes vivir toda la vida con el miedo de que tengas un arma apuntando hacia ti. Determinada a probar que mi miedo estaba solo en mi cabeza me dirigí por el túnel, escuchando el suave golpe de mis zapatos en el concreto. Cambiando mi mochila a mi hombro izquierdo, calcule cuanto podía tomarme caminar a casa si tomaba o no un atajo por las vías del ferrocarril ya que había caído el anochecer. Esperaba que si mantenía mis pensamientos optimistas y ocupados, no tendría tiempo de concentrarme en mi creciente sensación de alarma. El túnel termino y una figura estaba parada justo al frente Me detuve a mitad del camino y mi corazón cayó en unos pocos latidos. Patch llevaba
una camiseta negra, unos jeans sueltos y botas con punta de platino. Sus ojos parecían como si no siguieran las reglas. Su sonrisa era demasiado astuta para reconfortar. - “Que estas haciendo aquí?” - Pregunte, retirando un puñado de cabello de mi cara y mirando más allá de la salida de automóviles en la superficie. Yo sabía que estaba al frente, pero varias de las fluorescentes luces en el techo estaban fuera de servicio, lo que hacía difícil ver con claridad si había una violación, asesinato o cualquier otra actividad corrupta en la mente de Patch, el me había acorralado en el lugar perfecto. Cuando Patch se movió hacia mí, yo retrocedí. Encontré un coche y vi mi oportunidad. Me pase alrededor posicionándome en el lado opuesto a donde estaba Patch, con el coche entre nosotros. Patch me miro por encima del coche, con las cejas levantadas. - “Tengo preguntas,” - Dije, - “Muchas preguntas.” - “Sobre qué?” - “Sobre todo.” Su boca se torció y yo estaba bastante segura de que él estaba luchando contra una sonrisa.-“Y si mis respuestas no tienen éxito, vas a escapar?” - El señaló con la cabeza en dirección a la salida del estacionamiento. Ese era el plan. Más o menos. Era dar y tomar unas cuantas cosas que eran evidentes, como el hecho de que Patch era mucho más rápido que yo. - “Vamos a oír esas preguntas,” El dijo. - “Como sabias que estaría en la biblioteca esta noche?” - “Un buen presentimiento” Ni por un momento creí que Patch estaba aquí por un presentimiento. Había un lado del que era casi depredador, si las fuerzas armadas lo conocieran, harían todo lo que estuviera en su poder para reclutarlo. El se lanzo hacia la izquierda, yo contrarreste su movimiento, corriendo hacia la parte trasera del coche. Cuando Patch se detuvo, yo también lo hice. El estaba en la parte delantera del coche y yo en la cola.
- “Donde estuviste el domingo en la tarde?” - Pregunte, - “Me seguiste cuando fui de compras con Vee?” - Patch no pudo haber sido el chico de la máscara de Sky, pero eso no significaba que no estuviera involucrado en la cadena de los perturbadores acontecimientos. El estaba ocultándome algo. Había estado ocultado algo desde el día en que nos conocimos. ¿Era coincidencia que el último día normal en mi vida había sido antes de ese fatídico día? No lo creo. - “No. Como les fue, por cierto? Compraron algo? - “Tal vez.” Dije con la guardia abajo. - “Como qué?” Recordé. Vee y yo solo habíamos hecho compras en Victoria Secret. Había gastado treinta dólares en el sujetador de encaje negro, y yo había estado a punto de no ir allí. En vez de eso relacione la tarde, empezando con la sensación de que estaba siendo perseguida y terminando con encontrar a Vee al lado de la carretera, como la victima de un brutal ataque. - “Bien?”- Exigí cuando termine. - “Tienes algo que decir?” - “No,” - “No tienes idea de lo que le ocurrió a Vee?” - “Otra vez, no.” - “No te creo,” - “Eso es porque tienes problemas de confianza.” - El extendió las dos manos en el coche, apoyándose en el capó. - “Hemos hablado de esto.” Sentí mi humor echar chispas. Patch había cambiado la conversación de nuevo. En lugar de la atención estar en el, estaba de nuevo en mi. Especialmente no me gustaba recordar que en cierta medida el sabia cosas de mí. Cosas privadas. Como mis problemas de confianza. El se abalanzo hacia la derecha. Me escape de él y pare cuando él lo hizo. Mientras estábamos en un punto muerto sus ojos se fijaron en los míos, casi como si estuviera tratando de comprender mi próximo movimiento.
-“Que sucedió en el Arcángel? Tú me salvaste?” - Pregunte. - “Si yo te hubiera salvado, no estaríamos parados aquí teniendo esta conversación.” - “Te refieres a que si no me hubieras salvado no estaríamos aquí. Yo estaría muerta.” - “Eso no fue lo que dije.” No tenía idea a lo que él se refería.- “Por qué no estaríamos parados aquí?” - “Tu aun estarías aquí.” - El hizo una pausa. - “Yo probablemente no estaría.” Antes de que pudiera comprender lo que él estaba hablando, el de nuevo se lanzo hacia mí, esta vez atacando desde la derecha, confundida por el momento, puse algo de distancia entre nosotros. En lugar de detenerse, Patch bordeo el coche. Salí apresuradamente corriendo directamente por el estacionamiento. Pase tres coches antes de que él se apoderara de mi brazo. El me hizo girar y me apoyo contra un poste de cemento. - “Falta mucho para llevar a cabo ese plan,” Dijo. Lo mire. Era atemorizante, sin embargo. El destello una sonrisa llena de una oscura intención, lo que confirmaba que yo tenía toda la razón para sudar libremente. - “Que está pasando?” - Dije. Trabajando duro para sonar agresiva. - “Como es que puedo oír tu voz en mi cabeza? Y porque dijiste que habías venido a la escuela por mi?” - “Estaba cansado de admirar tus piernas a distancia.” - “Quiero la verdad,” - Trague saliva. - “Merezco una revelación completa.” - “Una revelación completa,” - el repitió con una tímida sonrisa. - “Tiene esto algo que ver con la promesa que hiciste de exponerme? Exactamente de que estamos hablando aquí?” No podía recordar de lo que estábamos hablando. Todo lo que sabía era que la mirada de Patch se sentía especialmente abrasadora. Tenía que romper con el contacto visual, así
que mire mis manos. Estaban brillando por el sudor y las puse detrás de mi espalda. - “Tengo que irme,” - Dije. - “Tengo tarea.” - Que ocurrió allá?” Inclino la barbilla hacia los ascensores. - “Nada.” Antes de que pudiera detenerlo, el había presionado la palma de mi mano contra él, formando una torre con nuestras manos. El deslizó sus dedos entre los míos, cerrándome contra él. - “Tus nudillos son blancos.” - Dijo, pasando su boca a través de ellos. - “Y saliste luciendo alterada.” - “Déjalo. Y no estoy de humor. Así que si me disculpas, tengo que hacer tarea-” - “__________.”- Patch dijo mi nombre suavemente. Con toda la intención de conseguir lo que quería. - “Tuve una pelea con Marcie Millar.” - No tenía idea de donde había salido la confesión. La última cosa que quería darle a Patch era otra ventana abierta en mi interior. –“De acuerdo? Dije, con una nota de desesperación en mi voz. Satisfecho? Me dejaras ir ahora?” -“Marcie Millar?” Trate de desatar mis dedos, pero Patch tenía una idea diferente. - “No conoces a Marcie Millar” - Dije cínicamente - “Difícil de creer, primero por qué vas a Coldwater y segundo por que tienes un cromosoma Y.” - “Cuéntame acerca de la pelea,” Dijo, - “Ella llamo a Vee gorda.” - “Y?” - “Yo la llame cerda anoréxica.” Patch parecía luchar por no romperse a reír.- “Eso es todo? Sin puños? Sin arañazos, o jalones de cabello?”
Entrecerré mis ojos y lo mire. - “Vamos a tener que enseñarte a pelear, Ángel? - “Yo puedo pelear.” - Levante la barbilla a pesar de la mentira. Esta vez el no refreno la sonrisa. - “De hecho, he tenido clases de boxeo,” - Kickboxing, en el gimnasio, una vez. Patch extendió su mano como un objetivo. - “Dame un golpe, tan fuerte como puedas.” - “No soy fanática de la violencia sin sentido.” - “Estamos solos aquí abajo.” - Las botas de Patch tocaban mis zapatos. - “Un chico como yo podría tomar ventaja de una chica como tú. Mejor muéstrame lo que tienes.” Me aleje y la motocicleta negra de Patch apareció a la vista. - “Déjame darte un aventón.” El ofreció. - “Caminare.” - “Es tarde y está oscuro.” Me guste o no, el tenia un punto. Pero por dentro, estaba atrapada en un juego de tira y afloja. Había sido algo estúpido caminar a casa en primer lugar, y ahora estaba atrapada entre dos decisiones, viajar con Patch o arriesgarme a que hubiera alguien peor por ahí. - “Estoy empezando a pensar que la única razón por la que sigues ofreciendo llevarme es por qué sabes que no me gustan estas cosas.” - Suspire, me coloque el casco, y luego me incline hacia él, no era mi culpa acurrucarme y quedar tan cerca. El asiento no era exactamente espacioso. Patch hizo un sonido bajo de diversión. - “Puedo pensar en un par de razones.” El acelero por el estacionamiento, dirigiéndose hacia la salida. Había un puesto de cobro con una maquina de tiquetes roja y banca que prohibía la salida. Me estaba preguntando
si Patch tenía suficiente dinero para meter en la maquina, cuando el hizo una suave parada que me acerco aun mas a él. Le pago a la maquina y después manejo hacia la carretera. El paro la moto en la entrada de mi granja y me sujete a él para mantener el equilibrio mientras me bajaba. Le devolví el casco. - “Gracias por el aventón.” - Dije - “Que vas a hacer el sábado en la noche?” Hubo un momento de pausa. - “Tengo una cita con lo habitual.” Eso pareció despertar su interés.-“ Lo habitual?” - “Tarea.” - “Cancélalas.” Me estaba sintiendo más relajada. Patch era cálido y solido, y olía fantástico. Como a menta y a rica tierra oscura. Nadie había saltado sobre nosotros de camino a casa y todas las ventanas en el nivel de debajo de la granja brillaban con luz. Por primera vez en todo el día me sentí segura.
Con excepción de que Patch me había acorralado en un oscuro túnel y que probablemente estaba asechándome. Tal vez no estaba tan segura. - “No salgo con extraños,” - Dije. - “Yo sí. Bueno. Te recogeré a las cinco.”
Capítulo 16.
Vee estaba inclinada contra mi casillero, perdiendo el tiempo lanzando un marcador de color púrpura. - “Hola,”- ella dijo cuando no hubo nadie que quedara en el pasillo entre nosotras - “Donde has estado? Te busqué En el laboratorio de electrónica y en la biblioteca.” - “Tuve una reunión con la Señorita Greene, la nueva psicóloga escolar.”- Le dije con naturalidad, pero en el interior tenía una sensación de estremecimiento. No podía parar de pensar en Elliot interrumpiendo en mi casa. Que lo estaba deteniendo de hacerlo de nuevo? O de hacer algo peor? - “Que sucede?” - Pregunto Vee. Di vuelta a la combinación de mi casillero e intercambie los libros. - “Sabes cuánto cuesta un buen sistema de alarma?” - “Sin ofender, nena, pero nadie va a roba tu carro.” Inmovilicé a Vee con una malévola mirada. - “Es para mi casa. Quiero estar segura de que Elliot no se volverá a meter otra vez.” Vee miro alrededor y aclaro su garganta. - “Que?” -Dije.
Vee levanto las manos. - “Nada. Nada. Si todavía estas empeñada en atribuirle eso a Elliot…Ese estas en tu derecho. Es un loco derecho, pero bueno, es tuyo.” Cerré la puerta de mi casillero y el ruido hizo eco por el pasillo. Reprimí la respuesta acusatoria de que ella de todas las personas debería creerme y en cambio dije.-“Voy de camino a la biblioteca y tengo un poco de prisa,” - Salimos del edificio y recorrimos el terreno hacia el estacionamiento y me detuve, miré alrededor buscando el Fiat, pero así fue como recordé que mi mama me había dejado de camino a su trabajo esta mañana y Vee con el brazo roto no estaba manejando.
- “Mierda,” - Dijo Vee, leyendo mis pensamientos. - “Estamos sin carro.” Protegiendo mis ojos del sol, mire hacia la calle. - “Supongo que eso significa que tenemos que caminar.” - “No tenemos. Tú lo harás. Te acompañaría pero una vez a la semana es mi límite de la biblioteca.” - “No has estado en la biblioteca esta semana,” - Señale. - “Si pero voy a tener que ir mañana.” - “Mañana es jueves. En toda tu vida, alguna vez has estudiado un jueves?” Vee golpeo ligeramente su labio con una uña y adopto una expresión pensativa. -“Alguna vez he estudiado un miércoles?” - “No que yo recuerde.” - “Hay lo tienes. No puedo ir. Eso sería en contra de la tradición.” Treinta minutos después, subí los escalones que conducían hacia la puerta principal de la biblioteca. Una vez adentro, puse la tarea en un segundo plano y me dirigí directamente a la sala de computadoras, en donde busque el internet tratando de encontrar más información sobre “La Colgada de Kinghorn” No encontré mucho. Originalmente eso había sido un gran despliegue publicitario, pero después de que se descubrió la nota de suicidio y Elliot fue puesto en libertad, las noticias cambiaron. Era tiempo de hacer un viaje a Portland. No iba a aprender mucho examinando artículos de prensa, pero tal vez tendría mejor suerte haciendo un trabajo de campo allá. Me desconecte del sistema y llame a mi mama. - “Tengo que estar esta noche en casa a las nueve?” - “Si, por qué?” - “Estaba pensando en tomar un bus hacia Portland.”
Ella me dio una de sus sonrisas Debes pensar que estoy loca- - “Necesito entrevistar algunos estudiantes de la preparatoria Kinghorn,” Dije. - “Es para un proyecto que he estado investigando,” Eso no era una mentira. No realmente. Por supuesto sería mucho más fácil justificarlo si yo no estuviera agobiada por la culpa de mantener la interrupción forzada en completo secreto y asegurarme de que la policía no la visitara. Había pensado en decírselo, pero cada vez que abría mi boca para decir las palabras, se esfumaban. Estábamos luchando por sobrevivir. Necesitábamos los ingresos de mi madre. Si le decía acerca de Elliot, ella renunciaría inmediatamente. - “No puedes ir a la ciudad sola. Es una noche de escuela y oscurecerá pronto. Además, para cuando llegues allá, los estudiantes se habrán ido.” Lancé un suspiro. . Está bien, estaré en casa pronto.” - “Se que te prometí un aventón, pero estoy atascada en mi oficina.”- La oí acomodando sus papeles e imagine que tenía el teléfono acunado bajo la barbilla y el cable enrollado en el cuerpo varias veces. - “Es demasiado pedirte que camines?” El tiempo estaba solo un poco frio. Yo tenía mi chaqueta de jean y tenía mis piernas. Podría caminar. El plan sonaba mucho más razonable en mi cabeza, por que la idea de de caminar a casa dejaba un vacio en mi interior. Pero, aparte de pasar la noche en la biblioteca, no veía ninguna otra opción. Estaba casi en las puertas de la biblioteca cuando oí mi nombre. Dando la vuelta, me encontré con Marcie Millar acortando la distancia entre nosotras. - “Oí lo que le ocurrió a Vee,” - Ella dijo. - “Es realmente triste, quiero decir, quien la atacaría? A menos que, ya sabes, no pudieron evitarlo. Tal vez fue en defensa propia, oí que estaba oscuro y llovía, sería fácil confundir a Vee con un alce. O un oso, o un búfalo. Realmente con cualquier animal corpulento.” - “Cielos, fue muy agradable hablar contigo, pero hay un montón de cosas que preferiría estar haciendo. Como meter mi mano en el vertedero de residuos.” - Seguí hacia la salida. - “Espero que ella se haya alejado de esas comidas de hospital,” - Marcie dijo, persiguiéndome de cerca. - “He escuchado que son altas en grasa. Ella no podría estar de
pie con más peso.” Di una vuelta. - “Eso es todo. Una palabra más y yo…” - Las dos sabíamos que se trataba de una amenaza vacía. Marcie sonrió tontamente. - “Tú Qué?” - “Ramera.” Dije. - “Estrafalaria.” - “Perra.” - “Fenómeno.” - “Cerda anoréxica.” - “Wow,” - Dijo Marcie, tambaleándose melodramáticamente con una mano presionada en su corazón. - “Se supone que tengo que actuar ofendida? Por tratar de tener esta talla. Viejas noticias. Por lo menos se ejercer un poco de auto-control.” El guardia de seguridad parado en las puertas aclaro su garganta. - “Está bien, terminen esto. Continúenlo afuera o voy a tener que llevarlas a las dos a mi oficina y comenzare a llamar a sus padres.” - “Hable con ella,” - Dijo Marcie, señalándome con un dedo. “- Yo soy la única que está tratando de ser amable. Ella verbalmente me ataco. Yo solo estaba ofreciendo mis condolencias por lo que le ocurrió a su amiga.” - “Dije que afuera.” - “Se ve bien en uniforme.” - Marcie le dijo, destellando su toxica sonrisa. El sacudió la cabeza hacia las puertas.- “Largo de aquí.” Pero no sonó tan rudo. Marcie desfilo hacia las puertas. “- Te importaría alcanzar la puerta por mi? Tengo manos cortas.” - Ella estaba sosteniendo un libro empastado. El guardia presiono el botón para discapacitados y las puertas se abrieron automáticamente.
- “Gracias,” - Dijo Marcie, enviándole un beso. No la perseguí. No estaba segura de lo que ocurriría si lo hacía, pero estaba llena de emociones negativas que en realidad podía hacer algo que lamentara. Los insultos y las peleas no estaban en mí. A menos que se tratara de Marcie Millar. Di la vuelta y me dirigí a los ascensores de la biblioteca. Entre en la jaula de metal y pulse el botón para dirigirme al sótano. Yo podía haber esperado unos pocos minutos a que Marcie se fuera, pero conocía otra manera de salir y decidí tomarla. Hace cinco años, la ciudad había aprobado la mudanza de la biblioteca pública a un edificio histórico justo en el Viejo Centro de Coldwater. El rojo ladrillo se remontaba a la década de los 1850, y el edificio terminaba con una romántica cúpula y una gran ventana para observar las embarcaciones llegar por el mar. Lamentablemente, el edificio no incluía un estacionamiento, así que un túnel había sido excavado para conectar la librería con el Palacio de Justicia al otro lado de la calle. El garaje ahora servía a ambos edificios. El ascensor se detuvo y me baje. El túnel estaba iluminado por luces fluorescentes que parpadeaban un pálido color purpura. Me tomo un momento obligar a mis pies para comenzar a caminar. Estaba golpeada por el repentino pensamiento de mi padre en la noche que murió, me pregunte si él había estado en una calle tan alejada y oscura como el túnel que tenía por delante. Comenzando a caminar, me dije a mi misma, solo había sido un acto de violencia al azar. Has pasado el último año paranoica sobre cada callejón oscuro, habitación oscura o armario oscuro. No puedes vivir toda la vida con el miedo de que tengas un arma apuntando hacia ti. Determinada a probar que mi miedo estaba solo en mi cabeza me dirigí por el túnel, escuchando el suave golpe de mis zapatos en el concreto. Cambiando mi mochila a mi hombro izquierdo, calcule cuanto podía tomarme caminar a casa si tomaba o no un atajo por las vías del ferrocarril ya que había caído el anochecer. Esperaba que si mantenía mis pensamientos optimistas y ocupados, no tendría tiempo de concentrarme en mi creciente sensación de alarma. El túnel termino y una figura estaba parada justo al frente Me detuve a mitad del camino y mi corazón cayó en unos pocos latidos. Patch llevaba
una camiseta negra, unos jeans sueltos y botas con punta de platino. Sus ojos parecían como si no siguieran las reglas. Su sonrisa era demasiado astuta para reconfortar. - “Que estas haciendo aquí?” - Pregunte, retirando un puñado de cabello de mi cara y mirando más allá de la salida de automóviles en la superficie. Yo sabía que estaba al frente, pero varias de las fluorescentes luces en el techo estaban fuera de servicio, lo que hacía difícil ver con claridad si había una violación, asesinato o cualquier otra actividad corrupta en la mente de Patch, el me había acorralado en el lugar perfecto. Cuando Patch se movió hacia mí, yo retrocedí. Encontré un coche y vi mi oportunidad. Me pase alrededor posicionándome en el lado opuesto a donde estaba Patch, con el coche entre nosotros. Patch me miro por encima del coche, con las cejas levantadas. - “Tengo preguntas,” - Dije, - “Muchas preguntas.” - “Sobre qué?” - “Sobre todo.” Su boca se torció y yo estaba bastante segura de que él estaba luchando contra una sonrisa.-“Y si mis respuestas no tienen éxito, vas a escapar?” - El señaló con la cabeza en dirección a la salida del estacionamiento. Ese era el plan. Más o menos. Era dar y tomar unas cuantas cosas que eran evidentes, como el hecho de que Patch era mucho más rápido que yo. - “Vamos a oír esas preguntas,” El dijo. - “Como sabias que estaría en la biblioteca esta noche?” - “Un buen presentimiento” Ni por un momento creí que Patch estaba aquí por un presentimiento. Había un lado del que era casi depredador, si las fuerzas armadas lo conocieran, harían todo lo que estuviera en su poder para reclutarlo. El se lanzo hacia la izquierda, yo contrarreste su movimiento, corriendo hacia la parte trasera del coche. Cuando Patch se detuvo, yo también lo hice. El estaba en la parte delantera del coche y yo en la cola.
- “Donde estuviste el domingo en la tarde?” - Pregunte, - “Me seguiste cuando fui de compras con Vee?” - Patch no pudo haber sido el chico de la máscara de Sky, pero eso no significaba que no estuviera involucrado en la cadena de los perturbadores acontecimientos. El estaba ocultándome algo. Había estado ocultado algo desde el día en que nos conocimos. ¿Era coincidencia que el último día normal en mi vida había sido antes de ese fatídico día? No lo creo. - “No. Como les fue, por cierto? Compraron algo? - “Tal vez.” Dije con la guardia abajo. - “Como qué?” Recordé. Vee y yo solo habíamos hecho compras en Victoria Secret. Había gastado treinta dólares en el sujetador de encaje negro, y yo había estado a punto de no ir allí. En vez de eso relacione la tarde, empezando con la sensación de que estaba siendo perseguida y terminando con encontrar a Vee al lado de la carretera, como la victima de un brutal ataque. - “Bien?”- Exigí cuando termine. - “Tienes algo que decir?” - “No,” - “No tienes idea de lo que le ocurrió a Vee?” - “Otra vez, no.” - “No te creo,” - “Eso es porque tienes problemas de confianza.” - El extendió las dos manos en el coche, apoyándose en el capó. - “Hemos hablado de esto.” Sentí mi humor echar chispas. Patch había cambiado la conversación de nuevo. En lugar de la atención estar en el, estaba de nuevo en mi. Especialmente no me gustaba recordar que en cierta medida el sabia cosas de mí. Cosas privadas. Como mis problemas de confianza. El se abalanzo hacia la derecha. Me escape de él y pare cuando él lo hizo. Mientras estábamos en un punto muerto sus ojos se fijaron en los míos, casi como si estuviera tratando de comprender mi próximo movimiento.
-“Que sucedió en el Arcángel? Tú me salvaste?” - Pregunte. - “Si yo te hubiera salvado, no estaríamos parados aquí teniendo esta conversación.” - “Te refieres a que si no me hubieras salvado no estaríamos aquí. Yo estaría muerta.” - “Eso no fue lo que dije.” No tenía idea a lo que él se refería.- “Por qué no estaríamos parados aquí?” - “Tu aun estarías aquí.” - El hizo una pausa. - “Yo probablemente no estaría.” Antes de que pudiera comprender lo que él estaba hablando, el de nuevo se lanzo hacia mí, esta vez atacando desde la derecha, confundida por el momento, puse algo de distancia entre nosotros. En lugar de detenerse, Patch bordeo el coche. Salí apresuradamente corriendo directamente por el estacionamiento. Pase tres coches antes de que él se apoderara de mi brazo. El me hizo girar y me apoyo contra un poste de cemento. - “Falta mucho para llevar a cabo ese plan,” Dijo. Lo mire. Era atemorizante, sin embargo. El destello una sonrisa llena de una oscura intención, lo que confirmaba que yo tenía toda la razón para sudar libremente. - “Que está pasando?” - Dije. Trabajando duro para sonar agresiva. - “Como es que puedo oír tu voz en mi cabeza? Y porque dijiste que habías venido a la escuela por mi?” - “Estaba cansado de admirar tus piernas a distancia.” - “Quiero la verdad,” - Trague saliva. - “Merezco una revelación completa.” - “Una revelación completa,” - el repitió con una tímida sonrisa. - “Tiene esto algo que ver con la promesa que hiciste de exponerme? Exactamente de que estamos hablando aquí?” No podía recordar de lo que estábamos hablando. Todo lo que sabía era que la mirada de Patch se sentía especialmente abrasadora. Tenía que romper con el contacto visual, así
que mire mis manos. Estaban brillando por el sudor y las puse detrás de mi espalda. - “Tengo que irme,” - Dije. - “Tengo tarea.” - Que ocurrió allá?” Inclino la barbilla hacia los ascensores. - “Nada.” Antes de que pudiera detenerlo, el había presionado la palma de mi mano contra él, formando una torre con nuestras manos. El deslizó sus dedos entre los míos, cerrándome contra él. - “Tus nudillos son blancos.” - Dijo, pasando su boca a través de ellos. - “Y saliste luciendo alterada.” - “Déjalo. Y no estoy de humor. Así que si me disculpas, tengo que hacer tarea-” - “__________.”- Patch dijo mi nombre suavemente. Con toda la intención de conseguir lo que quería. - “Tuve una pelea con Marcie Millar.” - No tenía idea de donde había salido la confesión. La última cosa que quería darle a Patch era otra ventana abierta en mi interior. –“De acuerdo? Dije, con una nota de desesperación en mi voz. Satisfecho? Me dejaras ir ahora?” -“Marcie Millar?” Trate de desatar mis dedos, pero Patch tenía una idea diferente. - “No conoces a Marcie Millar” - Dije cínicamente - “Difícil de creer, primero por qué vas a Coldwater y segundo por que tienes un cromosoma Y.” - “Cuéntame acerca de la pelea,” Dijo, - “Ella llamo a Vee gorda.” - “Y?” - “Yo la llame cerda anoréxica.” Patch parecía luchar por no romperse a reír.- “Eso es todo? Sin puños? Sin arañazos, o jalones de cabello?”
Entrecerré mis ojos y lo mire. - “Vamos a tener que enseñarte a pelear, Ángel? - “Yo puedo pelear.” - Levante la barbilla a pesar de la mentira. Esta vez el no refreno la sonrisa. - “De hecho, he tenido clases de boxeo,” - Kickboxing, en el gimnasio, una vez. Patch extendió su mano como un objetivo. - “Dame un golpe, tan fuerte como puedas.” - “No soy fanática de la violencia sin sentido.” - “Estamos solos aquí abajo.” - Las botas de Patch tocaban mis zapatos. - “Un chico como yo podría tomar ventaja de una chica como tú. Mejor muéstrame lo que tienes.” Me aleje y la motocicleta negra de Patch apareció a la vista. - “Déjame darte un aventón.” El ofreció. - “Caminare.” - “Es tarde y está oscuro.” Me guste o no, el tenia un punto. Pero por dentro, estaba atrapada en un juego de tira y afloja. Había sido algo estúpido caminar a casa en primer lugar, y ahora estaba atrapada entre dos decisiones, viajar con Patch o arriesgarme a que hubiera alguien peor por ahí. - “Estoy empezando a pensar que la única razón por la que sigues ofreciendo llevarme es por qué sabes que no me gustan estas cosas.” - Suspire, me coloque el casco, y luego me incline hacia él, no era mi culpa acurrucarme y quedar tan cerca. El asiento no era exactamente espacioso. Patch hizo un sonido bajo de diversión. - “Puedo pensar en un par de razones.” El acelero por el estacionamiento, dirigiéndose hacia la salida. Había un puesto de cobro con una maquina de tiquetes roja y banca que prohibía la salida. Me estaba preguntando
si Patch tenía suficiente dinero para meter en la maquina, cuando el hizo una suave parada que me acerco aun mas a él. Le pago a la maquina y después manejo hacia la carretera. El paro la moto en la entrada de mi granja y me sujete a él para mantener el equilibrio mientras me bajaba. Le devolví el casco. - “Gracias por el aventón.” - Dije - “Que vas a hacer el sábado en la noche?” Hubo un momento de pausa. - “Tengo una cita con lo habitual.” Eso pareció despertar su interés.-“ Lo habitual?” - “Tarea.” - “Cancélalas.” Me estaba sintiendo más relajada. Patch era cálido y solido, y olía fantástico. Como a menta y a rica tierra oscura. Nadie había saltado sobre nosotros de camino a casa y todas las ventanas en el nivel de debajo de la granja brillaban con luz. Por primera vez en todo el día me sentí segura.
Con excepción de que Patch me había acorralado en un oscuro túnel y que probablemente estaba asechándome. Tal vez no estaba tan segura. - “No salgo con extraños,” - Dije. - “Yo sí. Bueno. Te recogeré a las cinco.”
SkyAdwoot
Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Capítulo 17.
Hubo una fría lluvia todo el sábado y yo me senté cerca a la ventana viéndola caer sobre los crecientes charcos de lodo en el suelo. Yo tenía una vieja copia de Hamlet en mi regazo, un lapicero detrás de mi oreja y una taza de chocolate caliente vacía a mis pies. El documento con las preguntas de comprensión de lectura sobre la mesa, estaba tan vacio ahora como cuando la señora Lemon lo entregó en clase hace dos días. Eso era algo malo. Mi mamá se había ido a su clase de yoga hace casi treinta minutos y aunque yo practicaba unas cuantas formas diferentes de darle la noticia de mi cita con Patch, al final la deje dirigirse hacia la puerta sin vocalizar una sola de ellas. Me dije a mi misma que no era algo importante. Yo ya tengo dieciséis y puedo decidir cuándo y por que salgo de la casa. Perfecto. Ahora iba a tener que cargar con mi culpa toda la noche. Cuando el reloj del abuelo en el hall sonó anunciando las 4:30, dejé felizmente el libro a un lado y subí corriendo a mi habitación. Había gastado casi todo mi día haciendo tareas y labores de la casa y eso había mantenido mis pensamientos alejados de la cita de esta noche. Pero ahora que estaba en los minutos finales, los nervios y la anticipación lo sobrepasaron todo. Quisiera o no pensar en ello, Patch y yo teníamos asuntos pendientes. Nuestro último beso fue cortado de repente. Tarde o temprano nuestro beso tendría que resolverse. Yo no tenía ninguna duda de lo mucho que quería que se resolviera, tan sólo no estaba segura de estar lista para que ocurriera esta noche. Además de todo esto, no ayudaba que la advertencia de Vee siguiera apareciendo como una bandera roja en mi mente: Mantente alejada de Patch. Me paré frente al espejo y tomé inventario. El maquillaje era mínimo, reducido a una
pasada de pestañina. Cabello enmarañado, pero que tenía eso de raro? Mis labios podían necesitar un poco de brillo. Lamí el inferior dejándolo con una apariencia húmeda. Eso me puso a pensar más en mi casi-beso con Patch, lo que me produjo un ataque involuntario de calor. Si un casi-beso podía hacerme eso, me preguntaba qué podía hacerme un beso completo. Mi reflejo sonrió. - “No es gran cosa”- me dije a mi misma mientras me probaba pendientes. El primer par era grande, largo y turquesa… y me hacían ver como si me estuviera esforzando demasiado. Los puse a un lado y traté de nuevo con unas pequeñas perlas de ópalo. Mejor. Me preguntaba que tenía Patch en mente. Cena? Una película? - “Es como una clase de biología”- Le dije indiferentemente a mi reflejo. - “Sólo que… sin la parte de biología, y la clase” Me puse mis jeans entubados y zapatos de bailarina. Envolví una bufanda azul cielo de seda alrededor de mi cintura, arriba de mi torso. Entonces até las esquinas detrás de mi cuello, formando una blusa estilo halter**. Sacudí mi cabello y entonces tocaron la puerta. - “Ya voy” me apresuré hacia la escalera. Me chequeé una última vez en el espejo del hall, entonces abrí la puerta y me encontré con dos hombres con abrigos negros parados en el porche. - “__________ Grey” dijo el detective Basso, sosteniendo en alto su placa de policía. - “Nos encontramos de nuevo” Me tomó un momento encontrar mi voz. - “Qué está haciendo aquí?” El señaló hacia un lado con su cabeza. - “Usted recuerda a mi compañero el Detective Hostigue, le importa si pasamos y le hacemos algunas preguntas?” No sonaba como si estuviera pidiendo permiso. De hecho, sonó casi como una
amenaza. - “Qué ocurre?” - pregunté, dividiendo mi mirada entre los dos. - “Está tu mamá en casa?” - Preguntó el detective Basso. - “Ella está en yoga. Por qué? Qué está pasando?” Ellos arrastraron sus pies y entraron a la casa. - “Puede decirnos que pasó entre usted y Marcie Millar en la biblioteca en la tarde del miércoles?” - Preguntó el detective Hostigue poniéndose cómodo en el sofá. El detective Basso se mantuvo de pie, examinando con cuidado las fotos familiares sobre la mesa. Sus palabras tardaron un momento en ser registradas por mi cerebro. La biblioteca. El miércoles en la tarde. Marcie Millar. - “Marcie se encuentra bien?” Pregunté. No era ningún secreto que Marcie no ocupaba un lugar cálido y afectuoso en mi corazón. Pero eso no significaba que deseara verla en problemas o peor, en peligro. Y especialmente no la quería metida en ningún problema que pudiera involucrarme. El detective Basso puso sus manos sobre sus caderas. - “Qué te hace pensar que ella no se encuentra bien?” - “Yo no le hice nada a Marcie” - “Por qué estaban discutiendo ustedes dos?”- Preguntó el Detective Hostigue, -“Los vigilantes de la biblioteca me dijeron que las cosas estaban acalorándose entre ustedes” - “No fue así” - “Como fue?” - “Nos dijimos unas cuantas cosas la una a la otra” - dije, esperando que lo dejaran así. - “Que cosas?” -“Cosas estúpidas” - dije en retrospectiva.
- “Voy a necesitar escuchar esas cosas, __________” - “La llamé cerdo anoréxico” - Mis mejillas ardían y mi voz sonaba humillada. Si la situación no hubiera sido tan seria, podría haber deseado inventar algo más cruel y denigrante. Eso sin mencionar algo que tuviera más sentido. Los detectives intercambiaron una mirada. - “La amenazaste?” preguntó el Detective Hostigue - “No” - “A donde fuiste después de la biblioteca?” - “A casa” - “Seguiste a Marcie?” - “No. Como dije. Volví a casa. Van a decirme que fue lo que le pasó a Marcie?” - “Hay alguien que pueda comprobar eso?” Preguntó el detective Basso. - “Mi compañero de biología. El me vio en la biblioteca y se ofreció a traerme a casa” Yo tenía un hombro apoyado sobre las puertas francesas que daban al salón, y el Detective Basso caminó y se situó contra un poste del lado opuesto, al frente mío. - “Escuchemos lo que dices sobre ese compañero de Biología” - “Qué clase de pregunta es esa?” El extendió sus manos. - “Es una pregunta bastante básica. Pero si quiere que me ponga más específico puedo hacerlo. Cuando yo estaba en la escuela, usualmente les ofrecía a las chicas en las que estaba interesado llevarlas a sus casa. Llevemos eso un paso más adelante. Cuál es su relación con su compañero de biología… afuera del salón de clase?” - “Usted está bromeando, verdad?” Un lado de la boca del Detective Blasso se levantó. - “Eso es lo que pensé. Golpearon a Marcie Millar usted y su novio?” - “Marcie fue golpeada?”
El se alejó de la puerta y se posicionó directamente en frente mío. - “Quería mostrarle lo que le pasa a las chicas como ella cuando no mantienen sus bocas cerradas? Cree usted que ella se merecía unos cuantos moretones? Yo conocía chicas como Marcie cuando estaba en la escuela. Ellas se lo merecen, no es así?. Que se merecía Marcie, __________? Alguien la golpeó bastante fuerte el miércoles en la noche y yo pienso que usted sabe más de lo que admite” Yo estaba esforzándome bastante por suprimir mis pensamientos. Asustada de que de alguna forma estos se reflejaran en mi cara. Tal vez era una coincidencia que en la misma noche en la que me quejé con Patch a cerca de Marcie, ella resultara golpeada. Pero de la misma forma, tal vez no era así. - “Vamos a tener que hablar con su novio” dijo el Detective Hostigue. - “El no es mi novio. Es mi compañero de Biología” -“Está viniendo hacia aquí ahora?” Yo sabía que debía ser directa. Pero pensándolo mejor, no podía aceptar que Patch pudiera herir a Marcie. Marcie no era el mejor tipo de persona y se había ganado una buena cantidad de enemigos. Algunos de esos enemigos eran capaces de ese tipo de brutalidad. Pero Patch no era uno de ellos. La brutalidad sin sentido no era su estilo. - “No” dije yo. El detective Basso me dirigió una sonrisa forzada.- “Vestida y arreglada para una noche en casa?” - “Algo así” - dije, con el tono más frio con el que me atreví a responder. El detective Hostigue sacó una pequeña libreta de uno de los bolsillos de su abrigo. Lo abrió y tomó su lapicero. - “Vamos a necesitar su nombre y su número” Diez minutos después de que salieron los detectives, un Jeep Comando negro llegó a mi casa. Patch corrió en medio de la lluvia hasta el porche, usando jeans oscuros botas y una camisa térmica gris.
- “Auto nuevo?” - Pregunté después de que abrí la puerta. El me sonrió misteriosamente. - “Lo gané hace un par de noches en un juego de billar” - “Alguien apostó su auto?” - “El no estaba muy feliz al respecto. Estoy tratando de mantenerme alejado de los callejones oscuros por los próximos días” - “Escuchaste lo de Marcie Millar?” - Lo solté ahí mismo, esperando que la pregunta lo tomara por sorpresa. - “No. Qué pasó?”- Su respuesta salió fácilmente y yo decidí que eso, probablemente significaba que él estaba diciendo la verdad. Desafortunadamente, cuando de decir mentiras se trataba, Patch no parecía ningún aficionado. - “Alguien la golpeó” - “Una pena” - “Alguna idea de quién pudo haberlo hecho?” Si Patch escuchó la preocupación en mi voz, no lo demostró. El se recostó contra su asiento y se pasó una mano por su mandíbula pensativamente. - “Nop” Me pregunté a mi misma si pensaba que él estaba escondiéndome algo. Pero descubrir mentiras nunca fue mi fuerte. Yo nunca tuve mucha experiencia haciéndolo. Normalmente me rodeaba de personas en las que confiaba… normalmente. Patch parqueó el Jeep detrás del Arcade de Bo. Cuando llegamos al frente de la fila, el cajero puso sus ojos primero sobre Patch y después sobre mí, una y otra vez, como tratando de encontrar la conexión. - “Que pasa?” dijo Patch, y puso tres billetes sobre la mesa.
El portero puso sobre mí su mirada penetrante. El se dio cuenta que yo no podía dejar de mirar los tatuajes verde moho que cubrían cada pulgada de sus brazos. Entonces movió una bolita de chicle? Tabaco? de un lado al otro de su labio inferior y dijo - “Se te perdió algo?” - “Me gusta tu tatu-“comencé a decir. El me mostró unos dientes afilados como de perro. - “Creo que no le gusté mucho” Le susurré a Patch cuando estábamos a una distancia prudente. - “A Bo no le gusta nadie” - “Ese es Bo? El del Arcade de Bo?” - “Ese, es Bo Junior del Arcade de Bo. Bo padre murió hace unos años” - “Como?” Pregunté. - “Pelea de bar. Abajo” Sentí un desconcertante deseo de correr hacia el Jeep y salir rápidamente del parqueadero. - “Esto es seguro?” Le pregunté. Patch me miró de medio lado - “Ángel” - “Sólo preguntaba” Abajo, el salón de billar se veía exactamente como la primera noche que vine. Paredes negro-ceniza pintadas de negro. Mesas de fieltro rojo en medio del salón. Mesas de póker regadas alrededor del borde. Lámparas de baja iluminación curvándose a través del techo. El olor congestionado de cigarrillos obstruyendo el aire. Patch escogió la mesa más alejada de las escaleras. Pidió dos 7up del bar y las destapó con el borde de la mesa. - “Nunca he jugado billar” confesé.
- “Escoge un taco” El señaló hacia el aparador de palos empotrado a la pared. Levanté uno y lo llevé hasta nuestra mesa. Patch se pasó una mano sobre su boca para borrarse una sonrisa. - “Qué?” dije yo. - “No puedes marcar un Home Run en el billar” - “Sin Home Runes. Entendido” Su sonrisa se agrandó. - “Estás sosteniendo tu taco como un bate” Miré mis manos. El tenía razón. Estaba sosteniéndolo como un bate. - “Así se siente más cómodo” El se movió detrás de mí, puso sus manos sobre mi cadera y me posicionó en frente de la mesa. Deslizo sus manos a mí alrededor y tomó el palo de billar. - “Así” dijo él, reacomodando mi mano derecha hacia arriba unos cuantos centímetros. - “Y… así” continuó el, tomando mi mano izquierda y formando un círculo con mi pulgar y mi dedo índice. Entonces puso mi mano izquierda en la mesa. Como un trípode. Él empujó la punta del palo de billar a través del círculo y sobre el nudillo de mi dedo del medio. - “Dobla tu cintura” Yo me incliné hacia la mesa de billar,con el aliento de Patch calentando mi cuello.El haló hacia atrás el palo de billar y lo guío a través del círculo. - “Qué bola quieres golpear?” preguntó el, refiriéndose al triangulo de bolas acomodado al final de la mesa.
- “La amarilla del frente parece una buena elección” - “El rojo es mi color favorito” - “Entonces la roja será” Patch dirigió el palo hacia atrás y hacia delante a través del círculo, apuntando a la bola, practicando su golpe. Yo bizqueé mirando la bola blanca, después hacia el triangulo de bolas más allá de la mesa. - “Estás un poquito desviado” le dije. Lo sentí sonreír. - “Cuanto quieres apostar?” - “Cinco dólares” Lo sentí sacudir su cabeza suavemente. - “Tu chaqueta” - “Tu quieres mi chaqueta?” -“Quiero que te la quites” Mi brazo se desplazo hacia atrás y el palo de billar se disparó entre mis dedos, golpeando la bola blanca. Entonces, la bola blanca se disparó hacia delante, impactando la bola roja, destruyendo el triangulo, dejando las bolas desordenadas en todas las direcciones. - “Está bien” dije, quitándome mi chaqueta de Jean. - “Tal vez esté un poco impresionada.” Patch examinó mi bufanda de seda/camisa Halter. Sus ojos estaban tan negros como el mar a media noche, su expresión contemplativa.- “Muy bonito” dijo. Entonces se movió alrededor de la mesa, observando la posición en la que quedaron las bolas.
- “Cinco dólares a que no puedes meter la azul” dije, seleccionándola a propósito, estaba separada de la bola blanca por un montón de bolas de otros colores. - “No quiero tu dinero” dijo Patch. Nuestros ojos se encontraron y el más pequeño de los hoyuelos apareció en su cara. Mi temperatura interna subió otro grado. - “Entonces que quieres?” Pregunté. Patch bajó su palo de billar hacia la mesa. Tomó impulso y golpeó fuertemente la bola blanca. En el instante en que la bola blanca golpeó la verde, esta golpeó a su vez la bola ocho y con el impulso metió la azul limpiamente. Dejé escapar una risita nerviosa y traté de cubrirla sonando mis nudillos. Un mal hábito del que no me puedo deshacer. - “Está bien, tal vez estoy más que un poco impresionada” Patch aún estaba inclinado sobre la mesa y entonces me miró. Su mirada calentó mi piel. - “Nunca llegamos a apostar nada” dije yo. Resistiéndome a la urgencia de cambiar de posición. Sentía el palo de billar deslizarse entre mis manos y discretamente me limpié mi mano en mis piernas. Como si no estuviera sudando lo suficiente, Patch dijo -“Me lo debes. Algún día te lo voy a cobrar.” Me reí, pero salió un sonido fuera de tono. -“Eso quisieras” Fuertes pisadas retumbaron en el suelo de las escaleras. Un alto y fibroso chico, con nariz aguileña y desordenado pelo negro-azulado apareció al fondo. Miró primero a Patch, entonces fijó sus ojos sobre mí.
Una pequeña mueca apareció en su cara mientras se estiraba y agarraba mi 7Up. La cual yo había dejado sobre el borde de la mesa de billar. - “Discúlpeme, pero creo que eso es-“Comencé a decir. - “Tu no mencionaste que ella se viera tan bien”- le dijo él a Patch, limpiando su boca con el reverso de su mano. El habló con un fuerte acento irlandés. - “Tampoco le conté a ella lo mal que te ves tú”- le respondió Patch, que tenía su boca en el estado relajado que precede a una sonrisa. El chico se apoyó en la mesa de billar a mi lado y me ofreció su mano. - “Mi nombre es Rixon, amor” Le ofrecí mi mano de mala gana. - “__________” - “Estoy interrumpiendo algo aquí?” dijo Rixon, mirándonos inquisidoramente a Patch y a mí. - “No” - dije al mismo tiempo que Patch decía - “Si”- . De repente, Rixon empujó juguetonamente a Patch, y los dos cayeron al suelo, rodando y dándose golpes. Se escuchaba el sonido de risas roncas, puños conectando con piel y tela rompiéndose. Entonces la espalda desnuda de Patch salió a la vista. Dos cicatrices la recorrían de largo. Comenzaban cerca a sus riñones y terminaban al borde de sus hombros, ampliándose, hasta formar un V al revés. Los bordes eran tan grotescos que yo casi jadeé horrorizada. “Oye, Quítate de encima” Grito Rixon. Patch se balanceó y se puso de pie, su camisa rota se abrió totalmente. El la arrancó del todo y la tiro a un bote de basura del mostrador. - “Dame tu camisa” le dijo a Rixon. Rixon me dirigió un guió malvado. - “Qué crees, __________? Deberíamos devolverle su
camisa?” Patch amagó juguetonamente hacia él, y las manos de Rixon volaron hacia sus hombros. - “Tranquilízate” dijo el retrocediendo. El se quito su camisa y se la pasó a Patch, revelando una ceñida camisilla blanca que tenía debajo. Mientras Patch deslizaba su camisa sobre unos abdominales lo suficientemente duros para causar un aleteo en mi estomago, Rixon se dirigió hacia mí. - “Te contó el cómo obtuvo su sobrenombre?” - “Perdón?” - “Antes de que nuestro amigo Patch quedara enviciado con el billar, le gustaba el boxeo irlandés a puño limpio. Y no era muy bueno en ello.” Rixon movió su cabeza. - “La verdad sea dicha, el era realmente patético. Yo pasé la mayoría de las noches remendándolo, y poco después todos comenzaron a llamarlo Patch. Le dije que dejara de boxear pero nunca me escuchó” Patch me miró y me dio su mejor mirada de soy el ganador de medalla de oro en pelea de bares. Su cara por si sola era suficiente para asustarme, pero debajo de su exterior rudo, contenía una nota de deseo. De hecho era más que una nota. Era toda una sinfonía de deseo. Patch señaló la escalera con su cabeza y me ofreció su mano. - “Salgamos de aquí” - dijo él. - “A donde vamos?” - pregunté, sintiendo mi estomago caer hasta mis rodillas. - “Ya verás” Mientras subíamos la escalera, Rixon me gritaba - “Buena suerte con él, amor”
Hubo una fría lluvia todo el sábado y yo me senté cerca a la ventana viéndola caer sobre los crecientes charcos de lodo en el suelo. Yo tenía una vieja copia de Hamlet en mi regazo, un lapicero detrás de mi oreja y una taza de chocolate caliente vacía a mis pies. El documento con las preguntas de comprensión de lectura sobre la mesa, estaba tan vacio ahora como cuando la señora Lemon lo entregó en clase hace dos días. Eso era algo malo. Mi mamá se había ido a su clase de yoga hace casi treinta minutos y aunque yo practicaba unas cuantas formas diferentes de darle la noticia de mi cita con Patch, al final la deje dirigirse hacia la puerta sin vocalizar una sola de ellas. Me dije a mi misma que no era algo importante. Yo ya tengo dieciséis y puedo decidir cuándo y por que salgo de la casa. Perfecto. Ahora iba a tener que cargar con mi culpa toda la noche. Cuando el reloj del abuelo en el hall sonó anunciando las 4:30, dejé felizmente el libro a un lado y subí corriendo a mi habitación. Había gastado casi todo mi día haciendo tareas y labores de la casa y eso había mantenido mis pensamientos alejados de la cita de esta noche. Pero ahora que estaba en los minutos finales, los nervios y la anticipación lo sobrepasaron todo. Quisiera o no pensar en ello, Patch y yo teníamos asuntos pendientes. Nuestro último beso fue cortado de repente. Tarde o temprano nuestro beso tendría que resolverse. Yo no tenía ninguna duda de lo mucho que quería que se resolviera, tan sólo no estaba segura de estar lista para que ocurriera esta noche. Además de todo esto, no ayudaba que la advertencia de Vee siguiera apareciendo como una bandera roja en mi mente: Mantente alejada de Patch. Me paré frente al espejo y tomé inventario. El maquillaje era mínimo, reducido a una
pasada de pestañina. Cabello enmarañado, pero que tenía eso de raro? Mis labios podían necesitar un poco de brillo. Lamí el inferior dejándolo con una apariencia húmeda. Eso me puso a pensar más en mi casi-beso con Patch, lo que me produjo un ataque involuntario de calor. Si un casi-beso podía hacerme eso, me preguntaba qué podía hacerme un beso completo. Mi reflejo sonrió. - “No es gran cosa”- me dije a mi misma mientras me probaba pendientes. El primer par era grande, largo y turquesa… y me hacían ver como si me estuviera esforzando demasiado. Los puse a un lado y traté de nuevo con unas pequeñas perlas de ópalo. Mejor. Me preguntaba que tenía Patch en mente. Cena? Una película? - “Es como una clase de biología”- Le dije indiferentemente a mi reflejo. - “Sólo que… sin la parte de biología, y la clase” Me puse mis jeans entubados y zapatos de bailarina. Envolví una bufanda azul cielo de seda alrededor de mi cintura, arriba de mi torso. Entonces até las esquinas detrás de mi cuello, formando una blusa estilo halter**. Sacudí mi cabello y entonces tocaron la puerta. - “Ya voy” me apresuré hacia la escalera. Me chequeé una última vez en el espejo del hall, entonces abrí la puerta y me encontré con dos hombres con abrigos negros parados en el porche. - “__________ Grey” dijo el detective Basso, sosteniendo en alto su placa de policía. - “Nos encontramos de nuevo” Me tomó un momento encontrar mi voz. - “Qué está haciendo aquí?” El señaló hacia un lado con su cabeza. - “Usted recuerda a mi compañero el Detective Hostigue, le importa si pasamos y le hacemos algunas preguntas?” No sonaba como si estuviera pidiendo permiso. De hecho, sonó casi como una
amenaza. - “Qué ocurre?” - pregunté, dividiendo mi mirada entre los dos. - “Está tu mamá en casa?” - Preguntó el detective Basso. - “Ella está en yoga. Por qué? Qué está pasando?” Ellos arrastraron sus pies y entraron a la casa. - “Puede decirnos que pasó entre usted y Marcie Millar en la biblioteca en la tarde del miércoles?” - Preguntó el detective Hostigue poniéndose cómodo en el sofá. El detective Basso se mantuvo de pie, examinando con cuidado las fotos familiares sobre la mesa. Sus palabras tardaron un momento en ser registradas por mi cerebro. La biblioteca. El miércoles en la tarde. Marcie Millar. - “Marcie se encuentra bien?” Pregunté. No era ningún secreto que Marcie no ocupaba un lugar cálido y afectuoso en mi corazón. Pero eso no significaba que deseara verla en problemas o peor, en peligro. Y especialmente no la quería metida en ningún problema que pudiera involucrarme. El detective Basso puso sus manos sobre sus caderas. - “Qué te hace pensar que ella no se encuentra bien?” - “Yo no le hice nada a Marcie” - “Por qué estaban discutiendo ustedes dos?”- Preguntó el Detective Hostigue, -“Los vigilantes de la biblioteca me dijeron que las cosas estaban acalorándose entre ustedes” - “No fue así” - “Como fue?” - “Nos dijimos unas cuantas cosas la una a la otra” - dije, esperando que lo dejaran así. - “Que cosas?” -“Cosas estúpidas” - dije en retrospectiva.
- “Voy a necesitar escuchar esas cosas, __________” - “La llamé cerdo anoréxico” - Mis mejillas ardían y mi voz sonaba humillada. Si la situación no hubiera sido tan seria, podría haber deseado inventar algo más cruel y denigrante. Eso sin mencionar algo que tuviera más sentido. Los detectives intercambiaron una mirada. - “La amenazaste?” preguntó el Detective Hostigue - “No” - “A donde fuiste después de la biblioteca?” - “A casa” - “Seguiste a Marcie?” - “No. Como dije. Volví a casa. Van a decirme que fue lo que le pasó a Marcie?” - “Hay alguien que pueda comprobar eso?” Preguntó el detective Basso. - “Mi compañero de biología. El me vio en la biblioteca y se ofreció a traerme a casa” Yo tenía un hombro apoyado sobre las puertas francesas que daban al salón, y el Detective Basso caminó y se situó contra un poste del lado opuesto, al frente mío. - “Escuchemos lo que dices sobre ese compañero de Biología” - “Qué clase de pregunta es esa?” El extendió sus manos. - “Es una pregunta bastante básica. Pero si quiere que me ponga más específico puedo hacerlo. Cuando yo estaba en la escuela, usualmente les ofrecía a las chicas en las que estaba interesado llevarlas a sus casa. Llevemos eso un paso más adelante. Cuál es su relación con su compañero de biología… afuera del salón de clase?” - “Usted está bromeando, verdad?” Un lado de la boca del Detective Blasso se levantó. - “Eso es lo que pensé. Golpearon a Marcie Millar usted y su novio?” - “Marcie fue golpeada?”
El se alejó de la puerta y se posicionó directamente en frente mío. - “Quería mostrarle lo que le pasa a las chicas como ella cuando no mantienen sus bocas cerradas? Cree usted que ella se merecía unos cuantos moretones? Yo conocía chicas como Marcie cuando estaba en la escuela. Ellas se lo merecen, no es así?. Que se merecía Marcie, __________? Alguien la golpeó bastante fuerte el miércoles en la noche y yo pienso que usted sabe más de lo que admite” Yo estaba esforzándome bastante por suprimir mis pensamientos. Asustada de que de alguna forma estos se reflejaran en mi cara. Tal vez era una coincidencia que en la misma noche en la que me quejé con Patch a cerca de Marcie, ella resultara golpeada. Pero de la misma forma, tal vez no era así. - “Vamos a tener que hablar con su novio” dijo el Detective Hostigue. - “El no es mi novio. Es mi compañero de Biología” -“Está viniendo hacia aquí ahora?” Yo sabía que debía ser directa. Pero pensándolo mejor, no podía aceptar que Patch pudiera herir a Marcie. Marcie no era el mejor tipo de persona y se había ganado una buena cantidad de enemigos. Algunos de esos enemigos eran capaces de ese tipo de brutalidad. Pero Patch no era uno de ellos. La brutalidad sin sentido no era su estilo. - “No” dije yo. El detective Basso me dirigió una sonrisa forzada.- “Vestida y arreglada para una noche en casa?” - “Algo así” - dije, con el tono más frio con el que me atreví a responder. El detective Hostigue sacó una pequeña libreta de uno de los bolsillos de su abrigo. Lo abrió y tomó su lapicero. - “Vamos a necesitar su nombre y su número” Diez minutos después de que salieron los detectives, un Jeep Comando negro llegó a mi casa. Patch corrió en medio de la lluvia hasta el porche, usando jeans oscuros botas y una camisa térmica gris.
- “Auto nuevo?” - Pregunté después de que abrí la puerta. El me sonrió misteriosamente. - “Lo gané hace un par de noches en un juego de billar” - “Alguien apostó su auto?” - “El no estaba muy feliz al respecto. Estoy tratando de mantenerme alejado de los callejones oscuros por los próximos días” - “Escuchaste lo de Marcie Millar?” - Lo solté ahí mismo, esperando que la pregunta lo tomara por sorpresa. - “No. Qué pasó?”- Su respuesta salió fácilmente y yo decidí que eso, probablemente significaba que él estaba diciendo la verdad. Desafortunadamente, cuando de decir mentiras se trataba, Patch no parecía ningún aficionado. - “Alguien la golpeó” - “Una pena” - “Alguna idea de quién pudo haberlo hecho?” Si Patch escuchó la preocupación en mi voz, no lo demostró. El se recostó contra su asiento y se pasó una mano por su mandíbula pensativamente. - “Nop” Me pregunté a mi misma si pensaba que él estaba escondiéndome algo. Pero descubrir mentiras nunca fue mi fuerte. Yo nunca tuve mucha experiencia haciéndolo. Normalmente me rodeaba de personas en las que confiaba… normalmente. Patch parqueó el Jeep detrás del Arcade de Bo. Cuando llegamos al frente de la fila, el cajero puso sus ojos primero sobre Patch y después sobre mí, una y otra vez, como tratando de encontrar la conexión. - “Que pasa?” dijo Patch, y puso tres billetes sobre la mesa.
El portero puso sobre mí su mirada penetrante. El se dio cuenta que yo no podía dejar de mirar los tatuajes verde moho que cubrían cada pulgada de sus brazos. Entonces movió una bolita de chicle? Tabaco? de un lado al otro de su labio inferior y dijo - “Se te perdió algo?” - “Me gusta tu tatu-“comencé a decir. El me mostró unos dientes afilados como de perro. - “Creo que no le gusté mucho” Le susurré a Patch cuando estábamos a una distancia prudente. - “A Bo no le gusta nadie” - “Ese es Bo? El del Arcade de Bo?” - “Ese, es Bo Junior del Arcade de Bo. Bo padre murió hace unos años” - “Como?” Pregunté. - “Pelea de bar. Abajo” Sentí un desconcertante deseo de correr hacia el Jeep y salir rápidamente del parqueadero. - “Esto es seguro?” Le pregunté. Patch me miró de medio lado - “Ángel” - “Sólo preguntaba” Abajo, el salón de billar se veía exactamente como la primera noche que vine. Paredes negro-ceniza pintadas de negro. Mesas de fieltro rojo en medio del salón. Mesas de póker regadas alrededor del borde. Lámparas de baja iluminación curvándose a través del techo. El olor congestionado de cigarrillos obstruyendo el aire. Patch escogió la mesa más alejada de las escaleras. Pidió dos 7up del bar y las destapó con el borde de la mesa. - “Nunca he jugado billar” confesé.
- “Escoge un taco” El señaló hacia el aparador de palos empotrado a la pared. Levanté uno y lo llevé hasta nuestra mesa. Patch se pasó una mano sobre su boca para borrarse una sonrisa. - “Qué?” dije yo. - “No puedes marcar un Home Run en el billar” - “Sin Home Runes. Entendido” Su sonrisa se agrandó. - “Estás sosteniendo tu taco como un bate” Miré mis manos. El tenía razón. Estaba sosteniéndolo como un bate. - “Así se siente más cómodo” El se movió detrás de mí, puso sus manos sobre mi cadera y me posicionó en frente de la mesa. Deslizo sus manos a mí alrededor y tomó el palo de billar. - “Así” dijo él, reacomodando mi mano derecha hacia arriba unos cuantos centímetros. - “Y… así” continuó el, tomando mi mano izquierda y formando un círculo con mi pulgar y mi dedo índice. Entonces puso mi mano izquierda en la mesa. Como un trípode. Él empujó la punta del palo de billar a través del círculo y sobre el nudillo de mi dedo del medio. - “Dobla tu cintura” Yo me incliné hacia la mesa de billar,con el aliento de Patch calentando mi cuello.El haló hacia atrás el palo de billar y lo guío a través del círculo. - “Qué bola quieres golpear?” preguntó el, refiriéndose al triangulo de bolas acomodado al final de la mesa.
- “La amarilla del frente parece una buena elección” - “El rojo es mi color favorito” - “Entonces la roja será” Patch dirigió el palo hacia atrás y hacia delante a través del círculo, apuntando a la bola, practicando su golpe. Yo bizqueé mirando la bola blanca, después hacia el triangulo de bolas más allá de la mesa. - “Estás un poquito desviado” le dije. Lo sentí sonreír. - “Cuanto quieres apostar?” - “Cinco dólares” Lo sentí sacudir su cabeza suavemente. - “Tu chaqueta” - “Tu quieres mi chaqueta?” -“Quiero que te la quites” Mi brazo se desplazo hacia atrás y el palo de billar se disparó entre mis dedos, golpeando la bola blanca. Entonces, la bola blanca se disparó hacia delante, impactando la bola roja, destruyendo el triangulo, dejando las bolas desordenadas en todas las direcciones. - “Está bien” dije, quitándome mi chaqueta de Jean. - “Tal vez esté un poco impresionada.” Patch examinó mi bufanda de seda/camisa Halter. Sus ojos estaban tan negros como el mar a media noche, su expresión contemplativa.- “Muy bonito” dijo. Entonces se movió alrededor de la mesa, observando la posición en la que quedaron las bolas.
- “Cinco dólares a que no puedes meter la azul” dije, seleccionándola a propósito, estaba separada de la bola blanca por un montón de bolas de otros colores. - “No quiero tu dinero” dijo Patch. Nuestros ojos se encontraron y el más pequeño de los hoyuelos apareció en su cara. Mi temperatura interna subió otro grado. - “Entonces que quieres?” Pregunté. Patch bajó su palo de billar hacia la mesa. Tomó impulso y golpeó fuertemente la bola blanca. En el instante en que la bola blanca golpeó la verde, esta golpeó a su vez la bola ocho y con el impulso metió la azul limpiamente. Dejé escapar una risita nerviosa y traté de cubrirla sonando mis nudillos. Un mal hábito del que no me puedo deshacer. - “Está bien, tal vez estoy más que un poco impresionada” Patch aún estaba inclinado sobre la mesa y entonces me miró. Su mirada calentó mi piel. - “Nunca llegamos a apostar nada” dije yo. Resistiéndome a la urgencia de cambiar de posición. Sentía el palo de billar deslizarse entre mis manos y discretamente me limpié mi mano en mis piernas. Como si no estuviera sudando lo suficiente, Patch dijo -“Me lo debes. Algún día te lo voy a cobrar.” Me reí, pero salió un sonido fuera de tono. -“Eso quisieras” Fuertes pisadas retumbaron en el suelo de las escaleras. Un alto y fibroso chico, con nariz aguileña y desordenado pelo negro-azulado apareció al fondo. Miró primero a Patch, entonces fijó sus ojos sobre mí.
Una pequeña mueca apareció en su cara mientras se estiraba y agarraba mi 7Up. La cual yo había dejado sobre el borde de la mesa de billar. - “Discúlpeme, pero creo que eso es-“Comencé a decir. - “Tu no mencionaste que ella se viera tan bien”- le dijo él a Patch, limpiando su boca con el reverso de su mano. El habló con un fuerte acento irlandés. - “Tampoco le conté a ella lo mal que te ves tú”- le respondió Patch, que tenía su boca en el estado relajado que precede a una sonrisa. El chico se apoyó en la mesa de billar a mi lado y me ofreció su mano. - “Mi nombre es Rixon, amor” Le ofrecí mi mano de mala gana. - “__________” - “Estoy interrumpiendo algo aquí?” dijo Rixon, mirándonos inquisidoramente a Patch y a mí. - “No” - dije al mismo tiempo que Patch decía - “Si”- . De repente, Rixon empujó juguetonamente a Patch, y los dos cayeron al suelo, rodando y dándose golpes. Se escuchaba el sonido de risas roncas, puños conectando con piel y tela rompiéndose. Entonces la espalda desnuda de Patch salió a la vista. Dos cicatrices la recorrían de largo. Comenzaban cerca a sus riñones y terminaban al borde de sus hombros, ampliándose, hasta formar un V al revés. Los bordes eran tan grotescos que yo casi jadeé horrorizada. “Oye, Quítate de encima” Grito Rixon. Patch se balanceó y se puso de pie, su camisa rota se abrió totalmente. El la arrancó del todo y la tiro a un bote de basura del mostrador. - “Dame tu camisa” le dijo a Rixon. Rixon me dirigió un guió malvado. - “Qué crees, __________? Deberíamos devolverle su
camisa?” Patch amagó juguetonamente hacia él, y las manos de Rixon volaron hacia sus hombros. - “Tranquilízate” dijo el retrocediendo. El se quito su camisa y se la pasó a Patch, revelando una ceñida camisilla blanca que tenía debajo. Mientras Patch deslizaba su camisa sobre unos abdominales lo suficientemente duros para causar un aleteo en mi estomago, Rixon se dirigió hacia mí. - “Te contó el cómo obtuvo su sobrenombre?” - “Perdón?” - “Antes de que nuestro amigo Patch quedara enviciado con el billar, le gustaba el boxeo irlandés a puño limpio. Y no era muy bueno en ello.” Rixon movió su cabeza. - “La verdad sea dicha, el era realmente patético. Yo pasé la mayoría de las noches remendándolo, y poco después todos comenzaron a llamarlo Patch. Le dije que dejara de boxear pero nunca me escuchó” Patch me miró y me dio su mejor mirada de soy el ganador de medalla de oro en pelea de bares. Su cara por si sola era suficiente para asustarme, pero debajo de su exterior rudo, contenía una nota de deseo. De hecho era más que una nota. Era toda una sinfonía de deseo. Patch señaló la escalera con su cabeza y me ofreció su mano. - “Salgamos de aquí” - dijo él. - “A donde vamos?” - pregunté, sintiendo mi estomago caer hasta mis rodillas. - “Ya verás” Mientras subíamos la escalera, Rixon me gritaba - “Buena suerte con él, amor”
SkyAdwoot
Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Capítulo 18.
En el camino de regreso, Patch tomo la salida Topsham, y aparco junto a la histórica fábrica de papel Topsham, asentada a la orilla del rio Androscogging. En un momento, la fábrica había sido utilizada para convertir la pulpa del árbol en papel. Ahora un gran letrero se leía al lado del edificio COMPAÑÍA DE ELABORACION DE CERVEZA PERRO DE MAR CO. El río era amplio y entrecortado, con árboles maduros se alzaban a ambos lados. Todavía estaba lloviendo fuerte, y la noche caía alrededor nuestro. Tuve que confundir a mamá en casa, pues yo no le había dicho que iba a salir... Y bien para ser honesta Patch no era el tipo de chico por el que las madres sonreirían, El era la clase de chico que las haría cambiar de casa.
-" podemos salir? “pregunté.
Patch abrió la puerta del conductor
-"alguna solicitud?”
- “Un sándwich de pavo. Pero no pepinillos, y no mayonesa''.
No sabía que había ganado una de sus sonrisas superficiales de las que nunca te dejan tranquila. Me pareció ganarme un montón de ellas... Esta vez, no podía entender lo que yo había dicho.
-“Veré qué puedo hacer''-, dijo, deslizándose hacia afuera, dejando las llaves en el encendido y el bombeo calentando por un par de minutos.
Me repetí la noche en mi mente. Y en esto amaneció enterándome que estaba sola en el jeep de Patch. Su espacio privado. Si yo fuera Patch, y quisiera esconder algo, como un gran secreto, yo no lo dejaría en mi habitación, no en mi armario de la escuela, o incluso en mi mochila, todas las brujas podrían confiscarlo o registrarlo sin previo aviso. Lo escondería en mi brillante jeep negro con un sofisticado sistema de alarma. Abrí mi cinturón de seguridad y revolví el montón de libros cerca de mis pies, sintiendo una fluencia de sonrisa misteriosa a mi boca en la idea de descubrir uno de los secretos de Patch... Yo no esperaba encontrar algo en particular, yo me habría conformado con la combinación de su armario o su número de celular, tantee con el pie alrededor de las asignaciones de la escuela, desordenadas en la alfombra del piso, encontré un pino ambientador, una autopista de AC/DC (banda de rock)en el infierno CD. Trozos de lápiz, un comprobante de pago de los 7-Eleven fechado el miércoles a las 10:38pm nada especialmente sorprendente o revelador. Abrí la guantera de un estallido y en el compartimiento tamizado otro documento oficial de servicio y un manual de instrucciones.
Hubo un destello de cromo, y había metal pulido en las yemas de mis dedos. Saqué una linterna de acero y la encendí pero no pasó nada. Quite el fondo, pensando que habría un poco de luz y, por supuesto, no había batería. Me preguntaba por qué Patch mantenía una linterna sin batería almacenada en la guantera. El último pensamiento que tuve ante mis ojos se centró en el oxidado líquido que interno en un extremo de la linterna sangre. Con mucho cuidado devolví la linterna al compartimiento de la guantera y la cerré, fuera de mi vista, dije que había muchas cosas que dejarían sangre en una linterna, tal vez Patch la había sostenido con una mano lesionada, al recoger un animal muerto al lado de la carretera...nadando al rozar con fuerza se había roto su piel. Mi corazón latía fuerte, y dije la primera conclusión que vino a mí. Patch me había mentido. El había atacado a Marcie, el me había dejado caer la tarde del miércoles, había negociado su motocicleta por el jeep y salió a buscarla. O tal vez sus caminos se habrían cruzado por casualidad o por algún impulso, de cualquier manera, resulto herida Marcie, la policía estaba involucrada y Patch era culpable. Racionalmente, sabía que era un empate rápido y un salto, pero, pero emocionalmente la apuesta era demasiado alta para dar un paso atrás y pensar en ello PATCH tenía un terrible pasado y muchos, muchos secretos. Si la violencia brutal y sin sentido era uno de ellos, yo no estaba segura alrededor de él. Un destello a la distancia aligeró el horizonte.
PATCH salió del restaurante y se fue corriendo a través del estacionamiento con una bolsa marrón en una mano y dos refrescos en la otra. Dio la vuelta para ser estar de lado del conductor y se escondió en el interior del jeep, que arrojó su gorra de béisbol y la lluvia había borrado parte de su cabello. Las oscuras olas lo volcaron por todas partes.
Me dio la bolsa marrón.
- ''un sándwich de pavo, mantén la mayonesa y pepinillos y algo para bajar la comida”.
- ‘‘¿Atacaste a Marcie Miller?”- pregunte en voz baja.-“Quiero la verdad ahora''
Patch bajo la 7UP de su boca. Sus ojos ampliados en los míos
–“¿Qué?”
- ''La linterna en tu guantera, explícalo''
- '' esculcaste mi guantera?'' - no sonó molesto, pero no pareció complacido, tampoco.
- ‘‘La linterna tiene sangre seca en ella. La policía vino a mi casa, ya sea, pensando que estoy involucrada, Marcie fue atacada la noche del miércoles, después de haberte dicho que no la soporto''-
Patch rió seco, menos de humor.
- ‘‘Crees que use la linterna para golpear a Marcie?'' -, puso la mano detrás de su asiento haciendo un gancho saco una pistola de gran tamaño.
Yo grité.
Se inclinó y sellado mi boca con las manos
–“pistolas de bolas de pintura”-, dijo, en tono frío.
Me pareció dividirme entre Patch y la pistola de pintura, sintiendo una gran cantidad de blanco alrededor de los ojos
- ''Yo jugaba a la pelota de pintura a principios de esta semana”-él dijo –“Yo pensé que podríamos ir''
-“Es...Eso no explica la sangre en la linterna''
-“ no es sangre”- dijo el –“es pintura, Estuvimos jugando a capturar la bandera" Mis ojos se dieron vuelta a la guantera, el almacenamiento de la linterna... era la bandera.
De una mezcla de alivio, idiotez y culpa en acusar a PATCH que nadó a través de mí,
-“oh”-, dije sin convicción -“lo ---------siento”-.
Pero me pareció demasiado tarde para decir lo siento Patch miro hacia delante en el parabrisas con su respiración profunda, usando el silencio, como yéndose por un arroyo. Yo acababa de lo acusarlo de asalto, después de todo, me sentía muy mal, pero mi mente estaba demasiado nerviosa para llegar a la disculpa correcta.
-''De tu descripción de Marcie, suena como si ella, probablemente acumulara algunos enemigos''-, dijo.
-“Vee y yo, estoy bastante segura que encabezamos la lista”-dije tratando de aligerar el ambiente, pero no bromeando del todo.
Patch levantó la cara y apagó el motor.
De su gorra de béisbol como sobre los ojos, pero ahora su desembocadura celebró la sugerencia de una sonrisa. Sus labios se veían suaves y lisos, y estaba teniendo dificultades para evitar los ojos. Sobre todo, me sentí agradecido parecía haber perdón.
- "Vamos a tener que trabajar en el juego de billar, ángel' - dijo Patch - "hablar del juego" - Yo no declare mi pensamiento.
- "Me gustaría saber cómo me lo vas a cobrar o... Que te debo”
-“No esta noche " - sus ojos, estaban encima mío, a juzgar por mi respuesta. Estaba atrapada entre una relajación de mi mente y la decepción. Pero sobre todo decepción.
- "Tengo algo para ti”-Patch dijo.
Tomo debajo de su asiento y sacó una bolsa de papel blanco con los Red Hot Chili Peppers (banda de rock) impreso a en ella. La bolsa provenía del Bordeline. Poniéndola entre nosotros.
-“¿Qué es eso? "-, le pregunté, animándole me dijese que había dentro de la bolsa, pues no tenia absolutamente ninguna idea de lo que tal vez hubiese dentro.
-“Ábrela”
Saqué un cartón marrón fuera de ella, la bolsa levantó polvo. Dentro había un guante de nieve con un barco en miniatura en el puerto del parque de diversiones, los cables estaban doblados aproximadamente en un círculo en la rueda de transporte y lazos se torcían como una montaña rusa; los pantalones cortos planos de metal tamizado formaban una alfombra mágica -"Es hermoso”-le dije, un poco sorprendida de que Patch hubiera pensado en mí, y mucho menos tomado la molestia de comprarme un regalo. -"Gracias, en serio significa mucho, me encanta"
El tocó el vidrio curvo
–“este es el arcángel, antes de de su remodelación”
Detrás de la rueda de la fortuna un alambre delgado con cintas formaba las colinas y los valles del arcángel. Un ángel con alas rotas se situó en el punto más alto, inclinando la cabeza, mirando sin ojos.
-“Que fue lo que realmente pasó?" - abajo sin ojos - "lo que realmente sucedió la noche nos fuimos juntos?"- , le pregunté.
-"tu no quieres saber"
-"Si me dices tendrás que matarme?" dije medio bromeando
-"no estamos solos"
Patch respondió, mirando al llevar su pensamiento hacia el parabrisas. Me miró y me llamó mi madre de pie en la intemperie con las puertas abiertas. Para mi horror salió y se dirigió hacia el jeep.
-“déjame hacerlo todo a mí, yo hablare”-le dije, metiendo el guante de nieve en la caja,-“no digas una palabra - ni una sola palabra”-
Patch giro a cabo y dio la vuelta de mi puerta.
Nos encontramos con mi mamá en la mitad del camino más seco
-"Yo no sabía que iban a salir “-, me dijo, sonriendo, pero no de una forma relajada sino una sonrisa que decía, vamos a hablar más tarde
-"Era una especie de última hora"-, le expliqué
-"Llegué a casa después del yoga"-, dijo.
El resto estaba implícito por suerte para mí, no tiene tanta suerte para ti, me había contado entre sus amigos después de clase.
-“Nueve de cada diez”-, dijo.
Se volvió su atención a PATCH
-"Es bueno conocerte por fin, al parecer, finalmente mi hija es un gran fan” Abrí la boca por la introducción tan extremadamente concisa y trate de sacar a Patch de su camino. Pero mamá me pegaba a él.
–“Soy la Mamá de __________. Blyte Grey”
-“El es Patch” -dije devanándome los sesos tratando de no decir algo que traería bromas abruptas al final.
Pero yo sólo podía pensar en cosas que estaban gritando el fuego o la caída de una convulsión. De alguna manera parecía más humillante soportar una conversación entre Patch y mi mamá.
- "__________ me dijo que tú eras nadador" - dijo mamá Sentí a Patch destornillarse de risa a mi lado.
–“un nadador?”
-“¿Está usted en la escuela del equipo de natación, o es de una liga de la ciudad?”
-“más de ocio "-, dijo Patch, mirándome en son de cuestionamiento.
-“Es así de recreo demasiado bueno",- dijo mamá -¿Dónde nadas?, en el centro de recreación?
-"Yo soy más de un tipo al aire libre. Hay muchos lagos por aquí”
-"No te hace frio?", preguntó la mamá a mi lado.
Patch bruscamente me preguntaba lo que había de ordinaria, y yo tenía al lado a mi mama en este caso.
Maine no era un lugar cálido y tropical, cualquier piscina al exterior era fría, incluso en el verano, si realmente era Patch nadador al aire libre estaba loco o soportaba un increíble umbral de dolor.
-"Muy bien"-, dije aprovechando la calma. –“Patch debe ponerse en marcha vamos, yo lo acompañare.
-“tienes un jeep muy bonito "-, dijo mama -"¿Tus padres lo compraron para ti?" -“Me Tengo a mí mismo"
-“debes tener un buen trabajo”
-“yo, limpio las tablas del Borderline”
Patch decía lo menos posible manteniendo el mismo cuidado bajo la sombra de misterio. Me preguntaba si así era mintiendo cuando no estaba a mi alrededor. En el camino de regreso a mi mente. No podía dejar de pensar en con discreción su profundidad, sus secretos oscuros, porque quería conocer sus secretos, ya que formaban parte de él. Y A PESAR DEL HECHO DE QUE HABITUALMENTE INTENTABA NEGARLO, SENTÍA ALGO POR EL, AL MAYOR TIEMPO QUE PASABA CON EL, MAS SABIA QUE LOS SENTIMIENTOS NO ESTABAN MARCHANDOSE. Mi madre frunció el ceño.
–“Espero que el trabajo no se interponga en el camino del estudio, personalmente, Yo no creo en la escuela secundaria y sus correrías”.
Patch sonrió
–“No ha sido un problema"
-“importa si le pregunto por su GPA ((Grade Point Average, o promedio de notas)"-,dijo mama
-"Eso fue demasiado grosero"
-“Vaya que es tarde-, "empecé en voz alta, consultando a su vez mi desgaste, no podía creer que mi mamá estaba tan fuera de moda para salir con esto. Que era una mala señal. Yo sólo podía entenderlo como su primera imperfección Patch era peor de lo que me temía.
-“Y esto fue una entrevista. Dos puntos “-. Patch dijo.
Mi mama empezó con él.
-“Está bromeando “-le dije rápidamente.
Le di un empujón discreto a Patch en dirección al jeep.
-“Patch tiene cosas que hacer y lugares para ir, piscina para jugar”-, me puso la mano a la boca.
-“jugar? “-Mi madre me dijo sonando confusa
-"__________ se refiere al Arcade de Bo”-. Explicó Patch, -“pero no es ahí donde me dirijo. Tengo unas cuantas diligencias por hacer “-
-"Nunca he estado en Bo."-, dijo.
-"no es tan excitante”-, dije -“no se te ha perdido nada. "
-“espera”-, dijo mamá, sonando mucho a una bandera roja que acababa de surgir en su memoria, -“¿Es a la costa? cerca del puerto Delfic? No hubo un corte de nota en Bo. Hace varios años? “
-"Es domador de ellos lo que solía ser"- Patch dijo, reduciendo sus ojos de él. Que había golpeado a mi PATCH... yo ya tenía ordenada todos los antecedentes violentos de Bo.
-"¿Te gustaría venir por un helado?"- mamá le dijo sonando nerviosa, atrapada entre ser cortés o cortar el impulso de meterme dentro y cerrar la puerta -“solo tenemos de vainilla”- añadiendo el acido de la ventaja-"Es de hace unas pocas semanas” Patch sacudió la cabeza.
- "me tengo que ir tal vez la próxima vez, fue agradable conocerla, Blythe”
Me tomé la ruptura en la conversación como una indirecta y tire de mi mamá hacia la puerta aliviada de que no haya sido peor de los pensé. De repente mamá se volvió
-"¿Qué llevaste a hacer a __________ esta noche?" -le preguntó a Patch.
Patch me miró y levantó sus ojos marrones muy ligeramente
- "Tomamos la cena en Topsham “- Le respondí rápidamente –“sándwiches y refrescos puramente inofensivos a las ocho”
El problema era que mis sentimientos por PATCH no eran inofensivos.
En el camino de regreso, Patch tomo la salida Topsham, y aparco junto a la histórica fábrica de papel Topsham, asentada a la orilla del rio Androscogging. En un momento, la fábrica había sido utilizada para convertir la pulpa del árbol en papel. Ahora un gran letrero se leía al lado del edificio COMPAÑÍA DE ELABORACION DE CERVEZA PERRO DE MAR CO. El río era amplio y entrecortado, con árboles maduros se alzaban a ambos lados. Todavía estaba lloviendo fuerte, y la noche caía alrededor nuestro. Tuve que confundir a mamá en casa, pues yo no le había dicho que iba a salir... Y bien para ser honesta Patch no era el tipo de chico por el que las madres sonreirían, El era la clase de chico que las haría cambiar de casa.
-" podemos salir? “pregunté.
Patch abrió la puerta del conductor
-"alguna solicitud?”
- “Un sándwich de pavo. Pero no pepinillos, y no mayonesa''.
No sabía que había ganado una de sus sonrisas superficiales de las que nunca te dejan tranquila. Me pareció ganarme un montón de ellas... Esta vez, no podía entender lo que yo había dicho.
-“Veré qué puedo hacer''-, dijo, deslizándose hacia afuera, dejando las llaves en el encendido y el bombeo calentando por un par de minutos.
Me repetí la noche en mi mente. Y en esto amaneció enterándome que estaba sola en el jeep de Patch. Su espacio privado. Si yo fuera Patch, y quisiera esconder algo, como un gran secreto, yo no lo dejaría en mi habitación, no en mi armario de la escuela, o incluso en mi mochila, todas las brujas podrían confiscarlo o registrarlo sin previo aviso. Lo escondería en mi brillante jeep negro con un sofisticado sistema de alarma. Abrí mi cinturón de seguridad y revolví el montón de libros cerca de mis pies, sintiendo una fluencia de sonrisa misteriosa a mi boca en la idea de descubrir uno de los secretos de Patch... Yo no esperaba encontrar algo en particular, yo me habría conformado con la combinación de su armario o su número de celular, tantee con el pie alrededor de las asignaciones de la escuela, desordenadas en la alfombra del piso, encontré un pino ambientador, una autopista de AC/DC (banda de rock)en el infierno CD. Trozos de lápiz, un comprobante de pago de los 7-Eleven fechado el miércoles a las 10:38pm nada especialmente sorprendente o revelador. Abrí la guantera de un estallido y en el compartimiento tamizado otro documento oficial de servicio y un manual de instrucciones.
Hubo un destello de cromo, y había metal pulido en las yemas de mis dedos. Saqué una linterna de acero y la encendí pero no pasó nada. Quite el fondo, pensando que habría un poco de luz y, por supuesto, no había batería. Me preguntaba por qué Patch mantenía una linterna sin batería almacenada en la guantera. El último pensamiento que tuve ante mis ojos se centró en el oxidado líquido que interno en un extremo de la linterna sangre. Con mucho cuidado devolví la linterna al compartimiento de la guantera y la cerré, fuera de mi vista, dije que había muchas cosas que dejarían sangre en una linterna, tal vez Patch la había sostenido con una mano lesionada, al recoger un animal muerto al lado de la carretera...nadando al rozar con fuerza se había roto su piel. Mi corazón latía fuerte, y dije la primera conclusión que vino a mí. Patch me había mentido. El había atacado a Marcie, el me había dejado caer la tarde del miércoles, había negociado su motocicleta por el jeep y salió a buscarla. O tal vez sus caminos se habrían cruzado por casualidad o por algún impulso, de cualquier manera, resulto herida Marcie, la policía estaba involucrada y Patch era culpable. Racionalmente, sabía que era un empate rápido y un salto, pero, pero emocionalmente la apuesta era demasiado alta para dar un paso atrás y pensar en ello PATCH tenía un terrible pasado y muchos, muchos secretos. Si la violencia brutal y sin sentido era uno de ellos, yo no estaba segura alrededor de él. Un destello a la distancia aligeró el horizonte.
PATCH salió del restaurante y se fue corriendo a través del estacionamiento con una bolsa marrón en una mano y dos refrescos en la otra. Dio la vuelta para ser estar de lado del conductor y se escondió en el interior del jeep, que arrojó su gorra de béisbol y la lluvia había borrado parte de su cabello. Las oscuras olas lo volcaron por todas partes.
Me dio la bolsa marrón.
- ''un sándwich de pavo, mantén la mayonesa y pepinillos y algo para bajar la comida”.
- ‘‘¿Atacaste a Marcie Miller?”- pregunte en voz baja.-“Quiero la verdad ahora''
Patch bajo la 7UP de su boca. Sus ojos ampliados en los míos
–“¿Qué?”
- ''La linterna en tu guantera, explícalo''
- '' esculcaste mi guantera?'' - no sonó molesto, pero no pareció complacido, tampoco.
- ‘‘La linterna tiene sangre seca en ella. La policía vino a mi casa, ya sea, pensando que estoy involucrada, Marcie fue atacada la noche del miércoles, después de haberte dicho que no la soporto''-
Patch rió seco, menos de humor.
- ‘‘Crees que use la linterna para golpear a Marcie?'' -, puso la mano detrás de su asiento haciendo un gancho saco una pistola de gran tamaño.
Yo grité.
Se inclinó y sellado mi boca con las manos
–“pistolas de bolas de pintura”-, dijo, en tono frío.
Me pareció dividirme entre Patch y la pistola de pintura, sintiendo una gran cantidad de blanco alrededor de los ojos
- ''Yo jugaba a la pelota de pintura a principios de esta semana”-él dijo –“Yo pensé que podríamos ir''
-“Es...Eso no explica la sangre en la linterna''
-“ no es sangre”- dijo el –“es pintura, Estuvimos jugando a capturar la bandera" Mis ojos se dieron vuelta a la guantera, el almacenamiento de la linterna... era la bandera.
De una mezcla de alivio, idiotez y culpa en acusar a PATCH que nadó a través de mí,
-“oh”-, dije sin convicción -“lo ---------siento”-.
Pero me pareció demasiado tarde para decir lo siento Patch miro hacia delante en el parabrisas con su respiración profunda, usando el silencio, como yéndose por un arroyo. Yo acababa de lo acusarlo de asalto, después de todo, me sentía muy mal, pero mi mente estaba demasiado nerviosa para llegar a la disculpa correcta.
-''De tu descripción de Marcie, suena como si ella, probablemente acumulara algunos enemigos''-, dijo.
-“Vee y yo, estoy bastante segura que encabezamos la lista”-dije tratando de aligerar el ambiente, pero no bromeando del todo.
Patch levantó la cara y apagó el motor.
De su gorra de béisbol como sobre los ojos, pero ahora su desembocadura celebró la sugerencia de una sonrisa. Sus labios se veían suaves y lisos, y estaba teniendo dificultades para evitar los ojos. Sobre todo, me sentí agradecido parecía haber perdón.
- "Vamos a tener que trabajar en el juego de billar, ángel' - dijo Patch - "hablar del juego" - Yo no declare mi pensamiento.
- "Me gustaría saber cómo me lo vas a cobrar o... Que te debo”
-“No esta noche " - sus ojos, estaban encima mío, a juzgar por mi respuesta. Estaba atrapada entre una relajación de mi mente y la decepción. Pero sobre todo decepción.
- "Tengo algo para ti”-Patch dijo.
Tomo debajo de su asiento y sacó una bolsa de papel blanco con los Red Hot Chili Peppers (banda de rock) impreso a en ella. La bolsa provenía del Bordeline. Poniéndola entre nosotros.
-“¿Qué es eso? "-, le pregunté, animándole me dijese que había dentro de la bolsa, pues no tenia absolutamente ninguna idea de lo que tal vez hubiese dentro.
-“Ábrela”
Saqué un cartón marrón fuera de ella, la bolsa levantó polvo. Dentro había un guante de nieve con un barco en miniatura en el puerto del parque de diversiones, los cables estaban doblados aproximadamente en un círculo en la rueda de transporte y lazos se torcían como una montaña rusa; los pantalones cortos planos de metal tamizado formaban una alfombra mágica -"Es hermoso”-le dije, un poco sorprendida de que Patch hubiera pensado en mí, y mucho menos tomado la molestia de comprarme un regalo. -"Gracias, en serio significa mucho, me encanta"
El tocó el vidrio curvo
–“este es el arcángel, antes de de su remodelación”
Detrás de la rueda de la fortuna un alambre delgado con cintas formaba las colinas y los valles del arcángel. Un ángel con alas rotas se situó en el punto más alto, inclinando la cabeza, mirando sin ojos.
-“Que fue lo que realmente pasó?" - abajo sin ojos - "lo que realmente sucedió la noche nos fuimos juntos?"- , le pregunté.
-"tu no quieres saber"
-"Si me dices tendrás que matarme?" dije medio bromeando
-"no estamos solos"
Patch respondió, mirando al llevar su pensamiento hacia el parabrisas. Me miró y me llamó mi madre de pie en la intemperie con las puertas abiertas. Para mi horror salió y se dirigió hacia el jeep.
-“déjame hacerlo todo a mí, yo hablare”-le dije, metiendo el guante de nieve en la caja,-“no digas una palabra - ni una sola palabra”-
Patch giro a cabo y dio la vuelta de mi puerta.
Nos encontramos con mi mamá en la mitad del camino más seco
-"Yo no sabía que iban a salir “-, me dijo, sonriendo, pero no de una forma relajada sino una sonrisa que decía, vamos a hablar más tarde
-"Era una especie de última hora"-, le expliqué
-"Llegué a casa después del yoga"-, dijo.
El resto estaba implícito por suerte para mí, no tiene tanta suerte para ti, me había contado entre sus amigos después de clase.
-“Nueve de cada diez”-, dijo.
Se volvió su atención a PATCH
-"Es bueno conocerte por fin, al parecer, finalmente mi hija es un gran fan” Abrí la boca por la introducción tan extremadamente concisa y trate de sacar a Patch de su camino. Pero mamá me pegaba a él.
–“Soy la Mamá de __________. Blyte Grey”
-“El es Patch” -dije devanándome los sesos tratando de no decir algo que traería bromas abruptas al final.
Pero yo sólo podía pensar en cosas que estaban gritando el fuego o la caída de una convulsión. De alguna manera parecía más humillante soportar una conversación entre Patch y mi mamá.
- "__________ me dijo que tú eras nadador" - dijo mamá Sentí a Patch destornillarse de risa a mi lado.
–“un nadador?”
-“¿Está usted en la escuela del equipo de natación, o es de una liga de la ciudad?”
-“más de ocio "-, dijo Patch, mirándome en son de cuestionamiento.
-“Es así de recreo demasiado bueno",- dijo mamá -¿Dónde nadas?, en el centro de recreación?
-"Yo soy más de un tipo al aire libre. Hay muchos lagos por aquí”
-"No te hace frio?", preguntó la mamá a mi lado.
Patch bruscamente me preguntaba lo que había de ordinaria, y yo tenía al lado a mi mama en este caso.
Maine no era un lugar cálido y tropical, cualquier piscina al exterior era fría, incluso en el verano, si realmente era Patch nadador al aire libre estaba loco o soportaba un increíble umbral de dolor.
-"Muy bien"-, dije aprovechando la calma. –“Patch debe ponerse en marcha vamos, yo lo acompañare.
-“tienes un jeep muy bonito "-, dijo mama -"¿Tus padres lo compraron para ti?" -“Me Tengo a mí mismo"
-“debes tener un buen trabajo”
-“yo, limpio las tablas del Borderline”
Patch decía lo menos posible manteniendo el mismo cuidado bajo la sombra de misterio. Me preguntaba si así era mintiendo cuando no estaba a mi alrededor. En el camino de regreso a mi mente. No podía dejar de pensar en con discreción su profundidad, sus secretos oscuros, porque quería conocer sus secretos, ya que formaban parte de él. Y A PESAR DEL HECHO DE QUE HABITUALMENTE INTENTABA NEGARLO, SENTÍA ALGO POR EL, AL MAYOR TIEMPO QUE PASABA CON EL, MAS SABIA QUE LOS SENTIMIENTOS NO ESTABAN MARCHANDOSE. Mi madre frunció el ceño.
–“Espero que el trabajo no se interponga en el camino del estudio, personalmente, Yo no creo en la escuela secundaria y sus correrías”.
Patch sonrió
–“No ha sido un problema"
-“importa si le pregunto por su GPA ((Grade Point Average, o promedio de notas)"-,dijo mama
-"Eso fue demasiado grosero"
-“Vaya que es tarde-, "empecé en voz alta, consultando a su vez mi desgaste, no podía creer que mi mamá estaba tan fuera de moda para salir con esto. Que era una mala señal. Yo sólo podía entenderlo como su primera imperfección Patch era peor de lo que me temía.
-“Y esto fue una entrevista. Dos puntos “-. Patch dijo.
Mi mama empezó con él.
-“Está bromeando “-le dije rápidamente.
Le di un empujón discreto a Patch en dirección al jeep.
-“Patch tiene cosas que hacer y lugares para ir, piscina para jugar”-, me puso la mano a la boca.
-“jugar? “-Mi madre me dijo sonando confusa
-"__________ se refiere al Arcade de Bo”-. Explicó Patch, -“pero no es ahí donde me dirijo. Tengo unas cuantas diligencias por hacer “-
-"Nunca he estado en Bo."-, dijo.
-"no es tan excitante”-, dije -“no se te ha perdido nada. "
-“espera”-, dijo mamá, sonando mucho a una bandera roja que acababa de surgir en su memoria, -“¿Es a la costa? cerca del puerto Delfic? No hubo un corte de nota en Bo. Hace varios años? “
-"Es domador de ellos lo que solía ser"- Patch dijo, reduciendo sus ojos de él. Que había golpeado a mi PATCH... yo ya tenía ordenada todos los antecedentes violentos de Bo.
-"¿Te gustaría venir por un helado?"- mamá le dijo sonando nerviosa, atrapada entre ser cortés o cortar el impulso de meterme dentro y cerrar la puerta -“solo tenemos de vainilla”- añadiendo el acido de la ventaja-"Es de hace unas pocas semanas” Patch sacudió la cabeza.
- "me tengo que ir tal vez la próxima vez, fue agradable conocerla, Blythe”
Me tomé la ruptura en la conversación como una indirecta y tire de mi mamá hacia la puerta aliviada de que no haya sido peor de los pensé. De repente mamá se volvió
-"¿Qué llevaste a hacer a __________ esta noche?" -le preguntó a Patch.
Patch me miró y levantó sus ojos marrones muy ligeramente
- "Tomamos la cena en Topsham “- Le respondí rápidamente –“sándwiches y refrescos puramente inofensivos a las ocho”
El problema era que mis sentimientos por PATCH no eran inofensivos.
SkyAdwoot
Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Fall For You ♥
Capítulo 19
Deje la bola de nieve en su caja y lo metí dentro de mi armario detrás de una pila de suéteres de rombos que había cazado furtivamente de mi papá. Cuando abrí el regalo delante de Patch, Delphic se había visto brillante y hermoso, la luz arco iris removiendo los cables. Pero sola en mi habitación, el parque de atracciones parecía encantado. Un campo ideal para espíritus incorpóreos. Y no estaba del todo segura de que no tuviera una cámara oculta en su interior. Después de cambiarme a una pijama de camisola elástica y pantalones florales, llamé a Vee. -"¿Y bien?"-, Dijo. -"¿Cómo fue? Obviamente, no te mato, así quees un buen comienzo ". -"Hemos jugado al pool". -"Odias el pool". -"Me dio algunas indicaciones. Ahora que sé lo que estoy haciendo, no es tan malo ". -"Apuesto a que podría darte indicaciones en algunas otras áreas de tu vida". -"Hmmm" - Normalmente, su comentario podría haberme incitado al menos a un rubor de mi parte, apuesto a que mi estado de ánimo era demasiado grave. Yo estaba trabajando duro, pensando. -"Sé que he dicho esto antes, pero Patch no me inspira un profundo sentido de la comodidad en mí"-, Vee dijo- "Todavía tengo pesadillas, el se arranca su máscara, y adivina quien estaba escondido debajo de ella? Patch, personalmente, yo pienso que deberías tratarlo como a un arma cargada. Algo en él no es normal". Esto era exactamente de lo que yo quería hablar. -"¿Qué podría causarle a alguien tener una cicatriz en forma de V en su espalda?"-, Le pregunté. Hubo un momento de silencio. -"Freak*"-, Vee se atragantó. -"Tu lo viste desnudo? ¿Dónde sucedió? Su jeep? Su casa? Tu dormitorio?" -"Yo no lo vi desnudo! Fue una especie de accidente". -“Sí, he oído antes esa excusa "-, dijo Vee. -"El tiene una mala cicatriz enorme en forma de V al revés sobre su espalda. ¿No es un poco extraño?" -"Por supuesto que es raro. Pero es Patch de quien estamos hablando. Él tiene unos tornillos sueltos. Voy a tomar una conjetura salvaje y adivinar...pelea de pandillas? Cicatrices de la prisión? Marcas de patinar de pega-y-corre? " La mitad de mi cerebro mantenía un registro de mi conversación con Vee, pero el otro, la mitad más subconsciente se había extraviado. Mi memoria volvió a la noche que Patch me reto a montar en el Arcángel. Yo recapture las pinturas espeluznantes y extrañas al
lado de los coches. Recordé a las bestias con cuernos que rasgaban las alas. Me acordé de la negra V inversa donde las alas del ángel solían estar. Casi se me cae el teléfono. - "L-lo siento, ¿qué?" - Le pregunté Vee cuando me di cuenta que había llevado lejos la conversación y estaba esperando mi respuesta. - "¿Qué- Ocurrió- Después?", Repitió, enunciando cada palabra. - "Tierra a __________. Necesito más detalles. Me estoy muriendo aquí". -"Se puso en una pelea y su camisa se desgarro. Fin de la historia. No hay un que-sucedió-después". Vee contuvo el aliento. -"Esto es de lo que estoy hablando. Los dos salen juntos... y se mete en una pelea? ¿Cuál es su problema? Es como que es más animal que humano". En mi mente me cambiaba de ida y vuelta entre la pintura de las cicatrices del ángel y las cicatrices de Patch. Tanto las cicatrices habían sanado al color del regaliz negro, corrían desde los hombros hasta los riñones, y las dos curvadas hacia fuera como si viajaran a lo largo de la espalda. Me decía a mi misma que un montón de cosas pueden causar cicatrices como las de Patch. Pandillas, la lucha, las cicatrices de prisión, marcas de arrastre – justo como Vee dijo. Lamentablemente, todas las excusas se sentían como mentiras. Al igual que la verdad me estaba mirando a la cara, pero no estaba lo suficientemente valiente para mirar hacia atrás. - "¿Era él un ángel?"- Vee preguntó. Me rompí a mí misma.- "¿Qué?" -"¿Era un ángel, o estuvo a la altura de su imagen de chico malo? Porque, honestamente. No voy a comprarme todo esta versión de la historia de que-no-trato-cualquier-cosa". - "Vee? Me tengo que ir".. Mi voz estaba llena de telarañas. -"Veo cómo es. Vas a colgar antes de que consiga los grandes detalles del asunto". -"No pasó nada en la cita, y no pasó nada después. Mi mamá nos encontró en el estacionamiento ". -"Cállate" -"No creo que a ella le guste Patch" -"¡No me digas" -Vee dijo.- "¿Quién lo habría adivinado?" -"Te llamo mañana, ¿de acuerdo?" -"Dulces sueños, nena". Gran posibilidad, pensé. Después de colgar el teléfono con Vee, caminé por el pasillo a la oficina improvisada de mi mamá en casa y encendí nuestra antigua IBM. La habitación era pequeña, con techo a dos aguas, más un galerón que una habitación. Una ventana mugrienta con cortinas de color naranja descoloridas de la década de 1970 miraba hacia el patio lateral. Yo podía estar parada en toda mi altura en alrededor de 30 por ciento de la habitación. En el otro 70 por ciento, la parte superior de mi cabello cepillaba las vigas expuestas del techo. Una
sola bombilla colgaba allí. Diez minutos más tarde, el equipo consiguió una conexión de acceso telefónico a Internet, y yo escribí "cicatrices de ala de ángel" en la barra de búsqueda de Google. Yo rondaba con el dedo por encima de la tecla enter, con miedo de que si llegara a hacerlo, tendría que admitir que actualmente estaba considerando la posibilidad de que Patch era en realidad-bueno, no.... Humano. Yo presione enter e hice click con el mouse en el primer enlace antes de poder decirme a mi misma alejarme de él. FALLEN ANGELS: LA TERRIBLE VERDAD “En la creación del Jardín del Edén, ángeles celestiales fueron enviados a la Tierra para vigilar a Adán y Eva. Pronto, sin embargo, algunos ángeles pusieron sus ojos en el mundo más allá de los muros del jardín. Se veían a sí mismos como futuros gobernantes sobre la población de la Tierra, locos de amor por el poder, el dinero, e incluso las mujeres humanas. Juntos tentaron y convencieron a Eva de comer el fruto prohibido, abriendo las puertas protegidas del Edén. Como castigo por este grave pecado y por desertar de sus funciones, Dios despojo de sus alas a los ángeles y los desterró a la tierra para siempre. Yo ojeaba por unos pocos párrafos, mi corazón latía de forma errática. Los ángeles caídos son los mismos espíritus del mal (o demonios) descritos en la Biblia que toman posesión de los cuerpos humanos. Los ángeles caídos recorren la Tierra en busca de cuerpos humanos para hostigar y controlar. Ellos tientan a los seres humanos para hacer el mal por la comunicación de pensamientos e imágenes directamente en sus mentes. Si un ángel caído tiene éxito en la transformación de un ser humano hacia el mal, puede entrar en el cuerpo del ser humano e influenciar en su personalidad y acciones. Sin embargo, la posesión de un cuerpo humano por un ángel caído sólo puede tener lugar durante el mes hebreo de Jeshvan, Jeshvan se conoce como el "mes amargo", es el único mes sin ningún tipo de fiesta judía o ayuno, haciéndolo el mes no-santo. Entre la luna nueva y llena durante Jeshvan, ángeles caídos invaden los cuerpos humanos en masa. Mi mirada se quedó en el monitor del ordenador unos minutos después de terminar de leer. Yo no tenía pensamientos. Ninguno. Sólo una complejidad de emociones enredadas dentro de mí. Frío, pánico, estupor y aprensión entre ellos. Un estremecimiento involuntario me despertó a mis sentidos. Me acordé de las pocas veces que Patch había violado ciertos métodos normales de comunicación y susurro directamente a mi mente, al igual que como el artículo afirmaba los ángeles caídos
podían. Al comparar esta información con las cicatrices Patch, era posible.... Patch podría ser un ángel caído? ¿Quería poseer mi cuerpo?.
Hojeé rápidamente por el resto del artículo, desacelerando cuando leí algo aún más extraño. Los ángeles caídos que tienen una relación sexual con un ser humano producen descendencia sobrehumana llamados Nephillim. La raza Nephillim es una raza mal y poco natural y significa que nunca debieron de habitar la Tierra. Aunque muchos creen que la Gran Inundación en el momento de Noch estaba destinada a limpiar la tierra de los Nephillim, no tenemos manera de saber si esta raza híbrida se extinguió y si o no los ángeles desde entonces. Parece lógico que ellos lo sigan haciendo, lo que significa que la raza Nephillim este probablemente en la Tierra hoy en día”. Me aparte de la mesa. Yo acumule todo lo que había leído en una carpeta mental y la archive lejos. Y estampe ESPANTOSO en el exterior de la carpeta. No quería pensar en ello ahora. Pensé que más tarde. Quizás. Mi teléfono celular sonó en mi bolsillo y salte. -"Hemos decidido que los aguacates son de color verde o amarillo?"- Vee preguntó."-Ya he llenado todos mis espacios de fruta verde de hoy, pero si me dices que los aguacates son de color amarillo, estoy en el negocio"-. -"¿Tu crees en superhéroes?" -"Después de ver a Tobey Maguire en Spider-Man, sí. Y luego está Christian Bale. Mayor, pero un mozo caliente. Yo le dejaría me salvara de espadas de ninjas ". -"Lo digo en serio" -"Yo también lo digo" -"¿Cuándo fue la última vez que fuiste a la iglesia?", Le pregunté. Escuche reventar una burbuja de goma de mascar.- "Domingo". -"¿Crees tu que la Biblia es correcta? Quiero decir, ¿crees que es real?" -"Creo que el pastor Calvin está caliente. En cierto modo a sus cuarenta. Que resume muy bien mis convicciones religiosas " Después de colgar, me fui a mi habitación y bajo las sábanas. Me puse una manta adicional para protegerme del frío de repente. Si la habitación estaba fría, o la sensación de hielo se originó dentro de mí, yo no estaba segura. Palabras embrujadas como "ángel caído", "posesión humana" y "Nephillim" danzaron fuera de mis sueños.
Capítulo 19
Deje la bola de nieve en su caja y lo metí dentro de mi armario detrás de una pila de suéteres de rombos que había cazado furtivamente de mi papá. Cuando abrí el regalo delante de Patch, Delphic se había visto brillante y hermoso, la luz arco iris removiendo los cables. Pero sola en mi habitación, el parque de atracciones parecía encantado. Un campo ideal para espíritus incorpóreos. Y no estaba del todo segura de que no tuviera una cámara oculta en su interior. Después de cambiarme a una pijama de camisola elástica y pantalones florales, llamé a Vee. -"¿Y bien?"-, Dijo. -"¿Cómo fue? Obviamente, no te mato, así quees un buen comienzo ". -"Hemos jugado al pool". -"Odias el pool". -"Me dio algunas indicaciones. Ahora que sé lo que estoy haciendo, no es tan malo ". -"Apuesto a que podría darte indicaciones en algunas otras áreas de tu vida". -"Hmmm" - Normalmente, su comentario podría haberme incitado al menos a un rubor de mi parte, apuesto a que mi estado de ánimo era demasiado grave. Yo estaba trabajando duro, pensando. -"Sé que he dicho esto antes, pero Patch no me inspira un profundo sentido de la comodidad en mí"-, Vee dijo- "Todavía tengo pesadillas, el se arranca su máscara, y adivina quien estaba escondido debajo de ella? Patch, personalmente, yo pienso que deberías tratarlo como a un arma cargada. Algo en él no es normal". Esto era exactamente de lo que yo quería hablar. -"¿Qué podría causarle a alguien tener una cicatriz en forma de V en su espalda?"-, Le pregunté. Hubo un momento de silencio. -"Freak*"-, Vee se atragantó. -"Tu lo viste desnudo? ¿Dónde sucedió? Su jeep? Su casa? Tu dormitorio?" -"Yo no lo vi desnudo! Fue una especie de accidente". -“Sí, he oído antes esa excusa "-, dijo Vee. -"El tiene una mala cicatriz enorme en forma de V al revés sobre su espalda. ¿No es un poco extraño?" -"Por supuesto que es raro. Pero es Patch de quien estamos hablando. Él tiene unos tornillos sueltos. Voy a tomar una conjetura salvaje y adivinar...pelea de pandillas? Cicatrices de la prisión? Marcas de patinar de pega-y-corre? " La mitad de mi cerebro mantenía un registro de mi conversación con Vee, pero el otro, la mitad más subconsciente se había extraviado. Mi memoria volvió a la noche que Patch me reto a montar en el Arcángel. Yo recapture las pinturas espeluznantes y extrañas al
lado de los coches. Recordé a las bestias con cuernos que rasgaban las alas. Me acordé de la negra V inversa donde las alas del ángel solían estar. Casi se me cae el teléfono. - "L-lo siento, ¿qué?" - Le pregunté Vee cuando me di cuenta que había llevado lejos la conversación y estaba esperando mi respuesta. - "¿Qué- Ocurrió- Después?", Repitió, enunciando cada palabra. - "Tierra a __________. Necesito más detalles. Me estoy muriendo aquí". -"Se puso en una pelea y su camisa se desgarro. Fin de la historia. No hay un que-sucedió-después". Vee contuvo el aliento. -"Esto es de lo que estoy hablando. Los dos salen juntos... y se mete en una pelea? ¿Cuál es su problema? Es como que es más animal que humano". En mi mente me cambiaba de ida y vuelta entre la pintura de las cicatrices del ángel y las cicatrices de Patch. Tanto las cicatrices habían sanado al color del regaliz negro, corrían desde los hombros hasta los riñones, y las dos curvadas hacia fuera como si viajaran a lo largo de la espalda. Me decía a mi misma que un montón de cosas pueden causar cicatrices como las de Patch. Pandillas, la lucha, las cicatrices de prisión, marcas de arrastre – justo como Vee dijo. Lamentablemente, todas las excusas se sentían como mentiras. Al igual que la verdad me estaba mirando a la cara, pero no estaba lo suficientemente valiente para mirar hacia atrás. - "¿Era él un ángel?"- Vee preguntó. Me rompí a mí misma.- "¿Qué?" -"¿Era un ángel, o estuvo a la altura de su imagen de chico malo? Porque, honestamente. No voy a comprarme todo esta versión de la historia de que-no-trato-cualquier-cosa". - "Vee? Me tengo que ir".. Mi voz estaba llena de telarañas. -"Veo cómo es. Vas a colgar antes de que consiga los grandes detalles del asunto". -"No pasó nada en la cita, y no pasó nada después. Mi mamá nos encontró en el estacionamiento ". -"Cállate" -"No creo que a ella le guste Patch" -"¡No me digas" -Vee dijo.- "¿Quién lo habría adivinado?" -"Te llamo mañana, ¿de acuerdo?" -"Dulces sueños, nena". Gran posibilidad, pensé. Después de colgar el teléfono con Vee, caminé por el pasillo a la oficina improvisada de mi mamá en casa y encendí nuestra antigua IBM. La habitación era pequeña, con techo a dos aguas, más un galerón que una habitación. Una ventana mugrienta con cortinas de color naranja descoloridas de la década de 1970 miraba hacia el patio lateral. Yo podía estar parada en toda mi altura en alrededor de 30 por ciento de la habitación. En el otro 70 por ciento, la parte superior de mi cabello cepillaba las vigas expuestas del techo. Una
sola bombilla colgaba allí. Diez minutos más tarde, el equipo consiguió una conexión de acceso telefónico a Internet, y yo escribí "cicatrices de ala de ángel" en la barra de búsqueda de Google. Yo rondaba con el dedo por encima de la tecla enter, con miedo de que si llegara a hacerlo, tendría que admitir que actualmente estaba considerando la posibilidad de que Patch era en realidad-bueno, no.... Humano. Yo presione enter e hice click con el mouse en el primer enlace antes de poder decirme a mi misma alejarme de él. FALLEN ANGELS: LA TERRIBLE VERDAD “En la creación del Jardín del Edén, ángeles celestiales fueron enviados a la Tierra para vigilar a Adán y Eva. Pronto, sin embargo, algunos ángeles pusieron sus ojos en el mundo más allá de los muros del jardín. Se veían a sí mismos como futuros gobernantes sobre la población de la Tierra, locos de amor por el poder, el dinero, e incluso las mujeres humanas. Juntos tentaron y convencieron a Eva de comer el fruto prohibido, abriendo las puertas protegidas del Edén. Como castigo por este grave pecado y por desertar de sus funciones, Dios despojo de sus alas a los ángeles y los desterró a la tierra para siempre. Yo ojeaba por unos pocos párrafos, mi corazón latía de forma errática. Los ángeles caídos son los mismos espíritus del mal (o demonios) descritos en la Biblia que toman posesión de los cuerpos humanos. Los ángeles caídos recorren la Tierra en busca de cuerpos humanos para hostigar y controlar. Ellos tientan a los seres humanos para hacer el mal por la comunicación de pensamientos e imágenes directamente en sus mentes. Si un ángel caído tiene éxito en la transformación de un ser humano hacia el mal, puede entrar en el cuerpo del ser humano e influenciar en su personalidad y acciones. Sin embargo, la posesión de un cuerpo humano por un ángel caído sólo puede tener lugar durante el mes hebreo de Jeshvan, Jeshvan se conoce como el "mes amargo", es el único mes sin ningún tipo de fiesta judía o ayuno, haciéndolo el mes no-santo. Entre la luna nueva y llena durante Jeshvan, ángeles caídos invaden los cuerpos humanos en masa. Mi mirada se quedó en el monitor del ordenador unos minutos después de terminar de leer. Yo no tenía pensamientos. Ninguno. Sólo una complejidad de emociones enredadas dentro de mí. Frío, pánico, estupor y aprensión entre ellos. Un estremecimiento involuntario me despertó a mis sentidos. Me acordé de las pocas veces que Patch había violado ciertos métodos normales de comunicación y susurro directamente a mi mente, al igual que como el artículo afirmaba los ángeles caídos
podían. Al comparar esta información con las cicatrices Patch, era posible.... Patch podría ser un ángel caído? ¿Quería poseer mi cuerpo?.
Hojeé rápidamente por el resto del artículo, desacelerando cuando leí algo aún más extraño. Los ángeles caídos que tienen una relación sexual con un ser humano producen descendencia sobrehumana llamados Nephillim. La raza Nephillim es una raza mal y poco natural y significa que nunca debieron de habitar la Tierra. Aunque muchos creen que la Gran Inundación en el momento de Noch estaba destinada a limpiar la tierra de los Nephillim, no tenemos manera de saber si esta raza híbrida se extinguió y si o no los ángeles desde entonces. Parece lógico que ellos lo sigan haciendo, lo que significa que la raza Nephillim este probablemente en la Tierra hoy en día”. Me aparte de la mesa. Yo acumule todo lo que había leído en una carpeta mental y la archive lejos. Y estampe ESPANTOSO en el exterior de la carpeta. No quería pensar en ello ahora. Pensé que más tarde. Quizás. Mi teléfono celular sonó en mi bolsillo y salte. -"Hemos decidido que los aguacates son de color verde o amarillo?"- Vee preguntó."-Ya he llenado todos mis espacios de fruta verde de hoy, pero si me dices que los aguacates son de color amarillo, estoy en el negocio"-. -"¿Tu crees en superhéroes?" -"Después de ver a Tobey Maguire en Spider-Man, sí. Y luego está Christian Bale. Mayor, pero un mozo caliente. Yo le dejaría me salvara de espadas de ninjas ". -"Lo digo en serio" -"Yo también lo digo" -"¿Cuándo fue la última vez que fuiste a la iglesia?", Le pregunté. Escuche reventar una burbuja de goma de mascar.- "Domingo". -"¿Crees tu que la Biblia es correcta? Quiero decir, ¿crees que es real?" -"Creo que el pastor Calvin está caliente. En cierto modo a sus cuarenta. Que resume muy bien mis convicciones religiosas " Después de colgar, me fui a mi habitación y bajo las sábanas. Me puse una manta adicional para protegerme del frío de repente. Si la habitación estaba fría, o la sensación de hielo se originó dentro de mí, yo no estaba segura. Palabras embrujadas como "ángel caído", "posesión humana" y "Nephillim" danzaron fuera de mis sueños.
SkyAdwoot
Re: Fall For You <3 (Adepdatacion del Libro Hush Hush)Terminada
Fall For You♥
Capítulo 20
Me pasé toda la noche dando vueltas en la cama. El viento venía a ráfagas desde el campo abierto y circulaba por la granja, rociando escombros contra las ventanas. Me desperté varias veces, escuchando como las tejas eran arracadas del techo y caían por el borde. Cada pequeño ruido que hacían las vidrieras de las ventanas junto con el ruido que yo hacía al moverme en la cama, me hacían despertar de un salto. Me rendí como a las seis y me arrastré fuera de la cama, forzándome a caminar por el pasillo para tomar una ducha caliente. Luego limpié mi cuarto y mi closet se veía vacío luego de llenar un cesto de ropa sucia para lavarla. Estaba subiendo las escaleras con una tanda de ropa limpia cuando alguien tocó a la puerta, la abrí y me encontré con Elliot parado en el umbral. Llevaba puesto unos jeans, una camisa de cuadros con las mangas enrolladas hasta los codos y una gorra de los Red Sox. Así de primeras se veía como un americano normal, pero yo sabía más que eso y una sacudida de adrenalina nerviosa lo confirmó.
-“__________ Grey”- Dijo Elliot con una voz condescendiente.
Él se inclinó sonriendo y logré captar el agrio olor del alcohol en su aliento.
-“Últimamente me has estado causando demasiados problemas.”-
-“¿Qué estas haciendo aquí?”
Él observó al interior de la casa tras de mi.
-“¿Qué parece que estoy haciendo? Quiero hablar. ¿Puedo entrar?”-
-“Mi mamá está durmiendo. No quiero despertarla.”-
-“Nunca he conocido a tu mamá.”- Algo en la manera en que lo dijo, hizo que se erizaran los bellos de mi nuca.
-“Lo siento, ¿Necesitas algo?”- Su sonrisa era mitad descuidada y mitad desdeñosa.
-“No te agrado ¿Verdad, __________ Grey?”
Me crucé de brazos a manera de respuesta.
Él se echó para atrás con una mano presionada sobre su corazón.
-“Auch. Estoy aquí, __________, aunque me desprecies. Es mi último esfuerzo para convencerte de que soy un chico normal y que puedes confiar en mi. No me dejes.”-
-“Escucha, Elliot, hay par de cosas que necesito hacer…”-
Él metió su puño en la casa y con sus nudillos golpeó la pared lo suficientemente fuerte como para descascarar la pintura.
-“¡No he terminado!”-
Él arrastraba las palabras con su voz acalorada y de repente inclinó la cabeza hacia atrás y rió calladamente. Él se puso en cuclillas, puso su mano sangrante entre sus rodillas y gruñó.
-“Apuesto diez dólares a que después me voy a arrepentir de esto.”-
La presencia de Elliot hacía que mi piel se arrastrara. Recordé varios días atrás, cuando de verdad pensaba que él era guapo y encantador. Me pregunto como pude ser tan idiota. Estaba pensando en cerrar la puerta y asegurarla, cuando Elliot se quitó sus gafas y reveló sus ojos inyectados en sangre. Él aclaró su garganta y su voz salió clara.
-“Vine para decirte que Jules está bajo mucho estrés en la escuela. Exámenes, gobierno estudiantil, aplicaciones para becas académicas, bla, bla, bla. Él no está actuando como él es. Tiene que apartarse de todo eso por un par de días. Nosotros cuatro, Jules, yo, tú, Vee, deberíamos irnos a acampar durante las vacaciones de primavera. Irnos mañana a Powder Horn y regresar el martes en la tarde. Eso le dará a Jules tiempo para relajarse.” –
Cada palabra que salió de su boca sonó inquietante y cuidadosamente practicada.
-“Lo siento, pero ya tengo planes.”-
-“Déjame hacerte cambiar de opinión. Planearé todo el viaje. Yo pondré las tiendas y la comida. Te mostraré el gran chico que soy. La pasarás muy bien conmigo.”-
-“Creo que deberías irte.”-
Elliot apoyó su mano contra el marco de la puerta y se inclinó hacia mí.
-“Contestación incorrecta”-
Por un breve instante, el vidrioso estupor en sus ojos desapareció y algo retorcido y siniestro lo eclipsó. Involuntariamente me moví para atrás. Estaba casi segura de que Elliot tenía planes asesinos. Estaba casi segura de que la muerte de Kjirsten fue obra de él.
-“Vete o voy a llamar a un taxi”- Dije.
Elliot abrió la puerta mosquitera con tanta fuerza que rebotó contra la casa. Él agarró el frente de mi bata de baño y me jaló hacia afuera. Luego me empujó hacia atrás contra la pared del exterior y me inmovilizó allí con su cuerpo.
-“Vas a ir a acampar quieras o no.”-
-“¡Apártate de mi!”- Dije mientras me retorcía, intentándome apartar.
-“¿O qué? ¿Qué vas a hacer?”-
Él ahora me tenía atrapada por los hombros y otra vez me golpeó contra la pared, haciendo que mis dientes rechinaran.
-“Llamaré a la policía.”- No tenía idea de cómo lo había dicho tan valientemente. Mi respiración era rápida y leve, mis manos sudaban.
-“¿Vas a llamarles a gritos? Ellos no pueden escucharte. De la única manera que te voy a soltar es si me juras que irás a acampar.”-
-“¿__________?”-
Elliot y yo miramos hacia la puerta, de dónde venía la voz de mi mamá. Elliot mantuvo sus manos sobre mí por un momento más, y luego hizo un ruido de disgusto y me apartó de un empujón. Cuando ya iba por la mitad de las escaleras del balcón, él miró sobre su hombro.
-“Esto no se ha terminado.”-
Me apresuré a entrar y cerré la puerta con llave. Mis ojos comenzaron a arder. Me recosté contra la puerta y lentamente fui bajando hasta sentarme en la alfombra de la entrada, mientras luchaba para no llorar. Mi mamá apareció en el tope de las escaleras, amarrando el cinturón su bata.
-“¿__________? ¿Qué pasa? ¿Quién estaba en la puerta?”- Rápidamente pestañeé para secar mis ojos.
-“Un chico de la escuela.”- No pude ocultar el temblor en mi voz. -“Él… Él…”-
Ya tenía suficientes problemas por causa de la cita con Patch. Sabía que esta noche mi mamá estaba planeando ir a una boda y recepción de la hija de un amigo del trabajo, pero de ninguna manera iba a ir si le decía que Elliot me había tratado rudamente y eso era lo menos que quería porque necesitaba conducir hasta Portland e investigar a Elliot. Incluso una pequeña evidencia incriminatoria contra Elliot sería suficiente para atraparlo tras las barras y no me sentiría segura hasta que eso pasara. Sentía cierta violencia creciendo dentro de él y no quería ver qué pasaría si salía fuera de control.
-“Él quería mis apuntes sobre Hamlet”- Dije de plano. -“La semana pasada él copió mi examen y aparentemente está intentado hacer de eso un hábito.”-
-“Ay, cariño.”- Ella bajó hasta ponerse a mi lado y acarició mi cabello mojado, el cual se había puesto helado desde que me duché. -“Puedo entender por qué estas molesta. Puedo llamar a sus padres, si eso quieres.”
Dije que no con la cabeza.
-“Entonces voy a preparar el desayuno”- Dijo mamá. -“Ve y termina de vestirte. Tendré todo listo cuando bajes.”-
Estaba parada frente a mi closet cuando mi teléfono celular sonó.
-“¿Te enteraste? ¡Los cuatro nos iremos de cam-pa-men-to durante las vacaciones de primavera!”- Dijo Vee, sonando extrañamente alegre.
-“Vee”- Dije con voz temblorosa -“Elliot está planeando algo. Algo aterrador. La única razón por la cual quiere ir de campamento es para tenernos a solas. No vamos a ir.”-
-“¿Qué quieres decir con que no vamos a ir? Estas bromeando ¿verdad? O sea, finalmente podemos hacer algo divertido en las vacaciones ¿y estás diciendo que no? Sabes que mi mamá jamás me dejará ir sola. Haré cualquier cosa. En serio. Haré tu tarea por una semana. Vamos, __________. Una simple palabra. Dila. Comienza con la letra S…”-
La mano que sostenía mi celular tembló y la sostuve con mi otra mano para tranquilizarla.
-“Elliot se apareció borracho en casa hace quince minutos. Él… él me amenazó físicamente.”- Ella se mantuvo callada por un momento.
-“¿A qué te refieres con ‘amenazar físicamente’?”-
-“Me jaló hasta afuera y me empujó contra la casa.”-
-“Pero él estaba borracho ¿verdad?”-
-“¿Eso importa?” –
-“Bueno él ha tenido muchos problemas. O sea, fue erróneamente acusado de haber estado involucrado en el suicidio de una chica y fue forzado a cambiar de escuela. Si él te lastima, y dicho sea de paso, no estoy justificando lo que hizo, tal vez él necesite… consejo ¿sabes?”-
-“¿Si me lastima?”-
-“Él estaba borracho. Quizá… quizá ni sabía lo que estaba haciendo. Mañana se sentirá horrible.”-
Abrí la boca y la cerré. No podía creer que Vee estaba de lado de Elliot.
-“Me tengo que ir”- Dije cortante. -“Te hablo más tarde.”-
-“¿Puedo ser completamente honesta contigo, nena? Sé que estas preocupada por este chico de la máscara. No me odies, pero creo que la única razón por la cual te estas esforzando para culpar a Elliot es porque no quieres que sea Patch. Estás racionalizando todo y me estas preocupando.”-
Me había quedado sin palabras.
-“¿Racionalizando? Patch no fue el que vino a mi casa esta mañana y me arrojó contra mi casa.”-
-“¿Sabes qué? No debí haber traído el tema. Nada más dejémoslo así. ¿Está bien?”-
-“Sí”- Dije con frialdad.
-“Y… ¿Qué vas a hacer hoy?”- Yo asomé la cabeza por la puerta para escuchar a mi mamá. Desde la cocina llegó el sonido de un batidor rasgando contra los bordes de un envase. Parte de mi no le veía sentido en compartir algo más con Vee, pero otra parte de mi se sentía resentida y confrontacional. ¿Ella quería saber mis planes? Bien por mí. No era mi problema si a ella no le gustaban.
-“Voy a conducir hasta Portland tan pronto mi mamá se vaya a la boda en Old Orchand Beach.”-
La boda comenzaba a las 4 p.m. y con la recepción que le seguía, lo más temprano que mi mamá llegaría sería como a las 9 p.m. Lo cual me daba tiempo suficiente para pasar la tarde en Portland y llegar a casa antes que ella.
-“En realidad, estaba pensando si quizá me pudieras prestar el Neon. No quiero que mamá vea las millas que le pongo a mi carro.”-
-“Ay hombre. Vas a ir a espiar a Elliot ¿verdad? Vas a husmear en Kinghorn.”-
-“Voy a hacer unas compras y cenar”- Dije, moviendo los ganchos en el tubo del closet. Saqué una camiseta tejida y de mangas largas, unos jeans y un gorro con líneas rosas y blancas que guardaba para los fines de semana y los días en que mi pelo no tenía remedio.
-“¿Y el cenar incluye parar en cierto restaurante localizado a unas cuantas calles de Kinghorn Prep? ¿Una cena en dónde Kjirsten, no sé cuál es su apellido, solía trabajar?”-
-“Eso no sería una mala idea”- Dije. -“Tal ves lo haga.”-
-“¿Y vas a comer de verdad, o solo vas a interrogar a los empleados?”-
-“Quizá haga algunas preguntas. ¿Me vas a prestar el Neon o no?”-
-“Claro que sí”- Dijo ella. -“¿Para qué son las mejores amigas? Incluso iré contigo a esta pequeña hazaña de la perdición. Pero primero tienes que prometerme que irás a acampar.”-
-“Olvídalo. Tomaré el autobús.”-
-“¡Más tarde hablaremos sobre las vacaciones de primavera!”- Gritó Vee por el teléfono antes de que yo pudiera desconectar.
He ido a Portland en varias ocasiones, pero no conocía muy bien la ciudad. Me bajé del autobús armada con mi celular, un mapa y mi compás interno. Los edificios estaban hechos de ladrillos rojos y eran altos y delgados, bloqueando el sol de la tarde, el cual brillaba tras una gruesa capa de nubes de tormenta y ponía las calles bajo un dosel de sombra. Todas las fachadas de las tiendas tenían galerías y pintorescos letreros extendidos sobre las puertas. Las calles estaban alumbradas por lámparas negras y triangulares que recordaban a los sombreros de las brujas. Después de pasar varias manzanas, las calles congestionadas se abrieron a un área boscosa y vi el letrero de Kinghorn Prep. Una catedral, un campanario y la torre de un reloj se asomaban sobre el tope de los árboles. Yo me quedé en la acera y rodeé la esquina de la Calle 23. El puerto estaba a unas cuantas manzanas y levemente lograba escuchar a los botes pasar detrás de las tiendas mientras atracaban. A mitad de camino en la Calle 23, vi el letrero del restaurante Blind Joe's. Saqué las preguntas para el interrogatorio y las leí por última vez. El plan era no lucir como si estuviera llevando a cabo un interrogatorio oficial. Esperaba que si traía a los empleados casualmente el tema de Kjirsten, podría sacarles algo que de alguna manera se le hubiera escapado a los reporteros que estuvieron antes que yo. Esperando que las preguntas estuvieran bien guardadas en mi memoria, tiré la lista en el bote de basura más cercano. La campana de la puerta sonó cuando entré. Las baldosas del suelo eran blancas y amarillas y las mesas estaban forradas de azul marino. De las paredes colgaban fotos del puerto. Me senté en una mesa cerda de la puerta y me quité mi abrigo. Una mesera con un manchado delantal blanco apareció a mi lado.
-“Mi nombre es Whitney”- Me dijo con una agria voz. -“Bienvenida a Blind Joe’s. El especial de hoy es sándwich de tuna. La sopa del día es de langosta.”-
Su bolígrafo estaba posicionado para tomar mi orden.
-“¿Blind Joe’s?”- Fruncí el ceño y puse un dedo en mi mentón. -“¿Por qué ese nombre me suena tan familiar?”-
-“¿No lees el periódico? El mes pasado estuvimos en las noticias por una semana. Quince minutos y todo eso.”-
-“¡Ah!”- Dije con súbita claridad. -“Ahora recuerdo. Hubo un asesinato ¿verdad? ¿No trabajaba aquí la chica?”-
-“Esa debe ser Kjirsten Halverson.”- Ella chasqueó su bolígrafo con impaciencia. -“¿Quieres que te traiga la sopa para empezar?”-
Yo no quería sopa de langosta. En realidad, ni siquiera tenía hambre.
-“Eso debió haber sido difícil. ¿Ustedes eran amigas?”-
-“Claro que no. ¿Vas a ordenar o qué? Te diré un secreto. Si no trabajo, no me pagan. Si no me pagan, no pago la renta.”-
De repente deseé que el mesero que estaba al otro lado hubiese sido el que tomara mi orden. Él era bajo, calvo hasta las orejas y su cuerpo se parecía a los palillos de dientes que estaban en la caja al final de la mesa. Sus ojos nunca miraban más arriba de tres pies sobre el suelo. Por más patética que me hubiese sentido, una sola sonrisa amigable de mi parte probablemente hubiera sido suficiente para tenerlo escupiendo toda la historia de la vida de Kjirsten.
-“Lo siento”- Le dije a Whitney. -“Es que no puedo dejar de pensar sobre el asesinato. Por supuesto, probablemente sea noticia ya vieja para ti. Probablemente ya habrás tenido reporteros aquí haciéndote preguntas.”-
Ella me dio una mirada significativa.
-“¿Necesitas más tiempo para mirar el menú?”-
-“Personalmente, encuentro irritantes a los reporteros.”- Ella se inclinó, poniendo una mano sobre la mesa.
-“Yo encuentro irritantes a los clientes que se toman demasiado tiempo.”- Dejé escapar un silencioso suspiro y abrí el menú.
-“¿Qué me recomiendas?”-
-“Todo es bueno. Pregúntale a mi novio.”- Ella dio una tensa sonrisa. -“Él es el cocinero.”-
-“Hablando de novios… ¿Kjirsten tenía uno?”- Buen cambio de tema, me dije
-“Dilo”- Demandó Whitney. -“¿Eres policía? ¿Abogada? ¿Reportera?”-
-“Solo una ciudadana preocupada”- Sonó más como una pregunta.
-“Si claro. Te diré algo. Ordena una batida, papas fritas, una hamburguesa Angus, un plato de sopa; dame veinticinco porciento de propina y te diré lo que le he dicho a todos los demás.”-
Medí mis opciones: mi mesada o contestaciones.
-“Trato hecho.”-
-“Kjirsten se juntó con ese chico, Elliot Saunders. El que sale en los periódicos. Él estaba aquí todo el tiempo y la acompañaba hasta su apartamento al finalizar su turno.”-
-“¿Alguna vez hablaste con Elliot?”-
-“Yo no.”-
-“¿Crees que Kjirsten se suicidó?”-
-“¿Cómo podría saber eso?”-
-“Leí en el periódico que encontraron una nota suicida en el apartamento de Kjirsten, pero también hubo evidencia de que alguien entró.”-
-“¿Y?”-
-“¿No encuentras eso un poco… extraño?”-
-“Si me estas preguntando si creo que Elliot pudo haber puesto la nota en el apartamento de ella, pues claro que lo creo. Los chicos ricos como ese pueden hacer lo que sea. Probablemente contrató a alguien para que pusiera la nota. Así es como funciona cuando tienes dinero.”-
-“Yo no creo que Elliot tenga mucho dinero.”- Siempre he tenido la impresión de que Jules es el rico. Vee nunca ha dejado de babear por la casa de él.
-“Creo que él iba a Kinghorn Prep por una beca estudiantil.”-
-“¿Beca estudiantil?”- Ella repitió con un resoplido. -“¿Qué le has estado echando a tu agua? Si Elliot no tenía dinero, ¿Cómo fue que le compró el apartamento a Kjirsten? Dime.”-
Me esforcé por mantener oculta mi sorpresa.
-“¿Él le compró a ella un apartamento?” –
-“Kjirsten nunca dejaba de repetirlo. Casi me vuelve loca.”-
-“¿Por qué le compraría un apartamento?”-
Whitney me miró con sus manos apoyadas en sus caderas.
-“Dime que de verdad no eres tan tonta.”-
Ah. Privacidad. Intimidad. Entendido.
-“¿Sabes por qué fue que Elliot se transfirió fuera de Kinghorn?”- Dije
-“No sabía que lo hizo.”- Hice malabarismos con sus respuestas y las preguntas que todavía quería hacer e intentaba recordar.
-“¿Alguna vez se encontró aquí con amigos? ¿Alguien más además de Kjirsten?”-
-“¿Cómo se supone que recuerde eso?”- Ella entornó sus ojos con pesadez. -“¿Parezco que tengo memoria fotográfica?”
- “¿Qué tal un chico alto? Bien alto. Pelo largo y rubio, bien parecido, ropa a la medida.”
Con sus dientes frontales, ella se arrancó una uña y la tiró dentro del bolsillo de su delantal.
-“Sí, recuerdo a ese chico. Difícil no hacerlo. Todo malhumorado y callado. Él vino aquí una o dos veces. No hace mucho de eso. Quizá para el tiempo en que Kjirsten murió. Lo recuerdo porque estábamos sirviendo hamburguesas de marmota por el día de la marmota y no pude hacer que él ordenara una. Solo me miró como si fuera a atravesar la mesa y degollar mi garganta si yo seguía leyendo el especial del día. Pero creo que recuerdo algo. No es que sea metiche, pero sí tengo oídos. A veces no puedo evitar escuchar cosas. La última vez que el chico alto y Elliot vinieron, ellos estaban encorvados sobre la mesa hablando sobre un examen.”-
-“¿Un examen de la escuela?”-
-“¿Cómo podría saber? Como sonaban, al parecer el chico alto no pasó un examen y Elliot no estaba muy feliz por eso. Él arrastró su silla hacia atrás y salió a toda prisa. Ni siquiera se comió su hamburguesa.”-
-“¿Mencionaron a Kjirsten?”-
-“El chico alto llegó primero y preguntó si Kjirsten estaba trabajando. Le dije que no, que ella no estaba y el llamó por su celular. Diez minutos después, Elliot entró. Kjirsten siempre se ocupaba de la mesa de Elliot, pero como dije, ella no estaba trabajando, así que lo hice yo. Si hablaron sobre Kjirsten, no lo escuché. Pero me pareció como si el chico alto no quisiera a Kjirsten alrededor.”-
-“¿Recuerdas algo más?”-
-“Depende. ¿Vas a ordenar postre?”-
-“Supongo que un pedazo de tarta.”-
-“¿Tarta? ¿Te doy cinco minutos de mi valioso tiempo y todo lo que ordenas es una tarta? ¿Parezco que no tengo otra cosa mejor que hacer que no sea charlar contigo?”-
Yo observé al restaurante. Estaba muerto. Además del hombre que estaba reclinado sobre un periódico, yo era el único cliente.
-“Esta bien…”- Revisé el menú.
-“Vas a querer una limonada de frambuesa para bajar esa tarta.”- Ella lo escribió en su bloc. -“Y café después de cenar.”- Más escritura. -“Espero que me des un veinticinco por ciento adicional con eso.”-
Ella me lanzó una petulante sonrisa, luego guardo su bloc en el delantal y regresó a la cocina.
Capítulo 20
Me pasé toda la noche dando vueltas en la cama. El viento venía a ráfagas desde el campo abierto y circulaba por la granja, rociando escombros contra las ventanas. Me desperté varias veces, escuchando como las tejas eran arracadas del techo y caían por el borde. Cada pequeño ruido que hacían las vidrieras de las ventanas junto con el ruido que yo hacía al moverme en la cama, me hacían despertar de un salto. Me rendí como a las seis y me arrastré fuera de la cama, forzándome a caminar por el pasillo para tomar una ducha caliente. Luego limpié mi cuarto y mi closet se veía vacío luego de llenar un cesto de ropa sucia para lavarla. Estaba subiendo las escaleras con una tanda de ropa limpia cuando alguien tocó a la puerta, la abrí y me encontré con Elliot parado en el umbral. Llevaba puesto unos jeans, una camisa de cuadros con las mangas enrolladas hasta los codos y una gorra de los Red Sox. Así de primeras se veía como un americano normal, pero yo sabía más que eso y una sacudida de adrenalina nerviosa lo confirmó.
-“__________ Grey”- Dijo Elliot con una voz condescendiente.
Él se inclinó sonriendo y logré captar el agrio olor del alcohol en su aliento.
-“Últimamente me has estado causando demasiados problemas.”-
-“¿Qué estas haciendo aquí?”
Él observó al interior de la casa tras de mi.
-“¿Qué parece que estoy haciendo? Quiero hablar. ¿Puedo entrar?”-
-“Mi mamá está durmiendo. No quiero despertarla.”-
-“Nunca he conocido a tu mamá.”- Algo en la manera en que lo dijo, hizo que se erizaran los bellos de mi nuca.
-“Lo siento, ¿Necesitas algo?”- Su sonrisa era mitad descuidada y mitad desdeñosa.
-“No te agrado ¿Verdad, __________ Grey?”
Me crucé de brazos a manera de respuesta.
Él se echó para atrás con una mano presionada sobre su corazón.
-“Auch. Estoy aquí, __________, aunque me desprecies. Es mi último esfuerzo para convencerte de que soy un chico normal y que puedes confiar en mi. No me dejes.”-
-“Escucha, Elliot, hay par de cosas que necesito hacer…”-
Él metió su puño en la casa y con sus nudillos golpeó la pared lo suficientemente fuerte como para descascarar la pintura.
-“¡No he terminado!”-
Él arrastraba las palabras con su voz acalorada y de repente inclinó la cabeza hacia atrás y rió calladamente. Él se puso en cuclillas, puso su mano sangrante entre sus rodillas y gruñó.
-“Apuesto diez dólares a que después me voy a arrepentir de esto.”-
La presencia de Elliot hacía que mi piel se arrastrara. Recordé varios días atrás, cuando de verdad pensaba que él era guapo y encantador. Me pregunto como pude ser tan idiota. Estaba pensando en cerrar la puerta y asegurarla, cuando Elliot se quitó sus gafas y reveló sus ojos inyectados en sangre. Él aclaró su garganta y su voz salió clara.
-“Vine para decirte que Jules está bajo mucho estrés en la escuela. Exámenes, gobierno estudiantil, aplicaciones para becas académicas, bla, bla, bla. Él no está actuando como él es. Tiene que apartarse de todo eso por un par de días. Nosotros cuatro, Jules, yo, tú, Vee, deberíamos irnos a acampar durante las vacaciones de primavera. Irnos mañana a Powder Horn y regresar el martes en la tarde. Eso le dará a Jules tiempo para relajarse.” –
Cada palabra que salió de su boca sonó inquietante y cuidadosamente practicada.
-“Lo siento, pero ya tengo planes.”-
-“Déjame hacerte cambiar de opinión. Planearé todo el viaje. Yo pondré las tiendas y la comida. Te mostraré el gran chico que soy. La pasarás muy bien conmigo.”-
-“Creo que deberías irte.”-
Elliot apoyó su mano contra el marco de la puerta y se inclinó hacia mí.
-“Contestación incorrecta”-
Por un breve instante, el vidrioso estupor en sus ojos desapareció y algo retorcido y siniestro lo eclipsó. Involuntariamente me moví para atrás. Estaba casi segura de que Elliot tenía planes asesinos. Estaba casi segura de que la muerte de Kjirsten fue obra de él.
-“Vete o voy a llamar a un taxi”- Dije.
Elliot abrió la puerta mosquitera con tanta fuerza que rebotó contra la casa. Él agarró el frente de mi bata de baño y me jaló hacia afuera. Luego me empujó hacia atrás contra la pared del exterior y me inmovilizó allí con su cuerpo.
-“Vas a ir a acampar quieras o no.”-
-“¡Apártate de mi!”- Dije mientras me retorcía, intentándome apartar.
-“¿O qué? ¿Qué vas a hacer?”-
Él ahora me tenía atrapada por los hombros y otra vez me golpeó contra la pared, haciendo que mis dientes rechinaran.
-“Llamaré a la policía.”- No tenía idea de cómo lo había dicho tan valientemente. Mi respiración era rápida y leve, mis manos sudaban.
-“¿Vas a llamarles a gritos? Ellos no pueden escucharte. De la única manera que te voy a soltar es si me juras que irás a acampar.”-
-“¿__________?”-
Elliot y yo miramos hacia la puerta, de dónde venía la voz de mi mamá. Elliot mantuvo sus manos sobre mí por un momento más, y luego hizo un ruido de disgusto y me apartó de un empujón. Cuando ya iba por la mitad de las escaleras del balcón, él miró sobre su hombro.
-“Esto no se ha terminado.”-
Me apresuré a entrar y cerré la puerta con llave. Mis ojos comenzaron a arder. Me recosté contra la puerta y lentamente fui bajando hasta sentarme en la alfombra de la entrada, mientras luchaba para no llorar. Mi mamá apareció en el tope de las escaleras, amarrando el cinturón su bata.
-“¿__________? ¿Qué pasa? ¿Quién estaba en la puerta?”- Rápidamente pestañeé para secar mis ojos.
-“Un chico de la escuela.”- No pude ocultar el temblor en mi voz. -“Él… Él…”-
Ya tenía suficientes problemas por causa de la cita con Patch. Sabía que esta noche mi mamá estaba planeando ir a una boda y recepción de la hija de un amigo del trabajo, pero de ninguna manera iba a ir si le decía que Elliot me había tratado rudamente y eso era lo menos que quería porque necesitaba conducir hasta Portland e investigar a Elliot. Incluso una pequeña evidencia incriminatoria contra Elliot sería suficiente para atraparlo tras las barras y no me sentiría segura hasta que eso pasara. Sentía cierta violencia creciendo dentro de él y no quería ver qué pasaría si salía fuera de control.
-“Él quería mis apuntes sobre Hamlet”- Dije de plano. -“La semana pasada él copió mi examen y aparentemente está intentado hacer de eso un hábito.”-
-“Ay, cariño.”- Ella bajó hasta ponerse a mi lado y acarició mi cabello mojado, el cual se había puesto helado desde que me duché. -“Puedo entender por qué estas molesta. Puedo llamar a sus padres, si eso quieres.”
Dije que no con la cabeza.
-“Entonces voy a preparar el desayuno”- Dijo mamá. -“Ve y termina de vestirte. Tendré todo listo cuando bajes.”-
Estaba parada frente a mi closet cuando mi teléfono celular sonó.
-“¿Te enteraste? ¡Los cuatro nos iremos de cam-pa-men-to durante las vacaciones de primavera!”- Dijo Vee, sonando extrañamente alegre.
-“Vee”- Dije con voz temblorosa -“Elliot está planeando algo. Algo aterrador. La única razón por la cual quiere ir de campamento es para tenernos a solas. No vamos a ir.”-
-“¿Qué quieres decir con que no vamos a ir? Estas bromeando ¿verdad? O sea, finalmente podemos hacer algo divertido en las vacaciones ¿y estás diciendo que no? Sabes que mi mamá jamás me dejará ir sola. Haré cualquier cosa. En serio. Haré tu tarea por una semana. Vamos, __________. Una simple palabra. Dila. Comienza con la letra S…”-
La mano que sostenía mi celular tembló y la sostuve con mi otra mano para tranquilizarla.
-“Elliot se apareció borracho en casa hace quince minutos. Él… él me amenazó físicamente.”- Ella se mantuvo callada por un momento.
-“¿A qué te refieres con ‘amenazar físicamente’?”-
-“Me jaló hasta afuera y me empujó contra la casa.”-
-“Pero él estaba borracho ¿verdad?”-
-“¿Eso importa?” –
-“Bueno él ha tenido muchos problemas. O sea, fue erróneamente acusado de haber estado involucrado en el suicidio de una chica y fue forzado a cambiar de escuela. Si él te lastima, y dicho sea de paso, no estoy justificando lo que hizo, tal vez él necesite… consejo ¿sabes?”-
-“¿Si me lastima?”-
-“Él estaba borracho. Quizá… quizá ni sabía lo que estaba haciendo. Mañana se sentirá horrible.”-
Abrí la boca y la cerré. No podía creer que Vee estaba de lado de Elliot.
-“Me tengo que ir”- Dije cortante. -“Te hablo más tarde.”-
-“¿Puedo ser completamente honesta contigo, nena? Sé que estas preocupada por este chico de la máscara. No me odies, pero creo que la única razón por la cual te estas esforzando para culpar a Elliot es porque no quieres que sea Patch. Estás racionalizando todo y me estas preocupando.”-
Me había quedado sin palabras.
-“¿Racionalizando? Patch no fue el que vino a mi casa esta mañana y me arrojó contra mi casa.”-
-“¿Sabes qué? No debí haber traído el tema. Nada más dejémoslo así. ¿Está bien?”-
-“Sí”- Dije con frialdad.
-“Y… ¿Qué vas a hacer hoy?”- Yo asomé la cabeza por la puerta para escuchar a mi mamá. Desde la cocina llegó el sonido de un batidor rasgando contra los bordes de un envase. Parte de mi no le veía sentido en compartir algo más con Vee, pero otra parte de mi se sentía resentida y confrontacional. ¿Ella quería saber mis planes? Bien por mí. No era mi problema si a ella no le gustaban.
-“Voy a conducir hasta Portland tan pronto mi mamá se vaya a la boda en Old Orchand Beach.”-
La boda comenzaba a las 4 p.m. y con la recepción que le seguía, lo más temprano que mi mamá llegaría sería como a las 9 p.m. Lo cual me daba tiempo suficiente para pasar la tarde en Portland y llegar a casa antes que ella.
-“En realidad, estaba pensando si quizá me pudieras prestar el Neon. No quiero que mamá vea las millas que le pongo a mi carro.”-
-“Ay hombre. Vas a ir a espiar a Elliot ¿verdad? Vas a husmear en Kinghorn.”-
-“Voy a hacer unas compras y cenar”- Dije, moviendo los ganchos en el tubo del closet. Saqué una camiseta tejida y de mangas largas, unos jeans y un gorro con líneas rosas y blancas que guardaba para los fines de semana y los días en que mi pelo no tenía remedio.
-“¿Y el cenar incluye parar en cierto restaurante localizado a unas cuantas calles de Kinghorn Prep? ¿Una cena en dónde Kjirsten, no sé cuál es su apellido, solía trabajar?”-
-“Eso no sería una mala idea”- Dije. -“Tal ves lo haga.”-
-“¿Y vas a comer de verdad, o solo vas a interrogar a los empleados?”-
-“Quizá haga algunas preguntas. ¿Me vas a prestar el Neon o no?”-
-“Claro que sí”- Dijo ella. -“¿Para qué son las mejores amigas? Incluso iré contigo a esta pequeña hazaña de la perdición. Pero primero tienes que prometerme que irás a acampar.”-
-“Olvídalo. Tomaré el autobús.”-
-“¡Más tarde hablaremos sobre las vacaciones de primavera!”- Gritó Vee por el teléfono antes de que yo pudiera desconectar.
He ido a Portland en varias ocasiones, pero no conocía muy bien la ciudad. Me bajé del autobús armada con mi celular, un mapa y mi compás interno. Los edificios estaban hechos de ladrillos rojos y eran altos y delgados, bloqueando el sol de la tarde, el cual brillaba tras una gruesa capa de nubes de tormenta y ponía las calles bajo un dosel de sombra. Todas las fachadas de las tiendas tenían galerías y pintorescos letreros extendidos sobre las puertas. Las calles estaban alumbradas por lámparas negras y triangulares que recordaban a los sombreros de las brujas. Después de pasar varias manzanas, las calles congestionadas se abrieron a un área boscosa y vi el letrero de Kinghorn Prep. Una catedral, un campanario y la torre de un reloj se asomaban sobre el tope de los árboles. Yo me quedé en la acera y rodeé la esquina de la Calle 23. El puerto estaba a unas cuantas manzanas y levemente lograba escuchar a los botes pasar detrás de las tiendas mientras atracaban. A mitad de camino en la Calle 23, vi el letrero del restaurante Blind Joe's. Saqué las preguntas para el interrogatorio y las leí por última vez. El plan era no lucir como si estuviera llevando a cabo un interrogatorio oficial. Esperaba que si traía a los empleados casualmente el tema de Kjirsten, podría sacarles algo que de alguna manera se le hubiera escapado a los reporteros que estuvieron antes que yo. Esperando que las preguntas estuvieran bien guardadas en mi memoria, tiré la lista en el bote de basura más cercano. La campana de la puerta sonó cuando entré. Las baldosas del suelo eran blancas y amarillas y las mesas estaban forradas de azul marino. De las paredes colgaban fotos del puerto. Me senté en una mesa cerda de la puerta y me quité mi abrigo. Una mesera con un manchado delantal blanco apareció a mi lado.
-“Mi nombre es Whitney”- Me dijo con una agria voz. -“Bienvenida a Blind Joe’s. El especial de hoy es sándwich de tuna. La sopa del día es de langosta.”-
Su bolígrafo estaba posicionado para tomar mi orden.
-“¿Blind Joe’s?”- Fruncí el ceño y puse un dedo en mi mentón. -“¿Por qué ese nombre me suena tan familiar?”-
-“¿No lees el periódico? El mes pasado estuvimos en las noticias por una semana. Quince minutos y todo eso.”-
-“¡Ah!”- Dije con súbita claridad. -“Ahora recuerdo. Hubo un asesinato ¿verdad? ¿No trabajaba aquí la chica?”-
-“Esa debe ser Kjirsten Halverson.”- Ella chasqueó su bolígrafo con impaciencia. -“¿Quieres que te traiga la sopa para empezar?”-
Yo no quería sopa de langosta. En realidad, ni siquiera tenía hambre.
-“Eso debió haber sido difícil. ¿Ustedes eran amigas?”-
-“Claro que no. ¿Vas a ordenar o qué? Te diré un secreto. Si no trabajo, no me pagan. Si no me pagan, no pago la renta.”-
De repente deseé que el mesero que estaba al otro lado hubiese sido el que tomara mi orden. Él era bajo, calvo hasta las orejas y su cuerpo se parecía a los palillos de dientes que estaban en la caja al final de la mesa. Sus ojos nunca miraban más arriba de tres pies sobre el suelo. Por más patética que me hubiese sentido, una sola sonrisa amigable de mi parte probablemente hubiera sido suficiente para tenerlo escupiendo toda la historia de la vida de Kjirsten.
-“Lo siento”- Le dije a Whitney. -“Es que no puedo dejar de pensar sobre el asesinato. Por supuesto, probablemente sea noticia ya vieja para ti. Probablemente ya habrás tenido reporteros aquí haciéndote preguntas.”-
Ella me dio una mirada significativa.
-“¿Necesitas más tiempo para mirar el menú?”-
-“Personalmente, encuentro irritantes a los reporteros.”- Ella se inclinó, poniendo una mano sobre la mesa.
-“Yo encuentro irritantes a los clientes que se toman demasiado tiempo.”- Dejé escapar un silencioso suspiro y abrí el menú.
-“¿Qué me recomiendas?”-
-“Todo es bueno. Pregúntale a mi novio.”- Ella dio una tensa sonrisa. -“Él es el cocinero.”-
-“Hablando de novios… ¿Kjirsten tenía uno?”- Buen cambio de tema, me dije
-“Dilo”- Demandó Whitney. -“¿Eres policía? ¿Abogada? ¿Reportera?”-
-“Solo una ciudadana preocupada”- Sonó más como una pregunta.
-“Si claro. Te diré algo. Ordena una batida, papas fritas, una hamburguesa Angus, un plato de sopa; dame veinticinco porciento de propina y te diré lo que le he dicho a todos los demás.”-
Medí mis opciones: mi mesada o contestaciones.
-“Trato hecho.”-
-“Kjirsten se juntó con ese chico, Elliot Saunders. El que sale en los periódicos. Él estaba aquí todo el tiempo y la acompañaba hasta su apartamento al finalizar su turno.”-
-“¿Alguna vez hablaste con Elliot?”-
-“Yo no.”-
-“¿Crees que Kjirsten se suicidó?”-
-“¿Cómo podría saber eso?”-
-“Leí en el periódico que encontraron una nota suicida en el apartamento de Kjirsten, pero también hubo evidencia de que alguien entró.”-
-“¿Y?”-
-“¿No encuentras eso un poco… extraño?”-
-“Si me estas preguntando si creo que Elliot pudo haber puesto la nota en el apartamento de ella, pues claro que lo creo. Los chicos ricos como ese pueden hacer lo que sea. Probablemente contrató a alguien para que pusiera la nota. Así es como funciona cuando tienes dinero.”-
-“Yo no creo que Elliot tenga mucho dinero.”- Siempre he tenido la impresión de que Jules es el rico. Vee nunca ha dejado de babear por la casa de él.
-“Creo que él iba a Kinghorn Prep por una beca estudiantil.”-
-“¿Beca estudiantil?”- Ella repitió con un resoplido. -“¿Qué le has estado echando a tu agua? Si Elliot no tenía dinero, ¿Cómo fue que le compró el apartamento a Kjirsten? Dime.”-
Me esforcé por mantener oculta mi sorpresa.
-“¿Él le compró a ella un apartamento?” –
-“Kjirsten nunca dejaba de repetirlo. Casi me vuelve loca.”-
-“¿Por qué le compraría un apartamento?”-
Whitney me miró con sus manos apoyadas en sus caderas.
-“Dime que de verdad no eres tan tonta.”-
Ah. Privacidad. Intimidad. Entendido.
-“¿Sabes por qué fue que Elliot se transfirió fuera de Kinghorn?”- Dije
-“No sabía que lo hizo.”- Hice malabarismos con sus respuestas y las preguntas que todavía quería hacer e intentaba recordar.
-“¿Alguna vez se encontró aquí con amigos? ¿Alguien más además de Kjirsten?”-
-“¿Cómo se supone que recuerde eso?”- Ella entornó sus ojos con pesadez. -“¿Parezco que tengo memoria fotográfica?”
- “¿Qué tal un chico alto? Bien alto. Pelo largo y rubio, bien parecido, ropa a la medida.”
Con sus dientes frontales, ella se arrancó una uña y la tiró dentro del bolsillo de su delantal.
-“Sí, recuerdo a ese chico. Difícil no hacerlo. Todo malhumorado y callado. Él vino aquí una o dos veces. No hace mucho de eso. Quizá para el tiempo en que Kjirsten murió. Lo recuerdo porque estábamos sirviendo hamburguesas de marmota por el día de la marmota y no pude hacer que él ordenara una. Solo me miró como si fuera a atravesar la mesa y degollar mi garganta si yo seguía leyendo el especial del día. Pero creo que recuerdo algo. No es que sea metiche, pero sí tengo oídos. A veces no puedo evitar escuchar cosas. La última vez que el chico alto y Elliot vinieron, ellos estaban encorvados sobre la mesa hablando sobre un examen.”-
-“¿Un examen de la escuela?”-
-“¿Cómo podría saber? Como sonaban, al parecer el chico alto no pasó un examen y Elliot no estaba muy feliz por eso. Él arrastró su silla hacia atrás y salió a toda prisa. Ni siquiera se comió su hamburguesa.”-
-“¿Mencionaron a Kjirsten?”-
-“El chico alto llegó primero y preguntó si Kjirsten estaba trabajando. Le dije que no, que ella no estaba y el llamó por su celular. Diez minutos después, Elliot entró. Kjirsten siempre se ocupaba de la mesa de Elliot, pero como dije, ella no estaba trabajando, así que lo hice yo. Si hablaron sobre Kjirsten, no lo escuché. Pero me pareció como si el chico alto no quisiera a Kjirsten alrededor.”-
-“¿Recuerdas algo más?”-
-“Depende. ¿Vas a ordenar postre?”-
-“Supongo que un pedazo de tarta.”-
-“¿Tarta? ¿Te doy cinco minutos de mi valioso tiempo y todo lo que ordenas es una tarta? ¿Parezco que no tengo otra cosa mejor que hacer que no sea charlar contigo?”-
Yo observé al restaurante. Estaba muerto. Además del hombre que estaba reclinado sobre un periódico, yo era el único cliente.
-“Esta bien…”- Revisé el menú.
-“Vas a querer una limonada de frambuesa para bajar esa tarta.”- Ella lo escribió en su bloc. -“Y café después de cenar.”- Más escritura. -“Espero que me des un veinticinco por ciento adicional con eso.”-
Ella me lanzó una petulante sonrisa, luego guardo su bloc en el delantal y regresó a la cocina.
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