Re: Over Again - Liam Payne & Sarah Hart -tú-

por **LauRi Rothlisberger'** Jue 06 Mar 2014, 7:42 pm

Hola estuve desaparecida por mucho tiempo pero he vuelto y me puse al dia cn tu nve, esta hermosaaa.....
Seguiilaaaa por faa.. :wut:

por **liamiamor** Vie 07 Mar 2014, 10:33 pm

Capitulo 19

Over Again - Liam Payne & Sarah Hart -tú- - Página 6 Large

Había pasado casi una semana desde que fuimos a comer con Liam, lo seguí viendo en las clases, pero solo ahí. Evitaba cruzármelo en las mañanas, y a las tardes. Traté de evitarlo al ir a lo de Moy, traté de evadir mis, pensamientos sobre él, algo que se volvía cada vez más difícil, por lo que en lo único que me focalicé fue en trabajar con los alumnos, y corregir pinturas. Estas no se basaban en hacer la mejor imitación de un pintor. No importa si en vez de tratar de dibujar un caballo, dibujaste algo que se parecía un pato. La imagen tenía que seguir transmitiendo lo mismo. Era impresionante lo mucho que me relajaba y me dejaba llevar en mi camisola manchada en acrílicos, con un cuadro delante, con un pincel en mi mano, y música de fondo. Amaba mi trabajo, y todo lo que me brindaba.
A la tarde, cuando el sol se ponía en ese punto que ponía todo el cielo de color rojo, naranja, rosa y amarillo entre otros, me dediqué a tomar té sobre el pequeño lugar que había para sentarse en la ventana. Todo parecía más triste cuando la nieve caía. Y a la misma vez lo hacía más grandioso. Era lindo apreciar las luces prendidas de las casas, era lindo apreciar la gente caminar súper abrigada sobre la calle, era lindo respirar el aire frío, cerrar la ventana rápido, y nuevamente acostumbrarse al aire cálido de dentro. Al terminar de guardarse el sol, me levanté y dejé la taza de té en la bacha. Acomodé mi pelo recogiéndolo y fui a lavarme las manos para sacarme la pintura seca que quedaba en ellas. Pensé que iba a ser una noche tranquila, hasta que vi el nombre de la llamada entrante en mi celular.
–¿Sí?– dije al atender.
–Hola Sarah– contestó él con un tono interactivo– ¿Cómo estas hoy?–
–Muy bien, ¿vos?– acomodé un mechón de cabello de tras mi oreja.
–Genial– contestó enseguida. – ¿Sabes quién esta en París esta noche?–preguntó casi emocionado.
–Mmh, no, no la verdad–dije tratando de descifrar lo que tramaba, aunque no podía ser nada malo, obviamente– ¿Quién?– pregunto al concluir.
–¡Ed Sheeran!– contestó– Y… ¡tengo una entrada gratis de más por los puntos de la tarjeta de crédito!– Liam sabe que me gusta Ed Sheeran desde que tengo uso de razón, sabe que me encanta porque cuando pedía prestado mi MP3 siempre había una canción de él en pausa. Los estudios y el trabajo me mantuvieron algo (demasiado) alejada de ese mundo.
–Eso suena genial– contesté, deseando con todas mis fuerzas no tener que recibir una invitación de él para ir a un concierto.
–Vamos Sarah… No te estaría llamando si no te estuviera invitando a que vengas conmigo–dijo graciosamente. Pude sentir como mi corazón dejó de latir por un mili segundo debido a dos ocasiones: primero, nunca antes habíamos tenido la posibilidad de poder ir a verlo, ya que siempre teníamos otro compromiso. Segundo, tendría que estar junto a Liam más de una hora en el día.
–¿Me estas invitando a un concierto de Ed Sheeran?– pregunté más que nada exclamándolo como una afirmación
–¡SÍ!– contestó, o en este caso, apoyó mi afirmación.
–Genial– dije poniéndome contenta, y algo nerviosa al mismo tiempo. Estaba esperando a que él de el horario de salida, y de más.
–¿Te parece bien que te pase a buscar a las 9.15pm? el show empieza 10.30, pero ya sabes como son las co–lo interrumpí.
–Sí, ese horario esta perfecto. Enserio, Liam, no sé como agradecértelo. ¿Sabes hace cuanto quería presenciar una de mis canciones favoritas cantada en vivo? Dios. – dije
Rió, y fue la risa más linda que nunca antes había escuchado– Lo sé, Sarah. Es un regalo, por más que no me haya costado nada… Así que te veo a la noche, ¿sí?–concluyó.
–Okey, besos– contesté y corté. Trataba de evitarlo toda una semana, para acabar en esto. Soy tan ridícula, y estúpida, todo al mismo tiempo. Ni yo logro entenderme.
Tomé un baño reconfortante, y me abrigué. Estaba secándome el pelo cuándo vi por el noticiero que se venía una noche muy fría. Pensé en ponerme más ropa, pero en ese caso, apenas podría moverme. Sonó el timbre.
–¿Quién es?– pregunté por el portero
–Yooo– Reconocí la voz de Liam desde el tubo.
–Ahora bajo– contesté, y agarré la campera y mi bolso, bajé las escaleras trotando con gran entusiasmo y cuándo llegué a la puerta, que es de vidrio y los marcos de algarrobo, identifiqué la figura de Liam de espalda, mirando hacia la calle, con las manos en los bolsillos delanteros, como siempre. Tenía un buzo gris con capucha, jean oscuros y zapatillas.
–Aquí estas– dijo bajo la sombra de su propia capucha, aunque pude notar como sonreía.
–Aquí estoy–dije cerrando la puerta por detrás.
–¿Vamos?– preguntó apuntando con las llaves hacia su Jeep. Afirmé con la cabeza al ir hacia esa dirección.

por **LauRi Rothlisberger'** Sáb 08 Mar 2014, 7:21 pm

Meee encantooo seguiilaaa porfis

por **melyrodriguezz** Jue 13 Mar 2014, 12:21 pm

Hoooo van a un conciertoo y eso del boleto no fue casualidad...Siguelaa mee encanto-.

por **liamiamor** Mar 08 Abr 2014, 4:42 pm

Capítulo 20

Over Again - Liam Payne & Sarah Hart -tú- - Página 6 Fv8x0g

Se encendió la radio automáticamente al prender el motor, y adentro el ambiente se sentía más cálido y me preguntaba si era por estar en compañía de Liam. El locutor hablaba sobre la actividad que había en la ciudad, un Viernes por la noche, y explicaba que a pesar del frio y la tormenta que cada vez estaba más próxima, la excitación y la adrenalina se sentía en el aire. Todos estaban ansiosos por empezar bien el fin de semana, por lo que el tránsito era más pesado que lo usual, así que en esos momentos que quedábamos atascados en el embotellamiento de la noche, hablábamos sobre algo de Artes, y luego caíamos en el tema del concierto.
–Si pasa algo, que no creo que pase ya que el público que obtiene Ed Sheeran es muy tranquilo, nos encontramos en la pizzería que está a una cuadra del estadio para el lado de la Avenida– dijo, sin sacar su mano izquierda del volante, pero aún así, mirando hacia mi dirección– Trata de no apartarte mucho de mí, por sí acaso, ya sabes– e hizo un ademán de mano como explicando todo lo que faltaba por decir y no hacía falta explicar.
–Ya sé– y reí mirando hacía la ventanilla al sonrojarme. Le importaba sobre mi seguridad.

El embotellamiento al fin se disolvió y logramos seguir nuestro viaje, que estaba a una hora y media de nuestras casas. Observaba por la ventanilla todo aquello, las luces de la ciudad, y el agua-nieve salpicando el vidrio y mojando las calles, y en este caso, la autopista. La gente que pasaba por nuestro lado en su auto, cada uno en su mundo. Algunos riendo, otros discutiendo, y nosotros sin hablar, Liam conduciendo y yo mirando hacia el lado contrario. Me preguntaba si iba a ser así el resto de nuestros días que compartamos… Podía sentir mi corazón latiendo aún más fuerte al pensar en él, y todo lo que pasamos juntos, la importancia que él tuvo en aquél tiempo.
<< Era un día tan feo, como aquellos en que lo más productivo que se te puede ocurrir es dormir, y nada más que eso, terminaba de tener una gran discusión con mis padres respecto al colegio, ya que no había tenido un 10 aquel semestre en matemáticas, solo obtuve un 8.78, algo que era muy bajo para ellos. Traté con todas mis fuerzas de que las lágrimas no brotaran de mis ojos, pero parecía inexistente todo el esfuerzo que hacía al sentirme conforme con lo que hacía para estar bien. Mis padres solamente no lo entienden por todo lo que tengo que pasar. No soy suficiente para ellos, ¿para quién más lo voy a ser?. –Maldita sea, Sarah, vas a perder la beca– gritó al tirar con todas sus fuerzas lo primero que tuvo en su mano contra la pared, en este caso, era un vaso. Cerré los ojos por el susto al escuchar como el vaso se hacía pedazos contra la pared, y luego como caían al piso. Ese momento pareció congelarse para siempre, y quemar en mi mente, sabía que lo recordaría para siempre. Moy, que estaba sentada al lado mío en la mesa, ya que estábamos cenando, dejó de comer y se sentó recta mirando hacía su plato, con miedo de levantar la mirada. Lo único que pude hacer fue agarrar el utensilio que tenía en mi mano con más fuerza. Tragué agudamente y vi como mi madre agarraba de la espalda a mi padre para tratar de calmarlo. Notaba el agotamiento en sus rostros, claro que habían estado estudiando hasta quién sabe qué hora para poder conseguir el título de Abogacía, y a eso, el trabajo. Sentí como las lágrimas rebordeaban mis ojos, pero me contuve con todas las fuerzas. No tenía que mostrarme débil. Y mucho menos junto a ellos.
Limpié los restos de vidrio, y Moy, que tenía excelentes notas, trató de consolarme, pero lo mejor que pudo decir fue “tendrás que esforzarte más para el semestre entrante, lo siento” y luego me ayudó a levantar la mesa y lavar los platos. Al día siguiente, fui al colegio ya que al estar becada, tenía que tener una asistencia excelente.
–¿Se siente bien, Hart?– preguntó la profesora de Historia al terminar de explicar un tema
–Sí– contesté casi en un susurro, puso una leve cara de preocupación pero se sentó en su escritorio a corregir algunos exámenes de la clase pasada, supongo. No quisiera imaginar la cara que tendría para que la profesora Stuart me pregunte sobre mi estado. Gracias a dios, esta era la última hora, y luego podría irme a casa.
De regreso, los caminos estaban húmedos debido al temporal del día anterior… El cielo anticipaba aún más tormento, igual que mi vida. Llegué a casa, y me dirigí directamente a mi habitación. Me acosté luego de dejar la mochila al lado de la puerta y cerré la ventana que estaba entre abierta… traté de dormir pero tenía un nudo atado a mi garganta. Estaba harta de todas las cosas que pasaban en mi casa, me odiaba por tomarme todo tan a pecho, a veces solo quisiera tener una familia normal, con actitudes normales, y que todo estuviese bien, y del caso contrario, no tener este estado de ánimo. Estaba boca arriba con el dorso de mi mano tapándome los ojos cuándo la puerta se abre…
–Permiso– dijo una voz masculina. Me senté secándome rápidamente las lágrimas
– ¿Cómo entraste?– pregunté
–Tu hermana me dejó pasar…– contestó Liam, al mismo tiempo que se escuchó un trueno, y luego, las fuertes gotas golpeando contra el piso. –Vamos, sé que no estás bien– dijo acercándose. –¿Me contas que pasó?– preguntó sentándose en el borde de la cama.
– ¿Qué es lo que te hace pensar que pasó algo?– Traté de reír– Estoy bien.– y traté de no mirarlo fijamente a los ojos, por lo que miré hacia la ventana
–Me voy a quedar acá hasta que me lo quieras contar– dijo acercándose aún más. Estaba acostumbrada a tenerlo a Liam alrededor mío porque él es mi amigo de toda la vida, y siempre se preocupó por mí. – ¿Me haces un lugar?– dijo señalando hacia mi lado. Sonreí levemente y me corrí hacia el lado contrario de la pared. Me acosté de costado de modo que el pudo abrazarme al ponerse en la misma posición que yo. – Sé que estuviste llorando hasta instantes– dijo en un susurro acomodándome un mechón detrás de la oreja– Lo noto en tus ojos, y en tu cara y en la forma irregular que respiras… lo puedo sentir en tu esencia que te estás desmoronando, y sin embargo fingís una sonrisa y me decís que está todo bien, Sarah, no hace falta que demuestres no ser frágil conmigo, está bien ser sensible, si no, no tendríamos sentimientos… yo sé que sos fuerte, pero está bien desahogarse –me dijo casi al oído mientras yo miraba hacía la ventana, al borde de las lagrimas otra vez– Dejame abrazarte– dijo. Me di vuelta y por un momento nuestras caras quedaron enfrentadas y a solo escasos centímetros de distancia. Levanté un poco mi torso para que el pueda pasar su brazo derecho por debajo, y me acurruqué en su pecho al mismo tiempo que el pasaba su brazo izquierdo por encima de mis hombros. Encajábamos perfectamente de modo que el apoyaba su pera en mi cabeza, y yo tenía mi cara en su cuello, oliendo su aroma. Hice todo lo posible para no quebrarme nuevamente, pero fue imposible. Sentí la mano de Liam acariciándome, y sentía como se me rompía el corazón. Traté de no mojar el buzo que llevaba él, pero no pude.
–Shhh– hacía tratando de calmarme. –No te voy a dejar sola– dijo al bajar la mirada hacia mí, y apoyar su mano en mi mejilla. No sé si fue por las lágrimas, pero en ese momento pude notar la afligación en sus ojos, y en el gesto que formaba sus rasgos. Un trueno iluminó toda la habitación, lo que hizo que nos abrazáramos más fuerte. Al tiempo dejé de llorar, y me quedé dormida. No era la primera vez que Liam hacía esto, también tenía el leve presentimiento que tampoco iba a ser la última, o eso esperaba debido al deseo que tenía de no tenerlo lejos, por más amigos que seamos. Sin embargo, al despertarme, Liam no se encontraba a mi lado, nada más que las sábanas arrugas y la almohada moldeada allí dónde su cabeza debió de estar apoyada.>>
Miré hacia adelante al mismo tiempo que pude notar el estadio y toda la actividad y autos estacionados alrededor. Cuando dirigí mi mirada hacia Liam, el tenía una hermosa sonrisa al rostro, que me alegraba el alma.
–Llegamos– dijo mirando hacia mí.

por **peralta.** Dom 13 Abr 2014, 9:17 pm

Te informo que el color del titulo del tema no coincidía con el color del genero indicado en la ficha de tu novela. Para evitar inconvenientes, este a sido cambiado a su color correspondiente.
pd. la ficha reglamentaria debe de ir en el primer mensaje, no en el tercero.

por **liamiamor** Lun 14 Abr 2014, 12:00 pm

cheshirecat. escribió:
Te informo que el color del titulo del tema no coincidía con el color del genero indicado en la ficha de tu novela. Para evitar inconvenientes, este a sido cambiado a su color correspondiente.
pd. la ficha reglamentaria debe de ir en el primer mensaje, no en el tercero.

Ah, ¿cuál es el color correspondiente? Perdón, pensé que eso lo tenía en regla. Y lo de la ficha, no me había dado cuenta, y ahí lo arreglé poniéndolo en el primer mensaje, aunque aún no puedo borrar el tercero. Besox

por **melyrodriguezz** Jue 29 Mayo 2014, 7:19 pm

Hola Como estas? bueno te cuento que estoy de vacaciones por una semana entro al colegio el 10 de junio y enserio lamento mucho la tardanza y tambien lei el MP pero decidi mejor comentar.

Liam y Sarah que linda historia aunque un poco triste espero que todo se solucione entre ellos...
Siguelaa ya sabes yo siempree comento aunque un poco tarde o tal vez muy tarde enserio lo siento.

por **liamiamor** Dom 15 Feb 2015, 3:19 pm

Capítulo 22

Pasamos por un cartel comercial de neumáticos dónde decía la hora, y los grados centígrados que estaban haciendo. Me sorprendí a estar a tres grados bajo cero. El viaje se hizo casi infinito, y más aún con el retraso que se había hecho debido al temporal, y la actividad nocturna que había a esas horas en las autopistas. Ladeando mi cabeza hacia la ventana, podía sentir como mis ojos se entrecerraban y se abrían de repente al notar que me estaba quedando dormida. El cielo estaba opaco y todo lo que se podía apreciar brindaba más que nada una imagen fría de invierno. El leve zumbido de la radio por donde pasaban música parecía que me relajaba, por más que esté sintiendo frío hasta en los huesos.

Al abrir los ojos nuevamente, lo primero que pude sentir, fue calidez. Me re-acomodé sobre el cómodo colchón y las sábanas pesadas que me envolvían, cuándo tardé un poco más de un segundo en darme cuenta que no recordaba cómo había llegado a mi cama. Abrí los ojos sólo para chocarme con la cruda realidad, no estaba en mi propia habitación. Busqué en mi mente cómo había llegado acá, y lo último que recordaba era la canción Jazz que pasaban por la radio en la camioneta de Liam. Me levanté algo bruscamente para ver mi imagen de "recién levantada" en un espejo, dónde se podía apreciar mi camiseta arrugada, la calza que llevaba puesta y las medias. Me dolía la cabeza, y podía ver como tenía mi nariz junto a mis mejillas, coloradas. Miro hacía mi derecha y me dirijo hacía la puerta que estaba entreabierta.
–¿Liam?– pregunté, al ver una figura de espalda, sentado sobre la banqueta de la barra de desayuno.
–Sarah, ¿cómo te sientes?– dijo parándose, dirigiéndose hacia mí. La verdad es que me sentía mal, como a punto de enfermar, tenía un fuerte dolor de cabeza, y sentía que estaba a punto de estornudar en cualquier momento. A eso, que tenía mucho frío.
–Bien– contesté, aunque sonó más como a una pregunta. –En realidad, ¿qué hago acá? ¿por qué no me llevaste a casa después del concierto de anoche?, ni si quiera sé dónde estoy. –No quería sonar ruda con él, pero simplemente amanecí en su cama, y eso me enfada. ¿Qué había pasado con lo de "mantener distancia"? Me preguntaba dónde estaba el resto de mi abrigo. –¿Dónde está el resto de mi ropa?– pregunté al final, colgando una mano en mi cadera.
–En la lavadora, ¿recuerdas el tipo que volcó su coca sobre ti? Bueno, a lo largo de la noche has tomado frío y tienes algún tipo de resfrío– preguntó, y apoyó el dorso de su mano sobre mi frente. –Tienes fiebre aún, deberías tomar algo. Por cierto, cuándo llegamos a tu casa, luego del viaje por la autopista, estabas totalmente dormida. Traté de despertarte pero lo único que dijiste fueron solo palabras que quizá ni vos entenderías. Así que sólo te traje aquí, aparte, estabas hirviendo. Y sólo quería asegurarme de que estabas bien– Bajé la mirada hacía mis pies, el sólo estaba siendo amable, después de todo no eramos unos simples desconocidos. Era Liam. Me preguntaba sí él había dormido junto a mí, a lo que Liam pareció haberme leído la mente contestando al instante– De todos modos, no tienes de que preocuparte, yo dormí en el sofá. Nunca pensé que iba a ser tan cómodo– y rió levemente, cómo tratando de sacarle la tensidad al momento, llevando la mano a su nuca. Observé su rostro por algo más de un simple segundo, seguro que durmió incómodo, o tuvo una malísima noche, trayéndome hasta aquí, y todo eso, tenía unas ojeras notables, sin embargo preguntó –¿Quieres que te prepare un café o quieres que directamente te lleve a tu casa?– al dirigirme el hacia a la barra de desayuno. Me senté en uno de los bancos, y apoyé mis codos. Olvidé por completo que acababa de levantarme, y seguramente parecía un monstruo. Por lo que noté cómo de repente me puse colorada. –Umh, creo que estaré bien con un café– y medio sonreí, medio más me ruboricé. –Liam..–me dirigí a él en palabras, girando sobre mi banquito para mirarlo a la cara– Gracias por cuidar de mí– dije, antes de que ponga la jarra sobre la base de la cafetera.– Aunque no estaba sobre tu derecho, y por cederme tu cama para que pueda descansar, y por mantenerme la fiebre calma durante la madrugada– él sólo estaba ahí, sonriendo, y sentía ganas de abrazarlo, pero removí ese pensamiento de mi mente al instante, tenía que mantenerme al margen, ¡y ese margen lo pasé al haberlo dejado pasar sólo un poquito más desde la primera vez que lo vi! Tenía que acomodar las cosas que me pasaban, pero eso lo tendría que hacer después, cuándo esté sola.
–Oh, no es nada Sarah, no tienes nada de que agradecerme– dijo, tratando de que el momento no se haga tan especial, y siguió buscando algo en la alacena– Todavía te gusta comer oreos con mantequilla de maní, ¿verdad?– preguntó girándose hacia mí. Sonreí.
– Sí– contesté nostálgicamente. En realidad, no creo que a nadie más en este país le guste comerlas con mantequilla de maní, ya que todos piensan que es repugnante. Pero otra cosa que Liam y yo teníamos en común, que hasta las cosas más raras en común sobre nosotros, aún aquellas idioteces, las más mínimas, coincidíamos. Luego de que me preparó una bandeja con el café con leche, las oreos y el pote de mantequilla, el se sentó en el taburete de al lado, no tan cerca, pero tampoco tan lejos. Estábamos mirando las noticias, y pasaban cómo varios caminos fueron cortados, al igual que algunas rutas fueron cerradas debido a la densidad de la nieve, y el frío. Estaba terminando mi taza cuándo escucho un ring. Provenía del otro lado de la cocina. Miré a Liam cómo preguntando que era eso.
– La secadora– contestó levantando su índice, cómo si se estuviese disculpando por ello. Rodeó la barra del desayunadero y se fue para el otro lado de la habitación, dónde había un pequeño compartimiento. –Tu ropa ya esta lista, Sarah– dijo amablemente, aunque lo dijo como al mismo tiempo decepcionado, fruncí el ceño por ello, pero no muy notablemente.
–Genial– contesté. No es que quería irme urgentemente, pero supongo que Liam tendría algo por hacer hoy, y no quería estar de intermedio. Me levanté y me dirigí hacia él para agarrar la ropa que estaba sosteniendo. Por un momento, sólo por un momento, nuestras manos llegaron a rosarse. Sentí cómo el las apartó de inmediato. Supongo que le resultaba incómodo, y desagradable. Después de todo, sólo somos conocidos con recuerdos, siendo cordiales entre sí, ¿verdad? Más siendo hoy un Sábado.
–Puedes cambiarte en la habitación– contestó al instante, diciéndolo muy rápido. Luego sonrío levantando una comisura de sus labios.
–Gracias– contesté, y me dirigí a la misma puerta por dónde había salido una hora más temprano. Odiaba contestar tan escasamente, pero sólo me molestaba estar aquí, porque de a momentos me agarran estas ganas repentinas de que todo vuelva a ser cómo antes, pero no es así. Liam es sólo parte de mi pasado.

por **melyrodriguezz** Lun 16 Feb 2015, 6:19 am

Hlaaaa!! Subiste capiii
Esta novela me encanta no se porque y eso me a hecho recordar como me hizo falta esta novela muchas gracias por subir.
A pesar de los años ellos se siguen amando pero tal vez al reencontrarse se dieron cuenta o insconsientemente sus heridas no han curado y solo tal vez quieren tiempo para curar esas heridas o tal vez seran las inseguridades
Sarah y Liam

por **liamiamor** Lun 16 Feb 2015, 9:52 am

Capítulo 23

No había mirado con mucho detenimiento la habitación, no más para notar que no era la mía. En la mesita de luz había un pote con agua, y una pequeña toalla dentro, aunque parte de ella colgaba de borde. Al lado, un termómetro, junto a unas pastillas... Me preguntaba que significaba eso, pero luego todo cayó cómo en fichas encajando en sí. Liam estuvo toda la noche pendiente de mí, debido a mi estado. Quizá sólo pudo dormir unas pocas horas, y eso es la justificación de sus ojeras. Una inevitable sonrisa se formó en mi boca, al mismo tiempo que un leve suspiro salió expulsado desde lo más profundo de mis pulmones. Él se preocupaba por mí. Puse la ropa sobre la cama, y empecé a vestirme. No habré tardado más de cinco minutos, pero deseaba quedarme aunque sea un tiempo más, sólo para estar cerca de él. <¿Qué carajos acabas de decir?> mi subconsciente al instante contestó. Sacudí mi cabeza en negación al pensar en pasar más tiempo con él. Tenía que, sólo dejarlo ir, y fin. Quizá después el vuelva a Alaska, dónde seguro consiguió re formar su vida, y luego todo volverá a la normalidad. Miré un segundo al espejo antes de salir, y estaba más o menos presentable.
–Ya estoy– dije parándome en la puerta de la habitación mirando hacia él, poniendo mis manos en los bolsillos de atrás de mi pantalón.– No hace falta que me lleves, yo puedo llegar a casa– dije, al instante que el se paró del sofá– En realidad, quiero ir a comprar unas cosas primero antes de ir a casa– contesté nuevamente mientras él se dirigía hacia el porta llaves.
– Te llevo– dijo acercándose, sacudiendo las llaves en sus manos– Insisto– concluyó al final.– De todos modos yo también tengo que comprar cosas en el camino– y sacó una campera del armario. Sonreí por tercera vez en el día, por gracia de Liam.
Agarré mi abrigo y comprobé que no me esté olvidando nada, Liam abrió la puerta y dejó que salga primero. La casa de Liam era hermosa, no sé si la estará alquilando o si la compró al llegar. En realidad, si tuviese que volver sola no sabría como hacerlo porque el barrio no me es familiar. Pensé que se iba a estar hospedando en algunos departamentos de la avenida Victor Hugo, o algo así. Supongo que le fue, y le esta yendo bien a lo que se está dedicando, porque esta casa no vale solo dos euros, supongo que vale unos buenos dólares. El clima no está mejor que anoche, pero aún así parece más agradable. Nos subimos a su flamante Jeep, que estaba estacionado frente a la casa. Los adoquines que formaban la calle estaba blanca debido a la nieve, excepto por dos lineas paralelas de color oscuro, que es por dónde la mayoría de las ruedas de los vehículos pasaba.
Liam lucía genial, como siempre, y me preocupaba que me esté fijando en él, sin embargo no tengo de que preocuparme porque de todas formas me siento cómoda junto a él. Pero, al fin y al cabo, sé que tengo que mantener distancia, aunque cada vez ése ánimo tendía a deteriorarse un poco cada vez que lo recordaba.
Pasamos por unas cuantas calles hasta que se vio, sobre la cima de los edificio, la torre Eiffel. Pasamos por la avenida dónde se encontraba la universidad y nos sorprendemos al ver tremenda cantidad de autos estancados, y guardias de seguridad vial junto a sus móviles al rededor. Liam baja la ventanilla de su lado, y con la mano llama a uno de ellos.
–¿En qué lo puedo ayudar?– pregunta el señor, que parece de una edad madura, junto a un bigote color castaño al igual que el poco pelo que se le revela bajo la gorra.
–¿Qué pasó?, ¿A qué se debe tanto tráfico?– preguntó Liam, tenía su mano izquierda al rededor de su barbilla, y el codo apoyado en la puerta, por dónde se estaba comunicando con el oficial de tránsito, y su brazo derecho estaba extendido hacia el volante.
–Bueno, debido al mal temporal, esta cortada la avenida, no se puede pasar por ningún lado para el otro lado de la ciudad, está todo saturado. Suponemos que para hoy a la noche se podrá circular nuevamente. –y apretó sus labios. Comprendí que no podríamos llegar a mi casa hoy, debido a la cantidad de nieve que se encontraba en las calles, y además, me sentía mal. Tenía mi nariz tapada, y de seguro que tenía los ojos hinchados. Da igual, sentía que mi cabeza podría estallar en cualquier momento. Me acomodé en mi asiento apoyándome sobre el costado, con mi frente en mis manos. Escucho el leve zumbido de que Liam subió su ventanilla...
–Lo siento Sarah, no podremos pasar para el otro lado de la ciudad ahora– dijo, mirando hacia mi lado. Noté su mueca debajo del lazo izquierdo de su labio, pero supuse que era porque quizá tendría que encontrar un hotel dónde dejarme, o algo así, ya que supongo que él tendrá cosas que hacer hoy, y yo no puedo ir a mi casa, ni si quiera a la de Molly, mi hermana, y temo de que si voy caminando, o me hunda en la nieve, o me desmaye de la fiebre... es que tenía tanto frío.
–Estaremos en casa hasta que habiliten el paso nuevamente, ¿está bien?– y me quedé atónita a su propuesta. Estaríamos en su casa. Todo el día. Y yo me sentía en verdad, muy enferma.
–Si tenes que hacer cosas, o quizá no quieres que esté contigo puedes llevarme hasta un hotel, no es un problema para mí– dije, lo más suave que pude. Es que odiaba que sea todo el tiempo tan cordial conmigo, ¿a veces olvidaba todo lo que había pasado la última vez que se fue?
–Vamos, Sarah, no te voy a dejar en un maldito hotel– contestó, e hizo marcha para atrás, apretando muy fuerte el volante.

por **melyrodriguezz** Lun 16 Feb 2015, 10:59 am

En una casa soloss hahaha
Pd: Nose pero creo que siempre mis comentarios salen cortos.

por **liamiamor** Jue 17 Sep 2015, 10:41 am

Capítulo 24

Over Again - Liam Payne & Sarah Hart -tú- - Página 6 Large

La verdad es que no me encontraba con ánimos para luchar por mi estadía, y aparte estaba fastidiada, y no me sentía bien, en realidad, me sentía muy mal. Podía sentir el sudor sobre mi piel a pesar de que estaba temblando de frío, y tenía tanto cansancio y dolor, a pesar de que haya dormido toda la noche... En fin, vencida, me apoyé en el respaldo de mi asiento de copiloto todo el viaje, casi deseando poder hundirme en él y poder escapar de esta situación. Al doblar una esquina, poniendo la punta de la torre Eiffel a nuestras espaldas, nos encontramos con el barrio de Liam, y así, con su preciosa casa. El motor se apagó, y él levantó el seguro, bajó tan rápido, que justo cuándo terminé de sacarme el cinturón de seguridad, el ya estaba abriendo mi puerta. Bajé un pie, y luego el otro, y un mareo terrible hizo que me tiemblen las piernas, traté de no caer apoyándome levemente en él, sólo un instante, hasta que todo vuelva a su lugar nuevamente, pero rápidamente el me tomó de la cintura.
–Wow, Sarah, te pusiste más blanca que la nieve–dijo cerrando finalmente la puerta de su Jeep, al mismo tiempo que me sostuvo de la cintura
–Lo siento– dije, apoyando mis labios, apretándolos fuertemente, sobre el costado del dorso de mi mano, teniéndola en un puño sosteniendo la manga de mi abrigo– Me siento mal– dije al fin, tratando que las náuseas se vayan.
–Vayamos dentro– dijo, aún sin soltarme, y secretamente, tampoco quería que lo haga. Era tan reconfortante tenerlo cerca, que no sabía si no sentía las piernas debido a su dosis, o a que había pescado una tremenda gripe.
Al entrar, me senté sobre el sofá, luego de que prácticamente él me haya dejado ahí, y el fue a poner en máximo nuevamente las estufas de las habitaciones, y luego volvió a prender la leña de la chimenea que se encontraba frente a mí. Apoyé mi frente en mi mano, tratando que el mal estar se neutralice al menos un poco, pero no estaba sobre mi poder. Liam se puso de cuclillas frente a mí, y tocó mi mejilla con el dorso de su mano. Nuestros ojos hicieron contacto, y puedo jurar que me podía quedar en ellos para siempre.
–Estás hirviendo, Sarah–dijo al fin, y casi se me sale una risa ya que él podría estar causando eso, en otras maneras, claro, y por un momento pensé qué podría ser si lo besaba, ¿cómo reaccionaría? Es que estábamos tan cerca que hasta podía oler su perfume, quizá todo esto lo esté pensando debido a la fiebre, o quizá ésta este destapando algo muy oculto en mí. Es que en momentos así, me olvido la razón estúpida por la cuál me dejó, por qué lo abandonó todo. Y aunque no me importaba, o quizá sí me importaba más de lo que yo pensaba, ésta parte "enamorada" de Liam había estado cautiva tanto tiempo dentro de mí, para no poder recordarlo aún en los días más fríos del invierno, o los días más cálidos de la primavera. Dios sabe que lo amo con todo mi corazón, pero el hueco que ha quedado en mi corazón desde el día que él se fue, nadie lo ha podido llenar, así que sólo empecé a ignorar aquél vacío y a seguir con mi vida sin si quiera mirar atrás, deseando que algún día el amor volviera a llegar solo por sí mismo. Aún seguía mirándolo a los ojos, deseando que no haya pasado más de un minuto, cuándo él baja su mirada, cómo si algo estuviese faltando, cómo si en alguna parte, él esté dolido, cómo si la luz de a rato se apagase de su alma, <> o al menos así lo quise interpretar yo. El teléfono timbró, yéndose de aquí, rompiendo nuestro más diminuto y estúpido momento que sólo yo sabía que estábamos teniendo. Levanté mis pies para poder abrazar mis rodillas, y contemplé el fuego. Liam volvió al poco tiempo con una manta en sus manos, y una taza de té, junto a unas píldoras.
–Toma éstas una vez que termines el té, te hará sentir mejor– dijo, y colocó la manta sobre mis hombros luego de dejar unas aspirinas al frente mío.
–Gracias– dije, sonriendo levemente y tomando la taza con mis dos manos. Liam andaba por ahí, iba y venía, y me extrañaba cómo de un segundo al otro podía cambiar mis pensamientos de pensar a aceptar esto de estar a su al rededor a ver cómo estaré luciendo como una terrible patética. Luego de tomar las aspirinas, quedé totalmente dormida en el sofá que parecía abrazarme.

por **melyrodriguezz** Sáb 25 Jun 2016, 6:02 pm

hola, tenia tiempo sin pasarme por aqui.
No se si vas a seguir actualizando porque ya ha pasado muchos meses desde la ultima vez que subiste.
Pero quiero decir que me ha encantado y si la has subido en algun otro lugar por favor dime porque siempre me ha interesado seguir leyendo esta novela.

por **Valerie.** Mar 28 Jun 2016, 2:44 pm

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Esperando.

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