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The Marriage Bargain [Nick&Tu] A D A P T A C I O N.
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: The Marriage Bargain [Nick&Tu] A D A P T A C I O N.
ESTOY ESPERANDO ESE FINAAAAAAAAAAAAAAAAAL !!!!
me muero por leerlo :L
me muero por leerlo :L
Ciin :)
Re: The Marriage Bargain [Nick&Tu] A D A P T A C I O N.
LittleRock escribió:¿Porque coño actualizas tan rápido que cuando termino de leer un capítulo ya subiste 546546516165416515 más? Okya, perdón por lo de coño, pero veo muchos vídeos de elrubius(?)
Jamás escribí un comentario tan caca como este, pero tengo miedo de que mientras escribas subas el último u.u ¡síguela! No puedo creer que otra novela este por terminar D:
jajajajaja xDD es que soy coñamente(??) rapida actualizando (?) yayaya ponte atenta porque ahora subire al capi final :c
VaaalM
Re: The Marriage Bargain [Nick&Tu] A D A P T A C I O N.
aaaaa me vuuelvoo loooccaaaaaaaaaaaaaaaaa
Ciin :)
Re: The Marriage Bargain [Nick&Tu] A D A P T A C I O N.
Lei cada uno de sus comentarios, enserio gracias por comentar, saber que esta novela les encanto me pone tremendamente feliz :') ahora ha llegado a su final pero bueno :/ :c Disfruten este ultimo capitulo *o*
Capitulo 11.
Dos semanas.
Nick miraba por la ventana en la cocina. Old Yeller estaba sentado a sus pies. Con una taza de café humeante, a su lado.
Deambuló sus días como un fantasma. El trabajo lo mantuvo ocupado, por lo que vertió toda su energía en sus diseños, después se arrojaba y giraba en cama toda la noche. Pensando en ______ y su bebé.
El timbre sonó.
Sacudió la cabeza y se dirigió hacia la puerta. Jim y María McKenzie estaban afuera.
La pena le sobrevino en sus figuras familiares, pero empujó la emoción atrás y abrió la puerta.
—Jim, María, ¿qué están haciendo aquí?
Asumió que venían por una razón, a destruirlo por completo. Se preparó para las lágrimas y súplicas de María por su feto. Esperó que Jim lo golpeara y maldijera por lastimar a su niña.
Nick enderezó la columna vertebral y se dispuso a tomarlo todo.
Se sorprendió de que esperaran tanto. Diablos, tal vez la ira de sus padres podría ayudar. Él necesitaba sentir algo, incluso le daría la bienvenida al dolor. Finalmente, necesitaría contactar con ella en relación con el resto del contrato y ver lo que podría extraer por el bien de la imagen. Se preguntó qué cuento se habría inventado acerca de él para sus padres.
—¿Podemos entrar? —preguntó María.
—Por supuesto.
Los llevó a la cocina. Old Yeller se escabulló detrás de la cortina, todavía no está acostumbrado a la gente desconocida. Nick le dio una palmada ausente en la cabeza antes de recuperar dos tazas.
—Tengo café o té.
—Café, por favor —dijo Jim. María declinó la invitación y ambos se sentaron. Nick se ocupó en recuperar la crema y el azúcar, y trató de ignorar el nudo en el estómago.
—Estoy suponiendo que están aquí para hablar de ______—comenzó.
Jim y María intercambiaron una extraña mirada.
—Sí, ha estado evitándonos, Nicholas. Pensamos que algo está mal. Ella no responde nuestras llamadas telefónicas. Visitamos la tienda para asegurarnos de que todo estaba bien, pero se excusó y se deshizo de nosotros.
Jim asintió.
—No ha hablado con su hermano o Izzy y Glen. Decidimos venir por nosotros mismos y hablar con ella. Dinos, Nick. ¿Tienen problemas? ¿Dónde está?
La extraña sensación de la Dimensión Desconocida de la escena hizo a su cabeza girar. Nick miró a la pareja mayor en su mesa de la cocina y se preguntó qué diablos iba a decirle. ______ no les había hablado del bebé. O de su ruptura. Obviamente, ella no sabía cómo manejar la situación.
Nick reprimió un gemido de agonía. No podía confesarles lo que había sucedido. Ellos no eran su familia. No eran su responsabilidad.
—Um, creo que puede haber algo que hacer en BookCrazy. Noche de poesía.
María apretó los dedos alrededor de él. La mezcla de fuerza y dulzura le dio ganas de llorar. Sus ojos se llenaron de preocupación.
—No más mentiras. Eres parte de la familia ahora. Dinos la verdad.
Sus palabras sacudieron el cerrojo de la caja profunda en su interior. Familia. Ella seguía creyendo que era parte de la familia. Si sólo fuera la verdad y su esposa no lo hubiera traicionado. Nick inclinó su cabeza. Las palabras se escaparon de su boca antes de controlarse.
—Terminamos.
María contuvo el aliento. Él imaginó a Jim mirándolo con odio. Nick se rindió a lo inevitable. Era hora de confesar sus pecados. Cada uno de ellos. El truco cuidadosamente planeado se derrumbó delante de él, y se dio cuenta de que necesitaba dar un salto a sí mismo. Era hora de que su familia supiera la verdad.
—¿Qué pasó? —preguntó María tiernamente.
Nick se soltó y levantó, yendo y viniendo mientras luchaba por las palabras.
—_______ me dijo que ella va a tener a nuestro bebé. —Cerró sus ojos ante la alegría inmediata que surgió en sus rostros—. Pero le dije que yo no lo quería.
Levantó el mentón y se negó a alejarse. El familiar hielo envuelto a su alrededor protectoramente.
—Le advertí desde un principio que no puedo ser padre.
María lo miró con todo el entendimiento en el mundo.
—Nick, ¿por qué dices tal cosa? Serás un maravilloso padre. Cariñoso, serio y tienes mucho que dar.
Él sacudió su cabeza.
—No, no lo soy. Te equivocas. —Las palabras de la traición de _______ se cernían en sus labios pero las mordió de regreso. Se negó a romper los corazones de sus padres por hablarles de su matrimonio sin amor—. Hay otras razones personales, María. Cosas que no puedo discutir. Cosas que no podría ser capaz de perdonar.
—Estás equivocado, Nicholas —dijo Jim suavemente—. Siempre hay espacio para el perdón. Si se aman. Yo traicioné la confianza de mis hijos. Mi esposa. Hui y le di la espalda a todos los que prometí que querría. Pero ellos me perdonaron, y estamos juntos de nuevo.
María asintió.
—El matrimonio es complicado. Las personas cometen errores. A veces hacemos cosas terribles. Sin embargo, los votos que dijeron abarcaban buenas y malas épocas.
Nick se atragantó con el nudo en su garganta.
—No tengo el poder para resistir las dificultades. Soy como mi padre. Va por la esposa número cuatro, y sólo se preocupa por sí mismo. No puedo soportar lastimar a un niño inocente. No hay nada peor que no ser querido.
Se preparó para el desprecio y el impacto. En cambio, María se rió y cruzó la habitación para tomarlo en sus brazos con un apretado abrazo.
—Oh, Nicholas, ¿cómo es posible que digas eso? ¿No recuerdas con qué frecuencia te colabas en mi casa a robar galletas y vigilar a tu hermana? Eres cariñoso, todo hombre y no como tu padre. Veo eso cada vez que miras a mi hija, y tu amor por ella brilla en tus ojos. —Nick se aclaró la garganta—. Eres un hombre independiente, Nick. Cometes tus propios errores y elecciones. No vayas a culpar a algo en los genes o esconderte detrás de excusas. Eres mejor que eso. —María ahuecó su cara con sus manos. Sus ojos reflejaron amor, humor y entendimiento—. Un hombre como tu padre nunca podría habernos dado un regalo tan generoso. El dinero que _______ y tú nos disteis nos permitió seguir cuidando de nuestros hijos y mantener nuestra casa.
Nick frunció el ceño.
—¿Dinero?
Ella sacudió su cabeza.
—Sé que _______ dijo que era una condición que nunca lo mencionáramos, pero en realidad, querido, debes saber lo agradecidos que estamos.
Jugó a lo largo, mientras su estomago gritaba la respuesta que era la pieza final al rompecabezas de su esposa.
—Sí, por supuesto, fue un placer. Si lo usaron para…
María ladeó su cabeza.
—Para salvar nuestra casa, por supuesto. Ahora, Jim y yo podemos encargarnos de las facturas y el mantenimiento. Finalmente tenemos una oportunidad. Y esto es todo por ti.
El rompecabezas yacía frente a él vibrante y claro como el cristal. Completamente. El dinero con el que se había burlado de ella no había ido a su negocio. Ella había mentido y salvado la casa de su familia. Esa era la razón por la que se casó con él.
Ella había tratado de obtener el préstamo por su cafetería, pero fue rechazado. Ahora entendía por qué _______ nunca le había dicho la verdad. ¿Cómo podría? Él nunca le ofreció un lugar seguro para confesarle su verdad. Ella se negó a dejarlo compadecerse de ella o su familia, o incluso mantener algo sobre su cabeza. Ella se hizo cargo por su cuenta, porque _______ lucharía hasta la muerte por cualquier persona a la que amara. Ella era la más leal, compresiva, testaruda, y apasionada mujer que había conocido en su vida, y estaba locamente enamorado de ella.
La verdad pulsó en cada musculo de su cuerpo. Ella no le había mentido acerca del bebé. No había tratado de quedar embarazada.
De alguna manera, había sucedido, pero ella había sido estúpida al creer en él lo suficiente y decirle la verdad, o tratar de explicar. En realidad ella creyó lo suficiente en él para pensar que estaría feliz por el bebé.
Y él la traicionó. Eligiendo creer en los comentarios venenosos de Gabriella y su padre sobre la mujer que lo amaba.
Por primera vez desde su epifanía, se preguntó si alguna vez lo perdonaría.
Miró a María. Esta mujer que había dado a su hija no sólo la fuerza para luchar por lo que creía, sino un corazón que daba amor incondicionalmente. Un corazón que él rezó para que diera segundas oportunidades.
Él pensó en su padre y sus muchas mujeres. Pensó en lo duro que había trabajado para evitar cualquier sentimiento fuerte para no ser herido de la forma en que sus padres le habían herido. La manera en que su relación había herido a todos a su alrededor.
El rayo atravesó la habitación y lo traspasó hasta la medula.
Se dio cuenta que si seguía en el mismo camino, sería exactamente igual que su padre. Nick aplastó sus dedos en un apretado puño. Por cultivar el distanciamiento en sus relaciones para evitar el dolor, creando un hombre hermético. Pero esas acciones habían causado más dolor a la mujer que amaba del que nadie merecía. Era un maldito cobarde que lastimaba a las personas porque se preocupaba por sí mismo.
Interiormente, el miedo todavía se aferraba a él con una rigidez que se había criado en los últimos años. Pero por la primera vez, quería intentarlo. Quería darle lo que ella necesitaba. Quería ser un padre, un esposo, un amigo. Quería protegerla, cuidarla y vivir el resto de sus días con ella. Quizás si le hubiera dado todo lo que tenía, todo lo que era, sería suficiente para ella.
El último muro alrededor de su corazón se estremeció. Se derrumbó. Y se rompió.
De alguna manera _______ creía que era suficiente porque lo amaba.
Sus manos temblaron mientras apretaba los dedos de María.
—Tengo que hablar con ella.
María asintió.
—Ve a hacer lo correcto.
Enderezó su columna y enfrentó a su suegro a través de la habitación.
—La jodí, también. Sólo puedo esperar que me perdone. Pero voy a intentarlo.
Jim sonrió.
—Lo harás, hijo.
Nick miró abajo hacia el feo sabueso que había comenzado a amar.
—Creo que tengo una idea.
* * *
Maggie bajó una humeante taza de té herbal y retiró rápidamente el cappuccino que había tentado a _______ los últimos minutos.
—Sin cafeína. El té tiene antioxidantes.
Ella sonrió débilmente.
—Sí, mamá. Pero no creo en un café moka cuando pienso que esté agotada no me va a causar ningún daño.
—La cafeína impide el crecimiento del bebé.
—Lo mismo hace el estrés y no conseguir suficiente dinero para mantener un bebé.
—Hmm, deben ser las hormonas. Estás definitivamente malhumorada.
—¡Maggs!
Su amiga lanzó una sonrisa y arrancó la tapa del té.
—Me gusta molestarte. Asegúrate de no convertirte en una de esas lunáticas heroínas trágicas como a las que a ti te gusta tanto leer.
—Jódete.
—Mejor.
_______ levantó la vista hacia ella con verdadero afecto. Ella iba a estar bien. Después de dos semanas lejos de Nicholas, cada día se convertía en una prueba de fuerza y fortaleza que era demasiado testaruda para no reconocer. Ella había mantenido en secreto la noticia a su familia, pero planeaba revelar la verdad ese fin de semana. Maggie la ayudaría. Y a pesar de que no había conseguido el préstamo para la librería, BookCrazy estaba en un crecimiento constante. Ella sobreviviría.
_______ repitió el mantra cada hora de cada día que pasó lejos del hombre que amaba mientras su bebé crecía en su vientre. Él había tomado su decisión y ella necesitaba enfrentar la realidad.
—El conde me llevó a cenar la otra noche.
Distraída por un buen chisme, _______ sonrió y estudió a su amiga.
—¿Y no me lo dijiste?
Maggie se encogió de hombros.
—Nos enfrentamos. Todo lo que hizo fue hablar de ti. Él está enamorado de ti, _______.
_______ se rió.
—Confía en mí. No hay chispa y nunca la habrá. —Ella chasqueó su lengua con interés—.Ustedes se pelearon. ¿Eh? Es posible que por fin hayas encontrado la horma de tu zapato.
Maggie resopló.
—Eso es ridículo.
Ella frunció los labios con interés.
—Él puede ser el único hombre que consiga manejarte, Maggs.
—El embarazo está deformando tu cerebro.
Por un momento, _______ alcanzó a ver pesar brillando en los ojos de Maggie. Ella abrió la boca para decir algo, pero los poetas se alinearon y tomaron sus asientos.
La melancólica música deprimente tocaba a través de los altavoces para ajustar el tono. Las luces eran tenues, la oscuridad cayó fuera. Un zumbido de energía creativa llenaba la habitación mientras los poetas comenzaron a recitar sus pensamientos y sueños en el micrófono. Ella agarró un cuaderno cerca de su pecho mientras miraba a un lado, y se dejó caer de nuevo en el redil de las imágenes reconfortantes. Cerró sus ojos y dejó que sus sentidos se hicieran cargo, agudizando, juzgando, cuando las imágenes fluyeron a través de su mente mientras se filtraban y se mezclaban como óleos en un lienzo.
Hubo una breve pausa mientras los poetas cambiaban.
Entonces ella escuchó la voz.
Al principio, su mente estaba abierta al profundo, y ronco tono del hombre que leía en el micrófono. Cuando su corazón la relacionó, se quedó sin aliento, un miedo indefinible la llenó. Su respiración se enganchó.
Lentamente, se obligó a mirar al poeta que estaba en el escenario.
Su esposo.
Al principio, pensó que su visión le estaba engañando. El Nick Jonas que ella conocía no existía en el escenario. En cambio, un extraño estaba frente a ella.
Estaba vestido completamente del equipo de los Mets. Una gorra azul y naranja estaba hacia atrás sobre su cabeza donde unos extraviados rizos rubios se escaparon. Llevaba una camiseta de los Mets, pantalones vaqueros, y zapatillas deportivas. Sostenía una cadena de color naranja en su mano, y ella vio a Old Yeller sentado a su lado con una tranquila dignidad especialmente de los de pura raza y no de perros callejeros. El perro llevaba un pañuelo de los Mets alrededor del cuello. Una oreja torcida en un ángulo roto. Su cola no se meneaba. Sin embargo sus ojos no mantenían la mirada encantada que ella por lo general asociaba con sus perros entrenados. Apuntalado delante de sus patas delanteras, un cartel mostraba las palabras: VUELVE A CASA.
Ella parpadeó una vez, dos veces, entonces se dio cuenta que la escena frente a ella era real.
Nick mantenía una hoja de papel de cuaderno entre sus dedos. Aclaró su garganta. Ella mantuvo su respiración mientras su voz se dispersaba a través del micrófono y llegaba a sus oídos.
—No soy un poeta. Pero mi esposa sí. Ella me enseñó a buscar lo extraordinario en la simplicidad. Me enseñó acerca de los sentimientos, la verdad, y las segundas oportunidades. Verás, nunca me di cuenta de que una persona podía seguir dando todo sin pensar en tomar. _______, cambiaste mi vida, pero tenía demasiado miedo para tender la mano a ello. Creí que no era lo suficientemente bueno. Ahora me doy cuenta de la verdad.
_______ cerró los ojos con desesperación mientras lágrimas se filtraban de sus ojos. La mano de Maggie agarró la suya. Su esposo quería que volviera. Pero, elegir ese camino era como el famoso poema, un factor desconocido. Ella entendió mejor su oscuridad, sabía que si volvía con él estaría a salvo. Ella lo haría por su cuenta. La oscuridad le hizo señas como una vieja amiga. En ese momento, ella tenía su propia elección. Y que Dios la ayudara, no tenía fuerza para intentarlo de nuevo.
Abrió sus ojos.
Bajos murmullos y comentarios llegaron hasta sus oídos. Se quedó mirando al hombre que amaba y esperó que hablara.
—Te amo, _______. Te quiero y quiero a nuestro bebé. Quiero a este ridículo perro de caza porque he llegado a amarlo también. También me di cuenta de lo que no quiero. No quiero vivir mi vida sin ti. No quiero estar solo nunca más. Y no quiero creer que no merezco tenerte. Y juro a Dios, que pasaré el resto de mi vida haciendo esto por ti.
Su labio inferior tembló.
La mano de Maggie apretó las suyas.
—¿Lo sigues amando?
Se ahogó con su respuesta.
—Me temo que no puedo hacerlo más.
Los ojos de Maggie ardían con una ferocidad que arrojaba chispas.
—Sí, puedes. Puedes hacerlo de nuevo, y otra y otra vez. Si lo amas lo suficiente.
Su esposo dio un paso hacia abajo del micro y se dirigió hacia ella. El muro cuidadosamente construido se sacudió en sus cimientos.
—Siempre fuiste tú. Me has hecho sentirme completo de nuevo.
Y entonces, se arrodilló ante ella y puso sus manos contra su vientre.
—Mi bebé —susurró—. Tenía miedo de no tener nada que dar. Pero tengo. Y quiero dártelo todo a ti.
El muro tembló con una fuerza demoledora y se estrelló alrededor de ella.
_______ hizo su elección.
Lo levantó y entró en sus brazos. Él la mantuvo cerca, su boca en su oído, sus manos alrededor de su espalda, mientras susurraba su promesa de nunca herirla de nuevo. Una ronda de aplausos rompió el silencio, con gritos fuertes y choques de manos.
Maggie sonrió.
—Ya era hora de que entrarás en razón, hermano mayor.
Nicholas tomó a su hermana y la atrajo dentro del abrazo. Su cara reflejaba una ligereza y paz que _______ había vislumbrado antes, pero nunca había visto brillar.
—Espero que sepas que tengo la intención de ser madrina de este bebé.
_______ se rió.
—Dios nos ayude si es una niña. Irá vestida con ropa de cuero para bebé y llevará ropa interior explosiva.
—Y si es un niño, le enseñaré la manera apropiada de hacer feliz a una mujer.
Nick puso un beso en los labios de su esposa.
—Oh, tendrás ambos, Maggs. Creo que voy a llevar a mi esposa a casa y comenzar a practicar en un segundo.
Los ojos de _______ se agrandaron.
—¿Un segundo? Primero tengo que superar las náuseas matutinas, el aumento de peso y el parto.
—Pan comido. Voy a estar allí durante todo el asunto.
—Sólo si vistes esa camiseta de los Mets.
Nick sonrió.
—En realidad, he pensado en tus argumentos sobre el tema. Puede que tengas razón. Quizás los Mets merecen otro aficionado en su campo.
Ella levantó sus ojos hacia el cielo.
—Gracias, Madre Tierra —susurró.
_______ tomó nota mentalmente para darle el libro de hechizos a Maggie. Algo le dijo que la vida de Maggie estaba a punto de cambiar. Y necesitaría toda la ayuda que pudiera conseguir.
Como si supiera lo que estaba pensando, Nick la besó.
—Vamos a casa.
Ella envolvió sus brazos alrededor de él y le permitió conducirla de nuevo a la luz.
Fin
Capitulo 11.
Dos semanas.
Nick miraba por la ventana en la cocina. Old Yeller estaba sentado a sus pies. Con una taza de café humeante, a su lado.
Deambuló sus días como un fantasma. El trabajo lo mantuvo ocupado, por lo que vertió toda su energía en sus diseños, después se arrojaba y giraba en cama toda la noche. Pensando en ______ y su bebé.
El timbre sonó.
Sacudió la cabeza y se dirigió hacia la puerta. Jim y María McKenzie estaban afuera.
La pena le sobrevino en sus figuras familiares, pero empujó la emoción atrás y abrió la puerta.
—Jim, María, ¿qué están haciendo aquí?
Asumió que venían por una razón, a destruirlo por completo. Se preparó para las lágrimas y súplicas de María por su feto. Esperó que Jim lo golpeara y maldijera por lastimar a su niña.
Nick enderezó la columna vertebral y se dispuso a tomarlo todo.
Se sorprendió de que esperaran tanto. Diablos, tal vez la ira de sus padres podría ayudar. Él necesitaba sentir algo, incluso le daría la bienvenida al dolor. Finalmente, necesitaría contactar con ella en relación con el resto del contrato y ver lo que podría extraer por el bien de la imagen. Se preguntó qué cuento se habría inventado acerca de él para sus padres.
—¿Podemos entrar? —preguntó María.
—Por supuesto.
Los llevó a la cocina. Old Yeller se escabulló detrás de la cortina, todavía no está acostumbrado a la gente desconocida. Nick le dio una palmada ausente en la cabeza antes de recuperar dos tazas.
—Tengo café o té.
—Café, por favor —dijo Jim. María declinó la invitación y ambos se sentaron. Nick se ocupó en recuperar la crema y el azúcar, y trató de ignorar el nudo en el estómago.
—Estoy suponiendo que están aquí para hablar de ______—comenzó.
Jim y María intercambiaron una extraña mirada.
—Sí, ha estado evitándonos, Nicholas. Pensamos que algo está mal. Ella no responde nuestras llamadas telefónicas. Visitamos la tienda para asegurarnos de que todo estaba bien, pero se excusó y se deshizo de nosotros.
Jim asintió.
—No ha hablado con su hermano o Izzy y Glen. Decidimos venir por nosotros mismos y hablar con ella. Dinos, Nick. ¿Tienen problemas? ¿Dónde está?
La extraña sensación de la Dimensión Desconocida de la escena hizo a su cabeza girar. Nick miró a la pareja mayor en su mesa de la cocina y se preguntó qué diablos iba a decirle. ______ no les había hablado del bebé. O de su ruptura. Obviamente, ella no sabía cómo manejar la situación.
Nick reprimió un gemido de agonía. No podía confesarles lo que había sucedido. Ellos no eran su familia. No eran su responsabilidad.
—Um, creo que puede haber algo que hacer en BookCrazy. Noche de poesía.
María apretó los dedos alrededor de él. La mezcla de fuerza y dulzura le dio ganas de llorar. Sus ojos se llenaron de preocupación.
—No más mentiras. Eres parte de la familia ahora. Dinos la verdad.
Sus palabras sacudieron el cerrojo de la caja profunda en su interior. Familia. Ella seguía creyendo que era parte de la familia. Si sólo fuera la verdad y su esposa no lo hubiera traicionado. Nick inclinó su cabeza. Las palabras se escaparon de su boca antes de controlarse.
—Terminamos.
María contuvo el aliento. Él imaginó a Jim mirándolo con odio. Nick se rindió a lo inevitable. Era hora de confesar sus pecados. Cada uno de ellos. El truco cuidadosamente planeado se derrumbó delante de él, y se dio cuenta de que necesitaba dar un salto a sí mismo. Era hora de que su familia supiera la verdad.
—¿Qué pasó? —preguntó María tiernamente.
Nick se soltó y levantó, yendo y viniendo mientras luchaba por las palabras.
—_______ me dijo que ella va a tener a nuestro bebé. —Cerró sus ojos ante la alegría inmediata que surgió en sus rostros—. Pero le dije que yo no lo quería.
Levantó el mentón y se negó a alejarse. El familiar hielo envuelto a su alrededor protectoramente.
—Le advertí desde un principio que no puedo ser padre.
María lo miró con todo el entendimiento en el mundo.
—Nick, ¿por qué dices tal cosa? Serás un maravilloso padre. Cariñoso, serio y tienes mucho que dar.
Él sacudió su cabeza.
—No, no lo soy. Te equivocas. —Las palabras de la traición de _______ se cernían en sus labios pero las mordió de regreso. Se negó a romper los corazones de sus padres por hablarles de su matrimonio sin amor—. Hay otras razones personales, María. Cosas que no puedo discutir. Cosas que no podría ser capaz de perdonar.
—Estás equivocado, Nicholas —dijo Jim suavemente—. Siempre hay espacio para el perdón. Si se aman. Yo traicioné la confianza de mis hijos. Mi esposa. Hui y le di la espalda a todos los que prometí que querría. Pero ellos me perdonaron, y estamos juntos de nuevo.
María asintió.
—El matrimonio es complicado. Las personas cometen errores. A veces hacemos cosas terribles. Sin embargo, los votos que dijeron abarcaban buenas y malas épocas.
Nick se atragantó con el nudo en su garganta.
—No tengo el poder para resistir las dificultades. Soy como mi padre. Va por la esposa número cuatro, y sólo se preocupa por sí mismo. No puedo soportar lastimar a un niño inocente. No hay nada peor que no ser querido.
Se preparó para el desprecio y el impacto. En cambio, María se rió y cruzó la habitación para tomarlo en sus brazos con un apretado abrazo.
—Oh, Nicholas, ¿cómo es posible que digas eso? ¿No recuerdas con qué frecuencia te colabas en mi casa a robar galletas y vigilar a tu hermana? Eres cariñoso, todo hombre y no como tu padre. Veo eso cada vez que miras a mi hija, y tu amor por ella brilla en tus ojos. —Nick se aclaró la garganta—. Eres un hombre independiente, Nick. Cometes tus propios errores y elecciones. No vayas a culpar a algo en los genes o esconderte detrás de excusas. Eres mejor que eso. —María ahuecó su cara con sus manos. Sus ojos reflejaron amor, humor y entendimiento—. Un hombre como tu padre nunca podría habernos dado un regalo tan generoso. El dinero que _______ y tú nos disteis nos permitió seguir cuidando de nuestros hijos y mantener nuestra casa.
Nick frunció el ceño.
—¿Dinero?
Ella sacudió su cabeza.
—Sé que _______ dijo que era una condición que nunca lo mencionáramos, pero en realidad, querido, debes saber lo agradecidos que estamos.
Jugó a lo largo, mientras su estomago gritaba la respuesta que era la pieza final al rompecabezas de su esposa.
—Sí, por supuesto, fue un placer. Si lo usaron para…
María ladeó su cabeza.
—Para salvar nuestra casa, por supuesto. Ahora, Jim y yo podemos encargarnos de las facturas y el mantenimiento. Finalmente tenemos una oportunidad. Y esto es todo por ti.
El rompecabezas yacía frente a él vibrante y claro como el cristal. Completamente. El dinero con el que se había burlado de ella no había ido a su negocio. Ella había mentido y salvado la casa de su familia. Esa era la razón por la que se casó con él.
Ella había tratado de obtener el préstamo por su cafetería, pero fue rechazado. Ahora entendía por qué _______ nunca le había dicho la verdad. ¿Cómo podría? Él nunca le ofreció un lugar seguro para confesarle su verdad. Ella se negó a dejarlo compadecerse de ella o su familia, o incluso mantener algo sobre su cabeza. Ella se hizo cargo por su cuenta, porque _______ lucharía hasta la muerte por cualquier persona a la que amara. Ella era la más leal, compresiva, testaruda, y apasionada mujer que había conocido en su vida, y estaba locamente enamorado de ella.
La verdad pulsó en cada musculo de su cuerpo. Ella no le había mentido acerca del bebé. No había tratado de quedar embarazada.
De alguna manera, había sucedido, pero ella había sido estúpida al creer en él lo suficiente y decirle la verdad, o tratar de explicar. En realidad ella creyó lo suficiente en él para pensar que estaría feliz por el bebé.
Y él la traicionó. Eligiendo creer en los comentarios venenosos de Gabriella y su padre sobre la mujer que lo amaba.
Por primera vez desde su epifanía, se preguntó si alguna vez lo perdonaría.
Miró a María. Esta mujer que había dado a su hija no sólo la fuerza para luchar por lo que creía, sino un corazón que daba amor incondicionalmente. Un corazón que él rezó para que diera segundas oportunidades.
Él pensó en su padre y sus muchas mujeres. Pensó en lo duro que había trabajado para evitar cualquier sentimiento fuerte para no ser herido de la forma en que sus padres le habían herido. La manera en que su relación había herido a todos a su alrededor.
El rayo atravesó la habitación y lo traspasó hasta la medula.
Se dio cuenta que si seguía en el mismo camino, sería exactamente igual que su padre. Nick aplastó sus dedos en un apretado puño. Por cultivar el distanciamiento en sus relaciones para evitar el dolor, creando un hombre hermético. Pero esas acciones habían causado más dolor a la mujer que amaba del que nadie merecía. Era un maldito cobarde que lastimaba a las personas porque se preocupaba por sí mismo.
Interiormente, el miedo todavía se aferraba a él con una rigidez que se había criado en los últimos años. Pero por la primera vez, quería intentarlo. Quería darle lo que ella necesitaba. Quería ser un padre, un esposo, un amigo. Quería protegerla, cuidarla y vivir el resto de sus días con ella. Quizás si le hubiera dado todo lo que tenía, todo lo que era, sería suficiente para ella.
El último muro alrededor de su corazón se estremeció. Se derrumbó. Y se rompió.
De alguna manera _______ creía que era suficiente porque lo amaba.
Sus manos temblaron mientras apretaba los dedos de María.
—Tengo que hablar con ella.
María asintió.
—Ve a hacer lo correcto.
Enderezó su columna y enfrentó a su suegro a través de la habitación.
—La jodí, también. Sólo puedo esperar que me perdone. Pero voy a intentarlo.
Jim sonrió.
—Lo harás, hijo.
Nick miró abajo hacia el feo sabueso que había comenzado a amar.
—Creo que tengo una idea.
* * *
Maggie bajó una humeante taza de té herbal y retiró rápidamente el cappuccino que había tentado a _______ los últimos minutos.
—Sin cafeína. El té tiene antioxidantes.
Ella sonrió débilmente.
—Sí, mamá. Pero no creo en un café moka cuando pienso que esté agotada no me va a causar ningún daño.
—La cafeína impide el crecimiento del bebé.
—Lo mismo hace el estrés y no conseguir suficiente dinero para mantener un bebé.
—Hmm, deben ser las hormonas. Estás definitivamente malhumorada.
—¡Maggs!
Su amiga lanzó una sonrisa y arrancó la tapa del té.
—Me gusta molestarte. Asegúrate de no convertirte en una de esas lunáticas heroínas trágicas como a las que a ti te gusta tanto leer.
—Jódete.
—Mejor.
_______ levantó la vista hacia ella con verdadero afecto. Ella iba a estar bien. Después de dos semanas lejos de Nicholas, cada día se convertía en una prueba de fuerza y fortaleza que era demasiado testaruda para no reconocer. Ella había mantenido en secreto la noticia a su familia, pero planeaba revelar la verdad ese fin de semana. Maggie la ayudaría. Y a pesar de que no había conseguido el préstamo para la librería, BookCrazy estaba en un crecimiento constante. Ella sobreviviría.
_______ repitió el mantra cada hora de cada día que pasó lejos del hombre que amaba mientras su bebé crecía en su vientre. Él había tomado su decisión y ella necesitaba enfrentar la realidad.
—El conde me llevó a cenar la otra noche.
Distraída por un buen chisme, _______ sonrió y estudió a su amiga.
—¿Y no me lo dijiste?
Maggie se encogió de hombros.
—Nos enfrentamos. Todo lo que hizo fue hablar de ti. Él está enamorado de ti, _______.
_______ se rió.
—Confía en mí. No hay chispa y nunca la habrá. —Ella chasqueó su lengua con interés—.Ustedes se pelearon. ¿Eh? Es posible que por fin hayas encontrado la horma de tu zapato.
Maggie resopló.
—Eso es ridículo.
Ella frunció los labios con interés.
—Él puede ser el único hombre que consiga manejarte, Maggs.
—El embarazo está deformando tu cerebro.
Por un momento, _______ alcanzó a ver pesar brillando en los ojos de Maggie. Ella abrió la boca para decir algo, pero los poetas se alinearon y tomaron sus asientos.
La melancólica música deprimente tocaba a través de los altavoces para ajustar el tono. Las luces eran tenues, la oscuridad cayó fuera. Un zumbido de energía creativa llenaba la habitación mientras los poetas comenzaron a recitar sus pensamientos y sueños en el micrófono. Ella agarró un cuaderno cerca de su pecho mientras miraba a un lado, y se dejó caer de nuevo en el redil de las imágenes reconfortantes. Cerró sus ojos y dejó que sus sentidos se hicieran cargo, agudizando, juzgando, cuando las imágenes fluyeron a través de su mente mientras se filtraban y se mezclaban como óleos en un lienzo.
Hubo una breve pausa mientras los poetas cambiaban.
Entonces ella escuchó la voz.
Al principio, su mente estaba abierta al profundo, y ronco tono del hombre que leía en el micrófono. Cuando su corazón la relacionó, se quedó sin aliento, un miedo indefinible la llenó. Su respiración se enganchó.
Lentamente, se obligó a mirar al poeta que estaba en el escenario.
Su esposo.
Al principio, pensó que su visión le estaba engañando. El Nick Jonas que ella conocía no existía en el escenario. En cambio, un extraño estaba frente a ella.
Estaba vestido completamente del equipo de los Mets. Una gorra azul y naranja estaba hacia atrás sobre su cabeza donde unos extraviados rizos rubios se escaparon. Llevaba una camiseta de los Mets, pantalones vaqueros, y zapatillas deportivas. Sostenía una cadena de color naranja en su mano, y ella vio a Old Yeller sentado a su lado con una tranquila dignidad especialmente de los de pura raza y no de perros callejeros. El perro llevaba un pañuelo de los Mets alrededor del cuello. Una oreja torcida en un ángulo roto. Su cola no se meneaba. Sin embargo sus ojos no mantenían la mirada encantada que ella por lo general asociaba con sus perros entrenados. Apuntalado delante de sus patas delanteras, un cartel mostraba las palabras: VUELVE A CASA.
Ella parpadeó una vez, dos veces, entonces se dio cuenta que la escena frente a ella era real.
Nick mantenía una hoja de papel de cuaderno entre sus dedos. Aclaró su garganta. Ella mantuvo su respiración mientras su voz se dispersaba a través del micrófono y llegaba a sus oídos.
—No soy un poeta. Pero mi esposa sí. Ella me enseñó a buscar lo extraordinario en la simplicidad. Me enseñó acerca de los sentimientos, la verdad, y las segundas oportunidades. Verás, nunca me di cuenta de que una persona podía seguir dando todo sin pensar en tomar. _______, cambiaste mi vida, pero tenía demasiado miedo para tender la mano a ello. Creí que no era lo suficientemente bueno. Ahora me doy cuenta de la verdad.
_______ cerró los ojos con desesperación mientras lágrimas se filtraban de sus ojos. La mano de Maggie agarró la suya. Su esposo quería que volviera. Pero, elegir ese camino era como el famoso poema, un factor desconocido. Ella entendió mejor su oscuridad, sabía que si volvía con él estaría a salvo. Ella lo haría por su cuenta. La oscuridad le hizo señas como una vieja amiga. En ese momento, ella tenía su propia elección. Y que Dios la ayudara, no tenía fuerza para intentarlo de nuevo.
Abrió sus ojos.
Bajos murmullos y comentarios llegaron hasta sus oídos. Se quedó mirando al hombre que amaba y esperó que hablara.
—Te amo, _______. Te quiero y quiero a nuestro bebé. Quiero a este ridículo perro de caza porque he llegado a amarlo también. También me di cuenta de lo que no quiero. No quiero vivir mi vida sin ti. No quiero estar solo nunca más. Y no quiero creer que no merezco tenerte. Y juro a Dios, que pasaré el resto de mi vida haciendo esto por ti.
Su labio inferior tembló.
La mano de Maggie apretó las suyas.
—¿Lo sigues amando?
Se ahogó con su respuesta.
—Me temo que no puedo hacerlo más.
Los ojos de Maggie ardían con una ferocidad que arrojaba chispas.
—Sí, puedes. Puedes hacerlo de nuevo, y otra y otra vez. Si lo amas lo suficiente.
Su esposo dio un paso hacia abajo del micro y se dirigió hacia ella. El muro cuidadosamente construido se sacudió en sus cimientos.
—Siempre fuiste tú. Me has hecho sentirme completo de nuevo.
Y entonces, se arrodilló ante ella y puso sus manos contra su vientre.
—Mi bebé —susurró—. Tenía miedo de no tener nada que dar. Pero tengo. Y quiero dártelo todo a ti.
El muro tembló con una fuerza demoledora y se estrelló alrededor de ella.
_______ hizo su elección.
Lo levantó y entró en sus brazos. Él la mantuvo cerca, su boca en su oído, sus manos alrededor de su espalda, mientras susurraba su promesa de nunca herirla de nuevo. Una ronda de aplausos rompió el silencio, con gritos fuertes y choques de manos.
Maggie sonrió.
—Ya era hora de que entrarás en razón, hermano mayor.
Nicholas tomó a su hermana y la atrajo dentro del abrazo. Su cara reflejaba una ligereza y paz que _______ había vislumbrado antes, pero nunca había visto brillar.
—Espero que sepas que tengo la intención de ser madrina de este bebé.
_______ se rió.
—Dios nos ayude si es una niña. Irá vestida con ropa de cuero para bebé y llevará ropa interior explosiva.
—Y si es un niño, le enseñaré la manera apropiada de hacer feliz a una mujer.
Nick puso un beso en los labios de su esposa.
—Oh, tendrás ambos, Maggs. Creo que voy a llevar a mi esposa a casa y comenzar a practicar en un segundo.
Los ojos de _______ se agrandaron.
—¿Un segundo? Primero tengo que superar las náuseas matutinas, el aumento de peso y el parto.
—Pan comido. Voy a estar allí durante todo el asunto.
—Sólo si vistes esa camiseta de los Mets.
Nick sonrió.
—En realidad, he pensado en tus argumentos sobre el tema. Puede que tengas razón. Quizás los Mets merecen otro aficionado en su campo.
Ella levantó sus ojos hacia el cielo.
—Gracias, Madre Tierra —susurró.
_______ tomó nota mentalmente para darle el libro de hechizos a Maggie. Algo le dijo que la vida de Maggie estaba a punto de cambiar. Y necesitaría toda la ayuda que pudiera conseguir.
Como si supiera lo que estaba pensando, Nick la besó.
—Vamos a casa.
Ella envolvió sus brazos alrededor de él y le permitió conducirla de nuevo a la luz.
Fin
VaaalM
Re: The Marriage Bargain [Nick&Tu] A D A P T A C I O N.
ya chicas, no saben los feliz que estoy de haber compartido esta nove con uds. :') apenas la leí durante el verano me encanto y tenia unas ganas inmensas de subirla aca para que uds la leyeran y se enamoraran tambien, asi que podria decir que podria tachar una meta ya cumplida en mi lista de metas (la cual ni tengo xD) Que esten bien y gracias a todas las que comentaron *o* y a las que no, tambien lol Saluditos y besosssss!!!!!
VaaalM
Re: The Marriage Bargain [Nick&Tu] A D A P T A C I O N.
awww me encanto!!
Al fin el cabeza dura de Nick cambio de actitud!!
Fue hermosa!!!
Gracias por subirla!!!
Al fin el cabeza dura de Nick cambio de actitud!!
Fue hermosa!!!
Gracias por subirla!!!
aranzhitha
Re: The Marriage Bargain [Nick&Tu] A D A P T A C I O N.
OMG !!!
literalmente estoy llorandooooooo.. como puede ser ?
fue realmente muy hermosooo..
en verdad nick fue un idiota... pero entro en razon y...
lo que hizo no puede ser mas tierno... yo tambien le hubiera dado otra oportunidad...
lo amee.. ame este final.. aunque me hubiera gustado que fue el bebe ;P
jajajajaja.. esta nove es de las mas hermosas que he leidooo :')
gracias por haberla subido y compartido con nosotras
literalmente estoy llorandooooooo.. como puede ser ?
fue realmente muy hermosooo..
en verdad nick fue un idiota... pero entro en razon y...
lo que hizo no puede ser mas tierno... yo tambien le hubiera dado otra oportunidad...
lo amee.. ame este final.. aunque me hubiera gustado que fue el bebe ;P
jajajajaja.. esta nove es de las mas hermosas que he leidooo :')
gracias por haberla subido y compartido con nosotras
Ciin :)
Re: The Marriage Bargain [Nick&Tu] A D A P T A C I O N.
awww que lindo final, no queria que terminara, queria deguir leyendo mas Siguelaaaa, ah no (? jajaja gracias por haberla subido, y si subes otra nada mas avisa, que tambien estare por alli :)
Pidgejonas
Re: The Marriage Bargain [Nick&Tu] A D A P T A C I O N.
:lloro:
awwwww que me encanto esta Novela
odio los finales
pero este fue un lindo y tierno final
continuaras con adaptaciones ???
awwwww que me encanto esta Novela
odio los finales
pero este fue un lindo y tierno final
continuaras con adaptaciones ???
Belencita
Re: The Marriage Bargain [Nick&Tu] A D A P T A C I O N.
:lloro: voy a llorar!!!!! :lloro: :lloro:
Dios!! Fue tan hermoso :lloro:
Me encanto la nove!!!!!!!!!
Lo que no me gusta, es que termino :lloro:
Pero bueno!!! Esperamos y sigas subiendo noves :D
Cuidate!! :bye:
Dios!! Fue tan hermoso :lloro:
Me encanto la nove!!!!!!!!!
Lo que no me gusta, es que termino :lloro:
Pero bueno!!! Esperamos y sigas subiendo noves :D
Cuidate!! :bye:
GlodDeJonas
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