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Vendida Al Jeque [Nick & Tu]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Vendida Al Jeque [Nick & Tu]
•Andre' de Jonas escribió:¡¡ S I G U E L A !! :enfadado:
Ayy... me dio miedo :lol: :lol: :lol: :lol:
Paciencia, mujer! Tranquilidad! :lol: :lol: :lol:
LittleVickJ♥
Re: Vendida Al Jeque [Nick & Tu]
BIENVENIDAS A LAS NUEVAS!!
Tengo una escusa! No quiero asesinatos! :zz: :zz:
He estaoo Muuuuuuuuu ocupá!! :zz: :zz: No pregunten :zz: :zz: xD
Nah!! de vdd!! me estan matando a examenes ¬¬
Hoy lo tuve de ingles, y no estudie, xk no me hacia falta, natuu ya me ponia a estudiar x msn ¬¬ Y mañana de e.f asi k de ese si tengo k estudiar :lol: :lol: :lol:
Pero como soy una vaga, una floja, y de todo, saco tiempo y os suboo!! :jeje: :jeje:
Naah mentira, yo soy mu honrá! :zz: :zz:
Pero intentare subir xk soy mu joven para morir, y me kede con la intriga! Asi k subire! (:
LAS KIEROOOOOOOOO!!!! :hug: :hug:
Y perenme un pokiiito! (:
Tengo una escusa! No quiero asesinatos! :zz: :zz:
He estaoo Muuuuuuuuu ocupá!! :zz: :zz: No pregunten :zz: :zz: xD
Nah!! de vdd!! me estan matando a examenes ¬¬
Hoy lo tuve de ingles, y no estudie, xk no me hacia falta, natuu ya me ponia a estudiar x msn ¬¬ Y mañana de e.f asi k de ese si tengo k estudiar :lol: :lol: :lol:
Pero como soy una vaga, una floja, y de todo, saco tiempo y os suboo!! :jeje: :jeje:
Naah mentira, yo soy mu honrá! :zz: :zz:
Pero intentare subir xk soy mu joven para morir, y me kede con la intriga! Asi k subire! (:
LAS KIEROOOOOOOOO!!!! :hug: :hug:
Y perenme un pokiiito! (:
LittleVickJ♥
Re: Vendida Al Jeque [Nick & Tu]
MiriamVespersGoodbye escribió:Ves brujita Aqui me tienes! Y mas te vale que subas Capitulo o sentiras los músculos de Nick golpeando tu rostro! Hahahaha OK NO!
Debí decir Nueva Lectora? Hahaha OK lo soy! Era fantasma! Haha
Haha en verdad ese Nicholas si que hace sentirme como una verdadera mujer! Dios es insaciable! Hahaha Ok ya me empiezo a proyectar!
Asi que sube Capitulo o no te presto a chizi hoy! :evil: quiero casarme con ese cuerpecito sexual! Hahaha OK NO!
Sube yaaaaaaa brujita!
Cenii :cheers: :cheers: :lol:
Chizi no :pale: :pale: A EL NO ME LO KITES!! :crybaby: :crybaby: :crybaby: :crybaby: :crybaby: :crybaby: :crybaby: :crybaby: no tiene la culpa :crybaby: :crybaby:
Y bue, en este caso... no se yo si subirte cap :fiu: :fiu: :fiu: xk como te calientes cualkiera aguanta luego tus preziozos tweets :fiu: :fiu: :risa: :risa: :risa: :risa:
Girls, ESTA NIÑA, es la k me pervierte :zz: :zz: :risa: :risa: :risa: :risa:
LoveUSis
LittleVickJ♥
Re: Vendida Al Jeque [Nick & Tu]
¬¬ y termine! SUBIRE TOOOODO LO K KEDA DE NOVE! (: (pa k no se kejen ¬¬ =P)
______ se sumergió en el baño que Nick le había preparado, aún asombrada por lo maravilloso que había sido con ella. No se había mostrado escandalizado por sus confesiones ni la había juzgado. Tan sólo se había mostrado muy comprensivo.
«Tal vez me ama de verdad».
______ sonrió ante aquel «tal vez». ¿Qué hacía falta para convencerla? Nick había pagado cinco millones de dólares por cenar con ella y quinientos por acostarse con ella. El deseo a secas no explicaba tales extravagancias.
Pero, probablemente, lo más encantador de todo era lo que Nick estaba haciendo en aquellos momentos. Cancelar su partida de cartas para poder estar con ella. ¡Qué romántico!
Rico se volvió hacia Renée tras colgar el teléfono.
—Nick acaba de cancelar la partida de esta noche —dijo, asombrado.
—¡Cielo santo! Eso sí que es una novedad. ¿Porqué?
—Ya conoces a Nick. No ha dado demasiadas explicaciones. Sólo ha dicho que le ha surgido un asunto personal.
—Alguna mujer, probablemente.
—Puede que por fin haya encontrado a la mujer que le haya hecho olvidar a su amor en Dubar.
—Tal vez...
—¿En qué estás pensando, Rico?
—¿Recuerdas que mencionaste que la semana anterior no lograbas localizar en ninguna parte a ______, y que cuando por fin has hablado con ella no te ha explicado claramente dónde había estado?
—No creerás...
—Sí lo creo.
—¡No!
—Nick no es un hombre que reconozca esa palabra —dijo Rico con ironía.
—No es el tipo de ______. Es demasiado macho.
—¿Apostamos?
Renée sonrió.
—Perderías.
—Apuesto a que se presenta mañana en las carreras con ella.
—¡Esa es una apuesta muy arriesgada! ¿Qué estás dispuesto a jugarte?
—El derecho a elegir el nombre de nuestros bebés.
Llevaban días discutiendo al respecto. Renée quería nombres australianos y Rico italianos.
—¡Hecho! —dijo Renée, convencida de ganar.
Rico sonrió y ella frunció el ceño.
—¿Sabes algo que yo no sé?
—En absoluto —pero Rico no había olvidado el modo en que le había hablado ______ sobre Nick la noche de la subasta. Su desagrado había sido demasiado apasionado.
—Sólo hay un pequeño problema —dijo Renée con un suspiro—. No estoy segura de que mañana pueda ir a las carreras. Siento un poco raro el estómago.
—Eso es por la pizza que has comido hoy. Si no dejas de ceder a todos esos antojos, querida, vas a estar más grande que un autobús para cuando tengas a nuestros bebés. Aún te falta un mes.
—Lo sé. Es cierto que he engordado mucho las dos últimas semanas. Ni siquiera creo tener un vestido los suficientemente grande como para ponérmelo mañana.
—Ya encontrarás algo. Te conozco. No querrás perderte la partida y las carreras el mismo fin de semana.
—Puede que tengas razón. Todos somos esclavos de nuestras pasiones, ¿no es cierto?
Rico pensó que Renée no podría haber dicho nada más cierto.
Cuando ______ salió del baño, encontró el dormitorio vacío. Se ciño la bata y fue al cuarto de estar, donde encontró a Nick empujando un carrito con comida. Se detuvo al verla.
—Es un alivio ver que no te has puesto ese vestido azul. La bata es mucho mejor para lo que tenía pensado.
______ arqueó las cejas.
—¿Y qué tenía pensado exactamente Su Excelencia? —Nick sonrió.
—No lo que estás pensando.
—Oh —______ no sabía si sentirse sorprendida o decepcionada.
—Me gustaría que empezáramos de nuevo y nos conociéramos mejor antes de volver a hacer el amor. Es demasiado fácil distraerse por asuntos de la carne, así que he pensado que podemos pasar la tarde en la terraza comiendo y charlando.
Aún sabiendo que probablemente se sentiría muy frustrada para cuando acabara la tarde, ______ tuvo que estar de acuerdo con él.
—Buena idea. Oh, y Nick... —¿Sí?
—Sé que he dicho que te amo, y es cierto, pero no me presiones para que me case. No estoy seguro de que el matrimonio entre nosotros pudiera funcionar. —Nick se negó a asustarse. Era lógico que ______ se mostrara cautelosa.
—Creo que te conozco lo suficientemente bien como para saber que no te gusta que te presionen. Pero también quiero que sepas que pienso que el matrimonio entre nosotros podría funcionar de maravilla.
—Pero... ¿y los hijos?
—¿Qué pasa con los hijos?
—No... no estoy segura de querer tenerlos.
Nick sintió que su corazón se encogía, pero mantuvo la calma.
—¿Y eso por qué, amor mío? ¿Por lo que te sucedió en el pasado, tal vez? ¿Por tu profesión?
—¿Mi profesión? No me importa nada mi profesión. Trabajar de modelo sólo se ha convertido en un medio para un fin. Era el dinero lo que buscaba, no la atención ni la fama. Me da igual si no vuelvo a poner un pie en una pasarela.
Nick se sintió muy aliviado al oír aquello.
—Cuanto te cases conmigo, no tendrás que hacerlo. Contarás con todo el dinero que necesites.
—Querré seguir trabajando en mi fundación.
—Por supuesto.
—¿Te casarías conmigo aunque dijera que nunca voy a tener hijos?
—Sí.
—¿De verdad? —Sí.
—Oh, Nick... —______ se acercó a él y apoyó una mano en su mejilla con ternura—. Eres un loco maravilloso. Pero te amo tanto...
—Nunca se ama demasiado —dijo Nick, que tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para recordar sus planes de pasar una tarde platónica.
—Supongo que sabrás que no vamos a durar ni una noche —murmuró ______ mirándolo a los ojos.
—Sí —dijo él con un suspiro de resignación.
—Pero podemos intentarlo —añadió ______, y apartó la mano de su rostro.
Nick casi tembló de alivio.
—¿Quieres que te ayude con la comida? —preguntó ella.
—No. Quiero que salgas a la terraza, te sientes y mantengas las manos quietecitas.
______ rió.
—Te estaba afectando, ¿eh?
Nick frunció el ceño.
—Pagarás por tus pecados.
—Promesas, promesas —replicó ella mientras se alejaba hacia la terraza balanceando las caderas.
Nick la siguió con la mirada mientras su lado oscuro planeaba todo tipo de eróticas venganzas.
Capítulo 13
______ se sumergió en el baño que Nick le había preparado, aún asombrada por lo maravilloso que había sido con ella. No se había mostrado escandalizado por sus confesiones ni la había juzgado. Tan sólo se había mostrado muy comprensivo.
«Tal vez me ama de verdad».
______ sonrió ante aquel «tal vez». ¿Qué hacía falta para convencerla? Nick había pagado cinco millones de dólares por cenar con ella y quinientos por acostarse con ella. El deseo a secas no explicaba tales extravagancias.
Pero, probablemente, lo más encantador de todo era lo que Nick estaba haciendo en aquellos momentos. Cancelar su partida de cartas para poder estar con ella. ¡Qué romántico!
Rico se volvió hacia Renée tras colgar el teléfono.
—Nick acaba de cancelar la partida de esta noche —dijo, asombrado.
—¡Cielo santo! Eso sí que es una novedad. ¿Porqué?
—Ya conoces a Nick. No ha dado demasiadas explicaciones. Sólo ha dicho que le ha surgido un asunto personal.
—Alguna mujer, probablemente.
—Puede que por fin haya encontrado a la mujer que le haya hecho olvidar a su amor en Dubar.
—Tal vez...
—¿En qué estás pensando, Rico?
—¿Recuerdas que mencionaste que la semana anterior no lograbas localizar en ninguna parte a ______, y que cuando por fin has hablado con ella no te ha explicado claramente dónde había estado?
—No creerás...
—Sí lo creo.
—¡No!
—Nick no es un hombre que reconozca esa palabra —dijo Rico con ironía.
—No es el tipo de ______. Es demasiado macho.
—¿Apostamos?
Renée sonrió.
—Perderías.
—Apuesto a que se presenta mañana en las carreras con ella.
—¡Esa es una apuesta muy arriesgada! ¿Qué estás dispuesto a jugarte?
—El derecho a elegir el nombre de nuestros bebés.
Llevaban días discutiendo al respecto. Renée quería nombres australianos y Rico italianos.
—¡Hecho! —dijo Renée, convencida de ganar.
Rico sonrió y ella frunció el ceño.
—¿Sabes algo que yo no sé?
—En absoluto —pero Rico no había olvidado el modo en que le había hablado ______ sobre Nick la noche de la subasta. Su desagrado había sido demasiado apasionado.
—Sólo hay un pequeño problema —dijo Renée con un suspiro—. No estoy segura de que mañana pueda ir a las carreras. Siento un poco raro el estómago.
—Eso es por la pizza que has comido hoy. Si no dejas de ceder a todos esos antojos, querida, vas a estar más grande que un autobús para cuando tengas a nuestros bebés. Aún te falta un mes.
—Lo sé. Es cierto que he engordado mucho las dos últimas semanas. Ni siquiera creo tener un vestido los suficientemente grande como para ponérmelo mañana.
—Ya encontrarás algo. Te conozco. No querrás perderte la partida y las carreras el mismo fin de semana.
—Puede que tengas razón. Todos somos esclavos de nuestras pasiones, ¿no es cierto?
Rico pensó que Renée no podría haber dicho nada más cierto.
Cuando ______ salió del baño, encontró el dormitorio vacío. Se ciño la bata y fue al cuarto de estar, donde encontró a Nick empujando un carrito con comida. Se detuvo al verla.
—Es un alivio ver que no te has puesto ese vestido azul. La bata es mucho mejor para lo que tenía pensado.
______ arqueó las cejas.
—¿Y qué tenía pensado exactamente Su Excelencia? —Nick sonrió.
—No lo que estás pensando.
—Oh —______ no sabía si sentirse sorprendida o decepcionada.
—Me gustaría que empezáramos de nuevo y nos conociéramos mejor antes de volver a hacer el amor. Es demasiado fácil distraerse por asuntos de la carne, así que he pensado que podemos pasar la tarde en la terraza comiendo y charlando.
Aún sabiendo que probablemente se sentiría muy frustrada para cuando acabara la tarde, ______ tuvo que estar de acuerdo con él.
—Buena idea. Oh, y Nick... —¿Sí?
—Sé que he dicho que te amo, y es cierto, pero no me presiones para que me case. No estoy seguro de que el matrimonio entre nosotros pudiera funcionar. —Nick se negó a asustarse. Era lógico que ______ se mostrara cautelosa.
—Creo que te conozco lo suficientemente bien como para saber que no te gusta que te presionen. Pero también quiero que sepas que pienso que el matrimonio entre nosotros podría funcionar de maravilla.
—Pero... ¿y los hijos?
—¿Qué pasa con los hijos?
—No... no estoy segura de querer tenerlos.
Nick sintió que su corazón se encogía, pero mantuvo la calma.
—¿Y eso por qué, amor mío? ¿Por lo que te sucedió en el pasado, tal vez? ¿Por tu profesión?
—¿Mi profesión? No me importa nada mi profesión. Trabajar de modelo sólo se ha convertido en un medio para un fin. Era el dinero lo que buscaba, no la atención ni la fama. Me da igual si no vuelvo a poner un pie en una pasarela.
Nick se sintió muy aliviado al oír aquello.
—Cuanto te cases conmigo, no tendrás que hacerlo. Contarás con todo el dinero que necesites.
—Querré seguir trabajando en mi fundación.
—Por supuesto.
—¿Te casarías conmigo aunque dijera que nunca voy a tener hijos?
—Sí.
—¿De verdad? —Sí.
—Oh, Nick... —______ se acercó a él y apoyó una mano en su mejilla con ternura—. Eres un loco maravilloso. Pero te amo tanto...
—Nunca se ama demasiado —dijo Nick, que tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para recordar sus planes de pasar una tarde platónica.
—Supongo que sabrás que no vamos a durar ni una noche —murmuró ______ mirándolo a los ojos.
—Sí —dijo él con un suspiro de resignación.
—Pero podemos intentarlo —añadió ______, y apartó la mano de su rostro.
Nick casi tembló de alivio.
—¿Quieres que te ayude con la comida? —preguntó ella.
—No. Quiero que salgas a la terraza, te sientes y mantengas las manos quietecitas.
______ rió.
—Te estaba afectando, ¿eh?
Nick frunció el ceño.
—Pagarás por tus pecados.
—Promesas, promesas —replicó ella mientras se alejaba hacia la terraza balanceando las caderas.
Nick la siguió con la mirada mientras su lado oscuro planeaba todo tipo de eróticas venganzas.
LittleVickJ♥
Re: Vendida Al Jeque [Nick & Tu]
EL CAP FINAL! :( :crybaby: :crybaby:
TENÍAS razón —Renée suspiró, aún no recuperada del todo de la conmoción que le había producido ver a Nick y a una risueña ______ juntos.
—Por supuesto que tenía razón —dijo Rico, ufano—. Ahora puedo llamar a mi hija Angelina y a mi hijo Alfonso.
Renée se encogió de hombros.
—De acuerdo. Angie y Alfie será.
Rico la miró, horrorizado.
—No debes abreviar sus nombres así. ¿Qué sentido tiene ponerles nombres italianos si tú los llamas con abreviaturas inglesas?
—¿Tengo que recordarte que nadie te llama Enrico excepto Nick? Esto es Australia. Si tu nombre tiene más de dos sílabas no tienes la más mínima oportunidad de conservarlo en cuanto vas al colegio. Así que acostúmbrate a que llamen a tus hijos Angie y Alfie. O Ange y Alf.
—¡Aún peor!
—Siempre puedes dejarme llamarlos Lisa y Luke. Así no hay forma de que les quiten sílabas.
Rico murmuró algo inaudible.
—Has perdido la apuesta —refunfuñó—. Yo pondré el nombre a los niños.
—Y yo tengo que volver al baño —dijo Renée con un suspiro a la vez que se levantaba—. ¿Cuánto falta para la próxima carrera?
—Cinco minutos. Tal vez será mejor que esperes a luego.
—No puedo.
Rico se levantó para tomar a su esposa del brazo. —No te molestes —dijo ella de inmediato—. Puedo ir sola.
—¿Estás segura?
—Voy a pedirle a ______ que venga conmigo. Si logro apartarla de Nick, claro —añadió en un susurro—. ¿Ves cómo lo está mirando?
—Desde luego. Todo parece indicar que la cosa...
—¡Oh, cielo santo! —exclamó de pronto Renée a la vez que miraba con expresión horrorizada el suelo a sus pies.
Rico siguió su mirada y por un momento pensó que se había orinado, pero enseguida comprendió lo sucedido. La noche pasada había estado leyendo uno de los numerosos libros que había comprado sobre niños y embarazos y en el que se enumeraban todos los modos posibles de inicio de un parto.
Cuando lo había leído se había sentido muy calmado, pero enfrentado a la realidad sintió verdadero pánico.
—Te... tenemos que ir al hospital cuanto antes —balbuceó—. Eso decía el libro. Aunque no hayas empezado a tener contracciones. ¿Has tenido alguna contracción?
—No... Pero me ha dolido la espalda todo el día.
—¿Y por qué no me lo has dicho? El dolor de espalda es a menudo el primer indicio de que estás de parto.
—El dolor de espalda ha ido y venido durante semanas, Rico. ¿Cómo iba a darme cuenta de la diferencia? Pero no discutamos, por favor. Vamos a llamar a un taxi.
—Sí, sí, un taxi. Creo que no debería conducir. Me siento un poco... agitado.
—¿Cómo ibas a conducir si no hemos traído el coche? Hemos tomado un taxi, ¿recuerdas? Pero antes tengo que pasar por casa a por la bolsa...
—¿Qué sucede?
Ambos se volvieron al oír la voz de Nick. ______ estaba con él y ambos miraban con expresión perpleja el suelo a los pies de Renée.
—He roto aguas —explicó ella a la vez que se abrazaba la tripa.
—Tiene que acudir al hospital cuanto antes —dijo Rico, que cada vez se sentía más nervioso.
—Hemos venido en una limusina —dijo Nick—. Haré que mi guardaespaldas llame al chofer para que la lleve a la puerta principal. ¿Podrás llegar hasta allí caminando, Renée?
—Sí, Nick.
—Yo la llevaré —dijo Rico, y su mujer lo miró con expresión exasperada.
—No seas ridículo, Rico. Peso una tonelada. Con que me sostengas del brazo bastará.
—Aún le falta un mes para salir de cuentas —susurró ______ a Nick mientras los seguían—. Espero que los bebés estén bien. Renée se moriría si algo va mal.
—Estará bien —dijo Nick, confiado—. No habrá problema.
La limusina ya estaba esperando cuando llegaron a la puerta, y el hospital al que iba a acudir Renée no se hallaba lejos. Mientras ella ingresaba acompañada por Rico, ______ y Nick acudieron a recoger la bolsa que Renée tenía lista y que se encontraba en el armario del vestíbulo.
Cuando regresaron, se quedaron asombrados cuando una enfermera les informó de que el parto iba bien. Por lo visto, Renée estaba dilatando a la perfección y el médico ya estaba pendiente.
—¿Y los bebés? —preguntó ______, preocupada—. ¿Estarán bien? Van a ser prematuros.
—Todas sus constantes vitales están bien. Cuentan con el mejor médico, las mejores enfermeras y el mejor equipo médico que existe —dijo la enfermera—. No hay por qué preocuparse.
—Ya te lo había dicho —dijo Nick mientras se sentaban en la sala de espera—. Deja de preocuparte. Vas a enfermar.
______ se sentía enferma. Su corazón latía muy rápido y empezaba a dolerle la cabeza.
—Yo nunca podría hacer esto —murmuró—. Nunca.
Nick sabía a qué se refería. Nunca podría tener un bebé. Su corazón se encogió ante aquella realidad. Pero nada le haría cambiar de opinión respecto a casarse con ______.
El tiempo pasó con agónica lentitud mientras ______ no dejaba de caminar de un lado a otro de la sala de espera. Poco más de una hora después la enfermera que los había atendido se asomó de pronto a la sala.
—Los bebés han llegado y están bien. Son bastante grandes para tener treinta y dos semanas. El niño pesa tres kilos y la niña dos y medio. Los padres están bien, aunque he oído que el padre ha pasado unos momentos delicados. Ahora ya esta bien. Orgulloso como un pavo real. La madre ha pedido que pasen y le lleven la bolsa. Les enseñaré el camino.
Los ojos de ______ se llenaron de lágrimas mientras un sonriente Nick la abrazaba.
—Te dije que todo iría bien.
—Es cierto —______ se secó las lágrimas con un pañuelo que sacó del bolso—. La próxima vez te haré caso.
______ pensó que Renée tenía un aspecto magnífico para haber dado a luz hacía menos de una hora. Y estaba feliz. Rico no le seguía a la zaga en cuanto a felicidad, sobre todo cuando llamó a su madre para comunicarle la noticia.
Pero de donde no podía apartar los ojos era de los bebés. Ambos dormían en sus cunitas junto a la cama de Renée. Tenían el pelo moreno y no estaban rojos y arrugados como había imaginado.
—Oh, Renée —dijo ______ mientras los contemplaba con admiración—. Son tan preciosos...
—Desde luego —asintió Nick a su lado.
—¿Queréis tomarlos en brazos? —sugirió Renée generosamente—. Toma tú a Lisa, ______. Y Nick puede tomar a Luke.
Nick no dudó un instante y tomó al niño en brazos con sorprendente seguridad. ______ se quedó paralizada al recordar que jamás pudo tomar a su hija en brazos a aquella edad. Se negó a verla hasta que tuvo seis meses.
—Creo que... no puedo —murmuró, consumida por el pesar y la culpabilidad, pero sintiendo a la vez un terrible anhelo por hacerlo—. Podría... dejarla caer.
—No se te caerá —dijo Nick con firmeza y, tras entregar a Luke a su madre, tomó a la niña de la cuna y la puso en brazos de ______.
La pequeña Liza despertó y empezó a llorar a la vez que movía los bracitos.
Por un instante, ______ se sintió aún más paralizada. Pero entonces, instintivamente, tomó las manos de la niña en una de las suyas y las sostuvo mientras la colocaba adecuadamente sobre su brazo antes de empezar a mecerla y a canturrearle para que se durmiera de nuevo. Un momento después, la niña cerró los ojos.
—Se te da muy bien —dijo Renée—. Puede que tenga que contratarte de canguro.
—Cuando quieras —contestó ______ con voz ronca, y luego sonrió a Nick con ojos brillantes.
El corazón de Nick latió más rápido. ¿Habría querido decirle lo que creía? ¿Sería posible?
No se atrevió a decir nada al respecto mientras siguieron en el hospital, ni durante el silencioso regreso al hotel. Si ______ había cambiado de opinión respecto a tener un bebé, quería que fuera ella quien se lo dijera. No quería presionarla ni tratar de persuadirla.
Ya de noche, después de haber hecho el amor y mientras estaba entre sus brazos, ______ susurró:
—Nick...
—¿Mmm?
—Ya sabes que tengo que ir a Italia la próxima semana para una sesión de fotos. He firmado un contrato y si no lo cumplo me demandarán.
—Comprendo.
—Luego tengo que cumplir con algunos compromisos como modelo hasta fin de año.
—Debes hacer lo que debes hacer.
—Sí. De todos modos, me gustaría dejar mi trabajo de modelo el año que viene y trasladarme a vivir contigo. ¿Te parece bien?
—Preferiría que nos casáramos.
______ sonrió.
—Sabía que ibas a decir eso. En ese caso, la boda tendrá que ser en Año Nuevo. Podríamos celebrarla en tu propiedad, pero me gustaría que fuera algo sencillo y sin demasiados invitados. Sólo la familia cercana y algunos buenos amigos.
—Me parece un plan perfecto. Pero teniendo en cuenta que no querías verte presionada, me sorprenden un poco las prisas.
—Quiero asegurarme de no salir gorda en las fotos.
—¿Qué quieres decir? Tú nunca estarás gorda. —Lo estaré cuando me quede embarazada. Nick contuvo el aliento.
—Si te parece bien, voy a empezar a dejar de tomar la píldora mañana —añadió ______.
Nick volvió a respirar.
—Me parece perfecto.
—Esta tarde he comprendido que sí quiero un bebé, Nick. Y creo que está vez sí seré una buena madre.
—Serás la mejor madre.
—Eso no lo sé. Pero me gustaría intentarlo.
Nick la estrechó con fuerza entre sus brazos.
—Me has hecho el hombre más feliz del mundo.
—¿Más que Rico?
—Enrico es un hombre muy afortunado, pero yo lo soy aún más. Te tengo a ti.
—Oh, Nick... creo que yo soy la afortunada por tenerte a ti.
—Ambos somos afortunados.
—Sí —dijo ______, y suspiró de felicidad—. Sí que lo somos.
Capítulo 14
TENÍAS razón —Renée suspiró, aún no recuperada del todo de la conmoción que le había producido ver a Nick y a una risueña ______ juntos.
—Por supuesto que tenía razón —dijo Rico, ufano—. Ahora puedo llamar a mi hija Angelina y a mi hijo Alfonso.
Renée se encogió de hombros.
—De acuerdo. Angie y Alfie será.
Rico la miró, horrorizado.
—No debes abreviar sus nombres así. ¿Qué sentido tiene ponerles nombres italianos si tú los llamas con abreviaturas inglesas?
—¿Tengo que recordarte que nadie te llama Enrico excepto Nick? Esto es Australia. Si tu nombre tiene más de dos sílabas no tienes la más mínima oportunidad de conservarlo en cuanto vas al colegio. Así que acostúmbrate a que llamen a tus hijos Angie y Alfie. O Ange y Alf.
—¡Aún peor!
—Siempre puedes dejarme llamarlos Lisa y Luke. Así no hay forma de que les quiten sílabas.
Rico murmuró algo inaudible.
—Has perdido la apuesta —refunfuñó—. Yo pondré el nombre a los niños.
—Y yo tengo que volver al baño —dijo Renée con un suspiro a la vez que se levantaba—. ¿Cuánto falta para la próxima carrera?
—Cinco minutos. Tal vez será mejor que esperes a luego.
—No puedo.
Rico se levantó para tomar a su esposa del brazo. —No te molestes —dijo ella de inmediato—. Puedo ir sola.
—¿Estás segura?
—Voy a pedirle a ______ que venga conmigo. Si logro apartarla de Nick, claro —añadió en un susurro—. ¿Ves cómo lo está mirando?
—Desde luego. Todo parece indicar que la cosa...
—¡Oh, cielo santo! —exclamó de pronto Renée a la vez que miraba con expresión horrorizada el suelo a sus pies.
Rico siguió su mirada y por un momento pensó que se había orinado, pero enseguida comprendió lo sucedido. La noche pasada había estado leyendo uno de los numerosos libros que había comprado sobre niños y embarazos y en el que se enumeraban todos los modos posibles de inicio de un parto.
Cuando lo había leído se había sentido muy calmado, pero enfrentado a la realidad sintió verdadero pánico.
—Te... tenemos que ir al hospital cuanto antes —balbuceó—. Eso decía el libro. Aunque no hayas empezado a tener contracciones. ¿Has tenido alguna contracción?
—No... Pero me ha dolido la espalda todo el día.
—¿Y por qué no me lo has dicho? El dolor de espalda es a menudo el primer indicio de que estás de parto.
—El dolor de espalda ha ido y venido durante semanas, Rico. ¿Cómo iba a darme cuenta de la diferencia? Pero no discutamos, por favor. Vamos a llamar a un taxi.
—Sí, sí, un taxi. Creo que no debería conducir. Me siento un poco... agitado.
—¿Cómo ibas a conducir si no hemos traído el coche? Hemos tomado un taxi, ¿recuerdas? Pero antes tengo que pasar por casa a por la bolsa...
—¿Qué sucede?
Ambos se volvieron al oír la voz de Nick. ______ estaba con él y ambos miraban con expresión perpleja el suelo a los pies de Renée.
—He roto aguas —explicó ella a la vez que se abrazaba la tripa.
—Tiene que acudir al hospital cuanto antes —dijo Rico, que cada vez se sentía más nervioso.
—Hemos venido en una limusina —dijo Nick—. Haré que mi guardaespaldas llame al chofer para que la lleve a la puerta principal. ¿Podrás llegar hasta allí caminando, Renée?
—Sí, Nick.
—Yo la llevaré —dijo Rico, y su mujer lo miró con expresión exasperada.
—No seas ridículo, Rico. Peso una tonelada. Con que me sostengas del brazo bastará.
—Aún le falta un mes para salir de cuentas —susurró ______ a Nick mientras los seguían—. Espero que los bebés estén bien. Renée se moriría si algo va mal.
—Estará bien —dijo Nick, confiado—. No habrá problema.
La limusina ya estaba esperando cuando llegaron a la puerta, y el hospital al que iba a acudir Renée no se hallaba lejos. Mientras ella ingresaba acompañada por Rico, ______ y Nick acudieron a recoger la bolsa que Renée tenía lista y que se encontraba en el armario del vestíbulo.
Cuando regresaron, se quedaron asombrados cuando una enfermera les informó de que el parto iba bien. Por lo visto, Renée estaba dilatando a la perfección y el médico ya estaba pendiente.
—¿Y los bebés? —preguntó ______, preocupada—. ¿Estarán bien? Van a ser prematuros.
—Todas sus constantes vitales están bien. Cuentan con el mejor médico, las mejores enfermeras y el mejor equipo médico que existe —dijo la enfermera—. No hay por qué preocuparse.
—Ya te lo había dicho —dijo Nick mientras se sentaban en la sala de espera—. Deja de preocuparte. Vas a enfermar.
______ se sentía enferma. Su corazón latía muy rápido y empezaba a dolerle la cabeza.
—Yo nunca podría hacer esto —murmuró—. Nunca.
Nick sabía a qué se refería. Nunca podría tener un bebé. Su corazón se encogió ante aquella realidad. Pero nada le haría cambiar de opinión respecto a casarse con ______.
El tiempo pasó con agónica lentitud mientras ______ no dejaba de caminar de un lado a otro de la sala de espera. Poco más de una hora después la enfermera que los había atendido se asomó de pronto a la sala.
—Los bebés han llegado y están bien. Son bastante grandes para tener treinta y dos semanas. El niño pesa tres kilos y la niña dos y medio. Los padres están bien, aunque he oído que el padre ha pasado unos momentos delicados. Ahora ya esta bien. Orgulloso como un pavo real. La madre ha pedido que pasen y le lleven la bolsa. Les enseñaré el camino.
Los ojos de ______ se llenaron de lágrimas mientras un sonriente Nick la abrazaba.
—Te dije que todo iría bien.
—Es cierto —______ se secó las lágrimas con un pañuelo que sacó del bolso—. La próxima vez te haré caso.
______ pensó que Renée tenía un aspecto magnífico para haber dado a luz hacía menos de una hora. Y estaba feliz. Rico no le seguía a la zaga en cuanto a felicidad, sobre todo cuando llamó a su madre para comunicarle la noticia.
Pero de donde no podía apartar los ojos era de los bebés. Ambos dormían en sus cunitas junto a la cama de Renée. Tenían el pelo moreno y no estaban rojos y arrugados como había imaginado.
—Oh, Renée —dijo ______ mientras los contemplaba con admiración—. Son tan preciosos...
—Desde luego —asintió Nick a su lado.
—¿Queréis tomarlos en brazos? —sugirió Renée generosamente—. Toma tú a Lisa, ______. Y Nick puede tomar a Luke.
Nick no dudó un instante y tomó al niño en brazos con sorprendente seguridad. ______ se quedó paralizada al recordar que jamás pudo tomar a su hija en brazos a aquella edad. Se negó a verla hasta que tuvo seis meses.
—Creo que... no puedo —murmuró, consumida por el pesar y la culpabilidad, pero sintiendo a la vez un terrible anhelo por hacerlo—. Podría... dejarla caer.
—No se te caerá —dijo Nick con firmeza y, tras entregar a Luke a su madre, tomó a la niña de la cuna y la puso en brazos de ______.
La pequeña Liza despertó y empezó a llorar a la vez que movía los bracitos.
Por un instante, ______ se sintió aún más paralizada. Pero entonces, instintivamente, tomó las manos de la niña en una de las suyas y las sostuvo mientras la colocaba adecuadamente sobre su brazo antes de empezar a mecerla y a canturrearle para que se durmiera de nuevo. Un momento después, la niña cerró los ojos.
—Se te da muy bien —dijo Renée—. Puede que tenga que contratarte de canguro.
—Cuando quieras —contestó ______ con voz ronca, y luego sonrió a Nick con ojos brillantes.
El corazón de Nick latió más rápido. ¿Habría querido decirle lo que creía? ¿Sería posible?
No se atrevió a decir nada al respecto mientras siguieron en el hospital, ni durante el silencioso regreso al hotel. Si ______ había cambiado de opinión respecto a tener un bebé, quería que fuera ella quien se lo dijera. No quería presionarla ni tratar de persuadirla.
Ya de noche, después de haber hecho el amor y mientras estaba entre sus brazos, ______ susurró:
—Nick...
—¿Mmm?
—Ya sabes que tengo que ir a Italia la próxima semana para una sesión de fotos. He firmado un contrato y si no lo cumplo me demandarán.
—Comprendo.
—Luego tengo que cumplir con algunos compromisos como modelo hasta fin de año.
—Debes hacer lo que debes hacer.
—Sí. De todos modos, me gustaría dejar mi trabajo de modelo el año que viene y trasladarme a vivir contigo. ¿Te parece bien?
—Preferiría que nos casáramos.
______ sonrió.
—Sabía que ibas a decir eso. En ese caso, la boda tendrá que ser en Año Nuevo. Podríamos celebrarla en tu propiedad, pero me gustaría que fuera algo sencillo y sin demasiados invitados. Sólo la familia cercana y algunos buenos amigos.
—Me parece un plan perfecto. Pero teniendo en cuenta que no querías verte presionada, me sorprenden un poco las prisas.
—Quiero asegurarme de no salir gorda en las fotos.
—¿Qué quieres decir? Tú nunca estarás gorda. —Lo estaré cuando me quede embarazada. Nick contuvo el aliento.
—Si te parece bien, voy a empezar a dejar de tomar la píldora mañana —añadió ______.
Nick volvió a respirar.
—Me parece perfecto.
—Esta tarde he comprendido que sí quiero un bebé, Nick. Y creo que está vez sí seré una buena madre.
—Serás la mejor madre.
—Eso no lo sé. Pero me gustaría intentarlo.
Nick la estrechó con fuerza entre sus brazos.
—Me has hecho el hombre más feliz del mundo.
—¿Más que Rico?
—Enrico es un hombre muy afortunado, pero yo lo soy aún más. Te tengo a ti.
—Oh, Nick... creo que yo soy la afortunada por tenerte a ti.
—Ambos somos afortunados.
—Sí —dijo ______, y suspiró de felicidad—. Sí que lo somos.
FIN!
LittleVickJ♥
Re: Vendida Al Jeque [Nick & Tu]
Y el epilogo :) :(
—¿De quién fue la idea de traer a todo el mundo a nuestra casa para las navidades de este año? —preguntó ______ a Nick mientras entraba en el baño para peinarse.
—Tuya —dijo Nick a su reflejo en el espejo del baño, y siguió afeitándose.
______ tomó su cepillo.
—Podrías haber dicho que no.
—Nunca te digo que no, cariño. Ya lo sabes. ¿Pero qué es lo que te preocupa? Todo está organizado. Cleo me ha dicho hace menos de media hora que todas las mujeres la han ayudado a preparar la comida y que lo único que quedaba por hacer era recoger y vestirse.
—Sí, Renée y Dominique han sido maravillosas toda la mañana. Y Rico y Charles se han estado ocupando de los niños. Supongo que estoy un poco nerviosa porque mamá y papá están aquí. Ya me puso nerviosa su reacción ante la noticia de nuestra boda... No parecieron especialmente encantados, ¿no te parece?
—Es comprensible que se sintieran cautelosos al principio. Pero cuando nació Amanda comprendieron que mis intenciones hacia su hija eran honorables.
—Sí. Tienes razón. Ahora te adoran. Y adoran a Amanda. Pero eso es lógico, porque es adorable. Sólo tiene cinco meses y ya es una rompecorazones.
—Debe haber salido a su madre —murmuró Nick mientras echaba la cabeza atrás para seguir afeitándose.
—Sabes muy bien que ha salido totalmente a ti, diablo arrogante. Pareces uno de tus prepotentes sementales.
Nick dejó de afeitarse y la miró, sorprendido.
—¿Has estado leyendo mis libros de cría de caballos?
______ se encogió de hombros, simulando una despreocupación que estaba muy lejos de sentir. No era tanto la presencia de sus padres lo que la tenía en ascuas, sino la noticia que tenía que darle a su marido.
—He pensado que... si voy a ser una de esas mamás que se quedan en casa, convendría que empezara a interesarme en algo, así que he decidido informarme un poco sobre el principal tópico de conversación de la casa. Además, Cleo ha prometido enseñarme montones de juegos de cartas.
—¡Pero eso es maravilloso! —exclamó Nick.
—Me alegra que te alegre. Espero que mi otro regalo de Navidad también te guste.
—¿Otro regalo de Navidad? Pero si ya me has regalado una cámara digital y la preciosa ropa que voy a ponerme hoy. ¿Qué más me has comprado?
—No es un regalo que pueda comprarse, Nick.
—¿Y qué es entonces?
—Creo... que vuelvo a estar embarazada. Vamos a tener otro bebé.
—Creía que no podías quedarte embarazada mientras estabas dando de mamar.
—No es el mejor método de contracepción. Y Amanda no está mamando tanto ahora que ha empezado a comer cosas sólidas. Aún no he ido al médico, pero no me ha venido el periodo y las pruebas de embarazo que me he hecho han dado positivo.
Nick dejó la maquinilla de afeitar y tomó a ______ entre sus brazos.
—Otro hijo. Es el mejor regalo que podrías haberme hecho.
—Puede que esta vez sea un niño.
—Me da igual. No me importaría que fuera otra niña.
—Pero yo pensaba...
—A veces piensas demasiado.
______ suspiró, aliviada. Le preocupaba un poco que Nick hubiera pensado que era demasiado pronto para tener otro hijo. O que estuviera empeñado en que fuera chico.
No le gustaban los hombres ni las culturas que discriminaban a las niñas.
—Me gustaría tener una docena de hijos —dijo Nick—. Y me daría igual que todas fueran chicas. Vivimos en Australia, ______, no en Arabia.
—¿Y en tu corazón? ¿Es tan importante para él un niño como una niña?
—¿Cómo puedes preguntar eso sabiendo que mi corazón ya ha sido cautivado por la niña más adorable del mundo?
—Oh...
Nick tomó la barbilla de ______.
—Vamos, no llores, cariño.
—Estoy llorando de felicidad.
—¿Es eso cierto? ¿Eres verdaderamente feliz?
—Nunca imaginé que pudiera llegar a serlo tanto.
Nick también estuvo a punto de ponerse a llorar.
—Voy a besarte. Pero sólo una vez. Ya sabes lo que pasa siempre que te beso dos veces.
La besó. Y volvió a besarla.
Sólo se retrasaron un poco para la cena.
Miranda Lee - Vendida al Jeque
Epílogo
Día de Navidad del año siguiente
Día de Navidad del año siguiente
—¿De quién fue la idea de traer a todo el mundo a nuestra casa para las navidades de este año? —preguntó ______ a Nick mientras entraba en el baño para peinarse.
—Tuya —dijo Nick a su reflejo en el espejo del baño, y siguió afeitándose.
______ tomó su cepillo.
—Podrías haber dicho que no.
—Nunca te digo que no, cariño. Ya lo sabes. ¿Pero qué es lo que te preocupa? Todo está organizado. Cleo me ha dicho hace menos de media hora que todas las mujeres la han ayudado a preparar la comida y que lo único que quedaba por hacer era recoger y vestirse.
—Sí, Renée y Dominique han sido maravillosas toda la mañana. Y Rico y Charles se han estado ocupando de los niños. Supongo que estoy un poco nerviosa porque mamá y papá están aquí. Ya me puso nerviosa su reacción ante la noticia de nuestra boda... No parecieron especialmente encantados, ¿no te parece?
—Es comprensible que se sintieran cautelosos al principio. Pero cuando nació Amanda comprendieron que mis intenciones hacia su hija eran honorables.
—Sí. Tienes razón. Ahora te adoran. Y adoran a Amanda. Pero eso es lógico, porque es adorable. Sólo tiene cinco meses y ya es una rompecorazones.
—Debe haber salido a su madre —murmuró Nick mientras echaba la cabeza atrás para seguir afeitándose.
—Sabes muy bien que ha salido totalmente a ti, diablo arrogante. Pareces uno de tus prepotentes sementales.
Nick dejó de afeitarse y la miró, sorprendido.
—¿Has estado leyendo mis libros de cría de caballos?
______ se encogió de hombros, simulando una despreocupación que estaba muy lejos de sentir. No era tanto la presencia de sus padres lo que la tenía en ascuas, sino la noticia que tenía que darle a su marido.
—He pensado que... si voy a ser una de esas mamás que se quedan en casa, convendría que empezara a interesarme en algo, así que he decidido informarme un poco sobre el principal tópico de conversación de la casa. Además, Cleo ha prometido enseñarme montones de juegos de cartas.
—¡Pero eso es maravilloso! —exclamó Nick.
—Me alegra que te alegre. Espero que mi otro regalo de Navidad también te guste.
—¿Otro regalo de Navidad? Pero si ya me has regalado una cámara digital y la preciosa ropa que voy a ponerme hoy. ¿Qué más me has comprado?
—No es un regalo que pueda comprarse, Nick.
—¿Y qué es entonces?
—Creo... que vuelvo a estar embarazada. Vamos a tener otro bebé.
—Creía que no podías quedarte embarazada mientras estabas dando de mamar.
—No es el mejor método de contracepción. Y Amanda no está mamando tanto ahora que ha empezado a comer cosas sólidas. Aún no he ido al médico, pero no me ha venido el periodo y las pruebas de embarazo que me he hecho han dado positivo.
Nick dejó la maquinilla de afeitar y tomó a ______ entre sus brazos.
—Otro hijo. Es el mejor regalo que podrías haberme hecho.
—Puede que esta vez sea un niño.
—Me da igual. No me importaría que fuera otra niña.
—Pero yo pensaba...
—A veces piensas demasiado.
______ suspiró, aliviada. Le preocupaba un poco que Nick hubiera pensado que era demasiado pronto para tener otro hijo. O que estuviera empeñado en que fuera chico.
No le gustaban los hombres ni las culturas que discriminaban a las niñas.
—Me gustaría tener una docena de hijos —dijo Nick—. Y me daría igual que todas fueran chicas. Vivimos en Australia, ______, no en Arabia.
—¿Y en tu corazón? ¿Es tan importante para él un niño como una niña?
—¿Cómo puedes preguntar eso sabiendo que mi corazón ya ha sido cautivado por la niña más adorable del mundo?
—Oh...
Nick tomó la barbilla de ______.
—Vamos, no llores, cariño.
—Estoy llorando de felicidad.
—¿Es eso cierto? ¿Eres verdaderamente feliz?
—Nunca imaginé que pudiera llegar a serlo tanto.
Nick también estuvo a punto de ponerse a llorar.
—Voy a besarte. Pero sólo una vez. Ya sabes lo que pasa siempre que te beso dos veces.
La besó. Y volvió a besarla.
Sólo se retrasaron un poco para la cena.
Miranda Lee - Vendida al Jeque
LittleVickJ♥
Re: Vendida Al Jeque [Nick & Tu]
Ohhhh :L: preciosa,hermosisima la amé!
Gracias por subirla!
Gracias por subirla!
Invitado
Invitado
Re: Vendida Al Jeque [Nick & Tu]
AME ESTA NOVELA...!!!
WOWO....!!!
ENCERIO TE QUEDO FANTASTICA!!
WOWO....!!!
ENCERIO TE QUEDO FANTASTICA!!
Invitado
Invitado
Re: Vendida Al Jeque [Nick & Tu]
ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!
q hermosooooooooooooooo! dios m encantoooo! waooo!
diossss! nena me encanto ssperoo q subas mas noves =les!!
bye
thankss x la nove
q hermosooooooooooooooo! dios m encantoooo! waooo!
diossss! nena me encanto ssperoo q subas mas noves =les!!
bye
thankss x la nove
*annie d' jonas*
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