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Falling Apart |Harry Styles, James Maslow y Spencer W.| ¡CANCELADA!
O W N :: Archivos :: Canceladas
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Falling Apart |Harry Styles, James Maslow y Spencer W.| ¡CANCELADA!
Ficha:
Nombre: Falling Apart.
Autor: Meybelmar Rosas (Me).
Adaptación: No.
Género: Drama y Romance.
Advertencias: No necesito chicas. No sé si suba tan seguido, pues, tengo otras novelas y/o compromisos.
Ni James ni Kendall son famosos.
Otras páginas: No.
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Sinapsis.
Spencer nunca ha sido una chica común. Su vida gira en torno a situaciones que llevarían al borde a una persona. Nunca conoció la palabra amor, nunca se sintió segura de si misma. El amor de su madre es un vacío que muchas veces se pregunta con qué llenara. Toda su hermosa, pero fría personalidad, tras una falsa imagen. Nunca la toman en cuenta, ella no es importante. No todo es lo que aparenta ser, y eso ella lo sabe muy bien. ¿La explicación? Odia, detesta y aborrece ser el centro de atención.
Pero llega un momento en que las situaciones cambian y ya nada vuelve a ser lo mismo de antes, la pregunta es, ¿Para bien o para mal? Conocerá a dos chicos con personalidades extremadamente diferentes; ella luchará, se resitirá al cambio, pero al final, el amor siempre ganará. Ella nunca había experimentado sensaciones tan intensas y difíciles, pues nunca se había enamorado. Ahora, deberá tomar una decisión importante y sin importar que consecuencias traiga lo que va a hacer, deberá seguir adelante. Luchar por lo que nunca tuvo.... Amor verdadero.
Pero llega un momento en que las situaciones cambian y ya nada vuelve a ser lo mismo de antes, la pregunta es, ¿Para bien o para mal? Conocerá a dos chicos con personalidades extremadamente diferentes; ella luchará, se resitirá al cambio, pero al final, el amor siempre ganará. Ella nunca había experimentado sensaciones tan intensas y difíciles, pues nunca se había enamorado. Ahora, deberá tomar una decisión importante y sin importar que consecuencias traiga lo que va a hacer, deberá seguir adelante. Luchar por lo que nunca tuvo.... Amor verdadero.
- Spoiler:
- ¡Hola chicas! Aquí nueva escritora, nueva novela y nueva actitud. Como algunas sabrán, para las que no, me llamo Meybelmar, pero pueden decirme Mey, es mucho mas fácil. Espero que les guste mucho, esperando comentarios. La novela se estrenara en el trascurso de la próxima semana y depende de si comentan y me animo a subirles mucho antes. Besos y abrazos babes.
Última edición por Meydvrc el Dom 23 Jun 2013, 10:18 am, editado 4 veces
bigtimerush.
Re: Falling Apart |Harry Styles, James Maslow y Spencer W.| ¡CANCELADA!
Asdfghjklñ, ya quiero que subas capítulo linda :'3 Sabes que AMOOOOO tus novelas y que AMOOOOO como escribes asi que asdfghjkl Sube cuando puedas que yo ya soy tu fiel lectora :'3
~Little Girl
Re: Falling Apart |Harry Styles, James Maslow y Spencer W.| ¡CANCELADA!
Awwwwweee que hermosaaaa<3 Yo también AMOOOOOOOOOOOOOOO como escribes y AMOOOOO tus novelas<33333 Gracias linda, creo que subiré este fin c:~Little Girl escribió:Asdfghjklñ, ya quiero que subas capítulo linda :'3 Sabes que AMOOOOO tus novelas y que AMOOOOO como escribes asi que asdfghjkl Sube cuando puedas que yo ya soy tu fiel lectora :'3
bigtimerush.
Re: Falling Apart |Harry Styles, James Maslow y Spencer W.| ¡CANCELADA!
:cherry: hola NUEVA Y FIEL LECTORA me encanto la sinopsis espero
que la pongas el primer cap pronto
besoos y abrazotes jejeje... [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
que la pongas el primer cap pronto
besoos y abrazotes jejeje... [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
kathy ♥
Re: Falling Apart |Harry Styles, James Maslow y Spencer W.| ¡CANCELADA!
Mey aquí toy vine ser tu fiel lectora me encantó la sinopsis, esperaré primer capi con toda la intriga posible y cuando lo vea estallaré
Paz
:love:
Paz
:love:
Invitado
Invitado
Re: Falling Apart |Harry Styles, James Maslow y Spencer W.| ¡CANCELADA!
Hola, gracias hermosa, creo que hoy o mañana, no sé c: Igual<3kathy henderson escribió::cherry: hola NUEVA Y FIEL LECTORA me encanto la sinopsis espero
que la pongas el primer cap pronto
besoos y abrazotes jejeje... [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
bigtimerush.
Re: Falling Apart |Harry Styles, James Maslow y Spencer W.| ¡CANCELADA!
Haha graciaaas<3Harriet $tyles escribió:Mey aquí toy vine ser tu fiel lectora me encantó la sinopsis, esperaré primer capi con toda la intriga posible y cuando lo vea estallaré
Paz
:love:
bigtimerush.
Falling Apart |James Maslow, Kendall Schmidt y Spencer W.|
"¿Para que seguir viviendo?
Sept 15, 2011. ∞ Nublado, frío. ∞ Masachussets. ∞ con: Spencer Wilde.
Capítulo 1.
Ya estaba casi finalizando el proyecto de ciencias de la próxima semana; unos apuntes más y todo estaría listo para la próxima semana. Desde pequeña me acostumbré a hacer las tareas con una semana de anticipación, es decir, el fin de semana hacia todas las asignaciones de esa semana, y tendría más días libres. Aunque no sé para qué, si no tengo otras cosas que hacer, además de lidiar con Lucy, mi madre. Pareciera que la madre aquí fuera yo, ella no hacía nada más que tener sexo con más de 5 hombres diferentes a la semana, y lo peor de todo, en frente de mis ojos, en mi casa. Siempre le recriminé ese aspecto de su personalidad de mierda. Las veces que me trataba bien, era cuando no estaba ebria y en algunos casos, drogada. Pero aun así eran muy pocas las veces. Mis padres eran separados y desde el instante en que firmaron los papeles del divorcio, ella se volvió toda una perra. No es que no me queje de mi vida, simplemente no formo dramas. Casi nunca hablo con ella, sólo cuando retiro mi mesada y si es necesario preguntarle por su bienestar. Toda hija debe querer a su madre, y yo lo hago, pero nunca hemos tenido esa relación tan bonita como la de madre e hija. Antes era una chica muy feliz, sin problemas y con tantos sueños por cumplir y muy risueña, mi sonrisa se la contagiaba a todo el mundo. Ahora, casi nunca sonrío y esa personalidad de aquella niña, se desvaneció junto a mi infancia y los sueños rotos. Sólo soy una ordinaria pelirroja, con una madre alcohólica y drogadicta, sin mejores amigas y que nunca ha tenido a alguien que la quiera de verdad; aunque mi padre si me ama, casi nunca lo veo y muy pocas veces me llama, seguramente confía en que estoy a salvo con mamá, pero… no es así.
Me levanté del asiento del mini estudio que estaba conectado con mi habitación y rebusqué entre la biblioteca algún libro que me pudiera terminar para dar por terminado el proyecto de ciencias, sobre la evolución de átomos. Siempre me había gustado la literatura, amo leer. En la biblioteca de mi cuarto tenía un montón de libros. Biología, física, química, matemática, castellano, español, historia, ciencias económicas; de ciencia ficción, románticas, terror, suspenso, drama, entro otros. Encontré el libro que tanto buscaba, era negro y anticuado, con letras doradas que resaltaban el título de él. Lo tomé y le limpie un poco de polvo que tenía en el lomo. Cuando me baje del banco en donde estaba parada, ya que era algo baja para alcanzar el último compartimento de la biblioteca, mi estómago rugió. No comía desde el desayuno en mi instituto, pues odiaba desayunar en casa. Tenía hambre y tenía que bajar a cenar, vi el reloj que tenía en mi muñeca y vi que eran más de las 7:00 pm. Deje el libro encima del escritorio y me dispuse a salir de mi habitación para cenar.
Bajé las escaleras lo más rápido que pude para evitar estar más tiempo en el solo y frío living de la casa. Atravesé la puerta de caoba claro de la cocina, pero escuche unos murmullos, así que abrí la ventana de la cocina que se conectaba con la sala para ver quién se encontraba ahí. Lucy estaba sentada en el amplio sofá blanco, con un castaño de aproximadamente 35 años, a su lado, con las manos tomadas; reían y veían la televisión, esta tenía un escote blanco muy pronunciado y unos jeans negros, tacos del mismo color. Vaya que me lo esperaba, todas las noches eran así. Contuve mi impotencia, cerré la ventana delicadamente para no llamar la atención, e intente hacerme un sándwich.
Tome todo lo que necesitaba para hacerlo: queso, tomates, lechuga, algo de jamón, kétchup, y por supuesto, las rebanadas de pan. Todo estaba perfectamente ordenado, seguro Cassey había limpiado todo antes de irse. Cassey formaba parte de nuestro servicio. Pues yo no tenía tiempo para ser la sirvienta de Lucy, y ella se la pasaba con tantos hombres que no tenía tiempo para hacer un buen almuerzo.
Una vez terminado mi sándwich, limpie todo y salí de la cocina, esperando no hacer ruido, o llamar la atención. Ese sí que sería un problema. Pero para mí mala suerte, mi madre se percató de mi presencia, y gritó mi nombre, haciendo que mis oídos retumbaran.
— ¡Spencer! —Me llamó, se oía algo ebria.
Resople de frustración y me di la vuelta para ir al living, dejando mi sándwich arriba del comedor.
— ¿Qué quieres, mamá? —No le podía decir Lucy a la cara.
— Te quiero presentar a alguien, cariño. —Dijo y me sonrió falsamente.
Esto siempre formaba parte del protocolo. Me los presentaba, estos me veían pícaros, me sonreían coquetamente y yo desaparecía del lugar.
— Spencer Wilde, Sr. —Me presente, extendiendo mi mano hacia el hombre que me miraba atentamente.
— Scott Rinswerg. —Estrecho mi mano, cordial. Pero yo sabía perfectamente que todo eso era una careta. No le sonreí ni nada.
Me di media vuelta, a lo que siento que alguien toma mi brazo bruscamente. Me voltee y me encontré con Scott mirándome con lujuria y deseo.
— ¡Suélteme! —Demandé con voz dura, haciendo que este soltara una sonora risa.
— Oh, no, cariño. No te podrás escapar. —Scott estuvo a punto de golpearme, pero le detuve la mano como pude.
— ¡Mamá! —Chillé horrorizada, preguntándome dónde diablos estaba.
— ¿Qué pasa, hija? —Pregunto con naturalidad, con una cerveza en la mano.
— ¡Quítamelo de encima! ¡Haz algo! —Lucy rodó los ojos con fastidio, mientras que Scott no apartaba la mirada de mí.
— Vamos, Scott. Es una pobre perra, suéltala ya.
— Pero… —Comenzó a decir Scott, chasqueando la lengua. —Está bien, pero si nos volvemos a encontrar… —Me beso bruscamente, mordiendo mi labio inferior. Yo forcejaba, tratando de deshacerme de su agarre. El poso su mano en mi trasero, y yo trate de no vomitar en su boca.
A los segundos, escucho como algo se rompe, y algunos cristales, creo, caen en mi cara. Cuando abro los ojos, vi a Scott con los ojos cerrados, y en cuestión de segundos, cae en el piso de largo a largo. Miré la escena horrorizada y sin poder articular palabra alguna. Lucy presionaba con los dedos, su cien. Sólo se escuchaba las lejanas voces del televisor.
— Ve a tu cuarto, rápido. —Ordenó Lucy, su mirada era neutra, indiferente.
No lo pensé dos veces y subí las escaleras rápidamente. No pude evitar derramar algunas lágrimas. Ya me estaba hartando de mi vida, y una pregunta rondaba por mi cabeza, ¿para qué seguir viviendo? Entre a mi cuarto e inmediatamente me dirigí hacia debajo de mi cama, tanteé por debajo de ella, buscando una caja. Toqué la caja y la extraje. Ya estaba algo vieja y llena de polvo. Esta contenía algunas navajas que había utilizado con anterioridad, las saqué y pude apreciar que todavía no estaban desgastadas.
Tome mi brazo y coloque sobre este, una de las navajas, lista para hacer un corte. Pero algo me decía que no lo hiciera. No podía caer en lo mismo de hace 3 años; cuando estuve a punto de morir por cortarme los brazos. Hace 3 años, mis padres se separaron y recién estaba terminando la secundaria, todos se burlaban de mí. Siempre fui la nerd, la desubicada. Era mucha presión, y mi única vía para escapar de ese dolor que me abrumaba, era hacer eso. Negué con la cabeza, todavía con lágrimas rodando por mi mejilla. Tire la navaja por debajo de la cama, y me apoye en la cama, tratando de ignorar lo que me acaba de pasar. Pero no podía, no era tan fácil. Todas las noches lloraba desconsoladamente, preguntándome porque me pasaba esto a mí, ¿No podía tener una vida bonita y alegre como la de las demás adolescentes de mi instituto?
Me levanté del asiento del mini estudio que estaba conectado con mi habitación y rebusqué entre la biblioteca algún libro que me pudiera terminar para dar por terminado el proyecto de ciencias, sobre la evolución de átomos. Siempre me había gustado la literatura, amo leer. En la biblioteca de mi cuarto tenía un montón de libros. Biología, física, química, matemática, castellano, español, historia, ciencias económicas; de ciencia ficción, románticas, terror, suspenso, drama, entro otros. Encontré el libro que tanto buscaba, era negro y anticuado, con letras doradas que resaltaban el título de él. Lo tomé y le limpie un poco de polvo que tenía en el lomo. Cuando me baje del banco en donde estaba parada, ya que era algo baja para alcanzar el último compartimento de la biblioteca, mi estómago rugió. No comía desde el desayuno en mi instituto, pues odiaba desayunar en casa. Tenía hambre y tenía que bajar a cenar, vi el reloj que tenía en mi muñeca y vi que eran más de las 7:00 pm. Deje el libro encima del escritorio y me dispuse a salir de mi habitación para cenar.
Bajé las escaleras lo más rápido que pude para evitar estar más tiempo en el solo y frío living de la casa. Atravesé la puerta de caoba claro de la cocina, pero escuche unos murmullos, así que abrí la ventana de la cocina que se conectaba con la sala para ver quién se encontraba ahí. Lucy estaba sentada en el amplio sofá blanco, con un castaño de aproximadamente 35 años, a su lado, con las manos tomadas; reían y veían la televisión, esta tenía un escote blanco muy pronunciado y unos jeans negros, tacos del mismo color. Vaya que me lo esperaba, todas las noches eran así. Contuve mi impotencia, cerré la ventana delicadamente para no llamar la atención, e intente hacerme un sándwich.
Tome todo lo que necesitaba para hacerlo: queso, tomates, lechuga, algo de jamón, kétchup, y por supuesto, las rebanadas de pan. Todo estaba perfectamente ordenado, seguro Cassey había limpiado todo antes de irse. Cassey formaba parte de nuestro servicio. Pues yo no tenía tiempo para ser la sirvienta de Lucy, y ella se la pasaba con tantos hombres que no tenía tiempo para hacer un buen almuerzo.
Una vez terminado mi sándwich, limpie todo y salí de la cocina, esperando no hacer ruido, o llamar la atención. Ese sí que sería un problema. Pero para mí mala suerte, mi madre se percató de mi presencia, y gritó mi nombre, haciendo que mis oídos retumbaran.
— ¡Spencer! —Me llamó, se oía algo ebria.
Resople de frustración y me di la vuelta para ir al living, dejando mi sándwich arriba del comedor.
— ¿Qué quieres, mamá? —No le podía decir Lucy a la cara.
— Te quiero presentar a alguien, cariño. —Dijo y me sonrió falsamente.
Esto siempre formaba parte del protocolo. Me los presentaba, estos me veían pícaros, me sonreían coquetamente y yo desaparecía del lugar.
— Spencer Wilde, Sr. —Me presente, extendiendo mi mano hacia el hombre que me miraba atentamente.
— Scott Rinswerg. —Estrecho mi mano, cordial. Pero yo sabía perfectamente que todo eso era una careta. No le sonreí ni nada.
Me di media vuelta, a lo que siento que alguien toma mi brazo bruscamente. Me voltee y me encontré con Scott mirándome con lujuria y deseo.
— ¡Suélteme! —Demandé con voz dura, haciendo que este soltara una sonora risa.
— Oh, no, cariño. No te podrás escapar. —Scott estuvo a punto de golpearme, pero le detuve la mano como pude.
— ¡Mamá! —Chillé horrorizada, preguntándome dónde diablos estaba.
— ¿Qué pasa, hija? —Pregunto con naturalidad, con una cerveza en la mano.
— ¡Quítamelo de encima! ¡Haz algo! —Lucy rodó los ojos con fastidio, mientras que Scott no apartaba la mirada de mí.
— Vamos, Scott. Es una pobre perra, suéltala ya.
— Pero… —Comenzó a decir Scott, chasqueando la lengua. —Está bien, pero si nos volvemos a encontrar… —Me beso bruscamente, mordiendo mi labio inferior. Yo forcejaba, tratando de deshacerme de su agarre. El poso su mano en mi trasero, y yo trate de no vomitar en su boca.
A los segundos, escucho como algo se rompe, y algunos cristales, creo, caen en mi cara. Cuando abro los ojos, vi a Scott con los ojos cerrados, y en cuestión de segundos, cae en el piso de largo a largo. Miré la escena horrorizada y sin poder articular palabra alguna. Lucy presionaba con los dedos, su cien. Sólo se escuchaba las lejanas voces del televisor.
— Ve a tu cuarto, rápido. —Ordenó Lucy, su mirada era neutra, indiferente.
No lo pensé dos veces y subí las escaleras rápidamente. No pude evitar derramar algunas lágrimas. Ya me estaba hartando de mi vida, y una pregunta rondaba por mi cabeza, ¿para qué seguir viviendo? Entre a mi cuarto e inmediatamente me dirigí hacia debajo de mi cama, tanteé por debajo de ella, buscando una caja. Toqué la caja y la extraje. Ya estaba algo vieja y llena de polvo. Esta contenía algunas navajas que había utilizado con anterioridad, las saqué y pude apreciar que todavía no estaban desgastadas.
Tome mi brazo y coloque sobre este, una de las navajas, lista para hacer un corte. Pero algo me decía que no lo hiciera. No podía caer en lo mismo de hace 3 años; cuando estuve a punto de morir por cortarme los brazos. Hace 3 años, mis padres se separaron y recién estaba terminando la secundaria, todos se burlaban de mí. Siempre fui la nerd, la desubicada. Era mucha presión, y mi única vía para escapar de ese dolor que me abrumaba, era hacer eso. Negué con la cabeza, todavía con lágrimas rodando por mi mejilla. Tire la navaja por debajo de la cama, y me apoye en la cama, tratando de ignorar lo que me acaba de pasar. Pero no podía, no era tan fácil. Todas las noches lloraba desconsoladamente, preguntándome porque me pasaba esto a mí, ¿No podía tener una vida bonita y alegre como la de las demás adolescentes de mi instituto?
LOVE ∞ NOTHING ∞ CREADO POR EXTRAVAGANZA
Última edición por Meydvrc el Jue 23 Mayo 2013, 1:08 pm, editado 4 veces
bigtimerush.
Re: Falling Apart |Harry Styles, James Maslow y Spencer W.| ¡CANCELADA!
ME ENCANTÓ ESTUVO COMO ASDFGHJKLÑASDFGHJKLÑ Y MUCHO MÁS ASDFGHJKLÑ SIGUELA *O*
Invitado
Invitado
Re: Falling Apart |Harry Styles, James Maslow y Spencer W.| ¡CANCELADA!
Hahahaha graciaaas<3 Hoy mismo la sigo bebe!Harriet $tyles escribió:ME ENCANTÓ ESTUVO COMO ASDFGHJKLÑASDFGHJKLÑ Y MUCHO MÁS ASDFGHJKLÑ SIGUELA *O*
bigtimerush.
Falling Apart |James Maslow, Kendall Schmidt y Spencer W.|
"Nuevos vecinos, nuevas complicaciones.
Sept 16, 2011. ∞ Soleado. ∞ Masachussets. ∞ con: Spencer Wilde.
Capítulo 2, {Part. 1}.
Aquella noche no pude dormir bien; así era siempre. Largas ojeras cubrían la parte inferior de mis ojos, dejando al descubierto a una chica demacrada. Me miré una vez más en el espejo, mi pelo color melocotón oscuro caía por mis hombros, desordenado y despeinado. Mis labios estaban secos y como siempre, delgados y sonrosados. Mis ojos color almendra estaban desanimados y transpiraban tristeza. Mi piel más pálida de lo normal, y las marcadas curvas que me definían estaban voluminosas. No me consideraba hermosa, nadie decía que lo era y con el tiempo empecé a creérmelo. Era yo sola contra la vida; nadie que me apoyara. En las ferias de ciencias ganaba el primer lugar y nadie me hacía merito por eso. Papa siempre ponía excusas y yo nunca le comentaba nada a Lucy. Siempre me imaginaba un mundo en el que yo era feliz, con una familia que me quisiera, que me diera apoyo y amor incondicional, alguien que me susurrara al oído que me amaba. Sentirme importante. Pero hay que ser realistas, eso nunca iba a pasar.
Después de ducharme, me envolví en una toalla y salí del baño, lista para prepararme para el instituto. Comencé por maquillarme. Saque de mi closet el porta cosméticos rosa que tanto odiaba. Aplique la base, y luego el polvo; el rubor fue después, un poco de rímel y un labial con brillos. Siempre había detestado maquillarme, pero tengo que hacerlo. El mi actual instituto, el MIT (Instituto tecnológico de Massachusetts), soy la típica chica que cumple con el estereotipo de una de los “populares”. Nunca me ha gustado llamar la atención, aunque no era la mejor forma de pasar desapercibida, soy una chica realmente tímida en el instituto, no hablo con nadie, salvo con los integrantes del club de ciencias. Aunque fuera una pelirroja de figura escultural, no me agradaba tener que juntarme con los chicos engreídos de allá. Todos piensan que soy una pelirroja hueca, tímida y estúpida; cuando mi verdadera personalidad era fría, algo tímida, audaz, perspicaz, simpática, pero, dulce a la vez. Desgraciadamente nadie conocía a la verdadera Spencer Wilde.
Rebusque entre mi closet algo para ponerme hoy. No es que me guste estar a la moda, porque no es así, es que a medida de que pasa el tiempo, te acostumbras. Me decidí por unos shorts estilo jeans, con una blusa blanca, casi transparente, que tenía un bonito búho en el centro, mis vans rojas, un trío de pulseras doradas que hacia juego con la blusa, y, por supuesto mi reloj favorito de plata. Tome mi mochila negra, introduje los últimos libros que había en el escritorio, apague las luces de la habitación y me dirigí hacia la cocina por un poco de yogurt y una barra de cereal para desayunar.
Cuando bajaba las escaleras, percibí un olor a tocino y huevos procedente de la cocina, me pregunté por qué Cassey habrá venido tan temprano, su horario partía desde las 9am, y apenas eran… mire mi reloj y marcaban las 6:54 am. Apresuré el paso y en cuanto abrí la puerta de la cocina, me sorprendí al ver a Lucy cocinando. Traía un delantal rosa pastel, y el cabello recogido en una coleta. Su cabello era rubio y sus ojos eran verdes intensos. Era una mujer muy hermosa. Lucy se volvió hacia mí con una sonrisa cálida y dulce, al momento en que traspase el umbral de la puerta.
—Buen día. —Dije fría a su gesto.
—Buenos días, Spencer.
Lucy seguí preparando el desayuno, pero yo no pensaba quedarme por mucho tiempo. Tome un vaso grande de vidrio y serví el jugo que estaba sobre la mesa. Fui hacia la despensa y saque una barra de cereal con manzanas. Me tome el jugo en menos de un minuto, y metí la barra de cereal en mi mochila. Lucy noto esto e hizo una mueca algo desanimada.
— ¿No desayunaras aquí? —Preguntó.
— No, mama. Lo siento.
Deje el vaso ya vacío en la mesa, tome mi mochila y me dispuse a ir a buscar las llaves de mi auto. Pero la voz de Lucy, hizo que me volviese hacia ella.
— Spencer, para hoy organice una cena. Quiero que asistas, es a las 7:30pm.
— ¿Qué? ¿Otra cena? —Inquirí fastidiada.
— Sí. —Afirmo segura— Hay nuevos vecinos, y tenemos que darnos a conocer.
— Tengo que… —Estaba intentado pensar en una excusa, pero Lucy me conocía demasiado bien.
— Por favor, hija. Apuesto a que te agradaran.
— Está bien. —Acepte a regañadientes.
__
Ya en 15 minutos estaba en el aparcamiento para estudiantes del MIT. Retoque mi cabello, rocié mi perfume favorito en el cuello, me mire por última vez en el espejo y trate de sonreír, aunque no tenía razones para hacerlo. Todavía estaba algo fastidiada y molesta por las cenas sorpresas que preparaba Lucy, todas terminan igual de desastrosas. Aunque había notado algo muy raro en su trato de hoy hacia mí. Ella nunca prepara desayuno, ni mucho menos se levanta temprano. Es muy importante para Lucy la apariencia y esta vez parecía no importarle mucho. La mayoría de las veces cuando hablábamos discutíamos, yo huía y podía escuchar sus sollozos desde mi cuarto. Si de verdad se arrepintiera de lo que hace, ¿Por qué esconderlo? Todas esas certezas comprobaban mi teoría de que la cena de hoy debía de ser muy importante, si no, no se hubiera molestado en cambiar partes claves de su personalidad para conseguir que aceptara.
Caminaba por los pasillos mirando las baldosas blancas brillantes, como siempre. Los estudiantes caminaban agitados, otros tranquilos, por los pasillos del instituto. Nadie me miraba, era como invisible. Cuando pase por el sequito de Ellen, toda una bruja, las tres me sonrieron falsamente, les devolví la sonrisa. Seguí caminando, hasta que divise entre la multitud, a uno de los integrantes de ciencias del MIT. Este me vio, sonrió y me saludo con la mano, a los segundos se acercó a mí.
— Hola, Spencer. —Me sonrió.
— Hola, Eric.
— ¿Terminaste el proyecto de ciencias? —Preguntó con un cierto aire de superioridad en su voz.
— Claro, ¿Y tú? —Respondí perspicaz.
— Sí. ¿Podrías pasar dejándomelo por el laboratorio?
— Oh, sí.
— Está bien, nos vemos después.
Al cabo de unos segundos, desapareció. Ladee la cabeza hacia el campus, pero unos cuchicheos llamaron mi atención; me encontré con dos castañas suspirando y soltando risitas, pero no alcancé a escuchar lo que hablaban. Me pregunto si habrá algún chico nuevo.
Después de ducharme, me envolví en una toalla y salí del baño, lista para prepararme para el instituto. Comencé por maquillarme. Saque de mi closet el porta cosméticos rosa que tanto odiaba. Aplique la base, y luego el polvo; el rubor fue después, un poco de rímel y un labial con brillos. Siempre había detestado maquillarme, pero tengo que hacerlo. El mi actual instituto, el MIT (Instituto tecnológico de Massachusetts), soy la típica chica que cumple con el estereotipo de una de los “populares”. Nunca me ha gustado llamar la atención, aunque no era la mejor forma de pasar desapercibida, soy una chica realmente tímida en el instituto, no hablo con nadie, salvo con los integrantes del club de ciencias. Aunque fuera una pelirroja de figura escultural, no me agradaba tener que juntarme con los chicos engreídos de allá. Todos piensan que soy una pelirroja hueca, tímida y estúpida; cuando mi verdadera personalidad era fría, algo tímida, audaz, perspicaz, simpática, pero, dulce a la vez. Desgraciadamente nadie conocía a la verdadera Spencer Wilde.
Rebusque entre mi closet algo para ponerme hoy. No es que me guste estar a la moda, porque no es así, es que a medida de que pasa el tiempo, te acostumbras. Me decidí por unos shorts estilo jeans, con una blusa blanca, casi transparente, que tenía un bonito búho en el centro, mis vans rojas, un trío de pulseras doradas que hacia juego con la blusa, y, por supuesto mi reloj favorito de plata. Tome mi mochila negra, introduje los últimos libros que había en el escritorio, apague las luces de la habitación y me dirigí hacia la cocina por un poco de yogurt y una barra de cereal para desayunar.
Cuando bajaba las escaleras, percibí un olor a tocino y huevos procedente de la cocina, me pregunté por qué Cassey habrá venido tan temprano, su horario partía desde las 9am, y apenas eran… mire mi reloj y marcaban las 6:54 am. Apresuré el paso y en cuanto abrí la puerta de la cocina, me sorprendí al ver a Lucy cocinando. Traía un delantal rosa pastel, y el cabello recogido en una coleta. Su cabello era rubio y sus ojos eran verdes intensos. Era una mujer muy hermosa. Lucy se volvió hacia mí con una sonrisa cálida y dulce, al momento en que traspase el umbral de la puerta.
—Buen día. —Dije fría a su gesto.
—Buenos días, Spencer.
Lucy seguí preparando el desayuno, pero yo no pensaba quedarme por mucho tiempo. Tome un vaso grande de vidrio y serví el jugo que estaba sobre la mesa. Fui hacia la despensa y saque una barra de cereal con manzanas. Me tome el jugo en menos de un minuto, y metí la barra de cereal en mi mochila. Lucy noto esto e hizo una mueca algo desanimada.
— ¿No desayunaras aquí? —Preguntó.
— No, mama. Lo siento.
Deje el vaso ya vacío en la mesa, tome mi mochila y me dispuse a ir a buscar las llaves de mi auto. Pero la voz de Lucy, hizo que me volviese hacia ella.
— Spencer, para hoy organice una cena. Quiero que asistas, es a las 7:30pm.
— ¿Qué? ¿Otra cena? —Inquirí fastidiada.
— Sí. —Afirmo segura— Hay nuevos vecinos, y tenemos que darnos a conocer.
— Tengo que… —Estaba intentado pensar en una excusa, pero Lucy me conocía demasiado bien.
— Por favor, hija. Apuesto a que te agradaran.
— Está bien. —Acepte a regañadientes.
__
Ya en 15 minutos estaba en el aparcamiento para estudiantes del MIT. Retoque mi cabello, rocié mi perfume favorito en el cuello, me mire por última vez en el espejo y trate de sonreír, aunque no tenía razones para hacerlo. Todavía estaba algo fastidiada y molesta por las cenas sorpresas que preparaba Lucy, todas terminan igual de desastrosas. Aunque había notado algo muy raro en su trato de hoy hacia mí. Ella nunca prepara desayuno, ni mucho menos se levanta temprano. Es muy importante para Lucy la apariencia y esta vez parecía no importarle mucho. La mayoría de las veces cuando hablábamos discutíamos, yo huía y podía escuchar sus sollozos desde mi cuarto. Si de verdad se arrepintiera de lo que hace, ¿Por qué esconderlo? Todas esas certezas comprobaban mi teoría de que la cena de hoy debía de ser muy importante, si no, no se hubiera molestado en cambiar partes claves de su personalidad para conseguir que aceptara.
Caminaba por los pasillos mirando las baldosas blancas brillantes, como siempre. Los estudiantes caminaban agitados, otros tranquilos, por los pasillos del instituto. Nadie me miraba, era como invisible. Cuando pase por el sequito de Ellen, toda una bruja, las tres me sonrieron falsamente, les devolví la sonrisa. Seguí caminando, hasta que divise entre la multitud, a uno de los integrantes de ciencias del MIT. Este me vio, sonrió y me saludo con la mano, a los segundos se acercó a mí.
— Hola, Spencer. —Me sonrió.
— Hola, Eric.
— ¿Terminaste el proyecto de ciencias? —Preguntó con un cierto aire de superioridad en su voz.
— Claro, ¿Y tú? —Respondí perspicaz.
— Sí. ¿Podrías pasar dejándomelo por el laboratorio?
— Oh, sí.
— Está bien, nos vemos después.
Al cabo de unos segundos, desapareció. Ladee la cabeza hacia el campus, pero unos cuchicheos llamaron mi atención; me encontré con dos castañas suspirando y soltando risitas, pero no alcancé a escuchar lo que hablaban. Me pregunto si habrá algún chico nuevo.
LOVE ∞ NOTHING ∞ CREADO POR EXTRAVAGANZA
Última edición por Meydvrc el Mar 21 Mayo 2013, 6:13 pm, editado 2 veces
bigtimerush.
Re: Falling Apart |Harry Styles, James Maslow y Spencer W.| ¡CANCELADA!
Me encantó *-* te quedó super mega híper re contra fantástico *O*
SIGUELA
SIGUELA
Invitado
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Re: Falling Apart |Harry Styles, James Maslow y Spencer W.| ¡CANCELADA!
Gracias, que linda<3 Creo que la seguiré en un rato c:Harriet $tyles escribió:Me encantó *-* te quedó super mega híper re contra fantástico *O*
SIGUELA
bigtimerush.
Falling Apart |James Maslow, Kendall Schmidt y Spencer W.|
"Nuevos vecinos, nuevas complicaciones.
Sept 16, 2011. ∞ Casi oscureciendo. ∞ Masachussets. ∞ con: Spencer Wilde.
Capítulo 2, {Part. II}.
Cuando entre al aula de clases, mejor dicho, al laboratorio de química, todas las chicas estaban hablando en murmullos sobreexcitados, con risitas y más de un suspiro. Las ignore y pensé, chico nuevo, Me senté en mi asiento, esperando a que Eric entrara por esa puerta, ya que, él era mi compañero de laboratorio. Garabatee algunas letras en la parte de atrás de mi cuaderno, totalmente aburrida. De repente, se abrió, todas contuvieron el aliento, pero al ver que era Eric, suspiraron de frustración y volvieron a sus conversaciones. Este levanto una ceja, y se me sentó al lado.
— ¿Con que nuevo chico, eh? —Pregunté curiosa, dejando mi pluma a un lado.
Este negó con la cabeza y yo fruncí el ceño.
— Nuevo profesor. —Corrigió.
— ¿Por qué estarían tan emocionadas por un nuevo profesor? —Inquirí confundida.
— ¿Qué no lo has visto? —Yo negué con la cabeza. — Según ellas, es “Guapo” —Señalo haciendo comillas con los dedos e imitando su voz.
— ¿El da esta materia? —Pregunté mientras rezaba para que no me tocara ver alguna materia con él.
— Sí, no debe tardar en llegar.
Maldición. Me tocaría aguantar los desarreglos hormonales de las chicas del aula. El ultimo profesor guapo al que contrataron, lo despidieron por salir con una estudiante. Se armó un lio grandísimo. Es que las chicas de aquí son muy perras. Por lo menos el grupo de Ellen son unas de las más zorras, se han acostado con la mayoría de los chicos de aquí.
Entre pensamiento y pensamiento, se abre la puerta y deja ver a un hombre de aproximadamente unos 23 años, realmente atractivo. Alto, buen físico, labios carnosos, de tez bronceada, castaño de ojos cafés. Nos sonrió y nos dio los buenos días. Tenía un pantalón de mezclilla negro, una camisa blanca pegada al cuerpo y una chaqueta de cuero negra.
— Espero estén bien. Mi nombre es James Maslow y seré su nuevo profesor de química y matemáticas, para algunos.
Las chicas casi gritaban de emoción y excitación. La verdad, su voz era muy seductora. Yo me mantuve inexpresiva. Tome mi lápiz y jugaba con él.
— Abran sus libros en la página 87 y realicen la prueba de laboratorio número 8. —Ordeno colocando su libro en el escritorio y parándose a ver si lo hacíamos o no.
Ignore al castaño que me miraba fijamente mientras pasaba por nuestro lado, saqué mi libro de químico y, junto con Eric, comenzamos con la actividad asignada. Pasaron como aproximadamente 25 minutos, y se veía que todos los chicos la estaban pasando realmente mal.
Para Eric y para mí era un tema fácil, pues el año pasado el club de ciencias recibió un curso de química avanzado y pues, ya habíamos hecho esta prueba. El profesor Maslow estaba sentado en el escritorio hojeando distraídamente las páginas del libro, y una que otra vez, pasaba por los asientos.
Apoye la cara en la palma de mi mano, pensando en la cena de hoy. Por supuesto, cabizbaja. No podía aguantarle la mirada al profesor por más de 2 segundos. Era extraño, pero ocurría. Llego un momento en que nuestras miradas se cruzaron por más de 3 segundos, este sonrió coqueto y yo rodé los ojos, a lo que Eric me da un codazo. Lo fulmino con la mirada y sigo con lo mío.
— ¿Quién ha terminado? —Pregunto el profesor Maslow parándose de su asiento y mirando detalladamente cada par de estudiantes.
Eric me hace una seña con los ojos, dándome a entender que levantara la mano. Alcé la mano y el profesor no me vio, después de llamarlo, este me vio y me pidió los nombres del equipo.
— Spencer Wilde y Eric Vega. —Le dije, este anoto los nombres en su carpeta de registros, y se dirigió hacia otro grupo que ya había terminado.
Transcurrieron unos 10 minutos y toda la clase había terminado, tras sonar el timbre que anunciaba el primer descanso entre clases de 30 minutos. Me despedí con un gesto con la mano de Eric, quien me sonrió y se fue.
La mayoría del tiempo, pasaba ese tiempo leyendo algún libro, escuchando música, y en caso de tener algún tipo de examen en la siguiente hora, estudiaba un poco o simplemente me sentada en el césped a ver como los chicos tenían una vida social, reían y disfrutaban de su descanso a lo grande.
Fui a la cafetería por una gaseosa, pensaba comer mi barra. Con el estrés de Lucy, se me olvido por completo mi desayuno.
Compre mi gaseosa, y me dirigí hacia el césped, debajo de mi árbol favorito en todo el campus. Desde que ingrese aquí, hace un año, siempre me ha gustado ese árbol.
Existen veces en las que me pregunto, ¿Cuál es mi propósito en la vida? No tengo ningún don desaliñado, no se tocar ningún tipo de instrumento… Sólo soy buena leyendo, analizando hechos y en mis deberes académicos. Llega un momento en el que te cansas de tu monótona vida hasta el punto de detestarla. Quizás tengo una vida tan ordinaria debido a mi soledad, y aun así nunca me ha gustado la soledad, pero tampoco soy de esas personas que te obligan a estar conmigo. Pienso que cada quien está donde quiere estar; queriendo decir que en ese lugar está a gusto, cómodo.
Nunca me he sentido a gusta con mi misma. Quiero decir, más allá del físico, hablo de mis capacidades, incluyendo mi extraña personalidad. Desde pequeña siempre había sido tímida, obviando a mi anterior personalidad. Nunca había tenido amigas, sólo tuve una, Melissa, pero ella se fue para Londres y perdimos contacto. Todos me miran raro, e incluso fue tanta presión, que casi muero por unas simples cortadas. A medida de que pasaba el tiempo, mi vida dejaba de tener sentido. Pero debía de tener un propósito, solo debía esperar. Esta casi segura de que algún día alcanzaría la felicidad que tanto deseo.
Sonreían y Ellen le paso una mano por el hombro a James. Este le aparto la mano sutilmente y yo solté una sonora risa. Por primera vez, la rechazaban. De perfil se veía a Ellen algo disgustada; Maslow se despidió con un gesto con la mano, dejándolas aún más afligidas. Pero algo no iba bien, Maslow se acercaba a paso despreocupado hacia mí, sonriéndome cálidamente. Tenía que hacer algo para impedir que este llegara a mi mesa.
Rápidamente tome mi mochila y me la puse al hombro, no me importo dejar el almuerzo a medio comer, mi única prioridad era escapar de ese lugar. Con paso apresurado, llegue hasta las dos grandes puertas blancas, suspire de alivio, pero no todo había terminado.
— ¿A dónde crees que vas? —Preguntó James divertido, tomándome por el hombro y dándome la vuelta, hasta quedar frente a frente.
— Tengo cosas que hacer, Maslow. —Respondí cortante.
— Oh, vamos, dime James. —Me guiñó un ojo.
No pude evitar morderme el labio inferior. Siempre lo hacía cuando estaba nerviosa por algo o por alguien.
— No quiero ser mal educada, pero debo irme. —Replique.
— No te quitare mucho tiempo. —Insistió, sonriéndome dulcemente.
— Lo siento, pero no tengo tiempo. —Dije y salí lo más rápido que pude de la cafetería.
Estaba orgullosa de mi fuerza de voluntad. Podría haberme quedado hipnotizada por sus hermosos ojos almendras, pero no lo hice. Podría haberme ido con él y pasar el resto del almuerzo juntos, pero, no lo hice. Pero había algo que no podía negar, un sentimiento, una sensación mucho más fuerte que mi aparente fuerza de voluntad. Cuando hable con el tuve que reprimir mis ganas de sonreír; su sonrisa era muy contagiosa y muy hermosa. A pesar de todo, sabía perfectamente que tarde o temprano ese sentimiento saldría a la luz, y sería algo difícil contenerlo. Sacudí la cabeza en un intento de olvidarme de su rostro y esas supersticiones estúpidas que rondaban por mi cabeza. ¿Yo sentir cosas por un profesor? Nunca ¡Y menos por James!
Sin darme cuenta, llegue al laboratorio de ciencias, que también servía como sede de nuestro club. Recordé el favor que me pidió Eric. Saque mi carpeta que tenía un gato gigante en la portada, sonreí, la he tenido desde pequeña. Vaya que sí había cambiado. Tome el trabajo, y entre al laboratorio. Estaba vacía, no había nadie.
Deposite el trabajo en una de las mesas, saqué mi ¡Phone y tenía un mensaje de mamá.
“Spencer, que no se te olvide la cena de hoy. No tardes. Besos.”
Vi mi reloj y eran las 3:45pm. Enhorabuena, ya se acercaba la hora de la cena y no tenía más clases. Saque las llaves de mi bolsillo y me fui hacia el estacionamiento, para irme a casa.
Caminé con rapidez, no sin antes comprar unas galletas de la máquina expendedora de uno de los pasillos.
Me introduje en el auto y mientras lo encendía, pensé que no tenía algún conjunto que ponerme para la cena de hoy. Lucy me mataría si me pongo cualquier cosa, es fácil impresionarla, pero no con ropa usada. Y ciertamente, no había comprado ropa en mucho tiempo. En estas ocasiones, una llamaba a su amiga por emergencia de modas, y ella acudía a ti, peor había un problema, yo no tenía amigas. Me entraron unas ganas inmensas de llorar. Mi soledad era deprimente. Pero debía ser fuerte, Spencer Wilde no debe mostrarse débil nunca. A pesar de las adversidades, nunca olvidé sonreír.
Estacione el auto en un espacio que había libre, y me baje. Casi me caigo en el trayecto y un chico soltó una risita burlona y me señalo cuando me vio, yo le saque la lengua. Que madura, Spencer. Entre, busque apresuradamente a una chica que me ayudara a escoger, en esos momentos, era lo que más necesitaba. Cuando por fin la encontró, esta se mostró dispuesta y servicial, regalándome una linda sonrisa. Se la devolví como pude y nos adentramos en el mundo rosa.
Vestidos, faldas, flores, estampados, perlas, cinas de colores y nada llamaba mi atención. Hasta que vi algo que me encanto: Un vestido floral que se ajustaba a mi cuerpo a la perfección, azul oscuro, con flores rosas pastel, blancas, turquesas y lilas. Era tipo strapples, con la parte superior en forma de corazón. Me quedaba muy ajustad y era muy corto, pero hermoso.
Cuando salí del probador, encontré a la chica que me atendía con una cadena de oro con un hermoso dije de corazón que hacia lucir sus brillantes diamantes. Chille de emoción, estaba muy hermoso.
— Es de nuestra colección genuina. Nadie más lo tienes y me pareció que le quedaría bien.
— Muchas gracias. Está muy hermoso, de veras. —La chica me sonrió— Pero todavía faltan los zapatos.
Revisamos la vidriera con distintos zapatos. Ninguno me llamaba la atención hasta que vi unos tacos de aproximadamente 15 centímetros, color rosa pastel, cerrados; como a mí me gustan. Me los probé y me quedaban realmente hermosos. Por un momento me había olvidado de la hora, y cuando la vi, eran las 6:47pm. Casi grito de horror. Le pedí a la chica que me envolviera lo que escogimos y pase rápidamente mi tarjeta de crédito. Le di las gracias a la chica y a la cajera.
Conduje con calma, no quería que me pusieran una multa. Pensé en mi cabello, ¿Qué haría con él? Me lo revise y estaba como siempre. Liso arriba, pero con ondas pronunciadas a la mitad de él; me lo retocaría con el secador y estaba lista. Llegue a la casa y pude apreciar que no había ningún auto al frente de esta, suspire de alivio. No había llegado tarde. Junto con mi mochila y las bolsas de Pink, me baje del auto me adentre en la casa.
La casa estaba impregnada de un olor a canela con vainilla magnifico. Vi a Lucy poniendo la mesa, quizás si estaba un poco tarde.
— Hola, mama. Siento llegar tarde. —Me disculpé mientras le sonreía.
— Está bien, todavía no llegan. —Me miro. — Ve a vestirte.
— Voy.
Subí las escaleras tan lento como pude, ya me dolían los pies. Entre a mi habitación, tire mi mochila y las llaves del auto las deje en la cama. Me quite las vans y las tire en el piso, me desvestí poco a poco, con toda la lentitud posible, sólo hasta que sonó el timbre. Después de musitar una maldición, corrí al baño, para darme una ducha rápida.
Después de terminar en el baño, me seque completa. Ya se escuchaban murmullos abajo. Me maquille lo más rápido que pude. Base, rubor, rímel, algo de sombra y labial rosas fuerte. Me puse el vestido, tratando de no arruinar el maquillaje y anduve al espejo del baño para peinarme. Prendí la secadora, y en menos de 10 minutos estaba lista.
Me puse los tacones, me rocié perfume y baje las escaleras. No estaban en el comedor. Avance un poco más al living, seguro estaban en la sala de estar. En efecto, ahí estaban.
Me escondí detrás de una repisa que se encontraba a espaldas de los sofás para poder apreciarlos mejor. Lucy tenía un vestido rojo que le llegaba por las rodillas, ajustado al cuerpo, manga larga; el señor que estaba al lado de ella sonriendo animadamente tenía una camisa manga larga blanca y unos pantalones de gabardina negros. Pero hubo algo que atrajo mis cinco sentidos. Un rizado que estaba mirándome detenidamente con una sonrisa pícara en la cara, recorría todo mi cuerpo con su mirada. Quizás fue mala idea ponerme un vestido tan corto, pero ya era tarde. Fruncí el ceño y decidí salir de mi escondite para presentarme.
— Buenas noches. Mi nombre es Spencer, Spencer Wilde. —Saludé, tendiéndole la mano al señor que se encontraba al lado de mama.
Este la estrechó y todos me sonrieron, incluyendo al atrevido rizado, quien lo hizo, pero coqueteándome. Lucy me alzo los dos pulgares.
— Un placer, Spencer. Mi nombre es Harry, Harry Styles. —Se presentó con voz seductora, se paró de su asiento y me beso la mano.
Patán, fue lo primero que pensé, pero lo escondí con una sonrisa dulce y encantadora.
— Un gusto, Señorita Spencer. Su madre me ha hablado maravillas de usted; soy Mike Styles. —Me sonrió cordialmente.
— Oh, dígame Spencer por favor.
— Creo que ya es hora de cenar, ¿Vamos? —Dijo Lucy, sonriendo una vez más.
Esta noche se veía radiante, no solo por su atrevido pero elegante vestido rojo, su sonrisa irradiaba felicidad. Mike no se veía como los otros hombres que habían venido a la casa, este era mucho más educado y se veía que no tenía malas intenciones. En cambio, Styles, se veía que era un mujeriego de primera. Yo conocía exactamente a los chicos de su edad. Todos eran iguales.
— ¿Con que nuevo chico, eh? —Pregunté curiosa, dejando mi pluma a un lado.
Este negó con la cabeza y yo fruncí el ceño.
— Nuevo profesor. —Corrigió.
— ¿Por qué estarían tan emocionadas por un nuevo profesor? —Inquirí confundida.
— ¿Qué no lo has visto? —Yo negué con la cabeza. — Según ellas, es “Guapo” —Señalo haciendo comillas con los dedos e imitando su voz.
— ¿El da esta materia? —Pregunté mientras rezaba para que no me tocara ver alguna materia con él.
— Sí, no debe tardar en llegar.
Maldición. Me tocaría aguantar los desarreglos hormonales de las chicas del aula. El ultimo profesor guapo al que contrataron, lo despidieron por salir con una estudiante. Se armó un lio grandísimo. Es que las chicas de aquí son muy perras. Por lo menos el grupo de Ellen son unas de las más zorras, se han acostado con la mayoría de los chicos de aquí.
Entre pensamiento y pensamiento, se abre la puerta y deja ver a un hombre de aproximadamente unos 23 años, realmente atractivo. Alto, buen físico, labios carnosos, de tez bronceada, castaño de ojos cafés. Nos sonrió y nos dio los buenos días. Tenía un pantalón de mezclilla negro, una camisa blanca pegada al cuerpo y una chaqueta de cuero negra.
— Espero estén bien. Mi nombre es James Maslow y seré su nuevo profesor de química y matemáticas, para algunos.
Las chicas casi gritaban de emoción y excitación. La verdad, su voz era muy seductora. Yo me mantuve inexpresiva. Tome mi lápiz y jugaba con él.
— Abran sus libros en la página 87 y realicen la prueba de laboratorio número 8. —Ordeno colocando su libro en el escritorio y parándose a ver si lo hacíamos o no.
Ignore al castaño que me miraba fijamente mientras pasaba por nuestro lado, saqué mi libro de químico y, junto con Eric, comenzamos con la actividad asignada. Pasaron como aproximadamente 25 minutos, y se veía que todos los chicos la estaban pasando realmente mal.
Para Eric y para mí era un tema fácil, pues el año pasado el club de ciencias recibió un curso de química avanzado y pues, ya habíamos hecho esta prueba. El profesor Maslow estaba sentado en el escritorio hojeando distraídamente las páginas del libro, y una que otra vez, pasaba por los asientos.
Apoye la cara en la palma de mi mano, pensando en la cena de hoy. Por supuesto, cabizbaja. No podía aguantarle la mirada al profesor por más de 2 segundos. Era extraño, pero ocurría. Llego un momento en que nuestras miradas se cruzaron por más de 3 segundos, este sonrió coqueto y yo rodé los ojos, a lo que Eric me da un codazo. Lo fulmino con la mirada y sigo con lo mío.
— ¿Quién ha terminado? —Pregunto el profesor Maslow parándose de su asiento y mirando detalladamente cada par de estudiantes.
Eric me hace una seña con los ojos, dándome a entender que levantara la mano. Alcé la mano y el profesor no me vio, después de llamarlo, este me vio y me pidió los nombres del equipo.
— Spencer Wilde y Eric Vega. —Le dije, este anoto los nombres en su carpeta de registros, y se dirigió hacia otro grupo que ya había terminado.
Transcurrieron unos 10 minutos y toda la clase había terminado, tras sonar el timbre que anunciaba el primer descanso entre clases de 30 minutos. Me despedí con un gesto con la mano de Eric, quien me sonrió y se fue.
La mayoría del tiempo, pasaba ese tiempo leyendo algún libro, escuchando música, y en caso de tener algún tipo de examen en la siguiente hora, estudiaba un poco o simplemente me sentada en el césped a ver como los chicos tenían una vida social, reían y disfrutaban de su descanso a lo grande.
Fui a la cafetería por una gaseosa, pensaba comer mi barra. Con el estrés de Lucy, se me olvido por completo mi desayuno.
Compre mi gaseosa, y me dirigí hacia el césped, debajo de mi árbol favorito en todo el campus. Desde que ingrese aquí, hace un año, siempre me ha gustado ese árbol.
Existen veces en las que me pregunto, ¿Cuál es mi propósito en la vida? No tengo ningún don desaliñado, no se tocar ningún tipo de instrumento… Sólo soy buena leyendo, analizando hechos y en mis deberes académicos. Llega un momento en el que te cansas de tu monótona vida hasta el punto de detestarla. Quizás tengo una vida tan ordinaria debido a mi soledad, y aun así nunca me ha gustado la soledad, pero tampoco soy de esas personas que te obligan a estar conmigo. Pienso que cada quien está donde quiere estar; queriendo decir que en ese lugar está a gusto, cómodo.
Nunca me he sentido a gusta con mi misma. Quiero decir, más allá del físico, hablo de mis capacidades, incluyendo mi extraña personalidad. Desde pequeña siempre había sido tímida, obviando a mi anterior personalidad. Nunca había tenido amigas, sólo tuve una, Melissa, pero ella se fue para Londres y perdimos contacto. Todos me miran raro, e incluso fue tanta presión, que casi muero por unas simples cortadas. A medida de que pasaba el tiempo, mi vida dejaba de tener sentido. Pero debía de tener un propósito, solo debía esperar. Esta casi segura de que algún día alcanzaría la felicidad que tanto deseo.
{…}
El estrepitoso sonido del timbre que indicaba el almuerzo por fin sonó, dando por terminada la clase de Ciencias económicas. Tome mi mochila y fui por mi almuerzo. Compre un trozo de pizza con doble queso, un batido de fresa, y un pudín de vainilla para el postre. Me senté sola en una de las mesas, no comía muy rápido, pues, tenía tiempo de sobra. Vi hablar a Maslow muy cómodamente con algunas de las chicas de mi clase, incluyendo a la odiosa de Ellen. Sonreían y Ellen le paso una mano por el hombro a James. Este le aparto la mano sutilmente y yo solté una sonora risa. Por primera vez, la rechazaban. De perfil se veía a Ellen algo disgustada; Maslow se despidió con un gesto con la mano, dejándolas aún más afligidas. Pero algo no iba bien, Maslow se acercaba a paso despreocupado hacia mí, sonriéndome cálidamente. Tenía que hacer algo para impedir que este llegara a mi mesa.
Rápidamente tome mi mochila y me la puse al hombro, no me importo dejar el almuerzo a medio comer, mi única prioridad era escapar de ese lugar. Con paso apresurado, llegue hasta las dos grandes puertas blancas, suspire de alivio, pero no todo había terminado.
— ¿A dónde crees que vas? —Preguntó James divertido, tomándome por el hombro y dándome la vuelta, hasta quedar frente a frente.
— Tengo cosas que hacer, Maslow. —Respondí cortante.
— Oh, vamos, dime James. —Me guiñó un ojo.
No pude evitar morderme el labio inferior. Siempre lo hacía cuando estaba nerviosa por algo o por alguien.
— No quiero ser mal educada, pero debo irme. —Replique.
— No te quitare mucho tiempo. —Insistió, sonriéndome dulcemente.
— Lo siento, pero no tengo tiempo. —Dije y salí lo más rápido que pude de la cafetería.
Estaba orgullosa de mi fuerza de voluntad. Podría haberme quedado hipnotizada por sus hermosos ojos almendras, pero no lo hice. Podría haberme ido con él y pasar el resto del almuerzo juntos, pero, no lo hice. Pero había algo que no podía negar, un sentimiento, una sensación mucho más fuerte que mi aparente fuerza de voluntad. Cuando hable con el tuve que reprimir mis ganas de sonreír; su sonrisa era muy contagiosa y muy hermosa. A pesar de todo, sabía perfectamente que tarde o temprano ese sentimiento saldría a la luz, y sería algo difícil contenerlo. Sacudí la cabeza en un intento de olvidarme de su rostro y esas supersticiones estúpidas que rondaban por mi cabeza. ¿Yo sentir cosas por un profesor? Nunca ¡Y menos por James!
Sin darme cuenta, llegue al laboratorio de ciencias, que también servía como sede de nuestro club. Recordé el favor que me pidió Eric. Saque mi carpeta que tenía un gato gigante en la portada, sonreí, la he tenido desde pequeña. Vaya que sí había cambiado. Tome el trabajo, y entre al laboratorio. Estaba vacía, no había nadie.
Deposite el trabajo en una de las mesas, saqué mi ¡Phone y tenía un mensaje de mamá.
“Spencer, que no se te olvide la cena de hoy. No tardes. Besos.”
Vi mi reloj y eran las 3:45pm. Enhorabuena, ya se acercaba la hora de la cena y no tenía más clases. Saque las llaves de mi bolsillo y me fui hacia el estacionamiento, para irme a casa.
Caminé con rapidez, no sin antes comprar unas galletas de la máquina expendedora de uno de los pasillos.
Me introduje en el auto y mientras lo encendía, pensé que no tenía algún conjunto que ponerme para la cena de hoy. Lucy me mataría si me pongo cualquier cosa, es fácil impresionarla, pero no con ropa usada. Y ciertamente, no había comprado ropa en mucho tiempo. En estas ocasiones, una llamaba a su amiga por emergencia de modas, y ella acudía a ti, peor había un problema, yo no tenía amigas. Me entraron unas ganas inmensas de llorar. Mi soledad era deprimente. Pero debía ser fuerte, Spencer Wilde no debe mostrarse débil nunca. A pesar de las adversidades, nunca olvidé sonreír.
{…}
El tráfico estaba lento, a este paso llegaría tarde. Toqué el claxon una vez más; ya tenía como más de 10 minutos en esta interminable fila. Cuando por fin la fila avanzó, pise el acelerador y Salí en vía hacia Pink, una de mis tiendas favoritas. No quedaba tan lejos de casa, así que si me apuraba, llegaría a tiempo. Estacione el auto en un espacio que había libre, y me baje. Casi me caigo en el trayecto y un chico soltó una risita burlona y me señalo cuando me vio, yo le saque la lengua. Que madura, Spencer. Entre, busque apresuradamente a una chica que me ayudara a escoger, en esos momentos, era lo que más necesitaba. Cuando por fin la encontró, esta se mostró dispuesta y servicial, regalándome una linda sonrisa. Se la devolví como pude y nos adentramos en el mundo rosa.
Vestidos, faldas, flores, estampados, perlas, cinas de colores y nada llamaba mi atención. Hasta que vi algo que me encanto: Un vestido floral que se ajustaba a mi cuerpo a la perfección, azul oscuro, con flores rosas pastel, blancas, turquesas y lilas. Era tipo strapples, con la parte superior en forma de corazón. Me quedaba muy ajustad y era muy corto, pero hermoso.
Cuando salí del probador, encontré a la chica que me atendía con una cadena de oro con un hermoso dije de corazón que hacia lucir sus brillantes diamantes. Chille de emoción, estaba muy hermoso.
— Es de nuestra colección genuina. Nadie más lo tienes y me pareció que le quedaría bien.
— Muchas gracias. Está muy hermoso, de veras. —La chica me sonrió— Pero todavía faltan los zapatos.
Revisamos la vidriera con distintos zapatos. Ninguno me llamaba la atención hasta que vi unos tacos de aproximadamente 15 centímetros, color rosa pastel, cerrados; como a mí me gustan. Me los probé y me quedaban realmente hermosos. Por un momento me había olvidado de la hora, y cuando la vi, eran las 6:47pm. Casi grito de horror. Le pedí a la chica que me envolviera lo que escogimos y pase rápidamente mi tarjeta de crédito. Le di las gracias a la chica y a la cajera.
Conduje con calma, no quería que me pusieran una multa. Pensé en mi cabello, ¿Qué haría con él? Me lo revise y estaba como siempre. Liso arriba, pero con ondas pronunciadas a la mitad de él; me lo retocaría con el secador y estaba lista. Llegue a la casa y pude apreciar que no había ningún auto al frente de esta, suspire de alivio. No había llegado tarde. Junto con mi mochila y las bolsas de Pink, me baje del auto me adentre en la casa.
La casa estaba impregnada de un olor a canela con vainilla magnifico. Vi a Lucy poniendo la mesa, quizás si estaba un poco tarde.
— Hola, mama. Siento llegar tarde. —Me disculpé mientras le sonreía.
— Está bien, todavía no llegan. —Me miro. — Ve a vestirte.
— Voy.
Subí las escaleras tan lento como pude, ya me dolían los pies. Entre a mi habitación, tire mi mochila y las llaves del auto las deje en la cama. Me quite las vans y las tire en el piso, me desvestí poco a poco, con toda la lentitud posible, sólo hasta que sonó el timbre. Después de musitar una maldición, corrí al baño, para darme una ducha rápida.
Después de terminar en el baño, me seque completa. Ya se escuchaban murmullos abajo. Me maquille lo más rápido que pude. Base, rubor, rímel, algo de sombra y labial rosas fuerte. Me puse el vestido, tratando de no arruinar el maquillaje y anduve al espejo del baño para peinarme. Prendí la secadora, y en menos de 10 minutos estaba lista.
Me puse los tacones, me rocié perfume y baje las escaleras. No estaban en el comedor. Avance un poco más al living, seguro estaban en la sala de estar. En efecto, ahí estaban.
Me escondí detrás de una repisa que se encontraba a espaldas de los sofás para poder apreciarlos mejor. Lucy tenía un vestido rojo que le llegaba por las rodillas, ajustado al cuerpo, manga larga; el señor que estaba al lado de ella sonriendo animadamente tenía una camisa manga larga blanca y unos pantalones de gabardina negros. Pero hubo algo que atrajo mis cinco sentidos. Un rizado que estaba mirándome detenidamente con una sonrisa pícara en la cara, recorría todo mi cuerpo con su mirada. Quizás fue mala idea ponerme un vestido tan corto, pero ya era tarde. Fruncí el ceño y decidí salir de mi escondite para presentarme.
— Buenas noches. Mi nombre es Spencer, Spencer Wilde. —Saludé, tendiéndole la mano al señor que se encontraba al lado de mama.
Este la estrechó y todos me sonrieron, incluyendo al atrevido rizado, quien lo hizo, pero coqueteándome. Lucy me alzo los dos pulgares.
— Un placer, Spencer. Mi nombre es Harry, Harry Styles. —Se presentó con voz seductora, se paró de su asiento y me beso la mano.
Patán, fue lo primero que pensé, pero lo escondí con una sonrisa dulce y encantadora.
— Un gusto, Señorita Spencer. Su madre me ha hablado maravillas de usted; soy Mike Styles. —Me sonrió cordialmente.
— Oh, dígame Spencer por favor.
— Creo que ya es hora de cenar, ¿Vamos? —Dijo Lucy, sonriendo una vez más.
Esta noche se veía radiante, no solo por su atrevido pero elegante vestido rojo, su sonrisa irradiaba felicidad. Mike no se veía como los otros hombres que habían venido a la casa, este era mucho más educado y se veía que no tenía malas intenciones. En cambio, Styles, se veía que era un mujeriego de primera. Yo conocía exactamente a los chicos de su edad. Todos eran iguales.
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Última edición por Meydvrc el Mar 21 Mayo 2013, 6:24 pm, editado 1 vez
bigtimerush.
Re: Falling Apart |Harry Styles, James Maslow y Spencer W.| ¡CANCELADA!
Aaaaaaahhhhhhhh Me encantó el capi sobretodo cuando vi la foto de Harry me puse a babear con su sonrisa *Se muerde el labio*
SIGUELA muero de angustia
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