Dark Soul {Niall Horan & Tu}

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Mis pulmones estaban ardiendo, rogando porque me detuviera pero seguí hasta que no pude continuar corriendo un segundo más. Me sujete de un árbol y caí en mis rodillas. No quería pensar o recordar nada de lo que había sucedido. Por un momento necesitaba olvidar todo. Me concentré en tranquilizar mi respiración y los latidos de corazón. Decidí sentarme tomando como respaldó el tronco del árbol, coloque mis brazos alrededor de mis piernas y oculte mi cabeza.  

Sólo podía escuchar el viento moviendo las hojas de los árboles, el sonido de las aves y algunos animales. Después de varios minutos, deje caer mi cabeza hacia atrás para buscar respaldo en el tronco del árbol. Note que estaba oscureciendo y mantuve mi vista fija en las hojas de los árboles. No supe por cuanto permanecí así hasta que anocheció.

— Egoísta... eres egoísta —susurre mirando hacia los árboles. Sabía que él había estado ahí todo el tiempo, esperando. — ¿Ese era tu plan? ¿Q-Qué soy... para ti? ¿Una diversión? Supongo que es divertido... enamorar a los estúpidos e insignificantes humanos para después abandonarlos o simplemente matarlos. —

No obtuve ninguna respuesta. Suspire decepcionada y me levanté despacio. Me sentía demasiado cansada como para caminar de regreso a casa, estaba exhausta y no sabía cómo regresar.

— Ve a casa —su voz fría hizo que me detuviera en seco.

— No puedo —susurre en un hilo de voz y escuche varios pasos atrás de mí.

— Te guiare —dijo él y yo me negué.

— Sólo... déjame sola —susurre tratando de que mi voz no se quebrara al hablar. Finalmente pude verle a pocos metros de distancia. Su expresión era neutra, sólo me observaba con cautela, ambas manos en los bolsillos de su abrigo. El comenzó a caminar hacia donde yo me encontraba y yo retrocedí varios pasos.

— ¿Eso es lo que quieres? —pregunto y dejo de caminar, de encontraba inmóvil con su mirada fija en mí.

Quería responder 'No', no quería alejarme de él. Necesitaba que él estuviera cerca... conmigo pero todo parecía ser diferente ahora y sabía que sí me enamoraba de él, iba a ser más doloroso dejarle ir. No debíamos estar juntos, estaba convencida de ello y sin importar lo que hiciera, saldría perdiendo.

— T-Te irás de todas formas —respondí y baje la mirada, tenía un nudo en la garganta. Niall no respondió nada y se dio la vuelta. Quería detenerle y convencerlo que aún podíamos hacer algo, pero ni siquiera pude mirarle.

— ¡No! —

Me desperté de golpe con la respiración agitada, mi cuerpo estaba temblando y sudando. Al abrir los ojos, creí que iba estar rodeada de árboles pero me encontré con las paredes lila de mi habitación. Sentí una punzada en el pecho y mire a todas partes, estaba sola. No sabía si era un sueño o tal vez había imaginado todo.

— ¿_________, no irás a la secundaria? Creí que hoy era la excursión —la voz de mamá hizo que saltará del susto al verla entrar a mi habitación.

— ¿Mamá...? —pregunte confundida y me levanté rápidamente. Ella me miro extrañada y se acercó a mi, tocando mi frente.

— Estas pálida y helada, ¿Te sientes bien? —dijo ella con preocupación.

— Mamá... ¿Cómo es que estoy aquí? —pregunte y ella frunció el ceño.

—     ¿A qué te refieres, _________? —pregunto ella y me obligo a sentarme en la orilla de la cama.

— Salí de la casa... fui al bosque. Me quede ahí toda la noche. Estaba perdida —las palabras salían de mi boca sin tener algún sentido, lo que confundió más a mamá.

— ¿Saliste en la madrugada?¡________! —exclamo ella molesta.

—No, en la tarde. —respondí confundida.

— Creo que ha sido un sueño. Cuando vine a casa te encontré dormida en tu habitación, así que decidí no despertarte —dijo ella acariciando mi cabello.

— ¡¿Qué...?! ¿A-a que horas? —pregunte desconcertada.

— Diez y media. Encontré tu plato sucio y supuse que ya habías cenado así que decidí no despertarte —respondió ella y me miro preocupada — ¿_______, que ha pasado? —

— Ha sido un sueño... u-n sueño. No importa, mejor me apresurare o llegare tarde a la secundaria —respondí bajando la mirada, tratando de ignorar mis pensamientos.

— ¿Segura qué quieres ir? —pregunto ella y yo asentí. —Bien, al menos ya estas recuperando tu color y temperatura —dijo ella tocando mi frente para después darme un beso en la mejilla. —No te demores, el desayuno está listo —

No dije nada hasta que ella salió de la habitación. Las lágrimas comenzaron a formarse y acumulaste en mis ojos. Por un momento dude con la esperanza que tal vez todo había sido un mal sueño pero esa idea desapareció al sentir el dolor constante en mi pecho, asegurándome qué había sido real.

Si no recordaba haberme quedado dormida significaba que alguien había intervenido. Contuve la respiración cerrando mis ojos. Mordí el interior de mi mejilla al recordar todo lo que había sucedido el día anterior. No podía pensar en ello... me dolía el saber que no había tomado la decisión correcta. Solté el aire despacio y abrí los ojos. Me levanté de la cama y camine hacia el baño.

Me duche sin demorar, tratando de concentrarme en lo que iba a usar, ignorando cualquier pensamiento que me causara dolor. Opte por unos jeans no ajustados, una camisa blanca de mangas cortas y zapatillas deportivas (X). Me puse mi abrigo, subiendo la cremallera y tome mi bolso. Baje las escaleras y camine hacia el la cocina donde se encontraba mamá.

— No tengo hambre... creo que llevare algo para comer más tarde —dije y abrí la refrigeradora, tomando una manzana y un jugo pequeño de caja.

— ¿Segura? ________, estoy segura que caminaran y no quiero que te desmayes —dijo ella preocupada.

— Estoy bien —respondí y trate de sonreír un poco pero me fue imposible.

— Hoy me quedare en casa, tengo la semana libre así que iré por ti a la secundaria y tal vez podríamos salir a comprar o divertirnos —dijo ella entusiasmada. Yo solo asentí tratando de al menos estar de acuerdo.

— Entonces vamos, —murmure y ella pareció vacilar por un momento hasta que se dio cuenta que me refería a la secundaria.

— Claro, ¿Llevas el permiso? —pregunto ella tomando las llaves.

— Si —le asegure y ambas salimos de la casa.

Mamá continuo hablando sobre las posibles actividades que podíamos realizar juntas en esta semana, sabía que a veces se sentía culpable por no pasar demasiado tiempo conmigo. Yo siempre la convencía de que no era necesario pero más bien sentía que yo trataba de convencerme de ello. No fui capaz de decir una sola palabra en todo el camino, sólo asentía cada vez que ella me miraba. Al llegar a la secundaria ella me dio un abrazo antes de que saliera del auto. La punzada en mi pecho pareció multiplicarse cuando finalmente ella se fue.

Note que la mayoría ya había llegado y estaban esperando en el parqueo, mientras el Profesor White pedía los permisos. Saqué mi permiso y camine hacia donde el se encontraba.

— ¡Señorita Henley! Comenzaba a preguntarme si vendría —dijo el y yo le entregue mi permiso. — Estoy seguro que disfrutara la excursión de este día —

Asentí mirándole, el pareció estar esperando una respuesta y al ver que no dije nada más, comenzó a hablar pero más alumnos llegaron a entregar su permiso. Me di la vuelta y comencé a caminar, había dos buses escolares y varias personas ya estaban adentro.
 
— ¡________! —escuche mi nombre pero seguí caminando, quería evitar hablar o encontrarme con alguien más.

— _________, te estuve llamando varias veces —Harry se cruzó en mi camino para detenerme y note que había algo diferente en el pero estaba muy distraída para saber el que.

— ... Bi-en —dije frunciendo el ceño.

—¿Bien? —pregunto confundido y me miro extrañado.

— ... I-iré a... —dije y señale el bus, iba a comenzar a caminar pero el me detuvo tomándome del brazo.

— ¿Sucedió algo? ¿Estas molesta conmigo? —pregunto y yo negué con la cabeza.

— Sólo... no me siento bien —me límite a responder y el me soltó mi brazo.

— Oh, lo siento —dijo Harry y ambos comenzamos a caminar hacia el bus. Ya era el único con asientos disponibles.

— ¿Me puedo sentar contigo? —pregunto al entrar mientras nos dirigíamos a los asientos de en medio. Asentí y me senté primero, tomando el asiento juntó a la ventana. Harry se sentó junto a mí y me dio una sonrisa. —Zayn y los demás están en el otro autobús. Yo me quede para esperarte —

Si me hubiera encontrado en un estado normal, seguramente me habría sentido culpable por no corresponderle bien a Harry, cuando él era tan bueno conmigo; pero no podía sentir nada. Mi mente estaba en blanco tratando de bloquear todo. Era más fácil de esa forma. No respondí nada y baje la mirada.

Después de varios minutos note que Harry estaba hablando con alguien en el asiento junto al nuestro, aún estábamos esperando que llegarán los últimos estudiantes. Habían varios asientos disponibles adelante del nuestro, rogué por que las personas que ocuparán ese lugar estuvieran en silencio todo el viaje.

— Tiene que ser una broma —musito Harry y le miré, estaba molesto con su mirada fija al frente.

Gire mi cabeza para ver por que su humor había cambiado y por un segundo, jure que mi corazón se había detenido. Era cómo sí tuviera un hoyo en mi pecho y hubiera fuego quemándome lentamente causándome todo tipo de dolor. Me mataba y no podía hacer nada contra ello. Mis ojos se llenaron de lágrimas al verle. Comencé a creer que tal vez estaba alucinando o soñando, no podía ser real. Niall...