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El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
Nombre: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación.
Autor: no lo se, pero es la de univisión.
Adaptación: si, esta novela es adaptada la saqué de facebook que también es adaptada.
Género: romance/drama.
Advertencias: por ahora ninguna.
Otras páginas: si, facebook y univisión.
Autor: no lo se, pero es la de univisión.
Adaptación: si, esta novela es adaptada la saqué de facebook que también es adaptada.
Género: romance/drama.
Advertencias: por ahora ninguna.
Otras páginas: si, facebook y univisión.
Última edición por ~RudeGirl~ el Vie 04 Ene 2013, 7:37 pm, editado 1 vez
~RudeGirl~
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
Bueno me presento soy Vanessa, pueden decirme Vane xd soy de La Paz, Baja California Sur. Tengo 15 años, soy nueva en el foro y amo a Bieber <3. Les quiero compartir esta novela que me gustó mucho;)
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S i n o p s i s
______ Walker y su hermano, Jake, tienen un padre abusivo. Una noche, el mejor amigo de su hermano, Justin, la ve llorando y trepa por su ventana para confortarla. Aquella acción desata una acción de amor/odio que se extiende por los próximos ocho años.
Justin ahora es un seguro y coqueto jugador que nunca antes ha tenido una novia. _____ todavía está emocionalmente temerosa por el abuso que ha sufrido a manos de su padre. Juntos, hacen una pareja improbable.
Su relación siempre ha sido incierta pero, ¿Qué sucede cuando _____ empieza a ver al mejor amigo de su hermano un poco diferente? ¿Y cómo su hermano, que siempre ha sido un poco sobreprotector, reaccionara cuando se dé cuenta que el par se está acercando más?
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S i n o p s i s
______ Walker y su hermano, Jake, tienen un padre abusivo. Una noche, el mejor amigo de su hermano, Justin, la ve llorando y trepa por su ventana para confortarla. Aquella acción desata una acción de amor/odio que se extiende por los próximos ocho años.
Justin ahora es un seguro y coqueto jugador que nunca antes ha tenido una novia. _____ todavía está emocionalmente temerosa por el abuso que ha sufrido a manos de su padre. Juntos, hacen una pareja improbable.
Su relación siempre ha sido incierta pero, ¿Qué sucede cuando _____ empieza a ver al mejor amigo de su hermano un poco diferente? ¿Y cómo su hermano, que siempre ha sido un poco sobreprotector, reaccionara cuando se dé cuenta que el par se está acercando más?
Última edición por ~RudeGirl~ el Vie 04 Ene 2013, 6:44 pm, editado 1 vez
~RudeGirl~
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
holaaa primera y fiel lectora espero q subas cap prontoo !!!!!!!!! ame la sipnosis y me llamo angelly pero me dicen angie o vanee y siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa :oops: !!!!
angelly vanee
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
Hola Angie, este capítulo va dedicado para ti por ser mi primera lectora ;)
________________________________________________________
Me senté en la encimera de la cocina, observando a mi mama hacer una pasta al horno; ella estaba entrando ligeramente en pánico y seguía mirando el reloj a cada minuto. Sabía porque lo hacía, mi papa debe estar en casa en exactamente dieciséis minutos y a él le gustaba que la cena estuviera en la mesa tan pronto como entraba.
Jake se acerco, jugando con sus figuras del Hombre Araña.
— Mama, ¿puedo ir a jugar a la casa de Justin? — pregunto, lanzándole una mirada de cachorrito.
Ella miro el reloj de nuevo y sacudió la cabeza rápidamente.
— No ahora, Jackey. La cena no tardara mucho y necesitamos comer como una familia — Se estremeció ligeramente mientras hablaba.
La cara de Jake cayo, pero asintió y vino a sentarse a mi lado. Inmediatamente le arrebate el hombrecito de sus manos y me reí cuando jadeo y lo arrebato de vuelta, sonriendo y poniendo los ojos en blanco hacia mí. Era mi hermano mayor, y como los hermanos mayores, era el mejor. Siempre me cuidaba en casa y en la escuela, se aseguraba de que nadie me molestara. El único que tenia permitido molestarse, según su opinión, era él, y una menor medida su mejor amigo Justin, que resultaba que vivía en la casa de al lado.
— Entonces, _____, ¿necesitas ayuda con tu tarea? — pregunto él, codeándome. Jake tenía diez años, y era dos años mayor que yo, así que siempre me ayudaba con el trabajo de la escuela.
— Nop. No tengo tarea. — Sonreí, balanceando mis piernas mientras colgaban de la encimera
— Bien, niños, pongan la mesa por mí. Ya saben cómo. Exactamente bien, ¿de acuerdo? — pidió mama, rociando queso sobre la pasta y poniéndola en el horno.
Jake y yo nos bajamos de la encimera y agarramos las cosas, dirigiéndonos a la sala comedor.
Mi papa era muy particular sobre todo, si todo no estaba exactamente bien, se enojaba y nadie quería eso. Mi mama siempre decía que papa tenía un trabajo estresante. Siempre se enojaba con facilidad si hacíamos algo mal. Si has escuchado ese dicho: “Los niños deberían ser vistos y no oídos”, bueno, mi papa llevaba eso a otro extremo. En su lugar, le gustaba: “Los niños no deberían ser vistos y oídos”. A las cinco treinta llegaba a casa todos los días, comía la cena de inmediato, y luego Jake y yo éramos enviados a nuestras habitaciones, en donde jugábamos en silencio hasta las siete y treinta cuando teníamos que ir a la cama.
Odiaba esta hora del día. Todo estaba bien hasta que el llegaba a casa, y luego todos cambiábamos. Jake siempre se quedaba en silencio y no sonreía. Mi mama tenía esa mirada en su cara, como de miedo o preocupación, y empezaba a correr de aquí para allá ahuecando los cojines sobre el sofá. Yo siempre me quedaba allí y deseaba silenciosamente que pudiera esconderme en mi habitación y nunca salir.
Jake y yo pusimos la mesa y luego nos sentamos en silencio, esperando que el clic de la casa señalara que él estaba en casa. Podía sentir mi estomago revoloteando, mis manos empezando a sudar mientras rezaba en mi cabeza que él hubiera tenido un buen día y estuviera normal esta noche.
Algunas veces, el estaba de un humor realmente bueno, y me besaba y abrazaba. Me decía la niñita tan especial que era, y lo mucho que me quería. Eso sucede realmente los domingos. Mi mama y Jake iban a la práctica de hockey y me quedaba en casa con mi padre. Aquellos Domingos eran los peores, pero no le dije a nadie jamás de esos días, y lo mucho que me tocaba y me decía lo bonita que era. Odiaba esos días, y deseaba que los fines de semana nunca llegaran. Prefería mucho más que fuera un día de escuela cuando solo lo veíamos a la hora de la cena. Definitivamente prefería cuando me miraba con ojos enojados, que cuando me miraba con ojos suaves. No me gusta en lo absoluto, me hacía sentir incomoda, siempre hacia que me temblaran las manos. Afortunadamente, sin embargo, hoy apenas era lunes, asi que tenía casi una semana antes de que tuviera que preocuparse por eso de nuevo.
Un par de minutos después, el entro. Jake me lanzo una mirada que decía que me comportara y sostuvo mi mano bajo la mesa. Mi padre tenía el cabello rubio, del mismo color que el de Jake. Tenía ojos marrones, y siempre tenía el ceño fruncido.
— Hola, niños. — dijo con su ruidosa y profunda voz. Un estremecimiento se deslizo por mi columna cuando hablo. Puso su maletín al lado y se sentó en la cabeza de la mesa. Intente no mostrar ninguna reacción; de hecho, intente no moverme para nada. Siempre parecía que era yo la que metía a todos en problemas o hacia algo mal.
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Capítulo 1. Parte I:
Me senté en la encimera de la cocina, observando a mi mama hacer una pasta al horno; ella estaba entrando ligeramente en pánico y seguía mirando el reloj a cada minuto. Sabía porque lo hacía, mi papa debe estar en casa en exactamente dieciséis minutos y a él le gustaba que la cena estuviera en la mesa tan pronto como entraba.
Jake se acerco, jugando con sus figuras del Hombre Araña.
— Mama, ¿puedo ir a jugar a la casa de Justin? — pregunto, lanzándole una mirada de cachorrito.
Ella miro el reloj de nuevo y sacudió la cabeza rápidamente.
— No ahora, Jackey. La cena no tardara mucho y necesitamos comer como una familia — Se estremeció ligeramente mientras hablaba.
La cara de Jake cayo, pero asintió y vino a sentarse a mi lado. Inmediatamente le arrebate el hombrecito de sus manos y me reí cuando jadeo y lo arrebato de vuelta, sonriendo y poniendo los ojos en blanco hacia mí. Era mi hermano mayor, y como los hermanos mayores, era el mejor. Siempre me cuidaba en casa y en la escuela, se aseguraba de que nadie me molestara. El único que tenia permitido molestarse, según su opinión, era él, y una menor medida su mejor amigo Justin, que resultaba que vivía en la casa de al lado.
— Entonces, _____, ¿necesitas ayuda con tu tarea? — pregunto él, codeándome. Jake tenía diez años, y era dos años mayor que yo, así que siempre me ayudaba con el trabajo de la escuela.
— Nop. No tengo tarea. — Sonreí, balanceando mis piernas mientras colgaban de la encimera
— Bien, niños, pongan la mesa por mí. Ya saben cómo. Exactamente bien, ¿de acuerdo? — pidió mama, rociando queso sobre la pasta y poniéndola en el horno.
Jake y yo nos bajamos de la encimera y agarramos las cosas, dirigiéndonos a la sala comedor.
Mi papa era muy particular sobre todo, si todo no estaba exactamente bien, se enojaba y nadie quería eso. Mi mama siempre decía que papa tenía un trabajo estresante. Siempre se enojaba con facilidad si hacíamos algo mal. Si has escuchado ese dicho: “Los niños deberían ser vistos y no oídos”, bueno, mi papa llevaba eso a otro extremo. En su lugar, le gustaba: “Los niños no deberían ser vistos y oídos”. A las cinco treinta llegaba a casa todos los días, comía la cena de inmediato, y luego Jake y yo éramos enviados a nuestras habitaciones, en donde jugábamos en silencio hasta las siete y treinta cuando teníamos que ir a la cama.
Odiaba esta hora del día. Todo estaba bien hasta que el llegaba a casa, y luego todos cambiábamos. Jake siempre se quedaba en silencio y no sonreía. Mi mama tenía esa mirada en su cara, como de miedo o preocupación, y empezaba a correr de aquí para allá ahuecando los cojines sobre el sofá. Yo siempre me quedaba allí y deseaba silenciosamente que pudiera esconderme en mi habitación y nunca salir.
Jake y yo pusimos la mesa y luego nos sentamos en silencio, esperando que el clic de la casa señalara que él estaba en casa. Podía sentir mi estomago revoloteando, mis manos empezando a sudar mientras rezaba en mi cabeza que él hubiera tenido un buen día y estuviera normal esta noche.
Algunas veces, el estaba de un humor realmente bueno, y me besaba y abrazaba. Me decía la niñita tan especial que era, y lo mucho que me quería. Eso sucede realmente los domingos. Mi mama y Jake iban a la práctica de hockey y me quedaba en casa con mi padre. Aquellos Domingos eran los peores, pero no le dije a nadie jamás de esos días, y lo mucho que me tocaba y me decía lo bonita que era. Odiaba esos días, y deseaba que los fines de semana nunca llegaran. Prefería mucho más que fuera un día de escuela cuando solo lo veíamos a la hora de la cena. Definitivamente prefería cuando me miraba con ojos enojados, que cuando me miraba con ojos suaves. No me gusta en lo absoluto, me hacía sentir incomoda, siempre hacia que me temblaran las manos. Afortunadamente, sin embargo, hoy apenas era lunes, asi que tenía casi una semana antes de que tuviera que preocuparse por eso de nuevo.
Un par de minutos después, el entro. Jake me lanzo una mirada que decía que me comportara y sostuvo mi mano bajo la mesa. Mi padre tenía el cabello rubio, del mismo color que el de Jake. Tenía ojos marrones, y siempre tenía el ceño fruncido.
— Hola, niños. — dijo con su ruidosa y profunda voz. Un estremecimiento se deslizo por mi columna cuando hablo. Puso su maletín al lado y se sentó en la cabeza de la mesa. Intente no mostrar ninguna reacción; de hecho, intente no moverme para nada. Siempre parecía que era yo la que metía a todos en problemas o hacia algo mal.
Última edición por ~RudeGirl~ el Sáb 05 Ene 2013, 3:19 pm, editado 1 vez
~RudeGirl~
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
Capítulo 1. Parte II:
Siempre parecía que era la que empeoraba las cosas para todos. No solía ser así, solía ser la niñita de papa, pero desde que empezó su trabajo, hace tres años, cambio. Nuestra relación con el cambio por completo. El todavía me favorecía por encima de Jake, pero cuando venía del trabajo, era como si quisiera pretender que Jake y yo no estábamos allí. La forma en que miraba a Jake algunas veces, era como si estuviera deseando que no existiera, hacia que me doliera el estomago verlo mirar a mi hermano de esa forma.
— Hola, papa — respondimos ambos al mismo tiempo. Justo entonces, mi mama vino cargando la pasta y un plato de pan con ajo.
— Esto se ve bien, Margaret— dijo él, dándole una sonrisa. Todos empezamos a comer en silencio e intente no moverme incómodamente en mi lugar—. Entonces, ¿Cómo estuvo la escuela, Jake? — le pregunto a mi hermano.
Jake levanto la mirada nerviosamente
—Estuvo bien, gracias. Intente entrar al equipo de hockey sobre hielo y Justin y yo…— empezó a decir, pero mi papa asintió, sin escuchar.
— Eso es genial, hijo— interrumpió el—. ¿Qué hay de ti, ______? —pregunto, volviendo su mirada hacia mí.
¡Oh, Dios! De acuerdo, se cortes, no divagues.
—Bien, gracias— respondí calladamente
—¡Habla más alto, niña! — grito.
Me estremecí con su tono, preguntándome si iba a pegarme, o quizá me enviaría a la cama sin cenar.
— Estuvo bien, gracias — respondí un poco más fuerte.
El frunció el ceño y se volvió hacia mi mama, que estaba estrujándose las manos nerviosamente.
—Entonces, Margaret, ¿Qué has estado haciendo hoy? — pregunto, comiendo su cena.
— Bueno, fui al supermercado y conseguí ese shampoo que tanto te gusta, y luego planche un poco— respondió mi mama rápidamente. Sonaba como una respuesta preparada, siempre hacia eso, tenía las respuestas listas de modo que no fuera a decir nada inapropiado que lo hiciera enojar.
Extendí mi mano por mi bebida, pero no estaba observando apropiadamente y la volqué, derramando el contenido sobre la mesa. Los ojos de todos voltearon hacia mi padre, que se levanto de un salto de su silla.
— ¡Mierda! ¡______, estú'pida pequeña pe'rra! —gruño, agarrándome del brazo y empujándome bruscamente de la mesa. De repente mi espalda golpeo la pared, el dolor me atravesó y me mordí el labio para dejar de llorar. Llorar lo empeoraba todo, el odiaba que llorara, decía que solo los débiles lloraban. Lo vi apartar su mano; iba a golpearme. Sostuve el aliento esperando el golpe , sabiendo que no había nada que pudiera hacer más que soportarlo, igual que siempre.
Mi hermano se levanto de un salto de su silla y se abalanzo sobre mí, envolviendo con fuerza sus brazos a mi alrededor, cubriéndome. La suya estaba hacia mi padre mientras me protegía.
— ¡Suéltala, Jake! ¡Necesita aprender a ser más cuidadosa! — grito mi padre agarrando a Jake de su ropa y lanzándolo al piso. Me abofeteó, enviándome al piso, luego se volvió hacia Jake y lo patio en la pierna, haciéndolo gemir —. ¡No te metas en mi camino de nuevo, pequeño pedazo de mierda! — le grito a Jake, mientras estaba acurrucado en una bola en el piso.
Lagrimas silenciosas corrían por mi cara. No podía soportar ver herido a mi hermano; el solo estaba intentando protegerme. Jake siempre hacia eso.
Cuando me metía en problemas, el provocaba a mi padre de modo que la tomara contra el en su lugar.
Mi padre levanto su plato y su bebida, camino a zancadas hacia la sala para terminar su comida, murmurando algo sobre nosotros siendo “los peores niños en el mundo” y “como infiernos se puedo quedar atrapado en esta vida”.
Me arrastre hacia mi hermano y envolví mis brazos alrededor suyo con fuerza, aferrándome a él como si mi vida dependiera de ello. El gimió y se levanto para sentarse, abrasándome de vuelta, frotando su mano por mi mejilla punzante.
— Lo siento, Jake. Lo siento — murmure en voz baja, llorando sobre su hombro.
El negó con la cabeza
— Esta bien, ______. No es culpa tuya — dijo con voz ronca, me dio una pequeña sonrisa y tratando de ponerse de pie, gimiendo. Me puse de pie con un salto y le ayude a levantarse. Podía oír movimiento, así que levante la mirada para ver que mi madre estaba limpiando la mesa frenéticamente.
— Lleven su cena a sus cuartos y comen, ¿bien? — ordeno, besándonos a los dos en la mejilla. Ella tenía que ir donde mi padre y hacer control de daños, el estaría de mal humor por mi error y ella tenía que calmarlo antes de que pasase algo mas—. Los veré en la mañana. Los quiero a los dos. Por favor estén callados, y pase lo que pase, quédense en sus habitaciones. — ordeno, rápidamente besándonos otra vez y entregándonos nuestras cenas a medio comer, antes de empujarnos hacia el vestíbulo trasero.
Teníamos una buena casa, cuatro dormitorios y todo estaba en un nivel. Mi padre ganaba un buen dinero por lo que vivíamos en una bonita zona, pero preferiría que la casa fuera más pequeña así no tuviera que trabajar en ese empleo. Puede entonces que fuera como el viejo Papa, llevándonos al parque y comprándonos juguetes y dulces. Jake vino a mi habitación y comimos en silencio, sentándonos en el suelo cerca de mi cama. Tomo mi mano con fuerza cuando oímos a mi padre gritar a mi madre desde el salón, algo se rompió y me estremecí. Esto era totalmente culpa mía.
Empecé a sollozar así que Jake envolvió su brazo alrededor de mi hombro, apretando suavemente. El siempre parecía mucho mayor que yo; era más maduro que yo.
— Esta bien. Todo está bien, _____. No te preocupes— susurro acariciándome el pelo. Una vez que me calme, y los gritos habían cesados, jugamos a las cartas por un rato.
Cuando estábamos a la mitad del juego, escuchamos pisadas fuertes viniendo por el vestíbulo. Jake se puso rígido cuando los pasos pasaron por mi puerta. No se detuvieron sin embargo, gracias a Dios. Deje escapar el aliento que no me di cuenta que estaba aguantando y mire a Jake, quien esbozo una pequeña sonrisa.
— Mejor me voy a mi habitación, son pasadas las siete — dijo mirando mi despertador —. Cierra con llave tu puerta, ____ — susurro, esperando ahí, observándome.
Última edición por ~RudeGirl~ el Sáb 05 Ene 2013, 3:55 pm, editado 1 vez
~RudeGirl~
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
ohhh ame los caps siguelaa lo mas pronto posible :cherry: !!!! y muchas gracias por dedicarme el cap :oops:
angelly vanee
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
HOLAAAA NUEVA LECTORA!!!
me encanta tu novela es simplemente hermosa... me encanta la relacion que tiene con su hermano él es tan lindooo y su padre tan agresivooo ya lo odio y lo que le ha de hacer a rayis es un ahhhhh me controlo por fissss siguela no me puedes dejar asii!!!!
me encanta tu novela es simplemente hermosa... me encanta la relacion que tiene con su hermano él es tan lindooo y su padre tan agresivooo ya lo odio y lo que le ha de hacer a rayis es un ahhhhh me controlo por fissss siguela no me puedes dejar asii!!!!
almendrita1802
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
Buenas días, me presento, me ha fascinado su interesante novela...
OKNO!!! Hola!! Me ha gustado mucho! Síguela pronto es genial... Me llamo Anne tu nueva y fiel lectora
Besos
OKNO!!! Hola!! Me ha gustado mucho! Síguela pronto es genial... Me llamo Anne tu nueva y fiel lectora
Besos
Anne Hale
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
Dios, soy nueva lectora :3 me encana tu nove, es interesante, síguela y pásate por la mia porfis :3
jdmelanyprincess
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
Hoolaa!, más lectoras WUJUU!bienvenidas todas :B, que bueno que les guste, a mi también me gusta la relación de hermano sobreprotector de Jake y más adelante te va a gustar más, cuando suba los capítulos me paso por tu nove ;), ya la sigo.
-Vanessa
-Vanessa
~RudeGirl~
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
Capítulo 2.
8 años después
Me desperté con la sensación familiar de ser aplastada; me retorcí empujando mi hombro hacia atrás. Justin movió su peso ligeramente. Estaba abrazándome en cucharita por detrás, respirando profundamente en la parte trasera de mi cabello. Su pesado brazo cubriéndome, sujetando mis brazos en mi pecho, sostenía mi mano apretadamente, nuestros dedos entrelazados, s...u pierna tirada casualmente sobre mí. Podía sentir la usual “Gloria matutina” empujando contra la parte más estrecha de mi espalda.
Rápidamente silencie la alarma de mi teléfono y lo codee en el estomago.
— Seis en punto — murmure somnolientamente, cerrando los ojos.
— Diez minutos más, Ángel. Todavía estoy cansado — murmuro él, empujándome más fuerte contra su pecho.
— Nop, no diez minutos más. La ultima vez se convirtió en una hora, y Jake casi te atrapa aquí — murmure, codeándolo en el estomago una vez más.
Movió su brazo e inmovilizo mis manos en la cama, en una posición de oración.
— Solo diez minutos más, Ángel — Se quejo. Suspire y cerré los ojos nuevamente. No había forma de discutir con él cuando estaba así, simplemente no tenía la energía a esta hora de la mañana para pelear con él. Ambos nos deslizamos de nuevo en el sueño, instantáneamente.
— ¡______, será mejor que ya estés lista! — grito mi hermano, golpeando la puerta.
Me levante de un salto y también Justin, eran más de las siete.
— Er… si, estoy lista ya, Jake — dije en respuesta, mirando a Justin que estaba frotándose la cara, luciendo un poco aturdido.
— Bien. Voy a desayunar. Apúrate. Justin conducirá hoy así que esta lista para irnos en media hora —llamo Jake a través de la puerta, antes de caminar a zancadas por el pasillo.
— Caray, Ángel. ¿Por qué no me despertaste? — acudo Justin, frunciendo el ceño.
Lo mire en advertencia, y le di mi mejor mirada de muerte.
— ¡Lo hice, imbécil! ¡Dijiste, “diez minutos más” y luego me inmovilizaste en la cama para evitar que te codeara! — gruñí sarcásticamente, haciendo una mala imitación de su voz.
El sonrió burlonamente y me empujo de vuelta a la cama, sujetando mis manos sobre mi cabeza y rodeando sobre mí.
— ¿Te inmovilicé en la cama? ¿Estabas soñando conmigo otra vez, Ángel? Podría hacerte ese sueño realidad — se mofo, con su rostro a centímetros del mío.
— ¡Ya quisieras! Ahora, apártate de mi Justin, y ve a alistarte. Conduces hoy, aparentemente — sisee, asintiendo hacia la ventana. El suspiro y se levanto de mi, poniéndose su jeans y camiseta. Trepo por la ventana, silenciosamente, cerrándola detrás de si al irse. Camine hacia ella y la asegure antes de dirigirme a la ducha más rápida de todos los tiempos.
Exactamente veintiséis minutos después, camine con dificultad hacia la cocina, con un ceño fruncido. Justin estaba allí, apoyándose casualmente en la encimera, comiéndose MI cereal. ¡Maldita sea, todas las mañanas! Su cabello estaba despeinado en su casual apariencia de apenas salí de la cama, que para ser honesta sí lucia así cuando salió de la cama. Todo lo que hacía siempre era deslizar sus manos por todo su cabello unas cuantas veces y añadirle un poco de cera.
Se veía igual todas las mañanas, como un maldito supermodelo. Usaba jeans desgastados de cintura baja que dejaba ver un poco sus calzoncillos, y siempre hacían que las chicas se derritieran. Hoy estaba usando una camiseta blanca que mostraba su cuerpo perfectamente esculpido y una camisa anaranjada y gris de manga corta sobre ella, que tenia completamente desabotonada. Sus ojos mieles estaban brillantes con diversión mientras me miraba.
— ¿Retardada esta mañana, Ángel? — pregunto con una sonrisa de suficiencia.
Le lance una mirada de muerte, haciéndolo sonreír burlonamente.
— ¡Cállate, Justin! ¿Por qué demonios estas comiendo mi cereal de nuevo? ¿No tienes comida en casa? — pregunte, arrebatando la taza de sus manos y comiéndome el contenido. El solo me observo con una sonrisa divertida.
Jake me lanzo una caja de jugo.
— Si te ves una poco tensa esta mañana, ______. ¿Todo bien? — pregunto, mirándome un poco preocupado.
Mire seriamente a Justin una vez mas mientras el empezaba a reírse. Por supuesto que me veía tensa, tuve media hora para ducharme y vestirme.
— Me quede dormida —murmure con un suspiro abatido.
Jake no tenía idea de que Justin dormía en mi habitación conmigo cada noche, si fuera así, se enloquecería. Jake siempre era protector conmigo, siempre lo había sido, pero había empeorado desde que mi papa se fue cuando yo tenía trece. Bueno dije se fue, pero la verdad era de que Jake y Justin habían llegado a casa temprano del hockey un día para ver que mi padre me había dejado sin sentido, y estaba intentando violarme. Jake finalmente cayó en cuenta y el y Justin le habían dado una paliza, casi matándolo en el proceso. Lo habían echado de casa y le habían dicho que si alguna vez regresaba, lo matarían.
Nunca regreso, sin embargo, eso fue hace ya tres años.
Un poco después de eso, mi mama consiguió trabajo en una enorme firma electrónica, era la asistente personal del director, así que viajaba mucho. Se iba dos veces más de lo que estaba aquí, de modo que la veíamos por cerca de una semana al mes, si algo. Jake era mi única supervisión, aunque a veces era más como que yo estaba intentando cuidar de él.
Justin también era muy protector conmigo, pero todavía no nos llevábamos bien, incluso aunque el literalmente paso cada noche envuelto a mi alrededor en la cama por los últimos ochos años. Se había vuelto a escabullir en mi habitación la noche siguiente de verme llorar de nuevo y habíamos terminado durmiéndonos una vez más. Después de dos semanas se había vuelto una cosa normal. No era algo de lo que habláramos nunca, solo dejaba mi ventana sin seguro y el entraba una vez que sus padres revisaran que él estuviera dormido. Jamás nos habían atrapado en ocho años. Habíamos estado cerca un par de veces, sin embargo. Hace un par de años, la mama de Justin había encontrado su cama vacía, pero él había mentido, diciendo que se había escapado a una fiesta y se había quedado en la casa de un amigo.
Nadie sospecho que estaba al lado, conmigo.
El todavía me molestaba como loco y me molestaba tanto como lo cuando éramos niños, pero siempre supe que él estaría ahí para mi si lo necesitaba. Era como si él tuviera doble personalidad. De día, me molestaba, volviéndome loca y enojándome todo el tiempo, y de noche, era el chico más dulce en el mundo y me abrazaba, haciéndome sentir segura y a salvo.
— Te ves sexy hoy, Ángel — dijo Justin, con su sonrisa patentada, mirándome de arriba abajo, haciéndome retorcer.
¡Sí, claro! Mi cabello todavía estaba húmedo porque no tuve tiempo de secarlo por sus estúpidos “diez minutos más”, así que lo tenía recogido en un despeinado moño. Me había puesto mis jeans ajustados y un top rojo de cuello ‘V’ y una capucha, junto con mis converse. Había añadido lo mínimo de maquillaje, y algo de lápiz labial claro. No me veía sexy. ¡Maldito idio'ta! Le mostré el dedo y camine hasta su auto. Recostándome contra él, enojadamente, espere que me honraran con su presencia.
El camino a la escuela fue igual que siempre, ellos se sentaron al frente hablando de futbol y fiestas, y yo me senté en la parte trasera escuchando mi iPod, intentando ignorar las sonrisas de Justin en el espejo. Estacionamos en la escuela y el auto fue inmediatamente asediado por personas, igual que cada mañana. Justin y Jake era considerados “jugadores sexis” en nuestra escuela. Eran de último año y el sueño de toda chica, los chicos quería ser amigos suyos, y las chicas querían dormir con ellos.
Justin se rio mientras yo me encogía, saliendo del auto e intentando evadir la horda de zorras que me empujaban porque estaban intentando lanzarse sobre él. Una chica me codeo a propósito. La mire en su pequeña falda que lucía mas como un cinturón y un top que mostraba su estomago, e hice una mueca. ¡Caray, es tan perra!
— Mierd'a, Jessica, ¿Dejaste tu falda en casa? — pregunte, con un horror fingido.
Ella me miro con el ceño fruncido y escuche a Justin y Jake reírse.
— Lo que sea, ¿sabes que ese look de emo no te va bien, cierto? — escupió ella en respuesta.
Solo me reí y me aleje caminando. Era usual que Jessica y yo tuviéramos este tipo de comentarios para la otra. Ella había salido con Justin por un tiempo, bueno, si por salir te refieres a tener sexo unas cuantas veces, y luego la dejo. Ella todavía no lo había superado, y lo quería de vuelta, mas para disgusto de él.
— Eso no fue amable, Ángel —Justin se rio, mientras me alcanzaba y lanzaba su brazo alrededor de mi hombro, Inclino su cabeza cerca de la mía — Lamento lo de esta mañana — susurro en mi oreja, enviando escalofríos por mi columna.
Lo codee en las costillas, haciéndolo sonreír y apartarse.
— E ignora a Jessica, creo que vas genial el look emo —añadió, con un guiño coqueto.
Jake lo golpeó en la parte trasera de la cabeza.
— ¡Amigo, es mi hermana menor! — lo regaño enojadamente, apartándolo de mi. Justin solo se rio y me guiño una vez más, haciéndome poner los ojos en blanco. Justin se alejo y camino directo a lo que lucía como su última conquista. Le sonrió seductoramente y ella se sonrojo cuando el inmediatamente empezó a coquetear con ella.
Encontré a mis amigas, que prácticamente estaban follando con los ojos a Jake y Justin con los ojos y expresiones soñadoras.
— Hola Taylor, Sean, Sarah — dije alegremente, cuando llegue a ellos.
— Hola ______, ¿llegaste aquí con sexy trasero numero uno y dos hoy? — pregunto Taylor, mirando fijamente a mi hermano mientras se alejaba.
Me reí y sacudí la cabeza.
— Nop, solo Jake y Justin, igual que siempre.
Taylor suspiro.
— ¿Cómo demonios no puedes afectarte por lo condenadamente calientes que son? Quiero decir, ¡tienes tanta suerte de vivir con Jake! Yo adoraría ver su sexy trasero caminando alrededor todo el día — ronroneo, abanicándose la cara.
Fingí tener nauseas.
— ¡Taylor, ese es mi hermano y su imbécil amigo! ¿Cómo en la tierra puedes obviar su comportamiento mujeriego? Ambos son unos idio'tas — Me encogí de hombros. No entendía por qué, pero cada chica en esta escuela estaba enamorada de ellos. Jake era una gran persona, pero trataba a las chicas como objetos, y Justin, bueno, Justin simplemente era un imbécil de tiempo completo.
— Son los mejores jugadores del equipo de Hockey y lucen como dioses del sexo, y yo desearía poder obviar eso —dijo sugestivamente, moviendo sus cejas con una sonrisita, haciéndome reír. Enlazo su brazo con el mío y me empujo a nuestra primera clase.
Última edición por ~RudeGirl~ el Sáb 05 Ene 2013, 3:03 pm, editado 1 vez
~RudeGirl~
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
Capítulo 3.
La clase estuvo bien, como era normal; yo era bastante popular debido a que mi hermano y su mejor amigo eran lo más deseados allí. Ellos cuidaban de mí, lo que básicamente advertía a todos los chicos que se alejaran de mí, que de hecho, me sentaba bien porque yo no quería salir con nadie. La mayoría de las chicas querían ser mis amigas para poder acercarse a mi hermano. Las chicas que querían ser novias eran fáciles de localizar, en su mayor parte podías saber si querían que las presentaras por el tipo de ropa que estaban usando, si no estaban usando mucho entonces iban por mi hermano o Justin.
Amaba mis clases, era bastante popular entre los profesores porque mis notas nunca iban por debajo de sobresaliente. Siempre hacia mi tarea y jamás llegaba tarde; me enorgullecía de ello, aunque no era una nerd.
A la hora del almuerzo, me senté con mis amigos cuando escuche los usuales suspiros y risitas tontas.
Las chicas empezaron a revisar su cabello y arreglar su maquillaje, de modo que supe que mi hermano y sus amigos estaban llegando al comedor. Suspiré cuando Taylor y Sarah empezaron a sentir lujuria por ellos, como era de costumbre.
— ¡Oh, genial, sexy trasero numero uno está viniendo! —Sarah rio tontamente, codeando a Taylor en las costillas.
Puse los ojos en blanco cuando una mano apareció por detrás, robando un puñado de papas fritas.
— Hola, Ángel — susurro en mi cuello
Golpee su mano cuando fue a robar más.
— ¡Justin, por el amor de Dios! Ve a comprar tu propia comida, idiota — despotriqué, molesta.
Se echo a reír.
— Oh, sabes que quieres compartir conmigo —respondió, dejándose caer en el banco, empujándome de nuevo con su cadera.
— Justin, ¿Qué quieres? —le pregunte con un suspiro, moviendo el plato lejos de él.
Paso el brazo alrededor de mi hombro.
— Solo quería visitar a mi chica. Sé que me has echando de menos sin verme todas la mañanas y eso — dijo engreídamente.
Todas mis amigas suspiraron y lo miraron con nostalgia.
— Puedes quitar tu brazo-para-putas de mi, Justin, por el amor de Dios; ¡No quiero coger cualquier cosa! —lo regañe, encogiéndome para alejarme.
Se rio de nuevo.
— No seas así, Ángel. Solo quería hacerte saber que voy a llevarte a casa hoy. Tu hermano tiene una cita, así que…— Se cayó, sonriéndome.
¡Genial, simplemente genial! Me iba a llevar a casa. Fantástico. El siempre hacia el trayecto a casa lo más largo solo para molestar mi vida externa. Luego, insistiría en esperar en casa hasta que mi hermano llegase, lo que significa que tengo que cocinar para el también. ¡Maldita sea, es tan molesto!
— Está bien, Justin. Ahora corre, estoy segura que tienes alguna ETS* más que propagar por ahí — le dije, agitando la mano con un gesto molesto. (*Enfermedad de transmicion Sexual)
Se rio y me dio un beso en la mejilla mientras se ponía de pie.
— Finge todo lo que quieras, Ángel, los dos sabemos que vas a querer que duerma contigo por la noche —Me guiño el ojo con malicia, dándole a lo que acababa de decir un doble sentido, y rogué para que nadie más se diese cuenta.
— Claro que querré, Justin, porque estoy tan enamorada de ti — Suspire, rodando los ojos y frotándome la mejilla donde él me beso.
— Yo también te quiero — Me sonrió mientras se alejaba de vuelta a la misma chica de esta mañana. Paso el brazo alrededor de su hombro, sus sucios, asquerosos labios descendieron hasta los de ella. Fruncí el ceño, y aparte la mirada de nuevo a mis amigos cuando comenzó a hacerlo con ella en el medio del comedor.
Taylor, Sarah y la mitad de las chicas del comedor estaban mirándole con lujuria.
— Jeez, ¡este chico es tan jodidamente molesto! ¿Por qué mi hermano no podía escoger un mejor amigo mejor, alguien que no fuera un arrogante, obsesivo y gilipollas? — despotrique, lanzando mis manos al aire.
— Oh, ¡deja de lloriquear! Justin Bieber acaba de tener su brazo alrededor tuyo y besado en la mejilla, daría cualquier cosa por tener esos dulces labios en mi — dijo Sarah soñadoramente, haciéndome reír.
— Lo que sea. Vamos, vamos a nuestra próxima clase — Le sugerí mientras recogíamos nuestras bandejas e íbamos.
• • •
Después de clases me dirigí a regañadientes al estacionamiento, donde un sonriente Justin se encontraba apoyado en su coche, esperándome.
— Hola preciosa — Me guiño el ojo coquetamente y abrió la puerta para mí.
— Hola Justin —Me subí a su coche, ya molesta con su coqueto cu'lo, si Jake hubiese estado aquí lo habría abofeteado por esa.
Subió a mi lado.
— Así pues, Ángel, tengo que pasar por la tienda de camino a casa — Puso el auto en marcha y salimos del estacionamiento.
— Genial — murmure. Decidí mirar por la ventana e ignorarle; seguía enojada con el por toda la cosa de “diez minutos después” de esta mañana.
Se estaciono en el estacionamiento de la tienda unos minutos más.
— Vamos, Ángel —dijo, saliendo. Me senté ahí y cruce los brazos sobre mi pecho, rehusándome a bajar. Camino alrededor del coche y abrió la puerta por mi — Vamos, Ángel — repitió, sosteniendo su mano para mí.
— No se necesitan dos para entrar, Justin. Esperare aquí — respondí. Metió sus manos en el coche y me recogió con facilidad, arrojándome por encima del hombro, riendo. Dio un puntapié para cerrar la puerta y comenzó a caminar hacia la tienda — Ponme malditamente abajo, ¡imbécil! — grite, golpeándolo en la espalda.
El solo se reía de mis escasos intentos de bajar, y siguió caminando. Una vez en la tienda, finalmente me puso en mis pies. Mire alrededor, avergonzada, para comprobar si alguien vio eso, pero parecía que no. Alargo la mano y metió algunos mechones de pelo suelto detrás de la oreja, sus dedos demorándose en mi mejilla.
Golpee su mano enfadada y lo mire enfadada.
— ¡Eso fue tan vergonzoso! — sisee.
— ¿Cuál es el problema? A la mayoría de las chicas les encantaría que las hiciese eso —replico, encogiéndose de hombro y yendo hacia las revistas.
Pisotee con el pie, luego me ruborice porque había pisoteado como un niño pequeño; por suerte, Justin no miraba, de lo contrario nunca hubiese oído el final de esto. Agarro una revista de deportes y una barrita de chocolate y se dirigió al mostrador para pagar.
Esta felizmente hojeando la TeenVogue cuando dos chicos se acercaron a mí. Me puse tensa.
— Bueno, hola aquí —Uno de ellos ronroneo. Asentí con la cabeza en reconocimiento puse la revista de vuelta, alejándome con rapidez en busca de Justin.
— Hey, ¿adónde vas? —pregunto el otro, cogiendo mi mano.
Mi corazón empezó a acelerarse mientras miraba alrededor, frenéticamente.
— Estoy buscando a mi novio — le mentí, tratando de sonar segura.
— ¿Novio? No veo a ningún novio — dijo el otro burlándose de mi — ¿Qué tal si nos vamos a alguna parte y nos conocemos mejor? — ofreció el chico que estaba sujetando mi mano, tirándome hacia el lentamente.
Me sentí enferma. Oh Dios, Justin, ¡ayúdame! Sé que soy patética, pero odio los enfrentamientos y que la gente me toque, especialmente gente que no conozco.
— Hey, Ángel — dijo Justin, arrogando su brazo alrededor de mi hombro y mirando a los dos chicos, que de inmediato soltaron mi mano y dieron un paso atrás. Me acerque al lado de Justin y me presione contra él con tanta fuerza que dolía — Espero que no estuvieran molestando a mi chica —dijo casualmente, pero podía oír el enfado en su tono de voz. Justin siempre fue protector conmigo; una vez un chico me empujo en un charco cuando tenía siete, y Justin fue directamente a la casa del muchacho y le dio un manotazo en la cara.
— De ninguna manera, hombre. Estábamos hablando, eso es todo — El chico mintió, levantando las manos inocentemente.
— Está bien. Vamos entonces, Ángel, nos vamos a casa — dijo Justin, guiándome hacia la puerta. Una vez fuera, se giro para mirarme— ¿Estás bien? — pregunto, revisándome preocupado. Estaba bien, mi corazón se detuvo al tratar de salir del pecho tan pronto como oí su voz.
Asentí y le sonreí gratamente.
— Gracias — murmure. Abrió la puerta del coche y espero a que subiese antes de rodearlo hacia su lado. Una vez dentro, arrojo algo en mi regazo, mire hacia abajo a la barrita de mi chocolate favorito. No pude evitar sonreír — Gracias, Justin — El siempre hacia cosas dulces como comprarme golosinas, era una lástima que fuese un gigoló idio'ta, de lo contrario sería probablemente un buen chico.
~RudeGirl~
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
Capítulo 4. Parte I:
Cuando llegue a casa, fui a trabajar en la lasaña para cenar. Justin se cernía detrás de mí alrededor de la cocina, haciéndome sentir violada mientras miraba mi cuerpo.
— Por el amor de Dios, Justin, ¡mis ojos están aquí! — dije airadamente, señalando mi cara.
Se rió
— Wow, estas verdaderamente de mal humor conmigo hoy, ¿eh? — bromeo, sonriendo.
— Si, lo estoy. No puedo creer lo de esta mañana. No me gustan las prisas; me he vestido y sentido como una mier’da todo el día — dije con acritud.
— Creo que te has visto caliente todo el día —respondió, escogiéndose de hombros.
—Uh, ¿puedes dejar de hablarme? No estoy de humor —Tire la comida al horno y me puse a preparar un poco de ensalada.
— Bien, lo que sea —Se encogió de hombros otra vez y vino a mi lado, ayudándome a preparar la ensalada. Estaba tan cerca de mí que podía sentir el calor que irradiaba de su cuerpo al mío, era extrañamente calmante.
— Voy a ir a hacer los deberes. La lasaña estará hecha en una hora y media; imagino que te quedas a cenar —dije.
No era una pregunta, sabía que lo haría. No estoy segura de que Jake le pidiese que se quedara cuando él estaba afuera, pero Justin lo hacía siempre de todos modos.
— Seguro, viendo como me lo preguntas tan educadamente — sonrió.
— No estaba preguntando — gruñí sarcásticamente mientras me giraba para alejarme.
Me agarro la mano y se acerco a mí, estaba tan cerca que mi pecho tocaba el suyo, podía sentir su aliento soplando en mi cara.
— Ángel, lo siento por lo de esta mañana. Lo hago. Por favor, deja de ser una perra conmigo, no te pega — dijo en voz baja.
Respire hondo y suspire.
— Esta bien, si, lo siento también. Supongo que he sido una zorra contigo — admití, tratando de apartar la mirada de sus hermosos ojos color miel avellana que se sentía como si estuviera viendo mi alma.
— Así que, ¿estoy perdonado? — pregunto, sonriendo.
Me gustaba este Justin, el que me cuidaba, el que era diferente cuando estábamos por nuestra cuenta. Me puso su adorable carita de cachorro a la que no podía decir que no, y sentí a mi voluntad de odiarlo desmoronarse.
Me reí y puse los ojos en blanco.
— Lo que sea. Voy a hacer los deberes antes de cenar —Me empuje fuera de su retención y me aleje rápidamente.
Se sentía raro estar cerca de el de esa manera, todavía podía sentir su hormigueo de electricidad fluyendo a través de la mano donde nos habíamos cogido, todavía podía oler su dulce aliento que había soplado en mi cara. No tenía ni idea de la atmosfera tan rara en la cocina; todo era muy raro. Negué con la cabeza y saque mi tarea de cálculo, tratando de empezarla por lo menos.
Después de cenar en silencio, termine mi tarea. Solo eran las ocho y media así que Justin decidió poner una película. Puso Destino Final, y nos sentamos en el sofá a verla. Me sentí un poco incomoda por alguna razón que no podía entender. Estaba sentada aquí como siempre, pero algo se sentía diferente. Lo mire a escondidas varias veces, estaba sentado ahí viendo la película, con una pierna doblada sobre la otra, el brazo colgando casualmente en el respaldo de mi silla.
Ninguno de los dos se movió hasta que la peli termino. Ahogué un bostezo.
— Creo que me voy a la cama, Justin, estoy muy cansada — Murmure, levantándome y estirándome como un gato. Cuando lo mire de nuevo, me di cuenta que me estaba mirando atentamente. Me aclare la garganta ya que todavía seguía mirándome fijamente con una extraña expresión en su cara.
— Oh, bien, si, está bien. Voy directo a cara entonces, estaré de vuelta en media hora — dijo, poniéndose de pie para salir.
Lo seguí y cerré la puerta detrás de el, un poco desconcertada. ¿Por qué era todo tan tenso y extraño entre nosotros esta noche? Sería probablemente porque estaba tan molesta con el esta mañana que hice las cosas un poco torpes.
Me cambie rápidamente a una camisa sin mangas y pantalones cortos, me lave los dientes, el pelo y me metí a la cama. Esta estaba fría y era demasiado grande, igual que cada noche. Después de unos veinte minutos o así, escuche a mi ventana deslizarse y cerrarse de nuevo. Ropas cayeron al suelo y luego la cama se hundió detrás de mí.
— Hey, ¿estás dormida? — susurro.
— No, todavía no — murmure.
Levante la cabeza para poder pasar uno de sus brazos bajo mi cuello. Apretó el pecho contra mi espalda y envolvió su brazo alrededor de mí, lanzando una pierna sobre la mía. Lo oí suspirar mientras me retorcía para acercarme más a él, me encantaba que Justin durmiera conmigo, la cama no se sentía bien sin él.
— ¿Qué pasa? — pregunte, tirando de sus brazos apretados a mi alrededor y presionando mi rostro en su brazo, oliendo su increíble aroma que era como ninguna otra cosa en el mundo.
— Nada, Ángel. Solo estoy cansado eso es todo —murmuro contra la parte posterior de mi cabeza, presionando sus labios en mi pelo.
— Está bien. Buenas noches, Justin — susurre, besando su brazo.
— Buenas noches, Ángel —respondió, besándome la parte de atrás de mi cabeza.
Última edición por ~RudeGirl~ el Sáb 05 Ene 2013, 3:21 pm, editado 1 vez
~RudeGirl~
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
Awwwww síguelaaaaaaaaa, ya pasaron ocho años y el maldito se fueeee, hagamos fiesta :3 listooooo wujjuuuuuu, ahora síguela :3
jdmelanyprincess
Re: El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
Awwww y él le dice Ángel todo el tiempo, :3 como mi Oatch <3
jdmelanyprincess
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