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Nunca quise enamorarme de vos (Kevin Jonas) Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Nunca quise enamorarme de vos (Kevin Jonas) Terminada
Capitulo 30: Con los sentimientos a flor de piel.
Narras vos:
Después de interminables noches que pase llorando, desbordada de lagrimas llenas de inolvidables recuerdos de amor e intensos y profundos sentimientos de necesidad. De necesidad de verlo frente a mi, de tomar sus manos, de besar sus labios y olvidar que el resto del mundo existe por tan solo un perfecto instante con el. Pero todo eso había quedado en el recuerdo porque hoy, hoy lo vería de nuevo, hoy, volvería a estar de nuevo con el. ¿Qué más podía pedir? Eso era todo lo que necesitaba…con una sonrisa de sus bellos labios bastaría para secar mis lagrimas.
Ese día me había levantada más temprano de lo usual porque no podía dormir. Solo daba vueltas en la cama, para un lado y para el otro, tratando de mantener mis ojos cerrados pero sin lograr mi objetivo. Solo pode dormir bien durante un par de horas así que decidí levantarme y prepararme con mucho tiempo de antelación para ir a verlo. Me levante sin muchas ganas de la cama pero al instante recordé el porque de levantarme temprano y casi sal corriendo de ella, fui a la cocina y desayune algo mientras veía un poco de tele, era una película de época…se llamaba Persuasion…
http://www.madisonpubliclibrary.org/madreads/wp-content/uploads/2007/12/rupert.jpg
Era una buena historia y me hubiera encantado en otras circunstancias pero no recuerdo muchos detalles ya que me costaba concentrarme. Después, lo más importante era asegurarme de que desaparecieran esas horribles ojeras que tenia por no haber dormido bien en la noche…
Estaba frente al espejo de mi baño maquillándome mientras tocaban el timbre. En un principio pensé en no abrir la puerta ya que todavía me encontraba usando mi piyama pero al sonar tres veces el timbre pensé que podría ser importante así que me puse una campera sobre el piyama y atendí la puerta. Me había equivocado, no era nada importante. Solo el cartero con una carta de no se que publicidad, en fin, pavadas.
Me saque la campera ya que hacia un poco de calor y cuando abrí la puerta del baño, el timbre volvió a sonar y esta vez atendí a la primera, si siquiera volver a colocarme la campera ya que la situación me estaba enojando. Si es de nuevo ese cartero… - Pensé mientras abría la puerta, pero mis pensamientos y cualquier parte consiente de mi cuerpo dejo de funcionar cuando lo vi, ahí, en frente mío. Era Kevin. Sin poder evitarlo camine rápidamente para destruir el poco espacio que nos separaba y enrolle en mis brazos alrededor suyo para abrasarlo firmemente.
- Te extrañe mucho – Le dije a su oído sin separarme de el.
- Yo también amor, yo también. – Al separarnos lentamente el vio que mis ojos estaban brillosos, llenos de lagrimas dispuestas a salir e inundar mi rostro en cualquier momento. Con una de sus manos acaricio mi mejilla con dulzura - No llores, por favor
- Eso intento, pero no puedo evitarlo. Viniste antes o los relojes de mi casa están todos mal…
- Si, el vuelo se adelanto – Dijo lentamente mientras entraba y cerraba la puerta. Entonces se percato de algo y sonrío – Me gusta tu piyama, es lindo.
- OH, lo había olvidado. No suelo abrir la puerta en piyama pero… no me quedo más opción. ¿Me decías que el vuelo se había adelantado?
- Si…
- ¿Por qué no me dijiste? Podría haber ido a recibirte…a no ser que no quisieras verme. En serio, lo entiendo, no hay problema.
- ¿Escuchas lo que estas diciendo?
- Kevin…
- ¿Por qué no quería verte?
- No, lo se – Por un instante me sentí muy entupida por mi reacción cuando llego.
- ________, si no te dije que vendría fue porque no quería molestarte…además, quería darte una sorpresa e invitarte salir a algún lugar.
- Perdón, es que…es complicado entender que quieras estar conmigo.
- ¿Será porque te amo? – Dijo antes de besarme, no entiendo porque perdía el tiempo diciéndole estupideces si podría aprovecharlo de esta manera. Hacia tanto que no nos besábamos.
- Yo también te amo lindo – Dije contra sus labios y volví a besarlo.
El resto de la mañana paso volando con la atenta compañía de alguien como Kevin. Una persona realmente única y especial en tantos sentidos diferentes. Estuvimos varias horas juntos en mi casa, charlando de mil cosas diferentes y por momentos veíamos algo de televisión. Tardamos mucho en ponernos al día acerca de todo lo ocurrido durante los meses que estuvimos separados, siempre había algo más que contar, un simple recuerdo, un sentimiento perdido en medio de la tristeza de la añoranza, en algo mas que decirnos.
A la hora del almuerzo el me invito a comer y yo feliz de la vida, acepte encantada. El lugar era muy lindo, nos sentamos en la terraza donde disfrutábamos de la vista de la ciudad aunque disfrutamos mucho mas con nuestra mutua compañía…algo que estábamos esperando hace mucho tiempo que volviera a suceder.
Capitulo 31: Engañosas apariencias.
Narras vos:
Después de haber superado el trauma inicial de volver a ver a Kevin una vez mas más las cosas retomaron su rumbo natural, justo desde donde se habían quedado cuando el se fue hace ya mas de tres meses. Tres solitarios y tristes meses en mi vida. Era como si el resto del mundo siguiera funcionando como siempre pero me hubiera quedado congelada en el tiempo.
Pero todo eso había quedado en el pasado en el mismo instante que lo vi en mi puerta, el instante en el que mi corazón había dejado de latir.
Ya habían pasado algunos días desde que el volvió de la gira de los Jonas Brothers. La semana pasada, antes de que lo volviera a ver, me había invitado a cenar para esta noche pero hace dos días los planes cambiaron. Kevin me había llamado para decirme que tenían que ir a un evento con la banda pero que igual quería salir conmigo así que me pregunto si quería ir con el al evento a lo que yo en un principio respondí que no sabia pero después el me convenció de que fuera con el.
Después de cortar el teléfono lo primero que se me vino a la mente fue: ¿Qué me pongo?...Dos horas después decidí que lo mejor seria ponerme un vestido que llegaba sobre las rodillas, era de color azul oscuro y tenia un diseño bordado de color plateado y azul con algunas piedritas bajo el busto, me había comprado la ultima vez que fui de compras, con unos zapatos del mismo color.
http://www.promnightstyles.com/wp-content/uploads/2009/07/allure-prom-dress-3.jpg
Fue un poco extraño cuando pasamos por la alfombra roja y todos empezaron a tomarnos fotos, creo que me quede media ciega desde ese momento. Y pensar que esto es parte su vida todos los días. Supongo que tendré que acostumbrarme a esto si pretendo estar con el por mas que solo unos meses. Nunca me había planteado eso realmente porque parecía ser un delirio pero ahora todo parecía más real.
Caminamos juntos, tomados de la mano hasta entrar a un gran salón hermosamente decorado.
- ¿Te había dicho que luces hermosa?
- No todavía – Sonreí
- Pues… - Miro sobre mi hombro y su sonrisa desapareció de repente.
- Buenas noche – Sentí que una mujer hablaba a mis espaldas y me vuelta – Su cara me resulto muy familiar. Era la misma chica de las fotos, la novia de Kevin, digo…ex novia.
- Hola – La saluda Kevin amablemente.
- Buenas noches – Le dije yo.
- Bueno…No quería molestarlos. Solo pasaba para saluda. Que la pasen bien.
- Igualmente
- Bueno, también te quería pedir disculpas por lo de la ultima vrz, perdón
- No hay problema
- Genial…bueno, nos vemos
- Adiós
- Adiós – Respondimos juntos.
- Eso es raro – Dijo Kevin, yo me voltee para quedar en frente de el
- ¿Por?
- Ella no suele ser tan amable. Mucho menos después de lo que paso la última vez.
- Quizás se sienta arrepentida.
- Puede ser, no se.
- Bueno…ahora vengo.
- OK te espero por acá – Le dio un beso y me dirigí al baño.
Apenas entre alguien mas entro detrás de mí. Esa persona que acababa de disculparse con Kevin por las locuras que había hecho ya hace unos mese atrás.
- Hola… - ¿Tu nombre es? – Me dijo de manera despectiva – Antes de que tuviera tiempo de decirle algo ella volvió a hablar – no importa como te llames, por ahora creo que te voy a decir suplente – Decía con una sonrisa llena de arrogancia en su rostro.
- ¿Qué te pasa?
- Lo que me pasa es que te metiste con mi novio…no hay mucho que entender, es simple.
- Kevin no estaba con…
- No me importa lo que digas ¿si? Porque tarde o temprano Kevin va a volver conmigo. No puede vivir sin mí.
- ¿Cómo podría? – Dije con sarcasmo que ella noto
- Ríete todo lo quieras pero lo que digo es cierto y vos lo sabes. Kevin no esta realmente interesado en vos, solo te esta usando para darme celos, una especie de lección por lo que le hice, pero nada mas. El va a volver conmigo…
- No me vas a quitar a…
- No voy a necesitar quitártelo, aunque podría hacerlo, porque el realmente no te pertenece…ahora me voy, solo quería decirte eso.
No podía creer lo que me acababa de decir, bueno si podía creerlo pero…Kevin no haría algo así ¿O si?
Volví a la fiesta con Kevin y el me sonrío apenas me vio.
- Tardaste mucho ¿Paso algo?
- No – No había necesidad de decirle nada de eso a el
- ¿Estas segura? Te noto un poco rara
- Segura – Le di un beso y nos quedamos unos segundos besándonos.
:love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love:
Narras vos:
Después de interminables noches que pase llorando, desbordada de lagrimas llenas de inolvidables recuerdos de amor e intensos y profundos sentimientos de necesidad. De necesidad de verlo frente a mi, de tomar sus manos, de besar sus labios y olvidar que el resto del mundo existe por tan solo un perfecto instante con el. Pero todo eso había quedado en el recuerdo porque hoy, hoy lo vería de nuevo, hoy, volvería a estar de nuevo con el. ¿Qué más podía pedir? Eso era todo lo que necesitaba…con una sonrisa de sus bellos labios bastaría para secar mis lagrimas.
Ese día me había levantada más temprano de lo usual porque no podía dormir. Solo daba vueltas en la cama, para un lado y para el otro, tratando de mantener mis ojos cerrados pero sin lograr mi objetivo. Solo pode dormir bien durante un par de horas así que decidí levantarme y prepararme con mucho tiempo de antelación para ir a verlo. Me levante sin muchas ganas de la cama pero al instante recordé el porque de levantarme temprano y casi sal corriendo de ella, fui a la cocina y desayune algo mientras veía un poco de tele, era una película de época…se llamaba Persuasion…
http://www.madisonpubliclibrary.org/madreads/wp-content/uploads/2007/12/rupert.jpg
Era una buena historia y me hubiera encantado en otras circunstancias pero no recuerdo muchos detalles ya que me costaba concentrarme. Después, lo más importante era asegurarme de que desaparecieran esas horribles ojeras que tenia por no haber dormido bien en la noche…
Estaba frente al espejo de mi baño maquillándome mientras tocaban el timbre. En un principio pensé en no abrir la puerta ya que todavía me encontraba usando mi piyama pero al sonar tres veces el timbre pensé que podría ser importante así que me puse una campera sobre el piyama y atendí la puerta. Me había equivocado, no era nada importante. Solo el cartero con una carta de no se que publicidad, en fin, pavadas.
Me saque la campera ya que hacia un poco de calor y cuando abrí la puerta del baño, el timbre volvió a sonar y esta vez atendí a la primera, si siquiera volver a colocarme la campera ya que la situación me estaba enojando. Si es de nuevo ese cartero… - Pensé mientras abría la puerta, pero mis pensamientos y cualquier parte consiente de mi cuerpo dejo de funcionar cuando lo vi, ahí, en frente mío. Era Kevin. Sin poder evitarlo camine rápidamente para destruir el poco espacio que nos separaba y enrolle en mis brazos alrededor suyo para abrasarlo firmemente.
- Te extrañe mucho – Le dije a su oído sin separarme de el.
- Yo también amor, yo también. – Al separarnos lentamente el vio que mis ojos estaban brillosos, llenos de lagrimas dispuestas a salir e inundar mi rostro en cualquier momento. Con una de sus manos acaricio mi mejilla con dulzura - No llores, por favor
- Eso intento, pero no puedo evitarlo. Viniste antes o los relojes de mi casa están todos mal…
- Si, el vuelo se adelanto – Dijo lentamente mientras entraba y cerraba la puerta. Entonces se percato de algo y sonrío – Me gusta tu piyama, es lindo.
- OH, lo había olvidado. No suelo abrir la puerta en piyama pero… no me quedo más opción. ¿Me decías que el vuelo se había adelantado?
- Si…
- ¿Por qué no me dijiste? Podría haber ido a recibirte…a no ser que no quisieras verme. En serio, lo entiendo, no hay problema.
- ¿Escuchas lo que estas diciendo?
- Kevin…
- ¿Por qué no quería verte?
- No, lo se – Por un instante me sentí muy entupida por mi reacción cuando llego.
- ________, si no te dije que vendría fue porque no quería molestarte…además, quería darte una sorpresa e invitarte salir a algún lugar.
- Perdón, es que…es complicado entender que quieras estar conmigo.
- ¿Será porque te amo? – Dijo antes de besarme, no entiendo porque perdía el tiempo diciéndole estupideces si podría aprovecharlo de esta manera. Hacia tanto que no nos besábamos.
- Yo también te amo lindo – Dije contra sus labios y volví a besarlo.
El resto de la mañana paso volando con la atenta compañía de alguien como Kevin. Una persona realmente única y especial en tantos sentidos diferentes. Estuvimos varias horas juntos en mi casa, charlando de mil cosas diferentes y por momentos veíamos algo de televisión. Tardamos mucho en ponernos al día acerca de todo lo ocurrido durante los meses que estuvimos separados, siempre había algo más que contar, un simple recuerdo, un sentimiento perdido en medio de la tristeza de la añoranza, en algo mas que decirnos.
A la hora del almuerzo el me invito a comer y yo feliz de la vida, acepte encantada. El lugar era muy lindo, nos sentamos en la terraza donde disfrutábamos de la vista de la ciudad aunque disfrutamos mucho mas con nuestra mutua compañía…algo que estábamos esperando hace mucho tiempo que volviera a suceder.
Capitulo 31: Engañosas apariencias.
Narras vos:
Después de haber superado el trauma inicial de volver a ver a Kevin una vez mas más las cosas retomaron su rumbo natural, justo desde donde se habían quedado cuando el se fue hace ya mas de tres meses. Tres solitarios y tristes meses en mi vida. Era como si el resto del mundo siguiera funcionando como siempre pero me hubiera quedado congelada en el tiempo.
Pero todo eso había quedado en el pasado en el mismo instante que lo vi en mi puerta, el instante en el que mi corazón había dejado de latir.
Ya habían pasado algunos días desde que el volvió de la gira de los Jonas Brothers. La semana pasada, antes de que lo volviera a ver, me había invitado a cenar para esta noche pero hace dos días los planes cambiaron. Kevin me había llamado para decirme que tenían que ir a un evento con la banda pero que igual quería salir conmigo así que me pregunto si quería ir con el al evento a lo que yo en un principio respondí que no sabia pero después el me convenció de que fuera con el.
Después de cortar el teléfono lo primero que se me vino a la mente fue: ¿Qué me pongo?...Dos horas después decidí que lo mejor seria ponerme un vestido que llegaba sobre las rodillas, era de color azul oscuro y tenia un diseño bordado de color plateado y azul con algunas piedritas bajo el busto, me había comprado la ultima vez que fui de compras, con unos zapatos del mismo color.
http://www.promnightstyles.com/wp-content/uploads/2009/07/allure-prom-dress-3.jpg
Fue un poco extraño cuando pasamos por la alfombra roja y todos empezaron a tomarnos fotos, creo que me quede media ciega desde ese momento. Y pensar que esto es parte su vida todos los días. Supongo que tendré que acostumbrarme a esto si pretendo estar con el por mas que solo unos meses. Nunca me había planteado eso realmente porque parecía ser un delirio pero ahora todo parecía más real.
Caminamos juntos, tomados de la mano hasta entrar a un gran salón hermosamente decorado.
- ¿Te había dicho que luces hermosa?
- No todavía – Sonreí
- Pues… - Miro sobre mi hombro y su sonrisa desapareció de repente.
- Buenas noche – Sentí que una mujer hablaba a mis espaldas y me vuelta – Su cara me resulto muy familiar. Era la misma chica de las fotos, la novia de Kevin, digo…ex novia.
- Hola – La saluda Kevin amablemente.
- Buenas noches – Le dije yo.
- Bueno…No quería molestarlos. Solo pasaba para saluda. Que la pasen bien.
- Igualmente
- Bueno, también te quería pedir disculpas por lo de la ultima vrz, perdón
- No hay problema
- Genial…bueno, nos vemos
- Adiós
- Adiós – Respondimos juntos.
- Eso es raro – Dijo Kevin, yo me voltee para quedar en frente de el
- ¿Por?
- Ella no suele ser tan amable. Mucho menos después de lo que paso la última vez.
- Quizás se sienta arrepentida.
- Puede ser, no se.
- Bueno…ahora vengo.
- OK te espero por acá – Le dio un beso y me dirigí al baño.
Apenas entre alguien mas entro detrás de mí. Esa persona que acababa de disculparse con Kevin por las locuras que había hecho ya hace unos mese atrás.
- Hola… - ¿Tu nombre es? – Me dijo de manera despectiva – Antes de que tuviera tiempo de decirle algo ella volvió a hablar – no importa como te llames, por ahora creo que te voy a decir suplente – Decía con una sonrisa llena de arrogancia en su rostro.
- ¿Qué te pasa?
- Lo que me pasa es que te metiste con mi novio…no hay mucho que entender, es simple.
- Kevin no estaba con…
- No me importa lo que digas ¿si? Porque tarde o temprano Kevin va a volver conmigo. No puede vivir sin mí.
- ¿Cómo podría? – Dije con sarcasmo que ella noto
- Ríete todo lo quieras pero lo que digo es cierto y vos lo sabes. Kevin no esta realmente interesado en vos, solo te esta usando para darme celos, una especie de lección por lo que le hice, pero nada mas. El va a volver conmigo…
- No me vas a quitar a…
- No voy a necesitar quitártelo, aunque podría hacerlo, porque el realmente no te pertenece…ahora me voy, solo quería decirte eso.
No podía creer lo que me acababa de decir, bueno si podía creerlo pero…Kevin no haría algo así ¿O si?
Volví a la fiesta con Kevin y el me sonrío apenas me vio.
- Tardaste mucho ¿Paso algo?
- No – No había necesidad de decirle nada de eso a el
- ¿Estas segura? Te noto un poco rara
- Segura – Le di un beso y nos quedamos unos segundos besándonos.
:love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love: :love:
Eug'
Re: Nunca quise enamorarme de vos (Kevin Jonas) Terminada
Capitulo 32: Regalo sorpresa
Narra Kevin:
Al apreciar la manera en la que nuestro valioso y finito tiempo en este mundo transcurre, nos damos cuenta de algo muy curioso. ¿Por qué será, que cuando estamos felices o divergiéndonos, en fin, en un buen momento, los hechos se vuelven tan rápidos Y escurridizos como gatos corriendo bajo la lluvia con terror de mojarse? Cuando queremos darnos cuenta de lo que nos rodea, todo ya ha terminado. ¿Y porqué cuando lo único que queremos es que el tiempo pase volando frente a nuestras narices sin que nos demos cuenta este es eterno e interminable?
Ya han pasado varias semanas de desde el momento en el que regrese de aquella maravillosa pero interminable gira con mis hermanos. No había sido la más larga gira que habíamos hecho pero me di cuenta de que ahora las cosas eran diferentes. Ahora me encontraba absolutamente ligado a una persona muy especial, a alguien realmente diferente del resto del mundo. Era increíble ver como su ausencia se notaba cada mañana y cada anochecer. Como cada vez que no estaba sobre el escenario mi mente se centraba solo en ella, solamente en _______.
A los pocos días de haber llegado del viaje, con _____, fuimos a un evento de no se que pero el evento en si no es importante. Lo mas llamativo es lo que paso los días siguientes. Días en los que ________ se comportaba de manera diferente, se encontraba gran parte del tiempo nerviosa y con la mente a miles de kilómetros de nosotros. Cuando la llamaba por teléfono a su casa me contestaba de manera un poco brusca hasta que reconocía mi voz o le decía quien era. Como si estuviera esperando que alguien diferente la hubiera llamado. Cada vez que intentaba hablar del tema ella simplemente lo esquivaba diciendo que me estaba volviendo un poco paranoico, algo que es posible debido a que quizás este exagerando con esto, que veía cosas donde no las había y cambiaba de tema repentinamente hablando de cualquier otra cosa sin sentido.
Narras vos:
- […] ¿Seguro que no pasa nada ____?
- Kevin, en serio. No pasa nada.
- Amor, estas muy extraña últimamente.
- Es cierto que he estado un poco distraída pero no es nada importante, en serio.
- Bueno… […]
Básicamente, en eso había consistido el final de mi conversación por teléfono con Kevin. La verdad es que si había un motivo por el cual estaba nerviosa pero lo consideraba solo una estupidez por lo que realmente me molestaba estar tan preocupada por algo así, sin el más simple sentido.
Estaba sentada sobre una banqueta de madera en la cocina mirando a la nada cuando casi me caigo de mi lugar al oír el estrepitoso sonido del timbre que acababa de sonar, sacándome de mis pensamientos.
Voy automáticamente hacia la puerta, por instante se me paso por la cabeza la idea de que algo no estaba bien y en el instante en el que abrí la puerta sabia que no me iba a gustar lo que iba a encontrar y eso había sido lo que finalmente había sucedido en aquel instante. Al no ver a ninguna persona en frente mío...cuando abrí la puerta mire automáticamente al suela esperándome encontrar alguno de esos sobre que recibía tan seguido últimamente. Pero no fue eso lo que sucedió, porque no me encontré con un sobre, sino con una caja roja decorado con extraños símbolos negros sobre la tapa superior…
- Genial – Pensé irónicamente – ahora me mandan regalos. Lo alcé y lo lleve a la cocina hasta depositarlo sobre la mesa de madera que se encontraba vacía. Lo abrí y me quede mudo, esto estaba yendo demasiado lejos…
Todo había empezado un par de días después de la fiesta a la que fuimos con Kevin. El día después a que nuestras fotos en el evento aparecieran por todos lados, veía nuestros rostros en cada revista que se me cruzaba en frente. Era algo bastante extraño.
Estaba en mi habitación escuchando música cuando tocaron el timbre, fui a abrir la puerta y me encontré con un sobre blanco sin remitente ni nada que pudiere inducirme a saber quien era la persona que lo mandada. Cuando lo abrí, pensé que era una broma y no le mucha importancia. Quizás una fan enojada y nada más, la carta decía
¡¡¡DEJALO A KEVIN EN PAZ...O TE VAS A ARREPENTIR!!!!
La tire a la basura y seguí mi vida como si nada hubiese pasado. Al día siguiente recibí un mensaje bastante parecido al anterior y había sucedido exactamente lo mismo durante estas semanas. Cada mañana llegaba un mensaje nuevo y yo cada vez le daba más importancia al asunto. Me estaba volviendo loca pero no le había dicho ni una sola palabra a Kevin porque no quería preocuparlo con algo que seguramente solo seria un juego de adolescentes.
Aunque esta mañana no había encontrado una simple cartita. La caja contenía lo que parecía ser un pequeña muñequita de Budú la cual llevaba un cartel en el cual claramente se leía ________. La mini _______ se encontraba atravesada con interminables alfileres y aujas. Lo saque de la caja y vi que estaba acompañada con otra nota, que dacia prácticamente lo mismo que los anteriores: Aléjate de el. En menos de un segundo tire la caja y su contenido completamente dentro de cesto de la basura. Esto se estaba volviendo bastante terrorífico.
Capitulo 33: Debe ser amor
Narras vos:
El otro día estaba en la computadora tratando de hacer que el tiempo pasara mas rápido de lo habitual. En medio del muro encontré una de esas páginas en las que tenes que poner: Me gusta. La pagina que llamo mi atención en especial era esta, Cuando no puedo dormir es cuando mas pienso en la vida. Después de seleccionar la opción: Me gusta, entre en la página y leí algunos de los comentarios que habían dejado otras personas. Decían cosas como: Si en esas noches es cuando uno saca las mejores reflexiones y miles de cosas más. Yo, por mi parte, deje un simple comentario…Yo creo que es al revés, llega un punto en el que pensas tanto que no podes pegar los ojos en absoluto.
Eso me pasaba en este preciso instante…había pensado tanto en el hecho de que había una posibilidad de que estuviera en un verdadero riesgo que no podía dormir y eso me había hecho pensar en miles de cosas. En como mi vida cambio por complete desde la primera vez que vi a Kevin, porque solo basto un instante para que mi completa existencia se centrara en el y solo en el. Aun cuando pensé que nunca mas lo volvería a ver, el estaba en mi mente casi las 24 horas del día. Las cosas crecieron hasta un punto en el que pensé que me moriría de tanta felicidad que había sentido en el justo instante en el que lo volví a ver, en el momento en el que confirme que el sentía lo mismo que yo, y si no era lo mismo, era algo bastante parecido. Era parecido a eso que yo sentí, a lo que yo llamaba amor. Era increíble darme cuenta como una simple palabra de 4 letras podía significar tanto. Tantos sentimientos que se fundían en uno solo, en amor.
Miles de cosas se pasaron por mi mente, alejándome estrepitosamente de este mundo. Hasta el punto de que ni siquiera me había dado cuanta de que había comenzado a llover y que cada vez la lluvia se volvía más y más intensa. Me moví en la cama para quedar recostada de lado de manera que podía ver a través de la blanca cortina de encaje como las gotas de lluvia caían sin parar del oscuro cielo nocturno.
Cerré mis ojos con la idea de que si bien no podía hacer que mi mente dejara de escarbar en mis recuerdos, podía intentar quedarme dormida mientras recordaba, no tenia nada que perder, valía la pena intentarlo. Mi cuerpo comenzaba a relajarse y cuando pensé que finalmente lo iba a conseguir, cuando creí que el mundo de la inconciencia me estaba abriendo sus puertas para entrar y alejarme de todo lo que ocupaba mi preocupada mente en este momento de mi vida tan especial, con innumerables cosas buenas pero con insufribles cosas malas, algo paso. Algo que provoco una especie de tiron por todo mi cuerpo, que mi corazón dejara de latir por un momento. Una piedra golpeando contra el cristal de la ventana. El golpe se sentía totalmente real, a pesar de eso no pude evitar hacerme creer que solo se había tratado de un sueño pero cuando el estrepitoso sonido volvió a llenar mi solitaria habitación supe que no era un sueño sino una pesadilla que se estaba volviendo realidad en el peor de los momentos.
La primera idea que cruzó por mi mente fue levantarme de la cama y hacerle frente a lo que fuese que había afuera pero el miedo a lo que pudiera encontrar hizo que solamente cambiara mi posición y me quedara acostada con las colchas tapándome hasta la punta de la cabeza.
Tener miedo por algo que podía ser una simple broma de unos niños no iba a hacer que pensara mejor las cosas pero se me hacia imposible controlar mis pensamientos mientras esos golpes no cesaran. Por lo que decidí que lo mejor era levantarme de la cama y ver quien era la persona que trataba de despertarme o simplemente molestarme.
Así que hice lo que cualquier persona, que no estuviera siendo amenazada con aterradores mensajes y regalos extraños, hubiera hecho en mi lugar. Ir a ver de quien se trataba. Quite las colchas que me habían servido de protección minutos ates y coloque mis pies sobre la alfombra y fui a encender la luz. En ese preciso momento los golpes cada vez mas insistentes dejaron de cruzarse con el cristal de mi ventana., decidí apresurarme a la ventana pero en el preciso momento en el que corrí la casi transparente cortina y mire había el suelo, no vi a nadie. Solo la lluvia que parecía nunca iba a terminar, inundando toso a su alrededor, seguramente mañana iba a ser complicado andar caminando sin mojarse con los interminables charcos helados que iban a quedar por la incesante lluvia.
Volví a la cama con una simple pregunta rondando en mi mente… ¿Qué fue eso?...de la cual se desprendían mas innumerables preguntas… ¿Quién?... ¿Porque?... ¿Broma de niños o otra amenaza? Me tape como lo había hecho horas antes con la intención de dormir pero fui interrumpida por el teléfono sonando. Me di vuelta y conteste. Haberme tardado tanto tiempo en abrir la maldita había hecho que no pudiera ver de quien se trataba, esta vez no iba a cometer el mismo error.
- Hola –Dije con la voz un poco inquieta. – Los segundo pasaban y no se oía nada del otro lado de la línea - ¿Hola? – Repetí esperando que ahora si me hablaran. Pero no decía nada, ni una simple palabra… lo único que se escucho fue el sonido del teléfono al cortar.
Antes de que me diera vuelta el teléfono volvió a sonar….
- ¿Quién sos? – Casi frite apenas conteste.
- Kevin – Me dijo como si fuera obvio.
- Ah, perdón amor es que…nada. Nada importante
- ¿Esperabas a alguien más? – Pregunto con un extraño tono que nunca había escuchado salir de sus labios.
- No es que…
- ¿Qué pasa?
- Me llamaron hace dos segundos pero cuando atendí no dijeron nada así que pensé que seria la misma persona
- Ah, ¿Todo bien ahora?
- Si…
- ¿Seguro?
- Si…
- Bueno te llamaba para ver si querías ir a desayunar conmigo mañana no quería molestarte pero no pude evitarlo.
- No me molestaste, no estaba dormida aun.
- ¿Entonces, que decís?
- ¿De que?
- De desayunar
- Ah, si claro. Me encantaría
- Entonces te paso a buscar a la hora de siempre.
- Bueno
- ¿Viste como llueve?
- Si, parece que nunca fuera a parar
- Espero que las calles no estén inundadas mañana
- Yo también
- Bueno, nos vemos.
- Chau, amor
- Te amo
- Yo mucho mas
- Chau
- Chau.
Cuando volví a recostarme no pude evitar sonreír… ¿Qué abra pensado cuando lo atendí de esa manera? Era increíble como hablar con el me había calmado tanto…debe ser amor.
................................................
Narra Kevin:
Al apreciar la manera en la que nuestro valioso y finito tiempo en este mundo transcurre, nos damos cuenta de algo muy curioso. ¿Por qué será, que cuando estamos felices o divergiéndonos, en fin, en un buen momento, los hechos se vuelven tan rápidos Y escurridizos como gatos corriendo bajo la lluvia con terror de mojarse? Cuando queremos darnos cuenta de lo que nos rodea, todo ya ha terminado. ¿Y porqué cuando lo único que queremos es que el tiempo pase volando frente a nuestras narices sin que nos demos cuenta este es eterno e interminable?
Ya han pasado varias semanas de desde el momento en el que regrese de aquella maravillosa pero interminable gira con mis hermanos. No había sido la más larga gira que habíamos hecho pero me di cuenta de que ahora las cosas eran diferentes. Ahora me encontraba absolutamente ligado a una persona muy especial, a alguien realmente diferente del resto del mundo. Era increíble ver como su ausencia se notaba cada mañana y cada anochecer. Como cada vez que no estaba sobre el escenario mi mente se centraba solo en ella, solamente en _______.
A los pocos días de haber llegado del viaje, con _____, fuimos a un evento de no se que pero el evento en si no es importante. Lo mas llamativo es lo que paso los días siguientes. Días en los que ________ se comportaba de manera diferente, se encontraba gran parte del tiempo nerviosa y con la mente a miles de kilómetros de nosotros. Cuando la llamaba por teléfono a su casa me contestaba de manera un poco brusca hasta que reconocía mi voz o le decía quien era. Como si estuviera esperando que alguien diferente la hubiera llamado. Cada vez que intentaba hablar del tema ella simplemente lo esquivaba diciendo que me estaba volviendo un poco paranoico, algo que es posible debido a que quizás este exagerando con esto, que veía cosas donde no las había y cambiaba de tema repentinamente hablando de cualquier otra cosa sin sentido.
Narras vos:
- […] ¿Seguro que no pasa nada ____?
- Kevin, en serio. No pasa nada.
- Amor, estas muy extraña últimamente.
- Es cierto que he estado un poco distraída pero no es nada importante, en serio.
- Bueno… […]
Básicamente, en eso había consistido el final de mi conversación por teléfono con Kevin. La verdad es que si había un motivo por el cual estaba nerviosa pero lo consideraba solo una estupidez por lo que realmente me molestaba estar tan preocupada por algo así, sin el más simple sentido.
Estaba sentada sobre una banqueta de madera en la cocina mirando a la nada cuando casi me caigo de mi lugar al oír el estrepitoso sonido del timbre que acababa de sonar, sacándome de mis pensamientos.
Voy automáticamente hacia la puerta, por instante se me paso por la cabeza la idea de que algo no estaba bien y en el instante en el que abrí la puerta sabia que no me iba a gustar lo que iba a encontrar y eso había sido lo que finalmente había sucedido en aquel instante. Al no ver a ninguna persona en frente mío...cuando abrí la puerta mire automáticamente al suela esperándome encontrar alguno de esos sobre que recibía tan seguido últimamente. Pero no fue eso lo que sucedió, porque no me encontré con un sobre, sino con una caja roja decorado con extraños símbolos negros sobre la tapa superior…
- Genial – Pensé irónicamente – ahora me mandan regalos. Lo alcé y lo lleve a la cocina hasta depositarlo sobre la mesa de madera que se encontraba vacía. Lo abrí y me quede mudo, esto estaba yendo demasiado lejos…
Todo había empezado un par de días después de la fiesta a la que fuimos con Kevin. El día después a que nuestras fotos en el evento aparecieran por todos lados, veía nuestros rostros en cada revista que se me cruzaba en frente. Era algo bastante extraño.
Estaba en mi habitación escuchando música cuando tocaron el timbre, fui a abrir la puerta y me encontré con un sobre blanco sin remitente ni nada que pudiere inducirme a saber quien era la persona que lo mandada. Cuando lo abrí, pensé que era una broma y no le mucha importancia. Quizás una fan enojada y nada más, la carta decía
¡¡¡DEJALO A KEVIN EN PAZ...O TE VAS A ARREPENTIR!!!!
La tire a la basura y seguí mi vida como si nada hubiese pasado. Al día siguiente recibí un mensaje bastante parecido al anterior y había sucedido exactamente lo mismo durante estas semanas. Cada mañana llegaba un mensaje nuevo y yo cada vez le daba más importancia al asunto. Me estaba volviendo loca pero no le había dicho ni una sola palabra a Kevin porque no quería preocuparlo con algo que seguramente solo seria un juego de adolescentes.
Aunque esta mañana no había encontrado una simple cartita. La caja contenía lo que parecía ser un pequeña muñequita de Budú la cual llevaba un cartel en el cual claramente se leía ________. La mini _______ se encontraba atravesada con interminables alfileres y aujas. Lo saque de la caja y vi que estaba acompañada con otra nota, que dacia prácticamente lo mismo que los anteriores: Aléjate de el. En menos de un segundo tire la caja y su contenido completamente dentro de cesto de la basura. Esto se estaba volviendo bastante terrorífico.
Capitulo 33: Debe ser amor
Narras vos:
El otro día estaba en la computadora tratando de hacer que el tiempo pasara mas rápido de lo habitual. En medio del muro encontré una de esas páginas en las que tenes que poner: Me gusta. La pagina que llamo mi atención en especial era esta, Cuando no puedo dormir es cuando mas pienso en la vida. Después de seleccionar la opción: Me gusta, entre en la página y leí algunos de los comentarios que habían dejado otras personas. Decían cosas como: Si en esas noches es cuando uno saca las mejores reflexiones y miles de cosas más. Yo, por mi parte, deje un simple comentario…Yo creo que es al revés, llega un punto en el que pensas tanto que no podes pegar los ojos en absoluto.
Eso me pasaba en este preciso instante…había pensado tanto en el hecho de que había una posibilidad de que estuviera en un verdadero riesgo que no podía dormir y eso me había hecho pensar en miles de cosas. En como mi vida cambio por complete desde la primera vez que vi a Kevin, porque solo basto un instante para que mi completa existencia se centrara en el y solo en el. Aun cuando pensé que nunca mas lo volvería a ver, el estaba en mi mente casi las 24 horas del día. Las cosas crecieron hasta un punto en el que pensé que me moriría de tanta felicidad que había sentido en el justo instante en el que lo volví a ver, en el momento en el que confirme que el sentía lo mismo que yo, y si no era lo mismo, era algo bastante parecido. Era parecido a eso que yo sentí, a lo que yo llamaba amor. Era increíble darme cuenta como una simple palabra de 4 letras podía significar tanto. Tantos sentimientos que se fundían en uno solo, en amor.
Miles de cosas se pasaron por mi mente, alejándome estrepitosamente de este mundo. Hasta el punto de que ni siquiera me había dado cuanta de que había comenzado a llover y que cada vez la lluvia se volvía más y más intensa. Me moví en la cama para quedar recostada de lado de manera que podía ver a través de la blanca cortina de encaje como las gotas de lluvia caían sin parar del oscuro cielo nocturno.
Cerré mis ojos con la idea de que si bien no podía hacer que mi mente dejara de escarbar en mis recuerdos, podía intentar quedarme dormida mientras recordaba, no tenia nada que perder, valía la pena intentarlo. Mi cuerpo comenzaba a relajarse y cuando pensé que finalmente lo iba a conseguir, cuando creí que el mundo de la inconciencia me estaba abriendo sus puertas para entrar y alejarme de todo lo que ocupaba mi preocupada mente en este momento de mi vida tan especial, con innumerables cosas buenas pero con insufribles cosas malas, algo paso. Algo que provoco una especie de tiron por todo mi cuerpo, que mi corazón dejara de latir por un momento. Una piedra golpeando contra el cristal de la ventana. El golpe se sentía totalmente real, a pesar de eso no pude evitar hacerme creer que solo se había tratado de un sueño pero cuando el estrepitoso sonido volvió a llenar mi solitaria habitación supe que no era un sueño sino una pesadilla que se estaba volviendo realidad en el peor de los momentos.
La primera idea que cruzó por mi mente fue levantarme de la cama y hacerle frente a lo que fuese que había afuera pero el miedo a lo que pudiera encontrar hizo que solamente cambiara mi posición y me quedara acostada con las colchas tapándome hasta la punta de la cabeza.
Tener miedo por algo que podía ser una simple broma de unos niños no iba a hacer que pensara mejor las cosas pero se me hacia imposible controlar mis pensamientos mientras esos golpes no cesaran. Por lo que decidí que lo mejor era levantarme de la cama y ver quien era la persona que trataba de despertarme o simplemente molestarme.
Así que hice lo que cualquier persona, que no estuviera siendo amenazada con aterradores mensajes y regalos extraños, hubiera hecho en mi lugar. Ir a ver de quien se trataba. Quite las colchas que me habían servido de protección minutos ates y coloque mis pies sobre la alfombra y fui a encender la luz. En ese preciso momento los golpes cada vez mas insistentes dejaron de cruzarse con el cristal de mi ventana., decidí apresurarme a la ventana pero en el preciso momento en el que corrí la casi transparente cortina y mire había el suelo, no vi a nadie. Solo la lluvia que parecía nunca iba a terminar, inundando toso a su alrededor, seguramente mañana iba a ser complicado andar caminando sin mojarse con los interminables charcos helados que iban a quedar por la incesante lluvia.
Volví a la cama con una simple pregunta rondando en mi mente… ¿Qué fue eso?...de la cual se desprendían mas innumerables preguntas… ¿Quién?... ¿Porque?... ¿Broma de niños o otra amenaza? Me tape como lo había hecho horas antes con la intención de dormir pero fui interrumpida por el teléfono sonando. Me di vuelta y conteste. Haberme tardado tanto tiempo en abrir la maldita había hecho que no pudiera ver de quien se trataba, esta vez no iba a cometer el mismo error.
- Hola –Dije con la voz un poco inquieta. – Los segundo pasaban y no se oía nada del otro lado de la línea - ¿Hola? – Repetí esperando que ahora si me hablaran. Pero no decía nada, ni una simple palabra… lo único que se escucho fue el sonido del teléfono al cortar.
Antes de que me diera vuelta el teléfono volvió a sonar….
- ¿Quién sos? – Casi frite apenas conteste.
- Kevin – Me dijo como si fuera obvio.
- Ah, perdón amor es que…nada. Nada importante
- ¿Esperabas a alguien más? – Pregunto con un extraño tono que nunca había escuchado salir de sus labios.
- No es que…
- ¿Qué pasa?
- Me llamaron hace dos segundos pero cuando atendí no dijeron nada así que pensé que seria la misma persona
- Ah, ¿Todo bien ahora?
- Si…
- ¿Seguro?
- Si…
- Bueno te llamaba para ver si querías ir a desayunar conmigo mañana no quería molestarte pero no pude evitarlo.
- No me molestaste, no estaba dormida aun.
- ¿Entonces, que decís?
- ¿De que?
- De desayunar
- Ah, si claro. Me encantaría
- Entonces te paso a buscar a la hora de siempre.
- Bueno
- ¿Viste como llueve?
- Si, parece que nunca fuera a parar
- Espero que las calles no estén inundadas mañana
- Yo también
- Bueno, nos vemos.
- Chau, amor
- Te amo
- Yo mucho mas
- Chau
- Chau.
Cuando volví a recostarme no pude evitar sonreír… ¿Qué abra pensado cuando lo atendí de esa manera? Era increíble como hablar con el me había calmado tanto…debe ser amor.
................................................
Eug'
Re: Nunca quise enamorarme de vos (Kevin Jonas) Terminada
Capitulo 34: Ignorando la verdad
Narras vos:
A la mañana siguiente me desperté con un poco de dolor de cabeza pero como tenía tantas ganas de ver a Kevin, decidí tomarme una aspirina y salir igual. En un principio habíamos acordado que el me pasaría a buscar pero se le había hecho tarde así que me pidió disculpas y me dijo que era mejor que nos encontráramos en el lugar. Quedaba a algunas cuadras de mi casa así que decidí ir caminando y respirar el fresco aire que había dejado la lluvia de anoche, tuve que saltar algunos charcos en el camino, algo que siempre mi había divertido de niña.
Cuando llegue al local, lo busque con mirada y lo vi en la terraza del lugar. Mi corazón se detuvo en ese momento. El no me vio, sus ojos estaban fijos en el tráfico. Cada vez que lo veía me daba cuenta de lo mucho que lo necesitaba y de que vida no seria lo mismo si ahora dejo de verlo.
- Hola lindo – Lo salude cuando estuve atrás de el. Había llegado sin que el me viera y pensé en darle una sorpresa.
- Hola – Dijo al darse vuelta para verme. Nos dimos un beso… ¡Que beso! – te extrañaba
- Yo también….
- Sentate…
- OK – Pedimos un café y algunos pastelillos para comer. Estuvimos hablando de varias cosas sin importancia, me hacia muy bien estar con el, me sacaba todo el nerviosismo pero aunque no quisiera y no supiera como debía decirle lo de las cartas y aunque quizás solo sea coincidencia lo de las llamadas y las piedras en la ventana de anoche.
- Kevin – Le dije mirando la mesa mientras depositaba mi taza sobre la misma.
- ¿Si?
- Tengo que decirte algo – Cuando levante mi vista, todas las posible sonrisas habían desaparecido y el lo noto, porque su rostro también se puso serio.
- ¿Qué pasa _________? Hace mucho que te noto extraña, diferente y cada vez que intento preguntarte me ignoras y…necesito saber que pasa
- Kevin…
- Si tu intención es terminar te recomiendo a que lo hagas rápido – Me fulmino con la mirada
- ¿Qué? Por supuesto que no…eso es lo último que querría.
- Bien…
- ¿Por qué pensaste eso? – Le pregunte tratando de adivinar como es que trabajaba su mente.
- No lo se….perdón
- No hay problema pero no me gusta que pienses en eso.
- Es que a veces creo que ese tema va ha terminar separándonos…
- Solo si tu me dejaras
- No quiero que hablemos de esto… ¿Qué querías decirme?
- Ah, si claro. Bueno…-Me empecé a sentir un poco insegura. No sabía bien por donde comenzar.
- Adelante…te escucho.
- Hace un par de semanas que…Todo comenzó un día cuand…
- Perdón – Dijo Kevin excusándose cuando sonó su celular. Lo vi hablar con alguien, parecía que algo iba mal pero no sabia que.
- ¿Algo anda mal?
- Si, creo. Tengo que reunirme con los chicos… ¿No te importa si dejamos esto para después?
- No, ve tranquilo. Tampoco es tan importante.
- Bueno, nos vemos. Te amo – Me dio un suave beso en los labios y se fue.
Después de que el desapareció de mi viste, ya que no veía razones para que fuese diferente, termine mi café con tranquilidad. Mas tarde, pague la cuanta con el dinero que Kevin había dejado sobre la mesa antes de irse, sabia muy bien que el lo hacia porque quería ser caballero conmigo pero a veces me molestaba que quisiera pagarme las cosas todo el tiempo. Tome mi campera, que me la había quitado antes de sentarme porque me sentía más cómoda sin ella y comencé a caminar por las atestadas calles de Los Ángeles. En un momento pensé en tomar un taxi que me dejara en la puerta de mi casa pero al pensarlo mejor me di cuenta de que eso no era lo que realmente quería o necesitara. No, para nada. Así que camine y camine. Sin pensar en donde ir, solo me deje levar.
Por momentos me sentía un poco extraña, sentía como si alguien me observara pero intente decirme a mi misma que no era nada. Que solo eras mi gran imaginación con ayuda de esta nueva paranoia que crecía a pasos agigantados dentro de mí y parecía que nunca iba a desaparecer. Todo por culpa de esas malditas cartas que, que se yo de que lunático o lunáticas serán. Aun así, me sentía parcialmente en calma, mucho más calmada que antes de darme cuanta que había alguien siguiéndome. Había estado tan concentrada en mis delirios mentales que había dejado de darle importancia a mi alrededor y a las decenas de personas que me rodeaban. Solo lo vi de reojo ya que no quería ser muy obvia y que se diera cuanta de que sabia que me estaba persiguiendo, era un hombre de cabello oscuro y era mucho más alto que yo. Me quede en shock por un instante antes de empezar a caminar un poco más rápido de lo normal. Algo que creo el descubrí porque sus pasos también cambiaron de ritmo. Saque mi celular de la cartera, quería llamarlo a Kevin ya que el era la persona mas cercana a mi en esta ciudad…
- ¿Hola? – Me respondió el. Respire profundo, me sentía mucho mejor ahora que sabia que podía contar con el.
- Amor, soy ________. Mira estoy en pro…ahah – Grite cuando sentí que alguien me agarraba desde atrás – SUELTAME – Grite mientras trataba de forcejear con el para que me soltara.
- ¿_________? – Escuche a Kevin llamarme alarmado desde mi celular pero en medio de los forcegeos mi celular cayo de mis manos a un lugar lejano en el suelo. Ahora, sin Kevin, estaba realmente perdida.
- NOOO – grite al verlo impactar y romperse contra el piso. Eso fue una de las ultimas cosas que pase porque en ese momento el acerco a mi rostro un pañuelo con un olor extraño que un principio me produjo nauseas pero que termino por hacerme perder el conocimiento.
Capitulo 35: Solitaria oscuridad
Narras vos:
¿Y AHORA QUE?
Fue la primera pregunta que recorrió mi mente en medio de la monumental oscuridad. No tenia idea que iba a pasar y eso me daba mas miedo de que si lo hubiera sabido. No sabía quien era este hombre, no sabia que esperar. No sabia que hacer y ni siquiera podía hacer algo en el estado en el que me encofraba...No sabia nada y eso me mataba.
No recuerdo que sucedió a continuación, ya que no podía ver, oír ni sentir nada en absoluto. Pero por momentos mis ojos se entreabrían y me dejaban ver algo aunque un poco borroso de lo que estaba sucediendo. A pesar de eso, yo no podía moverme, no podía escapar, ni siquiera podía intentarlo.
Después de que me desmayara, creo que fue después, no lo se. Estaba en un auto y mis ojos se abrieron durante un segundo, aunque no podía mover ni un dedo, para dejarme ver el rostro del hombre que me había puesto en aquella horrible situación. Parecía tener cerca de 30 años, era tan blanco como un fantasma, corto cabello negro y unos ojos oscuros que parecían estar atentos en cualquier cosa distante menos en la joven raptada que se encontraba a su lado. Hablaba con alguien en el asiento superior del auto, no le vi la cara, solo el cabello castaño oscuro con abundantes rulos. Pero antes de que tuviera tiempo para ver algo más, mis ojos volvieron a cerrarse. Trate de abrirlos, trate de moverme, mas de una vez, pero nada tenia resultado. Tendría que esperar a ver lo que mi destino me dictaba.
¿Y AHORA QUE?
La misma simple pregunto inundo mis pensamiento. Pero si había algo que no era simple en todo esto, era la respuesta. Pensándolo mejor, la respuesta si era simple. Lo mas seguro era que lo que fuese que me esperase no era nada bueno.
Paso no se cuanto tiempo. Para mi fue una eternidad, una oscura y terrorífica eternidad. Pero finalmente mis ojos volvieron a abrirse, no se abrieron por completo, pero al menos podía ver, aunque sea un poco borroso, lo que me rodeaba en aquel momento.
Me encontraba en una pequeña habitación de no más de tres por tres metros, se notaba que todavía no estaba totalmente terminada ya que le faltaban las baldosas al piso y las paredes parecían no haber sido nunca pintadas. Una de las paredes, en algún momento había poseído una ventana pero en este momento ese espacio se encontraba rellenado con ladrillos y cemento. En la parte superior de las paredes, llegando al techo, se podían ver algunas manchas de humedad y algo de moho pero nada demasiado malo. Esta contaba con una sola puerta de madera, la cual seguramente debía de estar cerrada bajo llave, por lo que seri mas imposible de lo que ya lo era el hecho de poder escaparme ahora mismo de este maldito lugar. Y allí, en medio de esta rara habitación, quizás no tenia nada de raro pero para mi lo era, me encontraba yo. Sentada en una silla de madera común y corriente, como cualquier otra que se podía encontrar en la casa de cualquier persona, si bien tenia mis ojos abiertos y podía girar mi mareada cabeza para analiza el lugar, el resto de mi cuerpo seguía sin poder producir ningún movimiento. A eso, había que agregarle el hecho de que parecía estar fuertemente atada a la silla, peor no podía estar segura de eso ya que no tenia ni fuerza ni movilidad alguno en ese momento. Me quede en el mas profundo de los silencios, tratando de pensar en una posible solución pero no hubo resultado alguno. ¿Qué posible solución podía haber en un estado como ese? Si había alguna, yo no la sabia.
De repente, en medio del sepulcral silencio, se oyeron algunos pasos a lo lejos. Cerré mis ojos, no sabia porque, pero prefería no enfrentarme a los hechos instantáneamente. No estaba preparada para ello, aunque tampoco sabia si en algún momento iba a estar preparada para algo así. ¿Quién podría estarlo? Los pasos se volvieron mas claros y me di cuenta que pertenecían a una mujer o a un hombre que usara botas de baquero por el ruido de los tacos al chocar con el suelo. Mis ojos seguían cerrados cuando note que la cerradora de la puerta estaba siendo abierta. Hasta que finalmente la puerta se abrió. Mientras yo seguía tirada sobre la silla intentando parecer totalmente inconciente pude escuchar su voz.
- Todavía no se ha despertado – Dijo. Definitivamente, se trataba de la voz de una mujer - ¿No te abras pasado? – Le dijo a alguien que le contesto al instante.
- No lo creo. En cualquier momento despertara.
- Eso espero – Dijo con la voz cargada de tensión. No me sirve de nada si esta dormida.
Después de esas últimas palabras, ambos abandonaron la habitación tan rápido como habían entrado en ella. No sin antes haber asegurado la cerradura.
En ese momento, me quede esperando a que el resto de mi cuerpo despertara, no soportaba esa situación. Pero en lugar de eso, mis parpados volvieron a caer pesados sobre mis ojos y todo se volvió negro nuevamente.
Narras vos:
A la mañana siguiente me desperté con un poco de dolor de cabeza pero como tenía tantas ganas de ver a Kevin, decidí tomarme una aspirina y salir igual. En un principio habíamos acordado que el me pasaría a buscar pero se le había hecho tarde así que me pidió disculpas y me dijo que era mejor que nos encontráramos en el lugar. Quedaba a algunas cuadras de mi casa así que decidí ir caminando y respirar el fresco aire que había dejado la lluvia de anoche, tuve que saltar algunos charcos en el camino, algo que siempre mi había divertido de niña.
Cuando llegue al local, lo busque con mirada y lo vi en la terraza del lugar. Mi corazón se detuvo en ese momento. El no me vio, sus ojos estaban fijos en el tráfico. Cada vez que lo veía me daba cuenta de lo mucho que lo necesitaba y de que vida no seria lo mismo si ahora dejo de verlo.
- Hola lindo – Lo salude cuando estuve atrás de el. Había llegado sin que el me viera y pensé en darle una sorpresa.
- Hola – Dijo al darse vuelta para verme. Nos dimos un beso… ¡Que beso! – te extrañaba
- Yo también….
- Sentate…
- OK – Pedimos un café y algunos pastelillos para comer. Estuvimos hablando de varias cosas sin importancia, me hacia muy bien estar con el, me sacaba todo el nerviosismo pero aunque no quisiera y no supiera como debía decirle lo de las cartas y aunque quizás solo sea coincidencia lo de las llamadas y las piedras en la ventana de anoche.
- Kevin – Le dije mirando la mesa mientras depositaba mi taza sobre la misma.
- ¿Si?
- Tengo que decirte algo – Cuando levante mi vista, todas las posible sonrisas habían desaparecido y el lo noto, porque su rostro también se puso serio.
- ¿Qué pasa _________? Hace mucho que te noto extraña, diferente y cada vez que intento preguntarte me ignoras y…necesito saber que pasa
- Kevin…
- Si tu intención es terminar te recomiendo a que lo hagas rápido – Me fulmino con la mirada
- ¿Qué? Por supuesto que no…eso es lo último que querría.
- Bien…
- ¿Por qué pensaste eso? – Le pregunte tratando de adivinar como es que trabajaba su mente.
- No lo se….perdón
- No hay problema pero no me gusta que pienses en eso.
- Es que a veces creo que ese tema va ha terminar separándonos…
- Solo si tu me dejaras
- No quiero que hablemos de esto… ¿Qué querías decirme?
- Ah, si claro. Bueno…-Me empecé a sentir un poco insegura. No sabía bien por donde comenzar.
- Adelante…te escucho.
- Hace un par de semanas que…Todo comenzó un día cuand…
- Perdón – Dijo Kevin excusándose cuando sonó su celular. Lo vi hablar con alguien, parecía que algo iba mal pero no sabia que.
- ¿Algo anda mal?
- Si, creo. Tengo que reunirme con los chicos… ¿No te importa si dejamos esto para después?
- No, ve tranquilo. Tampoco es tan importante.
- Bueno, nos vemos. Te amo – Me dio un suave beso en los labios y se fue.
Después de que el desapareció de mi viste, ya que no veía razones para que fuese diferente, termine mi café con tranquilidad. Mas tarde, pague la cuanta con el dinero que Kevin había dejado sobre la mesa antes de irse, sabia muy bien que el lo hacia porque quería ser caballero conmigo pero a veces me molestaba que quisiera pagarme las cosas todo el tiempo. Tome mi campera, que me la había quitado antes de sentarme porque me sentía más cómoda sin ella y comencé a caminar por las atestadas calles de Los Ángeles. En un momento pensé en tomar un taxi que me dejara en la puerta de mi casa pero al pensarlo mejor me di cuenta de que eso no era lo que realmente quería o necesitara. No, para nada. Así que camine y camine. Sin pensar en donde ir, solo me deje levar.
Por momentos me sentía un poco extraña, sentía como si alguien me observara pero intente decirme a mi misma que no era nada. Que solo eras mi gran imaginación con ayuda de esta nueva paranoia que crecía a pasos agigantados dentro de mí y parecía que nunca iba a desaparecer. Todo por culpa de esas malditas cartas que, que se yo de que lunático o lunáticas serán. Aun así, me sentía parcialmente en calma, mucho más calmada que antes de darme cuanta que había alguien siguiéndome. Había estado tan concentrada en mis delirios mentales que había dejado de darle importancia a mi alrededor y a las decenas de personas que me rodeaban. Solo lo vi de reojo ya que no quería ser muy obvia y que se diera cuanta de que sabia que me estaba persiguiendo, era un hombre de cabello oscuro y era mucho más alto que yo. Me quede en shock por un instante antes de empezar a caminar un poco más rápido de lo normal. Algo que creo el descubrí porque sus pasos también cambiaron de ritmo. Saque mi celular de la cartera, quería llamarlo a Kevin ya que el era la persona mas cercana a mi en esta ciudad…
- ¿Hola? – Me respondió el. Respire profundo, me sentía mucho mejor ahora que sabia que podía contar con el.
- Amor, soy ________. Mira estoy en pro…ahah – Grite cuando sentí que alguien me agarraba desde atrás – SUELTAME – Grite mientras trataba de forcejear con el para que me soltara.
- ¿_________? – Escuche a Kevin llamarme alarmado desde mi celular pero en medio de los forcegeos mi celular cayo de mis manos a un lugar lejano en el suelo. Ahora, sin Kevin, estaba realmente perdida.
- NOOO – grite al verlo impactar y romperse contra el piso. Eso fue una de las ultimas cosas que pase porque en ese momento el acerco a mi rostro un pañuelo con un olor extraño que un principio me produjo nauseas pero que termino por hacerme perder el conocimiento.
Capitulo 35: Solitaria oscuridad
Narras vos:
¿Y AHORA QUE?
Fue la primera pregunta que recorrió mi mente en medio de la monumental oscuridad. No tenia idea que iba a pasar y eso me daba mas miedo de que si lo hubiera sabido. No sabía quien era este hombre, no sabia que esperar. No sabia que hacer y ni siquiera podía hacer algo en el estado en el que me encofraba...No sabia nada y eso me mataba.
No recuerdo que sucedió a continuación, ya que no podía ver, oír ni sentir nada en absoluto. Pero por momentos mis ojos se entreabrían y me dejaban ver algo aunque un poco borroso de lo que estaba sucediendo. A pesar de eso, yo no podía moverme, no podía escapar, ni siquiera podía intentarlo.
Después de que me desmayara, creo que fue después, no lo se. Estaba en un auto y mis ojos se abrieron durante un segundo, aunque no podía mover ni un dedo, para dejarme ver el rostro del hombre que me había puesto en aquella horrible situación. Parecía tener cerca de 30 años, era tan blanco como un fantasma, corto cabello negro y unos ojos oscuros que parecían estar atentos en cualquier cosa distante menos en la joven raptada que se encontraba a su lado. Hablaba con alguien en el asiento superior del auto, no le vi la cara, solo el cabello castaño oscuro con abundantes rulos. Pero antes de que tuviera tiempo para ver algo más, mis ojos volvieron a cerrarse. Trate de abrirlos, trate de moverme, mas de una vez, pero nada tenia resultado. Tendría que esperar a ver lo que mi destino me dictaba.
¿Y AHORA QUE?
La misma simple pregunto inundo mis pensamiento. Pero si había algo que no era simple en todo esto, era la respuesta. Pensándolo mejor, la respuesta si era simple. Lo mas seguro era que lo que fuese que me esperase no era nada bueno.
Paso no se cuanto tiempo. Para mi fue una eternidad, una oscura y terrorífica eternidad. Pero finalmente mis ojos volvieron a abrirse, no se abrieron por completo, pero al menos podía ver, aunque sea un poco borroso, lo que me rodeaba en aquel momento.
Me encontraba en una pequeña habitación de no más de tres por tres metros, se notaba que todavía no estaba totalmente terminada ya que le faltaban las baldosas al piso y las paredes parecían no haber sido nunca pintadas. Una de las paredes, en algún momento había poseído una ventana pero en este momento ese espacio se encontraba rellenado con ladrillos y cemento. En la parte superior de las paredes, llegando al techo, se podían ver algunas manchas de humedad y algo de moho pero nada demasiado malo. Esta contaba con una sola puerta de madera, la cual seguramente debía de estar cerrada bajo llave, por lo que seri mas imposible de lo que ya lo era el hecho de poder escaparme ahora mismo de este maldito lugar. Y allí, en medio de esta rara habitación, quizás no tenia nada de raro pero para mi lo era, me encontraba yo. Sentada en una silla de madera común y corriente, como cualquier otra que se podía encontrar en la casa de cualquier persona, si bien tenia mis ojos abiertos y podía girar mi mareada cabeza para analiza el lugar, el resto de mi cuerpo seguía sin poder producir ningún movimiento. A eso, había que agregarle el hecho de que parecía estar fuertemente atada a la silla, peor no podía estar segura de eso ya que no tenia ni fuerza ni movilidad alguno en ese momento. Me quede en el mas profundo de los silencios, tratando de pensar en una posible solución pero no hubo resultado alguno. ¿Qué posible solución podía haber en un estado como ese? Si había alguna, yo no la sabia.
De repente, en medio del sepulcral silencio, se oyeron algunos pasos a lo lejos. Cerré mis ojos, no sabia porque, pero prefería no enfrentarme a los hechos instantáneamente. No estaba preparada para ello, aunque tampoco sabia si en algún momento iba a estar preparada para algo así. ¿Quién podría estarlo? Los pasos se volvieron mas claros y me di cuenta que pertenecían a una mujer o a un hombre que usara botas de baquero por el ruido de los tacos al chocar con el suelo. Mis ojos seguían cerrados cuando note que la cerradora de la puerta estaba siendo abierta. Hasta que finalmente la puerta se abrió. Mientras yo seguía tirada sobre la silla intentando parecer totalmente inconciente pude escuchar su voz.
- Todavía no se ha despertado – Dijo. Definitivamente, se trataba de la voz de una mujer - ¿No te abras pasado? – Le dijo a alguien que le contesto al instante.
- No lo creo. En cualquier momento despertara.
- Eso espero – Dijo con la voz cargada de tensión. No me sirve de nada si esta dormida.
Después de esas últimas palabras, ambos abandonaron la habitación tan rápido como habían entrado en ella. No sin antes haber asegurado la cerradura.
En ese momento, me quede esperando a que el resto de mi cuerpo despertara, no soportaba esa situación. Pero en lugar de eso, mis parpados volvieron a caer pesados sobre mis ojos y todo se volvió negro nuevamente.
Eug'
Re: Nunca quise enamorarme de vos (Kevin Jonas) Terminada
Capitulo 36: celos enfermizos
Narro yo:
________ se encontraba sola en medio de la terrorífica habitación que había sido su única compañía en las últimas horas. Se encontraba inconsciente, con la cabeza ligeramente apoyada sobre su hombro. Sin tener idea de que estaba a punto de llevarse una gran sorpresa, una terrible sorpresa.
En el mismo momento en el que dos personas ingresaban a la habitación, ella recobro la conciencia. Sus ojos, que se estaban abriendo lentamente mientras elevaba la vista para hacer frente a sus captores, se abrieron por completo al ver a una de esas dos personas. Prácticamente se quedo sin aliento al verlas. Hubiera esperado tantas cosas de esa persona pero definitivamente, lo que estaba viviendo ahora, no era parte de ello.
Lo primero que vio, fue a un hombre de cabello rizado, supuso que debió de ser el mismo que conducía el auto. Pero no le presto demasiada atención a el, lo que realmente le llamo la atención fue la chica que avanzaba con la cabeza en alto y la cara sonriente.
Narras vos:
Era ella, tenia que ser ella, la causante de dadas esas cartas y regalos extraños. Las cosas, si uno las pensaba bien, estaban todas conectadas. Conectadas por un solo sentimiento, los celos y el odio de Zoey por mi. Solo en ese momento comprobé que todo lo que dijo era en seri. Realmente no estaba dispuesta a permitir que Kevin estuviera con nadie mas que no fuese ella misma.
- SUELTENME – Les grite de manera desafiante mirándolos con mis ojos furiosos. Pero a ella no se le movió un pelo. Solo se rió. – No me parece chistoso – Le dije intentando parecer tranquila a pesar de que me estaba muriendo de nervios por dentro. No podía creer que esto estuviera pasándome a mí. Es fácil y hasta nos parecer natural ver que pasen cosas como estas en el noticiero, pero nunca nos detenemos a pensar en que algo así le podría pasar a cualquiera, incluyéndonos a nosotros mismos.
- ______, _________, _________ - Repitió mi nombre varias veces coco si le estuviera hablando a una niña de 8 años que acaba de cometer una travesura. - ¿Cómo decirlo sin que suena mal? – Dijo sonriente – Para mi si es divertido…vos, acá, atada, sin poder hacer nada mas que lo que a mi se antoje que hagas ¿No te parece divertido?
- No creo tener un humor tan negro…
- ¿Segura?....Porque todo esto es tu culpa.
- ¿Cómo podría ser mí culpa que me hallan secuestrado en medio de la calle y me hayan traído acá?
- Simple…. ¿No te das cuenta todavía? – Dijo mirándome de frente. Negué con mi cabeza. A ver que iba a decir ahora. - ¿Te acuerdas del baile al que fuiste con el chico que me robaste?
- Yo no te robe…
- ¿Te acuerdas? – Me dijo enojada.
- Si
- Bien….te advertí que te alejaras de el. Que dejaras de acosarlo.
- Yo no lo acoso…
- ¿Entonces, por que estaría contigo? No eres suficiente para el…
- ¿Y tu si? – Le pregunte incrédula. No se de donde sacaba el valor para decirle esto, pero me alegraba tenerlo.
- La respuesta a tu pregunta es obvia por lo que no te responderé…
- Me estas respondiendo al decirm…
- Cállate…acá la que habla soy yo.
- Como quieras – le sonreí.
- No te alegres tanto…esto acaba de empezar.
- No tengo idea de lo que pretendes pero no lo vas a lograr.
- ¿________? ¿Te gustaron mis regalitos?
- Así que eran tuyos. Debí de haberme dado cuenta al instante…
- Si, eran muy especiales ¿NO?
- Por no decir dementes.
- ¿Te crees muy chistosa no?
- Algo… ¿Cuál es la idea de tenerme acá encerrada?
- Quiero que te alejes de Kevin. – Dijo antes de irse de la habitación y dejarme completamente sola y aterrorizada. No sabia de lo que ella era capaz pero si era capaz de hacer que me secuestren no se que mas podrá hacer. Tengo que buscar alguna forma de escapar, pero ¿Cómo? La única salida esta cerrada con llave y seguramente también esta controlada por ella o alguno de los otros dos hombres….ESTOY PERDIDA. Seguramente contrato a profesionales para que se encargaran de esto. Personas a las cuales con una buena cantidad de dinero las callaría para siempre. Si tan solo alguien más estuviera aquí, si no estuviera tan completamente sola. Si tan solo Kevin estuviera conmigo, me sentiría mucho mejor, mas segura, mas… - Suspire desolada - ¿Por qué me pasa esto a mi? Si tan solo no me hubiera enamorado nunca de el…Nunca quise enamorarme de vos, mi vida, nunca…
Capitulo 37: ¿Una simple broma?
Narra Simon:
Estaba sentado en una vieja y casi destartalada silla de madera, la primera cosa que encontré en ese lugar después de abandonar la habitación que en este momento ocupaba ______ y Zoey. La casa en la que nos encontrábamos había sido abandonada antes de ser terminada por completo hace alrededor de diez años pero estaba siendo reconstruida por una pareja que acababa de comprarla, quienes casualmente eran mi prima y su futuro esposo. Iban a casarse en algunos meses y cuando vieron esta casa pensaron que con algunos arreglos quedaría perfecta. No me costo mucho que me la prestaran por unos días aunque jamás se las hubiese pedido de saber que era lo que realmente pasaba por la menté de Zoey. Sabia que no era la persona mas lucida del mundo, la conozco hace años, pero aun así nunca creí que estuviera tan mal. En un principio, me había dicho que quería hacerle una pequeña bromita a una amiga y me pedio ayuda. Yo pensé – Bien, ¿Por qué no? Si es solo una broma – Pero las cosas no habían resultado así. Supe perfectamente desde el primer momento que ella hablo, de que hablaba en serio. Demasiado en serio para que pueda ser bueno para cualquiera. Un ligero sonido proveniente de la puerta que separa la habitación en donde estaban ellas y en la que estaba yo, me saco de mis pensamientos para concentrarme en algo mucho más real, en la persona que me había metido en un problema más grande que Júpiter.
La idea era, supuestamente, hacerle una pequeña bromita a una amiga. Pero por lo que escuche antes de decidir abandonar la habitación decía justamente todo lo contrario y lo que se podía oír de lo que ella estaba diciendo solo confirmaba mas el hecho de que le faltaban un par de caréamelos en el frasco y que esto se estaba volviendo mas grave y más complicado de lo que yo hubiera pretendido que fuesen, en un principio cuando decidí ayudarla.
Alguien, supongo que Zoey, tomo la manija de la puerta y esta se abrió. Cuando ella se presento en la habitación, dejando a _____ escondida atrás de su cuerpo, pude ver en su cara una extraña expresión de diversión. Como un inocente niño frente a un nuevo juguete.
- No entiendo porque saliste antes… - Me dijo parándose en frente mío y mirando mi rostro, después de cerrar la puerta con llave a sus espaldas.
- ¿Hablas en serio? – Le dije confundido.
- ¿Te pasa algo? – Dijo sentadose sobre mis piernas y enterrando sus ágiles dedos alrededor de mí cabello.
- Me mentiste - La acuse mirándola a los ojos sin ninguna expresión.
- ¿De que hablas? – Sus dedos que habían estado moviéndose alrededor de mi cabello se detuvieron de repente. Se había asustado un poco pero trato de disimularlo en frente mío para que yo no me diera cuenta.
- Dijiste que esto era solo una broma
- Y lo es…
- ¿Crees que soy idiota? – Le grite haciendo que se levantara de mi falda y me levante al instante.
- Simon…
- Escuche como le hablaste a tu supuesta amiga y créeme cuando te digo, no había ni un rastro de falsedad ni en tu voz ni en tu expresión… - Ella me miraba como si hubiera visto a un fantasma, y a uno muy feo.
- Puedo explicarlo – estaba tan nerviosa que sus palabras eran apenas entendibles. – Ella me ha hecho mucho daño, Sim…
- ¿Hables del hecho de que crees que te quito a Kevin?...Estas muy equivocada, vos misma te encargaste de alejarlo de vos al meterle los cuernos o al ser tan descuidada para que el ser diera cuenta…
- No sabes de lo que hablas…
- Se muy bien, todos sabían lo que estabas haciendo con…
- Basta – grito ella como si el hecho de que no lo contara pudiera cambiar el pasado. Se había equivocado. Había jugado con los sentimientos de una persona que la amaba profundamente, o eso es lo que el pensaba, y por eso estaba pagando su error con creses. Pero ahora, intentaba recuperar eso que estaba desesperada por tener de la peor manera, como toda una desquiciada que acababa de escaparse de un manicomio.
- Como quieras, me largo…
- ¡¡¡No espera…!!!
- ¿Esperar por qué?
- Por favor…
- Dime lo que quieras decirme de una vez…
- ¿A dónde vas? – Me pregunto trémula como un gatito asustado.
- No lo se – Le conteste con honestidad.
- ¿Le…contaras a Kevin?
- No…Lo que realmente me molesta es que no hubieras tenido la confianza suficiente en mi como para contarme que era lo querías hacer.
- Lo siento… - Me sonrió. ¿Quién podría decir que esta chica que parecía tan dulce pudiera haber hecho lo que hizo?
- Me voy – Dije en lo que fue casi un susurro – Volveré…
Narro yo:
________ se encontraba sola en medio de la terrorífica habitación que había sido su única compañía en las últimas horas. Se encontraba inconsciente, con la cabeza ligeramente apoyada sobre su hombro. Sin tener idea de que estaba a punto de llevarse una gran sorpresa, una terrible sorpresa.
En el mismo momento en el que dos personas ingresaban a la habitación, ella recobro la conciencia. Sus ojos, que se estaban abriendo lentamente mientras elevaba la vista para hacer frente a sus captores, se abrieron por completo al ver a una de esas dos personas. Prácticamente se quedo sin aliento al verlas. Hubiera esperado tantas cosas de esa persona pero definitivamente, lo que estaba viviendo ahora, no era parte de ello.
Lo primero que vio, fue a un hombre de cabello rizado, supuso que debió de ser el mismo que conducía el auto. Pero no le presto demasiada atención a el, lo que realmente le llamo la atención fue la chica que avanzaba con la cabeza en alto y la cara sonriente.
Narras vos:
Era ella, tenia que ser ella, la causante de dadas esas cartas y regalos extraños. Las cosas, si uno las pensaba bien, estaban todas conectadas. Conectadas por un solo sentimiento, los celos y el odio de Zoey por mi. Solo en ese momento comprobé que todo lo que dijo era en seri. Realmente no estaba dispuesta a permitir que Kevin estuviera con nadie mas que no fuese ella misma.
- SUELTENME – Les grite de manera desafiante mirándolos con mis ojos furiosos. Pero a ella no se le movió un pelo. Solo se rió. – No me parece chistoso – Le dije intentando parecer tranquila a pesar de que me estaba muriendo de nervios por dentro. No podía creer que esto estuviera pasándome a mí. Es fácil y hasta nos parecer natural ver que pasen cosas como estas en el noticiero, pero nunca nos detenemos a pensar en que algo así le podría pasar a cualquiera, incluyéndonos a nosotros mismos.
- ______, _________, _________ - Repitió mi nombre varias veces coco si le estuviera hablando a una niña de 8 años que acaba de cometer una travesura. - ¿Cómo decirlo sin que suena mal? – Dijo sonriente – Para mi si es divertido…vos, acá, atada, sin poder hacer nada mas que lo que a mi se antoje que hagas ¿No te parece divertido?
- No creo tener un humor tan negro…
- ¿Segura?....Porque todo esto es tu culpa.
- ¿Cómo podría ser mí culpa que me hallan secuestrado en medio de la calle y me hayan traído acá?
- Simple…. ¿No te das cuenta todavía? – Dijo mirándome de frente. Negué con mi cabeza. A ver que iba a decir ahora. - ¿Te acuerdas del baile al que fuiste con el chico que me robaste?
- Yo no te robe…
- ¿Te acuerdas? – Me dijo enojada.
- Si
- Bien….te advertí que te alejaras de el. Que dejaras de acosarlo.
- Yo no lo acoso…
- ¿Entonces, por que estaría contigo? No eres suficiente para el…
- ¿Y tu si? – Le pregunte incrédula. No se de donde sacaba el valor para decirle esto, pero me alegraba tenerlo.
- La respuesta a tu pregunta es obvia por lo que no te responderé…
- Me estas respondiendo al decirm…
- Cállate…acá la que habla soy yo.
- Como quieras – le sonreí.
- No te alegres tanto…esto acaba de empezar.
- No tengo idea de lo que pretendes pero no lo vas a lograr.
- ¿________? ¿Te gustaron mis regalitos?
- Así que eran tuyos. Debí de haberme dado cuenta al instante…
- Si, eran muy especiales ¿NO?
- Por no decir dementes.
- ¿Te crees muy chistosa no?
- Algo… ¿Cuál es la idea de tenerme acá encerrada?
- Quiero que te alejes de Kevin. – Dijo antes de irse de la habitación y dejarme completamente sola y aterrorizada. No sabia de lo que ella era capaz pero si era capaz de hacer que me secuestren no se que mas podrá hacer. Tengo que buscar alguna forma de escapar, pero ¿Cómo? La única salida esta cerrada con llave y seguramente también esta controlada por ella o alguno de los otros dos hombres….ESTOY PERDIDA. Seguramente contrato a profesionales para que se encargaran de esto. Personas a las cuales con una buena cantidad de dinero las callaría para siempre. Si tan solo alguien más estuviera aquí, si no estuviera tan completamente sola. Si tan solo Kevin estuviera conmigo, me sentiría mucho mejor, mas segura, mas… - Suspire desolada - ¿Por qué me pasa esto a mi? Si tan solo no me hubiera enamorado nunca de el…Nunca quise enamorarme de vos, mi vida, nunca…
Capitulo 37: ¿Una simple broma?
Narra Simon:
Estaba sentado en una vieja y casi destartalada silla de madera, la primera cosa que encontré en ese lugar después de abandonar la habitación que en este momento ocupaba ______ y Zoey. La casa en la que nos encontrábamos había sido abandonada antes de ser terminada por completo hace alrededor de diez años pero estaba siendo reconstruida por una pareja que acababa de comprarla, quienes casualmente eran mi prima y su futuro esposo. Iban a casarse en algunos meses y cuando vieron esta casa pensaron que con algunos arreglos quedaría perfecta. No me costo mucho que me la prestaran por unos días aunque jamás se las hubiese pedido de saber que era lo que realmente pasaba por la menté de Zoey. Sabia que no era la persona mas lucida del mundo, la conozco hace años, pero aun así nunca creí que estuviera tan mal. En un principio, me había dicho que quería hacerle una pequeña bromita a una amiga y me pedio ayuda. Yo pensé – Bien, ¿Por qué no? Si es solo una broma – Pero las cosas no habían resultado así. Supe perfectamente desde el primer momento que ella hablo, de que hablaba en serio. Demasiado en serio para que pueda ser bueno para cualquiera. Un ligero sonido proveniente de la puerta que separa la habitación en donde estaban ellas y en la que estaba yo, me saco de mis pensamientos para concentrarme en algo mucho más real, en la persona que me había metido en un problema más grande que Júpiter.
La idea era, supuestamente, hacerle una pequeña bromita a una amiga. Pero por lo que escuche antes de decidir abandonar la habitación decía justamente todo lo contrario y lo que se podía oír de lo que ella estaba diciendo solo confirmaba mas el hecho de que le faltaban un par de caréamelos en el frasco y que esto se estaba volviendo mas grave y más complicado de lo que yo hubiera pretendido que fuesen, en un principio cuando decidí ayudarla.
Alguien, supongo que Zoey, tomo la manija de la puerta y esta se abrió. Cuando ella se presento en la habitación, dejando a _____ escondida atrás de su cuerpo, pude ver en su cara una extraña expresión de diversión. Como un inocente niño frente a un nuevo juguete.
- No entiendo porque saliste antes… - Me dijo parándose en frente mío y mirando mi rostro, después de cerrar la puerta con llave a sus espaldas.
- ¿Hablas en serio? – Le dije confundido.
- ¿Te pasa algo? – Dijo sentadose sobre mis piernas y enterrando sus ágiles dedos alrededor de mí cabello.
- Me mentiste - La acuse mirándola a los ojos sin ninguna expresión.
- ¿De que hablas? – Sus dedos que habían estado moviéndose alrededor de mi cabello se detuvieron de repente. Se había asustado un poco pero trato de disimularlo en frente mío para que yo no me diera cuenta.
- Dijiste que esto era solo una broma
- Y lo es…
- ¿Crees que soy idiota? – Le grite haciendo que se levantara de mi falda y me levante al instante.
- Simon…
- Escuche como le hablaste a tu supuesta amiga y créeme cuando te digo, no había ni un rastro de falsedad ni en tu voz ni en tu expresión… - Ella me miraba como si hubiera visto a un fantasma, y a uno muy feo.
- Puedo explicarlo – estaba tan nerviosa que sus palabras eran apenas entendibles. – Ella me ha hecho mucho daño, Sim…
- ¿Hables del hecho de que crees que te quito a Kevin?...Estas muy equivocada, vos misma te encargaste de alejarlo de vos al meterle los cuernos o al ser tan descuidada para que el ser diera cuenta…
- No sabes de lo que hablas…
- Se muy bien, todos sabían lo que estabas haciendo con…
- Basta – grito ella como si el hecho de que no lo contara pudiera cambiar el pasado. Se había equivocado. Había jugado con los sentimientos de una persona que la amaba profundamente, o eso es lo que el pensaba, y por eso estaba pagando su error con creses. Pero ahora, intentaba recuperar eso que estaba desesperada por tener de la peor manera, como toda una desquiciada que acababa de escaparse de un manicomio.
- Como quieras, me largo…
- ¡¡¡No espera…!!!
- ¿Esperar por qué?
- Por favor…
- Dime lo que quieras decirme de una vez…
- ¿A dónde vas? – Me pregunto trémula como un gatito asustado.
- No lo se – Le conteste con honestidad.
- ¿Le…contaras a Kevin?
- No…Lo que realmente me molesta es que no hubieras tenido la confianza suficiente en mi como para contarme que era lo querías hacer.
- Lo siento… - Me sonrió. ¿Quién podría decir que esta chica que parecía tan dulce pudiera haber hecho lo que hizo?
- Me voy – Dije en lo que fue casi un susurro – Volveré…
Eug'
Re: Nunca quise enamorarme de vos (Kevin Jonas) Terminada
Capitulo 38: Lo único que quiero es…
Narra Kevin:
Flashback:
Iba conduciendo mi auto en dirección a casa de mis padres donde tenía que encontrarme con mis hermanos y algunas otras personas. Había recibido la llamada a último momento cuando me encontraba en un restaurante desayunando con _______. Ella estaba nerviosa y a punto de decirme algo cuando nos interrumpió mi celular y tuve que irme del lugar a las apuradas.
En esos momentos solo me preguntaba a mi mismo una y otra vez la misma pregunta… ¿Qué quería decirme _______?
Pero el sonido de mi teléfono volvió a interrumpirme en ese momento. Lo tome entre mis manos y al ver quien era que me llamaba, decidí contestar al instante…Era_____.
- ¿Hola? – Le dije apenas atendí. En ese momento la oí respirara profundamente. Muy dentro mío sentía que algo raro estaba pasando pero no tenia ni idea de que era lo que pasaba.
- Amor, soy ________. – Su voz que siempre era firme y segura, en ese momento se oyó absolutamente trémula y casi podía sentir que se encontraba a punto de llorar. – Mira estoy en pro…ahah – La oí gritar desesperadamente mientras mi corazón dio su ultimo palpitar antes de detenerse por completo por el terror y la desesperación que me inundaba en ese momento. – SUELTAME – La oí gritar a través del teléfono. Alguien la había atrapado y no podía hacer nada para ayudarla, ni siquiera sabia donde se encontraba o con quien estaba.
- ¿_________? – La llame alarmado al ver que no volvía a decir nada. Pero mi llamado no tuvo respuesta alguna. Solo se oían respiraciones demasiado aceleradas y pequeños grititos de ella. Me estaba volviendo loco. Trata de ir mas rápido pero no tenia ni idea a donde ir. Y de repente se acabo todo. No podía oír nada más. La llamada había sido cortada.
Fin flashback
Aquellos pocos minutes se repetían en mi mente una y otra vez sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo. Su voz asustada, aterrorizada, como nunca la había yodo antes, hacia eco en mi cerebro incesantemente cada vez que intentaba cerrar mis ojos. A cada instante que pasaba, iba perdiendo más y más la poca paciencia que me quedaba.
Después de que la llamada se cortara repentinamente, llegue a mi casa, donde me esperaban mis hermanos y algunas otras personas para una reunión, en un estado de desesperación absoluto. El hecho de no tener idea alguna de lo que le pudiese estar pasando a ________ en este momento me volvía loco, me estaba matando.
A penas cruce la puerta, mamá se dio cuenta de que no me encontraba bien y se acerco a mí para preguntarme si me sucedió algo. Yo, intente mantener un poco la calma. Fui, me senté en el sofá que estaba vacío, sin siquiera decirle una palabra a ella. Tratando de encontrar las palabras adecuadas para explicar lo que estaba sucediendo, dije lo primero que pude articular, mientras mi familia y el resto de las personas me miraban atenta y preocupadamente.
- Algo le pasó a ______
- ¿Qué? – Escuche que todos decían juntos… ¿Qué queres decir? – Me pregunto Nick poniéndose en frente mío y mirándome atentamente a los ojos.
Levante mi vista, que se encontraba sobre mis zapatos, y les conté lo que había sucedido, desde el momento en el que ella me llamó por teléfono hasta que la llamada terminó.
Después hice lo que tendría que haber hecho desde el primer momento, mucho antes de haber llegado a casa, justo después de que la llamada se cortara de repente, pero en ese momento estaba tan desesperado que no sabia ni siquiera lo que hacia.
La policía nos dijo que nos iban a avisar si sabían algo acerca de ella. Pero las horas seguían pasando lenta y tortuosamente delante de mis ojos cansados y agotados. Yo seguía sentado en el mismo sillón sin mover si quiera un músculo de mi cuerpo.
Varias veces, se me cruzó por la cabeza, levantarme de este maldito sillón, subirme a mi auto y buscarla hasta debajo de la última piedra de esta ciudad. Pero me habían detenido una y otra vez, diciéndome que era prácticamente imposible que la encontrara de esa manera, sin siquiera tener idea de donde podría estar.
Mi mente se ha vuelto una maquina que piensa a mil por hora, tratando de imaginarme qué le puede estar pasando a ______...Cada imagen, que pasa por mi cabeza, es mucho peor que la anterior…
Lo único que quiero en este momento es tenerla entre mis brazos y poder decir sin duda alguna…que ella esta a salvo…
Capitulo 39: La segunda opción
Narras Simon:
- Volveré – Eso fue lo último que dije antes de abandonar la casa y dejar a Zoey sola con su locura, sus celos y su gran odio hacía ______. Alguien que no había hecho nada para buscarse este problema al que ahora se estaba enfrentando. Absolutamente nada…
Y ahora, la pregunta más importante era:
¿Volveré realmente?
¿Volveré con mi amiga, la de toda la vida, para ayudarla a realizar la estupidez más grande de su existencia?
¿Cuál es el límite de la amistad? ¿Acaso tiene algún límite?
No sabia muy bien que es lo iba a hacer pero había algo de lo que estaba muy seguro…si volvía, no seria para ayudarla a cometer una estupidez como…Ni siquiera sabia bien que es lo que quería hacerle a _______ pero estaba seguro de que era algo bastante grave y para nada bueno…
Mientras caminaba por las ya nocturnas calles vacías de la ciudad, mi mente se encontraba centrada en una simple pregunta para la cual no tenía ninguna respuesta. Para mí, todo se había vuelto un gran enigma. Que tenia solo una solución, pero que todavía, yo no podía ver.
¿Qué debería hacer? Se que tengo que contarle a Kevin todo esto que esta pasando, pero simplemente no se como hacerlo. ¿Cómo se le dice a una persona que ayudaste a secuestrar a su novia? ¿Cómo? Pase lo que pase, ______ nunca se va a olvidar del momento en el que la secuestramos en medio de la calle o como la mantuvimos enserada durante horas. ¿Cómo decirle que fui parte de eso? Simplemente, no se puede. No se puede ni intentar mantener la frente en alto delante de ellos dos después de todo esto que está pasando. Aunque después de todo, lo peor ya está hecho…Y no hay vuelta a atrás.
Bien, no iba a quedar bien. Delante de nadie. Así que lo mejor iba a ser que contara la verdad lo antes posible para acabar con la incertidumbre y la preocupación de todos. Incluso la mí. Contar todo antes de que fuese demasiado tarde, demasiado tarde para cualquier cosa que pueda llegar a pasar.
Era increíble ver como la gente seguía caminando a mi alrededor sin tener idea de lo que estaba pasando. Casi todos caminando apurados, intentando llegar a algún lado, seguramente se dirigían a sus casas para descansar después de un largo y agotador día de trabajo. ¿Habría alguna otra persona pasando por lo mismo que yo en este momento? Espero que no, porque no se lo deseo a nadie, ni a mi peor enemigo.
Pare de caminar y detuve al primer taxi que vi. Al entrar en el vehiculo el conductor, un hombre de mas de 50 años con el cabello canoso, me pregunto a donde me dirigía y le di la dirección de la casa de Kevin.
Ese es el lugar al que me tendría que haber dirigido apenas salía de aquella casa semi-abandonada. No tendría que haber pensado tanto. Tendría que haber actuado y quizás en este momento el ya estaría con _____. Intentando tranquilizarla después de tan agotadora y horrible jornada.
En el camino, mientras las luces de la ciudad se desfiguraban al pasar con gran velocidad por mi ventana, no pude evitar hacerme la misma pregunta una y otra vez… ¿Qué hice para llegar a esto? ¿Cómo me involucre en un secuestro? Por que, eso es lo que era toda esta situación. No era una broma ni una simple venganza por celos, era un crimen…y la persona que mas estaba sufriendo necesitaba que yo mismo acabara con su sufrimiento.
A partir de ahora tendría que alejarme de las bromitas pesadas que se le ocurran a mis amigo…no me llevan por buen camino.
La vos del conductor me sacó de mis pensamientos y me dí cuenta de que ya habíamos llegada. No me quedaba otra que juntar fuerza y enfrentarme a los hechos en los que yo mismo me había metido.
Le pagué el hombre y salí del auto. Caminé por el sendero de piedras que conducía a la gran puerta de madera y toque el timbre. Podía salir corriendo y que pensaran que era solo una brama de un chico sin nada más que hacer o podía quedarme ahí y hablar con Kevin para contarle la verdad.
Opté por la segunda opción.
Narra Kevin:
Flashback:
Iba conduciendo mi auto en dirección a casa de mis padres donde tenía que encontrarme con mis hermanos y algunas otras personas. Había recibido la llamada a último momento cuando me encontraba en un restaurante desayunando con _______. Ella estaba nerviosa y a punto de decirme algo cuando nos interrumpió mi celular y tuve que irme del lugar a las apuradas.
En esos momentos solo me preguntaba a mi mismo una y otra vez la misma pregunta… ¿Qué quería decirme _______?
Pero el sonido de mi teléfono volvió a interrumpirme en ese momento. Lo tome entre mis manos y al ver quien era que me llamaba, decidí contestar al instante…Era_____.
- ¿Hola? – Le dije apenas atendí. En ese momento la oí respirara profundamente. Muy dentro mío sentía que algo raro estaba pasando pero no tenia ni idea de que era lo que pasaba.
- Amor, soy ________. – Su voz que siempre era firme y segura, en ese momento se oyó absolutamente trémula y casi podía sentir que se encontraba a punto de llorar. – Mira estoy en pro…ahah – La oí gritar desesperadamente mientras mi corazón dio su ultimo palpitar antes de detenerse por completo por el terror y la desesperación que me inundaba en ese momento. – SUELTAME – La oí gritar a través del teléfono. Alguien la había atrapado y no podía hacer nada para ayudarla, ni siquiera sabia donde se encontraba o con quien estaba.
- ¿_________? – La llame alarmado al ver que no volvía a decir nada. Pero mi llamado no tuvo respuesta alguna. Solo se oían respiraciones demasiado aceleradas y pequeños grititos de ella. Me estaba volviendo loco. Trata de ir mas rápido pero no tenia ni idea a donde ir. Y de repente se acabo todo. No podía oír nada más. La llamada había sido cortada.
Fin flashback
Aquellos pocos minutes se repetían en mi mente una y otra vez sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo. Su voz asustada, aterrorizada, como nunca la había yodo antes, hacia eco en mi cerebro incesantemente cada vez que intentaba cerrar mis ojos. A cada instante que pasaba, iba perdiendo más y más la poca paciencia que me quedaba.
Después de que la llamada se cortara repentinamente, llegue a mi casa, donde me esperaban mis hermanos y algunas otras personas para una reunión, en un estado de desesperación absoluto. El hecho de no tener idea alguna de lo que le pudiese estar pasando a ________ en este momento me volvía loco, me estaba matando.
A penas cruce la puerta, mamá se dio cuenta de que no me encontraba bien y se acerco a mí para preguntarme si me sucedió algo. Yo, intente mantener un poco la calma. Fui, me senté en el sofá que estaba vacío, sin siquiera decirle una palabra a ella. Tratando de encontrar las palabras adecuadas para explicar lo que estaba sucediendo, dije lo primero que pude articular, mientras mi familia y el resto de las personas me miraban atenta y preocupadamente.
- Algo le pasó a ______
- ¿Qué? – Escuche que todos decían juntos… ¿Qué queres decir? – Me pregunto Nick poniéndose en frente mío y mirándome atentamente a los ojos.
Levante mi vista, que se encontraba sobre mis zapatos, y les conté lo que había sucedido, desde el momento en el que ella me llamó por teléfono hasta que la llamada terminó.
Después hice lo que tendría que haber hecho desde el primer momento, mucho antes de haber llegado a casa, justo después de que la llamada se cortara de repente, pero en ese momento estaba tan desesperado que no sabia ni siquiera lo que hacia.
La policía nos dijo que nos iban a avisar si sabían algo acerca de ella. Pero las horas seguían pasando lenta y tortuosamente delante de mis ojos cansados y agotados. Yo seguía sentado en el mismo sillón sin mover si quiera un músculo de mi cuerpo.
Varias veces, se me cruzó por la cabeza, levantarme de este maldito sillón, subirme a mi auto y buscarla hasta debajo de la última piedra de esta ciudad. Pero me habían detenido una y otra vez, diciéndome que era prácticamente imposible que la encontrara de esa manera, sin siquiera tener idea de donde podría estar.
Mi mente se ha vuelto una maquina que piensa a mil por hora, tratando de imaginarme qué le puede estar pasando a ______...Cada imagen, que pasa por mi cabeza, es mucho peor que la anterior…
Lo único que quiero en este momento es tenerla entre mis brazos y poder decir sin duda alguna…que ella esta a salvo…
Capitulo 39: La segunda opción
Narras Simon:
- Volveré – Eso fue lo último que dije antes de abandonar la casa y dejar a Zoey sola con su locura, sus celos y su gran odio hacía ______. Alguien que no había hecho nada para buscarse este problema al que ahora se estaba enfrentando. Absolutamente nada…
Y ahora, la pregunta más importante era:
¿Volveré realmente?
¿Volveré con mi amiga, la de toda la vida, para ayudarla a realizar la estupidez más grande de su existencia?
¿Cuál es el límite de la amistad? ¿Acaso tiene algún límite?
No sabia muy bien que es lo iba a hacer pero había algo de lo que estaba muy seguro…si volvía, no seria para ayudarla a cometer una estupidez como…Ni siquiera sabia bien que es lo que quería hacerle a _______ pero estaba seguro de que era algo bastante grave y para nada bueno…
Mientras caminaba por las ya nocturnas calles vacías de la ciudad, mi mente se encontraba centrada en una simple pregunta para la cual no tenía ninguna respuesta. Para mí, todo se había vuelto un gran enigma. Que tenia solo una solución, pero que todavía, yo no podía ver.
¿Qué debería hacer? Se que tengo que contarle a Kevin todo esto que esta pasando, pero simplemente no se como hacerlo. ¿Cómo se le dice a una persona que ayudaste a secuestrar a su novia? ¿Cómo? Pase lo que pase, ______ nunca se va a olvidar del momento en el que la secuestramos en medio de la calle o como la mantuvimos enserada durante horas. ¿Cómo decirle que fui parte de eso? Simplemente, no se puede. No se puede ni intentar mantener la frente en alto delante de ellos dos después de todo esto que está pasando. Aunque después de todo, lo peor ya está hecho…Y no hay vuelta a atrás.
Bien, no iba a quedar bien. Delante de nadie. Así que lo mejor iba a ser que contara la verdad lo antes posible para acabar con la incertidumbre y la preocupación de todos. Incluso la mí. Contar todo antes de que fuese demasiado tarde, demasiado tarde para cualquier cosa que pueda llegar a pasar.
Era increíble ver como la gente seguía caminando a mi alrededor sin tener idea de lo que estaba pasando. Casi todos caminando apurados, intentando llegar a algún lado, seguramente se dirigían a sus casas para descansar después de un largo y agotador día de trabajo. ¿Habría alguna otra persona pasando por lo mismo que yo en este momento? Espero que no, porque no se lo deseo a nadie, ni a mi peor enemigo.
Pare de caminar y detuve al primer taxi que vi. Al entrar en el vehiculo el conductor, un hombre de mas de 50 años con el cabello canoso, me pregunto a donde me dirigía y le di la dirección de la casa de Kevin.
Ese es el lugar al que me tendría que haber dirigido apenas salía de aquella casa semi-abandonada. No tendría que haber pensado tanto. Tendría que haber actuado y quizás en este momento el ya estaría con _____. Intentando tranquilizarla después de tan agotadora y horrible jornada.
En el camino, mientras las luces de la ciudad se desfiguraban al pasar con gran velocidad por mi ventana, no pude evitar hacerme la misma pregunta una y otra vez… ¿Qué hice para llegar a esto? ¿Cómo me involucre en un secuestro? Por que, eso es lo que era toda esta situación. No era una broma ni una simple venganza por celos, era un crimen…y la persona que mas estaba sufriendo necesitaba que yo mismo acabara con su sufrimiento.
A partir de ahora tendría que alejarme de las bromitas pesadas que se le ocurran a mis amigo…no me llevan por buen camino.
La vos del conductor me sacó de mis pensamientos y me dí cuenta de que ya habíamos llegada. No me quedaba otra que juntar fuerza y enfrentarme a los hechos en los que yo mismo me había metido.
Le pagué el hombre y salí del auto. Caminé por el sendero de piedras que conducía a la gran puerta de madera y toque el timbre. Podía salir corriendo y que pensaran que era solo una brama de un chico sin nada más que hacer o podía quedarme ahí y hablar con Kevin para contarle la verdad.
Opté por la segunda opción.
Eug'
Re: Nunca quise enamorarme de vos (Kevin Jonas) Terminada
Capitulo 40: Llegaría al fin del mundo
Narra Kevin:
Permanecí sentado en el sofá por no se cuanto tiempo hasta que un sonido estridente llamó mi atención, era el insoportable sonido del timbre. Eso hiciera pensado si se tratase de una situación común y corriente, pero no lo era. Hoy el sonido del timbre podía significar que había alguna noticia de _____, y eso era lo que mas necesitaba escuchar en este momento…Necesitaba saber que le estaba pasando antes de terminar en un loquero por la enorme desesperación que me inundaba.
Me levanté de un salto y fui corriendo a abrir la puerta. Para encontrarme con una persona a la que realmente no esperaba en este momento.
- Hola – Me saludo él, al levantar su vista que se encontraba en el suelo cuando abrí la puerta. Su rostro estaba tenso, juntaba y separaba sus manos de manera nerviosa mientras que sus ojos se veían tristes y asustados. ¿Qué pasa acá? Fue lo primero que se cruzó por la cabeza al verlo. ¿Por qué aparecía ahora en frente de mi puerta y de esta manera?
- ¿Simon? – Lo saludé, rogando de no haberme equivocado su nombre. No lo conocía mucho, solo sabia que era un amigo con el que Zoey solía salir… ¿Me pregunto si también me habrá engañado con el?
- Si, eh…Tengo algo que contarte… ¿Puedo pasar? – Si ahora me confesa que el había estado con Zoey mientras yo era su novio, jajaja. Reí irónicamente en mi mente. ¿Qué más podía pasarme este día? ¿Acaso nunca iba a terminar?
- ¿Es importante o…? Mira no es que tenga algún problema con vos pero…estoy con mi cabeza otra parte y hasta que no…
- Exacto
- ¿Qué? – Le pregunte confundido ¿Qué habrá entendido de lo que le dije?
- Es sobre _______ - En ese momento mi corazón dio un salto y todos mis sentidos se identificaron. No tenía ni idea de que podía saber el de ____ pero de todos modos si tenía algo que decir, iba a escucharlo…
- ¿Qué sabes sobre ella? – Pregunte al instante.
- Prácticamente…todo lo que le esta sucediendo ahora…
- Pasa… - Le dije mientras me corría de la puerta para dejarlo pasar a el. – Cuéntamelo todo – Continué diciendo mientras caminábamos hacia el sofá en el que yo había estado en trance antes de que el timbre me volviera a la realidad.
- Bueno… - Dijo mientras se sentaba en el sillón, yo hice lo mismo. – No se como empezar…es complicado… - Suspiró.
- ¿Por el principio quizás? – Le dije un poco en forma sarcástica pero también bastante molesto, ya que el sabia donde estaba o que le estaba pasando y yo me estaba muriendo de ganas de verla.
- Si – Dijo en un suspiro – Hace unas semanas, eh…Zoey me llamó…
- ¿Qué tiene que ver ella en todo esto? – Dije enfadado levantándome de mi lugar y empezando a caminar de un lugar a otro en la habitación. El resto de la familia estaba en la cocina o repartida por el resto de la caso. Eso era buenísimo, porque no quería que me vieran en este estado. Ni yo podía creer que me encontrara así.
- Eso iba a contarte. Bueno, me llamó, diciéndome que le quería hacer una broma a una amiga. También le pidió ayuda a otro chico, Gabriel. Nos dijo que le quería hacer creer que la secuestraban, meterla en una habitación, atarla y luego decirle que todo había sido una broma pero las cosas no resultaron así – Había dejado de caminar por todos lados en el momento en el que Simon comenzó a hablar del secuestro. Estuve todo ese tiempo mirándolo fijamente a los ojos para detectar algún signo e falsedad en su argumento pero todo parecía demasiado real, todo pasó de verdad.
- ¿Qué queres decir exactamente con las cosas no resultaron así?
- Cuando entramos a la habitación en la que habíamos dejado a ____, yo pensaba que le íbamos a decir la verdad o que al ver a Zoey ella misma se daría cuenta pero eso no fue lo que pasó. Cuando ellas dos empezaron a hablar, bueno…Zoey le dijo que estaba ahí por haberla desobedecido al no alejarse de vos. No escuche mucho porque me salí de la habitación antes que Zoey y después de discutir un poco con ella por haber hecho todo esto, me fui. No sabía muy bien que haber pero pensé que lo mejor iba ser decírtelo a vos.
- ¿Todo esto es verdad?
- Absolutamente – Después de pensarlo un poco le dije:
- ¿Adonde esta?
- ¿Qué vas a hacer?
- Ir a buscarla – Le escondí como si fuese lo mas obvio de este mundo.
- No puedes hacer eso
- ¿Por qué no? Es mi novia, me preocupa ella y no quiero que…
- Zoey se volver loca.
- No me importa ella
- Pero ella tiene a ____ y puede ser peligrosa
- ¿No puedes distraerla?
- Podría intentarlo pero si se da cuenta, todo se complicaría.
- Tengo que intentarlo
- ¿Ahora?
- Seria un buen momento
- OK
- Vamos – Dije tomando mi campera.
- Deberías avisar que te vas – Me dijo cuando estábamos a punto de abrir la puerta
- Les mandaré un mensaje en el camino sino me detendrían antes de ir.
Crucé la puerta en medio de la duda. No sabía si lo que estaba haciendo estaba bien o no. Quizás me estaba precipitando, yo no solía actuar de esa manera pero…pensé en volver a casa y dejar que la policía se encargara de esto. En ese instante, ella vino a mi mente, el brillo de sus ojos cuando nuestras miradas se encontraban, la más bella sonrisa de sus labios, nuestro encuentro en la playa, la primera vez que me dijo te quiero. De repente, mi corazón exploto en miles de apresurados latido, y supe que haría cualquier cosa, llegaría al fin del mundo si fuese necesario, todo, con tal de que ella estuviera bien…
…Con tal de que fuera feliz.
Capitulo 41: La huida
Narra Simon:
El camino hacia la casa fue extraño. En el auto estábamos Kevin y yo acompañados por ese insufrible silencio incomodo. No sabia que decirle, no sabia que hacer, no sabia nada….
Hasta que finalmente llegamos al lugar y el sufrimiento pareció haber llegado a su fin.
- Kevin – Lo llame.
- ¿Si? – Dijo el mientras volteaba su rostro parea verme.
- Voy a entrar, hablare con ella de cualquier cosa y de alguna manera, no se como todavía, la convenceré para que se valla a casa.
- OK, yo…-
- Vos esperas acá – Lo interrumpí para hablar. – Te agachas para que ella no te vea al salir. Su auto es aquel que esta adelante.
- Bien… ¿Y después?
- Cuando la veas salir…entras. Pero no muy rápido trata de que no te vea o volverá…
- OK, te espero. Trata de no tardar mucho
- Lo intentare pero si me apresuro demasiado se dará cuenta de que algo anda mal y seria mucho peor si te descubre acá.
- Intentare no llamar la atención…suerte
- Gracias… - Después de agradecerle salí del coche, iba a cerrarlo pero lo deje abierto. No estaba seguro pero tal vez Kevin no podría salir después del el si lo cerraba.
Camine hacia la puerta intentando hacerme una idea en mi cabeza de que se suponía que iba a decirle a Zoey para que se fuera y me dejara el camino libre para ayudar a ______.
Detuve mi andar en frente de aquella puerta que ahora significaba tanto para mí. Era un muro, una barrera que tendría que derrumbar para poder lograr lo que quería conseguir. Saque la llave de mi bolsillo derecho y abrí la cerradura. Abrí la puerta y la volvía cerrar con llave al entrar. Ella sospecharía si dejo la puerta abierta.
- ¡¡¡Zoey…!!! – La llamé con un grito para que supiera que estaba ahí y no sospechara que pudiera ser alguien más. Alguien a quien yo le hubiera contado la verdad.
Camine por el pasillo hasta llegar a la habitación, en la que ella se encontraba apoyada en la pared y mirando al vacío sin casi percatarse de mí presencia. Le dí una rápida mirada a la puerta cerrada a su derecha. Esa era la puerta que conducía a la habitación en la que se encontraba ______. Sola y seguramente muy asustada.
- Hola – La salude intentando parecer normal.
- Hola – Dejo delirar la pared para verme a mi.
- ¿Pasó o pasa algo? – Le pregunte asustado al verla tan decaída.
- Nada nuevo, todo sigue igual – Me dijo - ¿Vos?
- Bien, solo tenia que asimilar la situación, ahora…
- Escucha…
- ¿Si?
- ¿Puedes quedarte un rato? Quiero ir a mi casa, estoy algo cansada y – Sonreí para mis adentros. No había tenido que decir nada, ella y su escusa de cansancio me habían dejado el camino libre para ayudar a Kevin a reacatar a ______.
- Claro, ve tranquila Yo me encargo.
- Gracias – Se acerco a mi y me abrazo mientras me decía – Vos si que sos un amigo en serio. – Me pregunto si realmente pensaba eso lo si solamente lo dice para que la siga ayudando.
- Por supuesto. Ahora ve, descansa y mas tarde nos vemos
- Chau – Se despidió de mí a mis espaldas y pude oír como cerraba la puerta de la casa. Esperé para escuchar el sonido de su auto al irse pero no pude oír nada. Iba a ir hasta la puerta y ver que pasaba pero antes de que llegara algo pasó.
- ¡Simon! – Ella grito llamándome antes de abrir la puerta. Me di vuelta y le pregunte que qué era lo que le pasaba y ella me solo me dijo:
Narra Kevin:
Estaba sentado en el auto de un amigo y posible chico con el que me puede haber engañado mi ex novia por que podía ayudarme a rescatar a mi novia actual de mi exnovia...
¿En qué momento mi vida se volvió el guión de una telenovela? ¿Era todo esto una broma para televisión? Y si lo era… ¿En que momento saldría un tipo de detrás de un árbol sosteniendo la cámara? Me amaría que saliera en este mismo momento y se llevara consigo toda esta incertidumbre, todo este miedo, todo este sufrimiento.
Al mirar hacia delante vi que en frente mi se encontraba Zoey. Me recorrieron unas enormes ganas de salir del auto y gritarle a la cara todo lo que pensaba de ella y de su entupido plan para separarme de la persona a la que amaba. Pero tuve que poner una barrera entre esas ganas y lo que debería hacer. Me agache en el asiento solo por precaución ya que los vidrios eran polarizados. Una vez que estuve agachado, al levantar la vista, la vi a ella. Se acercaba a mi, bueno al auto. Estiro su mano para abrir la puerta pero volvió a bajarla. Mi corazón había perdido su ritmo y si no se tranquilizaba un poco, iba a explotar. Si abría la puerta me descubriría, y si hizo lo que hizo significaba que era peligrosa o que estaba un poco loca y era peligrosa. Ninguna de las dos opciones me convenía a si que solo desea que fuera. Eso fue lo que paso, ella se alejo del auto pero no subió al suyo sino que volvió a entrar en la casa.
¿Qué pasaba si me había descubierto y ahora le iba a hacer algo a ____? Simon la ayudaría, me dije a mi mismo. Pero se me hacia imposible confiar en alguien a quien no conocía y que además era amigo de Zoey. Lo más probable es que me haya contado lo que estaba pasando porque no tenía otra opción, o por que era lo correcto en ese momento. Pero si las cosas se le iban de las manos, el trataría de escapar y quedar lo mejor parado posible.
Narra Simon:
- Cundo iba saliendo me acorde de que había dejado mi bolso en el auto antes de que te fueras. Iba a recogerlo pero supuse que estaba cerrado y no quería que la alarme empezara a sonar cuando intentara abrirlo así que vine a pedirme las llaves.
- Ah…te acompaño…
- Bueno – Salimos juntos de la casa y le deje que subiera a su auto para que no le hiciera frío mientras yo iba por su bolso.
Fui hasta mi auto y fingí sorprenderme al ver que no estaba cerrado. Abrí la puerta de atrás y tome su bolso mientras le decía a Kevin en un leve susurro.
- No sabe nada pero hay que tener cuidado. – El no me respondió solo siguió agachado al lado del asiento. Fui hasta su auto, abrí la puerta del acompañante, le entregue sus pertenencias y me despedí de ella.
- Adiós Zoey, nos vemos.
- Bye…llámame si algo sucede.
- Por supuesto que lo haré aunque no creo que pase nada esta noche. Que descanses.
- Vos también, aunque no creo que puedas descansar muy bien en esta situación.
- Lo intentare, no te preocupes. Adiós.
- Adiós.
Me aleje del auto para que ella se fuera y cuando vi que había cruzado la esquina me di vuelta, fui hasta mi auto y le abrí la puerta a Kevin diciéndole que ya podía salir.
- ya se ha ido, puedes salir.
- Perfecto, no soportaba mas estar allí, creo que se me entumecieron las piernas. – Salio del auto y empezó a correr en dirección a la casa, en la que entro segundos antes que yo.
- ¡Espérame! – Le dije al entrar.
- ¿Dónde…? – Me pregunto sin necesidad de terminar de pronunciar la pregunta…yo sabia muy bien a quien se refería.
- Por aquí – Dije caminando en frente de el y guiándolo hasta la habitación en la se encontraba la puerta la cual se dirigía al cuarto en la que se encontraba atrapada ________.
- ¿Es esa puerta, verdad?
- Si, lo es. Esta serrada con llave. Zoey la debe de haber dejado por acá – Comencé a buscarla por los estantes que había en medio de una de las blancas paredes el lugar. – La encontré – Al darme vuelta vi que Kevin se encontraba al lado de la puerta.
Narra Kevin:
Después de tanto esperar, de tanta angustia, de tanto vacío. Estaba a punto de poder liberarla. Ahora, solo nos separaba una puerta común y corriente como cualquier otra. Simon hablaba, pero yo casi no lo escuchaba hasta que murmuro las palabras mágicas.
- La encontré – Había encontrado la llave. La que habría la puerta que tenia en frente para liberar a _________ y la otra puerta. Esa que no se veía, la puerta que solo podía ser sentida. La que separa lo que querías de lo que no, las cosas que querías vivir de las que no, quien querías ser y quien no, con quien querrías vivir tu vida y con quien no. Eso era muy simple, con la persona del otro lado de la puerta. Con ese ángel que llego a mi vida en el momento menos pensado. Y que espero que continúe a mi lado por un largo tiempo más.
Camine hacia la puerta, la golpeé ligeramente y le hable a ______, a mi ángel personal.
- ¿______? Amor, ¿Estas bien? Soy Kevin…
- ¿Kevin? – Pregunto. Suspire. Su voz sonaba mucho mejor de lo que yo podía recordar.
- Si, soy yo. No te preocupes, ahora, todo esta bien. Te voy a sacar de ahí.
- OK
- Kevin – Me dijo Simon entramándome la llave que colgaba de un llavero. Al verlo me acorde de Zoey, ya que ella siempre llevaba para todas partes ese llavero en forma de corazón. Tome la llave y abrí la puerta lo mas rápido que pude. Y en ese instante, mi corazón se detuvo. ________ estaba atada a una silla en medio de la habitación. Su rostro cansado se ilumino al verme.
- Kevin – Me sonrió al verme entrar en la habitación.
- Amor – Dije tomando su rostro con mis manos - ¿Cómo estas?
- Mucho mejor ahora que te veo.
- Yo también - Le confesé mirándola a los ojos. Y ella volvió a sonreír. ¿Estas herida o algo? – Le pregunte mientra inspeccionaba su cuerpo.
- Creo que no…
- Ay que entupido que soy. No me di cuenta de desatarte apenas entré.
- Esta bien, deja de reprocharte por pavadas, bonito.
- Como digas bonita. – Le desate las manos y al ver que tenía las muñecas marcadas con la soga. Se las sobe delicadamente. - ¿Te duele mucho? – Le pregunte preocupado.
- Solo un poco…
- ¿Seguro?
- Seguro
- Bien – Simon le desato los pies y nos dijo algo a todos.
- Tenemos que salir de aquí antes de que venga alguien más.
- ¿El nos esta ayudando? – Pregunto ______ algo confundida.
- El no sabia que esto era real, pensaba que Zoey quería hacerte una broma
- Vaya broma – Dijo _____ - Vamos – Cuando se levanto de la silla se tambaleo hacia un lado y si no hubieras sido que pude sostenerla a tiempo, se hubiera caído.
- ¿Cómo te sientes? De verdad.
- Un poco mareada y con algo de hambre. Quizás ella quería que me muriera de hambre – Dijo sonriendo.
- No entiendo como puedes bromear con respecto a esto…
- Yo tampoco lo entiendo – Me interrumpió
- ¿Te ayudo? – Dije poniéndome a su lado
- Si, por favor.
Abandonamos la casa y nos subimos al auto de Simon sin ningún otro inconveniente.
- ¿Adonde vamos? – Pregunto el.
- A mi casa. _____ puede comer algo allí mientras llamamos a la policía para contarles lo que paso. Digo…si quieres… - Le dije a ella.
- Me parece una buena idea. - Simon manejaba mientras ________ y yo íbamos abrasaos en la parte de atrás del auto.
Unas horas después…
Narras vos:
Hubo un momento en el que deseé que el día más agotador de mi vida terminara de una buena vez. Además del hecho de haber estado secuestrada en una habitación por la culpa de la exnovia de mi novio, a eso se le agregaba tener que ir a declarar a la policía y llamar a mis padres que estaban preocupadísimos porque Kevin le había contado acerca de mi desaparición a Destiny.
Pero ahora, todo era diferente, mi más grande deseo era que este día no terminara nunca jamás. Ya que, Kevin y yo, estábamos acostados y abrasados en su cama. En un principio yo iba a dormir en la habitación de huéspedes, después, por un tema de calefacción tuve que traer el colchón al cuarto de Kevin y finalmente terminamos durmiendo en la misma cama. Aunque todavía no habíamos dormido sino que estábamos hablando.
- No puedo creer todo esto que ha pasado - Me dijo Kevin mientras sobaba la muñeca de mi mano izquierda.
- La verdad es que yo tampoco.
- ¿Te acuerdas de esta mañana?
- Nunca me la voy a olvidar. – Reímos un poco los dos por mi comentario.
- Ibas a decirme algo antes de que me fuese
- Si
- ¿Tenia que ver con lo que sucedió?
- Si, aunque en ese momento no sabía que tenía que ver con algo así.
- ¿Qué me ibas a contar?
- En la fiesta a la que fuimos, me encontré con ella en el baño y me advirtió que me alejara de vos. Yo no le di importancia, pensé que solo lo decía por decir pero con el correr de los días empecé a recibir cartas amenazadoras y un día… - Me detuve un momento para pensar en como decirlo
- ¿Qué paso? – Me pregunto Kevin preocupado
- Me envió una muñeca de budu con mi nombre y muchos alfileres clavados en ella.
- Tendrías que haberme dicho antes ...
- Lo se pero…
- Esta bien, no te preocupes. Ya todo pasó.
- Eso espero. – Dije abrasándome mas a el.
- Te amo hermosa
- Yo también te amo Kev – Me acerque a el y lo bese como nunca antes lo había hecho. Demostrándole todo el amor que por el sentía.
- Nunca me dejes _____. No sabes lo horrible que la pase sin saber donde estabas o lo que podría estarte pasando.
- Yo jamás te dejaría. No puedo vivir sin vos. – Asenté mi cabeza contra su hombro y ambos nos quedamos dormidos al instante.
Epilogo
Dos meses después:
- ¿Recuerdas la última vez que estuvimos acá? – Me dijo Kevin con su bello rostro iluminado por una hermosa sonrisa que se reflejaba en sus tiernos ojos verdes.
Verde, el color de la esperanza. La misma que yo sentía cada vez que lo veía.
- ¿Cómo olvidarlo? – Le dije mientras mi mente se inundaba de mis recuerdos de esa romántica playa, de sus palabras y de cada simple gesto que de el provenía – Fue una noche preciosa, inolvidable – Aclaré por si todavía tenia dudas al respecto.
- Eso espero - ¿Qué es lo que hace para hacerme enmudecer con una simple sonrisa suya?
- Siempre es perfecto e inolvidable si es con vos – Le confesé.
- Y espero que sea así por mucho tiempo mas – Me dijo el.
- Yo también – Admití mirando mis manos entrelazadas sobre mi regazo. Ante de conocerlo, jamás me hubiera imaginado a mi misma diciendo algo así. Bueno, el logra imposibles.
- ¿______? Me gustaría preguntarte algo
- ¿Qué?
- Bueno…eh
- ¿Qué te pasa Kevin?.... ¿Estas nervioso? – Sonreí…se veía tan lindo…
- Algo – admitió el.
- ¿Por? – Le pregunté
- Amor… - Tomo mis manos entre las suyas – Tengo que confesarte algo
- ¿Qué cosa?...
- Cuando nos conocimos, yo estaba muy...bastante...deprimido porque acababa de ver a mi novia con alguien más y lo único que quería era irme a dormir… ¿Recuerdas que te lo conté?
- Si… - Le conteste mientras asentía con la cabeza.
- Pero…desde el momento en el que te vi no pude dejar de pensar en otra cosa aparte de vos…hiciera lo que hiciera vos estabas en mi mente… - Yo, sonreí por sus palabras. Me sentía tan feliz – cuando empezamos a salir fue como si comenzara una nueva vida…
- Para mí también, vos mucho de mí…Te amo tanto Kevin…que ni yo misma puedo creerlo…
- Cuando Zoey te secuestro…y yo iba con Simon para rescatarte… - Suspiro – Supe que te amaria para siempre
- Yo también – Dije acercándome a el para darle un leve beso en los labios.
- Entonces...ya que nos vamos a amar por siempre ¿Te casarías conmigo? – Saco una pequeña caja forrada en terciopelo azul, al abrirla el brillo de su interior capto mi atención.
- ¿Hablas en serio? – Le pregunte sin poder creerlo mientras el sacaba el delicado anillo color plata con una bella piedra que brillaba en el centro.
- Nunca he hablado mas en serio… ¿Qué me dices?...si crees que es muy pronto…no tiene que ser ahora…podemos esperar todo el tiempo que quieras…
- No…
- ¿Qué? – Su rostro se enmudeció…
- Que no quiero esperar – Dije acariciando su mejilla con mi mano… - Si quiero casarme con vos…
- ¿En serio?... ¿No lo decís solo para que no me decepcione, verdad?
- Te digo muy sinceramente desde el fondo de mi corazón que pocas cosas me harían mas feliz que casarme con vos.
Después de colocarme en hermoso anillo en mi dedo anular, tomó mi rostro entre sus manos y nos besamos hasta tocar nuestras almas. Al separarnos nos miramos a los ojos una vez mas, con la certeza de que no seria la ultima vez, con la certeza de que estaríamos siempre ahí donde el otro nos necesitara…Nos abrasamos y le dije al oído…
- Ahora ya no podrás librarte de mí…
- Eso espero – Ambos sonreímos de pura felicidad.
Narra Kevin:
Permanecí sentado en el sofá por no se cuanto tiempo hasta que un sonido estridente llamó mi atención, era el insoportable sonido del timbre. Eso hiciera pensado si se tratase de una situación común y corriente, pero no lo era. Hoy el sonido del timbre podía significar que había alguna noticia de _____, y eso era lo que mas necesitaba escuchar en este momento…Necesitaba saber que le estaba pasando antes de terminar en un loquero por la enorme desesperación que me inundaba.
Me levanté de un salto y fui corriendo a abrir la puerta. Para encontrarme con una persona a la que realmente no esperaba en este momento.
- Hola – Me saludo él, al levantar su vista que se encontraba en el suelo cuando abrí la puerta. Su rostro estaba tenso, juntaba y separaba sus manos de manera nerviosa mientras que sus ojos se veían tristes y asustados. ¿Qué pasa acá? Fue lo primero que se cruzó por la cabeza al verlo. ¿Por qué aparecía ahora en frente de mi puerta y de esta manera?
- ¿Simon? – Lo saludé, rogando de no haberme equivocado su nombre. No lo conocía mucho, solo sabia que era un amigo con el que Zoey solía salir… ¿Me pregunto si también me habrá engañado con el?
- Si, eh…Tengo algo que contarte… ¿Puedo pasar? – Si ahora me confesa que el había estado con Zoey mientras yo era su novio, jajaja. Reí irónicamente en mi mente. ¿Qué más podía pasarme este día? ¿Acaso nunca iba a terminar?
- ¿Es importante o…? Mira no es que tenga algún problema con vos pero…estoy con mi cabeza otra parte y hasta que no…
- Exacto
- ¿Qué? – Le pregunte confundido ¿Qué habrá entendido de lo que le dije?
- Es sobre _______ - En ese momento mi corazón dio un salto y todos mis sentidos se identificaron. No tenía ni idea de que podía saber el de ____ pero de todos modos si tenía algo que decir, iba a escucharlo…
- ¿Qué sabes sobre ella? – Pregunte al instante.
- Prácticamente…todo lo que le esta sucediendo ahora…
- Pasa… - Le dije mientras me corría de la puerta para dejarlo pasar a el. – Cuéntamelo todo – Continué diciendo mientras caminábamos hacia el sofá en el que yo había estado en trance antes de que el timbre me volviera a la realidad.
- Bueno… - Dijo mientras se sentaba en el sillón, yo hice lo mismo. – No se como empezar…es complicado… - Suspiró.
- ¿Por el principio quizás? – Le dije un poco en forma sarcástica pero también bastante molesto, ya que el sabia donde estaba o que le estaba pasando y yo me estaba muriendo de ganas de verla.
- Si – Dijo en un suspiro – Hace unas semanas, eh…Zoey me llamó…
- ¿Qué tiene que ver ella en todo esto? – Dije enfadado levantándome de mi lugar y empezando a caminar de un lugar a otro en la habitación. El resto de la familia estaba en la cocina o repartida por el resto de la caso. Eso era buenísimo, porque no quería que me vieran en este estado. Ni yo podía creer que me encontrara así.
- Eso iba a contarte. Bueno, me llamó, diciéndome que le quería hacer una broma a una amiga. También le pidió ayuda a otro chico, Gabriel. Nos dijo que le quería hacer creer que la secuestraban, meterla en una habitación, atarla y luego decirle que todo había sido una broma pero las cosas no resultaron así – Había dejado de caminar por todos lados en el momento en el que Simon comenzó a hablar del secuestro. Estuve todo ese tiempo mirándolo fijamente a los ojos para detectar algún signo e falsedad en su argumento pero todo parecía demasiado real, todo pasó de verdad.
- ¿Qué queres decir exactamente con las cosas no resultaron así?
- Cuando entramos a la habitación en la que habíamos dejado a ____, yo pensaba que le íbamos a decir la verdad o que al ver a Zoey ella misma se daría cuenta pero eso no fue lo que pasó. Cuando ellas dos empezaron a hablar, bueno…Zoey le dijo que estaba ahí por haberla desobedecido al no alejarse de vos. No escuche mucho porque me salí de la habitación antes que Zoey y después de discutir un poco con ella por haber hecho todo esto, me fui. No sabía muy bien que haber pero pensé que lo mejor iba ser decírtelo a vos.
- ¿Todo esto es verdad?
- Absolutamente – Después de pensarlo un poco le dije:
- ¿Adonde esta?
- ¿Qué vas a hacer?
- Ir a buscarla – Le escondí como si fuese lo mas obvio de este mundo.
- No puedes hacer eso
- ¿Por qué no? Es mi novia, me preocupa ella y no quiero que…
- Zoey se volver loca.
- No me importa ella
- Pero ella tiene a ____ y puede ser peligrosa
- ¿No puedes distraerla?
- Podría intentarlo pero si se da cuenta, todo se complicaría.
- Tengo que intentarlo
- ¿Ahora?
- Seria un buen momento
- OK
- Vamos – Dije tomando mi campera.
- Deberías avisar que te vas – Me dijo cuando estábamos a punto de abrir la puerta
- Les mandaré un mensaje en el camino sino me detendrían antes de ir.
Crucé la puerta en medio de la duda. No sabía si lo que estaba haciendo estaba bien o no. Quizás me estaba precipitando, yo no solía actuar de esa manera pero…pensé en volver a casa y dejar que la policía se encargara de esto. En ese instante, ella vino a mi mente, el brillo de sus ojos cuando nuestras miradas se encontraban, la más bella sonrisa de sus labios, nuestro encuentro en la playa, la primera vez que me dijo te quiero. De repente, mi corazón exploto en miles de apresurados latido, y supe que haría cualquier cosa, llegaría al fin del mundo si fuese necesario, todo, con tal de que ella estuviera bien…
…Con tal de que fuera feliz.
Capitulo 41: La huida
Narra Simon:
El camino hacia la casa fue extraño. En el auto estábamos Kevin y yo acompañados por ese insufrible silencio incomodo. No sabia que decirle, no sabia que hacer, no sabia nada….
Hasta que finalmente llegamos al lugar y el sufrimiento pareció haber llegado a su fin.
- Kevin – Lo llame.
- ¿Si? – Dijo el mientras volteaba su rostro parea verme.
- Voy a entrar, hablare con ella de cualquier cosa y de alguna manera, no se como todavía, la convenceré para que se valla a casa.
- OK, yo…-
- Vos esperas acá – Lo interrumpí para hablar. – Te agachas para que ella no te vea al salir. Su auto es aquel que esta adelante.
- Bien… ¿Y después?
- Cuando la veas salir…entras. Pero no muy rápido trata de que no te vea o volverá…
- OK, te espero. Trata de no tardar mucho
- Lo intentare pero si me apresuro demasiado se dará cuenta de que algo anda mal y seria mucho peor si te descubre acá.
- Intentare no llamar la atención…suerte
- Gracias… - Después de agradecerle salí del coche, iba a cerrarlo pero lo deje abierto. No estaba seguro pero tal vez Kevin no podría salir después del el si lo cerraba.
Camine hacia la puerta intentando hacerme una idea en mi cabeza de que se suponía que iba a decirle a Zoey para que se fuera y me dejara el camino libre para ayudar a ______.
Detuve mi andar en frente de aquella puerta que ahora significaba tanto para mí. Era un muro, una barrera que tendría que derrumbar para poder lograr lo que quería conseguir. Saque la llave de mi bolsillo derecho y abrí la cerradura. Abrí la puerta y la volvía cerrar con llave al entrar. Ella sospecharía si dejo la puerta abierta.
- ¡¡¡Zoey…!!! – La llamé con un grito para que supiera que estaba ahí y no sospechara que pudiera ser alguien más. Alguien a quien yo le hubiera contado la verdad.
Camine por el pasillo hasta llegar a la habitación, en la que ella se encontraba apoyada en la pared y mirando al vacío sin casi percatarse de mí presencia. Le dí una rápida mirada a la puerta cerrada a su derecha. Esa era la puerta que conducía a la habitación en la que se encontraba ______. Sola y seguramente muy asustada.
- Hola – La salude intentando parecer normal.
- Hola – Dejo delirar la pared para verme a mi.
- ¿Pasó o pasa algo? – Le pregunte asustado al verla tan decaída.
- Nada nuevo, todo sigue igual – Me dijo - ¿Vos?
- Bien, solo tenia que asimilar la situación, ahora…
- Escucha…
- ¿Si?
- ¿Puedes quedarte un rato? Quiero ir a mi casa, estoy algo cansada y – Sonreí para mis adentros. No había tenido que decir nada, ella y su escusa de cansancio me habían dejado el camino libre para ayudar a Kevin a reacatar a ______.
- Claro, ve tranquila Yo me encargo.
- Gracias – Se acerco a mi y me abrazo mientras me decía – Vos si que sos un amigo en serio. – Me pregunto si realmente pensaba eso lo si solamente lo dice para que la siga ayudando.
- Por supuesto. Ahora ve, descansa y mas tarde nos vemos
- Chau – Se despidió de mí a mis espaldas y pude oír como cerraba la puerta de la casa. Esperé para escuchar el sonido de su auto al irse pero no pude oír nada. Iba a ir hasta la puerta y ver que pasaba pero antes de que llegara algo pasó.
- ¡Simon! – Ella grito llamándome antes de abrir la puerta. Me di vuelta y le pregunte que qué era lo que le pasaba y ella me solo me dijo:
Narra Kevin:
Estaba sentado en el auto de un amigo y posible chico con el que me puede haber engañado mi ex novia por que podía ayudarme a rescatar a mi novia actual de mi exnovia...
¿En qué momento mi vida se volvió el guión de una telenovela? ¿Era todo esto una broma para televisión? Y si lo era… ¿En que momento saldría un tipo de detrás de un árbol sosteniendo la cámara? Me amaría que saliera en este mismo momento y se llevara consigo toda esta incertidumbre, todo este miedo, todo este sufrimiento.
Al mirar hacia delante vi que en frente mi se encontraba Zoey. Me recorrieron unas enormes ganas de salir del auto y gritarle a la cara todo lo que pensaba de ella y de su entupido plan para separarme de la persona a la que amaba. Pero tuve que poner una barrera entre esas ganas y lo que debería hacer. Me agache en el asiento solo por precaución ya que los vidrios eran polarizados. Una vez que estuve agachado, al levantar la vista, la vi a ella. Se acercaba a mi, bueno al auto. Estiro su mano para abrir la puerta pero volvió a bajarla. Mi corazón había perdido su ritmo y si no se tranquilizaba un poco, iba a explotar. Si abría la puerta me descubriría, y si hizo lo que hizo significaba que era peligrosa o que estaba un poco loca y era peligrosa. Ninguna de las dos opciones me convenía a si que solo desea que fuera. Eso fue lo que paso, ella se alejo del auto pero no subió al suyo sino que volvió a entrar en la casa.
¿Qué pasaba si me había descubierto y ahora le iba a hacer algo a ____? Simon la ayudaría, me dije a mi mismo. Pero se me hacia imposible confiar en alguien a quien no conocía y que además era amigo de Zoey. Lo más probable es que me haya contado lo que estaba pasando porque no tenía otra opción, o por que era lo correcto en ese momento. Pero si las cosas se le iban de las manos, el trataría de escapar y quedar lo mejor parado posible.
Narra Simon:
- Cundo iba saliendo me acorde de que había dejado mi bolso en el auto antes de que te fueras. Iba a recogerlo pero supuse que estaba cerrado y no quería que la alarme empezara a sonar cuando intentara abrirlo así que vine a pedirme las llaves.
- Ah…te acompaño…
- Bueno – Salimos juntos de la casa y le deje que subiera a su auto para que no le hiciera frío mientras yo iba por su bolso.
Fui hasta mi auto y fingí sorprenderme al ver que no estaba cerrado. Abrí la puerta de atrás y tome su bolso mientras le decía a Kevin en un leve susurro.
- No sabe nada pero hay que tener cuidado. – El no me respondió solo siguió agachado al lado del asiento. Fui hasta su auto, abrí la puerta del acompañante, le entregue sus pertenencias y me despedí de ella.
- Adiós Zoey, nos vemos.
- Bye…llámame si algo sucede.
- Por supuesto que lo haré aunque no creo que pase nada esta noche. Que descanses.
- Vos también, aunque no creo que puedas descansar muy bien en esta situación.
- Lo intentare, no te preocupes. Adiós.
- Adiós.
Me aleje del auto para que ella se fuera y cuando vi que había cruzado la esquina me di vuelta, fui hasta mi auto y le abrí la puerta a Kevin diciéndole que ya podía salir.
- ya se ha ido, puedes salir.
- Perfecto, no soportaba mas estar allí, creo que se me entumecieron las piernas. – Salio del auto y empezó a correr en dirección a la casa, en la que entro segundos antes que yo.
- ¡Espérame! – Le dije al entrar.
- ¿Dónde…? – Me pregunto sin necesidad de terminar de pronunciar la pregunta…yo sabia muy bien a quien se refería.
- Por aquí – Dije caminando en frente de el y guiándolo hasta la habitación en la se encontraba la puerta la cual se dirigía al cuarto en la que se encontraba atrapada ________.
- ¿Es esa puerta, verdad?
- Si, lo es. Esta serrada con llave. Zoey la debe de haber dejado por acá – Comencé a buscarla por los estantes que había en medio de una de las blancas paredes el lugar. – La encontré – Al darme vuelta vi que Kevin se encontraba al lado de la puerta.
Narra Kevin:
Después de tanto esperar, de tanta angustia, de tanto vacío. Estaba a punto de poder liberarla. Ahora, solo nos separaba una puerta común y corriente como cualquier otra. Simon hablaba, pero yo casi no lo escuchaba hasta que murmuro las palabras mágicas.
- La encontré – Había encontrado la llave. La que habría la puerta que tenia en frente para liberar a _________ y la otra puerta. Esa que no se veía, la puerta que solo podía ser sentida. La que separa lo que querías de lo que no, las cosas que querías vivir de las que no, quien querías ser y quien no, con quien querrías vivir tu vida y con quien no. Eso era muy simple, con la persona del otro lado de la puerta. Con ese ángel que llego a mi vida en el momento menos pensado. Y que espero que continúe a mi lado por un largo tiempo más.
Camine hacia la puerta, la golpeé ligeramente y le hable a ______, a mi ángel personal.
- ¿______? Amor, ¿Estas bien? Soy Kevin…
- ¿Kevin? – Pregunto. Suspire. Su voz sonaba mucho mejor de lo que yo podía recordar.
- Si, soy yo. No te preocupes, ahora, todo esta bien. Te voy a sacar de ahí.
- OK
- Kevin – Me dijo Simon entramándome la llave que colgaba de un llavero. Al verlo me acorde de Zoey, ya que ella siempre llevaba para todas partes ese llavero en forma de corazón. Tome la llave y abrí la puerta lo mas rápido que pude. Y en ese instante, mi corazón se detuvo. ________ estaba atada a una silla en medio de la habitación. Su rostro cansado se ilumino al verme.
- Kevin – Me sonrió al verme entrar en la habitación.
- Amor – Dije tomando su rostro con mis manos - ¿Cómo estas?
- Mucho mejor ahora que te veo.
- Yo también - Le confesé mirándola a los ojos. Y ella volvió a sonreír. ¿Estas herida o algo? – Le pregunte mientra inspeccionaba su cuerpo.
- Creo que no…
- Ay que entupido que soy. No me di cuenta de desatarte apenas entré.
- Esta bien, deja de reprocharte por pavadas, bonito.
- Como digas bonita. – Le desate las manos y al ver que tenía las muñecas marcadas con la soga. Se las sobe delicadamente. - ¿Te duele mucho? – Le pregunte preocupado.
- Solo un poco…
- ¿Seguro?
- Seguro
- Bien – Simon le desato los pies y nos dijo algo a todos.
- Tenemos que salir de aquí antes de que venga alguien más.
- ¿El nos esta ayudando? – Pregunto ______ algo confundida.
- El no sabia que esto era real, pensaba que Zoey quería hacerte una broma
- Vaya broma – Dijo _____ - Vamos – Cuando se levanto de la silla se tambaleo hacia un lado y si no hubieras sido que pude sostenerla a tiempo, se hubiera caído.
- ¿Cómo te sientes? De verdad.
- Un poco mareada y con algo de hambre. Quizás ella quería que me muriera de hambre – Dijo sonriendo.
- No entiendo como puedes bromear con respecto a esto…
- Yo tampoco lo entiendo – Me interrumpió
- ¿Te ayudo? – Dije poniéndome a su lado
- Si, por favor.
Abandonamos la casa y nos subimos al auto de Simon sin ningún otro inconveniente.
- ¿Adonde vamos? – Pregunto el.
- A mi casa. _____ puede comer algo allí mientras llamamos a la policía para contarles lo que paso. Digo…si quieres… - Le dije a ella.
- Me parece una buena idea. - Simon manejaba mientras ________ y yo íbamos abrasaos en la parte de atrás del auto.
Unas horas después…
Narras vos:
Hubo un momento en el que deseé que el día más agotador de mi vida terminara de una buena vez. Además del hecho de haber estado secuestrada en una habitación por la culpa de la exnovia de mi novio, a eso se le agregaba tener que ir a declarar a la policía y llamar a mis padres que estaban preocupadísimos porque Kevin le había contado acerca de mi desaparición a Destiny.
Pero ahora, todo era diferente, mi más grande deseo era que este día no terminara nunca jamás. Ya que, Kevin y yo, estábamos acostados y abrasados en su cama. En un principio yo iba a dormir en la habitación de huéspedes, después, por un tema de calefacción tuve que traer el colchón al cuarto de Kevin y finalmente terminamos durmiendo en la misma cama. Aunque todavía no habíamos dormido sino que estábamos hablando.
- No puedo creer todo esto que ha pasado - Me dijo Kevin mientras sobaba la muñeca de mi mano izquierda.
- La verdad es que yo tampoco.
- ¿Te acuerdas de esta mañana?
- Nunca me la voy a olvidar. – Reímos un poco los dos por mi comentario.
- Ibas a decirme algo antes de que me fuese
- Si
- ¿Tenia que ver con lo que sucedió?
- Si, aunque en ese momento no sabía que tenía que ver con algo así.
- ¿Qué me ibas a contar?
- En la fiesta a la que fuimos, me encontré con ella en el baño y me advirtió que me alejara de vos. Yo no le di importancia, pensé que solo lo decía por decir pero con el correr de los días empecé a recibir cartas amenazadoras y un día… - Me detuve un momento para pensar en como decirlo
- ¿Qué paso? – Me pregunto Kevin preocupado
- Me envió una muñeca de budu con mi nombre y muchos alfileres clavados en ella.
- Tendrías que haberme dicho antes ...
- Lo se pero…
- Esta bien, no te preocupes. Ya todo pasó.
- Eso espero. – Dije abrasándome mas a el.
- Te amo hermosa
- Yo también te amo Kev – Me acerque a el y lo bese como nunca antes lo había hecho. Demostrándole todo el amor que por el sentía.
- Nunca me dejes _____. No sabes lo horrible que la pase sin saber donde estabas o lo que podría estarte pasando.
- Yo jamás te dejaría. No puedo vivir sin vos. – Asenté mi cabeza contra su hombro y ambos nos quedamos dormidos al instante.
Epilogo
Dos meses después:
- ¿Recuerdas la última vez que estuvimos acá? – Me dijo Kevin con su bello rostro iluminado por una hermosa sonrisa que se reflejaba en sus tiernos ojos verdes.
Verde, el color de la esperanza. La misma que yo sentía cada vez que lo veía.
- ¿Cómo olvidarlo? – Le dije mientras mi mente se inundaba de mis recuerdos de esa romántica playa, de sus palabras y de cada simple gesto que de el provenía – Fue una noche preciosa, inolvidable – Aclaré por si todavía tenia dudas al respecto.
- Eso espero - ¿Qué es lo que hace para hacerme enmudecer con una simple sonrisa suya?
- Siempre es perfecto e inolvidable si es con vos – Le confesé.
- Y espero que sea así por mucho tiempo mas – Me dijo el.
- Yo también – Admití mirando mis manos entrelazadas sobre mi regazo. Ante de conocerlo, jamás me hubiera imaginado a mi misma diciendo algo así. Bueno, el logra imposibles.
- ¿______? Me gustaría preguntarte algo
- ¿Qué?
- Bueno…eh
- ¿Qué te pasa Kevin?.... ¿Estas nervioso? – Sonreí…se veía tan lindo…
- Algo – admitió el.
- ¿Por? – Le pregunté
- Amor… - Tomo mis manos entre las suyas – Tengo que confesarte algo
- ¿Qué cosa?...
- Cuando nos conocimos, yo estaba muy...bastante...deprimido porque acababa de ver a mi novia con alguien más y lo único que quería era irme a dormir… ¿Recuerdas que te lo conté?
- Si… - Le conteste mientras asentía con la cabeza.
- Pero…desde el momento en el que te vi no pude dejar de pensar en otra cosa aparte de vos…hiciera lo que hiciera vos estabas en mi mente… - Yo, sonreí por sus palabras. Me sentía tan feliz – cuando empezamos a salir fue como si comenzara una nueva vida…
- Para mí también, vos mucho de mí…Te amo tanto Kevin…que ni yo misma puedo creerlo…
- Cuando Zoey te secuestro…y yo iba con Simon para rescatarte… - Suspiro – Supe que te amaria para siempre
- Yo también – Dije acercándome a el para darle un leve beso en los labios.
- Entonces...ya que nos vamos a amar por siempre ¿Te casarías conmigo? – Saco una pequeña caja forrada en terciopelo azul, al abrirla el brillo de su interior capto mi atención.
- ¿Hablas en serio? – Le pregunte sin poder creerlo mientras el sacaba el delicado anillo color plata con una bella piedra que brillaba en el centro.
- Nunca he hablado mas en serio… ¿Qué me dices?...si crees que es muy pronto…no tiene que ser ahora…podemos esperar todo el tiempo que quieras…
- No…
- ¿Qué? – Su rostro se enmudeció…
- Que no quiero esperar – Dije acariciando su mejilla con mi mano… - Si quiero casarme con vos…
- ¿En serio?... ¿No lo decís solo para que no me decepcione, verdad?
- Te digo muy sinceramente desde el fondo de mi corazón que pocas cosas me harían mas feliz que casarme con vos.
Después de colocarme en hermoso anillo en mi dedo anular, tomó mi rostro entre sus manos y nos besamos hasta tocar nuestras almas. Al separarnos nos miramos a los ojos una vez mas, con la certeza de que no seria la ultima vez, con la certeza de que estaríamos siempre ahí donde el otro nos necesitara…Nos abrasamos y le dije al oído…
- Ahora ya no podrás librarte de mí…
- Eso espero – Ambos sonreímos de pura felicidad.
FIN
Eug'
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