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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Dame un Capricho (Joe Jonas & Tu) (TERMINADA)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Capitulo 14:
En realidad, era una pregunta muy romántica: ¿alguna vez te han roto el corazón?
_____ no había sabido que iba a preguntar eso hasta que escapó de sus labios. Tal vez se le estaba pegando el optimismo de Inés y sus gafas de color de rosa, pensó, tomando el termo de chocolate caliente.
Pero era la clase de pregunta que podría darle una pista sobre si Joseph Jonas tenía o no un corazón. Porque, en opinión de _____, eso empezaba a ser un problema con los hombres últimamente. Estaban demasiado encerrados en sí mismos como para arriesgarse a entregarle su corazón a una mujer.
Su ex novio había usado alegremente la relación para hacer su vida más fácil. Por ejemplo, ella llevaba su ropa a la tintorería cada mes y le servía como acompañante para las cenas de trabajo a las que debía acudir. Y, sin duda, también la veía como una conveniente compañera sexual, pero nunca había invertido mucho sentimiento en la relación o pensado en lo que ella podría necesitar o querer de él a cambio.
-Bueno, ______, veo que vas directa al grano, ¿eh? -Joe patinó hasta ella, tomándose su tiempo mientras se pasaba una mano por el pecho, como recordando la pregunta del corazón.
-¿Preferirías que empezase más tímidamente, que fuese poco a poco? Ya sabes, dime cuál es tu color favorito y todas esas cosas.
-No, no…
____ sonrió, dejándose caer sobre los troncos de madera que servían como bancos. Abriendo el termo, se sirvió un vaso de chocolate caliente.
-¿De verdad?
-No, pero te lo advierto: me temo que si empezamos así pronto nos habremos ganado un viaje de vuelta a la cabaña -Joe apartó la nieve de su lado del banco antes de sentarse. Y la sonrisa sexy que le dedicó la calentó por dentro mucho más que el chocolate.
-Entonces estamos en la misma página -_____ le dio el vaso de aluminio y él lo tomó, con cuidado para beber precisamente del mismo sitio que había bebido ella.
Y _____ sintió un escalofrío que no tenía nada que ver con el fresco aire nocturno de la noche.
-Para responder a tu pregunta -empezó a decir Joe, devolviéndole el vaso vacío-. No sé si me han roto el corazón alguna vez, pero he tardado mucho tiempo en recuperarme después de mi divorcio, hace dos años.
-¿Has estado casado?
Aunque eso no era nada malo. Demostraba que, al contrario que su ex novio, Joe no tenía miedo a comprometerse.
Él miró al cielo, asintiendo con la cabeza.
-Durante cuatro años y dos meses. Supe que había cometido un error antes de eso, pero tardé al menos un año en admitir que había metido la pata. Y Phoebe tardó todo ese tiempo en gastarse casi todo lo que teníamos. Estar al borde de la ruina hizo que me diera cuenta de que necesitaba olvidarme de mi orgullo y venir aquí antes de que las cosas empeorasen.
-Tengo entendido que un enorme porcentaje de parejas rompen por problemas económicos -murmuró _____.
Aunque no tenía intención de ponerle una etiqueta de precio al amor. Su nueva amiga Inés estaría orgullosa de ella.
-Pero cuanto más tiempo pasa desde el divorcio, más me pregunto si de verdad nos separamos por culpa del dinero.
-¿Ah, sí? -____ arqueó una ceja, mirándolo con curiosidad. Desde luego demostraba sensibilidad por parte de un hombre que hubiera estado pensando cómo podía haber hecho que esa relación funcionase.
-Creo que los dos nos equivocamos al casarnos. En realidad no nos conocíamos en absoluto -Joe se giró en el banco para mirarla, haciendo que todos sus sentidos se pusieran en alerta.
Ella no había sido capaz de olvidar sus besos, pero todavía no estaba dispuesta a pasar de la fase de “conocerse”.
-Deberías haber usado el proceso de las citas rápidas -bromeó.
Joe le devolvió la sonrisa.
-Lo cual hace que me pregunte, señorita Blair: ¿ha habido algún hombre lo bastante tonto como para romperle el corazón?
_____ no había sabido que iba a preguntar eso hasta que escapó de sus labios. Tal vez se le estaba pegando el optimismo de Inés y sus gafas de color de rosa, pensó, tomando el termo de chocolate caliente.
Pero era la clase de pregunta que podría darle una pista sobre si Joseph Jonas tenía o no un corazón. Porque, en opinión de _____, eso empezaba a ser un problema con los hombres últimamente. Estaban demasiado encerrados en sí mismos como para arriesgarse a entregarle su corazón a una mujer.
Su ex novio había usado alegremente la relación para hacer su vida más fácil. Por ejemplo, ella llevaba su ropa a la tintorería cada mes y le servía como acompañante para las cenas de trabajo a las que debía acudir. Y, sin duda, también la veía como una conveniente compañera sexual, pero nunca había invertido mucho sentimiento en la relación o pensado en lo que ella podría necesitar o querer de él a cambio.
-Bueno, ______, veo que vas directa al grano, ¿eh? -Joe patinó hasta ella, tomándose su tiempo mientras se pasaba una mano por el pecho, como recordando la pregunta del corazón.
-¿Preferirías que empezase más tímidamente, que fuese poco a poco? Ya sabes, dime cuál es tu color favorito y todas esas cosas.
-No, no…
____ sonrió, dejándose caer sobre los troncos de madera que servían como bancos. Abriendo el termo, se sirvió un vaso de chocolate caliente.
-¿De verdad?
-No, pero te lo advierto: me temo que si empezamos así pronto nos habremos ganado un viaje de vuelta a la cabaña -Joe apartó la nieve de su lado del banco antes de sentarse. Y la sonrisa sexy que le dedicó la calentó por dentro mucho más que el chocolate.
-Entonces estamos en la misma página -_____ le dio el vaso de aluminio y él lo tomó, con cuidado para beber precisamente del mismo sitio que había bebido ella.
Y _____ sintió un escalofrío que no tenía nada que ver con el fresco aire nocturno de la noche.
-Para responder a tu pregunta -empezó a decir Joe, devolviéndole el vaso vacío-. No sé si me han roto el corazón alguna vez, pero he tardado mucho tiempo en recuperarme después de mi divorcio, hace dos años.
-¿Has estado casado?
Aunque eso no era nada malo. Demostraba que, al contrario que su ex novio, Joe no tenía miedo a comprometerse.
Él miró al cielo, asintiendo con la cabeza.
-Durante cuatro años y dos meses. Supe que había cometido un error antes de eso, pero tardé al menos un año en admitir que había metido la pata. Y Phoebe tardó todo ese tiempo en gastarse casi todo lo que teníamos. Estar al borde de la ruina hizo que me diera cuenta de que necesitaba olvidarme de mi orgullo y venir aquí antes de que las cosas empeorasen.
-Tengo entendido que un enorme porcentaje de parejas rompen por problemas económicos -murmuró _____.
Aunque no tenía intención de ponerle una etiqueta de precio al amor. Su nueva amiga Inés estaría orgullosa de ella.
-Pero cuanto más tiempo pasa desde el divorcio, más me pregunto si de verdad nos separamos por culpa del dinero.
-¿Ah, sí? -____ arqueó una ceja, mirándolo con curiosidad. Desde luego demostraba sensibilidad por parte de un hombre que hubiera estado pensando cómo podía haber hecho que esa relación funcionase.
-Creo que los dos nos equivocamos al casarnos. En realidad no nos conocíamos en absoluto -Joe se giró en el banco para mirarla, haciendo que todos sus sentidos se pusieran en alerta.
Ella no había sido capaz de olvidar sus besos, pero todavía no estaba dispuesta a pasar de la fase de “conocerse”.
-Deberías haber usado el proceso de las citas rápidas -bromeó.
Joe le devolvió la sonrisa.
-Lo cual hace que me pregunte, señorita Blair: ¿ha habido algún hombre lo bastante tonto como para romperle el corazón?
Genesis Smith
Capitulo 15:
_____ se mordió los labios cuando Joe le devolvió la pregunta. Nerviosa, vaciló, dejando escapar un suspiro que se convirtió en una nubecita blanca de vapor en la oscuridad de la noche. Pero luego tuvo que sonreír.
-¿Seguro que no puedo elegir la opción b) “cuál es tu color favorito”?
-Si yo he tenido que estar en la línea de fuego, creo que es justo que ahora sea tu turno -respondió Joe.
Además, quería saber más cosas sobre ella. Y quería compartir sus pensamientos con ella. Durante toda la noche, Joe no dejaba de pensar que tenía que hablarle de sus reservas sobre el artículo que estaba escribiendo. Ella podría no hacerle ni caso, por supuesto, pero si se lo decía al menos sería sincero. Le gustaría decirle lo que opinaba sobre hacer propaganda de la montaña.
Las Adirondack eran un regalo escondido. Si la gente tenía la suerte de encontrarlas, merecerían estar allí. Las montañas no necesitaban aparecer en una elegante revista de viajes para atraer a personajes ricos y mimados, incapaces de apreciar su sencillo y rústico atractivo.
-Creo que yo rompí mi propio corazón -contestó ____ por fin-. Corté una relación con un hombre con el que llevaba dos años hace un par de semanas, antes de venir aquí.
Maldición. Seguramente debería haber elegido lo del color favorito.
-Lo siento -murmuró Joe.
-No, no. En serio, creo que es lo mejor. Yo estaba haciendo de las dos partes en la pareja de todas formas… fingiendo que todo estaba bien cuando en realidad no teníamos nada en común salvo tal vez cierta aversión a las citas con desconocidos. Creo que los dos estábamos cómodos al no tener que arriesgarnos con otras personas, pero esa no es excusa para quedarse con alguien que en realidad no siente pasión por ti -_____ lo miró mientras decía la palabra “pasión”.
Y a él le gustó que lo hiciera.
-Entonces no estás buscando el típico ligue de rebote.
-Definitivamente no. He venido a pasar una semana al hotel Hearthside para comprobar si puedo arriesgarme y pensar en mí misma para variar -____ se golpeó el pecho con sentimiento, su parka absorbiendo el impacto-. Estoy harta de hacer feliz a otras personas… quiero decir, a gente a la a que no le importa si yo soy feliz o no. Ya está bien de dejarse pisotear, esta semana pienso establecer yo las reglas.
Joe levantó las manos en un gesto de rendición.
-No tengo la menor intención de discutir.
Ella soltó una carcajada.
-Siento ser tan apasionada sobre este asunto. Es que necesito recordarme a mí misma cuál es mi misión esta semana. No quiero caer en mi antiguo patrón de comportamiento y supongo que si me lo recuerdo a mí misma suficientes veces, al final lo conseguiré.
Joe lo entendía muy bien.
Pero ahora se daba cuenta de que no podía hablarle de las objeciones a su artículo. _____ estaba librando una batalla personal para ser más firme y sería un canalla si le pidiese que no escribiera el artículo para su revista porque a él le gustaba que las Adirondack fuesen de una manera o de otra.
Tendría que olvidarse de sí mismo y de lo que él quería porque _____ tenía derecho a tomar sus propias decisiones sobre qué quería escribir para su revista.
En conclusión, después de menos de veinticuatro horas, ____ Blair empezaba a ser más importante para él que su relación de dos años con las Adirondack. Y Joe lo aceptó con toda tranquilidad. Sólo se preguntaba qué podría hacer con ella cuando volviesen a la cabaña…
-¿Seguro que no puedo elegir la opción b) “cuál es tu color favorito”?
-Si yo he tenido que estar en la línea de fuego, creo que es justo que ahora sea tu turno -respondió Joe.
Además, quería saber más cosas sobre ella. Y quería compartir sus pensamientos con ella. Durante toda la noche, Joe no dejaba de pensar que tenía que hablarle de sus reservas sobre el artículo que estaba escribiendo. Ella podría no hacerle ni caso, por supuesto, pero si se lo decía al menos sería sincero. Le gustaría decirle lo que opinaba sobre hacer propaganda de la montaña.
Las Adirondack eran un regalo escondido. Si la gente tenía la suerte de encontrarlas, merecerían estar allí. Las montañas no necesitaban aparecer en una elegante revista de viajes para atraer a personajes ricos y mimados, incapaces de apreciar su sencillo y rústico atractivo.
-Creo que yo rompí mi propio corazón -contestó ____ por fin-. Corté una relación con un hombre con el que llevaba dos años hace un par de semanas, antes de venir aquí.
Maldición. Seguramente debería haber elegido lo del color favorito.
-Lo siento -murmuró Joe.
-No, no. En serio, creo que es lo mejor. Yo estaba haciendo de las dos partes en la pareja de todas formas… fingiendo que todo estaba bien cuando en realidad no teníamos nada en común salvo tal vez cierta aversión a las citas con desconocidos. Creo que los dos estábamos cómodos al no tener que arriesgarnos con otras personas, pero esa no es excusa para quedarse con alguien que en realidad no siente pasión por ti -_____ lo miró mientras decía la palabra “pasión”.
Y a él le gustó que lo hiciera.
-Entonces no estás buscando el típico ligue de rebote.
-Definitivamente no. He venido a pasar una semana al hotel Hearthside para comprobar si puedo arriesgarme y pensar en mí misma para variar -____ se golpeó el pecho con sentimiento, su parka absorbiendo el impacto-. Estoy harta de hacer feliz a otras personas… quiero decir, a gente a la a que no le importa si yo soy feliz o no. Ya está bien de dejarse pisotear, esta semana pienso establecer yo las reglas.
Joe levantó las manos en un gesto de rendición.
-No tengo la menor intención de discutir.
Ella soltó una carcajada.
-Siento ser tan apasionada sobre este asunto. Es que necesito recordarme a mí misma cuál es mi misión esta semana. No quiero caer en mi antiguo patrón de comportamiento y supongo que si me lo recuerdo a mí misma suficientes veces, al final lo conseguiré.
Joe lo entendía muy bien.
Pero ahora se daba cuenta de que no podía hablarle de las objeciones a su artículo. _____ estaba librando una batalla personal para ser más firme y sería un canalla si le pidiese que no escribiera el artículo para su revista porque a él le gustaba que las Adirondack fuesen de una manera o de otra.
Tendría que olvidarse de sí mismo y de lo que él quería porque _____ tenía derecho a tomar sus propias decisiones sobre qué quería escribir para su revista.
En conclusión, después de menos de veinticuatro horas, ____ Blair empezaba a ser más importante para él que su relación de dos años con las Adirondack. Y Joe lo aceptó con toda tranquilidad. Sólo se preguntaba qué podría hacer con ella cuando volviesen a la cabaña…
Genesis Smith
Capitulo 16:
_____ sintió un escalofrío de anticipación mientras se quitaba el parka dentro de la cabaña de Joe. Habían estado hablando durante horas en el lago y ahora sabía sobre él mucho más que cuál era su color favorito.
Sabía que iba a la piscina del Hearthside a las tres de la mañana con regularidad porque necesitaba relajarse después de un largo día llevando su negocio. Estaba totalmente dedicado a su trabajo, a las dos cosas: sus inversiones y su negocio de guía turístico, como ella estaba totalmente dedicada al suyo.
______ tenía la impresión de que seguramente había sido un adicto al trabajo antes de su matrimonio con Phoebe, pero que la amenaza de ruina gracias a su manirrota mujer lo había motivado aún más. El tiempo que pasaba organizando excursiones por la montaña o haciendo rafting eran seguramente intentos de relajarse sin dejar de trabajar.
Pero en aquel momento, con Joe sirviéndole una copa de amaretto (habían descubierto gracias al proceso de entrevistas de _____ que compartían el gusto por ese licor) ella no quería saber nada sobre el trabajo de Joe o sobre su ex mujer.
Siguiéndolo hasta el fondo de la cabaña, _____ atravesó un arco tras la zona del vestíbulo en el que se habían besado antes. Joe la llevó a un sitio que no era exactamente un dormitorio sino más bien un estudio. La cocina no consistía más que en una nevera, un hornillo con dos quemadores y un par de armarios y la zona del cuarto de estar probablemente era también el dormitorio porque había un sofá-cama y otra estufa de gas que, incrustada en la pared, hacía las veces de chimenea. Joe la encendió y la cabaña se llenó de una cálida luz rojiza.
Le gustaría preguntarle algo más sobre aquel sitio y si vivía allí de forma permanente o tenía otra residencia, pero Joe rozó su copa con la suya antes de que tuviera oportunidad de hacerlo.
-Feliz aniversario -sonrió, tomando un sorbo de amaretto.
_____ se fijó en su musculoso cuello mientras se preguntaba de qué estaba hablando.
-¿Qué aniversario?
-Ahora nos conocemos exactamente hace veinticuatro horas.
Mirando el reloj de la pared, _____ comprobó que eran las tres de la mañana.
-Hemos estado hablando toda la noche.
-¿Cansada? -en los ojos avellanas de Joe se reflejaba la luz de la chimenea. ¿O era su propio fuego interior, el mismo que sentía ella?
_____ hizo inventario mental de lo que sentía en aquel momento, con Joe a un paso de ella. Su corazón latía furiosamente y respiraba con cierta dificultad. Y anhelaba tocarlo más que cualquier otra cosa.
-En realidad, no creo haber estado nunca menos cansada.
Sabía que iba a la piscina del Hearthside a las tres de la mañana con regularidad porque necesitaba relajarse después de un largo día llevando su negocio. Estaba totalmente dedicado a su trabajo, a las dos cosas: sus inversiones y su negocio de guía turístico, como ella estaba totalmente dedicada al suyo.
______ tenía la impresión de que seguramente había sido un adicto al trabajo antes de su matrimonio con Phoebe, pero que la amenaza de ruina gracias a su manirrota mujer lo había motivado aún más. El tiempo que pasaba organizando excursiones por la montaña o haciendo rafting eran seguramente intentos de relajarse sin dejar de trabajar.
Pero en aquel momento, con Joe sirviéndole una copa de amaretto (habían descubierto gracias al proceso de entrevistas de _____ que compartían el gusto por ese licor) ella no quería saber nada sobre el trabajo de Joe o sobre su ex mujer.
Siguiéndolo hasta el fondo de la cabaña, _____ atravesó un arco tras la zona del vestíbulo en el que se habían besado antes. Joe la llevó a un sitio que no era exactamente un dormitorio sino más bien un estudio. La cocina no consistía más que en una nevera, un hornillo con dos quemadores y un par de armarios y la zona del cuarto de estar probablemente era también el dormitorio porque había un sofá-cama y otra estufa de gas que, incrustada en la pared, hacía las veces de chimenea. Joe la encendió y la cabaña se llenó de una cálida luz rojiza.
Le gustaría preguntarle algo más sobre aquel sitio y si vivía allí de forma permanente o tenía otra residencia, pero Joe rozó su copa con la suya antes de que tuviera oportunidad de hacerlo.
-Feliz aniversario -sonrió, tomando un sorbo de amaretto.
_____ se fijó en su musculoso cuello mientras se preguntaba de qué estaba hablando.
-¿Qué aniversario?
-Ahora nos conocemos exactamente hace veinticuatro horas.
Mirando el reloj de la pared, _____ comprobó que eran las tres de la mañana.
-Hemos estado hablando toda la noche.
-¿Cansada? -en los ojos avellanas de Joe se reflejaba la luz de la chimenea. ¿O era su propio fuego interior, el mismo que sentía ella?
_____ hizo inventario mental de lo que sentía en aquel momento, con Joe a un paso de ella. Su corazón latía furiosamente y respiraba con cierta dificultad. Y anhelaba tocarlo más que cualquier otra cosa.
-En realidad, no creo haber estado nunca menos cansada.
Genesis Smith
Capitulo 17:
Joe no podía creer su buena suerte. _____ estaba frente a él, tomando su amaretto a sorbitos… y mirándolo. Esperando.
Esperándolo a él.
Prácticamente se había enterrado a sí mismo en esas montañas durante dos años, sin ver a nadie más que a la gente que vivía allí; gente que quería saberlo todo sobre su negocio y sobre sus planes de futuro. Y entonces, la primera mujer a la que conocía resultaba ser alguien tan impaciente y tan trabajadora como él; alguien que estaba deseando llevar su relación al siguiente nivel.
Además de eso, _____ era una hedonista a la que le gustaba nadar desnuda.
¿Qué más podía pedir un hombre?
Aún así, a pesar de la mutua impaciencia, Joe sabía que no debía apresurarse. Quitándole la copa de la mano, dejó las dos sobre la mesa que había frente al sofá y la tomó por la cintura para buscar sus labios.
Sedosa y dulce, sabía a amaretto… pero más ardiente. Joe tiró de ella para apretarla contra su torso y después se apartó un poco para acariciar sus brazos. El jersey lavanda de cachemir era muy suave, pero quería quitárselo para tocarla sin que hubiese nada entre ellos.
Haciendo un esfuerzo para tomarse su tiempo, pasó las manos por su cintura, por su espalda… para dejarlas después sobre sus caderas. Y ____ suspiró con todo su cuerpo, desde el suave gemido que escapó de su garganta hasta cómo se apoyó sobre su pecho, frotándose contra él casi sin darse cuenta.
Y Joe supo que iba a ser imposible ir despacio. Tenían toda la noche para tomarse su tiempo. Toda la semana, si él podía decir algo al respecto. En aquel momento necesitaba hacer algo para apagar el fuego que ardía dentro de los dos antes de que estallasen en llamas allí mismo, en el suelo de la cabaña.
La ropa de _____ desapareció como por voluntad propia. El jersey, los pantalones, los zapatos… todo debía estar tirado por el suelo, pero en lo único que Joe podía concentrarse era en seguir adelante: en deshacerse del sujetador de encaje color crema y de la diminuta braguita.
Y entonces quedó absolutamente desnuda, incluso más que la primera vez que la vio. Joe la tumbó en el suelo con él, su propia ropa tirada por todas partes. Tomó una manta de chenilla del respaldo del sofá y la estiró en el suelo sin dejar de besarla; sin dejar de besar los labios de ____ Blair con sabor a amaretto.
Quería que todo fuese perfecto para ella, aunque sabía que probablemente no lo sería esa primera vez porque la deseaba de tal forma que no podía pensar con claridad. Pero si podía hacer las cosas bien y convencerla para que se quedase toda la noche, o toda la semana, definitivamente encontraría la paciencia y el control necesarios para darle todos los provocativos placeres que su sensual naturaleza necesitaba.
En aquel momento, _____ lo animaba con cada gemido, con cada impaciente suspiro, con cada caricia. Y Joe no podía negarle nada. Ni a sí mismo.
***
Mientras la abrazaba, la nariz enterrada en su sedoso pelo, se preguntó si a _____ le gustaría convertir sus vacaciones en la más sensual de las aventuras.
Esperándolo a él.
Prácticamente se había enterrado a sí mismo en esas montañas durante dos años, sin ver a nadie más que a la gente que vivía allí; gente que quería saberlo todo sobre su negocio y sobre sus planes de futuro. Y entonces, la primera mujer a la que conocía resultaba ser alguien tan impaciente y tan trabajadora como él; alguien que estaba deseando llevar su relación al siguiente nivel.
Además de eso, _____ era una hedonista a la que le gustaba nadar desnuda.
¿Qué más podía pedir un hombre?
Aún así, a pesar de la mutua impaciencia, Joe sabía que no debía apresurarse. Quitándole la copa de la mano, dejó las dos sobre la mesa que había frente al sofá y la tomó por la cintura para buscar sus labios.
Sedosa y dulce, sabía a amaretto… pero más ardiente. Joe tiró de ella para apretarla contra su torso y después se apartó un poco para acariciar sus brazos. El jersey lavanda de cachemir era muy suave, pero quería quitárselo para tocarla sin que hubiese nada entre ellos.
Haciendo un esfuerzo para tomarse su tiempo, pasó las manos por su cintura, por su espalda… para dejarlas después sobre sus caderas. Y ____ suspiró con todo su cuerpo, desde el suave gemido que escapó de su garganta hasta cómo se apoyó sobre su pecho, frotándose contra él casi sin darse cuenta.
Y Joe supo que iba a ser imposible ir despacio. Tenían toda la noche para tomarse su tiempo. Toda la semana, si él podía decir algo al respecto. En aquel momento necesitaba hacer algo para apagar el fuego que ardía dentro de los dos antes de que estallasen en llamas allí mismo, en el suelo de la cabaña.
La ropa de _____ desapareció como por voluntad propia. El jersey, los pantalones, los zapatos… todo debía estar tirado por el suelo, pero en lo único que Joe podía concentrarse era en seguir adelante: en deshacerse del sujetador de encaje color crema y de la diminuta braguita.
Y entonces quedó absolutamente desnuda, incluso más que la primera vez que la vio. Joe la tumbó en el suelo con él, su propia ropa tirada por todas partes. Tomó una manta de chenilla del respaldo del sofá y la estiró en el suelo sin dejar de besarla; sin dejar de besar los labios de ____ Blair con sabor a amaretto.
Quería que todo fuese perfecto para ella, aunque sabía que probablemente no lo sería esa primera vez porque la deseaba de tal forma que no podía pensar con claridad. Pero si podía hacer las cosas bien y convencerla para que se quedase toda la noche, o toda la semana, definitivamente encontraría la paciencia y el control necesarios para darle todos los provocativos placeres que su sensual naturaleza necesitaba.
En aquel momento, _____ lo animaba con cada gemido, con cada impaciente suspiro, con cada caricia. Y Joe no podía negarle nada. Ni a sí mismo.
***
Mientras la abrazaba, la nariz enterrada en su sedoso pelo, se preguntó si a _____ le gustaría convertir sus vacaciones en la más sensual de las aventuras.
Genesis Smith
Re: Dame un Capricho (Joe Jonas & Tu) (TERMINADA)
Nueva lectora síguela por amor de dios! Muero por saber que sigue!
Amo Como escribes muero por saber que sigue síguela porfis Este Bolena de cata novela novela síguela por favor muero por saber que sigue Amo como escribes síguela pronto Porfis necesito saber que sigue SÍGUELA Prontoooo
Amo Como escribes muero por saber que sigue síguela porfis Este Bolena de cata novela novela síguela por favor muero por saber que sigue Amo como escribes síguela pronto Porfis necesito saber que sigue SÍGUELA Prontoooo
Yhosdaly
Capitulo 18:
Dos días y tres asombrosas, fantásticas, noches habían pasado desde que ____ entró por primera vez en la cabaña que servía de empresa y residencia de emergencia si había una tormenta de nieve para Joseph Jonas.
Por supuesto, el pequeño estudio ahora tenía un aspecto mucho más… vivido. Durante las tres últimas noches, ____ y Joe apenas habían salido de la cama. Y cuando lo hacían era sólo para hacer el amor en el suelo, delante de la chimenea. O sobre la mesa de la cocina. O, en el lugar favorito de ____: la ducha.
Aquella mañana, _____ estaba sentada en la cama mientras Joe le llevaba una bandeja con el desayuno: una taza de café, un plato de galletas y el periódico.
Joe dejó la bandeja sobre la cama y la besó, suavemente al principio y luego, cuando _____ le echó los brazos al cuello, con más urgencia.
-Ya sabes que no podemos -le dijo al oído, mientras trazaba la curva de su oreja con la lengua-. Usé el último preservativo anoche, sobre la mesa de la cocina.
-Sólo quiero darte incentivos para que vuelvas lo antes posible -susurró ella, acariciando su entrepierna.
Joe se apartó, riendo.
-Si me das más incentivos estaré demasiado mareado como para conducir.
Satisfecha después de haber cumplido su objetivo, ____ se despidió con la mano mientras mordisqueaba una galleta. Cuando se quedó sola abrió el periódico, preguntándose si aquél sería el día en el que tendría que volver al mundo real.
Oh, no, esperaba que no.
Aquellos días con Joe estaban siendo maravillosos. Pero no era sólo una fiesta para los sentidos, también le estaban enseñando lo que había faltado en su última relación sentimental. Y era mucho más que un sexo fantástico.
Joe le hacía preguntas sobre su trabajo, compartía ideas sobre lo que hacía que un sitio fuera un destino de vacaciones fabuloso… incluso entraba en la página web de su revista y leía sus columnas atrasadas cuando ella estaba durmiendo porque necesitaba menos horas de sueño. Y, sobre todo, la escuchaba cuando le contaba sus problemas para conseguir el ansiado ascenso y le daba ideas para contraatacar.
Una de esas ideas era ofrecer sus columnas como freelance a otras publicaciones. Según Joe, de ese modo la revista insistiría en retenerla con el ascenso y el salario que se merecía.
En resumen, Joe le devolvía todas las cosas que ella solía dar en una relación. Estar con él no era una calle de dirección única. Y, además, era tan generoso en el dormitorio…
Pensar en algunas de las cosas que habían hecho juntos esos días hacía que se pusiera colorada… y que lo echase de menos. Aunque sabía que estaba a diez minutos de allí, en la farmacia más cercana.
Intentando distraerse con las noticias del periódico, _____ se fijó en el titular de una columna de opinión en una sección local: Adirondack busca promoción a nivel nacional.
Curiosamente, el artículo hablaba sobre la conmoción que cierta periodista de la revista Wanderlust estaba causando con su presencia en el pueblo. La opinión de la columnista era que la gente de Lake Placid debía esforzarse para que la tal señorita Blair viviera una experiencia en las Adirondack que no pudiese olvidar nunca y para que dijese cosas maravillosas sobre la región si decidía escribir un artículo en su conocida revista.
La mayoría de los vecinos a los que la columnista había entrevistado parecían apoyar la idea de promocionar la zona. Todos excepto Joseph Jonas, ya que en su opinión las montañas Adirondack deberían seguir siendo un secreto para los neoyorquinos.
A ____ se le encogió el corazón. Ahora sabía por qué Joe no había querido que saliera de la cabaña durante los últimos dos días y tres noches.
Mientras ella pensaba que era el hombre mas considerado del mundo, dispuesto a darle todos los caprichos, Joe tenía un motivo oculto: tenerla satisfecha y ocupada en otros asuntos.
Furiosa, ____ apartó la bandeja del desayuno con algo más que tristeza. Evidentemente, aquella semana de placer había terminado.
Por supuesto, el pequeño estudio ahora tenía un aspecto mucho más… vivido. Durante las tres últimas noches, ____ y Joe apenas habían salido de la cama. Y cuando lo hacían era sólo para hacer el amor en el suelo, delante de la chimenea. O sobre la mesa de la cocina. O, en el lugar favorito de ____: la ducha.
Aquella mañana, _____ estaba sentada en la cama mientras Joe le llevaba una bandeja con el desayuno: una taza de café, un plato de galletas y el periódico.
Joe dejó la bandeja sobre la cama y la besó, suavemente al principio y luego, cuando _____ le echó los brazos al cuello, con más urgencia.
-Ya sabes que no podemos -le dijo al oído, mientras trazaba la curva de su oreja con la lengua-. Usé el último preservativo anoche, sobre la mesa de la cocina.
-Sólo quiero darte incentivos para que vuelvas lo antes posible -susurró ella, acariciando su entrepierna.
Joe se apartó, riendo.
-Si me das más incentivos estaré demasiado mareado como para conducir.
Satisfecha después de haber cumplido su objetivo, ____ se despidió con la mano mientras mordisqueaba una galleta. Cuando se quedó sola abrió el periódico, preguntándose si aquél sería el día en el que tendría que volver al mundo real.
Oh, no, esperaba que no.
Aquellos días con Joe estaban siendo maravillosos. Pero no era sólo una fiesta para los sentidos, también le estaban enseñando lo que había faltado en su última relación sentimental. Y era mucho más que un sexo fantástico.
Joe le hacía preguntas sobre su trabajo, compartía ideas sobre lo que hacía que un sitio fuera un destino de vacaciones fabuloso… incluso entraba en la página web de su revista y leía sus columnas atrasadas cuando ella estaba durmiendo porque necesitaba menos horas de sueño. Y, sobre todo, la escuchaba cuando le contaba sus problemas para conseguir el ansiado ascenso y le daba ideas para contraatacar.
Una de esas ideas era ofrecer sus columnas como freelance a otras publicaciones. Según Joe, de ese modo la revista insistiría en retenerla con el ascenso y el salario que se merecía.
En resumen, Joe le devolvía todas las cosas que ella solía dar en una relación. Estar con él no era una calle de dirección única. Y, además, era tan generoso en el dormitorio…
Pensar en algunas de las cosas que habían hecho juntos esos días hacía que se pusiera colorada… y que lo echase de menos. Aunque sabía que estaba a diez minutos de allí, en la farmacia más cercana.
Intentando distraerse con las noticias del periódico, _____ se fijó en el titular de una columna de opinión en una sección local: Adirondack busca promoción a nivel nacional.
Curiosamente, el artículo hablaba sobre la conmoción que cierta periodista de la revista Wanderlust estaba causando con su presencia en el pueblo. La opinión de la columnista era que la gente de Lake Placid debía esforzarse para que la tal señorita Blair viviera una experiencia en las Adirondack que no pudiese olvidar nunca y para que dijese cosas maravillosas sobre la región si decidía escribir un artículo en su conocida revista.
La mayoría de los vecinos a los que la columnista había entrevistado parecían apoyar la idea de promocionar la zona. Todos excepto Joseph Jonas, ya que en su opinión las montañas Adirondack deberían seguir siendo un secreto para los neoyorquinos.
A ____ se le encogió el corazón. Ahora sabía por qué Joe no había querido que saliera de la cabaña durante los últimos dos días y tres noches.
Mientras ella pensaba que era el hombre mas considerado del mundo, dispuesto a darle todos los caprichos, Joe tenía un motivo oculto: tenerla satisfecha y ocupada en otros asuntos.
Furiosa, ____ apartó la bandeja del desayuno con algo más que tristeza. Evidentemente, aquella semana de placer había terminado.
Última edición por Genesis Smith el Miér 26 Dic 2012, 3:05 pm, editado 1 vez
Genesis Smith
Capitulo 19:
Joe estaba en la cola de la caja en la única tienda de Lake Placid, maldiciendo la vida en los pueblos pequeños.
Aunque le encantaban las Adirondack, le molestaba tener que comprar una caja de preservativos en una tienda donde conocía a todo el mundo.
Tomando un periódico que no necesitaba porque ya lo tenía en casa, metió la caja dentro para disimular antes de dirigirse al mostrador.
Sólo para recibir una palmadita en la espalda de un tronco de árbol, también conocido como el brazo derecho de J.D. Drollette.
-Hola, Joe. ¿Sabes que te has convertido en una celebridad local? -J.D golpeó el periódico y la caja de preservativos salió disparada.
Y él intentando ser discreto…
-¿Una celebridad? Pues no, no sabía nada -murmuró, dándole un billete de veinte dólares al dependiente.
J.D. estaba buscando algo en el periódico mientras Joe tomaba el cambio y, a toda prisa, guardaba la caja de preservativos en el bolsillo del parka.
-Te nombran aquí -dijo su amigo, señalando con el dedo-. Inés dice que conoce a _____ Blair, por cierto. ¿Aún no te has encontrado con ella?
Pero Joe no estaba escuchándolo. Estaba leyendo la columna y su comentario sobre mantener las Adirondack como un secreto para los neoyorquinos. La periodista no debería haberlo mencionado sin pedirle permiso ya que había hecho ese comentario tres días antes y sin reflexionar demasiado. Además, entonces no conocía a la mujer que iba a escribir el artículo.
Por supuesto, _____ no sabría eso. Y él le había dejado el periódico sobre la bandeja del desayuno…
Demonios.
Tenía que trazar un plan. Y, maldita fuera, tenía que hacerlo rápido. ____ no iba a quedarse en Lake Placid para escuchar alguna absurda explicación. Durante esos días se había mostrado tan decidida, tan segura de sí misma, que Joe jamás hubiera podido imaginar que en algún momento de su vida había dejado que la manipulasen.
Guardando el periódico en el bolsillo, le dio un golpe a J.D. en el brazo mientras iba hacia la puerta.
-¿Tú crees en el amor a primera vista, J.D.?
Su amigo se quedó callado.
En ese momento, una chica bajita de largo pelo oscuro y pendientes de plumas se acercó a ellos con una revista en la mano.
-Pues claro que cree en el amor a primera vista -contestó, fulminando a J.D. con una mirada a la que sólo tenía derecho una amante.
Su amigo sonrió y le hizo un guiño. Y Joe se dio cuenta entonces de que J. D. también llevaba el periódico doblado… y una caja de preservativos dentro.
-Yo creo que a veces simplemente se sabe.
Genial, estupendo. J.D. e Inés eran la prueba de que no estaba loco.
-¿Vais a estar en el festival de hielo esta tarde? -les preguntó, con un pie en la puerta. No podía esperar mucho más porque tenía que volver a la cabaña a toda prisa si quería hablar con ____-. ¡Porque definitivamente voy a necesitar apoyo! -les gritó, antes de salir corriendo.
Aunque le encantaban las Adirondack, le molestaba tener que comprar una caja de preservativos en una tienda donde conocía a todo el mundo.
Tomando un periódico que no necesitaba porque ya lo tenía en casa, metió la caja dentro para disimular antes de dirigirse al mostrador.
Sólo para recibir una palmadita en la espalda de un tronco de árbol, también conocido como el brazo derecho de J.D. Drollette.
-Hola, Joe. ¿Sabes que te has convertido en una celebridad local? -J.D golpeó el periódico y la caja de preservativos salió disparada.
Y él intentando ser discreto…
-¿Una celebridad? Pues no, no sabía nada -murmuró, dándole un billete de veinte dólares al dependiente.
J.D. estaba buscando algo en el periódico mientras Joe tomaba el cambio y, a toda prisa, guardaba la caja de preservativos en el bolsillo del parka.
-Te nombran aquí -dijo su amigo, señalando con el dedo-. Inés dice que conoce a _____ Blair, por cierto. ¿Aún no te has encontrado con ella?
Pero Joe no estaba escuchándolo. Estaba leyendo la columna y su comentario sobre mantener las Adirondack como un secreto para los neoyorquinos. La periodista no debería haberlo mencionado sin pedirle permiso ya que había hecho ese comentario tres días antes y sin reflexionar demasiado. Además, entonces no conocía a la mujer que iba a escribir el artículo.
Por supuesto, _____ no sabría eso. Y él le había dejado el periódico sobre la bandeja del desayuno…
Demonios.
Tenía que trazar un plan. Y, maldita fuera, tenía que hacerlo rápido. ____ no iba a quedarse en Lake Placid para escuchar alguna absurda explicación. Durante esos días se había mostrado tan decidida, tan segura de sí misma, que Joe jamás hubiera podido imaginar que en algún momento de su vida había dejado que la manipulasen.
Guardando el periódico en el bolsillo, le dio un golpe a J.D. en el brazo mientras iba hacia la puerta.
-¿Tú crees en el amor a primera vista, J.D.?
Su amigo se quedó callado.
En ese momento, una chica bajita de largo pelo oscuro y pendientes de plumas se acercó a ellos con una revista en la mano.
-Pues claro que cree en el amor a primera vista -contestó, fulminando a J.D. con una mirada a la que sólo tenía derecho una amante.
Su amigo sonrió y le hizo un guiño. Y Joe se dio cuenta entonces de que J. D. también llevaba el periódico doblado… y una caja de preservativos dentro.
-Yo creo que a veces simplemente se sabe.
Genial, estupendo. J.D. e Inés eran la prueba de que no estaba loco.
-¿Vais a estar en el festival de hielo esta tarde? -les preguntó, con un pie en la puerta. No podía esperar mucho más porque tenía que volver a la cabaña a toda prisa si quería hablar con ____-. ¡Porque definitivamente voy a necesitar apoyo! -les gritó, antes de salir corriendo.
Genesis Smith
Capitulo 20:
____ aparcó el coche y cruzó la calle para acudir al festival anual de hielo de Lake Placid. No quería hablar con Joe sobre lo que había leído en el periódico de modo que pensaba esconderse allí durante una hora, hasta que tuviera que ir al aeropuerto.
Probablemente ésa era la razón por la que había dejado que un tonto de novio la pisotease y que un jefe explotador no le diera el ascenso que le había prometido y que merecía. Incluso después de su semana de vacaciones en Lake Placid seguía intentando evitar las discusiones. Pero la diferencia era que la nueva _____ no pensaba quedarse con alguien que no la apreciaba en lo que valía. Y especialmente cuando la había engañado.
Por lo tanto se marchaba de Lake Placid a las dos de la tarde, dejando atrás esculturas de hielo e iglús que nunca le habían interesado de verdad.
¿Por cobardía? Tal vez. Pero, en su opinión, había mejorado mucho al ser capaz de decir “me niego a aguantar esto”.
Aunque decirle adiós a Joe era como si le arrancasen el corazón.
No sabía cómo era posible que le importase tanto en sólo tres días, pero se había lanzado de cabeza a aquella aventura, maldita fuera. Aparentemente, su invento de entrevistas rápidas era totalmente ineficaz porque jamás habría imaginado que Joe fuese el tipo de hombre que deseaba interponerse entre ella y su trabajo.
Entonces oyó gritos de alegría a unos diez metros de ella. Mientras _____ miraba un grupo de vecinos con cámaras fotográficas, su amiga de compras, Inés, se abrió paso entre la gente y la llamó moviendo una mano escondida en un guante de color malva.
-¡____, ven! -le gritó-. Joseph Jonas acaba de ganar el concurso de pesca en el hielo.
_____ clavó los talones en la nieve. No se le ocurría por qué podía Inés saber que Joe y ella se conocían, pero no tenía la menor intención de quedarse para averiguarlo. Y, definitivamente, no iba a quedarse allí para verlo… a él.
Pero su mirada se encontró con la de Joe cuando el grupo de gente se apartó. ____ reconoció al amigo de Joe, J.D., a su lado, junto con algunos empleados del Hearthside Inn. Y gracias a la fotografía del periódico, también pudo reconocer a la columnista que había escrito el artículo que le había abierto los ojos. Claro que ayudó que la mujer llevase una cámara al cuello y estuviera haciéndole fotografías a Joe con su pila de peces recién sacados del hielo.
Joe dio un paso hacia ella y todos se volvieron para mirarlos.
-He competido en el concurso de pesca en hielo con la esperanza de llevarme el primer premio -hablaba con la gente tanto como con ella; aquel solitario que le había contado que iba a la piscina del hotel a las tres de la mañana para evitar las aglomeraciones-. ¿Y sabes por qué quería ganar el primer premio, _____?
Ella arqueó una ceja, sorprendida. Aunque todos los primeros premios del festival de Lake Placid no excusarían las tácticas para alejarla de su trabajo mientras fingía estar encandilado con ella. El muy canalla.
-Necesitaba ganar un primer premio para poder volver a decir algo que publicasen en el periódico -Joe puso las manos enguantadas sobre sus hombros.
-Lo último que dijiste en el periódico era muy interesante.
-Pero esta vez quería añadir algo más importante: que yo no quiera que las Adirondack se conviertan en el nuevo Aspen no significa que no quiera que tú hagas tu trabajo -Joe la miraba a los ojos como si estuvieran solos allí. Como la había mirado durante aquellas tres increíbles noches-. Y también quería decir que soy un solitario, es verdad, pero eso no significa que espere que lo seas tú también. O que te quiera sólo para mí. A menos que tú también lo quieras, claro.
Algo cálido, tierno y precioso empezó a nacer dentro de ella. Pero debía ser cautelosa. ¿Podía confiar en aquel hombre al que apenas conocía?, se preguntó.
-¿No lo harías?
-Debería haberte dicho que no me interesa que se haga publicidad de estas montañas, pero no quería estropear tu semana de vacaciones -Joe miró alrededor, como si por primera vez se diera cuenta de que estaban rodeados de gente-. Ésta era tu semana, maldita sea. Deberías estar haciendo todo lo que quieras hacer. Te lo juro, _____, el tiempo que hemos pasado juntos… era porque quería estar contigo no porque quisiera inmiscuirme en tu trabajo.
Tal vez discutir no era siempre tan malo.
-Si escribo un artículo sobre las Adirondack… -la multitud lanzó una exclamación- y no estoy prometiendo que vaya a hacerlo, pero si lo hago y Lake Placid se convierte en el sitio de moda, estoy segura de que podría encontrar cinco sitios más exóticos y remotos donde podríamos estar solos, Joe -____ se acercó a él, convencida de que su instinto no se equivocaba con aquel hombre-. Y, por cierto, tengo la impresión de que te vendrían bien unas vacaciones.
Joe sonrió, una sonrisa cálida y sexy sólo para ella.
-Y yo tengo la impresión de que voy a darte ese capricho, _____ Blair.
Luego la besó delante de todo el pueblo. Y ______ no tenía la menor duda de quién saldría en la portada del Adirondack News al día siguiente.
Ya casi podía ver los titulares: Pareja local se lleva el primer premio…
Probablemente ésa era la razón por la que había dejado que un tonto de novio la pisotease y que un jefe explotador no le diera el ascenso que le había prometido y que merecía. Incluso después de su semana de vacaciones en Lake Placid seguía intentando evitar las discusiones. Pero la diferencia era que la nueva _____ no pensaba quedarse con alguien que no la apreciaba en lo que valía. Y especialmente cuando la había engañado.
Por lo tanto se marchaba de Lake Placid a las dos de la tarde, dejando atrás esculturas de hielo e iglús que nunca le habían interesado de verdad.
¿Por cobardía? Tal vez. Pero, en su opinión, había mejorado mucho al ser capaz de decir “me niego a aguantar esto”.
Aunque decirle adiós a Joe era como si le arrancasen el corazón.
No sabía cómo era posible que le importase tanto en sólo tres días, pero se había lanzado de cabeza a aquella aventura, maldita fuera. Aparentemente, su invento de entrevistas rápidas era totalmente ineficaz porque jamás habría imaginado que Joe fuese el tipo de hombre que deseaba interponerse entre ella y su trabajo.
Entonces oyó gritos de alegría a unos diez metros de ella. Mientras _____ miraba un grupo de vecinos con cámaras fotográficas, su amiga de compras, Inés, se abrió paso entre la gente y la llamó moviendo una mano escondida en un guante de color malva.
-¡____, ven! -le gritó-. Joseph Jonas acaba de ganar el concurso de pesca en el hielo.
_____ clavó los talones en la nieve. No se le ocurría por qué podía Inés saber que Joe y ella se conocían, pero no tenía la menor intención de quedarse para averiguarlo. Y, definitivamente, no iba a quedarse allí para verlo… a él.
Pero su mirada se encontró con la de Joe cuando el grupo de gente se apartó. ____ reconoció al amigo de Joe, J.D., a su lado, junto con algunos empleados del Hearthside Inn. Y gracias a la fotografía del periódico, también pudo reconocer a la columnista que había escrito el artículo que le había abierto los ojos. Claro que ayudó que la mujer llevase una cámara al cuello y estuviera haciéndole fotografías a Joe con su pila de peces recién sacados del hielo.
Joe dio un paso hacia ella y todos se volvieron para mirarlos.
-He competido en el concurso de pesca en hielo con la esperanza de llevarme el primer premio -hablaba con la gente tanto como con ella; aquel solitario que le había contado que iba a la piscina del hotel a las tres de la mañana para evitar las aglomeraciones-. ¿Y sabes por qué quería ganar el primer premio, _____?
Ella arqueó una ceja, sorprendida. Aunque todos los primeros premios del festival de Lake Placid no excusarían las tácticas para alejarla de su trabajo mientras fingía estar encandilado con ella. El muy canalla.
-Necesitaba ganar un primer premio para poder volver a decir algo que publicasen en el periódico -Joe puso las manos enguantadas sobre sus hombros.
-Lo último que dijiste en el periódico era muy interesante.
-Pero esta vez quería añadir algo más importante: que yo no quiera que las Adirondack se conviertan en el nuevo Aspen no significa que no quiera que tú hagas tu trabajo -Joe la miraba a los ojos como si estuvieran solos allí. Como la había mirado durante aquellas tres increíbles noches-. Y también quería decir que soy un solitario, es verdad, pero eso no significa que espere que lo seas tú también. O que te quiera sólo para mí. A menos que tú también lo quieras, claro.
Algo cálido, tierno y precioso empezó a nacer dentro de ella. Pero debía ser cautelosa. ¿Podía confiar en aquel hombre al que apenas conocía?, se preguntó.
-¿No lo harías?
-Debería haberte dicho que no me interesa que se haga publicidad de estas montañas, pero no quería estropear tu semana de vacaciones -Joe miró alrededor, como si por primera vez se diera cuenta de que estaban rodeados de gente-. Ésta era tu semana, maldita sea. Deberías estar haciendo todo lo que quieras hacer. Te lo juro, _____, el tiempo que hemos pasado juntos… era porque quería estar contigo no porque quisiera inmiscuirme en tu trabajo.
Tal vez discutir no era siempre tan malo.
-Si escribo un artículo sobre las Adirondack… -la multitud lanzó una exclamación- y no estoy prometiendo que vaya a hacerlo, pero si lo hago y Lake Placid se convierte en el sitio de moda, estoy segura de que podría encontrar cinco sitios más exóticos y remotos donde podríamos estar solos, Joe -____ se acercó a él, convencida de que su instinto no se equivocaba con aquel hombre-. Y, por cierto, tengo la impresión de que te vendrían bien unas vacaciones.
Joe sonrió, una sonrisa cálida y sexy sólo para ella.
-Y yo tengo la impresión de que voy a darte ese capricho, _____ Blair.
Luego la besó delante de todo el pueblo. Y ______ no tenía la menor duda de quién saldría en la portada del Adirondack News al día siguiente.
Ya casi podía ver los titulares: Pareja local se lleva el primer premio…
Genesis Smith
Epilogo:
-Mamá, Papá! Adam me escondió mi muñeca
-No es cierto, yo no fui!
Madison y Adam, de 6 y 8 años gritaban por sala, una discusión de niños.
Eran las 6:00 pm del 24 de diciembre, ____ estaba terminando los preparativos para la cena navideñas a los que había invitado a algunos familiares de ella y de Joe y amigos. Se recuerdan que quería un ascenso? no solo consiguió eso, sino crear su propia empresa, que tenia muchísimo mas éxito que donde trabajaba anteriormente. Joseph estaba hablando por teléfono con J.D, lo había llamado para preguntarle si iba a cenar con ellos, terminada la conversación, Madison corrió hacia él, reclamando que Adam había escondido su muñeca.
-Adam -lo miro serio- devuelvele la muñeca a tu hermana
-Papá! ella me daño mi auto
-Fue un accidente -dijo la niña-
-Devuelvele la muñeca, que sabes, a lo mejor mañana cuando despiertes encuentras otra auto
-y yo un nueva muñeca?
Joe le dio un beso en la frente
-y tu una nueva muñeca
Adam se acerco a ellos, celoso. Provocando que su padre riera y los abrazara a los dos, un gran abrazo
_____ fue a la sala y vio a el hombre que amaba y sus dos pequeños en un abrazo, sonrió, Joe y ella llevaban 9 años de matrimonio, 9 hermosos años que no cambiaría por nada en el mundo.
***
J.D se sentó al lado de su esposa, Inés. Ellos llevaban ya 6 años de casados, ningún bebe. Cuando estaban brindado por todas las hermosas cosas que vivieron ese año. J.D sorprendió a todos los presentes cuando dijo: "Yo brindo por que por fin voy a ser papá"
-tienes que estar bromeando -dijo Joe, y al ver que estaba serio pero feliz, lo felicito con unas palmaditas en el hombro.
Todos hicieron lo mismo
La cena fue amena y e divirtieron mucho, contando sus anécdotas, etc
Los niños estaban dormidos queriendo que amaneciera rápido para ver que les había traído Santa.
Joe y ____ estaban abrazados, acababan de darse una ducha juntos, ahora estaban mas relajados.
-Amor -susurró ____-
-si?
Ella llevo la mano de él a su vientre
-aquí esta la semillita
-semillita?
Joseph se incorporo rápidamente
-estas embarazada?
Ella asintió con la cabeza
Joe la abrazo y la beso, emocionado
-es el mejor regalo de navidad del mundo, cuanto tiempo?
-dos semanas, no lo dije en la cena porque quería decírtelo a ti primero
Joe le dio un suave beso en los labios
-Te amo, te amo, te amo -la volvió a besar-
-yo te amo mucho mas -le saco la lengua-
-sabes que no
-oh, por supuesto que si
-si estas tan segura -dijo Joe bromeando-
Ella lo golpeo suavemente en el brazo
-hay que decirle a los niños
____ soltó una carcajada mientras recordaba lo que había pasado hace mas o menos 1 hora y media:
Iba a acostar a los niños y antes de eso les dio la noticia, ambos la abrazaron y dieron besos, Madison comenzó a brincar y Adam le dio un beso en la barriga.
-creo que ya lo saben -siguió riendo-
-ya verán, no pueden ocultarme algo así
Ella lo besó
-ya entiendo tus mareos
-te amo
-yo mas
Ambos estaban de acuerdo de que eran el matrimonio mas feliz del mundo, que nació de un "capricho" pero que ahora era mucho, muchísimo mas que eso.
FIN
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-No es cierto, yo no fui!
Madison y Adam, de 6 y 8 años gritaban por sala, una discusión de niños.
Eran las 6:00 pm del 24 de diciembre, ____ estaba terminando los preparativos para la cena navideñas a los que había invitado a algunos familiares de ella y de Joe y amigos. Se recuerdan que quería un ascenso? no solo consiguió eso, sino crear su propia empresa, que tenia muchísimo mas éxito que donde trabajaba anteriormente. Joseph estaba hablando por teléfono con J.D, lo había llamado para preguntarle si iba a cenar con ellos, terminada la conversación, Madison corrió hacia él, reclamando que Adam había escondido su muñeca.
-Adam -lo miro serio- devuelvele la muñeca a tu hermana
-Papá! ella me daño mi auto
-Fue un accidente -dijo la niña-
-Devuelvele la muñeca, que sabes, a lo mejor mañana cuando despiertes encuentras otra auto
-y yo un nueva muñeca?
Joe le dio un beso en la frente
-y tu una nueva muñeca
Adam se acerco a ellos, celoso. Provocando que su padre riera y los abrazara a los dos, un gran abrazo
_____ fue a la sala y vio a el hombre que amaba y sus dos pequeños en un abrazo, sonrió, Joe y ella llevaban 9 años de matrimonio, 9 hermosos años que no cambiaría por nada en el mundo.
***
J.D se sentó al lado de su esposa, Inés. Ellos llevaban ya 6 años de casados, ningún bebe. Cuando estaban brindado por todas las hermosas cosas que vivieron ese año. J.D sorprendió a todos los presentes cuando dijo: "Yo brindo por que por fin voy a ser papá"
-tienes que estar bromeando -dijo Joe, y al ver que estaba serio pero feliz, lo felicito con unas palmaditas en el hombro.
Todos hicieron lo mismo
La cena fue amena y e divirtieron mucho, contando sus anécdotas, etc
Los niños estaban dormidos queriendo que amaneciera rápido para ver que les había traído Santa.
Joe y ____ estaban abrazados, acababan de darse una ducha juntos, ahora estaban mas relajados.
-Amor -susurró ____-
-si?
Ella llevo la mano de él a su vientre
-aquí esta la semillita
-semillita?
Joseph se incorporo rápidamente
-estas embarazada?
Ella asintió con la cabeza
Joe la abrazo y la beso, emocionado
-es el mejor regalo de navidad del mundo, cuanto tiempo?
-dos semanas, no lo dije en la cena porque quería decírtelo a ti primero
Joe le dio un suave beso en los labios
-Te amo, te amo, te amo -la volvió a besar-
-yo te amo mucho mas -le saco la lengua-
-sabes que no
-oh, por supuesto que si
-si estas tan segura -dijo Joe bromeando-
Ella lo golpeo suavemente en el brazo
-hay que decirle a los niños
____ soltó una carcajada mientras recordaba lo que había pasado hace mas o menos 1 hora y media:
Iba a acostar a los niños y antes de eso les dio la noticia, ambos la abrazaron y dieron besos, Madison comenzó a brincar y Adam le dio un beso en la barriga.
-creo que ya lo saben -siguió riendo-
-ya verán, no pueden ocultarme algo así
Ella lo besó
-ya entiendo tus mareos
-te amo
-yo mas
Ambos estaban de acuerdo de que eran el matrimonio mas feliz del mundo, que nació de un "capricho" pero que ahora era mucho, muchísimo mas que eso.
FIN
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Genesis Smith
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