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IMAGINA con One Direction (1D y tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
Una cosita... este es otro imagina de Zayn (el que venía después se supone que sería el de Niall...) pero es que me he apuntado a un concurso de imaginas en tuenti y quería subir este para participar con él... es por eso por el que hay dos de Zayn va?=S pero el siguiente ya si que será de Niall y en la siguiente tanda de imaginas no habrá de Zayn puesto que ya he subido este... bueno pues solo era eso:) y que espero que os guste :) aah si...si no es mucho pedir podíais darme vuestra opinión sobre cuál os gusta más? es por si hay otro que guste más pues participaré con ese en vez de con este..=S MUCHAS GRACIAS AMORES!:D
PD: Dedicado a LuDirectioner :3 te quiero cielote:D <3 espero q te gustee!
Imagina de Zayn:
Compañero de ascensor:
Suena el despertador, son las 6:30 de la mañana de un martes cualquiera… odias los martes, especialmente hoy que casualmente es trece… martes trece… Sí, eras una supersticiosa y odiabas todas esas cosas tipo: gato negro mala suerte, pasar por debajo de una espalera mala suerte, martes trece mala suerte… Apagaste la alarma que aún seguía sonando, tan incordiosa como todas las mañanas. Te levantaste de la cama y miraste por la ventana, aparentemente todo seguía igual que siempre, no había ningún accidente, ni atascos… la gente seguía haciendo su vida como un día cualquiera, pero de seguro pisabas la calle y empezaban a pasarte cosas, como todos los malditos martes trece. Cómo olvidar lo último que te pasó, cuando ese maldito niñato de tres al cuarto te arrancó el bolso de un tirón llevándose consigo la paga del mes. Suspiraste queriendo olvidar aquel maldito día y te vestiste ( http://www.polyvore.com/sin_t%C3%ADtulo_135/set?id=56674634 ) para salir a correr un rato (además de supersticiosa eras muy sana y te gustaba estar en forma)Diste la vuelta a la manzana a trote lento, y mientras lo hacías te cruzaste con un chico moreno, bastante guapo y que te era bastante familiar pero que no recordabas con exactitud donde le habías visto antes. El chico también iba haciendo footing y ambos intercambiasteis miradas al cruzaros. El resto del camino fuiste pensando en ese chico y en esa mirada oscura, el primer momento bueno del día. Al llegar fuiste directa a la ducha donde el agua templada relajó tus tensados músculos para poder empezar así un duro y pesaroso día. Envuelta en la fina toalla regresaste a tu habitación para vestirte: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=66349891&.locale=es Una vez terminaste de arreglarte fuiste a la cocina, desayunarías algo ligero, un zumo con una tostada de jamón y queso era lo mejor. Cogiste las llaves y saliste de casa para encaminarte hacia tu trabajo. Trabajabas como abogada en una de los gabinetes más importantes de la ciudad y estabas bastante orgullosa con tu puesto de trabajo, pero acababas rendida por las exigentes órdenes de tu jefe, al cual odiabas. Llegaste algo justa de tiempo ya que el maldito tacón se te quedó atascado en una baldosa mal colocada… tú y tu suerte… Subiste en el ascensor y por los inmensos pasillos te ibas encontrando a todos tus compañeros que te saludaban con una agradable sonrisa de buenos días, seguidos de algunos silbidos de los más descarados. Pero tú continuaste sin mirar a esos bobalicones. Cuando al fin conseguiste llegar a tu mesa tu teléfono empezó a sonar, lo descolgaste y ya tenías ahí la llamada de tu querido jefe dándote los buenos días en forma de reprimenda.
Jefe: Señorita Anderson… veo que llega algo apurada de tiempo… -dijo con una voz seria-
Tú: Lo siento señor, ya sabe mi mala suerte y por desgracia he tenido un infortunio… -intentaste excusarte aún con la respiración agitada por la mini carrerilla que hiciste para llegar a tu mesa, pero un grito horrible del otro lado del teléfono te interrumpió-
Jefe: ¡No quiero excusas baratas Anderson! –separaste un poco el teléfono de tu oreja- ¡Preséntese en mi despacho inmediatamente! –gritó y seguido de esto colgó de manera brusca-
Maldeciste entre dientes y te dirigiste a su despacho, para ello tenías que volver a pasar por el incordioso pasillo de los babosos, correr hacia el ascensor con la esperanza de que las puertas no se cerrasen antes de tiempo o que no tuvieses que esperar hasta que llegara a la planta en la que te encontrabas. Pero por suerte las puertas aún estaban abiertas así que echaste a correr y conseguiste entrar justo unos segundos antes de que se cerraran, pero con tan mala suerte que pilló un cacho de tu falda, rajándola y convirtiéndola en un cacho de tela que mostraba más de lo deseado de tus piernas…
Tú: ¡Mierda! –dijiste en voz alta al ver como la tela negra quedó atrapada entre las pesadas puertas-
------: Una señorita tan hermosa no debería usar ese vocabulario… -diste un pequeño respingo al escuchar esa voz-
Ni te habías percatado de que en el ascensor iba alguien más aparte de ti, un hombre… ¡y qué hombre!… Para tu sorpresa era aquel chico moreno de ojos intrigantes que te habías cruzado a la mañana mientras hacías footing, pero con la diferencia que ahora iba con traje: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=66351963&.locale=es , que ha decir verdad le quedaba mucho mejor que ese chándal ancho… La camisa se ajustaba a su delgado pero marcado cuerpo y los pantalones dibujaban a la perfección el contorno de sus musculadas piernas.
Tú: Oh… yo, esto… lo siento… -reíste algo nerviosa mientras tirabas de tu falda para bajarla un poco y tapar un poco tus piernas-
El chico sonrió y mordió su labio inferior mirando con disimulo tus piernas. Carraspeaste y su oscura mirada volvió a tus ojos.
------: ¿A qué número? –preguntó señalando los botones-
Tú: Planta sexta… -sonreíste de lado-
Él pulsó el botón que dijiste y volvió a meter su mano en el bolsillo.
-----: ¿Vas al despacho del jefe? –te miró de reojo y asentiste- Vaya… creo que entonces vamos al mismo lado… -rió mientras alargaba su mano-
La miraste algo extrañada y él volvió a hablar.
-----: Zayn Malik –sonreíste- mucho gusto –estrechó tu mano mientras hacia una reverencia y reíste-
Tú: (TN) Anderson, encantada –le dedicaste tu mejor sonrisa que te devolvió con otra mucho más hermosa-
Permanecisteis unos segundos mirándoos, como a la mañana cuando os cruzasteis, su oscura mirada que reflejaba una gran sensualidad y mucho misterio. Bajaste tu mirada hasta tu mano que aún seguía enlazada con la suya.
Zayn: Oh, lo siento –rió soltando tu mano-
Tú: No impo… -un fuerte ruido hizo que no continuaras la frase- ¿Qué ha sido… -una fuerte sacudida cortó de nuevo tus palabras-
Esta sacudida te llevó a chocarte con el fuerte cuerpo del moreno que te agarró para que no calleras.
Diste un pequeño grito y las luces se apagaron para saltar las de emergencia… la cual era una pequeña lucecita roja en lo alto de la puerta de salida.
Zayn: ¿Estás bien? –preguntó separándote un poco de su cuerpo-
Tú: Creo que si… -terminaste de separarte algo tímida mientras colocabas tu ropa- ¿Qué ha pasado? –miraste a la lucecita de emergencia-
Zayn: Creo que ha habido algún fallo que ha hecho que el ascensor se pare… -miró hacia la trampilla del techo- Si no me equivoco ha habido un corte eléctrico… -volvió a mirarte-
Tú: ¿¡Qué!? –gritaste provocando que él diera un pequeño respingo- ¡Lo sabía, sabía que me tenía que pasar algo de esto hoy! Aaaggg… maldito martes trece –murmuraste provocando la risa del moreno-
Zayn: Tranquila, seguramente serán unos minutos, enseguida estaremos en el despacho del jefe –guiñó un ojo y pusiste cara de asco con lo que volvió a reír-
Ahora que te dabas cuenta su risa era perfecta, tan varonil y sensual. Y esa maldita lucecita roja que te estaba empezando a poner de los nervios marcaba cada facción de su cara haciéndolo aún más masculino y deseable. Te fuiste deslizando por la pared hasta acabar sentada en el suelo y suspiraste algo agitada.
Zayn: ¿Pasa algo? –preguntó al ver tu cara de espanto-
Tú: Me da claustrofobia estar en sitios pequeños y cerrados durante mucho tiempo… -lo miraste aterrada y te devolvió una sonrisa tranquilizadora que te derritió por completo-
Zayn: Tranquila… no pasa nada –se sentó a tu lado y tu cuerpo se tensó al rozar vuestros brazos- ¿Te cuento un secreto? –sonrió de lado y asentiste- Yo le tengo miedo a los espacios con mucha agua, el mar por ejemplo –explicó mientras gesticulaba con las manos- no sé nadar… -frunció los labios y sonreíste tierna-
Tú: Vaya… quién diría que tú le ibas a tener miedo a algo tan inmenso… -él te miró con el ceño fruncido-
Zayn: ¿Por? –rió-
Tú: No sé… se te ve tan… imponente… como si a todo lo que se te pone por delante tuviese una solución fácil… -sonrió-
Zayn: Vaya, gracias… -reísteis- ¿Estás mejor ya? –preguntó tras unos segundos en silencio-
Tú: Sí… -te miró conforme-
“ATENCIÓN SE HA PRODUCIDO UN CORTE ELÉCTRICO EN EL SUMINISTRO QUE LLEVARÁ UNOS VEINTE MINUTOS DE REPARACIÓN, LES RECOMENDAMOS MANTENGAN LA CALMA. LOS ASCENSORES ESTÁN FUERA DE SERVICIO PERO HEMOS DETECTADO QUE HAY PERSONAS DENTRO, INTENTAREMOS SACARLOS CUANTO ANTES, GRACIAS” –se escuchó una voz de mujer a través de los altavoces exteriores-
Tú: ¿¡Veinte minutos!? –tu mirada se agrandó-
Zayn: Genial… una hora encerrados en este maldito cacharro… -lo miraste extrañada-
Tú: No Zayn… han dicho que tardarán veinte minutos… -sonreíste desesperada-
Zayn: Cariño… esos tipos son unos chapuzas, veinte minutos es lo mínimo que pueden tardar… una hora como máximo, y eso contando con que lo hagan rápido y no la caguen mucho… -te llevaste las manos a la cara rezando porque os sacasen de allí cuanto antes-
Los siguientes diez minutos se te hicieron eternos… no parabas de mirar la hora, incluso te pareció que tu reloj se había parado como el resto de cosas… Llegaste a pedirle la hora a Zayn varias veces y siempre te respondía de la misma manera: “Por mucho que lo mires no va a correr el tiempo”. Empezaste a mover el pie inquieta, tu cuerpo estaba demasiado acalorado ahí dentro, estabas empezando a sudar, cosa que odiabas, no era nada femenino… y menos si tenías a esa perfección humana al lado, era la última situación en la que querías que te viera…
Tú: ¡Aaahh no aguanto más! –gritaste ya desesperada-
Zayn: ¿Tienes calor verdad? –lo miraste y te arrepentiste de haberlo hecho ya que no iba a ser fácil volver a despegar la mirada de él-
Tres botones, tan solo hizo falta que se desabrochara esos tres botones para conseguir que no volvieras a quitarle ojo a aquel moreno torso que asomaba por el escote de su camisa. El contraste, su piel parecía ser suave e incitaba a acariciarla, brillaba por el sudor lo que te hacía desearla con muchas más ganas, y pudiste percibir que había una escritura de tinta negra marcada en la parte superior de su pecho, parecía una caligrafía árabe que te llamó bastante la atención.
Zayn: Significa Walter, era mi abuelo, murió hace dos años… -explicó con la mirada perdida y abriendo un poco más su camisa para que pudieras ver mejor el tatuaje completo-
Tú: Eso es precioso, Zayn… –sonreíste mientras tus dedos se atrevían a dibujar el contorno-
Tu mirada se deslizó de su tatuaje a sus ojos, que te miraban con deseo y en sus labios había un media sonrisa. Tu espalda fue recorrida por un escalofrío y enseguida tus mejillas se encendieron, tu cuerpo ardía y tu frente sudaba.
Zayn: Será mejor que de desabroches eso si no quieres que te dé un soponcio… -rió divertido al ver tu cara-
Tú: Ni lo sueñes Malik, no pienso quedarme en sujetador… -separaste con disimulo tu cuerpo del suyo-
Zayn: No serías la primera a la que veo en sujetador –murmuró por lo bajo pero con intenciones de que lo oyeras y refunfuñaste-
Pero al cabo de unos minutos tuviste que hacerle caso y desabrochaste algunos botones de tu estrecha camisa, la cual ya estaba tan sudada que se adhería a tu cuerpo e incluso dejaba ver tu sujetador color carne… Zayn no paraba de mirarte de reojo y notaste como su pecho iba subiendo cada vez más rápido, su cara brillaba por el sudor y eso te excitaba de una manera loca… Algo dentro de ti te pedía que te lanzaras allí mismo, sin importar nada… necesitabas sentir sus labios sobre los tuyos y sus manos acariciando tu cuerpo. De pronto se desabrochó la camisa por completo y entonces pudiste admirar su perfecto torso el cual era digno de un dios griego. Suspiraste con excitación y él se mordió el labio inferior. Apartaste tu mirada para no cometer una locura y él se levantó para acto seguido levantarte a ti y pegarte contra la pared. Dejando tu cuerpo atrapado con el suyo y sus manos a ambos lados de tu cabeza.
Tú: ¿Qué…haces? –dijiste apenas sin respiración ya que tu cuerpo estaba invadido por los nervios-
Zayn: Shh… -rozó tus labios con la punta de su nariz y cerraste los ojos- no aguanto más… -dijo sobre tus labios para acto seguido atacarlos con un beso fogoso-
Al principio jugueteó con tus labios, mordiéndolos y succionándolos hasta dejarlos hinchados. Después abrió sus labios para dejar paso a su lengua que buscó la tuya con desesperación, la acaricio y jugueteó con ella. Después recorrió toda tu boca con su lengua y finalizó volviendo a mordisquear tus labios, esta vez con más tranquilidad. Sus labios recorriendo un caminito desde tus labios, pasando por tu mejilla hasta acabar en tu cuello y en la cuenca de tu hombro. Suspiraste con cada beso que era como una caricia celestial y de pronto sus dientes se clavaron en la fina y blanquita piel de tu cuello, dejando una marca bastante notoria y roja. Continuó subiendo por este de nuevo hasta alcanzar tu oído.
Zayn: Te deseo (TN)… -y jugueteó con el lóbulo de tu oreja con sus labios-
Tú: Oh Zayn… -se escapó de tus labios en un susurro cuando él volvió a bajar por cuello hasta alcanzar el tercer botón de tu camisa que aún permanecía abrochado-
Él se separó para mirarte y le correspondiste con una mirada lujuriosa y llena de deseo incontrolable. Subió sus grandes manos por tus delgadas caberas hasta alcanzar tu camisa y tiró de los botones para desabrocharla de una vez, muchos de los cuales acabaron esparcidos por el suelo, pero no te importó. Volvió a devorar tus labios mientras tu camisa se deslizaba por tus hombros hasta acabar en el suelo junto a los botones que antes pertenecían a ella. Hiciste lo mismo con su camisa que de igual modo acabó junto a la tuya. Tus dedos estaban entrelazados en su pelo, pero no pudiste aguantar más la tentación. Bajaste tus manos por su pecho, acariciándolo, sintiendo cada pedazo de su piel, como su cuerpo ahora te pertenecía, era dueño de tus manos y gemiste sobre sus labios al notar como algo entre sus piernas estaba empezando a hacer presión sobre tu feminidad. Se separó de tus labios para mirarte y enseguida se formó una sonrisa pícara en sus labios. Te mordiste el labio y él rió sobre tu cuello para acto seguido volver a besarlo. Volviste a suspirar y a gemir con cada beso y cada caricia de aquel moreno.
Sus manos ahora estaban en tus caderas y pasaron a tu trasero con suaves caricias que te erizaron la piel, te apretó de nuevo contra su erección, ya bastante notable, mientras devoraba con desesperación tus labios para callar tus gemidos. Tus manos bajaron hasta su cinturón y con habilidad conseguiste quitarlo a la primera.
Zayn: Vaya… -se separó unos milímetros- se te da bien esto de quitar cinturones, ¿eh? –dijo burlón y le pellizcaste el trasero provocando su risa-
Volvió a besarte y terminaste quitando su pantalón quedando en unos Calvin Klein negros que marcaban a la perfección su abultada erección. Suspiraste ante tal cosa y notaste como tus braguitas empezaron a mojarse… Él volvió a apegarte a su cuerpo y acarició tu espalda con delicadeza mientras observaba tus ojos con pasión.
Zayn: ¿Puedo? –dijo con picardía una vez alcanzó el broche de tu sujetador-
Asentiste sobre sus labios y los besaste mientras que él, con un toque de dedos, se deshizo de tu sujetador, lanzándolo a un rincón. Sus besos bajaron fugaces por su cuello hasta alcanzar tu pecho, metió uno de tus pezones en su boca y comenzó a juguetear con él mientras de tus labios salían gemidos placenteros. El otro de igual manera recibía atención por parte de sus dedos que lo pellizcaban y masajeaban de una manera enloquecedora.
Una vez hubo acabado con ellos llevó las manos a tu pierna, y metiéndola por el interior de la falda para subirla lo suficiente. Después acarició tus piernas sin dejar de besarte, y te indicó que rodearas sus caderas con ellas. Así lo hiciste y enseguida notaste como sus manos buscaron con desesperación tus braguitas. Acarició la tela de esta con sus dedos y movió su pulgar haciendo círculos sobre tu clítoris. Gemiste alto mientras te aferrabas con fuerza a su espalda.
Zayn: Estás muy excitada… -comentó con gracia sobre tu oreja mientras te quitaba las bragas e introducía varios dedos dentro de ti-
Tú: Ahh… Zayn… -gemiste alto y él mordió tu cuello- aahhh… -cerraste los ojos-
Él movió rápido sus tres dedos dentro de ti haciéndote estremecer hasta que consiguió que tu espalda se arqueara seguida de un fuerte gemido. Sonrió conforme y sin soltarte bajó sus calzoncillos dejando ver su excitada erección. Suspiraste y se acercó a tu entrada.
Zayn: ¿Preparada? –besó tus labios y entró despacio-
Silenció tus gemidos con sus sonoros besos y empezó a moverse dentro de ti.
Tú: Ahh… Zayn… más… -él apretó tus caderas con sus manos y entró más aún- Aaahh –gritaste- más rápido –le pediste clavando tus uñas en su espalda-
Y así lo hizo, se movió cada más y más rápido, haciéndote dar saltitos sobre su erección, entrando y saliendo de ti de una manera gloriosa y provocando que tu cuerpo temblase con cada movimiento.
Zayn: Oh dios… -gimió cuando notó que las paredes de tu vagina se iban acomodando a su pene-
Continuó aumentando la velocidad hasta que ambos estallasteis en una serie de gemidos en los que solo se escuchaban vuestros nombres. Notaste como algo caliente recorría tu feminidad y suspiraste. Disminuyó la velocidad mientras iba saliendo de ti con cuidado para no hacerte daño. Y Te dejó en el suelo una vez estuviste recuperada.
Tú: ¿Sueles hacer esto con todas las chicas con las que te quedas encerradas en el ascensor? –dijiste con gracia abrazada a su cuerpo y él rió-
Zayn: Nunca nadie me ha excitado de tal manera como tú hermosa… -te guiñó un ojo mientras acariciaba tu trasero- Será mejor que nos vistamos antes de que vengan a abrirnos y nos pillen –dejó un beso fogoso sobre tus labios y comenzó a vestirse sin dejar de mirarte-
Tú: Genial Malik… mira cómo has dejado mi camisa… -le reprochaste mientras el reía-
Había arrancado de cuajo varios botones haciendo que tu camisa quedara bastante escotada.
Zayn: Así estás mucho más sexy cariño –te guiñó un ojo mientras reías-
Al final conseguiste anudar tu camisa de tal manera que no quedó muy impropia… justo para cuando abrieron las puertas. Salisteis de allí algo acalorados pero satisfechos de lo ocurrido. Ambos os dirigisteis al despacho del jefe con una gran sonrisa pero con temor por dentro…
Jefe: ¿Por qué os habéis tardado tanto? –gritó conforme os vio entrar por la puerta-
Zayn: Señor el ascensor sufrió una avería eléctrica y nos quedamos encerrados… -explicó el moreno-
Jefe: ¿Encerrados? –te miró y su vista se fijó en tu cuello en el cual había una gran marca- no me toques los cojones Malik… -rió irónico-
Tú: Jefe, Zayn le está diciendo la verdad… -le defendiste y el moreno te devolvió una sonrisa-
Jefe: ¿Y qué me decís de esto? –giró la pantalla de su ordenador-
En ella se veían las puertas del ascensor cerradas y de pronto se empezaron a escuchar vuestras voces y enseguida identificaste tus gemidos-
Tu cara se volvió roja en cuestión de segundos, miraste a Zayn quien se tapaba la boca con la mano para no reír.
Jefe: ¿Me explicáis qué hacíais? –gritó y te escondiste tras Zayn-
Zayn: Solo nos estábamos conociendo… -le vaciló provocando que el Jefe se pusiese hecho una furia-
Jefe: ¡Estáis despedidos! –gritó con toda sus fuerzas y salisteis del despacho corriendo-
Todos os miraban extrañados y al fin conseguisteis salir a la calle entre las risas del moreno.
Tú: Zayn, ¡no tiene gracia! –lo miraste incrédula por su actitud- nos han… -te cortó con un beso- despedido… -susurraste una vez se separó-
Zayn: ¿Y qué?... ya encontraremos algo mejor –guiñó un ojo- además… ha merecido la pena… -sonrió mostrando su perfecta dentadura-
Tú: Estás loco… -reíste-
Zayn: Sí, es cierto… -se encogió de hombros- pero loco por ti… -dio un golpecito con su dedo en tu nariz y sonreíste- ¿Te apetece un helado? Aún tengo algo de calor… -se mordió el labio y reíste-
Tú: Lo que tú quieras guapo –te pusiste de puntillas para poder besar su mejilla-
Y así fue como tu martes trece se convirtió en el día con más suerte de tu vida. Tal vez perdieses tu trabajo si… pero ¿y qué?... ya estabas harta de soportar a aquel imbécil de tu jefe… ahora tenías a Zayn quien se convirtió en una persona importantísima para ti y con el que compartiste muchos momentos especiales… y que no olvidarías fácilmente.
PD: Dedicado a LuDirectioner :3 te quiero cielote:D <3 espero q te gustee!
Imagina de Zayn:
Compañero de ascensor:
Suena el despertador, son las 6:30 de la mañana de un martes cualquiera… odias los martes, especialmente hoy que casualmente es trece… martes trece… Sí, eras una supersticiosa y odiabas todas esas cosas tipo: gato negro mala suerte, pasar por debajo de una espalera mala suerte, martes trece mala suerte… Apagaste la alarma que aún seguía sonando, tan incordiosa como todas las mañanas. Te levantaste de la cama y miraste por la ventana, aparentemente todo seguía igual que siempre, no había ningún accidente, ni atascos… la gente seguía haciendo su vida como un día cualquiera, pero de seguro pisabas la calle y empezaban a pasarte cosas, como todos los malditos martes trece. Cómo olvidar lo último que te pasó, cuando ese maldito niñato de tres al cuarto te arrancó el bolso de un tirón llevándose consigo la paga del mes. Suspiraste queriendo olvidar aquel maldito día y te vestiste ( http://www.polyvore.com/sin_t%C3%ADtulo_135/set?id=56674634 ) para salir a correr un rato (además de supersticiosa eras muy sana y te gustaba estar en forma)Diste la vuelta a la manzana a trote lento, y mientras lo hacías te cruzaste con un chico moreno, bastante guapo y que te era bastante familiar pero que no recordabas con exactitud donde le habías visto antes. El chico también iba haciendo footing y ambos intercambiasteis miradas al cruzaros. El resto del camino fuiste pensando en ese chico y en esa mirada oscura, el primer momento bueno del día. Al llegar fuiste directa a la ducha donde el agua templada relajó tus tensados músculos para poder empezar así un duro y pesaroso día. Envuelta en la fina toalla regresaste a tu habitación para vestirte: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=66349891&.locale=es Una vez terminaste de arreglarte fuiste a la cocina, desayunarías algo ligero, un zumo con una tostada de jamón y queso era lo mejor. Cogiste las llaves y saliste de casa para encaminarte hacia tu trabajo. Trabajabas como abogada en una de los gabinetes más importantes de la ciudad y estabas bastante orgullosa con tu puesto de trabajo, pero acababas rendida por las exigentes órdenes de tu jefe, al cual odiabas. Llegaste algo justa de tiempo ya que el maldito tacón se te quedó atascado en una baldosa mal colocada… tú y tu suerte… Subiste en el ascensor y por los inmensos pasillos te ibas encontrando a todos tus compañeros que te saludaban con una agradable sonrisa de buenos días, seguidos de algunos silbidos de los más descarados. Pero tú continuaste sin mirar a esos bobalicones. Cuando al fin conseguiste llegar a tu mesa tu teléfono empezó a sonar, lo descolgaste y ya tenías ahí la llamada de tu querido jefe dándote los buenos días en forma de reprimenda.
Jefe: Señorita Anderson… veo que llega algo apurada de tiempo… -dijo con una voz seria-
Tú: Lo siento señor, ya sabe mi mala suerte y por desgracia he tenido un infortunio… -intentaste excusarte aún con la respiración agitada por la mini carrerilla que hiciste para llegar a tu mesa, pero un grito horrible del otro lado del teléfono te interrumpió-
Jefe: ¡No quiero excusas baratas Anderson! –separaste un poco el teléfono de tu oreja- ¡Preséntese en mi despacho inmediatamente! –gritó y seguido de esto colgó de manera brusca-
Maldeciste entre dientes y te dirigiste a su despacho, para ello tenías que volver a pasar por el incordioso pasillo de los babosos, correr hacia el ascensor con la esperanza de que las puertas no se cerrasen antes de tiempo o que no tuvieses que esperar hasta que llegara a la planta en la que te encontrabas. Pero por suerte las puertas aún estaban abiertas así que echaste a correr y conseguiste entrar justo unos segundos antes de que se cerraran, pero con tan mala suerte que pilló un cacho de tu falda, rajándola y convirtiéndola en un cacho de tela que mostraba más de lo deseado de tus piernas…
Tú: ¡Mierda! –dijiste en voz alta al ver como la tela negra quedó atrapada entre las pesadas puertas-
------: Una señorita tan hermosa no debería usar ese vocabulario… -diste un pequeño respingo al escuchar esa voz-
Ni te habías percatado de que en el ascensor iba alguien más aparte de ti, un hombre… ¡y qué hombre!… Para tu sorpresa era aquel chico moreno de ojos intrigantes que te habías cruzado a la mañana mientras hacías footing, pero con la diferencia que ahora iba con traje: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=66351963&.locale=es , que ha decir verdad le quedaba mucho mejor que ese chándal ancho… La camisa se ajustaba a su delgado pero marcado cuerpo y los pantalones dibujaban a la perfección el contorno de sus musculadas piernas.
Tú: Oh… yo, esto… lo siento… -reíste algo nerviosa mientras tirabas de tu falda para bajarla un poco y tapar un poco tus piernas-
El chico sonrió y mordió su labio inferior mirando con disimulo tus piernas. Carraspeaste y su oscura mirada volvió a tus ojos.
------: ¿A qué número? –preguntó señalando los botones-
Tú: Planta sexta… -sonreíste de lado-
Él pulsó el botón que dijiste y volvió a meter su mano en el bolsillo.
-----: ¿Vas al despacho del jefe? –te miró de reojo y asentiste- Vaya… creo que entonces vamos al mismo lado… -rió mientras alargaba su mano-
La miraste algo extrañada y él volvió a hablar.
-----: Zayn Malik –sonreíste- mucho gusto –estrechó tu mano mientras hacia una reverencia y reíste-
Tú: (TN) Anderson, encantada –le dedicaste tu mejor sonrisa que te devolvió con otra mucho más hermosa-
Permanecisteis unos segundos mirándoos, como a la mañana cuando os cruzasteis, su oscura mirada que reflejaba una gran sensualidad y mucho misterio. Bajaste tu mirada hasta tu mano que aún seguía enlazada con la suya.
Zayn: Oh, lo siento –rió soltando tu mano-
Tú: No impo… -un fuerte ruido hizo que no continuaras la frase- ¿Qué ha sido… -una fuerte sacudida cortó de nuevo tus palabras-
Esta sacudida te llevó a chocarte con el fuerte cuerpo del moreno que te agarró para que no calleras.
Diste un pequeño grito y las luces se apagaron para saltar las de emergencia… la cual era una pequeña lucecita roja en lo alto de la puerta de salida.
Zayn: ¿Estás bien? –preguntó separándote un poco de su cuerpo-
Tú: Creo que si… -terminaste de separarte algo tímida mientras colocabas tu ropa- ¿Qué ha pasado? –miraste a la lucecita de emergencia-
Zayn: Creo que ha habido algún fallo que ha hecho que el ascensor se pare… -miró hacia la trampilla del techo- Si no me equivoco ha habido un corte eléctrico… -volvió a mirarte-
Tú: ¿¡Qué!? –gritaste provocando que él diera un pequeño respingo- ¡Lo sabía, sabía que me tenía que pasar algo de esto hoy! Aaaggg… maldito martes trece –murmuraste provocando la risa del moreno-
Zayn: Tranquila, seguramente serán unos minutos, enseguida estaremos en el despacho del jefe –guiñó un ojo y pusiste cara de asco con lo que volvió a reír-
Ahora que te dabas cuenta su risa era perfecta, tan varonil y sensual. Y esa maldita lucecita roja que te estaba empezando a poner de los nervios marcaba cada facción de su cara haciéndolo aún más masculino y deseable. Te fuiste deslizando por la pared hasta acabar sentada en el suelo y suspiraste algo agitada.
Zayn: ¿Pasa algo? –preguntó al ver tu cara de espanto-
Tú: Me da claustrofobia estar en sitios pequeños y cerrados durante mucho tiempo… -lo miraste aterrada y te devolvió una sonrisa tranquilizadora que te derritió por completo-
Zayn: Tranquila… no pasa nada –se sentó a tu lado y tu cuerpo se tensó al rozar vuestros brazos- ¿Te cuento un secreto? –sonrió de lado y asentiste- Yo le tengo miedo a los espacios con mucha agua, el mar por ejemplo –explicó mientras gesticulaba con las manos- no sé nadar… -frunció los labios y sonreíste tierna-
Tú: Vaya… quién diría que tú le ibas a tener miedo a algo tan inmenso… -él te miró con el ceño fruncido-
Zayn: ¿Por? –rió-
Tú: No sé… se te ve tan… imponente… como si a todo lo que se te pone por delante tuviese una solución fácil… -sonrió-
Zayn: Vaya, gracias… -reísteis- ¿Estás mejor ya? –preguntó tras unos segundos en silencio-
Tú: Sí… -te miró conforme-
“ATENCIÓN SE HA PRODUCIDO UN CORTE ELÉCTRICO EN EL SUMINISTRO QUE LLEVARÁ UNOS VEINTE MINUTOS DE REPARACIÓN, LES RECOMENDAMOS MANTENGAN LA CALMA. LOS ASCENSORES ESTÁN FUERA DE SERVICIO PERO HEMOS DETECTADO QUE HAY PERSONAS DENTRO, INTENTAREMOS SACARLOS CUANTO ANTES, GRACIAS” –se escuchó una voz de mujer a través de los altavoces exteriores-
Tú: ¿¡Veinte minutos!? –tu mirada se agrandó-
Zayn: Genial… una hora encerrados en este maldito cacharro… -lo miraste extrañada-
Tú: No Zayn… han dicho que tardarán veinte minutos… -sonreíste desesperada-
Zayn: Cariño… esos tipos son unos chapuzas, veinte minutos es lo mínimo que pueden tardar… una hora como máximo, y eso contando con que lo hagan rápido y no la caguen mucho… -te llevaste las manos a la cara rezando porque os sacasen de allí cuanto antes-
Los siguientes diez minutos se te hicieron eternos… no parabas de mirar la hora, incluso te pareció que tu reloj se había parado como el resto de cosas… Llegaste a pedirle la hora a Zayn varias veces y siempre te respondía de la misma manera: “Por mucho que lo mires no va a correr el tiempo”. Empezaste a mover el pie inquieta, tu cuerpo estaba demasiado acalorado ahí dentro, estabas empezando a sudar, cosa que odiabas, no era nada femenino… y menos si tenías a esa perfección humana al lado, era la última situación en la que querías que te viera…
Tú: ¡Aaahh no aguanto más! –gritaste ya desesperada-
Zayn: ¿Tienes calor verdad? –lo miraste y te arrepentiste de haberlo hecho ya que no iba a ser fácil volver a despegar la mirada de él-
Tres botones, tan solo hizo falta que se desabrochara esos tres botones para conseguir que no volvieras a quitarle ojo a aquel moreno torso que asomaba por el escote de su camisa. El contraste, su piel parecía ser suave e incitaba a acariciarla, brillaba por el sudor lo que te hacía desearla con muchas más ganas, y pudiste percibir que había una escritura de tinta negra marcada en la parte superior de su pecho, parecía una caligrafía árabe que te llamó bastante la atención.
Zayn: Significa Walter, era mi abuelo, murió hace dos años… -explicó con la mirada perdida y abriendo un poco más su camisa para que pudieras ver mejor el tatuaje completo-
Tú: Eso es precioso, Zayn… –sonreíste mientras tus dedos se atrevían a dibujar el contorno-
Tu mirada se deslizó de su tatuaje a sus ojos, que te miraban con deseo y en sus labios había un media sonrisa. Tu espalda fue recorrida por un escalofrío y enseguida tus mejillas se encendieron, tu cuerpo ardía y tu frente sudaba.
Zayn: Será mejor que de desabroches eso si no quieres que te dé un soponcio… -rió divertido al ver tu cara-
Tú: Ni lo sueñes Malik, no pienso quedarme en sujetador… -separaste con disimulo tu cuerpo del suyo-
Zayn: No serías la primera a la que veo en sujetador –murmuró por lo bajo pero con intenciones de que lo oyeras y refunfuñaste-
Pero al cabo de unos minutos tuviste que hacerle caso y desabrochaste algunos botones de tu estrecha camisa, la cual ya estaba tan sudada que se adhería a tu cuerpo e incluso dejaba ver tu sujetador color carne… Zayn no paraba de mirarte de reojo y notaste como su pecho iba subiendo cada vez más rápido, su cara brillaba por el sudor y eso te excitaba de una manera loca… Algo dentro de ti te pedía que te lanzaras allí mismo, sin importar nada… necesitabas sentir sus labios sobre los tuyos y sus manos acariciando tu cuerpo. De pronto se desabrochó la camisa por completo y entonces pudiste admirar su perfecto torso el cual era digno de un dios griego. Suspiraste con excitación y él se mordió el labio inferior. Apartaste tu mirada para no cometer una locura y él se levantó para acto seguido levantarte a ti y pegarte contra la pared. Dejando tu cuerpo atrapado con el suyo y sus manos a ambos lados de tu cabeza.
Tú: ¿Qué…haces? –dijiste apenas sin respiración ya que tu cuerpo estaba invadido por los nervios-
Zayn: Shh… -rozó tus labios con la punta de su nariz y cerraste los ojos- no aguanto más… -dijo sobre tus labios para acto seguido atacarlos con un beso fogoso-
Al principio jugueteó con tus labios, mordiéndolos y succionándolos hasta dejarlos hinchados. Después abrió sus labios para dejar paso a su lengua que buscó la tuya con desesperación, la acaricio y jugueteó con ella. Después recorrió toda tu boca con su lengua y finalizó volviendo a mordisquear tus labios, esta vez con más tranquilidad. Sus labios recorriendo un caminito desde tus labios, pasando por tu mejilla hasta acabar en tu cuello y en la cuenca de tu hombro. Suspiraste con cada beso que era como una caricia celestial y de pronto sus dientes se clavaron en la fina y blanquita piel de tu cuello, dejando una marca bastante notoria y roja. Continuó subiendo por este de nuevo hasta alcanzar tu oído.
Zayn: Te deseo (TN)… -y jugueteó con el lóbulo de tu oreja con sus labios-
Tú: Oh Zayn… -se escapó de tus labios en un susurro cuando él volvió a bajar por cuello hasta alcanzar el tercer botón de tu camisa que aún permanecía abrochado-
Él se separó para mirarte y le correspondiste con una mirada lujuriosa y llena de deseo incontrolable. Subió sus grandes manos por tus delgadas caberas hasta alcanzar tu camisa y tiró de los botones para desabrocharla de una vez, muchos de los cuales acabaron esparcidos por el suelo, pero no te importó. Volvió a devorar tus labios mientras tu camisa se deslizaba por tus hombros hasta acabar en el suelo junto a los botones que antes pertenecían a ella. Hiciste lo mismo con su camisa que de igual modo acabó junto a la tuya. Tus dedos estaban entrelazados en su pelo, pero no pudiste aguantar más la tentación. Bajaste tus manos por su pecho, acariciándolo, sintiendo cada pedazo de su piel, como su cuerpo ahora te pertenecía, era dueño de tus manos y gemiste sobre sus labios al notar como algo entre sus piernas estaba empezando a hacer presión sobre tu feminidad. Se separó de tus labios para mirarte y enseguida se formó una sonrisa pícara en sus labios. Te mordiste el labio y él rió sobre tu cuello para acto seguido volver a besarlo. Volviste a suspirar y a gemir con cada beso y cada caricia de aquel moreno.
Sus manos ahora estaban en tus caderas y pasaron a tu trasero con suaves caricias que te erizaron la piel, te apretó de nuevo contra su erección, ya bastante notable, mientras devoraba con desesperación tus labios para callar tus gemidos. Tus manos bajaron hasta su cinturón y con habilidad conseguiste quitarlo a la primera.
Zayn: Vaya… -se separó unos milímetros- se te da bien esto de quitar cinturones, ¿eh? –dijo burlón y le pellizcaste el trasero provocando su risa-
Volvió a besarte y terminaste quitando su pantalón quedando en unos Calvin Klein negros que marcaban a la perfección su abultada erección. Suspiraste ante tal cosa y notaste como tus braguitas empezaron a mojarse… Él volvió a apegarte a su cuerpo y acarició tu espalda con delicadeza mientras observaba tus ojos con pasión.
Zayn: ¿Puedo? –dijo con picardía una vez alcanzó el broche de tu sujetador-
Asentiste sobre sus labios y los besaste mientras que él, con un toque de dedos, se deshizo de tu sujetador, lanzándolo a un rincón. Sus besos bajaron fugaces por su cuello hasta alcanzar tu pecho, metió uno de tus pezones en su boca y comenzó a juguetear con él mientras de tus labios salían gemidos placenteros. El otro de igual manera recibía atención por parte de sus dedos que lo pellizcaban y masajeaban de una manera enloquecedora.
Una vez hubo acabado con ellos llevó las manos a tu pierna, y metiéndola por el interior de la falda para subirla lo suficiente. Después acarició tus piernas sin dejar de besarte, y te indicó que rodearas sus caderas con ellas. Así lo hiciste y enseguida notaste como sus manos buscaron con desesperación tus braguitas. Acarició la tela de esta con sus dedos y movió su pulgar haciendo círculos sobre tu clítoris. Gemiste alto mientras te aferrabas con fuerza a su espalda.
Zayn: Estás muy excitada… -comentó con gracia sobre tu oreja mientras te quitaba las bragas e introducía varios dedos dentro de ti-
Tú: Ahh… Zayn… -gemiste alto y él mordió tu cuello- aahhh… -cerraste los ojos-
Él movió rápido sus tres dedos dentro de ti haciéndote estremecer hasta que consiguió que tu espalda se arqueara seguida de un fuerte gemido. Sonrió conforme y sin soltarte bajó sus calzoncillos dejando ver su excitada erección. Suspiraste y se acercó a tu entrada.
Zayn: ¿Preparada? –besó tus labios y entró despacio-
Silenció tus gemidos con sus sonoros besos y empezó a moverse dentro de ti.
Tú: Ahh… Zayn… más… -él apretó tus caderas con sus manos y entró más aún- Aaahh –gritaste- más rápido –le pediste clavando tus uñas en su espalda-
Y así lo hizo, se movió cada más y más rápido, haciéndote dar saltitos sobre su erección, entrando y saliendo de ti de una manera gloriosa y provocando que tu cuerpo temblase con cada movimiento.
Zayn: Oh dios… -gimió cuando notó que las paredes de tu vagina se iban acomodando a su pene-
Continuó aumentando la velocidad hasta que ambos estallasteis en una serie de gemidos en los que solo se escuchaban vuestros nombres. Notaste como algo caliente recorría tu feminidad y suspiraste. Disminuyó la velocidad mientras iba saliendo de ti con cuidado para no hacerte daño. Y Te dejó en el suelo una vez estuviste recuperada.
Tú: ¿Sueles hacer esto con todas las chicas con las que te quedas encerradas en el ascensor? –dijiste con gracia abrazada a su cuerpo y él rió-
Zayn: Nunca nadie me ha excitado de tal manera como tú hermosa… -te guiñó un ojo mientras acariciaba tu trasero- Será mejor que nos vistamos antes de que vengan a abrirnos y nos pillen –dejó un beso fogoso sobre tus labios y comenzó a vestirse sin dejar de mirarte-
Tú: Genial Malik… mira cómo has dejado mi camisa… -le reprochaste mientras el reía-
Había arrancado de cuajo varios botones haciendo que tu camisa quedara bastante escotada.
Zayn: Así estás mucho más sexy cariño –te guiñó un ojo mientras reías-
Al final conseguiste anudar tu camisa de tal manera que no quedó muy impropia… justo para cuando abrieron las puertas. Salisteis de allí algo acalorados pero satisfechos de lo ocurrido. Ambos os dirigisteis al despacho del jefe con una gran sonrisa pero con temor por dentro…
Jefe: ¿Por qué os habéis tardado tanto? –gritó conforme os vio entrar por la puerta-
Zayn: Señor el ascensor sufrió una avería eléctrica y nos quedamos encerrados… -explicó el moreno-
Jefe: ¿Encerrados? –te miró y su vista se fijó en tu cuello en el cual había una gran marca- no me toques los cojones Malik… -rió irónico-
Tú: Jefe, Zayn le está diciendo la verdad… -le defendiste y el moreno te devolvió una sonrisa-
Jefe: ¿Y qué me decís de esto? –giró la pantalla de su ordenador-
En ella se veían las puertas del ascensor cerradas y de pronto se empezaron a escuchar vuestras voces y enseguida identificaste tus gemidos-
Tu cara se volvió roja en cuestión de segundos, miraste a Zayn quien se tapaba la boca con la mano para no reír.
Jefe: ¿Me explicáis qué hacíais? –gritó y te escondiste tras Zayn-
Zayn: Solo nos estábamos conociendo… -le vaciló provocando que el Jefe se pusiese hecho una furia-
Jefe: ¡Estáis despedidos! –gritó con toda sus fuerzas y salisteis del despacho corriendo-
Todos os miraban extrañados y al fin conseguisteis salir a la calle entre las risas del moreno.
Tú: Zayn, ¡no tiene gracia! –lo miraste incrédula por su actitud- nos han… -te cortó con un beso- despedido… -susurraste una vez se separó-
Zayn: ¿Y qué?... ya encontraremos algo mejor –guiñó un ojo- además… ha merecido la pena… -sonrió mostrando su perfecta dentadura-
Tú: Estás loco… -reíste-
Zayn: Sí, es cierto… -se encogió de hombros- pero loco por ti… -dio un golpecito con su dedo en tu nariz y sonreíste- ¿Te apetece un helado? Aún tengo algo de calor… -se mordió el labio y reíste-
Tú: Lo que tú quieras guapo –te pusiste de puntillas para poder besar su mejilla-
Y así fue como tu martes trece se convirtió en el día con más suerte de tu vida. Tal vez perdieses tu trabajo si… pero ¿y qué?... ya estabas harta de soportar a aquel imbécil de tu jefe… ahora tenías a Zayn quien se convirtió en una persona importantísima para ti y con el que compartiste muchos momentos especiales… y que no olvidarías fácilmente.
Última edición por Mrs Malik el Vie 21 Dic 2012, 10:45 am, editado 1 vez
Mrs Malik
Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
zkjhfdnlgsdvhmlghjdmzfkglhvlsdjkf ¿Te he dicho alguna vez que te quiero muchísimo? :') Me has dedicado el imagina de Zayn awwww, que linda. *w*
Y DIOS me encanta; sobre todo este último, fue genial. GENIAL. Me mata cuando los despide...jajajajajaj pobres. En fin. Ahora quiero que subas otro, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ¿va? jajajaja
Te quiero mucho cielo, Lucía xx
Y DIOS me encanta; sobre todo este último, fue genial. GENIAL. Me mata cuando los despide...jajajajajaj pobres. En fin. Ahora quiero que subas otro, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ¿va? jajajaja
Te quiero mucho cielo, Lucía xx
lLudirectionerl
Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
Este imagina está dedicado para Andrea (Andreita Eternamente Tuya) Espero que te guste mi cielo que te lo debía desde hacia mucho :) te quiero linda <3
Aviso: La última parte no me quedó muy bien...-.- ya que veo a Niall demasiado tierno como para hacer una escena "hot"....pero bueno...ahí quedó...ya me diréis que os parece jajaja os quiero :(L):
Imagina de Niall:
Un ángel caído del cielo:
Era tu primer día de instituto, te mudaste hacía apenas dos semanas a Mullingar (Irlanda) Nunca pensaste que pudiese existir una ciudad tan hermosa, con tanto paisaje verde y tan… rústico. Las casas eran hermosas y se respiraba un aire puro. Te recordaba al pequeño pueblo campestre en el que te criaste y del que te costó mucho alejarte ya que allí dejaste a todos tus amigos. Llevabas varios días cabreada con tus padres ya que de nuevo tuvisteis que mudaros, cosa que llevabas odiando los tress últimos años, cada 6 meses os mudabais a un sitio distinto por cuestiones de trabajo… es decir, cada vez que tú ya habías conseguido hacer amigos… De tu última mudanza solo conseguiste hacer una única y verdadera amistad, Cher, que te comprendía y apoyaba en todo, era tu mejor amiga y siempre lo sería fueras donde fueras. En cuanto llegaste a tu nueva casa la telefoneaste ya que era con la única persona con la que querías hablar. El día se te pasó rápido desempaquetando todas las cajas llenas de ropa y demás cosas del hogar y para colmo al día siguiente tenías clase.
Era la hora del almuerzo, la mañana se te hizo un poco pesada ya que tuviste materias algo odiosas (Historia, Filosofía, Biología, FyQ, Matemáticas…) y para colmo te encontraste sola todas las clases ya que nadie se te acercó a saludarte… pero al fin llegaba la hora de la comida, cosa que amabas. Te encantaba comer, todo te parecía delicioso e incluso dudabas al tener que elegir tu plato favorito, aunque ahí en ese maldito comedor del tres al cuarto no había mucho menú donde elegir… Un poco de puré de patatas, albóndigas y de postre yogurt o helado… Te paraste con tu bandeja de plástico admirando las vitrinas de comida, pero que no parecía ser muy apetitosa. La cocinera con cara de pocos amigos le sirvió un poco de puré de patata al chico que había a tu lado y enseguida te sirvió otro cucharazo a ti, el puré era pastoso y tenía grumos, cosa que odiabas… además tenía tomate por encima de haber usado el cucharón para coger otra comida, que parecía ser pescado. Pusiste cara de asco y apartaste el tomate de un trozo de patata dentro del “puré”.
-----: ¿Tú también odias la comida de este comedor? –dijo un chico alto, de pelo rubio, ojos azules y de una cara muy linda-
Tú: Oh… la verdad es que… nunca había venido a este comedor… -apartaste tu mirada algo tímida y él sonrió de lado-
Niall: ¿Eres nueva? –preguntó educadamente-
Tú: Si… me mudé hace dos semanas –le explicaste y el chico sonrió, llevaba braquets pero aún así era la sonrisa más hermosa que habías visto nunca de un chico-
Niall: ¿Puedo sentarme contigo? –preguntó aún con bandeja en mano-
Tú: Oh claro –sonreíste algo animada y apartaste la silla para que pudiese sentarse-
Niall: Gracias –te devolvió la sonrisa y alargó su mano una vez dejó la bandeja sobre la mesa- Me llamo Niall, Niall Horan, encantado –le estrechaste la mano con una sonrisa-
Tú: Igualmente Niall, soy (TN) Williams –él sonrió tierno- ¿Sabes? Eres el primero que se me ha acercado en toda la mañana… -dijiste sin mirarlo mientras apartabas los restos que aún quedaban de tomate sobre el puré-
Niall: ¿Enserio? –te miró de reojo y asentiste algo triste- Tranquila… aquí todo el mundo va a su aire… nadie se percata en si hay una cara nueva o si ya la ha visto antes… -te explicó-
Tú: Pero parece que tú si te hayas dado cuenta… -sonreíste y él asintió-
Niall: En cambio de esta gente –señaló con su cabeza a la multitud repartida en las distintas mesas- a mí me gusta observar, darme cuenta de quién es nuevo y quién lleva aquí demasiados años como para conocer todo esto como la palma de su mano –sonreíste mientras lo escuchabas- si te fijas, en cada mesa hay grupos… -te miró y observaste las mesas- Aquella de allí, la que pega a la ventana es la de los más empollones, son las mesas con más luz y las más alejadas del resto, para ellos son las ideales para poder concentrarse en sus libros mientras comen –observaste que llevaba razón- la que está en mitad es la más grande, ahora la vez vacía pero dentro de… -miró su reloj- quince segundos vendrán sus propietarios, las animadoras y líderes del equipo de rugbi, hacen lo mismo todos los días, llegan tarde a posta para hacer su “entrada triunfal” –entrecomilló con sus dedos esto último y volvió a mirar su reloj- 5…4… -viste como todo el mundo en el comedor hizo el silencio y se giraron a mirar a los portones- 3…2… 1-él también alzó su mirada hacia esas puertas- 0 –y justo conforme lo dijo las puertas se abrieron de par en par dándote un susto y por ella empezaron a entrar las chicas vestidas con la equipación de animadoras-
Todas eran guapísimas y estaban súper delgadas, sus piernas eran atléticas y sus peinados y maquillaje parecían ser propios de una Barbie de colección. Seguidos de estas entraron chicos guapísimos y de cuerpazos musculosos que sonreían con sus encantadoras y perfectas sonrisas a todas las chicas que había por las mesas, las cuales suspiraban como bobas… Pasaron por al lado de vuestras mesas con aires de grandeza y les seguiste con la mirada. De pronto viste como una de las animadoras llevaba un papelito del baño colgando de su falda y la avisaste.
Tú: Perdona –dijiste levantando corriendo y la chica se giró-
Te miró de arriba abajo con cara de asco y te contestó con bordería.
Ella: ¿Qué quieres monstruito? –dijo mientras mascaba su chicle con chulería-
Tú: ¿Qué?... –frunciste el entrecejo al ver que te había llamado “monstruito”-
Ella: ¿Oye quieres algo o qué? Tengo cosas mucho más importantes en las que invertir mi tiempo que estar perdiéndolo aquí contigo, ¿sabes? –miró sus pijas uñas kilométricas color fucsia-
Tú: Era solo para decirte que llevas un poco de papel colgando de la falda… -sonreíste irónica y ella se giró a mirar-
Los chicos del equipo de rugbi comenzaron a reírse mientras la señalaban y las animadoras le siguieron las risas, de pronto en apenas cuestión de segundos todo el comedor se estaba riendo de ella mientras la señalaban, incluso Niall que estaba colorado y se tapaba la cara con las manos. Volviste tu mirada a la chica que pasó a estar roja como un tomate y te miró con rabia.
Ella: ¡Esta me las pagarás monstruito! –te señaló con su uña fucsia y se fue de allí corriendo y lloriqueando seguida por unas cuantas pavas de las que hacía unos segundos estaban señalándola y riendo-
Volviste a tu asiento al lado de Niall y este te miró con un gran sonrisa.
Niall: No está nada mal para ser tu primer día… -dijo sonriente mientras metía una albóndiga entera en su boca-
Suspiraste algo preocupada, no solías recibir “amenazas” de ese tipo… y menos por una pija de turno… temías que te hiciese la vida imposible y que ahora fueses tú el hazme reír de todos… eras la nueva, serías el centro de atención y burla de todo el mundo, sobre todo después de lo ocurrido…
Niall: ¿No vas a comer? –te preguntó tras varios minutos en silencio en los que todo el comedor volvió a la calma-
Tú: No tengo hambre… -apartaste la bandeja de cerca de ti-
Niall: Oh vamos… ¿no me digas que le tienes miedo a Mina? –se metió otra albóndiga entera en la boca, pero esta vez era de tu bandeja de comida-
Tú: Niall no quiero ser la burla de todo el comedor… -te cruzaste de brazos preocupada-
Niall: Oh vamos… eso no pasará… ¿recuerdas? –golpeó tu sien con su dedo- aquí nadie recuerda las caras de nadie… ella no se acordará de ti… -se limpió la boca con la servilleta-
Tú: ¿Tú crees? –dijiste con algo de esperanza por salvar tu reputación-
Niall: Claro –sonrió- Además… ¿para qué estoy yo si no?... –guiñó un ojo que te hizo sonreír inevitablemente-
Tú: Gracias…Niall –sonreíste y él te la devolvió de una manera tierna-
Niall: Anda vamos… te enseño el resto de instituto –guiñó un ojo y recogió ambas bandejas para después tirarlas a la basura-
El chico se portó como un rey, te enseñó cada rincón de aquel inmenso edificio, pero hubo uno en especial que te encantó. Era un pequeño patio, con viejos bancos de madera con nombres y fechas grabados que parecían ser de hacía mucho tiempo, había una gran explanada llena de césped y un gran roble que daba sombra.
Niall: Este sitio es ideal cuando quieres relajarte si estás agobiada de exámenes –dijo apoyándose en una baranda-
Tú: La verdad es que es precioso –sonreíste y cerraste los ojos para dejar que la brisa acariciase tu rostro-
Pero más que la brisa notaste algo cálido y suave sobre tu mejilla, enseguida abriste los ojos para mirar y viste a Niall carraspear con las mejillas sonrojadas, más de lo que ya acostumbraba a tener, y mirando algo tímido hacia el suelo. Sonreíste y te miró de reojo.
Tú: ¿Y eso? –reíste al ver que apartó la mirada y en sus labios se formó una media sonrisa tímida-
Niall: Me apeteció hacerlo… -se encogió de hombros como si dar un beso en la mejilla a una persona que conoces de apenas unas horas fuese lo más normal del mundo-
Tú: Oh… -reíste ante su respuesta-
Niall: Lo siento… fue un impulso… -te miró y tu mirada se clavó en esos ojos color agua que te hipnotizaron-
Tú: No importa, me gustó… fue lindo -reíste tú ahora algo tímida y le viste sonreír ampliamente-
Niall: Oh, tengo una idea –dijo de pronto haciendo que dieses un respingo- quédate aquí, enseguida vuelvo –sonrió el rubio y salió corriendo mientras te seguía diciendo que te quedases ahí-
Decidiste sentarte bajo aquel gran roble y admirar la belleza de ese rincón tan solitario, pero tan perfecto. De pronto pudiste escuchar la voz de Niall llamándote.
Niall: ¿(TN)?, ¿(TN) dónde estás? –asomaste tu cabeza y lo viste mirando por todos lados con una guitarra en la mano-
Frunciste el entrecejo y sonreíste pensando en darle un sustillo. Te levantaste y viste como se iba acercando al roble mientras seguía llamándote, pero parecía que aún no te había visto, fuiste rodeando el roble mientras se acercaba y una vez estuviste tras su espalda…
Tú: ¡Buuu! –gritaste y viste como dio un pequeño salto-
Niall: ¡Ahhh! –gritó y se giró mientras tu reías a carcajadas- Oye no tiene gracia… -se llevó la mano al pecho- casi me da un infarto… -dijo serio pero notaste que iba a reír en cualquier momento- Para… -sonrió- eres mala… te vas a enterar –soltó la guitarra con cuidado mientras tu seguías riendo por la cara que puso y sin darte cuenta se abalanzó sobre ti y caísteis en el césped-
Dejaste de reír enseguida y lo miraste a los ojos, él seguía sonriendo y te miraba tierno.
Tú: Niall… -susurraste al ver que estaba demasiado cerca de ti-
Niall: ¿Sabes que quien me asusta recibe un castigo no? –se mordió el labio y llevó sus manos a tu costado-
Tragaste saliva ya que tu cuerpo se paralizó ante aquel apego, no sabías como reaccionar y en ese momento te dejabas de hacer lo que fuera… Cerraste los ojos cuando notaste que las manos de Niall acariciaban tu costado y suspiraste… pero justo en ese momento sus manos empezaron a hacerte cosquillas, abriste los ojos como platos al igual que tu boca, de la cual no paraban de salir carcajadas y súplicas de que parara. Niall también reía y cuando vio que estabas llorando de la risa paró, pero se mantuvo arrodillado sobre ti. Cerraste los ojos mientras recuperabas la respiración y suspiraste cuando lo conseguiste. Al abrir de nuevo los ojos te encontraste con su cara que sonreía dulcemente, era la imagen más bonita que recordabas, era como un ángel, tan bello y con esa sonrisa tímida que te encantó desde un primer momento.
Niall: ¿Estás mejor? –preguntó sin dejar de mirarte y asentiste-
Ambos mantuvisteis las miradas unos intensos segundos y después desviaste la tuya hacia la guitarra que aún permanecía en el suelo.
Tú: ¿Y eso? –preguntaste señalando la guitarra-
Niall: Oh, es verdad –se incorporó para cogerla y se sentó a tu lado-
Lo miraste algo dudosa pero a decir verdad le quedaba perfecta en sus preciosas manos.
Niall: También me gusta venir a este sitio cuando estoy mal por algo o simplemente necesito desconectar del mundo… -acarició las cuerdas de la guitarra dejando salir de ellas una linda musiquita- O cuando necesito inspirarme para componer –volvió a tocar las cuerdas con sus dedos pero esta vez dejando salir una melodía-
Tú: Vaya… ¿también compones? –dijiste risueña pensando en lo hermoso que sería verlo cantar para ti-
Niall: Si… -rió tímido- aunque nunca me ha escuchado nadie cantar… me da vergüenza –sonrió de lado-
Tú: Pues a mí me encantaría saber cómo cantas… -dijiste mientras arrancabas un poco de césped de manera juguetona-
Llevaste tu mirada de sus manos a su cara y él rió tímido.
Tú: Va porfa… -hiciste pucheros y volvió a reír mientras negaba con la cabeza-
Niall: ¿Prometes no reírte? –alzó su mirada a tus ojos mientras afinaba las cuerdas-
Tú: Prometido –le guiñaste un ojo y sonrió-
Niall comenzó a cantar un trocito de una canción que ya habías escuchado antes y que te encantaba:
https://www.youtube.com/watch?v=etAg90h_qg8
Conforme la iba entonando en tus labios se formó una sonrisa, no lo hacía nada mal… su voz era hermosa, digna de un ángel… era tu ángel. Niall te miró y sonrió el también y entonces su voz se relajó y te uniste a él, ambos cantasteis la canción entera entre sonrisas. Al acabar la canción ambos os quedasteis en silencio, tumbados en el césped y sonriendo. Giraste un poco tu cabeza para verle y tenía los ojos cerrados, pero seguía sonriendo, suspiraste y te acercaste a su cara sigilosa, dejaste un beso tierno en su mejilla y enseguida él abrió sus grandes ojos azules con sorpresa. Reíste al ver su cara y te levantaste. Él permaneció tumbado observándote y llevó su mano a su mejilla mientras sonreía.
Tú: Creo que ya es tarde… debería ir a casa –sonreíste- hasta mañana Niall –cogiste tu mochila y te fuiste a casa-
Los días siguientes los pasaste con Niall, enseguida se convirtió en tu mejor amigo aunque tú lo veías como un ángel caído del cielo. Como no, se lo contaste todo a Cher quien te escuchó atenta y te aconsejó que le pidieras salir.
Tú: Estás loca… -le dijiste con las mejillas coloradas-
Cher: No lo estoy, te gusta –dijo desde el otro lado del teléfono- ¿porqué no se lo dices? Estoy segura de que tú a él también le encantas por lo que me has contado –suspiraste como una tonta y Cher rió- Lo ves… enamorada… -dijo con tono pícaro-
Tú: ¡Ay calla ya! –tapaste tu cara con la almohada mientras Cher seguía riendo-
Cher: ¿Se lo dirás sí o… sí? –suspiraste y le respondiste con un pesado si para que se callara-
Al día siguiente ibas caminando rumbo a tu taquilla para coger tus cosas justo cuando te cruzaste con las animadoras… para tu mala suerte esa tal Mina enseguida te reconoció.
Mina: ¡Tú! –te señaló desde lo lejos- Maldito monstruito, ¿crees que ya me olvidé de ti? –gritó mientras se acercaba como una flecha-
Enseguida viste que unas cuantas chicas se unieron a ella. No querías ser cobarde y salir corriendo, querías enfrentarte a ella y dejarle claro que tu intención no fue dejarla en ridículo delante de todo el comedor… pero no lo comprendería y no querías comenzar el curso con una pelea… Tragaste saliva y te diste la vuelta para ir a clase, ignorando los gritos que te daba la chica.
Mina: ¡Eh! ¿Es que no me oyes o qué? –te agarró por el hombro para que voltearas a verla- ¿Encima de fea eres sorda o qué? –dijo con asco mientras sus “amiguitas chupa culos” reían-
Tú: Oye… no sé qué quieres de mí, pero mi intención no fue dejarte en ridículo, ¿vale? Por lo menos me podrías dar las gracias por haberte avisado… -la chica rió irónica-
Mina: Ya claro… eres la nueva, todo el mundo lo sabe –hizo un gesto con su mano señalando a toda la gente que ahora os hacía un corro para presenciar la riña- ¡querías dejarme en ridículo porque soy demasiado perfecta! Te da rabia no ser igual que yo, tienes envidia y piensas que dejándome en ridículo la gente se fijará en ti –conforme hablaba te iba golpeando el brazo, escuchaste como todos empezaban a corear el nombre de Mina-
Tú: ¡Eso no es cierto! –le contestaste con rabia- Estoy orgullosa de ser quien soy, por nada del mundo me cambiaría para ser una pija de plástico como todas vosotras –contestaste ya fuera de tus casillas-
Mina: ¿Perdona?... Creo que no te he oído bien… -viste como su cara se iba poniendo cada vez más colorada por tus contestaciones-
Tú: Pues quizás deberías lavarte las orejas… se te habrá metido laca de tanto intentar que se te quede ese moño –le vacilaste y enseguida todos rieron-
Mina: ¡Qué! –gritó ya roja por completo- Has muerto monstruito -
Tú: Tía creo que la laca te ha llegado a afectar al cerebro también… -dijiste mientras negabas con la cabeza- en fin… no tengo nada más que hablar contigo… -te diste la vuelta y la dejaste ahí-
Escuchaste como todo el mundo te silbaba y aclamaba por haber dejado por los suelos a esa niñata y cuando al fin conseguiste que te dejasen en paz unos brazos te agarraron. Al girar viste a ese ángel pero con gesto serio.
Niall: ¡Ey! No deberías haber hecho eso… -dijo serio-
Tú: Niall… no iba a permitir que me dejara por los suelos… -él negó con la cabeza-
Niall: Ahora sí que hará todo lo posible por dejarte por los suelos… no la conoces (TN)… -su voz era de preocupación-
Tú: Niall no creo que vuelva a dirigirme la palabra… le he dejado en ridículo dos veces… no volverá a por más… -sonreíste intentando que viera las cosas tal como eran-
Niall: No (TN)… ya te digo que no la conoces… te hará pasarlo mal… -sus ojos brillaban-
Agachaste tu cabeza ante aquella mirada.
Tú: No creo que me haga pasarlo peor de lo que ya he estado otras veces… -te dolía recordar los insultos en los que solo salía a tu defensa Cher, fue gracias a ella por lo que se dejaron de meter contigo-
Niall: Yo solo te estoy advirtiendo (TN)… no quiero que te haga daño… -agarró tu mentón para que lo miraras y sonreíste al ver su cara de preocupado-
Tú: Tranquilo… estaré bien… -sonreíste de lado- sé cuidarme sola… -reíste-
Niall: Pero quizá ante ella no… -su intensa mirada azulada se clavó en la tuya- No quiero que te haga daño… -apoyó su frente sobre la tuya-
De tus ojos bajó a tus labios conforme se iba acercando despacio. Enseguida su nariz rozó la tuya con delicadeza y sus labios rozaron los tuyos. En tu estómago se formó un nudo de nerviosa que subió por tu pecho hasta llegar a tus labios, convirtiéndose en una pequeña sonrisa llena de ilusión. Cerraste los ojos y Niall presionó sus labios sobre los tuyos, suspiraste ante aquel contacto y se separó unos milímetros. Ambos os mirasteis a los ojos y sonreísteis, él volvió a acercarse y esta vez te besó más efusivo, sus labios juguetearon con los tuyos con pequeños piquitos y después besos sonoros. Llevaste tus manos a su nuca para apegarlo más aún a tus labios y él enseguida buscó tu lengua, recorrió toda tu boca con ella y se entrelazó con la tuya en un abrazo húmedo. Él te abrazó por la cintura apegándote a su cuerpo y acariciando con sus pulgares tu espalda. Sus labios sabían tan bien… pero de pronto ese encantador momento se vio interrumpido por la chillona de turno…
Mina: Vaya, vaya, vaya… -os separasteis por el susto- así que el monstruito tiene un pichoncito… -miró a Niall con una sonrisa pícara-
Niall: Mina déjala en paz… -te escondió en su espalda-
Mina: Oh… Niall, Niall, Niall…no pensaba que fueras a hacerme esto… -puso cara de pena mientras se acercaba a Niall- Pensé que aún seguías sintiendo cosas por mí… -acarició su pecho y notaste como por tu cuerpo empezaba a surgir la rabia-
Niall: Mina eso pasó hace mucho tiempo… -lo miraste dudosa- y me arrepiento de lo que pasó, así que déjanos en paz… -la chica negó con la cabeza-
Mina: Me temo mi querido Niall, que no puedo hacer eso… -colocó los cuellos de su camisa de manera coquetona- no ahora que sé que este monstruo es tu… -puso cara de asco- “Novia” –entrecomilló la palabra con sus dedos-
Niall: Oye hazme todo el daño que se te pase por la cabeza si eres capaz, pero a ella déjala en paz –te señaló en defensa-
Mina: Creo que no me has entendido Niall… -se mordió el labio- no quiero que te acerques a ella… eres mío –dijo esto y agarró a Niall por los cuellos de la camisa apegándolo a sus labios-
Al ver esa imagen tu cuerpo se llenó de rabia, pero lo soltaste todo con lágrimas de impotencia. Corriste lo más rápido que pudiste, alejándote de esos dos. Las lágrimas te nublaban la vista así que no sabías a dónde estabas yendo hasta que decidiste parar porque necesitabas tomar aire… Secaste tus lágrimas mientras suspirabas, apoyaste tu espalda en un gran árbol y al mirar dónde te encontrabas te diste cuenta que era aquel maravilloso rinconcito que te mostró Niall en tu primer día. Sonreíste de lado por los buenos recuerdos que te traía ese lugar y una lágrima tonta recorrió tu mejilla. Te dejaste caer sobre el césped mientras tapabas tu cara dejando salir toda la rabia. Permaneciste ahí sola bastante rato hasta que lograste calmar tu llanto, permaneciste tumbada y con los ojos cerrados, respirando ese aire puro y tranquilo. Sin darte cuenta te quedaste dormida… pero algo tierno, una caricia, fue lo que te despertó. Al hacerlo viste a un ángel frente a ti, tu ángel… sus ojos azules te envolvían y su perfecto rostro parecía brillar al igual que su sonrisa. Suspiraste sin dejar de mirar esos maravillosos ojos.
Niall: Menos mal que te encontré… -susurró mientras que acariciaba tu mejilla con su pulgar- me tenías muy preocupado, no sabía donde podías haber ido… -su voz sonaba triste-
Tú: Mis pies me trajeron solos aquí… -dijiste sin mucho ánimo en tu voz-
Niall: ¿Estás cabreada?... –preguntó cauteloso mientras se tumbaba a tu lado-
Recordaste esa horrible imagen que rompió tu alma en pedazos, ese “beso” de judas…
Tú: No… -mentiste y apartaste tu mirada cobarde-
Niall: Oye… -agarró tu mentón para que lo mirases- te conoceré de poco, pero eres demasiado transparente para saber qué te ocurre… y sé que estás cabreada por el beso de Mina… -al escuchar esa última frase tus ojos se cristalizaron sin dejar de mirar los suyos-
Una tierna sonrisa se dibujó en la cara del rubio quien enseguida te envolvió con sus brazos apegándote a su cuerpo. Apretaste tu cabeza sobre su pecho cuando rompiste en llanto de nuevo.
Niall: Mi pequeña… -acarició tu pelo- no llores por favor… no por mí, no me lo merezco… -agarró tus hombros para separarte un poco y poder verte la cara-
Tú: ¿Por qué no me contaste que tú y ella…? –mordiste tu labio para no sollozar-
Niall: Eso pasó hace mucho tiempo… fue una etapa que prefiero no recordar, no quería que por eso te alejases de mí… -agarró tu cara entre sus manos mientras hablaba- Me gustas (TN), muchísimo… -notaste como esto último lo dijo con timidez y se formaron unas cosquillas en tu estómago- y no quería que por una tontería como esa… -lo cortaste con un beso-
Tú: Tú también me gustas Niall, muchísimo… -sonreíste abrazándolo por el cuello-
Él sonrió tierno y secó la última lágrima que bajaba por tu mejilla con su pulgar, con este agarró tu mentón y te atrajo hasta sus labios para poder saborear los tuyos con delicadeza. Fue delicado y dulce, el beso perfecto, digno de un ángel. Poco a poco te fue recostando sobre el césped sin dejar de besarte. Se separó un poco para mirarte, no podíais dejar de sonreír. Dejó varios besos por tus mejillas, nariz, frente, barbilla… para acabar de nuevo en tus labios, pero esta vez de una manera más fogosa y sensual. Buscó tu lengua que enseguida se entrelazó con la suya con desesperación y necesidad. El deseo invadió vuestros cuerpos y enseguida el beso fue subiendo de tono… Él bajó sus manos acariciando con delicadeza y dulzura tu cuerpo hasta llegar a tus piernas. Tu piel se erizó al contacto de su piel con la tuya y suspiraste sobre sus labios. Lo miraste mientras él besaba tu frente y comenzaste a desabrochar su camiseta. Te miró con una sonrisa pícara en sus labios una vez desabrochaste casi todos los botones. Admiraste su torso, quizá no fuera el mejor cuerpo del mundo, pero para ti lo era. Suspiraste y él volvió a besarte mientras sus manos se escabulleron por dentro de tu camiseta. Reíste sobre sus labios al notar sus caricias e hiciste lo mismo con su cuerpo, lo acariciaste tranquilamente hasta que tus manos llegaron a su pantalón. Entonces tu cabeza fue consciente de lo que estabas haciendo, estabas a punto de desnudarlo, para ti, para entregarte entera a él. Pausaste unos segundos, él se separó de tu cuello y te miró con cara de extrañeza.
Niall: ¿Qué ocurre linda? –acarició tu mejilla con su pulgar-
Lo miraste a los ojos y sonreíste.
Tú: Te quiero… -susurraste con una gran sonrisa y de sus labios desapareció la preocupación-
Niall: Yo más mi niña –besuqueó toda tu cara mientras reías porque te hacía cosquillas-
Al cabo de unos minutos ambos ya estabais desnudos, vuestros cuerpos desprendían un calor inhumano y vuestras miradas pedían más… Niall admiró tu cuerpo con una media sonrisa mientras se mordía el labio, suspiró pausado y acariciaste su brazo, él volvió la vista a tus ojos y te besó con delicadeza mientras se colocaba entre tus piernas. Acercó su boca a tu oído y entró despacio provocando que soltaras un pequeño gemido.
Niall: Si te hago daño dímelo amor… -besó tu cuello mientras entraba de más seguido en ti-
Apenas sentías dolor ya que el placer era mucho mayor, te aferraste con fuerza a su espalda, dejando unas pequeñas marcas en ella provocadas por tus uñas, pero a él ni parecía darse cuenta. Sus manos agarraban el césped con fuerza mientras sus caderas seguían moviéndose con cuidado pero con rapidez, entraba en ti con cariño y deseo mientras no dejaba de besar tus labios para callar tus gemidos.
Tú: Niall… -susurraste tras varios gemidos sobre sus labios-
Niall: Dime amor… -susurró él con la respiración agitada-
Tú: Más rápido, hazlo ya Niall…ahhh… -gemiste cerca de su oído lo que lo excitó aún más e hizo que sus caderas dieron una sacudida aún mayor, entrando por completo en ti-
Tu espalda se arqueó y gemiste más fuerte. Agarró tus caderas con sus fuertes manos y siguió moviéndose rápido, dibujaba círculos en el aire con sus caderas. Tu cuerpo estaba inundado por la excitación, tu piel erizada y tu espalda arqueada por el placer. De pronto notaste como ibas a llegar al orgasmo y se lo hiciste saber:
Tú: Niall… ahh… ya… aahhh… -con esas simples palabras Niall te entendió-
Pasó su brazo por tu espalda para incorporarte y abrazarte, hundió su cabeza en tu cuello para soltar sus gemidos mientras tú no parabas de gritar su nombre. Vuestros cuerpos temblaban y ardían, ambos caísteis rendidos sobre el césped, con los ojos cerrados pero sonriendo. Tras varios segundos recuperando la respiración notaste como su mano buscó la tuya, entrelazasteis vuestros dedos y al cabo de unos minutos volvió a colocarse sobre ti. Enseguida abriste los ojos con una gran sonrisa y él te miraba con ternura, como si fueses lo más importante de su vida.
Niall: ¿Sabes qué amor? –susurró, provocando que la palabra “amor” erizara tu piel de emoción-
Tú: ¿Qué? –susurraste con una gran sonrisa-
Niall: Eres lo mejor que me ha pasado en la vida… -rozó su nariz con la tuya y besó tus labios delicadamente- Te amo princesa… -sus ojos lagrimeaban de alegría al igual que los tuyos-
Tú: Yo más mi ángel... -Os fundisteis en un fuerte abrazo y un beso dulce pero lleno de sentimientos-
Aviso: La última parte no me quedó muy bien...-.- ya que veo a Niall demasiado tierno como para hacer una escena "hot"....pero bueno...ahí quedó...ya me diréis que os parece jajaja os quiero :(L):
Imagina de Niall:
Un ángel caído del cielo:
Era tu primer día de instituto, te mudaste hacía apenas dos semanas a Mullingar (Irlanda) Nunca pensaste que pudiese existir una ciudad tan hermosa, con tanto paisaje verde y tan… rústico. Las casas eran hermosas y se respiraba un aire puro. Te recordaba al pequeño pueblo campestre en el que te criaste y del que te costó mucho alejarte ya que allí dejaste a todos tus amigos. Llevabas varios días cabreada con tus padres ya que de nuevo tuvisteis que mudaros, cosa que llevabas odiando los tress últimos años, cada 6 meses os mudabais a un sitio distinto por cuestiones de trabajo… es decir, cada vez que tú ya habías conseguido hacer amigos… De tu última mudanza solo conseguiste hacer una única y verdadera amistad, Cher, que te comprendía y apoyaba en todo, era tu mejor amiga y siempre lo sería fueras donde fueras. En cuanto llegaste a tu nueva casa la telefoneaste ya que era con la única persona con la que querías hablar. El día se te pasó rápido desempaquetando todas las cajas llenas de ropa y demás cosas del hogar y para colmo al día siguiente tenías clase.
Era la hora del almuerzo, la mañana se te hizo un poco pesada ya que tuviste materias algo odiosas (Historia, Filosofía, Biología, FyQ, Matemáticas…) y para colmo te encontraste sola todas las clases ya que nadie se te acercó a saludarte… pero al fin llegaba la hora de la comida, cosa que amabas. Te encantaba comer, todo te parecía delicioso e incluso dudabas al tener que elegir tu plato favorito, aunque ahí en ese maldito comedor del tres al cuarto no había mucho menú donde elegir… Un poco de puré de patatas, albóndigas y de postre yogurt o helado… Te paraste con tu bandeja de plástico admirando las vitrinas de comida, pero que no parecía ser muy apetitosa. La cocinera con cara de pocos amigos le sirvió un poco de puré de patata al chico que había a tu lado y enseguida te sirvió otro cucharazo a ti, el puré era pastoso y tenía grumos, cosa que odiabas… además tenía tomate por encima de haber usado el cucharón para coger otra comida, que parecía ser pescado. Pusiste cara de asco y apartaste el tomate de un trozo de patata dentro del “puré”.
-----: ¿Tú también odias la comida de este comedor? –dijo un chico alto, de pelo rubio, ojos azules y de una cara muy linda-
Tú: Oh… la verdad es que… nunca había venido a este comedor… -apartaste tu mirada algo tímida y él sonrió de lado-
Niall: ¿Eres nueva? –preguntó educadamente-
Tú: Si… me mudé hace dos semanas –le explicaste y el chico sonrió, llevaba braquets pero aún así era la sonrisa más hermosa que habías visto nunca de un chico-
Niall: ¿Puedo sentarme contigo? –preguntó aún con bandeja en mano-
Tú: Oh claro –sonreíste algo animada y apartaste la silla para que pudiese sentarse-
Niall: Gracias –te devolvió la sonrisa y alargó su mano una vez dejó la bandeja sobre la mesa- Me llamo Niall, Niall Horan, encantado –le estrechaste la mano con una sonrisa-
Tú: Igualmente Niall, soy (TN) Williams –él sonrió tierno- ¿Sabes? Eres el primero que se me ha acercado en toda la mañana… -dijiste sin mirarlo mientras apartabas los restos que aún quedaban de tomate sobre el puré-
Niall: ¿Enserio? –te miró de reojo y asentiste algo triste- Tranquila… aquí todo el mundo va a su aire… nadie se percata en si hay una cara nueva o si ya la ha visto antes… -te explicó-
Tú: Pero parece que tú si te hayas dado cuenta… -sonreíste y él asintió-
Niall: En cambio de esta gente –señaló con su cabeza a la multitud repartida en las distintas mesas- a mí me gusta observar, darme cuenta de quién es nuevo y quién lleva aquí demasiados años como para conocer todo esto como la palma de su mano –sonreíste mientras lo escuchabas- si te fijas, en cada mesa hay grupos… -te miró y observaste las mesas- Aquella de allí, la que pega a la ventana es la de los más empollones, son las mesas con más luz y las más alejadas del resto, para ellos son las ideales para poder concentrarse en sus libros mientras comen –observaste que llevaba razón- la que está en mitad es la más grande, ahora la vez vacía pero dentro de… -miró su reloj- quince segundos vendrán sus propietarios, las animadoras y líderes del equipo de rugbi, hacen lo mismo todos los días, llegan tarde a posta para hacer su “entrada triunfal” –entrecomilló con sus dedos esto último y volvió a mirar su reloj- 5…4… -viste como todo el mundo en el comedor hizo el silencio y se giraron a mirar a los portones- 3…2… 1-él también alzó su mirada hacia esas puertas- 0 –y justo conforme lo dijo las puertas se abrieron de par en par dándote un susto y por ella empezaron a entrar las chicas vestidas con la equipación de animadoras-
Todas eran guapísimas y estaban súper delgadas, sus piernas eran atléticas y sus peinados y maquillaje parecían ser propios de una Barbie de colección. Seguidos de estas entraron chicos guapísimos y de cuerpazos musculosos que sonreían con sus encantadoras y perfectas sonrisas a todas las chicas que había por las mesas, las cuales suspiraban como bobas… Pasaron por al lado de vuestras mesas con aires de grandeza y les seguiste con la mirada. De pronto viste como una de las animadoras llevaba un papelito del baño colgando de su falda y la avisaste.
Tú: Perdona –dijiste levantando corriendo y la chica se giró-
Te miró de arriba abajo con cara de asco y te contestó con bordería.
Ella: ¿Qué quieres monstruito? –dijo mientras mascaba su chicle con chulería-
Tú: ¿Qué?... –frunciste el entrecejo al ver que te había llamado “monstruito”-
Ella: ¿Oye quieres algo o qué? Tengo cosas mucho más importantes en las que invertir mi tiempo que estar perdiéndolo aquí contigo, ¿sabes? –miró sus pijas uñas kilométricas color fucsia-
Tú: Era solo para decirte que llevas un poco de papel colgando de la falda… -sonreíste irónica y ella se giró a mirar-
Los chicos del equipo de rugbi comenzaron a reírse mientras la señalaban y las animadoras le siguieron las risas, de pronto en apenas cuestión de segundos todo el comedor se estaba riendo de ella mientras la señalaban, incluso Niall que estaba colorado y se tapaba la cara con las manos. Volviste tu mirada a la chica que pasó a estar roja como un tomate y te miró con rabia.
Ella: ¡Esta me las pagarás monstruito! –te señaló con su uña fucsia y se fue de allí corriendo y lloriqueando seguida por unas cuantas pavas de las que hacía unos segundos estaban señalándola y riendo-
Volviste a tu asiento al lado de Niall y este te miró con un gran sonrisa.
Niall: No está nada mal para ser tu primer día… -dijo sonriente mientras metía una albóndiga entera en su boca-
Suspiraste algo preocupada, no solías recibir “amenazas” de ese tipo… y menos por una pija de turno… temías que te hiciese la vida imposible y que ahora fueses tú el hazme reír de todos… eras la nueva, serías el centro de atención y burla de todo el mundo, sobre todo después de lo ocurrido…
Niall: ¿No vas a comer? –te preguntó tras varios minutos en silencio en los que todo el comedor volvió a la calma-
Tú: No tengo hambre… -apartaste la bandeja de cerca de ti-
Niall: Oh vamos… ¿no me digas que le tienes miedo a Mina? –se metió otra albóndiga entera en la boca, pero esta vez era de tu bandeja de comida-
Tú: Niall no quiero ser la burla de todo el comedor… -te cruzaste de brazos preocupada-
Niall: Oh vamos… eso no pasará… ¿recuerdas? –golpeó tu sien con su dedo- aquí nadie recuerda las caras de nadie… ella no se acordará de ti… -se limpió la boca con la servilleta-
Tú: ¿Tú crees? –dijiste con algo de esperanza por salvar tu reputación-
Niall: Claro –sonrió- Además… ¿para qué estoy yo si no?... –guiñó un ojo que te hizo sonreír inevitablemente-
Tú: Gracias…Niall –sonreíste y él te la devolvió de una manera tierna-
Niall: Anda vamos… te enseño el resto de instituto –guiñó un ojo y recogió ambas bandejas para después tirarlas a la basura-
El chico se portó como un rey, te enseñó cada rincón de aquel inmenso edificio, pero hubo uno en especial que te encantó. Era un pequeño patio, con viejos bancos de madera con nombres y fechas grabados que parecían ser de hacía mucho tiempo, había una gran explanada llena de césped y un gran roble que daba sombra.
Niall: Este sitio es ideal cuando quieres relajarte si estás agobiada de exámenes –dijo apoyándose en una baranda-
Tú: La verdad es que es precioso –sonreíste y cerraste los ojos para dejar que la brisa acariciase tu rostro-
Pero más que la brisa notaste algo cálido y suave sobre tu mejilla, enseguida abriste los ojos para mirar y viste a Niall carraspear con las mejillas sonrojadas, más de lo que ya acostumbraba a tener, y mirando algo tímido hacia el suelo. Sonreíste y te miró de reojo.
Tú: ¿Y eso? –reíste al ver que apartó la mirada y en sus labios se formó una media sonrisa tímida-
Niall: Me apeteció hacerlo… -se encogió de hombros como si dar un beso en la mejilla a una persona que conoces de apenas unas horas fuese lo más normal del mundo-
Tú: Oh… -reíste ante su respuesta-
Niall: Lo siento… fue un impulso… -te miró y tu mirada se clavó en esos ojos color agua que te hipnotizaron-
Tú: No importa, me gustó… fue lindo -reíste tú ahora algo tímida y le viste sonreír ampliamente-
Niall: Oh, tengo una idea –dijo de pronto haciendo que dieses un respingo- quédate aquí, enseguida vuelvo –sonrió el rubio y salió corriendo mientras te seguía diciendo que te quedases ahí-
Decidiste sentarte bajo aquel gran roble y admirar la belleza de ese rincón tan solitario, pero tan perfecto. De pronto pudiste escuchar la voz de Niall llamándote.
Niall: ¿(TN)?, ¿(TN) dónde estás? –asomaste tu cabeza y lo viste mirando por todos lados con una guitarra en la mano-
Frunciste el entrecejo y sonreíste pensando en darle un sustillo. Te levantaste y viste como se iba acercando al roble mientras seguía llamándote, pero parecía que aún no te había visto, fuiste rodeando el roble mientras se acercaba y una vez estuviste tras su espalda…
Tú: ¡Buuu! –gritaste y viste como dio un pequeño salto-
Niall: ¡Ahhh! –gritó y se giró mientras tu reías a carcajadas- Oye no tiene gracia… -se llevó la mano al pecho- casi me da un infarto… -dijo serio pero notaste que iba a reír en cualquier momento- Para… -sonrió- eres mala… te vas a enterar –soltó la guitarra con cuidado mientras tu seguías riendo por la cara que puso y sin darte cuenta se abalanzó sobre ti y caísteis en el césped-
Dejaste de reír enseguida y lo miraste a los ojos, él seguía sonriendo y te miraba tierno.
Tú: Niall… -susurraste al ver que estaba demasiado cerca de ti-
Niall: ¿Sabes que quien me asusta recibe un castigo no? –se mordió el labio y llevó sus manos a tu costado-
Tragaste saliva ya que tu cuerpo se paralizó ante aquel apego, no sabías como reaccionar y en ese momento te dejabas de hacer lo que fuera… Cerraste los ojos cuando notaste que las manos de Niall acariciaban tu costado y suspiraste… pero justo en ese momento sus manos empezaron a hacerte cosquillas, abriste los ojos como platos al igual que tu boca, de la cual no paraban de salir carcajadas y súplicas de que parara. Niall también reía y cuando vio que estabas llorando de la risa paró, pero se mantuvo arrodillado sobre ti. Cerraste los ojos mientras recuperabas la respiración y suspiraste cuando lo conseguiste. Al abrir de nuevo los ojos te encontraste con su cara que sonreía dulcemente, era la imagen más bonita que recordabas, era como un ángel, tan bello y con esa sonrisa tímida que te encantó desde un primer momento.
Niall: ¿Estás mejor? –preguntó sin dejar de mirarte y asentiste-
Ambos mantuvisteis las miradas unos intensos segundos y después desviaste la tuya hacia la guitarra que aún permanecía en el suelo.
Tú: ¿Y eso? –preguntaste señalando la guitarra-
Niall: Oh, es verdad –se incorporó para cogerla y se sentó a tu lado-
Lo miraste algo dudosa pero a decir verdad le quedaba perfecta en sus preciosas manos.
Niall: También me gusta venir a este sitio cuando estoy mal por algo o simplemente necesito desconectar del mundo… -acarició las cuerdas de la guitarra dejando salir de ellas una linda musiquita- O cuando necesito inspirarme para componer –volvió a tocar las cuerdas con sus dedos pero esta vez dejando salir una melodía-
Tú: Vaya… ¿también compones? –dijiste risueña pensando en lo hermoso que sería verlo cantar para ti-
Niall: Si… -rió tímido- aunque nunca me ha escuchado nadie cantar… me da vergüenza –sonrió de lado-
Tú: Pues a mí me encantaría saber cómo cantas… -dijiste mientras arrancabas un poco de césped de manera juguetona-
Llevaste tu mirada de sus manos a su cara y él rió tímido.
Tú: Va porfa… -hiciste pucheros y volvió a reír mientras negaba con la cabeza-
Niall: ¿Prometes no reírte? –alzó su mirada a tus ojos mientras afinaba las cuerdas-
Tú: Prometido –le guiñaste un ojo y sonrió-
Niall comenzó a cantar un trocito de una canción que ya habías escuchado antes y que te encantaba:
https://www.youtube.com/watch?v=etAg90h_qg8
Conforme la iba entonando en tus labios se formó una sonrisa, no lo hacía nada mal… su voz era hermosa, digna de un ángel… era tu ángel. Niall te miró y sonrió el también y entonces su voz se relajó y te uniste a él, ambos cantasteis la canción entera entre sonrisas. Al acabar la canción ambos os quedasteis en silencio, tumbados en el césped y sonriendo. Giraste un poco tu cabeza para verle y tenía los ojos cerrados, pero seguía sonriendo, suspiraste y te acercaste a su cara sigilosa, dejaste un beso tierno en su mejilla y enseguida él abrió sus grandes ojos azules con sorpresa. Reíste al ver su cara y te levantaste. Él permaneció tumbado observándote y llevó su mano a su mejilla mientras sonreía.
Tú: Creo que ya es tarde… debería ir a casa –sonreíste- hasta mañana Niall –cogiste tu mochila y te fuiste a casa-
Los días siguientes los pasaste con Niall, enseguida se convirtió en tu mejor amigo aunque tú lo veías como un ángel caído del cielo. Como no, se lo contaste todo a Cher quien te escuchó atenta y te aconsejó que le pidieras salir.
Tú: Estás loca… -le dijiste con las mejillas coloradas-
Cher: No lo estoy, te gusta –dijo desde el otro lado del teléfono- ¿porqué no se lo dices? Estoy segura de que tú a él también le encantas por lo que me has contado –suspiraste como una tonta y Cher rió- Lo ves… enamorada… -dijo con tono pícaro-
Tú: ¡Ay calla ya! –tapaste tu cara con la almohada mientras Cher seguía riendo-
Cher: ¿Se lo dirás sí o… sí? –suspiraste y le respondiste con un pesado si para que se callara-
Al día siguiente ibas caminando rumbo a tu taquilla para coger tus cosas justo cuando te cruzaste con las animadoras… para tu mala suerte esa tal Mina enseguida te reconoció.
Mina: ¡Tú! –te señaló desde lo lejos- Maldito monstruito, ¿crees que ya me olvidé de ti? –gritó mientras se acercaba como una flecha-
Enseguida viste que unas cuantas chicas se unieron a ella. No querías ser cobarde y salir corriendo, querías enfrentarte a ella y dejarle claro que tu intención no fue dejarla en ridículo delante de todo el comedor… pero no lo comprendería y no querías comenzar el curso con una pelea… Tragaste saliva y te diste la vuelta para ir a clase, ignorando los gritos que te daba la chica.
Mina: ¡Eh! ¿Es que no me oyes o qué? –te agarró por el hombro para que voltearas a verla- ¿Encima de fea eres sorda o qué? –dijo con asco mientras sus “amiguitas chupa culos” reían-
Tú: Oye… no sé qué quieres de mí, pero mi intención no fue dejarte en ridículo, ¿vale? Por lo menos me podrías dar las gracias por haberte avisado… -la chica rió irónica-
Mina: Ya claro… eres la nueva, todo el mundo lo sabe –hizo un gesto con su mano señalando a toda la gente que ahora os hacía un corro para presenciar la riña- ¡querías dejarme en ridículo porque soy demasiado perfecta! Te da rabia no ser igual que yo, tienes envidia y piensas que dejándome en ridículo la gente se fijará en ti –conforme hablaba te iba golpeando el brazo, escuchaste como todos empezaban a corear el nombre de Mina-
Tú: ¡Eso no es cierto! –le contestaste con rabia- Estoy orgullosa de ser quien soy, por nada del mundo me cambiaría para ser una pija de plástico como todas vosotras –contestaste ya fuera de tus casillas-
Mina: ¿Perdona?... Creo que no te he oído bien… -viste como su cara se iba poniendo cada vez más colorada por tus contestaciones-
Tú: Pues quizás deberías lavarte las orejas… se te habrá metido laca de tanto intentar que se te quede ese moño –le vacilaste y enseguida todos rieron-
Mina: ¡Qué! –gritó ya roja por completo- Has muerto monstruito -
Tú: Tía creo que la laca te ha llegado a afectar al cerebro también… -dijiste mientras negabas con la cabeza- en fin… no tengo nada más que hablar contigo… -te diste la vuelta y la dejaste ahí-
Escuchaste como todo el mundo te silbaba y aclamaba por haber dejado por los suelos a esa niñata y cuando al fin conseguiste que te dejasen en paz unos brazos te agarraron. Al girar viste a ese ángel pero con gesto serio.
Niall: ¡Ey! No deberías haber hecho eso… -dijo serio-
Tú: Niall… no iba a permitir que me dejara por los suelos… -él negó con la cabeza-
Niall: Ahora sí que hará todo lo posible por dejarte por los suelos… no la conoces (TN)… -su voz era de preocupación-
Tú: Niall no creo que vuelva a dirigirme la palabra… le he dejado en ridículo dos veces… no volverá a por más… -sonreíste intentando que viera las cosas tal como eran-
Niall: No (TN)… ya te digo que no la conoces… te hará pasarlo mal… -sus ojos brillaban-
Agachaste tu cabeza ante aquella mirada.
Tú: No creo que me haga pasarlo peor de lo que ya he estado otras veces… -te dolía recordar los insultos en los que solo salía a tu defensa Cher, fue gracias a ella por lo que se dejaron de meter contigo-
Niall: Yo solo te estoy advirtiendo (TN)… no quiero que te haga daño… -agarró tu mentón para que lo miraras y sonreíste al ver su cara de preocupado-
Tú: Tranquilo… estaré bien… -sonreíste de lado- sé cuidarme sola… -reíste-
Niall: Pero quizá ante ella no… -su intensa mirada azulada se clavó en la tuya- No quiero que te haga daño… -apoyó su frente sobre la tuya-
De tus ojos bajó a tus labios conforme se iba acercando despacio. Enseguida su nariz rozó la tuya con delicadeza y sus labios rozaron los tuyos. En tu estómago se formó un nudo de nerviosa que subió por tu pecho hasta llegar a tus labios, convirtiéndose en una pequeña sonrisa llena de ilusión. Cerraste los ojos y Niall presionó sus labios sobre los tuyos, suspiraste ante aquel contacto y se separó unos milímetros. Ambos os mirasteis a los ojos y sonreísteis, él volvió a acercarse y esta vez te besó más efusivo, sus labios juguetearon con los tuyos con pequeños piquitos y después besos sonoros. Llevaste tus manos a su nuca para apegarlo más aún a tus labios y él enseguida buscó tu lengua, recorrió toda tu boca con ella y se entrelazó con la tuya en un abrazo húmedo. Él te abrazó por la cintura apegándote a su cuerpo y acariciando con sus pulgares tu espalda. Sus labios sabían tan bien… pero de pronto ese encantador momento se vio interrumpido por la chillona de turno…
Mina: Vaya, vaya, vaya… -os separasteis por el susto- así que el monstruito tiene un pichoncito… -miró a Niall con una sonrisa pícara-
Niall: Mina déjala en paz… -te escondió en su espalda-
Mina: Oh… Niall, Niall, Niall…no pensaba que fueras a hacerme esto… -puso cara de pena mientras se acercaba a Niall- Pensé que aún seguías sintiendo cosas por mí… -acarició su pecho y notaste como por tu cuerpo empezaba a surgir la rabia-
Niall: Mina eso pasó hace mucho tiempo… -lo miraste dudosa- y me arrepiento de lo que pasó, así que déjanos en paz… -la chica negó con la cabeza-
Mina: Me temo mi querido Niall, que no puedo hacer eso… -colocó los cuellos de su camisa de manera coquetona- no ahora que sé que este monstruo es tu… -puso cara de asco- “Novia” –entrecomilló la palabra con sus dedos-
Niall: Oye hazme todo el daño que se te pase por la cabeza si eres capaz, pero a ella déjala en paz –te señaló en defensa-
Mina: Creo que no me has entendido Niall… -se mordió el labio- no quiero que te acerques a ella… eres mío –dijo esto y agarró a Niall por los cuellos de la camisa apegándolo a sus labios-
Al ver esa imagen tu cuerpo se llenó de rabia, pero lo soltaste todo con lágrimas de impotencia. Corriste lo más rápido que pudiste, alejándote de esos dos. Las lágrimas te nublaban la vista así que no sabías a dónde estabas yendo hasta que decidiste parar porque necesitabas tomar aire… Secaste tus lágrimas mientras suspirabas, apoyaste tu espalda en un gran árbol y al mirar dónde te encontrabas te diste cuenta que era aquel maravilloso rinconcito que te mostró Niall en tu primer día. Sonreíste de lado por los buenos recuerdos que te traía ese lugar y una lágrima tonta recorrió tu mejilla. Te dejaste caer sobre el césped mientras tapabas tu cara dejando salir toda la rabia. Permaneciste ahí sola bastante rato hasta que lograste calmar tu llanto, permaneciste tumbada y con los ojos cerrados, respirando ese aire puro y tranquilo. Sin darte cuenta te quedaste dormida… pero algo tierno, una caricia, fue lo que te despertó. Al hacerlo viste a un ángel frente a ti, tu ángel… sus ojos azules te envolvían y su perfecto rostro parecía brillar al igual que su sonrisa. Suspiraste sin dejar de mirar esos maravillosos ojos.
Niall: Menos mal que te encontré… -susurró mientras que acariciaba tu mejilla con su pulgar- me tenías muy preocupado, no sabía donde podías haber ido… -su voz sonaba triste-
Tú: Mis pies me trajeron solos aquí… -dijiste sin mucho ánimo en tu voz-
Niall: ¿Estás cabreada?... –preguntó cauteloso mientras se tumbaba a tu lado-
Recordaste esa horrible imagen que rompió tu alma en pedazos, ese “beso” de judas…
Tú: No… -mentiste y apartaste tu mirada cobarde-
Niall: Oye… -agarró tu mentón para que lo mirases- te conoceré de poco, pero eres demasiado transparente para saber qué te ocurre… y sé que estás cabreada por el beso de Mina… -al escuchar esa última frase tus ojos se cristalizaron sin dejar de mirar los suyos-
Una tierna sonrisa se dibujó en la cara del rubio quien enseguida te envolvió con sus brazos apegándote a su cuerpo. Apretaste tu cabeza sobre su pecho cuando rompiste en llanto de nuevo.
Niall: Mi pequeña… -acarició tu pelo- no llores por favor… no por mí, no me lo merezco… -agarró tus hombros para separarte un poco y poder verte la cara-
Tú: ¿Por qué no me contaste que tú y ella…? –mordiste tu labio para no sollozar-
Niall: Eso pasó hace mucho tiempo… fue una etapa que prefiero no recordar, no quería que por eso te alejases de mí… -agarró tu cara entre sus manos mientras hablaba- Me gustas (TN), muchísimo… -notaste como esto último lo dijo con timidez y se formaron unas cosquillas en tu estómago- y no quería que por una tontería como esa… -lo cortaste con un beso-
Tú: Tú también me gustas Niall, muchísimo… -sonreíste abrazándolo por el cuello-
Él sonrió tierno y secó la última lágrima que bajaba por tu mejilla con su pulgar, con este agarró tu mentón y te atrajo hasta sus labios para poder saborear los tuyos con delicadeza. Fue delicado y dulce, el beso perfecto, digno de un ángel. Poco a poco te fue recostando sobre el césped sin dejar de besarte. Se separó un poco para mirarte, no podíais dejar de sonreír. Dejó varios besos por tus mejillas, nariz, frente, barbilla… para acabar de nuevo en tus labios, pero esta vez de una manera más fogosa y sensual. Buscó tu lengua que enseguida se entrelazó con la suya con desesperación y necesidad. El deseo invadió vuestros cuerpos y enseguida el beso fue subiendo de tono… Él bajó sus manos acariciando con delicadeza y dulzura tu cuerpo hasta llegar a tus piernas. Tu piel se erizó al contacto de su piel con la tuya y suspiraste sobre sus labios. Lo miraste mientras él besaba tu frente y comenzaste a desabrochar su camiseta. Te miró con una sonrisa pícara en sus labios una vez desabrochaste casi todos los botones. Admiraste su torso, quizá no fuera el mejor cuerpo del mundo, pero para ti lo era. Suspiraste y él volvió a besarte mientras sus manos se escabulleron por dentro de tu camiseta. Reíste sobre sus labios al notar sus caricias e hiciste lo mismo con su cuerpo, lo acariciaste tranquilamente hasta que tus manos llegaron a su pantalón. Entonces tu cabeza fue consciente de lo que estabas haciendo, estabas a punto de desnudarlo, para ti, para entregarte entera a él. Pausaste unos segundos, él se separó de tu cuello y te miró con cara de extrañeza.
Niall: ¿Qué ocurre linda? –acarició tu mejilla con su pulgar-
Lo miraste a los ojos y sonreíste.
Tú: Te quiero… -susurraste con una gran sonrisa y de sus labios desapareció la preocupación-
Niall: Yo más mi niña –besuqueó toda tu cara mientras reías porque te hacía cosquillas-
Al cabo de unos minutos ambos ya estabais desnudos, vuestros cuerpos desprendían un calor inhumano y vuestras miradas pedían más… Niall admiró tu cuerpo con una media sonrisa mientras se mordía el labio, suspiró pausado y acariciaste su brazo, él volvió la vista a tus ojos y te besó con delicadeza mientras se colocaba entre tus piernas. Acercó su boca a tu oído y entró despacio provocando que soltaras un pequeño gemido.
Niall: Si te hago daño dímelo amor… -besó tu cuello mientras entraba de más seguido en ti-
Apenas sentías dolor ya que el placer era mucho mayor, te aferraste con fuerza a su espalda, dejando unas pequeñas marcas en ella provocadas por tus uñas, pero a él ni parecía darse cuenta. Sus manos agarraban el césped con fuerza mientras sus caderas seguían moviéndose con cuidado pero con rapidez, entraba en ti con cariño y deseo mientras no dejaba de besar tus labios para callar tus gemidos.
Tú: Niall… -susurraste tras varios gemidos sobre sus labios-
Niall: Dime amor… -susurró él con la respiración agitada-
Tú: Más rápido, hazlo ya Niall…ahhh… -gemiste cerca de su oído lo que lo excitó aún más e hizo que sus caderas dieron una sacudida aún mayor, entrando por completo en ti-
Tu espalda se arqueó y gemiste más fuerte. Agarró tus caderas con sus fuertes manos y siguió moviéndose rápido, dibujaba círculos en el aire con sus caderas. Tu cuerpo estaba inundado por la excitación, tu piel erizada y tu espalda arqueada por el placer. De pronto notaste como ibas a llegar al orgasmo y se lo hiciste saber:
Tú: Niall… ahh… ya… aahhh… -con esas simples palabras Niall te entendió-
Pasó su brazo por tu espalda para incorporarte y abrazarte, hundió su cabeza en tu cuello para soltar sus gemidos mientras tú no parabas de gritar su nombre. Vuestros cuerpos temblaban y ardían, ambos caísteis rendidos sobre el césped, con los ojos cerrados pero sonriendo. Tras varios segundos recuperando la respiración notaste como su mano buscó la tuya, entrelazasteis vuestros dedos y al cabo de unos minutos volvió a colocarse sobre ti. Enseguida abriste los ojos con una gran sonrisa y él te miraba con ternura, como si fueses lo más importante de su vida.
Niall: ¿Sabes qué amor? –susurró, provocando que la palabra “amor” erizara tu piel de emoción-
Tú: ¿Qué? –susurraste con una gran sonrisa-
Niall: Eres lo mejor que me ha pasado en la vida… -rozó su nariz con la tuya y besó tus labios delicadamente- Te amo princesa… -sus ojos lagrimeaban de alegría al igual que los tuyos-
Tú: Yo más mi ángel... -Os fundisteis en un fuerte abrazo y un beso dulce pero lleno de sentimientos-
Mrs Malik
Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
Raquel, mi querida raquel :)
gracias por dedicar el imagina de Niall, me encanto mi niña :) y si, el es un angel caido del cielo y es la persona mas tierna del mundo incluso en las escenas hots, me encanta :)
gracias por dedicar el imagina de Niall, me encanto mi niña :) y si, el es un angel caido del cielo y es la persona mas tierna del mundo incluso en las escenas hots, me encanta :)
andreita horan
Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
No hay más imaginaaaaaaaaaaaaaaaaaaas? Porque yo quiero más. JUM, y ahora me cabreo y no respiro.
Jajajajajajaja
Jajajajajajaja
lLudirectionerl
Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
Quiero otro imagina de Liam ya, ya, ya, ya, ya, ya, lo exijo. Ajúm
lLudirectionerl
Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
Imagina de Liam:
"Un aniversario travieso"
Es vuestro aniversario, lleváis cinco años novios (desde que estabais en el instituto) y este es vuestro último aniversario antes de casaros. Sí, os queda tan solo un año para que os deis el sí quiero. Estabas muy emocionada preparando todos los preparativos de la boda que apenas tuviste tiempo para poder prepararle algo especial a Liam para vuestro día… así que decidiste que encargaríais unas pizzas, veríais un peli como en los viejos tiempos y para acabar, al iros a dormir… de pronto recordaste que tenías un conjunto de lencería guardado que te lo regalaron tus amigas en tu cumpleaños, el cuál había sido hacía unas semanas y aún no se lo habías enseñado a Liam. Esta sería una buena ocasión, así que ya tenías todo pensado. Te despediste de Liam con un beso sonoro antes de irte a trabajar. A la hora de almorzar recibiste un mensaje de él que decía:
“Cariño paso a recogerte cuando salgas del trabajo, te tengo una sorpresa preparada ;) Te amo, Feliz Aniversario”
Sonreíste al ver aquello. Liam siempre había sido un detallista contigo y siempre lograba sorprenderte con cada una de sus ideas. Estabas ansiosa por saber qué te tendría preparado y deseabas que pasaran las horas rápido. Se te hicieron eternas pero al fin el reloj marcó menos cuarto, sonreíste sin poder creerte que ya solo faltaban quince minutos para poder ver a Liam y sorprenderlo con tu sorpresita, lo que te hizo recordar cuál sería esa maravillosa idea suya, cuando de pronto una voz te sacó de tus pensamientos. Al girarte una sonrisa iluminó tu cara por completo.
Tú: Mi amor, ¿qué haces aquí? –dijiste abrazando a Liam por el cuello y dejando un beso en sus cálidos labios-
Liam: Te dije que pasaría a recogerte, ¿no? –guiñó un ojo y reíste- Supongo que a Tina no le importará que te vayas un ratito antes… -susurró en tu oído y bajó sus labios a tu cuello-
Tina era tu mejor amiga y compañera, juntas llevabais una pastelería y, desde hacía media hora, no había entrado nadie… Así que en cuento Liam le pidió que te dejara salir antes ella aceptó sabiendo que llevabas toda la tarde nerviosa por saber que te había preparado tu chico.
Liam: Gracias Tina –sonrió agradecido-
Tú: Gracias, gracias, gracias –la abrazaste y ella rió-
Tina: Lo hago porque no te has callado en toda la tarde, y ya que Liam ha venido expresamente a recogerte… -ampliaste la sonrisa agradeciéndole de nuevo- Pasadlo bien –rió-
Al salir de la pastelería viste el Audi plateado de Liam perfectamente aparcado, las luces de este se encendieron para desbloquear las puertas. Él enseguida abrió la tuya para cederte el paso y sonreíste dejando un fugaz beso en su mejilla que te devolvió en forma de risita cariñosa. Cerró y se dirigió a su lado. Condujo lento, sin dejar de acariciar tu rodilla, y una vez llegasteis a casa, de nuevo volvió a abrir caballerosamente tu puerta y te ofreció su mano para bajarte.
Tú: Gracias –susurraste sobre sus labios rodeándolo por el cuello y cerrando la puerta del coche con cuidado-
Con vuestras manos entrelazadas os dirigisteis a la puerta de casa, él sacó las llaves del bolsillo trasero de su pantalón, abrió la puerta empujándola con su cuerpo y re dejó entrar a ti primero. Por inercia fuiste a darle al interruptor de la luz para alumbrar el pasillo cuando para tu sorpresa ya estaba iluminado. Te quedaste boquiabierta al ver tantas velitas de colores iluminando todo el pasillo, y más aún cuando comprobaste que por mitad de estas se formaba un hermoso camino de pétalos rojos y blancos, a juego con las velas, que por cierto olían riquísimo.
Tú: Oh Liam… -te llevaste la mano a la boca sin poder dejar de admirar aquel hermoso detalle-
Liam: ¿Te gusta? –susurró en tu oído abrazándote por la cintura y apoyando su cabeza en tu hombro-
Tú: Es hermoso amor –te volteaste para mirarlo a los ojos y en su cara había una preciosa sonrisa, más hermosa aún que la que acostumbraba a tener-
La luz de las velas marcaban cada rasgo de su rostro, las sombras oscurecían sus ojos, en los cuales había un pequeño resplandor provocado por la llama de las velas. Sonreíste admirando su belleza e instintivamente acercaste tus labios hasta rozar los suyos. Era increíble como con un solo roce de vuestros labios tu cuerpo se estremecía como la primera vez en que te besó.
Liam: Quítate los zapatos –susurró sin dejar de dar piquitos en tus labios-
Así lo hiciste y él se los quitó también, agarró tu mano entrelazando vuestros dedos y acto seguido tiró de ti para que pisaras los pétalos con tus pies descalzos. Era una sensación tan rara pero tan reconfortante. Soltaste una pequeña risita ya que, el tacto suave de los pétalos, te hacían cosquillas en la planta de los pies. Continuasteis el camininito que seguía hasta el salón. Cuando entrasteis sí que no diste crédito a lo que estabas viendo. Todo al igual que el pasillo estaba sin luz, solo iluminaban unas cuantas velas, estas eran un poquito más grandes que las anteriores pero de igual color y olor. El camino de pétalos se perdía bajo la mesa, sobre la que había preparada lo que parecía ser una exquisita cena hecha por el propio Liam, y en mitad de la mesa, presidiendo un gran candelabro precioso. Sonreíste atónita y acarició con su pulgar tu mano que aún seguía entrelazada con la suya.
Liam: ¿No dices nada? –sonrió mirándote tierno-
Tú: Dios Liam… ¿Qué quieres que diga? –atinaste a decir sin poder dejar de mirar todo aquello- Es…es… -te encogiste de hombros ya que no encontrabas el adjetivo exacto para describirlo- es más que perfecto… -lo miraste y le viste sonreír mostrando sus dientes-
Liam: No más que tú princesa –besó tiernamente tu frente-
Era un gesto que lograba enternecerte de manera exagerada, con un simple beso y un princesa, pronunciado por sus labios, era como un coro celestial para tus oídos.
Continuasteis andando con vuestras manos entrelazadas hasta llegar a la mesa con aquel gran banquete. Te relamiste los labios ya que estabas hambrienta, esta mañana a la hora del almuerzo, cuando Liam te mandó aquel mensaje diciendo que me tenía una sorpresa preparada, apenas probaste bocado por los nervios que se formaron de pronto en tu barriga.
Liam apartó con cuidado y caballerosidad la silla con una preciosa sonrisa para que pudieras sentarte en ella y, a continuación, se sentó en la silla frente a ti. Colocaste tus codos sobre la mesa, apoyando la cabeza sobre las manos, él hizo el mismo gesto que tú solo que colocó su cabeza sobre sus nudillos. Lo observaste durante unos intensos segundos en los que vuestras miradas no podían apartarse hacia otro lado, como si todo su destino fuese morir en la mirada del otro, hasta que no pudisteis aguantar y acabasteis riendo. Liam estiró su brazo hasta alcanzar la botella de vino que estaba en mitad de la mesa y la descorchó con cuidado de no romper nada cuando el corcho saliese volando. Agarraste tu copa y la tendiste para que Liam sirviera en ella el tinto rojo y espeso, con un exquisito olor a uva. Él se sirvió de igual manera su copa y la agarró con sus dedos, acercándola a su nariz para degustar el delicioso aroma. Sin dejar de mirarlo dirigiste la copa a tus labios pero él hizo una señal con sus manos para que no bebieras. Frunciste el entrecejo y se levantó con la copa en la mano.
Liam: Me gustaría hacer un brindis –subió su copa y sonreíste-
Enseguida te levantaste con copa en mano y la alzaste cerca de la suya.
Tú: Adelante… estoy deseando escucharte –susurraste mirándolo con una sonrisa-
Liam: Me gustaría brindar por nosotros –susurró él también rodeando la mesa hasta colocarse frente a ti- Por nuestro último aniversario antes de que en tus preciosas manos haya un anillo de casada –habló sin dejar de mirarte a los ojos mientras su mano libre acariciaba tu cadera y te apegaba a su cuerpo-Por un futuro contigo de por vida –rozó su nariz con la tuya en un gesto tierno y enseguida acariciaste su brazo subiendo hasta su hombro con tu mano libre- Chin-chin –susurró rozando tus labios mientras chocaba con delicadeza vuestras copas-
Tú: Chin-chin –sonreíste y os disteis un beso intenso-
Al separaros por falta de aire sonreísteis ampliamente sin dejar de abrazaros y volvisteis a sentaros en vuestros respectivos sitios. Continuasteis la tierna velada en silencio. Él agarraba tu mano con delicadeza mientras la acariciaba con su pulgar, sin dejar de mirarte, su sonrisa de igual modo no podía borrarse de su cara con cada uno de tus gestos o caricias. Cuando vuestros platos quedaron vacíos Liam se levantó y lo seguiste con la mirada, él se acercó al pequeño equipo de música y lo encendió, en la pequeña pantallita, que se volvió de color anaranjado cuando se encendió, viste que apareció la palabra “PLAY”, él apretó el botón y comenzó a sonar una musiquita tranquila pero sensual, él giró para verte y sonreíste mordiéndote el labio mientras él se acercaba con decisión. Alargó sus brazos conforme iba llegando a ti y entrelazaste tus manos con las suyas para levantarte. Él enseguida te rodeó por la cintura pegándote a su cuerpo, tú apoyaste tus manos en su pecho. Él empezó a mover con tranquilidad tus caderas al ritmo de la música mientras sonreías. Vuestras frentes se unieron y vuestras miradas permanecían como una sola. De nuevo observaste su rostro, buscando alguna mínima imperfección, cosa imposible ya que te aseguraste de ello mil veces antes, desde que estabas con él le mirabas sin encontrar algo que no te gustara, y lo único que conseguías era enamorarte cada vez más. Miraste sus cejas, eran asimétricas pero perfectas, recordaste como un día Zayn le rapó un trozo de ceja mientras Liam dormía y al día siguiente le viste aparecer sin media ceja, cosa que te dejó sin palabras en un principio pero cuando te contó que fue obra de Zayn no podías dejar de reír. Volviste tu mirada a sus ojos en los que te encantaba perderte, eran dulces como el chocolate, cálidos y capaces de provocarte una marea de sensaciones con tan solo mirarlos unos segundos, sus finas pestañas hacían de este conjunto la perfección. Él rozó su nariz con la tuya al ver que te lo comías con los ojos. Su nariz, esa parte tan tierna de su cuerpo, adorabas darle besitos en ella para despertarlo y añorabas sentirla recorrer tu espalda y tripa con ella. Dejaste un besito en la punta de su nariz y sonrió. Bajaste la vista a sus labios, suaves y carnosos, dulces y delicados, tiernos y sensuales. Pasó su lengua para humedecerlos y ampliaste tu sonrisa. Su lengua, esa parte juguetona de su cuerpo con la que recorría tu cuerpo cuando te desnudaba. Una calorada recorrió tu espalda solo de imaginar esa sensación tan gustosa. Te sacó de tus pensamientos cuando sus labios hicieron presión sobre los tuyos dejando en ellos un beso sonoro. Enseguida abrió sus labios atrapando tu labio inferior y jugueteando con él con tranquilidad. Su lengua recorrió tus labios de manera juguetona y abriste tu boca para dejarle paso, enseguida buscó la tuya con desesperación y se enlazaron en un beso tierno que pronto se hizo fogoso. Saboreaste sus labios y su lengua con mucho gusto hasta que sus manos subieron acariciando tu espalda, que se estremeció de manera incontrolable. Tus manos rodearon su nuca, apegándolo más aún a tus labios para profundizar el beso, os separabais tan solo unos segundos para coger el aire necesario para poder continuar ese beso que, ahora que había comenzado, no podía acabar. Siguió devorando literalmente tus labios, succionándolos, mordisqueándolos con delicadeza y lamiéndolos dejando en ellos una sensación de hormigueo. Tú de igual modo le devolvías los besos y tus manos acariciaban su pelo, cuello y espalda. De pronto sus húmedos labios fueron dejando un recorrido por tu mejilla, barbilla y cuello, haciéndote cosquillas pero a la vez suspirabas por el placer que estaba empezando a crecer en tu cuerpo. Te abrazaste con fuerza a su espalda cuando notaste que sus dientes se clavaban sin compasión en tu cuello haciéndote estremecer por todo lo alto.
Tú: Liam… -susurraste con los ojos cerrados-
Él bajó sus manos hasta tus caderas con tiernas caricias, continuó bajándolas hasta tu trasero y lo apretó con fuerza contra su masculinidad.
Tú: Aahh –gruñiste entre dientes y lo escuchaste reír de manera juguetona en tu oído-
Ahora su boca jugueteaba con tu oreja, mordiendo suavemente el lóbulo de tu oreja y recorriendo con la punta de su lengua el contorno de esta.
Tú: Liam… mmm… -susurraste y apretaste sus hombros- Vamos a…ahhh… -ahora sus manos acariciaban sus muslos- a la habita…aaah…ción –conseguiste decir-
Él dejó de juguetear con tu cuello y te miró con una sonrisa juguetona. Te mordiste el labio, agarraste su mano y tiraste de él para ir a vuestro cuarto. Por el pasillo aún iluminado por las velitas, él no dejaba de abrazarte por las caderas y besuquear tu cuello y hombros, tú no podías parar de soltar risitas cómplices de sus tentadoras caricias hasta que por fin lograsteis llegar a la habitación. Abriste con urgencia la puerta y antes de entrar él te volteó atrapando con desesperación tus labios. Entrasteis a empujones y cerró la puerta con el pie. Colocó tu espalda sobre esta sin dejar de besarte y recorriendo tus curvas con sus dedos. De nuevo continuó con los besos por tu cuello y sus manos agarraron tus piernas pidiéndote que le rodearas sus caderas con ellas. Primero te ayudó a subir una y de un salto conseguiste rodearlo, pero parece que ese saltito consiguió excitarlo más de la cuenta ya que botaste sobre su miembro haciéndole soltar un gemido en forma de gruñido. Reíste divertida cogiendo su cara entre tus manos y volviendo a besar sus labios con desesperación. Él te sujetó con fuerza mientras una de sus manos se escapó juguetona por debajo de tu sueter. Subió por tu costado acariciándolo con las yemas de sus dedos. Suspiraste sobre sus labios y él mordió tu labio inferior.
Liam: Me encantas ____ (TN) –susurró cuando su mano alcanzó la tela de tu sujetador-
Sonreíste pícara y comenzaste a desabrochar los botones de su camisa de una manera juguetona. Cuando conseguiste desabrochar tres acariciaste su piel y bajaste tu boca hasta esta, besándola por todos los rincones, acariciándola y sintiendo como empezaba a arder. Subiste tus labios a su cuello besándolo con tranquilidad y sin darte cuenta él te trasladó desde la puerta hasta la cama y te dejó sobre esta con cuidado. Sonreíste cuando se arrodilló sobre ti. Lo agarraste de los cuellos de la camisa, atrayéndolo a tus labios y continuando el desesperado beso. Volvió a bajar por tu cuello hasta llegar a tu escote y alzó su mirada sonriente, dejó que sacaras tu camisa con tranquilidad mientras él te observaba y acariciaba tu tripa y subía por esta hasta tus pechos.
Liam: Este sujetador… -bajó su boca hasta el valle de tus senos- te lo regalé yo, ¿no? –notaste su aliento chocar con tu piel, estremeciéndola-
Apretó con sus manos tus senos, juntándolos y besando tu canalillo hasta dejarlo rojo. Recordaste entonces que tú le tenías una sorpresa y lo detuviste.
Liam: ¿Qué pasa? –frunció el entrecejo extrañado-
Tú: Lo siento… - te incorporaste hasta quedar sentada en el colchón- Tengo que ir al baño, no tardo –agarraste su cara y le diste un beso corto- Espérame aquí, ¿va? –le guiñaste un ojo y él resopló-
Entraste a prisa en el baño recordando que guardaste el conjunto en un cajón del armario porque pensabas ponértelo al salir de la ducha antes de cenar, cosa que no te dio tiempo porque Liam te sorprendió antes. Abriste el tercer cajón del armario del lavabo y ahí estaba. Sonreíste y te cambiaste lo más rápido que pudiste para no impacientar ni enfriar a Liam. Te pusiste este provocativo conjunto: http://www.polyvore.com/sin_t%C3%ADtulo_115/set?id=63421773
Con la barra de labios pintaste de rojo tus labios y un corazón sobre tu pecho izquierdo, un toque de colonia detrás de las orejas, en el escote y en las muñecas, por últimos te subiste en los tacones y te miraste en el pequeño espejo. Colocaste tus pechos de manera que se vieran más prominentes y formara un escote más provocativo. Sonreíste al verte tan “sexy” y de imaginar la cara que pondría Liam al verte. Con cuidado abriste la puerta y asomaste la cabeza. Viste que Liam permanecía tumbado con las manos tras su cabeza y con los ojos cerrados, dibujaste una sonrisa traviesa en tus labios y saliste dejando que tus pies taconearan a cada paso. Él abrió uno de sus ojos para verte y al hacerlo su expresión cambió por completo. Abrió sus ojos como platos y se incorporó de sopetón hasta quedar sentado.
Liam: ¿Y… -te admiró de pies a cabeza- esto?... –sonrió y reíste-
Tú: ¿Te gusta? –ladeaste la cabeza en un gesto infantil y Liam se mordió el labio desesperado-
Te acercaste despacio, dejando que te comiera con la mirada, que recorriera con ella cada parte de tu cuerpo hasta dejarlo sin respiración. Una vez estuviste frente a él acariciaste la piel descubierta de su pecho y sus hombros. Él sonrió aún sentado sin dejar de mirarte y enseguida sus manos agarraron con fuerza tus caderas empujándote contra su cuerpo.
Liam: ¿Quieres que te diga lo que me parece? –susurró mientras dejaba una hilera de besos por tu tripa hasta apoyar su mentón sobre esta, mirándote fijamente a los ojos-
Acariciaste su pelo rapado, con ese tacto tan particular que te encantaba. Te mordiste el labio risueña, esperando su respuesta.
Liam: Me encanta como te queda pero… -recorrió tu columna con las yemas de sus dedos- no te va a durar mucho puesto… -arqueó una ceja de manera linda y reíste al sentir que sus fuertes brazos te agarraban para de nuevo, tumbarte sobre el colchón-
Sacó tus tacones mientras besaba tus piernas de manera juguetona y volvió a tus labios acariciando tus brazos y tripa. Bajó a tus senos y se paró en el corazón que dibujaste.
Liam: ¿Y esto? –hizo el contorno con sus dedos-
Tú: Un pequeño detalle –te encogiste de hombros- para que sepas que mi corazón es todo tuyo Payne –susurraste mirándolo fijamente a los ojos-
Él te dedicó una sonrisa tierna y besó con ternura tus labios.
Liam: Pues tendré que asegurarme de que no se lo lleva nadie más… -besuqueó tu seno izquierdo hasta que con su húmeda lengua borró el corazón de un solo lengüetazo- Todo mío –guiñó un ojo y reíste-
Lo volteaste para quedar tú encima. Pasaste tus manos por tu espalda hasta alcanzar el broche del sujetador y lo sacaste de manera sexy hasta dejarlo caer a un lado con una sola mano, mientras que con la otra tapabas tus pechos. Él arqueó una ceja al ver tu manera juguetona de hacerlo delirar y sonrió pícaro, apretando su miembro contra ti. Cerraste los ojos ante tal contacto y suspiraste. Al abrir los ojos él sonreía triunfante y acarició tu brazo para que lo apartaras, con un sensual bailecito fuiste apartando tus manos hasta dejar tus pechos al descubierto. Liam tragó saliva al ver tu escultural cuerpo semi-desnudo sobre su miembro. Cerró los ojos y suspiró mientras con suaves caricias masajeaba tus nalgas. Volviste a encargarte de su cuello, bajaste por él hasta la piel de su pecho. Te erguiste para mirarlo mientras tus manos desabrochaban sensualmente su camisa, él acariciaba tus muslos sin dejar de mirarte a los ojos. Una vez tuviste todos los botones desabrochados admiraste su bien formado torso y lo acariciaste estremeciéndote a ti misma. Bajaste tu boca hasta este y pasaste tus labios por él sin llegar a besarlo, captando su aroma, aquel olor a colonia que tanto te encantaba. Alcanzaste uno de sus pezones y los recorriste con tu lengua y tus labios, notaste como su piel se erizaba y sonreíste conforme. Ahora sí, besabas su pecho mientras él acariciaba tu espalda, te concentraste en la parte superior de su pezón derecho, haciéndole un notable chupetón mientras tus senos rozaban su piel, notabas como con cada roce tus pezones se comenzaban a poner tiesos y él suspiraba y soltaba algún que otro gruñido por la excitación. Seguiste bajando tus besos hasta su ombligo, y de este, volviste a subir recorriendo todo su abdomen con la punta de tu cálida lengua. Te erguiste con una sonrisa malévola para mirar su cara que te pedía más. Te revolviste un poco para poder desabrochar su cinturón y tiraste de su pantalón, no sin antes sacar de él un preservativo que Liam te pidió. Lo guardaste en la goma de tu culotte y continuaste con lo tuyo. Miraste su abultada erección que estaba muy apretada dentro de esa fina tela, volviste tu mirada a su rostro y te mordiste el labio. Te colocaste sobre su miembro haciendo pequeños movimientos aún con vuestras prendas puestas y los dos gemisteis al unísono ante aquel roce, él apretó tus caderas y te volteó para quedar él de nuevo encima.
Liam: Ahora me toca a mí pequeña –sonrió y lamió tu pezón-
Tú: Mmm… Liam –jadeaste con los ojos cerrados-
Pellizcó y masajeo tu seno izquierdo con su mano mientras que el derecho recibía igual atención por parte de su boca, lo lamía, besaba y succionaba hasta dejarlo erecto y duro. Bajó su mano por tus caderas y pasó dos dedos por la fina tela de tu culotte, sobre tu feminidad, haciéndote dar un suspiro largo. Sonrió y comenzó a mover su pulgar sobre la zona más sensible de tu ser. Arqueaste tu espalda con un pequeño gemido ante aquella placentera caricia. Bajó su boca hasta tu tripa y su cálida lengua recorrió tu barriga.
Tú: Liam –gruñiste apretando las sábanas sin abrir los ojos, dejándote llevar por sus caricias-
Escuchaste su risita juguetona y como sus manos tiraron de la parte trasera de tu culotte para bajarlo hasta tus tobillos, tus pies hicieron el resto hasta que lograste tirarlo al suelo. Sus labios que aún seguían concentrados sobre tu ombligo siguieron bajando con besos húmedos hasta alcanzar tu feminidad, su aliento rozaba tu clítoris haciéndote estremecer y de pronto un lengüetazo en él hizo que abrieras tus ojos y tu boca soltando por ella un jadeo constante. Agarraste su cabeza y él continuó moviendo su lengua de una manera divina sobre tu feminidad, a la misma vez que combinaba su lengua notaste entrar dos dedos dentro de ti haciéndote dar un gemido bastante sonoro y arqueando de nuevo tu espalda.
Tú: Oh Liam… -gemiste con los ojos cerrados sin dejar de acariciar su pelo-
Besó y lamió de maravilla tu feminidad hasta que notaste una calorada y él se apartó conforme. Se tumbó a tu lado mientras dejó que recuperaras la respiración por unos segundos. Antes de que él pudiese darse cuenta ya te encontrabas sobre su miembros, tirando de la goma de sus bóxers para deshacerte de ellos y dejando ver su ya enorme erección, sonreíste al ver aquello y tu mano la acarició provocando que de los labios de tu novio saliese un largo suspiro. Comenzaste a masajearla de arriba abajo con tu mano mientras la otra acariciaba su fornido pecho. Cuando viste que cerró los ojos bajaste tus labios hasta su pene y diste un lengüetazo recorriendo toda su masculinidad, él gimió alto al notar aquello y volviste a lamerla, pero esta vez solo la punta, poco a poco fuiste introduciéndola en tu boca, saboreando todo su ser, sintiendo como crecía dentro de ti. Le oías gemir, gruñir, suspirar, gritar tu nombre. Agarró tu cabeza, enredando sus dedos en tu sedoso pelo, hundiendo tu cabeza en él. Cuando sentiste que se iba a correr apartaste tu cabeza y sonreíste, admiraste su erección perfectamente lubricadita. Recogiste el preservativo que cayó al suelo junto con tus bragas y lo abriste con tus dientes. Él te miró con un gesto ardiente y te volviste a colocar sobre él para ponérselo con un suave masajeo. Sonreíste una vez lo terminaste de colocar y lo dirigiste hacia tu entrada, te colocaste en posición y él agarró tus caderas, te dejaste caer con delicadeza y acto seguido gemiste al notar su gran miembro dentro de ti, él empezó a sacudir sus caderas, aferrándote fuerte a ellas apretando tu trasero con sus manos. Tú de igual manera te movías sobre él con movimientos rápidos y circulares mientras tus manos seguían recorriendo su torso y brazos. Echaste la cabeza hacia atrás mientras gemías y te movías rápido.
Liam: Dios nena… -gimió al notar tus uñas recorrer su pecho- ahhh –jadeó con los ojos cerrados moviéndose dentro y fuera de ti con grandes embestidas-
Observó como tu cuerpo se movía al compás del suyo, como con sus fuertes embestidas provocaba que tus senos botaran, cosa que le hacía excitarse aún más. Gimió fuerte y le correspondiste con uno más sonoro aún, gritaste su nombre moviéndote a gran velocidad. Él agarró tus caderas de tal manera que pudo entrar en un solo movimiento de una vez hasta lo más hondo de ti. Gritaste por todo lo alto y notaste como vuestros cuerpo estaban empezando a sudar. Él salió de ti y te tumbó quedando ahora él encima. Abriste por inercia las piernas para que él se volviese a acomodar entre tus muslos y rodeaste tus caderas con tus piernas, abriéndole paso y dejando que entrara de nuevo en ti a ritmo frenético.
Tú: Oh dios Liam… sigue…sigue… -le pedías con los ojos cerrados- más, más, más…ahhhh… -gemías cada vez que notabas ese cosquilleo recorrer tu espalda- No pares… Liam… -le pediste casi rogando-
Liam: No lo haré…mmm –incrementó sus movimientos-
Sus caderas danzaban con las tuyas en un compás desenfrenado y acalorado. Él pasó de estar apoyado en sus antebrazos (mientras tú clavabas sin querer tus uñas en su fuerte espalda, dejando arañazos, marcándola sin querer, mientras él besaba con desesperación tu cuello, ahogando en él sus fuertes gemidos) a tener agarradas tus caderas con fuerza. Clavaste ahora tus uñas en sus musculados brazos y empezaste a notar como una corriente eléctrica seguida por una oleada de calor recorría todo tu cuerpo desde vuestros miembros. Arqueaste tu espalda con fuertes gemidos.
Tú: Lia-a-ahh-am… mmm… siii… ahhh… -gemiste glorioso en sus últimas embestidas justo cuando notaste que las paredes de tu vagina se acomodaban como cual pieza de puzle a su pene-
El orgasmo os invadió a los dos dejándoos sin habla, simplemente vuestros nombres fue lo último que pronunciasteis antes de que el silencio abarcara todo. Liam cayó rendido sobre tu sudoroso pecho, con la respiración agitada, los ojos cerrados y sus manos a ambos lados de tu cuerpo. Permaneció dentro de ti hasta que recobró el sentido de la situación y su respiración se calmó. Tú acariciabas su pelo con una gran sonrisa mientras también recuperabas tu respiración, aunque te costó un poco más por el peso que ejercía este sobre tu abdomen. Al cabo de unos minutos alzó su mirada para verte, sonrió tierno y besó cortamente tus labios. Salió de ti y suspiraste al notar ese vacío, se tumbó a tu lado. Rodeó tu cuerpo con sus fuertes brazos y apoyaste tu cabeza en su pecho, escuchando los ya relajados latidos de su corazón.
Liam: Eres una diosa en la cama amor –dijo acariciando tu pelo y reíste-
Tú: Y tú eres increíble Liam… -suspiraste y te incorporaste hasta quedar sentada, acariciando se torso- no sé dónde dejas esa faceta de niño tímido y dulce… eres todo un diablillo -te mordiste el labio y el rió armonioso-
Liam: Contigo es imposible no cometer travesuras –te guiñó un ojo y te atrajo de la nuca para besar tus labios con fiereza- Te amo (TN) –acarició tus labios con su nariz-
Tú: Te amo mi vida –besaste tu frente y lo abrazaste-
Él os arropó con la sábana y juntos así, abrazados, sonrientes y desnudos, acabasteis dormidos.
"Un aniversario travieso"
Es vuestro aniversario, lleváis cinco años novios (desde que estabais en el instituto) y este es vuestro último aniversario antes de casaros. Sí, os queda tan solo un año para que os deis el sí quiero. Estabas muy emocionada preparando todos los preparativos de la boda que apenas tuviste tiempo para poder prepararle algo especial a Liam para vuestro día… así que decidiste que encargaríais unas pizzas, veríais un peli como en los viejos tiempos y para acabar, al iros a dormir… de pronto recordaste que tenías un conjunto de lencería guardado que te lo regalaron tus amigas en tu cumpleaños, el cuál había sido hacía unas semanas y aún no se lo habías enseñado a Liam. Esta sería una buena ocasión, así que ya tenías todo pensado. Te despediste de Liam con un beso sonoro antes de irte a trabajar. A la hora de almorzar recibiste un mensaje de él que decía:
“Cariño paso a recogerte cuando salgas del trabajo, te tengo una sorpresa preparada ;) Te amo, Feliz Aniversario”
Sonreíste al ver aquello. Liam siempre había sido un detallista contigo y siempre lograba sorprenderte con cada una de sus ideas. Estabas ansiosa por saber qué te tendría preparado y deseabas que pasaran las horas rápido. Se te hicieron eternas pero al fin el reloj marcó menos cuarto, sonreíste sin poder creerte que ya solo faltaban quince minutos para poder ver a Liam y sorprenderlo con tu sorpresita, lo que te hizo recordar cuál sería esa maravillosa idea suya, cuando de pronto una voz te sacó de tus pensamientos. Al girarte una sonrisa iluminó tu cara por completo.
Tú: Mi amor, ¿qué haces aquí? –dijiste abrazando a Liam por el cuello y dejando un beso en sus cálidos labios-
Liam: Te dije que pasaría a recogerte, ¿no? –guiñó un ojo y reíste- Supongo que a Tina no le importará que te vayas un ratito antes… -susurró en tu oído y bajó sus labios a tu cuello-
Tina era tu mejor amiga y compañera, juntas llevabais una pastelería y, desde hacía media hora, no había entrado nadie… Así que en cuento Liam le pidió que te dejara salir antes ella aceptó sabiendo que llevabas toda la tarde nerviosa por saber que te había preparado tu chico.
Liam: Gracias Tina –sonrió agradecido-
Tú: Gracias, gracias, gracias –la abrazaste y ella rió-
Tina: Lo hago porque no te has callado en toda la tarde, y ya que Liam ha venido expresamente a recogerte… -ampliaste la sonrisa agradeciéndole de nuevo- Pasadlo bien –rió-
Al salir de la pastelería viste el Audi plateado de Liam perfectamente aparcado, las luces de este se encendieron para desbloquear las puertas. Él enseguida abrió la tuya para cederte el paso y sonreíste dejando un fugaz beso en su mejilla que te devolvió en forma de risita cariñosa. Cerró y se dirigió a su lado. Condujo lento, sin dejar de acariciar tu rodilla, y una vez llegasteis a casa, de nuevo volvió a abrir caballerosamente tu puerta y te ofreció su mano para bajarte.
Tú: Gracias –susurraste sobre sus labios rodeándolo por el cuello y cerrando la puerta del coche con cuidado-
Con vuestras manos entrelazadas os dirigisteis a la puerta de casa, él sacó las llaves del bolsillo trasero de su pantalón, abrió la puerta empujándola con su cuerpo y re dejó entrar a ti primero. Por inercia fuiste a darle al interruptor de la luz para alumbrar el pasillo cuando para tu sorpresa ya estaba iluminado. Te quedaste boquiabierta al ver tantas velitas de colores iluminando todo el pasillo, y más aún cuando comprobaste que por mitad de estas se formaba un hermoso camino de pétalos rojos y blancos, a juego con las velas, que por cierto olían riquísimo.
Tú: Oh Liam… -te llevaste la mano a la boca sin poder dejar de admirar aquel hermoso detalle-
Liam: ¿Te gusta? –susurró en tu oído abrazándote por la cintura y apoyando su cabeza en tu hombro-
Tú: Es hermoso amor –te volteaste para mirarlo a los ojos y en su cara había una preciosa sonrisa, más hermosa aún que la que acostumbraba a tener-
La luz de las velas marcaban cada rasgo de su rostro, las sombras oscurecían sus ojos, en los cuales había un pequeño resplandor provocado por la llama de las velas. Sonreíste admirando su belleza e instintivamente acercaste tus labios hasta rozar los suyos. Era increíble como con un solo roce de vuestros labios tu cuerpo se estremecía como la primera vez en que te besó.
Liam: Quítate los zapatos –susurró sin dejar de dar piquitos en tus labios-
Así lo hiciste y él se los quitó también, agarró tu mano entrelazando vuestros dedos y acto seguido tiró de ti para que pisaras los pétalos con tus pies descalzos. Era una sensación tan rara pero tan reconfortante. Soltaste una pequeña risita ya que, el tacto suave de los pétalos, te hacían cosquillas en la planta de los pies. Continuasteis el camininito que seguía hasta el salón. Cuando entrasteis sí que no diste crédito a lo que estabas viendo. Todo al igual que el pasillo estaba sin luz, solo iluminaban unas cuantas velas, estas eran un poquito más grandes que las anteriores pero de igual color y olor. El camino de pétalos se perdía bajo la mesa, sobre la que había preparada lo que parecía ser una exquisita cena hecha por el propio Liam, y en mitad de la mesa, presidiendo un gran candelabro precioso. Sonreíste atónita y acarició con su pulgar tu mano que aún seguía entrelazada con la suya.
Liam: ¿No dices nada? –sonrió mirándote tierno-
Tú: Dios Liam… ¿Qué quieres que diga? –atinaste a decir sin poder dejar de mirar todo aquello- Es…es… -te encogiste de hombros ya que no encontrabas el adjetivo exacto para describirlo- es más que perfecto… -lo miraste y le viste sonreír mostrando sus dientes-
Liam: No más que tú princesa –besó tiernamente tu frente-
Era un gesto que lograba enternecerte de manera exagerada, con un simple beso y un princesa, pronunciado por sus labios, era como un coro celestial para tus oídos.
Continuasteis andando con vuestras manos entrelazadas hasta llegar a la mesa con aquel gran banquete. Te relamiste los labios ya que estabas hambrienta, esta mañana a la hora del almuerzo, cuando Liam te mandó aquel mensaje diciendo que me tenía una sorpresa preparada, apenas probaste bocado por los nervios que se formaron de pronto en tu barriga.
Liam apartó con cuidado y caballerosidad la silla con una preciosa sonrisa para que pudieras sentarte en ella y, a continuación, se sentó en la silla frente a ti. Colocaste tus codos sobre la mesa, apoyando la cabeza sobre las manos, él hizo el mismo gesto que tú solo que colocó su cabeza sobre sus nudillos. Lo observaste durante unos intensos segundos en los que vuestras miradas no podían apartarse hacia otro lado, como si todo su destino fuese morir en la mirada del otro, hasta que no pudisteis aguantar y acabasteis riendo. Liam estiró su brazo hasta alcanzar la botella de vino que estaba en mitad de la mesa y la descorchó con cuidado de no romper nada cuando el corcho saliese volando. Agarraste tu copa y la tendiste para que Liam sirviera en ella el tinto rojo y espeso, con un exquisito olor a uva. Él se sirvió de igual manera su copa y la agarró con sus dedos, acercándola a su nariz para degustar el delicioso aroma. Sin dejar de mirarlo dirigiste la copa a tus labios pero él hizo una señal con sus manos para que no bebieras. Frunciste el entrecejo y se levantó con la copa en la mano.
Liam: Me gustaría hacer un brindis –subió su copa y sonreíste-
Enseguida te levantaste con copa en mano y la alzaste cerca de la suya.
Tú: Adelante… estoy deseando escucharte –susurraste mirándolo con una sonrisa-
Liam: Me gustaría brindar por nosotros –susurró él también rodeando la mesa hasta colocarse frente a ti- Por nuestro último aniversario antes de que en tus preciosas manos haya un anillo de casada –habló sin dejar de mirarte a los ojos mientras su mano libre acariciaba tu cadera y te apegaba a su cuerpo-Por un futuro contigo de por vida –rozó su nariz con la tuya en un gesto tierno y enseguida acariciaste su brazo subiendo hasta su hombro con tu mano libre- Chin-chin –susurró rozando tus labios mientras chocaba con delicadeza vuestras copas-
Tú: Chin-chin –sonreíste y os disteis un beso intenso-
Al separaros por falta de aire sonreísteis ampliamente sin dejar de abrazaros y volvisteis a sentaros en vuestros respectivos sitios. Continuasteis la tierna velada en silencio. Él agarraba tu mano con delicadeza mientras la acariciaba con su pulgar, sin dejar de mirarte, su sonrisa de igual modo no podía borrarse de su cara con cada uno de tus gestos o caricias. Cuando vuestros platos quedaron vacíos Liam se levantó y lo seguiste con la mirada, él se acercó al pequeño equipo de música y lo encendió, en la pequeña pantallita, que se volvió de color anaranjado cuando se encendió, viste que apareció la palabra “PLAY”, él apretó el botón y comenzó a sonar una musiquita tranquila pero sensual, él giró para verte y sonreíste mordiéndote el labio mientras él se acercaba con decisión. Alargó sus brazos conforme iba llegando a ti y entrelazaste tus manos con las suyas para levantarte. Él enseguida te rodeó por la cintura pegándote a su cuerpo, tú apoyaste tus manos en su pecho. Él empezó a mover con tranquilidad tus caderas al ritmo de la música mientras sonreías. Vuestras frentes se unieron y vuestras miradas permanecían como una sola. De nuevo observaste su rostro, buscando alguna mínima imperfección, cosa imposible ya que te aseguraste de ello mil veces antes, desde que estabas con él le mirabas sin encontrar algo que no te gustara, y lo único que conseguías era enamorarte cada vez más. Miraste sus cejas, eran asimétricas pero perfectas, recordaste como un día Zayn le rapó un trozo de ceja mientras Liam dormía y al día siguiente le viste aparecer sin media ceja, cosa que te dejó sin palabras en un principio pero cuando te contó que fue obra de Zayn no podías dejar de reír. Volviste tu mirada a sus ojos en los que te encantaba perderte, eran dulces como el chocolate, cálidos y capaces de provocarte una marea de sensaciones con tan solo mirarlos unos segundos, sus finas pestañas hacían de este conjunto la perfección. Él rozó su nariz con la tuya al ver que te lo comías con los ojos. Su nariz, esa parte tan tierna de su cuerpo, adorabas darle besitos en ella para despertarlo y añorabas sentirla recorrer tu espalda y tripa con ella. Dejaste un besito en la punta de su nariz y sonrió. Bajaste la vista a sus labios, suaves y carnosos, dulces y delicados, tiernos y sensuales. Pasó su lengua para humedecerlos y ampliaste tu sonrisa. Su lengua, esa parte juguetona de su cuerpo con la que recorría tu cuerpo cuando te desnudaba. Una calorada recorrió tu espalda solo de imaginar esa sensación tan gustosa. Te sacó de tus pensamientos cuando sus labios hicieron presión sobre los tuyos dejando en ellos un beso sonoro. Enseguida abrió sus labios atrapando tu labio inferior y jugueteando con él con tranquilidad. Su lengua recorrió tus labios de manera juguetona y abriste tu boca para dejarle paso, enseguida buscó la tuya con desesperación y se enlazaron en un beso tierno que pronto se hizo fogoso. Saboreaste sus labios y su lengua con mucho gusto hasta que sus manos subieron acariciando tu espalda, que se estremeció de manera incontrolable. Tus manos rodearon su nuca, apegándolo más aún a tus labios para profundizar el beso, os separabais tan solo unos segundos para coger el aire necesario para poder continuar ese beso que, ahora que había comenzado, no podía acabar. Siguió devorando literalmente tus labios, succionándolos, mordisqueándolos con delicadeza y lamiéndolos dejando en ellos una sensación de hormigueo. Tú de igual modo le devolvías los besos y tus manos acariciaban su pelo, cuello y espalda. De pronto sus húmedos labios fueron dejando un recorrido por tu mejilla, barbilla y cuello, haciéndote cosquillas pero a la vez suspirabas por el placer que estaba empezando a crecer en tu cuerpo. Te abrazaste con fuerza a su espalda cuando notaste que sus dientes se clavaban sin compasión en tu cuello haciéndote estremecer por todo lo alto.
Tú: Liam… -susurraste con los ojos cerrados-
Él bajó sus manos hasta tus caderas con tiernas caricias, continuó bajándolas hasta tu trasero y lo apretó con fuerza contra su masculinidad.
Tú: Aahh –gruñiste entre dientes y lo escuchaste reír de manera juguetona en tu oído-
Ahora su boca jugueteaba con tu oreja, mordiendo suavemente el lóbulo de tu oreja y recorriendo con la punta de su lengua el contorno de esta.
Tú: Liam… mmm… -susurraste y apretaste sus hombros- Vamos a…ahhh… -ahora sus manos acariciaban sus muslos- a la habita…aaah…ción –conseguiste decir-
Él dejó de juguetear con tu cuello y te miró con una sonrisa juguetona. Te mordiste el labio, agarraste su mano y tiraste de él para ir a vuestro cuarto. Por el pasillo aún iluminado por las velitas, él no dejaba de abrazarte por las caderas y besuquear tu cuello y hombros, tú no podías parar de soltar risitas cómplices de sus tentadoras caricias hasta que por fin lograsteis llegar a la habitación. Abriste con urgencia la puerta y antes de entrar él te volteó atrapando con desesperación tus labios. Entrasteis a empujones y cerró la puerta con el pie. Colocó tu espalda sobre esta sin dejar de besarte y recorriendo tus curvas con sus dedos. De nuevo continuó con los besos por tu cuello y sus manos agarraron tus piernas pidiéndote que le rodearas sus caderas con ellas. Primero te ayudó a subir una y de un salto conseguiste rodearlo, pero parece que ese saltito consiguió excitarlo más de la cuenta ya que botaste sobre su miembro haciéndole soltar un gemido en forma de gruñido. Reíste divertida cogiendo su cara entre tus manos y volviendo a besar sus labios con desesperación. Él te sujetó con fuerza mientras una de sus manos se escapó juguetona por debajo de tu sueter. Subió por tu costado acariciándolo con las yemas de sus dedos. Suspiraste sobre sus labios y él mordió tu labio inferior.
Liam: Me encantas ____ (TN) –susurró cuando su mano alcanzó la tela de tu sujetador-
Sonreíste pícara y comenzaste a desabrochar los botones de su camisa de una manera juguetona. Cuando conseguiste desabrochar tres acariciaste su piel y bajaste tu boca hasta esta, besándola por todos los rincones, acariciándola y sintiendo como empezaba a arder. Subiste tus labios a su cuello besándolo con tranquilidad y sin darte cuenta él te trasladó desde la puerta hasta la cama y te dejó sobre esta con cuidado. Sonreíste cuando se arrodilló sobre ti. Lo agarraste de los cuellos de la camisa, atrayéndolo a tus labios y continuando el desesperado beso. Volvió a bajar por tu cuello hasta llegar a tu escote y alzó su mirada sonriente, dejó que sacaras tu camisa con tranquilidad mientras él te observaba y acariciaba tu tripa y subía por esta hasta tus pechos.
Liam: Este sujetador… -bajó su boca hasta el valle de tus senos- te lo regalé yo, ¿no? –notaste su aliento chocar con tu piel, estremeciéndola-
Apretó con sus manos tus senos, juntándolos y besando tu canalillo hasta dejarlo rojo. Recordaste entonces que tú le tenías una sorpresa y lo detuviste.
Liam: ¿Qué pasa? –frunció el entrecejo extrañado-
Tú: Lo siento… - te incorporaste hasta quedar sentada en el colchón- Tengo que ir al baño, no tardo –agarraste su cara y le diste un beso corto- Espérame aquí, ¿va? –le guiñaste un ojo y él resopló-
Entraste a prisa en el baño recordando que guardaste el conjunto en un cajón del armario porque pensabas ponértelo al salir de la ducha antes de cenar, cosa que no te dio tiempo porque Liam te sorprendió antes. Abriste el tercer cajón del armario del lavabo y ahí estaba. Sonreíste y te cambiaste lo más rápido que pudiste para no impacientar ni enfriar a Liam. Te pusiste este provocativo conjunto: http://www.polyvore.com/sin_t%C3%ADtulo_115/set?id=63421773
Con la barra de labios pintaste de rojo tus labios y un corazón sobre tu pecho izquierdo, un toque de colonia detrás de las orejas, en el escote y en las muñecas, por últimos te subiste en los tacones y te miraste en el pequeño espejo. Colocaste tus pechos de manera que se vieran más prominentes y formara un escote más provocativo. Sonreíste al verte tan “sexy” y de imaginar la cara que pondría Liam al verte. Con cuidado abriste la puerta y asomaste la cabeza. Viste que Liam permanecía tumbado con las manos tras su cabeza y con los ojos cerrados, dibujaste una sonrisa traviesa en tus labios y saliste dejando que tus pies taconearan a cada paso. Él abrió uno de sus ojos para verte y al hacerlo su expresión cambió por completo. Abrió sus ojos como platos y se incorporó de sopetón hasta quedar sentado.
Liam: ¿Y… -te admiró de pies a cabeza- esto?... –sonrió y reíste-
Tú: ¿Te gusta? –ladeaste la cabeza en un gesto infantil y Liam se mordió el labio desesperado-
Te acercaste despacio, dejando que te comiera con la mirada, que recorriera con ella cada parte de tu cuerpo hasta dejarlo sin respiración. Una vez estuviste frente a él acariciaste la piel descubierta de su pecho y sus hombros. Él sonrió aún sentado sin dejar de mirarte y enseguida sus manos agarraron con fuerza tus caderas empujándote contra su cuerpo.
Liam: ¿Quieres que te diga lo que me parece? –susurró mientras dejaba una hilera de besos por tu tripa hasta apoyar su mentón sobre esta, mirándote fijamente a los ojos-
Acariciaste su pelo rapado, con ese tacto tan particular que te encantaba. Te mordiste el labio risueña, esperando su respuesta.
Liam: Me encanta como te queda pero… -recorrió tu columna con las yemas de sus dedos- no te va a durar mucho puesto… -arqueó una ceja de manera linda y reíste al sentir que sus fuertes brazos te agarraban para de nuevo, tumbarte sobre el colchón-
Sacó tus tacones mientras besaba tus piernas de manera juguetona y volvió a tus labios acariciando tus brazos y tripa. Bajó a tus senos y se paró en el corazón que dibujaste.
Liam: ¿Y esto? –hizo el contorno con sus dedos-
Tú: Un pequeño detalle –te encogiste de hombros- para que sepas que mi corazón es todo tuyo Payne –susurraste mirándolo fijamente a los ojos-
Él te dedicó una sonrisa tierna y besó con ternura tus labios.
Liam: Pues tendré que asegurarme de que no se lo lleva nadie más… -besuqueó tu seno izquierdo hasta que con su húmeda lengua borró el corazón de un solo lengüetazo- Todo mío –guiñó un ojo y reíste-
Lo volteaste para quedar tú encima. Pasaste tus manos por tu espalda hasta alcanzar el broche del sujetador y lo sacaste de manera sexy hasta dejarlo caer a un lado con una sola mano, mientras que con la otra tapabas tus pechos. Él arqueó una ceja al ver tu manera juguetona de hacerlo delirar y sonrió pícaro, apretando su miembro contra ti. Cerraste los ojos ante tal contacto y suspiraste. Al abrir los ojos él sonreía triunfante y acarició tu brazo para que lo apartaras, con un sensual bailecito fuiste apartando tus manos hasta dejar tus pechos al descubierto. Liam tragó saliva al ver tu escultural cuerpo semi-desnudo sobre su miembro. Cerró los ojos y suspiró mientras con suaves caricias masajeaba tus nalgas. Volviste a encargarte de su cuello, bajaste por él hasta la piel de su pecho. Te erguiste para mirarlo mientras tus manos desabrochaban sensualmente su camisa, él acariciaba tus muslos sin dejar de mirarte a los ojos. Una vez tuviste todos los botones desabrochados admiraste su bien formado torso y lo acariciaste estremeciéndote a ti misma. Bajaste tu boca hasta este y pasaste tus labios por él sin llegar a besarlo, captando su aroma, aquel olor a colonia que tanto te encantaba. Alcanzaste uno de sus pezones y los recorriste con tu lengua y tus labios, notaste como su piel se erizaba y sonreíste conforme. Ahora sí, besabas su pecho mientras él acariciaba tu espalda, te concentraste en la parte superior de su pezón derecho, haciéndole un notable chupetón mientras tus senos rozaban su piel, notabas como con cada roce tus pezones se comenzaban a poner tiesos y él suspiraba y soltaba algún que otro gruñido por la excitación. Seguiste bajando tus besos hasta su ombligo, y de este, volviste a subir recorriendo todo su abdomen con la punta de tu cálida lengua. Te erguiste con una sonrisa malévola para mirar su cara que te pedía más. Te revolviste un poco para poder desabrochar su cinturón y tiraste de su pantalón, no sin antes sacar de él un preservativo que Liam te pidió. Lo guardaste en la goma de tu culotte y continuaste con lo tuyo. Miraste su abultada erección que estaba muy apretada dentro de esa fina tela, volviste tu mirada a su rostro y te mordiste el labio. Te colocaste sobre su miembro haciendo pequeños movimientos aún con vuestras prendas puestas y los dos gemisteis al unísono ante aquel roce, él apretó tus caderas y te volteó para quedar él de nuevo encima.
Liam: Ahora me toca a mí pequeña –sonrió y lamió tu pezón-
Tú: Mmm… Liam –jadeaste con los ojos cerrados-
Pellizcó y masajeo tu seno izquierdo con su mano mientras que el derecho recibía igual atención por parte de su boca, lo lamía, besaba y succionaba hasta dejarlo erecto y duro. Bajó su mano por tus caderas y pasó dos dedos por la fina tela de tu culotte, sobre tu feminidad, haciéndote dar un suspiro largo. Sonrió y comenzó a mover su pulgar sobre la zona más sensible de tu ser. Arqueaste tu espalda con un pequeño gemido ante aquella placentera caricia. Bajó su boca hasta tu tripa y su cálida lengua recorrió tu barriga.
Tú: Liam –gruñiste apretando las sábanas sin abrir los ojos, dejándote llevar por sus caricias-
Escuchaste su risita juguetona y como sus manos tiraron de la parte trasera de tu culotte para bajarlo hasta tus tobillos, tus pies hicieron el resto hasta que lograste tirarlo al suelo. Sus labios que aún seguían concentrados sobre tu ombligo siguieron bajando con besos húmedos hasta alcanzar tu feminidad, su aliento rozaba tu clítoris haciéndote estremecer y de pronto un lengüetazo en él hizo que abrieras tus ojos y tu boca soltando por ella un jadeo constante. Agarraste su cabeza y él continuó moviendo su lengua de una manera divina sobre tu feminidad, a la misma vez que combinaba su lengua notaste entrar dos dedos dentro de ti haciéndote dar un gemido bastante sonoro y arqueando de nuevo tu espalda.
Tú: Oh Liam… -gemiste con los ojos cerrados sin dejar de acariciar su pelo-
Besó y lamió de maravilla tu feminidad hasta que notaste una calorada y él se apartó conforme. Se tumbó a tu lado mientras dejó que recuperaras la respiración por unos segundos. Antes de que él pudiese darse cuenta ya te encontrabas sobre su miembros, tirando de la goma de sus bóxers para deshacerte de ellos y dejando ver su ya enorme erección, sonreíste al ver aquello y tu mano la acarició provocando que de los labios de tu novio saliese un largo suspiro. Comenzaste a masajearla de arriba abajo con tu mano mientras la otra acariciaba su fornido pecho. Cuando viste que cerró los ojos bajaste tus labios hasta su pene y diste un lengüetazo recorriendo toda su masculinidad, él gimió alto al notar aquello y volviste a lamerla, pero esta vez solo la punta, poco a poco fuiste introduciéndola en tu boca, saboreando todo su ser, sintiendo como crecía dentro de ti. Le oías gemir, gruñir, suspirar, gritar tu nombre. Agarró tu cabeza, enredando sus dedos en tu sedoso pelo, hundiendo tu cabeza en él. Cuando sentiste que se iba a correr apartaste tu cabeza y sonreíste, admiraste su erección perfectamente lubricadita. Recogiste el preservativo que cayó al suelo junto con tus bragas y lo abriste con tus dientes. Él te miró con un gesto ardiente y te volviste a colocar sobre él para ponérselo con un suave masajeo. Sonreíste una vez lo terminaste de colocar y lo dirigiste hacia tu entrada, te colocaste en posición y él agarró tus caderas, te dejaste caer con delicadeza y acto seguido gemiste al notar su gran miembro dentro de ti, él empezó a sacudir sus caderas, aferrándote fuerte a ellas apretando tu trasero con sus manos. Tú de igual manera te movías sobre él con movimientos rápidos y circulares mientras tus manos seguían recorriendo su torso y brazos. Echaste la cabeza hacia atrás mientras gemías y te movías rápido.
Liam: Dios nena… -gimió al notar tus uñas recorrer su pecho- ahhh –jadeó con los ojos cerrados moviéndose dentro y fuera de ti con grandes embestidas-
Observó como tu cuerpo se movía al compás del suyo, como con sus fuertes embestidas provocaba que tus senos botaran, cosa que le hacía excitarse aún más. Gimió fuerte y le correspondiste con uno más sonoro aún, gritaste su nombre moviéndote a gran velocidad. Él agarró tus caderas de tal manera que pudo entrar en un solo movimiento de una vez hasta lo más hondo de ti. Gritaste por todo lo alto y notaste como vuestros cuerpo estaban empezando a sudar. Él salió de ti y te tumbó quedando ahora él encima. Abriste por inercia las piernas para que él se volviese a acomodar entre tus muslos y rodeaste tus caderas con tus piernas, abriéndole paso y dejando que entrara de nuevo en ti a ritmo frenético.
Tú: Oh dios Liam… sigue…sigue… -le pedías con los ojos cerrados- más, más, más…ahhhh… -gemías cada vez que notabas ese cosquilleo recorrer tu espalda- No pares… Liam… -le pediste casi rogando-
Liam: No lo haré…mmm –incrementó sus movimientos-
Sus caderas danzaban con las tuyas en un compás desenfrenado y acalorado. Él pasó de estar apoyado en sus antebrazos (mientras tú clavabas sin querer tus uñas en su fuerte espalda, dejando arañazos, marcándola sin querer, mientras él besaba con desesperación tu cuello, ahogando en él sus fuertes gemidos) a tener agarradas tus caderas con fuerza. Clavaste ahora tus uñas en sus musculados brazos y empezaste a notar como una corriente eléctrica seguida por una oleada de calor recorría todo tu cuerpo desde vuestros miembros. Arqueaste tu espalda con fuertes gemidos.
Tú: Lia-a-ahh-am… mmm… siii… ahhh… -gemiste glorioso en sus últimas embestidas justo cuando notaste que las paredes de tu vagina se acomodaban como cual pieza de puzle a su pene-
El orgasmo os invadió a los dos dejándoos sin habla, simplemente vuestros nombres fue lo último que pronunciasteis antes de que el silencio abarcara todo. Liam cayó rendido sobre tu sudoroso pecho, con la respiración agitada, los ojos cerrados y sus manos a ambos lados de tu cuerpo. Permaneció dentro de ti hasta que recobró el sentido de la situación y su respiración se calmó. Tú acariciabas su pelo con una gran sonrisa mientras también recuperabas tu respiración, aunque te costó un poco más por el peso que ejercía este sobre tu abdomen. Al cabo de unos minutos alzó su mirada para verte, sonrió tierno y besó cortamente tus labios. Salió de ti y suspiraste al notar ese vacío, se tumbó a tu lado. Rodeó tu cuerpo con sus fuertes brazos y apoyaste tu cabeza en su pecho, escuchando los ya relajados latidos de su corazón.
Liam: Eres una diosa en la cama amor –dijo acariciando tu pelo y reíste-
Tú: Y tú eres increíble Liam… -suspiraste y te incorporaste hasta quedar sentada, acariciando se torso- no sé dónde dejas esa faceta de niño tímido y dulce… eres todo un diablillo -te mordiste el labio y el rió armonioso-
Liam: Contigo es imposible no cometer travesuras –te guiñó un ojo y te atrajo de la nuca para besar tus labios con fiereza- Te amo (TN) –acarició tus labios con su nariz-
Tú: Te amo mi vida –besaste tu frente y lo abrazaste-
Él os arropó con la sábana y juntos así, abrazados, sonrientes y desnudos, acabasteis dormidos.
Mrs Malik
Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
mzgnkl vjhlzdjfhmña Son las únicas palabras que puedo articular. salcjuvkughjlmzdfg
Y ahora, ¿el de quién falta? Porque quiero máaaaaassssss ,sdkicjzlgfm *w*
Y ahora, ¿el de quién falta? Porque quiero máaaaaassssss ,sdkicjzlgfm *w*
lLudirectionerl
Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
omagaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa¡¡¡¡¡
me matateeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee..
louiss upaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
harry mmmmmmmmmmmmmmmmmmmm..
zayn.................................................
niall ... papa
liam...oooooooooooooooooooooooooooooo mi amorrr
me matateeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee..
louiss upaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
harry mmmmmmmmmmmmmmmmmmmm..
zayn.................................................
niall ... papa
liam...oooooooooooooooooooooooooooooo mi amorrr
Poly Avila
Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
lLudirectionerl escribió:mzgnkl vjhlzdjfhmñaSon las únicas palabras que puedo articular. salcjuvkughjlmzdfg
Y ahora, ¿el de quién falta? Porque quiero máaaaaassssss ,sdkicjzlgfm *w*
Jajajaj :D ahora toca el de Josh :P y después volveré a empezar con Lou jajaja me alegro que te gusten amor :D te quierooo<3
Mrs Malik
Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
Poly Avila escribió:omagaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa¡¡¡¡¡
me matateeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee..
louiss upaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
harry mmmmmmmmmmmmmmmmmmmm..
zayn.................................................
niall ... papa
liam...oooooooooooooooooooooooooooooo mi amorrr
jajajajaja gracias!:D me alegro que te gusten ^^
Att: Mrs Malik
Mrs Malik
Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
Imagina de Josh:
"Amor con el batería":
Lunes por la mañana, tan solo quedan cinco días para la gran audición en la que tú participarás tocando el piano. La audición tendrá lugar en el conservatorio, lugar que ya era como tu segunda casa. Llevabas asistiendo once años, este es tu último año de piano y por fin podrás ser profesora, que es lo que llevabas deseando desde que empezaste. Desde muy pequeña te encantaba este instrumento, ya que tu abuelita te tocaba todas las noches una nana para que te quedaras dormida. Tocaba genial y siempre quisiste tocar igual de bien que ella, y tu sueño se hizo realidad. Ahora eras una experta pianista. Estabas muy nerviosa por el gran día pero, aún así, deseabas con todas tus ganas que llegase. Te levantaste temprano como llevabas haciendo estas últimas semanas, querías ser la primera en llegar para poder ensayar tranquila, sin que nada ni nadie te interrumpiese. Te vestiste: http://www.polyvore.com/sin_t%C3%ADtulo_100/set?id=61803810 y como siempre llegaste la primera, pero para tu sorpresa, al lado de tu precioso piano de cola había una estorbosa batería. Arqueaste una ceja dudosa y te acercaste. Sobre el asiento de la batería había una caja en cuyo interior se hallaban unas baquetas con las iniciales JD, seguido de un nombre, "Josh Devine" :
Tú: ¿Quién narices es Josh Devine? –pensaste en voz alta y volviste a dejar las baquetas en su sitio-
Caminaste renegada hacia tu piano y acariciaste las teclas conforme pasaste, recorriendo la pequeña banqueta para sentarte. Sacaste la partitura y la colocaste para empezar a afinar el piano. Comenzaste a pulsar las teclas hasta que viste que todo estaba correcto y dejaste sonar la melodía: https://www.youtube.com/watch?v=aHJF-URV-Ro esta era la canción con la que adicionarías. Era la sintonía de la famosa película “el piano”, era la melodía que siempre te tocaba tu abuela, ese año justamente murió así que querías dedicársela. Sentías cada nota con el corazón acariciabas las teclas con delicadeza y sentimiento, con los ojos cerrados, dejándote llevar, hasta que la canción acabó. Tuviste algunos fallos que tenías que corregir aún, así que seguiste con ellos varias veces más hasta que notaste que tus dedos ya estaban agarrotados y estabas sudando. Suspiraste y unos aplausos te sacaron de tus pensamientos, te sobre saltaste por el repentino ruido y miraste de donde provenía. Era un chico que no habías visto en la vida y al principio lo miraste extrañada, no te sonaba de haberlo visto nunca por allí. Te levantaste y bajaste del escenario hasta llegar en frente suya.
Chico: Ha sido genial –sonrió amable- nunca había visto que una chica tan joven tocase tan bien el piano –sonreíste de lado agradeciéndole el detalle-
Tú: Aún tengo que pulir varias cosas… -contestaste un poco agobiada ya que había una parte en que tus dedos no llegaban a la nota a tiempo- Y… no soy tan joven… -te giraste para mirarlo antes de entrar a los vestuarios- tengo diecinueve años –él agrandó los ojos por tu respuesta-
Chico: Vaya, pensé que tendrías quince –sonrió divertido y arqueaste una ceja- tienes cara de niña –soltó una risita y rodaste los ojos-
Entraste sin decir más nada a los vestuarios y fuiste directa al baño. De fondo escuchaste que la puerta se abrió, seguida de una voz masculina.
Chico: Lo siento –dijo acercándose rápido hacia ti, te giraste molesta para mirarlo- no quería ofenderte… -se rascó la nuca en un gesto inocente-
Tú: No importa… -apartaste tu mirada y abriste la puerta del baño-
Chico: Enserio no quiero que te cabrees –sujetó la puerta y te miró-
Suspiraste resignada y le miraste.
Tú: Ya he dicho que no importa, ¿vale? –sonaste cabreada y su gesto cambió a serio-
Chico: Oye te estoy pidiendo disculpas, tampoco es para que te pongas así de borde… -negó con la cabeza- Siento ser un molesto, adiós –cerró la puerta del baño más fuerte de lo normal y suspiraste-
No querías haberlo pagado con él, fue simpático desde un primer momento, pero llevabas unos días un poco estresantes de pensar que la actuación fuese horrible… Te echaste agua en la cara para quitar el sudor y suspiraste largo. Abriste los ojos y te miraste en el espejo, aquel chico tenía razón, tenías diecinueve, pero tu cara parecía de una niña de quince, no solías maquillarte, no pensabas que te hiciese falta, te veías bonita sin maquillar, pero también era verdad que así te hacía parecer más niña… pero, ¿eso qué importaba? Era tu imagen, no la suya… De pronto escuchaste ruido fuera, era una música un tanto fuerte que golpeaba tus tímpanos y parecía que fuesen a estallar. Te tapaste los oídos y saliste fuera y, para tu gran sorpresa, aquel chico del que aún no sabías ni su nombre, se encontraba dándole golpes a los platillos y bombo de la batería. Entonces por tu cabeza pasó la imagen de las baquetas en la caja.
Tú: ¿JD? ¿Josh Devine? –recordaste- ¿Tú eres Josh Devine? –señalaste las baquetas y él dejó de tocar, o más bien, hacer ruido para tus oídos-
Para ti la música siempre fue clásica, odiabas todos esos sonidos modernos llenos de instrumentos que provocaban dolor de cabeza, ni si quiera sabías nombres de grupos o cantantes modernos.
Chico: El mismo, ¿qué pasa que ahora mi nombre también es molesto? –preguntó con gesto enfadado y volvió a golpear las baquetas-
Tú: No soy yo ahora la borde… -te cruzaste de brazos y te miró de reojo- Solo quería saber porqué tu… cacharro… está aquí en medio –señalaste la gran batería-
Josh: No es ningún cacharro para tu información bonita –guiñó un ojo con una sonrisa falsa y volvió a golpear los platillos- Mi batería –remarcó esta palabra con su voz- está aquí porque actuará mi grupo el sábado, al igual que tú –te comentó sin dejar de tocar-
Tú: ¿Qué? –arqueaste una ceja- pero si esto es solo un concierto de música clásica –reprochaste pero él parecía no hacerte caso- ¿¡Puedes dejar de hacer ruido!? –le arrebataste una baqueta de las manos y te miró mal- te estoy hablando, si eres tan educado respóndeme –él chico suspiró y te quitó la baqueta de las manos para dejarlas dentro de la caja-
Josh: ¿Qué pretendes que se duerman con tanta música aburrida? –contestó con bordería y quisiste guatearle la cara-
Pero como eras una señorita educada simplemente lo miraste con asco, volviste a tu piano, recogiste la partitura y te fuiste de allí sin mirarlo mientras él continuó tocando ese odioso cacharro. Conforme te dirigías a la salida chocaste con alguien, ibas tan cabreada que ni te fijaste en quién era.
-----: Lo siento ____(TN) –alzaste tu mirada para encontrarte con tu profesor de piano durante todos estos años-
Tú: Oh Greg, perdón… no te había visto… -recogiste algunas cosas que se te cayeron en el suelo-
Greg: No importa… oye… ¿vienes de la sala de ensayos no? –alzaste tu mirada para asentir con tu cabeza- ¿Y has conocido ya al chico de la batería? –resoplaste-
Tú: Por desgracias sí –dijiste con un tono de voz cabreado-
Greg: Oh…pensé que os llevaríais bien… -rodaste los ojos-
Tú: Creí que la audición solo sería de música clásica, no de instrumentos ruidosos –le reprochaste-
Greg: Iba a serlo… pero justo antes de ayer se presentó aquí, al parecer este chico tiene un grupo de música moderna, de un nombre raro… y van a dar unos cuantos conciertos por la ciudad, por eso me pidió que si podían dar uno aquí también y bueno…como aún había tiempo les hicimos un hueco –explicó de los más considerado pero aún así a ti no te hacía nada gracia-
Tú: No estoy de acuerdo Greg… -respondiste alterada-
----: Creo que aunque estés en desacuerdo no vas a ser tú la que programe la audición –te volteaste al escuchar eso y de nuevo ese chico estaba ahí- Buenos días Señor Greg –hizo un gesto y se despidió-
Greg: El chico tiene razón ____(TN), hay que darle oportunidades a todos, aquí apoyamos a todo tipo de música, no solo a la clásica –sonrió y siguió andando por el pasillo-
Te quedaste ahí de pie asimilando todo un poco y quisiste volver para romper aquel cacharro ruidoso a patadas, pero preferiste ir a casa y rebelar toda tu rabia tocando el violín.
Al día siguiente volviste a ir al conservatorio y nuevo tuviste que soportar a aquel incordio de chico, pero ni le diste importancia, te dijiste a ti misma que a las personas lo ignorarías por mucho que dijese.
Josh: Buenos días bonita –dijo cuando te vio entrar por la puerta y ladeaste tu cabeza sin llegar a mirarlo más de tres segundos- Parece que alguien no se ha levantado con buen pie hoy… -y de nuevo ese sonido incordioso que retumbaba en tus tímpanos-
Te acercaste con paso ligero hacia tu piano y te sentaste en la baqueta, tus dedos comenzaron a tocar, te dejaste llevar de nuevo por la música que producía tu instrumento hasta que escuchaste el silencio, tus oídos volvían a estar relajados. Abriste los ojos y aquel chico ya no estaba, sonreíste aliviada pero no te duró mucho, ya que justo salió de la puerta de los baños con el pelo mojado y el terso desnudo, tus dedos no pudieron evitar desconcentrarse al igual que tu mente y dieron una nota horrible. El chico enseguida llevó sus ojos hasta ti y sonrió al ver la cara que se te quedó. Revolvió su pelo con la mano libre, ya que en la otra llevaba su camiseta, y las pequeñas gotitas llegaron hasta a ti, mojando tu mejilla. La secaste con tu mano y volviste a bajar tu mirada al piano, antes de que la perdición te llevara por el mal camino. Suspiraste para intentar relajar los músculos de todo tu cuerpo, que se tensaron al ver a Josh aparecer descamisado. Tus dedos rápidamente se acoplaron en su sitio y volvieron a dejar escapar la melodía como si todo siguiese bien. Poco a poco tu mente volvió a dejarse cautivar por la dulce melodía del piano, hasta que notaste que a tu melodía la acompañaba otro sonido más fuerte. Abriste los ojos y viste que Josh iba acompañando con su batería la música de tu piano, cuando vio que lo descubriste te dedicó una tierna sonrisa que te hizo curvar tus labios en una risilla tonta, te mordiste el labio y terminaste de tocar la canción. Al terminar Josh se levantó y se acercó a ti.
Josh: Creo que ayer no empezamos muy bien… -lo miraste a los ojos- Soy Josh –estiró su mano con una sonrisa preciosa-
Tú: ____ (TN) –estrechaste su mano-
Josh: ¿No soy un mal chico al fin de al cabo no? –rió y sonreíste-
Tú: Supongo que tu cacharro no es tan malo para hacer música… -él soltó una risita y volvió a mirarte a los ojos-
Josh: Te he estado escuchando estos dos días y enserio lo haces genial, no sé por qué tienes miedo… -te sorprendió que te dijera eso ya que tú en ningún momento dijiste que estuvieses asustada o más bien aterrada porque algo saliese mal-
Tú: Bueno…supongo que nadie es perfecto… -te encogiste de hombros- siempre pueden fallarme los nervios –él sonrió-
Josh: ¿Puedo? –señaló la banqueta en indicio de querer sentarse a tu lado-
Tú: Claro… -te echaste a un lado y se acomodó cerca de tu cuerpo-
Notaste como su cuerpo estaba bastante caldeado y que cuando rozó su piel con la tuya algo dentro de ti se tensó de nuevo. Tus manos aún seguían sobre las teclas y él las rozó con delicadeza cuando colocó también las suyas sobre estas, enseguida las apartaste con vergüenza.
Josh: Creo que fallas aquí… -el chico comenzó a tocar las teclas haciendo que la melodía que estabas tocando tú hacía un rato fuese creada ahora por él-
Te sorprendiste al verlo tocar tan bien y él sonrió.
Tú: No sabía que también tocabas el piano… -dijiste apenas sin palabras-
Josh: Bueno… yo también estuve aquí hace unos años… -alzaste las cejas sorprendida- Por eso conozco al señor Greg, él fue mi profesor de piano y cuando vinimos aquí quería ver si seguía aquí, y cuando le conté lo de mi grupo enseguida nos hizo un hueco –conforme hablaba iba tocando melodías- también estuve haciendo guitarra y finalmente me fui a estudiar fuera para aprender a tocar la batería, gracias a eso hoy estoy en un grupo –sonreíste-
Tú: Caray… no lo sabía… -miraste sus manos que para nada parecían ser de pianista, pero que sin embargo tocaban las teclas de maravilla- Entonces… ¿cuántos años tienes? –no recordabas haberle visto nunca por aquí-
Josh: Veintiuno –respondió sin mirarte-
Tú: Pues no nos llevamos tanto… y no me acuerdo de haberte visto por aquí nunca… -sus dedos acariciaron todas las teclas en una melodía graciosa-
Josh: Empecé con piano a penas cuando tenía cuatro años, es normal que nunca me hayas visto por aquí –rió- ni si quiera habrías nacido –te miró de reojo-
Tú: Te recuerdo que tengo diecinueve –él rió-
Josh: Lo sé, lo sé… siento lo del otro día –negaste con la cabeza con una sonrisa-
Tu primera sonrisa sincera hacia él.
Josh: Entonces…¿me dejas que te ayude? –asentiste con una gran sonrisa y él te la devolvió con una mucho más hermosa-
Comenzó a explicarte como podías colocar los dedos para ir más rápida en esa parte y a los tres intentos lo conseguiste.
Josh: Sabía que aprenderías rápido –tú estabas súper contenta-
Tú: Muchísimas gracias Josh –lo abrazaste por inercia y notaste como su cuerpo se tensó-
Josh: No hay de qué… -susurró cerca de tu oído y te separaste corriendo al percatarte-
Iba a hablar justo cuando la puerta se abrió y entró Greg.
Greg: Oh vaya… parece que al final habéis decidido llevaros bien –sonrió ampliamente-
Josh: No es tan mala chica… solo un poco malhumorienta –lo fulminaste con la mirada y él rió-
Greg: Me alegra saber que habéis dejado los malos humos de lado, ____ (TN) ¿qué tal lo llevas? –Josh se levantó para dejar que hablarais tranquilamente-
Lo observaste y no te habías fijado en que el chico era bastante guapo…
Tú: Bien…ya bien… -continuaste mirando a Josh que te devolvió una sonrisa- Josh me ha…ayudado –Greg se sorprendió al escucharte y sonrió-
Greg: Gracias Josh, sabía que nunca ibas a olvidar las clases de piano que te di –Josh ladeó la cabeza- Bueno…os dejo que sigáis ensayando… -asentiste y se fue-
Al poco Josh se levantó, al parecer había quedado con los chicos de su grupo, por lo que se despidió de ti de una manera muy tierna, dejando un cálido beso sobre tu mejilla, lo que te sorprendió bastante y te dejó sin palabras…
Los días fueron pasando, cada día hablabas más con Josh, hasta el punto de que llegó a convertirse en un buen amigo, le podías contar tus cosas que él te ayudaba siempre con una gran sonrisa, era muy especial, nunca antes habías conocido a un chico tan tierno, nunca antes conociste a un chico que en tan pocos días se convirtiese en una cosa imborrable en tu cabeza, tus pensamientos, día sí y noche también, giraban en torno a él, incluso te llegaste a plantear el hecho de que Josh se estuviese haciendo paso entre las entrañas de tu corazón…
Y al fin…ya era sábado, el día de la audición… como llevabas haciendo toda esta semana fuiste al conservatorio en el cuál ya estaba todo preparado para el gran concierto, muy hermoso:
http://acdibe.files.wordpress.com/2013/01/f456b.jpg
Te encontrabas sobre el escenario, echaste un vistazo a todos los asientos, las últimas filas a penas se veían y en tu barriga comenzaron a hacerse presente los nervios, tan solo con la idea de que todo aquello se llenara de gente que te estaría observando y que, al final, serían muy críticos con tu actuación, ya que ahí solo iban gente adinerada que solo querían disfrutar de buena música…por eso no querías defraudar. Unos brazos te rodearon haciéndote salir de tu marea de pensamientos.
Tú: Josh…me has asustado… -sonreíste girándote para verle- Vaya… -te quedaste boquiabierta al ver que iba vestido con un traje que se ajustaba a su bien formado cuerpo- ¡qué guapo! –él sonrió y perdió su vista en el suelo-
Notaste como sus mejillas se sonrojaron, gesto que te pareció muy tierno, quisiste abrazarlo y decirle todo lo especial que era para ti ahora…pero preferiste guardarte eso para ti…
Josh: ¿Nerviosa? –acarició tu mejilla provocando que tus labios dibujasen una tonta sonrisa-
Tú: Un poco… -volviste a mirar a las butacas aún vacías-
Josh: Tranquila, sé que lo harás bien –clavaste tu mirada en la suya-
Ahora que lo tenías más cerca pudiste analizar su rostro, sus ojos eran hermosos, no te habías fijado antes en estos días, tenían un color precioso, azulados, pero se volvían grisáceos cuando no había mucha luz, volviste a sonreír cuando de nuevo acarició tu mejilla con el dorso de su mano. Poco a poco fuiste notando su respiración chocar con tu rostro y tu corazón empezó a bombear muy rápido… una sola caricia de sus labios sobre los tuyos bastó para que tu cuerpo reaccionase. Tus brazos enseguida rodearon su cuello y os dejasteis llevar por aquel maravilloso beso, él al principio quedó parado por tu repentina reacción, pero enseguida te siguió el beso de una manera tierna. Sus labios eran pequeños y dulces, se movían lentos pero atrapaban tu lengua de una manera juguetona, provocándote en ella unas cosquillas incontrolables que recorrían toda tu espina dorsal, hasta clavarse en lo más bajo de ti, haciéndote excitar… suspiraste sobre sus labios cuando él mordisqueó los tuyos y sus manos empezaron a bajar por tu espalda tiernamente. Te separaste unos segundos y él apoyó su frente sobre la tuya.
Josh: Pensaba que me abofetearías por querer besarte –reíste por su tonto comentario-
Tú: ¿Qué te hacía pensar eso? –diste un piquito en sus labios y sonrió-
Josh: Creía que me odiabas… -se encogió de hombros-
Tú: Oh… ese día estaba estúpida… -le restaste importancia y él carcajeó- ¿De qué te ríes? –le seguiste tú ahora la risa-
Josh: Te veías linda cabreada… -guiñó un ojo y te sonrojaste-
Permanecisteis mirándoos unos segundos hasta que alguien entró en el salón, haciendo que dejaseis de abrazaros.
Greg: Chicos, ¿qué hacéis aquí? La función empieza en diez minutos, ____ (TN) ve a vestirte, ¡vamos! –le hiciste caso y saliste corriendo hacia los vestuarios, no sin antes dedicarle una mirada a Josh-
Te despojaste de tu ropa para de seguido ponerte tu vestido de la actuación: http://www.polyvore.com/sin_t%C3%ADtulo_128/set?id=63680443 El cual te lo hizo tu abuelita. Aún le quedaban muchos años de vida…pero un infarto se la llevó…
Con lágrimas en los ojos por el recuerdo de tu abuela haciéndote el vestido, y de lo orgullosa que estaría de ti en esos momentos, saliste al escenario con todas las fuerzas necesarias.
Tu actuación fue brillante y, en todo momento, sentiste que Josh estaba apoyándote más que nadie, solo tenías que mirar al frente para encontrarte con sus preciosos ojos y su perfecta sonrisa que te transmitían todo el apoyo necesario. Una vez acabaste te levantaste y agradeciste al público el haber venido, volviste a girar tu cabeza y viste como Josh aplaudía y enseguida abrió sus brazos para que fueses a abrazarle, así lo hiciste y te sentiste protegida con ellos.
Josh: Lo has hecho perfecto bonita –acarició tu mejilla y suspiraste con una sonrisa-
Tú: Gracias Josh, estaba muy nerv… -no te dejó terminar ya que de nuevo sus labios se encontraban sobre los tuyos-
Se separó apenas unos milímetros y volviste a suspirar provocando su risita.
Josh: Ahora le toca a mi grupo –miró hacia el escenario porque estaban llamándolo- Te veo después-
Asentiste y volviste a besarlo fugaz para desearle suerte. Disfrutaste como una cría escuchándolo a pesar de que creías que no aguantarías nunca esa música…no estaba tan mal… Cuando acabó de igual modo que él lo recibiste con los brazos abiertos para besarlo. Sus labios no tardaron en unirse a la perfección con los tuyos y su lengua masajeó la tuya con suaves y húmedas caricias, sin separaros fuisteis andando hasta el interior de los vestuarios, donde os teníais que duchar y cambiar de ropa antes de salir. Te separaste de sus labios para entrar en el vestuario femenino pero te agarró de la mano, volteaste a mirarlo y él sonreía pícaro.
Tú: ¿Por qué sonríes así Josh? –arqueaste una ceja y él se fue acercando a ti con la misma sonrisa-
Tu espalda chocó con la pared y él volvió a besarte desesperado, ya no aguantabas más así que tus manos rodearon su cuello y apretaste con fuerza su espalda contra tu cuerpo, sintiéndolo cerca, muy cerca…hasta hacerte estremecer. Agarró tu mano y te llevó a la puerta de al lado, entró y se aseguró de que no hubiese nadie para después cerrar la puerta.
Tú: Creo que yo no debería estar aquí –señalaste el cartel con un monigote de un hombre-
Josh: Lo sé –sonrió- pero así podemos estar solos… -te rodeó por la cintura atrayéndote a tu cuerpo-
Tú: Oh… -reíste juguetona sobre sus labios para después besarlos con desesperación-
Él te cargó en brazos y caminó contigo sin dejar de besarte, hasta que notaste que tus pies volvían a tocar el suelo. Cuando abriste los ojos te diste cuenta que estabas en la ducha de chicos.
Tú: Josh… -él puso su dedo índice sobre tus labios para silenciarte-
Rodaste los ojos con una sonrisa y te pidió que te quitaras los tacones, así lo hiciste y los dejaste fuera de la ducha.
Josh: ¿Sabes que estás preciosa con esa rayita negra en tus ojos? –te miró fijamente y sonreíste-
Tú: Gracias… -te besó dulcemente- Oye Josh… -lo separaste de tu cuerpo cuando notaste sus brazos acariciar tu espalda-
Él te miró dudoso y te mordiste el labio.
Tú: Pueden pillarnos… -señalaste la puerta y él giró a verla-
Salió de la ducha sin decir nada y arrastró un pequeño banquito para bloquear la puerta-
Josh: Ya está –se sacudió las manos con una sonrisa mientras volvía a hacercarse-
Tú: Estás loco… -reíste y él te abrazó con una sonrisa-
Josh: No es de locos estar a solas con la persona que te ha robado el corazón, ¿no? –abriste los ojos aún más ante su confesión-
Tú: No digas esas cosas Josh… -volviste a apartarlo de tu cuerpo pero él no te dejó-
Josh: Solo digo lo que siento ____ (TN)… quizá suene de locos sí… pero es la verdad… nunca antes me había pasado esto con una chica… hemos conectado muy bien aunque el primer día me odiabas… -reíste por su comentario- pero ahora…eres muy especial… -apoyó su frente sobre la tuya mientras acariciaba tu mejilla- créeme por favor… -cerró los ojos mientras jugueteaba con tu nariz-
Tú: Demuéstramelo Josh… -te atreviste a decir y él abrió sus ojos con una sonrisa-
Él simplemente volvió a acercarse a tus labios y los besó tiernamente, tu lengua buscó la suya pero él la aprisionó con sus labios.
Josh: Tranquila… -sonrió y te volvió loca con eso que hizo-
Volvió a besarte de nuevo de una manera tranquila y dulce, sus labios se movían lentos y sensuales, su lengua no buscó la tuya hasta que te dejaste llevar por el beso, que no tardó en volverse fogoso cuando ya por fin vuestras lenguas se abrazaron. Tus manos se enredaron en su pelo y él acarició tus brazos tranquilamente. Se separó unos segundos y de pronto notaste como el frío recorría toda tu piel. Diste un pequeño gritito y él rió para después volver a besarte. El agua caló vuestras ropas y tu pelo, haciendo desaparecer todas las ondas que te hicieron. Quisiste matar a Josh pero era imposible si te respondía con esos besos y esas caricias que te derretían. Poco a poco sus manos fueron recorriendo tu espalda hasta encontrar la cremallera de tu vestido. Se separó para mirar tus ojos, como pidiéndote permiso, tú en respuesta empezaste a desabrochar los botones de su camisa. Él sonrió y fue bajando despacio la cremallera, alargando el deseo. De pronto sus labios acariciaron tu cuello sin llegar a besarlo y unas cosquillas recorrieron tu espalda. Él terminó de bajar la cremallera de tu vestido, dejándolo caer al suelo, justo cuando tú desabrochaste todos los botones. Tus manos enseguida acariciaron su tan bien formado torso y sus labios comenzaron a recorrer todo tu cuello y hombros. Deslizaste su camisa por sus brazos y tus manos acariciaron su fuerte espalda, jadeaste al notar que sus labios absorbían la delicada piel de tu cuello y cómo clavaba con cuidado sus dientes sobre él. Sus labios volvieron sobre los tuyos mientras sus manos acariciaban todo tu cuerpo, las subió hasta tus senos haciéndote gemir al notarlo. Josh carcajeó sobre tu oído y te abrazó fuerte contra su cuerpo. El agua seguía recorriendo vuestros cuerpos y mezclado con sus caricias lo hacía aún más excitante. Tus manos volvieron a bajar por su tordo, esta vez en busca de su pantalón y no tardaste en deshacerte de ellos mientras vuestros besos se hacían cada vez más sonoros.
Josh: Joder… -jadeó excitado al ver tu cuerpo empapado por el agua y como tu ropa interior comenzaba a transparentarse-
Tú: No me mires así… me da vergüenza… -tus mejillas se sonrojaron y cubriste tus senos con tus manos-
Josh: Eh… -te apegó de nuevo a su cuerpo y notaste como su miembro se clavó sobre tu feminidad- Eres perfecta, no tienes de qué avergonzarte pequeña… -apartó tus manos y sonreísteis-
Tú: Siempre he odiado mi cuerpo…es demasiado pequeño… -él acarició la curva de tus caderas- y muy poco desarrollado… -apartaste tu mirada y sus labios volvieron a besar tu cuello-
Josh: Vuelvo a repetirte… -susurró sobre tu oído- eres perfecta ____ (TN), me gustas así, tu cuerpecito pequeño y tu cara sin maquillar, eres hermosa tal y como eres, ¿me oyes? –acariciaste su espalda conforme hablaba-
De nuevo os besasteis tiernamente, cosa que no duró mucho, ya que él se deshizo de tu sujetador y acarició de nuevo tus senos ya liberados, ahora la sensación era mucho más placentera y volviste a gemir despacio. Sus labios no tardaron en hacer compañía a sus manos, y los gemidos de tu boca se incrementaron. Su lengua acariciaba tus pezones hasta dejarlos erectos y adolecidos. Siguió bajando sus besos por tu barriga hasta tus braguitas. Te dejaste llevar con cada una de sus caricias, tu cuerpo reaccionaba con la mínima y tus ojos permanecieron cerrados, disfrutando del momento. Sus manos tiraron de tus bragas hasta dejarlas en tus tobillos y volvió a incorporarse para besar tus labios y callar los gemidos que saldrían de tu boca a continuación, cuando sus dedos comenzaron a masajear lo más intimo de tu ser.
Tú: Ahh Josh… -gemiste sobre sus labios y le viste sonreír-
Josh: Me gusta cuando pronuncias mi nombre… -apretó tu trasero con su mano libre mientras la otra seguía con su trabajo, llevándote a los más alto-
Tú: Ahhh…mmm… -te mordiste el labio callando tus propios gemidos-
Sus dedos fueron sustituidos por su lengua justo en el momento cumbre, gritaste al notar como con ella recorrió toda tu feminidad y enredaste tus dedos en su pelo.
Tú: Mmm sigue…ahh… -le pediste cuando notaste que ibas a llegar-
Y así lo hiciste, gritaste y gemiste su nombre por todo lo alto cuando su lengua saboreó tu sabor.
Josh: No estás nada mal… -sonrió y tu mirada salvaje analizó su cuerpo-
Sonreíste al ver su tan abultada erección y lo pegaste sobre las tibias baldosas.
Josh: Wow… -sonrió al ver que ahora eras tú la que llevaba el mando-
Acariciaste su miembro sobre la tela y ahora el que ponía cara de placer era él, sonreíste observándolo y tu lengua recorrió su torso. Bajaste sus bóxers, liberando al fin su gran miembro y volviste a acariciarlo con tus manos, sintiendo como iba creciendo. Tu lengua de igual modo la acompañó y le escuchaste gemir mordiéndose el puño cuando metiste su miembro en la boca, lo masajeaste con tus labios mientras él jadeaba y gemía por más. Apretó tu cabeza sobre su miembro cuando sintió de iba a soltarlo todo y así fue, no te importó, te lo tragaste todo y volviste a recorrer su torso con tus labios.
Josh: Eres increíble enana… -dijo con la respiración entre cortada y reíste-
Volviste a besarlo y él no tardó en cargarte sobre su cuerpo, dejando que tus piernas rodearan sus caderas, y volvió a pegarte a la pared. Tu espalda se curvó al notar el frío de las baldosas y el calor de su miembro entrando poco a poco en ti. Gemiste alto y él jadeó sobre tus senos, los cuales volvieron a erizarse. Gemiste de nuevo cuando sus caderas empezaron a moverse a mayor velocidad, sintiendo su miembro muy dentro de ti. Apretó tu trasero para incrementar las embestidas que te estaban llevando a la gloria en muy poco…
Tú: Mmm Josh…sí… -él volvió a jadear sobre tus senos, llevándose uno de ellos a la boca y callando sus gemidos entre ellos- sigue…así…ammm… -apretaste sus hombros y comenzaste a moverte sobre él-
Josh: Ahh… mmm… -gimió él ahora- sigue así nena… -te pidió cuando ahora eras tú la que te movías sobre sus caderas-
Tú: Ahh Josh… -jadeaste al notar que tu vagina se ajustaba a su miembro y él aceleró las embestidas para que pudieseis llegar juntos al orgasmo-
Josh: ___ (TN) ahh sí… ___ (TN) –gimió tu nombre excitándote aún más-
Y así llegasteis a la misma vez al orgasmo. Permaneció dentro de ti, abrazando tu cuerpo, tú lo abrazabas a él con tus piernas y suspirabas sobre su cuello, haciéndole estremecer.
Josh: No pensaba que… fueses a ser… tan ardiente… -reíste por su comentario y besaste su hombro-
Tú: Y yo no pensaba…que tú…fueses a hacerme verte…con otros ojos en tan solo unos días… -él sonrió por tu cumplido y besó con ternura tus labios-
Josh: Te quiero enana –sonrió al ver tu reacción-
Tú: ¿Qué?... –abriste los ojos como platos-
Él salió de ti con cuidado y sentiste un gran vacío…permaneciste abrazada a su espalda y suspiraste largo mientras él te dejaba en el suelo.
Josh: Lo que has oído… -apoyó su frente sobre la tuya, acariciando tu mejilla-
Tú: Yo…esto… -titubeaste- no sé qué decir… -reíste incómoda-
Josh: Simplemente di que tú también… -lo miraste fijamente a los ojos- si es que así lo sientes de verdad… -sonreíste al notar unas cosquillas en tu barriga-
Tú: Si… -te mordiste el labio y rozaste su nariz con la tuya- te quiero Josh –él sonrió y se dejó llevar de nuevo por tus labios-
"Amor con el batería":
Lunes por la mañana, tan solo quedan cinco días para la gran audición en la que tú participarás tocando el piano. La audición tendrá lugar en el conservatorio, lugar que ya era como tu segunda casa. Llevabas asistiendo once años, este es tu último año de piano y por fin podrás ser profesora, que es lo que llevabas deseando desde que empezaste. Desde muy pequeña te encantaba este instrumento, ya que tu abuelita te tocaba todas las noches una nana para que te quedaras dormida. Tocaba genial y siempre quisiste tocar igual de bien que ella, y tu sueño se hizo realidad. Ahora eras una experta pianista. Estabas muy nerviosa por el gran día pero, aún así, deseabas con todas tus ganas que llegase. Te levantaste temprano como llevabas haciendo estas últimas semanas, querías ser la primera en llegar para poder ensayar tranquila, sin que nada ni nadie te interrumpiese. Te vestiste: http://www.polyvore.com/sin_t%C3%ADtulo_100/set?id=61803810 y como siempre llegaste la primera, pero para tu sorpresa, al lado de tu precioso piano de cola había una estorbosa batería. Arqueaste una ceja dudosa y te acercaste. Sobre el asiento de la batería había una caja en cuyo interior se hallaban unas baquetas con las iniciales JD, seguido de un nombre, "Josh Devine" :
Tú: ¿Quién narices es Josh Devine? –pensaste en voz alta y volviste a dejar las baquetas en su sitio-
Caminaste renegada hacia tu piano y acariciaste las teclas conforme pasaste, recorriendo la pequeña banqueta para sentarte. Sacaste la partitura y la colocaste para empezar a afinar el piano. Comenzaste a pulsar las teclas hasta que viste que todo estaba correcto y dejaste sonar la melodía: https://www.youtube.com/watch?v=aHJF-URV-Ro esta era la canción con la que adicionarías. Era la sintonía de la famosa película “el piano”, era la melodía que siempre te tocaba tu abuela, ese año justamente murió así que querías dedicársela. Sentías cada nota con el corazón acariciabas las teclas con delicadeza y sentimiento, con los ojos cerrados, dejándote llevar, hasta que la canción acabó. Tuviste algunos fallos que tenías que corregir aún, así que seguiste con ellos varias veces más hasta que notaste que tus dedos ya estaban agarrotados y estabas sudando. Suspiraste y unos aplausos te sacaron de tus pensamientos, te sobre saltaste por el repentino ruido y miraste de donde provenía. Era un chico que no habías visto en la vida y al principio lo miraste extrañada, no te sonaba de haberlo visto nunca por allí. Te levantaste y bajaste del escenario hasta llegar en frente suya.
Chico: Ha sido genial –sonrió amable- nunca había visto que una chica tan joven tocase tan bien el piano –sonreíste de lado agradeciéndole el detalle-
Tú: Aún tengo que pulir varias cosas… -contestaste un poco agobiada ya que había una parte en que tus dedos no llegaban a la nota a tiempo- Y… no soy tan joven… -te giraste para mirarlo antes de entrar a los vestuarios- tengo diecinueve años –él agrandó los ojos por tu respuesta-
Chico: Vaya, pensé que tendrías quince –sonrió divertido y arqueaste una ceja- tienes cara de niña –soltó una risita y rodaste los ojos-
Entraste sin decir más nada a los vestuarios y fuiste directa al baño. De fondo escuchaste que la puerta se abrió, seguida de una voz masculina.
Chico: Lo siento –dijo acercándose rápido hacia ti, te giraste molesta para mirarlo- no quería ofenderte… -se rascó la nuca en un gesto inocente-
Tú: No importa… -apartaste tu mirada y abriste la puerta del baño-
Chico: Enserio no quiero que te cabrees –sujetó la puerta y te miró-
Suspiraste resignada y le miraste.
Tú: Ya he dicho que no importa, ¿vale? –sonaste cabreada y su gesto cambió a serio-
Chico: Oye te estoy pidiendo disculpas, tampoco es para que te pongas así de borde… -negó con la cabeza- Siento ser un molesto, adiós –cerró la puerta del baño más fuerte de lo normal y suspiraste-
No querías haberlo pagado con él, fue simpático desde un primer momento, pero llevabas unos días un poco estresantes de pensar que la actuación fuese horrible… Te echaste agua en la cara para quitar el sudor y suspiraste largo. Abriste los ojos y te miraste en el espejo, aquel chico tenía razón, tenías diecinueve, pero tu cara parecía de una niña de quince, no solías maquillarte, no pensabas que te hiciese falta, te veías bonita sin maquillar, pero también era verdad que así te hacía parecer más niña… pero, ¿eso qué importaba? Era tu imagen, no la suya… De pronto escuchaste ruido fuera, era una música un tanto fuerte que golpeaba tus tímpanos y parecía que fuesen a estallar. Te tapaste los oídos y saliste fuera y, para tu gran sorpresa, aquel chico del que aún no sabías ni su nombre, se encontraba dándole golpes a los platillos y bombo de la batería. Entonces por tu cabeza pasó la imagen de las baquetas en la caja.
Tú: ¿JD? ¿Josh Devine? –recordaste- ¿Tú eres Josh Devine? –señalaste las baquetas y él dejó de tocar, o más bien, hacer ruido para tus oídos-
Para ti la música siempre fue clásica, odiabas todos esos sonidos modernos llenos de instrumentos que provocaban dolor de cabeza, ni si quiera sabías nombres de grupos o cantantes modernos.
Chico: El mismo, ¿qué pasa que ahora mi nombre también es molesto? –preguntó con gesto enfadado y volvió a golpear las baquetas-
Tú: No soy yo ahora la borde… -te cruzaste de brazos y te miró de reojo- Solo quería saber porqué tu… cacharro… está aquí en medio –señalaste la gran batería-
Josh: No es ningún cacharro para tu información bonita –guiñó un ojo con una sonrisa falsa y volvió a golpear los platillos- Mi batería –remarcó esta palabra con su voz- está aquí porque actuará mi grupo el sábado, al igual que tú –te comentó sin dejar de tocar-
Tú: ¿Qué? –arqueaste una ceja- pero si esto es solo un concierto de música clásica –reprochaste pero él parecía no hacerte caso- ¿¡Puedes dejar de hacer ruido!? –le arrebataste una baqueta de las manos y te miró mal- te estoy hablando, si eres tan educado respóndeme –él chico suspiró y te quitó la baqueta de las manos para dejarlas dentro de la caja-
Josh: ¿Qué pretendes que se duerman con tanta música aburrida? –contestó con bordería y quisiste guatearle la cara-
Pero como eras una señorita educada simplemente lo miraste con asco, volviste a tu piano, recogiste la partitura y te fuiste de allí sin mirarlo mientras él continuó tocando ese odioso cacharro. Conforme te dirigías a la salida chocaste con alguien, ibas tan cabreada que ni te fijaste en quién era.
-----: Lo siento ____(TN) –alzaste tu mirada para encontrarte con tu profesor de piano durante todos estos años-
Tú: Oh Greg, perdón… no te había visto… -recogiste algunas cosas que se te cayeron en el suelo-
Greg: No importa… oye… ¿vienes de la sala de ensayos no? –alzaste tu mirada para asentir con tu cabeza- ¿Y has conocido ya al chico de la batería? –resoplaste-
Tú: Por desgracias sí –dijiste con un tono de voz cabreado-
Greg: Oh…pensé que os llevaríais bien… -rodaste los ojos-
Tú: Creí que la audición solo sería de música clásica, no de instrumentos ruidosos –le reprochaste-
Greg: Iba a serlo… pero justo antes de ayer se presentó aquí, al parecer este chico tiene un grupo de música moderna, de un nombre raro… y van a dar unos cuantos conciertos por la ciudad, por eso me pidió que si podían dar uno aquí también y bueno…como aún había tiempo les hicimos un hueco –explicó de los más considerado pero aún así a ti no te hacía nada gracia-
Tú: No estoy de acuerdo Greg… -respondiste alterada-
----: Creo que aunque estés en desacuerdo no vas a ser tú la que programe la audición –te volteaste al escuchar eso y de nuevo ese chico estaba ahí- Buenos días Señor Greg –hizo un gesto y se despidió-
Greg: El chico tiene razón ____(TN), hay que darle oportunidades a todos, aquí apoyamos a todo tipo de música, no solo a la clásica –sonrió y siguió andando por el pasillo-
Te quedaste ahí de pie asimilando todo un poco y quisiste volver para romper aquel cacharro ruidoso a patadas, pero preferiste ir a casa y rebelar toda tu rabia tocando el violín.
Al día siguiente volviste a ir al conservatorio y nuevo tuviste que soportar a aquel incordio de chico, pero ni le diste importancia, te dijiste a ti misma que a las personas lo ignorarías por mucho que dijese.
Josh: Buenos días bonita –dijo cuando te vio entrar por la puerta y ladeaste tu cabeza sin llegar a mirarlo más de tres segundos- Parece que alguien no se ha levantado con buen pie hoy… -y de nuevo ese sonido incordioso que retumbaba en tus tímpanos-
Te acercaste con paso ligero hacia tu piano y te sentaste en la baqueta, tus dedos comenzaron a tocar, te dejaste llevar de nuevo por la música que producía tu instrumento hasta que escuchaste el silencio, tus oídos volvían a estar relajados. Abriste los ojos y aquel chico ya no estaba, sonreíste aliviada pero no te duró mucho, ya que justo salió de la puerta de los baños con el pelo mojado y el terso desnudo, tus dedos no pudieron evitar desconcentrarse al igual que tu mente y dieron una nota horrible. El chico enseguida llevó sus ojos hasta ti y sonrió al ver la cara que se te quedó. Revolvió su pelo con la mano libre, ya que en la otra llevaba su camiseta, y las pequeñas gotitas llegaron hasta a ti, mojando tu mejilla. La secaste con tu mano y volviste a bajar tu mirada al piano, antes de que la perdición te llevara por el mal camino. Suspiraste para intentar relajar los músculos de todo tu cuerpo, que se tensaron al ver a Josh aparecer descamisado. Tus dedos rápidamente se acoplaron en su sitio y volvieron a dejar escapar la melodía como si todo siguiese bien. Poco a poco tu mente volvió a dejarse cautivar por la dulce melodía del piano, hasta que notaste que a tu melodía la acompañaba otro sonido más fuerte. Abriste los ojos y viste que Josh iba acompañando con su batería la música de tu piano, cuando vio que lo descubriste te dedicó una tierna sonrisa que te hizo curvar tus labios en una risilla tonta, te mordiste el labio y terminaste de tocar la canción. Al terminar Josh se levantó y se acercó a ti.
Josh: Creo que ayer no empezamos muy bien… -lo miraste a los ojos- Soy Josh –estiró su mano con una sonrisa preciosa-
Tú: ____ (TN) –estrechaste su mano-
Josh: ¿No soy un mal chico al fin de al cabo no? –rió y sonreíste-
Tú: Supongo que tu cacharro no es tan malo para hacer música… -él soltó una risita y volvió a mirarte a los ojos-
Josh: Te he estado escuchando estos dos días y enserio lo haces genial, no sé por qué tienes miedo… -te sorprendió que te dijera eso ya que tú en ningún momento dijiste que estuvieses asustada o más bien aterrada porque algo saliese mal-
Tú: Bueno…supongo que nadie es perfecto… -te encogiste de hombros- siempre pueden fallarme los nervios –él sonrió-
Josh: ¿Puedo? –señaló la banqueta en indicio de querer sentarse a tu lado-
Tú: Claro… -te echaste a un lado y se acomodó cerca de tu cuerpo-
Notaste como su cuerpo estaba bastante caldeado y que cuando rozó su piel con la tuya algo dentro de ti se tensó de nuevo. Tus manos aún seguían sobre las teclas y él las rozó con delicadeza cuando colocó también las suyas sobre estas, enseguida las apartaste con vergüenza.
Josh: Creo que fallas aquí… -el chico comenzó a tocar las teclas haciendo que la melodía que estabas tocando tú hacía un rato fuese creada ahora por él-
Te sorprendiste al verlo tocar tan bien y él sonrió.
Tú: No sabía que también tocabas el piano… -dijiste apenas sin palabras-
Josh: Bueno… yo también estuve aquí hace unos años… -alzaste las cejas sorprendida- Por eso conozco al señor Greg, él fue mi profesor de piano y cuando vinimos aquí quería ver si seguía aquí, y cuando le conté lo de mi grupo enseguida nos hizo un hueco –conforme hablaba iba tocando melodías- también estuve haciendo guitarra y finalmente me fui a estudiar fuera para aprender a tocar la batería, gracias a eso hoy estoy en un grupo –sonreíste-
Tú: Caray… no lo sabía… -miraste sus manos que para nada parecían ser de pianista, pero que sin embargo tocaban las teclas de maravilla- Entonces… ¿cuántos años tienes? –no recordabas haberle visto nunca por aquí-
Josh: Veintiuno –respondió sin mirarte-
Tú: Pues no nos llevamos tanto… y no me acuerdo de haberte visto por aquí nunca… -sus dedos acariciaron todas las teclas en una melodía graciosa-
Josh: Empecé con piano a penas cuando tenía cuatro años, es normal que nunca me hayas visto por aquí –rió- ni si quiera habrías nacido –te miró de reojo-
Tú: Te recuerdo que tengo diecinueve –él rió-
Josh: Lo sé, lo sé… siento lo del otro día –negaste con la cabeza con una sonrisa-
Tu primera sonrisa sincera hacia él.
Josh: Entonces…¿me dejas que te ayude? –asentiste con una gran sonrisa y él te la devolvió con una mucho más hermosa-
Comenzó a explicarte como podías colocar los dedos para ir más rápida en esa parte y a los tres intentos lo conseguiste.
Josh: Sabía que aprenderías rápido –tú estabas súper contenta-
Tú: Muchísimas gracias Josh –lo abrazaste por inercia y notaste como su cuerpo se tensó-
Josh: No hay de qué… -susurró cerca de tu oído y te separaste corriendo al percatarte-
Iba a hablar justo cuando la puerta se abrió y entró Greg.
Greg: Oh vaya… parece que al final habéis decidido llevaros bien –sonrió ampliamente-
Josh: No es tan mala chica… solo un poco malhumorienta –lo fulminaste con la mirada y él rió-
Greg: Me alegra saber que habéis dejado los malos humos de lado, ____ (TN) ¿qué tal lo llevas? –Josh se levantó para dejar que hablarais tranquilamente-
Lo observaste y no te habías fijado en que el chico era bastante guapo…
Tú: Bien…ya bien… -continuaste mirando a Josh que te devolvió una sonrisa- Josh me ha…ayudado –Greg se sorprendió al escucharte y sonrió-
Greg: Gracias Josh, sabía que nunca ibas a olvidar las clases de piano que te di –Josh ladeó la cabeza- Bueno…os dejo que sigáis ensayando… -asentiste y se fue-
Al poco Josh se levantó, al parecer había quedado con los chicos de su grupo, por lo que se despidió de ti de una manera muy tierna, dejando un cálido beso sobre tu mejilla, lo que te sorprendió bastante y te dejó sin palabras…
Los días fueron pasando, cada día hablabas más con Josh, hasta el punto de que llegó a convertirse en un buen amigo, le podías contar tus cosas que él te ayudaba siempre con una gran sonrisa, era muy especial, nunca antes habías conocido a un chico tan tierno, nunca antes conociste a un chico que en tan pocos días se convirtiese en una cosa imborrable en tu cabeza, tus pensamientos, día sí y noche también, giraban en torno a él, incluso te llegaste a plantear el hecho de que Josh se estuviese haciendo paso entre las entrañas de tu corazón…
Y al fin…ya era sábado, el día de la audición… como llevabas haciendo toda esta semana fuiste al conservatorio en el cuál ya estaba todo preparado para el gran concierto, muy hermoso:
http://acdibe.files.wordpress.com/2013/01/f456b.jpg
Te encontrabas sobre el escenario, echaste un vistazo a todos los asientos, las últimas filas a penas se veían y en tu barriga comenzaron a hacerse presente los nervios, tan solo con la idea de que todo aquello se llenara de gente que te estaría observando y que, al final, serían muy críticos con tu actuación, ya que ahí solo iban gente adinerada que solo querían disfrutar de buena música…por eso no querías defraudar. Unos brazos te rodearon haciéndote salir de tu marea de pensamientos.
Tú: Josh…me has asustado… -sonreíste girándote para verle- Vaya… -te quedaste boquiabierta al ver que iba vestido con un traje que se ajustaba a su bien formado cuerpo- ¡qué guapo! –él sonrió y perdió su vista en el suelo-
Notaste como sus mejillas se sonrojaron, gesto que te pareció muy tierno, quisiste abrazarlo y decirle todo lo especial que era para ti ahora…pero preferiste guardarte eso para ti…
Josh: ¿Nerviosa? –acarició tu mejilla provocando que tus labios dibujasen una tonta sonrisa-
Tú: Un poco… -volviste a mirar a las butacas aún vacías-
Josh: Tranquila, sé que lo harás bien –clavaste tu mirada en la suya-
Ahora que lo tenías más cerca pudiste analizar su rostro, sus ojos eran hermosos, no te habías fijado antes en estos días, tenían un color precioso, azulados, pero se volvían grisáceos cuando no había mucha luz, volviste a sonreír cuando de nuevo acarició tu mejilla con el dorso de su mano. Poco a poco fuiste notando su respiración chocar con tu rostro y tu corazón empezó a bombear muy rápido… una sola caricia de sus labios sobre los tuyos bastó para que tu cuerpo reaccionase. Tus brazos enseguida rodearon su cuello y os dejasteis llevar por aquel maravilloso beso, él al principio quedó parado por tu repentina reacción, pero enseguida te siguió el beso de una manera tierna. Sus labios eran pequeños y dulces, se movían lentos pero atrapaban tu lengua de una manera juguetona, provocándote en ella unas cosquillas incontrolables que recorrían toda tu espina dorsal, hasta clavarse en lo más bajo de ti, haciéndote excitar… suspiraste sobre sus labios cuando él mordisqueó los tuyos y sus manos empezaron a bajar por tu espalda tiernamente. Te separaste unos segundos y él apoyó su frente sobre la tuya.
Josh: Pensaba que me abofetearías por querer besarte –reíste por su tonto comentario-
Tú: ¿Qué te hacía pensar eso? –diste un piquito en sus labios y sonrió-
Josh: Creía que me odiabas… -se encogió de hombros-
Tú: Oh… ese día estaba estúpida… -le restaste importancia y él carcajeó- ¿De qué te ríes? –le seguiste tú ahora la risa-
Josh: Te veías linda cabreada… -guiñó un ojo y te sonrojaste-
Permanecisteis mirándoos unos segundos hasta que alguien entró en el salón, haciendo que dejaseis de abrazaros.
Greg: Chicos, ¿qué hacéis aquí? La función empieza en diez minutos, ____ (TN) ve a vestirte, ¡vamos! –le hiciste caso y saliste corriendo hacia los vestuarios, no sin antes dedicarle una mirada a Josh-
Te despojaste de tu ropa para de seguido ponerte tu vestido de la actuación: http://www.polyvore.com/sin_t%C3%ADtulo_128/set?id=63680443 El cual te lo hizo tu abuelita. Aún le quedaban muchos años de vida…pero un infarto se la llevó…
Con lágrimas en los ojos por el recuerdo de tu abuela haciéndote el vestido, y de lo orgullosa que estaría de ti en esos momentos, saliste al escenario con todas las fuerzas necesarias.
Tu actuación fue brillante y, en todo momento, sentiste que Josh estaba apoyándote más que nadie, solo tenías que mirar al frente para encontrarte con sus preciosos ojos y su perfecta sonrisa que te transmitían todo el apoyo necesario. Una vez acabaste te levantaste y agradeciste al público el haber venido, volviste a girar tu cabeza y viste como Josh aplaudía y enseguida abrió sus brazos para que fueses a abrazarle, así lo hiciste y te sentiste protegida con ellos.
Josh: Lo has hecho perfecto bonita –acarició tu mejilla y suspiraste con una sonrisa-
Tú: Gracias Josh, estaba muy nerv… -no te dejó terminar ya que de nuevo sus labios se encontraban sobre los tuyos-
Se separó apenas unos milímetros y volviste a suspirar provocando su risita.
Josh: Ahora le toca a mi grupo –miró hacia el escenario porque estaban llamándolo- Te veo después-
Asentiste y volviste a besarlo fugaz para desearle suerte. Disfrutaste como una cría escuchándolo a pesar de que creías que no aguantarías nunca esa música…no estaba tan mal… Cuando acabó de igual modo que él lo recibiste con los brazos abiertos para besarlo. Sus labios no tardaron en unirse a la perfección con los tuyos y su lengua masajeó la tuya con suaves y húmedas caricias, sin separaros fuisteis andando hasta el interior de los vestuarios, donde os teníais que duchar y cambiar de ropa antes de salir. Te separaste de sus labios para entrar en el vestuario femenino pero te agarró de la mano, volteaste a mirarlo y él sonreía pícaro.
Tú: ¿Por qué sonríes así Josh? –arqueaste una ceja y él se fue acercando a ti con la misma sonrisa-
Tu espalda chocó con la pared y él volvió a besarte desesperado, ya no aguantabas más así que tus manos rodearon su cuello y apretaste con fuerza su espalda contra tu cuerpo, sintiéndolo cerca, muy cerca…hasta hacerte estremecer. Agarró tu mano y te llevó a la puerta de al lado, entró y se aseguró de que no hubiese nadie para después cerrar la puerta.
Tú: Creo que yo no debería estar aquí –señalaste el cartel con un monigote de un hombre-
Josh: Lo sé –sonrió- pero así podemos estar solos… -te rodeó por la cintura atrayéndote a tu cuerpo-
Tú: Oh… -reíste juguetona sobre sus labios para después besarlos con desesperación-
Él te cargó en brazos y caminó contigo sin dejar de besarte, hasta que notaste que tus pies volvían a tocar el suelo. Cuando abriste los ojos te diste cuenta que estabas en la ducha de chicos.
Tú: Josh… -él puso su dedo índice sobre tus labios para silenciarte-
Rodaste los ojos con una sonrisa y te pidió que te quitaras los tacones, así lo hiciste y los dejaste fuera de la ducha.
Josh: ¿Sabes que estás preciosa con esa rayita negra en tus ojos? –te miró fijamente y sonreíste-
Tú: Gracias… -te besó dulcemente- Oye Josh… -lo separaste de tu cuerpo cuando notaste sus brazos acariciar tu espalda-
Él te miró dudoso y te mordiste el labio.
Tú: Pueden pillarnos… -señalaste la puerta y él giró a verla-
Salió de la ducha sin decir nada y arrastró un pequeño banquito para bloquear la puerta-
Josh: Ya está –se sacudió las manos con una sonrisa mientras volvía a hacercarse-
Tú: Estás loco… -reíste y él te abrazó con una sonrisa-
Josh: No es de locos estar a solas con la persona que te ha robado el corazón, ¿no? –abriste los ojos aún más ante su confesión-
Tú: No digas esas cosas Josh… -volviste a apartarlo de tu cuerpo pero él no te dejó-
Josh: Solo digo lo que siento ____ (TN)… quizá suene de locos sí… pero es la verdad… nunca antes me había pasado esto con una chica… hemos conectado muy bien aunque el primer día me odiabas… -reíste por su comentario- pero ahora…eres muy especial… -apoyó su frente sobre la tuya mientras acariciaba tu mejilla- créeme por favor… -cerró los ojos mientras jugueteaba con tu nariz-
Tú: Demuéstramelo Josh… -te atreviste a decir y él abrió sus ojos con una sonrisa-
Él simplemente volvió a acercarse a tus labios y los besó tiernamente, tu lengua buscó la suya pero él la aprisionó con sus labios.
Josh: Tranquila… -sonrió y te volvió loca con eso que hizo-
Volvió a besarte de nuevo de una manera tranquila y dulce, sus labios se movían lentos y sensuales, su lengua no buscó la tuya hasta que te dejaste llevar por el beso, que no tardó en volverse fogoso cuando ya por fin vuestras lenguas se abrazaron. Tus manos se enredaron en su pelo y él acarició tus brazos tranquilamente. Se separó unos segundos y de pronto notaste como el frío recorría toda tu piel. Diste un pequeño gritito y él rió para después volver a besarte. El agua caló vuestras ropas y tu pelo, haciendo desaparecer todas las ondas que te hicieron. Quisiste matar a Josh pero era imposible si te respondía con esos besos y esas caricias que te derretían. Poco a poco sus manos fueron recorriendo tu espalda hasta encontrar la cremallera de tu vestido. Se separó para mirar tus ojos, como pidiéndote permiso, tú en respuesta empezaste a desabrochar los botones de su camisa. Él sonrió y fue bajando despacio la cremallera, alargando el deseo. De pronto sus labios acariciaron tu cuello sin llegar a besarlo y unas cosquillas recorrieron tu espalda. Él terminó de bajar la cremallera de tu vestido, dejándolo caer al suelo, justo cuando tú desabrochaste todos los botones. Tus manos enseguida acariciaron su tan bien formado torso y sus labios comenzaron a recorrer todo tu cuello y hombros. Deslizaste su camisa por sus brazos y tus manos acariciaron su fuerte espalda, jadeaste al notar que sus labios absorbían la delicada piel de tu cuello y cómo clavaba con cuidado sus dientes sobre él. Sus labios volvieron sobre los tuyos mientras sus manos acariciaban todo tu cuerpo, las subió hasta tus senos haciéndote gemir al notarlo. Josh carcajeó sobre tu oído y te abrazó fuerte contra su cuerpo. El agua seguía recorriendo vuestros cuerpos y mezclado con sus caricias lo hacía aún más excitante. Tus manos volvieron a bajar por su tordo, esta vez en busca de su pantalón y no tardaste en deshacerte de ellos mientras vuestros besos se hacían cada vez más sonoros.
Josh: Joder… -jadeó excitado al ver tu cuerpo empapado por el agua y como tu ropa interior comenzaba a transparentarse-
Tú: No me mires así… me da vergüenza… -tus mejillas se sonrojaron y cubriste tus senos con tus manos-
Josh: Eh… -te apegó de nuevo a su cuerpo y notaste como su miembro se clavó sobre tu feminidad- Eres perfecta, no tienes de qué avergonzarte pequeña… -apartó tus manos y sonreísteis-
Tú: Siempre he odiado mi cuerpo…es demasiado pequeño… -él acarició la curva de tus caderas- y muy poco desarrollado… -apartaste tu mirada y sus labios volvieron a besar tu cuello-
Josh: Vuelvo a repetirte… -susurró sobre tu oído- eres perfecta ____ (TN), me gustas así, tu cuerpecito pequeño y tu cara sin maquillar, eres hermosa tal y como eres, ¿me oyes? –acariciaste su espalda conforme hablaba-
De nuevo os besasteis tiernamente, cosa que no duró mucho, ya que él se deshizo de tu sujetador y acarició de nuevo tus senos ya liberados, ahora la sensación era mucho más placentera y volviste a gemir despacio. Sus labios no tardaron en hacer compañía a sus manos, y los gemidos de tu boca se incrementaron. Su lengua acariciaba tus pezones hasta dejarlos erectos y adolecidos. Siguió bajando sus besos por tu barriga hasta tus braguitas. Te dejaste llevar con cada una de sus caricias, tu cuerpo reaccionaba con la mínima y tus ojos permanecieron cerrados, disfrutando del momento. Sus manos tiraron de tus bragas hasta dejarlas en tus tobillos y volvió a incorporarse para besar tus labios y callar los gemidos que saldrían de tu boca a continuación, cuando sus dedos comenzaron a masajear lo más intimo de tu ser.
Tú: Ahh Josh… -gemiste sobre sus labios y le viste sonreír-
Josh: Me gusta cuando pronuncias mi nombre… -apretó tu trasero con su mano libre mientras la otra seguía con su trabajo, llevándote a los más alto-
Tú: Ahhh…mmm… -te mordiste el labio callando tus propios gemidos-
Sus dedos fueron sustituidos por su lengua justo en el momento cumbre, gritaste al notar como con ella recorrió toda tu feminidad y enredaste tus dedos en su pelo.
Tú: Mmm sigue…ahh… -le pediste cuando notaste que ibas a llegar-
Y así lo hiciste, gritaste y gemiste su nombre por todo lo alto cuando su lengua saboreó tu sabor.
Josh: No estás nada mal… -sonrió y tu mirada salvaje analizó su cuerpo-
Sonreíste al ver su tan abultada erección y lo pegaste sobre las tibias baldosas.
Josh: Wow… -sonrió al ver que ahora eras tú la que llevaba el mando-
Acariciaste su miembro sobre la tela y ahora el que ponía cara de placer era él, sonreíste observándolo y tu lengua recorrió su torso. Bajaste sus bóxers, liberando al fin su gran miembro y volviste a acariciarlo con tus manos, sintiendo como iba creciendo. Tu lengua de igual modo la acompañó y le escuchaste gemir mordiéndose el puño cuando metiste su miembro en la boca, lo masajeaste con tus labios mientras él jadeaba y gemía por más. Apretó tu cabeza sobre su miembro cuando sintió de iba a soltarlo todo y así fue, no te importó, te lo tragaste todo y volviste a recorrer su torso con tus labios.
Josh: Eres increíble enana… -dijo con la respiración entre cortada y reíste-
Volviste a besarlo y él no tardó en cargarte sobre su cuerpo, dejando que tus piernas rodearan sus caderas, y volvió a pegarte a la pared. Tu espalda se curvó al notar el frío de las baldosas y el calor de su miembro entrando poco a poco en ti. Gemiste alto y él jadeó sobre tus senos, los cuales volvieron a erizarse. Gemiste de nuevo cuando sus caderas empezaron a moverse a mayor velocidad, sintiendo su miembro muy dentro de ti. Apretó tu trasero para incrementar las embestidas que te estaban llevando a la gloria en muy poco…
Tú: Mmm Josh…sí… -él volvió a jadear sobre tus senos, llevándose uno de ellos a la boca y callando sus gemidos entre ellos- sigue…así…ammm… -apretaste sus hombros y comenzaste a moverte sobre él-
Josh: Ahh… mmm… -gimió él ahora- sigue así nena… -te pidió cuando ahora eras tú la que te movías sobre sus caderas-
Tú: Ahh Josh… -jadeaste al notar que tu vagina se ajustaba a su miembro y él aceleró las embestidas para que pudieseis llegar juntos al orgasmo-
Josh: ___ (TN) ahh sí… ___ (TN) –gimió tu nombre excitándote aún más-
Y así llegasteis a la misma vez al orgasmo. Permaneció dentro de ti, abrazando tu cuerpo, tú lo abrazabas a él con tus piernas y suspirabas sobre su cuello, haciéndole estremecer.
Josh: No pensaba que… fueses a ser… tan ardiente… -reíste por su comentario y besaste su hombro-
Tú: Y yo no pensaba…que tú…fueses a hacerme verte…con otros ojos en tan solo unos días… -él sonrió por tu cumplido y besó con ternura tus labios-
Josh: Te quiero enana –sonrió al ver tu reacción-
Tú: ¿Qué?... –abriste los ojos como platos-
Él salió de ti con cuidado y sentiste un gran vacío…permaneciste abrazada a su espalda y suspiraste largo mientras él te dejaba en el suelo.
Josh: Lo que has oído… -apoyó su frente sobre la tuya, acariciando tu mejilla-
Tú: Yo…esto… -titubeaste- no sé qué decir… -reíste incómoda-
Josh: Simplemente di que tú también… -lo miraste fijamente a los ojos- si es que así lo sientes de verdad… -sonreíste al notar unas cosquillas en tu barriga-
Tú: Si… -te mordiste el labio y rozaste su nariz con la tuya- te quiero Josh –él sonrió y se dejó llevar de nuevo por tus labios-
Mrs Malik
Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
me exiteeeeeeeeeeeeeeee¡¡¡ jajajaj seguilaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa¡¡¡
Poly Avila
Re: IMAGINA con One Direction (1D y tú)
IMAGINA CON: ROBERT LEWANDOWKSI
Oh Robert, mi hombre:
Miércoles 18 de septiembre del 2013. Ocho y media de la tarde. Ya me encuentro vestida con mi equipación del BVB http://www.polyvore.com/preparada_para_mis_campeones/set?id=83267139 A mi espalda el número 9 de mi chico: Robert Lewandowski. Hoy se enfrenta el Borussia Dortmund contra el Napoli en un partido de Champions bastante importante…
Solo faltaba un cuarto de hora para que empezara el partido y ya estaba súper nerviosa. Volví a repasar por quinta vez el típico ritual que hacía cada vez que había partido:
-¿Mensaje deseándole suerte a Robert?- Hecho
-¿Equipación?- Hecho
-¿Aperitivos para picar?- Hecho
-¿Paula?-…
De pronto suena el timbre y voy a abrir. Aquí está lo único que faltaba en mi lista, mi mejor amiga Paula.
Paula: ¿¡Ha empezado ya!? –su voz suena fatigada por las prisas y rio-
Yo: No aún no –la dejo entrar-
A su espalda el número 11, Marco Reus, su prometido. Sí, en su dedo brilla un precioso anillo de compromiso que Marco le regaló tan solo unos días atrás. La ilusión se nota en su cara y estoy muy orgullosa de que Marco al fin haya dado el paso, al fin y al cabo ya llevaban cinco años juntos, ya era hora de que al fin se comprometieran… Ojalá y Robert opinara igual, pero a él eso de casarse…siempre le ha parecido algo muy precipitado…
Paula: ¡Ay mira ya salen! –grita Paula desde el sofá abrazando uno de los cojines-
Sonrío observándola y me siento a su lado, enganchando mi brazo con el suyo y rezando porque nuestros neños ganaran hoy.
La primera parte fue algo dura…bastantes faltas que perjudicaban al BVB, echan a Weinderfeller y a Klopp, Hummels lesionado y el primer gol a favor del Napoli… ¿algo podía ir peor?
Paula: Dios…Tienen que remontar como sea –dice con genio-
Yo: Confiemos en ellos, nuestros chicos nunca se rinden –sonrío para intentar animarla y la segunda parte comienza-
Higuaín lucha contra Bender y el resto de la defensa amarilla para poder colar el balón a portería y… llega el segundo gol del Napoli… ¡joder! Paula grita tirando de su cabello con rabia. Para colmo el pobre Langerak se ha golpeado la cara con el poste ocasionando que se parta dos dientes.
Yo: Oh… eso tiene que doler…
Vemos correr a Robert y Marco, ambos luchando, ambos desesperados. La defensa del Napoli no deja de meterles patadas y ambas estamos cada vez más cabreadas. Por suerte Pierre consigue llegar y golpear el balón que el portero del Napoli, Pepe Reina, marca en propia portería. Paula y yo nos abrazamos con alegría aunque sabemos que ya la victoria es casi imposible. Tres minutos decide añadir el árbitro, tres minutos de más y más patadas que no llegan a nada. Final del partido…vence el Napoli 2-1…
Paula: ¡Es injusto! El árbitro está comprado –su indignación se hace presente y suspiro cabreada-
Yo: No quiero ni imaginar cómo estarán los chicos… -ella me mira con tristeza y suspira-
Paula: Voy a llamar a Marco, no quiero verle serio cuando llegue –asiento y va a mi habitación para poder hablar con él más íntimamente-
Alcanzo mi teléfono y miro la pantalla, ya ha pasado media hora desde que el partido acabó. Debería llamar a Robert, pero tiene muy mal genio cuando algo le sale mal… De pronto un whatssap ilumina mi pantalla, es Robert…
Robert: :x
Ese icono no tiene buena pinta... -pienso en mi interior-
Yo: ¿Enfadado?...
-No tarda en responder-
Robert: Mucho...
-Esto no va bien... no me gusta que esté enfadado...¿o tal vez sí?-
Yo: Me gustas enfadado...;)
-y en cuanto se lo mando tengo su respuesta-
Robert: ¿A sí?...;) Pues si estuvieses aquí ahora mismo estarías ardiendo...
-sonrío y decido seguirle el juego-
Yo: Pues...no me importaría quemarme... :twisted:
-su respuesta es inmediata-
Robert: Si sigues tentando, te acabarás quemando señorita...
-río, esto me gusta-
Yo:
Robert: ¿Con que esas tenemos?...
Yo: :twisted:
Robert: Chica mala...
-oh dios, esto es excitante-
Yo: Me gusta serlo cuando se trata de ti... :twisted:
-estoy esperando su respuesta, pero la envía mediante mensaje de voz-
Robert: *mensaje de voz: Para...* -su tono grave me advierte, pero suena excitado-
Yo: :evil:
Robert: *mensaje de voz: ______, para* -vuelve a repetir con voz llena de deseo carnal, lo sé por la manera en que pronuncia mi nombre-
Y ahora decido mandarle yo uno a él.
Yo: *mensaje de voz: Me encantaría que me dijeras ese "para" al oído*
-mi voz suena jadeante-
Robert: :¬¬:
Yo: Si estuviera ahí tendría mil formas de bajarte los humos, querido... ;)
Robert: Como sigas así vas a tener que bajarme otra cosa, y no es el cabreo precisamente, guapa...
-mi corazón late con fuerza en mi pecho, oh dios, el rumbo de la conversación a llegado a un punto demasiado extremo, estoy muy excitada... me revuelvo en el sofá, mi piel arde-
Yo: Gracias por el cumplido de guapa querido... por cierto... me encantaría... ;) :twisted:
-Oh dios ______, esto se está yendo de sentido...pero me encanta-
Robert: *mensaje de voz: Mi vuelo sale mañana a las once de la mañana, llegaré allí a las ocho de la tarde, te veré a las diez, más vale que estés despierta y con energías, me vas a pagar lo que has provocado... descansa linda...*
y mi cuerpo explota, arde...estoy sudando... mi corazón parece que vaya a salírseme del pecho y estoy jadeando. Oh dios Robert...
Decido no comentar nada de mi conversación altamente erótica con Paula, simplemente le digo que está cabreado, a lo cuál ella me responde que no ha conseguido animar a Marco. Esta noche se queda a dormir aquí, se ha acostumbrado a dormir con Marco y ya no puede dormir sola.
Apenas puedo pegar ojo pensando en Robert, es...tan excitante.
La mañana se me hace eterna, no paro de mirar el reloj o el teléfono por si tengo algo de él...pero nada, ni una simple llamada. Sobre las siete ya ando atacada así que decido ir arreglándome lo mejor posible, quiero estar impresionante para este hombre. Miro en mi armario, estoy tan nerviosa que no sé ni por donde empezar. Rebuscando entre los cajones encuentro un conjunto de lencería que me regalaron hace unos años por mi cumpleaños. Por aquel entonces estaba con un chico pero jamás llegue a usarlo, así que... qué mejor ocasión para usarlo que esta:
Rebusco entre mi cajetín de zapatos los más altos y bonitos que tengo, encuentro unos rojos y al ponérmelos ando hasta el espejo, me paro frente a él y...oh dios, ¿esa soy yo? Mis mejillas se sonrojan...vaya, no pensaba que me fuese a quedar tan bien... me muerdo el labio con la esperanza de que a Robert también le guste... Sigo buscando y al final decido ponerme una faldita de volantes de color blanco, así parece un vestido. Por último me pinto las uñas del mismo color que los zapatos y me maquillo, rematando mis labios con un carmín rojo que hace mis labios más gruesos. Un último vistazo en el espejo... el resultado es magnífico, Robert tiene que caer a mis pies, él nunca me ha visto así...bueno, ningún chico me ha visto así de...¿sexy?...sí, creo que esa es la palabra.
Solo tienen que pasar diez minutos hasta que el timbre suena. En mi barriga se forma un nudo, estoy muy nerviosa...no sé como estarán los ánimos de Robert...¿y si no quiere esto? ¿y si solo le apetece una cena y irse a dormir sin más?...La suerte está echada. Abro la puerta desde el portero y corro hacia el cuarto. En la puerta de la entrada le he dejado una nota a Robert...Escucho como la puerta de entrada se abre y se hace el silencio.
Robert: ¿______? -escucho que despega la nota de la puerta y unos segundos después sus pasos se escuchan cerca-
Ya está, aquí viene...la puerta del dormitorio se abre y, oh, mi hombre, tan hermoso como siempre. Su pelo aún está húmedo, su piel recién afeitada y sus ojos azules están clavados en mí ahora con sorpresa. Traga saliva con dificultad observándome.
Yo: Hola... -sonrío de lado algo tímida y él suspira con la boca abierta-
¡Sí, lo he dejado jadeando! Bueno punto chica.
Robert: Y...¿esto?... -al fin se mueve y avanza hacia mí-
Mirada fija, oscureciéndose, mandíbula apretada... este hombre es un pecado.
Yo: Sorpresa... -susurro cerca de sus labios, rodeandolo por el cuello con mis brazos-
Al fin lo tengo a mi lado, lo he echado tanto de menos, oh mi hombre.
Sus labios se posan sobre los míos, despacio los mueve. Su gloriosa lengua se hace paso entre mis labios y busca la mía. Se mueven lentas pero vigorosas. Oh sus labios, es lo que más he echado de menos. Mis dedos se enredan en su cabello y tiro de él cuando el beso se intensifica. Sus manos bajan de mis caderas a mis muslos. Su pulgar pasa el borde de mi falda, y sigue subiendo su mano por mi muslo hasta que alcanza la liga. Se separa de mis labios, jadeando.
Robert: ¿Qué llevas debajo? -arquea una ceja y me muerdo el labio-
Me separo de sus brazos para bajar la cremallera de mi falda, dejándola caer al suelo...como su boca, que ahora cae abierta de la sorpresa.
Robert: ¡Wow!... -susurra subiendo su mirada por mis piernas y todo mi cuerpo-
Yo: ¿Te gusta?... -me muerdo el dedo de manera juguetona y noto que su cuerpo arde-
¡Sí, sigue así _______!
Robert: ¿Todo esto para mí? -se acerca lento, provocativo-
Asiento apretando mis dientes en mi labio inferior y jadea. Sus manos se dirigen a su chaqueta y la desabrocha dejándola caer al suelo junto a mi falda. Su mano en mi cadera me empuja contra su cuerpo y gimo al notar su abultada erección contra mi vientre.
Robert: Toda mía... -murmura en mi oído mientras sus labios vagan perdidos por mi cuello, dejando algún que otro beso que me quema la piel-
Estoy muy excitada... Aprieto sus fuertes brazos, clavando mis uñas en ellos mientras sus besos siguen quemándome la piel. Y gimo, fuerte y alto.
Robert: Ven... -su respiración está acelerada y me felicito a mí misma por dentro-
Se sienta en el borde de la cama y tira de mi brazo para pegarme a su cuerpo. Permanezco de pie y él me mira desde abajo. Se dobla hasta que su barbilla se clava en mi vientre, sus manos bajan por mis piernas, y quema, mi piel pica de deseo.
Yo: Robert... -jadeo y su mirada celeste se clava en la mía-
Con maestría logra sacarme los zapatos y desenganchar la liga de las calzas. Las desliza despacio pierna abajo. ¿Me está torturando? Esto es demasiado ardiente...
Yo: Ahh... -jadeo de forma sonora cuando al fin termina de quitar las calzas y vuelve a subir dolorosamente lento sus manos-
Su sonrisa se hace presente en sus labios, oh ¿cómo puedo gustarle a este hombre? Sus manos siguen subiendo, las para a cada lado de mis caderas, dibujando círculos con sus pulgares en mi piel. ¡Basta! Mi pelvis se mueve imperiosa al compás de sus caricias.
Robert: Eres hermosa, ¿lo sabías?... -su voz suena ronca, está excitado, y eso me gusta-
Yo: Te deseo Robert... -ruego apenas con un hilo de voz y él sonríe-
Robert: ¿De verdad?... -en un rápido movimiento desliza su mano por mi cadera y la baja hasta mi intimidad, por encima de mi ropa interior- Oh...sí -jadea el ahora al notar que estoy mojada...muy mojada-
Yo: Oh Robert... -gruño cuando comienza a hacer círculos con su pulgar por encima de la tela de mis bragas-
Mi pelvis se mueve involuntariamente al compás de su manos, dibujando círculos en el aire con mis caderas. Mis ojos cerrados con fuerza, mi cabeza echada hacia atrás y mi boca abierta, soltando gemidos y jadeos con su nombre, Robert.
Robert: Creo que va siendo hora de deshacernos de esto... -gruñe él ahora alejando su mano de mi intimidad para pasearla por mi espalda e ir desabrochando los corchetes del corset- Eso es... -sonríe excitado conforme va desabrochándolo-
Sus pupilas están dilatadas por la excitación, sus ojos azules ahora son prácticamente negros, oh mi hombre, ¿yo le provoco esto?
mi corset cae al suelo junto al resto de ropa, estoy completamente desnuda delante suya. Él sonríe y por un momento me observa sentado. Oh, mi hermoso hombre.
Robert: Me gusta, podría quedarme mirándote así toda la noche, eres muy hermosa ______.
Consigue sonrojarme, mi novio de hace más de tres años logra seguir sonrojándome aún hoy. Lo amo, este maravilloso hombre es mío, y yo soy suya, completamente.
Robert: Y eres aún más hermosa con las mejillas sonrojadas -ríe y lo abrazo-
Mis labios van directos a su cuello, oh, huele tan bien, mi hombre. Siempre he amado su olor, tan masculino, tan excitante...
Ambos caemos a la cama, tumbados, sigo encima suya besando y absorviendo la piel de su cuello. Amo esto. Él aprieta sus dedos en mis caderas mientras jadea, fuerte. Eso es, gime Robert, gime.
Robert: Ahh nena... -gime cuando en un movimiento de nuestros cuerpos su miembro se roza contra mi humedad-
Sonrío en su cuello y me siendo a horcajadas de él, encima de su muy erecto miembro. Su respiración es dificultosa, su pecho sube y baja acelerado. Está muy excitado. Sonrío más y él acaricia mis piernas. Mis manos suben por su pecho hasta alcanzar el botón de su camisa de cuadros rojos. Los desabrocho lentamente, recreándome en su desesperación, admirando a este hombre hermoso, contemplando fijamente sus ojos. Sí, lo amo, es el hombre que más amaré jamás. Cuando desabrocho el último botón mis ojos bajan a su desnudo torso. Es un conjunto de músculos y abdominales, perfecto. El cuerpo que todo hombre desearía tener, y es mío, solo y enteramente mío. Mis manos lo tocan, su piel arde, está sudando, oh Robert, yo también te deseo. Mi respiración se acelera cuando mis torpes dedos intentan desabrochar su cinturón. No puedo evitar que mis manos acaricien su miembro y él gruñe echando la cabeza hacia atrás. Al fin me deshago del cinturón, tiro del pantalón pero cuesta bajarlo. Robert gruñe y tira él también para ayudarme. ¡Ups! Junto al pantalón también han salido sus bóxers negros y sonrío al admirar la maravillosa obra de arte que tengo delante de mí. Su erección es grande, gruesa, las venas se le marcan y está perfectamente lubricado. Sonrío y tiro su ropa al suelo. Lo admiro, como él ha hecho conmigo. Oh Robert, mi hombre, gloriosamente desnudo para mí.
Yo: Me gusta... -le imito y me vuelvo a sentar a horcajadas sobre él y me muevo en círculos sobre su miembro-
Robert: Para... -gruñe en mi oído y río volviendo a hacer que nuestros cuerpos se rocen-
Robert: Chica mala... -me reprende abrazándome con sus fuertes brazos, pegándome a su sudoroso cuerpo-
Oh bendito placer. Río ruidosamente cuando besa mi cuello, me hace cosquillas. Oh mi Robert juguetón, me encanta esta faceta suya.
Yo: Te amo -susurro sobre sus labios y sonríe-
Una sonrisa sincera, linda, que me alegra, que me hace sentir miles de sensaciones en mi tripa, que hace recorrer todo mi cuerpo y que tiemble, que mis ojos piquen...porque sé que aunque aún no haya dicho nada, esa sonrisa vale más que mil palabras, que él también me ama, tanto como yo lo amo a él.
Besa mis labios, dulce y lento. Ahora no es un beso acelerado y lleno de deseo carnal como antes. Es un beso sincero y lleno de sentimientos, de amor. Movemos nuestros cuerpos, dejándolos rozarse, dulcemente. ¡Ah...amo esta sensación! Solo él me hace sentirme querida, amada...sentirme perfecta.
Nos vamos acoplando, como un puzzle, su cuerpo bajo el mío, encajando a la perfección, como si estuviese hecho para el mío.
Robert: ¿Lista? -susurra sobre mis labios agarrando mi cadera y acercando su miembro a mi entrada-
Simplemente asiento y muevo mi pelvis para que culmine dentro de mí. Lento y gloriosamente.
Ambos: Oooaah... -gemimos sobre nuestras bocas-
Esto es el placer, entre sus piernas el paraíso.
Poco a poco comienza a moverse, lento, placenteramente lento. Oh, me gusta...me encanta.
Yo: ¡Ahhh...sí! -gimo cuando me penetra por completo-
Se siente como si hubiese alcanzado la gloria, estoy en el cielo, con un ángel, mi ángel. Lo observo, lágrimas en nuestros ojos por el placer acumulado. Él también me observa, con una sonrisa, una preciosa sonrisa que hace que a cada lado de su preciosa boca se hagan unos hoyuelos los cuales amo, como a él. Su frente pegada a la mía, su mano agarrando con fuerza mi cadera y haciendo que suba y baje, su otro brazo me rodea la espalda. Mis manos en sus hombros. Y vuelvo a bajar, llenándome con su miembro, oh placer divino. Echo mi cabeza hacia atrás gimiendo alto. No puedo controlarlo. Ahora sus manos están en mis caderas, su pelvis se mueve rápido y duro contra mí. Lo siento llenándome por completo, me siento completa, llena, vencida.
Robert: Oh nena...sí... -gime él ahora, cerrando sus ojos-
Yo: Ahhh... -gimo alto, casi gritando cuando noto que las paredes de mi vagina se contraen alrededor de su miembro-
Oh sí, esto es mucho mejor...
Robert: Eso es nena...ahhh... -jadea en mi oído- vamos... -su mano agarra mi trasero con fuerza, apretándolo entre sus dedos, dejando su mano señalada en él- dámelo, nena... -susurra en mi oído, grave, masculino, oh dios, me vence- corr-et-e...ahhh -jadea entre cortado como los últimos movimientos de sus caderas-
Yo: ¡Aaahhh! -grito cuando mi cuerpo llega al maravilloso orgasmo-
Y me corro, gloriosamente sobre sus miembro, y él me llena con su simiente. Oh, esto es el paraíso. Caigo rendida sobre su cuerpo. Mi frente en su mejilla, me besa la cabeza y suspira. Sus brazos me rodean apegándome más a su cuerpo, sin salir aún de mí. Me gusta esta sensación de sentirlo dentro de mí por un rato más. Solo se escuchan nuestras respiraciones y algún que otro jadeo cuando nos rozamos en el silencio de esta noche.
Robert: Yo también te amo nena... -responde aún con la respiración agitada y sonrío, mis ojos bañados en lágrimas por la excitación y la alegría-
Sí, este maravilloso hombre me ama, a mí... Sus dedos vagan acariciando mi columna, su respiración poco a poco va recuperando la normalidad. Los latidos de su corazón me relajan y hacen que acabe sucumbiendo a los brazos de morfeo.
Algo me hace cosquillas en el brazo, el colchón se hunde. Una caricia, sus dedos meten un mechón de mi pelo tras la oreja y sonrío. Abro con pereza mis ojos y le veo, frente a mí, sonriendo. Oh mi hombre, mi maravilloso y hermoso hombre. Está radiante, una espléndida sonrisa adorna su cara. Huele a limpio, su pelo aún está mojado de ahí que hace un rato escuchase la ducha. Su torso está desnudo, solo el pantalón de pijama cubre sus caderas. Mi vista se permite el lujo de admirar su cuerpo unos segundos, baja el caminito de vello que hay bajo su ombligo y admiro sus oblicuos, oh, esas marcas que tanto amo, le hacen un cuerpo mucho más hermoso, resaltando los huesos de sus caderas, haciéndole mucho más masculino. Sonrío y lo observo, la luz que entra por la ventana parece crear una aureola imaginaria en su cabeza. Oh mi ángel, mi hermoso ángel.
Robert: Iba a despertarte para ducharnos, pero estabas tan dormidita...que me daba lástima, parecías un angelito -sonrío por la última palabra que sale de su boca-
Oh... mi ángel. Se dobla para dejar un tierno beso en mis labios y suspiro.
Robert: Ten, te he preparado el desayuno -me incorporo para descubrir una bandeja suculenta
Yo: ¡Oh cariño! -sonrío y lo abrazo besando su mejilla, él ríe, oh un sonido hermoso-
Robert: Espero sea de su agrado señorita -río yo ahora-
Yo: Seguro que sí amor -un rápido besos en sus labios para robarle un suspiro- Oh... ¿Qué es esto? -al lado del vaso hay una pequeña cajita de terciopelo rojo-
Robert: Oh... -la coge de mis manos y se aclara la garganta- Verás ______ -se sienta a mi lado y agarra mis manos- hace tiempo que llevo pensando sobre lo nuestro... -su voz suena temblorosa, oh mi amor- sabes que yo no soy bueno con estas cosas... -ríe nervioso y acaricio su rostro, oh mi hermoso hombre- pero sé que tú eres la persona indicada ______, te amo -sus ojos brillan de emoción y mi corazón bombea con fuerza- muchísimo -sonríe y mis ojos pican, oh, me va a hacer llorar- anoche... anoche fue todo tan... especial -pega su frente en la mía- todo tan sincero -susurra y asiento acongojada por el llanto que asoma llegar- quiero estar contigo siempre ______, toda mi vida, lo he decidido, sabes que soy un miedica en el tema del matrimonio, que me asusta que algo no vaya bien -oh cariño- no me permitiría que algo malo nos pasase, no quiero que lo nuestro acabe, nunca -su voz tiembla, oh no amor, no llores-
Lo beso despacio para intentar tranquilizarle.
Robert: Y ahora sé que lo quiero más que nunca, que deseo estar contigo más que lo que nunca he deseado -me hace sonreír, me duele la cara pero no puedo dejar de hacerlo- Así que... ______, quieres... -abre la cajita- ¿casarte conmigo?
Me tapo la boca con las dos manos y mis ojos lloran, de alegría. ¿Este hombre me ha pedido casarme con él? Oh mi hombre.
Yo: Por supuesto que quiero Robert, siempre he querido, todo es un sí contigo... -y lo beso, me besa, nos besamos-
Oh mi hombre, ahora sí, mío. Te amo Robert.
Mrs Malik
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