Suffering bullying (Zayn Malik).

Vigésimo-primer día, instituto normal Bradford.
Dos días, ¡dos malditos días de que esos bastardos se habían encargado de llenarme de golpes!
Por poco Zayn se instala en mi casa, y Louis no hacía más que pedirme disculpas por no haber ido al instituto esa mañana.
−Mierda, _____, lo siento –dijo.
−Ya basta Lou. No ha sido tu culpa.
−En parte…
−¡En parte nada! Joder. No tienes nada que ver con lo que sucedió.
−Vale −susurró−, no te enojes.
Zayn, que se encontraba sentado en una esquina, suspiro. Louis abandono la habitación.
−No puedo creer que en algún momento de mi vida haya elegido a esas personas como mis amistades.
−Zayn… −susurré.
Había desarrollado un cariño especial hacia el moreno.
−No es culpa de nadie. Creo que optaré por cambiarme de instituto.
−¡No! –exclamó.
Me sorprendí.
−Lo siento –musitó avergonzado.
−¿Por qué gritaste de esa manera?

Vigésimo-quinto día, instituto normal Bradford.
Llegué al instituto sonriendo. Increíblemente estaba de buen humor, esa vez.
−Hola par de tortolos –dije y reí entre dientes.
−¿Qué tal todo, _____?
−Maravillosamente bien.
−Creo que alguien se ha enamorado –apareció Liam.
−¡No! ¡Deja de decir sandeces! –exclamé.
Noté la sonrisa de Emma. Recuerdo que estaba feliz, por mí, por mi mejora. Obviamente que también estaba contenta por su noviazgo con Nialler.
Entramos a clases, Matemática.

Vigésimo-séptimo día, instituto normal Bradford. (1/2)
Zayn había ido por mí para ir al instituto.
−¿A dónde vamos? –pregunté al notar que se había desviado.
−Es una sorpresa, ángel, no puedo decirte.
−Dime, dime, dime –salté en la butaca como niña pequeña. Hacía tiempo que no me sentía así de feliz.
Él rió. Lo que esa risa causaba en mi, era inexplicable.
−Nop, no voy a decirte.
−Vale… −susurré.
−No te enfades.
−No me gustan las sorpresas. ¡La última fue mudarme aquí!
−Vale, vale, pero esto va a gustarte. Lo sé.
Después de media hora dentro del carro llegamos.
−¡¡No mires!! −tomó un pañuelo y me tapo los ojos−. Yo te guío.
−Está bien…
Dejé que Zayn tomara mi cintura. Él caminó detrás de mí todo el tiempo. Confiaba en él, por sobre manera.
−Ya casi −susurró.
Luego de unos minutos el moreno destapó mis ojos, dejándome ver lo que me rodeaba.
−¡¡Santo Dios, esto es precioso!!

Vigésimo-séptimo día, instituto normal Bradford. (2/2)
−Sabía que iba a gustarte –susurró. Más para él que para mí.
−Gracias, gracias –mascullé abrazándolo−. Te quiero, Zayn.
−Yo te quiero a ti, ángel.
Luego de un rato, callados admirando el lugar, Zayn se recostó sobre el césped y yo puse mi cabeza sobre su pecho.
−Hace muchísimo tiempo que no sentía paz, Malik, gracias por esto.
−Gracias a ti –dijo.
−¿A mí? ¿Por qué?
−Has sido tú la que apareció en mi vida, has sido tú la que me hizo pensar diferente. Has sido tú la que me enamoró.
Me senté, bruscamente. −Za… Zayn… ¿tú… tú estás enamorado de… de… de mi?
−Siento habértelo dicho así… pero sí, ______. Me gustas, y estoy enamorado de ti.
Eso me dejó sin palabras, por completo.
−_____, ¿ángel, tú, aceptarías ser mi novia? –preguntó mirándome.
−¿Qué si aceptaría? –lo miré−, mierda. Claro que sí, Zayn, sí –me arrojé sobre él y planté mis labios sobre los suyos.
Fue un beso tierno, tranquilo. Mi primer beso. Era perfecto, todo. El lugar. El momento.
Él.
Sin él, nada de esto sería posible, lo tengo bien en claro. Sin ésta química que tenemos… sin mis malas pasadas. Si no hubiera chocado con él en el corredor del instituto probablemente en ningún momento hubiéramos cruzado palabra.
−Eres hermosa –dijo.
Instantáneamente me sonrojé. –Uhm… gracias –fue lo único que se me paso por la cabeza. No podía pensar.
Tomó mi mano, y con su pulgar acarició el centro de ella. –Quizá lo sientas apresurado, pero… te amo.

Trigésimo día, instituto normal Bradford. (1/2)
Llegamos al instituto tomados de la mano.
En esos días agradecía enormemente que toda la mierda que al principio cubría mi sonrisa haya cesado. Todos los insultos, y las golpizas.
Niall y Emma estaban igual de felices que nosotros. El muchacho que convivía conmigo también estaba saliendo con alguien… aún no quería decirnos quién era; sólo quedaba Liam, pero pronto encontraríamos una chica para él.
Zayn iba a ir a casa esta tarde, luego iríamos a caminar cerca del London Eye y el Big Ben.

El día se nos paso volando, cuando nos quisimos acordar ya estábamos dentro de mi casa.
Estaba acabando de cambiarme, en el momento que Zayn entró a mi habitación. Sonriendo. Lo sentía pleno.
Amaba su manera de vestir.
−Estás hermosa –se acercó y besó mis labios.
−Tú también –sonreí.
Me puse mis zapatillas, lista.
−¿Nos vamos? –preguntó.
−Claro –tomé su mano, y bajé las escaleras junto a él.
Salimos de la casa, y giré la vista. Había una moto sobre el césped.
−¿Cómo llegó eso ahí? –señalé la moto.
−Le pedí a Liam que la trajera… en eso –remarcó riendo− iremos.
−¡Por la mierda, Zayn, no! –dije asustada.
−No tengas miedo. Estoy aquí.
−Zayn...
−Por favor… −me miró.
−Vale… está bien –poco convencida.
Nos subimos a la moto, y partimos.

Cuarenta y cinco minutos luego ya estábamos dentro del Big Ben. Nos dejaban recorrerlo.
Estaba feliz de estar allí con él.
−Te amo –le susurré antes de besarlo.
−Yo a ti mucho más, ángel.