De errores se aprende (Logan Lerman y tú).

Capítulo uno: "Lleva más maletas que una familia en una mudanza".

Rachelle repasa con una lista todo lo que hay en sus imponentes maletas. Cardigans, botas, faldas, pantalones, camisas, camisolas, vestidos, bolsos caros, zapatos, ropa interior... Sí, esta todo. Manda a su criado a dejar todas las maletas en la limusina.

La joven castaña suspira. Odia tener la vida que tiene, no se siente independiente. O al menos eso cree ella. Es cierto que tiene todo lo que una chica de 18 años puede desear, pero para ella eso no basta. Ella quiere sentirse libre. Una de las cosas buenas que tiene irse a la universidad; piensa Rachelle clavando sus ojos verdes en su limusina negra impoluta.

—Rachelle, querida, te echaremos de menos— dice su madre dando un beso en su mejilla en nombre de la familia. Su padre tiene una importante reunión en Francia. Por lo que actualmente se encuentra allí.

—Si todos me echarais de menos, todos estaríais aquí— refunfuño la joven, remarcando el 'todos'. Su madre le acarició la cabeza.

—Cielo, ya sabes que la vida de tu padre es muy ajetreada. Y hace todo esto por ti. —Inquirió su madre, depositando un mechón de su ondulado cabello en la parte delantera.

Rachelle resopló. Quería gritar, pero no podía, tenía ganas de coger una botella de whisky italiano y beberla hasta la última gota, pero tampoco podía, ella ya no era así.

Contuvo la respiración por unos instantes y sonrío dulcemente a su madre.

—Bueno, se está haciendo tarde. Será mejor que me vaya. Te quiero mamá— depositó un ligero beso en la conservada mejilla de su madre y se metió en la limo. Observando su casa y a su madre despidiéndose de ella hasta que la ventada la sumió en la oscuridad.


—Ya estamos en el aeropuerto señorita Van Robers. ¿puedo marcharme? — Preguntó Charles, el conductor.

—Puede marcharse, gracias. — respondió cortésmente la castaña.

Rachelle vio como dos muchachos se acercaban y cogían sus maletas, depositándolas en su avión privado. Ella subió las escaleras.

—Buenos días señorita Van Robers, ¿Ha disfrutado de su trayecto? Tenga, las nuevas ediciones de Vogue, para que el vuelo se le haga más ameno. — Una señora de plástica sonrisa me entregó las revistas mientras otra dejaba una copa de Martini. Ella denegó una de las cosas.

—Gracias por las revistas Bertha. Y agradezco mucho el detalle Emily, pero yo ya no bebo. Lo siento, puede beberla usted en mi nombre. — dijo Rachelle tratando mantener su firme educación enseñada por sus padres.

Ésta última le sonrió, y así hizo, bebió hasta la última gota de su Martini. Rachelle rodó los ojos, como se notaba que nunca había tomado uno.

Cogió su reproductor, puso su lista número cuatro, se colocó los auriculares y se dejo llevar por Lego House al cerrar sus ojos.


Por otro lado...


Un muchacho de cabellos despeinados azabache despierta al lado de una hermosa rubia de ojos miel.

—Por fin despiertas cariño, tenemos que recoger a Rachelle— dijo esta besando sus labios.

El sonrió. Era afortunado por tener a una chica tan preciosa y buena como Holly. Estaba enamorado de ella, eso decía él, sí, enamorado.

—Unos minutos más— respondió este desperezándose. Aprovecho la oportunidad para agarrar a la rubia y estrecharla entre sus brazos. Ella rió, con esa risa tan contagiosa que tenía.

—Vamos Logan, en diez minutos quiero verte bajo— depositó un último beso en los labios del chico y cerró la puerta.

Él suspiró, no le apetecía nada ir a por la mejor amiga de su novia, por lo que le había contado Holly de ella, debía ser una niña mimada que es simpática con quien quiere. Lo peor, tendría que vivir en su casa.

Se desvistió y encendió la ducha, movió unas cuantas veces el grifo para ajustar la temperatura. El baño se llenaba de vaho. Le relajaba ducharse, era su momento de relax, donde ni los chillidos de Holly llegaban cuando ella se enfadaba; río ante esto último.

Salió de la ducha envuelto en una toalla. Abrió los cajones de su cómoda. Saco una camisa azul, unos pantalones marrones y cogió un par de zapatillas blancas.

Bajó atándose el último botón de la camisa, donde la esperaba su bonita novia que llevaba una corta falda vaquera y una camisola blanca y lo mejor de todo, una radiante sonrisa.

—Un minuto tarde— retó Holly graciosa.

—¿De verdad tengo que dejar que tu amiga se quede aquí?—preguntó Logan desganado.

—No es como tú piensas, de verdad. Además, ha cambiado. Ahora es la mejor persona que puedes conocer— Iba a responder pero su novia le besó, finalizando así su discusión.


Mientras tanto en el aeropuerto privado de Cambrige, Massachusetts, USA...

La joven castaña abrió sus inmensos ojos verdes y miró por la ventana. Ya había aterrizado. Se desperezó con la delicadeza que solo un Van Robers puede tener.

¡Por fin!; Pensó ella. Estaba a kilómetros de su familia, en tierra desconocida e iba a empezar a cursar en una de las universidades más prestigiosas.

Bajo del avión y buscó con la mirada a su amiga, pero ni rastro. Un hombre había bajado ya todas sus pertenencias.

A lo lejos la ojiverde divisó un coche, se esbozó una sonrisa en su delicado rostro. ¿Sería Holly? Para que preguntar, estaba segura. Nadie conducía de una forma tan acelerada. Río ante esto último que estaba pensando.

El coche aparcó delante del avión, una rubia salió y la saludó. Ella fue corriendo y le dio un abrazo gigante, prácticamente se abalanzó sobre la chica de ojos miel.

—¡Rachelle Marie Van Robers pero que bien te veo! Por favor, no te hagas más guapa, ya tenía suficiente cuando teníamos dieciséis años— dijo Holly divertida. Ambas riéron.

—Eso lo tendría que decir yo. ¡Que cuerpazo! Deja alguno de la universidad para mí, eh— Rachelle vio como un chico alto se ponía detrás de la rubia.

—Oh, se me olvidaba. Logan, ella es Rachelle. Rachelle, él es Logan, mi novio. — la castaña lo analizó sorprendida. Era alto, tez pálida pero no con aspecto enfermizo, cabellos despeinados de un color azabache y unos preciosos ojos, azules, como el mar.

—Encantada Logan. Como ha dicho, soy Rachelle, Rachelle Van Robers— le dedicó una se sus mejores sonrisas, de esas que enamorarían a cualquier hombre. Pero él, se mantuvo firme, diría que hasta serio.

—Igualmente, y bueno, para que volverlo a decir, ya sabes mi nombre— dijo este, un tanto ¿molesto? Vaya, menudo carácter tiene; pensó la ojiverde.

La rubia se puso nerviosa, notaba cierta tensión entre ambos. Así que se puso entre los dos.

—Bueno, ¿por qué no metemos tus cosas en el maletero, Rachelle? ¿Dónde es…— se calló, maravillada por la cantidad de baúles de Louis Vuitton que habían, y la cantidad de maravillosa ropa que debía de haber ahí dentro.

—¡Oh dios mío! ¿Me tendrás que dejar algo, eh? — dijo la rubia entusiasmada, los ojos le brillaban. Rachelle río y bueno, Logan rodó los ojos.

—Holly, esas maletas no caben en mi coche. Tu amiga lleva más maletas que una familia en una mudanza— su voz era gruesa, clara, y con un toque de chulería. A Rachelle esas voces le volvían loca, pero en este caso no. Le molestaba el comportamiento de aquel chico.

—Tranquilos, ahora mismo está viniendo un porta maletas. No pasa dada.— dijo Rachelle. —Mira, ahí está— añadió, intentando no causar más molestias que al parecer, le estaba causando al novio de su amia.

—Entonces, ¡en marcha! Vamos Rachelle, tienes que contarme muchas cosas— y todos se metieron en el coche.

El novio de la mejor amiga estuvo callado durante todo el viaje, Holly no paró de hablar y Rachelle de reír.


Había algo en esa chica que a Logan no le gustaba, era su sonrisa. Pensaréis, ¿por qué su sonrisa, si es maravillosa? Por eso mismo, esa sonrisa le había puesto nervioso, y no en el mal sentido.

Primera lectora :P ¿creo?
Me encanto
siguelaaa
besos :hug:

Me encanta,siguela quiero ver que pasa ,por cierto nueva y fiel lectora siguelaaaa

khloe1996 escribió:Primera lectora :P ¿creo?
Me encanto
siguelaaa
besos :hug:

Me alegro muchísimo de verdad, en cuanto pueda subiré otro capítulo, de eso no dudes. Mientras tanto tengo otra novela en marcha por aquí, de One Direction: "Little Things" (Harry Styles y tú).

Besos y abrazos para ti.

Irene xx.

raquellovehollywood escribió:Me encanta,siguela quiero ver que pasa ,por cierto nueva y fiel lectora siguelaaaa

¡Gracias! Me alegro de que te guste la verdad, tengo mientras otro proyecto en marcha, es una novela de One Direction. Pero no la típica. Espero que te guse xx.

Besos y abrazos.

Irene.