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Ella fue la luz de su mundo-Adaptacion-JoeyTú[TERMINADA]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Ella fue la luz de su mundo-Adaptacion-JoeyTú[TERMINADA]
Capítulo 11
-____, me gustaría presentarte a Sharla – le dijo Helen, arrastrando hacia delante a ____. – Creo que este el momento para que ustedes dos se conozcan formalmente.
Sharla, era alta y delgada, con el pelo blanco-oro y ojos azul claro. Se veía tan nerviosa como ____ se sentía, pero parecía deliciosa en una blusa de algodón sencilla, que reflejaba el estilo sereno de ____ en vestir.
-Hola – dijo Sharla, extiendo una mano. Ella sonrió tímidamente. – Yo… me habría gustado conocerte antes, pero…
____ asintió con la cabeza, tomando la mano. Hacía mucho calor y notó que la mano de Sharla no era ajena a las tareas domésticas, muy lejos de la delicada Mandy, que las tenía bien cuidadas.
-¿Cómo estás? – Jack Steele preguntó en voz baja, mirando a su hija de cerca. – Helen dijo que te habías recuperado por completo, y te ves… bien.
-Ya estoy bien, gracias – respondió ____.
Sus ojos recorrieron el rostro familiar, en la búsqueda de nuevas líneas y canas. Parecía más viejo, cansado. Pero había una luz en sus ojos cuando miraba a Sharla, que ella nunca había visto antes. La misma luz que ella sabia estaba en sus ojos, cuando miraba a Joe. Ella desvió la vista avergonzada.
-Sharla, ¿por qué no me ayudas con la cena? – dijo Helen, con una mirada significativa hacia el padre y la hija.
Sharla se unió a ella rápidamente.
-Me encantaría.
Cuando las dos mujeres se habían ido, _____ pasó de un pie al otro, incómoda, buscando las palabras, para iniciar conversación.
-He estado preocupado – dijo Jack, por último, vacilante. Se encogió de hombros. – Quería llamarte, pero hemos estado tan alejados por tanto tiempo… además, sabía que no estaba en tu lista de gente favorita. Así que dejé pasar el tiempo, supongo.
Ella asintió con la cabeza. Juntó las manos delante de ella.
-Si, lo sé. Así es como fue para mí también.
-Yo no me casé con tu madre porque tuviera que hacerlo – balbuceó, evitando sus ojos. – Yo la amaba, realmente la amaba, ____. Pero cuando llegaste, ella se negó a sentar cabeza y a cuidar de ti. Entonces comenzó a disfrutar de las fiestas y el alcohol, más de lo que disfrutaba del matrimonio y su hija – él levantó las manos, en un gesto de no poder hacer nada. – Yo ni siquiera recuerdo cuando dejé de sentir amor. Un día me desperté y me di cuenta que mi vida estaba demasiado vacía para llevarla. Pensé que si nos divorciábamos, tal vez ella podría encontrar el amor de nuevo en alguien o algo. No esperé que se deteriorara tan rápidamente. Y para entonces, ya estaba Sharla – su voz se bajó con la emoción. – Sharla. Y estaba enamorado, realmente enamorado, por primera vez en mi vida.
____ estudió su cara apartada y ella entendió. A causa de Joe, ella entendió por fin.
-¿Esto es una especie de locura, verdad? – le preguntó ella sabiamente. Esto asume tu vida y tu mente, y no tienes ningún control en absoluto sobre lo que haces.
Sus ojos se sacudieron y él la observó por mucho tiempo.
-No habrías dicho eso hace tres meses atrás.
Ella negó con la cabeza.
-Tres meses atrás, no sabía lo que era el amor. Yo era superior al resto del mundo, ya sabes.
Él se rió suavemente.
-¿Eras tú?
-Si, presumida y superior. Yo lo podía hacer todo, sin nadie. Había perdido a Mandy y al mundo junto con ella. Yo te odiaba.
Buscó su rostro cansado.
-Helen me ha dicho que Sharla no tiene hijos propios.
Hubo un movimiento y un pequeño crujido en la puerta y la mujer mayor se detuvo justo ante ____.
-Tú… tú… ahora – dijo Sharla vacilante, con las manos levantadas inseguras, pero con el rostro tranquilo y optimista.
Con un pequeño grito de dolor, ____ se arrojó a los brazos delgados y sintió como ella la encerraba, abrazándola y acunándola. ____ lloró hasta que pensó que su corazón se rompería, porque esta mujer era la madre que siempre había deseado tener. Sin ser desleal a Mandy, a quien había amado y a quién echaba mucho de menos. Sharla, de pronto, era el arco iris después de la tormenta. Jack Steele se aclaró la garganta, avanzando para separar a las dos mujeres.
-Vamos a comer algo primero – murmuró. – No puedo llorar con el estómago vació.
-¡Oh, papá!
_____ se echó a reír a través de sus lágrimas y lo abrazó.
-Bienvenida a casa – susurró él con voz ronca. – Bienvenida a casa, pequeña.
Fue la noche más maravillosa que ____ recordaba en años, sentada junto a su padre y su madrastra, aprendiendo de ellos, estando con ellos. Se veían tan bien juntos, tan seguros en su amor el uno por el otro.
Su opinión sobre el matrimonio, sufrió un cambio sorprendente solo de verlos. Jack no le hizo ninguna pregunta sobre el tiempo que ____ estuvo en la costa, pero justo antes de salir de la casa de Helen, ellos dos salieron por delante de los demás y ella lo sintió mirándola.
-Helen me dijo que estabas cuidando a un ciego – dijo él después de un minuto.
-Si. Al señor Joseph Jonas.
Él silbo.
-Todo un gigante corporativo, el señor Jonas. Él recobró la vista, ¿no es así? Lo vi en las noticias de la otra noche.
Ella asintió con la cabeza.
-Si, él es… él está de vuelta en el trabajo.
-Y muy cambiado – agregó secamente.
-No me mires, yo era su enfermera.
-¿En serio? – se volvió, sosteniendo su mirada – Tú lo amas, ¿no?
-Desesperadamente – admitió, sintiendo una oleada de hambre, como un barrido, que casi la hizo desmayarse.
-¿Y qué siente él?
-Hay una mujer… Estaban casi comprometidos desde antes de su accidente. Ahora están juntos de nuevo. Él la ama.
-Lo siento – le dijo él. – Lo siento mucho.
-No lo hagas. Amarlo fue una experiencia que nunca olvidaré. Ha enriquecido mi vida. En muchas formas.
-Si, puedo ver eso – respondió sorprendido. – Eres muy diferente ahora, ____. Era otra mujer la que se marchó de Ashton hace unas semanas.
-Para mejor, espero – le dijo ____, sonriendo.
Él también sonrió.
-¿Por qué no vuelves allá y le pones un anillo en el dedo?
Ella se echó a reír.
-Parece sencillo, ¿no? Me temo que no ese tipo de hombre. Nuestros mundos son muy diferentes.
-Los mundos – le informó – se pueden combinar.
-¿Al igual que el tuyo con el de Sharla? – bromeó ella y luego lo abrazó. – Me gusta mi madrastra.
-A ella le gustas también. No hay que distanciarse de nuevo – añadió solemnemente. – Vamos a hacer una familia.
Ella asintió con la cabeza.
-Me gustaría mucho.
-¿Cenas con nosotros el próximo viernes? – le preguntó.
-Pregunta a Sharla primero.
-Sharla, ¿podemos tener a ____ a cenar el próximo viernes? – la llamó.
-¡No seas tonto! – fue la respuesta instantánea. – Mi hija puede venir a cenar cualquier día que le plazca sin tener que invitarla, ¿no es así, ____?
-Cierto… mamá – respondió ella en voz baja.
Sharla sonrió y se volvió rápidamente, pero no antes que ____ alcanzara a ver brillo de lágrimas en sus ojos.
En las semanas que siguieron, ____ se convirtió en una parte real de la familia Steele, y su vida se volvió brillante y tuvo significado, igual que su nuevo trabajo. Pero cuanto más tiempo estaba lejos de Joe, peor se volvía su soledad.
Cuando Lorraine llamó inesperadamente un miércoles por la noche, se sintió como en shock. Solo unos momentos antes había estado pensando en Joe y su madrastra.
-¿Cómo estás, cariño? – le preguntó Lorraine. – No hemos oído de ti, y solo quería comprobar y asegurarme de que estás bien. ¿Cómo está tu tía?
Su tía. La mentira piadosa. ____ casi se ahogó.
-¡Oh, tía Helen está mucho mejor! -. Dijo. – Y yo también estoy muy bien. ¿Y usted?
-Estoy muy bien. ¿Sabías que Joe ya puede ver? ¿Lo viste por televisión? Quise escribirte, pero estaba tan emocionada; y luego Nick volvió para ayudar en el proyecto de equipo… ¡La casa ha sido invadida por técnicos y científicos!
-Me enteré de la nueva invención. Estoy muy contenta con lo que Joe está haciendo – murmuró ella.
-Estoy en shock – le dijo Lorraine. – Ha cambiado tanto. Es como si fuera otro hombre, tan preocupado y considerado. Excepto que te extraña mucho, claro.
-¿Qué?
-Qué te extraña muchísimo.
-¿Qué pasa con Layn? – exclamó____.
-Cariño, ella lo trajo a casa desde Savannah, justo después que te fuiste y parecía un nubarrón. Salió en un resplandor de gloria y no ha sido vista desde entonces. Joe ni siquiera la menciona.
-No entiendo – dijo ____ débilmente.
Ella se sentó antes que sus piernas colapsaran.
-Yo tampoco… y él no se estaba quedando con Layn en Savannah, por cierto. Él estaba en el hospital
-¿Hospital?
-Él se cayó, ¿no lo sabías? – preguntó Lorraine con desconfianza.
-Si – admitió ella, sintiendo alivio. – Él me pidió marcharme sin decirle que su vista había vuelto. Esto me dejó perpleja por un tiempo…
-Aún es desconcertante para mí. Traté de averiguar con su médico, pero no pude conseguir nada y nadie me dijo nada tampoco. Algo está pasando, ____. Algo muy extraño. No mira a las mujeres, de todos modos. Y cuando no está trabajando, él camina por la playa durante horas tan solo… que me duelo por él.
-Tal vez extraña a Layn – sugirió ____.
-¿Cuándo no habla de nadie más que de ti? – dijo Lorraine con tristeza. Cariño, él pone sus manos en una foto tuya y se sienta y la mira como un hombre muriendo de hambre.
El corazón de ____ se volvió loco.
-¿Una foto mía? ¿De dónde?
-La señora Pibbs, creo – dijo riendo Lorraine. – No sé en donde la encontró ella.
____ si lo sabía. La señora Pibbs le había pedido una fotografía para añadirla a una especie de folleto. ____ había pensado que era una petición insólita entonces, pero no le pregunto nada. ¡Y había sido para Joe!
-¿Tienen algún problema en sus ojos? – preguntó ____, rápidamente.
-No, eso es lo extraño. No tiene dolores de cabeza, ni sufre confusión, ni nada. Pero él no quiere hablar de eso.
____ suspiró.
-No, supongo que no le gusta recordarlo.
-¿Por qué no vienes el fin de semana? – le preguntó Lorraine.
A ____ le subió el pulso a las nubes.
-No pienso que…
-Así es cariño, no pienses. Solamente ven. Puedes considerar ir a ver al doctor Shane y decir que vas a ser la enfermera de Joe y preguntar acerca del procedimiento.
____ se quedó sin aliento.
-Eso sería poco ético…
-Por supuesto que si – coincidió Lorraine. – Pero sería para obtener la verdad de él. Voy a asumir la plena responsabilidad. ¡Tengo que saberlo ____, tengo que hacerlo!
____ estaba colgada del receptor casi como si fuera un chaleco salvavidas.
-Bueno… – comenzó con el corazón acelerado.
-Sé atrevida – se burló Lorraine. - ¿No quieres saber qué es lo que esconde? ____, él te ama.
Sus ojos se cerraron al sonido de esas palabras. Él te ama. El cielo sabía que ella lo amaba desesperadamente. “Dios me perdone”, pensó.
-Voy a estar ahí en la mañana, después de pasar a ver al doctor Shane. ¿Podría usted… llamarlo y allanar el camino?
Lorraine se echó a reír en voz baja.
-Claro que si, cariño, encantada. No voy a decirle nada a Joe, pero me aseguraré que no salga de la casa. ¡Buen viaje, querida!
-Nos vemos pronto – contestó ella y colgó.
“Estoy haciendo lo correcto”, pensó. Pero si Joe le ocultaba algo, tenía que saber que era. No podía permitir que tirara su felicidad sin una buena razón. Y nada sería bueno si lo mantenía para él; no ahora; cuando ella sabía como iba a ser la vida de horrible sin él
-____, me gustaría presentarte a Sharla – le dijo Helen, arrastrando hacia delante a ____. – Creo que este el momento para que ustedes dos se conozcan formalmente.
Sharla, era alta y delgada, con el pelo blanco-oro y ojos azul claro. Se veía tan nerviosa como ____ se sentía, pero parecía deliciosa en una blusa de algodón sencilla, que reflejaba el estilo sereno de ____ en vestir.
-Hola – dijo Sharla, extiendo una mano. Ella sonrió tímidamente. – Yo… me habría gustado conocerte antes, pero…
____ asintió con la cabeza, tomando la mano. Hacía mucho calor y notó que la mano de Sharla no era ajena a las tareas domésticas, muy lejos de la delicada Mandy, que las tenía bien cuidadas.
-¿Cómo estás? – Jack Steele preguntó en voz baja, mirando a su hija de cerca. – Helen dijo que te habías recuperado por completo, y te ves… bien.
-Ya estoy bien, gracias – respondió ____.
Sus ojos recorrieron el rostro familiar, en la búsqueda de nuevas líneas y canas. Parecía más viejo, cansado. Pero había una luz en sus ojos cuando miraba a Sharla, que ella nunca había visto antes. La misma luz que ella sabia estaba en sus ojos, cuando miraba a Joe. Ella desvió la vista avergonzada.
-Sharla, ¿por qué no me ayudas con la cena? – dijo Helen, con una mirada significativa hacia el padre y la hija.
Sharla se unió a ella rápidamente.
-Me encantaría.
Cuando las dos mujeres se habían ido, _____ pasó de un pie al otro, incómoda, buscando las palabras, para iniciar conversación.
-He estado preocupado – dijo Jack, por último, vacilante. Se encogió de hombros. – Quería llamarte, pero hemos estado tan alejados por tanto tiempo… además, sabía que no estaba en tu lista de gente favorita. Así que dejé pasar el tiempo, supongo.
Ella asintió con la cabeza. Juntó las manos delante de ella.
-Si, lo sé. Así es como fue para mí también.
-Yo no me casé con tu madre porque tuviera que hacerlo – balbuceó, evitando sus ojos. – Yo la amaba, realmente la amaba, ____. Pero cuando llegaste, ella se negó a sentar cabeza y a cuidar de ti. Entonces comenzó a disfrutar de las fiestas y el alcohol, más de lo que disfrutaba del matrimonio y su hija – él levantó las manos, en un gesto de no poder hacer nada. – Yo ni siquiera recuerdo cuando dejé de sentir amor. Un día me desperté y me di cuenta que mi vida estaba demasiado vacía para llevarla. Pensé que si nos divorciábamos, tal vez ella podría encontrar el amor de nuevo en alguien o algo. No esperé que se deteriorara tan rápidamente. Y para entonces, ya estaba Sharla – su voz se bajó con la emoción. – Sharla. Y estaba enamorado, realmente enamorado, por primera vez en mi vida.
____ estudió su cara apartada y ella entendió. A causa de Joe, ella entendió por fin.
-¿Esto es una especie de locura, verdad? – le preguntó ella sabiamente. Esto asume tu vida y tu mente, y no tienes ningún control en absoluto sobre lo que haces.
Sus ojos se sacudieron y él la observó por mucho tiempo.
-No habrías dicho eso hace tres meses atrás.
Ella negó con la cabeza.
-Tres meses atrás, no sabía lo que era el amor. Yo era superior al resto del mundo, ya sabes.
Él se rió suavemente.
-¿Eras tú?
-Si, presumida y superior. Yo lo podía hacer todo, sin nadie. Había perdido a Mandy y al mundo junto con ella. Yo te odiaba.
Buscó su rostro cansado.
-Helen me ha dicho que Sharla no tiene hijos propios.
Hubo un movimiento y un pequeño crujido en la puerta y la mujer mayor se detuvo justo ante ____.
-Tú… tú… ahora – dijo Sharla vacilante, con las manos levantadas inseguras, pero con el rostro tranquilo y optimista.
Con un pequeño grito de dolor, ____ se arrojó a los brazos delgados y sintió como ella la encerraba, abrazándola y acunándola. ____ lloró hasta que pensó que su corazón se rompería, porque esta mujer era la madre que siempre había deseado tener. Sin ser desleal a Mandy, a quien había amado y a quién echaba mucho de menos. Sharla, de pronto, era el arco iris después de la tormenta. Jack Steele se aclaró la garganta, avanzando para separar a las dos mujeres.
-Vamos a comer algo primero – murmuró. – No puedo llorar con el estómago vació.
-¡Oh, papá!
_____ se echó a reír a través de sus lágrimas y lo abrazó.
-Bienvenida a casa – susurró él con voz ronca. – Bienvenida a casa, pequeña.
Fue la noche más maravillosa que ____ recordaba en años, sentada junto a su padre y su madrastra, aprendiendo de ellos, estando con ellos. Se veían tan bien juntos, tan seguros en su amor el uno por el otro.
Su opinión sobre el matrimonio, sufrió un cambio sorprendente solo de verlos. Jack no le hizo ninguna pregunta sobre el tiempo que ____ estuvo en la costa, pero justo antes de salir de la casa de Helen, ellos dos salieron por delante de los demás y ella lo sintió mirándola.
-Helen me dijo que estabas cuidando a un ciego – dijo él después de un minuto.
-Si. Al señor Joseph Jonas.
Él silbo.
-Todo un gigante corporativo, el señor Jonas. Él recobró la vista, ¿no es así? Lo vi en las noticias de la otra noche.
Ella asintió con la cabeza.
-Si, él es… él está de vuelta en el trabajo.
-Y muy cambiado – agregó secamente.
-No me mires, yo era su enfermera.
-¿En serio? – se volvió, sosteniendo su mirada – Tú lo amas, ¿no?
-Desesperadamente – admitió, sintiendo una oleada de hambre, como un barrido, que casi la hizo desmayarse.
-¿Y qué siente él?
-Hay una mujer… Estaban casi comprometidos desde antes de su accidente. Ahora están juntos de nuevo. Él la ama.
-Lo siento – le dijo él. – Lo siento mucho.
-No lo hagas. Amarlo fue una experiencia que nunca olvidaré. Ha enriquecido mi vida. En muchas formas.
-Si, puedo ver eso – respondió sorprendido. – Eres muy diferente ahora, ____. Era otra mujer la que se marchó de Ashton hace unas semanas.
-Para mejor, espero – le dijo ____, sonriendo.
Él también sonrió.
-¿Por qué no vuelves allá y le pones un anillo en el dedo?
Ella se echó a reír.
-Parece sencillo, ¿no? Me temo que no ese tipo de hombre. Nuestros mundos son muy diferentes.
-Los mundos – le informó – se pueden combinar.
-¿Al igual que el tuyo con el de Sharla? – bromeó ella y luego lo abrazó. – Me gusta mi madrastra.
-A ella le gustas también. No hay que distanciarse de nuevo – añadió solemnemente. – Vamos a hacer una familia.
Ella asintió con la cabeza.
-Me gustaría mucho.
-¿Cenas con nosotros el próximo viernes? – le preguntó.
-Pregunta a Sharla primero.
-Sharla, ¿podemos tener a ____ a cenar el próximo viernes? – la llamó.
-¡No seas tonto! – fue la respuesta instantánea. – Mi hija puede venir a cenar cualquier día que le plazca sin tener que invitarla, ¿no es así, ____?
-Cierto… mamá – respondió ella en voz baja.
Sharla sonrió y se volvió rápidamente, pero no antes que ____ alcanzara a ver brillo de lágrimas en sus ojos.
En las semanas que siguieron, ____ se convirtió en una parte real de la familia Steele, y su vida se volvió brillante y tuvo significado, igual que su nuevo trabajo. Pero cuanto más tiempo estaba lejos de Joe, peor se volvía su soledad.
Cuando Lorraine llamó inesperadamente un miércoles por la noche, se sintió como en shock. Solo unos momentos antes había estado pensando en Joe y su madrastra.
-¿Cómo estás, cariño? – le preguntó Lorraine. – No hemos oído de ti, y solo quería comprobar y asegurarme de que estás bien. ¿Cómo está tu tía?
Su tía. La mentira piadosa. ____ casi se ahogó.
-¡Oh, tía Helen está mucho mejor! -. Dijo. – Y yo también estoy muy bien. ¿Y usted?
-Estoy muy bien. ¿Sabías que Joe ya puede ver? ¿Lo viste por televisión? Quise escribirte, pero estaba tan emocionada; y luego Nick volvió para ayudar en el proyecto de equipo… ¡La casa ha sido invadida por técnicos y científicos!
-Me enteré de la nueva invención. Estoy muy contenta con lo que Joe está haciendo – murmuró ella.
-Estoy en shock – le dijo Lorraine. – Ha cambiado tanto. Es como si fuera otro hombre, tan preocupado y considerado. Excepto que te extraña mucho, claro.
-¿Qué?
-Qué te extraña muchísimo.
-¿Qué pasa con Layn? – exclamó____.
-Cariño, ella lo trajo a casa desde Savannah, justo después que te fuiste y parecía un nubarrón. Salió en un resplandor de gloria y no ha sido vista desde entonces. Joe ni siquiera la menciona.
-No entiendo – dijo ____ débilmente.
Ella se sentó antes que sus piernas colapsaran.
-Yo tampoco… y él no se estaba quedando con Layn en Savannah, por cierto. Él estaba en el hospital
-¿Hospital?
-Él se cayó, ¿no lo sabías? – preguntó Lorraine con desconfianza.
-Si – admitió ella, sintiendo alivio. – Él me pidió marcharme sin decirle que su vista había vuelto. Esto me dejó perpleja por un tiempo…
-Aún es desconcertante para mí. Traté de averiguar con su médico, pero no pude conseguir nada y nadie me dijo nada tampoco. Algo está pasando, ____. Algo muy extraño. No mira a las mujeres, de todos modos. Y cuando no está trabajando, él camina por la playa durante horas tan solo… que me duelo por él.
-Tal vez extraña a Layn – sugirió ____.
-¿Cuándo no habla de nadie más que de ti? – dijo Lorraine con tristeza. Cariño, él pone sus manos en una foto tuya y se sienta y la mira como un hombre muriendo de hambre.
El corazón de ____ se volvió loco.
-¿Una foto mía? ¿De dónde?
-La señora Pibbs, creo – dijo riendo Lorraine. – No sé en donde la encontró ella.
____ si lo sabía. La señora Pibbs le había pedido una fotografía para añadirla a una especie de folleto. ____ había pensado que era una petición insólita entonces, pero no le pregunto nada. ¡Y había sido para Joe!
-¿Tienen algún problema en sus ojos? – preguntó ____, rápidamente.
-No, eso es lo extraño. No tiene dolores de cabeza, ni sufre confusión, ni nada. Pero él no quiere hablar de eso.
____ suspiró.
-No, supongo que no le gusta recordarlo.
-¿Por qué no vienes el fin de semana? – le preguntó Lorraine.
A ____ le subió el pulso a las nubes.
-No pienso que…
-Así es cariño, no pienses. Solamente ven. Puedes considerar ir a ver al doctor Shane y decir que vas a ser la enfermera de Joe y preguntar acerca del procedimiento.
____ se quedó sin aliento.
-Eso sería poco ético…
-Por supuesto que si – coincidió Lorraine. – Pero sería para obtener la verdad de él. Voy a asumir la plena responsabilidad. ¡Tengo que saberlo ____, tengo que hacerlo!
____ estaba colgada del receptor casi como si fuera un chaleco salvavidas.
-Bueno… – comenzó con el corazón acelerado.
-Sé atrevida – se burló Lorraine. - ¿No quieres saber qué es lo que esconde? ____, él te ama.
Sus ojos se cerraron al sonido de esas palabras. Él te ama. El cielo sabía que ella lo amaba desesperadamente. “Dios me perdone”, pensó.
-Voy a estar ahí en la mañana, después de pasar a ver al doctor Shane. ¿Podría usted… llamarlo y allanar el camino?
Lorraine se echó a reír en voz baja.
-Claro que si, cariño, encantada. No voy a decirle nada a Joe, pero me aseguraré que no salga de la casa. ¡Buen viaje, querida!
-Nos vemos pronto – contestó ella y colgó.
“Estoy haciendo lo correcto”, pensó. Pero si Joe le ocultaba algo, tenía que saber que era. No podía permitir que tirara su felicidad sin una buena razón. Y nada sería bueno si lo mantenía para él; no ahora; cuando ella sabía como iba a ser la vida de horrible sin él
zai
Re: Ella fue la luz de su mundo-Adaptacion-JoeyTú[TERMINADA]
Capítulo 12
____ había anticipado algunos problemas, para conseguir algunos días libres para ir a la costa, pero la señora Pibbs, se les otorgó con una sonrisa en la cara.
-El hospital funcionará como de costumbre sin usted, enfermera – dijo ella sin problemas.
-¿Cómo puedo darle las gracias? – dijo ____.
-Sé feliz – fue la respuesta sincera. - ¿Quiero saber como funcionan las cosas?
____ frunció el ceño ligeramente.
-¿Ha estado hablando con la señora Jonas, por casualidad? – preguntó con suspicacia.
-Por favor, ¿por qué piensas eso? – le preguntó la señora Pibbs con aspereza. – Corre y toma el autobús, ____, soy una mujer muy ocupada. Que tengas buen tiempo.
-Gracias – dijo _____, deteniéndose en la puerta. - ¿Está usted segura de…?
-Estoy segura. Adiós. Buen viaje.
Ella parecía sospechosa con esa agradable sonrisa, pero la saludó y cerró la puerta detrás de ella.
* * * *
El hospital estaba lleno de gente cuando llegó a la costa, y tuvo que esperar una hora antes de lograr ver al doctor Shane. Él parecía acosado e irritable, pero la saludó y le indicó una silla, mientras él se sentaba en otra pesadamente.
-Gracias a Dios – dijo él. – Una oportunidad para respirar. ¿Entiendo por Lorraine que está de vuelta como enfermera de Joe? Dios sabe porque, nada va a cambiar, independiente de sus habilidades como enfermera, ¿pero quién soy yo para discutir con él? Nunca llegamos a ninguna parte en absoluto.
____ casi sonrió, pero se contuvo a tiempo. Ella cruzó las manos en su regazo, sintiendo la picadura de sus uñas en las palmas.
-Exactamente, ¿cuál es su situación, doctor Shane? – preguntó con forzada calma.
Él frunció los labios y la estudió con el ceño fruncido.
-Lorraine me aseguró que estaba aquí con permiso de Joe – observó el médico. - ¿Te das cuenta que si eso no fuera así, sería violación a su confianza y de mi juramento también?
____ tragó saliva.
-Si señor – dijo.
Tenía en la punta de la lengua decir la verdad, para ser honesta, pero algo la mantuvo quieta y tranquila.
Él se encogió de hombros.
-Muy bien. Voy a tener que aceptar la palabra de Lorraine. Ni siquiera estaba al tanto que él se lo había dicho. Pero bueno, él es un hombre extraño a veces – acercó un archivo hacia él y lo abrió. – ¿Usted sabe que la metralla es inoperable?
-Si señor – dijo ella, y era la verdad.
Ella se sentó rígidamente, a la espera.
-Bueno, nada ha cambiado allí. La caída, fue un golpe de buena suerte, porque desalojó la metralla y alivió la presión, volviendo su visión. Sin embargo – dijo, recostándose en la silla solemnemente – él no tiene ninguna garantía que lo mismo no volverá a suceder y dejarlo ciego de nuevo.
El corazón de ____ se detuvo; se detuvo y luego escapó.
-¿Podría quedar ciego otra vez? – dijo aturdida.
-Si, así es. Por supuesto, hay nuevos avances, ya sabe. Todos los días aprendemos y podemos hacer más. Pero por el momento, tiene que seguir viviendo con esa espada que pende sobre él.
-Si la metralla cambia otra vez – dijo ella despacio – esto podría dejarlo ciego, ¿verdad?
Él levantó sus manos.
-Como enfermera, usted sabe que algo alojado en el cerebro, es como una bomba de tiempo potencial. No hay nada que la ciencia médica pueda hacer sobre ello actualmente. Desearía que este no fuera el caso, pero me temo que así es.
-Y naturalmente – siguió ella, en lo que le pareció una voz terriblemente lenta – él no querría pedirle a nadie compartir este riesgo con él.
-Se refiere al matrimonio – dijo él, asintiendo con la cabeza. – Él dijo casi la misma cosa. Le dije que era absurdo, pero no quiso escuchar. ¡Dios mío, enfermera! Mañana puedo tomar mal una curva y matarme y no hay nada alojado en mi cerebro.
Ella esbozó una sonrisa pálida.
-Qué extraño que él quisiera guardarlo para sí mismo.
-No es extraño en absoluto. Es como él. – dijo el médico, cerrando el archivo. – Bueno, eso es todo lo que puedo decir, a menos que quiera que le lea la terminología médica. Él no debe participar en ninguna iniciativa temeraria; y por supuesto, las cosas como el buceo y los deportes violentos, están vedados. Si no participa de esas cosas, puede llevar una vida bastante normal.
-Un estornudo podría desprender la metralla, ¿no? – preguntó en voz baja.
-Si. Pocas personas fuera de la profesión médica se dan cuenta de lo violento que es un estornudo. – vio su rostro pálido con interés – Lo mejor no es pensar en ello, y tampoco dejarlo hablar mucho respecto al tema. Hay un hombre en Viena, que está trabajando en innovaciones en la cirugía de cerebro en este momento. Espero un gran avance cualquier día. Cuando esto pase, y note que dije “cuando” y no “si”, me pondré en contacto con Joe.
Ella sonrió débilmente.
-Gracias por decírmelo.
-¿Sabe Joe que está aquí? – preguntó él con amabilidad.
-Si yo estuviera aquí con falsos pretextos, ¿respondería a eso? – le dijo ella, poniéndose de pie.
-No. Así que sería mejor no preguntar – le tomó la mano. – Acabe con su prisión, niña. Ningún hombre tiene derecho a sacrificarse por una apuesta. Ese trozo de metralla podría quedarse donde está, hasta que él tenga ciento diez años de edad, por lo que sé.
Ella asintió con la cabeza.
-Ahora todo lo que tengo que hacer es convencerlo de ello – sus ojos se oscurecieron – si no lo asesino primero – añadió con frialdad.
Él se rió suavemente.
-Déjame saber como van las cosas. Me encantan los finales felices.
____ se despidió y caminó hacia la puerta, dándole las gracias nuevamente, antes de echarse andar por el pasillo.
* * * *
Tomó un taxi hasta la casa de la playa, echando humo. Él iba a pasar el resto de su vida, viviendo solo, solo porque algo podría suceder. Iba a ser su vida miserable y también la de ella, cerrando su vida a ella y negándole aún la opción de quedarse con él o irse. Cuanto más lo pensaba, más rabia sentía. En cuanto pagó el taxi, se dirigió a la puerta de la casa. Sentía su cara caliente por la ira.
Lorraine le abrió la puerta y su delgado rostro se iluminó. Agarró a ____ como una hija perdida hace mucho tiempo.
-Oh tenía tanto miedo que cambiaras de opinión y no vinieras. ¡Me alegro tanto de verte!
-Yo también me alegro – respondió ella, abrazando a Lorraine. – El doctor Shane me ha dicho todo. Es la metralla. Podría quedar ciego otra vez.
Lorraine cerró los ojos con un suspiro.
-Así que eso es todo. Eso explica mucho.
-Si, así es. Pero esto no justifica que me despidiera de inmediato, si a él realmente le importara… – añadió, frunciendo el ceño, porque no estaba segura de porque él lo hizo
-Si vas a tomar la palabra de una mujer mayor como yo – dijo Lorraine en voz baja – creo que si le importa, y mucho.
____ suspiró con miedo ahora, porque la ira se iba yendo, dejando la desesperación en su lugar. Ella pudo haber leído mal la situación completa. Podría ser Layn quien lo fastidiaba, no ella.
-¿Por qué no vas a caminar a la playa a encontrarlo? – le sugirió Lorraine. – Creo que tú serás capaz de decírselo de una manera u otra en el minuto en que él te vea. Lo que él sienta estará en su cara, porque él no te espera ni está preparado
El corazón de ____ saltó.
-¿Él está en la playa?
Lorraine asintió.
-A mitad de camino. Sentado sobre un tronco, con el ceño fruncido ante el océano. Adelante. Sé atrevida. ¿Qué tienes qué perder?
Esa era la cuestión. Ella no tenía nada que perder, porque sin Joe, no había nada que a le importara perder. Cuadró sus hombros, puso su bolso sobre en la mesa del salón.
-Deséeme suerte, ¿quiere? – le dijo a Lorraine. – Creo que voy a necesitarla.
-Toda la suerte del mundo, mi niña – Lorraine le dio un empujón – Anda. Ve ya. Nunca lo sabrás sino lo enfrentas.
-La veré pronto.
-Sino es así, no esperaré para almorzar.
* * * *
____ bajó las escaleras que daban a la playa, con el corazón golpeándole violentamente en el pecho. Se detuvo un momento hasta que sus ojos encontraron a Joe. Estaba de espaldas a ella. Llevaba pantalones blancos y una camisa azul y blanco con un estampado tropical. Su cabeza se inclinaba hacia la luz del sol. Parecía tan solo, tan amargamente solo, que sintió ganas de llorar. Eso le dio el coraje que necesitaba para bajar las escaleras y caminar por la playa hacia él. Su corazón latía violentamente en su pecho como un pájaro atrapado, tratando de ser libre, mientras las olas se estrellaban en la playa y el sol quemaba la arena blanca.
Los pasos de ____ fueron apagados por el sonido de las olas, mientras se acercaba al gran hombre rubio sentado en un tronco. Su respiración parecía capturada en su garganta. ¿Estaría contento de verla? ¿Se sentiría sorprendido o molesto? Se detuvo justo detrás de él. Su mano se levantó y cayó.
-Joe – lo llamó en voz baja.
Su cabeza se sacudió. Cuando la vio, él se puso rígido. Sus ojos la barrieron de pies a cabeza y viceversa, notando el vestido color esmeralda, el rostro pálido, enmarcado por su pelo suelto, buscando sus ojos.
-¿____? – susurró, poniéndose de pie.
-Si – dijo ella, simplemente.
Sus ojos estaban ocupados en reconciliar al hombre que estaba viendo con el que recordaba. Parecía más delgado, de alguna manera, más desgastado, pero la visión de ella, lo alimentaba, porque estaba muerto de hambre.
-¿Qué estás haciendo aquí? – le preguntó él.
-Yo, humm, vine a ver a Lorraine – dijo ella, pensando rápido.
El pecho de él se levantó y cayó pesadamente.
-¿Es la única razón?
El labio inferior de ____ temblaba y ella lo cogió entre sus dientes.
-No – respondió ella con una sonrisa temblorosa. – Yo… vine a verte a ti.
-Te ves delgada – dijo él con la voz tensa, estudiando su esbeltez de nuevo. – ¿Eso es nuevo?
-¿El vestido? No, es viejo.
-La delgadez, no el vestido – dijo con dureza. - ¿Por qué me importaría lo que usas?
-¿Por qué te preocupas por mí? – exclamó ella, y la ira vino en su rescate. – No hubo una sola llamada telefónica, una tarjeta de… ¡Me podría haber muerto y tú no te habrías enterado!
-Eso es una mentira – le disparó él, con el rostro pálido. – Seguí en contacto contigo a través de la señora Pibbs, por lo menos sabía como estabas. Ni siquiera te molestaste en escribirle a Lorraine, ¿no?
-¿Por qué debería haberlo hecho, si tú me enviaste lejos? – dijo ella, echándose hacia atrás, sintiéndose herida hasta en los huesos. - ¡Tú me enviaste lejos!
-Tuve que hacerlo – dijo suavemente, con el rostro retorciéndose al ver el dolor en sus ojos. – Tú no lo entiendes.
-Si, lo hago – exclamó ella con ira. – ¡Me enviaste lejos debido a la metralla!
Él representaba cada uno de sus años. Su cuerpo poderoso parecía estremecerse.
-¿Quién te lo dijo? – preguntó en un tono de calma mortal
-No voy a decirte quién – respondió ella. – Pero es verdad, ¿no? Podrías quedar ciego de nuevo.
Los ojos de él se cerraron en un suspiro de cansancio.
-Si. Podría quedar ciego de nuevo.
Ella se acercó, alzando la vista hacia él suavemente, sondeando sus ojos.
-Tengo que saber – dijo ella en voz baja. – No tengo mucho orgullo que perder o sentido común. Tienes que decirme. ¿Fue debido a Layn que tú querías que yo rompiera el compromiso, Joe? ¿Fue por mi cicatriz…?
Él susurró algo áspero en voz baja y movió sus manos en forma brusca. Con una expresión de angustia pura, la arrastró contra su cuerpo grande y se inclinó sobre su boca.
-No hables – dijo vacilante, rozando sus labios lentamente, temblando sobre ella. – No hables. Dame un beso. ¡Te voy a enseñar como ha sido sin ti, ____!
____ se dobló bajo su explosivo ardor, sintiendo el dolor, la angustia y la soledad en sus besos lentos y feroces. Ella se aferró a él con lágrimas en sus ojos, amando su toque, el olor de él, el sabor de él. El mundo parecía convertirse en oro a su alrededor, uniéndolos con hilos de puro amor.
-Te extrañé – le susurró él entrecortadamente, envolviéndola en sus brazos, para mecerla lentamente contra él. – He sido medio hombre desde el día que te envié lejos. Pero no podía dejar que te quedaras, sabiendo lo que hice. Solo quería lo mejor para ti.
Ella golpeó su amplio pecho con un puño pequeño y furioso.
-Eres un hombre tonto – gimió ella, enterrando su cara contra él. – Como si me preocupara por la protección. Soy una enfermera, no una mujer histérica. Y te amo, bastante desesperadamente, en caso que no lo hayas notado. ¡Ni siquiera me dejaste tener una opción!
-¿Cómo podría yo, sabiendo cual opción sería? – exclamó él, sosteniéndola aún más cerca. – ____, eres tan joven, con tu vida entera por delante.
-¿Qué clase de vida me espera, por amor del cielo, sin ti? – le preguntó ella con angustia, levantando sus ojos a los de él. – Ni siquiera sé como seguir adelante con mi vida sin ti. Nunca habrá nadie más, no mientras yo viva. Así que, por favor, dime como seguir adelante a toda una vida de soledad y de dolor, porque voy a llorar cada día a partir de ahora.
Él trató de hablar e hizo un movimiento con los hombros, indefenso, antes de arrastrarla hacia él de nuevo y bajó la cabeza sobre la de ella.
-Yo podría morir – susurró él.
-Si – consiguió decir en un sollozo. – Yo también podría morir. Un árbol podría caer sobre mí, mientras camino de regreso a casa. ¿Crees que la vida viene con una garantía por escrito?
-Podría quedar paralizado.
-Entonces me sentaría junto a ti – le susurró ella, levantando la cabeza para estudiar con amor el rostro de él. – Me sentaría junto a tu cama y sostendría tu mano y leería para ti. Te amo tanto, tanto…
Las lágrimas brotaban de los ojos de él sin vergüenza por sus mejillas, mientras ella hablaba. ____ se acercó aún más y tocó tiernamente cada una de ellas, rozando la áspera mejilla.
-Te amo – repitió ella en voz baja, parpadeando sus propias lágrimas. – Si nos casamos, yo podría darte hijos. Y entonces, si algo terrible ocurriera, tendríamos un montón de años felices y tendríamos la comodidad de nuestra familia que nos rodeara. Nos tendríamos el uno al otro y el recuerdo de nuestro amor.
Joe se inclinó y la besó en los ojos suavemente, lentamente.
-Te amo – susurró agitado. – Tanto, que con gusto daría mi vida por ti. ¿Pero qué te estoy ofreciendo? Salvo la posibilidad de vivir una pesadilla.
-Si no vas a casarte conmigo – dijo después de un minuto – Voy a vivir contigo de todos modos. Me mudaré y dormiré en tus brazos y tú sentirás vergüenza por no hacer una mujer decente de mí. – Ella se echó hacia atrás y lo miró a los ojos oscurecidos. – Yo te seguiré por ahí como un cachorro a partir de ahora y tú no serás capaz de mirar hacia atrás sin verme ahí. Voy a arrastrarme sobre mis rodillas si tengo que hacerlo, pero no voy a irme ahora. No, hasta que me muera.
-____, por el amor de Dios…
-Es por el amor de Dios – dijo ella en voz baja, sonriendo. – Por el amor de Dios y el mío. Porque todo lo que sé de amor, lo aprendí de ti.
Joe cerró los ojos
-No lo hagas más difícil para mí – declaró él.
-Pero lo haré – dijo ella, acurrucándose cerca, sintiéndose segura por primera vez en semanas. – Me has devuelto a mi familia. Porque yo te amo, es que fui capaz de perdonar y amar de nuevo. Soy parte de una familia de nuevo, todo, gracias a ti.
-No quiero hacerte daño – susurró él.
-Entonces, no me envíes lejos – le susurró ella a su vez.
Ella tomó su cara.
-Nunca te haré daño otra vez, si puedo quedarme contigo en donde tú estés.
-Es una locura – exclamó él, contra su boca caliente y suave.
____ rió.
-Si – murmuró ella. – Es una dulce locura. Bésame. Entonces, te lo propondré otra vez y pediré a tu madre tu mano en matrimonio…
Él se echó a reír a pesar de él.
-¡____, tú, mujer loca!
-Sé loco conmigo – lo tentó ella.
Se puso de puntillas y lo besó otra vez. Entonces, sintió como sus brazos la apretaban y la besaba de nuevo. Pasó largo tiempo, antes de que pudieran encontrar las palabras otra vez.
-Esta no es la solución de nada – dijo él al fin, alejándose de ella. – Ven aquí, siéntate y vamos a tratar de hablar razonablemente.
Ella se unió a él en el tronco, sentándose cerca, mientras él tomaba una respiración profunda, mirándola.
-Te ves diferente – dijo él.
-¿De mi fotografía, quieres decir? – respondió ella, con una sonrisa pícara.
Él se movió y pareció incómodo por un minuto.
-¿Quién te lo dijo? ¿Lorraine?
-No la culpes – dijo ella. – Me estaba agarrando a un clavo ardiendo. Pensé que te habías olvidado de mí.
Él negó con la cabeza.
-Eso estaba más allá de mí. Me he sentado aquí día tras día, recordando el sonido de tu voz y tu olor – sus ojos buscaron su rostro tranquilo y sonrió. – Eres lo más hermoso que he visto desde que recuperé la vista.
____ se sonrojó y bajó la vista.
-Estoy contenta que creas eso. – Lo miró de nuevo, con cautela. Joe, la cicatriz…
Él se inclinó y alejó el suave pelo fuera de su mejilla y besó la línea de color blanco pálido que corría junto a su oído.
-Vamos a pensar en ello como un signo de belleza – susurró él. – Le diremos a los niños que estuviste luchando con tigres de Malasia, solo para que suene mejor.
Los ojos de ____ buscaron los de él.
-¿Vas a dejar que me quede? – preguntó en voz baja.
Él tocó su boca con sus dedos.
-¿Cómo puedo dejarte ir ahora? – preguntó él en voz baja. – Pero podemos vivir ambos para lamentarlo, ____.
Ella negó con su cabeza.
-No, nunca.
____ lo dijo con tal convicción, que él apartó sus ojos en un suspiro pesado, desigual. Cogió su mano en la suya y la sostuvo fuerte.
-Te vi en la televisión – mencionó ella, sonriendo. – Te veías tan guapo, que mi compañera de piso dijo que eras exquisito.
Joe se rió entre dientes.
-No me sentía “exquisito”. Te había perdido y te había hecho daño de una manera que nunca hubiera soñado que pudiera.
-Yo, ¿y no Layn?
Pareció atormentado por un instante, y su mano grande apretó la de ella.
-Yo necesitaba algo para alejarte, cuando el doctor Shane me dijo la verdad. No podía soportar la idea de someterte a lo que pudiera ocurrir. Parecía la cosa más fácil de hacer en ese momento. Yo sabía que nunca te irías si sabías la verdad. Eres una persona demasiado humanitaria, para abandonar un barco que se hunde.
____ se acercó a él, suspirando.
-Entonces, ¿tú nunca te preocupaste por ella?
-No. Y ella lo sabía. Ella sabía exactamente lo que yo hacía. No estoy todavía seguro por que me siguió la corriente, a no ser que pensara que podía tener una posibilidad conmigo otra vez. En todo caso, averiguó bastante pronto, que no la tendría. Para entonces, yo estaba tan enamorado de ti, que apenas la soportaba.
-Había algo extraño en tu voz cuando me llamaste desde Savannah – le confesó – No podía dejar de preguntarme en ese momento, si realmente me estabas diciendo la verdad acerca de volver a ver.
-Oh, yo podía ver bien. Y no solo en un sentido visual – agregó en un suspiro duro. – Pude verte viviendo con esta bomba de tiempo en mi cabeza.
-Todos llevamos bombas de tiempo a nuestro alrededor, Joe – dijo ella, suavemente – De una u otra clase. Ninguno de nosotros sabe la hora de nuestra muerte. Y eso está muy bien; de otra manera, nunca lograríamos nada. Es posible que tú me sobrevivas.
-Ese es un horrible pensamiento – dijo él secamente. La miró con todo el corazón en sus ojos. – Yo no quiero vivir sin ti.
-Pero tú ibas a condenarme a vivir sin ti, ¿no es así? – ella levantó su mano y le tocó la cara como había anhelado hacerlo durante tantas semanas vacías. – Quiero que vengas a casa conmigo y conozcas a mi padre, a mi madrastra y a mi tía… yo creo… yo espero que te gusten.
-Veo que has hecho las paces – dijo él.
Ella rió.
-Encontré que me gusta bastante mi madrastra. Ella es lo que mi padre necesita. Yo soy muy parecida a él. Aclaramos muchos malos entendidos, somos más cercanos ahora que alguna vez antes. Y lo mejor de todo, acepté mi propia culpa y mi pena. Siempre echaré de menos a mi madre, pero me doy cuenta que ella está mejor ahora.
-Dios, realmente sabe que es mejor – murmuró él, riéndose de la mirada que ella tenía. – Ah, si, yo también hice mi parte por cambiar. Me he dado cuenta que hay mucho más en la vida, que hacer y gastar dinero.
Ella se acercó y lo besó.
-He llegado a la misma conclusión. ¿Cuándo vas a casarte conmigo?
-Pero si me lo acabas de proponer – le recordó él. – Un hombre no puede ser apresurado en estas cosas, después de todo, tengo que comprar un traje y tener mi pelo hecho…
-Deja de hacer eso – dijo ella, golpeándolo con amor.
-Bueno, si no te importa un esposo descuidado, supongo que podríamos casarnos el lunes.
-¡Eso es solo en tres días! – se quedó sin aliento.
Él se encogió de hombros.
-Bueno, podemos hacerlo antes, supongo, yo solo pensé…
-¡El lunes está bien! – se apresuró ella a decir entre risas. - ¡Oh, el lunes está muy bien!
-Entonces, vamos a ir a llamar al ministro y a conseguir una licencia – Se puso de pie y la atrajo hacia él. – Mujer encantadora, encantadora. Soy el hombre más afortunado del mundo.
-Tú, sin duda, eres el más guapo – dijo ella. – ¡Qué hijos magníficos vamos a tener!
Él se rió entre dientes, llevándola hacia la playa.
-Nuestras hijas no van a estar tan mal, tampoco – contestó él, sonriéndose.
Fin
____ había anticipado algunos problemas, para conseguir algunos días libres para ir a la costa, pero la señora Pibbs, se les otorgó con una sonrisa en la cara.
-El hospital funcionará como de costumbre sin usted, enfermera – dijo ella sin problemas.
-¿Cómo puedo darle las gracias? – dijo ____.
-Sé feliz – fue la respuesta sincera. - ¿Quiero saber como funcionan las cosas?
____ frunció el ceño ligeramente.
-¿Ha estado hablando con la señora Jonas, por casualidad? – preguntó con suspicacia.
-Por favor, ¿por qué piensas eso? – le preguntó la señora Pibbs con aspereza. – Corre y toma el autobús, ____, soy una mujer muy ocupada. Que tengas buen tiempo.
-Gracias – dijo _____, deteniéndose en la puerta. - ¿Está usted segura de…?
-Estoy segura. Adiós. Buen viaje.
Ella parecía sospechosa con esa agradable sonrisa, pero la saludó y cerró la puerta detrás de ella.
* * * *
El hospital estaba lleno de gente cuando llegó a la costa, y tuvo que esperar una hora antes de lograr ver al doctor Shane. Él parecía acosado e irritable, pero la saludó y le indicó una silla, mientras él se sentaba en otra pesadamente.
-Gracias a Dios – dijo él. – Una oportunidad para respirar. ¿Entiendo por Lorraine que está de vuelta como enfermera de Joe? Dios sabe porque, nada va a cambiar, independiente de sus habilidades como enfermera, ¿pero quién soy yo para discutir con él? Nunca llegamos a ninguna parte en absoluto.
____ casi sonrió, pero se contuvo a tiempo. Ella cruzó las manos en su regazo, sintiendo la picadura de sus uñas en las palmas.
-Exactamente, ¿cuál es su situación, doctor Shane? – preguntó con forzada calma.
Él frunció los labios y la estudió con el ceño fruncido.
-Lorraine me aseguró que estaba aquí con permiso de Joe – observó el médico. - ¿Te das cuenta que si eso no fuera así, sería violación a su confianza y de mi juramento también?
____ tragó saliva.
-Si señor – dijo.
Tenía en la punta de la lengua decir la verdad, para ser honesta, pero algo la mantuvo quieta y tranquila.
Él se encogió de hombros.
-Muy bien. Voy a tener que aceptar la palabra de Lorraine. Ni siquiera estaba al tanto que él se lo había dicho. Pero bueno, él es un hombre extraño a veces – acercó un archivo hacia él y lo abrió. – ¿Usted sabe que la metralla es inoperable?
-Si señor – dijo ella, y era la verdad.
Ella se sentó rígidamente, a la espera.
-Bueno, nada ha cambiado allí. La caída, fue un golpe de buena suerte, porque desalojó la metralla y alivió la presión, volviendo su visión. Sin embargo – dijo, recostándose en la silla solemnemente – él no tiene ninguna garantía que lo mismo no volverá a suceder y dejarlo ciego de nuevo.
El corazón de ____ se detuvo; se detuvo y luego escapó.
-¿Podría quedar ciego otra vez? – dijo aturdida.
-Si, así es. Por supuesto, hay nuevos avances, ya sabe. Todos los días aprendemos y podemos hacer más. Pero por el momento, tiene que seguir viviendo con esa espada que pende sobre él.
-Si la metralla cambia otra vez – dijo ella despacio – esto podría dejarlo ciego, ¿verdad?
Él levantó sus manos.
-Como enfermera, usted sabe que algo alojado en el cerebro, es como una bomba de tiempo potencial. No hay nada que la ciencia médica pueda hacer sobre ello actualmente. Desearía que este no fuera el caso, pero me temo que así es.
-Y naturalmente – siguió ella, en lo que le pareció una voz terriblemente lenta – él no querría pedirle a nadie compartir este riesgo con él.
-Se refiere al matrimonio – dijo él, asintiendo con la cabeza. – Él dijo casi la misma cosa. Le dije que era absurdo, pero no quiso escuchar. ¡Dios mío, enfermera! Mañana puedo tomar mal una curva y matarme y no hay nada alojado en mi cerebro.
Ella esbozó una sonrisa pálida.
-Qué extraño que él quisiera guardarlo para sí mismo.
-No es extraño en absoluto. Es como él. – dijo el médico, cerrando el archivo. – Bueno, eso es todo lo que puedo decir, a menos que quiera que le lea la terminología médica. Él no debe participar en ninguna iniciativa temeraria; y por supuesto, las cosas como el buceo y los deportes violentos, están vedados. Si no participa de esas cosas, puede llevar una vida bastante normal.
-Un estornudo podría desprender la metralla, ¿no? – preguntó en voz baja.
-Si. Pocas personas fuera de la profesión médica se dan cuenta de lo violento que es un estornudo. – vio su rostro pálido con interés – Lo mejor no es pensar en ello, y tampoco dejarlo hablar mucho respecto al tema. Hay un hombre en Viena, que está trabajando en innovaciones en la cirugía de cerebro en este momento. Espero un gran avance cualquier día. Cuando esto pase, y note que dije “cuando” y no “si”, me pondré en contacto con Joe.
Ella sonrió débilmente.
-Gracias por decírmelo.
-¿Sabe Joe que está aquí? – preguntó él con amabilidad.
-Si yo estuviera aquí con falsos pretextos, ¿respondería a eso? – le dijo ella, poniéndose de pie.
-No. Así que sería mejor no preguntar – le tomó la mano. – Acabe con su prisión, niña. Ningún hombre tiene derecho a sacrificarse por una apuesta. Ese trozo de metralla podría quedarse donde está, hasta que él tenga ciento diez años de edad, por lo que sé.
Ella asintió con la cabeza.
-Ahora todo lo que tengo que hacer es convencerlo de ello – sus ojos se oscurecieron – si no lo asesino primero – añadió con frialdad.
Él se rió suavemente.
-Déjame saber como van las cosas. Me encantan los finales felices.
____ se despidió y caminó hacia la puerta, dándole las gracias nuevamente, antes de echarse andar por el pasillo.
* * * *
Tomó un taxi hasta la casa de la playa, echando humo. Él iba a pasar el resto de su vida, viviendo solo, solo porque algo podría suceder. Iba a ser su vida miserable y también la de ella, cerrando su vida a ella y negándole aún la opción de quedarse con él o irse. Cuanto más lo pensaba, más rabia sentía. En cuanto pagó el taxi, se dirigió a la puerta de la casa. Sentía su cara caliente por la ira.
Lorraine le abrió la puerta y su delgado rostro se iluminó. Agarró a ____ como una hija perdida hace mucho tiempo.
-Oh tenía tanto miedo que cambiaras de opinión y no vinieras. ¡Me alegro tanto de verte!
-Yo también me alegro – respondió ella, abrazando a Lorraine. – El doctor Shane me ha dicho todo. Es la metralla. Podría quedar ciego otra vez.
Lorraine cerró los ojos con un suspiro.
-Así que eso es todo. Eso explica mucho.
-Si, así es. Pero esto no justifica que me despidiera de inmediato, si a él realmente le importara… – añadió, frunciendo el ceño, porque no estaba segura de porque él lo hizo
-Si vas a tomar la palabra de una mujer mayor como yo – dijo Lorraine en voz baja – creo que si le importa, y mucho.
____ suspiró con miedo ahora, porque la ira se iba yendo, dejando la desesperación en su lugar. Ella pudo haber leído mal la situación completa. Podría ser Layn quien lo fastidiaba, no ella.
-¿Por qué no vas a caminar a la playa a encontrarlo? – le sugirió Lorraine. – Creo que tú serás capaz de decírselo de una manera u otra en el minuto en que él te vea. Lo que él sienta estará en su cara, porque él no te espera ni está preparado
El corazón de ____ saltó.
-¿Él está en la playa?
Lorraine asintió.
-A mitad de camino. Sentado sobre un tronco, con el ceño fruncido ante el océano. Adelante. Sé atrevida. ¿Qué tienes qué perder?
Esa era la cuestión. Ella no tenía nada que perder, porque sin Joe, no había nada que a le importara perder. Cuadró sus hombros, puso su bolso sobre en la mesa del salón.
-Deséeme suerte, ¿quiere? – le dijo a Lorraine. – Creo que voy a necesitarla.
-Toda la suerte del mundo, mi niña – Lorraine le dio un empujón – Anda. Ve ya. Nunca lo sabrás sino lo enfrentas.
-La veré pronto.
-Sino es así, no esperaré para almorzar.
* * * *
____ bajó las escaleras que daban a la playa, con el corazón golpeándole violentamente en el pecho. Se detuvo un momento hasta que sus ojos encontraron a Joe. Estaba de espaldas a ella. Llevaba pantalones blancos y una camisa azul y blanco con un estampado tropical. Su cabeza se inclinaba hacia la luz del sol. Parecía tan solo, tan amargamente solo, que sintió ganas de llorar. Eso le dio el coraje que necesitaba para bajar las escaleras y caminar por la playa hacia él. Su corazón latía violentamente en su pecho como un pájaro atrapado, tratando de ser libre, mientras las olas se estrellaban en la playa y el sol quemaba la arena blanca.
Los pasos de ____ fueron apagados por el sonido de las olas, mientras se acercaba al gran hombre rubio sentado en un tronco. Su respiración parecía capturada en su garganta. ¿Estaría contento de verla? ¿Se sentiría sorprendido o molesto? Se detuvo justo detrás de él. Su mano se levantó y cayó.
-Joe – lo llamó en voz baja.
Su cabeza se sacudió. Cuando la vio, él se puso rígido. Sus ojos la barrieron de pies a cabeza y viceversa, notando el vestido color esmeralda, el rostro pálido, enmarcado por su pelo suelto, buscando sus ojos.
-¿____? – susurró, poniéndose de pie.
-Si – dijo ella, simplemente.
Sus ojos estaban ocupados en reconciliar al hombre que estaba viendo con el que recordaba. Parecía más delgado, de alguna manera, más desgastado, pero la visión de ella, lo alimentaba, porque estaba muerto de hambre.
-¿Qué estás haciendo aquí? – le preguntó él.
-Yo, humm, vine a ver a Lorraine – dijo ella, pensando rápido.
El pecho de él se levantó y cayó pesadamente.
-¿Es la única razón?
El labio inferior de ____ temblaba y ella lo cogió entre sus dientes.
-No – respondió ella con una sonrisa temblorosa. – Yo… vine a verte a ti.
-Te ves delgada – dijo él con la voz tensa, estudiando su esbeltez de nuevo. – ¿Eso es nuevo?
-¿El vestido? No, es viejo.
-La delgadez, no el vestido – dijo con dureza. - ¿Por qué me importaría lo que usas?
-¿Por qué te preocupas por mí? – exclamó ella, y la ira vino en su rescate. – No hubo una sola llamada telefónica, una tarjeta de… ¡Me podría haber muerto y tú no te habrías enterado!
-Eso es una mentira – le disparó él, con el rostro pálido. – Seguí en contacto contigo a través de la señora Pibbs, por lo menos sabía como estabas. Ni siquiera te molestaste en escribirle a Lorraine, ¿no?
-¿Por qué debería haberlo hecho, si tú me enviaste lejos? – dijo ella, echándose hacia atrás, sintiéndose herida hasta en los huesos. - ¡Tú me enviaste lejos!
-Tuve que hacerlo – dijo suavemente, con el rostro retorciéndose al ver el dolor en sus ojos. – Tú no lo entiendes.
-Si, lo hago – exclamó ella con ira. – ¡Me enviaste lejos debido a la metralla!
Él representaba cada uno de sus años. Su cuerpo poderoso parecía estremecerse.
-¿Quién te lo dijo? – preguntó en un tono de calma mortal
-No voy a decirte quién – respondió ella. – Pero es verdad, ¿no? Podrías quedar ciego de nuevo.
Los ojos de él se cerraron en un suspiro de cansancio.
-Si. Podría quedar ciego de nuevo.
Ella se acercó, alzando la vista hacia él suavemente, sondeando sus ojos.
-Tengo que saber – dijo ella en voz baja. – No tengo mucho orgullo que perder o sentido común. Tienes que decirme. ¿Fue debido a Layn que tú querías que yo rompiera el compromiso, Joe? ¿Fue por mi cicatriz…?
Él susurró algo áspero en voz baja y movió sus manos en forma brusca. Con una expresión de angustia pura, la arrastró contra su cuerpo grande y se inclinó sobre su boca.
-No hables – dijo vacilante, rozando sus labios lentamente, temblando sobre ella. – No hables. Dame un beso. ¡Te voy a enseñar como ha sido sin ti, ____!
____ se dobló bajo su explosivo ardor, sintiendo el dolor, la angustia y la soledad en sus besos lentos y feroces. Ella se aferró a él con lágrimas en sus ojos, amando su toque, el olor de él, el sabor de él. El mundo parecía convertirse en oro a su alrededor, uniéndolos con hilos de puro amor.
-Te extrañé – le susurró él entrecortadamente, envolviéndola en sus brazos, para mecerla lentamente contra él. – He sido medio hombre desde el día que te envié lejos. Pero no podía dejar que te quedaras, sabiendo lo que hice. Solo quería lo mejor para ti.
Ella golpeó su amplio pecho con un puño pequeño y furioso.
-Eres un hombre tonto – gimió ella, enterrando su cara contra él. – Como si me preocupara por la protección. Soy una enfermera, no una mujer histérica. Y te amo, bastante desesperadamente, en caso que no lo hayas notado. ¡Ni siquiera me dejaste tener una opción!
-¿Cómo podría yo, sabiendo cual opción sería? – exclamó él, sosteniéndola aún más cerca. – ____, eres tan joven, con tu vida entera por delante.
-¿Qué clase de vida me espera, por amor del cielo, sin ti? – le preguntó ella con angustia, levantando sus ojos a los de él. – Ni siquiera sé como seguir adelante con mi vida sin ti. Nunca habrá nadie más, no mientras yo viva. Así que, por favor, dime como seguir adelante a toda una vida de soledad y de dolor, porque voy a llorar cada día a partir de ahora.
Él trató de hablar e hizo un movimiento con los hombros, indefenso, antes de arrastrarla hacia él de nuevo y bajó la cabeza sobre la de ella.
-Yo podría morir – susurró él.
-Si – consiguió decir en un sollozo. – Yo también podría morir. Un árbol podría caer sobre mí, mientras camino de regreso a casa. ¿Crees que la vida viene con una garantía por escrito?
-Podría quedar paralizado.
-Entonces me sentaría junto a ti – le susurró ella, levantando la cabeza para estudiar con amor el rostro de él. – Me sentaría junto a tu cama y sostendría tu mano y leería para ti. Te amo tanto, tanto…
Las lágrimas brotaban de los ojos de él sin vergüenza por sus mejillas, mientras ella hablaba. ____ se acercó aún más y tocó tiernamente cada una de ellas, rozando la áspera mejilla.
-Te amo – repitió ella en voz baja, parpadeando sus propias lágrimas. – Si nos casamos, yo podría darte hijos. Y entonces, si algo terrible ocurriera, tendríamos un montón de años felices y tendríamos la comodidad de nuestra familia que nos rodeara. Nos tendríamos el uno al otro y el recuerdo de nuestro amor.
Joe se inclinó y la besó en los ojos suavemente, lentamente.
-Te amo – susurró agitado. – Tanto, que con gusto daría mi vida por ti. ¿Pero qué te estoy ofreciendo? Salvo la posibilidad de vivir una pesadilla.
-Si no vas a casarte conmigo – dijo después de un minuto – Voy a vivir contigo de todos modos. Me mudaré y dormiré en tus brazos y tú sentirás vergüenza por no hacer una mujer decente de mí. – Ella se echó hacia atrás y lo miró a los ojos oscurecidos. – Yo te seguiré por ahí como un cachorro a partir de ahora y tú no serás capaz de mirar hacia atrás sin verme ahí. Voy a arrastrarme sobre mis rodillas si tengo que hacerlo, pero no voy a irme ahora. No, hasta que me muera.
-____, por el amor de Dios…
-Es por el amor de Dios – dijo ella en voz baja, sonriendo. – Por el amor de Dios y el mío. Porque todo lo que sé de amor, lo aprendí de ti.
Joe cerró los ojos
-No lo hagas más difícil para mí – declaró él.
-Pero lo haré – dijo ella, acurrucándose cerca, sintiéndose segura por primera vez en semanas. – Me has devuelto a mi familia. Porque yo te amo, es que fui capaz de perdonar y amar de nuevo. Soy parte de una familia de nuevo, todo, gracias a ti.
-No quiero hacerte daño – susurró él.
-Entonces, no me envíes lejos – le susurró ella a su vez.
Ella tomó su cara.
-Nunca te haré daño otra vez, si puedo quedarme contigo en donde tú estés.
-Es una locura – exclamó él, contra su boca caliente y suave.
____ rió.
-Si – murmuró ella. – Es una dulce locura. Bésame. Entonces, te lo propondré otra vez y pediré a tu madre tu mano en matrimonio…
Él se echó a reír a pesar de él.
-¡____, tú, mujer loca!
-Sé loco conmigo – lo tentó ella.
Se puso de puntillas y lo besó otra vez. Entonces, sintió como sus brazos la apretaban y la besaba de nuevo. Pasó largo tiempo, antes de que pudieran encontrar las palabras otra vez.
-Esta no es la solución de nada – dijo él al fin, alejándose de ella. – Ven aquí, siéntate y vamos a tratar de hablar razonablemente.
Ella se unió a él en el tronco, sentándose cerca, mientras él tomaba una respiración profunda, mirándola.
-Te ves diferente – dijo él.
-¿De mi fotografía, quieres decir? – respondió ella, con una sonrisa pícara.
Él se movió y pareció incómodo por un minuto.
-¿Quién te lo dijo? ¿Lorraine?
-No la culpes – dijo ella. – Me estaba agarrando a un clavo ardiendo. Pensé que te habías olvidado de mí.
Él negó con la cabeza.
-Eso estaba más allá de mí. Me he sentado aquí día tras día, recordando el sonido de tu voz y tu olor – sus ojos buscaron su rostro tranquilo y sonrió. – Eres lo más hermoso que he visto desde que recuperé la vista.
____ se sonrojó y bajó la vista.
-Estoy contenta que creas eso. – Lo miró de nuevo, con cautela. Joe, la cicatriz…
Él se inclinó y alejó el suave pelo fuera de su mejilla y besó la línea de color blanco pálido que corría junto a su oído.
-Vamos a pensar en ello como un signo de belleza – susurró él. – Le diremos a los niños que estuviste luchando con tigres de Malasia, solo para que suene mejor.
Los ojos de ____ buscaron los de él.
-¿Vas a dejar que me quede? – preguntó en voz baja.
Él tocó su boca con sus dedos.
-¿Cómo puedo dejarte ir ahora? – preguntó él en voz baja. – Pero podemos vivir ambos para lamentarlo, ____.
Ella negó con su cabeza.
-No, nunca.
____ lo dijo con tal convicción, que él apartó sus ojos en un suspiro pesado, desigual. Cogió su mano en la suya y la sostuvo fuerte.
-Te vi en la televisión – mencionó ella, sonriendo. – Te veías tan guapo, que mi compañera de piso dijo que eras exquisito.
Joe se rió entre dientes.
-No me sentía “exquisito”. Te había perdido y te había hecho daño de una manera que nunca hubiera soñado que pudiera.
-Yo, ¿y no Layn?
Pareció atormentado por un instante, y su mano grande apretó la de ella.
-Yo necesitaba algo para alejarte, cuando el doctor Shane me dijo la verdad. No podía soportar la idea de someterte a lo que pudiera ocurrir. Parecía la cosa más fácil de hacer en ese momento. Yo sabía que nunca te irías si sabías la verdad. Eres una persona demasiado humanitaria, para abandonar un barco que se hunde.
____ se acercó a él, suspirando.
-Entonces, ¿tú nunca te preocupaste por ella?
-No. Y ella lo sabía. Ella sabía exactamente lo que yo hacía. No estoy todavía seguro por que me siguió la corriente, a no ser que pensara que podía tener una posibilidad conmigo otra vez. En todo caso, averiguó bastante pronto, que no la tendría. Para entonces, yo estaba tan enamorado de ti, que apenas la soportaba.
-Había algo extraño en tu voz cuando me llamaste desde Savannah – le confesó – No podía dejar de preguntarme en ese momento, si realmente me estabas diciendo la verdad acerca de volver a ver.
-Oh, yo podía ver bien. Y no solo en un sentido visual – agregó en un suspiro duro. – Pude verte viviendo con esta bomba de tiempo en mi cabeza.
-Todos llevamos bombas de tiempo a nuestro alrededor, Joe – dijo ella, suavemente – De una u otra clase. Ninguno de nosotros sabe la hora de nuestra muerte. Y eso está muy bien; de otra manera, nunca lograríamos nada. Es posible que tú me sobrevivas.
-Ese es un horrible pensamiento – dijo él secamente. La miró con todo el corazón en sus ojos. – Yo no quiero vivir sin ti.
-Pero tú ibas a condenarme a vivir sin ti, ¿no es así? – ella levantó su mano y le tocó la cara como había anhelado hacerlo durante tantas semanas vacías. – Quiero que vengas a casa conmigo y conozcas a mi padre, a mi madrastra y a mi tía… yo creo… yo espero que te gusten.
-Veo que has hecho las paces – dijo él.
Ella rió.
-Encontré que me gusta bastante mi madrastra. Ella es lo que mi padre necesita. Yo soy muy parecida a él. Aclaramos muchos malos entendidos, somos más cercanos ahora que alguna vez antes. Y lo mejor de todo, acepté mi propia culpa y mi pena. Siempre echaré de menos a mi madre, pero me doy cuenta que ella está mejor ahora.
-Dios, realmente sabe que es mejor – murmuró él, riéndose de la mirada que ella tenía. – Ah, si, yo también hice mi parte por cambiar. Me he dado cuenta que hay mucho más en la vida, que hacer y gastar dinero.
Ella se acercó y lo besó.
-He llegado a la misma conclusión. ¿Cuándo vas a casarte conmigo?
-Pero si me lo acabas de proponer – le recordó él. – Un hombre no puede ser apresurado en estas cosas, después de todo, tengo que comprar un traje y tener mi pelo hecho…
-Deja de hacer eso – dijo ella, golpeándolo con amor.
-Bueno, si no te importa un esposo descuidado, supongo que podríamos casarnos el lunes.
-¡Eso es solo en tres días! – se quedó sin aliento.
Él se encogió de hombros.
-Bueno, podemos hacerlo antes, supongo, yo solo pensé…
-¡El lunes está bien! – se apresuró ella a decir entre risas. - ¡Oh, el lunes está muy bien!
-Entonces, vamos a ir a llamar al ministro y a conseguir una licencia – Se puso de pie y la atrajo hacia él. – Mujer encantadora, encantadora. Soy el hombre más afortunado del mundo.
-Tú, sin duda, eres el más guapo – dijo ella. – ¡Qué hijos magníficos vamos a tener!
Él se rió entre dientes, llevándola hacia la playa.
-Nuestras hijas no van a estar tan mal, tampoco – contestó él, sonriéndose.
Fin
Vieron que Joe no era malo solo un poco cabezota
TERMINOO!!!
Bueno la verdad que me encanto la novela y por eso decide compartirlas con ustedes
y de verdad me hizo muy feliz que les guste tanto como a mi
y todos los comentarios que dejaron de verdad
MUCHAS GRACIAS!!!!!
son las mejores lectoras!!!!!
ahh y otra cosa alguien sabe como tengo que hacer para q quede con las
novelas terminadas xq es la primera que termino y la verdad q no tengo ni idea :scratch:
y otra cosa tengo pensado subir otra novela!!!!
asiq despues les dejo la sinopsis para ver si les gusta :oops:
y tambien digame si la quieren con Joe o con Nick :)
ya se que porq no con Kevin pero es como q esta Dani y nose me a cosa subir noves de él
xq para mi ya es de Dano :)
asiq me dicen si quieren :)
TERMINOO!!!
Bueno la verdad que me encanto la novela y por eso decide compartirlas con ustedes
y de verdad me hizo muy feliz que les guste tanto como a mi
y todos los comentarios que dejaron de verdad
MUCHAS GRACIAS!!!!!
son las mejores lectoras!!!!!
ahh y otra cosa alguien sabe como tengo que hacer para q quede con las
novelas terminadas xq es la primera que termino y la verdad q no tengo ni idea :scratch:
y otra cosa tengo pensado subir otra novela!!!!
asiq despues les dejo la sinopsis para ver si les gusta :oops:
y tambien digame si la quieren con Joe o con Nick :)
ya se que porq no con Kevin pero es como q esta Dani y nose me a cosa subir noves de él
xq para mi ya es de Dano :)
asiq me dicen si quieren :)
zai
Re: Ella fue la luz de su mundo-Adaptacion-JoeyTú[TERMINADA]
Me encanto el final me ecanto la novela me gusto mucho mucho
Es demasiado linda
Ah y la próxima novela hazla con Kev anda a mi me gustan las novelas con el
Es demasiado linda
Ah y la próxima novela hazla con Kev anda a mi me gustan las novelas con el
JB&1D2
Re: Ella fue la luz de su mundo-Adaptacion-JoeyTú[TERMINADA]
GUUUUUAAUUU AMEEE ESTA NOOVEEE COMO NUNCAAA!!! Y SI JOEE ES UN CABEZOOTAAAAAAA!!!. PERO AL FINAL TODO RESULTO BEN!!! :) Y NOO GRACIAS A TI POR SUBIRLAAA Y ME VERAS EN LA OTRA QUE SUBAASS!!!.. Y PIENZO IGUAL QUE TUUU!!!... KEV ES SOLO DE DANNII!!!!!! ...... PERO BUENOOO!!!!!... ESA ES UNA HUMILDE OPINIOONN!!!!
chelis
Re: Ella fue la luz de su mundo-Adaptacion-JoeyTú[TERMINADA]
la ame la ame la ame
waaaa ese final estuvo hermosisisismo !!!!
me encanto
waaaaa
si sube otra con joe
waaaa ese final estuvo hermosisisismo !!!!
me encanto
waaaaa
si sube otra con joe
andreita
Re: Ella fue la luz de su mundo-Adaptacion-JoeyTú[TERMINADA]
Me encanto la nove hermosa!!
Siiiii sube otra nove la quiero de joe :)!!!!
Estaré pendiente :D
Siiiii sube otra nove la quiero de joe :)!!!!
Estaré pendiente :D
Julieta♥
Re: Ella fue la luz de su mundo-Adaptacion-JoeyTú[TERMINADA]
oh dios mio esta novela como me hizo lloras
la ame ahahahahahah q lastima q alla terminado tan rapido pero
de verdad AME tu novela gracias x compartir tus novelas espero mas novelas tuyas okis soy una de tus fieles lectoras
aun estoy a moco suelto la adore xD
saludos y cuidate
la ame ahahahahahah q lastima q alla terminado tan rapido pero
de verdad AME tu novela gracias x compartir tus novelas espero mas novelas tuyas okis soy una de tus fieles lectoras
aun estoy a moco suelto la adore xD
saludos y cuidate
ElitzJb
Re: Ella fue la luz de su mundo-Adaptacion-JoeyTú[TERMINADA]
Hola chicas!!!
que lindos todos sus comentarios :)
sisii a mi tambien me hizo llorar pero la adore =)
chicas la nove q queria subir ya esta en el foro :(
pero no se procupen porq ya encontre otra :)
del mismo autor..
que tiene un titulo muy interesante :)
se llama "LA MUJER DE SU HERMANO"
y es muy linda =)
este vez si es ese el nobre de la novela :)
porq creo q yo no les dije quer el de esta en realidad es "PROMESAS CIEGAS"
jeje
ahora les dejo el argumento y si les gusta a la noche creo el tema y la empiezo a subir :)
que lindos todos sus comentarios :)
sisii a mi tambien me hizo llorar pero la adore =)
chicas la nove q queria subir ya esta en el foro :(
pero no se procupen porq ya encontre otra :)
del mismo autor..
que tiene un titulo muy interesante :)
se llama "LA MUJER DE SU HERMANO"
y es muy linda =)
este vez si es ese el nobre de la novela :)
porq creo q yo no les dije quer el de esta en realidad es "PROMESAS CIEGAS"
jeje
ahora les dejo el argumento y si les gusta a la noche creo el tema y la empiezo a subir :)
Argumento:
Aquél era un hombre de palabra…
Herido en cuerpo y alma, Joe Jonas no se creía merecedor de disfrutar de la compañía de nadie. Fue entonces cuando a su hermano le pasó factura su forma de vida y Joe se dio cuenta de que el honor le obligaba a hacerse cargo de la esposa de su hermano… Allí de pie, con el cuello del abrigo levantado y el rifle en la mano, Joe era el hombre más intimidante que ________ había visto en su vida. Y, aunque las falsas promesas de otro hombre ya le habían roto el corazón, no pudo evitar confiar en aquel desconocido. De hecho, instintivamente supo que debía aprovechar la oportunidad que Joe le brindaba, por ella misma… y por su futuro hijo.
zai
Re: Ella fue la luz de su mundo-Adaptacion-JoeyTú[TERMINADA]
oh dios subela yaaaaaaaaaa quiero seguir leyéndola .......
ElitzJb
Re: Ella fue la luz de su mundo-Adaptacion-JoeyTú[TERMINADA]
Hola Chicas!!!! Aca les dejo el linck de la nueva nove :)
ayer al final no la subi porq estaba mirando MTJ y bueno se me hizo un poquito tarde
https://onlywn.activoforo.com/t23652-la-mujer-de-su-hermano-adaptacion-joe-y-tu#1366994
ayer al final no la subi porq estaba mirando MTJ y bueno se me hizo un poquito tarde
https://onlywn.activoforo.com/t23652-la-mujer-de-su-hermano-adaptacion-joe-y-tu#1366994
zai
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