Las reglas de Izzie (One Direction)

-¿Qué hace Liam Payne en la clase de pintura?-me preguntó Val. Al parecer tener a su ex cuñado sentado frente a ella no era la mejor opción.
-No lo sé. De hecho no había notado su presencia hasta que lo mencionaste.
-Lo odio.
-Valerie, sabes que te amo con todo mi corazón, pero creo que al que deberías odiar es a Dan, no a su hermano.
-Comparten sangre y para mi es lo mismo. –Bufé, si algo había aprendido en estos años de amistad era que si Val odiaba a alguien, no había nada que la hiciera cambiar de opinión.
Comenzamos con unos pequeños bocetos sobre figura humana, el tema de ese año. La maestra nos explicaba como debíamos asociar el cuerpo humano a las figuras geométricas para construir un buen retrato. Era increíble como nadie hablaba en esta clase, todos los alumnos estábamos sumamente concentrados en nuestra labor, como si fuera la más importante de la historia.
Levanté la mirada y observé como los demás fruncían el ceño. Nunca nadie interrumpía la clase a no ser que fuese muy importante, pero alguien parecía no saber esa norma pues estaban tocando insistentemente la puerta. La maestra se levanto de su asiento y nos indicó que continuáramos mientras ella hablaba con el intruso. Pero mi corazón se detuvo cuando vi quien era el que interrumpía nuestra concentración.
Niall Horan.
Tan hermoso como siempre, perfecto, con su uniforme de basquetbol. Por un momento creí que moriría asfixiada si no comenzaba a respirar nuevamente. Al parecer mi cerebro no tenía intenciones de reaccionar y quitar la vista del chico rubio.
De un momento a otro, la maestra entró y me dijo que saliera. Mi corazón comenzó a acelerarse estrepitosamente de tan solo pensar que Niall quería hablar a solas conmigo. Una vez afuera del salón lo encontré sentado a un lado de los casilleros.
-Niall –dije en voz baja.
-Izzie.
-¿No deberías esta en entrenamiento? –inquirí, señalando su uniforme.
-Si, pero… me enteré que eres la novia de Harry –oh dios- y quise saber si era verdad.
Esto sin duda debía ser un sueño, es decir, Niall Horan, el chico más sexy del instituto –del cual estoy perdidamente encantada- estaba preguntando por mi falso noviazgo. Se suponía que debía decir la versión que con tanto cuidado inventamos con Harry, pero con tan solo mirar esos hermosos ojos azules, la verdad salió de mi boca.
-Es un noviazgo falso. –dije, casi en un susurro.
-Me lo suponía. –dijo. ¿Qué?
-¿Qué dices?
-Es por Dani ¿no?
-¿La conoces? –se suponía que nadie sabía sobre Dani, o eso me dijo Harry.
-Claro, Harry es mi mejor amigo. Soy el único que conoce a su hermana, bueno. Era.
-Me la presentó el lunes por la tarde. Es una hermosa pequeña.
-Lo sé –dijo con los ojos brillantes. –Es como una hermana para mí.
-Oh, Niall –lo abracé, fuertemente. Olvidando por un minuto que estábamos en el instituto, que habían más jugadores del equipo de basquetbol y que se suponía que yo era la “novia” de Harry. Nada de eso importó. El simple hecho de ver a mi rubio-amor-platónico-no tan platónico- con los ojos vidriosos, hizo que todo se olvidara. Permanecimos así por unos minutos, y juro que fueron los mejor minutos de mi vida hasta ese día.
-Lo siento –dije cuando nos separamos.
-No importa… Es decir que Harry te esta extorsionando con algo para que lo ayudes.
¡NO! –gritó mi subconsciente, aunque claramente estaba mintiendo.
-Sí, pero no te diré que es. Por favor no le digas a Harry que sabes que no somos novios. Me hizo prometerlo.
-Tranquila. Sea lo que sea, Harry no dirá nada. –Hizo una pausa- Me alegra que lo ayudes con esto. Dani siempre quiso conocer a una novia de Harry, y bueno… notaras que él no es de ese estilo –hiso una mueca, que causó en mi una estúpida risa. –Sobre todo ahora que queda poco tiempo para ella- ¿Qué?
-¿Qué?
-Oh, no. Me refiero…
-Niall, dime la verdad.
Suspiró, exasperado. Claramente esa información no debía salir de su boca. Al parecer no soy la única con secretos.
-Harry me hiso prometer que no diría nada, así que por favor no le digas a tu novio que abrí la boca.
-No es mi novio –dije con los dientes apretados. Definitivamente no me gustaba escuchar eso de su boca. –Pero tranquilo, no le diré nada.
-Sé que Harry no te dijo nada porque no quiere que sufras o algo así. Siempre intenta aparentar el papel de chico malo y rebelde, pero créeme que jamás te haría daño, a pesar de estar extorsionándote con quien sabe que cosas y….
-¡Niall! –grité, provocando que un grupo de chicas de primero nos miraran.
-A Dani solo le quedan ocho meses de vida. –soltó de un momento a otro. Eso si no me lo esperaba.
Ahora todo calzaba en mi pequeño rompecabezas. Ocho meses.

-¿Cuánto durará esto de la “novia falsa”? –pregunté.
-Ocho meses, como mucho nueve. –dijo mientras observaba detenidamente su taza de café. –Aunque eso es poco probable.
-¿Harry? –dije, provocando que alzara la vista hacia mí. -¿Haces esto solo para hacer feliz a tu hermanita?
No pude descifrar la emoción que pasó por sus ojos en ese momento, pero creo que fue tristeza, claramente el rudo Harry Styles amaba a su hermanita.
-Sí. –dijo, dando por finalizada la conversación.

Corrí rápidamente a las canchas de fútbol, sin importarme la clase de pintura o los gritos de Niall. Había prometido no decirle nada a Harry, pero simplemente no podía. Su hermanita moriría, eso era seguro, y él estaba sufriendo en silencio.
Entré rápidamente, pero no había nadie. Solo estaba el entrenador Robinson y un chico unos años más joven que nosotros, ¿tercero quizá? –¡¿a quién le importa?! Gritó mi furiosa conciencia. Prácticamente volé a los vestidores de chicos, y entré sin importarme que todos estuvieran desnudos o semi desnudos. Solo me importaba encontrar a Harry y abrazarlo como si no hubiera mañana. Lo divisé en un rincón, frente a su casillero, observando una fotografía.
Sin importar las miradas de los demás, o el hecho de que mi “novio” estaba completamente desnudo, de espaldas a mi, me abalancé hacia él, abrazándolo fuertemente. Se sorprendió, pero al notar que se trataba de mi, se giró quedando de frente a mi. Enterré mi cabeza en su cuello, dejando pequeños besos en el, mientras que Harry me sostenía fuertemente.
Noté que el camarín estaba totalmente en silencio y que todos centraban su atención en nosotros. No es común que la “novia” del capitán entre corriendo y lo abrace mientras esta desnudo.
-¿Qué sucede pequeña? –preguntó Harry, muy bajo para que solo yo lo escuchara.
-Nunca te dejaré solo. –dije en el mismo tono.
-¿Qué?
-Siempre estaré contigo, aunque esto sea falso, siempre seré tu amiga. Y puedes confiar en mi. No te dejaré solo, pase lo que pase.
-Está bien, pero Iz…
No lo dejé finalizar, pues pegué mis labios a los suyos, besándolo tiernamente. Al principio no respondió, por la sorpresa creo, pero luego correspondió suavemente.

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