Las reglas de Izzie (One Direction)

-¿Entonces? –dije, pues la impresión me estaba ganando. -¿Ahora eres novia de Harry?
-Así es-respondió Izzie. –Pero…
-Emm…-No había notado que Zayn estaba parado frente a nosotras hasta que interrumpió a Izzie, se veía nervioso, bastante contrariado, como si estuviera debatiendo internamente el decir o no lo que venía a decir. –Val, ¿puedo hablar contigo?
Mi corazón se aceleró rápidamente. Jamás creí que pediría hablar conmigo… Jamás. –Claro –dije con la sonrisa más grande que jamás había mostrado. Caminamos unos metros, alejándonos de Izzie, al parecer Zayn no quería que nadie más nos escuchara.
-Amm… bueno, lo que sucede es que, me invitaron al cumpleaños de Matt este sábado.- dijo-
-Si, y a mí. –sonreí.
-¿Enserio? Oh pues… es que, ¿Quién te invito? –Qué extraña pregunta.
-Vanessa –dije.
-¿Ella? Espera… -dijo mirándome fijamente. -¿Eres gay?
¡Que!
-¡¿Qué?! –prácticamente le grité, ¿gay? No tengo nada en contra de ellos, de hecho estoy a favor del matrimonio homosexual y todo eso… pero ¿gay? ¿Yo? ¡Si él me traía loca! -¿Por qué dices eso?
-Vanessa te invitó… -comenzó. Vaya si es estúpido.
-Zayn, ella nos invito a todas. Eres tan iluso.
-Ah… bueno, entonces… ¿quería-saber-si-quieres-ir-conmigo? –dijo a la velocidad de la luz.
-¿Qué?
Se veía bastante nervioso. Si bien lo conocía hace solo tres días, nunca lo había visto tan pálido e inquieto. -¿Qué sucede, Zayn? –dije con la mejor de mis caras, intentando calmarlo.
-¿Quieres ir a la fiesta de Matt conmigo? –ya no estaba pálido, ahora estaba más rojo que un tomate. Igual que yo.
-Cla..Claro –dije- pasa por mi casa a las ocho.
-Claro, em… te veo luego. –dijo alejándose.
-¡Zayn! No tienes la dirección de mi casa.
-Em.. Si, lo sé… después me la das. -dijo, prácticamente corriendo.
-Está bien –susurré, pues él ya se había alejado completamente.
Me quedé parada ahí. Sin saber qué hacer, decir o pensar, el hombre de mis sueños me había invitado a la fiesta de Matt. Zayn me había invitado. A mí. Esto sí que era lo mejor que me había pasado en la vida. Además había aceptado ser mi modelo para el taller de pintura, que este año constaba de figura humana.
Volví donde estaba Izzie, aun perdida en mi propia burbuja de felicidad. Todo esto de las “reglas” estaba resultando perfecto, es decir, Izzie estaba de novia con uno de los más guapos chicos de la escuela, yo iba a salir con el chico nuevo más sexy. Solo faltaban las otras chicas, pero por el momento la popularidad para todas estaba resultando muy bien. Más que bien.
En las mañanas entrabamos siempre las cinco, y todos a nuestro paso nos saludaban o alagaban por nuestros atuendos. Todo estaba resultando genial.
-¿En que estábamos?-dije cuando llegué donde Izzie-¡AH SI! Tú me explicarás ahora como es que eres la novia de Harry.
-Con respecto a eso, solo somos novios por conveniencia.
-¿Conveniencia?
-SI, lo siento Val, pero no puedo decirte que es lo que está pasando. Prométeme que nadie se enterará que esto es falso.
-Está bien, lo prometo.
-Ni siquiera las chicas-dijo Izzie.
-¿Estás loca? No podemos guardar secretos entre nosotras, fue una promesa Iz.
-Lo sé, pero este secreto no es mío, es de Harry. Es un favor que le estoy haciendo. Por favor Val, promételo.
No podía solo prometerlo, es decir, hicimos una promesa para no guardar ningún tipo de secretos entre nosotras. Fue cuando teníamos 16, estábamos las cinco reunidas en la casa de Lexie, hablando de todo lo que nos pasaba con eso de la adolescencia, hasta que a Camille se le ocurrió que juráramos jamas guardar secretos entre nosotras. Y todas aceptamos felices, pero ahora Iz me pedía lo contrario. No podía guardar secretos con las otras chicas, somos hermanas después de todo. Pero por otro lado estaba Izzie, mi mejor amiga desde siempre Ella era como mi reflejo, mi otra mitad, mi persona.
Si cometiera un homicidio, ella sería la primera persona a la que pediría ayuda para enterrar el cuerpo, y se que lo haría encantada.
Bueno, no encantada. Pero me ayudaría.
Lo sé, y ella sabe que haría lo mismo por ella.
-Está bien, lo prometo.


Por fin era viernes, y lo único que quería era que las horas pasaran rápido y así poder comenzar con el taller de pintura.
Las clases habían sido muy tranquilas, nada fuera de lo común.
Lo único extraño de ese día fue la increíble nevazón que afectó a Londres, y aunque fuera de lo más común ver la ciudad cubierta de blanco en invierno, era extraño porque recién estaba comenzando diciembre. Aun faltaba un poco para la temporada de nieve.
Las chicas habían estado muy cautelosas, esto de la creciente popularidad y de que de un momento a otro todos quieran hablarnos, solo por hablar con los "populares" era un poco extraño. La noticia de que Izzie estaba de novia con Harry remetió en toda la escuela, tanto así que algunas chicas –un poco dramáticas- comenzaron a llorar en medio del patio. Harry era todo un bombón y nadie lo podía negar, pero llegar al punto de llorar como magdalenas en medio del patio, cubierto de nieve –y no hablo de una o dos chicas, sino de quince o mas- abrazadas y maldiciendo silenciosamente la existencia de mi mejor amiga, era, sin duda, lo más patético que vi en mi vida.
Por suerte Tamara, Lexie y Camille aceptaron modificar la regla numero tres* cosa que agradecí internamente, para no tener problemas entre nosotras.
Zayn me había pedido la dirección de mi casa para pasar por mi e ir a la fiesta de Matt. Estaba muy emocionada, por fin podría compartir con alguien bueno. No era que lo conociera mucho, pero sabía que no era el tipo de Dan, sabía que, si algo pasaba con nosotros, no me engañaría con media escuela.
-¡Por fin llegas! –le dije a Izzie, que venía prácticamente corriendo.
-Lo siento, me quedé conversando con Harry. –dijo, intentando recuperar el aliento.
-Ajá… bueno, vamos. ¡Finalmente empieza el mejor taller de la vida!
-No seas exagerada.
-No exagero, Iz. Sabes que pintar es lo que más amo en la vida.
Sin decir más entramos a la mejor clase del instituto. Arte, Pintura y Escultura contemporánea. Pero para mi sorpresa había nuevos alumno en esa magnífica clase. Algunos de primer año, otros que antes integraban el taller de drama, que por razones estrictamente pedagógicas -en palabras del director- había cerrado para siempre, aunque todos sabíamos que el profesor Garmendia habia tenido un amorío con una de sus alumnas.
Y por ultimo dos personas que no quería ver nunca mas en la vida.
Liam Payne.
Así es, el hermano menor de mi ex novio estaba en la misma clase de pintura que yo. Y para empeorarlo más, estaba Marisa Buxtron, la ultima “conquista” de Dan.
Genial, ahora compartía clases con mi ex cuñado y con la actual novia de mi ex, que para aclarar, no tardó ni una semana en olvidarme.

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