Las reglas de Izzie (One Direction)

Desperté totalmente desorientada, eran las 2:46 am y la música resonaba fuerte en el exterior de la habitación. No recordaba muy lo que había pasado, solo sabía que había bebido como nunca antes lo había hecho. Mi cabeza dolía de una manera terrible y jure internamente no volver a beber nunca más. Aunque no lo cumplirás.-susurró mi amada conciencia.
Me senté en la cama y fue ahí cuando noté que estaba completamente desnuda y que la cama era un verdadero desastre. Intenté recordar con quien había estado o que había ocurrido en esa habitación, pero nada venia a mi cabeza. Absolutamente nada.
Mi mente estaba en blanco, como si los hombres de negro hubieran estado en la habitación y hubieran utilizado su juguetito para borrar la memoria. Nada venia a mi mente, absolutamente nada y realmente era frustrante. Comencé a vestirme lentamente, intentando que el martilleo de mi cabeza cesara un poco.

¿Había estado con Harry? ¿O había sido alguien mas?

-No volveré a beber en la vida –me dije. –Sobre todo porque acabo de perder la virginidad y no recuerdo con quien. Soy una zorra.
-Así es.

Volteé rápidamente, provocando que un terrible mareo se apoderara de mi cabeza.

-¿Con quién te acostaste? –inquirió. Estaba molesto y eso lo sabía perfectamente, a pesar de no ver su cara.
-Harry…
-¿Con quién te acostaste? –repitió exasperado. Podía notar en su gélido tono de voz lo enojado que estaba.
-No lo sé- murmuré con vergüenza. Sin duda era la zorra más grande de todo el instituto. -¿podrías regañarme, gritarme o lo que sea que quieras hacer cuando termine de vestirme?

Sin embargo él no se movió de su lugar y continuó observándome con rabia y decepción. Sus lindos ojos verdes estaban más oscuros de lo normal, dando a entender perfectamente lo enfadado que estaba. Con una velocidad increíblemente rápida, volví a tener toda la ropa puesta. La vergüenza era cada vez más grande, al igual que el dolor de cabeza.

-Harry, por favor. No tienes porque estar enfadado…
-¿No tengo porque? –sí que estaba molesto- Ayer corriste a los vestidores y me besaste. Tú me besaste y dijiste que estarías siempre conmigo. Y ahora… te dejo sola por media hora. Media hora, Izzie y te revuelcas quizá quien.

No sabía que decir. Él tenía su punto, sin duda había arruinado nuestra amistad.

-Lo siento –murmuré.
-No sientas anda. –Dijo- Cuando fui a tu casa, esta tardeí, iba decidido a pedirte que fueras mi novia de verdad. A que enserio estuviéramos juntos, pero luego saliste con Lexie y Camille. ¡Gracias a Dios! Si no hubiesen estado te lo habría preguntado y me habrías puesto los cuernos con un total desconocido. No puedo creer que pude fijarme en ti.
-Harry…
-¡NO! –dijo avanzando hacia mi. –Escúchame Izzie, jamás me había sentido así por nadie. La primera persona en la que me fijo seriamente y…
-Harry, en verdad lo siento… -dije tomando su cara con mis manos, pero las apartó de un solo manotazo.
-Gracias por ayudarme con lo de mi hermana –Oh no- Pero creo que ella estará mas feliz de que esté solo a que este con una zorra.
-Harry… -sollocé. No me había dado cuenta lo mucho que me había encariñado con él. Sin dudas no quería dejarlo solo.
-Solo… haz como que no existo.
-No…
-Porque eso haré yo. -dijo saliendo de la habitación.

Comencé a llorar intensamente, jamas creí que podría doler tanto su rechazo. Había pasado solo una semana de que lo conocía, pero solo eso había bastado para encariñarme con él. Sin dudas Harry se había convertido en alguien importante, y lo había arruinado todo.
Me había acostado con alguien y ni siquiera sabia con quien. Había perdido a Harry, que a pesar de solo ser mi novio falso, se había convertido en un gran amigo. Y en algo más.
Realmente lo había arruinado todo en menos de una semana.

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