Somewhere only we know - Harry Styles & Katherina Milantra

AHHH ASDLHKALSDHAL que desesperacion cuando llega el momento en el que no hay mas caps que leeeeeeeerrrrrrrrrrrrrrrrr AHHH

siiguelaaaaaaa, nueva lectoraaa

Things I Must Control

Las semanas pasaban desde ese vergonzoso encuentro en la piscina con los chicos y aun recuerdo la mañana siguiente en la que desayunábamos todos juntos y dije que estaba de novia con Dereck. Todos me felicitaron y estaban felices por mí, todos menos Harry. Quien solo bajo la mirada decepcionado y siguió comiendo.
Ya no me discutía por cualquier cosa, solo cuando llevaba a mi novio a casa, me decía que no podía llevarlo o me hacia una que otra escena de algo que se podrían llamar celos. Aunque, por suerte hasta ese momento no lo había hecho frente de él.
‘Kat, no te puedo ir a buscar hoy, ni llevar al hípico*. Después te cuento. XX -Lou’
Recibí cuando el último timbre sonó. Guardé el celular en la mochila y fui hasta la parada del bondi.
-¡Hola!-grité cuando llegué a casa esperando una respuesta.
-Nadie de la familia se encuentra en casa, Señorita Katherina.-me comentó Thomas, el mayordomo.
-Muchas gracias, Thom. Y ya deja de llamarme por mi nombre completo, por favor, me recuerdas a mi madre.-le pedí con una sonrisa.
-Lo intentaré, Señorita Kat.
-Bueno, eso es un avance.-lo felicité para luego darme vuelta y dirigirme a la cocina.-Permiso-le pedí al ruliento, que estaba hurgando la heladera.
-¿Sabés donde esta Louis?-me preguntó.
-No-le respondí bebiendo de un vaso con jugo.-de todas formas, ¿qué haces acá?-él solo levantó los hombros.
-Creí que te habías acostumbrado a mi presencia.-me respondió acercándose.
-Que me acostumbre no quiere decir que me guste-le respondí arqueando una ceja y acercándome yo, esta vez.
-Auch…eso fue un golpe bajo-me dijo poniendo una mano en su pecho y fingiendo dolor, yo reboleé los ojos. -¿Te importa si te hago una pregunta?-me preguntó serio, luego de unos segundos de silencio.
-¿Alguna vez te detuvo si a mí me importaba o no?-le respondí con otra pregunta.
-¿Qué tiene ese Dereck de especial?-soltó de golpe con sus labios casi sobre los míos.
En cualquier otra situación y con unos metros más de distancia entre él y yo, podría haber dicho todo lo que me gustaba de mi novio. Pero en ese momento, lo único que pasaba por mi cabeza, eran los rosados y carnosos labios del ruliento. Que podrían ser míos con tan solo un movimiento.
No sé cómo, pero de un momento a otro mis labios se encontraban devorando los de Harry, aunque él no se quedaba atrás. Me tomó por los muslos y me subió a la isla de la cocina. Lo abrasé con ambas piernas por la cintura con fuerza, impidiendo que se separara un centímetro de mí. Con una mano jugaba son los rizos de su nuca y la otra la paseaba desde su hombro hasta su mejilla, pasando por su clavícula y su cuello.
De vez en cuando él mordía mi labio inferior o jugaba con las argollas de mis labios, mientras me atraía más a su torso desde mi baja espalda y me acariciaba suavemente la parte de mis muslos que no estaba tapada por la pollera de mi uniforme .
Cuando nos separamos por falta de aire, me tomó unos segundos abrir los ojos y asimilar lo que había pasado. Nuestros pechos subían y bajaban con rapidez y sus labios estaban rojos e hinchados, como supuse que estaban los míos.
Lo miré a los ojos, pero en ellos no encontré expresión alguna, ni enojo o deseo, ni siquiera decepción. Pronto sentí como la culpa me invadia, había engañado a Dereck, mi novio, con alguien a quien se suponía que odiaba.
Rápidamente desenrollé mis piernas y me deslicé sobre el mármol de la isla y dando una vuelta sobre esta, me bajé y salí corriendo por la puerta de la cocina hasta mi cuarto. Una vez en él, cerré la puerta de un portazo y, sin darme tiempo a pensar, me cambié rápido para ir a montar.
Cuando bajaba las escaleras pude lo pude ver sentado en el living muy concentrado haciendo la tarea. No parecía inmutado por lo sucedido hacía menos de media hora. Mientras lo dejaba atrás caminando hacia la puerta de entrada sentí su mirada en clavada en mi espalda, pero no me di vuelta para confirmarlo.
-Tenés un minuto para decirnos que pasa, Katherina-me encaró Coco justo después de guardar a los caballos en sus respectivos boxes.
-No me pasa nada-mentí aun sin darme vuelta y fingiendo cerrar la puerta, ya cerrada.
-Primero,-empezó Cloe, tomándome por el hombro y dándome vuelta.-te conocemos demasiado como para saber que algo te pasa. Y como segunda cuestión, vos, mi amiga, no sabés mentir.
-No me pasa nada, Cloe-repetí seca y mirándola descaradamente a los ojos.
-Hey, no le hablés así-la defendió Coco.
-Como sea-dije a la nada comenzando a caminar.
-Vos no vas a ningún lado-me refutó firme tomándome por un brazo y dándome vuelta.-Antes de irte, me vas a decir que te pasó, Katherina.
-Nada-volví a mentir soltándome de su agarre.
-Sabés que no te creo-me dijo seria, clavándome su oscura mirada en la mía, totalmente opuesta.
-Hacés bien-le dije antes de darme vuelta y caminar hasta al estacionamiento, donde me esperaba Louis.
-¿Estás bien?-me preguntó, luego de unos minutos de viaje, mirándome cortamente.
-No-le respondí sincera sin quitar la mirada de la ventana.
-¿Querés hablar?-me siguió preguntando.
-No-repetí seca.
-Oh, Dios. Amo esta canción-dijo emocionado subiendo el volumen de la radio. Por completa inercia comencé a cantar Use Somebody de Kings of Leon junto a él. -Sabés que estoy siempre, ¿verdad?-me dijo tomando mi mano entre la suya cuando la canción terminó y frenamos en un semáforo. Me volteé para mirarlo, él también lo hacía, incluso me sonreía con completa sinceridad.
-Claro que lo sé, Tomlinson, como yo estoy ahí para vos.-le prometí golpeando su antebrazo levemente.
-Casi lo olvido-dijo de repente cuando andábamos.
-Louis, vamos a chocar-lo reté al ver como se retorcía en su asiento buscando algo en los bolsillos de su pantalón.
-Acá-dijo feliz sacando una pequeña bolsita roja de papel de su bolsillo trasero.
-¿Qué es?-le pregunté sosteniendo el paquetito en mis manos.
-Algo para que siempre me tengas presente.-me respondió sin quitar la vista del camino, pero con una enorme sonrisa triunfadora.
-¿En mi oreja?-le pregunté incrédula sosteniendo el arito sin par entre mis dedos.
-Bueno, se que suena bizarro pero hoy en el centro lo vi y me acordé de vos.-se defendió.
-Louis, a mi no me gustan las zanahorias.-le dije divertida.
-Pero a mí sí y el propósito es que te acuerdes de mí, no de tu odio a las zanahorias. Desagradecida.-terminó dramático con el dorso de la mano apoyada sobre la frente.
Justo llegamos a la casa, asique desabroche mi cinturón y me acerqué hasta su asiento para tomarle la cara y darle un dulce beso en la mejilla. Él me sentó en sus piernas de costado con un solo movimiento y me estrechó en sus brazos con fuerza.
-Gracias, Lou-le agradecí escondiendo mi cara en su cuello, no por el arito, si no porque, sin darse cuenta, me había hecho sentir importante y feliz.-Te quiero.
-Yo más.-me discutió abrazándome con más fuerza.
-Eso es imposible.-susurré.
-Seguí soñando, bulgarita. Ahora ¿en qué agujero te lo vas a poner?-me preguntó con impaciencia. Tomé el corazón plateado que estaba en el cuarto agujero de mi oreja derecha y le saqué la tuerca. Lou me sostuvo todo y cuando tuve la pequeña zanahoria, también plateada, colocada nos bajamos.
-Hey, ¿por qué hoy no me fuiste a buscar?-le pregunté cuando abría el portón.
-Porque tuve que salir con una chica-respondió sin darle importancia.
-¿Tuve?-le pregunte divertida-¿Tan doloroso fue?.
-No, pero no lo hice porque quise.
-Ah, ¿no?-le pregunté desconfiada.
-No.
-Entonces ¿por qué fue?-le pregunté curiosa.
-¿Qué tantas preguntas haces?-me preguntó con una sonrisa picara.
-Soy tu hermana, tengo que saberlo.
-Fue por una apuesta con los chicos-me contó después de soltar una leve carcajada-celosita.
-Yo seré celosa, pero ¿vos estás seguro qué no sentís nada por esa chica?-le pregunté desconfiada.
-No-respondió seguro.- Por la única mujer por la que siento algo sos vos y Emma-me dijo abrazándome por los hombros. Yo me solté efusivamente y lo miré asustada e incrédula.-No en ese sentido, tonta-me dijo abrazándome otra vez.-Si me pasa algo con alguna chica vas a ser la primera en saberlo-me prometió.
-¿Lo prometés?-le pregunté.
-Por la garrita-me respondió ofreciéndome su dedo meñique, el cual enganche con el mío sellando la promesa.

*hípico: es el lugar donde se monta, como un club


Bueno chicas, aca esta el cap...espero que les guste.
Y Lucia, con respecto a mi nombre te equivocaste jajaja mi Luchi no es de Lucia si no de Luz jejej bueno ahora que saben mi nombre las dejo....
xoxoxoxox



No Regrets - Niall Horan y tu
*aquí*

AHHHHH ME ENCANTOOOOOOO

love love love it

Que risa, de paso, que hacia harry ahi? Si no estaba louis? Ay pequeño ya no tienes excusaas

siiguelaaaaaaaaa

Geniaaaaaaaaaaaaaaaal!, amé el cap. Por fin se dieron el besito <3 Seguila, besooos

chicas, si alguien sabe como cerrar un tema me arian un gran favor, gracias!!!
PD: NO ES ESTE!!!

Vicky Mapache Reportandose :face:

aaaaaaaaaaaaaa su primer beso con harry wiiii pero que mal que se haga el que no paso nada :x

bueno AMO tu nove y plis seguila yaaaa que sino me muerooooo y no quiero porque sino no voy a poder seguir leyendo *cuak* :P

SORRY sino comento muy seguido

te adora, Vicky


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Wow, wow, wow, esperaa!!! Ok, necesito unos segundos para recapacitar:

1. ¿Qué onda con Louis y sus zanahorias? Si fuera legal, seguro se casaría con una! :D :lol!:

2. Creo que me están afectando tantas novelas, y no sé si esté ciega o que, pero soy la única que leyó que se besó con Harry? ¿Se besó con Harry? ¿Huh? ¡OH POR DIOS, sí se besó con Harry!!! ok, no lo puedo creer. Por fin lo que había esperado!! Me encanta!! Y concuerdo con alebirdy, también odio esa sensación!! Así que te dejo para que la sigas :D

Tu fiel lectora,

Lucy. xoxo

Solutions

-¿Qué hacés vestida así?-me preguntó Louis a la mañana siguiente al verme vestida con los briches y las botas.
-No estoy de humor para ir al colegio.-le dije con toda honestidad. La vergüenza era lo único que sentía, además de la culpa. Tenía que pensar que haría con el beso de Harry y, ¿qué mejor que montar para aclarar las ideas?
-Entonces, vas a montar-concluyó.
-Exacto.-le dije con una sonrisa de suficiencia para luego subirnos al auto-Lou-lo llamé justo antes de bajar del auto.
-Sí, Kat.
-¿Qué hacía Harry ayer en la casa cuando llegué?-le pregunté sin rodeos.
-¿Estaba en casa cuando llegaste?-me preguntó incrédulo.
-Sí.
-Ni idea, pero él tiende a tener esa manía-concluyó sin darle importancia.
-Claro. Adiós, Lou-me despedí con un beso en la mejilla.
-¿Mal humor, Kat?-me preguntó Bill desde el caballo cuando llegué al lado de la pista, aun a pie.
Bill era un hombre que no superaba los treinta y cinco años de edad. Alto, esbelto, rubio arenoso, de ojos oscuros y profundos y manos con dedos largos y callosos. Una persona afectiva, comprensiva y con mucho carácter, aunque por sobre todo era mi profesor.
-Horrible.-le respondí encogiéndome de hombros.
-Genial, porque tengo mucho trabajo.-me dijo frenando a mi lado, del lado de adentro de la pista.
-Y necesitas una asistenta experta en petizos-le seguí el juego.
-Sí, pero primero vas a montar a ese mimado tuyo para hacerle adiestramiento* y a la tarde con las chicas lo saltamos.-concluyó para luego seguir con lo suyo.
Después de ensillar* a Pegaso lo monté y fui a la pista.
-Vos no me vas a dejar, ¿verdad?-le pregunté aun montada sobre él, palmeando su cuello. Luego de dos horas intensas de puro galope, trote sentado y levantado, ceder, espalda adentro, círculos, giros sobre el tren anterior. Él se paró en seco y relincho-¿Aunque sea la persona más odiada del mundo?-le pregunté aun con desconfianza, pero él me la devolvió al asentir energéticamente con la cabeza.
Sonaba realmente loco pensar que usaba de psicólogo a mi caballo y para colmo él me entendía, pero, por una extraña razón, él era el ser más confiable y cercano que tenía. Me bajé de su lomo, lo desensillé y lo dejé descansar para saltarlo más tarde.
El resto del día me la pase montando ponis, cosa que me resultaba de lo más divertido y entretenido. También monte algún que otro caballo, pero Bill sabía que si no era Pegaso prefería montar petizos cuando estaba angustiada o de mal humor, porque sus patas y manos cortas hacían que todos sus movimientos lo fueran, causándome mucha gracia.
-Este es el caballo de Kat, ¿verdad?-escuché que Zayn le preguntaba a Coco mientras ella buscaba su caballo para ir a la pista.
-Sí, Pegaso…no, no lo toques-escuché que le decía firme.
-¿Por qué?-le preguntó confundido.- ¿Me va a amenazar como a Hazza?
-No sé si tanto, pero no le gustara.-le dijo soltando una risita.
-¿Por qué? Sé que suena terriblemente insensible, pero ¿es de oro o de esmeralda y se ensucia?-reprimí una risotada al escuchar eso, y me deslicé contra la pared hasta el piso para escuchar la respuesta experta de mi amiga.
-Verás, Kat vivía en el aras* de su padre, con él y su madre. Pero a los dos años ellos se separaron y, debido al trabajo de su madre, ella se quedó a vivir con John.-Coco hizo una pausa- Después de dos años hubo un gran incendio en uno de los campos de al lado y el papá de Kat rescató varios caballos. Entre ellos a Pegaso, que en ese entonces era un potrillo de no más de tres meses, y, como en el aras se ocupaban de entrenar y rescatar caballos, se lo encargo para que lo criara y lo entrenara. No solo eso, también le hizo prometer que lo cuidaría con su propia vida y eso es lo que Kat hizo. Pensá que a Pegaso la única persona que lo ha montado es ella, y no acepta a nadie más. Es muy desconfiado del resto de la gente, porque al campo donde él estaba no se incendio, lo incendiaron los propios dueños y para colmo estaba desnutrido.
-Guau…-escuché que Zayn exclamaba sorprendido.
-Y creeme, él es lo más fiable y cercano que tiene.
-¿y ustedes lo pueden tocar?-pregunto aun incrédulo.
-Recién hace dos meses se dejó tocar por nosotras sin la presencia de Kat…
-Está mal escuchar conversaciones ajenas-escuché que alguien decía parado a mi lado, sacándome de mi mundo.
-Dios, Cloe, ¿querés matarme de un susto?-le pregunté después de levantar la mirada y encontrarme con la rubia.
-Sería divertido, pero primero me vas a decir que te paso ayer.-me dijo sentándose a mi lado.
Me giré para verla. Su cabello dorado pálido caía fino y lacio hasta la mitad de su espalda en varias capas. Su cara en forma de rombo de color blanco estaba girada hacia mí, dejando a la vista sus facciones delicadas y finas, su nariz recta y pequeña, sus labios delgados y rosados y sus ojos azul mar delineados, no solo por sus delgadas cejas doradas, sino también por el delineador negro que usaba diariamente, que intensificaba su mirada viva, intensa y lista para captar cualquier detalle. Sus largas y finas piernas estaban flexionadas hacía arriba y sus brazos, extendidos apoyados en sus rodillas. Era, para ser breves, una modelo con actitud y carisma.
-Harry y yo nos besamos-solté de golpe y sin escrúpulos, luego de unos minutos de silencio bajo los expectantes ojos de la chica.
-¿¡Qué?!-me preguntó alarmada.-Pero si ustedes se odian.
-Y nos odiamos.-le afirmé sin titubeos.
-¿Te gustó?-me preguntó luego de unos minutos de pensarlo, yo solo me limité lanzarle una mirada asesina-Oh, vamos, Kat. Dejá de lado tu orgullo por unos minutos y decime.
Eché la cabeza hacia atrás y me relamí los labios, que aun recordaban los suyos, sus dientes capturándolos y su lengua jugando con la mía o con las argollas de mis labios como si tan solo hubiera sido hacía cinco segundos. La presión que había echo sobre mis muslos al acariciarlos había sido, simplemente, perfecta y todavía sentía su mano haciendo presión en mi baja espalda. Mis piernas recordaban a la perfección el tamaño de su estrecha cintura, mis dedos la suavidad de sus rizos y mis manos la tersa y pálida piel de su cuello.
-No me gustó, me encantó…era como estar en el décimo cielo-le respondí después de unos minutos de silencio y aun con los ojos cerrados y la cabeza echada hacía atrás.
-¿Y qué vas a hacer? Digo…con el beso, Harry y Dereck-preguntó muerta de la curiosidad.
-Olvidar-le respondí con rapidez y seguridad abriendo de golpe los ojos y enderezando la cabeza.
-¿Vas a poder?-me preguntó incrédula.
-Voy a tener que poder, Harry no se inmutó después del beso, es más, ni siquiera me miró y con Dereck tengo mucho más que simples besos.-cuando terminé nos paramos y dimos la vuelta a la esquina del pasillo para buscar los caballos.
-¡Basta, sucios!-gritó Cloe al ver la escena de la pareja baboseándose. -¡Mi bebé, oh pobrecita mi bebé!- volvió a gritar corriendo hacia su yegua, que estaba atada a pocos metros- ¡La van a traumar!-los acusó a ambos con el dedo índice.
-Ya, Clo, no es para tanto, era un beso-le quitó importancia la morocha.
-¿Un beso? ¡Parecia que te lo estabas tragando!-gritó exasperada.

*adiestramiento: como bien la palabra lo dice es adiestrar, enseñar, diferentes ejercicios que ayudan al manejo y docilidad del caballo.
*ensillar: ponerle todo el equipo al caballo, la montura, la encabezada, etc…
*aras: un campo especializado en caballos.

Jajaja me mato el ¿Un beso? ¡Parecia que te lo estabas tragando! JAJAJA, mori. Estuvo genial el cap y que raro q Hazza no haya dicho nada del beso, me huele mal(? Seguilaaaa, besoootes

AHHHHHHH ME ENCANTAAAAAAAAAAAA!

Extrañe a harry en este cap, pero bueno, no puedo esperar aun menos para el proximooooooooooooo

Dios, nada mas con recordar ese perfecto beso, para morirsee

Family Dinners

-Hola, Kat-escuché a mis espaldas cuando llevaba a Pegaso a su box.
-Hola, Lou…Harry-nombré con desprecio al ver al ruliento al lado de mi hermano.
-¿Estás lista?-me preguntó el castaño acercándose a mi e impidiendo que matara al ruliento con la mirada.
-Sí, ahora.-le respondí volviéndome hacía el caballo y metiéndolo en el box.-Nos vemos mañana, gordo.-me despedí besando su blanco hocico luego de quitarle el bozal.
-¿Lista?-me preguntó Louis.
-Claro-le respondí tomando mis cosas y encaminándome con ambos al auto.
El viaje paso tranquilo, lo único que se escuchaba era la voz de Keane en la radio.
-¿Ese no es el auto de Dereck?-me preguntó el castaño cuando llegamos al portón.
-Si-dije aun no muy convencida.
-Vamos a averiguarlo-exclamó con su alegría de siempre mi hermano. Él fue el primero en bajar y en dirigirse a la puerta de entrada. -¡Katty!-me gritó con voz melodiosa cuando la abrió.
-Estoy atrás tuyo, Lou-le reproché.
-Es que hay alguien que vino a verte.-me dijo una vez dentro y sosteniendo la puerta para que lo siguiera.
-¿Dereck?-pregunté aun incrédula al verlo parado en medio del hall de entrada.
-Aghh…-escuché a mis espaldas, pero simplemente lo ignoré y me concentré en la persona que tenía en frente.
-¿Quién más?-me preguntó acercándose y acomodando un mechón detrás de mi oreja.-¿Por qué faltaste al colegio hoy?
-No estaba de humor-le respondí con una sonrisa, para luego recibir un cálido y suave beso en la comisura de los labios.
-La próxima vez me avisás, ¿sí?
-Claro, ¿Querés subir?-le pregunté tomando su mano y dando un par de pazos hacía la escalera.
Él solo miró a mi hermano que estaba aun en la puerta observándonos atentamente.
-Vayan, Dereck, por favor-dijo de golpe al comprender la mirada interrogativa de mi novio-Pero no hagan nada indebido.-concluyó con mirada picara, mas a mí que a él.
-Claro, Lou, pero cuando esa regla también se aplique a vos.-le dije desde la escalera.
-Esa regla también la aplico en mí.-se defendió.
-Los ruidos de anoche no decían lo mismo.-le grité una vez arriba.
-¿Qué ruidos?-me preguntó Dereck confundido al llegar a la puerta de mi cuarto.
-Ningunos-le dije con una sonrisa de suficiencia para luego abrir la puerta.-Yo me voy a bañar, vos ponete cómodo.-le avisé antes de entrar al baño.
Me di una ducha rápida, para no hacerlo esperar, y salí. Una vez fuera no lo vi dentro del cuarto, pero las ventanas hacía el balcón estaban abiertas y supuse que estaba allí, asique me dirigí tranquila al ropero y me cambié ahí dentro. (http://www.polyvore.com/27/set?id=57965531 )
Cuando estuve lista salí al balcón y lo abrasé por atrás apoyando mi cabeza en su espalda. Él se dio vuelta y tomándome el mentón me beso. En un principio no fueron más que roces de labios, pero luego su lengua se hizo paso entre mis labios para encontrar la mía y ahí fue cuando la situación se puso seria.
Me tomó por la cintura y me sentó sobre el barandal del balcón, para luego pasar sus manos por todo mi cuerpo y con su lengua jugaba con el glóbulo de mi oreja mientras que yo me encargaba de su cuello. Depositando cortos y húmedos besos entre varias mordidas.
-Ejemm…ejemmm-escuché de golpe un carraspeo poco disimulado. Dereck y yo nos separamos tan de golpe que casi me caigo del bacón.
-¿Qué querés ahora, Styles?-le pregunte anudando y abrochando varios botones de mi camisa, mientras mi novio recogía su remera del suelo y se la pasaba por la cabeza.
-La cena está lista-respondió mirándonos con repulsión a ambos.
-¿Algo mas qué necesites?-le pregunté fría y cortante al ver que no se iba.
-¿De vos? Nada, de eso podés estar seguro-dijo con un deje de desprecio en su voz.
-Hey, no le hablés así.-me defendió Dereck parándose en frente de él.
-Le habló como quiero-le respondió adelantándose, sin darme tiempo a reaccionar.
-Basta-les ordené interponiéndome en el medio. -Dereck, no vale la pena-le dije intentando de sonar lo más convincente posible y poniendo mis manos en su pecho. –Es un simple idiota, que no tiene otra cosa más para hacer que molestar. –concluí mirando amenazante al ruliento que solo le devolvió una mirada asesina al moreno detrás mío y se fue.
-Es un…
-Lo sé, Dereck, mirame.-le indiqué tomando con mis dedos su mentón y volviéndolo hacia mí. – No vale la pena que pelees con él, a mí no me afecta nada de lo que haga o diga.
-Prometeme que si te hace algo me lo vas a decir-me pidió tomandome por la cintura y pegándome a él, obligándome a inclinar mi cabeza para arriba para poder mirarlo a los ojos.
-Lo prometo.-dije besando sus labios-¿Querés quedarte a cenar?
-Claro.
***
-¿Cómo te fue en el trabajo, papá?-preguntó Louis en medio de la cena cuando Emma ya se había ido a su cuarto porque el sueño la había vencido.
-Bien hoy me trajeron a una chica de quince años que no sabía que estaba embarazada.
-¿Y lo tuvo ahí?-preguntó mi hermano intrigado.
-Claro, Lou, no iban a ir solo para saber si hoy era el día y luego volver a su casa para tenerlo en el inodoro.-le dije obvia. Él solo me miró fingiendo estar dolido.
-Sí, lo tuvo hoy, Lou. Aun no comprendo a la juventud de hoy en día, si quieren tener relaciones deberían cuidarse.
-Es que muchas veces se dejan guiar por la lujuria y el deseo que se ciegan.-comentó Harry, clavando su mirada en mí. -¿Vos qué pensás, Dereck? ¿Qué le recomendarías a alguien para evitar dejarse llevar por un hermoso cuerpo que se encuentre frente a nosotros?
-No lo sé-respondió el aludido luego de tragar pesadamente y de pasar toda la cena dedicándose miradas de odio con el ruliento.
-¿No lo sabés? Entonces ¿cómo haces con Kat?-insistió.
-Hasta ahí, Styles, lo que pasé entre nosotros no es de tu incumbencia ni de nadie presente en esta mesa-lo interrumpí con furia.
-Entonces, la próxima vez, podrían verificar las cerraduras o hacerlo en un lugar mas privado que no sea el balcón.-me refutó mirándome con suficiencia, pero aun apretando los labios.
-¿Qué ustedes qué?-preguntó alarmada mi mamá.
-¡Nada!-le vociferé-Primero, estoy en mi casa, por ende hago lo que se me plazca y vos ni nadie me puede juzgar. Segundo, las puertas estaban cerradas y el balcón está en mi cuarto. Y tercero, para que le quedé claro a todo el mundo, no pasó nada, ¿entendido?-pregunté en general a todos, recibiendo un asentimiento general.
-Per…-comenzó otra vez.
-Señorita Kat-escuché a Thomas a mis espaldas, atajando las palabras de Harry.
-Su hermano Peter está en el teléfono.
-Dile que ahora voy, Thom.-le pedí con una sonrisa ocultando mi enfado y el calor de mi cuerpo.
-Que llamé luego, Katherina, estamos comiendo.-me oredenó mi madre.
-Es mi hermano, mamá, no lo voy a hacer esperar. A demás, tiene siete años y mañana tiene escuela.-concluí firme para luego dirigirme a la cocina y tomar el tubo del teléfono.-Hola-atendí.
-Kitty-escuché que una voz aguda y masculina me respondía.
-¿Cómo has estado?-le pregunté.
-Bien, hoy ayudé a Liam a arreglar el tractor.-me contó emocionado.
-Genial, ¿y funcionó?-le pregunté fingiendo duda.
-Claro que sí, lo arreglé yo.-respondió orgulloso.
-Con ayuda de Liam-agregué.
-Él solo hizo el trabajo sucio, yo le dije que hacer.-se defendió y podía asegurar que en ese momento estaba hinchando el pecho y poniendo sus puñitos en la cintura como Superman.
-Claro que sí, mi superhéroe.-le di la razón soltando una carcajada.
-¿Cuando vas a venir?-me preguntó con algo de desilusión en su voz-Ya te extraño.
-Yo también, Pet, espero ir para navidad…
-¡Peter a la cama!-escuché que mi papá le gritaba desde el otro lado.
-¡Ya va!...Me tengo que ir, Kitty, adiós.
-Te quiero, nene.-le dije con nostalgia al escuchar la voz de mi padre y recordar los días en campo.
-Yo mas-concluyó orgulloso antes de colgar.

Holis! Acá Lucy!!!

Oh Por Dios! Está de locura!!!! Haha!

Me encanta, pero ¿qué demonios le sucede a Harry? No veo la hora en que se enamore completamente de Kat y se le declare... Ahh!

Bueno, me alegra saber tu verdadero nombre, Luz, o Luchi :D

Pero seguila! Que la intriga me está matando!!

Tu fiel lectora,

Lucy. xx