Nos llama el corazon (Louis Tomlinson)

Un fuerte dolor de cabeza, partes de mi cuerpo comenzaban a dolerme como nunca antes, abrí los ojos sintiendo los rayos tenues del sol entrar por el poco espacio que dejaban las cortinas en las ventanas, domingo por la mañana, mire a mi lado y un nuevo rostro, era de esperarse, ni siquiera recordaba si habíamos sostenido una conversación antes de todo esto. Trate de sentarme en la cama pero un fuerte dolor de cabeza me hizo me hizo echar la cabeza hacia atrás. Debía salir de ahí antes de que el chico despertara y comenzáramos a conversar, odiaba ese tipo de situaciones después del sexo. Salí de la cama ah como pude, me mataba el dolor de cabeza y el sentir mi cuerpo algo adolorido por aquella noche, tome mis prendas del suelo y comencé a vestirme deprisa. No quise mirar a mi alrededor, ya que siempre acababa en un motel de paso, de los mas baratos posibles, pero algo llamo mi atención, las paredes estaban de un color blanco pero no como ese blanco feo y sin vida, este era diferente, debía estar alucinando o me encontraba de verdad en un lugar de alta categoría.

¿Dónde demonios había dejado mi coche? Ni siquiera recordaba el club al que había ido, solo sabia que… no, no sabia nada. Alce mi mano intentando parar a un taxi, “taxi” grite haciendo la parada. Me dejo en mi casa, no tuve problemas en entrar, gracias a mi inteligencia siempre cargaba con las llaves del portón eléctrico, no me gustaba ser descubierta.

-Señorita Malik, ¿que horas son estas de llegar? – fruncí el ceño al escuchar a Steve pillándome en medio del pasillo.

-Un punto menos para mi – susurre, pero el logro escucharme.

-Veo que sus llegadas por la tarde no se le dan muy bien ya – resople haciendo mi cabello hacia atrás.

-Steve, nadie se enterara si tu no dices nada… ¿has dicho tarde? – Sacudí mi cabeza confundida – creí que aun era temprano – murmure apretando mi chaqueta – ¿mi papá se ha ido?

-Ha dejado la casa por la mañana…

-¿Pregunto por mi?

-Ni siquiera quiso desayunar, salió muy temprano, al igual que su hermano – suspire, era típico en mi padre, creí que esta vez se daría cuenta que no había pasado la noche en casa pero como siempre, no se daba cuenta.

-Subiré a mi habitación, creo que dormiré un poco – Steve hizo una mueca al escucharme.

¿Por qué tanta confianza de su parte conmigo? Bueno, Steve comenzó a trabajar antes de que yo naciera, había formado una amistad con mi padre, era el mayordomo, pero yo le tenia mucho aprecio y confianza, ya que él siempre estaba para mi, veía una figura paterna en él. Mis padres se separaron cuando yo estaba pequeña, mi madre vivía fuera de la ciudad, no le faltaba nada, gracias a su empleo. Mi padre era un afamado empresario, un hombre de negocios a quien no le gustaba la imperfección de las personas, él había ganado mi patria potestad, por eso aun seguía viviendo con él y mi hermano, Zayn.

El domingo se paso en verdad rápido, la resaca me había durado todo el día, pero mi remedio era dormir, dormir y dormir, así que no lo sentí tanto.


-Tienes una pinta de no haber dormido – susurraba mi amigo quien creía que aun seguía con resaca.

-Dormí mejor que nunca… - murmure molesta – deberías dejarme de ver como un bicho raro…

-Lo siento pero aun no me acostumbro a verte en esa faceta de chica mala – sonreí empujándolo un poco por el hombro.

-Deberías seguir mis pasos, Niall… - hizo una mueca – y pensar que tu eras el chico malo cuando éramos pequeños – reí meciéndome hacia atrás y dando unos leves aplausos.

-Hermano te veo en el aula, no termine el proyecto necesito de tu ayuda – gire la vista de Niall al chico que estaba frente a nosotros, una perfecta cara, sin ningún rastro de barba, unos ojos encantadores, y una sonrisa de ensueño, tal y como me gustaban, él chico nos dio la espalda retirándose y pude ver otra cosa que llamo de inmediato mi atención, ese trasero no era de este mundo.

-No sabia que en medicina había ese tipo de alumnos – exclame regresando la mirada a mi amigo.

-Ni lo pienses, él no es como los demás chicos…

-Niall, sonaste como una chica enamorada – frunció el ceño.

-Estoy hablando enserio, aparte él esta intentando invitar a una chica a salir, por lo que no debes meterte… - malas palaras para mi, soltaban mis mas queridos deseos, el reto me encantaba, así que no tomaría en cuenta lo que dijera mi amigo.

-Niall, tan solo dime su nombre – murmure algo fastidiada de la actitud de mi amigo.

-No te diré nada de él, Kait – mordió su emparedado.

-Pero… - negó con la cabeza volviendo a morder su almuerzo. – Iré al baño, no me tardo – hice una mueca, Niall tan solo asintió sin apartar la vista de su emparedado.

Me pare de mi asiento, la cafetería estaba infestada de alumnos de la facultad, hice una mueca al ver que no me dejaban pasar, a empujones logre llegar al pasillo pero algo llamo mi atención, el apuesto chico que había hablado con Niall estaba sentado en una banca, sonreí viendo venir una victoria, camine despacio con mi típico paso que solía usar para coquetear y así poder ser vista, aunque era imposible que no fuera vista por algún hombre, a menos que fuera gay.

Seguí con mi paso pero el ver como una chica morena se acercaba a él me hizo detenerme, fruncí el ceño mirándola bien, de estatura baja, cabello corto y negro, su piel era extremadamente morena a comparación de la mía, si fruncía el ceño mas sabía que las arrugas no tardarían en aparecer. Resople al ver sus caras de enamorados, los ojos del chico estaban con una chispa que yo misma sabia que era amor, miraba a la chica como si fuera lo único que estuviera a su alrededor, ni siquiera me atrevía a pasar por su lado, sabia muy bien que la mirada de él jamás se posaría en mi. ¿Por qué inseguridad ahora? No, esto no podía estar bien, me decidí a pasar, no perdía nada con probar si el chico me miraría.

Camine de nuevo de manera lenta y moviendo mis caderas de lado a lado, mire repetidas veces al chico que ni siquiera se dio cuenta que había pasado a su lado, miraba a la chica, ella hablaba, cosa que me molesto demasiado, este chico seria mas que un reto, pero eso era lo que me fascinaba.


-Tardaste demasiado – murmuro Niall quien tenía aun su emparedado.

-Niall, ¿acaso no tienes hambre el día de hoy? – hizo una mueca graciosa para después reír.

-Es el tercer emparedado del día de hoy – reí negando con la cabeza, él jamás nunca cambiaba, podía asaltar el refrigerador y aun así quedar con hambre.

-Te creo… - gire mi cabeza hacia otro lado, el chico iba entrando con esa chica, ambos se veían apenados.

-Se llama Louis Tomlinson – la voz de Niall me hizo apartar la vista de “el chico”, así que ese era su nombre, tenia nombre de la realeza o al menos así sonaba para mi.

-Esa chica es…

-Elsy… - fruncí el ceño volviendo a mirar a ambos, quienes ahora estaban sentados en una mesa no muy lejos de nosotros. – veo que si sientes interés por él – me encogí de hombros. – le hablare de ti…

-¿Qué?

-Lo hare, solo que será la ultima vez, no quiero que por que no te acostaste con Louis tengas fiebre por el resto del año – rio burlándose.

-Niall no es así… solo que es lindo…

-He escuchado que dicen eso, solo que él tiene ojos solo para esa chica, esta enamorado – sabía perfectamente lo que seguiría, un sermón de parte de Niall, pero decidí hablar antes que él.

-Niall, tu y yo sabemos que no se puede estar enamorado, eso en realidad no existe, solo es un eslogan para llamar a la calentura – él resoplo mirándome.

-Eres tan negativa siempre, tal vez te hace falta enamorarte y dejar de lado tu amargura…

-A mi solo me hace falta dormir mas… - atrape mi cabeza con mis manos, los codos sobre la mesa haciendo un puchero.

-Niall, ¿Por qué no consientes a tu novia? Parece estarte suplicando algo – levante le vista sin dejar de estar en esa posición, el chico de nombre Louis estaba sentándose al lado de Niall.

-Ella no es mi novia – rio mirándome con cara de asco. ¿Qué acaso no veía en mis ojos el maldito letrero de “estoy soltera y solo busco una aventura contigo”?

-Lo siento, por la confusión, pero a pesar por tu mirada hacia él pensé que lo eran – me miro sonriendo – soy Louis – asentí sabiendo su nombre.

-Catherine – sonreí encogiéndome de hombros. – pero dime Kait – sonreí mas mirando los zafiros que tenia por ojos.

-Un bonito nombre y… apodo – asintió Niall al comentario de Louis.

-Tu apodo si que es lindo… - rio Niall diciéndole a él – Boo bear – dijo mi amigo riendo a carcajadas.

-¿Ese es tu apodo? – el asintió mirándome algo apenado, pero como era normal en mi, la risa de Niall me contagiaba a seguir riendo.


Había comenzado la hora en que debían entrar a clases, se dispersaron dejando a Kait atrás, Niall y Louis habían caminado a su siguiente salón, química. EL profesor como siempre llegaría tarde por lo que al entrar no se contuvieron a comenzar a charlar. Niall no sabia si comentarle a Louis lo sucedido con Kait, pero una parte de él sabia que no era buena idea, aunque quería estar enterado de todos los pasos de su amiga porque al igual que Kait, Louis también era su amigo, el único amigo varón.

-No entiendo como es que Harry siempre llega tarde – susurro Louis para evitar que el chico de los rulos los escuchara.

-Ni yo lo entiendo – rio un poco el rubio.

-Supongo que no le interesa entrar a clases – Harry era amigo de Louis, compartían departamento, y el chico de ojos verdosos lo traía a la universidad, ya que el coche de Louis estaba en el taller por algunas fallas que casi le costaron la vida hace unas semanas atrás.

-¿Cómo vas con Elsy? – pregunto Niall de repente, si quería ayudar a su amiga debía estar bien informado.

-Me ha costado demasiado que quiera salir conmigo, supongo que hoy no podre invitarle una paleta, ya que el clima esta muy nublado y lo mas seguro es que no acepte… - frunció el ceño.

-¿Cuándo piensas pedirle que sea tu novia?

-Este viernes, después de que terminen las clases se lo pediré…

-Una amiga mía me dijo que te le hiciste lindo – el rubio rodo los ojos y de los labios de Louis salió una risa.

-Debes estar bromeando – tocio tratando de ocultar su risa, pero Niall ya estaba negándolo.

-Es la verdad, me lo acaba de decir hace unos momentos…

-¿Quién es esa “amiga tuya”? – hizo dos comillas en el aire dejando de reír.

-Es Kait – el ojiazul abrió los ojos de par en par, ¿seria por sorpresa? – La chica que estaba hace unos momentos en la cafetería con nosotros – él asintió sabiendo de quien se trataba ese nombre, frunció el ceño y comenzó a hablar.

-¿Por qué ahora? – Niall no sabía a lo que se refería con esa pregunta pero vio desilusión en su mirada.

Niall iba a preguntar pero el profesor entro al salón, ya habría más tiempo para saber el porqué de su pregunta y la desilusión en su rostro.

Kait caminaba tranquilamente hasta su siguiente salón de clases, vio a una chica que llamo su atención, era esa la tal Elsy. Jamás la había visto antes y ahora se suponía que compartían clase juntas, eso inquieto aun más a Kait. Miro detenidamente como la chica entraba al salón, sabia que podía competir con la chica y aun así salir triunfadora, le haría ese favor, quitarle a Louis sin que ella se diera cuenta y después… después tan solo lo guardaría por un momento para botarlo, otro accesorio que quedaría con ella.

Miraba el reloj en repetidas ocasiones, estaba aburrida y sin ganas de prestar atención a clases. Cuando al fin el timbre sonó Kait salió deprisa, empujo todo a su paso para poder ser la primera en salir, pero tanta era su prisa que no se dio cuenta que choco con alguien.

-Kait, tu siempre tan distraída… -fruncí el ceño mirando a Harry.

-Y tu siempre debes estar peleando conmigo, no hay un día en que no me molestes – sonrió abrazándome por los hombros.

-Pero aun así me quieres – sonreí al igual que él.

-Claro pero tú me eres infiel siempre, cada día de la semana… - negó con la cabeza, paso la mano por sus rulos.

-No te engaño, solo presto mi cuerpo… - rio siguiendo – y no son todos los días, solo son los fines de semana - le di un ligero golpe en el hombro.

-Pero no prestes tu cuerpo o me pondré triste… - hice un puchero, parpadeando rápidamente.

-No te pongas triste… mejor dime ¿Qué podría hacer mi cuerpo contigo? – sonrió haciéndome caminar a su lado.

-Bueno… - comencé a pensar – me puedes dar masajes, seria un buen trabajo para que me prestes tu cuerpo solo a mi – recalque la ultima palabra y el rio.

-Pero eso no me convence, creo que seguiré prestándolo a mis amigas

-Ósea que me seguirás siendo infiel – fruncí el ceño deteniendo mi paso girándome a verlo, quedamos ambos frente a frente, los dos estábamos serios, pero nos gano la risa y aquel juego desapareció. Harry Styles, mi amigo desde hace tres años.

“Era su primer día en la universidad, Kait y su amiga Alma, habían sido admitidas, no conocían a nadie, incluso se sentían tristes porque Niall iba a abandonar Londres e irse a estudiar a Irlanda.

Había estado escuchando todo el día sobre dos jóvenes extremadamente guapos, les decían los “querubines”, ella no sabia los nombres de ellos, solo que deseaba verlos para así comprobar que el apodo les quedaba. Y como si los hubiera invocado, hicieron su aparición a la cafetería, su amiga y ella se quedaron embobadas mirándoles, en verdad parecían querubines, eran en verdad hermosos ante sus ojos. <>, le susurro su amiga sin apartar la vista de aquellos rostros.

Tiempo después en clases les habían pedido que hicieran un proyecto, algo que no se tratara sobre medicina o sobre algún clase que tomaban, debía ser algo que los distrajera, y por obra del destino Harry y Kait pidieron la misma opción “Dibujo”, ambos eran malos para eso, o eso era lo que ella creía sobre si misma.

Ambos no se conocían, ni siquiera él sabia de la existencia de Kait, pero conforme vieron que se llevaban bien, la confianza apareció. Harry se llevaba de una forma diferente con ella, en sus horas libres mientras aprovechaban para reunirse en el jardín de la universidad y hacer su proyecto, no era tan difícil solo era hacer bocetos sobre algún tema en especifico. Como pequeños chicos, habían elegido el tema de los animales tropicales.

-¿Qué es eso? – susurro Harry mientras estiraba su brazo poniéndolo en el respaldo de la banca, por detrás del cuerpo de Kait.

-Es una guacamaya, Harry…

-Amiga, eso no parece una guacamaya ¿Quién le pone amarillo a una? – rio para después con su mano libre picar mi panza con su dedo.

-Oye, las guacamayas tienen amarillo, ¿eres ciego o que? – proteste riendo, pero sin apartar la mirada de mi dibujo. – Debes dibujar algo tu también – Harry frunció el ceño mirándole, saco su cuadernillo de dibujo y comenzó a garabatear. Kait le miro.

-Harry, ese no es un animal tropical… - murmuro viendo al gato que dibujaba.

-Aun no lo es, pero lo será… - seguía con la mirada en el cuadernillo, se veía en verdad entretenido dibujando.
-¿Qué? – pregunto sin entender su respuesta.

-Si le agrego algo de plantas tropicales al dibujo, dejara de ser solo un gato hogareño, será un animal tropical – ambos rieron haciéndose hacia atrás.

La amistad con Harry había hecho que Kait se sintiera mejor, y casi no sintiera la partida de Nial. Harry se comportaba como todo un novio con ella, aun sabiendo de sus aventurillas con cualquiera que se le cruzara por el camino. Ambos eran parecidos en cierto modo, eran risueños, tonteaban demasiado, les gustaba el dibujo aunque fueran unos malos dibujantes. Kait se volvió una chica popular después de que la vieran seguido con Harry, muchos incluso pensaban que eran novios, pero en realidad solo jugaban a serlo.

Seguidas veces, cuando Harry quería tener un novia formal, resultaba que la chica los veía juntos, ya sea abrazados o jugando de forma que unos amigos no harían. Esto había echo que se distanciaran un poco, aparte la llegada de Niall y la noticia de que iba a estudiar de nuevo en el mismo instituto que su mejor amiga le había ayudado a no notar la diminuta indiferencia de Harry hacia ella.”

-¿Quieres ir a comer algo? – Harry acomodo su cabello, ella asintió.

-Pero… creí que tenías la primera hora en la misma aula que Niall.

-Si, pero él se quedo dentro del salón, no quiso salir a dar un paseo… - lo sabia, Nial era incapaz de saltarse las clases, y Harry era un experto en eso. Entraba, esperaba que nombraran asistencia y a los 20 minutos se salía con el pretexto de ir al baño.

-Eso quiere decir que llevas tiempo afuera – asintió mirando sobre su cabeza.

-Espérame aquí – sonrió caminando un poco, me gire hacia su dirección para ver que iba a hacer, un cabello largo y castaño estaba frente a mí ahora. Danna, la nueva conquista de Harry. Fruncí el ceño quedándome como tonta parada, note que Harry iba a tardar demasiado y decidí irme.

-Te estábamos buscando… - Mire a Nial y Louis acercarse hacia mi, sonreí coquetamente hacia el chico al lado de mi amigo.

-Pues aquí estoy, ¿Qué querían de mí?

-Me debes mi desayuno, te toca pagar hoy – resople mirando a Niall.

-Eres cruel, ¿verdad boo bear? – reí observando el rostro de Louis, el asintió golpeando levemente la espalda de Niall.

-¿Iremos a comer o nos quedaremos pensando en si soy cruel o no?

Caminamos hacia la cafetería, gracias a Dios que aun no estaba lleno porque odiaba tener que buscar una mesa vacía, tener que cargar con mi charola y tener que empujar a quien se pusiera frente a mí.
Pude ver como Louis no apartaba la vista de un lugar fijo, supuse que era la tal Elsy, me arme de valor, y abrí mi bocota.

-¿Y tienes novia? – di un mordisco a mi emparedado, él me miro sonriendo.

-No… - respondió sin dejar de sonreír.

-No me mientas… - le ataque.

-No te miento – su expresión fue de diversión.

-Entonces esa chica con la que estabas el otro día ¿Qué es?

-Es mi amiga – fruncí el ceño mirándole.

-Me mientes – reí dejando de comer.

-No te miento – rio conmigo, mientras que Niall me miraba con ojos aprensivos.

-¿Pero te gusta? – parecía que jamás paraba de reír, pero eso no me importaba, tenía una hermosa sonrisa.

-Solo es mi amiga… - puntualizo mirándome. ¿Por qué lo negaba?

Había llegado a mi casa algo cansada después de un largo y dudoso día en la universidad. Salude a Steve al entrar, subí la escaleras mirando el desorden que había en mi habitación, sentí que alguien estaba detrás, me di la vuelta.

-Se supone que usted debe limpiar el desorden… - fruncí el ceño mirando a la pequeña chica delante de mi – aquí están sus herramientas de limpieza – se encogió de hombros y desapareció por la puerta.

-HILDA – grite caminando detrás de ella – DETENTE, HILDA – la chica se detuvo mirándome, sus obscuros ojos parecían asustados - ¿Por qué debo yo, limpiar mi habitación? ¿Qué acaso no te pagan para que tú lo hagas? – la chica asintió con la cabeza.

-Pero su padre me ha indicado que no debo ordenar su habitación… - Bufe conteniéndome, ahora sabia que la culpa no era de la chica.

-¿Esta en casa? –pregunte y ella asintió.

Camine deprisa bajando las escaleras, su voz detrás de mi no impidió que siguiera mi paso decidido hasta el despacho del hombre que tenia como padre. Abrí la puerta sin siquiera tocar, no es porque no tuviera educación, pero queria que él se molestara, y sabia que haciendo eso lo lograría.

-Catherine, no seas irrespetuosa… ¿Qué no te he enseñado a tocar antes de…

-No, tu no me enseñaste nada – le rete mirándole, pero al instante que él vio hacia otro lado pude notar que no estábamos solos, una pareja estaba al lado de un chico. Me encogí de hombros sintiendo pena por como me había comportado, mi padre solo me miraba con el ceño fruncido. – Necesito hablar contigo… - murmure.

-Señorita, será mejor que salga – sentí el murmullo de Steve algo cerca de mi oreja, gire un poco la cabeza y asentí.

Salí algo desconcertada, mi comportamiento no me importaba pero el que mi padre estuviera con invitados y me haya comportado como una inmadura me avergonzaba.

-Lo siento, no debí haber entrado así – susurre a Steve quien estaba cerrando la puerta detrás de nosotros.

-Recuerda que debes comportarte, y mas ahora que su padre tiene visitas – fruncí el ceño algo confundida.

-¿A que te refieres con eso? – murmure mientras nos dirigíamos hacia la cocina. Me senté en la mesita esperando que Julia – la cocinera- me sirviera algo de comer. Sonreí viendo como ponía mi comida sobre la mesa. Pocas veces comía en este lugar, a mi padre no le gustaba que utilizara la mesa de los criados para comer, pero ¿para que usar el gran comedor? Era demasiado grande como para comer allí, yo sola.

-Me refiero a que la familia Payne, se hospedaran en las habitaciones de huéspedes de esta casa…

-¿Mas personas aquí? – Reí al escuchar la voz de Edward – tendremos que limpiar mas – se quejo dejando el pañuelo que llevaba colgado en el hombro.

-Edward, no te quejes que tu aquí solo eres el chofer - negué con la cabeza riendo.

-Lo siento… - se encogió de hombros – prosigan con la charla – nos animo mientras mordía un pan dulce. Mire de nuevo a Steve, esperando que hablara pero en eso sonó una campañilla que hizo que todos nos miráramos. Eso significaba una cosa, mi papá ya había salido de su despacho. Steve salió deprisa.

-Ed, supongo que sigue en pie la salida del sábado – sonreí mirándole.

-Por supuesto, solo espero que tu papá no me necesite en ese día – mordió de nuevo el pan.

-No creo, ya vez que últimamente usa mucho su coche nuevo – fruncí el ceño restándole importancia.

-Perderé el empleo – se quejo. – Ya no me necesitan en esta casa, tu ya tienes tu coche, Zayn ya maneja desde hace varios años y ahora el señor Malik compro un coche donde no necesitara chofer – se sentó en una silla golpeando su frente levemente en la mesa.

-Señorita… - Hilda sonreía – le necesita el señor Malik en la sala principal – resople levantándome de la silla sin mucho animo.

Camine con la más notable flojera hacia donde estaban, Steve estaba en la entrada mirándome con una sonrisa. Trate de sonreír pero no pude.

-¿Qué me espera allí dentro? – él no respondió y me hizo entrar.

-Catherine, hija… -sonrió mi padre levantándose del sofá, rodee los ojos ante su falsa alegría. – Ellos son los señores Payne y su hijo Liam – hice un movimiento de mano.

-Un placer – respondieron los adultos al unísono. El chico solo frunció el ceño y miro hacia otro lado.



Había terminado todo aquello de presentaciones, la incomodidad se fue cuando subí a mi habitación. Mi padre se había comportado como todo un padre ejemplar, le desconocía.



-Así que nuevas personas en tu casa he?

-Lo bueno es que casi no los veré, el chico es más grande por lo que no estudia, o eso creo, y los señores le ayudaran a mi papá en la empresa…

-¿Qué harás? – pregunto mirándome.

-Nada, tu bien sabes que jamás estoy en mi casa, por lo que no me importara tenerlos ahí – sonreí complaciente ante mi respuesta.

-Hey, amiguita… - me saludo Harry quien iba pasando ceca de nosotros. Moví mi mano saludándolo.

-Niall, ¿done esta Louis? - pregunte después de ver a Harry pasar.

-Sigues con eso… - frunció el ceño. Kait solo negó con la cabeza.

-Me preocupo por mis nuevos amigos… - la cabeza de la chica estaba dando vueltas mientras se intentaba inventar alguna excusa.

-Louis – saludo Niall, quien veía como Kait tenia su rostro algo sonrojado. Lo que no sabían era que no era cualquier sonrojo. Miro como las manos de Louis tomaban la botella de agua, deseo que esas manos le recorrieran el cuerpo, le hicieran gritar y gemir de la excitación.

-Kait estas algo distraída – sonrió Louis, ella negó con la cabeza.

-Louis, ¿podrías ayudarme con química? –soltó de repente, su rubio amigo le miro haciéndose hacia atrás al ver su asombro.



Louis había aceptado al ayudarle con química. Llego a casa de lo más feliz, había quedado juntarse a las ocho, tenía un perfecto plan ideado en su cabeza.

-Steve, cuando llegue Louis Tomlinson lo haces pasar hasta mi habitación – asintió mirándole subir las escaleras.

Kait calculo el tiempo en que debía entrar y tomar una ducha, su plan era sencillo, el mas sencillo que haya ingeniado. Escucho la puerta de su habitación abrirse, incluso escucho como decía su nombre, sabía que Louis estaría buscando el interruptor, pero no lo encontraría, ya que s habitación estaba algo rara en su forma de construcción.

Sonreí envolviéndome en mi toalla de baño, abrí la puerta y salí a la habitación, conocía muy bien mi habitación, no seria problema ver donde estaba Louis.

Entraba poca luz por la ventana, lo que me hacia divisar un cuerpo sentado en la cama, sonreí mas acercándome.

-Te estaba esperando… - susurre muy cerca de él. Me senté en sus piernas de frente, aun con la toalla puesta. Sus manos se deslizaron por mi espalda haciendo que mi toalla se cayera al suelo, comencé a sentir sus leves besos sobre mis hombros desnudos, sus manos sobre mi cintura acariciándome despacio.

Me hizo caer sobre la cama besando mi vientre, mis manos actuaron por si mismas quitándole la playera, él me ayudo a despojarle de su pantalón, un fuerte golpe en mi vientre me hizo extasiarme, su sexo se encontraba duro, al parecer estaba obteniendo lo que quería. Nos besamos demasiado, quería en verdad que ya estuviera dentro de mí, que me llenara de su esencia.

-Seré delicado… -susurro contra mi cuello, su voz estaba ronca y profunda. No resistí y mordí su labio inferior, él emitió un gemido de placer. Me moví ligeramente levantando mis caderas, el me tomo y comenzó a introducirse dentro de mi. Me aferre a su espalda con mis manos, su cuerpo se movía tan despacio que parecía estarme torturando, quería mas y él aprecia quererme hacer gemir mas fuerte.

Recordé que no estaba sola en casa, seguramente el tal Liam estaría rondando conociendo las diferentes habitaciones de la casa. Gemí fuertemente haciendo un profundo eco en el lugar, el rápidamente puso sus labios sobre los míos haciéndome callar, no soportaba tanta tortura, y como si fuera poco sentí aquella sensación que había estado esperando desde el día que le conocí, una explosión y mi cuerpo se convulsiono debajo del suyo.

Escuche como comenzaron a tocar la puerta, resople sin poder contestar, él aun seguía sobre mi, hacia un pequeño camino de besos sobre mis pechos y los pétalos que estaban sobre estos.

-Señorita Catherine – la voz de Steve me sobresalto, pero eso a mi acompañante no aprecio importarle, ya que siguió besándome – el joven Tomlinson ha dejado un mensaje, dijo que lo siente, pero no podría asistir esta noche para estudiar… -abrí mas lo ojos procesando la información que Steve me había dado. Si Louis jamás llego, entonces ¿Quién era con quien estaba en esos momentos?

Si Louis jamás llego, entonces ¿Quién era con quien estaba en esos momentos?

-No grites o asustaras a Steve – me susurro en el oído, asentí moviendo la cabeza. ¿Por qué no reconocía la voz?

-Gracias Steve –hable lo suficientemente fuerte para que me lograra escuchar del otro lado de la puerta.

Mi acompañante volvió a trazar un camino de besos en medio de mis pechos, llego hasta mi ombligo y pude sentir su cabello rozar mi vientre, levante mi mano para tocarle, pero de inmediato pude sentir su respiración a unos cuantos centímetros de mi rostro. Beso mis labios con rapidez, y se quedo sin hacer ningún movimiento, sentía su mirada en mí, pero no podía ver nada a causa de la obscuridad.

-Supongo que me iré – logre divisar un cabello rizado, la luz habia que entraba por la ventana habia jugado a mi favor.

-¿Harry? – intente quitarlo de encima de mi pero el me detuvo acorralando mis muñecas con sus manos.

-Dijiste que no querías que compartiera más mi cuerpo con otras – murmuro.

-Harry, eso era una broma, sabes que siempre digo lo mismo – mi pecho comenzaba a moverse rápidamente debido a mi respiración algo descontrolada.

-Creí que… - aparto sus manos de mis muñecas y se coloco al lado de mí en la cama. – ¿Lo siento? - lo dijo mas como si se estuviera cuestionando el mismo.

Nos quedamos en silencio, en fin, todo esto habia sido mi culpa por haber querido engañar a Louis, invitándolo a mi casa para “hacer tarea” cuando en realidad mis intenciones eran otras.

No sabia como iba a ser la relación entre Harry y yo, tenía miedo de que fuera el día siguiente.



-Estos días has tenido una cara de pocos amigos – argumento Niall mirando a su amiga, quien traía unas ojeras que no podían ser tapadas con el maquillaje.

-No estoy para bromas Niall – mascullo molesta mirando al frente.

-No estoy bromeando, te digo enserio… es viernes y ni siquiera has tenido relaciones en toda la semana, esto es de preocuparse - resoplo mirándole de soslayo, él que sabia sobre eso, una cosa es que no haya querido contarle sobre lo que paso con Harry y otra muy diferente es que su apetito sexual estuviera por los suelos desde aquel día.

-Da igual, el sexo no siempre me tiene de buenas – tomo su mochila que estaba sobre la mesa, comenzó a caminar hacia donde le llevaran sus piernas – Te veo después – dijo antes de que desapareciera de la vista del rubio.

Un sin fin de alumnos le pasaban por los lados, su mirada le hizo detenerse, se quedo de pie mirando hacia el patio principal, a esos dos ella los conocía. Se acercó lo suficiente para que su mirada le dejara ver bien los rostros, Harry y Louis estaban platicando de algo que les hacia reír a ambos. ¿Desde cuando Harry era amigo de Louis? ¿Por qué jamás los habia visto juntos, sino hasta ahora? Preguntas como estas atravesaban su cabeza.

-Buuu – se sobre salto, miro hacia atrás y vio los ojos color café verdosos de Alma. - ¿a quien estamos viendo? – sonrió mirando hacia donde Kait tenia la mirada antes.

-Nada en especial…

-Harry Styles, ¿he? – sonrió mas pero ahora mirando a su amiga, quien tenia el ceño fruncido.

-No – mascullo Kait, comenzó su caminar de nuevo, pero Alma le seguía a paso rápido.

-Entonces si no era Styles, era Tomlinson – sonrió mas cuando Kait se giro completamente a verla, sus ojos estaban encantados de haber escuchado solo su apellido.

-Alma, deja de ser una estúpida, no digas cosas que no son, solo estaba viendo el paisaje que nos rodea en esta construcción – bufo tratando de controlar su temperamento. Su amiga puso las manos detrás de su espalda, se balanceo con los pies y sonrió más.

-No me engañas, algo pasa en tu cabeza alocada y pervertida, lo averiguare – dicho esto comenzó a caminar en dirección contraria a Kait, dejándola sola en medio de los pasillos.



Habia sido la ultima clase del día, se decidió por ir a la biblioteca que estaba dentro de la universidad, tenia que cruzar el jardín de orquídeas y tulipanes, le gustaban las flores pero como jamás recibía ninguna, comenzó a odiarlas.

Su mochila estaba colgada en su hombro, solo quedaba unos metros para llegar a donde se dirigía. A lo lejos vio a la chica, la tal Elsy y a Louis a su lado, él sostenía su mano mirándola a los ojos, podía notar que los labios de Louis estaban moviéndose, seguramente estarían platicando de algo que no debía prestarle importancia. Sintió su celular vibrar, lo saco de su bolso del pantalón mirando el mensaje de texto.

Si lo que te preguntas es que están haciendo esos dos, Louis le esta pidiendo que sea su novia – Niall

Miro a todos lados buscando a su rubio amigo, pero no lo veía por ningún lado, una cosa si sabia, él la estaba viendo.

Esto no podría pasar, él no debía estar con ella, era algo que no permitiría. Camino decidida hacia donde estaban, aun no estaba cerca pero su cabeza ya iba ideando una buena excusa para interrumpirlos.

-Kait – Lo escucho detrás de ella. Rodo los ojos continuando con su paso apresurado hacia la parejita.

-Harry, no tengo tiempo – mascullo.

Llego hacia donde estaba Louis y sonrió mirándole.

-Hola Louis – él chico sonrió un poco para después mirar a la chica. Kait miro a Elsy y sonrió fingidamente. – Lo siento no habia notado tu presencia – volvió a mirar a Louis – Prometiste enseñarme sobre química, no ano muy bien con la tabla – hizo un puchero algo infantil.

-Claro que te ayudare, Kait – sonrió mirándole, después miro a Elsy – Ella es Elsy – le dijo a Kait – Elsy, ella es…

-Se quien es – sonrió la chica interrumpiendo a Louis - ¿Kait? ¿no?

-¿La conoces? – pregunto Louis. Kait sonrió complaciente, era más que obvio que le conocían todos en la universidad, era algo así como popular, y todo eso se lo debía a su belleza. Podría no tener un cuerpo escultural, pero era delgada y tenía una belleza y porte que cautivaba, era inevitable no mirarla y perderse en su mirada, sus ojos marrones, su piel color vainilla y su largo cabello azabache.

-Claro que la conozco, pero no por muy buenas razones – sonrió hipócritamente hacia Kait. Ella resoplo, sin tomarle importancia al comentario.

-Bueno, entonces te veo en mi casa, espero que esta vez no me falles – sonrió mordiéndose un labio. Louis asintió y después de esto, Kait, comenzó a caminar hacia la biblioteca, movió sus caderas provocativamente –que aunque no tuviera un enorme trasero, siempre llamaba la atención por tener esa sensualidad al caminar – Louis no pude evitar girar la cabeza para verle partir, aprovecho a hacer esto ya que en ese momento Mónica habia llegado a hablar con Elsy, por lo que estaba distraída en la charla con su amiga y él podía ver como se alejaba aquella chica, que hasta ahora solo habia conversado unas cuantas veces con ella gracias a Niall.

-¿Has visto a un chica de esta estatura – puso su mano simulando decir un estatura – con ojos grandes y marrones, cabello obscuro? – pregunto Harry mirando a Louis quien se habia quedado ido mirando hacia donde habia visto por ultima vez a Kait.

-emmm… ¿Qué? – parpadeo rápido, frunció el ceño - ¿hablas de Kait? - Harry asintió – se fue por allá – señalo Louis el lugar donde se habia quedado mirando.



-Si mi intuición no me falla debo decir que en unos cuantos días nuestra graduación será la mejor de todas – decía María, jugando con la pluma mientras que veía como Alma escribía en la libreta. Kait solo miraba hacia la estantería sentada al lado de sus amigas.

-En vez de pensar en nuestra graduación piensa en si en verdad te vas a graduar – farfullo Alma terminando de escribir – Kait no has hecho nada – le regaño dándole su libreta para que copiara el apunte.

-No tengo ganas de hacer nada el día de hoy – subió los pies a la silla que estaba a su lado.

-Mi amor, ¿Cómo es que no quieres hacer nada? – María le abrazo por los hombros besando su mejilla, Kait rio.

-Feas… - Niall se sentó al lado de Alma, se sonrojo de inmediato, giro su cabeza hacia otro lado y simulo ver algo que nadie mas que ella le veía importancia. – mañana debemos ir a recoger las togas – subió los pies a la misma silla en donde los tenia Kait.

-Eres un baboso, ¿Cómo nos vienes a decir esto hasta ahorita? – María le lanzo una bola de papel, él solo rio.

-No es mi culpa, hasta ahorita me dijeron… - mira a Kait quien estaba pensativa, ¿Qué haría esta noche cuando Louis fuera a su casa? Una cosa estaba segura no se pondría a tratar de seducirlo. – Kait, tú y yo debemos hablar…

-Lo se, ¿Dónde estabas cuando me enviaste el mensaje? – pregunto apoyando su cabeza en su mano, su brazo estaba en la mesa.

-Estaba en la banca, al lado del pino – rodo los ojos algo molesto porque no le habia visto.

-Estabas escondido, porque mire hacia allá y no te vi – le acuso Kait. María y Alma les miraban sin comprender su conversación.



Niall iba a su casillero por algunas cosas que habia olvidado sacar, miraba su celular intentando no tropezar. Louis estaba al lado de su casillero – ya que el casillero de Louis estaba al lado del de Niall – le saludo y abrió el suyo.

-Hey, ¿no te ha dicho nada, Kait? – Niall saco su cabeza un poco y miro a Louis quien miraba algo dentro de su casillero.

-No, ¿Qué debería decirme? – quiso saber, esto le comenzaba a parecer raro ¿Por qué tanta importancia con Kait?

-No lo se, hoy iré a su casa…- hizo una mueca y cerro su casillero mirando los movimientos de Niall.

-No lo sabia – mascullo el rubio metiendo algunos libros a su mochila - ¿Qué paso con Elsy? – pregunto, sabia que esta información le serviría con la platica con Kait.

-Hoy le pedí que fuera mi novia – susurro Louis, algo tímido.

-¿Qué fue lo que respondió? – Niall preguntaba simulando no estar interesado.

-El miércoles me va a dar una respuesta, estaré todo el fin de semana y parte de la semana preocupado por su respuesta – suspiro comenzando a caminar. Niall camino a su lado.

-Supongo que nos veremos el lunes – dijo el rubio, apresuro su paso, habia quedado de platicar con Kait, antes de que Tomlinson llegara para su “repaso de química”.