Los Ojos del Demonio (Harry Styles)

A paso apresurado Dina caminaba detrás de Harry cuando este minutos antes había tomado su forma animal perdiéndose por el bosque. Verónica había intentado detenerle pero de inmediato se dio cuenta que ella ocupaba tiempo a solas, tanto como Harry también lo necesitaba. Louis y la castaña regresaron a la vieja casa dejando a ese par de chicos a su suerte en medio del bosque.

Después del paso de las horas, Dina pudo ver como el cielo se estaba haciendo obscuro, la gran masa grande que amenazaba con cubrir el cielo con su luz blanca. La castaña cayó entre las ramas en sus rodillas, murmuro una maldición mirando sus manos, algunas cuantas lágrimas cayeron en ellas haciendo que la chica cubriera sus ojos de inmediato.

"Soy una estúpida" pensó limpiando las lágrimas que bailaban en sus mejillas "Él tiene razón, no deberíamos estar juntos" soltó un fuerte suspiro poniéndose de pie.

Continuo con su paso, iba a regresar y no buscarle, no quería estar detrás de él, no lo haría por el simple orgullo que no se lo permitía. Con la cabeza cabizbaja continuo con su caminata de regreso, el ruido de las hojas al crujir bajo sus pies era un sonido que le agradaba, hojas de otoño que habían caído de los árboles, el invierno llegaría en cualquier momento, junto con el llegaría el fin del año y ella se sentía igual que cuando comenzó en este lugar, a pesar de que habían secretos de su padre que ahora sabia, sobre el chico que se había enamorado había descubierto que no solo tenía un pasado obscuro sino que su presente y futuro se hacía más lejano de entender para ella.

Dina quería ser esa chica en la que Harry pudiera confiar, esa chica que quitara esa pared de hierro que él se había encargado de poner a su alrededor, no solo quería ser “la protegida” de ese chico, ella quería ser la que hiciera que esos hoyuelos que raramente estaban sobre su rostro aparecieran en una sonrisa cada vez que le viera.

Tenía todo lo que quería, una madre que la esperaba todos los días en casa, que trabajaba solo para darle lo mejor, incluso en este momento se había planteado que su madre había hecho lo mejor en mudarse a Lothian, su vida en Durham hubiera sido tan monótona que sin su abuelo ella hubiera caído en depresión y esto le hubiera llevado al suicidio de inmediato, algo extremo pero entre sus planes esa sería la solución de no haberse mudado.

Podría decirse que al principio odiaba Lothian, su gente, sus tradiciones, todo en este lugar le molestaba, pero desde que conoció a Zayn todo había cambiado para ella, él había hecho que se acercara a Harry sin darse cuenta, Dina podía sentir la conexión que tenían y sabía que después de aquella noche en que habían sido uno mismo eso había incrementado.

-Hola, linda – Dina escucho la voz haciendo un eco que le erizo la piel de inmediato.

-¿Quién anda ahí? – pregunto mirando a todos lados con algo de desespero. El crujir de las ramas le avisaba que alguien se acercaba pero ella no podía ver nada a pesar de que aún había un poco de luz. – Esto no es gracioso…

-Lo es, al menos para mí – la mirada de Dina se fue a la punta de una rama de un árbol, un joven rubio estaba en cuclillas mirando hacia ella.

-¿Qué es lo que quieres? – el miedo comenzaba a apoderarse de ella.

–Demasiado tiempo sin vernos, creí que ya era hora de hacerte una visita… - Gian bajo de la rama de tan solo un salto quedando frente a la castaña.

-No deberías estar aquí – dijo firmemente empuñando sus manos.

-Tu tampoco deberías, linda – sonrió mostrando sus dientes. Su mirada vagaba por el cuerpo de Dina, su sonrisa aún no se apartaba de su rostro, dio un paso hacia delante pero ella dio uno hacia atrás no queriendo acortar la distancia entre ambos.

-Te advierto que no es buena idea que estés rondando por aquí… - decía con autoridad, Gian podía ver el miedo reflejado en su mirada, y eso lo hacía aún más excitante, no le dio importancia a sus palabras, comenzando a hablar él de nuevo.

–Harry ha hecho que le recuerde de por vida… - murmuro y Dina no pudo llevar su mirada a la mejilla del chico, la letra “H” estaba sobre esta, Harry le había marcado la última vez que ellos se habían enfrentado, la castaña aun recordaba aquella noche. La mirada de odio que se producía en Gian de solo pensar en aquel día le provocaba matar a la mirtingasi pero no podía por más que lo deseara ver destruido a Harry, debía acatar las órdenes de sus superior, “llevar a la chica con vida ante él”.

-Era algo que te merecías – Gian se acercó más mostrando su enojo, la tomo por ambos brazos haciendo que su espalda chocara con el tronco de un árbol, Dina se quejó del dolor. – Suéltame… aléjate de…

-¿Qué se siente estar desprotegida? ¿Qué se siente que no esté aquí ese estúpido felino para defenderte? – Pregunto con diversión – No respondas, con tan solo ver sé que tienes miedo, mueres de miedo… - hecho una carcajada que hizo que algunos pájaros salieran volando sin rumbo.

-AYUDA…ALGUIEN QUE ME AYUDE… -gritaba Dina pero era imposible. Gian por su parte volvió a reír.

-Grita todo lo que quieras… nadie podrá escucharte, ni siquiera tu adorado Harry… - el rubio tenía un mirada hacia Dina como el cazador a su presa, la tenía justo donde quería, intimidada por él. – incluso si quieres puedo ayudarte… Auxilio, alguien que ayude a la indefensa de Dina… - gritaba con diversión. - ¡te has dado cuenta? Nadie vendrá a salvarte, estamos bajo un hechizo que nuestras voces e inclusive presencia hace que ningún inmoral o mortal pueda detectarnos – sonrió complacido al alimentar el pánico en Dina.

-Gian – la voz femenina detrás de él le hizo sonreír aún más. – No juegues con la mirtingasi… no hasta que yo haya jugado con ella – Dina pudo saber de quien se trataba sin siquiera ver. – Aléjate de ella de inmediato… - Gian le miro por última vez sonriendo, se apartó de ella y así Dina pudo ver los ojos llenos de odio de Fabela.



La obscuridad de la noche estaba cubriendo Durham, la vieja casa al lado del bosque tenía todas las luces encendidas, Harry abrió la puerta principal entrando, no esperaba ver a todos en la sala principal, unos cuantos pares de ojos se posaron en el rizado.

-¿Qué sucede? – dijo pasando por alto a todos, su caminar le condujo a la cocina, abrió el refrigerador sacando el galón de leche, bebió del asombrándole un poco que Verónica no haya dicho algún comentario en desaprobación.

-¿Estuviste con Dina todo este tiempo fuera de casa? – pregunto Louis a su amigo sin que nadie le escuchara.

-No – frunció el ceño - ¿sucede algo con ella? – Niall entro a la cocina abriendo el refrigerador mirando a ambos tan sospechosos.

-Tanto misterio hace que me de hambre – murmuro sacando un poco de la pizza de la noche anterior.

-No molestes – le dijo Harry mirandole mal, volvió su mirada a Louis esperando a que respondiera.

-Madeline, la madre de Dina…

-Se quién es… Por la mierda, ya dilo de una vez – el rizado comenzaba a alterarse.

-Dina no ha llegado a su casa… - Harry frunció mas el ceño – su madre ha llamado mientras tú estabas fuera, dice que no ha vuelto después del instituto, le dije que estaba contigo…

-¿Desapareció? – Se preguntó a él mismo, volvió a mirar a su amigo – Joder, Louis… - golpeo la pared furioso.

-La encontraremos, Harry – escucho a Niall quien no había salido de la cocina aun. – Chicos puñeteros… – Niall estaba saliendo de la cocina llamando a Zayn y Liam, Verónica le miro con el ceño fruncido al entrar a la sala, Harry y Louis le siguieron en silencio.

-Estamos viendo el partido… - decía Liam intentando callar a Niall.

-Algo bueno que hay en este país – le siguió Zayn.

-Tenemos problemas… - anuncio el rubio con una sonrisa algo amarga – alguien de nuestra familia ha desaparecido – ambos chicos le miraron de inmediato.

Zayn no pudo evitar mirar a Harry quien estaba callado recargado en la pared mirando a la nada.

-¿Dina? – pregunto el moreno queriendo que la respuesta fuera un “ella está bien” pero Niall asintió. – Maldición, Harry… tu único trabajo era protegerla… - Zayn le levanto del asiento empujando al rizado, le dio un empujón más fuerte haciendo que Harry se tambaleara y cayera al piso.

-ZAYN – grito Liam intentando apartarlo – tenemos que resolver esto, no comiencen con estupideces… - Harry no se movió, siguió en el suelo mirando a un punto fijo.

-Hermano, ¿estás bien? – pregunto Louis a su lado, el asintió.

-No todo aquí es mi culpa…-dijo al fin Harry a Zayn.

-Querías protegerla, pero en realidad de la única persona que la debimos haber protegido es de ti… - le reclamaba furioso.

-No la deje a su suerte solo por acobardarme… - le reto el rizado.

-BASTA – dijo Verónica – esto no ayudara a encontrar a Dina… debemos concentrarnos en la búsqueda… Lo último que saben de ella…

-La última vez que la vi fue esta tarde en el bosque… - dijo Louis recordando, Verónica asintió.

-Gian – exclamo Harry mirando a todos – él debió habérsela llevado…

-Eso incluye a Fabela – decía el rubio.

-…O a Bernard… - Louis miro a Harry recordando a aquel chico. Harry se puso de pie rápidamente.

-Gemma también es una de las sospechosas – dijo Liam mirando como el rizado fruncía el ceño.

-Por más que quiera creer lo contrario sé que estas en lo cierto, Liam. – hablo con pesar sabiendo que su hermana podía estar implicada en la desaparición de la chica.

-Tenemos a una mirtingasi que salvar… - el rubio subía las escaleras mientras hablaba.

Los seis brujos subieron al ático en busca de respuestas, Harry fue el primero en entrar buscando en el libro de las sombras, lo coloco sobre la mesa de madera pasando página por página buscando algún hechizo que pudiera servir.

-Aquí esta… - dijo mientras pasaba la mirada por el manuscrito. – ¿Liam? – el castaño se puso a su lado de inmediato.

-Es simple… -se alejó buscando un mapa mundial, lo coloco sobre la mesa. – Esto debe servir…

-Quiero intentarlo – dijo el rizado, a lo que Liam asintió.

Todos se colocaron alrededor de la mesa mirando el mapa, Harry tomo su collar con la perla de Huenia en sus manos, cerró los ojos al igual que todos, alzo ambas manos con el collar entre estas, “Parodyk man savo buvimo” decía pensando en Dina, su cabello castaño como se alborotaba con la simple brisa del aire, sus ojos que aún eran un misterio para él aparecieron en su pensamiento. Dejo caer el collar sobre el mapa abriendo los ojos, la perla de Huenia comenzó a deslizarse por el papel bajando en el mapa, “Nueva Zelanda” pensó Harry alzando la mirada para ver a los demás.

-Esto podría ser la gran oportunidad – dijo Niall mirandole – nuestro padre puede estar con vida en ese lugar…

-Pero entonces nuestros cálculos estarían mal… es imposible – hablo Liam aturdido de lo que estaba pasando.

-Tendremos que averiguarlo… - el que hablaba ahora era Louis mirando a Harry, sabía muy bien a que se debía el silencio de su amigo. Si llegara a estar Nerky en aquel lugar la muerte de Dina iba a ser más anticipada de lo que ellos se pudieron imaginar.

Harry miro a Louis con el rostro casi empalidecido después de que había bajado a su habitación, no se ocupaban palabras para saber lo que pasaba, podían sentir la tención ambos en aquellas cuatro paredes.

-¿Estás seguro de querer hacerlo? – le pregunto Louis dudando en si quería escuchar la respuesta. Harry respiro pesadamente.

-Solo sé que sea lo que sea que encontremos allá… - suspiro mirando por la ventana – mi venganza seguirá en pie…