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Los Ojos del Demonio (Harry Styles)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Los Ojos del Demonio (Harry Styles)
Capitulo 4. El tiempo pasa pero las cosas no se ovidan
Los chicos salieron de la casa adentrándose al bosque. Un gruñido de entre los labios de Harry salió antes de saltar y convertirse en pantera. Liam movió sus brazos comenzando a aletear para después tomar su forma animal, el águila se abrió paso entre los arboles, mientras que el cuervo se detuvo en una rama observando detenidamente el lugar. El zorro cobrizo seguía a gran velocidad a la pantera mientras que a su misma vez olfateaba las hojas que ahora estaban sobre la tierra.
Dina se quedo en la entrada del bosque mirando como aquellos jóvenes se habían transformado en animales. Verónica se mantenía a su lado con una mueca en los labios, su mirada captaba al mismo tiempo las direcciones en las que los cuatro chicos se dirigían.
-¿A dónde vas? – pregunto Verónica al ver como Dina comenzaba a caminar entrando al bosque.
-No quiero quedarme a esperar sin saber lo que pasara… - la chica de ojos color esmeralda sonrió ante la valentía de Dina. No dijo nada solo comenzó a caminar a su lado mirando los arboles y la naturaleza que les rodeaba. -¿Conoces desde hace mucho tiempo a Harry? – pregunto Dina de repente, a lo que Verónica volvió la cabeza hacia ella sospechando el porqué de su pregunta.
-Demasiado tiempo… - respondió la chica con una sonrisa – paso la mayor parte de su vida en mi casa después de que lo encontré… - Dina hizo una mueca de no saber a lo que se refería, así que Verónica continuo hablando – Veras, a principios de 1730…
“-Mi señora, alguien de los suyos esta cortando cabezas en Grosseto – una de las criadas le decía asustada.
-¿A que te refieres con alguien de los míos, Leticia? – Verónica se levanto de su asiento conduciendo a la criada hasta lo que era su despacho.
-Un hechicero, mi señora… - la mujer temblaba de miedo al sentir la mirada atónita de la chica.
-¿Alguien mas sabe sobre esto? – la criada negó caminando detrás de la imponente mujer de ojos esmeralda. Ahora iba a su habitación. – Supongo que tendré que encargarme yo misma de este asunto, no me gusta la violencia pero en mi territorio no habrá más muertes…
-Es al este de Grosseto… - le dijo la mujer después de ayudarle a colocarse su esponjado vestido de aldeana. - ¿necesitara un carruaje, mi señora? – Verónica negó haciendo un movimiento de cabeza para que la mujer saliera de su habitación. La criada obedeció cerrando la puerta detrás de ella.
-Si en algún lugar debo estar, que sea Grosseto mi lugar de andar… - decía Verónica cerrando sus ojos, suspiro sintiendo el movimiento rápido de su cuerpo sin alma hacia otra dimensión. Segundos después dejo de sentir el fuerte movimiento dejando que el hermoso parque principal viera sus ojos esmeralda por primera vez.
Su ceño se frunció al ver que el lugar no era tan hermoso como esperaba, se podía oler desde lejos el miedo y la sangre derramada por las calles. La chica suspiro comenzando con su búsqueda.
El día paso demasiado rápido, y a pesar de su experiencia no pudo encontrar al hechicero, pero no iba a darse por vencida, no hasta poder acribillarlo y sentenciarlo para que supiera lo malo que era matar mirtingasis.
Pero cuando pensó que estaba fuera de rumbo, pudo ver como un par de chicos salían de la taberna al lado de una rubia. El rizado le llevaba por la cintura, mientras que el castaño caminaba detrás de ellos tambaleándose debido a su ebriedad.
Verónica les siguió sospechando que había encontrado a quien buscaba, podía sentir algo de magia en aquellos muchachos, pero sus sentidos podían estar fallando o jugándole una broma.
-Ven preciosa, solo unos cuantos besitos – le decía el rizado a la rubia, estando ya en el callejón. Verónica estaba frente a ellos mirando la escena, podía ver todo desde el Angulo que ella quisiera, gracias a su gran capacidad para camuflajearse.
-Es un lugar sucio – le decía el castaño recargado en la pared con una botella de licor en manos. Le dio un trago y sonrió al ver como su amigo besaba a la rubia que habían conseguido esa noche.
-Me lastimas – gimió la chica sin apartarse, puesto que no podía ya que estaba entre la húmeda pared y el cuerpo de Harry.
-Te encantara – le decía el rizado levantando el esponjado vestido para así poder meter su mano entre la intimidad de la chica. Ella no se negó aguantando el dolor que le provocaban las afiladas uñas del chico. – Solo no te muevas – sonrió pasando sus labios por el delicado cuello de la rubia.
-Deberías terminar de una vez – murmuro Louis impaciente por ver como su amigo follaba a la chica.
-Silencio – gruño Harry. Levanto la pierna de la chica posicionándose de tal forma que le permitiera adentrar su extremidad. La rubia gimió al mismo tiempo que Verónica hizo una mueca de repulsión. Ella quería parar aquel acto, pero no podía hacer nada, solo era una prostituta aquella chica rubia, suponía tendría su paga una vez que esos chicos terminaran con ella.
Verónica se dio media vuelta decidida a marcharse, se hospedaría en uno de los hoteles de la ciudad, y mañana seguiría con su búsqueda. Pero un fuerte grito de dolor y el olor a sangre le hicieron detenerse. Miro a la chica en el suelo con el vestido destrozado. Se acercó captando dos letras en el pecho de la rubia “HS”, su cabeza estaba separada de su cuerpo, por lo que la sangre corría en forma de rio hasta la alcantarilla.
Su mirada busco a los chicos que estaban al lado del cuerpo mirando con una sonrisa de satisfacción. Minutos después el de cabello rizado comenzó a convulsionarse en el frio suelo poniendo los ojos en blanco. El castaño se mantenía en posición fetal meciéndose de atrás hacia delante presionando sus sienes con sus dedos.
Verónica quito su escudo invisible. Había encontrado a los hechiceros que habían estado matando en Grosseto, pero había descubierto algo mas. Eran unos hechiceros primerizos.”
-Así fue como los conocí, quise ayudarlos, no era como si se vieran tan desamparados e inofensivos… - Verónica rio un poco – podía jurar que Harry era el mismísimo demonio al verle hacer tantos asesinatos.
-Pero él ahora no hace eso o ¿si? – pregunto dudosa temiendo que la respuesta fuera un “si”. Verónica se encogió de hombros.
-No lo se… pero Harry esta muy cambiado, ahora es algo callado… - resoplo la chica mirando el largo sendero que les faltaba por recorrer. Aun no había rastro de a donde se habían ido los demás.
-¿Cómo es que Harry cambio?
-Quise ayudarlo, desde enseñarle todo lo que se…
“Verónica llego a casa con ambos chicos gimiendo de dolor. Una ducha helada para el rizado y una cazuela para que el castaño dejara salir toda el agua que fuera necesaria.
Los gruñidos de Harry le hacían que la piel se le erizara. Las pupilas del chico estaban dilatadas, sus dientes rechinaban con cada dolor que sentía. Esto era de cada noche. Se embriagaban para poder olvidar el dolor que habían sentido. El no poder controlar sus poderes les hacía que llegada la noche todo su poder explotara llevándolos a tal punto de sentir como su cuerpo se retorcía a causa del fuego o del agua, dependiendo de cada uno de ellos.
Las criadas estaban ayudando a Verónica con aquel par de chicos.
Una menuda mujer era la encargada de poner trapos mojados sobre el cuerpo desnudo de Harry. Mientras que otra golpeaba suavemente la espalda de Louis, ayudándole a que todo el agua saliera de él.
-Maldición… - grito Harry levantándose de la cama. Verónica le detuvo con un pequeño truco que había aprendido a principios de la época. - ¿Qué estas haciendo? – Pregunto el rizado molesto – te matare… - le amenazo sintiendo como las llamas salían por sus extremidades. La voz de Harry no le hizo asustarse.
-Deberías mantenerte quieto, sino podría matarte antes de que tú siquiera pestañees – Verónica sonrió.
-No sabes quien soy… -decía el rizado aun luchando con aquel conjuro que ahora la chica de ojos color esmeralda estaba haciendo.
-No lo se, así como tu no sabes quien soy yo… - Harry frunció el ceño dejando de luchar contra la magia de Verónica. La mirada amenazante del rizado no intimidaba a la chica. – has estado asesinando demasiados mirtingasis en mis territorios, eso me hace sentir que no debo perdonarte la vida…
-Hazlo, no me perdones por matar a unos cuantos… mátame ahora… - volvió a gruñir estando algo mas calmado sobre la cama. Su pecho desnudo de contraía debido a la respiración agitada.
-Eso es lo que quieres… - susurro – pero no te daré lo que quieres… te daré algo mejor… - Verónica hizo sonar una campanita, segundos después dos enormes hombres entraron en la habitación. – Saben lo que deben hacer con él. –
Uno de ellos sonrió tomando a Harry, el rizado no podía ni moverse debido a la grande presión que el hombre causaba en su cuerpo.
-Suéltame – grito desesperado sin poder mirar hacia otro lado que no fuera la espalda del hombre.
Por la mañana Louis y Verónica desayunaban en el comedor principal. El castaño le dedicaba miradas de nobleza, pero a la vez miradas de desprecio.
-Supongo que tienes preguntas… - murmuro Verónica al sentir la última mirada de Louis sobre ella. Él se aclaró la garganta.
-¿Qué es lo que quiere de nosotros? ¿Donde esta Harry? – la chica puso ambos codos sobre la mesa mirando el ceño fruncido de Louis.
-Quiero que dejen de asesinar mirtingasis…
-¿Qué? – dijo Louis sin entender. - ¿Qué es eso?
-Los mirtingasis son los mortales, los humanos… - el castaño alzo ambas cejas en forma de sorpresa. – y a lo que se refiere a tu amigo… esta en un lugar resguardado con llave para que reflexione sobre sus actos pasados, a no ser que los mate a ambos antes de dejarlos escapar…
-Solo somos unos chicos… - murmuro Louis agachando la cabeza. – no sabemos mucho de lo que nos pasa, solo que estamos malditos…
-Y el estar malditos los hace querer matar… - dedujo Verónica, a lo que Louis negó.
-Tan solo lo hacemos por diversión, o al menos eso es lo que pensamos al estar asesinando… jamás nos imaginamos que hubiera alguien mas como nosotros…
-¿Qué es lo que saben sobre lo que son? – pregunto mirando a Louis, quien tenia la mirada en un punto detrás de ella.
-Yo pude escuchar a mis padres cuando solo tenia diez años hablando con alguien en su habitación, era una sombra obscura en la pared, ellos le pedían que hiciera lo mismo que hizo conmigo solo para que mi hermana pequeña naciera… él se negó, aun tengo esa voz en mi cabeza, la misma voz que estaba dentro de mi cuando vi a mi familia morir hace siete años… - algunas lagrimas se asomaban por los ojos de Louis – desde ese momento él dijo que regresaría para decirnos que era lo que pasaba – Verónica supo que con ese “él” se refería a Nerky – pero jamás le hemos visto incluso Harry, él no sabe que fue lo que paso con él, creemos que sus padres hicieron lo mismo que los míos…
-Un pacto, un contrato o como quieras llamarle… ese demonio, Nerky, ahora tiene sus almas – la chica estaba segura que era el mismo demonio, ya que la noche anterior les vio el signo sobre su pecho a ambos, el mismo que ella llevaba en la parte baja de su vientre.
Louis le miraba con pesar, puesto que había perdido todo.
-No los dejare solos en esto… - dijo la chica recordando sus primeros días como hechicera, como había sufrido ella sola sin alguien que detuviera el dolor dentro de ella. – debes darme tu palabra de poner de tu parte para que tu amigo cambie su forma de pensar, no quiero mas muertes, podrían descubrirnos y no sé que es lo que sean capaz de hacernos los aldeanos…
-Lo hare… ¿puedo hablar con él? – pregunto levantándose de la silla. Verónica negó haciendo lo mismo.
-Por ahora dejaremos que él pida salir de ese lugar, no quiero que cometa alguna estupidez… - el castaño asintió caminando fuera de la sala principal. – Estaré en mi despacho por si necesitas de algo – el chico sonrió amablemente subiendo ahora por las escaleras hasta la habitación donde había amanecido.
Las horas pasaron y Verónica seguía en su despacho escribiendo acerca de los conjuros que había fallado en los últimos días. Escucho el pequeño golpecito a la puerta de madera, seguido de unos ojos griseaseos cuando la puerta se abrió.
-¿Sucede algo? – pregunto Verónica al ver como la preocupación llenaba el rostro del chico.
-Quisiera aprender todo sobre la magia… -la chica de ojos esmeralda sonrió. – quisiera poder controlar todo esto que siento en mi interior sin que sea tan doloroso…
-Te ayudare, incluso a tu amigo… - Verónica chaqueo los dedos haciendo que ambos aparecieran en un lugar tipo calabozo.
Louis miro detenidamente cada punto que sus ojos le permitían captar. Verónica comenzó a caminar notando como le fuego en las antorchas estaba descontrolado y llameaba mas de lo normal. Ambos se fueron acercando hasta una celda húmeda y mohosa donde un bulto se podía ver en la parte interior de esta, en cuclillas y meciéndose sobre sus piernas.
El chico al sentir la presencia de alguien más se volvió hasta Verónica y Louis. Soltó una risa al verles de pie frente a él. El rizado se acercó a la reja sucia colocando ambas manos entre los barrotes.
-Vienes a visitarme… - murmuro Harry mirando mal a Louis, quien ahora estaba bien vestido a comparación de él.
-Harry… - susurro su amigo pero Verónica lo detuvo para ella ahora comenzar a hablar.
-No es una visita, solo vengo a hacerte una propuesta… - la mirada retante entre ambos estaba haciéndose presente. – ¿estas dispuesto a obedecerme en todo una vez fuera de estas rejas?
-¿Obedecerte? ¿Por qué debo de hacerlo? – pregunto mirándole directamente a los ojos.
-Porque a pesar de tu actitud retante y despiadada estas asustado… - murmuro Verónica. La chica sabia muy bien como se sentía el rizado en esos momentos, aparte de su habilidad para sentir los sentimientos de los demás tenia experiencia en como se sentía alguien primerizo.
Harry le miro con recelo cuando le escucho.
-No hagas difíciles las cosas Harry, ella nos ayudara…
-Podría ayudarte a dejar de sentir ese fuego que te quema por dentro cada noche… - le decía la chica – no tienes por qué temer, Harry…
-¿Me sacaras de aquí si acepto? – ella negó.
-Te sacare hasta que pueda confiar en tu palabra…
-Entonces da igual, seguiré en este lugar como prisionero… - se alejó de los barrotes sentándose en el mismo sitio donde lo habían encontrado.
-Bien… - Verónica le echo un ultimo vistazo a Harry quien les daba la espalda ahora – hemos terminado aquí, andando Louis, tenemos muchas cosas que hacer… - le dijo comenzando a caminar y dándole ahora ella la espalda al rizado.
Louis miro a su amigo y suspiro negando con la cabeza al ver como su orgullo podía llegar a destruirlo y dejarlo sin salida.
Los días pasaron, así como las semanas y los meses. Harry continuaba en aquella prisión que Verónica tenia en el sótano de su hogar. Se mantenía vivo a base de pan y agua, la chica se negaba a tratarlo como a alguien respetable debido a sus innumerables asesinatos.
Mientras que a Louis lo entrenaba cada día, el castaño aprendió lituano e incluso algunos de los hechizos que la misma Verónica le había enseñado. Por las tardes salían al enorme jardín en la parte trasera donde algunos conjuros de levitación eran hechos por ambos.
Fue una tarde cuando ambos jóvenes estaban en dicho jardín. Louis practicaba como controlar el agua de una fuente en el centro del jardín. Verónica le veía no de muy lejos supervisando como el castaño fallaba siempre que quería elevar aquel liquido.
-Una vez más… - le pidió la chica.
Louis coloco ambas manos juntas, cerro los ojos imaginando que el liquido se estaba elevando. Deseaba tanto que podía sentir la frescura en sus manos sin siquiera tocar el agua.
-Abre los ojos… - le ordeno Verónica. Pero en cuanto él le hizo caso, el líquido volvió a caer al suelo mojando su calzado. El castaño resoplo frustrado por no poder hacerlo.
-Jamás podre
-No lo digas, es solo cuestión de tiempo… - la chica se acercó mas a Louis tratando de animarlo con sus palabras.
-Tenemos dos meses con esto y ni siquiera he podido controlar el agua… - murmuro Louis.
-Inténtalo de nuevo… - le animo, pero Louis se negó mirando hacia otro lado. – hazlo
-No lo hare…
-Que lo hagas… - en cuanto la enronquecida voz se escucho, una esfera en llamas paso por en medio de Verónica y Louis, ambos se quedaron atónitos viéndose el uno al otro, para después volver la cabeza y toparse con un Harry sucio y desnutrido.
-¿Qué… - comenzó Verónica.
-Recuerda que un Tomlinson y un Styles todo lo puede… - comenzó Harry interrumpiendo a Verónica - jamás digas que no vas a poder elevar ese estúpido liquido transparente, ¿entendido? -decía Harry mientras se acercaba a su amigo quien le veía atónito.
Verónica no hizo nada, solo se quedo quieta mirando la enternecedora escena entre los dos chicos.
Louis asintió haciendo una mueca. Volvió a su posición mirando el liquido en la fuente, volvió a juntas sus manos tomando un poco de agua entre estas, cerro los ojos imaginando el agua elevarse. Sintió como la frescura iba desapareciendo de entre las palmas de sus manos, vacilo antes de abrir los ojos, pero aun así lo hizo llevándose la sorpresa de que el líquido estaba suspendido encima de sus manos. Sonrió mirando a Harry quien le veía con una sonrisa de satisfacción. El castaño no tardo en reír y lanzarle dicha esfera de agua al rizado, en forma de juego.”
-Fue cuando me di cuenta que ese chico no era malo, o al menos no con todos… - dijo Verónica sumida en los recuerdos. – Debo admitir que al principio cuando le vi parado frente a nosotros moría por ahorcarlo y saber como es que había salido de la fosa en la que lo tenía…
-¿Cómo es que lo hizo? Dijiste que estaba hecho para que un brujo no pudiera escapar… - pregunto Dina interesada en la plática.
-Después de que nuestra amistad se formo me lo dijo… - sonrió la chica – estuvo todo ese tiempo observando la cerradura, practicando y sufriendo con las llamas en su interior, pero resulto que no podía apartar el dolor y las fiebres, solo que el convertirse en un felino le ayudo a abrir la cerradura que ningún mago había podido abrir… pero no solo eso, también fue que manipulo a una de las criadas cuando la mujer le llevaba su comida… - Verónica rio recordando como Leticia –una criada- había estado loca por Harry en su estancia en Italia.
Dina miro a Verónica y sintió como la chica hablaba de Harry de una forma inigualable, sin duda lo que ella le había contado le había ayudado a conocer un poco el porqué de su temperamento tan explosivo. Pero aun así ella no daría su brazo a torcer, seguía odiando al rizado por comportarse mal siempre, su ton de voz al hablarle le ponía de mal humor, inclusive podía sentir las miradas amenazantes cuando le miraba a través de las gafas obscuras, pero en el fondo sabia que Harry en realidad se preocupaba por ella.
---------------------------Dina se quedo en la entrada del bosque mirando como aquellos jóvenes se habían transformado en animales. Verónica se mantenía a su lado con una mueca en los labios, su mirada captaba al mismo tiempo las direcciones en las que los cuatro chicos se dirigían.
-¿A dónde vas? – pregunto Verónica al ver como Dina comenzaba a caminar entrando al bosque.
-No quiero quedarme a esperar sin saber lo que pasara… - la chica de ojos color esmeralda sonrió ante la valentía de Dina. No dijo nada solo comenzó a caminar a su lado mirando los arboles y la naturaleza que les rodeaba. -¿Conoces desde hace mucho tiempo a Harry? – pregunto Dina de repente, a lo que Verónica volvió la cabeza hacia ella sospechando el porqué de su pregunta.
-Demasiado tiempo… - respondió la chica con una sonrisa – paso la mayor parte de su vida en mi casa después de que lo encontré… - Dina hizo una mueca de no saber a lo que se refería, así que Verónica continuo hablando – Veras, a principios de 1730…
“-Mi señora, alguien de los suyos esta cortando cabezas en Grosseto – una de las criadas le decía asustada.
-¿A que te refieres con alguien de los míos, Leticia? – Verónica se levanto de su asiento conduciendo a la criada hasta lo que era su despacho.
-Un hechicero, mi señora… - la mujer temblaba de miedo al sentir la mirada atónita de la chica.
-¿Alguien mas sabe sobre esto? – la criada negó caminando detrás de la imponente mujer de ojos esmeralda. Ahora iba a su habitación. – Supongo que tendré que encargarme yo misma de este asunto, no me gusta la violencia pero en mi territorio no habrá más muertes…
-Es al este de Grosseto… - le dijo la mujer después de ayudarle a colocarse su esponjado vestido de aldeana. - ¿necesitara un carruaje, mi señora? – Verónica negó haciendo un movimiento de cabeza para que la mujer saliera de su habitación. La criada obedeció cerrando la puerta detrás de ella.
-Si en algún lugar debo estar, que sea Grosseto mi lugar de andar… - decía Verónica cerrando sus ojos, suspiro sintiendo el movimiento rápido de su cuerpo sin alma hacia otra dimensión. Segundos después dejo de sentir el fuerte movimiento dejando que el hermoso parque principal viera sus ojos esmeralda por primera vez.
Su ceño se frunció al ver que el lugar no era tan hermoso como esperaba, se podía oler desde lejos el miedo y la sangre derramada por las calles. La chica suspiro comenzando con su búsqueda.
El día paso demasiado rápido, y a pesar de su experiencia no pudo encontrar al hechicero, pero no iba a darse por vencida, no hasta poder acribillarlo y sentenciarlo para que supiera lo malo que era matar mirtingasis.
Pero cuando pensó que estaba fuera de rumbo, pudo ver como un par de chicos salían de la taberna al lado de una rubia. El rizado le llevaba por la cintura, mientras que el castaño caminaba detrás de ellos tambaleándose debido a su ebriedad.
Verónica les siguió sospechando que había encontrado a quien buscaba, podía sentir algo de magia en aquellos muchachos, pero sus sentidos podían estar fallando o jugándole una broma.
-Ven preciosa, solo unos cuantos besitos – le decía el rizado a la rubia, estando ya en el callejón. Verónica estaba frente a ellos mirando la escena, podía ver todo desde el Angulo que ella quisiera, gracias a su gran capacidad para camuflajearse.
-Es un lugar sucio – le decía el castaño recargado en la pared con una botella de licor en manos. Le dio un trago y sonrió al ver como su amigo besaba a la rubia que habían conseguido esa noche.
-Me lastimas – gimió la chica sin apartarse, puesto que no podía ya que estaba entre la húmeda pared y el cuerpo de Harry.
-Te encantara – le decía el rizado levantando el esponjado vestido para así poder meter su mano entre la intimidad de la chica. Ella no se negó aguantando el dolor que le provocaban las afiladas uñas del chico. – Solo no te muevas – sonrió pasando sus labios por el delicado cuello de la rubia.
-Deberías terminar de una vez – murmuro Louis impaciente por ver como su amigo follaba a la chica.
-Silencio – gruño Harry. Levanto la pierna de la chica posicionándose de tal forma que le permitiera adentrar su extremidad. La rubia gimió al mismo tiempo que Verónica hizo una mueca de repulsión. Ella quería parar aquel acto, pero no podía hacer nada, solo era una prostituta aquella chica rubia, suponía tendría su paga una vez que esos chicos terminaran con ella.
Verónica se dio media vuelta decidida a marcharse, se hospedaría en uno de los hoteles de la ciudad, y mañana seguiría con su búsqueda. Pero un fuerte grito de dolor y el olor a sangre le hicieron detenerse. Miro a la chica en el suelo con el vestido destrozado. Se acercó captando dos letras en el pecho de la rubia “HS”, su cabeza estaba separada de su cuerpo, por lo que la sangre corría en forma de rio hasta la alcantarilla.
Su mirada busco a los chicos que estaban al lado del cuerpo mirando con una sonrisa de satisfacción. Minutos después el de cabello rizado comenzó a convulsionarse en el frio suelo poniendo los ojos en blanco. El castaño se mantenía en posición fetal meciéndose de atrás hacia delante presionando sus sienes con sus dedos.
Verónica quito su escudo invisible. Había encontrado a los hechiceros que habían estado matando en Grosseto, pero había descubierto algo mas. Eran unos hechiceros primerizos.”
-Así fue como los conocí, quise ayudarlos, no era como si se vieran tan desamparados e inofensivos… - Verónica rio un poco – podía jurar que Harry era el mismísimo demonio al verle hacer tantos asesinatos.
-Pero él ahora no hace eso o ¿si? – pregunto dudosa temiendo que la respuesta fuera un “si”. Verónica se encogió de hombros.
-No lo se… pero Harry esta muy cambiado, ahora es algo callado… - resoplo la chica mirando el largo sendero que les faltaba por recorrer. Aun no había rastro de a donde se habían ido los demás.
-¿Cómo es que Harry cambio?
-Quise ayudarlo, desde enseñarle todo lo que se…
“Verónica llego a casa con ambos chicos gimiendo de dolor. Una ducha helada para el rizado y una cazuela para que el castaño dejara salir toda el agua que fuera necesaria.
Los gruñidos de Harry le hacían que la piel se le erizara. Las pupilas del chico estaban dilatadas, sus dientes rechinaban con cada dolor que sentía. Esto era de cada noche. Se embriagaban para poder olvidar el dolor que habían sentido. El no poder controlar sus poderes les hacía que llegada la noche todo su poder explotara llevándolos a tal punto de sentir como su cuerpo se retorcía a causa del fuego o del agua, dependiendo de cada uno de ellos.
Las criadas estaban ayudando a Verónica con aquel par de chicos.
Una menuda mujer era la encargada de poner trapos mojados sobre el cuerpo desnudo de Harry. Mientras que otra golpeaba suavemente la espalda de Louis, ayudándole a que todo el agua saliera de él.
-Maldición… - grito Harry levantándose de la cama. Verónica le detuvo con un pequeño truco que había aprendido a principios de la época. - ¿Qué estas haciendo? – Pregunto el rizado molesto – te matare… - le amenazo sintiendo como las llamas salían por sus extremidades. La voz de Harry no le hizo asustarse.
-Deberías mantenerte quieto, sino podría matarte antes de que tú siquiera pestañees – Verónica sonrió.
-No sabes quien soy… -decía el rizado aun luchando con aquel conjuro que ahora la chica de ojos color esmeralda estaba haciendo.
-No lo se, así como tu no sabes quien soy yo… - Harry frunció el ceño dejando de luchar contra la magia de Verónica. La mirada amenazante del rizado no intimidaba a la chica. – has estado asesinando demasiados mirtingasis en mis territorios, eso me hace sentir que no debo perdonarte la vida…
-Hazlo, no me perdones por matar a unos cuantos… mátame ahora… - volvió a gruñir estando algo mas calmado sobre la cama. Su pecho desnudo de contraía debido a la respiración agitada.
-Eso es lo que quieres… - susurro – pero no te daré lo que quieres… te daré algo mejor… - Verónica hizo sonar una campanita, segundos después dos enormes hombres entraron en la habitación. – Saben lo que deben hacer con él. –
Uno de ellos sonrió tomando a Harry, el rizado no podía ni moverse debido a la grande presión que el hombre causaba en su cuerpo.
-Suéltame – grito desesperado sin poder mirar hacia otro lado que no fuera la espalda del hombre.
Por la mañana Louis y Verónica desayunaban en el comedor principal. El castaño le dedicaba miradas de nobleza, pero a la vez miradas de desprecio.
-Supongo que tienes preguntas… - murmuro Verónica al sentir la última mirada de Louis sobre ella. Él se aclaró la garganta.
-¿Qué es lo que quiere de nosotros? ¿Donde esta Harry? – la chica puso ambos codos sobre la mesa mirando el ceño fruncido de Louis.
-Quiero que dejen de asesinar mirtingasis…
-¿Qué? – dijo Louis sin entender. - ¿Qué es eso?
-Los mirtingasis son los mortales, los humanos… - el castaño alzo ambas cejas en forma de sorpresa. – y a lo que se refiere a tu amigo… esta en un lugar resguardado con llave para que reflexione sobre sus actos pasados, a no ser que los mate a ambos antes de dejarlos escapar…
-Solo somos unos chicos… - murmuro Louis agachando la cabeza. – no sabemos mucho de lo que nos pasa, solo que estamos malditos…
-Y el estar malditos los hace querer matar… - dedujo Verónica, a lo que Louis negó.
-Tan solo lo hacemos por diversión, o al menos eso es lo que pensamos al estar asesinando… jamás nos imaginamos que hubiera alguien mas como nosotros…
-¿Qué es lo que saben sobre lo que son? – pregunto mirando a Louis, quien tenia la mirada en un punto detrás de ella.
-Yo pude escuchar a mis padres cuando solo tenia diez años hablando con alguien en su habitación, era una sombra obscura en la pared, ellos le pedían que hiciera lo mismo que hizo conmigo solo para que mi hermana pequeña naciera… él se negó, aun tengo esa voz en mi cabeza, la misma voz que estaba dentro de mi cuando vi a mi familia morir hace siete años… - algunas lagrimas se asomaban por los ojos de Louis – desde ese momento él dijo que regresaría para decirnos que era lo que pasaba – Verónica supo que con ese “él” se refería a Nerky – pero jamás le hemos visto incluso Harry, él no sabe que fue lo que paso con él, creemos que sus padres hicieron lo mismo que los míos…
-Un pacto, un contrato o como quieras llamarle… ese demonio, Nerky, ahora tiene sus almas – la chica estaba segura que era el mismo demonio, ya que la noche anterior les vio el signo sobre su pecho a ambos, el mismo que ella llevaba en la parte baja de su vientre.
Louis le miraba con pesar, puesto que había perdido todo.
-No los dejare solos en esto… - dijo la chica recordando sus primeros días como hechicera, como había sufrido ella sola sin alguien que detuviera el dolor dentro de ella. – debes darme tu palabra de poner de tu parte para que tu amigo cambie su forma de pensar, no quiero mas muertes, podrían descubrirnos y no sé que es lo que sean capaz de hacernos los aldeanos…
-Lo hare… ¿puedo hablar con él? – pregunto levantándose de la silla. Verónica negó haciendo lo mismo.
-Por ahora dejaremos que él pida salir de ese lugar, no quiero que cometa alguna estupidez… - el castaño asintió caminando fuera de la sala principal. – Estaré en mi despacho por si necesitas de algo – el chico sonrió amablemente subiendo ahora por las escaleras hasta la habitación donde había amanecido.
Las horas pasaron y Verónica seguía en su despacho escribiendo acerca de los conjuros que había fallado en los últimos días. Escucho el pequeño golpecito a la puerta de madera, seguido de unos ojos griseaseos cuando la puerta se abrió.
-¿Sucede algo? – pregunto Verónica al ver como la preocupación llenaba el rostro del chico.
-Quisiera aprender todo sobre la magia… -la chica de ojos esmeralda sonrió. – quisiera poder controlar todo esto que siento en mi interior sin que sea tan doloroso…
-Te ayudare, incluso a tu amigo… - Verónica chaqueo los dedos haciendo que ambos aparecieran en un lugar tipo calabozo.
Louis miro detenidamente cada punto que sus ojos le permitían captar. Verónica comenzó a caminar notando como le fuego en las antorchas estaba descontrolado y llameaba mas de lo normal. Ambos se fueron acercando hasta una celda húmeda y mohosa donde un bulto se podía ver en la parte interior de esta, en cuclillas y meciéndose sobre sus piernas.
El chico al sentir la presencia de alguien más se volvió hasta Verónica y Louis. Soltó una risa al verles de pie frente a él. El rizado se acercó a la reja sucia colocando ambas manos entre los barrotes.
-Vienes a visitarme… - murmuro Harry mirando mal a Louis, quien ahora estaba bien vestido a comparación de él.
-Harry… - susurro su amigo pero Verónica lo detuvo para ella ahora comenzar a hablar.
-No es una visita, solo vengo a hacerte una propuesta… - la mirada retante entre ambos estaba haciéndose presente. – ¿estas dispuesto a obedecerme en todo una vez fuera de estas rejas?
-¿Obedecerte? ¿Por qué debo de hacerlo? – pregunto mirándole directamente a los ojos.
-Porque a pesar de tu actitud retante y despiadada estas asustado… - murmuro Verónica. La chica sabia muy bien como se sentía el rizado en esos momentos, aparte de su habilidad para sentir los sentimientos de los demás tenia experiencia en como se sentía alguien primerizo.
Harry le miro con recelo cuando le escucho.
-No hagas difíciles las cosas Harry, ella nos ayudara…
-Podría ayudarte a dejar de sentir ese fuego que te quema por dentro cada noche… - le decía la chica – no tienes por qué temer, Harry…
-¿Me sacaras de aquí si acepto? – ella negó.
-Te sacare hasta que pueda confiar en tu palabra…
-Entonces da igual, seguiré en este lugar como prisionero… - se alejó de los barrotes sentándose en el mismo sitio donde lo habían encontrado.
-Bien… - Verónica le echo un ultimo vistazo a Harry quien les daba la espalda ahora – hemos terminado aquí, andando Louis, tenemos muchas cosas que hacer… - le dijo comenzando a caminar y dándole ahora ella la espalda al rizado.
Louis miro a su amigo y suspiro negando con la cabeza al ver como su orgullo podía llegar a destruirlo y dejarlo sin salida.
Los días pasaron, así como las semanas y los meses. Harry continuaba en aquella prisión que Verónica tenia en el sótano de su hogar. Se mantenía vivo a base de pan y agua, la chica se negaba a tratarlo como a alguien respetable debido a sus innumerables asesinatos.
Mientras que a Louis lo entrenaba cada día, el castaño aprendió lituano e incluso algunos de los hechizos que la misma Verónica le había enseñado. Por las tardes salían al enorme jardín en la parte trasera donde algunos conjuros de levitación eran hechos por ambos.
Fue una tarde cuando ambos jóvenes estaban en dicho jardín. Louis practicaba como controlar el agua de una fuente en el centro del jardín. Verónica le veía no de muy lejos supervisando como el castaño fallaba siempre que quería elevar aquel liquido.
-Una vez más… - le pidió la chica.
Louis coloco ambas manos juntas, cerro los ojos imaginando que el liquido se estaba elevando. Deseaba tanto que podía sentir la frescura en sus manos sin siquiera tocar el agua.
-Abre los ojos… - le ordeno Verónica. Pero en cuanto él le hizo caso, el líquido volvió a caer al suelo mojando su calzado. El castaño resoplo frustrado por no poder hacerlo.
-Jamás podre
-No lo digas, es solo cuestión de tiempo… - la chica se acercó mas a Louis tratando de animarlo con sus palabras.
-Tenemos dos meses con esto y ni siquiera he podido controlar el agua… - murmuro Louis.
-Inténtalo de nuevo… - le animo, pero Louis se negó mirando hacia otro lado. – hazlo
-No lo hare…
-Que lo hagas… - en cuanto la enronquecida voz se escucho, una esfera en llamas paso por en medio de Verónica y Louis, ambos se quedaron atónitos viéndose el uno al otro, para después volver la cabeza y toparse con un Harry sucio y desnutrido.
-¿Qué… - comenzó Verónica.
-Recuerda que un Tomlinson y un Styles todo lo puede… - comenzó Harry interrumpiendo a Verónica - jamás digas que no vas a poder elevar ese estúpido liquido transparente, ¿entendido? -decía Harry mientras se acercaba a su amigo quien le veía atónito.
Verónica no hizo nada, solo se quedo quieta mirando la enternecedora escena entre los dos chicos.
Louis asintió haciendo una mueca. Volvió a su posición mirando el liquido en la fuente, volvió a juntas sus manos tomando un poco de agua entre estas, cerro los ojos imaginando el agua elevarse. Sintió como la frescura iba desapareciendo de entre las palmas de sus manos, vacilo antes de abrir los ojos, pero aun así lo hizo llevándose la sorpresa de que el líquido estaba suspendido encima de sus manos. Sonrió mirando a Harry quien le veía con una sonrisa de satisfacción. El castaño no tardo en reír y lanzarle dicha esfera de agua al rizado, en forma de juego.”
-Fue cuando me di cuenta que ese chico no era malo, o al menos no con todos… - dijo Verónica sumida en los recuerdos. – Debo admitir que al principio cuando le vi parado frente a nosotros moría por ahorcarlo y saber como es que había salido de la fosa en la que lo tenía…
-¿Cómo es que lo hizo? Dijiste que estaba hecho para que un brujo no pudiera escapar… - pregunto Dina interesada en la plática.
-Después de que nuestra amistad se formo me lo dijo… - sonrió la chica – estuvo todo ese tiempo observando la cerradura, practicando y sufriendo con las llamas en su interior, pero resulto que no podía apartar el dolor y las fiebres, solo que el convertirse en un felino le ayudo a abrir la cerradura que ningún mago había podido abrir… pero no solo eso, también fue que manipulo a una de las criadas cuando la mujer le llevaba su comida… - Verónica rio recordando como Leticia –una criada- había estado loca por Harry en su estancia en Italia.
Dina miro a Verónica y sintió como la chica hablaba de Harry de una forma inigualable, sin duda lo que ella le había contado le había ayudado a conocer un poco el porqué de su temperamento tan explosivo. Pero aun así ella no daría su brazo a torcer, seguía odiando al rizado por comportarse mal siempre, su ton de voz al hablarle le ponía de mal humor, inclusive podía sentir las miradas amenazantes cuando le miraba a través de las gafas obscuras, pero en el fondo sabia que Harry en realidad se preocupaba por ella.
Hola a todas, y bienvenidas a las nuevas lectoras, les advierto que mi cabeza esta algo loca y si no entienden lo que trato de decir en cada capitulo pueden preguntar y con gusto respondere :) Este capitulo esta algo largo, espero que les guste y que odien mas a Harry(? (aclaracion, ni piensen que soy directionator o que odio a Hazza, lo amo al igual que a todos) pero es que asdfghjkl no puedo decirles nada sin que haga spoiler ¬¬ matenme ahora mismo jajaja las quiero a todas mil ocho mil, y aunque no responda los comentarios creanme que los leo y me siento en verdad feliz de que les guste mi nove, por ahi estoy planeando hacer una de los dioses griegos (si!! ya se!! todo lo de fantasia me encanta) y bueno, ahorita ando de carrerita por aqui porque en la uni me traen si re apurada con esto de las tareas, pero pronto me tendran a tiempo completo y respondiendo comentarios...
Ade xx
Adstef_cupcakelove31
Re: Los Ojos del Demonio (Harry Styles)
Todo lo que te digo es que harry me trae loca y tu firma de loubear me mata.
Clarísima
Re: Los Ojos del Demonio (Harry Styles)
Ade!!!! sjhdfsdjhv AMO TWITTER! somos vecinas de estado que genial...aunque tú seas mucho más grande que yo! Algún día hay que vernos! Ah! y que la edad no te engañe...mido 1.71 soy demasiado alta *y me odio por eso ¬¬...* Respecto al capítulo...¡Me fascinó!!!!! Y sí!!!! Escribe la de los dioses griegos!! No sabes cuánto amo la mitología griegaaa!!! shdfgdhsds Sube cuando puedas,linda! xoxo
Kurt.
Re: Los Ojos del Demonio (Harry Styles)
pues te dejame decirte que AMO EL CAPITULO COMO A TODA TTU NOVELAAAA, y tambien AMO LA FANTASIAAA. bueno eespero que sigas la novela la amooooooo
Wilme198
Re: Los Ojos del Demonio (Harry Styles)
Agwuis XD C: continuala -louis y yo somos apasionados del agua- Xed
Strength.
Re: Los Ojos del Demonio (Harry Styles)
Tu novela es tan ahsbajusfshjd! LA AMO, de verdad... y si vas a hacer una de los dioses griegos, no me la perdería por nada del mundo, a mi también me encanta la mitología griega.
Síguela pronto! :)
xx.
Síguela pronto! :)
xx.
¡1Dreamer!
Re: Los Ojos del Demonio (Harry Styles)
New Fiel Reader:
Más que nada.. WOW... (Literal)
WOW...!...!...
Encerio, sin palabras!
Tu novela es GFDJSLKAÑHJLSÑAHGKJLÑhdajÑLGHSJFÑGHKJFSÑHA
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KJLSGDHJSLÑGFH (x5800)
Me encanta, en verdad!
Verónica una genia ;) Zayncito, mi amor, tiene celos. Qué estará tramando Niall??
Te resumo mi mini historia: Ayer a la noche leí hasta el capítulo 4 antes de irme a dormir, entonces estuve TODA la noche pensando que iba a pasar... lo de Gemma no se porque pero me lo esperaba... Aunque, HAZZA ES UN ESTÚPIDO!(En cierta forma, igual lo amo)
Buenoooo, tengo que estudiar y por eso no tengo mucho tiempo de escribir un comentario super filosófico con lo GENIAL que es tu novela (igual ten en cuenta que es genial!)
Suerte y Besos.. Ha y SÍGUELA!
Más que nada.. WOW... (Literal)
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Buenoooo, tengo que estudiar y por eso no tengo mucho tiempo de escribir un comentario super filosófico con lo GENIAL que es tu novela (igual ten en cuenta que es genial!)
Suerte y Besos.. Ha y SÍGUELA!
Scooby-Doo ∞
Re: Los Ojos del Demonio (Harry Styles)
HERMOSO cap!! jaja lo ame:) (como todos) es que simplemente escribes hermoso*-* siguela pronto. Besitos
Dany:3
Dany:3
danniimp
Re: Los Ojos del Demonio (Harry Styles)
Capitulo 5. El comienzo de la venganza
Ambas chicas continuaron con su caminar, Dina miraba en repetidas ocasiones a Verónica, quien permanecía a su lado. La castaña sentía algo de envidia al ver el afecto que sentía la chica de ojos esmeralda por Harry, pero no le tranquilizo el saber y notar el comportamiento del rizado con ella. Se notaba como ambos eran felices estando juntos, y por alguna extraña razón eso le provoco una inseguridad.
Verónica escucho la voz de Harry no muy lejos, a lo que se apresuró a correr, Dina le siguió detrás.
-¿Por qué ocultárnoslo? – gritaba Harry mirando a Niall.
-No veía necesario tener que decírtelo, no todo tienes que saber – se defendió el rubio mirando de soslayo a la chica que tenia atada en el árbol.
-Somos un equipo, una familia – le dijo Liam dirigiéndose ahora a la señora Wind – nos han ocultado algo que probablemente nos perjudicara a todos.
-Esto nos beneficia… - la señora Wind hablaba ahora - esa chica es la única oportunidad que tienen para llegar hasta él. – todos sabían a quien se refería.
Harry miro mal a la mujer, para después dirigir la mirada hacia la rubia que estaba atada en el árbol, ella le miraba con una amplia sonrisa en el rostro, el rizado frunció el ceño, la mismísima Fabela estaba frente a él. Tanto tiempo había pasado desde que ellos se habían visto la ultima vez, no había sido muy complaciente el desenlace.
Fabela había sido la pareja de Harry a finales del siglo XVIII, ambos chicos se notaban enamorados, incluso a Harry le había sentado bien un romance en esa época. Fabela le servia de apoyo cuando él quería matar, ella escogía muy bien a las victimas dándose así ambos el placer de asesinar juntos, pero todo era una mentira en esa relación. La rubia solo le utilizaba, había sido enviada a vigilarlo y con mentiras y engaños llevarlo de nuevo al lado de acribillar, puesto que Verónica había logrado un cambio notorio en Harry, haciendo que el rizado tuviera algo de sensibilidad y no optara por hacer correr la sangre de inocentes. Para eso había ido Fabela, para eso ella había enamorado al rizado, para que él no se apartara de su naturaleza de hechicero.
Dina miro a la rubia al igual que Harry.
-Son unos salvajes… - hablo Fabela mirando a todos. – Miren que tener a una indefensa mujer atada a un árbol y querer matarla entre tantos es solo salvajismo… - la rubia hizo un gesto de debilidad intentando zafarse de las sogas.
-Guarda silencio… - le dijo el rizado girando su rostro hasta donde estaba Verónica.
-Mi querido Harry – musito la rubia. Harry no pudo evitar girar de nuevo el rostro hacia ella. – no comprendo como es que puedes permitir que me tengan atada a este árbol, mis muñecas me duelen… incluso mi vientre esta a punto de explotar debido a lo apretado que esta esto… - se quejo sin apartar el tono inocente de su voz.
Harry observo cada rasgo de Fabela. Suspiro acercándose hasta ella, la chica sonrió un poco al verlo mas cerca. Harry se puso de cuclillas frente a la rubia sonriendo un poco.
-Te dije que guardaras silencio, a menos que quieras que las sogas estén en llamas… - le volvió a sonreír el rizado mientras apretaba un poco mas el amarre de las sogas.
-Eres un… - Harry hizo un movimiento con su mano lanzando un hechizo a Fabela dejándola sin poder hablar, la chica le miro con odio cosa que a él no le importo.
Dina miraba la escena desde un punto no muy alejado.
-¿Qué haremos con ella? – pregunto Louis.
-Podríamos tan solo dejarla aquí, o matarla de una buena vez… - decía el rubio.
-No la mataremos… - Harry pasaba la mirada de Niall a Louis. – La dejaremos ir – el rizado comenzó a caminar por donde habían llegado. Todos le miraron sin comprender ¿Por qué debían dejarla ir? Ella era una amenaza y todos lo sabían.
-¿Esta loco? – pregunto Zayn mirando a Louis ahora.
-No lo esta, él sabe lo que hace – le defendió.
-Nos matara en cuanto la soltemos – murmuro Niall.
-No lo hará… - hablo Liam, quien se había mantenido en silencio descifrando el plan de Harry. El castaño se acercó a la rubia, quien veía a todos sin poder entender nada de lo que decían. – Olvidaras que estuviste en este lugar y que nos viste, así como volverás a hablar – decía Liam poniendo su mano en la frente de la chica.
Segundos después, Fabela ya estaba en un profundo sueño. Liam suspiro comenzando a desatarla con ayuda de la señora Wind. Los demás solo los veían.
-Louis llévate a Niall a casa… - Zayn se incorporo después de hablar. El ojiazul asintió forcejeando con el rubio. La señora Wind camino a su lado.
-Suéltame… - se quejaba Niall.
-¿A dónde la llevan? – pregunto Dina.
-Lejos de aquí, no queremos que despierte a unos metros de la casa. – Zayn tomo entre sus brazos a Fabela comenzando a caminar entre el bosque en dirección contraria a donde se había marchado Louis y Niall. Liam siguió a Zayn, quedando solo Verónica y Dina a mitad del bosque.
-Solo quedamos tú y yo – murmuro Verónica encogiéndose de hombros. – Debemos llegar a casa antes de que suceda cualquier cosa – ambas apresuraron su paso hasta la vieja casa.
Dina se sentía temerosa cuando llego a la enorme casa, el silencio dentro de esta fue lo que le puso los pelos de punta, pero no se sorprendió al no ver a Harry dentro de la casa, tan solo se sentó en el sofá de la acogedora sala mirando como Verónica tomaba una copa sirviendo el licor en este.
La chica estiro la copa hacia Dina pero esta negó con un movimiento de cabeza. Verónica se sentó frente a ella en otro sofá y le miro atenta. Gemma quería matarla, al igual que Harry y todo por una estúpida venganza, sentía pesar por la mirtingasi, pero ella no podía oponerse, no podía hacer nada mas que ver como su amigo de años mataba. Ella se había prometido jamás meterse en los asuntos del rizado, no después de que le enseño todo lo que sabia, Verónica quería que Harry supiera que era lo bueno y lo malo por si solo, pero ella misma sabia que él no cambiaria tan rápido, tan solo debía darle tiempo a todo esto, a todos esos sentimientos que pasaban por la mente de Harry.
-Hare algo de café… - anuncio la señora Wind sacando de sus pensamientos a Verónica y atrayendo la atención de Dina. Ambas sonrieron a la mujer, esta entro al pasillo que daba a la cocina.
Pasos bajando por las escaleras se hicieron presentes, después un Harry serio y con el paso cansado llego hasta donde estaba Verónica, la chica le sonrió poniendo su mano sobre la pierna del rizado una vez él estuvo sentado a su lado, él solo le miro por sobre los lentes dándole una pequeña sonrisa.
La mirada de Verónica se conecto con la de Harry, pareciera que a pesar que la chica de ojos esmeralda no veía los del rizado, estuvieran conectados por la mirada. Harry no aparto la sonrisa mientras veía detenidamente a Verónica a lo que la chica bajo la mirada recordando la presencia de Dina.
Dina se sintió incomoda, quiso apartar la mirada de aquellos dos, pero tan solo siguió viendo aquella escena.
-¿un poco de café? – susurro la señora Wind dejando la bandeja de aluminio sobre la pequeña mesita entre los sofá.
Harry asintió tomando la taza entre sus manos, mientras que Verónica negaba llevando a su boca la copa de cristal bebiendo un poco del licor. Dina sonrió de lado tomando una taza de café y bebiendo del obscuro liquido.
-¿Por cuánto tiempo nos visitara? – pregunto la señora Wind mirando a Verónica.
-Solo un par de días mas, a menos que tenga otra cosa por la cual quedarme… - Verónica miro de soslayo a Harry y este no pudo evitar sonreír mirando la mano de la chica apretar su pierna. – pero por favor no me hable de usted, no soy tan vieja… - rio.
-Deberías quedarte mas tiempo – susurro Harry. Dina les miraba aun, sintiendo como el corazón se le encogía sin siquiera saber porque.
-Hay muchas habitaciones aquí… - le dijo Zayn quien iba bajando por las escaleras.
-Pero esta chica no ocupa otra habitación… - dijo la señora Wind mirando de Harry a Verónica y de Verónica a Harry. Dina noto tal gesto levantándose rápido de su lugar.
-Debo irme – argumento dirigiéndose hacia la puerta. Harry le siguió con la mirada tratando de que su interés no se notara, pues la forma de actuar de la chica era un misterio para él.
-¿Tan rápido? – pregunto Verónica imitando a Dina. La castaña asintió encogiéndose de hombros. – Creí que te quedarías hasta mas tarde – era obvio que Verónica sabia como se sentía en esos momentos Dina, pero solo quería estar segura de todo lo que estaba y lo iba a averiguar. – Harry, deberías llevarla ya a casa… - le pidió la ojiverde con una sonrisa tan encantadora que podía hacer caer a un ángel al infierno.
Harry arqueo una ceja mirándoles.
-Puedo llevarte yo si quieres… - se ofreció Zayn al ver que Harry no articulaba palabra alguna.
-Por si no lo recuerdas, quien se encarga de protegerla ahora soy yo… - el rizado se levanto de su lugar acomodando su chaqueta y caminando hacia Dina. Y como siempre, el rizado salió por la puerta sin decir si regresaría o no. La castaña le siguió el paso mirando hacia atrás, el como había dejado a un Zayn con el ceño fruncido sentado en el sofá.
Ambos subieron al Audi, Harry no se inmuto en ayudarle a subir o mostrar algo de caballerosidad con ella. Tan solo se mantuvo callado en el camino.
-Te dije que no tocaras eso… - murmuro Dina quitándole la cámara a Harry de las manos por quinta vez. Él rodo los ojos sin darle importancia comenzando ahora a ver los álbumes en el escritorio. – no toques nada – le reprimió la castaña quitándole el grueso álbum.
-¿Qué se supone que haga mientras este encerrado en tu habitación? – pregunto levantándose de la silla, se dirigió hacia la ventana observando como ya había obscurecido.
Ya tenían unas cuantas horas desde que habían llegado y Harry se notaba impaciente de estar sin hacer algo en aquella aburrida habitación. Las paredes eran de color salmón pero no le daba vida al lugar. Las cortinas blancas con algunos puntos verdosos, mientras que los muebles eran de madera con un tono chocolatoso.
-Puedes irte cuando quieras… - murmuro algo molesta la chica, se sentó en la cama mirando a Harry caminar de un lado a otro observando con detenimiento la habitación.
-La noche anterior no vi esas fotos… - mascullo cuando se detuvo en la pared enfrente de la cama, las fotografías estaban sobre esta formando un árbol. Dina se encogió de hombros notando como el rizado se estaba notado interesado en aquellas fotografías.
-Era porque estaba todo obscuro… - él rio como si fuera una broma.
-La obscuridad no es un obstáculo para mi – era obvio que sus ojos felinos le permitían ver en la obscuridad pero eso Dina no lo sabia.
-Mi madre morirá si te ve aun aquí – la voz débil de Dina le hizo volverse para verle. Dina le miro pero él no dijo nada, solo camino hasta la cama, la destendio acomodándola para dormir. - ¿Qué haces? Puedo acomodar mi cama yo sola…
-No lo hago para ti, tu acomodaras tu parte de la cama – mascullo apartando los lentes de sus ojos, Dina había estado esperando todo el día volver a ver aquellos ojos raros.
La chica se levanto imitando a Harry, acomodo la parte de la cama que le tocaba y se acostó cubriendo su cuerpo con la tibia sabana. El hundimiento de la cama a su lado le hizo moverse un poco para quedar de espaldas a Harry, quien se había encargado de apagar la luz con un pequeño truco.
La habitación ahora estaba completamente obscuro, los ojos de Dina no captaban nada, solo la negrura de la obscuridad. Mientras que los de Harry veían perfectamente, como si aun estuviera encendida la luz.
-Has cambiado, pero sigues sin cambiar… - las palabras confusas de la chica le hicieron aclarar su garganta algo incomodo.
-No se a lo que te refieres…
-Me refiero a que el primer día desde que llegue has sido tan hostil y mal educado conmigo… y ahora estas protegiéndome y sin ninguna paga… - le decía aun de espaldas a él.
-La mejor paga que pudiera recibir es tenerte a salvo… - Harry rodo los ojos en la obscuridad sin saber el motivo de sus palabras.
-pero…
-No digas mas, no eches a perder este momento… - Dina se giro en la cama quedando frente a Harry quien estaba mirándole aunque ella no podía verle bien.
-Es solo que no te entiendo…
-No ocupas entender, tan solo sentirlo… - Harry busco la mano de Dina entrelazando su mano con la de él. Dina sintió una fuerte descarga eléctrica llegar hasta su corazón, haciéndolo bombear rápidamente. – tan solo sentirlo – repitió moviéndose un poco mas para así poder rozar los labios de Dina con los suyos, ambos cerraron los ojos cuando él profundizo mas el beso, el rizado podía escuchar el corazón de ella, después de un suspiro, una pequeña sonrisa traviesa se le escapo de los labios.
Harry estaba intentando aplacar ese monstruo que llevaba dentro, pero su sed de venganza no le dejaba, tan solo le estaba induciendo a hacer cosas que tal vez después se arrepentiría. Como enamorar a un corazón inocente, le ayudaría a poder tenerle cerca y así evitar que su enemigo se la llevara, no podría lograr su cometido siendo el malo de la historia.
Verónica escucho la voz de Harry no muy lejos, a lo que se apresuró a correr, Dina le siguió detrás.
-¿Por qué ocultárnoslo? – gritaba Harry mirando a Niall.
-No veía necesario tener que decírtelo, no todo tienes que saber – se defendió el rubio mirando de soslayo a la chica que tenia atada en el árbol.
-Somos un equipo, una familia – le dijo Liam dirigiéndose ahora a la señora Wind – nos han ocultado algo que probablemente nos perjudicara a todos.
-Esto nos beneficia… - la señora Wind hablaba ahora - esa chica es la única oportunidad que tienen para llegar hasta él. – todos sabían a quien se refería.
Harry miro mal a la mujer, para después dirigir la mirada hacia la rubia que estaba atada en el árbol, ella le miraba con una amplia sonrisa en el rostro, el rizado frunció el ceño, la mismísima Fabela estaba frente a él. Tanto tiempo había pasado desde que ellos se habían visto la ultima vez, no había sido muy complaciente el desenlace.
Fabela había sido la pareja de Harry a finales del siglo XVIII, ambos chicos se notaban enamorados, incluso a Harry le había sentado bien un romance en esa época. Fabela le servia de apoyo cuando él quería matar, ella escogía muy bien a las victimas dándose así ambos el placer de asesinar juntos, pero todo era una mentira en esa relación. La rubia solo le utilizaba, había sido enviada a vigilarlo y con mentiras y engaños llevarlo de nuevo al lado de acribillar, puesto que Verónica había logrado un cambio notorio en Harry, haciendo que el rizado tuviera algo de sensibilidad y no optara por hacer correr la sangre de inocentes. Para eso había ido Fabela, para eso ella había enamorado al rizado, para que él no se apartara de su naturaleza de hechicero.
Dina miro a la rubia al igual que Harry.
-Son unos salvajes… - hablo Fabela mirando a todos. – Miren que tener a una indefensa mujer atada a un árbol y querer matarla entre tantos es solo salvajismo… - la rubia hizo un gesto de debilidad intentando zafarse de las sogas.
-Guarda silencio… - le dijo el rizado girando su rostro hasta donde estaba Verónica.
-Mi querido Harry – musito la rubia. Harry no pudo evitar girar de nuevo el rostro hacia ella. – no comprendo como es que puedes permitir que me tengan atada a este árbol, mis muñecas me duelen… incluso mi vientre esta a punto de explotar debido a lo apretado que esta esto… - se quejo sin apartar el tono inocente de su voz.
Harry observo cada rasgo de Fabela. Suspiro acercándose hasta ella, la chica sonrió un poco al verlo mas cerca. Harry se puso de cuclillas frente a la rubia sonriendo un poco.
-Te dije que guardaras silencio, a menos que quieras que las sogas estén en llamas… - le volvió a sonreír el rizado mientras apretaba un poco mas el amarre de las sogas.
-Eres un… - Harry hizo un movimiento con su mano lanzando un hechizo a Fabela dejándola sin poder hablar, la chica le miro con odio cosa que a él no le importo.
Dina miraba la escena desde un punto no muy alejado.
-¿Qué haremos con ella? – pregunto Louis.
-Podríamos tan solo dejarla aquí, o matarla de una buena vez… - decía el rubio.
-No la mataremos… - Harry pasaba la mirada de Niall a Louis. – La dejaremos ir – el rizado comenzó a caminar por donde habían llegado. Todos le miraron sin comprender ¿Por qué debían dejarla ir? Ella era una amenaza y todos lo sabían.
-¿Esta loco? – pregunto Zayn mirando a Louis ahora.
-No lo esta, él sabe lo que hace – le defendió.
-Nos matara en cuanto la soltemos – murmuro Niall.
-No lo hará… - hablo Liam, quien se había mantenido en silencio descifrando el plan de Harry. El castaño se acercó a la rubia, quien veía a todos sin poder entender nada de lo que decían. – Olvidaras que estuviste en este lugar y que nos viste, así como volverás a hablar – decía Liam poniendo su mano en la frente de la chica.
Segundos después, Fabela ya estaba en un profundo sueño. Liam suspiro comenzando a desatarla con ayuda de la señora Wind. Los demás solo los veían.
-Louis llévate a Niall a casa… - Zayn se incorporo después de hablar. El ojiazul asintió forcejeando con el rubio. La señora Wind camino a su lado.
-Suéltame… - se quejaba Niall.
-¿A dónde la llevan? – pregunto Dina.
-Lejos de aquí, no queremos que despierte a unos metros de la casa. – Zayn tomo entre sus brazos a Fabela comenzando a caminar entre el bosque en dirección contraria a donde se había marchado Louis y Niall. Liam siguió a Zayn, quedando solo Verónica y Dina a mitad del bosque.
-Solo quedamos tú y yo – murmuro Verónica encogiéndose de hombros. – Debemos llegar a casa antes de que suceda cualquier cosa – ambas apresuraron su paso hasta la vieja casa.
Dina se sentía temerosa cuando llego a la enorme casa, el silencio dentro de esta fue lo que le puso los pelos de punta, pero no se sorprendió al no ver a Harry dentro de la casa, tan solo se sentó en el sofá de la acogedora sala mirando como Verónica tomaba una copa sirviendo el licor en este.
La chica estiro la copa hacia Dina pero esta negó con un movimiento de cabeza. Verónica se sentó frente a ella en otro sofá y le miro atenta. Gemma quería matarla, al igual que Harry y todo por una estúpida venganza, sentía pesar por la mirtingasi, pero ella no podía oponerse, no podía hacer nada mas que ver como su amigo de años mataba. Ella se había prometido jamás meterse en los asuntos del rizado, no después de que le enseño todo lo que sabia, Verónica quería que Harry supiera que era lo bueno y lo malo por si solo, pero ella misma sabia que él no cambiaria tan rápido, tan solo debía darle tiempo a todo esto, a todos esos sentimientos que pasaban por la mente de Harry.
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Pasos bajando por las escaleras se hicieron presentes, después un Harry serio y con el paso cansado llego hasta donde estaba Verónica, la chica le sonrió poniendo su mano sobre la pierna del rizado una vez él estuvo sentado a su lado, él solo le miro por sobre los lentes dándole una pequeña sonrisa.
La mirada de Verónica se conecto con la de Harry, pareciera que a pesar que la chica de ojos esmeralda no veía los del rizado, estuvieran conectados por la mirada. Harry no aparto la sonrisa mientras veía detenidamente a Verónica a lo que la chica bajo la mirada recordando la presencia de Dina.
Dina se sintió incomoda, quiso apartar la mirada de aquellos dos, pero tan solo siguió viendo aquella escena.
-¿un poco de café? – susurro la señora Wind dejando la bandeja de aluminio sobre la pequeña mesita entre los sofá.
Harry asintió tomando la taza entre sus manos, mientras que Verónica negaba llevando a su boca la copa de cristal bebiendo un poco del licor. Dina sonrió de lado tomando una taza de café y bebiendo del obscuro liquido.
-¿Por cuánto tiempo nos visitara? – pregunto la señora Wind mirando a Verónica.
-Solo un par de días mas, a menos que tenga otra cosa por la cual quedarme… - Verónica miro de soslayo a Harry y este no pudo evitar sonreír mirando la mano de la chica apretar su pierna. – pero por favor no me hable de usted, no soy tan vieja… - rio.
-Deberías quedarte mas tiempo – susurro Harry. Dina les miraba aun, sintiendo como el corazón se le encogía sin siquiera saber porque.
-Hay muchas habitaciones aquí… - le dijo Zayn quien iba bajando por las escaleras.
-Pero esta chica no ocupa otra habitación… - dijo la señora Wind mirando de Harry a Verónica y de Verónica a Harry. Dina noto tal gesto levantándose rápido de su lugar.
-Debo irme – argumento dirigiéndose hacia la puerta. Harry le siguió con la mirada tratando de que su interés no se notara, pues la forma de actuar de la chica era un misterio para él.
-¿Tan rápido? – pregunto Verónica imitando a Dina. La castaña asintió encogiéndose de hombros. – Creí que te quedarías hasta mas tarde – era obvio que Verónica sabia como se sentía en esos momentos Dina, pero solo quería estar segura de todo lo que estaba y lo iba a averiguar. – Harry, deberías llevarla ya a casa… - le pidió la ojiverde con una sonrisa tan encantadora que podía hacer caer a un ángel al infierno.
Harry arqueo una ceja mirándoles.
-Puedo llevarte yo si quieres… - se ofreció Zayn al ver que Harry no articulaba palabra alguna.
-Por si no lo recuerdas, quien se encarga de protegerla ahora soy yo… - el rizado se levanto de su lugar acomodando su chaqueta y caminando hacia Dina. Y como siempre, el rizado salió por la puerta sin decir si regresaría o no. La castaña le siguió el paso mirando hacia atrás, el como había dejado a un Zayn con el ceño fruncido sentado en el sofá.
Ambos subieron al Audi, Harry no se inmuto en ayudarle a subir o mostrar algo de caballerosidad con ella. Tan solo se mantuvo callado en el camino.
-Te dije que no tocaras eso… - murmuro Dina quitándole la cámara a Harry de las manos por quinta vez. Él rodo los ojos sin darle importancia comenzando ahora a ver los álbumes en el escritorio. – no toques nada – le reprimió la castaña quitándole el grueso álbum.
-¿Qué se supone que haga mientras este encerrado en tu habitación? – pregunto levantándose de la silla, se dirigió hacia la ventana observando como ya había obscurecido.
Ya tenían unas cuantas horas desde que habían llegado y Harry se notaba impaciente de estar sin hacer algo en aquella aburrida habitación. Las paredes eran de color salmón pero no le daba vida al lugar. Las cortinas blancas con algunos puntos verdosos, mientras que los muebles eran de madera con un tono chocolatoso.
-Puedes irte cuando quieras… - murmuro algo molesta la chica, se sentó en la cama mirando a Harry caminar de un lado a otro observando con detenimiento la habitación.
-La noche anterior no vi esas fotos… - mascullo cuando se detuvo en la pared enfrente de la cama, las fotografías estaban sobre esta formando un árbol. Dina se encogió de hombros notando como el rizado se estaba notado interesado en aquellas fotografías.
-Era porque estaba todo obscuro… - él rio como si fuera una broma.
-La obscuridad no es un obstáculo para mi – era obvio que sus ojos felinos le permitían ver en la obscuridad pero eso Dina no lo sabia.
-Mi madre morirá si te ve aun aquí – la voz débil de Dina le hizo volverse para verle. Dina le miro pero él no dijo nada, solo camino hasta la cama, la destendio acomodándola para dormir. - ¿Qué haces? Puedo acomodar mi cama yo sola…
-No lo hago para ti, tu acomodaras tu parte de la cama – mascullo apartando los lentes de sus ojos, Dina había estado esperando todo el día volver a ver aquellos ojos raros.
La chica se levanto imitando a Harry, acomodo la parte de la cama que le tocaba y se acostó cubriendo su cuerpo con la tibia sabana. El hundimiento de la cama a su lado le hizo moverse un poco para quedar de espaldas a Harry, quien se había encargado de apagar la luz con un pequeño truco.
La habitación ahora estaba completamente obscuro, los ojos de Dina no captaban nada, solo la negrura de la obscuridad. Mientras que los de Harry veían perfectamente, como si aun estuviera encendida la luz.
-Has cambiado, pero sigues sin cambiar… - las palabras confusas de la chica le hicieron aclarar su garganta algo incomodo.
-No se a lo que te refieres…
-Me refiero a que el primer día desde que llegue has sido tan hostil y mal educado conmigo… y ahora estas protegiéndome y sin ninguna paga… - le decía aun de espaldas a él.
-La mejor paga que pudiera recibir es tenerte a salvo… - Harry rodo los ojos en la obscuridad sin saber el motivo de sus palabras.
-pero…
-No digas mas, no eches a perder este momento… - Dina se giro en la cama quedando frente a Harry quien estaba mirándole aunque ella no podía verle bien.
-Es solo que no te entiendo…
-No ocupas entender, tan solo sentirlo… - Harry busco la mano de Dina entrelazando su mano con la de él. Dina sintió una fuerte descarga eléctrica llegar hasta su corazón, haciéndolo bombear rápidamente. – tan solo sentirlo – repitió moviéndose un poco mas para así poder rozar los labios de Dina con los suyos, ambos cerraron los ojos cuando él profundizo mas el beso, el rizado podía escuchar el corazón de ella, después de un suspiro, una pequeña sonrisa traviesa se le escapo de los labios.
Harry estaba intentando aplacar ese monstruo que llevaba dentro, pero su sed de venganza no le dejaba, tan solo le estaba induciendo a hacer cosas que tal vez después se arrepentiría. Como enamorar a un corazón inocente, le ayudaría a poder tenerle cerca y así evitar que su enemigo se la llevara, no podría lograr su cometido siendo el malo de la historia.
Adstef_cupcakelove31
Re: Los Ojos del Demonio (Harry Styles)
Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww es que es tan tierno :arre: y malvado a la vez :evil: me gustan los chicos maloss...grrr...okno ._. hahaha ¡ME FASCINÓ! debes seguirla Ade!!!! te quiero hermana mayor!!!
Kurt.
Re: Los Ojos del Demonio (Harry Styles)
Deyaaa!! hermana pequeña!! claro que la seguire asdfghjkl!!
¿Que les parece mi nueva firma y avatar?
¿Que les parece mi nueva firma y avatar?
Adstef_cupcakelove31
Re: Los Ojos del Demonio (Harry Styles)
Adstef_cupcakelove31 escribió:Deyaaa!! hermana pequeña!! claro que la seguire asdfghjkl!!
¿Que les parece mi nueva firma y avatar?
hdfhjsd SEXYS!!!! cómo le haces para editarlas así? ¡Te quedan geniales!
Kurt.
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