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Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Terminada.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Página 5 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Re: Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Terminada.
Subi a la madrugada, para las que no vieron los dos capitulos.
Theflashes
Re: Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Terminada.
Geniaaaal!!!!
Odio a esa hermana de Louis quien se cree q es? :S me encanto como se defendio Lali,como defendio a SU chico,la chica tan respetuosa-honesta y valiente q es,lo hermosa y divertda q.es siempre con todos y q aunq lo quieran ocultar ella y Louis se se aman <3
Espero maaaas ;)
Odio a esa hermana de Louis quien se cree q es? :S me encanto como se defendio Lali,como defendio a SU chico,la chica tan respetuosa-honesta y valiente q es,lo hermosa y divertda q.es siempre con todos y q aunq lo quieran ocultar ella y Louis se se aman <3
Espero maaaas ;)
paulis24
Re: Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Terminada.
h
Gracias por tu comentario :)
Si en particular me gustan los capitulos que hice donde se defienden entre ellos. Es como kadjasjdajskdjad.
PD: Más tarde subo, posiblemente sea bastante tarde.
Beso.
paulis24 escribió:Geniaaaal!!!!
Odio a esa hermana de Louis quien se cree q es? :S me encanto como se defendio Lali,como defendio a SU chico,la chica tan respetuosa-honesta y valiente q es,lo hermosa y divertda q.es siempre con todos y q aunq lo quieran ocultar ella y Louis se se aman <3
Espero maaaas ;)
Gracias por tu comentario :)
Si en particular me gustan los capitulos que hice donde se defienden entre ellos. Es como kadjasjdajskdjad.
PD: Más tarde subo, posiblemente sea bastante tarde.
Beso.
Theflashes
Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. veinticinco.
-Por fin-Murmuro Louis cuando la vio salir riendo con su hermana y su prima.
-Ya, deja de ser tan ansioso-Le dijo Niall amigo también de su hermano, con quien había hablado días después de la gran discusión, como con Zayn y Liam diciendo que a ello no le importaba su vida intima, solo el porqué era su amigo y cargarlo era parte del trato. Y le creía. Niall sobre todo tenía esa habilidad de ser sincero hasta cuando no quería serlo, por eso esa noche quería matarlo mientras le decía que si había viendo esa noche iba a estar cerca de Mariana para que se le levante su musculosa.
Saludo al amigo de Lou, aunque ya lo había visto, pero no le sabía el nombre.
-La otra noche no nos pudimos presentar, yo soy Niall Horan un buen amigo de Louis.
-Un gusto-Sonrió.
Lucía un vestido azul de lentejuelas esstraple que llegaba hasta el final de su trasero, no llevaba medias y nuevamente tampoco un sostén. Y él pudo notar que se había cambiado el maquillaje y su peinado pasaba a ser recogido con seguramente cuando se diera vuelta vería las preciosas alas.
Tuvo la obligación de ir a bailar el vals con su cuñada, quien tenía dos años más que su hermano y posaba una de las mejores sonrisas de tanta felicidad. Cuando apareció alguien para remplazarlo busco a Mariana, quien bailaba con uno de todos los múltiples primos que tenia, después se paso a los brazos de Sergio mientras él estaba con su madre, siguió Niall, Kevin, su padre, su hermano y no habían parado de bailar pegada a todos los demás hombre de los cuales no confiaba, incluso tipos de la misma edad que ella, los odiaba, mientras él se tenía que conformar de bailar torpemente con su primas, hermanas o amigas de la familia. Era injusto no poderse escapar cuando alguien le cambiaba la pareja a cada rato.
-Odio bailar el vals-Le dijo a su hermana, cuando ella entendió sus suplicas y bailo de nuevo con él para saco del circulo de baile. Cuando quiso sacar a Mariana, el Dj había cortado la música, su hermana se rio con burla por su suerte-Cuida a tu hijo vos mejor.
-No seas celoso hermanito, si ella quisiera estar con cualquier de todos estos tipos ya lo hubiera hecho; sin embargo cuando no estuvo con vos, estuvo con mamá o conmigo y María charlando.
-Es verdad.
-Entonces ahora anda, que empieza las ligas.
Y era verdad, habían cambiado la música por al de un autentico strip dance y la novia rio apoyando la pierna, Javier había hecho lo debido y le dio un beso, dulce a su esposa.
Todos habían sido cómplices de que lo hicieran los padres de los novios, pero entre risas ambas parejas desistieron la idea. Había pasado Sofía con su pareja, los hermanos de la novia y supo que llego su turno, cuando coreaban su nombre. Había dejado casi su mano marcada en la cintura de Mariana como para que nadie dude que no solo fuera su compañera de fiesta, y el único beso que se habían dado había sido tapado por la ronda de su primo, sobrino y hermano. Quizás los celos no eran buenos pero tenía ganas de demostrarle que solo Louis Tomlinson podía bailar en su cama toda la noche y no limitarse a un simple vals.
La tomo de la mano y se la novia le entrego con una sonrisa la liga azul. Se la coloco solo por placer lo coloco más arriba que todas las demás y apoyo, su pierna la única que valía la pena ver en toda la noche sobre la silla.
Paso su mano por su muslo y sus dientes empezaron a bajar lentamente aquella liga. Cuando logro sacarla, le dio un beso en el inicio de aquella tira y con los aplausos de fondo el beso, estaba seguro de que sus lenguas eran un festín para la foto que le habían tomado.
-Me parece que quedo claro-Me murmuro contra sus labios. Louis se hizo el desentendido y tomo de la mano para sentarse junto a los demás-Tal vez quiero sentarme en tus piernas y marcar territorio-Le dijo al oído, soltó una risa y la sentó en su pierna, para volverla a besar. Paso su mano por sus muslos, y en vez de agarrarla de la cintura su mano estaba en su trasero-Sos tonto.
-¿Por qué?
-¿No te diste cuenta que solo quería bailar cerca de ti?
-No, solo sé que todos estaban interesados en tenerte más cerca de lo debido.
-¿Y qué importa? Con el único que termino en la cama, tiene nombre y apellido.
-¿Y cómo es?
-Louis Tomlinson, quizás lo conoces. Tiene ojos celestes, mide uno ochenta, tiene una espalda grande y el cuerpo marcado, unos labios y una lengua que mi cuerpo disfruta, unas manos que hace unas hora me dio un orgasmo perfecto y no es el momento, ni el lugar pero entre sus piernas tiene algo absolutamente tan grande que en este momento me está humedeciendo mi tanga-Le susurro.
-Si no estuviera toda esta gente, le levantaría el vestido y empezaría el juego.
-Puedo apostarlo.
Los novios habían bailado un poco, y siendo las dos de la madrugada se había ido a pasar su noche de bodas en uno de los mejores hoteles, ya que la luna de miel la dejaría para después de las fiestas.
Louis como no bailaba, había dejado a Mariana en manos de su sobrino. Ya le había quedado claro que no mecería la pena ser celoso.
-Dale baila conmigo-Pidió tirándolo.
-Soy un asco.
-Siempre poder tomarme de la cintura y listo.
-Soy un asco-Repitió.
-¿Me queres?
-¿Qué pregunta es esa? Claro que te quiero.
-Entonces, levanta ese hermoso trasero-Le guiño el ojo- y vamos.
Riéndose se paro y fuero a bailar, se la había pasado dándola vueltas mientras ella reía y le robaba besos en cada vuelta.
-Tengo hambre y vos tampoco comiste, ya que estábamos dormidos ¿Queres ir a comer algo?
-Dale-Una vez dentro picaron de todas las delicias que habían preparado.
-Louis, la verdad estoy muriendo de sueño. ¿Te importaría que me vaya?
-Sí, me importa si no me incluís.
-Es que son recién las tres, y tu familia seguro espera algo más de vos.
-Hace mucho me dejo de importar que espera mi familia de mí, aparte saber que este ambiente no es para mí. Bueno, ni si no estás vos.
-Entonces ¿Vamos?
-Encantado.
-¿Che tío me llevas?-Pregunto Sergio antes de que se despidieran de él.
-¿Dónde vas a esta hora?
-En realidad a mí y a tres de mis amigos que vinieron a la fiesta. Mamá es tan pesada que temía que si traíamos auto y tomábamos nos pasara algo, así que ya nos quedamos sin trasporte.
-¿Dónde vas?
-No te tenía tan cuida.
-Sos mayor y todo, pero si te pasa algo me matan.
-Vamos a un boliche, el primero que veamos. Las fiestas como estas son para los grandes.
-Seguro, dale vamos que los llevamos.
-Sergio, no tiene la misma clase social que ustedes ¿No?
-No, su familia tiene todo pero su madre lo crio sola. Sus padres no aceptaron que su hija de quince años sea mamá, y antes de que la hagan abortar se fue y progreso como pudo. Aunque podes ver que ahora se perdonaron.
-De suerte encontraron a tu hermano en su vida, falta verlo para saber que vale la pena.
-Una mujer con suerte y mi hermano con una doble. Sergio tenía doce años cuando se conocieron y desde entonces es nuestra familia, aunque se niega a ser el típico niño rico porque su padrastro tenga plata.
-¿Si le doy pases para ir a el disco, te parece?
-¿Tenes?
-Si, en la cartera que deje en tu guantera. Siempre llevo por si alguien necesita o mis amigas cambian turnos.
-Si tenes ganas dáselos, pero ¿Podes pedirle que lo vigilen? Y no me digas que tiene tu misma edad y todo eso… Lo tengo claro, pero vos sos madura y el todavía no tiene ganas de hacerlo.
-Entiendo que te preocupes por tu familia Louis, solo quiero que se apuren. No veo la hora de irme a dormir.
Sergio y sus tres amigos se sentaron apretados atrás.
-Sergio, Mariana quería darte algo-Aviso Lou.
-¿Qué?
-¿Quieren ir al Infinit?
-No creo que tengamos plata para una cerveza-Dijo riéndose-Es para caretas.
-Mejor cállate Sergio-La voz de Louis era dura, no quería que ofendan al hermano de Lali, menos a ella.
-Déjalo, es libre-Contesto-la cuestión es que tengo pases para un vip y si quieren todo gratis. ¿Les parece?-Todos habían contestado que sí.
-¿Sos amiga de los dueños?-Quiso saber, uno de los tantos chicos con los que bailo el vals.
-Más precisamente mi hermano, yo soy barwoman. Miren póngase estas pulseras violetas en la muñeca mientras yo hago unas llamada-Le repartió una a cada uno.
Tomo su celular y marco el numero del grandote, Guy.
-Grandote, ¿Cómo estás?
-Jefa, perfecto ¿Qué necesita?-Le dijo gritando, seguramente todavía había gente entrando.
-Voy a ir con cuatro amigos los dejo a tu lado y los llevas a mi vip, pero es esencial que cuando termine la noche, los agarres estén como estén y los lleves a su casa. Mañana tenes el día libre.
-No, mañana no me toca-Sonrió, todos sus empleados eran así de sinceros, buenos, humildes por eso todos trabajaban con ellos. Todos eran la gran familia que los Esposito habían creado.
-Da igual Guy, tenes el día libre y si no podes elegir el día que quieras o lo necesites.
-Muchas gracias.
-Eh grandote, te dejo trabajar. Cuídalos.
Marco el siguiente numero.
-¿Sara?
-Estoy trabajando, nena.
-Escucha esto, van a ir cuatro amigos van a tener la misma pulsera que te hice usar. Le das todos los tragos gratis, sea cual sea.
-¿Algo más jefecita?
-No, te quiero.
-Se te extraña, chau.
-Ya está todo listo.
-No tendrías que molestarte, y tampoco hacía falta que le digas a tu amigo que nos lleve, somos grande.
-Se que son grandes, tienen mi edad. Pero tu tío quiere descansar tranquilo sabiendo que están bien y yo también.
-Gracias tío-le palmeo el hombro- gracias tía-Le dijo gracioso- y perdón por lo de caretas.
-No pasa nada, el boliche suele ser caro. Pero no tanto, te lo aseguro.
Le dio un beso rápido a Louis y bajo con los cuatro chicos que se despedían del conductor. Escucho a un par de chicas protestar porque ellas todavía hacían fila mientras ellos estaban avanzando.
-Guy-Lo abrazo-Te extrañe.
-Acá también se te extraña.
-Más lindo, pero bueno…Mira ellos son mis amigos-Todos lo saludaron- cuídalos.
-Por supuesto.
Le dieron las gracias a Mariana y se fue.
-Ya, deja de ser tan ansioso-Le dijo Niall amigo también de su hermano, con quien había hablado días después de la gran discusión, como con Zayn y Liam diciendo que a ello no le importaba su vida intima, solo el porqué era su amigo y cargarlo era parte del trato. Y le creía. Niall sobre todo tenía esa habilidad de ser sincero hasta cuando no quería serlo, por eso esa noche quería matarlo mientras le decía que si había viendo esa noche iba a estar cerca de Mariana para que se le levante su musculosa.
Saludo al amigo de Lou, aunque ya lo había visto, pero no le sabía el nombre.
-La otra noche no nos pudimos presentar, yo soy Niall Horan un buen amigo de Louis.
-Un gusto-Sonrió.
Lucía un vestido azul de lentejuelas esstraple que llegaba hasta el final de su trasero, no llevaba medias y nuevamente tampoco un sostén. Y él pudo notar que se había cambiado el maquillaje y su peinado pasaba a ser recogido con seguramente cuando se diera vuelta vería las preciosas alas.
Tuvo la obligación de ir a bailar el vals con su cuñada, quien tenía dos años más que su hermano y posaba una de las mejores sonrisas de tanta felicidad. Cuando apareció alguien para remplazarlo busco a Mariana, quien bailaba con uno de todos los múltiples primos que tenia, después se paso a los brazos de Sergio mientras él estaba con su madre, siguió Niall, Kevin, su padre, su hermano y no habían parado de bailar pegada a todos los demás hombre de los cuales no confiaba, incluso tipos de la misma edad que ella, los odiaba, mientras él se tenía que conformar de bailar torpemente con su primas, hermanas o amigas de la familia. Era injusto no poderse escapar cuando alguien le cambiaba la pareja a cada rato.
-Odio bailar el vals-Le dijo a su hermana, cuando ella entendió sus suplicas y bailo de nuevo con él para saco del circulo de baile. Cuando quiso sacar a Mariana, el Dj había cortado la música, su hermana se rio con burla por su suerte-Cuida a tu hijo vos mejor.
-No seas celoso hermanito, si ella quisiera estar con cualquier de todos estos tipos ya lo hubiera hecho; sin embargo cuando no estuvo con vos, estuvo con mamá o conmigo y María charlando.
-Es verdad.
-Entonces ahora anda, que empieza las ligas.
Y era verdad, habían cambiado la música por al de un autentico strip dance y la novia rio apoyando la pierna, Javier había hecho lo debido y le dio un beso, dulce a su esposa.
Todos habían sido cómplices de que lo hicieran los padres de los novios, pero entre risas ambas parejas desistieron la idea. Había pasado Sofía con su pareja, los hermanos de la novia y supo que llego su turno, cuando coreaban su nombre. Había dejado casi su mano marcada en la cintura de Mariana como para que nadie dude que no solo fuera su compañera de fiesta, y el único beso que se habían dado había sido tapado por la ronda de su primo, sobrino y hermano. Quizás los celos no eran buenos pero tenía ganas de demostrarle que solo Louis Tomlinson podía bailar en su cama toda la noche y no limitarse a un simple vals.
La tomo de la mano y se la novia le entrego con una sonrisa la liga azul. Se la coloco solo por placer lo coloco más arriba que todas las demás y apoyo, su pierna la única que valía la pena ver en toda la noche sobre la silla.
Paso su mano por su muslo y sus dientes empezaron a bajar lentamente aquella liga. Cuando logro sacarla, le dio un beso en el inicio de aquella tira y con los aplausos de fondo el beso, estaba seguro de que sus lenguas eran un festín para la foto que le habían tomado.
-Me parece que quedo claro-Me murmuro contra sus labios. Louis se hizo el desentendido y tomo de la mano para sentarse junto a los demás-Tal vez quiero sentarme en tus piernas y marcar territorio-Le dijo al oído, soltó una risa y la sentó en su pierna, para volverla a besar. Paso su mano por sus muslos, y en vez de agarrarla de la cintura su mano estaba en su trasero-Sos tonto.
-¿Por qué?
-¿No te diste cuenta que solo quería bailar cerca de ti?
-No, solo sé que todos estaban interesados en tenerte más cerca de lo debido.
-¿Y qué importa? Con el único que termino en la cama, tiene nombre y apellido.
-¿Y cómo es?
-Louis Tomlinson, quizás lo conoces. Tiene ojos celestes, mide uno ochenta, tiene una espalda grande y el cuerpo marcado, unos labios y una lengua que mi cuerpo disfruta, unas manos que hace unas hora me dio un orgasmo perfecto y no es el momento, ni el lugar pero entre sus piernas tiene algo absolutamente tan grande que en este momento me está humedeciendo mi tanga-Le susurro.
-Si no estuviera toda esta gente, le levantaría el vestido y empezaría el juego.
-Puedo apostarlo.
Los novios habían bailado un poco, y siendo las dos de la madrugada se había ido a pasar su noche de bodas en uno de los mejores hoteles, ya que la luna de miel la dejaría para después de las fiestas.
Louis como no bailaba, había dejado a Mariana en manos de su sobrino. Ya le había quedado claro que no mecería la pena ser celoso.
-Dale baila conmigo-Pidió tirándolo.
-Soy un asco.
-Siempre poder tomarme de la cintura y listo.
-Soy un asco-Repitió.
-¿Me queres?
-¿Qué pregunta es esa? Claro que te quiero.
-Entonces, levanta ese hermoso trasero-Le guiño el ojo- y vamos.
Riéndose se paro y fuero a bailar, se la había pasado dándola vueltas mientras ella reía y le robaba besos en cada vuelta.
-Tengo hambre y vos tampoco comiste, ya que estábamos dormidos ¿Queres ir a comer algo?
-Dale-Una vez dentro picaron de todas las delicias que habían preparado.
-Louis, la verdad estoy muriendo de sueño. ¿Te importaría que me vaya?
-Sí, me importa si no me incluís.
-Es que son recién las tres, y tu familia seguro espera algo más de vos.
-Hace mucho me dejo de importar que espera mi familia de mí, aparte saber que este ambiente no es para mí. Bueno, ni si no estás vos.
-Entonces ¿Vamos?
-Encantado.
-¿Che tío me llevas?-Pregunto Sergio antes de que se despidieran de él.
-¿Dónde vas a esta hora?
-En realidad a mí y a tres de mis amigos que vinieron a la fiesta. Mamá es tan pesada que temía que si traíamos auto y tomábamos nos pasara algo, así que ya nos quedamos sin trasporte.
-¿Dónde vas?
-No te tenía tan cuida.
-Sos mayor y todo, pero si te pasa algo me matan.
-Vamos a un boliche, el primero que veamos. Las fiestas como estas son para los grandes.
-Seguro, dale vamos que los llevamos.
-Sergio, no tiene la misma clase social que ustedes ¿No?
-No, su familia tiene todo pero su madre lo crio sola. Sus padres no aceptaron que su hija de quince años sea mamá, y antes de que la hagan abortar se fue y progreso como pudo. Aunque podes ver que ahora se perdonaron.
-De suerte encontraron a tu hermano en su vida, falta verlo para saber que vale la pena.
-Una mujer con suerte y mi hermano con una doble. Sergio tenía doce años cuando se conocieron y desde entonces es nuestra familia, aunque se niega a ser el típico niño rico porque su padrastro tenga plata.
-¿Si le doy pases para ir a el disco, te parece?
-¿Tenes?
-Si, en la cartera que deje en tu guantera. Siempre llevo por si alguien necesita o mis amigas cambian turnos.
-Si tenes ganas dáselos, pero ¿Podes pedirle que lo vigilen? Y no me digas que tiene tu misma edad y todo eso… Lo tengo claro, pero vos sos madura y el todavía no tiene ganas de hacerlo.
-Entiendo que te preocupes por tu familia Louis, solo quiero que se apuren. No veo la hora de irme a dormir.
Sergio y sus tres amigos se sentaron apretados atrás.
-Sergio, Mariana quería darte algo-Aviso Lou.
-¿Qué?
-¿Quieren ir al Infinit?
-No creo que tengamos plata para una cerveza-Dijo riéndose-Es para caretas.
-Mejor cállate Sergio-La voz de Louis era dura, no quería que ofendan al hermano de Lali, menos a ella.
-Déjalo, es libre-Contesto-la cuestión es que tengo pases para un vip y si quieren todo gratis. ¿Les parece?-Todos habían contestado que sí.
-¿Sos amiga de los dueños?-Quiso saber, uno de los tantos chicos con los que bailo el vals.
-Más precisamente mi hermano, yo soy barwoman. Miren póngase estas pulseras violetas en la muñeca mientras yo hago unas llamada-Le repartió una a cada uno.
Tomo su celular y marco el numero del grandote, Guy.
-Grandote, ¿Cómo estás?
-Jefa, perfecto ¿Qué necesita?-Le dijo gritando, seguramente todavía había gente entrando.
-Voy a ir con cuatro amigos los dejo a tu lado y los llevas a mi vip, pero es esencial que cuando termine la noche, los agarres estén como estén y los lleves a su casa. Mañana tenes el día libre.
-No, mañana no me toca-Sonrió, todos sus empleados eran así de sinceros, buenos, humildes por eso todos trabajaban con ellos. Todos eran la gran familia que los Esposito habían creado.
-Da igual Guy, tenes el día libre y si no podes elegir el día que quieras o lo necesites.
-Muchas gracias.
-Eh grandote, te dejo trabajar. Cuídalos.
Marco el siguiente numero.
-¿Sara?
-Estoy trabajando, nena.
-Escucha esto, van a ir cuatro amigos van a tener la misma pulsera que te hice usar. Le das todos los tragos gratis, sea cual sea.
-¿Algo más jefecita?
-No, te quiero.
-Se te extraña, chau.
-Ya está todo listo.
-No tendrías que molestarte, y tampoco hacía falta que le digas a tu amigo que nos lleve, somos grande.
-Se que son grandes, tienen mi edad. Pero tu tío quiere descansar tranquilo sabiendo que están bien y yo también.
-Gracias tío-le palmeo el hombro- gracias tía-Le dijo gracioso- y perdón por lo de caretas.
-No pasa nada, el boliche suele ser caro. Pero no tanto, te lo aseguro.
Le dio un beso rápido a Louis y bajo con los cuatro chicos que se despedían del conductor. Escucho a un par de chicas protestar porque ellas todavía hacían fila mientras ellos estaban avanzando.
-Guy-Lo abrazo-Te extrañe.
-Acá también se te extraña.
-Más lindo, pero bueno…Mira ellos son mis amigos-Todos lo saludaron- cuídalos.
-Por supuesto.
Le dieron las gracias a Mariana y se fue.
Theflashes
Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Veintiséis.
-Eso de mover influencias te sienta bien, es gracioso verte hablar con uno y con otro-Le dijo mientras entraba de nuevo al coche.
Al llegar, como el ascensor no andaba decidieron dejar las valijas donde estaban. A la reina la llevo en sus brazos ya que estaba dormitando hasta llegar a su departamento, abrió y la acostó pero muy despacio le saco su ropa. Quedo desnuda y la envolvió con la mitad de la frazada que no usaba.
Salió a su departamento e hizo exactamente lo mismo que Mariana. Dormirse. Por lo menos ese día.
Mariana salió de la casa con la camisa de Louis y su ropa interior por si alguien la veía, para entrar en la suya, le había prometido que pasaría el cumpleaños en su cama pero tenía que hacerle la maldad del día. Haciendo equilibrio saco las dos tortas, una de chocolate que era la favorita de él y la de vainilla que era la de ella.
Entro sin hacer ruido, dejo que tenía su nombre en la heladera y fue a la habitación con la otra en mano. Lo dejo dormir un rato más, mientras se metía al baño para atarse el cabello que seguramente iba a manchar con torta, se cepillo los dientes y aprovecho para verse algo linda y delinearse los ojos. Nada exagerado.
-Louis, Louis, Louis-Lo despertó de forma desesperada hasta que se levanto de un golpe, y la torta se estampo en su cara. Mariana empezó a reír a carcajadas, el la miraba seriamente.
-¡Y ni siquiera es mi favorita!-Protesto espero que ella se calmara y déjala la bandeja en el modular. Antes de que la pudiera agarrar, corrió fuera de la cama-No vas a poder escapar.
-No sé, no sé.
Cuando fuera del cuarto, Louis agarro la torta par agarrarla había sido fácil.
-No, no el pelo no.
-No sé, no sé-La imito y para colmo, le saco el broche y sin darse cuenta se escurrió entre sus brazos.
La volvió a correr hasta la cocina y por fin la mancho de torta.
-Es mi favorita de todas maneras, aunque a las doce te lo dije ¡Feliz cumpleaños Louis!-Le dijo y enmarco su cara para darle un rico beso con sabor a dulce de leche y vainilla. La alzo para ponerla en el mesón, le desabrocho su propia camisa para darle besos pequeños.
-Te quiero.
-Yo también, pero deja de darme besitos y vamos a comer torta.
-Creo que es exactamente lo que hice cuando me besaste.
-Pero te traje tu favorita.
-¿De chocolate, dulce de leche y crema?
-Exacto-Dijo y luego le paso la lengua por la nariz-Mientras vos comes esa, yo voy a comer de tu cara-Le guiño el ojo, bajo a buscarla, saco un encendedor y un cuchillo-Vamos al sillón.
La siguió, y disfruto del momento que se agacho a prender la vela. Se santo contra el respaldo y la obligo a acostarse entre sus piernas.
Tomo la torta y se la coloco en las piernas, apoyo su cabeza llena de crema en su pecho desnudo y le canto el feliz cumpleaños. Podía pasar el resto de su vida festejando de esa manera con la mujer que amaba, aunque era imposible.
-Pedí tres deseos-Rió porque el único deseo que quería era ser joven para poder darle todo lo que ella merecía. Sin embargo pidió que las cosas duraran un poco más, que ella sea feliz y que cuando todo termine logre recordarla sin dolor.
-Vas a comer con las manos, porque ya me puse cómoda y no pienso salir.
-No me importa comer con las manos-Rió y le alzando el cuchillo, le dio un pedazo y dejo la torta de lado. Ella había cumplido su parte también, estaba pasándole la punta de su lengua por su cara, su cuelo y su pecho-No hay una sola mañana que no me excite.
-No hay una sola mañana que se tenga que desperdiciar.
-Gracias.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Por la torta, por sacarme de mi mundo y llevar en todo este tiempo a algo mejor. Por simplemente ser vos y estás conmigo.
¡Lo amaba! ¡Dios santo, lo amaba!
Antes de cometer el error de su vida tuvo que agradecer que tocaran el timbre insistentemente.
Lou levanto muy a su pesar y fue abrir, estaba toda su familia en la puerta, con su amigos incluso. Todos les gritaron feliz cumpleaños después de la sorpresa de verlo manchado de torta. Era raro que su familia apareciera en su casa, era la víspera de navidad y siempre festejaban a la noche como personas normales.
Todos entraron y se encontraron con una mariana en indiecita con la camisa abrochada y una torta de chocolate en sus piernas y el pelo y parte de su cara con torta también sobre todos su nariz que se veía adorable.
-Hola-Les dijo sonriente, y la primera en saludarla fue su madre.
-Encanto, sabía que te iba a encontrar.
-Todos le dijimos a tu madre que era mala idea venir, porque tenías visitas-Dijo Liam quien aparto su vista de Mariana, se lo agradeció.
-Para ser sincero las visitas son todos ustedes, o yo duermo en su casa o ella en la mía.
-Y tenemos llaves-Acoto ella, mientras agradecía el repasador que le había alcanzado su hermana, Sofía-Toma-Se lo tiro a él, y se limpio.
-Pasen al comedor y siéntense-Ofreció y todos como autitos chocones fueron, estaban muy sorprendidos y era lógico, de pasar de ser la chica fácil ahora resultaba que tenia llaves, dormían juntos todas las noche-Mamá podes servir la torta que trajeron y la que trajo Lali, nosotros vamos a cambiarnos.
-Yo te ayudo Norma-Dijo Lucia.
Le extendió la mano y la tomo, para irse al cuarto. Ya estaban bañados pero ahora estaban todos pegajosos, se metieron al agua, quisieron ser rápidos para que no hicieran nada más, pero apenas salieron del agua la agarro del brazo.
-¿Nos vamos a engañar?-Le pregunto al oído, ella rio y dejo que el cerrara la puerta.
Sexymente se puso en cuatro sobre la cama y el la acompaño, había bastado solo cinco minutos en el agua pero rozarse era perfecto como para desperdiciar la excitación. Tenían que hacerlo.
Se movió con urgencia, entro y salió como dueño y señor el cuerpo de Mariana, penetrándola fuerte. Podían ser pervertidos o como quieran llamarlo, pero mientras más gente los podía escuchar más se excitaba, cuando por fin dijo su nombre se irguieron mientras ella dejaba que él la tocara unos minutos más.
Luego se cambiaron, él una simple musculosa violeta que ella le había regalado hacia meses y un jogging negro también se coloco el crucifijo de otro que le había regalado aquella Madrugada Lali. Ella se puso su short y una musculosa violeta también, su reloj que no se lo sacaba por nada.
Bajaron de la mano y sintió que en ese tiempo se habían perdido de algo.
-Tu papá dijo que los chicos te hagan el asado y que viene en un rato. Fue por hielos y sigue sin encontrar.
-¿Papá va a venir?
-Sí, y los chicos hace unos días pidieron el asador del edificio.
Louis tuvo que atender la llamada, era Harry con Belén de fondo. Ambos le deseaban lo mejor, y le decían que lo querían. Eran sus amigos de toda la vida y a pesar de todo los quería en su vida y más ese día. Los invito.
-No, Louis no me vas a ser sentir culpable. En definitiva soy la tipa con la que acostas hasta que todo acabe, no me hagas pasar por alguien importante cuando no lo soy.
El cortó sin dar crédito, a su propia visión de una mariana contándole solamente la verdad.
-¿Por qué no vino Claudia?
-No quiero hablar de tu hermana, no estoy muy contesta con ella.
-¿Qué hizo?
-Nada que merezca la pena contar, vamos arriba que con tu hermana y tus primas preparamos las ensaladas. Tu hermano hizo las salsas y los chicos fueron a comprar.
-Esto es raro mamá-Le dijo mientras acurrucaba a Lali en su pecho.
-Alguien me dio señas claras de que necesitabas de la familia hijo, y prometo no meterme más en tu vida. También lo juraron todos los que pisaron hoy tu casa.
El sabía que era Mariana, lo irónico era que le hacían caso a una “extraña” y no a su propio hijo.
-Lou ayuda a mamá, yo necesito que Lali me ayude a hacer la mamadera porque nuestras queridas primas están haciéndose las lindas con Zayn y Niall.
Le hizo caso y Mariana hizo por primera vez leche para un bebé, uno que estaba llorando sin parar. Iba a ir a abrir la puerta, pero Sofía fue. Juraba haber escuchado a Belén y la voz gruesa de su novio.
-¿Quién era?-Pregunto.
-Harry y Belén, los mande arriba.
Le entrego el recipiente justo a la temperatura y la vio sentarse para darle de tomar. Supo que ya era hora de irse.
Había descubierto que era enamorarse, que era festejarle un cumpleaños a alguien que se ama y no será su hermano, también había hecho la mamadera de un bebe. No tenía ganas de arruinar nada con una pelea, tenía ganas de que Louis sea feliz, con los que el amaba y viceversa.
No tenia que arruinar las cosas ni con peleas, ni enamorándose más. El final feliz no era para ella, quizás por un tiempo más podría disfrutar del desenlace de la historia hasta que todo sea tragedia.
-Sofí, decile a Louis que si es posible mañana nos vemos.
-¿Qué? ¡Cómo no te vas a quedad a comer!
-Esto es cosa de familia y amigos.
-¡Vos sos de la familia!-Sonrió.
-No te engañes Sofía, yo no soy familia, ni amiga. Soy simplemente con quien se acuesta.
-Avísaselo a mi hermano entonces, no creo que esté de acuerdo en nada. Y menos con irte.
-Que tengan bonito día.
Al llegar, como el ascensor no andaba decidieron dejar las valijas donde estaban. A la reina la llevo en sus brazos ya que estaba dormitando hasta llegar a su departamento, abrió y la acostó pero muy despacio le saco su ropa. Quedo desnuda y la envolvió con la mitad de la frazada que no usaba.
Salió a su departamento e hizo exactamente lo mismo que Mariana. Dormirse. Por lo menos ese día.
Mariana salió de la casa con la camisa de Louis y su ropa interior por si alguien la veía, para entrar en la suya, le había prometido que pasaría el cumpleaños en su cama pero tenía que hacerle la maldad del día. Haciendo equilibrio saco las dos tortas, una de chocolate que era la favorita de él y la de vainilla que era la de ella.
Entro sin hacer ruido, dejo que tenía su nombre en la heladera y fue a la habitación con la otra en mano. Lo dejo dormir un rato más, mientras se metía al baño para atarse el cabello que seguramente iba a manchar con torta, se cepillo los dientes y aprovecho para verse algo linda y delinearse los ojos. Nada exagerado.
-Louis, Louis, Louis-Lo despertó de forma desesperada hasta que se levanto de un golpe, y la torta se estampo en su cara. Mariana empezó a reír a carcajadas, el la miraba seriamente.
-¡Y ni siquiera es mi favorita!-Protesto espero que ella se calmara y déjala la bandeja en el modular. Antes de que la pudiera agarrar, corrió fuera de la cama-No vas a poder escapar.
-No sé, no sé.
Cuando fuera del cuarto, Louis agarro la torta par agarrarla había sido fácil.
-No, no el pelo no.
-No sé, no sé-La imito y para colmo, le saco el broche y sin darse cuenta se escurrió entre sus brazos.
La volvió a correr hasta la cocina y por fin la mancho de torta.
-Es mi favorita de todas maneras, aunque a las doce te lo dije ¡Feliz cumpleaños Louis!-Le dijo y enmarco su cara para darle un rico beso con sabor a dulce de leche y vainilla. La alzo para ponerla en el mesón, le desabrocho su propia camisa para darle besos pequeños.
-Te quiero.
-Yo también, pero deja de darme besitos y vamos a comer torta.
-Creo que es exactamente lo que hice cuando me besaste.
-Pero te traje tu favorita.
-¿De chocolate, dulce de leche y crema?
-Exacto-Dijo y luego le paso la lengua por la nariz-Mientras vos comes esa, yo voy a comer de tu cara-Le guiño el ojo, bajo a buscarla, saco un encendedor y un cuchillo-Vamos al sillón.
La siguió, y disfruto del momento que se agacho a prender la vela. Se santo contra el respaldo y la obligo a acostarse entre sus piernas.
Tomo la torta y se la coloco en las piernas, apoyo su cabeza llena de crema en su pecho desnudo y le canto el feliz cumpleaños. Podía pasar el resto de su vida festejando de esa manera con la mujer que amaba, aunque era imposible.
-Pedí tres deseos-Rió porque el único deseo que quería era ser joven para poder darle todo lo que ella merecía. Sin embargo pidió que las cosas duraran un poco más, que ella sea feliz y que cuando todo termine logre recordarla sin dolor.
-Vas a comer con las manos, porque ya me puse cómoda y no pienso salir.
-No me importa comer con las manos-Rió y le alzando el cuchillo, le dio un pedazo y dejo la torta de lado. Ella había cumplido su parte también, estaba pasándole la punta de su lengua por su cara, su cuelo y su pecho-No hay una sola mañana que no me excite.
-No hay una sola mañana que se tenga que desperdiciar.
-Gracias.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Por la torta, por sacarme de mi mundo y llevar en todo este tiempo a algo mejor. Por simplemente ser vos y estás conmigo.
¡Lo amaba! ¡Dios santo, lo amaba!
Antes de cometer el error de su vida tuvo que agradecer que tocaran el timbre insistentemente.
Lou levanto muy a su pesar y fue abrir, estaba toda su familia en la puerta, con su amigos incluso. Todos les gritaron feliz cumpleaños después de la sorpresa de verlo manchado de torta. Era raro que su familia apareciera en su casa, era la víspera de navidad y siempre festejaban a la noche como personas normales.
Todos entraron y se encontraron con una mariana en indiecita con la camisa abrochada y una torta de chocolate en sus piernas y el pelo y parte de su cara con torta también sobre todos su nariz que se veía adorable.
-Hola-Les dijo sonriente, y la primera en saludarla fue su madre.
-Encanto, sabía que te iba a encontrar.
-Todos le dijimos a tu madre que era mala idea venir, porque tenías visitas-Dijo Liam quien aparto su vista de Mariana, se lo agradeció.
-Para ser sincero las visitas son todos ustedes, o yo duermo en su casa o ella en la mía.
-Y tenemos llaves-Acoto ella, mientras agradecía el repasador que le había alcanzado su hermana, Sofía-Toma-Se lo tiro a él, y se limpio.
-Pasen al comedor y siéntense-Ofreció y todos como autitos chocones fueron, estaban muy sorprendidos y era lógico, de pasar de ser la chica fácil ahora resultaba que tenia llaves, dormían juntos todas las noche-Mamá podes servir la torta que trajeron y la que trajo Lali, nosotros vamos a cambiarnos.
-Yo te ayudo Norma-Dijo Lucia.
Le extendió la mano y la tomo, para irse al cuarto. Ya estaban bañados pero ahora estaban todos pegajosos, se metieron al agua, quisieron ser rápidos para que no hicieran nada más, pero apenas salieron del agua la agarro del brazo.
-¿Nos vamos a engañar?-Le pregunto al oído, ella rio y dejo que el cerrara la puerta.
Sexymente se puso en cuatro sobre la cama y el la acompaño, había bastado solo cinco minutos en el agua pero rozarse era perfecto como para desperdiciar la excitación. Tenían que hacerlo.
Se movió con urgencia, entro y salió como dueño y señor el cuerpo de Mariana, penetrándola fuerte. Podían ser pervertidos o como quieran llamarlo, pero mientras más gente los podía escuchar más se excitaba, cuando por fin dijo su nombre se irguieron mientras ella dejaba que él la tocara unos minutos más.
Luego se cambiaron, él una simple musculosa violeta que ella le había regalado hacia meses y un jogging negro también se coloco el crucifijo de otro que le había regalado aquella Madrugada Lali. Ella se puso su short y una musculosa violeta también, su reloj que no se lo sacaba por nada.
Bajaron de la mano y sintió que en ese tiempo se habían perdido de algo.
-Tu papá dijo que los chicos te hagan el asado y que viene en un rato. Fue por hielos y sigue sin encontrar.
-¿Papá va a venir?
-Sí, y los chicos hace unos días pidieron el asador del edificio.
Louis tuvo que atender la llamada, era Harry con Belén de fondo. Ambos le deseaban lo mejor, y le decían que lo querían. Eran sus amigos de toda la vida y a pesar de todo los quería en su vida y más ese día. Los invito.
-No, Louis no me vas a ser sentir culpable. En definitiva soy la tipa con la que acostas hasta que todo acabe, no me hagas pasar por alguien importante cuando no lo soy.
El cortó sin dar crédito, a su propia visión de una mariana contándole solamente la verdad.
-¿Por qué no vino Claudia?
-No quiero hablar de tu hermana, no estoy muy contesta con ella.
-¿Qué hizo?
-Nada que merezca la pena contar, vamos arriba que con tu hermana y tus primas preparamos las ensaladas. Tu hermano hizo las salsas y los chicos fueron a comprar.
-Esto es raro mamá-Le dijo mientras acurrucaba a Lali en su pecho.
-Alguien me dio señas claras de que necesitabas de la familia hijo, y prometo no meterme más en tu vida. También lo juraron todos los que pisaron hoy tu casa.
El sabía que era Mariana, lo irónico era que le hacían caso a una “extraña” y no a su propio hijo.
-Lou ayuda a mamá, yo necesito que Lali me ayude a hacer la mamadera porque nuestras queridas primas están haciéndose las lindas con Zayn y Niall.
Le hizo caso y Mariana hizo por primera vez leche para un bebé, uno que estaba llorando sin parar. Iba a ir a abrir la puerta, pero Sofía fue. Juraba haber escuchado a Belén y la voz gruesa de su novio.
-¿Quién era?-Pregunto.
-Harry y Belén, los mande arriba.
Le entrego el recipiente justo a la temperatura y la vio sentarse para darle de tomar. Supo que ya era hora de irse.
Había descubierto que era enamorarse, que era festejarle un cumpleaños a alguien que se ama y no será su hermano, también había hecho la mamadera de un bebe. No tenía ganas de arruinar nada con una pelea, tenía ganas de que Louis sea feliz, con los que el amaba y viceversa.
No tenia que arruinar las cosas ni con peleas, ni enamorándose más. El final feliz no era para ella, quizás por un tiempo más podría disfrutar del desenlace de la historia hasta que todo sea tragedia.
-Sofí, decile a Louis que si es posible mañana nos vemos.
-¿Qué? ¡Cómo no te vas a quedad a comer!
-Esto es cosa de familia y amigos.
-¡Vos sos de la familia!-Sonrió.
-No te engañes Sofía, yo no soy familia, ni amiga. Soy simplemente con quien se acuesta.
-Avísaselo a mi hermano entonces, no creo que esté de acuerdo en nada. Y menos con irte.
-Que tengan bonito día.
Theflashes
Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Veintisiete.
-¿Se puede saber por qué carajo te fuiste?-Pregunto enojado, apenas le contesto el celular.
-Mira energúmeno, será tu cumpleaños pero no voy a dejar que me hables así.
-¡Prometiste quédate conmigo todo el día!-Le recordó algo histérico.
-Escuche cuando llego Belén y la verdad no quiero pelear el día de tu cumpleaños, la víspera de navidad. No daba.
-Quería hablar con vos y pedirte disculpas.
-No importa ya, estoy por irme.
-No, te voy a bajar a buscar.
-No hagas un lio de todo esto, nos vemos mañana.
-¡Estas arruinándome cumpleaños!-La acuso solo para que volviera.
-Te quiero Louis, y de verdad quiero que hoy tengas un bonito día.
-Lali…
Era de verdad ¿No era lo suficiente claro para llegar a ella? ¡Maldita sea, solo quería estar con ella!
-Chica testaruda-Le dijo su padre, tras el.
-Bastante-Murmuro.
-Feliz cumpleaños hijo.
-Gracias-Dijo sin importancia-Todos están arriba, seguime.
-¿Te molestaría mostrarme tu casa?
-¿Cómo?
-Nunca la vi, ¿Te molestaría?
-No-Dijo simplemente.
Le mostro cada rincón, era un departamento enorme y al ver la expresión de aceptación supo que su pare le había gustado. Más tarde llevaron los hielos, en silencio mientras subían el ascensor.
Había deseado estar con Louis en su cumpleaños, pero después de aquella última charla no podía ni con ella misma.
-¿Me vas a contar de una vez que te pasa?-Le pregunto su hermano, mientras cenaban en el restaurant vacio, porque ahí estaba la esencia de sus padres y también la hacía poner realmente mal.
-No puedo más del dolor de cabeza.
-¿Queres irte a dormir?
-No, claro que no. Solo me apetece estar con vos-Sonrió, pero después de un rato soltó un;-Te amo-Darío ya estaba preocupado.
-Yo también, y porque te amo quiero saber qué te pasa. Realmente.
-No puedo con lo que me pasa, hoy de repente me di cuenta que me enamore de Louis.
Su hermano casi se atraganto, ¿Su hermana enamorada?
-Yo pensé que eso se había terminado.
-No, y ahora me entran ganas de llorar por no haberlo terminado.
-No es tan malo enamorarse, a los viejos no les fue tan mal.
-Los viejos se amaron y lo único que lograrnos fue morirse.
-Tenemos los mismos miedos, pero yo se que en algún momento voy a tener que enfrentarlos como vos ahora.
-¿Enfrentarlos? Tirarme de un paracaídas es más factible.
-No digas taradeses Lali, siempre te enfrentaste a todo.
-¡Pero no al amor! No quiero hacerlo.
-Entonces termina con él y trata de olvidarlo. Si lo logras no era amor y vas a estar contenta.
-Suena fácil, pero siento que me va a doler dejarlo.
-Si no duele no vale la pena. Míranos .Si los viejos no hubiese muerto, si no hubiese dolido, ¿Tendríamos esto? ¿Tendríamos tantos buenos amigos?
-Lo entiendo, quizás sea hora de terminar todo.
Pero esa noche no podía, tampoco la siguiente, ni la siguiente.
Había tratado de pasar la navidad lo mejor posible, a las dos tomo su lugar detrás de la barra y se olvido de los problemas.
-Linda, ¿Esta noche queres ser mi regalo de navidad?
Era atractivo, y podría decir que si para sacarse de la cabeza a Lou. Pero no quería hacerlo, si bien el no la amaba, si la quería y confiaba en ella cuando le había dicho que no estaría con nadie que no sea él. Iba a cumplir hasta que pongan punto final.
Se había ido a su casa, tenía varios regalos en su cama. Un anillo de oro, pendientes, ropa, carteras, zapatos todos de Louis. Y del otro lado todos con el mismo envoltorio, eran de la familia de Louis.
Saco el regalo que tenia para él, que apenas lo podía y arrastrando llego el más pequeño y lo llevo al lado. Lo dejo en una esquina y subió. Se desvistió y se acostó, se sentó sobre él y lo hizo entras en ella con tanta facilidad porque estaba muy excitado. Él le había dado permiso de entras y violarlo, literalmente no lo era ya que a él le encantaba, pero estaba haciendo parte de su trato.
El gemio y se despertó para besarla, exigió que se moviera más rápido mientras dos de sus dedos se hundían en su interior.
-Mi amor, ¡Dios!-Grito él al final.
-Feliz navidad-La dio vuelta y se recostó sobre ella para saber que no estaba soñando.
-Feliz navidad-La abrazo hasta que ambos se quedaron dormidos, unidos y con mucho placer.
No había sido un sueño, se dijo mientras empezaba a moverse sobre ella. Lo había sorprendido durante la madrugada, con sexo devastador y ahora se despertaba aun penetrándola. Era la mejor navidad del siglo.
-Mira energúmeno, será tu cumpleaños pero no voy a dejar que me hables así.
-¡Prometiste quédate conmigo todo el día!-Le recordó algo histérico.
-Escuche cuando llego Belén y la verdad no quiero pelear el día de tu cumpleaños, la víspera de navidad. No daba.
-Quería hablar con vos y pedirte disculpas.
-No importa ya, estoy por irme.
-No, te voy a bajar a buscar.
-No hagas un lio de todo esto, nos vemos mañana.
-¡Estas arruinándome cumpleaños!-La acuso solo para que volviera.
-Te quiero Louis, y de verdad quiero que hoy tengas un bonito día.
-Lali…
Era de verdad ¿No era lo suficiente claro para llegar a ella? ¡Maldita sea, solo quería estar con ella!
-Chica testaruda-Le dijo su padre, tras el.
-Bastante-Murmuro.
-Feliz cumpleaños hijo.
-Gracias-Dijo sin importancia-Todos están arriba, seguime.
-¿Te molestaría mostrarme tu casa?
-¿Cómo?
-Nunca la vi, ¿Te molestaría?
-No-Dijo simplemente.
Le mostro cada rincón, era un departamento enorme y al ver la expresión de aceptación supo que su pare le había gustado. Más tarde llevaron los hielos, en silencio mientras subían el ascensor.
Había deseado estar con Louis en su cumpleaños, pero después de aquella última charla no podía ni con ella misma.
-¿Me vas a contar de una vez que te pasa?-Le pregunto su hermano, mientras cenaban en el restaurant vacio, porque ahí estaba la esencia de sus padres y también la hacía poner realmente mal.
-No puedo más del dolor de cabeza.
-¿Queres irte a dormir?
-No, claro que no. Solo me apetece estar con vos-Sonrió, pero después de un rato soltó un;-Te amo-Darío ya estaba preocupado.
-Yo también, y porque te amo quiero saber qué te pasa. Realmente.
-No puedo con lo que me pasa, hoy de repente me di cuenta que me enamore de Louis.
Su hermano casi se atraganto, ¿Su hermana enamorada?
-Yo pensé que eso se había terminado.
-No, y ahora me entran ganas de llorar por no haberlo terminado.
-No es tan malo enamorarse, a los viejos no les fue tan mal.
-Los viejos se amaron y lo único que lograrnos fue morirse.
-Tenemos los mismos miedos, pero yo se que en algún momento voy a tener que enfrentarlos como vos ahora.
-¿Enfrentarlos? Tirarme de un paracaídas es más factible.
-No digas taradeses Lali, siempre te enfrentaste a todo.
-¡Pero no al amor! No quiero hacerlo.
-Entonces termina con él y trata de olvidarlo. Si lo logras no era amor y vas a estar contenta.
-Suena fácil, pero siento que me va a doler dejarlo.
-Si no duele no vale la pena. Míranos .Si los viejos no hubiese muerto, si no hubiese dolido, ¿Tendríamos esto? ¿Tendríamos tantos buenos amigos?
-Lo entiendo, quizás sea hora de terminar todo.
Pero esa noche no podía, tampoco la siguiente, ni la siguiente.
Había tratado de pasar la navidad lo mejor posible, a las dos tomo su lugar detrás de la barra y se olvido de los problemas.
-Linda, ¿Esta noche queres ser mi regalo de navidad?
Era atractivo, y podría decir que si para sacarse de la cabeza a Lou. Pero no quería hacerlo, si bien el no la amaba, si la quería y confiaba en ella cuando le había dicho que no estaría con nadie que no sea él. Iba a cumplir hasta que pongan punto final.
Se había ido a su casa, tenía varios regalos en su cama. Un anillo de oro, pendientes, ropa, carteras, zapatos todos de Louis. Y del otro lado todos con el mismo envoltorio, eran de la familia de Louis.
Saco el regalo que tenia para él, que apenas lo podía y arrastrando llego el más pequeño y lo llevo al lado. Lo dejo en una esquina y subió. Se desvistió y se acostó, se sentó sobre él y lo hizo entras en ella con tanta facilidad porque estaba muy excitado. Él le había dado permiso de entras y violarlo, literalmente no lo era ya que a él le encantaba, pero estaba haciendo parte de su trato.
El gemio y se despertó para besarla, exigió que se moviera más rápido mientras dos de sus dedos se hundían en su interior.
-Mi amor, ¡Dios!-Grito él al final.
-Feliz navidad-La dio vuelta y se recostó sobre ella para saber que no estaba soñando.
-Feliz navidad-La abrazo hasta que ambos se quedaron dormidos, unidos y con mucho placer.
No había sido un sueño, se dijo mientras empezaba a moverse sobre ella. Lo había sorprendido durante la madrugada, con sexo devastador y ahora se despertaba aun penetrándola. Era la mejor navidad del siglo.
Theflashes
Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Veintiocho.
-Louis-Le mordió el labio cuando llego, él le dio un beso final en la punta del beso y se acostó a su lado. Seguramente le había pesado toda la noche, pero no tenia ganas de pensar en solo. Solo en lo bien que se sentía despertarse unido durante toda la noche allá.
-Te traje un regalo.
-¿Viste los que te deje?
-Si, por eso vine.
-¿Ah? ¿No viniste a violarme?
-Aparte-Rió-Anda a verlo, lo deje en el pasillo.
El se encamino a verlo, rompió todo el papel y se encontró con una mesa profesional para arquitectos. Realmente nunca había tenido ganas de comprarse una, por sacarle importancia y Mariana siempre le decía que le dolía la espalda por la mala postura, tenía razón pero aun así no quería perder el tiempo eligiendo una. Y ella había elegido el perfecto. A su lado una caja más pequeña, era aquel vino de dos mil dólares que disfrutaron. Ese regalo era aun más perfecto.
La abrazo y la beso, después de muchas gracias. Ella también se los dio por todos los regalos.
-¿Me perdonaste por haberme ido?
-Sí, entiendo que no quieras pelearte.
-Gracias.
-Esta tarde hay asado en mi casa, pero no quiero ir. ¿Vamos a comer afuera?
-Encantada.
Bañados, secretamente enamorados y de la mano se fueron a comer a uno de los pocos lugares que abrían para navidad.
Dos semanas más tarde, Lali salía con un saco largo que Louis al verla se sorprendió. Ella jamás usaba algo tan largo.
-¿Por qué tenes eso?
-Hoy tengo que trabajar.
-¿Y el saco?
-¿No te conté que es noche de disfraces?-Le pregunto y el volvió a bajar el ascenso con ella.
-No. ¿De qué vas?
Su pene tuvo una inyección de adrenalina cuando se saco el saco y dio una vuelta con aquel “Disfraz” de conejita. Solo era un culote rosado con un pompón blanco, y un top rosado.
-¡No podes ir así!-Exclamo.
-¿No te gusta?
-¿A quién no? Pero no podes ir así.
-Si puedo, y voy así.
-Te acompaño.
-Bien.
-¿Bien?
-Louis no me molesta que vayas, no me molesta que me cuides.
-Entonces tapate que ya llegamos.
Salieron directo a la discoteca, mientras llamaba a sus amigos y les decía que no podía ir porque tenía que ir a ayudar a Mariana, sin especificar a qué.
En el baño vacio como se lucia inclinada al espejo, mientras se dibujaba los bigotitos, la nariz rosa y blanco. Antes de que el hiciera algo lo llevo a la barra y empezó a enseñarle a hacer los tragos más comunes y más pedidos.
-Es noche de disfraces señor barman-Le dijo al oído, porque la música empezaba a sonar- Es hora de sacarte la camisa.
-¿Qué?
Dejo que ella se los sacara, lo despeino un poco y tomo sus pinturas en polvo, antes que llegue la gente, le pinto el cuerpo de verde.
-¿Era necesario?
-La conejita quería a su Hulk-Dijo como nena, y la beso mientras la gente llegaba. La beso incluso cuando había clientes.
Él había marcado territorio apenas alguien se acercaba, si bien hacia tragos estaba pendiente de que ella lo besara a cada segundo, y se toquetearan más todavía. Aunque algunas mujeres también había coqueteado, y ella sin duda sabía demostrar lo que era de ella.
-Preciosura ¿Me das?
-¿Qué?-Mariana rió por la inocencia de Louis, y de lo estúpida que era la chica.
-¿Cuánto me das de…?
-Hulk, yo la atiendo-Le dio un beso en los labios y se aparto para dejarla trabajar.
-Quiero que me atienda él-Protesto.
-No, te atiendo yo.
-Ey preciosura- ¿Todo el mundo para llevarse a alguien a la cama decía “preciosura”?- Atendeme vos.
-Creo que la conejita va mejor.
-No me importa, te quiero a vos-Chillo, no estaba bien de copas.
-Mira querida, si no te atiendo yo no te atiende nadie.
-Voy a hablar con el dueño.
-La dueña soy yo-Declaro firme y se fue protestando. Lou rió.
-¿Te dije que me encantabas celosa?-Y aprovechando que no había nadie cerca de la barra la rodio y empezó a masturbarla, había tanto borracho que seguramente si lo notaban mañana no lo recordarían. Pero tuvo que soltarla cuando se acercaron dos chicas para pedir dos cervezas ¿Le interrumpían lo mejor de la noche, por dos míseras cerveza? Chicas estúpidas, pensó Louis. Aunque estaba sorprendido de la forma que tenia Lali de disimular que no pasaba nada.
Volvió a ponerse tras ella y esta vez con más rapidez, también movió su pene disimuladamente contra ella. Había tenido un orgasmo silencioso, ambos. Solo que con su culote a ella se le notaba la humedad, pero al estar tras una barra no le importaba nada.
-Nunca tuve fantasías, pero desde que pise este luchar no podía imaginarme otra cosa que ver gente pasar de un lago al otro mientras de hacia tener un orgasmo-Le dijo mientras la hacía girar para abrazarla.
-Me alegra que la cumplas.
El resto de la noche, Mariana lo hizo trabajar. Ella le indicaba que bebida, que cantidad, cuanto de hielo, que vaso debía usar para cada trago. No lo hacía más, más cuando estaba sin trabajo e iba a besarla.
No habían llegado ni al segundo piso, Lali le saco el pantalón y quiso que le haga el amor en aquella escalera del edificio. Apoyándose de uno de los escalones se acoplaron, estaban teniendo sexo desenfrenado frente a la puerta de los vecinos y no les importaba. Esa noche Mariana le había mamado el pene mientras nadie los miraba, ninguno estaba en condiciones de esperar más.
Cuando terminaron, se sorprendió al ver a Mariana sacándose sus dos prendas y los zapatos.
-Solo quedan dos pisos-La alzo y empezó a chuparle los pechos sin poder ver el camino, con mucha dificultad y tardando tres veces más que subir normalmente. Incluso en el tercer piso la paro para darle sexo oral, el mejor de la vida. Porque cuanta más adrenalina más les gustaba.
En su puerta por fin la, apoyo cara a la pared y su pene duro le hizo el amor salvajemente.
Una vez a dentro, prendió el agua y la metió con él la ducha. Hay dentro hicieron todo lo disfrutaron desde el boliche hasta ese momento. Habían estado horas haciéndolo todo. La seco y le dijo que la espere en su cama, se miro al espejo y se dijo que él Te amo que había escuchado era mentira, producto de su imaginación.
La beso en el ombligo y subió, hasta quedarse sobre ella. ¿Cuándo se iban a cansar? ¿Cuándo llegaba el final? Lo sentía tan cerca.
¡Maldita sea! Ella había gritado que lo amaba, lo había dicho tan apasionadamente y supo que era verdad. Tanto como lo que él sentía. Pero no podía ser.
-Te amo-Le repitió besándolo, el llego apenas lo escucho. Se salió de ella, y se sentó refregándose la cara. Mariana supo que no tenía que decirlo, pero aunque se había planeado ocultarlo para siempre, se le había salido lo que sentía. Decía lo que sentía y lo que pensaba, pero nunca creyó que ella misma iba a ser su enemigo-No te asustes.
-No me podes amar-Dijo seguro, aunque le creí en lo más profundo de su ser.
-Te amo y es la verdad. No iba a decírtelo, iba a terminar las cosas pero ahora que lo sabes siento que era lo mejor.
-Es por la pasión, fue tanta y se te salió. En realidad no lo sentir.
-No te estoy pidiendo que me ames Louis, solo es un sentimiento-Le resto importancia, pero sabía que le estaba doliendo.
-No me amas, y quiero...quiero que todo termine.
-Pero…
-No, no hay peros. Esto era puramente físico, vos misma dijiste sin sentimientos.
-Sí, pero…
-No, Mariana sos una adolecente y los dos lo sabes.
-Ya hablamos de la edad, muchas veces.
-Sí, pero ¿Amarme? Yo jamás podría amarte, sos solo alguien con quien me acuesto y…
-No me hagas sentir una más, sé que me queres. No quiere decir que me ames, pero nunca una más.
-Sabes que en mi vida no hubieron muchas mujeres, pero las que pasaron fueron una noche para saciar la soledad quizás-Sabia que lo que iba a decir era lo más asqueroso del mundo, pero ella no tenia que amarlo- Vos duraste seis meses, ya puedo morirme sin tener sexo con cualquiera porque ya me saciaste vos. ¿Cuántas veces lo hicimos hoy? ¿Cinco o seis? Ese número lo tenía yo en dos años, ¡Por Dios! ¡Seis meses me sobran! Me hiciste tener una imaginación muy vivaz preciosura-Mariana cerro sus ojos dejan que el hable, que la lastime-Ahora es mejor que te busques a otro tipo que quiera acostarse con vos mientras también te revolvías con otros. Porque yo ya termine mi parte, te di placer ¡Incluso te tengo que agradecer porque me diste más confianza! Creí que era un asco, pero si a una chica tan experimentada como vos le doy orgasmos tan buenos, debo funcionar bien.
-Si realmente funcionas bien-Le dijo, y sonrió- No estás logrando lastimarme Louis-Y era mentira- Yo no necesitaba que correspondieras mis sentimientos-No hasta que la había rechazado con tanto asco- Me bastaba con que yo los asimilara primero, pero no pude ni asimilarlos que ya te los dije, es más por un momento creí escucharte decirme Mi amor, pero soy una tonta ya lo sé.
-Nunca te lo dije-Su unas miles de beses cuando dormías-Tampoco lo voy a decir, si algún día encuentro a alguien para amar que no es mi caso, solo seria a alguien maduro, de mi edad, con estudios, profesional. Vos no tenes nada de eso, lo lamento.
-Yo lo lamento más, pero creo que es mejor que terminemos esto. Porque estas siendo muy hiriente sin necesidad, como te dije me bastaban con un sutil rechazo siempre acepto los no.
-¿Cómo cuando te me tiras, o el ascensor y el baño?-Su tono era irónico, mezquino.
-Insistí porque estabas igual de excitado que yo, porque querías lo mismo que yo. Solo insistí por eso, pero esta vez ciento que tu no ya que es un desprecio a mi persona pero no solo sentimental, me estas despreciando físicamente, desprecias mi pasado, desprecias mi poco futuro…Pero ya no importa, me quiero Tal como soy; no busco que nade más me quiera de esa manera.
-Lali, mira podemos ser amigos.
-Escucha lo que te voy a decir, porque no lo voy a repetir nunca más, jamás me voy a arrepentir de haberte entregado el corazón a pesar de todo lo que me decís. Y aunque seas un nulo incapaz de dejar atrás los prejuicios, te voy a amar sin importar que me estés rompiendo el corazón y el orgullo que me queda.
-La vida tiene algo para vos, algo mejor, único e irrepetible. Yo no soy parte de eso -Dijo muy a su pesar.
-Nos vemos en algún pasillo vecino-Pronuncio Mariana como si aquella charla nunca hubiera existido, se despidió con su mano y en su interior solo le dijo adiós a lo que iba a pretender nunca haber deseado decirle amor.
-Yo igual te quiero tal como sos-Murmuro mientras entraba a su casa con un nudo en la garganta. La había humillado, despreciado de la manera más vil, pero sabía que era lo mejor. Ella tenía que enamorarse de alguien joven, vital, que le dé una vida preciosa no una tan gastada y triste como la de él, con el tiempo iba a tener hijos… Era solo una chica, dentro de unos años iba a entender que solo la había rechazado porque le esperaban muchas cosas mejores.
Pero lo más egoísta de todo, era que también la había rechazado porque si algún día lo dejaba de amar el no podía. Si algún día se iba con alguien más joven su corazón sufriría el doble.
-Te traje un regalo.
-¿Viste los que te deje?
-Si, por eso vine.
-¿Ah? ¿No viniste a violarme?
-Aparte-Rió-Anda a verlo, lo deje en el pasillo.
El se encamino a verlo, rompió todo el papel y se encontró con una mesa profesional para arquitectos. Realmente nunca había tenido ganas de comprarse una, por sacarle importancia y Mariana siempre le decía que le dolía la espalda por la mala postura, tenía razón pero aun así no quería perder el tiempo eligiendo una. Y ella había elegido el perfecto. A su lado una caja más pequeña, era aquel vino de dos mil dólares que disfrutaron. Ese regalo era aun más perfecto.
La abrazo y la beso, después de muchas gracias. Ella también se los dio por todos los regalos.
-¿Me perdonaste por haberme ido?
-Sí, entiendo que no quieras pelearte.
-Gracias.
-Esta tarde hay asado en mi casa, pero no quiero ir. ¿Vamos a comer afuera?
-Encantada.
Bañados, secretamente enamorados y de la mano se fueron a comer a uno de los pocos lugares que abrían para navidad.
Dos semanas más tarde, Lali salía con un saco largo que Louis al verla se sorprendió. Ella jamás usaba algo tan largo.
-¿Por qué tenes eso?
-Hoy tengo que trabajar.
-¿Y el saco?
-¿No te conté que es noche de disfraces?-Le pregunto y el volvió a bajar el ascenso con ella.
-No. ¿De qué vas?
Su pene tuvo una inyección de adrenalina cuando se saco el saco y dio una vuelta con aquel “Disfraz” de conejita. Solo era un culote rosado con un pompón blanco, y un top rosado.
-¡No podes ir así!-Exclamo.
-¿No te gusta?
-¿A quién no? Pero no podes ir así.
-Si puedo, y voy así.
-Te acompaño.
-Bien.
-¿Bien?
-Louis no me molesta que vayas, no me molesta que me cuides.
-Entonces tapate que ya llegamos.
Salieron directo a la discoteca, mientras llamaba a sus amigos y les decía que no podía ir porque tenía que ir a ayudar a Mariana, sin especificar a qué.
En el baño vacio como se lucia inclinada al espejo, mientras se dibujaba los bigotitos, la nariz rosa y blanco. Antes de que el hiciera algo lo llevo a la barra y empezó a enseñarle a hacer los tragos más comunes y más pedidos.
-Es noche de disfraces señor barman-Le dijo al oído, porque la música empezaba a sonar- Es hora de sacarte la camisa.
-¿Qué?
Dejo que ella se los sacara, lo despeino un poco y tomo sus pinturas en polvo, antes que llegue la gente, le pinto el cuerpo de verde.
-¿Era necesario?
-La conejita quería a su Hulk-Dijo como nena, y la beso mientras la gente llegaba. La beso incluso cuando había clientes.
Él había marcado territorio apenas alguien se acercaba, si bien hacia tragos estaba pendiente de que ella lo besara a cada segundo, y se toquetearan más todavía. Aunque algunas mujeres también había coqueteado, y ella sin duda sabía demostrar lo que era de ella.
-Preciosura ¿Me das?
-¿Qué?-Mariana rió por la inocencia de Louis, y de lo estúpida que era la chica.
-¿Cuánto me das de…?
-Hulk, yo la atiendo-Le dio un beso en los labios y se aparto para dejarla trabajar.
-Quiero que me atienda él-Protesto.
-No, te atiendo yo.
-Ey preciosura- ¿Todo el mundo para llevarse a alguien a la cama decía “preciosura”?- Atendeme vos.
-Creo que la conejita va mejor.
-No me importa, te quiero a vos-Chillo, no estaba bien de copas.
-Mira querida, si no te atiendo yo no te atiende nadie.
-Voy a hablar con el dueño.
-La dueña soy yo-Declaro firme y se fue protestando. Lou rió.
-¿Te dije que me encantabas celosa?-Y aprovechando que no había nadie cerca de la barra la rodio y empezó a masturbarla, había tanto borracho que seguramente si lo notaban mañana no lo recordarían. Pero tuvo que soltarla cuando se acercaron dos chicas para pedir dos cervezas ¿Le interrumpían lo mejor de la noche, por dos míseras cerveza? Chicas estúpidas, pensó Louis. Aunque estaba sorprendido de la forma que tenia Lali de disimular que no pasaba nada.
Volvió a ponerse tras ella y esta vez con más rapidez, también movió su pene disimuladamente contra ella. Había tenido un orgasmo silencioso, ambos. Solo que con su culote a ella se le notaba la humedad, pero al estar tras una barra no le importaba nada.
-Nunca tuve fantasías, pero desde que pise este luchar no podía imaginarme otra cosa que ver gente pasar de un lago al otro mientras de hacia tener un orgasmo-Le dijo mientras la hacía girar para abrazarla.
-Me alegra que la cumplas.
El resto de la noche, Mariana lo hizo trabajar. Ella le indicaba que bebida, que cantidad, cuanto de hielo, que vaso debía usar para cada trago. No lo hacía más, más cuando estaba sin trabajo e iba a besarla.
No habían llegado ni al segundo piso, Lali le saco el pantalón y quiso que le haga el amor en aquella escalera del edificio. Apoyándose de uno de los escalones se acoplaron, estaban teniendo sexo desenfrenado frente a la puerta de los vecinos y no les importaba. Esa noche Mariana le había mamado el pene mientras nadie los miraba, ninguno estaba en condiciones de esperar más.
Cuando terminaron, se sorprendió al ver a Mariana sacándose sus dos prendas y los zapatos.
-Solo quedan dos pisos-La alzo y empezó a chuparle los pechos sin poder ver el camino, con mucha dificultad y tardando tres veces más que subir normalmente. Incluso en el tercer piso la paro para darle sexo oral, el mejor de la vida. Porque cuanta más adrenalina más les gustaba.
En su puerta por fin la, apoyo cara a la pared y su pene duro le hizo el amor salvajemente.
Una vez a dentro, prendió el agua y la metió con él la ducha. Hay dentro hicieron todo lo disfrutaron desde el boliche hasta ese momento. Habían estado horas haciéndolo todo. La seco y le dijo que la espere en su cama, se miro al espejo y se dijo que él Te amo que había escuchado era mentira, producto de su imaginación.
La beso en el ombligo y subió, hasta quedarse sobre ella. ¿Cuándo se iban a cansar? ¿Cuándo llegaba el final? Lo sentía tan cerca.
¡Maldita sea! Ella había gritado que lo amaba, lo había dicho tan apasionadamente y supo que era verdad. Tanto como lo que él sentía. Pero no podía ser.
-Te amo-Le repitió besándolo, el llego apenas lo escucho. Se salió de ella, y se sentó refregándose la cara. Mariana supo que no tenía que decirlo, pero aunque se había planeado ocultarlo para siempre, se le había salido lo que sentía. Decía lo que sentía y lo que pensaba, pero nunca creyó que ella misma iba a ser su enemigo-No te asustes.
-No me podes amar-Dijo seguro, aunque le creí en lo más profundo de su ser.
-Te amo y es la verdad. No iba a decírtelo, iba a terminar las cosas pero ahora que lo sabes siento que era lo mejor.
-Es por la pasión, fue tanta y se te salió. En realidad no lo sentir.
-No te estoy pidiendo que me ames Louis, solo es un sentimiento-Le resto importancia, pero sabía que le estaba doliendo.
-No me amas, y quiero...quiero que todo termine.
-Pero…
-No, no hay peros. Esto era puramente físico, vos misma dijiste sin sentimientos.
-Sí, pero…
-No, Mariana sos una adolecente y los dos lo sabes.
-Ya hablamos de la edad, muchas veces.
-Sí, pero ¿Amarme? Yo jamás podría amarte, sos solo alguien con quien me acuesto y…
-No me hagas sentir una más, sé que me queres. No quiere decir que me ames, pero nunca una más.
-Sabes que en mi vida no hubieron muchas mujeres, pero las que pasaron fueron una noche para saciar la soledad quizás-Sabia que lo que iba a decir era lo más asqueroso del mundo, pero ella no tenia que amarlo- Vos duraste seis meses, ya puedo morirme sin tener sexo con cualquiera porque ya me saciaste vos. ¿Cuántas veces lo hicimos hoy? ¿Cinco o seis? Ese número lo tenía yo en dos años, ¡Por Dios! ¡Seis meses me sobran! Me hiciste tener una imaginación muy vivaz preciosura-Mariana cerro sus ojos dejan que el hable, que la lastime-Ahora es mejor que te busques a otro tipo que quiera acostarse con vos mientras también te revolvías con otros. Porque yo ya termine mi parte, te di placer ¡Incluso te tengo que agradecer porque me diste más confianza! Creí que era un asco, pero si a una chica tan experimentada como vos le doy orgasmos tan buenos, debo funcionar bien.
-Si realmente funcionas bien-Le dijo, y sonrió- No estás logrando lastimarme Louis-Y era mentira- Yo no necesitaba que correspondieras mis sentimientos-No hasta que la había rechazado con tanto asco- Me bastaba con que yo los asimilara primero, pero no pude ni asimilarlos que ya te los dije, es más por un momento creí escucharte decirme Mi amor, pero soy una tonta ya lo sé.
-Nunca te lo dije-Su unas miles de beses cuando dormías-Tampoco lo voy a decir, si algún día encuentro a alguien para amar que no es mi caso, solo seria a alguien maduro, de mi edad, con estudios, profesional. Vos no tenes nada de eso, lo lamento.
-Yo lo lamento más, pero creo que es mejor que terminemos esto. Porque estas siendo muy hiriente sin necesidad, como te dije me bastaban con un sutil rechazo siempre acepto los no.
-¿Cómo cuando te me tiras, o el ascensor y el baño?-Su tono era irónico, mezquino.
-Insistí porque estabas igual de excitado que yo, porque querías lo mismo que yo. Solo insistí por eso, pero esta vez ciento que tu no ya que es un desprecio a mi persona pero no solo sentimental, me estas despreciando físicamente, desprecias mi pasado, desprecias mi poco futuro…Pero ya no importa, me quiero Tal como soy; no busco que nade más me quiera de esa manera.
-Lali, mira podemos ser amigos.
-Escucha lo que te voy a decir, porque no lo voy a repetir nunca más, jamás me voy a arrepentir de haberte entregado el corazón a pesar de todo lo que me decís. Y aunque seas un nulo incapaz de dejar atrás los prejuicios, te voy a amar sin importar que me estés rompiendo el corazón y el orgullo que me queda.
-La vida tiene algo para vos, algo mejor, único e irrepetible. Yo no soy parte de eso -Dijo muy a su pesar.
-Nos vemos en algún pasillo vecino-Pronuncio Mariana como si aquella charla nunca hubiera existido, se despidió con su mano y en su interior solo le dijo adiós a lo que iba a pretender nunca haber deseado decirle amor.
-Yo igual te quiero tal como sos-Murmuro mientras entraba a su casa con un nudo en la garganta. La había humillado, despreciado de la manera más vil, pero sabía que era lo mejor. Ella tenía que enamorarse de alguien joven, vital, que le dé una vida preciosa no una tan gastada y triste como la de él, con el tiempo iba a tener hijos… Era solo una chica, dentro de unos años iba a entender que solo la había rechazado porque le esperaban muchas cosas mejores.
Pero lo más egoísta de todo, era que también la había rechazado porque si algún día lo dejaba de amar el no podía. Si algún día se iba con alguien más joven su corazón sufriría el doble.
Y acá empieza el drama.¿Era el momento, no?
Quedan (creo) que seis capítulos y un epilogo.
Espero que les este gustando.
Theflashes
Re: Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Terminada.
Despues de tanto momentos de pasion,escenas de celos y sobretodo de amor y ella se sincera y le dice q se esta enamorando y que lo ama y va el y la lastima asi y la deja ir xq piensa q ella no lo merece PERO QUE LE PASA? :S él es el unico perfecto para ella y ella la unica perfecta para el no se pueden separaaaaar!!!! Se estan lastimando los dos :(
Espero maaas geniaaa ;)
Espero maaas geniaaa ;)
paulis24
Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Veintinueve.
Al siguiente día Mariana se despertó por primera vez en diez años con los ojos hinchados. Se tomo un par de aspirinas y se volvo a acostar. Pero luego, después de escuchar salir a Louis se levanto y se saco la cadena, el reloj que había quedado anoche en el lavamanos, toda los regalos de navidad e incluso los dos ojos que le había comprado para año nuevo, aunque no se regalaba nada en esas fechas, agarro el cepillo de dientes, su perfume y todo lo que le pertenecía. Tomo sus llaves y le dejo sus cosas, busco las de ella, quiso sacar su llave pero no estaba.
Volvió a dormirse, solo quería dormirse.
Un mes y medio había pasado, ninguno de los dos se encontraba bien. Mientras que Mariana no trabajaba casi nunca, el trabajaba veinticuatro horas al día, mientras ella lloraba el tomaba café y pretendía sacarse el nudo de la garganta, mientras ella buscaba su casa perfecta, el diseñaba la casa perfecta para cualquier otro que quisiera ser feliz, en lo único que coincidían era que mientras ella se volvía más rica de plata, el también pero ambos se hacía más pobre de vida.
Mariana discutía a diario con su hermano, Louis se peleaba casi a diario con todos sus amigos, gritando o rompiendo algo que se le cruzara.
-Lo irónico de todo esto, es que yo le hice lo que Louis me hizo, a un montón de tipos sin piedad. Ahora me toca pagarlo-Dijo a su adentro, y cuando iba a tocar la puerta salió Lucia quien no la miro con la mejor cara.
-¿Se puede saber que estás haciendo acá? No te quiero ver cerca de mi novio, ahora que terminaron hice mi jugada linda. Ahora que ya dejaron su juego estúpido es mío y no te quiero cerca.
-Perder cuidado-Le aviso, como mucha veces sonrió-Solo venia a despedirme.
-¿Cómo?
-No vas a tener que preocuparte nunca más por mí, decidí que es tiempo de ser una persona útil e irme a otro lugar.
-¿Así, sin más? ¿Ni siquiera le vas a pedir disculpas?
-¿Disculpas? ¿Por no querer ser su amiga? No, por supuesto que no. Solo quería despedirme por los momentos juntos, pero ya que te molesta por favor decile que de todo corazón, hable con su papá que le pida que le cuente la historia completa de su vida y quizás entienda minuto a minuto como arruinaron su relación por tener secretos.
-¿Qué sabes vos?-Pregunto bruscamente.
-Algo que ni siquiera tu nuevo suegro fue capaz de contarte en todos los años de amistad tenes con Louis, y a mí en solo cinco minutos me lo pudo contar. ¡Que tengas buena vida! Ah-dijo con su dedo sobre sus labios- Y ojala pronto se compre una casa para ustedes dos, porque no creo que quieras saber que Louis puede imaginarme en cada lugar.
Vos juga a engañarme, yo juego a que te creo Lucia. Porque al hombre que yo escucho todos los días gritas o romper cosas, es el mismo que me ama. Aunque me lastimo con cada palabra. Pensó Mariana.
A pesar de las caras, ambas bajaron juntos. Le entrego las llaves a Claudio y se despidió con un fuerte abrazo. Salió a fuera y al final esa noche durmió en brazos de su hermano, mientras lloraba.
Darío solo quería lastimar al estúpido que hacia llorar a su hermana ella nunca lo hacía, y ahora le estaba partiendo el corazón no podes hacer nada. Incluso había tenido que secarse el también un par de lagrimas, porque le angustiaba el alma verla así.
Dos días después, era su cumpleaños, veinte años… No lo festejo, trabajo aquella noche mientras uno a uno se iba perdiendo los tragos.
-Mariana, vamos-Le dijo Guy pero ella no hacía caso. Estaba tomando, vodka puro y todo las botellas que tenia a rededor de sus muslos ya que estaba en la barra. Estaba ahogando sus penas por primera vez en la vida.
-¿Queres?-Le puso el vaso bruscamente contra él y lo volcó. Empezó a reírse.
-Vamos.
-No, no quiero ir-De repente su sonrisa seductora salió-Mejor vamos, pero llévame.
-Mejor te agarras de mi hombro.
-No.
-Jefa…
-No soy tu jefa.
¿Y eso era lo que le gustaba antes de Louis Tomlinson? ¿No? Si, sexo duro, sin complicaciones y sin llorar como una estúpida, porque ella no era aceptable en su vida.
Lo agarro de los hombros y empezó a acariciarle el pecho, aprovecho que él se soltó y con sus pierna lo ajusto a ella. Como cualquier hombre en su sano juicio se empezó a excitar, pero estaba mal. Antes de apartarse, ya tenía lengua jugando con él, se lo respondió con alevosía, poco a poco la saco de la barra, se la llevo hacia el sillón de cuero que tenía el dichoso vip.
Era incluso tres veces más grande que ella, parecía que la podía romper pero ella no podía importarle menos.
-Esta borracha ¡Por Dios! -Le dijo mientras empezaba a tocarle su pene.
-Guy, quiero sexo duro. Quiero que me des lo que me gusta, sexo.
El sabia que ella solo tenía amantes ocasionales y con el no sería la excepción, pero sería difícil trabajar con la jefa después de tener sexo. Pero no podía evitarlo, era su amigo pero incluso los amigos tenían sueños eróticos con las amigas. Pero no podía, estaba borracha.
-Vamos a tu casa-Le dijo, y alzo a Mariana para depositarla en su coche. No había sido un viaje tranquilo, lo había acariciado íntimamente tubo que frenan rápidamente cuando sintió su tibia mano en su pene. Le prometió que si la sacaba iba a ir rápido, llego rápido pero no para tener sexo. No, no borracha.
Tampoco conseguir las llaves era fácil, tomada era incluso más traviesa que fresca. Era la prueba que un hombre jamás podía ser caballero, tuvo que ser sincero consigo mismo y admitir que no podía aguantar mucho más.
-¿Queres jugar?
¿Qué clase de pregunta era esa? Estaba como piedra, saco sus manos con las llaves. Salió del auto y la alzo nuevamente después de abrir el edificio. La subió con rapidez, cuando entro vio las luces prendidas. Y supo que a aquel hombre, el que frecuentaba cada vez más el lugar, no le hizo gracias.
-No es lo que parece-Le aviso Guy.
-¿Qué cosa? ¿Qué vamos a tener sexo?-Dijo Mariana, bajándose aun sin equilibrio y miro a Louis-¿Viniste a dejarme las llaves?
Se las tiro al piso y se fue. No entendía porque se enojaba. La había hecho parecer la peor mujer del mundo… Quizás era verdad y Lucia estaba ocupando su lugar en su cama…el tenía una novia, profesional, con un futuro ya hecho… y no sabía qué cosas más.
Era fácil, la amaba pero no era la persona para compartir el resto de su vida. Y Mariana se dijo que no le tenía que importar. Llorar no era la solución.
A la mañana Louis, se levanto y vio el desayuno preparado, la ropa doblada, y todo limpio. Lucia había estado ahí, se estaba comportando como su madre en vez de sencillamente…Lucia.
Tiro la leche que había en la mesa y se preparo un café cargado, y una pastilla para el dolor de cabeza. ¿Sexo con el de seguridad? El se lo merecía, incluso cuando le escucho decir a Lucia que era su novia no había ido a negado. Mariana no era tan ingenua, no lo creería, pero si sabia como hacerle pagar cada palabra. Acostase con alguien mejor, más joven, vital.
Todo era su maldito egoísmo por nos sufrir más de lo que ya sufrí.
Volvió a dormirse, solo quería dormirse.
Un mes y medio había pasado, ninguno de los dos se encontraba bien. Mientras que Mariana no trabajaba casi nunca, el trabajaba veinticuatro horas al día, mientras ella lloraba el tomaba café y pretendía sacarse el nudo de la garganta, mientras ella buscaba su casa perfecta, el diseñaba la casa perfecta para cualquier otro que quisiera ser feliz, en lo único que coincidían era que mientras ella se volvía más rica de plata, el también pero ambos se hacía más pobre de vida.
Mariana discutía a diario con su hermano, Louis se peleaba casi a diario con todos sus amigos, gritando o rompiendo algo que se le cruzara.
-Lo irónico de todo esto, es que yo le hice lo que Louis me hizo, a un montón de tipos sin piedad. Ahora me toca pagarlo-Dijo a su adentro, y cuando iba a tocar la puerta salió Lucia quien no la miro con la mejor cara.
-¿Se puede saber que estás haciendo acá? No te quiero ver cerca de mi novio, ahora que terminaron hice mi jugada linda. Ahora que ya dejaron su juego estúpido es mío y no te quiero cerca.
-Perder cuidado-Le aviso, como mucha veces sonrió-Solo venia a despedirme.
-¿Cómo?
-No vas a tener que preocuparte nunca más por mí, decidí que es tiempo de ser una persona útil e irme a otro lugar.
-¿Así, sin más? ¿Ni siquiera le vas a pedir disculpas?
-¿Disculpas? ¿Por no querer ser su amiga? No, por supuesto que no. Solo quería despedirme por los momentos juntos, pero ya que te molesta por favor decile que de todo corazón, hable con su papá que le pida que le cuente la historia completa de su vida y quizás entienda minuto a minuto como arruinaron su relación por tener secretos.
-¿Qué sabes vos?-Pregunto bruscamente.
-Algo que ni siquiera tu nuevo suegro fue capaz de contarte en todos los años de amistad tenes con Louis, y a mí en solo cinco minutos me lo pudo contar. ¡Que tengas buena vida! Ah-dijo con su dedo sobre sus labios- Y ojala pronto se compre una casa para ustedes dos, porque no creo que quieras saber que Louis puede imaginarme en cada lugar.
Vos juga a engañarme, yo juego a que te creo Lucia. Porque al hombre que yo escucho todos los días gritas o romper cosas, es el mismo que me ama. Aunque me lastimo con cada palabra. Pensó Mariana.
A pesar de las caras, ambas bajaron juntos. Le entrego las llaves a Claudio y se despidió con un fuerte abrazo. Salió a fuera y al final esa noche durmió en brazos de su hermano, mientras lloraba.
Darío solo quería lastimar al estúpido que hacia llorar a su hermana ella nunca lo hacía, y ahora le estaba partiendo el corazón no podes hacer nada. Incluso había tenido que secarse el también un par de lagrimas, porque le angustiaba el alma verla así.
Dos días después, era su cumpleaños, veinte años… No lo festejo, trabajo aquella noche mientras uno a uno se iba perdiendo los tragos.
-Mariana, vamos-Le dijo Guy pero ella no hacía caso. Estaba tomando, vodka puro y todo las botellas que tenia a rededor de sus muslos ya que estaba en la barra. Estaba ahogando sus penas por primera vez en la vida.
-¿Queres?-Le puso el vaso bruscamente contra él y lo volcó. Empezó a reírse.
-Vamos.
-No, no quiero ir-De repente su sonrisa seductora salió-Mejor vamos, pero llévame.
-Mejor te agarras de mi hombro.
-No.
-Jefa…
-No soy tu jefa.
¿Y eso era lo que le gustaba antes de Louis Tomlinson? ¿No? Si, sexo duro, sin complicaciones y sin llorar como una estúpida, porque ella no era aceptable en su vida.
Lo agarro de los hombros y empezó a acariciarle el pecho, aprovecho que él se soltó y con sus pierna lo ajusto a ella. Como cualquier hombre en su sano juicio se empezó a excitar, pero estaba mal. Antes de apartarse, ya tenía lengua jugando con él, se lo respondió con alevosía, poco a poco la saco de la barra, se la llevo hacia el sillón de cuero que tenía el dichoso vip.
Era incluso tres veces más grande que ella, parecía que la podía romper pero ella no podía importarle menos.
-Esta borracha ¡Por Dios! -Le dijo mientras empezaba a tocarle su pene.
-Guy, quiero sexo duro. Quiero que me des lo que me gusta, sexo.
El sabia que ella solo tenía amantes ocasionales y con el no sería la excepción, pero sería difícil trabajar con la jefa después de tener sexo. Pero no podía evitarlo, era su amigo pero incluso los amigos tenían sueños eróticos con las amigas. Pero no podía, estaba borracha.
-Vamos a tu casa-Le dijo, y alzo a Mariana para depositarla en su coche. No había sido un viaje tranquilo, lo había acariciado íntimamente tubo que frenan rápidamente cuando sintió su tibia mano en su pene. Le prometió que si la sacaba iba a ir rápido, llego rápido pero no para tener sexo. No, no borracha.
Tampoco conseguir las llaves era fácil, tomada era incluso más traviesa que fresca. Era la prueba que un hombre jamás podía ser caballero, tuvo que ser sincero consigo mismo y admitir que no podía aguantar mucho más.
-¿Queres jugar?
¿Qué clase de pregunta era esa? Estaba como piedra, saco sus manos con las llaves. Salió del auto y la alzo nuevamente después de abrir el edificio. La subió con rapidez, cuando entro vio las luces prendidas. Y supo que a aquel hombre, el que frecuentaba cada vez más el lugar, no le hizo gracias.
-No es lo que parece-Le aviso Guy.
-¿Qué cosa? ¿Qué vamos a tener sexo?-Dijo Mariana, bajándose aun sin equilibrio y miro a Louis-¿Viniste a dejarme las llaves?
Se las tiro al piso y se fue. No entendía porque se enojaba. La había hecho parecer la peor mujer del mundo… Quizás era verdad y Lucia estaba ocupando su lugar en su cama…el tenía una novia, profesional, con un futuro ya hecho… y no sabía qué cosas más.
Era fácil, la amaba pero no era la persona para compartir el resto de su vida. Y Mariana se dijo que no le tenía que importar. Llorar no era la solución.
A la mañana Louis, se levanto y vio el desayuno preparado, la ropa doblada, y todo limpio. Lucia había estado ahí, se estaba comportando como su madre en vez de sencillamente…Lucia.
Tiro la leche que había en la mesa y se preparo un café cargado, y una pastilla para el dolor de cabeza. ¿Sexo con el de seguridad? El se lo merecía, incluso cuando le escucho decir a Lucia que era su novia no había ido a negado. Mariana no era tan ingenua, no lo creería, pero si sabia como hacerle pagar cada palabra. Acostase con alguien mejor, más joven, vital.
Todo era su maldito egoísmo por nos sufrir más de lo que ya sufrí.
Theflashes
Re: Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Terminada.
Muuuuy bueeeen capitulooooo!!!
Eso devque Lali qeria sexo con el guardia solo para olvidarse de Louis y q despues se encontraran con el menuda movidaaaa :( y encima son tan tontos q con todo lo q stan sufriendo siguen separados y tratandose mal :S
Espero mas geni, q tengas un lindo finde ;)
Eso devque Lali qeria sexo con el guardia solo para olvidarse de Louis y q despues se encontraran con el menuda movidaaaa :( y encima son tan tontos q con todo lo q stan sufriendo siguen separados y tratandose mal :S
Espero mas geni, q tengas un lindo finde ;)
paulis24
Re: Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Terminada.
paulis24 escribió:Muuuuy bueeeen capitulooooo!!!
Eso devque Lali qeria sexo con el guardia solo para olvidarse de Louis y q despues se encontraran con el menuda movidaaaa :( y encima son tan tontos q con todo lo q stan sufriendo siguen separados y tratandose mal :S
Espero mas geni, q tengas un lindo finde ;)
No subo hasta el lunes creo, pero prometo dos capitulos :)
Y si, son DOS grandes tontos. Pero la diferencia es que la inseguridad pudo con uno de ellos.
Besos y que igual tengas un lindo finde.
Theflashes
Re: Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Terminada.
HELLOOO HELENA DE SHEERAN DESPUES DE MIL AÑOS DE ANDAR DESAPARECIDA PERDONAME POR NO PODERTE HABER COMENTADO PERO ES QUE ENTRE DE NUEVO AL CRABSCHOOL Y NO HE TENIDO TIEMPO DE NADA PERO ME LA EH ESTADO LEYENDO POR EL CELULAR Y POR ESE RIDICULO APARTO SE ME HACE IMPOSIBLE COMENTARTE PERO ME ENCANTAAAAAA ENSERIO NO PUEDO CREER TODO LO QUE AH PASADO COME ON LOU QUE SON ESAS TONTERIAS NO SEAS TAN MARICA NONONO ME ENCANTA COMO VA TODO DRAMATICO ME ENCANTO OK ESTOY OFICIALMENTE LOCA SUBE PRONTO :)
Helena.
Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Treinta.
Mariana se levanto con dolor de cabeza, estaba en su casa y no sabía cómo había logrado semejante hazaña con lo tomada que estaba. Cuando se dio cuenta que no estaba justamente su cabeza sobre algo blando se levanto, ¿Guy?
-Perdóname-Dijo levantándose, estaba completamente desnuda y viéndose recordó todo lo que había hecho ella y todo lo que él no la dejo. Vestido como la noche anterior se paro, perfecto.
-Sera mejor que te tapes, te voy a hacer un café.
Tenía que bajar antes de tirarla en la cama y hacerle todo lo que se había prohibido mientras ella, estaba dispuesta a probar el sexo oral sin censuras.
Tuvo que recordar unos minutos más porque había hecho todo aquello, Guy le había gustado del primer momento. Pero trabajaban juntos, era mejor dejarlo como estaba por lo menos hasta ahora. ¿Quería olvidarse de Louis? ¡Sí!... ¿Los hombres no hacían eso para olvidarse de las mujeres? ¡Sexo!
Bajo, como estaba.
-Sé que es tu casa-Hablo un Guy, completamente nuevo. Estaba sentado en el sillón, tomando café y tratando de no mirarla. Sonrió-Pero podrías vestirte.
-Ya estoy completamente sana-Camino hasta él y se subió a horcajas. Quizás lo que Mariana Esposito necesitaba era volver a la rutina, acostarse con gente que al final no la lastime.
-¿Vas a desayunar?-Y no sabía como él podía hablar coherentemente.
-No Guy-Se mordió el labio-Llego el turno del sexo.
Ya no era sensato, ahora ella estaba a su merced sin gotas de alcohol en el cuerpo.
-¿Vas a negarte?
-No.
Tomo uno de su boca con desesperación, había aguantado muchas horas mientras ella dormía desnuda ante él. Si, era verdad no pudo ser caballero la había observado y quizás allá rosado varias veces sus dedos contra su trasero. Pero no le había hecho nada, nada como ahora.
Ella había decidió desvestirlo, y mientras sacaba su bóxer supo que nada, juraba que nadie tenía un miembro tan grande como ese. Era tan “grandote” como todo el resto de él. Hundía su boca en el mientras Guy con su manos ayudaba a que entre por completo, gemio su nombre. Si Louis estaba tal vez lo podía escuchar, pero en ese momento lo bloque por completo. Solo quería estar con aquel grandote, por puro placer.
Se sentó dejando que su pene coque con su sexo y en su pancita, y antes de que él la tomara ella negó y estiro sus manos en alto. Dejo sus senos a la altura de su cara, gemio cuando le roso uno a uno de sus pezones con su lengua.
-¿Cuántas veces quisiste esto?
-¡Vamos Mariana!
-¿Una, dos?
-Varias más y la próxima vas de espaldas- Confeso, mientras soltaba con la evidente fuerza que tenía. La tomo de la cintura y sin tabú la penetro, ella lo abrazo mientras lo cabalgaba con furia, acallando aquel amor por lo que siempre había sentido. Puro y llano deseo. Sentía el ardor por el tamaño de su sexo, sentía que ese tipo podía levantar a una muerta con un par de caricias y besos, pero más con ese pene-No, quiero que lo grite pero solo aguántame-El pedido, cuando veía que se estaba mordiendo el labio, era para que los dos llegarán juntos y habían gritado de placer.
Si Louis estaba se habría enterado, poco le importaba. Mientras tuviera a algún hombre cerca para hacerle olvidar el amor, que al final de cuentas era el sentimiento más estúpido. Solo las cosas malas hacían llorar y el amor, se lo hacía. Era tan malo, que solo olvidarlo era mejor.
-Esto tendría que haber pasado hace mucho.
Se había quedado todo el día, había cumplido varias fantasías que cruzaban en la mente del grandote prometiéndose también que era solo ese día, ninguno quería complicaciones.
La llevo al restaurant y ninguno se había puesto a disimular lo obvio cuando llegaron. Él ni siquiera entraba a esa hora, pero se sentó mientras trabajaba. Hablaron de las incoherencias que se le cruzaban, mientras también le preparaba algún buen trago.
-Ya tengo que ir a cambiarme-Le aviso.
-¿Ya?-Miro el reloj y supo que sí- ¿Te vas a despedir me supongo?
Guy paso justo al lado de Sara que también estaba en la barra y este tomo sin que importara que este su hermano a pocos metros del trasero y la beso, deliberadamente. Era un beso que les explicaba a todos que tenían sexo y en ese momento también lo querían tener aunque no se podía. Separándose, le conto un secreto.
-Puede que este enamorada del tarado que te conté hoy, pero vos amigo haces del sexo con otro un juego de niños-Lo beso una vez más cuando se fue, abrazo a su hermano quien miraba para otro lado.
-¡No pongas esa cara!
-Vengo a tomar algo ¡Y termino viendo el espectáculo que hacen con el de seguridad!
-¡Es tu amigo!
-¡Valla amigo che! Te dije que podes hacer lo que quieras menos cuando te veo yo
-Me estaba despidiendo, ya sabes. Fin, punto final, y eso…
Su hermano comprendió que clase de despedida era y dejo los celos, para ir a tomar un trago que su hermanita le preparase.
Los siguientes tres meses, Louis se levantaba, se baño, tomo café y como todos trabajo en su oficina, era la mejor manera de sacarse de encima a Lucia, su familia, sus amigos. Tres meses más estaba sufriendo más que del corazón en forma sentimental, su corazón andaba mal, literalmente.
Aquella noche, Sergio pasó a buscarlo. Su sobrino, lo había invitado a comer y era de la única persona que podía aceptar una invitación sin que lo interrogue. Aunque todos habían cambiado mucho en ese tiempo. Su padre al llegar a casa lo recibía con un abrazo, uno de verdad y era sorprendente. Había cambiado con ímpetu desde el día de su cumpleaños.
-Si me hubieras dicho que veníamos acá, me quedaba en casa-Le dijo, mientras estacionaba frente al restaurant del hermano de Mariana.
-Me dijiste que habían quedado como amigos, no creí que te molestara. Ella me invito hace unos días y se me ocurrió que vos también necesitabas venir.
-No somos amigos, mejor vámonos.
-No, ya le dije que veníamos.
-¿No te dijo nada porque venía?
-No, estaba contenta.
¿Hace cuantos meses que él no estaba contento? Podía jurar que el único tiempo de su vida donde percibió contentura, alegría, fuera solo mientras ella estaba.
Entraron, y rápidamente fueron atendidos. Sorprendentemente para Louis, ella los había saludado a lo lejos a ambos. Esa noche también habían recibido los pases para él vip, su sobrino insistió. El fue.
-¿Qué quieres?-Pregunto una Lali, con una musculosa blanca que brillaba con las luces del lugar y un short rojo. Apenas habían terminado de cenar habían entrado, hacia una hora que ella ya estaba en trabajando.
-Sexo ardiente-Musito.
-¿Cómo tío?
-Un whiskey con hielo.
No había sido uno, había sido una botellas mientras ella le sonreía a miles de tipos mucho más atractivos, mucho menos estúpidos. Sergio bailaba rodeado de dos chicas, que tenían una vida divertida, activa. Quizás como la que Mariana siempre tuvo y no iba a cambiar por él.
-Te amo-Le dijo mientras ponía su mano en el trago que ella le estaba dando.
-Yo también-Respondió con sencillez, y volvió a trabajar.
Le había pedido incluso más tragos, solo para que le prestara atención.
-Sera mejor que lo lleve.
-No, vos te vas con Guy y yo llevo a tu tío.
-Vine en mi coche-Saco sus llaves torpemente.
-Son las seis de la mañana, y no te serví juego esta noche chico. Te di tragos que seguramente en tu vida probaste.
-¡Y estaban muy buenos!
-Pero no te podes parar, mira te voy a llevar abajo. Mañana te llego el coche.
-¿Segura, tía?
-Segura, sobrino-Le dijo chistosa, y lo llevo junto a Guy prometiendo que ella se encargaba de decirle a los demás de seguridad que cierren bien el lugar.
-¿Ya nos vamos?-Pregunto un Louis que jamás había visto borracho. Le mojo la cara intentando que se disperse un poco. Habían logrado salir con éxito, manejo el auto de Sergio aunque odiara los autos y lo llevo. Él portero estaba y la ayudo a subirlo, pero antes tuvo que preguntarle porque estaba trabajando a esta hora.
-Los vecinos se quejaron que habían adolecentes teniendo sexo por los pasillos a estas horas, me pagan extra así que me levanto unas horas antes para venir.
Cuando le dio las gracias, soltó una carcajada. Dejo a Louis, uno sonriente en su cuarto. La tomo de la cintura antes de que se valla.
-Te amo preciosura-Le dijo y Mariana volvió a reír.
-Yo también preciosura.
-No puedo tenerte tan cerca, y no poder tocarte. No puedo moverme mucho ¿Sabes? Pero quiero hacerte el amor.
Suspiro, ella no era el tipo de personas que desperdiciaba oportunidades. No cuando había querido nunca tenerlo tan cerca.
Lo desnudo por completo y también lo hizo con ella. La beso despacio, sus labios, sus ojos, la nariz, el cuello, siguiendo por sus senos, su estomago, la había hecho tener un orgasmo y continuo con sus muslos, las piernas y termino besando las punta de sus piel. Orgulloso de su comportara, la abrazo para hacerle el amor despacio. Para que nunca se olvidara que la amaba, aunque no era capaz de decírselo sin que ella creyera que estaba completamente borracho.
-Te amo Louis-Le hablo, mientras estaban abrazados.
-Yo también, tanto que me duele.
Aquella declaración le basto para saber que no podía hacerse la tonta, él no estaba tomado. Por lo menos no mientras se abrazaban. Tuvieron sexo salvaje, dos veces más hasta dormirse. Sabía que al despertarse solo iba a ser para despedirse y el diciéndole que no la amaba y que no era suficiente mujer. Quizás si la amaba, pero seguía siendo poca mujer. Quizás era momento de cambiar.
-Perdóname-Dijo levantándose, estaba completamente desnuda y viéndose recordó todo lo que había hecho ella y todo lo que él no la dejo. Vestido como la noche anterior se paro, perfecto.
-Sera mejor que te tapes, te voy a hacer un café.
Tenía que bajar antes de tirarla en la cama y hacerle todo lo que se había prohibido mientras ella, estaba dispuesta a probar el sexo oral sin censuras.
Tuvo que recordar unos minutos más porque había hecho todo aquello, Guy le había gustado del primer momento. Pero trabajaban juntos, era mejor dejarlo como estaba por lo menos hasta ahora. ¿Quería olvidarse de Louis? ¡Sí!... ¿Los hombres no hacían eso para olvidarse de las mujeres? ¡Sexo!
Bajo, como estaba.
-Sé que es tu casa-Hablo un Guy, completamente nuevo. Estaba sentado en el sillón, tomando café y tratando de no mirarla. Sonrió-Pero podrías vestirte.
-Ya estoy completamente sana-Camino hasta él y se subió a horcajas. Quizás lo que Mariana Esposito necesitaba era volver a la rutina, acostarse con gente que al final no la lastime.
-¿Vas a desayunar?-Y no sabía como él podía hablar coherentemente.
-No Guy-Se mordió el labio-Llego el turno del sexo.
Ya no era sensato, ahora ella estaba a su merced sin gotas de alcohol en el cuerpo.
-¿Vas a negarte?
-No.
Tomo uno de su boca con desesperación, había aguantado muchas horas mientras ella dormía desnuda ante él. Si, era verdad no pudo ser caballero la había observado y quizás allá rosado varias veces sus dedos contra su trasero. Pero no le había hecho nada, nada como ahora.
Ella había decidió desvestirlo, y mientras sacaba su bóxer supo que nada, juraba que nadie tenía un miembro tan grande como ese. Era tan “grandote” como todo el resto de él. Hundía su boca en el mientras Guy con su manos ayudaba a que entre por completo, gemio su nombre. Si Louis estaba tal vez lo podía escuchar, pero en ese momento lo bloque por completo. Solo quería estar con aquel grandote, por puro placer.
Se sentó dejando que su pene coque con su sexo y en su pancita, y antes de que él la tomara ella negó y estiro sus manos en alto. Dejo sus senos a la altura de su cara, gemio cuando le roso uno a uno de sus pezones con su lengua.
-¿Cuántas veces quisiste esto?
-¡Vamos Mariana!
-¿Una, dos?
-Varias más y la próxima vas de espaldas- Confeso, mientras soltaba con la evidente fuerza que tenía. La tomo de la cintura y sin tabú la penetro, ella lo abrazo mientras lo cabalgaba con furia, acallando aquel amor por lo que siempre había sentido. Puro y llano deseo. Sentía el ardor por el tamaño de su sexo, sentía que ese tipo podía levantar a una muerta con un par de caricias y besos, pero más con ese pene-No, quiero que lo grite pero solo aguántame-El pedido, cuando veía que se estaba mordiendo el labio, era para que los dos llegarán juntos y habían gritado de placer.
Si Louis estaba se habría enterado, poco le importaba. Mientras tuviera a algún hombre cerca para hacerle olvidar el amor, que al final de cuentas era el sentimiento más estúpido. Solo las cosas malas hacían llorar y el amor, se lo hacía. Era tan malo, que solo olvidarlo era mejor.
-Esto tendría que haber pasado hace mucho.
Se había quedado todo el día, había cumplido varias fantasías que cruzaban en la mente del grandote prometiéndose también que era solo ese día, ninguno quería complicaciones.
La llevo al restaurant y ninguno se había puesto a disimular lo obvio cuando llegaron. Él ni siquiera entraba a esa hora, pero se sentó mientras trabajaba. Hablaron de las incoherencias que se le cruzaban, mientras también le preparaba algún buen trago.
-Ya tengo que ir a cambiarme-Le aviso.
-¿Ya?-Miro el reloj y supo que sí- ¿Te vas a despedir me supongo?
Guy paso justo al lado de Sara que también estaba en la barra y este tomo sin que importara que este su hermano a pocos metros del trasero y la beso, deliberadamente. Era un beso que les explicaba a todos que tenían sexo y en ese momento también lo querían tener aunque no se podía. Separándose, le conto un secreto.
-Puede que este enamorada del tarado que te conté hoy, pero vos amigo haces del sexo con otro un juego de niños-Lo beso una vez más cuando se fue, abrazo a su hermano quien miraba para otro lado.
-¡No pongas esa cara!
-Vengo a tomar algo ¡Y termino viendo el espectáculo que hacen con el de seguridad!
-¡Es tu amigo!
-¡Valla amigo che! Te dije que podes hacer lo que quieras menos cuando te veo yo
-Me estaba despidiendo, ya sabes. Fin, punto final, y eso…
Su hermano comprendió que clase de despedida era y dejo los celos, para ir a tomar un trago que su hermanita le preparase.
Los siguientes tres meses, Louis se levantaba, se baño, tomo café y como todos trabajo en su oficina, era la mejor manera de sacarse de encima a Lucia, su familia, sus amigos. Tres meses más estaba sufriendo más que del corazón en forma sentimental, su corazón andaba mal, literalmente.
Aquella noche, Sergio pasó a buscarlo. Su sobrino, lo había invitado a comer y era de la única persona que podía aceptar una invitación sin que lo interrogue. Aunque todos habían cambiado mucho en ese tiempo. Su padre al llegar a casa lo recibía con un abrazo, uno de verdad y era sorprendente. Había cambiado con ímpetu desde el día de su cumpleaños.
-Si me hubieras dicho que veníamos acá, me quedaba en casa-Le dijo, mientras estacionaba frente al restaurant del hermano de Mariana.
-Me dijiste que habían quedado como amigos, no creí que te molestara. Ella me invito hace unos días y se me ocurrió que vos también necesitabas venir.
-No somos amigos, mejor vámonos.
-No, ya le dije que veníamos.
-¿No te dijo nada porque venía?
-No, estaba contenta.
¿Hace cuantos meses que él no estaba contento? Podía jurar que el único tiempo de su vida donde percibió contentura, alegría, fuera solo mientras ella estaba.
Entraron, y rápidamente fueron atendidos. Sorprendentemente para Louis, ella los había saludado a lo lejos a ambos. Esa noche también habían recibido los pases para él vip, su sobrino insistió. El fue.
-¿Qué quieres?-Pregunto una Lali, con una musculosa blanca que brillaba con las luces del lugar y un short rojo. Apenas habían terminado de cenar habían entrado, hacia una hora que ella ya estaba en trabajando.
-Sexo ardiente-Musito.
-¿Cómo tío?
-Un whiskey con hielo.
No había sido uno, había sido una botellas mientras ella le sonreía a miles de tipos mucho más atractivos, mucho menos estúpidos. Sergio bailaba rodeado de dos chicas, que tenían una vida divertida, activa. Quizás como la que Mariana siempre tuvo y no iba a cambiar por él.
-Te amo-Le dijo mientras ponía su mano en el trago que ella le estaba dando.
-Yo también-Respondió con sencillez, y volvió a trabajar.
Le había pedido incluso más tragos, solo para que le prestara atención.
-Sera mejor que lo lleve.
-No, vos te vas con Guy y yo llevo a tu tío.
-Vine en mi coche-Saco sus llaves torpemente.
-Son las seis de la mañana, y no te serví juego esta noche chico. Te di tragos que seguramente en tu vida probaste.
-¡Y estaban muy buenos!
-Pero no te podes parar, mira te voy a llevar abajo. Mañana te llego el coche.
-¿Segura, tía?
-Segura, sobrino-Le dijo chistosa, y lo llevo junto a Guy prometiendo que ella se encargaba de decirle a los demás de seguridad que cierren bien el lugar.
-¿Ya nos vamos?-Pregunto un Louis que jamás había visto borracho. Le mojo la cara intentando que se disperse un poco. Habían logrado salir con éxito, manejo el auto de Sergio aunque odiara los autos y lo llevo. Él portero estaba y la ayudo a subirlo, pero antes tuvo que preguntarle porque estaba trabajando a esta hora.
-Los vecinos se quejaron que habían adolecentes teniendo sexo por los pasillos a estas horas, me pagan extra así que me levanto unas horas antes para venir.
Cuando le dio las gracias, soltó una carcajada. Dejo a Louis, uno sonriente en su cuarto. La tomo de la cintura antes de que se valla.
-Te amo preciosura-Le dijo y Mariana volvió a reír.
-Yo también preciosura.
-No puedo tenerte tan cerca, y no poder tocarte. No puedo moverme mucho ¿Sabes? Pero quiero hacerte el amor.
Suspiro, ella no era el tipo de personas que desperdiciaba oportunidades. No cuando había querido nunca tenerlo tan cerca.
Lo desnudo por completo y también lo hizo con ella. La beso despacio, sus labios, sus ojos, la nariz, el cuello, siguiendo por sus senos, su estomago, la había hecho tener un orgasmo y continuo con sus muslos, las piernas y termino besando las punta de sus piel. Orgulloso de su comportara, la abrazo para hacerle el amor despacio. Para que nunca se olvidara que la amaba, aunque no era capaz de decírselo sin que ella creyera que estaba completamente borracho.
-Te amo Louis-Le hablo, mientras estaban abrazados.
-Yo también, tanto que me duele.
Aquella declaración le basto para saber que no podía hacerse la tonta, él no estaba tomado. Por lo menos no mientras se abrazaban. Tuvieron sexo salvaje, dos veces más hasta dormirse. Sabía que al despertarse solo iba a ser para despedirse y el diciéndole que no la amaba y que no era suficiente mujer. Quizás si la amaba, pero seguía siendo poca mujer. Quizás era momento de cambiar.
Theflashes
Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Treinta Y uno.
Louis se incorporo, mientras la veía dormida boca abajo como hacía tres meses. Ahora era el momento donde decía, extrañaba el sexo. Cuando lo único que quería decir, era te amo otras cien veces como aquella madrugada.
Lali también se incorporo, y vistió tranquilamente bajo su mirada.
-Esto no tendría que haber vuelto a pasar-Sentencio.
- No te hagas el fuerte-Hablo antes de salir del cuarto-yo también querías verte. Y aunque no me correspondas, por lo menos se que lo que vivimos no fue tan insignificante-Un segundo después suspiro y le dio un beso en su cabeza para luego dejar su casa.
Se subió al avión, Chord, Guy, Maximiliano o cualquier otro que haya estado en su cama eran parte del pasado. Necesitaba volver a vivir, y no se podía engañar más, el amor no se iba a pasar, Louis en su corazón no quería ser remplazado por nada ni por nadie. El amor que sentía, era como el sabor favorito de helado, a pesar de haber miles simple vas a elegir el mismo.
Entre cualquiera, elegí a Louis. Aunque le haga mal.
Guardo su vida anterior junto a toda la ropa viaja que había donado. Hacia una semana de la última vez que lo había visto, mirándola mientras lo saludaba con un insinuante beso en la frente. El cambio empezaba de inmediato, su hermano le había pedido que vaya Calafate por un restaurant, iba a pasar una semana para ayudar a prepararlos y luego se iría a Madrid. Ya tenía una cita con uno de los inversionistas más grandes.
-¿Señor, te sentís bien?-Le pregunto Amelia, quien nunca lo veía bien.
-Sí, sí, pero necesitaría un café.
-Está bien, se lo alcanzo.
-Le saque el café a Amelia, para traértelo-Le dijo Sergio.
-¿Qué haces acá?
-Vine a verte.
-Es raro.
-Sí, pero quería contarte algo. Intente sacarle información a todo el mundo de porque volviste a ser el de antes porque habías vuelto a encerrarte.
-Eso no te incumbe.
-Sí, y no soy un metido. Solo quiero que sepas que me importas, porque sos la única persona que no me presiona para ser quien no quiero, que incluso me deja divertirme pero a su vez me cuida con moderación y te quiero.
-Yo también te quiero Sergio.
-Por eso fui a ver al hermano de Mariana y no me retes-Lo atajo- no sé si te importa pero quizás quieras saber que Mariana está en Madrid hace dos meses.
-¿Qué?
-Se fue, su hermano me dijo que no iba a contarme la vida íntima de su hermana pero si me dio su número. Te lo traje.
-Yo no quiero su número.
-¡Tío! Ella tiene mi edad y quizás busco a otro estando con vos, pero la queres y te quiere es hora de enfrentar la realidad.
-¿Qué busco a otro?
-¿No fue así?-Pregunto confundido.
-¿Quién dijo esa estupidez?
-Lucia, tu amiga la abogada cara de sapo.
-Respeto Sergio, respeto.
-¡Bien! Es que no me gusta que hable mal de Mariana, en definitiva después de la fiesta nos hicimos buenos amigos.
-¿Qué tan amigos?
-No, no de ese tipo. Es tu chica, y yo te respeto.
-Gracias.
-No quiero las gracias, quiero que le des otra oportunidad. Ella te ponía bien.
-No me gusta que se metan en mi vida, pero déjame decirte que Lucia a pesar de ser mi amiga interpreta siempre lo que quiere. Le dije unas tres palabras y al parecer acuso a Lali de algo que no tenía la culpa, para sorpresa de todos yo termine con ella.
-¡Tío!
-No funcionamos juntos.
-¿No vas a querer el numero?
-No, creo que ya basta de Mariana de por vida.
-Ojala no te arrepientas.
Mariana…Mariana era otra historia. La última vez que había pisado Buenos Aires tenía su cabello largo, y con un objetivo claro. No había pasado ni uno, ni dos meses fuera. Más de medio año no bastaba tampoco… y lo único que tenía claro era que no había cambiado por él, lo amaba sí. Pero más se amaba a ella misma, y con el tiempo se había dado cuenta que quería ser el tipo de persona que una madre quería presentar a sus amigas elegantes, que un padre cuidaba porque valía más que el oro y su hermano atesorara. Quería ser una persona que sobrepase la vanidad de la gente.
Esa tarde todo se habían llevado una sorpresa, más cuando Álvaro Luna, él prestigioso pintor la dejo en la puerta de su renovado restaurant, despidiéndose con un abrazo. Abrazo a su hermano, sin querer soltarlo. Estaba llorando y manchándole toda la camisa, sino no lo hubiese soltado aunque estuviera repleto de gente viéndola. Saludo a todos los demás, esa noche sus amigos trabajarían para los “jefes” mientras hablaban de todo lo que había pasado. Más por ese corte de pelo.
-Casi tenes veintiún año-Murmuro su hermano, quien siempre la había considerado su chiquita a pesar de su vida. Ahora más que nunca tenía que sacarse esa idea, era una mujer, una mujer orgullosa de lo que era.
- Si, y vos treinta seis…Y seguís siendo igual de perfecto hermanito.
El sonrió encantado con tenerla de nuevo.Durante meses viajaba constantemente para ir a los otros lugares donde tenían negocios, pero su hermana nunca volvía a casa. Porque no estaba lista según ella, pero en su mirada se notaba que había vuelto al lugar justo, en el momento justo.
-¡Tío!-Grito Sergio- El bebe está llorando ¡Ayúdame!
-Vos no grites-Dijo alterado- el grita peor así.
-No te enojes, solo que me pone histérico.
-¿Me podes explicar otra vez porque no usaste condón? ¡Sos un nene!
-Porque la quiero, quería esto. ¡Y no soy un nene! Soy papá, sin experiencia pero papa el fin.
-Si ella igual te quiere, llámala decile que venga.
-Fue a hacerse unos chequeos, ya te dije.
-¡Dios! Si fuera tu padre te estrangularía por ser tan idiota. ¿No te das cuenta que el amor se les va rápido siendo tan chicos? ¿No te das cuenta que a vos y a ella le van a gustar otras personas, a medida de que se cansen de ustedes mismos? ¿No lo ves?
-Yo te quiero tío, pero déjame decirte que sos un hipócrita. Mariana se merecía enamorarse de alguien mejor y no irse por tu culpa-Lo gracioso de todo aquello, es que el portazo sonó dos veces, vivía en el departamento de Lali.
-¡Yo te vi hace unos meses bailando con dos chicas! Y tu hijo ya estaba en camino ¿Eso es amor?-Le reprocho, dolido.
-¡Bailar!, tío bailar estaba haciendo. No las bese, no me acosté con ellas. Ni siquiera me fije solo estaba bailando porque me apetecía dejarte solo con Mariana. Mi novia por lo menos confía en que yo no la traicionaría por nada del mundo. Creo que vos tendrías que haber confiado en ella, en vez de decirle todas esas asquerosidades. ¡Y también deja de gritarle todos tus secretos a tu pobre secretaria mientras estas enojado!
¿Qué iba a ser? ¿Llorar? Ya lo había hecho bastante, ya no valía. ¿Lamentarse? Era diario. Solo quería ser feliz. Pero estaba peor que antes, por lo menos antes sabia que estar solo era la solución. Ahora estar solo era el problema.
Dos semanas más tarde Mariana saludo a Amelia contenta. Comentándole el cambio tan bonito que tenia.
-¿Por qué no tocas la puerta?-Le propuso. Lo hizo.Mariana escucho que le daban autoridad a pasar.
¿Ella? Si, ella su rostro ya transformado en de una mujer hecha y derecha, sus ojos brillantes, el rostro más alargado, su estatura sufrió un cambio perfecto, su cuerpo seguía igual de perfecto y su pelo había pasado a ser una melena.
Lali también se incorporo, y vistió tranquilamente bajo su mirada.
-Esto no tendría que haber vuelto a pasar-Sentencio.
- No te hagas el fuerte-Hablo antes de salir del cuarto-yo también querías verte. Y aunque no me correspondas, por lo menos se que lo que vivimos no fue tan insignificante-Un segundo después suspiro y le dio un beso en su cabeza para luego dejar su casa.
Se subió al avión, Chord, Guy, Maximiliano o cualquier otro que haya estado en su cama eran parte del pasado. Necesitaba volver a vivir, y no se podía engañar más, el amor no se iba a pasar, Louis en su corazón no quería ser remplazado por nada ni por nadie. El amor que sentía, era como el sabor favorito de helado, a pesar de haber miles simple vas a elegir el mismo.
Entre cualquiera, elegí a Louis. Aunque le haga mal.
Guardo su vida anterior junto a toda la ropa viaja que había donado. Hacia una semana de la última vez que lo había visto, mirándola mientras lo saludaba con un insinuante beso en la frente. El cambio empezaba de inmediato, su hermano le había pedido que vaya Calafate por un restaurant, iba a pasar una semana para ayudar a prepararlos y luego se iría a Madrid. Ya tenía una cita con uno de los inversionistas más grandes.
-¿Señor, te sentís bien?-Le pregunto Amelia, quien nunca lo veía bien.
-Sí, sí, pero necesitaría un café.
-Está bien, se lo alcanzo.
-Le saque el café a Amelia, para traértelo-Le dijo Sergio.
-¿Qué haces acá?
-Vine a verte.
-Es raro.
-Sí, pero quería contarte algo. Intente sacarle información a todo el mundo de porque volviste a ser el de antes porque habías vuelto a encerrarte.
-Eso no te incumbe.
-Sí, y no soy un metido. Solo quiero que sepas que me importas, porque sos la única persona que no me presiona para ser quien no quiero, que incluso me deja divertirme pero a su vez me cuida con moderación y te quiero.
-Yo también te quiero Sergio.
-Por eso fui a ver al hermano de Mariana y no me retes-Lo atajo- no sé si te importa pero quizás quieras saber que Mariana está en Madrid hace dos meses.
-¿Qué?
-Se fue, su hermano me dijo que no iba a contarme la vida íntima de su hermana pero si me dio su número. Te lo traje.
-Yo no quiero su número.
-¡Tío! Ella tiene mi edad y quizás busco a otro estando con vos, pero la queres y te quiere es hora de enfrentar la realidad.
-¿Qué busco a otro?
-¿No fue así?-Pregunto confundido.
-¿Quién dijo esa estupidez?
-Lucia, tu amiga la abogada cara de sapo.
-Respeto Sergio, respeto.
-¡Bien! Es que no me gusta que hable mal de Mariana, en definitiva después de la fiesta nos hicimos buenos amigos.
-¿Qué tan amigos?
-No, no de ese tipo. Es tu chica, y yo te respeto.
-Gracias.
-No quiero las gracias, quiero que le des otra oportunidad. Ella te ponía bien.
-No me gusta que se metan en mi vida, pero déjame decirte que Lucia a pesar de ser mi amiga interpreta siempre lo que quiere. Le dije unas tres palabras y al parecer acuso a Lali de algo que no tenía la culpa, para sorpresa de todos yo termine con ella.
-¡Tío!
-No funcionamos juntos.
-¿No vas a querer el numero?
-No, creo que ya basta de Mariana de por vida.
-Ojala no te arrepientas.
Mariana…Mariana era otra historia. La última vez que había pisado Buenos Aires tenía su cabello largo, y con un objetivo claro. No había pasado ni uno, ni dos meses fuera. Más de medio año no bastaba tampoco… y lo único que tenía claro era que no había cambiado por él, lo amaba sí. Pero más se amaba a ella misma, y con el tiempo se había dado cuenta que quería ser el tipo de persona que una madre quería presentar a sus amigas elegantes, que un padre cuidaba porque valía más que el oro y su hermano atesorara. Quería ser una persona que sobrepase la vanidad de la gente.
Esa tarde todo se habían llevado una sorpresa, más cuando Álvaro Luna, él prestigioso pintor la dejo en la puerta de su renovado restaurant, despidiéndose con un abrazo. Abrazo a su hermano, sin querer soltarlo. Estaba llorando y manchándole toda la camisa, sino no lo hubiese soltado aunque estuviera repleto de gente viéndola. Saludo a todos los demás, esa noche sus amigos trabajarían para los “jefes” mientras hablaban de todo lo que había pasado. Más por ese corte de pelo.
-Casi tenes veintiún año-Murmuro su hermano, quien siempre la había considerado su chiquita a pesar de su vida. Ahora más que nunca tenía que sacarse esa idea, era una mujer, una mujer orgullosa de lo que era.
- Si, y vos treinta seis…Y seguís siendo igual de perfecto hermanito.
El sonrió encantado con tenerla de nuevo.Durante meses viajaba constantemente para ir a los otros lugares donde tenían negocios, pero su hermana nunca volvía a casa. Porque no estaba lista según ella, pero en su mirada se notaba que había vuelto al lugar justo, en el momento justo.
-¡Tío!-Grito Sergio- El bebe está llorando ¡Ayúdame!
-Vos no grites-Dijo alterado- el grita peor así.
-No te enojes, solo que me pone histérico.
-¿Me podes explicar otra vez porque no usaste condón? ¡Sos un nene!
-Porque la quiero, quería esto. ¡Y no soy un nene! Soy papá, sin experiencia pero papa el fin.
-Si ella igual te quiere, llámala decile que venga.
-Fue a hacerse unos chequeos, ya te dije.
-¡Dios! Si fuera tu padre te estrangularía por ser tan idiota. ¿No te das cuenta que el amor se les va rápido siendo tan chicos? ¿No te das cuenta que a vos y a ella le van a gustar otras personas, a medida de que se cansen de ustedes mismos? ¿No lo ves?
-Yo te quiero tío, pero déjame decirte que sos un hipócrita. Mariana se merecía enamorarse de alguien mejor y no irse por tu culpa-Lo gracioso de todo aquello, es que el portazo sonó dos veces, vivía en el departamento de Lali.
-¡Yo te vi hace unos meses bailando con dos chicas! Y tu hijo ya estaba en camino ¿Eso es amor?-Le reprocho, dolido.
-¡Bailar!, tío bailar estaba haciendo. No las bese, no me acosté con ellas. Ni siquiera me fije solo estaba bailando porque me apetecía dejarte solo con Mariana. Mi novia por lo menos confía en que yo no la traicionaría por nada del mundo. Creo que vos tendrías que haber confiado en ella, en vez de decirle todas esas asquerosidades. ¡Y también deja de gritarle todos tus secretos a tu pobre secretaria mientras estas enojado!
¿Qué iba a ser? ¿Llorar? Ya lo había hecho bastante, ya no valía. ¿Lamentarse? Era diario. Solo quería ser feliz. Pero estaba peor que antes, por lo menos antes sabia que estar solo era la solución. Ahora estar solo era el problema.
Dos semanas más tarde Mariana saludo a Amelia contenta. Comentándole el cambio tan bonito que tenia.
-¿Por qué no tocas la puerta?-Le propuso. Lo hizo.Mariana escucho que le daban autoridad a pasar.
¿Ella? Si, ella su rostro ya transformado en de una mujer hecha y derecha, sus ojos brillantes, el rostro más alargado, su estatura sufrió un cambio perfecto, su cuerpo seguía igual de perfecto y su pelo había pasado a ser una melena.
Theflashes
Tal como soy.{Louis Tomlinson&LaliEsposito}. Treinta Y Dos.
-Hola Louis-Le dijo dándole la mano, el la tomo inerte- Se que tenía que pedir una cita, pero la verdad es que no quise-Sonrió- Una vez te dije que quiera hacer mi casa ¿Tenes el tiempo para analizar mi idea?
-Yo… emm-Se aclaro la voz-Si, si tengo tiempo-Realmente no lo tenía, había aceptado trabajar en diez casas en la última semana como desde el día que ella abandonaba su casa, siendo tal vez el peor error de su vida.
Mariana le mostro todas las imágenes, cada detalle de la estructura y la forma. Tenía muchas opciones, pero ya que ella le pidió que eligiera él. Solo pudo optar la que sería ideal, para una reina como ella. Era una mansión, parecía un castillo moderno. Ideal para esa nueva mujer, sus jeans nunca dejarían de ser ajustados y esa camisa azul jamás seria lo demasiado abotonada como para que oculte algo que tenía que llevaba con orgullo, aunque ella no se había gastado en abotonarla hasta el final. Sus botas no dejarían de ser altas para estilizar su figura, pero si su rostro se tornaba más interesante y menos chispeante. Ya no te concentrabas en sus labios, sino en su voz. No veías el maquillaje perfecto y luminoso, veías su rostro con toques de él dejando que te distraigas con sus labios naturales. Ojos profundos, ojos que decían que se podía arrepentir toda la vida por haberla rechazado solo por miedo.
-¿Vas a hacer los planos vos?
-Sí, yo me encargo.
-Gracias, de verdad significa mucho que vos lo hagas. Y que me hayas ayudado a elegirlo. ¿Cuándo puedo hablar con la compañía de tu empresa?
-Yo me encargo y Mariana… Esto, mi trabajo y tu casa. Corre por mi cuenta.
-¿Qué? No, en absoluto.
-Mira, te hic…
-No, no lo hagas por culpa. Yo ¡Dios! Nunca te lo dije…
-¿Qué cosa?
-La historia más corta es; crecí empecé a trabajar para ayudar a mi hermano porque los parientes se desentendieron de nosotros alegando que mi hermano era mayor, años de luchar contra mi enfermedad y mi hermano por juntar plata para mantener esa enorme casa, mis estudios, sus gastos, logro estabilizarnos aunque costo…más tarde se me surgió la idea de lugar y es verdad, solo de una idea salió el restaurante. Vendimos la casa, era gigante, mi hermano tenía ahorros más la moto, vendimos hasta el último recuerdo valioso. Vivimos en un dos por dos por un año, a los quince pudimos abrirlo después de tanto papeleos, las cosas funcionaron en menos de tres meses, el lugar era idóneo, la comida, teníamos empleados que necesitaban el trabajo entonces trabajaban con compromiso-Suspiro cansada, y dándose cuenta que ahora muchos menos la iba a aceptar, era una mentirosa además de una fácil-Pero nunca me basto, siempre quise ser corredora de bolsas así que investigue al mejor, le rogué a mi hermano que confié en mí. Solo logre convencerlo de colocar la mitad de lo que teníamos, cuando empezamos a ganar, triplicar, invertir y duplicar, triplicar… La plata era agua entre los dedos, entonces decidimos que no queríamos ropa, no queríamos lujos, queríamos seguridad económica. Todo los que nos falto desde que nuestros papas no estaban. La discoteca comenzó con la construcción de un pub, la idea se fue haciendo más grande. De repente, empezamos a tener nuestro disco en todas las revistas siendo los mejor sitios de los famosos, empezaron a llegar proposiciones de crear en otros lados del país y lo hicimos. Pero sin socio, siempre somos los dos. Por eso siempre viajaba, porque tenía que tener una cara aparte del que contratábamos. Mes a mes en mi cajero tengo millones, tengo mucho más incluso. También omití, que todas las tardes mientras te dejaba trabajar yo estudiaba en la facultad para ser corredora de bolsa, iría por mi segundo año pero cuando me fui a Madrid, lo hice con una futura oferta de trabajo, y ahora eso es lo que soy. Hago millones para mí, hago millones para mi hermano y nuestro negocio, hago millones para gente que ya tiene millones. Y creo que eso es todo.
-¿Por qué me mentiste? ¿Por qué no me decías que eras la dueña? No encuentro una razón, yo… quiero decir, no cambiaba nada-No la odiaba por mentirle, solo necesitaba saber ¿Por qué?
-Siempre pensé que si vos sabias la verdad sobre mí, podrías verme como una mujer y no como la nenita con la que te acostabas. No quería que me veas como mujer, no quería ser más que sexo. Y salió todo con ironía. Yo me enamore, yo fui la que lloro después. Pero espero que dejes todo es en el pasado y puedas hacer mi casa. Yo voy a pagar todo.
Todo era pasado, y Louis Tomlinson ahora sabía que tenía razón. En esos meses, después de la última vez que le dijo que lo amaba ella lo había dejado de amar, de suerte no había tenido que ver como ella dejaba de besarlo todos los días, después acusar de que le dolía la cabeza para no estar juntos. De suerte, solo tuvo que escuchar las palabras, aunque le dolieran.
-Yo te hice daño, y espero que comprendas que a pesar de todo siempre te quise tal como sos.
-Me lo supuse siempre, ¿Quererme es fácil, no? –Se tu mujer es difícil, pensó mientras-Pero no importa, eso es pasado. ¿Podríamos llegar a un acuerdo?
Veinte minutos después, la dejo en el ascensor y Amelia noto toda su tristeza.
-¿Por qué no le declara su amor? Yo sé que no me debo meter, está muy mal desde que se fue de su vida. Es una buena chica.
-Yo no la amo.
-Me grito toda su verdad, tres veces en este año. Le grito a su sobrino también, y…
Una vez más estaba en el hospital.
-Mi hermano, está internado. Paso todo este año forzándose a un ritmo que no podía, vivía de café, ejercicio y trabajo. Su corazón no resistió y el nunca quiso decir de las puntadas que tenía, sus dolores. Nos sorprendimos todos cuando el doctor nos confeso que era la quinta vez que iba a quejarse de los dolores, pero no toma medicamentos, no se cuida y no hace nada para curar-Hablo la hermana menor de Louis, nerviosa mientras tenía a su secretaria tras ella. Quien había dejado de decirle que no podía pasar después de escuchar la historia.
-Lo lamento por el-Dijo con voz queda- Cintia, retírate por favor.
-Si señorita.
-Lo vi hace dos horas en su trabajo, y si se veía un grande con su barba y las ojeras. Pero debe tener a alguien que lo ayude, no yo. Confía que todo va a salir bien.
-¡No escuchaste nada de lo que te dije! Paso encerrado en una oficina. Si queres que te ruegue para que vayas, lo hago, me disculpo por todas las mierdas que dije. Pero mi hermano está sufriendo, y ninguno de la familia duda de que sea por tu causa. Y no es echarte la culpa, porque aunque seamos unos entrometidos fuimos a verte, los tres interrogamos a Sergio y nos dijo donde trabajabas y no le quisimos creer cuando nos aviso que no estabas. Sofía, Javier y yo terminamos hablando con tu hermano, dijo que te fuiste por él, no para escaparte de él. Si lo amas, anda-La tuvo que abrazar, aquella mujer que la había empapado en una fiesta infantilmente estaba destruida. Y era capaz de rogar por su ayuda. ¿Cómo iba a hacerse la dura? El hombre que amaba, estaba internado.
Le aviso a su secretaría, salieron.
-¡Viniste!-Dijo Sofía abrazándola- Gracias, gracias, gracias.
Saludo a los demás parientes, aunque no pudo aguantarse las ganas de llorar cuando aquel hombre grande, Julián la había envuelto en sus brazos, como si de ello dependiera algo.
-Está dormido-Le aviso.
- Voy a ir a verlo-Se seco las lagrimas y entro.
Se veía viejo, aquella ropa de hospital no ayudaba. Parecía como si él se hubiera olvidado que tenía que vivir. Le acaricio la cara, mientras las lagrimas caían.
Lo había amado tanto e incluso una vida no bastaría para borrarlo de su vida. Ni los besos, ni las caricias. No había noche que no reviviera sus besos, que soñara sus caricias. Lo había arruinado todo al confesarle que lo amaba. ¡No podía verle sus ojos diciéndole que no lo amara! ¡No otra vez! Aquella tarde había sido un profesional, estaba en su trabajo, su cara sin expresión, sus ojos vacios, pero en aquel momento no podía verlo.
Salió de la habitación, tratando de esquivar a los Tomlinson pero era imposible. Sin dejarla ir, se sentó en el piso como indiecita y lloro con la amargura del mundo. Perderlo, sea porque no la amara o porque moriría, era igual que el día que sus padres habían muerto. Era igual al vacio aguado del pecho, lloro el doble cuando vio que Sergio llegando y sentándose junto a ella con un bebe en brazos.
-Mira Ariel, te presento a la tía Mariana-Le dijo, agarrando la mano del pequeño para acercársele.
-¿Tu hijo?
-Mi hijo-Sonrió, y se lo puso en brazos-Tiene dos meses y está contento de verte.
-Es hermoso, se parece al padre-Le acaricio la piel arrugada, las manos suaves- Me imagino que tu chica tiene ojos azules.
-Sí, muy claros. ¿Por qué estas llorando?-Pregunto de repente, miro que a su lado ya no había nadie-Nos dejaron para hablar. Incluso mi novia confía tanto en mí que me dejo con una de las mujeres más hermosas que vi en mi vida-Mariana rio y le dio un beso en el cachete- ¿Nunca te dije que te vi un pecho cuando dormías con mi tío la noche de bodas?-Mariana volvió a reír y el bebe con ella-Pero eras de mi tío, quizás si no quien te dice ¿Hubiéramos tenido un hijo?-Sabia que toda esa charla era para hacerla sonreír, y lo lograba.
-Yo solo tendría hijos con tu tío, lo amo demasiado.
-Me lo supuse, el médico dijo que saldría mañana. Pero que tenía que cuidarse, desestresarse, tomar las pastillas y que tuvo mucha suerte de no tener que usar marca pasos siendo tan joven.
-¿Joven? ¿Louis no tuvo tiempo para decir que es viejo?
-Estaba inconsciente, pero seguramente se lo hubiera refutado.
-Yo… emm-Se aclaro la voz-Si, si tengo tiempo-Realmente no lo tenía, había aceptado trabajar en diez casas en la última semana como desde el día que ella abandonaba su casa, siendo tal vez el peor error de su vida.
Mariana le mostro todas las imágenes, cada detalle de la estructura y la forma. Tenía muchas opciones, pero ya que ella le pidió que eligiera él. Solo pudo optar la que sería ideal, para una reina como ella. Era una mansión, parecía un castillo moderno. Ideal para esa nueva mujer, sus jeans nunca dejarían de ser ajustados y esa camisa azul jamás seria lo demasiado abotonada como para que oculte algo que tenía que llevaba con orgullo, aunque ella no se había gastado en abotonarla hasta el final. Sus botas no dejarían de ser altas para estilizar su figura, pero si su rostro se tornaba más interesante y menos chispeante. Ya no te concentrabas en sus labios, sino en su voz. No veías el maquillaje perfecto y luminoso, veías su rostro con toques de él dejando que te distraigas con sus labios naturales. Ojos profundos, ojos que decían que se podía arrepentir toda la vida por haberla rechazado solo por miedo.
-¿Vas a hacer los planos vos?
-Sí, yo me encargo.
-Gracias, de verdad significa mucho que vos lo hagas. Y que me hayas ayudado a elegirlo. ¿Cuándo puedo hablar con la compañía de tu empresa?
-Yo me encargo y Mariana… Esto, mi trabajo y tu casa. Corre por mi cuenta.
-¿Qué? No, en absoluto.
-Mira, te hic…
-No, no lo hagas por culpa. Yo ¡Dios! Nunca te lo dije…
-¿Qué cosa?
-La historia más corta es; crecí empecé a trabajar para ayudar a mi hermano porque los parientes se desentendieron de nosotros alegando que mi hermano era mayor, años de luchar contra mi enfermedad y mi hermano por juntar plata para mantener esa enorme casa, mis estudios, sus gastos, logro estabilizarnos aunque costo…más tarde se me surgió la idea de lugar y es verdad, solo de una idea salió el restaurante. Vendimos la casa, era gigante, mi hermano tenía ahorros más la moto, vendimos hasta el último recuerdo valioso. Vivimos en un dos por dos por un año, a los quince pudimos abrirlo después de tanto papeleos, las cosas funcionaron en menos de tres meses, el lugar era idóneo, la comida, teníamos empleados que necesitaban el trabajo entonces trabajaban con compromiso-Suspiro cansada, y dándose cuenta que ahora muchos menos la iba a aceptar, era una mentirosa además de una fácil-Pero nunca me basto, siempre quise ser corredora de bolsas así que investigue al mejor, le rogué a mi hermano que confié en mí. Solo logre convencerlo de colocar la mitad de lo que teníamos, cuando empezamos a ganar, triplicar, invertir y duplicar, triplicar… La plata era agua entre los dedos, entonces decidimos que no queríamos ropa, no queríamos lujos, queríamos seguridad económica. Todo los que nos falto desde que nuestros papas no estaban. La discoteca comenzó con la construcción de un pub, la idea se fue haciendo más grande. De repente, empezamos a tener nuestro disco en todas las revistas siendo los mejor sitios de los famosos, empezaron a llegar proposiciones de crear en otros lados del país y lo hicimos. Pero sin socio, siempre somos los dos. Por eso siempre viajaba, porque tenía que tener una cara aparte del que contratábamos. Mes a mes en mi cajero tengo millones, tengo mucho más incluso. También omití, que todas las tardes mientras te dejaba trabajar yo estudiaba en la facultad para ser corredora de bolsa, iría por mi segundo año pero cuando me fui a Madrid, lo hice con una futura oferta de trabajo, y ahora eso es lo que soy. Hago millones para mí, hago millones para mi hermano y nuestro negocio, hago millones para gente que ya tiene millones. Y creo que eso es todo.
-¿Por qué me mentiste? ¿Por qué no me decías que eras la dueña? No encuentro una razón, yo… quiero decir, no cambiaba nada-No la odiaba por mentirle, solo necesitaba saber ¿Por qué?
-Siempre pensé que si vos sabias la verdad sobre mí, podrías verme como una mujer y no como la nenita con la que te acostabas. No quería que me veas como mujer, no quería ser más que sexo. Y salió todo con ironía. Yo me enamore, yo fui la que lloro después. Pero espero que dejes todo es en el pasado y puedas hacer mi casa. Yo voy a pagar todo.
Todo era pasado, y Louis Tomlinson ahora sabía que tenía razón. En esos meses, después de la última vez que le dijo que lo amaba ella lo había dejado de amar, de suerte no había tenido que ver como ella dejaba de besarlo todos los días, después acusar de que le dolía la cabeza para no estar juntos. De suerte, solo tuvo que escuchar las palabras, aunque le dolieran.
-Yo te hice daño, y espero que comprendas que a pesar de todo siempre te quise tal como sos.
-Me lo supuse siempre, ¿Quererme es fácil, no? –Se tu mujer es difícil, pensó mientras-Pero no importa, eso es pasado. ¿Podríamos llegar a un acuerdo?
Veinte minutos después, la dejo en el ascensor y Amelia noto toda su tristeza.
-¿Por qué no le declara su amor? Yo sé que no me debo meter, está muy mal desde que se fue de su vida. Es una buena chica.
-Yo no la amo.
-Me grito toda su verdad, tres veces en este año. Le grito a su sobrino también, y…
Una vez más estaba en el hospital.
-Mi hermano, está internado. Paso todo este año forzándose a un ritmo que no podía, vivía de café, ejercicio y trabajo. Su corazón no resistió y el nunca quiso decir de las puntadas que tenía, sus dolores. Nos sorprendimos todos cuando el doctor nos confeso que era la quinta vez que iba a quejarse de los dolores, pero no toma medicamentos, no se cuida y no hace nada para curar-Hablo la hermana menor de Louis, nerviosa mientras tenía a su secretaria tras ella. Quien había dejado de decirle que no podía pasar después de escuchar la historia.
-Lo lamento por el-Dijo con voz queda- Cintia, retírate por favor.
-Si señorita.
-Lo vi hace dos horas en su trabajo, y si se veía un grande con su barba y las ojeras. Pero debe tener a alguien que lo ayude, no yo. Confía que todo va a salir bien.
-¡No escuchaste nada de lo que te dije! Paso encerrado en una oficina. Si queres que te ruegue para que vayas, lo hago, me disculpo por todas las mierdas que dije. Pero mi hermano está sufriendo, y ninguno de la familia duda de que sea por tu causa. Y no es echarte la culpa, porque aunque seamos unos entrometidos fuimos a verte, los tres interrogamos a Sergio y nos dijo donde trabajabas y no le quisimos creer cuando nos aviso que no estabas. Sofía, Javier y yo terminamos hablando con tu hermano, dijo que te fuiste por él, no para escaparte de él. Si lo amas, anda-La tuvo que abrazar, aquella mujer que la había empapado en una fiesta infantilmente estaba destruida. Y era capaz de rogar por su ayuda. ¿Cómo iba a hacerse la dura? El hombre que amaba, estaba internado.
Le aviso a su secretaría, salieron.
-¡Viniste!-Dijo Sofía abrazándola- Gracias, gracias, gracias.
Saludo a los demás parientes, aunque no pudo aguantarse las ganas de llorar cuando aquel hombre grande, Julián la había envuelto en sus brazos, como si de ello dependiera algo.
-Está dormido-Le aviso.
- Voy a ir a verlo-Se seco las lagrimas y entro.
Se veía viejo, aquella ropa de hospital no ayudaba. Parecía como si él se hubiera olvidado que tenía que vivir. Le acaricio la cara, mientras las lagrimas caían.
Lo había amado tanto e incluso una vida no bastaría para borrarlo de su vida. Ni los besos, ni las caricias. No había noche que no reviviera sus besos, que soñara sus caricias. Lo había arruinado todo al confesarle que lo amaba. ¡No podía verle sus ojos diciéndole que no lo amara! ¡No otra vez! Aquella tarde había sido un profesional, estaba en su trabajo, su cara sin expresión, sus ojos vacios, pero en aquel momento no podía verlo.
Salió de la habitación, tratando de esquivar a los Tomlinson pero era imposible. Sin dejarla ir, se sentó en el piso como indiecita y lloro con la amargura del mundo. Perderlo, sea porque no la amara o porque moriría, era igual que el día que sus padres habían muerto. Era igual al vacio aguado del pecho, lloro el doble cuando vio que Sergio llegando y sentándose junto a ella con un bebe en brazos.
-Mira Ariel, te presento a la tía Mariana-Le dijo, agarrando la mano del pequeño para acercársele.
-¿Tu hijo?
-Mi hijo-Sonrió, y se lo puso en brazos-Tiene dos meses y está contento de verte.
-Es hermoso, se parece al padre-Le acaricio la piel arrugada, las manos suaves- Me imagino que tu chica tiene ojos azules.
-Sí, muy claros. ¿Por qué estas llorando?-Pregunto de repente, miro que a su lado ya no había nadie-Nos dejaron para hablar. Incluso mi novia confía tanto en mí que me dejo con una de las mujeres más hermosas que vi en mi vida-Mariana rio y le dio un beso en el cachete- ¿Nunca te dije que te vi un pecho cuando dormías con mi tío la noche de bodas?-Mariana volvió a reír y el bebe con ella-Pero eras de mi tío, quizás si no quien te dice ¿Hubiéramos tenido un hijo?-Sabia que toda esa charla era para hacerla sonreír, y lo lograba.
-Yo solo tendría hijos con tu tío, lo amo demasiado.
-Me lo supuse, el médico dijo que saldría mañana. Pero que tenía que cuidarse, desestresarse, tomar las pastillas y que tuvo mucha suerte de no tener que usar marca pasos siendo tan joven.
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