"It's cool because we're just friends" (Harry Styles)

Nuestra historia comienza en un día como cualquier otro. Todo era completamente normal, monótono, como cualquier día de invierno en un pueblito chiquito como lo era Holmes Chapel. Hacía mucho frío. En una tarde así, lo mejor que se podía hacer era quedarse en casa y tratar de pasar el tiempo. Llamé a mi mejor amigo, Harry. Desde que habían empezado las vacaciones de invierno no lo había visto más. Ya empezaba a extrañarlo. No hacían falta muchas palabras entre nosotros para entendernos. Lo único que dije al escuchar su voz fue “Hola, venite para casa” y la respuesta inmediata fue “Dale, ya salgo” y ambos cortamos, casi en simultáneo.
A los veinte minutos ya estaba golpeando mi puerta. Pocas veces en mi vida lo había visto tan abrigado, pero claro, el clima lo hacía necesario. Abrí y ahí estaba.
-Claro, vos estás acá con estufa y el que tiene que caminar diez cuadras debajo de la nieve soy yo – Me estaba reprochando algo que el mismo había aceptado sin quejarse. Evidentemente, solo bromeaba.
Me le tiré encima y lo abracé. Lo había extrañado demasiado -Hola, no? No pensas saludarme? Ni que hubieras dormido conmigo, ajaj- Se contagió de mi risa y me saludó como dios manda – Dale tarado, entrá que hace un frío de la puta madre.-
-Mirá: 1) No me putees 2) quién sabe si no dormí con vos? En una de esas me tiré por la ventana antes de que te despertaras. –Revoleaba los ojos en señal de que ni él se creía lo que decía.
-Harry, ni vos te lo crees, y por varios motivos. Por empezar, sabés perfectamente que mi cuarto no tiene ventana a la calle. Segundo, no engañas a nadie. Vos no salís a la calle con -10º C ni aunque te paguen un millón de libras.-
-Bueno si, tenes razón. ¿Para qué me llamaste? Ahora si hablábamos en serio, como personas “normales”.
-Hace tres semanas que no te veo, ya te extrañaba.-
A todo esto, buscábamos algo para comer en mi cocina. Encontramos unos paquetes de galletitas Toddy y nos dispusimos a hacer dos tazas de chocolate caliente.
-Ay más tierna! - puso esa vos de “me estoy riendo de vos en tu cara” – Admitilo Mari, yo sé que me amás y no podés vivir sin mí, pero no te animás a decirlo porque tenés miedo de arruinar nuestra amistad.-
Me di vuelta masticando una galletita. Lo miré con mi mejor cara de “Really Bitch? Really? Mientras terminaba de tragar para después decir –Ja! Esos quiesieras vos Styles – y seguí preparando el chocolate.
A los 5 minutos lo tenía abrazándome por atrás. Cualquiera que nos viera hubiese supuesto cualquier cosa, pero nunca lo iban a entender. Entre Harry y yo nunco hubo o va a haber algo más que lo que ya tenemos. Somos mejores amigos desde los 10 años. Teniendo yo 16 y el 18, si no pasó nada hasta ahora, ya está, nos íbamos a quedar así.
-Vos sabés que yo te quiero demasiado, no? – dijo al tiempo que besaba mi mejilla.
-Dos cosas. La primera sí, lo sé, y supongo que vos también sabes que sos muy importante para mí. Segundo, correte, que si viene mi mamá o mi papá y nos ven así van a pensar cualquier cosa, y la verdad es que no quiero tener que andar dando explicaciones sobre algo inexistente cuando te vayas.-
-Ok, si vos decis….Igual, me parece que tus viejos me conocen desde hace demasiado. Vivo más acá que en mi casa si vamos al caso.-
-Justamente por eso. Para ellos todo es evidencia. Te quieren mucho, sos casi un segundo hijo en esta casa, pero viste, por ahí se desubican..-
-Y no me sorprende que lo hagan - ¿Eso fue un susurro?
-Qué? - Era obvio que me escondía algo.
-Nada.
-Hagamos como que te creo…ya me vas a decir más tarde. Che, agarrá tu taza que no puedo con todo. Andá subiendo y elegí una peli.-
-Weeeee tarde de pelis! -*Inserte aquí voz de nene de dos años* -Hace mucho que no hacíamos esto-
-Sip, tenés razón. Ahora caminá que se me cae la bandeja y todavía hay que subir la escalera.- Ya estábamos a mitad del pasillo.
-¿No querés que la lleve y…..?no dejá, soy un desastre con eso, pero andá vos adelante por si te caés.-
Efectivamente eso hicimos y llegamos a la planta alta. Dejé la bandeja en la mesita del centro del playroom y, mientras yo abría las galletitas, el se puso a revolver la pila de dvds.
-Ey, vos sabés que yo te quiero Mari, pero ¿no tenés alguna película normal? No pienso ver el concierto de los Jonas Brothers y menos el de Bieber. A lo sumo te acepto el de McFLY, pero preferentemente no. Ah y Crepúsculo ya la vi…Harry Potter también.-
- Ya sé que soy especial, pero soy feliz así, por las dudas que en todos estos años no te haya quedado claro. Y ya que, o no te gustan o viste todas las películas que nombraste, voy a elegir yo y te vas a tener que fumar entera mi película preferida. Andá a mi pieza y fijate en la parte de arriba del ropero, sacá un cobertor, que con la estufa me parece que no nos va a alcanzar.- Y acto seguido, fue a buscar lo que le pedí mientras que yo conectaba el dvd e introducía mi última adquisición, mi ejemplar de Los Juegos del Hambre.
Al poco tiempo Harry llegó, se sentó en el medio del sillón y se tapó, esperando que empezara la película. Apagué la luz, agarré mi taza de chocalate, le pasé la suya y lo obligué a correrse para hacerme lugar en el sofá y a darme una parte del acolchado.

Y ahí estábamos. El aburrido como los mejores y yo; llorando desconsoladamente en su hombro por ver sufrir a Peeta que, a pesar de estar herido, su amor por Katniss era tan grande que prefería incluso sacrificarse para protegerla.
-¿Siempre llorás así por estas porquerías? No podés, sos re deforme – Y ahí empezábamos otra vez. Hora de reírse en la cara de Mari.
-ES PORQUE NO ENTENDÉS NADA! EL LA AMA Y DARÍA SU VIDA POR ELLA! NO COMO VOS QUE SOS UN INSENSIBLE Y TE BURLAS DE TU SUPUESTA MEJOR AMIGA EN MEDIO DE UNA CRISIS EMOCIONAL! QUIERO UN NOVIO COMO PEETA. UN PANADERO RE ADORABLE.-
-Bueno bueno, perdón! No sabía que te afectaba tanto. Y por si no te acordás, te cuento que yo también trabajo en una panadería y mis exs solían decir que soy adorable. –Me sonreía con esos dientes perfectos a centímetros de mi cara demacrada por las lágrimas. Siempre pensé que lo más lindo de Harry era su sonrisa….y su pelo…….y también tenía esos ojasos verdes y, bueno, convengamos que, no es porque fuese mi mejor amigo, pero la verdad era que estaba re bueno.
- ¿Y a mí qué carajo me importa lo que digan las minas con las que te acostaste? Para mi seguís siendo un idiota que no sabe tratar a las mujeres y es un insensible que encima se aburre con Los Juegos del Hambre, sos un total desubicado.- Momentos en que la gente se empieza a echar en cara toda las miserias humanas.
-Epa…¿soy yo o hay un olorcito a celos flotando por el ambiente?- Deja de reírte en mi cara. Vas a morir.
-Te repito lo que te dije antes Harry Edward Styles. VOS sos es que desearía que yo estuviera celosa. - Y así terminamos. Discutiendo por relaciones imaginarias de películas, que derivaron a lo nuestro. Aunque no sé si es la forma correcta de decirlo, porque entre nosotros no pasaba nada. Igualmente, debo decir que la situación era bastante incómoda. Lo tenía demasiado cerca, y eso ya era decir mucho. Para mí, tener cerca a Harry implicaba que tranquilamente se hubiese quedado dormido arriba mío, que me abrazara y estrujara hasta dejarme sin aire, es decir, más contacto físico que lo que la gente consideraría normal en una amistad. Hasta entonces no me había molestado, pero ahora era distinto. Se había quedado callado y me miraba a los ojos. Me atrevería a decir, incluso, que no parpadeaba. Después de los 10 minutos más largos de mi vida. Por fín habló, aunque no estoy segura de si habría deseado que lo hiciera, porque lo que dijo iba a cambiarlo todo.
-Sabés qué? No puedo más.- Deja de mirarme a los ojos por el amor de Dios. No pude disimular mi cara de “What the Fuck?” a continuación
-¿Qué? Harry, ¿me querés decir qué carajo te pasa-?.-
-¿Querés sabér que mierda me pasa? Vos me pasas.- Ok, tírenme un balde de agua y denme pruebas de que no dijo eso. No pude emitir palabra alguna. – Me pasa que vos te crees que todo lo que te digo es una joda y no entendés ninguna indirecta. Me pasa que te hacés la dura conmigo y me decis que no te importan las otras con las que estuve cuando en realidad ni vos te lo crees. Dejate de joder Mariana, te conozco desde hace demasiado. Aunque me lo niegues yo sé que a vos te pasa algo conmigo. Me vas a decir que no tenías amigas para invitar hoy. O que Louis, Zayn y el resto de los chicos estaban ocupados. Admití que me querías ver.-
Inicia aquí la hora de negar rotundamente mis sentimientos, por más evidentes que fuesen.
– Uh Harry, me parece que tu paquete de Toddys estaba vencido – Nótese aquí la histeria en mi voz – Estás diciendo cualquier cosa, mirá si a vos te va a pasar algo conmigo? Te tendrías que haber abrigado más antes de salir de tu casa. El frío te pegó mal y estás delirando. Y por otro lado, ¿qué te haría creer que yo te quiero como algo más que un amigo? Para que sepas, no invité al resto del grupo porque a ellos los veo más seguido. Y sí, la verdad es que te extrañaba, porque sos como mi hermano pero vivis en otra casa.-
Mariana, años leyendo y viendo películas y tenías que usar la excusa más vieja en la historia? Me autofelicito.
-Mirá vos- dijo al tiempo que miraba hacia el techo. –Ahora le dicen “somos como hermanos”. Esa es la primera vez que la escucho. Te felicito por la originalidad pero no me lo creo. Avisame cuando quieras hablar para decirme la verdad que ambos sabemos.-
Y así, sin previo aviso, sin más que decir me besó. Mi primer beso y me lo había robado quien yo creía era mi mejor amigo. Que inoportuno. Simplemente se paró, bajo las escaleras y se fue; dejándome traumada por los próximos dos días.